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LA CUESTA
TEMA:
Estudio Bibliográfico sobre:
Jeremías
FACILITADORA
María de los Ángeles López Sequeira
ESTUDIANTE
Eunice Sánchez Alfaro
Introducción
El libro de Jeremías contiene las profecías, advertencias y enseñanzas que formaron parte
del ministerio del profeta Jeremías en el Reino del Sur, o Judá. Debido a que muchos de los
líderes y habitantes de Jerusalén rechazaron a Jeremías y a otros profetas, y continuaron
pecando, Jerusalén fue destruida y muchos judíos fueron llevados cautivos a Babilonia.
Este libro ilustra que el convenio entre Dios e Israel no hace invencibles a los del pueblo de
Dios. Si no cumplen su parte del convenio y no prestan atención a la palabra del Señor,
ellos se apartan a sí mismos del cuidado y de la protección de Dios.
1- Nacimiento y Temprana Edad. Nació en la ciudad de Anatoth, perteneciente al
Reino de Judea, en el seno de una familia de sacerdotes; su padre fue el sacerdote
Hilcías.
A- Sus Antepasados. Jeremías vivió entre el 650-585 a.C. en Judá, Jerusalén, Babilonia
y Egipto. Fue coetáneo de Ezequiel y anterior a Daniel.
Lugar y Circunstancias de su Nacimiento: en la Tierra de Benjamín a unos 6
kilómetros al norte de Jerusalén.
Pertenecía a la casta sacerdotal de la tribu de Benjamín, es por esta razón por la cual
tuvo que haber tenido algún tipo de contacto con la Ciudad central del culto judío,
allí debió haberse instalado para la realización de las celebraciones litúrgicas.
A- Su Naturaleza.
Jeremías tiene una lista importante de profecías, es un personaje
bíblico extremadamente sensible, su preocupación por la situación política del país
y por el decaimiento moral y espiritual del pueblo. Son básicamente sentencias,
amenazas y catástrofes.
B- Reacciones de otros, en cuanto a su Ministerio.
Muchos de los habitantes de Jerusalén renegaron de la palabra de Jeremías,
siguieron en el camino de pecado, y sucedió lo anunciado por él: Jerusalén fue
destruida y el pueblo llevado cautivo a Babilonia.
Encontramos la integridad y la vulnerabilidad que se requiere de todos los que buscan hacer
la voluntad de Dios.
Del ejemplo de Jeremías, también pueden aprender que Dios nos ha dado a cada
uno de nosotros responsabilidades para cumplir en esta vida y que, si nos volvemos
a Él, el Señor nos ayudará a cumplir con esas responsabilidades, no importa cuán
difíciles sean.
Mira que te he apuesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y
para destruir, y para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. (Jeremías
1:10)