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INSTITUTO ALFONSINA STORNI

ESCUELA SECUNDARIA
CURSO: CUATRO AÑO (Divs. 1ra y 2da)
MATERIA: LITERATURA
PROFESOR: MATIAS BREZOVSKY
MES: JULIO-AGOSTO
MÓDULO DE ACTIVIDADES N°4

Semanas 1 y 2
Mitología y transtextualidad

Punto de partida

A lo largo de la última parte de nuestro trayecto de este año, los conceptos más importantes trabajados son
la cosmovisión mítica, el mito y sus funciones culturales, los tipos de mitos y los diferentes tipos de relaciones
entre textos. Una recomendación importante: será útil para la realicación de varias de las actividades de este
módulo tener a mano el material teórico de los módulos previos. Además, para el trabajo con este módulo
será necesario descargar el libro Mitos griegos de amor y aventura, de Nicolás Schuff que se encuentra
disponible para su lectura en Classroom junto con este documento.

1. Lean el texto “Teseo y Ariadna” en la antología Mitos griegos de amor y aventura. Después, realicen las
actividades post lectura que servirán para repasar algunos aspectos clave del relato.

Teseo y Ariadna
Versión del mito griego por Nicolás Schuff

El día que cumplió dieciséis años, Teseo se despidió de su madre y dejó su pueblo natal para dirigirse a
Atenas (1). Iba en busca de su padre, a quien nunca había conocido.
Mientras recorría a pie los caminos, el muchacho enfrentó y venció a varias criaturas asesinas, muy
temidas. Al gigante Sinis (2), al perverso Procusto (3) y a la cerda de Cromión (4), entre otros seres.
A pesar de su juventud, Teseo era valiente y poseía una fuerza superior a la de un adulto.
Cuando finalmente llegó a Atenas, su nombre y su fama como matador de monstruos ya estaba en boca de
todos. Los atenienses lo recibieron en la ciudad con honores. También le hablaron de un ser mucho más
temible que todos los anteriores al que Teseo había enfrentado. Se trataba de Asterión, el Minotauro. Una
bestia sanguinaria, con cuerpo humano y cabeza de toro, dos veces más alto que un hombre común.
El Minotauro vivía en la isla de Creta (5), encerrado en un gran laberinto de piedra, lleno de pasillos
estrechos y recovecos que se comunicaban entre sí, se cruzaban y confundían. Una vez dentro, era imposible
hallar la salida.
Cuando le hablaron del Minotauro, Teseo preguntó por qué le temían a un monstruo encerrado.
Entonces le explicaron que Minos, el rey de Creta, había vencido a los atenienses en una batalla. Desde
entonces, para que recordaran la lección, Minos les había impuesto un castigo atroz (6). Todos los años,
siete muchachos y siete muchachas de Atenas debían viajar a Creta y entrar al laberinto, como ofrenda y
alimento para el Minotauro. Por supuesto, nadie salía vivo de allí.
Después de escuchar esta horrible historia, Teseo se quedó pensativo.
Un poco más tarde, anunció:
—La próxima vez iré yo.
Cuando llegó el día de partir, los catorce jóvenes elegidos se reunieron al amanecer en el puerto,
junto a sus seres queridos. Entre los varones estaba Teseo.
El barco zarpó mientras el sol ascendía en un cielo calmo y rosado. La belleza del amanecer hacía
más triste la partida, pues ninguno de los jóvenes tenía esperanzas de volver con vida, a pesar de que Teseo
iba entre ellos.
Cuando llegaron a Creta, un grupo de soldados los condujo hasta
el palacio de Minos, el rey de la isla. Allí les informaron que el sacrificio
sería a la mañana siguiente, al alba (7).
Mientras los llevaban al salón donde pasarían la noche, Teseo advirtió que alguien los observaba.
Giró la cabeza y vio a una joven muy hermosa, vestida de blanco y con el pelo recogido en una trenza. Era la
princesa Ariadna, hija de Minos.
Teseo y Ariadna cruzaron la mirada solo un instante, pero fue suficiente para que quedaran
enamorados. Cuando los guardias empujaron al joven para que siguiera caminando, él quiso ver a la princesa
una vez más. Giró la cabeza, pero ella había desaparecido.
Esa noche, Teseo no podía dormir. Acostado sobre una gruesa piel de oveja, miraba el techo.
Después de tantas aventuras, tal vez aquella fuera la última.
Pensaba en esas cosas cuando vio una sombra en la pared. Se incorporó. Afuera, en la ventana del
salón, bajo la luz de la luna, había una figura envuelta en una capa.
Teseo se acercó y abrió la ventana. La figura se descubrió la cabeza. Era Ariadna, la princesa. Se
miraron en silencio unos segundos, y luego ella le extendió algo envuelto en telas.
—Toma esto —susurró—. Es la espada con la que matarás al Minotauro.
Teseo tomó el paquete.
—Gracias —dijo—. Pero, aunque logre vencerlo, nunca podremos salir del laberinto.
—Junto a la espada hay un ovillo de hilo —explicó ella—. Cuando entres al laberinto, ata la punta del
ovillo a una piedra. Luego, desenrolla el hilo a medida que camines. Para volver, solamente deberás seguir el
hilo.
Era una idea tan simple como brillante. Teseo murmuró un torpe agradecimiento. La viva (8) mirada
de la princesa hacía palpitar su corazón, absorbía su atención, lo dejaba sin palabras.
—Ahora debo irme —dijo ella—. Adiós, y buena suerte.
La joven esbozó una delicada sonrisa y desapareció en las sombras.
Al alba, los guardias despertaron a los atenienses y los llevaron a través del campo hasta llegar al pie
de una colina. En la cima estaba el lúgubre (9) laberinto de piedra.
Los catorce jóvenes subieron la colina. Soplaba un viento frío. Algunas muchachas lloraban en
silencio, tomadas de las manos.
Cuando entraron al laberinto, Teseo se puso al frente del grupo.
—Síganme y no se separen —ordenó.
Teseo sacó la espada y el ovillo que había escondido entre sus ropas. Con un fuerte nudo ató el hilo a
una roca que sobresalía del muro. A medida que avanzaba lo fue desenrollando, tal como le había indicado
Ariadna.
El laberinto era un lugar tétrico (10). En el aire flotaba un olor nauseabundo (11). Cada tanto, un alto
y minúsculo ventanuco (12) se abría en la piedra para dejar pasar alguna claridad.
En aquella penumbra (13) todo era engañoso, largos pasillos se multiplicaban a derecha e izquierda,
los sonidos rebotaban entre los muros.
Teseo se preguntaba si el Minotauro vendría a buscarlos, si convenía esperarlo, o si era mejor
avanzar y sorprenderlo. Decidió seguir andando, porque permanecer quietos aumentaba la angustia del
grupo.
De pronto, les pareció escuchar pasos, y una respiración pesada y bestial. Al doblar un recodo,
dieron con una gran habitación cuadrada. El suelo estaba tapizado por huesos humanos.
La bestia los aguardaba allí. Salió de las sombras. Tenía el cuerpo sucio de sangre seca y barro. Sus
piernas y brazos eran gruesos como troncos. Su cabeza de toro era enorme, y en sus ojos había hambre y
furia.
Los jóvenes gritaron y retrocedieron. El Minotauro rugió, pero Teseo permaneció firme, con todos
los sentidos alertas, empuñando la espada.
El monstruo se lanzó sin demora sobre el hombre que lo enfrentaba. Teseo rodó a un costado y lo
esquivó. La bestia resopló, volvió a encararlo y a embestir con sus cuernos. Esta vez, el joven se arrojó al
suelo e hizo trastabillar a su enemigo.
Cuando el Minotauro cayó, Teseo dio un salto, se arrojó sobre él con la espada en punta y le hundió
el acero en la espalda. Se escuchó un aullido desgarrador que hizo vibrar los muros. El monstruo quiso
levantarse, pero la espada lo atravesaba de lado a lado. Dio un paso, se tambaleó, cayó pesadamente y ya no
volvió a pararse.
Los jóvenes se acercaron a contemplar a la extraña bestia muerta que se desangraba sobre la tierra.
—Vamos, salgamos de este lugar —dijo Teseo y tomó la punta del hilo que había desenrollado.
Cuando salieron del laberinto, Ariadna los estaba esperando. La princesa abrazó a Teseo, y luego
condujo al grupo hasta el puerto. Allí, los atenienses desfondaron las naves cretenses para impedir que los
siguieran y luego treparon al barco.
Teseo quiso despedirse de la princesa antes de partir, pero no la encontró por ninguna parte. Se le
oprimió el corazón, pero el sentimiento duró solamente unos instantes, porque de pronto la vio: Ariadna ya
estaba arriba del barco, con los demás, esperándolo. Ella había decidido huir con él, a cualquier lado que él
quisiera ir, y acompañarlo hasta el fin de sus días.

Glosario:
(1) Atenas: una de las ciudades más antiguas de Grecia; en la actualidad, es la
capital de ese país.
(2) Sinis: gigante que poseía una fuerza descomunal y mataba sanguinariamente a
todos los mortales que se le cruzaban.
(3) Procusto: bandido legendario que hospedaba a los viajeros en su posada y los
asesinaba mientras dormían.
(4) Cromión: ciudad cercana a Atenas donde, según la leyenda, vivía una cerda que
asesinaba a los que pasaban por allí.
(5) Creta: gran isla del sur de Grecia, donde se desarrolló la civilización minoica, una
de las primeras de la región.
(6) Atroz: terrible, cruel.
(7) Alba: primera luz del día antes de salir el sol.
(8) Vivo: intenso, muy expresivo.
(9) Lúgubre: sombrío, oscuro, muy triste.
(10) Tétrico: muy oscuro, triste, que hace pensar en la muerte.
(11) Nauseabundo: que provoca ganas de vomitar.
(12) Ventanuco: ventana de muy pequeñas dimensiones.
(13) Penumbra: sombra muy débil entre la luz y la oscuridad, que no permite distinguir
dónde empieza una y dónde termina la otra.

1.A. Coloquen la V de verdadero o la F de falso al lado de cada afirmación, teniendo en cuenta el mito
leído.
I) Teseo viajó a Atenas en busca de nuevas aventuras.
II) Al llegar a Atenas, Teseo era reconocido por su fuerza y su
destreza para luchar contra hombres y monstruos.
III) Minos, el rey de Creta, tenía una hermana llamada Ariadna.
IV) El rey Minos tenía encerrado a un feroz monstruo en un laberinto.
V) El Minotauro era un monstruo inofensivo al que, igualmente,
todos los atenienses le temían.
VI) El rey Minos les impuso como castigo a los atenienses que,
todos los años, siete muchachos y siete muchachas entraran
al laberinto del Minotauro.
VII) Teseo no se animó a enfrentar al Minotauro.
VIII) Mientras Teseo esperaba entrar al laberinto conoció a Ariadna
y se enamoró de ella.
IX) Teseo inventó este truco para poder salir del laberinto: al
entrar, ataría la punta de un hilo a una piedra, y para salir,
solo debería seguir el hilo.
X) El laberinto era un lugar tenebroso y olía de manera muy
desagradable.
XI) Una vez fuera del laberinto, Teseo huyó con Ariadna en un barco.

1.B. Reescriban con sus palabras los siguientes fragmentos del mito.
I) “Mientras los llevaban al salón donde pasarían la noche, Teseo
advirtió que alguien los observaba. Giró la cabeza y vio a
una joven muy hermosa, vestida de blanco y con el pelo recogido
en una trenza”.
II) “La viva mirada de la princesa hacía batir su corazón, absorbía
su atención, lo dejaba sin palabras”.
III) “Decidió seguir andando, porque permanecer quietos aumentaba
la angustia del grupo”.
IV) “La bestia resopló, volvió a encararlo y a embestir con sus
cuernos. Esta vez, el joven se arrojó al suelo e hizo trastabillar
a su enemigo”.
V) “Teseo quiso despedirse de la princesa antes de partir, pero
no la encontró por ninguna parte. Se le oprimió el corazón…”.

1.C. Observen este grabado y escriban un párrafo en el que expliquen


qué parte del mito está representada.
2. Ahora lean el cuento “La casa de Asterión”, de Jorge Luis Borges, que sigue a continuación.

La casa de Asterión
El Aleph (1949)

Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión.


Apolodoro: Biblioteca, iii, I.

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que
yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es
verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a
los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los
palacios, pero si la quietud y la soledad. Asimismo, hallará una casa como no hay otra en la faz de la
tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida). Hasta mis detractores admiten que
no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré
que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he
pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe,
caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto
de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se
prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras.
Alguno, creo, se ocultó en el mar. no en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el
vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres;
como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales
minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la
diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer.
A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de
piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y
juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier
hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo
realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que
prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes
reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocaremos en otro patio o
bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás
como el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. todas las partes de la casa
están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre;
son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo;
mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de
piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que
una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo
está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez:
arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. quizá yo he creado las estrellas y el sol la enorme casa, pero ya
no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus
pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura
pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los
cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos
profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor. desde entonces no me duele la
soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanza todos los
rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos
puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con
cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.


—¿Lo creerás, Ariadna? —dijo Teseo—. El minotauro apenas se defendió.

3. En la primera etapa, trabajamos el concepto de transtextualidad planteado por Gérard Genette. De


este modo, posicionamos a los textos literarios como textos en diálogo, es decir, textos relacionados
en uno o varios aspectos que proponen miradas interesantes y diferentes sobre un mismo tema,
personaje o relato.
Revisá cuáles son los conceptos que se desprenden de la transtextualidad e indica cómo o cuál
funcionaría mejor para analizar el tipo de relación entre textos que existe entre “Teseo y Ariadna” y
“La casa de Asterión”.
Para justificar tu respuesta, podes responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué elementos toma Borges del mito o “texto original”?
- ¿Con qué personaje se asocia al narrador de este cuento? ¿Qué aporta el punto de vista particular de
este narrador al relato?
- ¿Cómo se resignifica el mito del minotauro con la última frase del cuento de Borges: “—¿Lo creerás,
Ariadna? —dijo Teseo—. El minotauro apenas se defendió.”?
- Como lectores, ¿sabemos desde el principio que Asterión es el minotauro? ¿Qué elementos funcionan
como indicios de que esto es así?
Semanas 3 y 4
Actividad integradora – Primer cuatrimestre

Para evaluar el aprendizaje de los contenidos que forman parte de los módulos 1, 2 y 3, realizarán una
muestra de producciones grupales, elaboradas como textos (en el sentido más plural de la palabra)
que se ponen en diálogo con textos míticos de la antigüedad.

- Seleccionarán una (y sólo una) de las siguientes consignas y expondrán sus producciones en clase (en
un orden establecido por el docente).

-Los grupos estarán integrados por 4 integrantes como máximo y 2 como mínimo. Deberán, además,
explicar qué tipo de relación transtextual se puede establecer entre el texto base (mito) seleccionado y
la producción realizada, y justificar esa respuesta.

-Los textos base que deberán leer según la consigna escogida se encuentran en el libro Mitos griegos de
amor y aventura, adaptados por el escritor Nicolás Schuff (pueden encontrar el libro en pdf en
Classroom).

-Consignas (elegir sólo una):

Consigna 1
Prometeo y Pandora
Instrucciones.
Imaginen la receta que le dio Zeus a Hefesto para que modelase a Pandora. Escríbanla respetando la
siguiente estructura:
• Título de la receta.
• Materiales necesarios.
• Pasos (al menos cuatro).
Será importante incluir en la receta sólo materiales comunes para la época en la que circulaba el mito
(es decir, la Grecia de la antigüedad). Por ese motivo, deberán investigar acerca de los usos y costumbres
propios de esa zona en ese momento histórico.
Además, los pasos deberán contar con una ilustración propia para cada uno, incluido el resultado final.
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word) y también en un afiche o cartulina,
que utilizarán durante la presentación en clase de su trabajo.

Consigna 2
Teseo y Ariadna
Criaturas imaginarias.
En la mitología griega, abundan los seres fabulosos que resultan de la combinación de seres reales.
Además del Minotauro, que tenía cabeza de toro y cuerpo de hombre, se pueden mencionar: los
centauros (mezcla de hombre y caballo), las sirenas (mezcla de mujer y ave, aunque en la tradición del
norte de Europa también se las representa como mezcla de mujer y pez), el Pegaso (caballo con alas), los
faunos (mezcla de hombre y cabra), los tritones (mezcla de hombre y pez), la Medusa (una mujer con
serpientes en lugar de cabellos), etc.
• Imaginen otras cuatro criaturas que resulten de mezclar seres conocidos por ustedes (por ejemplo: el
tigrodrilo, mezcla de tigre y cocodrilo, o la valoma, mezcla de vaca y paloma. -No vale repetir los seres de
estos ejemplos-). Sería bueno que los seres mezclen animales o personas de un mismo lugar geográfico
y época en cada caso (por ejemplo, un ser que resulte de la combinación de una llama y de un humano,
propio del imperio Inca).
Para cada una de ellas, señalen lo siguiente:
- Nombre de la criatura.
- ¿Cómo es su aspecto? (incluyan un dibujo, aunque sea sencillo, o una imagen formada como un
collage).
- ¿Cómo es el carácter de la criatura?
- ¿Cuáles son sus hábitos?
- ¿De qué se alimenta?
- ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades como monstruo?
- ¿En qué zona geográfica o sitios se podría encontrar a esta criatura?
- ¿Algún héroe mitológico conocido se cruzó a esta criatura en una de sus aventuras? ¿Quién fue y cómo
se produjo el encuentro?
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word) y también en un afiche o cartulina,
que utilizarán durante la presentación en clase de su trabajo.

Consigna 3
Dédalo e Ícaro
Parte 1: Estructura narrativa.
Las narraciones tienen tres momentos principales dentro de su estructura: la situación inicial, en la que
se presentan los personajes y los lugares en los que transcurrirá la historia; el conflicto o nudo, momento
en el que se plantea o desarrolla un problema; y el desenlace, que es la parte en la cual se resuelve el
conflicto.
a) Marquen en el mito las partes que forman su estructura.
b) Elijan dos momentos de la introducción, cuatro momentos del conflicto y dos momentos del
desenlace. Escríbanlos en sus carpetas.
Parte 2: Historieta. Una historieta es un relato contado a partir de dibujos y de algunos textos. A modo
de investigación de campo, analicen diversas historietas y, luego, tomando los momentos del mito
elegidos en el punto b de la actividad anterior, armen una historieta (deberá tener una extensión de 8
cuadros o viñetas).
Un excelente modo de conocer los diversos recursos que se manejan para realizar una historieta
consiste en visitar el sitio de la Banda Dibujada en Internet: http://bandadibujada.blogspot.com .
Una vez allí, hagan clic en “El fascinante mundo de la historieta”, donde encontrarán una serie de
ejemplos muy interesantes y didácticos para armar sus propias producciones.
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word o Powerpoint) y también en un
afiche o cartulina, que utilizarán durante la presentación en clase de su trabajo.

Consigna 4
Orfeo y Eurídice
Letra de canción.
En la mitología griega, Orfeo tenía fama de ser un músico excepcional. Les proponemos que creen una
letra de canción para expresar los sentimientos de este personaje. Puede ser una canción de cualquier
género, lo importante es que se concentren en la creación de la letra.
a) Relean la canción en la que Orfeo le manifiesta a Hades el motivo de su visita al palacio de los
muertos. Imaginen qué música le pondrían a esas estrofas (pueden buscar música de fondo en Youtube,
Spotify o en internet en general; incluyan el link para visitar ese recurso).
b) Conversen: ¿cómo se sentía Orfeo en ese momento? ¿Por qué?
c) Relean el momento en que Orfeo se enamora de Eurídice y el final del mito.
d) Describan cómo era el ánimo de Orfeo en cada uno de esos momentos.
e) Escriban una letra de canción en la que se manifiesten los sentimientos de Orfeo que describieron en
el punto anterior (debe tener al menos 4 estrofas de 4 versos).
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word) y también en un afiche o cartulina,
que utilizarán durante la presentación en clase de su trabajo.

Consigna 5
Eco y Narciso
Retrato.
Un retrato es la descripción de una persona realizada por un observador. Este observa el aspecto físico,
el modo de moverse y el carácter de la persona retratada, selecciona los rasgos que le interesa presentar
y los describe mediante adjetivos, imágenes sensoriales y comparaciones. Para hacer un retrato, el
observador puede hacer foco en un aspecto particular de la persona retratada o, también, puede brindar
una visión general y establecer relaciones entre el aspecto físico y la personalidad del retratado.
a) Observen las características y rasgos físicos y de la personalidad que se describen en el mito sobre el
personaje de Narciso.
b) Realicen una lista con las características de personalidad de Narciso.
c) Realicen otra lista con las características físicas que se imaginan que tiene ese personaje.
d) Escriban un retrato del personaje usando la información que anotaron en ambas listas. Debe tener al
menos una extensión de 100 palabras.
e) Realicen un segundo retrato siguiendo los puntos a) hasta el d) pero ahora con el personaje de Eco.
IMPORTANTE: NO incluir dibujos. Esta consigna se trata de realizar descripciones escritas.
f) Elijan una música de fondo (sin letra) que utilizarán al momento de la descripción de Narciso y otra
para la descripción de Eco para la presentación de su producción en clase. Incluyan los links a las mismas
si se trata de un video de Youtube).
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word).

Consigna 6
Odiseo y Calipso
Carta.
Cuando queremos comunicarnos con alguien que está lejos o queremos contarle algo que nos está
sucediendo en este momento, con todas las sensaciones que estamos experimentando, podemos
escribirle una carta. Imaginen que Odiseo le escribe una carta a su esposa Penélope mientras está en la
balsa, en el viaje de regreso a Ítaca. En la carta le contará el naufragio, las experiencias vividas en la isla
Ogigia, cómo pudo retomar el viaje de vuelta a su hogar y qué fue sintiendo durante este período en el
que estuvo como cautivo junto a Calipso. Armen primero el borrador de la carta y luego pásenla en
limpio. El texto debe poseer una extensión mínima de 300 palabras.
Por último, elijan una música de fondo (sin letra) que utilizarán al momento de la lectura de la carta
durante la presentación de su producción en clase. Incluyan los links a las mismas si se trata de un video
de Youtube).
Presenten su trabajo en hojas de carpeta (o en un archivo de Word).

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