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Este documento presenta un comentario sobre el Título II del Código de Derecho Canónico, el cual trata sobre las costumbres. Explica que las costumbres de los fieles pueden considerarse legítimas y convertirse en ley si tienen al menos 30 años de antigüedad y no contradicen el derecho divino o canónico. También indica que el pueblo de Dios puede establecer una costumbre como ley debido a su larga participación en ella, siempre que esta no viole las disposiciones anteriores.
Este documento presenta un comentario sobre el Título II del Código de Derecho Canónico, el cual trata sobre las costumbres. Explica que las costumbres de los fieles pueden considerarse legítimas y convertirse en ley si tienen al menos 30 años de antigüedad y no contradicen el derecho divino o canónico. También indica que el pueblo de Dios puede establecer una costumbre como ley debido a su larga participación en ella, siempre que esta no viole las disposiciones anteriores.
Este documento presenta un comentario sobre el Título II del Código de Derecho Canónico, el cual trata sobre las costumbres. Explica que las costumbres de los fieles pueden considerarse legítimas y convertirse en ley si tienen al menos 30 años de antigüedad y no contradicen el derecho divino o canónico. También indica que el pueblo de Dios puede establecer una costumbre como ley debido a su larga participación en ella, siempre que esta no viole las disposiciones anteriores.
GUADALUPE, OBRA NACIONAL DE VOCACIONES ADULTAS, A.R.
FACULTAD DE TEOLOGÍA
COMENTARIO TITULO II: DE LAS COSTUMBRES
MATERIA
DERECHO CANONICO FUNDAMENTAL
PRESENTA
LUIS ANTONIO GARCÍA RODRÍGUEZ
PROFESOR
PBRO. MANUEL KOH MAY
TITULO II DE LAS COSTUMBRES.
En estos cánones, se da la importancia a las costumbres que tienen los
fieles, dependiendo de la antigüedad y de la conveniencia que tengan con el derecho. El legislador puede aprobar viendo la costumbre como algo legítimo, mientras no contraponga al derecho canónico ni divino. Una costumbre debe tener por lo menos 30 años para poder establecerse como ley y siguiendo las directrices arriba mencionadas. El pueblo de Dios puede convertir una costumbre en ley por antigüedad de participación en ella, siempre y cuando no contraponga las disposiciones arriba comentadas. Una costumbre será aprobada mientras que pueda ser legitima y sea considerada recta, las costumbres que no apliquen en este sentido, no pueden aprobarse por el legislador.