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2015-06-01
Citación recomendada
Cifuentes Patiño, María Rocío (2015) "Niñez y juventud, víctimas del conflicto armado: retos para el
trabajo social," Tendencias y Retos: Iss. 1 , Article 11.
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Cifuentes Patiño: Niñez y juventud, víctimas del conflicto armado: retos para el tr
Niñez y juventud,
víctimas del conflicto
armado:* retos para el María Rocío Cifuentes Patiño***
trabajo social**
Fecha de recepción: 22 de septiembre de 2014
Fecha de aceptación: 26 de noviembre de 2014
Resumen
El artículo se elaboró a partir de resulta-
dos de una investigación orientada a com-
prender los procesos de constitución de las
identidades personales de niñas, niños y jó-
venes desvinculados del conflicto armado.
La indagación se realizó sobre un corpus de * Aclaraciones necesarias: 1) en términos de la Ley
relatos de ocho jóvenes excombatientes (cua- 1098 de 2006, Código de la Infancia y la Adolescen-
cia “[
] se entiende por niño o niña las personas entre
tro hombres y cuatro mujeres), acerca de sus los 0 y los 12 años, y por adolescente las personas
historias de vida. Se investigó en clave de entre 12 y 18 años de edad” (artículo 30). En este
trabajo social, y se buscó así compren- texto cuando se habla de infancia, adolescencia o
de niñas, niños y jóvenes se está tomando como re-
der con responsabilidad social. Ello im- ferencia esta definición consagrada en la ley colom-
plica compromiso con la identificación de biana, al tenor de lo establecido en la Convención
elementos orientadores, tanto para política sobre los Derechos del Niño; 2) en este documento,
pública como para procesos de intervención los términos guerra y conflicto armado se utilizan de
manera intercambiable para referirse a la confronta-
derivados de esta. Se concluyó que en la ción armada y a la dinámica bélica que se realiza en
constitución de sus identidades, la búsqueda el país, entre diferentes grupos estatales, paraestata-
de poder y de reconocimiento juega un pa- les y contraestatales.
pel de primer orden, ligado a condiciones de ** Este texto se elaboró con base en algunos apartes
existencia que han marcado su historia so- de la investigación titulada Constitución discursiva
cial y han propiciado el reclutamiento for- de la identidad: relatos de niñas, niños y jóvenes des-
vinculados del conflicto armado; tesis de la autora para
zado y temprano de niñas, niños y jóvenes. optar por el título de doctora en Humanidades, de la
En este artículo, se ubican los impactos del Universidad del Valle. Los relatos de niñas o niños
conflicto armado sobre la población civil; desvinculados, salvo que se señale otra fuente, hacen
se identifican la infancia y la adolescencia, parte de esta investigación.
entre las poblaciones más afectadas; se en- *** Trabajadora Social de la Universidad del Valle;
fatiza en el reclutamiento forzado, de niñas, magíster en Desarrollo Educativo y Social (conve-
nio Cinde) de la Universidad Pedagógica Nacional;
niños y jóvenes y se reflexiona acerca de la master of Science, Major Interdisciplinary Studies de
responsabilidad del trabajo social, en pers- Texas Tech University y doctora en Humanidades
pectiva de prevención, reparación integral y de la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Docen-
goce efectivo de derechos. te de la Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.
Correo electrónico: maria.cifuentes@ucaldas.edu.co
Palabras clave: conflicto armado, víctimas, cómo citar: Cifuentes Patiño, M. R. (2015). Niñez y
niñas, niños y jóvenes excombatientes, tra- juventud, víctimas del conflicto armado: retos para el tra-
bajo social. bajo social. Tendencias & Retos, 20(1), 161-177.
154 de desaparición forzada, 154 de ho- Las cifras sobre efectos del conflicto en
micidio y 342 de minas antipersonal (Gru- niñas y niños,2 aunque alarmantes, no
po de Memoria Histórica, 2013, p. 314). dan cuenta de la extensión, multiplicidad y
complejidad de los daños causados. Estas
Las afectaciones del conflicto sobre niñas,
refieren efectos visibles de la guerra, lo que
niños y jóvenes no cesan alejándose de los
se ha denunciado y se ha registrado. Mu-
territorios de conflicto armado. Cuando
chos casos han quedado cubiertos por la
las familias se desplazan, cuando niñas, ni- naturalización de las violencias, por el mie-
ños y jóvenes se desvinculan de los grupos do y por la exclusión de sectores de la po-
armados (huida, entrega o captura), cuan- blación, invisibles para las cifras oficiales.
do las víctimas denuncian abuso sexual
buscan reconocimiento de su condición Niñas y niños han sufrido muerte, or-
de víctimas o se organizan para reclamar fandad, abandono, desaparición, despla-
sus derechos, enfrentan estigmatización, zamiento, diáspora familiar, desarraigo,
mutilación, maltrato, abuso sexual, impli-
exclusión y barreras políticas, institucio-
cación en redes delincuenciales y en ac-
nales y sociales, y encuentran revictimiza-
tividades ilegales; han presenciado o han
ciones en contravía del propósito de “no
sido obligados a participar en actos de
repetición” (Ley 1448). En tales circuns-
barbarie y a enrolarse en grupos armados.
tancias, otra vez, niñas, niños y jóvenes Niñas y niños, impactados directamente
están entre los más afectados. Se genera por la guerra, reciben afectaciones múlti-
un círculo vicioso de reproducción de vio- ples relacionadas con otros factores de vul-
lencia social, inequidad e injusticia, en el nerabilidad: etnia, género, pobreza, figuras
que la franja de población, con derechos parentales en la guerra, violencia social,
prevalentes, es víctima de desprotección. debilidad y ruptura de vínculos afectivos
Con relación al desplazamiento, lo que es primarios y desprotección familiar y esta-
extrapolable a otros hechos victimizantes, tal. Las condiciones de riesgo y sujeción del
el informe del GMH titulado “¡Basta ya grupo familiar y la ubicación en territorios
Colombia!” plantea: de conflicto armado limitan la capacidad
de la familia y la comunidad para ofrecerles
[…] los niños, niñas y adolescentes en condiciones protegidas y propicias de desa-
situación de desplazamiento forzado
rrollo, tal como el orden constitucional lo
se enfrentaron a pérdidas y desarraigos
estipula. Niñas y niños, sujetos de especial
abruptos, a un deterioro sensible de su
calidad de vida por el hacinamiento, el protección (ordenamiento constitucional
hambre y el encierro en los nuevos lu-
gares donde debieron establecerse de
forma precaria. La vida en las ciudades los
expuso y los confrontó con nuevas humi- 2 “Según datos del RUV, al 31 de marzo de 2013, en-
llaciones, exclusiones y discriminaciones tre 1985 y 2012, 2.520.512 menores de edad han sido
(raciales, étnicas y de clase) […] Todo lo desplazados, 70 han sido víctimas de violencia sexual,
154 de desaparición forzada, 154 de homicidio y 342
anterior repercutió tanto en la identidad
de minas antipersonal” (GMH, 2013, p. 314). Faltan
y autoestima […], como en el desarrollo aquí datos de orfandad, mutilaciones, reclutamiento
de sus personalidades (2013, p. 318). forzado, entre otros.
y legal colombiano)3 están expuestos a las estudio arroja un resultado diferente, pero
ignominias de la guerra, no solo por efecto estos coinciden en que es un fenómeno en
de los grupos armados, sino también por la aumento; la comparación de cifras 2006-
incapacidad de la familia para protegerlos 2011 lo evidencia:
y por la desprotección estatal.
[…] no existen cifras precisas del núme-
ro de ellos reclutados en las filas de los
2. El reclutamiento forzado grupos […], según las estimaciones rea-
de niñas, niños y jóvenes a lizadas por el Secretario General de la
ONU, por la Defensoría del Pueblo de
los grupos armados Colombia, por la ONG internacional,
Una de las experiencias de mayor impacto Human Rights Watch, y por el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia
sobre niñas, niños y jóvenes es su enrola-
- UNICEF, el número de niños y niñas
miento en grupos armados, como informan- que son utilizados como soldados por
tes, colaboradores o combatientes.4 parte de los grupos armados irregulares
oscila entre los 11.000 y los 14.000 (Pro-
Aún bajo la consideración de subregistro, curaduría General de la Nación y Unicef,
son altas las cifras de vinculación de niñas, 2006, p. 19).
niños y jóvenes a grupos armados. Cada
[…] no menos de 18.000 niños, niñas y
adolescentes forman parte de grupos arma-
dos ilegales y organizaciones criminales, y
3 Los principios que orientan el ordenamiento cons- no menos de 100.000 están vinculados
titucional y legislativo colombiano en relación con la
a sectores de la economía ilegal direc-
niñez, amparados en convenios internacionales, son:
1) prevalencia de los derechos de la niñez: ante toda tamente controlada por grupos arma-
situación que implique una colisión entre derechos dos ilegales y organizaciones criminales
de niñas y niños, y otros derechos, prima el derecho (Springer, 2012, p. 30).
de la niña o el niño; 2) interés superior: cuando exis-
ta conflicto entre derechos de una niña o un niño y
La perversidad del reclutamiento de niñas
se deba restringir el ejercicio de algún derecho, se
hará lo que más le favorezca a ella o a él. La res- y niños no se refiere solo a las cifras de
tricción será solo por el tiempo necesario, se buscará vinculados a grupos armados; se relaciona,
pronta restitución; 3) universalidad: los derechos de
la niñez son vigentes, se deben garantizar a todas por una parte, con las responsabilidades
y a todos sin discriminación; 4) interdependencia: que asumen en estos,5 con las condiciones
la relación entre los derechos permite el desarrollo
de la niñez. No hay jerarquía entre ellos y se debe de supervivencia en los campamentos, con
garantizar el ejercicio de todos. la larga permanencia en ellos y con las di-
4 Se asume la definición postulada por The Coalition fíciles condiciones de inserción en la vida
to stop the used of child soldiers: “[…] un niño civil, cuando salen del grupo. Por otro lado,
soldado es una persona menor de 18 años que es
miembro de o está sujeta a fuerzas armadas guber- se refiere también a las edades tempranas
namentales u otra fuerza armada regular o irregular de reclutamiento:
o grupo político armado, exista o no un conflicto
armado. Los niños soldados desempeñan tareas que Allá ser niño como que no tiene signi-
incluyen: participación en combates; poner minas
o explosivos; explorar el terreno, espionaje, actuar ficado, cuando un grupo llega al pueblo
como señuelos, correos o guardias; entrenamiento,
adiestramiento u otras preparaciones; logística y
funciones de soporte. vigilancia, cocinar y labores 5 Que van desde colaboradores hasta combatientes,
domésticas. Los niños soldados pueden también pasando por toda la gama de oficios de la guerra, sin
estar sometidos a esclavitud sexual u otra forma de consideración ninguna por las condiciones de géne-
explotación sexual y abuso” (traducción de la autora). ro o generación.
le echa más el ojo a los pequeños porque sarrollo de sus miembros. Con frecuencia,
nosotros los pequeños tenemos más fa- el enrolamiento se deriva de condiciones
cilidad que nos emboben, que nos echen
sociales, es resultado “esperable”, por las cir-
el cuento y nos vamos, entonces eso allá es
como por partes iguales, uno llega y ¿que cunstancias injustas en las que transcurre la
por pequeño no lo van a poner a trabajar? vida de niñas y niños, por lo que el medio
No, todo el mundo. Si pidieron respaldo les ofrece como posibilidad de vida y por fal-
y hay niños pequeños también los llevan ta de protección estatal. Esta contribuye a
[...], yo miraba niños más pequeños que
que tales circunstancias se perpetúen y se
yo, niños de ocho años (relato 4).
agudicen por el conflicto armado. Por ello,
La infancia y la adolescencia son etapas la guerra no necesariamente significa para
cuyas tareas de desarrollo demandan de todos problemas y destrucción. En algu-
contextos sociales protegidos, que estimu- nos casos, representa, para niñas y niños,
len el despliegue de potencialidades cogni- “solución”, oportunidad de escapar de si-
tivas, físicas, emocionales, sociales y éticas. tuaciones de maltrato o de extrema preca-
Son edades en las que el tiempo perdido riedad económica, o “la mejor opción” que
y las afectaciones en el desarrollo tienen encuentran en su contexto, que les permi-
implicaciones significativas y perdurables. te ganar estatus proporcionado por los ico-
El estudio de la Defensoría del Pueblo y nos de poder que identifican en los grupos
Unicef (2006) mostraba disminución en armados (uniformes, armas, carros, etc.).
la edad de vinculación entre 2001 y 2005.
En contextos de guerra esta es el patrón,
“[…] el promedio de edad de reclutamien-
gesta modelos, nutre deseos, odios y ven-
to bajó de 13.8 años en el 2001 a 12.8 años
ganzas; moldea identidades, crea ídolos,
en el 2005” (p. 73). El estudio de Sprin-
héroes y villanos; tras todo ello, deja una es-
ger (2012) muestra que esta tendencia se
tela de víctimas. La guerra no está afuera
mantiene:
en el campo de batalla; se inserta en asun-
Los niños y las niñas son reclutados a tos gubernamentales, institucionales y so-
una edad cada vez más temprana. El 69 % ciales, hace parte de la vida y de la historia
de los reclutados son menores de 15 años
familiar e impacta la cotidianidad comu-
[…] hace […] cuatro años el promedio se
situaba en 12,9 años, hoy […] son recluta- nitaria. El conflicto se experimenta en el
dos en promedio a los 12,1 años de edad. día a día de la vida social en acciones, in-
Se reclutan niños y niñas desde los ocho teracciones y discursos; todo ello allana el
años y la mayoría son varones (57 %), camino de niñas, niños y jóvenes hacia los
pero el reclutamiento de niñas (43 %) cre-
grupos armados:
ce. (p. 22).
No yo no pensaba, a mí me decían era
La problemática de niñas, niños y adoles- que estaba en un trabajo, porque mi papá
centes excombatientes hunde sus raíces en decía que estaba metido en un trabajo, mi
la estructural injusticia del ordenamiento mamá también me decía que mi papá es-
social colombiano, en la situación socioeco- taba trabajando y mi hermano también,
entonces, yo decía, el trabajo es muy fácil,
nómica que enfrentan sus familias y co- comer y salir a caminar por ahí, comer y
munidades de origen, y en las limitadas dormir, muy fácil, decía yo. Yo no pen-
condiciones que ellas ofrecen para el de- saba que era que robaban la gente, que
Niñas, niños y jóvenes no suelen ingresar la vida de uno. Yo todos los días le daba
a los grupos movidos por fines de alcance picos, yo quería mucho ese fusil, pues cla-
ro, dependiendo del fusil esa era la vida
social, ideológico o político; su guerra no
mía, digamos que me cogían por ahí sin
es la guerra política, es la guerra por la fusil, sin defenderme, hasta ahí llegaba
sobrevivencia, por la diferencia, por desta- yo, me moría, entonces (relato 4).
carse, por superar las condiciones de opre-
[…] cuando nos fuimos para el pueblo
sión que enfrentan. Su guerra suele ser por
[…] yo miraba un arma, yo recuerdo que
poder (capacidad -poder de- y dominio yo agarraba un arma y no la soltaba y así
-poder sobre-) y reconocimiento. Ni lo pequeñito yo ya sabía armarla y desar-
uno, ni lo otro lo encuentran en los grupos marla al derecho y al revés (relato 1).
armados. Huyendo de la violencia social
y familiar, ingresan a los grupos armados y El arma es muleta emocional, simboliza
se encuentran de cara con ella. En estos, poder, exorciza el miedo y la vulnerabi-
por el ejercicio violento del poder, se ins- lidad; garrocha para elevarse sobre otros,
taura una de las más perversas formas de diferenciarse, ser alguien. El arma, el uni-
daño, aprenden a ser perpetradores de vio- forme y ser reconocido, interna y externa-
lencia. Ello ocurre no solo como ejercicio mente, como parte del grupo son iconos de
de poder, sino también como sumisión a poder que diferencian al guerrero del civil
un orden jerárquico que los domina. Niñas, -débil y sujeto a los vaivenes de la dispu-
niños y jóvenes se ven precisados a ejercer ta entre grupos por control territorial y a la
violencia en cumplimiento de “responsabi- lucha cotidiana por la sobrevivencia-. El
lidades” para el mantenimiento del grupo y arma es símbolo masculino de dominio,
como tareas inescapables de adiestramien- en la guerra y en la lucha de niñas, niños
to a través del terror. Ellas y ellos aprenden y jóvenes por hacerse poderosos y ser re-
y naturalizan el oficio de matar; además, conocidos como tales, en contextos donde
aprenden que están sometidos a una jerar- el poder es esquivo porque su distribución
quía todopoderosa, que no va a vacilar en está fuertemente arraigada en las lógicas
hacerles pagar caro cualquier trasgresión al estructurales del ordenamiento social. Per-
ordenamiento grupal. En circunstancias tenecer al grupo es significativo, legitima
tales, el arma se convierte en aliada, com- estar armados e implica respaldo de otros
pañera inseparable, recurso para asumir la que también lo están; de otros que, indi-
tarea de hacerse guerreros: vidualmente, son objeto de desconfianza y
temor, pero que, como cuerpo grupal, son
Una vez íbamos con unas mulas y una mula
garantía de respaldo poderoso.
se enterró y yo me metí a sacarla y también
me enterré y cuando yo me resbalé en el
El enrolamiento supone ruptura con su
pantano, ahí mismo, saqué el fusil así [le-
vanta las manos] y el comandante me dijo, vida previa (en algunos casos continuidad),
“así se defiende a la mamá” (relato 8). con vínculos socioafectivos y con cual-
quier posibilidad de garantía de derechos.
Y lo que más me gusta […] son los ca-
muflados […] y las armas. Ese era como
Por otra parte, implica ambigüedad en sus
el marido de uno por allá, uno quería identidades y salto sobre asuntos normati-
un fusil, como tener un marido, ese era vos del ciclo vital.
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