Los múltiples significados de “teleológico”

Objeciones [01]
tradicionales al La crítica del uso del lenguaje teleológico está basada tradicionalmente en
uso del lenguaje una o varias de las siguientes objeciones. Para que sea aceptable, el
teleológico lenguaje teleológico debe ser inmune a ellas.
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1) Los enunciados y explicaciones teleológicas implican la aprobación en la
ciencia de doctrinas teológicas o metafísicas no verificables. (…).
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2) La creencia en que la aceptación de explicaciones para los fenómenos
biológicos que no son igualmente aplicables a la naturaleza inanimada,
constituye una exclusión de la explicación fisicoquímica. (…). Ignoraron que
en la naturaleza inanimada nada existe (excepto para las máquinas
construidas por el hombre) que corresponda a programas de ADN o a
actividades dirigidas a un fin. En realidad, la aceptación de una explicación
teleonómica (…) de ninguna manera está en conflicto con las leyes de la
física y de la química. Tampoco se opone a una interpretación causal, ni
implica la aprobación de las fuerzas sobrenaturales en forma alguna.
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3) El supuesto de que objetivos futuros fueran la causa de hechos actuales
pareciera estar en completo conflicto con cualquier concepto de causalidad.
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4) El lenguaje teleológico pareciera representar un censurable
antropomorfismo.
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Como resultado de éstas y otras objeciones, las explicaciones teleológicas
fueron consideradas ampliamente como una forma de oscurantismo, una
evasión a la necesidad de una explicación causal. (…).
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El dilema teleológico consiste, entonces, en que numerosas objeciones y al
parecer de peso, contra el uso del lenguaje teleológico han originado
diversas críticas y sin embargo los biólogos han insistido en que perderían
mucho, metodológica y heurísticamente, si se les impidiera utilizar dicho
lenguaje. Es mi empeño resolver este dilema mediante un nuevo análisis y
particularmente, mediante una nueva clasificación de los diversos
fenómenos que tradicionalmente han sido designados como teleológicos.
La [01]
heterogeneidad Uno de los mayores defectos de las discusiones más recientes sobre el
de los problema de la teleología, ha sido la heterogeneidad de los fenómenos
fenómenos designados como teleológicos por los diferentes autores. Para mí, parecería
teleológicos fútil llegar a definiciones rigurosas hasta que la mezcolanza de los
fenómenos señalados como teleológicos sea separada en clases más o
menos homogéneas. (…).
[02]
(…). Los enunciados y los fenómenos que han sido designados en las
publicaciones como teleológicos, pueden ser agrupados en tres clases:
1) secuencias evolutivas unidireccionales (progresionismo, ortogénesis).
2) Procesos aparente o genuinamente orientados hacia un fin.
3) Sistemas teleológicos.
[03]
Secuencias
evolutivas
unidireccionales
Procesos [01]
aparente o La naturaleza (orgánica e inanimada) abunda en procesos y actividades que
genuinamente conducen a un fin. Algunos autores al parecer creen que todos esos
dirigidos a un fin procesos son de un tipo y que son “finalisticos” en la misma manera y en un
mismo grado. (…).
[02]
Un estudio más amplio indica, sin embargo, que la clase de procesos
dirigidos a un fin está compuesta por dos tipos de fenómenos totalmente
diferentes, que pueden ser caracterizados de la siguiente manera:
[03]
Procesos teleomáticos en la naturaleza inanimada. Muchos movimientos de
los objetos inanimados así como los procesos fisicoquímicos son las
simples consecuencias de las leyes naturales. (…). Todos los objetos del
mundo físico están dotados de la capacidad de cambiar su estado y estos
cambios singuen las leyes naturales. Están dirigidos a un fin solamente en
una forma pasiva, automática, son regulados por condiciones o fuerzas
externas. Puesto que el estado final de tales objetos inanimados es
alcanzado automáticamente, dichos cambios deben ser designados como
teleomáticos. Todos los procesos teleomáticos alcanzan un fin cuando el
potencial es consumido (…) o cuando el proceso es detenido al encontrar
un impedimento externo (…). Los procesos teleomáticos simplemente
siguen las leyes naturales, i. e. conducen a un resultado consecuente a las
fuerzas físicas concomitantes, y el logro de su estado final no está
controlado por un programa incorporado al proceso. (…).
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Procesos teleonómicos en la naturaleza viviente. Aparentemente, el
comportamiento dirigido a un fin en los organismos es de una índole
completamente distinta de los procesos teleomáticos. El comportamiento
orientado a un fin (en el sentido más amplio de esta palabra) se encuentra
extremadamente difundido en el mundo orgánico (…). Que los procesos
orientados a un fin ocurran es quizá el rasgo más distintivo del mundo de
los seres vivos.
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(…). (…) un proceso o un comportamiento teleonómico es aquel que debe
su direccionalidad hacia un objetivo, a la operación de un programa.
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Todo el comportamiento teleonómico se caracteriza por dos componentes:
es guiado por un “programa” y depende de la existencia de un punto final,
objetivo, o terminación, el cual está previsto en el programa que regula el
comportamiento. (…).
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(…). Para ello es totalmente suficiente saber que existe un “programa” que
es causalmente responsable del carácter teleonómico de los procesos
orientados a un fin. (…). Por otro lado, un proceso que no tiene un objetivo
programado no tiene derecho a ser designado como teleonómico (…).
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(…). (…) el verdadero aspecto distintivo del comportamiento dirigido a un fin
no es que existan mecanismos que incrementen la precisión con la cual es
conseguido el objetivo, sino más bien que existen mecanismos que inician,
i. e. “causan” este comportamiento.
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(…). (…) y no sé de otro término que pudiera definir una actividad o
comportamiento que está dirigido a un fin y que es controlado por un
programa. (…).
El significado de [01]
la palabra (…). (…) un programa es 1) algo material, y 2) existe desde antes de la
“programa” iniciación del proceso teleonómico. Por tanto, es consistente con una
explicación causal.
[02]
(…). Tentativamente, programa podría ser definido como, la información
codificada o dispuesta de antemano que controla un proceso (o
comportamiento), llevándolo había un objetivo dado. (…) el programa no
sólo contiene el proyecto sino también las instrucciones sobre cómo utilizar
la información del mismo. (…).
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¿Cómo opera el
programa?
Los sistemas
teleológicos
La naturaleza
heurística del
lenguaje
teleonómico
Aristóteles y la
teleología
Kant y la
teleología
cósmica
Conclusiones 1) Es legítimo que los biólogos usen el llamado lenguaje teleológico; no
implica una explicación no causal, ni la exclusión de la explicación
fisicoquímica.
2) Los términos teleología y teleológico han sido aplicados a fenómenos
diversos. El autor ha intentado agruparlos en clases más o menos
homogéneas.
3) No es legítimo describir las tendencias o los procesos evolutivos como
orientados a un propósito (como teleológicos). La selección premia los
fenómenos pasados (mutación, recombinación, etc.), pero no planea el
futuro, al menos no de una manera específica.
4) Los procesos (comportamientos) cuya direccionalidad están controlada
por un programa pueden ser referidos como teleonómicos.
5) Los procesos que alcanzan un estado final causado por leyes naturales
(e. g., gravedad, primera ley de la termodinámica) pero no por un programa,
pueden ser designados como teleomáticos.
6) Los programas son, en parte o totalmente, el producto de la selección
natural.
7) El problema de la legitimidad de aplicar el término teleológico a los
sistemas estacionarios funcionales o a los sistemas adaptativos requiere
seguir en estudio.
8) El comportamiento teleonómico (es decir, programado) ocurre solamente
 en los organismos (y en las máquinas fabricadas por el hombre) y
constituye una diferencia tajante en niveles de complejidad entre la
naturaleza viva y la inanimada.
9) Las explicaciones teleonómicas son estrictamente causales y
mecanicistas. No alientan a seguidores de conceptos vitalistas.
10) El valor heurístico del Fragestellung teleológico lo hace una herramienta
poderosa en la investigación biológica, en el estudio de la configuración
estructural de las macromoléculas hasta el estudio de la conducta
cooperativa en los sistemas sociales.
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