Los principios de Derechos Humanos ante las

Tecnologías de la Información y Comunicación

Módulo 1

Índice de contenido

¿De qué hablamos cuando pensamos la relación entre TICs y derechos humanos?..........2

Era informacional y Sociedad del Conocimiento.................................................................7

La libertad de expresión como prisma para entender las TICs e Internet.........................10

Las TICs ante los DESC y los Derechos Civiles y Polítcos...................................................16

Metadatos: Los principios de Derechos Humanos ante las Tecnologías de la Información y Comunicación
(v2) / Módulo 1. Un enfoque de DDHH para las TICs / publicado: miércoles, 28 de marzo de 2018
Palabras clave: educación, derechos humanos, estado, sociedad, tecnologías, comunicación, cultura,
libertad de expresión, privacidad, Big Data, datos, información
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¿De qué hablamos cuando pensamos la relación entre TICs y derechos humanos?

Toda innovación tecnológica interpela su tempo, cambia las práctcas humanas y en

consecuencia modifca la cultura y las relaciones de poder. En la actualidad, una parte
cada vez más creciente de la humanidad está atravesada por las Tecnologías de la
Información y Comunicación (TICs).

Las personas elaboran un sentdo y signifcación al interactuar con las TICs, lo que
implica mucho más que hacer click en un contenido. Los seres humanos somos el
resultado de una constante interacción. Nos hace humanos la capacidad para desarrollar
pensamiento, comunicarlo hacia nuestro exterior y volver a modifcarlo a partr de lo
que percibimos del medioambiente.

Si bien cada persona construye pensamiento autónomo, las TICs infuyen -como ningún
otro dispositvo cultural- transformando los entornos donde construimos identdades.
Las computadoras pueden intercambiar datos, calcular y producir, incluso identfcar
errores y aprender de ellos, pero construir signifcación y asignar sentdos a la
experiencia humana requiere de un acontecer histórico de la cultura. La tecnología no
potencia ni destruye la cultura: la transforma1.

Las TICs contribuyen de múltples formas con la movilización de la opinión pública (o de

las audiencias, para utlizar un término más comercial). Desde las “cadenas” de correos
electrónicos y SMS a los memes2, tuits y posteos en redes sociales, los mensajes se
replican en la red. Nacen como elementos dentro de una cultura, replicándose al interior
de la misma, compiten con otros millones de mensajes hasta quedar sepultados en el
recuerdo. Expresan sentdos que apelan a una experiencia de vida material, no virtual.
En otras palabras, lo que está en juego con las TICs son los procesos mediante los
cuales las personas y las comunidades construyen signifcados.

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No tenemos derechos diferentes en el ambiente digital, son los mismos tanto dentro
como fuera de la red. Los principios rectores de Derechos Humanos, de universalidad,
igualdad y no discriminación, acceso a mecanismos de garantas, partcipación social,
producción y acceso a la información, también están presentes en Internet y en las
mediaciones sociales que fuyen mediante las TICs. Las vulneraciones de derechos, a
diferentes escalas, también ocurren en los entornos virtuales. Por supuesto que no son
evidentes como la trata de personas, la violencia insttucional, las ejecuciones
extrajudiciales, la tortura en cárceles o las desapariciones con la partcipación o
anuencia del Estado. Pero, por ejemplo, cuando el Estado incumple con la obligación de
garantzar la libertad de expresión se establecen vulneraciones que adquieren un
alcance masivo con las TICs .

Dichas vulneraciones de derechos están siendo documentadas por el sistema regional e

internacional de protección de Derechos Humanos, tanto por los organismos de la
Convención Americana de Derechos Humanos -como la Relatoría de Libertad de
Expresión- como por el sistema de Naciones Unidas (ONU). Para mediados de 2012
distntos expertos de la ONU estaban tomando el tema de los derechos humanos e
internet muy seriamente y recogiendo la temátca en sus informes –incluyendo el
Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífca y de asociación 3; él de
derechos culturales4; violencia contra las mujeres; y racismo, discriminación racial,
xenofobia e intolerancia5. A su vez, el 5 de julio de 2012, 85 países frmaron la resolución
del Comité de Derechos Humanos (liderada por Suecia) afrmando el simple hecho de
que los mismos derechos que las personas tenen fuera de línea deben ser protegidos en
línea6.

Es por ello que las TICs así como permiten un fenomenal acceso al conocimiento y
partcipación en la cultura, también son instrumento para la violación masiva de la
privacidad y la intmidad de las personas, al igual que el diseño de patrones de
comportamiento. En otras palabras, la falta de aplicación de estándares de derechos
humanos a las TICs pueden atentar contra el derecho a la libertad de expresión.

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En este punto es central tomar conciencia de que el paradigma de los derechos

humanos consttuye un prisma desde el cual abordar las TICs y las transformaciones que
éstas producen. Hacerlo requiere el desafo de identfcar qué hace el Estado ante
violaciones de derechos específcas en el ambiente digital. El entramado de las TICs es
complejo de desenmarañar. La indivisibilidad e interdependencia de los derechos
humanos deben ser un apoyo para entender el fenómeno, no un obstáculo. Por eso
resulta imprescindible generar mecanismos claros de protección y promoción de los
derechos humanos en el ambiente digital, porque no hacerlo es dejar librado el camino
a diversas formas de manipulación 1 a partr del reinado de los algoritmos que, como
veremos en adelante, no son neutrales.

La comunicación humana está protegida por los estándares de derechos humanos y

gracias a internet es hoy un recurso estratégico a escala global porque permite dirigir
con precisión consumos, preferencias, gustos y opiniones. Por eso sostenemos que los
principios rectores de derechos humanos deben estar en tensión permanente ante el
poder hegemónico transfronterizo de quién controla y explota nuestra socialidad en red.

Gran parte del acontecer cultural actual se consttuye gracias a las mediaciones entre los
usuarios y los dueños de las tecnologías, relaciones que los servicios e intermediarios de
internet explotan como fuente de recursos inagotables mediante las cuales construyen
un poder hegemónico para intervenir en múltples mercados y culturas.

El modelo que se está confgurando para las TICs, lejos de construir sociedades inclusivas
(que tendan a la igualdad, a la justcia social, al desarrollo común, al respeto por los
derechos humanos y la diversidad cultural) se asienta en la organización de las
interacciones sociales que valoran las jerarquías, la competencia y el lugar del ganador.
En ese contexto, una transformación social está en marcha y replantea los límites entre
los dominios públicos, privados y corporatvos.

1 Valentn Muro, «Los recuerdos de tu vida, auspiciados por...», La Nación - Tecnología, 20 de marzo de
2018, https://www.lanacion.com.ar/2118566-los-recuerdos-de-tu-vida-auspiciados-por.

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Era informacional y Sociedad del Conocimiento

Desde hace más de un cuarto de siglo vivimos con internet y estar conectados
representa un valor de gran importancia, casi al punto de considerarseun derecho. Sin
embargo, no solemos preguntamos quién controla ni qué hace con nuestra
información7. Creemos tanto en la libertad de decir y expresar lo que queremos como en
transgredir lo observable de la humanidad y sus miserias, nos lanzamos al acto de la
comunicación por las redes sociales sin que importe los usos de nuestras práctcas.
Podemos incluso decir que, a cierta escala, somos cobayos que reaccionamos
emocionalmente a contenidos algoritmicamente dirigidos8. Creemos y defendemos la
idea de la neutralidad, asignándole a ese término un propósito libertario, pero
olvidamos que los confictos humanos no se dirimen por sí solos, mucho menos aquellos
en los que las relaciones de fuerza son tan asimétricas como lo es una hormiga ante un
elefante.

Las TICs han propiciado cambios radicales en las sociedades. La velocidad con que los
datos y la información se genera, transmite y procesa de manera práctcamente
instantánea y, muchas veces, a partr de la misma fuente que la produce, sin distnción
de lugar, dan forma a la era informacional9 en la que a mayor cantdad de información
generada por una sociedad, mayor es la necesidad de convertrla en conocimiento.

El concepto “Sociedad del Conocimiento”10 refere a una sociedad que innova con las
tecnologías de la información al tempo que respeta la diversidad social, cultural y
económica promoviendo el desarrollo sustentable11. Si bien es una meta loable, la
UNESCO12 advierte que “esta pretendida evolución bien podría desembocar en la
generalización de formas de organización basadas en el desarrollo de un mercado
privado compettvo y, en ese caso, la libertad de acceso a la información se vería
obstaculizada por una privatzación de los procesos de invención e innovación”.

A principios del siglo XXI, Pierre Levy se valió de la transformación que Internet estaba
produciendo en la comunicación humana para darle forma al concepto de “inteligencia

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colectva”13, una apuesta utópica en línea con autores como Howard Rheingold 14 que a la
par recuperan la cooperación humana como el principal factor de unión, progreso y
movilización social. Rheingold sostene que las TICs han puesto en jaque los dispositvos
de comunicación tradicionales y para ello cita como ejemplo la denominada Batalla de
Seattle de 1999 (cuando una protesta contra la Organización Mundial del Comercio
congregó a millares de personas a través del uso de dispositvos móviles, inalámbricos e
Internet) o las manifestaciones convocadas por SMS en 2001 que provocaron la caída del
gobierno del Presidente Joseph Estrada en Filipinas15, cuando Internet era solo para unos
pocos.

Para Levy las TIC permiten la creación de una inteligencia colectva, pero por sí solas no
la producen. Sostene que nadie sabe todo sino que hay un saber fragmentario que se
liga con el de otros en un nuevo modo de producción de conocimiento basado en el
trabajo colaboratvo y socialmente distribuido. La “inteligencia colectia” está, por lo
tanto, repartda en todas partes, constantemente valorizada, discutda y coordinada en
tempo real: “el ciberespacio puede convertrse en un medio de exploración de los
problemas, de discusión pluralista, en hacer visibles procesos complejos, de toma de
decisión colectva y de evaluación de los resultados cercanos a las comunidades en
cuestón”16. Pero destaca que estas propiedades no son inherentes al ciberespacio, ya
que dependen de la forma en que lo programamos como sociedad, de los límites que
fjamos y los derechos que con ello se defenden. La apropiación simbólica de la
tecnología también genera experiencias híbridas en las que las multtudes inteligentes
defnidas por Rheingold se mimetzan en audiencias cautvas, movilizadas ya no por la
emergencia ante las crisis sociales y polítcas, sino por un tpo de consumo de carácter
social y polítco. Para Levy son como imágenes sintétcas o cartográfcas “que también
pueden ser exploradas indefnidamente y desplegadas en modo hipertextual, al mismo
tempo que inscriben las expresiones de los individuos en el colectvo” 17. Así, un ejército
invisible y ubicuo de -stakeholders-18 construyen y de-construyen sentdos, impulsando
agendas que compiten entre sí por la atención pública y la movilización virtual o fsica.

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No están fuera del recorte o representación de la realidad que hacen los medios de
comunicación; por el contrario, conectan y establecen redes de sentdo que forman
parte de los intereses hegemónicos dominantes.

La libertad de expresión como prisma para entender las TICs e Internet

La libertad de pensamiento y expresión es la piedra angular de cualquier sociedad

democrátca. El derecho a la libertad de expresión encuentra en Internet un instrumento
único para desplegar su enorme potencial en amplios sectores de la población. En la
medida en que el entorno digital ofrece el espacio para promover el intercambio, su
confguración y arquitectura19 resultan relevantes.

Un primer abordaje de la libertad de expresión nos presenta dos dimensiones para

analizar: la individual y la social. En la individual, la libertad de expresión no se agota en
el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que comprende además,
inseparablemente, el derecho a utlizar cualquier medio apropiado para difundir el
pensamiento. Así, una restricción de las posibilidades de divulgación representa
directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse libremente.

En la dimensión social, la libertad de expresión es un medio para la comunicación social

y para el intercambio de ideas e informaciones. Así como comprende el derecho de cada
uno de comunicar a los otros sus puntos de vista implica también el derecho de todos a
conocer otras opiniones e información. Para el ciudadano común tene tanta
importancia el conocimiento de informaciones u opiniones ajenas como el derecho a
difundir la propia.

Ambas dimensiones de la libertad de expresión, la individual y la social, son indivisibles y

deben ser garantzadas simultáneamente. Desde esta perspectva el derecho de la
sociedad a estar informada verazmente no puede justfcar un régimen de censura

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previa. En la misma línea, tampoco sería admisible que, sobre la base del derecho a
difundir informaciones e ideas, se consttuyan monopolios públicos o privados sobre los
medios de comunicación para intentar moldear la opinión pública.

El ambiente digital ha transformado la circulación de información. Como nunca antes la

humanidad está compartendo y creando nuevas formas de consttuir el saber 20. Los
datos, la información y los contenidos digitales no son lo mismo en un sentdo
informacional21, pero solemos tratalos de la misma manera. Los intentos por restringir el
acceso a la información digital pueden ser considerados una afrenta a la libertad de
expresión22, por ello solo pueden efectuarse de acuerdo a los estándares que protegen
la libertad de expresión que emanan del sistema internacional de protección de los
derechos humanos.

En el ambiente digital, la labor del Estado (el desarrollo de polítcas públicas de

información) y la actuación de los partculares deben adecuarse a estándares de
derechos humanos que incluyen: el acceso en igualdad de condiciones, el pluralismo, la
no discriminación y la privacidad. A su vez, todas las medidas que puedan de una u otra
manera afectar el acceso y uso de Internet deben interpretarse a la luz de la primacía del
derecho a la libertad de expresión23.

Hacemos referencia a derechos reconocidos universalmente, como el artculo 19 de la

Declaración Universal de Derechos Humanos:
“Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y
de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de
sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y
el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de
expresión”

De igual forma, los artculos 19 y 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y

Polítcos (PIDCP) establecen estándares para los Estados.
Artículo 19.
1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones.
2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho
comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e
ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea
oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier
otro procedimiento de su elección.

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3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo

entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente,
puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán, sin embargo,
estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para:
a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás;
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas.

En el sistema interamericano, estos derechos están contemplados en la Declaración

Americana de los Derechos y Deberes del Hombre:
Artículo IV. Toda persona tiene derecho a la libertad de
investigación, de opinión y de expresión y difusión del pensamiento
por cualquier medio.

A su vez, el artculo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos establece

que:
Artículo 13. Libertad de Pensamiento y de Expresión
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de
expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y
difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de
fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede
estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las
que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para
asegurar:
a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o
b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la
salud o la moral públicas.
3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios
indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares
de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres
y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera
otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de
ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura
previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la
protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo
establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y
toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan
incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar
contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo,
inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional.

Además, el artculo 4 de la Carta Democrátca Interamericana señala:

“Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la
transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la
responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por
los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa. La
subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a
la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de
derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad son
igualmente fundamentales para la democracia.”

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La relevancia de la libertad de expresión que refejan los instrumentos regionales del

sistema de protección de derechos se debe, de un lado, al amplio concepto de
autonomía y dignidad de las personas que subyace al orden jurídico interamericano y, de
otra, a la triple naturaleza de la libertad de expresión como derecho humano individual,
como instrumento para el ejercicio de otros derechos y como elemento estructural de
los Estados democrátcos.

Como señala Botero24, en primer lugar, el derecho a la libertad de expresión es un

derecho fundamental individual que goza de una especial protección dada su íntma
relación con la autonomía personal. En segundo lugar, la libertad de expresión se trata
de un derecho que cuenta con una función instrumental que lo diferencia de otros
derechos. Y en tercer lugar, la jurisprudencia interamericana ha destacado la relación
estructural del derecho a la libertad de expresión con el funcionamiento adecuado de
los regímenes democrátcos, lo que se ha denominado la dimensión estructural de la
libertad de expresión.

Es así que la expresión y la difusión del pensamiento y de la información son indivisibles,

de modo que una restricción de las posibilidades de divulgación representa
directamente, y en la misma medida, un límite al derecho de expresarse libremente. En
esta línea, es importante tener presente que con internet han surgido aspectos
emergentes relatvos a la libre circulación de información y expresión. Una creciente
judicialización25 de asuntos vinculados a la agenda de la libertad de expresión en
Internet, privacidad y vigilancia, ha ganado lugar en la agenda pública generando una
incipiente jurisprudencia en la región26.

Como sabemos, las TICs han permitdo nuevas formas de vigilancia de las
comunicaciones, que por su alcance masivo pueden consttuir una infracción grave al
derecho a la privacidad y afectar negatvamente el disfrute de otros derechos
fundamentales, incluyendo las libertad de expresión, de asociación y de partcipación
polítca. Las relatorías sobre libertad de expresión del sistema interamericano han

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advertdo a los Estados, quienes al igual que en otros estados en el mundo se han
lanzado a una carrera por la adquisición e implementación de programas de
cibervigilancia27, lesionando derechos fundamentales como la libertad de expresión.

Las TICs ante los DESC y los Derechos Civiles y Polítcos

Cuando observamos las práctcas y usos de las TICs no podemos dejar de preguntarnos
cómo éstas operan en el campo social, cultural, polítco y económico. Así como la
libertad de expresión es vital para entender la dimensión compleja de los derechos
humanos en la comunicación humana, los Derechos Económicos Sociales y Culturales
representan otro eje de análisis fundamental a tomar en cuenta. Además de infuir en la
libertad de expresión, las TICs modifcan de diversas formas la realización de otros
derechos, como el derecho al trabajo, las condiciones laborales y los derechos sindicales,
el derecho a la seguridad social y a un estándar adecuado de vida, a no sufrir hambre, a
la protección de la familia, a la salud y educación, y a partcipar de la vida cultural,
incluyendo los benefcios del avance cientfco y sus aplicaciones.

Sin entrar en detalles y enumeraciones de casos, es observable que el desarrollo del

mercado global -acelerado por internet y las TICs- no se vincula con la profundización de
la vigencia global de los derechos humanos. Las tensiones que afectan al mundo del
trabajo (vinculadas a la des-localización de servicios, la fexibilización laboral, la
competencia transnacional y el sistema de innovación y producción) se están
transformando vertginosamente a merced de la economía de mercado y la
reconfguración de consumos, ya no solo de bienes materiales sino de infnidad de
bienes intangibles producto de nuestra interacción cultural, ahora también desarrollados
por bots28.

Ariel Vercelli aporta una descripción útl para observar el contexto de estas
transformaciones que inevitablemente reconfguran los derechos civiles y polítcos:

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“Internet esta moviéndose rápidamente, como afirman entre otros,

Lessig (2001), Stallman (2002), Boyle (2003), de un paradigma de
libertad, desarrollado a través de su arquitectura originaria, hacia
otro paradigma basado en tecnologías de control, el que supuestamente
garantizaría la seguridad y certeza necesarias para el tráfico
mercantil”29.

Si los paradigmas económicos que se consttuyen mediante las TICs confuyen en el

control y la imposición de un único modo de vida y consumo, es de esperar resistencias
y confictos de carácter civil y polítco.

Desde un enfoque de derechos humanos es fundamental apreciar la importancia de la

privacidad y no relatvizarla ante el benefcio de estar conectados y no quedar excluidos
de los entornos sociales que se consttuyen por fuerza de marketng y de nuevos
servicios “gratuitos”. Ahí radica la trampa.

Como sabemos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polítcos establece

parámetros para el ejercicio pleno de los derechos humanos. En su artculo 11, dice:
“Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud
de este derecho establecen libremente su condición política y proveen
asimismo a su desarrollo económico, social y cultural”.

En 1966, cuando se aprobó este Pacto, internet era sólo posible en la teoría. El Pacto
enumera derechos concebidos para el mundo fsico (el derecho a la vida y por lo tanto la
prohibición de la pena de muerte, la esclavitud, la restricción de las libertades
individuales y la privación de la libertad, el derecho a ser juzgado por un tribunal
imparcial, a la presunción de inocencia, a la reparación a las víctmas, el derecho a
circular libremente, la seguridad personal, a reunirse, a sindicalizarse, a ser protegido
por el Estado, a una nacionalidad, a elegir representantes mediante el voto, etc.). Pero el
mundo virtual es una extensión que lo excede y presenta nuevos desafos.

Esa dimensión social fue tomada en cuenta, también, cuando se reconoce en el Pacto el
derecho humano a partcipar de los asuntos públicos, la libertad de conciencia,
pensamiento y religión, la libertad de expresión y la intmidad personal y familiar, por
ejemplo.

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Los derechos culturales se relacionan con una gran diversidad de asuntos, como la
expresión y la creación, diversas formas materiales y no materiales de arte, la
información y la comunicación, el idioma, la identdad y la pertenencia a comunidades
múltples, diversas y cambiantes, la formulación de visiones especifcas del mundo y la
búsqueda de formas específcas de vida, la educación y la capacitación, el acceso, la
contribución a la vida cultural y la partcipación en ella, la realización de práctcas
culturales y el acceso al patrimonio cultural tangible e intangible.
“Los derechos culturales protegen los derechos de todas las personas,
individualmente y en comunidad con otros, así como de grupos de
personas, para desarrollar y expresar su humanidad, su visión del
mundo y el significado que dan a su existencia y su desarrollo
mediante, entre otras cosas, valores, creencias, convicciones,
idiomas, los conocimientos y las artes, las instituciones y las formas
de vida. Puede considerarse también que protegen el acceso al
patrimonio cultural y a recursos que permiten que esos procesos de
identificación y desarrollo tengan lugar”30.

En el mundo actual, los actores privados e intermediarios31 tenen un rol fundamental y

cumplen una función vital para el desarrollo humano. Dejar su regulación a manos del
mercado equivale a “pasar por la trituradora” los estándares de derechos humanos.

De conformidad con las normas y principios internacionales en materia de derechos

humanos, los intermediarios deben establecer e implementar condiciones de servicio
transparentes, claras y accesibles (incluidas las condiciones en que se puedan generar
interferencias en los derechos de libertad de expresión o privacidad de los usuarios). Son
las empresas quienes deben procurar que cualquier restricción resultante de la
aplicación de términos y condiciones del servicio no restrinjan de modo arbitrario o
desproporcional el derecho a la libertad de expresión. Y son los Estados quienes deben
establecer mecanismos que permitan resguardar derechos ante potenciales
interferencias al goce de derechos.

Las principales plataformas digitales operan como grandes espacios públicos de

circulación de información; esas plataformas tenen una fuerte tendencia a la
concentración y por lo tanto detentan el poder de infuir en forma decisiva sobre la
producción y difusión de la cultura a escala global. Las defniciones privadas de términos

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y condiciones de uso32, polítcas de información, etc. no deberían habilitar a las

empresas a vulnerar derechos. Este escenario afecta negatvamente tanto la libertad de
expresión como la diversidad de las expresiones y manifestaciones culturales en la
medida que los controladores de estas plataformas imponen sus propios valores morales
y polítcos, generando en consecuencia procesos de uniformización cultural y reducción
de la diversidad.

Veamos un ejemplo: la promoción de las “identdades culturales” es un derecho

crecientemente amenazado por los términos y condiciones de uso de la tecnología. En
2015, el gobierno de Brasil solicitó la intervención de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos para intervenir ante casos de censura privada 33. En abril de 2015
Facebook -red social de alcance global que cuenta con 1.6 billones de usuarios en todo
el mundo- censuró sin aviso previo una fotografa de 1909 de una aborigen brasileña con
sus senos al aire que era exhibida en la página web del ministerio de Cultura del Brasil.
La foto era usada para divulgar una exposición de fotografas históricas. La corporación
alegó que la fotografa violaba la regulación de la compañía en relación a la desnudez. El
gobierno pidió revisar la medida pero la empresa se negó; sólo reaccionó cuando se
inició una demanda judicial por violación a los derechos culturales. Casos similares se
han presentado en todo el mundo.

Para el gobierno de Brasil el episodio dejó claro que se trata de un problema global y de
orden público por lo que acudió ante la CIDH con varios argumentos: 1) se afecta el
derecho a la identdad cultural, su identdad y su derecho a ser indígena está amenazado
por una práctca que representa la completa invisibilidad del sujeto al no poder ser visto
tal y cómo es, con sus costumbres y tradiciones; 2) se practca la censura privada, las
plataformas que por su alcance tenen un enorme potencial de ampliación de la libertad
de expresión, y ciertamente contribuyen a esta ampliación, tenen por otro lado
comportamientos de restricción de contenidos que en la práctca operan como “censura
privada” restringiendo y sofocando la libertad de expresión; 3) se verifca la falta de
reglas claras contra los responsables de las plataformas privadas en relación a la

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observancia de normas (esto se relaciona con un debate más amplio de jurisdicción y de

poder de policía -enforcment- entre actores multlaterales y de los Estados; 4) se
constata que la pretensión de basarse en normas universales en el tratamiento de
contenido tene como resultado la uniformización cultural que vulnera el principio de
diversidad cultural, principio que busca garantzar a los pueblos el derecho de expresar
sus costumbres y tradiciones aparte de sus singularidades y sus diferencias.

¿Cómo el mundo ha llegado a maravillarse con los benefcios de las TICs al punto de
aceptar como normal la pérdida creciente de los derechos culturales, la privacidad, la
intmidad, entre otros? Más allá de los intereses económicos y el mercado global,
durante años los Estados profundizaron esta transformación con el objetvo de reducir la
brecha digital, que no es otra cosa que el refejo de la brecha social en el mundo digital.
Dice Daniel Pimienta34.
“Si bien se debe considerar que el uso de las TIC para el desarrollo
humano porta oportunidades para reducir la brecha social para
individuos o comunidades, existen una serie de obstáculos a superar
para que el uso de las TIC permita acercar esas oportunidades a las
personas y a los grupos. La existencia de una infraestructura de
conectividad es sólo el primero, aunque una falta de enfoque holístico
lo lleva a menudo a recibir una atención exclusiva. No es suficiente
ofrecer un acceso a las tecnologías para que las personas que
benefician del uso puedan aprovechar de oportunidades de desarrollo
humano; la educación, y más específicamente una alfabetización digital
e informacional, tienen un papel esencial en el proceso. Los
componentes de las telecomunicaciones, de los equipos de computación y
de los programas son requisitos previos y previsibles; sin embargo,
los pilares verdaderos de las sociedades de la información centradas
en el desarrollo humano (sociedades de los saberes compartidos) son la
educación, la ética y la participación, articuladas como un proceso
sistémico. Mientras las personas que toman decisiones sobre políticas
públicas o proyectos de TIC para el desarrollo no estén preparadas
para entender esas evidencias y privilegian una visión meramente
tecnológica sufriremos de la brecha la más peligrosa en términos de
efectos: la brecha paradigmática”.

15
1 Darío Sztajnszrajber, «Sobre las posibilidades de pensar en la era de la velocidad digital», Clarin.com, 15 de mayo
de 2017, https://www.clarin.com/sociedad/posibilidades-pensar-velocidad-digital_0_SkgP_tDlZ..amp.html.
2 Reyes Martnez Torrijos, «El signifcado cultural del meme se propaga con el relajo cibernétco», La Jornada, 8 de
julio de 2014, http://www.jornada.unam.mx/2014/07/08/cultura/a07n1cul.
3 APC, «Internet: APC sees progress in the full recogniton of the freedom of associaton and assembly | Associaton
for Progressive Communicatons», APCNews, 28 de junio de 2012, https://www.apc.org/en/node/14676.
4 ACNUDH, «Estándares Internacionales de Derechos Culturales», junio de 2010,
http://www.ohchr.org/SP/Issues/CulturalRights/Pages/InternatonalStandards.aspx.
5 Mutuma Ruteere y Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, «Report of the Special Rapporteur on
contemporary forms of racism, racial discriminaton, xenophobia and related intolerance», 15 de mayo de 2012,
http://www.ohchr.org/Documents/Issues/Racism/A.HRC.20.33_en.pdf.
6 APC, «La ONU reconoce la libertad de expresión en internet como un derecho humano», Asociación para el
Progreso de las Comunicaciones, 9 de julio de 2012, https://www.apc.org/es/news/la-onu-reconoce-la-libertad-
de-expresi%C3%B3n-en-internet-como-un-derecho-humano.
7 Natalia Andrea Z.uazo, Guerras de internet: Un viaje al centro de la red para entender cómo afecta tu vida (Penguin
Random House Grupo Editorial Argentna, 2015).
8 Marian Moya, «Nosotros, los cobayos de Facebook», Revista Anfbia, 8 de febrero de 2014,
http://www.revistaanfbia.com/ensayo/nosotros-los-cobayos-de-facebook/.
9 Manuel Castells, La era de la información: economía, sociedad y cultura (Siglo XXI, 2004). pp. 56
10 Unesco, Informe mundial: Hacia las sociedades del conocimiento: Sector de Cultura de la UNESCO, Publicaciones
UNESCO, Colección Obras de referencia de la UNESCO (París, 2005), http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=29619&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html.
11 Han existdo otras formulaciones como la “economía del conocimiento” planteada por algunas naciones
desarrolladas como el modelo a seguir, caracterizado por la convergencia de transformaciones tales como la
progresión de las inversiones en el conocimiento, la difusión de nuevas tecnologías y los cambios insttucionales
que propician el acceso al conocimiento.
12 Ibid.
13 Pierre Lévy, Inteligencia Colectva. Por una antropología del ciberesapacio, trad. Felino Martnez Álvarez,
Organización Panamericana de la Salud (Washington, DC: La Découverte (Essais), 2004),
http://inteligenciacolectva.bvsalud.org/public/documents/pdf/es/inteligenciaColectva.pdf.
14 Howard Rheingold, Multtudes inteligentes: la próxima revolución social, Cibercultura, 2004,
http://www.gedisa.com/fcha.aspx?cod=500006..
15 Charles Tilly, «Los movimientos sociales entran en el siglo veintuno», ResearchGate 42, n.o 2 (1 de enero de
2005),
https://www.researchgate.net/publicaton/27590388_Los_movimientos_sociales_entran_en_el_siglo_veintuno.
16 Pierre Léiy, Inteligencia Colectiaa
17 Ibid.
18 El término refere a las partes interesadas, es decir, una persona, organización o empresa cuya opinión es clave
para su entorno, o puede verse afectada o afectar el desarrollo de su espacio, organización o empresa. Por ello, los
Stakeholders son considerados como un elemento esencial en la planifcación estratégica. «Stakeholder»,
Wikipedia, 12 de septembre de 2016, https://es.wikipedia.org/w/index.php?ttle=Stakeholder&oldid=93550596.
19 Se entende por configuraciónn y arquitectura de internet al conjunto regulaciones y conexiones fsicas que
permiten el funcionamiento de la red.
20 Evgeny Morozov, «Google y el derecho a saber», EL PAÍS, 6 de julio de 2014, http://elpais.com/elpais/2014/07/02/
opinion/1404320771_294893.html.
21 InfoLEG, «Res. 538/2013 Creación del Sistema Nacional de Datos Públicos (SINDAP)», InfoLEG, 18 de julio de 2013,
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/215000-219999/218131/norma.htm.
22 Centro de Información Judicial, «La Corte Suprema de Justcia decidió que los buscadores de internet se hallan
protegidos por la libertad de expresión», Centro de Información Judicial, 28 de octubre de 2014,
http://www.cij.gov.ar/nota-14310-La-Corte-Suprema-de-Justcia-decidi--que-los-buscadores-de-internet-se-hallan-
protegidos-por-la-libertad-de-expresi-n.html.
23 OEA, «Relatoría Especial para la Libertad de Expresión», 1 de agosto de 2009,
http://www.oas.org/es/cidh/expresion/temas/internet.asp.
24 Catalina Botero, «Guía polítco-pedagógica sobre la incorporación de la temátca de libertad de expresión y de
acceso a la información pública en la formación de operadores judiciales en América Latna; Cuadernos de
discusión de comunicación e información», http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002437/243750s.pdf.
25 Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, «Informe sobre Jurisprudencia Nacional en Materia de Libertad de
Expresión», accedido 17 de mayo de 2017,
https://www.oas.org/es/cidh/expresion/docs/basicos/JURISPRUDENCIA_ESP.pdf.
26 Unesco, «Lanzan la versión en español del Banco de Jurisprudencia de Libertad de Expresión», 6 de octubre de
2016,
http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/launch_of_the_spanish_online_database_of_c
ase_law_on_freedom/.
27 OEA, «La Relatoría Especial expresa preocupación ante la adquisición e implementación de programas de vigilancia
por parte de Estados del hemisferio», OEA - Organización de los Estados Americanos, 21 de julio de 2015,
http://www.oas.org/es/cidh/expresion/showartcle.asp?artID=998&lID=2.
28 Un bot (aféresis de robot) es un programa informátco que imita el comportamiento de un humano. En muchos
casos se los utliza para automatzar interacciones con humanos. Algunas agencias de notcias han comenzado a
utlizarlos incluso para escribir notcias y componer primeras planas. Mariano Blejman, «El futuro de los medios y
la reconversión digital», Medium, 14 de noviembre de 2016, https://medium.com/@bblejman/el-futuro-de-los-
medios-y-la-reconversi%C3%B3n-digital-bba1a9c4a9fd#.g3comx2qd.
29 Ariel Vercelli, La Conquista Silenciosa del Ciberespacio, 2004, http://www.arielvercelli.org/lcsdc.html.
30 ACNUDH, «Estándares Internacionales de Derechos Culturales».
31 Artcle 19, «Intermediarios de internet: Disyuntva por la atribución de responsabilidad civil y penal», Artcle 19, 29
de agosto de 2013, https://www.artcle19.org/resources.php/resource/37242/es/Intermediarios%20de
%20internet:%20Disyuntva%20por%20la%20atribuci%C3%B3n%20de%20responsabilidad%20civil%20y%20penal.
32 Se entende por Términos y condiciones de uso al conjunto de regulaciones que condicionan el uso de la
tecnología. Estas normas suelen establecer previsiones que resguardan al ttular de la tecnología ante cualquier
demanda derivada de su uso. En teoría deberían estar sujetas a la ley y refrendadas por alguna autoridad, sin
embargo, esto no es una práctca habitual.
33 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 157 Período de Sesiones de la CIDH, 2016,
https://www.youtube.com/watch?v=lCoj7dxADZ.I#acton=share..
34 Daniel Pimienta, «Brecha digital, brecha social, brecha paradigmátca» (Network & Development Foundaton
(FUNREDES), junio de 2008),
http://www.funredes.org/mistca/castellano/ciberoteca/tematca/brecha_paradigmatca.pdf.