Está en la página 1de 3

HISTORIA, OFICIAL E HISTORIA VERDADERA

Hoy  más que nunca,  vivimos de héroes y villanos en lo que se refiere a


nuestro conocimiento del pasado de nuestra nación e incluso de nuestra
identidad nacional, porque nos basamos en lo que hizo cierto personaje para
realizar o excusarnos de ciertos comportamientos actuales.

Sin embargo, la llamada historia de bronce, ofrece muchas anacrónicas y


muchos sofismas y hasta incoherencias, los mexicanos, hoy en día
depositamos nuestro nacionalismo, en fechas que no marcaron para bien al
país, al contrario, lo destruyeron, pero la gran interrogante es ¿Quién tiene la
culpa?, ¿El pueblo por ser borrego y festejar lo que otros? ¿O el gobierno
por abusar del poder?

Observamos que entre más pase el tiempo, a la gente se le olvida de donde


surge el grupo que gobierna oligárquicamente al país, vemos que caemos en
sus mentiras y en sus discursos que intentan disfrazar el maquiavelismo
político, la historia es la defensa de todo pueblo, porque de ella se valora el
origen y desarrollo de las sociedades presentes.

La historia se encarga si bien es cierto del hombre en sociedad a través del


tiempo, debemos empezar a ver desde la microhistoria, porque es a partir de
ella que la microhistoria puede hacer su labor investigativa, es desde el
singular que se llega al universal.

Una autentica historia, tendrá que basarse a partir del esfuerzo de conjunto
que se hizo para que el hecho histórico, se produjese, de modo tal que todos
los involucrados, tengan parte y que se les de crédito, a final de cuentas de
alguna u otra forma, defendían una ideología que creían era correcta y a final
de todo, el hombre busca la mejor idea para su vida y su entorno.

El decir que uno es héroe y el que lo combatió es un villano, es una injusticia,


porque solamente vemos la historia de los vencedores, pero jamás de lado
de los vencidos, con esto voy a que tenemos que ser sincrónicos en el hecho
histórico y en la historia misma, no podemos jamás expresar nuestra
subjetividad o emociones ante tal o cual evento del pasado.

La historia hoy más que nunca debe de quitar esos fantasmas del
maniqueísmo de la cual se ha visto secuestrada, para justificar la presencia
de grupos en el poder, o peor aún para poder tener la conciencia del pueblo
como lo dice el dicho romano “Pan y circo”.

La crisis de identidad que vivimos como nación es grave, al grado tal de solo
reconocer algunas acciones y olvidarnos de otras, el cielo y el infierno
históricos, me parece que en esta ciencia esto es lo que menos se puede
permitir.

Como dicen algunos historiadores, no existen los héroes y villanos,


solamente los personajes de ciertos ideales, no hay vencedores ni vencidos,
solamente pluralidad de pensamientos, que al converger en los momentos
históricos, ocasionan fricciones y dichas fricciones muchas de las veces
terminan en conflictos armados.

La historia de bronce, nos ha hecho mucho daño, no por lo que contiene,


sino por quienes la modificaron, quienes quisieron borrar de la memoria,
nombres y personajes, que por el simple hecho de no entrar en su ideología
se merecían el olvido y el destierro.

Hoy ante tanta problemática nacional, es necesario que surjamos más


historiadores comprometidos con la ciencia y más con la verdad, que
seamos éticos y transparentes en las investigaciones pero que sobretodo no
nos dejemos vender por los intereses particulares, para escribir tontería y
media, porque de esto ya hay de sobra.

Necesitamos, hacer de la historia una ciencia que pueda aportar más hasta la
última gota de verdad, exprimirla, para poder realizar las mejores acciones
en el presente y construir un mejor futuro.

Hoy los héroes que nos ofrecen ya no valen, ya no se pueden sostener,


porque, los actos de los grupos poderosos ya no hacen coherencia, prueba
fundamental, para salvar la historia de estos mal manejos a conveniencia.

Hoy hay que rectificar la manera de ver la historia como algo aburrido y
muerto, hay que hacer ver que es una ciencia viva y que hoy late más que
nunca, que hoy necesita una transformación radical, desde su enseñanza
hasta su aplicación.

La historia de bronce está cayendo por su propio peso, porque las mentiras
terminan por llegar a un punto donde ya no se pueden soportar a sí mismas.
Para ser claros, no necesitamos más Hidalgos que dividan con el odio y el
rencor, necesitamos Iturbides que miren por el otro en la unidad de ideas,
solo en ese sentido podemos tomar ejemplos de personajes, mas no
podemos tomarlos como para justificar nuestras acciones presentes, al
tocar este punto, recuerdo muy bien lo que en la secundaria se decía, “ se
estudia la historia, para que en un futuro no se vuelvan a cometer esos
mismos errores”, y creo que esta frase tiene algo de razón, por lo arriba
expuesto, ya que tenemos que tomar, lo más objetivamente posible los
acontecimientos sucedidos en la temporalidad.

Porque la vieja práctica del maniqueísmo es lo que destruye el trabajo de


años de personas que con esmero buscan la verdad, esto está reflejado en la
dualidad que se ha inventado, un abismo profundo entre el heroísmo y la
villanía, juicios injustos a aquellos personajes que ante todo fueron,
simplemente hombres.

Justicia para los olvidados y menos alboroto a personas que no hicieron


nada extraordinario más que luchar por lo que creían, tal vez sea
extraordinario porque hoy en día faltan personas que sean valientes de
luchar por lo que creen dejando a un lado el que dirán.

Sirhistory

También podría gustarte