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Colección PASTORAL JUVENIL FMA HE AQUÍ TU CAMPO…

A cargo del Ámbito para la Pastoral juvenil


Instituto Hijas de María Auxiliadora

1.

Ámbito PJ
ORATORIO CANTERA ABIERTA
ÁMBITO PARA LA PASTORAL JUVENIL FMA

ORATORIO
CANTERA ABIERTA

LAS ROMA
A todas las educadoras y los educadores,
jóvenes y adultos de corazón oratoriano:
¡el oratorio está en ti!

FUENTES FOTOGRÁFICAS

- Ámbito para la Pastoral juvenil - Insectoría San Miguel Arcángel


- San Francisco Javier - Nuestra Señora del Rosario

© 2014

______________
Proyecto gráfico, portada y compaginación: Natalia Primicia
PResenTacioN
"He aquí tu campo...", son palabras que nos remiten a un sueño que en la lectura de este
libro deberá atravesar la mente y el corazón como si se tratara de la secuencia de una
película apasionante.
Cuando el Personaje habla a Juanito, indica el campo y también el lugar de su trabajo: "Aquí
es donde tienes que trabajar...". De adulto y sacerdote, Don Bosco nunca olvidará que es
aquí donde debe trabajar, que es esta la obra que debe cultivar con aquellas cualidades
específicas que le son indicadas por el mismo Personaje que le anuncia la misión: "Hazte
humilde, fuerte y robusto".
El campo propuesto y donado por la Providencia a Don Bosco no es fácil, pero él tendrá una
guía segura y cierta: "Yo te daré la Maestra. En su escuela te convertirás en sabio". La guía,
además de hacerse presente en el sueño, lo “tomó amablemente de la mano" y, con la
dulzura de esta mano en la que Don Bosco puso constantemente la suya, orientó aquel
camino educativo para la vida de tantos jóvenes que en la historia ha abierto un camino de
esperanza.
La publicación que tenéis entre las manos ha nacido dentro de un proceso de reflexión y
praxis, que tiene su origen en la programación del sexenio 2009-2014 del Consejo General
de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), que el Ámbito internacional para la Pastoral Juvenil
FMA ha concretizado en algunas atenciones específicas. Una de ellas es especialmente
relevante: se propone suscitar en el Instituto FMA y en las comunidades educativas de todo
el mundo, la búsqueda de respuestas educativas valientes para las/os jóvenes más pobres y
cualificar los ambientes educativos para que sean lugares para la promoción integral de la
persona y espacios de evangelización de la cultura juvenil, que es la promoción integral de
la persona y donde se construye una sociedad más humana y solidaria.
Esta atención se ha explicitado en algunos objetivos que la hacen concreta y viable también
a nivel mundial y este libro pretende ser una ayuda para la realización de estos objetivos.
Ante todo es necesario reflexionar sobre la propuesta educativa del oratorio-centro juvenil
a través de un conocimiento histórico-pastoral de su desarrollo en el camino de nuestro
Instituto religioso, en los diferentes contextos y las diversas naciones en las que las FMA
están presentes en los cinco continentes. Después es necesario buscar juntos cómo
reavivar la pasión del corazón oratoriano de las FMA, de los laicos y laicas, creando puentes
hacia los lugares informales y de la red para llegar a los jóvenes allí donde están. Además,
tenemos que individuar modalidades para potenciar el oratorio-centro juvenil como
ambiente educativo que busca, acoge, acompaña y como espacio para el crecimiento
vocacional y misionero.
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La realización de estos objetivos requiere sinergia para la misión educativa, implicación
de muchas personas según un procedimiento circular, a fin de favorecer el intercambio
de recursos y la expresión de la creatividad de la comunión1. En sinergia armónica se
buscan caminos para una eficaz y significativa presencia entre las jóvenes y los jóvenes,
juntos se promueve la misión educativa y la acción pastoral para que en los diferentes
contextos y ambientes se refleje la fidelidad al carisma educativo salesiano y favorezcan
la elaboración concreta de itinerarios que sostengan a los jóvenes y adultos en el camino
hacia el encuentro con el Señor Jesús.
El proceso, iniciado en el Instituto internacional de la FMA, del relanzamiento del
oratorio-centro juvenil en todas las presencias educativas FMA en el mundo es
ciertamente una aventura interesante y convincente para vivirla muchos, juntos... pero
¿por qué relanzarlo? Hay una sola respuesta, muy clara: porque el oratorio es la obra
maestra del carisma salesiano, porque en el oratorio estamos llamados a mirarnos
todos y porque el oratorio encierra el misterio de la presencia armoniosa de Dios que se
manifestó a un joven indicándole el campo, no sólo como lugar geográfico, sino como
extensión en la historia de un carisma que tiene proyección universal.
El oratorio-centro juvenil para Don Bosco no es sólo una acción, sino la encarnación de
un carisma. Para el santo educador del siglo XIX significa potenciar en el corazón de los
jóvenes más abandonados aquella dimensión interior y espiritual de la que había sido
extraordinariamente dotado por Dios. El oratorio-centro juvenil es la persona de Don
Bosco, vivo y operante en medio de los muchachos.
El insigne historiador salesiano Don Pedro Braido describe así el itinerario interior del
santo de los jóvenes: "Sin embargo, la acción de Don Bosco no es expresión de un
activismo puramente temperamental; es “consagración", consciente y voluntaria, es
“misión” con una finalidad precisa, la salvación de los jóvenes. Los jóvenes pueden en
verdad como él mismo dice- “hacer negocio” a costa suya; “consagrado como está por
entero a sus educandos” como escribirá para todo educador en el opúsculo sobre el
Sistema Preventivo en la Educación de la juventud, el año 1877. Precisamente por este
motivo, su dedicación tiene un ritmo totalmente diverso al de la vida física: y hasta
2
parece que crece, precisamente, cuanto más se debilita, declina o se agota ésta” .
Para relanzar el oratorio-centro juvenil no sirven recetas pre-confeccionadas, sino la
asunción vital, personal y comunitaria, de lo que el oratorio-centro juvenil ha sido y ha
3
llegado a ser en los ciento cuarenta y un años de praxis educativa FMA .
Releamos la famosa descripción de Don Pablo Albera, segundo sucesor de Don Bosco:
“¡el Oratorio está en ti!”. "Don Rúa dijo un día a un Salesiano que enviaba a abrir un
Oratorio festivo: " Allí no hay nada, ni siquiera el terreno y el local para reunir a los
jóvenes, pero el Oratorio festivo está en ti: si eres verdadero hijo de Don Bosco,
encontrarás donde poderlo plantar y hacer crecer en magnifico árbol y lleno de
6
magníficos y hermosos frutos”. Y así fue, porque en pocos meses surgía bonito y espacioso el
oratorio, abarrotado por cientos de jóvenes, y los mayores se habían convertido en poco
tiempo en apóstoles de los más pequeños.
Por supuesto que el oratorio necesita personal y recursos, pero no son los principales
factores. Dadme un director lleno del espíritu de nuestro Venerable Padre, sediento de
almas, lleno de buena voluntad, ardiente de afecto e interés por los jóvenes y el oratorio
florecerá incluso en ausencia de muchas cosas.
El mismo Don Rua después de referirse a los muchos frutos saludables que se obtuvieron en
la mayoría de los oratorios, continúa: "Pero vosotros podéis creer que se pueden contar
cosas alegres sólo en aquellos Oratorios que tienen un local adecuado, es decir una capilla
conveniente, un gran patio, un teatro, herramientas de gimnasia y juegos numerosos y
atractivos”.
Ciertamente estos son medios muy eficaces para atraer a numerosos jóvenes a los
Oratorios, y para que los buenos principios sembrados en sus corazones echen raíces
profundas: pero debo deciros con la mayor alegría que en la mayoría de lugares el celo de los
hermanos ha suplido la falta de estos medios"4.
El oratorio salesiano es más que una institución, una obra, una estructura: es un espacio
mental, un corazón que vibra y ama, una actitud pastoral que debe inspirar a toda la Pastoral
juvenil de las FMA y de tantos educadores y educadoras que viven con y para las jóvenes y
los jóvenes, tratando de recoger en el cotidiano los signos de la presencia de Dios, viviendo
auténticamente la común identidad humana y la vocación educativa y, en los contextos
cristianos, la vocación bautismal en el estilo y según las características del carisma salesiano.
Todo ambiente e institución educativa FMA es casa y, para ser plenamente tal, debe poder
ofrecer la misma experiencia pastoral de Don Bosco y María Dominica Mazzarello y
presentarse como realización actual de aquella referencia ideal que fue el oratorio. En estos
años el Instituto de las FMA, con el documento de las Líneas orientadoras de la misión
educativa, que ha recogido la vida y la rica experiencia de consagradas, laicas y laicos de
todo el mundo, ha indicado las estrategias prioritarias y los criterios que sostienen y dan
carácter salesiano a las diversas presencias consolidando así una auténtica pedagogía de
ambiente.
"El ambiente educativo del carisma salesiano se coloca como mediación entre los
valores inspirados en el Evangelio y el contexto socio-cultural. Es un espacio en el
que las jóvenes y los jóvenes proyectan la vida, experimentan la confianza y hacen
experiencia de grupo. Un lugar donde la educación personalizada va de la mano con
el ambiente y donde la alegría, fruto de una evaluación positiva de la existencia,
constituye la atmósfera de fondo de la familiaridad entre jóvenes y adultos. En el
7
estilo salesiano, la educación es sobre todo obra de una pedagogía del ambiente,
vía privilegiada para la formación a la responsabilidad social.
El ambiente salesiano está cualificado por una espiritualidad salesiana que
impregna la vida de jóvenes y adultos y que se caracteriza por la fe en Dios, pone
en el centro el misterio pascual de Jesucristo, encarnado, muerto y resucitado, y la
presencia activa de la María Santísima. Cree en la fuerza transformadora de los
Sacramentos, columnas sobre las que se asienta el edificio espiritual de la persona
cristiana madura. Conduce a una fe comprometida en la construcción de la
civilización del amor y se traduce en un cotidiano vivido con optimismo y alegría,
confiando en que Dios obra continuamente en la historia y nos interpela como
5
personas y como comunidad, a ser signos de su presencia" .
Con este libro, el primero de una Colección de Pastoral Juvenil de sugestivo título “He aquí
tu campo", queremos dar continuidad a la historia del corazón oratoriano en el Instituto
de las Hijas de María Auxiliadora, mientras nos preparamos a celebrar en el 2015 el
bicentenario del nacimiento de Don Bosco, en comunión con la Familia Salesiana
extendida por todo el mundo. La oferta de esta aportación de reflexión histórico-pastoral
sobre el oratorio-centro juvenil, a tantos educadores y educadoras, consagrados y laicos
de todo el mundo, podrá potenciar aquel corazón oratoriano que revitalizará cada
ambiente educativo.
Nos acompañarán en la lectura cuatro iconos salesianos, iluminado cada uno por una
expresión característica de Don Bosco, muy evocadora para quien conoce, ama y ha
penetrado la vida y la misión educativa de Don Bosco. Estas expresiones tan
características del padre y amigo de los jóvenes contienen en sí mismas todo el proceso
educativo evangelizador:
* el oratorio: puertas abiertas "¿Sabes silbar?"
* el oratorio: cantera en movimiento "Sois mi único pensamiento…”
* el oratorio: espacio para el crecimiento vocacional y misionero "¿Sabéis qué
desea de vosotros este pobre viejo...?"
* el oratorio está en ti "Cerca o lejos siempre pienso en vosotros..."
Volviendo sobre estos iconos salesianos debemos percibir como Don Bosco que "Ella [la
Pastorcita] me puso la mano sobre la cabeza y me dijo: A su tiempo lo comprenderás todo".
También nosotros vivimos en el tiempo propicio para entender que el oratorio-centro
juvenil no es una estructura, sino que es cada una /o de nosotros: el oratorio es el
encuentro con las jóvenes y los jóvenes en aquellos encuentros que generan vida, que
animan la vida, que ayudan a crecer en la esperanza, que impulsan hacia sueños de futuro
y hacia la santidad.
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6
Tal vez hoy debemos preguntarnos si nuestros oratorios-centros juveniles son lugares de
fuerza transformadora, como en Valdocco fue la santidad de Don Bosco y en Mornese la
santidad de María Dominica Mazzarello. También debemos preguntarnos si hoy
construimos comunidades educativas que saben compartir un proyecto, que tienden
"auténticamente a la santidad y cuidan de los demás con amor desinteresado [como] voz
profética, luminosa llamada vocacional no sólo con palabras, sino sobre todo con la vida".
Madre Yvonne, Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, deja abierta una pregunta
que se hace llamada: "¿Qué puede ser más importante en el ámbito educativo que la
certeza de que estamos llamados a ser educadoras y educadores de santidad en una
realidad cada vez más sedienta de Dios?"
María, la Auxiliadora, con su presencia despierta en todos nosotros la certeza de que sólo
quien ama apasionadamente puede comprender la vida de Don Bosco y su obra predilecta,
el oratorio, porque él era más que un educador, era un santo. Que ella nos ayude a
comunicar a muchas educadoras y educadores esta certeza luminosa.

María del Carmen Canales FMA


Consejera general para la Pastoral juvenil

1
Cf INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida y vida en abundancia. Líneas orientadoras de la misión educativa
de las FMA, Editorial CCS, Madrid 2006, n. 135.
2
BRAIDO Pietro, Prevenir no reprimir. El sistema educativo de Don Bosco, Madrid, Editorial CCS, 200, p.196.
3
El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora fue fundado en Mornese (Al) en el 1872. Nace del corazón de San Juan Bosco y de la fidelidad
creativa de Santa María Dominica Mazzarello. Don Bosco eligió este nombre porque quiso a las FMA como un monumento vivo de gracias a la
Virgen. El 5 de agosto de 1872 el primer grupo de jóvenes mujeres pronunciaron su sí, como la Virgen María, para ser ayuda, sobre todo entre las
jóvenes. “Por un don del Espíritu Santo y con la intervención directa de María, San Juan Bosco fundó nuestro Instituto como respuesta de
salvación a las necesidades profundas de las jóvenes. Le transmitió un patrimonio espiritual inspirado en la caridad de Cristo, Buen Pastor, y le
imprimió un fuerte impulso misionero” (Constituciones FMA, n. 1).
4
ALBERA Paolo, Lettere circolari ai Salesiani, Torino, SEI 1922, 117-118.
5
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida y vida en abundancia. Líneas orientadoras de la misión educativa de
las FMA, Madrid, CCS 2006, n. 142-143.

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7
INtroduccioN
"Nos vemos en el oratorio" En estas palabras encontramos una apasionada inspiración. Y el
pensamiento se dirige a aquellos ambientes que, en diferentes contextos y entre diferentes
culturas y religiones, forja el crecimiento y la personalidad de muchas generaciones
jóvenes.
El patio: casi una palabra mágica que llama de inmediato a la mente colores y animación,
movimiento de jóvenes y voces festivas, exuberancia y música, niños, adolescentes,
jóvenes con intención de jugar, dispuestos a reunirse para divertirse, para discutir sobre los
temas sociales más actuales y sobre los problemas más acuciantes de los jóvenes.
El patio, el ambiente más encantador y más pedagógico del oratorio, es lugar para animar a
tomar la vida en serio, para apasionarse en el servicio desarrollado alegría, para arrastrar en
el entusiasmo de un encuentro con el Señor Jesús en el cotidiano.
Introducimos este libro, que es el primero de la Colección Pastoral Juvenil FMA He aquí tu
campo… promovida y organizada por María del Carmen Canales FMA, Consejera General, y
1
del Ámbito internacional para la pastoral juvenil de las Hijas de María Auxiliadora (también
conocido como Hermanas Salesianas). La Colección acompaña el proceso de reactivación
del oratorio-centro juvenil (OCJ), ambiente educativo que busca, acoge y acompaña a los
jóvenes, lugar particularmente favorable para el anuncio del Señor Jesús y el testimonio
eficaz del Evangelio, espacio de evangelización de la cultura juvenil.
Las páginas que leeréis presentan un recorrido histórico-pedagógico a través de ciento
cuarenta años de vida salesiana al femenino, un patrimonio fascinante y bonito de
educación no formal en los cinco continentes, en el que las múltiples facetas del oratorio-
centro juvenil realidad con sus matices son reunidas y comprendidas a la luz de un carisma
educativo, don ofrecido y compartido con muchas educadoras y educadores: el corazón
oratoriano.
Autores y editores de este libro2 son algunas FMA que, en un equipo de trabajo más amplio,
coordinadas por el Ámbito para la pastoral juvenil, han comenzado un proceso de
animación para relanzar el oratorio-centro juvenil en todos los continentes, en las
presencias y obras donde colaboran consagradas/os, laicas y laicos, jóvenes y adultos en
diferentes comunidades educativas3,
Lectoras y lectores están acompañados en un camino de redescubrimiento histórico-
pedagógico del oratorio-centro juvenil de las FMA como lugar acogedor, alegre, abierto a
las expresiones de vida de las jóvenes y de los jóvenes, capaz de educar en la fe y la vida
social.
Editado por Gracia Loparco, el recorrido histórico de los oratorios FMA, desde los inicios 11
carismáticos hasta los años Cincuenta, destaca que el oratorio se connota como respuesta
a las carencias educativas relacionadas con el desarrollo del trabajo femenino y a la
movilidad de muchas adolescentes por diversos motivos lejos de casa. Sobre todo, el
oratorio nunca fue pensado como evasión de los problemas cotidianos, ocio ajeno a la
realidad concreta, sino como un ambiente atento a la dimensión social.
Mara Borsi, analizando el modelo de oratorio propuesto por la revista del Instituto FMA Da
mihi ánimas hasta los años Noventa, presenta el oratorio como el lugar de la relación
educativa, de la acogida, de la confianza recíproca entre hermanas y niñas, espacio del
acompañamiento espiritual. El OCJ es una comunidad educativa juvenil y la juventud es su
componente característico: es la Iglesia joven. La juventud no está en el oratorio, pero es el
oratorio.
Piera Ruffinatto profundiza la realidad del corazón oratoriano, invitando a la confrontación
con un paradigma siempre actual y precisando el significado en la consciente acogida de la
identidad educativa, expresada a través de la predilección por la juventud, la presencia
como signo y expresión del amor preventivo del Padre y el vivir el oratorio en el estilo del
Sistema Preventivo. El corazón oratoriano es fuente que alimenta nuestro fuerte amor por
los jóvenes, en los que se refleja la imagen de Dios al que servir con dedicación total.
María del Carmen Canales en su intervención reitera que el mundo juvenil es nuestra casa,
es el mundo vital de la consagrada salesiana y de cualquier persona que comparta el
proyecto educativo de Don Bosco y Madre Mazzarello. En otras palabras, ser educadoras y
educadores es cuestión de vida abundante y de esperanza; el OCJ es lugar donde, de
manera privilegiada, pequeños, jóvenes y educadores hacen experiencia del encuentro
con Jesús. Las conexiones entre OCJ y lugares informales, continente digital y espacios
donde es más urgente interceptar la vida de los jóvenes muestran los diferentes rostros
que el OCJ asume en los diversos contextos socio-geográficos en los que las comunidades
educativas de las FMA trabajan.
Las fichas de trabajo en el capítulo "Oratorio... en práctica" y el anexo CD con el material
interactivo son instrumentos para comunidades educativas, grupos de animadores,
4
consejos de oratorio, educadores y jóvenes . Su uso apoyará la confrontación de la pasión
del corazón oratoriano, el resurgimiento valiente del OCJ donde ya está presente y el
nacimiento del mismo, con creatividad, en muchos otros lugares y naciones, como obra
fuertemente carismática para el tercer milenio, lugar de agregación sereno y rico de
múltiples significados, preciosa oportunidad de educación evangelizadora.
Hay espacio para respuestas educativas y valientes, para experimentaciones apasionantes
en el "contenedor oratorio", donde se crean armonías nuevas entre cuerpo, corazón,
mente; entre exuberancia, compromiso, responsabilidad; entre cotidiano, presencia y fe;
entre gratuidad, servicio, oración.
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Hay espacio de experimentación para adultos que previenen, para jóvenes que viven en
plenitud, para la sociedad que se redescubre más humana y acogedora, sobre todo para
aquellos que carecen de la cuenta... de los que ha hablado el Papa Francisco:
"... ¡nos faltan las 99 [ovejas]! Tenemos que salir, tenemos que ir hacia ellas! En esta
cultura - seamos sinceros - sólo tenemos una [oveja], ¡somos minoría! Y nosotros
¿sentimos el fervor, el celo apostólico de ir y salir y encontrar a las otras 99? Esta es
una gran responsabilidad, y debemos pedir al Señor la gracia de la generosidad y el
coraje y la paciencia para salir, para salir a anunciar el Evangelio. Ah, esto es difícil.
¡Es más fácil quedarse en casa, con esa única oveja! Es más fácil con aquella oveja,
descargarla, acariciarla... pero nosotros sacerdotes, también vosotros cristianos,
todos: el Señor nos quiere pastores, no descargadores de ovejas; ¡pastores! Y
cuando una comunidad está cerrada, siempre entre las mismas personas que
hablan, esta comunidad no es una comunidad que da vida. Es una comunidad
estéril, no fecunda. La fecundidad del Evangelio viene por la gracia de Jesucristo,
pero a través de nosotros, nuestra predicación, nuestra valentía y nuestra
paciencia"5.
María, la Maestra que Juanito Bosco vio en sueños indicándole la misión educativa,
acompañe la lectura y el uso de este material e indique a tantos corazones generosos la
realidad juvenil oratoriana como el campo donde se puede trabajar juntos por un mundo
mejor.

1
La Consejera general para la pastoral juvenil, María del Carmen Canales, junto a las FMA consultoras del Ámbito para la Pastoral juvenil,
Constanza Arango, Runita Borja y Elena Rastello, en sinergia y red con las diversas inspectorías animan, a través de la búsqueda y maduración de
una mentalidad pastoral, la elaboración de cultura y la promoción de la realidad educativa según el carisma salesiano vivido al femenino.
2
Se está traduciendo este libro en francés, inglés, portugués y español, para poderlo publicar y divulgar en otros contextos lingüísticos y
continentales.
3
Desde el 2010 el Ámbito para la Pastoral juvenil ha propuesto y animado un proceso que está implicando a las comunidades educativas del
Instituto FMA. Ha coordinado y constantemente trabajado junto a una Comisión internacional OCJ y específicamente:
a) En Roma, con un Grupo de estudio compuesto por las siguientes FMA: Mara Borsi, María Antonia Chinello, Anna Rita Cristaino, Grazia
Loparco, Piera Rufinato e Alessandra Smerilli.
b) Con un Equipo internacional OCJ, periódicamente implicado en comunicación digital, compuesto por trece FMA que han participado
cordialmente en representación de todo el mundo en un encuentro en Castelgandolfo (Roma), del 26 septiembre al 2 octubre 2011 (en el CD hay un
folleto ilustrativo del encuentro). Son: Godéliève Koyobera (de Zambia) y Alejandra Strada (de Madagascar) por la Conferencia interinspectorial
África - Madagascar, CIAM; Alma Castagna (de Timor Este) y Mariel Riceani De Mata (de Filipinas) por la Conferencia interinspectorial de Asia
Oriental, CIAO; Silvia Aparecida da Silva (de Brasil) por la Conferencia interinspectorial brasileña, CIB; Ana Cecilia Aguilar (de Chile) por la
Conferencia interinspectorial del Cono Sur de América Latina, CICSAL; Wieslawa Kubiaczyk (de Polonia) y Valentina Baricevic' (de Croacia)
por la Conferencia interinspectorial Europa Medio Oriente, CIEM; Nuria Bellido (de España) por la Conferencia interinspectorial de España y
Portugal, CIEP; Franscesca Scibetta por la Conferencia interinspectorial italiana, CII; Lizbeth Campoy (de Méjico) por la Conferencia
interinspectorial de Méjico, Antillas y Centro América, CIMAC; María del Roble Cavazos (de Estados Unidos) por la Conferencia
interinspectorial
4
de Norte América, NAC; Tamizharasi Kanickaraj (de India) por la Conferencia interinspectorial indiana, PCI.
En el encuentro en Castelgandolfo fueron implicadas algunas comunidades educativas típicamente oratorianas, otras FMA y laicos. Estas son las
personas cuyo material es propuesto en el CD: jóvenes adultos y FMA de la comunidad educativa de San Severo (Foggia); Giuseppina Barbanti
FMA, presidenta CIOFS Conferencia interinspectorial italiana; el doctor Hervé Randrianomenjanahary, de Madagascar, experto en
comunicación social; el doctor Emanuele Fonzo, publicista y educador de Roma; Ada Ferraro FMA, Roma Cinecittà; María Lucía Siragusa FMA,
Catania
5
Librino.
Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes al Congreso eclesial de la Diócesis de Roma, Aula Pablo VI, 17 junio 2013.
13
7
LOS ORATORIOS DE LAS FMA
HASTA DESPUeS DE LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL.
ENTRE DOCUMENTOS Y REALIDAD. NOTAS

Introducción
El Oratorio es una obra estratégica para comprender la especificidad del estilo educativo y
de una mentalidad introducida por las FMA en Países con tradiciones y costumbres
diferentes respecto a la educación de las chicas en los tiempos menos “oficiales” y
relacionados con el deber. Más que otras obras comunes a religiosas educadoras
contemporáneas, desde el inicio el oratorio ha marcado la actividad formativa salesiana
dirigida al “pueblo”, a las niñas y chicas potencialmente más expuestas a las
inconveniencias y riesgos morales y materiales. El oratorio era una obra gratuita, destinada
a gran número de inscritos más que los orfanatos y las escuelas. El oratorio es un más
respecto a las instituciones clásicas: la familia, la escuela, la parroquia, el lugar de trabajo;
una obra activa en los espacios o intersticios que se creaban con las transformaciones
sociales y económicas, dejando a los chicos y chicas, según los lugares y la edad, por algún
tiempo fuera del control de los adultos, a merced de sí mismo, de la calle, de encuentros
fortuitos. El oratorio es fruto de la fantasía preventiva, de la gratuidad educativa que crea
los medios, el clima familiar y la amistad, en la que prevalece con evidencia el gusto de ir al
encuentro de los jóvenes sobre el terreno más apropiado para ellos, hecho de alegría,
afecto, espontaneidad.
Mientras los oratorios ya existentes generalmente eran en gran medida los fundados por S.
Carlos Borromeo en Milán y por S. Felipe Neri en Roma, la experiencia salesiana rememora
el modelo del oratorio de Don Bosco en Valdocco, una obra de beneficencia ampliada y
articulada1.
Las FMA habían comenzado en 1872 con un colegio en Mornese (AL), pero desde el 1876
en la ciudad de Turín, en Valdocco, iniciaron con la misma obra masculina, el oratorio. No se
podía y quizás ni siquiera se quería llegar a la ciudad con un colegio, porque para prevenir
los desafíos típicos del ambiente urbano industrializado no era tan urgente crear otro
internado dirigido por religiosas, como encontrar el modo de llegar a un número elevado
de chicas de las clases populares que no hubieran tenido acceso a un colegio, más costoso.
Y sin embargo Don Bosco no señala el oratorio festivo como la primera obra de las FMA en
las Constituciones; subirá al primer puesto en el elenco de las obras en 1906, después de la
17
separación jurídica de la Congregación masculina. En aquellos años y en los sucesivos, el
empeño era incrementar los oratorios femeninos, también cuando era difícil sostenerlos,
era un modo de afirmar un comportamiento típicamente salesiano, de manera que era
escrito en las Constituciones y era también perseguido en las elecciones concretas.
No disponemos todavía de las necesarias monografías para un estudio profundo en grado
de señalar las transformaciones producidas en el tiempo, las razones de los éxitos o de los
fracasos. Tenemos segmentos de historia local; una crónica de los oratorios de las
Inspectorías italianas escrita con ocasión del centenario de los oratorios salesianos
(1941); consejos al oratorio en la reconstrucción de algunas obras o Inspectorías en
Europa y en América Latina. Para Italia contamos con algunos estudios y una amplia
documentación registrada en un elenco estadístico de los oratorios del 1872 al 2010, pero
obviamente falta todavía la elaboración total de los datos. Las informaciones disponibles
son una gota respecto al océano de masas juveniles pasadas por las estructuras más
2
diversas en 140 años . Por tanto, para hablar de los oratorios de las FMA a largo tiempo es
necesario confiar sobre todo en los documentos, las resonancias de las experiencias
reportadas en los Capítulos generales y en las orientaciones allí indicadas. Nos acercamos
así al oratorio de las FMA con un rápido esquema hasta la Segunda Guerra Mundial,
conscientes de que son necesarios estudios locales para iluminar un tema fundamental y
extenso.

La representación de una obra recomendada por los superiores


En las indicaciones de Don Rua plenamente compartidas por Madre Caterina Daghero, el
oratorio destaca como obra paradigmática para expresar la “índole” (identidad) y el
espíritu salesiano sensible a las clases populares3. En los documentos oficiales, como en
las negociaciones para la fundación de las casas, las superioras trataban de asegurarse el
derecho de usar los ambientes para el oratorio festivo, mucho que ver con esta condición
un requisito importante para aceptar o rechazar nuevas propuestas. Donde no era posible
crear en seguida un oratorio, se dejaba abierta la esperanza para el futuro, sabiendo que
como FMA se deben hacer esfuerzos con resignación, pero en todo caso esperar y
favorecer la oportunidad propicia.
En las Constituciones de 1906 el oratorio festivo alcanza el primer lugar entre las obras de
las FMA, como evidente indicador de la especificidad de las congregaciones fundadas por
Don Bosco para las clases populares. Don Rua había relanzado los oratorios entre los
salesianos y no menos los sostenía entre las FMA, a pesar de diversas resistencias locales,
porque la cuestión social repercutía en modo específico sobre las chicas, especialmente
obreras, más expuestas a múltiples insidias4. La necesidad de volver sobre el argumento
indica que era necesario superar diversas dificultades, dado que las FMA eran llamadas en
18
los diversos centros principalmente para otras obras que les absorbían las energías.
En el Manual del 1908 el oratorio es indicado como primera obra de caridad hacia el
prójimo, dejada por Don Bosco “casi como herencia característica no sólo a los Salesianos,
sino también a nosotras”. Todas las profesas debían convencerse que era un apostolado no
menos útil que aquel de las profesoras, porque para muchas chicas el oratorio era una
“tabla de salvación”5.
Sería de gran preocupación para las FMA porque era entendido como el modo más práctico
de promover la instrucción religiosa en las clases populares, de sostener la socialización de
las chicas, la implicación de las asistentes y ex alumnas, creando un enlace de solidaridad
entre ellas y las oratorianas, pudiendo seguirlas también durante la semana, en las
dificultades del trabajo. Sin embargo era necesario buscar ayudas económicas para las
iniciativas. Como la directora debía estar presente en medio de las jóvenes el mayor tiempo
posible y sin distinción, así cada asistente debía tratar de memorizar los nombres y
apellidos de cada una, guardándolos en el corazón para poder incidir eficazmente a nivel
educativo.6
Eran muy recomendadas las asociaciones, las recreaciones vivas; ensayos catequísticos,
premios con frecuencia unidos a la asiduidad en la asistencia, fiestas; pero se declaraban
eficaces sobre todo los modales afables de las religiosas, fruto de paciencia, caridad y
benevolencia imparcial. De este modo las oratorianas conservarían un buen recuerdo y
frecuentarían el oratorio también de adultas. La dirección de la obra estaba idealmente
bien finalizada y organizada, sin ser rígida.
En el Reglamento de 1912, quizás a la luz de la experiencia paradigmática de Turín, se
prescribían actividades adaptadas tanto a las jóvenes obreras como a las estudiantes: “En
las ciudades populosas y en los centros industriales, donde las chicas trabajan en las
fábricas, se procure tener abierto cotidianamente el Oratorio en las horas en las que las
escuelas y las fábricas se cierran, e instituir, en tal modo, las escuelas populares diurnas y
nocturnas. Las jóvenes trabajadoras podrían tener, en horario establecido, lecciones
particulares de corte, confección, dibujo, contabilidad, italiano, canto e instrucción
religiosa, todo dirigido al objetivo de formar buenas cristianas, útiles a sí mismas, a la
familia y a la sociedad. Las jóvenes estudiantes, además del deseado recreo, podrían ser
reunidas en adecuados locales, repartidas en clases, según el número de las maestras
disponibles, y, bajo su asistencia, hacer los deberes de la escuela, tener una breve lección
7
de Doctrina cristiana y, dichas las oraciones de la tarde, volver a sus familias”.
En tal modo el oratorio explicitaba su valor educativo más amplio, al dirigirse a un alto
número de chicas, con una diversificación de roles de las FMA, directamente empeñadas
por sus textos legislativos a promover la obra y a desarrollarla, conscientes de su valor en la
visión salesiana.
19
Catalogados entre las obras de preservación moral, los oratorios fueron representados
como una obra providencial para las FMA alrededor del 1917, sobre todo pensado en los
ambientes más insidiosos: “Cuando comenzó a acentuarse cada vez más la obra nociva de
las sectas modernas que tratando de eliminar a los días del Señor su carácter de Fiestas
Sagradas y abrían todas las entradas a la insana y furiosa diversión, el canto de la nota
“Piacere! Piacere! entendiendo que el trabajo de los seis días venía compensado por la
inmoralidad y el desenfreno del séptimo, Dios hace surgir un Don Bosco que abriera las
alas de una alegre protección sobre la juventud de ambos sexos.
Y aquí están los oratorios festivos salesianos: aquí, por consiguiente, la cruzada de las
FMA, todos podemos elevar una presa contra la corriente ruinosa que amenaza la caída
más triste de las chicas populares. Estas llegadas desde puntos diversos y unidas bajo la
mirada de las Hermanas, encuentran conservado en el Oratorio el sagrado carácter de las
fiestas de precepto; semana tras semana, casi inadvertidamente, ponen el polvo
infeccioso y morboso recogido en los malsanos ambientes vividos; reciben nuevos rayos
de luz y nuevo vigor mediante la instrucción religiosa que se les imparte; la buena palabra
de la Hermana que la conforta y guía, el uso de los Santos Sacramentos, la escuela festiva,
el teatrito y el cine recreativo, los paseos amenos, los premios alentadores, los ejercicios
de gimnasia, los juegos y armonías, es todo un conjunto de alivio para el espíritu y para el
cuerpo que remedia, refresca y prepara una semana de trabajo más seguro, preferido,
más feliz, más animado por el canto que, aprendido en el oratorio, sustituye las canciones
vulgares de la calle”8.
El ambiente urbano e industrial parecía más adecuado para desorientar a las chicas, por
lo que se manifestaba mayormente la eficacia del oratorio.

Notas de la realidad: un modelo adaptado a las exigencias locales


A finales del '800 era poco difundida la idea de la conveniencia del oratorio femenino,
tanto en Italia como en el extranjero, por ello las FMA inauguraron la obra afrontando
diversos prejuicios, además de la extrañeza de ver a las religiosas entretenerse con las
niñas y chicas, participando directamente hasta en los juegos de movimiento. ¿Era una
pérdida de tiempo?
Inicialmente el oratorio se connota como respuesta a las carencias educativas
relacionadas con el desarrollo del trabajo de la mujer, la movilidad de muchas
adolescentes por diversos motivos lejos de sus casas; la secularización de la mentalidad
más presente en las ciudades, en las escuelas. Sin duda el oratorio aparece como
contraste eficaz a las corrientes atractivas. Sin embargo no tuvo sólo la función “de
protección”, sino de real promoción de muchas chicas que gracias al oratorio salieron de
la mentalidad restringida del ambiente del hogar y el trabajo para ampliar los intereses,
20
conocimientos, amistades, prospectivas de compromiso y responsabilidad, hasta
proyecto de vida.
Según las situaciones específicas en las que se encontraban las chicas por un tiempo más o
menos largo, para muchas trabajadoras el oratorio representaba un tiempo para sí, en los
recortes extra laborales, para encontrarse amigablemente, intercambiar ideas y
prepararse para la vida como mujeres, esposas y madres cristianas. Para las alumnas de las
escuelas estatales, más allá de la posibilidad de asociación y formación religiosa, constituía
un ambiente de valores alternativos, compartidos con las coetáneas y con la prospectiva
de un apostolado firme y sereno fuera del ambiente religioso.
En general hasta la mitad del '900 no se pensaba en el “tiempo libre” de las chicas, siempre
comprometidas en casa y vigiladas en las salidas, por lo tanto no es raro que el oratorio
constituía una novedad para la familias por la amabilidad de las educadoras. Más que
respuesta a una petición explicita del contexto, en diversos lugares y tiempos fue una
propuesta inédita, una iniciativa característica del estilo moderno, que tendía a acercar el
mundo religioso a aquel laico con modalidades interesantes y creativas. Por medio de las
niñas y de las chicas se llegaba también a las familias, sugiriendo gradualmente algunos
cambios de mentalidad.
Incidía bastante la ubicación de los oratorios según los contextos y periodos, entre
voluntad de implantarlos por parte de las FMA y resistencia de mentalidad (Italia, Uruguay,
España, Argentina, Brasil, Francia…). Algunas propuestas oratorianas se diferenciaban en
las ciudades, donde estaban más frecuentemente en las periferias, respecto a los centros
rurales más tradicionales e aislados. En las antiguas fundaciones de Uruguay, por ejemplo,
al inicio del '900 se registraban esfuerzos notables coronados con éxito en diversas
9
ciudades .
La difusión capilar de las casas FMA multiplicaba el número de las oratorianas, gracias al
hecho que la obra no pesaba económicamente sobre los externos que invitaban a las
religiosas, ni sobre las familias, y al mismo tiempo era atractiva10. En general, también en
los pequeños centros donde las FMA eran llamadas a gestionar un jardín de infancia, una
escuela materna, conseguían extender la actividad a las chicas simplemente a través del
oratorio, en el que se organizaban las asociaciones con todas las actividades inherentes.
El oratorio de Nizza, pero sobre todo el de Turín, tomaba como modelo el masculino de
Valdocco, dedicado a la prevención y recuperación de toda la persona, hasta la salida en el
trabajo. Como fundamento estaba la religión y la moralidad, que debían permear una
instrucción base adecuada, la honesta recreación, la amistad, iniciativas diversas de
formación social para contribuir a las cuestiones sociales, poniéndose de parte de las
chicas.

21
Por la ausencia de obligación en la frecuencia, era necesario todavía más paciencia,
dulzura y “santas industrias”, así, mirando al bien espiritual con el catecismo, las prácticas
religiosas, los empeños formativos, era necesario cuidar también los medios para atraer a
las chicas (medios y no fines), modulando los oratorios en diversos modos, no aburridos:
juegos, cantos, escuelas festivas, bibliotecas, asociaciones, teatro, academias, paseos,
novenas y fiestas, loterías, pequeños regalos y premios.
Las educadoras estaban llamadas a trabajar en la obediencia y en la concordia entre
directora y hermanas. Las reuniones entre las encargadas y las otras colaboradoras debían
favorecer la variedad de las iniciativas.
En Turín, bajo la guía de Don Felipe Rinaldi y de la directora sor Giuseppina Guglielminotti
(1911-1916), el oratorio floreció tanto por el número de participantes (más de 700-800)
como por la variedad de propuestas adaptadas a la situación precaria de las chicas sobre
todo obreras. Estas estaban privadas de una legislación de trabajo que asegurara derechos
y seguridad en caso de enfermedad y paro, también estaban “amenazadas” por la
propaganda socialista y anticlerical. Las actividades fueron enriquecidas de bibliotecas
ambulantes, escuela de buenas amas de casa, talleres, oficio de colocación, cajas de
ahorro y de pensiones. Creció la asociación de las Hijas de María, la escuela de canto y
declamación, después del horario escolar, oficios y caja de depósito en efectivo, la clase de
religión; y junto al oratorio la asociación de ex alumnas, el circulo de cultura, una escuela
popular cotidiana para obreras, una escuela de trabajo con salario, la presencia de “amigas
de las trabajadoras”.
Las atención a las exigencias concretas marcaba la urgencia de las nuevas ofertas
formativas, de los cambios exigidos para hacerse cargo de las chicas, menos seguidas por
las familias. Para las alumnas de las escuelas públicas se subrayaba la instrucción religiosa,
la formación moral, el clima de confianza que evitara el alejamiento y los prejuicios hacia el
mundo religioso.
El oratorio era una prueba de salesianidad para las FMA. Abierto a todos, era necesario
favorecer la frecuencia constante. Según las circunstancias, también más oratorios eran
apoyados por una casa, de hecho el deseo de Don Paolo Albera en tal sentido se había
realizado por ejemplo en Roma, cuando desde Via Marghera las FMA iban al Testaccio para
el oratorio, antes de abrir una comunidad.
En 1913 Don Albera recordaba a los salesianos e igualmente a las FMA el pensamiento de
Don Rua: “el Oratorio está en ti”. Más que en los medios y en las estructuras materiales,
con frecuencias carentes, debía contar el entusiasmo apostólico, la amabilidad de las
educadoras, su sensibilidad para prevenir y proveer.

22
Algunos ingredientes constantes del oratorio de las FMA
Algunos aspectos constitutivos de la oferta educativa, jugados diversamente, aparecen
constantes en el ambiente comunitario. Los enumeramos en modo no homogéneo e
incompleto, junto a los medios más comunes en los que se expresaban:
*religioso y moral: prácticas religiosas dominicales, catecismos, novenas, predicaciones,
concursos catequísticos, premios; moralidad, apostolado, empeño de vida sacramental,
buenas lecturas;
*lúdico: juegos animados, de equipo, gozo y alegría, paseos, premios, excursiones;
*asociativo: Hijas de María y otras asociaciones; hasta madurar las vocaciones y la idea de
consagración de las Celadoras de María Auxiliadora (hoy VDB), como también de FMA o de
otras consagradas; apostolado misionero. Ejercicio de responsabilidad en las elecciones;
*expresivo: teatro, canto, academias, que favorecían el ejercicio de expresión verbal, la
valorización de la corporeidad para la comunicación en público;
*físico: atención a la salud, hasta proveer el desayuno, después de las comuniones
generales; o las medicinas o ayudas alimenticias a chicas con necesidad. Juegos de
movimiento y expansión, gimnasia. Alternancia entre empeño y distensión, concentración,
disciplina y espontaneidad. Ejercicio de las actividades manuales;
*culturales: instrucción popular, cursos por la tarde, festivos, biblioteca de préstamo, cursos
de religión, después del horario escolar;
*social: formación con conferencias sobre argumentos de actualidad, también sobre los
sindicatos de las obreras; apostolado en los lugares de trabajo poco acostumbrados al
lenguaje religioso; empeño hacia las coetáneas y los familiares;
*relacional: ejercicio de respeto recíproco, de confianza, de acogida y participación, con la
presencia cordial de la asistente capaz de decir la “palabrita al oído”;
*económico: según las posibilidades, activación de los casos de ayuda mutua, de
beneficencia, de previsión y de ahorro.
Objetivo constante de las FMA era “preparar para la verdadera vida”, formar la mujer
cristiana, responsable, conscientes de sus deberes y por tanto propositiva en la familia, en la
sociedad, en la Iglesia. Destinatarias del oratorio eran todas las niñas y chicas hasta el
matrimonio (después convocadas entre las madres cristianas) o hasta la “elección de
estado”, muchas adultas estaban diversamente comprometidas para sostener el oratorio.
A veces la separación social constituye un problema. En el oratorio se intentaba acercar las
clases, pero todavía se debía esperar, hasta permitir temporalmente dos oratorios distintos
para evitar que se vaciaran (Madre Morano experimentó esta dificultad en algún centro de
23
Sicilia, así también en algunas ciudades de América Latina). En general el oratorio
arraigaba sobre todo entre las clases populares, dotadas de menores posibilidades de
acceso a otras instituciones educativas cualificadas, pero en muchos centros fue
frecuentado también por chicas mejor situadas, atraídas por el ambiente de alegría y
creativo. Desde los primeros decenios no era necesario que las inscritas fueran cristianas
practicantes, con tal de que no hicieran propaganda anticatólica. Entre las alumnas de la
escuela, las internas y las oratorianas, a veces se mantenía queriendo una separación, sea
para evitar la influencia del mundo exterior, sea, tal vez, por los diferentes grupos sociales
interesados.
La responsabilidad de organizar y animar el oratorio, aún siendo el pensamiento directo
de la directora y de las colaboradoras, interesa a toda la comunidad religiosa. Estaban
previstas reuniones periódicas de las hermanas para acordar y proponer iniciativas,
suscitando también la colaboración de las chicas mayores, de las ex alumnas,
11
cooperadoras, bienhechoras, patronas, “amigas de las trabajadoras”. Las laicas adultas
tenían una función de unión entre el oratorio y las ofertas de trabajo, las hermanas y la
ciudad. En tal modo que no constituía un ambiente aséptico, sino una mediación entre
instituciones y valores que tenían ocasión de encontrarse en un ambiente seguro.
¿Cómo vivía el oratorio? No habiendo un programa rígido, se pedía la creatividad de los
medios según las circunstancias. Con tal de que fueran agradables, variados e
interesantes. Con atención a las exigencias cambiantes y a la concurrencia creciente por
parte de otras asociaciones, entes y sujetos interesados (ej. masones, socialistas,
protestantes, círculos feministas, etc.).
Las oratorianas eran el rasgo de unión entre las religiosas y la mentalidad externa, las
familias y la calle, sin filtros institucionales relacionados a los deberes (ej. la escuela, la
disciplina de los colegios o de los internados). Por tanto era necesario conquistarlas
continuamente, ganándose su confianza y simpatía, no aburriéndolas, corregirlas sin
rechazarlas.
El clima del ambiente era por tanto un elemento fundamental. Las FMA debían cultivar
relaciones desenvueltas, estando de parte de las chicas de forma tangible y creíble. Era
necesario estar cercanas sin pasar por los deberes escolásticos o de trabajo, ni gozar de la
autoridad de los roles formales, pero con gratuita atención a las esperanzas más
profundas, a las que ni el estado, ni la escuela, ni las familias prestaban tanta atención.
Más allá de la estrecha necesidad reconocida, el oratorio era como “un más”, genial, de
quien ama y se gasta gustosa por los jóvenes en un clima de alegría, en un ambiente
espontáneo, siempre abierto a las sorpresas, pero no improvisado.

24
Algunos puntos para la reflexión de los Capítulos generales
En los Capítulos generales de los primeros decenios se prestó atención al aspecto
organizativo de las asociaciones, a la relación con los párrocos, porque el oratorio constituía
un ambiente atractivo y debía evitar entrar en competición o en conflicto.
En el Capítulo general VII de 1913 se confirmó la validez del Reglamento del 1912 y se
sugirieron para todas algunas propuestas originadas por la experiencia en un lugar
simbólico y paradigmático como Turín. No eran sin embargo obligatorias para los otros
ambientes y dejaban espacio de iniciativa “según la oportunidad y la conveniencia,
conscientes de que el mucho fracasa”. Para el cumplimiento de los Oratorios, especialmente
en la ciudad, ayudan:
A. Las oficinas u oficinas de indicación o colocación.
B. Premiar a las chicas con pequeñas ofertas de dinero para ser colocado en la renta de
folletos encuadernados, para tenerlos en el oratorio, como dulce reclamo a no dejar
el Oratorio.
C. Encontrar entre las ex alumnas y entre las piadosas señoras aquellas que puedan
tutelar prudentemente a las jovencitas menos asistidas por la familia o más en
peligro, para que las asistan convenientemente en los talleres, etc.
D. Hacer que las chicas se inscriban a la Mutua Ayuda para que encuentren en el
Oratorio un vínculo de ayuda recíproca y especialmente cuando son probadas por la
enfermedad etc.; para alejarlas de las Asociaciones de mutualidad laicas que las
llevan al desprecio de la fe y al descuido de las leyes morales.
E. Fundar la Caja de Beneficencia y la obra de los Kits, que recuperan a las más pobres y
abandonadas.
F. Visitar donde sea necesario a las jóvenes enfermas, especialmente si están en los
12
hospitales, o hacer que las visiten seglares piadosas.
La guerra cambió el curso natural del desarrollo, creando emergencias inéditas y después
cambios de mentalidad.
En el 1922 se advirtió: “Nunca, quizás, como en estos días, es necesario ingeniarse para
13
hacer el bien” . Antes la frecuencia al oratorio era más fácil para las chicas; “ahora, sin
embargo, igualdad de condiciones, de aspiraciones”. Menos interesante era el oratorio,
mayores eran las oportunidades de diversión, más intensa debía ser la creatividad de las
educadoras. De hecho se habló de abrirse también al aspecto sindical en modo conveniente,
para la defensa de los derechos, no por la lucha de clases. El oratorio no se había pensado
como evasión de los problemas cotidianos o diversión alejada de la realidad concreta. Don
Rinaldi subrayaba la necesidad de formación religiosa para todas las FMA en el noviciado, 25
para ser aptas a enseñar bien el catecismo en el oratorio. Se notaba que con frecuencia las
hermanas de los oficios comunitarios eran las más disponibles para el oratorio, pero a
veces estaban menos preparadas culturalmente que las chicas, por ello era necesaria la
formación. Los argumentos dejaban intuir las cuestiones subyacentes.
Se recuerdan los diversos rostros de la beneficencia, típica del espíritu salesiano: En Turín
era el oratorio, en Roma el orfanato. Que siempre hubiera una casa de beneficencia en la
Inspectoría. Oratorio y orfanato eran semejantes por la cara social de los destinatarios.
Cada domingo era necesaria una novedad para atraer a las jóvenes. Frecuencia y número
eran proporcionales a los recursos del Oratorio, “por tanto recursos para todos los gustos,
gimnasia, canto, teatro, juego, piedad… la caridad es industriosa”.
Aumentadas las dificultades, debían aumentar los atractivos, utilizando sobre todo los
recursos locales: cine, patinaje, “sea aquello que se quiera”. Y predisponer patios,
pórticos, salones. Don Rinaldi recordaba que la implicación de las chicas por el
compromiso en construirlos era ya una atracción, que ganaba interés entre la gente y
hacía ingeniarse a las chicas con loterías, etc. Así se hace conocer la obra y crecen los
bienhechores. “Son las pequeñas industrias las que hacen las obras, no los grandes
fondos. El dinero no nos corre detrás; el mundo lo cree, pero no es verdad”14. Notaba que
Don Bosco había dado un carácter todo suyo al oratorio, sabiendo que el modelo de San
Carlos y San Felipe Neri no eran ya suficientes:
“Aquí no se trata de proveer a los chavales huérfanos, sino de reparar la negligencia, el
abandono en el que los jóvenes llegan dejados por los mismos padres. La juventud es de la
calle, de la plaza; y Don Bosco transporta la calle, transporta la plaza en su Oratorio;
transporta todo aquello que los jóvenes quieren, menos el mal. … La obra del Oratorio
15
debe ser la Obra de las FMA; en esto, nadie debe superarlas” .
Se animaba así la libertad y la creatividad, mientras que en general prevalecía la fidelidad
a los reglamentos… Eran muy importantes los “grupos de acción” originados por el círculo
Auxilium del oratorio de Turín, semejante a la Compañía de la Inmaculada de Domingo
Savio promueve la moralidad y el apostolado. Don Rinaldi decía: “Deseo que en vuestras
casas hagáis, en todo y por todo, aquello que se hace en las casas salesianas, aquello que
16
ha hecho Don Bosco, por el Oratorio. Y como ha hecho Don Bosco” . Los papas, según él,
deseaban que la separación de los dos Institutos no llevara a la dispersión del espíritu
salesiano. “Llegará sin duda el día en el que se podrá decir que las FMA, como en el
espíritu, en los pensamientos, en los sentimientos, así como en las obras son iguales en
todo a los Salesianos”17.
En las Actas del Capitulo general IX, en 1928 se afirma: “Vivir la vida de vuestras alumnas,
poneros en contacto directo con ellas, con cada una. No desde la cátedra, sino en el patio,
26
los verdaderos resultados del Sistema de Don Bosco, de la educación… en esto
especialmente está su originalidad. Don Bosco vivía en medio de sus jóvenes; vivía la vida de
sus hijos… Don Bosco iba a las almas y así las ganaba, así las transformaba. […] Vosotras lo
hacéis, en general, en los Oratorios. Allí, la Directora y las hermanas, encargadas de las
chicas, comparten con ellas el recreo, la vida del día en el patio y en todas partes”.18
En el Capítulo general X del 1934 surgieron relaciones problemáticas con la Acción Católica.
Algunos párrocos, además, quieren las asociaciones en la parroquia y las devuelven a las
19
hermanas cuando se debilitan, para hacerlas florecer. Debía haber tensiones e
incertidumbres en diversos lugares. La orientación de Don Pedro Ricaldone apuntó a
favorecer a la Acción Católica, querida por el papa Pio XI, sin temer por el desarrollo de las
Hijas de María.
A causa de la segunda guerra mundial el Capítulo general sucesivo debió esperar largo
tiempo. En las Actas del Capítulo general XI del 1947 el tema oratoriano era muy sentido con
las emergencias sociales y los cambios extraordinariamente rápidos de mentalidad
favorecidos por la difusión del “americanismo”, la radio, el cine… Se habló de oratorio
tratando el tema de la beneficencia. Se repite que los dos campos típicamente “nuestros”
son oratorios y orfanatos, para las chicas pobres y abandonadas. Entre las chicas “paganas”,
en los lugares de misión, más que implantar asociaciones verdaderas y propias, se podía
crear un círculo con un pequeño reglamento.
Algunas dudas fueron expresadas en aquella ocasión y recibieron algunas respuestas:
¿Cómo adecuar a las exigencias de la hora presente nuestras obras de beneficencia? La
regla habla sólo de oratorios festivos ¿se pueden hacer también diurnos? Cierto. La regla
propone el mínimo, pero si se puede hacer más es mejor. Don Ricaldone lo recomienda
vivamente. Pero se objeta que para las pequeñas el oratorio diurno puede ser una ayuda a
las familias para quitar a las niñas de los peligros de la calle, mientras que para las chicas
puede ser una ocasión para desinteresarse de los trabajos de casa, según las observaciones
de algunas madres.
Por la descripción del oratorio en las diversas Inspectorías emerge que esté presente en
todas las casas, generalmente el oratorio festivo, alguna vez bisemanal y en alguna casa por
la tarde. En muchas casas es diurno a lo largo del verano. Don Ricaldone se congratula por la
actividad “en el campo n. 1 de nuestra actividad educadora”, estimulando a multiplicar las
“mesas de salvación para la juventud”. Suponiendo que también en los oratorios festivos de
las FMA disminuyan las chicas, estimula a “trabajar a toda potencia para reconquistar el
campo”.
“En adelante, puede darse que venga también para las Hijas de María Auxiliadora la
necesidad del oratorio cotidiano, como ya se experimenta para los chicos. Haremos

27
según requieran las circunstancias, lo importante es que estemos siempre
20
vigilantes y preparadas”.
Preguntas en asamblea: ¿se puede ir a las casas privadas a buscar chicas para el oratorio?
Si no hay peligros, sí, en caso contrario se manden a las chicas más maduras del oratorio.
Ante la propuesta de nuevas obras, ¿se puede aceptar aunque no se pueda abrir el
oratorio? Se recomiendan criterios. A veces se comienza por necesidad sin oratorio y
después se consigue abrir. Sobre la modestia se pregunta si se pueden aceptar a las chicas
así como se presentan o conducirlas gradualmente al vestido más modesto. Don
Ricaldone responde que el oratorio tiene como fin salvar a las chicas pobres, las cuales de
otra forma se perderían. Son, por tanto, acogidas con bondad, en el estado en el que se
encuentran; después, poco a poco, se les persuadirá a vestir más cristianamente.
21
Prohibición neta, sin embargo, los bailes.
Las Asociaciones mencionadas son las Hijas de María, el Apostolado de la inocencia, las
Propagandistas misioneras, la Guardia de honor. Están vinculados compromisos
específicos: pureza, piedad eucarística y mariana. A la Archicofradía de la Doctrina
cristiana son destinadas oratorianas adultas. El Rector Mayor recomienda ofrecerse para
la Acción Católica. Además se recuerdan iniciativas de solidaridad entre las destinatarias
de las obras, en un tiempo de crisis económica. Por ejemplo en Turín surgió la Conferencia
Don Bosco del Oratorio María Auxiliadora para ir al encuentro de las antiguas alumnas y
oratorianas pobres; las estudiantes internas del Véneto renunciaban a veces a la
merienda para distribuirla el domingo a las oratorianas pobres. Todo aprobado, siempre y
cuando queden libres.22
Se registra un mayor desarrollo de los oratorios que, con la ayuda de obras asistenciales,
han podido socorrer también urgentes necesidades materiales, suministrando alimento
y vestido, y orientando con frecuencia a las hijas a una escuela u oficio. Así en Turín
Casermette, en Roma y en Sicilia, con las harapientas de Nápoles, con la asistencia
prestada en Egipto a muchas siniestradas. En España, durante la guerra civil, se ha
conservado una colonia de un centenar de niñas y niños desplazados, se han beneficiado
antiguas alumnas y familias. Cada inspectoría tiene sus páginas de beneficencia
relacionadas en cualquier modo con el oratorio.
Para las niñas pobres y abandonadas cada casa debía sentir el deber de abrir su oratorio
festivo como primera obra de beneficencia querida por Don Bosco. Por tanto se acojan a
las niñas pobres, necesitadas de instrucción religiosa y de educación. Viene señalado
también el peligro de que después del entusiasmo y los sacrificios se llegue a preferir a las
jóvenes elegidas por educación (ej. estudiantes), por piedad o formación (hijas de María),
descuidando a las más necesitadas que en general son las menos educadas y las más
indisciplinadas. Con estas, es necesario hermanas experimentadas que sepan esperar los
28
resultados, pero no exponerse al fracaso del oratorio.
Las capitulares recuerdan los medios para llenar los oratorios: además de los premios y
paseos, después de la guerra alimentos y vestidos son un reclamo para la frecuencia, que a
su vez da la posibilidad de la asistencia espiritual. También en algunas localidades de
América las oratorianas son atraídas distribuyendo zapatos, vestidos, gracias a la ayuda de
las madres de las alumnas. En ciertos países las hermanas esperan a las niñas a la salida de la
escuela o del trabajo, en los jardines públicos, para invitarlas al oratorio y comunicarles lo
atractivo y las novedades del domingo. Ayuda eficaz son las Celadoras de equipos, muy
unidas a la asistente, que buscan y siguen a las oratorianas para evitar que dejen de ir a los
encuentros, y las Madrinas que procuran los medios materiales.
“Pero los atractivos mejores, para que sean asiduas las jóvenes al Oratorio, son la
asistencia cordial y amable, el interesarse por ellas con sincera caridad, las maneras
afables y cordiales de las Hermanas (Manual-Reglamentos art. 466). El llorado Don
Rinaldi decía que las chicas no vienen al Oratorio para buscar las paredes, sino el
23
corazón materno y fraterno de la Directora y de las Asistentes”.
Apremia el animar a favorecer las industrias para subvencionar las iniciativas. En particular,
la difusión de oratorios y colonias de verano entendidas como una forma de asistencia muy
caritativa y de mucho provecho para las almas. Las FMA se presten gustosas a colaborar con
entes y obras asistenciales, pero en las grandes ciudades se podría promover directamente
esta forma de asistencia para las oratorianas y alumnas pobres. Con los oratorios de día y
cotidianos en las vacaciones, para las mayores, los oratorios de verano pueden asumir el
carácter de talleres y después de la escuela, con ejercitaciones de canto y recitales.24 Don
Ricaldone afirma que juego y diversión en el sistema y en el espíritu de Don Bosco son
entendidos como apostolado no fácil ni sencillo; medio característico, no fin de la
educación. Una sana formación no concibe la vida como perpetua diversión, sino como un
25
deber, hecho más ágil y sereno por el alivio lícito y proporcionado.
“Cuando se dice: estar a las tradiciones, obedecer las directrices, significa, sí, no
dejarnos llevar por la corriente moderna, pero también no quedarnos demasiado
detrás en la búsqueda de lo mejor, por amor del vivir tranquilo, o por falta de
aquella justa ductilidad, que hizo de Don Bosco el hombre moderno, el educador a
la vanguardia de los tiempos”.26
Para concretizar, se mencionan actividades usuales y nuevas: teatro, cine, juegos diversos
animados, al abierto… pelota, raquetas, voleibol para las mayores, después la sorpresita
dominical, la tómbola instructiva, el sorteo con premio, el columpio, el carrusel… Don Bosco
concebía la diversión en la que está implicada toda la persona: mente, cuerpo, voluntad; en
la que el aburrimiento y el humor negro se transforman en serenidad y bienestar. Nos
29
cansamos, pero somos más buenos, contentos, listos para el deber. Formar asistentes así:
asistentes y al mismo tiempo compañeros de juego.27
Don Ricaldone recordaba en 1947 las palabras de Don Bosco que en el 1882, reconociendo
el mucho bien realizado por las FMA, decía que si no hubiese instituido la Congregación de
las FMA la querría instituir sólo para hacer tanto bien (MB XV, 361). Y a Don Cagliero
aclaraba:
“Tú conoces el espíritu de nuestro Oratorio, nuestro sistema preventivo y el
secreto de hacerse querer, escuchar y obedecer por los jóvenes, amando a todos y
no mortificando a ninguno, asistiéndoles día y noche con paterna vigilancia,
paciente caridad y benignidad constante, estos requisitos la buena Madre
Mazzarello los posee; y por tanto podemos sentirnos esperanzados en el gobierno
del Instituto y en el gobierno de las Hermanas. Ella no tiene otra cosa que hacer, y
otra cosa no hace, sino uniformarse al espíritu, al sistema y carácter propio de
nuestro Oratorio, de las Constituciones y deliberaciones salesianas; su
Congregación es igual que la nuestra; tiene el mismo fin y los mismos medios, que
ella inculca, con el ejemplo y con la palabra a las hermanas, las cuales, a su vez,
sobre el modelo de la Madre, más que Superioras, Directoras y Maestras, son
tiernas Madres con las jóvenes educandas (Vida de Madre Mazzarello, p. 223). […]
Sed siempre así: tiernas Madres. Desaparezca, en cierto modo, la autoridad de la
Superiora y quede sólo el corazón de madre. Entonces conseguiréis hacer siempre
un gran bien”.28
Por diferentes contextos aparece que el oratorio es para los tiempos normales y para la
emergencia. Por ejemplo durante la primera guerra mundial, Madre Daghero instó a las
FMA a no descuidar los oratorios, a pesar de la emergencia y la asistencia en tantos
hospitales militares, porque repetía que estos eran necesarios a tantas chicas que
quedaban por las calles, cuando las madres tenían que trabajar. Durante y después de la
segunda guerra mundial muchas “niñas de la calle” y adolescentes fueron entretenidas
también toda la jornada, incluida la merienda, ofreciendo, con el catecismo, una
ocupación útil en los talleres, después de la escuela.
Un caso de crónica salesiana parece indicativo de las dificultades advertidas por una
comunidad comprometida con obras diversas. En la casa de Via Dalmacia en Roma, en el
tiempo de la ocupación nazi e inmediatamente después, se recogía un grupo de niñas
apartadas de la calle, que ponían en confusión el ambiente, molestaban y, pudiendo,
tiraban de las trenzas a las alumnas más afortunadas de la escuela. Un episodio de
flagrante mala educación hizo emerger la preocupación y la indisponibilidad de algunas
religiosas, que temían el alejamiento de las alumnas de buena familia y por el prestigio de
la escuela. Ellas sometieron los argumentos a las dos superioras entonces presentes en la
30
casa, la vicaria general Madre Elvira Rizzi y Madre Ángela Vespa, consejera. Después de
haber escuchado, se expresaron en apoyo a las chicas:
“Queridas hermanas, habéis hecho bien con exponer este caso… es verdad que
estas niñas son un disturbio y no nos dejan bien: no obedecen, no respetan, dan
quehacer, pero si estuvieran Don Bosco y Madre Mazzarello las mandarían a
buscar… por tanto nosotros siguiendo su ejemplo, no las debemos mandar fuera,
29
sino, poco a poco, debemos tratar de mejorarlas”.
Tensiones entre escuela y oratorio, entre profesoras y asistentes, no fueron raras con el
pasar de los años. Cuando al y y, típico de la variedad de las obras de las FMA, comenzaba a
asumirse el o o con la defensa exclusiva de las elecciones parciales, la implantación
comunitaria del oratorio podía vacilar y perder fuerza, tanto más que las dificultades
objetivas, aunque externas, aumentaban.
En el Capítulo General XII del 1953 volvían en términos todavía problemáticos la relación
con la Acción católica y con las parroquias. Se hablaba del contacto con la zona a través de
comités, entes asistenciales para sostener también económicamente algunas iniciativas y
los premios para las oratorianas. Se estimulaban a las FMA a escribir textos teatrales y sobre
todo dramáticos, para contrarrestar la concurrencia de las nuevas diversiones juveniles. Los
números de las oratorianas eran todavía muy elevados, mientras los cambios estaban ya en
el aire. En aquellos años el Instituto de las FMA promovió otros instrumentos para hacerles
frente, como la revista Da mihi animas, Primavera; sobre otro plano el Instituto
Internacional Pedagógico en Turín, el Oficio Catequístico y el Centro italiano para las
Asociaciones juveniles; congresos de formación. Urgía la necesidad de adaptarse a las
nuevas exigencias, con nuevas modalidades, sobre todo en los ambientes urbanos donde
comenzaban a multiplicarse las ofertas de diversión, las ocasiones de encuentro, las
actividades asociativas.
El modelo clásico, defendido por el suceso de la tradición, trataba de mantener firmes los
principios sin perder la sintonía con los jóvenes, pero era antiguo para algunos contextos,
mientras en otros más tradicionales habría resistido todavía.

Algunos elementos constantes de vitalidad


Por las pistas indicadas se pueden señalar algunos factores que aparecen constantes en el
desarrollo del oratorio en el periodo
o Finalidad clara y organización educativa en un ambiente no improvisado, con una
modalidad comunicativa familiar, participativa, propositiva.
O Relaciones interpersonales entre FMA y oratorianas marcadas por la
espontaneidad, solicitud, en un clima de alegría. Sin vínculos de frecuencia, el
31
oratorio es elegido porque atrae. Atención perceptible a la educación integral. A
partir de cualquier actividad o interés, la propuesta salesiana también en el
oratorio tiene como objetivo toda la persona. Según las diferentes exigencias de
las jóvenes, alumnas, amas de casa, obreras, empleadas, estudiantes, se observa
aquello que falta y se integra para “preparar a la vida verdadera”, previniendo las
situaciones de riesgo.
o Cuida las estructuras adecuadas. Aunque iniciando con posibilidades modestas,
se promueven iniciativas para procurar los medios adecuados. Las cosas, los
espacios, las sorpresas responden al interés por la persona.
o Implicación de las educadoras en aquello que gusta a las jóvenes, más allá del
“deber”: lo lúdico, aquello que espontáneamente interesa o es útil para adquirir
habilidad, propuesto en clave educativa preventiva.
o Armonizando los diversos elementos según las exigencias de las niñas y chicas:
catequesis y prácticas religiosas, junto a actividades expresivas, iniciativas
sociales, económicas, culturales, de formación profesional.
o Asociacionismo progresivo implicando a las oratorianas mayores en actividades a
favor de las más pequeñas, como expresión de confianza, reconocimiento,
ejercicio de responsabilidad, con espacios de creatividad y colaboración.
o Obra popular, gratuita, de largo y fácil acceso, que llega a las más pobres también
allí donde no se pueden multiplicar las obras asistenciales como orfanatos y obras
de beneficencia a tiempo pleno. Casi siempre había necesidad de reunir las
posibilidades económicas para las actividades, también implicando a las chicas
en una educación a la iniciativa, a la corresponsabilidad, al sentido de
pertenencia, al protagonismo.
o Testimonio religioso público; piedad sacramental y mariana, apostolado en
atención a las necesidades concretas de las destinatarias.
O Implicación de muchas personas: FMA, ex alumnas, bienhechoras y patronas,
directores espirituales, familias, autoridades locales y eclesiales para las
academias y las representaciones teatrales.
El oratorio salesiano es una obra en la que se crea un ambiente de singular cercanía y
“complicidad” entre educadoras y jóvenes, en el que los valores humanos, civiles y
religiosos pasan a través de una asistencia basada sobre una presencia amiga: la
educadora propone, implica, observa y está en medio de las chicas, desciende al plano de
sus intereses “informales” y les reconoce legitimidad; les ayuda a ejercitarse en la

32
responsabilidad dando confianza y, entre tanto, prepararse al futuro como madres de
familia y educadoras.
El ambiente oratoriano es la concretización dinámica de un modo de mirar a las jóvenes con
simpatía: hacerse cargo a 360º, ofreciendo prevención y oportunidad de promoción
personal, teniendo en cuenta que las oratorianas viven en familia, en lugares de estudio o
de trabajo más o menos afines con la visión cristiana de la vida.
En tiempos de paz o en tiempos de emergencia, el oratorio se adapta. No renuncia a ser un
“más” de la predilección salesiana, quizás no reconocido enseguida por los adultos pero
necesario a los jóvenes. Para estar al lado de ellos, no se retira ante las dificultades
relacionadas a los contextos locales, los hábitos y la mentalidad; a la concurrencia cultural,
al personal disponible.
En el periodo considerado parece que no se esperaba que quien trabajaba en un oratorio
repitiera simplemente un esquema, sino sobre todo que desarrollara una inventiva activa,
en colaboración con otras personas simplemente ejecutoras, con el objetivo al finalizar las
tareas y los horarios. Las oratorianas, al contario, gozaban al infringir cualquier regla, con
vivacidad ponían a prueba la paciencia y la condescendencia al menos de algunas religiosas
con pequeñas trasgresiones, que provocaban expresiones de comprensión afectuosa.
Aprendían a conocer los límites, porque encontraban educadoras firmes ante las
exageraciones. La creatividad de las FMA implicaba pasión, sacrificio vestido de sonrisa,
totalidad de implicación para conseguir interesar también a las chicas de modo entusiasta,
respetuoso, propositivo. No por caso en el oratorio maduran muchas vocaciones religiosas,
así como mujeres comprometidas a nivel social y eclesial.
El oratorio parece fruto, pero también taller de la genialidad apostólica que se renueva y se
pone continuamente en discusión, movido por el Da mihi animas que busca los caminos
para encontrar a cada joven, dando el primer paso.
La consigna vibrante de Don Ricaldone a las FMA en el 1947 resuena todavía con visión
de futuro: “Haremos según exijan las circunstancias, lo importante es que estemos
30
siempre atentas y preparadas”.
31
Grazia Loparco FMA
Al espejo el oratorio salesiano de los orígenes
En vez de referirnos a las conocidas Memorias del Oratorio de Don Bosco, afectadas de una
comprensión posterior a los hechos y de una reflexión posteriormente madurada en los
años '70 a la luz del desarrollo del Oratorio y de las congregaciones salesianas, tomamos en
consideración un escrito más breve y deliberadamente “objetivo” de Don Bosco. El fin del
Plan de Reglamento del 1854 era ilustrar las motivaciones, los orígenes, los fines, los medios
33
del oratorio turinés, durante la primera consolidación de la obra y del primer grupo de
colaboradores. Desde el inicio en el 1841, superando las travesías de un quinquenio y
junto a la capilla Pinardi, Don Bosco ponía bajo los ojos de todos una experiencia útil a la
sociedad y proficua para los chicos. De aquel texto se pueden deducir los tractos
fundamentales que permanecen típicos en el oratorio salesiano. Se propone la
Introducción.

Plan de Reglamento
para el Oratorio masculino de S. Francisco de Sales
en Turín en la región Valdocco (sac. Juan Bosco)32

Introducción
Ut filios Dei, qui erant dispersi, congregaret in unum. Joan. C. 11 v. 52.
Las palabras del santo Evangelio que nos hacen conocer al divino Salvador venido del cielo
a la tierra para reunir a todos los hijos de Dios, dispersos en las diversas partes de la tierra,
me parece que se puedan aplicar literalmente a la juventud de nuestros días.
Esta porción la más delicada y preciosa de la humana Sociedad, sobre la que se fundan las
esperanzas de un futuro feliz, no es por sí misma de índole perverso. Con excepción de la
negligencia de los padres, el ocio, el choque de compañeros de tristeza, a los que están
especialmente sujetos en los días de fiesta, es muy fácil insinuar en sus tiernos corazones
los principios del orden, buenas costumbres, respeto, religión; porque sucede algunas
veces que ya están estropeados en aquella edad, es sobre todo por la inconsistencia, no
por malicia consumada.
Estos jóvenes tienen verdadera necesidad de una mano, beneficiosa, que se haga cargo de
ellos, los cultive, los guíe a la virtud, los aleje del vicio.
La dificultad consiste en encontrar el modo de reunirlos, para poder hablarle,
moralizarlos.
Esta fue la misión del hijo de Dios; esto puede hacerlo solamente su santa religión. Pero
esta religión que es eterna e inmutable en sí, que fue y será siempre en cada tiempo la
maestra de los hombres contiene una ley tan perfecta, que sabe doblarse ante los
acontecimientos de los tiempos, y adaptarse a la índole diversa de todos los hombres.
Entre los medios aptos para difundir el espíritu de la religión en los corazones incultos y
abandonados, están los Oratorios.
34
Son estos oratorios ciertas reuniones en los que se entretiene a la juventud en agradables y
honestas recreaciones, después de haber asistido a las sagradas funciones de iglesia. Los
consuelos que me vinieron de las autoridades civiles y eclesiásticas, el celo con el que
muchas beneméritas personas vinieron en mi ayuda con medios temporales y con sus
fatigas, son un signo claro de las bendiciones del Señor, y del público agradecimiento de los
hombres.
Ahora se trata de formar un plan de Reglamento que pueda servir de norma y administrar
esta parte de sagrado ministerio, y de guía a las personas eclesiásticas y seglares que con
caritativa solicitud en buen numero le consagran sus fatigas. He comenzado más veces, y
siempre he desistido por las innumerables dificultades que había que superar. Ahora y para
que se conserve unidad de espíritu y conformidad de disciplina, y para apagar diversas
autorizadas personas, que me aconsejan sobre eso, me he decidido a hacer este trabajo
para tener éxito.
Prometo ante todo que yo no pretendo dar leyes ni preceptos; mi objetivo es exponer las
cosas que se hacen en el Oratorio de S. Francisco de Sales, en Valdocco; y el modo con el que
estas cosas son hechas.
Quizás alguno encontrará expresiones que le parezcan demostrar que yo voy buscando
gloria y honor, no lo crea: se atribuya al compromiso que tengo de escribir las cosas como
realmente han sucedido y como todavía se encuentran.
Cuando me he dado a esta parte de sagrado ministerio entendí consagrar cada fatiga a la
mayor gloria de Dios y bien de las almas, entendí ponerme al servicio para hacer buenos
cristianos en esta tierra, para que fueran después un día habitantes del cielo. Dios me ayude
a poder continuar hasta el último respiro de mi vida. Así sea.

Finalmente...
33
Francisco Motto puntualiza algunos elementos para la reflexión.
La dimensión teológica eclesial como punto de partida. A la base de la voluntad de hacer el
oratorio está la voluntad salvífica de Dios en Cristo. Dos razones rigen la idea: una teológica
(el oratorio es una obra inserta en la economía de la salvación); una pedagógica (la
fundamental educabilidad de cada persona). En cada joven hay un punto accesible al bien.
La elección religiosa tiene una inmediata recaída en lo social.
Una estrategia innovadora. “La dificultad consiste…”. El modelo parroquial en vigor no
basta para atraer a los jóvenes. En lugar de condenar y rechazar la ciudad y los nuevos
desequilibrios, Don Bosco acoge las exigencias del desarrollo económico y de la instrucción
popular como recursos para valorar la formación humana y cristiana de los jóvenes.
35
Un oratorio festivo que nace a lo largo de la semana, abierto a todos, para todo el tiempo
libre. Destinatarios: toda la juventud, para todos los pobres y abandonados, para los
obreros y estudiantes.
El oratorio festivo nace durante la semana, para ir a buscar a los chicos, engancharlos
amigablemente e invitarlos para el domingo siguiente.
La zona es el punto de referencia, el campo de relieve, el espacio de trabajo de un oratorio.
Un oratorio abierto a cualquiera persona tenga tiempo libre para ocuparlo de modo útil.
Un oratorio abierto extremadamente comprensivo, también en cuanto al tiempo: sin
horario rígido de entrada y salida. Querría cubrir educativamente todos los vacios de
ocupación y de estudio de un joven.
Un oratorio libre. No rígido por las condiciones de aceptación, las clasificaciones, el
control… El oratorio sin embargo no está sin puertas y programas. A quien entra
libremente, se le pide un mínimo de disponibilidad para estar en los patios, con normas
sencillas de convivencia en el ambiente común.
Creación de un ambiente y de un estilo educativo. Encontrados los jóvenes en los lugares
más diversos durante la semana, el domingo son acogidos en un ambiente colectivo.
Ambiente humano no anónimo. Donde cada uno, ya encontrado, es acogido, con
relaciones profundas.
Ambiente físico bien definido. Espacio capilla-patio, gestionado con un proyecto
educativo. Adopta una pedagogía que está entre la masa y el grupo, con alegría, afecto y
reglas.
La jornada está organizada en los detalles, teniendo en cuenta la diferencia entre los
chicos. Oración con esquemas más dúctiles; tiempo libre, con opciones entre juegos,
repeticiones, escuela, teatro. Recreación: altamente educativa si el educador no es
presencia rígida, austera, distante, sino alegre, agradable, atrayente. Libre inscripción a las
compañías, a las actividades mutualista…
Educación integral como finalidad para defender tenazmente. Buen cristiano y honesto
ciudadano: Amor al trabajo. Frecuencia de los santos sacramentos. Respeto a cada
autoridad. Huida de los malos compañeros.
Tales objetivos hacen el oratorio lugar de educación comprensiva, que
contemporáneamente considera al chico ciudadano y cristiano. Es una inédita vía de
educación.

36
Los colaboradores al interno y al externo según un proyecto compartido.
Evolución del primer oratorio. Desde el 1847, con “la escuela de catequesis”, el jardín de
recreación, el centro de alfabetización especialmente para inmigrantes y abandonados,
sobre todo en los días no laborables, se integró con los cuidados paliativos, sobre todo chicos
para colocar en el trabajo, después con escuelas y talleres. Se convirtió en “casa anexa” al
Oratorio en los años '50-'60, que redujo el oratorio en sentido estricto. Remedio propuesto:
reservar espacios propios para el oratorio y una persona de valor.
En la mente de Don Bosco, con las obras escolásticas que se multiplicaron para responder a
las necesidades del tiempo, se debía activar un Oratorio festivo junto a cada casa salesiana.
Era la obra de beneficencia específica salesiana.

1
Sobre el Oratorio SDB hasta el Vaticano II cf. Pietro BRAIDO, L'Oratorio salesiano in Italia, “luogo” propizio alla catechesi nella stagione dei
Congressi (1888-1915), in Ricerche Storiche Salesiane 46 (2005) 7-88. BRAIDO, L'Oratorio salesiano vivo in un decennio drammatico (1913-
1922), in Ricerche Storiche Salesiane 47 (2005) 211-268. BRAIDO, L'Oratorio salesiano in Italia e la catechesi in un contesto socio-politico inedito
(1922-1943), in Ricerche Salesiane Storiche 48 (2006) 7-10. BRAIDO, Le metamorfosi dell'Oratorio salesiano tra il secondo dopoguerra e il
Postconcilio Vaticano II (1944-1974), in Ricerche Storiche Salesiane 49 (2006) 295-356.
2
Sobre el Oratorio de Turín: Angela BERTETO, Don Bosco, le sue suore e l'Oratorio femminile a Torino, in Gisueppe BRACCO (a cura di), Torino e
Don Bosco I, Archivio Storico della città di Torino 1989, 277-287; CIVITELLI Alessia, l'oratorio delle Figlie di Maria Ausiliatrice a Torino Valdocco
all'inizio del '900, in GONZALEZ Jesús Graciliano LOPARCO Grazia MOTTO Francesco ZIMNIAK Stanislaw (a cura di), L'educazione salesiana dal
1880 al 1922. Istanze ed attuazioni in diversi contesti I, Roma, LAS 2007, 345-375.
CAVAGLIÀ Piera, L'educazione della donna tra interiorità e responsabilità sociale. L'esperienza pedagogica di don Filippo Rinaldi, in PRELLEZO
José Manuel (a cura di), L'impegno dell'educare. Studi in onore di Pietro Braido, Roma, LAS 1991, 505-525.
Sobre Sicilia: VENTURA Maria Concetta, Gli oratori nelle case delle Figlie di Maria Ausiliatrice di Sicilia durante il rettorato di don Rua (1888-
1910), in LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua 311-327; VENTURA, Le FMA di Sicilia educatrici nell'emergenza della guerra e del
dopo guerra (1943-1949); in LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), L'educazione salesiana in Europa negli anni difficili del XX secolo, Roma, LAS 2008,
297-310. En el mismo volumen brevísimas notas sobre la actividad oratoriana en Francia, España, Alemania. Y en particular NUÑEZ MUÑOZ
María Felipa, Misión y educación: las primeras décadas de la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en España Madrid, CCS 2006. Notas
para Colombia: PARRA P Vilma, La obra de las Hijas de María Auxiliadora en Colombia, en LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua 935-
949 varios pasajes. Para la temática en Italia, cf. LOPARCO Grazia, Gli oratori, “Crociata” delle FMA, in Le FMA nella società italiana /1900-1922).
Percorsi e problema di ricerca, Roma, LAS 2002, 486-526.
3
Cf Costituzioni dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate da D. Bosco, Torino, Tipografia Salesiana 1906, art. 3. En las primeras
ediciones de las Constituciones de las FMA, 1878 y 1885 (viviendo Don Bosco), el oratorio festivo era sin embargo pospuesto en el elenco a las
escuelas, a los educadores, a los jardines de infancia (Regole… 1878, tit. I, art. 2); a escuelas, orfanatos, jardines de infancia (Regole… 1885, tit. I,
art.
4
3.). Incluso después el 1906 queda la primera obra citada (Costituzioni… 1922, tit. I, art. 3).
Cf RUFFINATO Piera, Il contributo di don Michele Rua allo sviluppo degli oratori festivi delle Figlie di Maria Ausiliatrice, en LOPARCO ZIMNIAK (a
cura di), Don Michele Rua primo succesore di don Bosco. Tratti di personalità, governo, opere. Atti del V Convegno Internazionale di Storia
Salesiana
5
ACSSA, Torino, 28 ottobre-1 novembre 2009, LAS 2010, 281-309.
6
Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1872 dal Venerabile Giovanni Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908, art. 251.
7
Cf Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1872 dal Venerabile Giovanni Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908, art. 252-257.
8
Cf Regolamenti per gli Oratori festivi e per i Giardini d'infanzia, Torino, Tip. Silvestrini & Cappelleto 1912, sezione I, cap. I.
9
Clasificación progresiva de las obras del Instituto FMA por orden de fundación, en AGFMA.
Cf FRANCO Martha, La influencia de Don Rua en las Hijas de María Auxiliadora del Uruguay (1888-1910), en LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), Don
Michele Rua primo succesore 918-921.
10
Cf LOPARCO Gracia SPIGA Maria Teresa (a cura di), Le Figlie di Maria Ausiliatrice in Italia (1872-2010). Donne nell'educazione, Roma, LAS 2011
e MOTTO Francesco (a cura di), Salesiani di don Bosco in Italia. 150 anni di educazione, Roma, LAS 2011. Se han seleccionado cinco fechas: 1888,
1915, 1940, 1970, 2010, individuando el número de casas, de religiosas, de destinatarios de sus obras difundidas en Italia. De tal modo será
posible estudiar semejanzas y diferencias entre las dos congregaciones. Porque los Salesianos tenían en el pasado más número de miembros,
pero menos difundidos a nivel capilar, respecto a las FMA, resulta que especialmente las oratorianas en el pasado fueron más numerosas que
los
11
chicos.
12
Cf Deliberaciones 1914, 42.
Cf Commissione Quesito 6, in Materie da trattarsi nel Capitolo Generale delle Figlie di Maria Ausiliatrice Settembre 1913, en Archivo Generale
Figlie di Maria Ausiliatrice 11. 7 121.
37
1
Sobre el Oratorio SDB hasta el Vaticano II cf. Pietro BRAIDO, L'Oratorio salesiano in Italia, “luogo” propizio alla catechesi nella stagione dei
Congressi (1888-1915), in Ricerche Storiche Salesiane 46 (2005) 7-88. BRAIDO, L'Oratorio salesiano vivo in un decennio drammatico (1913-
1922), in Ricerche Storiche Salesiane 47 (2005) 211-268. BRAIDO, L'Oratorio salesiano in Italia e la catechesi in un contesto socio-politico
inedito (1922-1943), in Ricerche Salesiane Storiche 48 (2006) 7-10. BRAIDO, Le metamorfosi dell'Oratorio salesiano tra il secondo
dopoguerra e il Postconcilio Vaticano II (1944-1974), in Ricerche Storiche Salesiane 49 (2006) 295-356.
2
Sobre el Oratorio de Turín: Angela BERTETO, Don Bosco, le sue suore e l'Oratorio femminile a Torino, in Gisueppe BRACCO (a cura di), Torino
e Don Bosco I, Archivio Storico della città di Torino 1989, 277-287; CIVITELLI Alessia, l'oratorio delle Figlie di Maria Ausiliatrice a Torino
Valdocco all'inizio del '900, in GONZALEZ Jesús Graciliano LOPARCO Grazia MOTTO Francesco ZIMNIAK Stanislaw (a cura di), L'educazione
salesiana dal 1880 al 1922. Istanze ed attuazioni in diversi contesti I, Roma, LAS 2007, 345-375.
CAVAGLIÀ Piera, L'educazione della donna tra interiorità e responsabilità sociale. L'esperienza pedagogica di don Filippo Rinaldi, in PRELLEZO
José Manuel (a cura di), L'impegno dell'educare. Studi in onore di Pietro Braido, Roma, LAS 1991, 505-525.
Sobre Sicilia: VENTURA Maria Concetta, Gli oratori nelle case delle Figlie di Maria Ausiliatrice di Sicilia durante il rettorato di don Rua (1888-
1910), in LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua 311-327; VENTURA, Le FMA di Sicilia educatrici nell'emergenza della guerra e del
dopo guerra (1943-1949); in LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), L'educazione salesiana in Europa negli anni difficili del XX secolo, Roma, LAS 2008,
297-310. En el mismo volumen brevísimas notas sobre la actividad oratoriana en Francia, España, Alemania. Y en particular NUÑEZ MUÑOZ
María Felipa, Misión y educación: las primeras décadas de la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en España Madrid, CCS 2006. Notas
para Colombia: PARRA P Vilma, La obra de las Hijas de María Auxiliadora en Colombia, en LOPARCO ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua 935-
949 varios pasajes. Para la temática en Italia, cf. LOPARCO Grazia, Gli oratori, “Crociata” delle FMA, in Le FMA nella società italiana /1900-
1922). Percorsi e problema di ricerca, Roma, LAS 2002, 486-526.
3
Cf Costituzioni dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate da D. Bosco, Torino, Tipografia Salesiana 1906, art. 3. En las primeras
ediciones de las Constituciones de las FMA, 1878 y 1885 (viviendo Don Bosco), el oratorio festivo era sin embargo pospuesto en el elenco a las
escuelas, a los educadores, a los jardines de infancia (Regole… 1878, tit. I, art. 2); a escuelas, orfanatos, jardines de infancia (Regole… 1885, tit.
I,
4
art. 3.). Incluso después el 1906 queda la primera obra citada (Costituzioni… 1922, tit. I, art. 3).
Cf RUFFINATO Piera, Il contributo di don Michele Rua allo sviluppo degli oratori festivi delle Figlie di Maria Ausiliatrice, en LOPARCO
ZIMNIAK (a cura di), Don Michele Rua primo succesore di don Bosco. Tratti di personalità, governo, opere. Atti del V Convegno Internazionale
di
5
Storia Salesiana ACSSA, Torino, 28 ottobre-1 novembre 2009, LAS 2010, 281-309.
6
Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1872 dal Venerabile Giovanni Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908, art. 251.
7
Cf Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1872 dal Venerabile Giovanni Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908, art. 252-257.
8
Cf Regolamenti per gli Oratori festivi e per i Giardini d'infanzia, Torino, Tip. Silvestrini & Cappelleto 1912, sezione I, cap. I.
9
Clasificación progresiva de las obras del Instituto FMA por orden de fundación, en AGFMA.
Cf FRANCO Martha, La influencia de Don Rua en las Hijas de María Auxiliadora del Uruguay (1888-1910), en LOPARCO ZIMNIAK (a cura di),
Don Michele Rua primo succesore 918-921.
10
Cf LOPARCO Gracia SPIGA Maria Teresa (a cura di), Le Figlie di Maria Ausiliatrice in Italia (1872-2010). Donne nell'educazione, Roma, LAS
2011 e MOTTO Francesco (a cura di), Salesiani di don Bosco in Italia. 150 anni di educazione, Roma, LAS 2011. Se han seleccionado cinco
fechas: 1888, 1915, 1940, 1970, 2010, individuando el número de casas, de religiosas, de destinatarios de sus obras difundidas en Italia. De
tal modo será posible estudiar semejanzas y diferencias entre las dos congregaciones. Porque los Salesianos tenían en el pasado más número
de miembros, pero menos difundidos a nivel capilar, respecto a las FMA, resulta que especialmente las oratorianas en el pasado fueron más
numerosas
11
que los chicos.
12
Cf Deliberaciones 1914, 42.
Cf Commissione Quesito 6, in Materie da trattarsi nel Capitolo Generale delle Figlie di Maria Ausiliatrice Settembre 1913, en Archivo
Generale
13
Figlie di Maria Ausiliatrice 11. 7 121.
Capitolo Generale VIII tenutosi in Nizza nel settembre 1922. Risposte Istruzioni Esortazioni del Ven.mo Sig. Don Rinaldi Filippo Rettor
Maggiore della Società Salesiana e Delegato Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Nizza Monferrato, Istituto FMA 1922,
40.
14
15
Ivi 41.
16
Capitolo Generale VIII tenutosi in Nizza Monferrato nel settembre 1922, 43.
17
Ivi 45.
18
Ivi 49-50.
Capitulo generale IX. Nizza Monferrato 1928. Risposte Istruzioni Esortazioni del Ven.mo Superiore don Filippo Rinaldi Rettor Maggiore
della
19
Società Salesiana e Delegato Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Istituto FMA 1928, 21.
Cf Capitolo generale X Tenutosi in Torino nel luglio del 1934. Risposte Istruzioni Esortazioni del Ven.mo Sig. Don Pietro Ricaldone Rettor
Maggiore
20
della Società Salesiana e Delegato Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Istituto FMA [1934] 44-45.
Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice tenutosi in Torino Casa Generalizia dal 16 al 24 luglio 1947, Istituto
FMA,
21
Torino [1947], 58-59.
22
Cf Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice 88-89.
23
Cf ivi 60-61.
24
Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice 189-190.
25
Cf ivi 204-205.
26
Cf ivi 224.
27
Ivi 225.
28
Cf ivi 231.
29
Cf Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice 130-131.
LOPARCO Grazia,, L'”ora della carità” per le Figlie di Maria Ausiliatrice a Roma, in Ricerche per la Storia religiosa di Roma 12: Chiesa, mondo
cattolico e società civile durante la Resistenza, Roma, Edizioni di Storia e Letteratura 2009, 175.
30
31
Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, 59.
32
Docente di Storia della Chiesa presso la pOntificia Facoltà di Scienze dell'Educazione “Auxilium”, Roma.
Cf Piano di Regolamento per l'Oratorio maschile di S. Francesco di Sales in Torino nella regione Valdocco (sac. Giovanni Bosco).
38 Introduzione, in BRAIDO Pietro, Don Bosco educatore, Roma, Las 19963, 108-111.
33
Cf MOTTO Francesco, Cento anni di oratorio salesiano in Italia, en Note di Pastorale Giovanile (2002)2, 17-28.
LA GENIALIDAD ApostolICA A LA PRUEBA EN LOS
ORATORIOS
DE LAS FMA EN ITALIA HASTA EL 1922

1
Los oratorios festivos como antídoto preventivo
Volver a las raíces, en la edad moderna, con el oratorio y los jóvenes son atraídos en
espacios eclesiásticos dilatados, donde con varias actividades son satisfechos en las
2
legítimas exigencias de la edad.
Don Bosco, por su parte, había intuido que la animación y el compartir el recreo crea lazos
útiles para la educación: “Es necesario que los jóvenes sean amados también en aquellas
cosas que a ellos les gustan, si se quiere que aprendan a ver el amor en aquellas cosas que
naturalmente les gustan poco”.3 L. Caimi, delineando la realidad oratoriana después de la
unificación, examina los modelos anteriores y contemporáneos a los salesianos,
evidenciando la promoción social incrementada con una serie de iniciativas insertas de
educación popular, verdadero campo de la hegemonía católica del Novecientos, a la de los
4
socialistas. Don Rinaldi, hablando a las capitulares FMA en el 1922, interpreta la
peculiaridad de la experiencia salesiana, tipo para renovar una formula ya insuficiente:
“Aquí no se trata de proveer a los niños huérfanos, sino de reparar el descuido, el
abandono en el que los jóvenes se quedan por sus mismos padres. La juventud está
en la calle, está en la plaza; y Don Bosco transporta la calle, transporta la plaza en su
Oratorio; transporta todo aquello que los jóvenes quieren, menos el mal”.5
La consigna vale también para las FMA, según las indicaciones de las Constituciones, tanto
que “en esto, ninguno debe superarle”.6 En algunas regiones del norte había habido
experiencias femeninas en los oratorios festivos, desde el Ochocientos, aunque más
modestas que las masculinas, gracias a las Canosianas, las Dominicas, las Hermanas de la
Caridad y otras. La experiencia de las FMA ha involucrado masas del todo considerables de
niñas y adolescentes, en grandes ciudades como en pequeños centros, donde los oratorios
podían constituir el único lugar de reunión. El horario salesiano femenino ha tenido valores
propios, con algunos puntos firmes y otros cambiantes en consonancia con los cambios
7
socioculturales, de los cuales varios congresos se hacían portavoces.

Aspectos de la “cuna de las obras salesianas” en los reglamentos


La posibilidad de abrir el oratorio festivo, inaugurado por las FMA en Turín en el 1876, llega a
ser una condición explicita para la aceptación de obras y viene defendida con energía o a
veces perseguida por años. Sólo gradualmente se reconoce a las chicas el tiempo libre extra
41
doméstico, que en la versión salesiana incluye la oración, la amistad y la sana diversión, el
ejercicio de actividades útiles, el apostolado.8 El reglamento para los oratorios festivos del
9 10
1895 viene incluido en una recogida de reglamentos salesianos enviados a los obispos y
párrocos de toda Italia en el 1896, para propagar el modelo salesiano. Este prevé la
propuesta femenina, no necesariamente vinculada a la conducción de las religiosas. Se
11
acompaña al reglamento de la congregación de las “Hijas del Sagrado Corazón de Jesús”.
Las bienhechoras o patronas tienen la tarea de visitar el oratorio, animar a las chicas a la
frecuencia, como también
“colocar en la escuela o al patrón aquellas que estuvieran desocupadas,
especialmente si eran pobres o abandonadas; y vigilar que las hijas del Oratorio
no estuvieran con los dueños, o maestros junto a los cuales correrían peligro para
el alma. En los convenios con los dueños o maestros, póngase siempre como
primera condición, que dejen a la alumna la libertad de santificar los días
festivos”.12
El fin de la santificación de las fiestas era inscrito en aquel general de la cristiana
educación y salvación de las niñas desde los seis años,13 y con preferencia para las más
14
abandonadas e ignorantes.
Los convenios salesianos reconocían el valor preventivo y social de la obra principal de
Don Bosco, igualmente sostenida por Don Rua, por Don Albera y Don Rinaldi.15 En los
mismos años se afirmaban las recreaciones sostenidas por la masonería y un poco más
tarde por aquellos socialistas, directos competidores de los católicos, así como
prosperaba la explotación de los menores, la marginación y la prostitución también
infantil, sobre todo en las grandes ciudades. Trabajadoras, costureras y servicio
domestico más o menos seguidas por las familias parecían las categorías con mayor
riesgo, mientras las estudiantes lo eran por las ideas comunicadas desde las cátedras.
En el Manual del 1908 se motiva el compromiso de las FMA en los oratorios como
apostolado típico, “hoy en día no es menos útil que aquel de las maestras en las escuelas,
16
porque se puede decir que para muchas chicas el oratorio es una tabla de salvación”. El
tono deja entender que no todas o por todas partes las FMA estaban dedicadas al
oratorio, que exigía sacrificios, creatividad, adaptación de espacios adecuados, y que
17
exigía también la superación de los condicionamientos sociales. La directora es la
primera responsable y al mismo tiempo debe suscitar la colaboración entre las hermanas,
en el respeto de la tradicional separación entre educandas internas y oratorianas
18 19
externas. Las educadoras deben conocer por nombre a las numerosas oratorianas,
cuidar la enseñanza del catecismo y de las asociaciones, en la edad más delicada de las
elecciones. Las funciones religiosas estaban precedidas y seguidas del recreo.20
Numerosas iniciativas renovaban la grandiosidad del ambiente, con la ayuda de antiguas
42
alumnas y bienhechoras: loterías, academias, premios, teatros, paseos, fiestas varias. Sin
embargo el medio más eficaz para la propaganda de la asiduidad eran “las maneras afables y
cordiales de las Hermanas”, a las que se les pedía “gran paciencia, caridad, benevolencia
21
hacia todas sin parcialidad”.
22
El Reglamento de 1912 asume algunas nuevas exigencias, prescribe una mayor y unitaria
organización, en base a la experiencia turinesa:
“En las ciudades más pobladas y en los centros industriales, donde las chicas están
ocupadas en las industrias, se procure tener abierto cotidianamente el Oratorio en
las horas en las que las escuelas y las fábricas se cierran, e instituir, en tal modo, las
escuelas populares diurnas y serales. Las jóvenes trabajadoras podrían tener, en
horas establecidas, lecciones particulares de corte, dibujo, contabilidad, italiano,
canto e instrucción religiosa, todo dirigido al fin de formar buenas cristianas, útiles
así mismas, a la familia y a la sociedad. Las jóvenes estudiantes, además de la
deseada recreación, podrían ser reunidas en locales apropiados, repartidas en
clases, según el número de maestras disponibles, y, bajo su asistencia, realizar los
deberes de la escuela, tener una breve lección de Doctrina cristiana y, dichas las
oraciones de la tarde, devolverlas a sus familias”.23
De tal modo el oratorio explicita su valor educativo más amplio, sin limitarse a la esfera
religiosa y recreativa en el dirigirse a las chicas del “pueblo”. La alta frecuencia induce a una
diversificación de los roles de las responsables: director espiritual, directora, vice-directora,
24
asistentes, catequistas, secretaria, bibliotecaria, portera. El oratorio no está proyectado
como separado de la parroquia, pero la posibilidad de participar en las funciones como la
dirección espiritual depende de las condiciones locales. La directora tiene la tarea de
mantener relaciones amistosas con las familias de las oratorianas, empleadores de trabajo
“con el fin de obtener su ayuda, e impedir que, en cualquier modo, obstaculicen a las jóvenes
participar en el Oratorio festivo”.25 Así con los miembros de sociedades católicas, ex alumnas
y otros de quienes se espera apoyo. Las oratorianas de confianza son potenciales
colaboradoras; se apunta sobre todo en las asistentes religiosas para seguir a cada una de las
chicas y vigilar sobre la calidad de su alegría.26 El alejamiento está previsto sólo en casos de
influjo pernicioso.
27
Se recomienda buena educación, piedad, modestia, buen ejemplo en familia y precaución
en las compañías; en cuanto a periódicos, libros, bailes teatros, espectáculos peligrosos,
prevalece una actitud de desconfianza. Al lado de las dimensiones formativas más
tradicionales, se multiplican las iniciativas, sobre todo en la ciudad, donde más viva es la
28
organización de las trabajadoras; así la obra de la ropa, la visita a las chicas enfermas. En el
Capítulo general del 1913 una comisión examina y confirma el reglamento. Los “muchos
preceptos” no son imposiciones, sino normas a concordar con las exigencias de los lugares,
43
29
de las circunstancias y de las costumbres. La línea está por tanto trazada.

Las dimensiones del “ancla de salvación” juvenil


Actualmente se pueden extraer informaciones generales de la Cronistoria de los oratorios
redactada por las Inspectorías con ocasión del centenario de la institución de la obra, en el
30
1941. La incertidumbre de las cifras reales se refiere sobre todo a los oratorios, en los
cuales la frecuencia no era obligatoria, aunque cada oratoriana tenía la cartilla de las
asistencias, preciosa de cara a los premios. Las cifras con frecuencia son de varios cientos
de oratorianas al norte y en Roma, más contenidas al sur y en las islas, pero con una
evolución que acompaña y suscita el cambio de costumbres femeninas y familiares, como
ocurrió por ejemplo en Bronte, donde en el 1880 parecía casi escandaloso o por lo menos
inconveniente que las chicas y las mismas hermanas saltaran en el patio y compartieran
alegremente los recreos, pero después de un decenio se contaban 400-500 oratorianas,
entre las cuales el párroco llamó a las catequistas para la parroquia.31
En varios ambientes sobre todo rurales, de Sicilia como del Piamonte, hasta el final del
Ochocientos se registraba incomprensión y una cierta hostilidad hacia las agrupaciones
femeninas, por lo que las religiosas debían buscar estrategias adaptadas para hacer
aceptable la novedad. En tales contextos es normal que las frecuencias estén
condicionadas por los ritmos estacionales de los trabajos; en otros lugares por las
vacaciones de verano. En el 1900 el elenco general registra cerca de 80 oratorios, en casi
todos los centros, donde entonces había también dos casas FMA, sin diferencias
percentuales entre norte, centro y sur, prueba de la voluntad de propuesta de las FMA.

Tabla 1: Oratorios de las FMA en las inspectorías italianas según las estadísticas del 1917 y
1921

Insp./Años Monferrato Piamonte Novara Lombarda Toscana Romana Sícula Italia Extranjero Total
1917 47 30 22 40 7 23 34 203 176 379
1921 46 26 23 44 8 20 30 197 150 347
Diferencia -1 -4 +1 +4 +1 -3 -4 -6 -26 -32

44
En estrecha correlación con el número global de las casas de las FMA, se nota
inmediatamente como el Piamonte y Lombardía, englobando también el Véneto y Liguria,
registran un número muy alto de oratorianas, comparable a los dos tercios sobre el total
de la península. La Lombardía tenía ya una rica tradición de oratorios parroquiales, que
agilizaba la sensibilidad de las familias, de los párrocos o de las administraciones que
invitaban a las FMA.
El número global de las oratorianas de las FMA según las estadísticas de enero 1914
asciende a 56.802 en el antiguo continente, Europa, (de las cuales 54.109 son italianas);
en el 1918 a 53.132; en el 1919 a 42.300; en el 1920 a 43.215. En varios centros lombardos,
así como en Turín y Roma, las inscritas tocan el mil. Solamente en la inspectoría lombarda
se registran 11.512 oratorianas en el 1921, es decir cerca de un cuarto del número total de
las europeas; en el mismo año 3.886 han frecuentado en la inspectoría de Novara, sobre
5.530 inscriptas.32 De otra fuente oficial sabemos que en el extremo opuesto, en Sicilia, en
33
1914 había 2.715 oratorianas, que llegan a ser 5.386 en el 1921. Los números deben
considerarse indicativos, sin embargo evocadores, al menos en proporción. En ocasiones
las FMA asumen oratorios ya iniciados, pero es mucho más frecuente que los inauguren,
entre la desconfianza, la pobreza de los medios y de los ambientes, la competición de
otras ofertas. Junto a las tradiciones locales, no es secundario el tipo de presencia de las
FMA en las diversas regiones, porque, por ejemplo, donde prevalecen los colegios y los
internados, normalmente el oratorio es menos floreciente respecto a centros en los que
el jardín de infancia y el taller o cualquier clase municipal constituyen el apoyo de los
catecismos parroquiales y del oratorio.
Con frecuencia, en la invitación de los párrocos a las FMA, se nota la preocupación por la
formación de las chicas y la esperanza de que el oratorio constituya un ancora de salvación
entre las tentaciones profanas y las ideologías que inducen al error. La misma instancia
34
mueve a las patronas o bienhechoras, como en Alexandria. Las religiosas van de
apóstoles, no sólo al turbulento Testaccio en Roma, “con el ánimo de quien mueve a una
conquista”,35 sino también en varios centros de Toscana, más bien indiferentes. No
menores dificultades ha habido en Parma y en Padova, por la novedad, como antes en
Vallecrosia, por la propaganda de los protestantes.36 Los mismos obstáculos de orden
religioso en los extremos de la península: Montaldo Bormida y Pacchino (Siracusa),
centrados en modo más general en la jornada nacional de estudio de la Unión de las
Mujeres Católicas de Italia (UDCI) en el 1922, con el elenco de las iniciativas a favor de las
chicas.37 El ambiente socialista evita los oratorios del Piamonte, desde Alessandria a Asti;
en Lombardía, donde prospera la Sociedad Humanitaria, y también en los barrios más
populares de Roma.
A parte de cualquier incidente en la capital, en el Testaccio,38 en el “bienio rojo” se registra
45
en la Lomellina una directa agresión a las oratorianas y a sus asistentes religiosas,
acompañadas por el párroco de S. Giorgio Lomellino, con ocasión de la reunión de la
juventud católica en Vigevano, el 13 mayo 1920. En la estación de Ottobiano un numeroso
grupo de chicas en tránsito y tres hermanas han sido forzadas violentamente a descender
del tranvía, golpeadas, ultrajadas, al menos una adolescente brutalmente violada,
algunas heridas y dos hermanas tiradas en el arroz (después de un tentativo de violencia);
destruida la bandera de Mª Auxiliadora.
El caso, único por la gravedad en una primavera caliente de huelgas, suscita una
repercusión nacional por la protesta de algunas secciones del Partido Popular, y las
normas de un manifiesto de la presidencia de la federación de la juventud católica en toda
la provincia. Don Luis Sturzo resalta una firme denuncia al presidente del consejo de
40
ministros el 17 de mayo y el 9 de junio, contra una cierta tolerancia de la autoridad. De
ello se deduce una correspondencia entre el ministerio del Interior y el prefecto de Pavía,
para determinar la eficiencia de los funcionarios de la seguridad pública y de los policías
(acusados de lentitud y retirada en la prevención). El 28 de mayo, telegrama de la
presidente UDCI, Magdalena Patrizi, en Nitti, para protestar contra la agresión y otra en el
Testacio, el 24 mayo.41 Los católicos reclamaban el derecho público y la libertad de
continuar la oleada también las banderas religiosas.
Las extracciones sociales de las oratorianas no son homogéneas, aunque prevalen
claramente las clases populares, también donde los internados o las escuelas son
frecuentados por chicas de familias más acomodadas. En Barcelona (ME) la escasa
integración social todavía a finales del Ochocientos provoca por algunos años dos
oratorios y dos oportunidades distintas para las chicas de familias más o menos
42
adineradas. En Sicilia el modelo oratoriano es una novedad, junto a los cuidados
capilares del catecismo para las chicas, que se injertaba en una tradición pastoral.43 Su
penetración se debe sobre todo a las dotes organizativas y a la flexibilidad de Madre
Morano que en Ali Marina como en Trecastagni y en otros lugares no teme ofrecer la
instrucción catequística a los chicos y a las chicas desde la llegada de las salesianas.44
Algunos obispos, sobre todo mons. Giuseppe Gaurino di Messina; G. B. Dusmet y G.
Francica Nava di Catania aprecian su celo, sostienen los oratorios y desean su difusión a
favor de la práctica religiosa y de la moral.45 Las Normas para el Oratorio festivo en Catania
en las varias Parroquias, fijan las condiciones no sólo sobre la calidad de la instrucción
catequística, sino también sobre la disciplina, sobre la actividad, sobre el trato
educativo.46 El cuidado de Madre Morano está certificado por la solicitud por la relación
47
anual del oratorio en las casas sículas.
La percepción creciente de que el interés de las jóvenes está desviado por el oratorio
inculca la necesidad de la creatividad con el paso del tiempo. Por esto después del 1910
46
ingresan en los salones oratorianos las máquinas cinematográficas, aquella de las
diapositivas o “proyecciones luminosas”; los grupos gimnásticos y las salas de lectura; en
algunos lugares el baile en carnaval, pero sobre todo recitales divertidos para quitar la
atención del famoso tango. Al final de 1922 el card. Cagliero nota la actualidad de las FMA,
dado que antes las iglesias estaban llenas y las calles vacías y ahora era al contrario. No
basta ya con que las religiosas recen: las hermanas deben salir de la celda porque las chicas
están fuera de casa y es necesario buscarlas y enseñarles a rezar también fuera de la
iglesia.48

El prisma de la propuesta oratoriana


La vida que pulsaba en los oratorios de las FMA envía a una descripción esencial de la
composición interna de las asociaciones y de las actividades que maduraron en los años
examinados. Una lectura fenomenológica podría poner en luz el sentido sociocultural de
tantas asociaciones femeninas, sobre todo católicas, pero ya al lado de tantas otras de
49
inspiración feminista. Tal enfoque resulta sin embargo insuficiente para sondear los
motivos religiosos y los modelos educativos subyacentes, los cuales postulan un análisis
atento del plan normativo en el impacto con la realidad. La “feminización” de la Iglesia en
Italia cruza el asociacionismo, particularmente expresado por numerosas Hijas de María,
que habían evolucionado hasta la elección de la consagración privada o en la base de
Institutos religiosos.50 Es un relevante capítulo de la historia “popular“de la Iglesia italiana,
en relación al lento declive de algunas asociaciones, y en simultaneidad con la afirmación
del nuevo modelo parroquial de la Acción Católica.51
La documentación presente en el ambiente de las FMA permite detectar algunos
problemas inherentes a la formación de las asociaciones juveniles, la relación entre la
parroquia y la propia, según la costumbre común en los Institutos religiosos. Otro aspecto
se refiere a la evolución interna del oratorio (por ejemplo la variación de las actividades en
relación con los cambios sociales: cine, gimnasia, conferencias sociales, visitas médicas
gratuitas, los casos de ayuda mutua…); la configuración y la colaboración de Celadoras, ex
alumnas y bienhechoras. Además el impacto con el ambiente, la colaboración con la UDCI
(en particular en Turín, Livorno, Plaza Amerina, y en tantos otros centros durante el
conflicto), después algunos pródromos de círculos juveniles locales, precursores de la
52
Unión Juventud Femenina Católica Italiana.
Después de varios tentativos asociativos, en el 1895 se concretiza el deseo de formar una
única asociación de las Hijas de María, comprometida sobre el árbol de la
53
Archiconfraternidad de los Devotos de María Auxiliadora, erigida canónicamente en
muchas iglesias y capillas. La solemne celebración del 25º de la asociación en el 1920, en
Turín, donde había surgido,54 es concomitante con la gradual subida de la Unión Femenina
47
de la Juventud Católica Italiana, sin embargo las dos asociaciones, a menudo se
presentan juntas en las casas de las FMA, continúan el propio camino, distinto, alguna vez
en clara competición. Junto a las Hijas de María, que en le etapa precedente a la
adolescencia eran organizadas en Asociaciones de los Santos Ángeles (o Angelitos; siete-
diez años), del Jardincito de María (diez-trece años), y secciones Aspirantes Hijas de
María, en el 1909 surge una asociación misionera, el Apostolado de la inocencia,
provocada por la dificultad de evangelización en China y defendida por Madre Marina
55
Coppa.
La devoción al S. Corazón, dejada de lado las asociación homónima, era cultivada sobre
todo a través de la entonces común Guardia de honor con “la hora de guardia”, los nueve
primeros viernes del mes y otras iniciativas.56 Para coger la especificidad de las
asociaciones de las Hijas de María es necesario establecer una comparación entre la más
difundida en las parroquias italianas, dependiente de la primaria de Roma, con sede en
Sta. Inés y nacida en el 1864,57 y la versión salesiana. Sin adentrarse en el análisis
comparativo de los manuales, se puede esquematizar la propuesta romana alrededor de
una preparación a la vida, en cualquier estado, centrada sobre la piedad y la virtud.
Prevalece un sentido de retraimiento, de deber y desconfianza hacia el mundo, formas
limitadas de apostolado. El manual de las Hijas de María de molde salesiano es más
sencillo y ágil, sin embargo fija roles y responsabilidad, algunos plazos y requisitos.
Recomienda la ayuda recíproca y la participación en algunas prácticas, sin embargo los
“deberes particulares” superan explícitamente la esfera individual, implicando a las
59
jóvenes en un apostolado activo. El compromiso de la mujer cristiana en la familia era
argumento común de los predicadores, pero según el espíritu salesiano las Hijas de María
poco a poco se hicieron participes de la misión educativa de las mismas hermanas. Más
que enseñar a desconfiar de sí mismas y retirarse, se invitaba a las jóvenes a valorizar los
propios dones para ponerlos al servicio del bien. Aunque este estilo, fundado sobre una
visión religiosa optimista, corresponda a la institución salesiana, no está adecuadamente
integrado en el clásico manual de oraciones para todas las chicas. La figlia cristiana
provveduta, trazado en el 1878 sobre el Giovane Provveduto, no presenta matices
particulares de relectura femenina de la vida espiritual.60
La exigencia de expresar una clara identidad en la Iglesia rige el intento de transformar los
varios grupos marianos en otras filiales dependientes de Turín. En el Capítulo general del
1899 se nos pidió si era conveniente aceptar la dirección de las Compañías de María
Inmaculada. La comisión, aún valorando la propuesta, individua dificultades: la
incertidumbre de poder ponerse de acuerdo con el párroco siempre o con el director de
la Compañía; el riesgo de topar con la susceptibilidad de oficiales, celadores o las mismas
hijas de la compañía; la dificultad de asistir a las chicas en los lugares habituales de
trabajo y de informarse sobre su conducta; la molestia que exigiría la necesidad de
48
acompañarlas a los funerales, procesiones; la necesidad de asistir a las chicas durante las
pruebas de canto. Se prevé simplificar los compromisos, sobre el ejemplo de la propia, o
que se acepte con algunas condiciones: la sede en casa de las hermanas; una cierta
libertad de la directora en relación al párroco o director; la compatibilidad de los usos
locales con la práctica de la vida religiosa; exonerar a las hermanas del acompañamiento a
los funerales y a las procesiones, excepto a la del Corpus Cristi y de la Inmaculada; la
delegación de la expulsión de cualquier miembro al párroco o director; la no aceptación
de la tarea de la tesorería.61 La clarificación era necesaria porque sobre todo en los
pequeños centros las FMA estaban relacionadas con la parroquia. Al inicio del siglo XX se
62
entiende incrementar la propia asociación, sin molestar a las compañías parroquiales. El
Manual de 1908 y las Deliberaciones del 1913 continúan en la misma línea.63 Todavía en el
1916 la secretaria general envía normas clarificadoras, señalando la peculiaridad de la
propuesta salesiana: simplificación de la estructura, piedad esencial y compromiso en el
apostolado.64

Un oratorio paradigmático
A través de la documentación en algunos aspectos emblemática encontrada en el archivo
65
local de las FMA de Turín, se podría perfilar una evolución práctica del modelo educativo
de las Hijas de María, que constituían la columna vertebrar del concurrido oratorio
66
urbano y una referencia para todas las otras asociaciones, sin aludir por esto a la
67
impropias generalizaciones. No solo; en la documentación turinesa se puede seguir la
evolución de la participación, en la presencia de figuras religiosas y laicas, de edad y
condiciones diversas. Se capta una oferta diferenciada a las chicas: a partir de la
utilización de las actividades, la implicación creciente en las iniciativas, en el cuidado de
grupos inferiores y en la captación de nuevos miembros, tanto de hacer pensar en un
embrionario ejercicio de democracia en la elección del consejo directivo (con la relativa
propaganda electoral, sin los resultados descontados por las queridas por las hermanas o
el director) y en la claridad sobre la gestión de los fondos de la caja.
Don Rinaldi había asumido la dirección espiritual en el oratorio en el 1907, es decir el año
después de la huelga de dos meses de las trabajadoras de las fábricas de algodón Poma,
que había demostrado una gran solidaridad económica entre los trabajadores y suscitado
68
el aumento de las aleaciones, por el desvío de la estrategia socialista. En el 1907, en
efecto, prevalece la confianza de los reformistas hacia la “nueva era” industrial turinesa
también a través del periodismo socialista, que ahorra los ataques a los patronos de las
fábricas, mientras alimenta la polémica contra las “superestructuras”, entre ellas la
Iglesia, con colores vivos que se confunden con la propaganda masónica.69 En sintonía con
los eventos de la ciudad, Don Rinaldi incrementa las iniciativas sociales, en pleno acuerdo
con la directora Sor Giuseppina Guglielminotti, hija de un desafortunado industrial de
49
70
Biella (con una implicación progresiva de la comunidad).
El amplio radio de acción oratoriano se injerta en un terreno fecundo de las fuerzas
católicas femeninas, con la ventaja de disponer a tiempo pleno de energías y
motivaciones que, mejor tematizadas por las laicas, en la concretización sufrían
mayormente algunos límites. Después de un sincero interés de las religiosas, y
71
especialmente de las FMA, no infrecuentemente la UDCI se había apoyado en los
Institutos religiosos para la ejecución de las iniciativas, tratándose de una colaboración
que en muchos casos no fue idílica.72 La sincronía y duplicación de las iniciativas es
notable, tanto entre seglares y católicas, como entre seglares católicas y FMA. En Turín
como en otros lugares varias socias de la UCDI eran ya cooperadoras salesianas y
“patronas”, por tanto no sorprende que hubiera un intercambio también de ideas,
convergiendo sobre algunas iniciativas.
Don Rua y Don Rinaldi eran los más abiertos ente los salesianos y encontraron en la Madre
General C. Daghero una caja de resonancia muy sensible a las actividades de tipo social y
al bien perseguido en general, sin perjuicio al tener que pensar de nuevo en algunas
ocasiones concretas en las que las señoras alegaban excesivas peticiones de campos de
control o las hermanas estaban estrechamente o muy atacadas a su autonomía, en
nombre del propio espíritu educativo. Las tensiones en la colaboración probablemente
surgieron por el interés de atraer a la contraparte en el punto de vista y en estrategias de
grupo. En el intento de unir las fuerzas, no falta una cierta competitividad, unida a
factores personales, pero también una visión poco clara de la específica aportación de los
seglares en la Iglesia, y de la colaboración con los religiosos y el clero.73
El oratorio de María Auxiliadora, ya titulado a Sta. Angela Merici, acoge chicas del barrio
popular de Valdocco, pero también de distritos y parroquias más distantes. A través de las
relaciones sobre el estado de las iglesias, las respuestas a los cuestionarios para las visitas
ad limina y las breves anotaciones después de las visitas pastorales, se percibe la
resonancia eclesial de la obra, mientras sobre todo “Il Momento” hace públicas las
actividades.74 Las mismas fuentes permiten una sintética contextualización, con los
consejos a los otros oratorios festivos femeninos presentes en las parroquias de la ciudad
y en aquellas de la diócesis.75
En el fecundísimo decenio 1905-'14 (porque la emergencia bélica había solicitado
modificaciones, sin alterar la variedad de las propuestas) junto a las actividades
tradicionales en el oratorio turinés de las FMA76 se habían introducido novedades: las
escuelas primarias populares por la noche, las escuelas populares de la buena ama de
77
casa, la sociedad de ayuda mutua entre las Hijas de María, una caja de ahorro para todas
las oratorianas, la asistencia médica gratuita para las socias, conferencias sociales para las
78
Hijas de María y para todas las oratorianas, la institución del Secretariado del trabajo
50
79
(1909) y antes las “Amigas de las trabajadoras” (1906), la Unión de Antiguas alumnas
(1908-9) y las Celadoras de Mª Auxiliadora,80 la escuela de gimnasia “Filiae Sion”,81 la
escuela ceciliana de canto litúrgico, la escuela de religión, ejercicios espirituales también
para las jóvenes alejadas de la Iglesia y de los sacramentos, una función para las alumnas de
las escuelas primarias, con la práctica de la comunión mensual.82 Las actividades nocturnas
83
habían pedido una adaptación de los horarios de las hermanas a aquellos de las fábricas,
como también los horarios de las misas de solemnidad no dominicales, anticipadas a la
mañana y con la oferta del desayuno a todas por parte de las hermanas, para permitir a las
oratorianas participar en la comunión solemne (dado el ayuno desde la media noche y la
distancia que no les habría permitido volver a desayunar antes de ir al trabajo).84
La guerra agudiza las necesidades de instrucción femenina, y desde el 1917 se organiza un
85
curso técnico comercial en vista de la licenciatura. Madura una actitud más segura en
confrontación con las leyes: si en el 1909 el abogado alegó que la participación en las
asociaciones no era contraria a la fe católica, en el 1919 la condesa Luda di Cortemilia
publicaba la Liga Católica Blanca, avalando la hipótesis de que en las reuniones de las Hijas
de María ve un lugar importante para la organización de las trabajadoras católicas.86
Lamenta la facilidad con la que muchas Hijas de María se inscriben en las aleaciones
socialistas, porque son más tímidas y sin una conciencia fuerte de las propias razones,
como también aquellas que frecuentan a las hermanas. Quizás se abstengan de los
tumultos, frecuenten la comunión, pero dan el nombre a la aleación socialista para evitar
perturbaciones, y quizás desconfíen de la aleación blanca apoyada por las hermanas,
advirtiendo la propuesta como una constricción, mientras la aleación blanca goza de un
87
reconocimiento público. En el corazón del “bienio rojo” se explica el deber de respetar los
principios cristianos también frente a la violencia de los adversarios y la necesidad de
organizarse “para hacerse fuertes y no ser perritos, sino luchar y combatir para defender y
salvaguardar aquellos derechos cristianos que cada Hija de María profesa y debe
88
profesar”. Don Rinaldi en el Capítulo general de 1922, casi a la coronación de un camino,
afirma la conveniencia de los sindicatos obreros en los oratorios, con el objetivo de
89
defensa, no de lucha. El fascismo habría congelado las iniciativas.
Las Hijas de María, núcleo primero de tanta presencia juvenil en el oratorio salesiano, eran
como un rasgo de unión entre lo interno y lo externo, directamente implicadas en la
90
propaganda, colaboradoras en la educación de las más pequeñas que sugerían iniciativas
útiles para enriquecer el ambiente.91
Lejos de ser un lugar de eliminación de responsabilidad como estéril pasatiempo más o
menos devoto, el oratorio trataba de ofrecer preventivamente a las chicas, obreras o
estudiantes, aquello que en el exterior habrían encontrado en forma más insidiosa, y
prepararlas a la realidad con la que deberían entrar en contacto, como los problemas
económicos y cotidianos.92 Muchas conferencias sociales estaban confiadas a la 51
personalidad destacada del movimiento católico turinés, para iluminar las tareas de la
93
mujer en la familia y en la sociedad, como también en el mundo del trabajo. Don
Rinaldi tiende a preparar para una confrontación prudente y franca con quien expresa
ideas contrarias a la religión o a las costumbres. Así también denuncia realísticamente
una materialización cada vez más egoísta de los intereses personales, a los que las Hijas
de María deben oponer la caridad. Parece que con el andar del tiempo prevalece una
mentalidad más bien conservadora, que se adapta pragmáticamente al presente, pero
pierde vigor en el afrontar con categorías culturales propositivas los retos más
profundos de las cuestiones sociales y del rol de la mujer en los varios ámbitos.
Las religiosas, en un mundo tan activo y variado, no aparecen como directoras y únicas
animadoras en el oratorio, sino un grupo de animación junto a Don Rinaldi, a las
celadoras, al capítulo de las Hijas de María. Por las fuentes Don Rinaldi aparece quizás
como verdadero motor de tantas iniciativas, a veces con mayor apertura, que
aseguraba el derecho de palabra y de propuesta también a las seglares, adultas o
jóvenes.95 Las hermanas no emergen como protagonistas en la iniciativa, pero muy
activas en la ejecución, dado que las escuelas nocturnas comprometían personas
reducidas por una ocupación a tiempo pleno. En el 1913 Don Rinaldi afirma que es
necesario a traer a las chicas con la bondad y “atractivo que satisfacen”, pero hacer
también en modo que “lleven a casa cualquier cosa útil siempre, aprendan a ser
correctas y bien educadas; enseñar a leer y a escribir, usar todos los medios necesarios
para hacer el bien”, sirviéndose también de la gente externa y colaborando con los
párrocos en los oratorios parroquiales.
En las diversas ocasiones después los superiores sugieren la experiencia típica de
Valdocco al femenino, como modelo para todo el Instituto, teniendo en cuenta de las
diferencias en los centros medios y pequeños, en las regiones italianas y en los otros
Estados. El oratorio utiliza una posición estratégica: situado en una ciudad industrial
con los signos contradictorios de la modernidad, no está muy distante de la casa madre
y directamente en contacto con la cuna del oratorio salesiano. Las actividades,
relanzadas en el Instituto, surten resonancias diferenciadas por contextos, tipo de
inserción y relativa imagen social de las religiosas, capacidades personales y
96
comunitarias.
El periodo de oro del oratorio turinés sigue inmediatamente la separación jurídica de
los salesianos, certificando una constante colaboración apostólica y la fidelidad a una
identidad religiosa que reacciona a la tendencia restrictiva que proviene de las
directivas romanas. No por caso tanto compromiso social “adaptado a los tiempos” se
inaugura en la activa Turín atravesada por corrientes ideológicas contrapuestas, bajo la
égida de los salesianos. Desafortunadamente la tipología de las fuentes, marcada por
la mentalidad del tiempo, no consiente cribar hasta el fondo la aportación ideológica y
52
eventualmente creativa de las FMA, por la fuerte y reconocida posición dominante de Don
Rua primero y de Don Rinaldi después. En caso afirmativo el oratorio de Turín-Valdocco es
ejemplar por la riqueza de la articulación, es necesario volver la mirada a contextos
diversos para notar eventualmente la inventiva de las FMA y en tal sentido la búsqueda se
hace más capilar.97

En las mallas ordinarias de los oratorios


A unos quince kilómetros de Turín, en Chieri, centro rico de manufacturas y de propaganda
socialista, como también de presencias religiosas, las FMA tenían una de las casas más
antiguas, del 1878.98 Mientras su fisonomía escolástica era bastante difícil, el oratorio era
muy popular y animado. El reto de la modernidad viene acogido por las hermanas, que
99
buscan propuestas convincentes para el ambiente y las familias, sobre todo trabajadoras:
desde representaciones teatrales educativas, a una escuela festiva de francés para las
trabajadoras iniciada en el 1909 y una contemporánea escuela nocturna, bajo la dirección
de Sor Giuseppina Guglielminotti, en breve pasada a Turín.
También en Chieri, con 300 chicas, con la ayuda de antiguas alumnas, cada día de 20:00 a
21:00 horas se alternan las actividades de los talleres (corte, confección, bordado,
plancha) con aquellas de estudio, que se prolongan el domingo, mediante la escuela
festiva para analfabetas, los cursos de caligrafía y de dibujo.100 Desde el 1920 algunas
oratorianas obreras tienen tiempo libre el sábado por la tarde, por tanto se instituye una
101
especial escuela de trabajo de las 16:30 a la 19:00. Las actividades de las FMA son
valorizadas por “La scintilla” local. La ciudad había estado entre las primerísimas (si no la
primera) en la que la asociación de las Hijas de María había sido oficialmente reconocida
como agregada a aquella de los Devotos de María Auxiliadora, instituida en la iglesia del
oratorio de Sta. Teresa en el 1894, bajo la dirección de un salesiano.102 De los numerosos
archivos sabemos que maduraron muchas vocaciones religiosas: casi cada año una o más
asociadas pasan al Instituto de las FMA, pero en parte también a las Cottolenghine,
Josefinas, Dominicas, Hermanas de la Caridad y otras.103 La creciente indiferencia religiosa
en las escuelas públicas provoca una iniciativa que supera la mentalidad de separación
entre educandas y externas: un curso de religión para las alumnas de las escuelas técnicas
y las internas, iniciado en 1922 por una profesora, Sor Maddalena Moretti, y continuado
104
después de pocas semanas por el salesiano Don Felipe Cane. En un centro rico de
sacerdotes y religiosos, de los cuales los más cercanos, además de los salesianos, eran los
jesuitas y lazaristas, resalta la elección de atribuir a una religiosa la enseñanza religiosa,
comúnmente confiada a eclesiásticos, en presencia de estudiantes, pero también el
replegarse después de una breve experiencia.
En el centro de Chieri no faltan también los conflictos intraeclesiales: mientras una antigua
53
alumna es responsable de la sección “cultura religiosa” de la UDCI, que se reúne en la
FMA, el Patronato de las jóvenes trabajadoras quita chicas al oratorio, como también sus
patronas entre las antiguas alumnas, suscitando una competición, no del todo negativa.
Con el tiempo varias chicas formadas en el ambiente de las religiosas van a engrosar las
filas de las otras asociaciones, suscitando casi amargura en las hermanas aferradas a una
visión particular del apostolado.
También en Giaveno, otro centro medio de la provincia de Turín, interesado por la
transición de las actividades agrícolas a las industriales, las FMA conjugan la oferta clásica
con las nuevas exigencias: en el taller abierto en el 1908 se aprovecha para regalar buenos
libros, medallas, folletos y prospectos para difundir entre las obreras; en la escuela festiva
asisten cada domingo cercan de doscientas trabajadoras, dividas en seis clases confiadas a
las FMA enseñantes, que entienden alejar a las chicas sobre todo de las conferencias
105
socialistas. En la relación sobre el estado de la parroquia de San Lorenzo, en el 1911, el
párroco muestra aprecio por la obra de las hermanas, pero lamenta la escasa
participación de las oratorianas en la parroquia debido a la distancia (un cuarto de hora de
camino); expresa malestar hacia los círculos juveniles socialistas y denuncia la
promiscuidad en las fábricas como causa de inmoralidad.106 Sentido de derrota y voluntad
de control no eran rasgos aislados de cualquier párroco conservador o autoritario.
Docilidad y colaboración sin perder la creatividad y el celo, como también sentido de
pertenencia a la parroquia sin desarrollar una propuesta alternativa, han connotado las
relaciones entre las FMA y los párrocos, con una gama muy variada de actuaciones.
Más allá de los confines piamonteses, el desarrollo de los oratorios festivos resiente la
tradición eclesial local. Por lo tanto son numerosos y muy frecuentados en Lombardía,
generalmente menos en las otras regiones, donde representan una lenta conquista de
reconocimiento del estar juntas educándose y compartiendo valores femeninos, sociales,
religiosos. Un espacio de gratuidad entre la institución eclesial y el estilo familiar, entre lo
público y lo privado, con iniciativas dirigidas a la elevación de la propia conciencia, no en
términos de recriminación emancipadora, sino de consciente asunción de
responsabilidad apostólica.
En el primer decenio del siglo se registra la pérdida de dos figuras salesianas significativas
en este sentido: Madre Magdalena Morano, valiente pionera en Sicilia también en el
campo oratoriano, relevante en un tiempo inconcebiblemente libre para las chicas,
restado al control familiar, especialmente para la edad de la preadolescencia; y Sor Teresa
Valsè Pantellini, la joven educada en prestigiosos internados, después asistente de las
107
terribles “trastiberinas” romanas. Eran similares a las cercanas “testaccine” que en
108
torno a los mismos años habrían puesto a prueba a otras hermanas trabajadoras. Al
inicio del Novecientos se desarrollaron varios “recreaciones” laicas en la capital, sin
54
6
109
mucha concurrencia religiosa. El popular barrio del Testaccio, objetivo de interés de los
anticlericales, masones, socialistas, protestantes, fue confiado por Pio X a la pastoral de
los salesianos, que supieron inserirse sobre todo gracias al celo y a las capacidades de Don
Lis Olivares, que en pocos años (1910-'16) supo multiplicar las propuestas asociativas,
anunciadas por el mensual de la parroquia “Vida Nueva” y sostenido por personalidades
católicas de primer plano. Las FMA, viajeras festivas desde Via Marghera por el 1909,
acompañadas por los salesianos abrieron una casa en el 1911, constituyendo un centro
femenino muy vivo, tanto por el asociacionismo oratoriano, como por el extraescolar, el
taller, los catecismos. Con ocasión del desalojo del “palacio blanco” en 1913 las hermanas
dieron prueba de apertura y solidaridad, poniendo a disposición de mujeres y niños los
propios ambientes, como sucedió también con algunas niñas refugiadas del Medio
110
Oriente y después del terremoto de Abruzzo.
Si antes las FMA habían atraído la simpatía y la beneficencia de los benedictinos de San
Anselmo y de otros por la pobreza y el celo, poco a poco aumentaba la popularidad, en un
barrio acostumbrado a la intolerancia durante las manifestaciones religiosas, una prueba
del clima encendido antes de la guerra. También en vía Marghera, a pesar de las
dificultades del ambiente,111 el oratorio toma consistencia y se articula, para responder a
las instancias de las estudiantes pero también las de las domésticas, para las cuales se
abre una escuela festiva en el 1912-'13, que en el giro de algunos años alcanza el centenar
de inscritas, unidas a las señoritas para los momentos de diversión oratoriana.112 Para la
misma categoría de trabajadoras las FMA habían sido requeridas en Asti, en el 1902, por
el obispo, que pensaba en la Obra de S. Zita para las desempleadas, siguiendo la
experiencia de Milán. En efecto en el 1904 se constituía una sociedad de mutua ayuda
entre las personas de servicio de Asti. El Instituto de las FMA constituía un apoyo, en
particular a través de un despacho de colocación y la protección de las jóvenes. En los
casos de desempleo, las FMA se comprometían a prestar asistencia y mantenimiento
113
mediante pago diario o mensual, fijado por las superioras de misma sociedad.
Entre las actividades oratorianas con frecuencia se privilegiaron las escuelas populares y
festivas, bien enraizadas en la primera tradición salesiana masculina y asumida también
114
por varios ayuntamientos italianos, entre ellos Turín. Después de la ley Orlando de 1904
para combatir el analfabetismo, hubo un potenciamiento de escuelas para adultos, más
necesarias por la emigración. El compromiso desigual de los municipios no surtió los
efectos deseados, por diversos motivos. A diferencia de las nocturnas, las festivas
estaban más dirigidas a las mujeres y a las chicas, pero en muchos casos eran poco
115
frecuentadas, casi desiertas sobre todo en algunas provincias sículas. La relación
Corradini del 1910 todavía lleva a cabo algunas dificultades y propone incentivos.116 Ya en
los años anteriores las FMA habían ofrecidos escuelas festivas, especialmente en el
Piamonte; en el segundo decenio del siglo se difundieron, con frecuencia unidas a los
55
7
Tabla 2: Escuelas festivas para chicas y jóvenes adultas analfabetas de las FMA en las
117
inspectorías italianas según las estadísticas del 1917 y 1921

Insp/
Monferrina Piamontese Novarese Lombarda Toscana Romana Sícula Italia Exterior Total
Años
1917 2 5 7 12 2 3 2 33 27 60
1921 3 7 8 12 2 4 - 36 23 59
Diferencia +1 +2 +1 - - +1 -2149 +3 -4 -1

Se nota como la atención sea ulteriormente potenciada en el norte, donde las leyes sobre
la obligación escolástica habían encontrado mejor aplicación, mientras no se afirma en el
centro-sur y en Sicilia. En el sur los condicionamientos sociales existen, hasta impedir casi
tales iniciativas, con las motivaciones adoptadas en una relación contemporánea,
elaborada por la secretaria inspectorial, no sícula.118 La simple presencia de 33 y 36
escuelas festivas diseminadas en Italia al final del periodo estudiado confirma la solicitud
de las FMA hacia las chicas más carentes de instrucción, como elemento integrante de la
formación propuesta tanto en espacios lectivos, como en los oratorios.

Oratorio al tamiz: elementos de revisión


En el Capítulo general de 1905 se denuncia la deficiencia de la enseñanza del catecismo en
el oratorio y se propone formar grupos no superiores a 20-25 miembros. Se espera la
ayuda de las oratorianas más instruidas, y sobre todo de las Hijas de María, también para
prevenir la dispersión unida a los cambios de las religiosas. Se especulaba anticipar
especialmente la llegada de la nueva directora del oratorio, con el objetivo de conquistar
más la confianza de las oratorianas.119
En la formación del personal adecuado para el oratorio, se prevé el tirocinio de las
novicias, sin pensar que pudiera ser poco regular, tratándose de “una obra importantísima
de caridad hacia las chicas”.120 Este es un verdadero campo de prueba para el espíritu de
sacrificio y generosidad, además del equilibrio afectivo, más necesario en un ambiente
espontáneo. Era proverbial el cuidado de la pureza querido por Don Bosco (hasta la
prohibición de coger del brazo y similares), y esto era observado, tanto más porque el
oratorio era frecuentado por muchas preadolescentes y adolescentes, naturalmente
abiertas a relaciones emotivamente intensas. En varias ocasiones, Don Rinaldi recuerda
que “la dignidad debe ser moderada con la bondad”, porque una actitud rígida no suscita
121
confianza. Al contrario, la eficacia de la “palabrita al oído”, es expresión de una atención
personalizada e incisiva, que hace lenguaje comunicativo la palabra y el silencio, la sonrisa
122
y la mirada de la educadora.
56 Los oratorios, junto a los internados son los ambientes más fecundos de vocaciones
religiosas y por esto exige personal adecuado y de buen ejemplo, como también escuelas
de religiosas y círculos de cultura, para maestras y señoritas instruidas.123
En las cartas circulares del oratorio se conecta sobre todo a la calidad de la enseñanza
catequística; en el 1915 Marina Coppa anima a la escuela festiva. La insuficiencia de las
religiosas sugiere la implicación de las antiguas alumnas sensibles a una obra de “tanta
124
importancia” para “el beneficio religioso, intelectual y moral” de tantas jóvenes.
Elementos jamás disyuntivos para las FMA, para el logro de los cuales se llaman a recoger
muchas energías femeninas, procedentes de las diversas clases sociales. En el 1916, la
fiesta de la Inmaculada suscita la invitación a combatir “de buena forma,
convenientemente” las licencias de la moda. Rápidamente después de la atención se
apuesta sobre un punto “altamente educativo”: el recreo, en los grupos del oratorio o en las
clases. La responsabilidad directa queda para la asistente, sin embargo se subraya la
dimensión coral de todas que, en la diversidad de roles, mejor manifiesta el ambiente
educativo querido por Don Bosco.125 El subrayado anticipaba un mayor desarrollo del tema
en 1917, cuando se debate la centralidad del espíritu de familia, y se comparte
ampliamente la reflexión sobre el sistema educativo, propuesta por Don Rinaldi en Nizza, a
petición del superior, preocupado por la fidelidad al fundador.126 En septiembre del mismo
año, mientras las religiosas son presionadas por la emergencia bélica que no deja entrever
el final y multiplica las obras, la madre general sostiene el compromiso extraordinario de
expansión, pero al mismo tiempo invita a permanecer en el “propio surco”, sin
fragmentarse en excesivas iniciativas. Con franqueza señala evitar trabajar en modo
genérico, para trabajar según el espíritu de Don Bosco, para retomar el estudio personal;
invita a dedicarse sobre todo a la juventud, en las casas y en los oratorios.127 Si por tanto el
oratorio, que no era sólo recreación y funciones religiosas, es considerado un punto
imprescindible también frente a las emergencias de asistencia sanitaria, esto afirma la
centralidad del cuidado de la juventud, en la forzada disgregación y reorganización de las
familias. La dosis va más allá en el mes sucesivo, en el que se auspicia un “despertar de
entusiasmo y celo”, justamente mientras en Caporetto el ejército italiano sufre la derrota y
el alto coste de vidas agudiza el malestar social. El oratorio, por lo tanto, es la obra retenida
más fecunda según el pensamiento original, que le asigna la tarea de regeneración del lugar
donde surge: “Impedir un mal posible es siempre un gran bien”.128
Las objetivas dificultades logísticas inducen a confirmar que el oratorio no es ante todo un
lugar material. Aunque sin medios, el principal atractivo es la persona de las educadoras,
depositarias del secreto del éxito. Este consiste en las buenas maneras, es decir en la
acogida imparcial y amable de las chicas, en el ingeniarse para “tenerlas agradablemente
ocupadas”, en interesarse por su verdadero bien, aconsejarles y ayudarles siempre y
maternalmente. Se mira, por tanto, a una relación humanamente rica, que encuentra o
inventa espacios y ocasiones de crecimiento. En el 1918 continua la petición de calidad en la
129
educación, en el Sistema Preventivo y el año siguiente, marcado por la epidemia española 57
que había diezmado varios oratorios, Madre Marina Coppa se centra sobre las virtudes
necesarias a las educadoras y advierte que el valor del sistema educativo de las FMA “no
está en la fuerza de los reglamentos, en el absolutismo de los mandatos, en la severidad
que castiga cada agresión de culpa; sino en la mayor o menor perfección de la Caridad y de
130
la Vigilancia”, que requieren firmeza. La recuperación iniciada después de que comenzó
la guerra es gradual e incierta.
La revisión sobre las obras en el Capítulo general VIII lamenta una cierta decadencia de los
oratorios. La comisión encargada de estudiar las causas señala algunas dependientes de
las hermanas, otras de factores externos. En las hermanas se encuentra una disminución
de afecto por tal obra grande y humilde al mismo tiempo, que exige abnegación, espíritu
de sacrifico; pero se observa también deficiencia de personal adecuado, cansancio, falta
de preparación. A veces se verifican escasos resultados, a pesar de la presencia de buenos
sujetos, porque “falta dirección, o quizás dificultades por sentimientos humanos, o poca
131
visión de futuro, por aquellas mismas que deberían ser su ejemplo, guía, estímulo”, es
decir las directoras.
Los motivos externos que alejan a las chicas del oratorio son sus mayores exigencias: La
excesiva libertad y sobre todo los círculos de Juventud Católica Femenina. Esta causa,
“muy lamentada, pero quizás no estudiada suficientemente”. La comisión capitular no
discute sobre la existencia de estos círculos, que son respetados y favorecidos por el
hecho de que son queridos por el Papa y apoyados por el mismo Don Rinaldi. En la
profundización extrae que ellos no sólo no pueden obstaculizar el normal funcionamiento
del oratorio, sino que al contrario pueden incrementarlo con tal de que se respeten
algunas condiciones: la directora debe conocer y respetar el reglamento de las
participantes a los círculos, así como dejarles la libertad debida, sin reticencias.132 El
malestar deriva parcialmente de la afirmación de la acción católica, advertida en muchos
casos casi como entidad en competición con la tradición oratoriana. En otros términos
sabemos que se necesita cambiar y tratar de ponerse al día, en verdad sin excesiva
fantasía. Así, en efecto, aparece por los votos de la comisión: que despierta el celo y el
amor por la “obra vital y característica” del Instituto, sencillamente sobre la base del
Manual y de la carta de Don Albera sobre los oratorios festivos; que se forme personal
adecuado, “según las exigencias de los tiempos”, aceptando sólo en esta obra la presencia
activa de las novicias de segundo año; que se haga el oratorio cada vez más atractivo con
varias diversiones y sorpresas (con particular referencia a las sociedades gimnásticas y a
los círculos de educación física, muy en boga); que se concilie la acción del círculo con la
marcha del oratorio; que sobre todo se cultive en las jóvenes una sólida piedad con una
eficaz instrucción religiosa, para hacerlas cristianas convencidas, capaces de obedientes
133
renuncias.
Otra revisión, esta vez local, proviene en 1923 de la inspectoría sícula. En una relación se
58 134
describe la actividad de los círculos de CFCI presentes en las casas. Pero sobre todo
interesa la relación sobre el “desarrollo de los oratorios y de las Escuelas de Religión”,
quizás en vista al VII congreso sobre los oratorios. Lo resume la experiencia oratoriana en
Sicilia, donde, a pesar de las dificultades sociales, algunos centros son florecientes, sin que
por esto se ahorre una autocrítica y votos para incentivar la obra, señalando las causas más
radicadas: ”Esperamos que también para Sicilia llegue el día en el que la mujer no sea
tenida como esclava; sino gozando de una bien entendida libertad, pueda gozar de las
ventajas morales, a las que tiene derecho en la sociedad. Solamente entonces los oratorios
femeninos de Sicilia podrán tener un mayor incremento y extender sus acciones de
135
bien”.

En conclusión
Las propuestas indican un intento de adaptación a las exigencias, pero sin transformar más
radicalmente la propia relación con la parroquia y con sus nuevos horizontes sobre el
contexto juvenil. Quizás las FMA, en nombre de una estática fidelidad al espíritu de don
Bosco, quedan relacionadas a un esquema de asociacionismo ya inadecuado, mientras
saben abrirse a nuevas actividades. Es verdad que las asociaciones salesianas pretendían
expresar una dimensión apostólica, más allá que de piedad o moralidad, sin embargo el
Instituto comenzaba a cerrarse, a defender la propia identidad con detrimento de la
apertura a la novedad de la Iglesia italiana, antes del reto fascista. La comisión sícula había
puesto en el centro la exigencia de atención personalizada, la dedicación continua y
creativa: “Inútil y nocivo por lo tanto es hacer hoy sólo lo que se hizo hace un tiempo, es
decir no querer llevar las innovaciones útiles en orden adecuado al espíritu de los tiempos
también en nuestros oratorios”. En otros términos aquel espíritu del tiempo que tan
fácilmente se estaba dispuesto a condenar en ambiente católico, en referencia al oratorio
provocaba respuestas nuevas.
El empobrecimiento de humanidad, oculto por la difusión de valores más inmediatos y
materiales, relacionados con el progreso y la afirmación individualista, hacia menos
apetecibles los valores tradicionales, quizás también más profundos, pero menos
llamativos. El desinterés por la auténtica comunicación humana, la persecución de
intereses particulares y de grupo, la apertura hacia el hedonismo y las nuevas costumbres
sociales, el progresivo distanciamiento generacional en atención al presente, han sido
dificultades o retos para educadores que en el oratorio más que en otros lugares se
proponían como amigas y guías de niñas y jóvenes cada vez menos tuteladas en familia,
cada vez más a merced de otros reclamos en la sociedad.136

Grazia Loparco137 FMA

59
1
El texto, con algunas variaciones y cortes en la documentación, reanuda LOPARCO Grazia, Gli oratori, “Crociata” delle FMA, in LOPARCO,
Le Figlie di Maria Ausiliatrice nella società italiana (1900-1922). Percorsi e problemi di ricerca, Roma, LAS 2002, 486-526. El volumen
contextualiza esta obra al de la propuesta educativa de las FMA en una precisa situación histórica. La bibliografía ha sido actualizada. Las
informaciones relativas a los oratorios en Italia pueden ser completadas por datos documentarios específicos para decenios y regiones
ahora disponibles en LOPARCO SPIGA (a cura di), Le Figlie di Maria Ausiliatrice in Italia (1872-2010). Donne nell'educazione, Roma, LAS
2011, donde se habla de la macro categoría Oratorios-grupos, passim.
2
El oratorio ha sido individuado como una de las estructuras socioculturales portantes de la Italia unida, junto a otras, como la plaza, el café y la
taberna, la parroquia, la naja, la mafia, la reunión, la huelga general, el cine. Cf TASSANI Giuseppe, L'oratorio, in SNENGHI Mario (a cura di), I
luoghi della memoria. Strutture ed evento dell'Italia unita. Roma Bari, Laterza 1997, 135-172.
3
MB XVII 110.
4
Cf CAIMI Luciano, Il contributo educativo degli oratori e dell'associazionismo giovanile, in PAZZAGLIA Luciano (a cura di), Cattolici, educazione
e trasformazioni socioculturali in Italia tra Otto e Novecento, Brescia, La Scuola 1999, 629-696 y PIVATO Stefano, I cattolici e l'istruzione, in
GENOVESI Giovanni LACAITA Carlo G. (a cura di), Istruzione popolare nell'Italia liberale. Le alternative delle correnti di opposizione, Milano,
Franco Angeli 1983 126-139.
5
Capitulo General VIII realizado en Nizza Monferrato en septiembre 1922. Rispote Istruzioni Esortazioni del Ven.mo Sig. Don Rinaldi Filippo
Rettor Maggiore della Società Salesiana e Delegato Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Nizza Monferrato, Istituto FMA
1922, 42-43.
6
Capitolo Generale VIII, Risposte, Istruzioni 43.
7
Los congresos de los oratorios festivos se tuvieron en el 1895, 1902, 1907, 1911, 1921. Sobre los oratorios femeninos, cf. VASCHETTI, Suor
Luisa Gli oratori festivi delle Suore di Maria Ausiliatrice nell'Argentina, in Manuale direttivo degli Oratori Festivi e delle Scuole di Religione.
Appunti, S. Benigno Canavese, Sc. Tip. Salesiana 1903, 142-146.
8
Mientras Don Bosco en Turín se había ocupado de los chicos iniciando el tiempo libre, M. Mazzarello en Mornés había comenzado por un
taller, al que había añadido los alegres paseos a San Silvestre y las funciones religiosas. Para Don Bosco como para M. Mazzarello la sana
diversión no era fin a sí misma, sino en función del crecimiento, con una constante atención a la vida sacramental.
9
Cf Regolamento dell'Oratorio festivo femminile, Torino, Tip. Salesiana 1895. Este presenta mucha afinidad con el masculino. Cf Regolamento
dell'Oratorio S. Francesco di Sales per gli esterni, Torino, Tip. Salesiana 1894.
10
Cf La educazione cristiana della gioventù. Regolamenti varii per oratori festivi e congregazioni, Parma, Tip. Vesc. Fiaccadori 1896. Don Rua
motiva el don por la imposibilidad de implantar oratorios salesianos según las peticiones, invitando a proveer directamente. Cf ivi 1-4.
11
En particular cf. Regolamento dell'oratorio festivo femminile e Regolamento per la Congregazione delle Figlie del Sacro Cuore di Gesù, Torino,
Tip. Salesiana 1894. Era la primera asociación del oratorio femenino, promovida por Sor Elisa Roncallo FMA, después sustituida por las Hijas de
María.
12
Regolamento dell'Oratorio… 1895, cap. II, art. 3-4.
13
Cf ivi cap. I, art. 1.
14
Cf ivi, cap. IV, art. 2-3.
15
Para Don Albera el oratorio era la “piedra angular de nuestra Obra”, y retenía superables las dificultades de los medios en la medida en que se
acogiese la expresión de don Rua: “El Oratorio festivo está en ti”. Cf Carta circular (de ahora en adelante L.C.) de Don Pablo Albera. Torino, 31
enero 1913.
16
Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1972 dal Venerabile Giovanni Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908, cap.II art. 251.1
17
Cf ivi, art. 252. En la circular a los salesianos ya citada, Don Albera espera que cada casa debería tener también más de un oratorio. Cf L. C. Don
Albera, Turín, 31 enero 1913. En efecto por ejemplo en Roma, las FMA de Via Marghera fueron al Testaccio para el oratorio festivo, antes de
abrir la comunidad.
18
Cf ivi, art. 253-255.
19
Cf ivi, art. 256-257. En la escuela era habitual usar solamente el apellido, por lo que el uso del nombre en un ambiente religioso y numeroso
quitaba la distancia de la formalidad.
20
Cf ivi, art. 261- 263.
21
Ivi, art. 266-268.
22
Regolamenti per gli Oratori festivi e per i Giardini d'infanzia, Torino, Tip. Silvestrelli & Cappelletti 1912.
23
Cf Regolamenti, sección I, cap. I.
24
La secretaria era la encargada de una ordenada documentación a través de diversos registros. Cf ivi, cap. VII. En el archivo de la casa de Turín,
María Auxiliadora, se encontró tal documentación, si bien incompleta y más abundante desde la mitad de los años Veinte, mientras en los
otros archivos locales consultados quedan pocos elementos.
25
Ivi, cap. III.
26
La asistente, frente a una oratoriana melancólica, inquieta, está invitada a circundarla de cuidados para ganarse su confianza, sin
abandonarla hasta verla alegre y tranquila. Cf ivi, cap. V. Don Bosco estaba convencido de que la serenidad es signo del estado de gracia y el
chico debía ser ayudado a recuperarla o mantenerla.
27
Cf ivi, sección III Regolamento delle Oratoriane, cap. I.
28
Cf Relación de la comisión capitular sobre la cuestión 6, 22 septiembre 1913, en Archivo General de las FMA (de ahora en adelante AGFMA),
11.7/121; Deliberación del Capítulo, p. 42, n. 26.
29
Cf Relación de la comisión sobre la cuestión 9, 18 septiembre 1913, en AGFMA 11.7/121.
30
En el 1941 se extiende en las 11 inspectorías italianas la Cronistoria de los oratorios. Cf ISTITUTO FILGLIE DI MARIA AUSILIATRICE, Cronistorie
degli Oratori festivi, dattiloscritti, in AGFMA.
60
6
31
Cf las relaciones anuales sobre el oratorio festivo de Bronte del 1892 al 1911 (11 en total), en Archivo Inspectorial Catania (de ahora en
adelante AIC), carpeta “Crónica del Oratorio”; Bronte, in ISTITUTO FIGLIE DI MARIA AUSILIATRICE, Cronistorie degli Oratori festivi. Ispettoria
Sicula “S. Giuseppe” 21-23.
32
Cf las estadísticas de las inspectorías y aquellas generales.
33
Las cifras se toman de la relación inspectorial a la secretaria general, que a su vez deben enviar la relación a la S. Sede. Cf ISPETTORIA SICULA
S. GIUSEPPE, Risposte al questionario per la Relazione al I gennaio 1913 a tutto dicembre 1915; cf ISPETTORIA SICULA S. GIUSEPPE, Risposte
al Questionario per la relazione dal 1º Gennaio 1919 a tutto il 31 dicembre 1921,in AIC.
34
Un comité de señores en el 1898 se comprometió a sostener a las FMA, con una subscripción trienal de 5 liras, para sustraer de los peligros
de inmoralidad a las chicas, educarlas a las virtudes cristianas y de amas de casa, para santificar las costumbres públicas. Cf Carta circular ms
del Comité promotor, dirigida a las señoras y con recomendación autógrafa del obispo, mons. Giuseppe Capacci, Alessandria, 2º abril 1898,
en Archivo Instituto María Auxiliadora Alessandria.
35
Roma (Testaccio) Istituto Santa Cecilia, in ISTITUTO FIGLIE DI MARIA AUSILIATRICE, Cronistorie degli Oratori festivi, Ispettoria Romana S.
Cecilia 26.
36
En los folletos pronto aparecía: “Atención, atención habitantes de Vallecrosia y alrededores. ¡Ciertas cosas negras que habitan una casa
dicha María Auxiliadora, tienden insidias y emboscadas a vuestras hijas para pervertirlas! Citado en Bordigliera, in ISTITUTO FIGLIE DI MARIA
AUSILIATRICE, Cronistorie degli Oratori festivi, Ispettoria toscana-ligure “Spirito Santo”, 7.
37
Se subraya la difusión de dos asociaciones juveniles de origen estadounidense que atentaban a la fe católica y hacen obras en contra del ser
italianos: l'Ymca y la Y.W.C.A. (Young Women's Christian Association). Cf COTTO Serapia, La preservazione della fede in riguardo al
Protestantesimo, in UNIONE FEMMINILE CATTOLICA ITALIANA, Atti delle giornate nazionali di studio 1922, Roma, Ind. Tip. Romana 1922, 9-
29.
38
Il Corriere dell'Italia del 3 abril 1910 ofrece una versión de lo acaecido, en directa oposición a la narración de parte de lo publicado hace
algunos días por el Messaggero. Cf [s.s.], La teppa anticlericale al Testaccio. I fatti di ieri incredibilmente travisati del “Messaggero”, en
Corriere d'Italia” 3 abril 1910.
39
Cf LUCCHINI Alessandro ZERBIN Lorena, Il bienio rosso, in Annali di storia pavese (1986)12-13, 29 en particular.
40
L'Araldo Lomellino (periódico de la diócesis de Vigevano) del 21 mayo dedica amplia atención a los hechos, titulando Bestias rojas de
Ottabiano, cobardes y asesinas, nosotros os execramos!. Don Sturzo , denuncia la gravedad del ataque “donde se ha llegado a pegar
brutalmente a un Sacerdote y a agredir a indefensas hermanas que fueron golpeadas, desnudadas y tratadas en modo desvergonzado y
finalmente tiradas en el arroz”. Cf cartas de don Luis Sturzo, Roma, 7 mayo y 9 junio 1920 al presidente del consejo de ministros, en el Archivo
Central del Estado, Ministerio del Interior, Dir. Gen. PS, Div. AA.GG. RR., 1920 b. 74. En el AGFMA 15(904)17 se conserva una relación del
episodio, que interesó a cerca de 200 oratorianas y FMA de Ottobiano, S. Giorgio, Lomello, Mezanabigli.
41
Cf telegrama de Maddalena Patrizi , 28 mayo 1920, al presidente del consejo de ministros F. Nitti, en ivi. La marquesa Maddalene Patrizi
Gondi (1866-1945), se ocupó de la Obra nacional del patronato y mutua ayuda para las trabajadoras en Roma y en el 1917 sucedió a
Gustiniani Bandini en la presidencia de la UDCI. Cf TANARA Maria Grazia - PATRIZI GONDI Maddalena, en Dizionario Storico del Movimento
Cattolico Italiano III/2, 633-634.
42
Cf relación ms sobre el oratorio festivo para los años 1899-1900 y 1905, en AIC, carpeta “Cronaca Oratorio”; Barcelona, in ISTITUTO FIGLIE
DI MARIA AUSILIATRICE, Cronistorie. Ispettoria sícula 14-16.
43
Cf ZITO Gaetano, Educazione della donna in Sicilia tra Otto e Novecento. Le Figlie di Maria Ausiliatrice e Luigi Sturzo, Roma, LAS 2002.
Alrededor de la actividad de Magdalena Morano cf. CONGREGATIO PRO CAUSIS SANCTORUM, Catanen, Beatificationis et Canonizationis
Servae Dei Magdalenae Catharinae Morano Religiosae ProfesaeIstituti Filiarum Mariae Auxiliatrics (1847-1908). Positio super Virtuibus.
Sumarium. Romae, Tip. Guerra 1978: MAZZARELLO Maria Luisa (a cura di), Sulle frontiere dell'educazione. Maddalena Morano in Siclia
(1881-1908), Roma, LAS 1995.
44
En Ali Marina se conserva un Costumiere dell'Otratorio, una Biografia Oratorio festivo, y el Registro delle Figlie di Maria. Se describe la
distribución en las clases según el grado de escolaridad e instrucción religiosa. Se ha estado atentas a cuidar la buena educación; se advierte
que “las más mayorcitas no era necesario obligarlas a tomar parte en los juegos de carreras, salto, etc. pero raramente invitarlas, porque en
tal modo participaban gustosas y se evitaban miles de inconvenientes. De ordinario es preferible entretenerlas enseñándoles o haciéndoles
repasar un canto, iniciar una amena conversación en la que se puede tener campo para narrar un hecho edificante, corregir las ideas falsas
que algunas podrían exponer, introducir la lectura del boletín Salesiano; sacar a luz la fuente de ciertos defectos, dar buenos consejos
alrededor de un sujeto cualquiera, en síntesis educar moralmente a las jovencitas”. Costumiere Oratorio Alì Marina, ms, in Archivio Casa Alí
(ACA). El cuidado catequístico de los chicos, raramente, viene motivado por su insistente petición.
45
María Luisa Mazzarello, examinando la acción catequística de Morano, señala su compromiso en el oratorio con particular referencia a la
educación a la fe; no menciona las Normas para el Oratorio en Catania, diversas de los Avisos y normas para quien está con chicas, a través de
las cuales se intuye el esfuerzo de inculturación de la experiencia piamontesa, puesta en marcha por todo el Instituto en la casi
contemporánea publicación del Reglamento del Oratorio femenino, del 1895. Cf. MAZZARELLO, L'azione catechistica di Maddalena Morano
nella diocesi di Catania (1881-1908), in EAD. (a cura di), Sulle frontiere 141-195, y específicamente pp. 160-163.
46
El Reglamento se compone de 37 artículos. Es un tentativo de adaptar la institución a la realidad sícula, en relación al catecismo, a las
funciones, al juego, a los cantos y a las academias, a la lengua italiana, a los premios, a la práctica sacramental. Cf Quaderno dell' Oratorio.
Norme per l'Oratorio festivo in Catania presso le varie Parrocchie, quaderno ms di 13 pp., cartella “Cronaca Oratorio”.
47
Una carta circular enviada por Madre Morano a las directoras en 1900, recuerda el art. 167 de las Deliberaciones, con peticiones puntuales
sobre la marcha del oratorio, el elenco de los cooperadores, las inscripciones a las Lecturas Católicas (cf. copia de la carta de M. Morano a las
directoras, 30 julio 1900, encontrada en ACA). Algunas relaciones ms de las directoras en AIC, carpeta “Cronaca Oratorio”, sirven para
conocer el estilo de la animación, pero sobre todo la mentalidad y los usos locales, la escarsa sensibilidad de los bienhechores y, con
61
7
frecuencia, los mismos párrocos, a pesar de la invitación de los Obispos, sobre todo del Francisco Nava.
48
Cf los apuntes manuscritos de las conferencias del Card. Cagliero a las novicias, 22 noviembre 1922, en el Archivo Inspectorial FMA Roma
(AIR).
49
Cf TARICONE Fiorenza, L'associazionismo femminile italiano dall'unità al facismo, Milano, Unicopli 1996.
50
Los acontecimientos de las nuevas Ursulinas relacionados con Giuseppe Frasinetti y relacionado con las FMA han sido estudiados por
PORCELLA María Francesca, La consacrazione secolare femminile. Pensiero y prassi in Giuseppe Frassinetti, Roma, LAS 2004.
51
El volumen del P. Gaiotti sobre el movimiento católico femenino y el estudio de C. Dau Novelli sobre la Unione Donne Cattoliche d'Italia
(UDCI), no indagan sobre la conexión entre las nuevas formas asociativas y las anteriores. Aunque estas fueron centradas sobre la formación
personal y concedieron poco al apostolado, constituyeron no raramente la pelvis de la que atrajeron las socias de la Acción Católica femenina.
Cf GAIOTTI DE BIASE Paola, Le origine del movimiento cattolico femminile, Brescia, Morcelliana 1963 [II ed. 2000]; DAU NOVELLI, Cecilia
Società, Chiesa e associazionismo femminile. L'Unione fra le donne cattoliche d'Italia (1902-1919), Roma, A.V.E. 1988, GAIOTTI DE BIASE
Paola, Roma, Studium 2006.
52
En el oratorio de las FMA de Borgo San Martino en el 1903 surge la escuela de religión y en el 1908 el círculo católico “S. Juana de Arco” por el
salesiano Don Grigorio. Las chicas fueron las primeras propagandistas de Acción Católica. Análogas iniciativas se realizaron en la zona. Cf
Borgo S. Martino, en Cronistorie degli Oratori. Ispettoria monferrina 29-31. Algunos años después en Roma, en la parroquia S. María
Liberadora, se elabora el estatuto del círculo S. María Liberadora, concordado entre consejo inspectorial de las FMA, directoras y párroco. Cf
verbal 7 noviembre 1912, en Vebali Consiglio… 1011 1915, en AIR.
53
Cf CAPETTI Giselda, Cenni storici sulle Pie Associazioni Giovanili dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice (o salesiane di S. Giovanni Bosci),
Torino, Scuola tip. Privata FMA 1958, 3-15. Pronto se imprime el reglamento: Regolamento della Associazione di Maria Santissima Ausiliatrice
per gli Istituti ed Oratori festivi femminili, Torino, Tip. Salesiana 1897; Piccolo Manuale dell'Associazione di Maria Ausiliatrice per le giovinette,
a cura di F. Maccono, Torino, Librería Ed. Società Buona Stampa 1910; Piccolo Manuale delle Figlie di Maria inscritte nella Confraternità di
Maria Ausiliatrice, Torino, Tip. S.A.I.D. 1914.
54
Cf Le Figlie di Maria Ausiliatrice nel 25º aniversario della loro fundazione sotto gli auspici dell'Ausiliatrice. Ricordando… 8 dicembre 1895- 8-
12 dicembre 1920, Torino, SEI 1920. Las socias turineses eran 940, con una media anual de 36 nuevas inscritas.
55
Cf L'Apostolato dell'Innocenza nei suoi primi 25 anni di vita tra le Figlie di Maria Ausiliatrice 1909-1934 [pro manuscrito], [Torino], Sc. Tip.
Privata FMA 1934.
56
Aun quedando viva la devoción al S. Corazón, se evitaban manifestaciones públicas que en aquellos años sonaban políticamente
provocadoras. Cf por ej. MENOZZI Daniele, Devozione al Sacro Cuore e instaurazione del regno sociale di Cristo nella Chiesa ottocentesca, in
Emma FATTORINI (a cura di), Santi, culti, simboli nell'età della secolarizzazione (1815-1915), Torino, Rosenberg & Sellier 1997, 161-194; DE
GIORGI Fulvio, Il culto al Sacro Cuore di Gesù: forme simboliche, forme politiche nei processi di modernizzazione, in ivi 195-211.
57
El filón jesuita de las Congregaciones marianas, modelado sobre aquel masculino, permanecía centrado sobre la santificación personal
mediante una espiritualidad cristológico-mariana y el apostolado. En el 1847 el Señor Etienne, superior general de los Señores de la Misión,
introducía en las escuelas de las Hijas de la Caridad en Francia una asociación difundida también en Italia; en continuidad con la Pía Unión de
las Hijas de María Inmaculada, la Pía Unión de las Hijas de María bajo el patrocinio de la Virgen Inmaculada y de S. Inés surgía la obra de don
Alberto Passèri, de los Canónicos Lateranenses. Pronto llegó a ser centro de todas las Pías Uniones locales.
58
Cf Manuale Grande ad uso delle Figlie di Maria compilado por el Rev.mo P. Abad D. Alberto Passèri Vic. Gen. De'canonici Reg. lat. Con l'
aggiunta di Indulgenze e Privilegi accordati dal regnante Pontefice Leone XIII, Roma, Desclèe, Lefebvre e C. 189935. La primera edición del
manual es del 1867.
59
Prevalece el hacerse hábiles en la enseñanza del catecismo (cf. Piccolo Manuale, cap. XVI, art. 2), el compromiso del buen ejemplo en familia
y el cuidado espiritual (art. 3), la difusión de la buena prensa, pero “sobre todo tengan en el corazón salvar a las chicas del peligro de perder la
inocencia; […] prestar su trabajo en la asistencia y en la instrucción de las Oratorianas bajo la guía de la directora, o en la parroquia bajo la guía
del párroco” (art. 6-9).
60
Cf BOSCO Giovanni, la figlia cristiana provveduta per la dei suoi doveri religiosi, Torino, Società Editrice Internazionale 1920 [edizione
consultata; la prima era del 1878]. Había muy pocas variantes respecto a la versión para los chicos (por ej. alguna referencia a la vanidad y al
respeto humano que deben evitarse).
61
Cf la IV propuesta de las relaciones de las comisiones de estudio del IV Capítulo general, en AGFMA 11.4/113.
62
Cf la relación sobre el sujeto Oratorios, de la VII comisión, en AGFMA 11.5/121. Para las ex oratorianas se propone una asociación de
antiguas alumnas, concretizada después de algunos años. Cf verbal 16 septiembre 1905, en Verbali adunanze capitolari, en AGFMA
11.5/131.
63
Cf Manuale… 1908, art. 312-315. El VII Capítulo general modifica así el art. 313: “Es de gran provecho a la piedad y a la moralidad entre las
alumnas la Compañía de las Hijas de María, por ello se instituirá en cada casa o colegio, procurándose la canónica erección y agregación a la
Primaria de Turín”. Deliberazioni del VII Capitolo 18.
64
Madre Clelia Genghini explicita: donde hay libertar de implantar la asociación se prefiera la propia, mientras que donde ya florece una
unión agregada a la primaria de Roma, sostenerla y transformarla gradualmente. Posiblemente admitir las nuevas según el “Piccolo
Manuale“e informar a todas la devoción a Jesús Sacramentado, a María, al espíritu de apostolado. Establecer la asociación de los Devotos de
Mª Auxiliadora. Verbal 24 febrero 1916, en Verbali delle adunanze II, in Archivio Ispectoriale Torino (AIT).
65
Por el 1900 se registran 1000 presencias, más o menos, con una punta de 1600 en el 1919. Incluso reduciendo a la mitad estas cifras, Siguen
siendo muy relevantes y sin precedentes en instituciones afines. Cf Oratorio “Maria Ausiliatrice. Via Maria Ausiliatrice, 1, Torino. Manuscrito,
en Archivio Casa Maria Ausiliatrice, Torino (ACT). Sobre este oratorio, cf. Alessia CIVITELLI, L'oratorio delle Figlie di Maria Ausiliatrice a Torino
Valdocco all'inizio del '900, en GONZALEZ Jesús Graciliano LOPARCO Grazia MOTTO Francesco ZIMNIAK Stalisnaw (a cura di), L'educazione
salesiana dal 1880 al 1922. Istanze ed attuazioni in diversi contesti I, Roma, LAS 2007, 345-375.
6
62
66
Don Rinaldi detecta el objetivo directo de la pureza sobre todo hasta los 13 años y después estimula a dar frutos de “dulzura, amor y caridad”.
Una misteriosa Thea pone en cuestión el modelo de mujer, a favor de la mujer “fuerte de ánimo y carácter”. La donna forte, autrice Thea, en Le
Figlie di Maria 26-27.
67
Cf LOPARCO Grazia, Cenni storici sull'ispirazione mariana in istituzioni educative del XIX secolo, in DOSIO Maria GANNO Marie MANELLO Maria
Piera MARCHI Maria (a cura di), Io ti darò la Maestra…”. Il coraggio di educare alla scuola di Maria, Roma, LAS 2005, 241-262.
68
Con el cierre de las fábricas de algodón Poma, en Turín por primera vez las “organizaciones clericales se pusieron abiertamente al lado del
patrón”. Cf SPRIANO Paolo, Storia di Torino operaia e socialista. Da De Amicis a Gramsci, Torino, Giulio Einaudi 19725, 131.
69
P. Spriano describe el cambio reformista del 1906-'07, en el cual el anticlericalismo llega a ser el motivo principal de la propaganda socialista. Cf
ivi 154-155.
70
El oratorio por su apoliticidad se aprovechaba de todos las aportaciones útiles a su fin, incluso con cortes de tejidos que la empresa Poma
enviaba para los premios. Si por una parte esto parecía probar la unión entre la burguesía paternalista y los católicos turineses, por otra va unido
a que en el oratorio se tenían conferencias a favor de las leyes católicas (formas incipientes de sindicato) y de la seguridad. Como ejemplo: el 1
mayo 1909, aún siendo día ferial, en el oratorio se organiza una “Fiesta de trabajo” alternativa. Cf crónica 1 mayo 1909, en Cronaca dal 1908.
71
El interés de las FMA por las prospectivas del UDCI está probado por la participación de Madre Daghero en la I semana social. Se reconoce a las
FMA una “intuición verdaderamente moderna” en la educación. Cf UNIONE FRA LE DONNE CATTOLICHE D'ITALIA, Atti della I Settimana Sociale
tenutasi a Torino nei giorni dal 6 all'11 Aprile 1913, Biella, Tip. Unione Biellese 1913, 84-87.
72
En Roma queda la correspondencia de la presidenta de la UDCI con las responsables locales. Las FMA colaboraron en varias sedes, como en
Livorno y en Piazza Armerina. Cf il Fondo Giustiniani Bandini, in Archivio Generale Ordine dei Predicatori (AGOP) XIV GIB 106/2.
73
Cf DOTTA Giovenale, La nascita del movimiento cattolico a Torino e l'Opera dei Congressi (1870-1891), Casale Monferrato, Piemme 1999, 6-7;
288-289.
74
En la relación sobre el estado de las Iglesias, D. Roberto Riccardi, párroco en “María Auxiliadora”, en el 1912 menciona en el oratorio de las FMA,
frecuentado por unas 700 chicas (como aquel masculino), una floreciente escuela de religión, el cuidado de sus catecismos y la frecuencia
sacramental. Cf la relación de D. Roberto Riccardi, Torino, 27 novembre 1912, in Archivio Archivescovile di Torino (AAT) 8.2.34, ff. 116-119.
75
Cf Relazioni sullo stato delle chiese 1899-1921), in AAT 8.2.34; 8.2.35; 8.2.36. Las FMA tenían un oratorio festivo también en el municipio de
Lingotto y otros siete centros en la diócesis.
76
Las prácticas de piedad y de instrucción religiosa son enumeradas en 22 puntos, sumando novenas, triduos, ejercicios espirituales,
procesiones; ensayos y premios de catecismo; conferencias distintas a los miembros de las asociaciones; retiro mensual para las Hijas de María;
funciones de los I viernes; catecismos parroquiales y festivos para las oratorianas; catecismos cotidianos cuaresmales para las escuelas
municipales De Amicis e Sclopis; escuela de religión. Como obras anexas, las representaciones dramáticas y las más recientes cinematográficas,
los paseos anuales, la biblioteca circular, la propaganda de buena prensa, tómbolas mensuales para las más asiduas, vacaciones de verano para
las oratorianas en estaciones climáticas. Cf reunión del capítulo de las Hijas de María, 28 abril 1914, en Cronaca dal 1908 al 1914.
77
El registro con los elencos de las socias de la caja de ayuda mutua fundada en 1905 reporta año por año hasta el 1920 el número de las inscritas,
la cuota entregada, como también el número de socias beneficiadas y los días subvencionados (a L. 0,50 y hasta el máximo de 1 L.). A las socias,
entre 60 y 70 años, se agregan las socias honorarias, que pagan una cuota superior, y desde el 1911 también las “Bienhechoras”, el registro
comprende el periodo 1905-'23, y se encuentra en ACT.
78
A través de la crónica oratoriana se conocen las inscritas y las cifras. Por ejemplo, en el 1913, sobre 300 inscritas, el movimiento de la caja era de
31.515.21. Aumentaron después. Cf Cronologia delle Figlie di Maria.
79
Las “amigas” o patronas debían ayudar a las oratorianas a buscar trabajo. Funcionó discretamente el Secretariado del trabajo. Como una
oficina de empleo para varias decenas de chicas.
80
Las Celadoras de Mª Auxiliadora era un grupito de Hijas de María que emitieron los votos privados en 1917. Habían sido dirigidas por Don
Felipe Rinaldi ayudado por la directora FMA. Después de la Provvida Mater Eccesia (1947) surgió el Instituto secular de las Voluntarias de Don
Bosco. Cf ISTITUTO SECOLARE “VOLONTARIE DI DON BOSCO”, Documenti e Testi V Quaderno Carpanera”. Le conferenze spirituali di Don Rinaldi
alle Zelatrici di M.A. (1917-1928). Edizione integrale con note, Roma, Tip. Poliglota Vaticana 1980.
81
El grupo de gimnasia “Filiae Sion” había sido fundado en el 1914. En el 1920 los varios grupos comprendían 657 miembros; además de las 499
de Turin “María Auxiliadora” distribuidas en 10 grupos, había todavía 40 “Filiae Sion” en Bertoulla, 40 en Chieri, 40 en Turin Lingotto, 14 en Matti
Turinese y 14 en Moncalieri. Surgieron en otros varios oratorios, hasta la difusión del modelo fascista, pero las turineses eran sin duda las mejor
organizadas y las más numerosas. Cf el fascículo del 23 mayo 6 junio 1920, en ATC. Los ejercicios físicos y la gimnasia, retenidos medios
educativos eficaces por Don Bosco (para los chicos), al inicio del siglo fueron valorizados por el movimiento católico. El deporte rescataba así la
imagen del católico “flaco y débil” teorizado por Nietzsche. Cf PIVATO, I cattolici e l'istruzione 136-139 y BONETTA G., Corpo e nazione, Milano, F.
Angeli 1990.
82
En las Actas de la primera semana social de la UDCI se puede captar el ambiente que hace de fondo a las iniciativas de las FMA y otras cuyo fin es
a dar respuesta a las necesidades femeninas.
83
En el 1911 el horario era dispuesto así: lunes y jueves: costura y bordado; martes: canto; miércoles, viernes y sábado: planchado; miércoles y
viernes: italiano y contabilidad; sábado: caligrafía; domingo: dibujo, francés, cocina. Cf crónica 16 octubre 1911, en Cronaca dal 1908.
84
La crónica de la comunidad de Turín registra puntualmente la consistencia del desayuno y el número de oratorianas. También cuando la
comunidad sufre estrechez económica no deja de procurarles tal beneficio.
85
Cf crónica 8 de noviembre 1917, en Cronologia delle Figlie di Maria.
86
La ley blanca, católica, se había difundido al inicio del Novecientos, simultáneamente con la crisis económica del 1906-'08, conectada a los
encendidos conflictos entre los masones, socialistas, exponentes del pensamiento libre y católicos. El acercamiento entre ellos y los liberales,
había hecho desencadenarse a los más radicales. Rossi nota que la tesis de los católicos sobre la colaboración social y sobre la tutela de las clases
inferiores por parte de las superiores, parecía actuarse en las instituciones creadas por la mano de obra femenina, “en la que el elemento obrero
63
7
estaba casi siempre sujeto por una dirección burguesa y aristocrática en la que las reivindicaciones jurídicas sociales pasaban a segunda
línea respecto a aquellas morales y educativas. La misma propaganda para la organización se desarrollaba, más que en los lugares de
trabajo, en las reuniones de las Hijas de María o junto a varios conventos de hermanas”. ROSSI Mario G., Le origini del partito cattolico e la
lotta di clase nell'età liberale, Roma, Ed. Riuniti 1977, 194.
87
Un cuaderno de los verbales y conferencias tenidas a las Hijas de María se encuentra en el AGFMA. Las informaciones completan aquellas
de la Cronaca dal 1908 al 1914 y la Cronologia delle Figlie di Maria. Don Rinaldi invita a hacer sentir la propia voz, porque: “Reclamad lo
justo, pero no perdáis la honestidad”. Verbali delle Conferenze delle Figlie di Maria Ausiliatrice [dal 1912 al 1921], en AGFMA 62.43. Hijas de
María Auxiliadora son aquí las Hijas de María, que tuvieron una denominación más bien oscilante por algunos años, en relación a la
Asociación de los Devotos de María Auxiliadora. Una publicación parcial de tales conferencias en MAGGIO Stefano (a cura di), Lo spirito di
Don Bosco nel cuore del beato Filippo Rinaldi. Conferenze e scritti, Torino, SEI 1990.
88
Cronica 3 agosto 1919, en Cronologia delle Figlie di Maria.
89
Cf Capitolo Generale VIII 36.
90
En 1916 se inaugura por ej. entre algunas Hijas de María y otras oratorianas la “Aleación de la alegría”, para llevar animación, vivacidad y
amistad al oratorio. Equipada de estatuto propio y de un capítulo, cada capitular asume la responsabilidad de al menos siete compañeras.
Cf reunión del 20 de agosto de 1916, en Cronologia… 1914-1919.
91
Cf conferencia de Don Rinaldi a las hermanas de la casa madre, 19 febrero 1917, en AGFMA, carpeta Rinaldi: conferencias I.4123-121.
92
El objetivo de la pequeña caja de ahorros era de educar a la economía; con el incentivo de los intereses, insinuaba la constancia, la
previsión.
93
La documentación está en la crónica del oratorio, de la comunidad religiosa y en los verbales de las conferencias de las Hijas de María.
94
Cf Verbali delle Conferenze, sobre todo en las conferencias del 1919-1921.
95
Muchos testimonios en el proceso de canonización vertieron sobre el compromiso de Don Rinaldi en el oratorio femenino de Turín. Cf
SACRA CONGREGATIO PRO CAUSIS SANCTORUM, Taurinen. Canonizationis Servi Dei Philippi Rinaldi Sacerdotis Profesi ac rectoris maioris
Societatis Sancti Francisci Salesii. Positio super Virtuibus, Roma, Tip. Guerra 1985.
96
En la Inspectoría romana, por ejemplo, se invita a trabajar con prontitud, animando el inicio de las escuelas populares, sobre el modelo de
aquella de Turín. Cf carta de Eulalia Bosco a las directoras, Turín, 18 enero 1910, en AIR.
97
Es oportuno la confrontación entre las fuentes internas y externas, de archivos diocesanos y civiles, así como de la prensa.
98
El “tóxico del socialismo” se avale del recreo educativo, de las conferencias de prensa, para infiltrar sobre todo en la juventud “el espíritu
de irreligión, de insubordinación y de ningún respeto ni a Dios ni a los hombres”. Relación de la parroquia Colegiata de S. María de la Scala,
en Relazione sullo stato delle Chiese 1899-1921 [1922?], in AAT 8.2.35, Chieri, f. 316, y más en general ff.306-323.
99
En el número único con ocasión del 25º del oratorio brilla la sensibilidad hacia el mundo obrero. Cf Allori e Gemme. In memoria delle Feste
Giubilari nella Chiesa di Maria Ausiliatrice. Chieri 1904, Torino, Tip. S. Giuseppe degli Artigianelli [1904].
100
La inauguración de las actividades nocturnas había pedido un cambio de horario a la comunidad religiosa, retardando el horario de la
cena a las 22:00 h. La redactora de la crónica anota que las hermanas cumplen con satisfacción el nuevo trabajo “porque tienen la ocasión
de enseñar con la confección y el bordado la práctica de la virtud”. Cf crónica 17 febrero 1910, en Cronaca … S. Teresa di Chieri.
101
Cf ivi 17 enero 1920.
102
Cf el recurso al Arzobispo de Turín Don Giovanni Branda, director del oratorio de Sta. Teresa, del 7 junio 1894; la copia ms del Regolamento
dell'Associazione dei Devoti di Maria SS. Ausiliatrice y el documento de erección por parte del arzobispo de Turín, Davide de los condes
Riccardi, 9 junio 1894, en Archivio Casa FMA Chieri (ACC).
103
Cf Registro generale delle Figlie di Maria, que comprende desde 1889 al 1971, en AAC. Sobre 162 asociadas hasta el 1922, 8 fueron
expulsadas, 34 llegan a ser FMA; algunas entran en otros institutos religiosos.
104
Cf crónica 30 noviembre; 16 diciembre 1912, en Cronaca … S. Teresa in Chieri.
105
La crónica afirma la diligencia de la directora, pero se lamentan contrastes y malentendidos, quizás con el párroco. Cf crónica 21 enero
1908; marzo 1908, en Cronaca … Giaveno.
106
Cf Relazione sullo stato delle chiese, Giaveno parrochia S. Lorenzo martire, en AAT 8.2.36, ff. 54-70. La relación del párroco Antonio
Delbosco tiene fecha 31 diciembre 1911. Sobre 7.187 habitantes, hay cercan de 200 oratorianas, 400 chicas de los catecismos entretenidas
por las hermanas antes y después de la lección con los juegos y las funciones litúrgicas, y un grupo de alumnas de la escuela festiva.
107
Sor María Genta, directora en los primeros años en Trastevere, testimonia la transformación de las chicas: “Los mejores caracteres que yo
haya conocido, entre los sicilianos, los vénetas y los piamonteses ¡los mejores son los romanos! [sic]. Francos, sinceros, sin subterfugios o
dos caras. Es una cuestión de saberlos conocer y llevarlos a lo mejor de sí”. Cuaderno ms de Sor Genta, titulado: Memorie di sr. Genta: Casa
di Roma “Trastevere”; Casa di Napoli “Vomero”, redactado en Villa Salus, Torino Cavoretto, marzo 1939, en AGFMA 15(899)08. Reconoce
que sólo el celo de Sor Valsè la había retenido en la renuncia al oratorio.
108
Sobre la situación religiosa de Roma, incorporada a través de la visita pastoral, cf. Fortunato IOZZELLI, Roma religiosa all'inizio del
Novecento, Roma, Ed. Di Storia e Letteratura 1985, 19-45; 149-317. El párroco di Sta. Dorotea manifestaba la urgencia de encuentros
después de la escuela y de un lugar recreativo para los chicos para quitarlos de los protestantes. Cf ivi 285.La situación del superpoblado
Testaccio hacía pensar a un centro de mala vida y de anticlericalismo, cf ivi 256.
109
La Guía de la beneficencia describe las recreaciones romanas anejas a las escuelas cívicas como instituciones filantrópicas con el fin de
“educar a los jóvenes en los sentimientos patrióticos y liberales; reflotar la fibra; animarles en las virtudes civiles; quitarlos de la calle y
procurarles una recreación útil y ; ayudar a los más pobres en los modos más convenientes”. Angelica DEVITO TOMMASI, Guida della
beneficenza in Roma, Roma, Tip. Dell'Unione Coop. Ed. 1907, 284. En el Testaccio en el 1907 el abogado Domenico Orano estaba
organizando una escuela profesional femenina, para bordado, confección, plancha y cocina. Cf iv 382. La relación Corradini del 1910
denuncia la carencia de recreaciones. Las más prósperas parecen aquellas de Roma. Cf Camilo CORRADINI, L'istruzione Primaria e Popolare
64
6
in Italia. Le sorpresa di un'inchiesta ufficiale. Relazione presentata a S.E. il Ministro della Pubblica istruzione dal Comm. Dott. Camillo Corradini
Direttore generale per l'istruzione primaria e popolare completamente riassunta e chiarita da Beniamino Rinaldi ed Emidio Agostinioni, Milano.
Vallardi 1910, 94.
110
Los salesianos se habían ido al Testaccio en el 1901 y poco después construyeron la parroquia S. María Liberadora. La Santa Sede confiaba a los
nuevos Institutos la pastoral en las zonas periféricas, consideradas verdaderos lugares de misión (cf. IOZELLI, Roma religiosa 228-229). Las
crónicas de la casa FMA, sobre todo de los primeros años, evocan con gran vivacidad la pobreza y el celo; las relaciones con la parroquia y los
otros institutos religiosos, con los guardianes de la seguridad pública, con los comités femeninos.
111
CfCONIGLION Carmelina E, Presenza salesiana nel quartiere romano di Castro Pretorio (1880-1915), en Ricerche Storiche Salesiane, 3(1984)1,
3-91.
112
Al inicio del 1024 es elaborada una relación por la hermana que había sido asistente del grupo y recorre brevemente las etapas de desarrollo.
Cf Relazione di sr. Giusseppina Campo a M. Eulalia Bosco circa la Scuola festiva al Gruppo Serve-cameriere, Roma, 29 gennaio 1924, ms, en
AGFMA 15(891)15.
113
Cf la correspondencia entre D. Francesco Mora, cura de la catedral de Asti y la superiora general en el 1902-'04 y la copia ms con algunas
correcciones del Statuto della Società di Mutuo Socorso tra le persone di servizio di Asti sotto l'invocazione di Maria Ausiliatrice, en 37 artículos y
otro folio ms con las condiciones de participación de las hermanas en la sociedad de mutua ayuda, en AGFMA 15(902)17.
114
El ayuntamiento de Turín había publicado en 1897 los programas para las escuelas elementares y nocturnas. Cf MUNICIPIO DI TORINO,
Istruzioni e programmi per le scuole serali elementari. Anno 1897, Torino, Tip. Eredi Botta1897; ID., Programmi per le scuole festive elementary.
Anno 1897, Tip. Eredi Botta 1897.
115
Una relación del director general Giriodi, del 26 junio 1907, del MPI, ofrece un cuadro variado de las escuelas nocturnas y festivas en el año
escolástico 1905-'06. Las clases activas fueron menos de aquellas autorizadas, y la frecuencia resultaba inferior en las regiones meridionales y
en las islas. En general mientras en las nocturnas era muy bajo el número de las mujeres inscritas, en las festivas prevalecía sobre aquél de los
hombres. Cf MINISTERO DELLA PUBBLICA ISTRUZIONE, Le scuole serali e festive nell'anno scolastico 1905-906 (Estratto del Bolletino Ufficiale del
15-22 Agosto 1907), Roma, Tip. Dita L. Cecchini 1907.
116
Cf. L'Istruzione Primaria 41-46.
117
De otra fuente inspectorial se toma que en el 1921 estaban todavía activas, una escuela nocturna (60 alumnas) y una festiva (55 alumnas). Cf
Quadro riasuntivo delle opere [anno 1921], con estadísticas resúmenes, en un fascículo mecanografiado, en AIC.
118
La secretaria inspectorial, sr. Arnaud, esboza algunas características de mentalidad: “En Sicilia las costumbres del país no permiten la escuela
nocturna y mucho menos la escuela festiva; en general las niñas y las jóvenes no salen de día y tanto menos de noche si no son acompañadas por
el padre y por los hermanos; y porque la mujer en Sicilia es todavía muy dada a la vida familiar y al trabajo femenino, por consiguiente no siente la
necesidad de aquella cultura que en los grandes centros industriales y obreros pone a la joven en grado de cumplir con mayor perfección y
también con mayor beneficio sus deberes de empleada y trabajadora. Así ni siquiera es costumbre el deporte femenino, que en las ciudades del
norte constituye uno de los atractivos principales de nuestros Oratorios, en la estación primaveral y veraniega. Por el clima caluroso del verano,
aunque más suave en los países de mar por el aire del mar, los Oratorios en Sicilia (en la estación del verano) no se llenan hasta las cuatro de la
tarde, permaneciendo hasta aquella hora la gente en sus propias casas para preservarse de los ardores del sol tropical. También por este motivo
las chicas no son muy amantes de correr y saltar, prefieren los juegos sentados, el canto y las alegres conversaciones con las Asistentes, hacia las
cuales son muy respetuosas y afeccionadas. El buen fondo de sentimiento religioso del alma siciliana, hace fácil el cultivarlo en las jóvenes sea de
los Oratorios como de las escuelas y es un medio para atraer las posibilidades de bien, que serán de fecunda actividad en la vida práctica y en la
consecución del fin al que Dios llama a cada alma. La índole siciliana retrata mucho su tierra: inteligencia despierta e imaginación ferviente;
sentimiento vivo y corazón ardiente; fácil a la ira y al perdón; actúa más por impulso instintivo que por deliberación. El clima que en verano es
muy caluroso hace en general a las personas poco resistentes a la fatiga; los sicilianos aman apasionadamente las flores, la música, el canto y
esto, también en los cantos populares tiene siempre una nota prevalentemente dulce y melancólica. El lenguaje hablado de los isleños, también
en las familias señoriales es el siciliano, con variaciones según el lugar: se dice que eso sea el neo-latino con modos, formas y voces del antiguo
dialecto sículo-dórico con tractos de la lengua árabe, española y francesa”. Cf [Marina Arnaud], Cenni sull'origine e sviluppo dell'Ispettoria Sicula
[1922] , manuscrito en 14 pág. En AIC.
119
Commissione VII, en Lavoro commissioni capitolari, en AGFMA 11.5/131.
120
Commisisione VII, en Lavori commissioni capitolari, en AGFMA 11.5/121.
121
Don Rinaldi invitaba a no tener miedo a querer y saber recibir el bien de las chicas, porque los riesgos concretos de inmoralidad eran
extremadamente reducidos. Cf conferencia de Don Rinaldi a las hermanas de la casa madre, 19 febrero 1917, en AGFMA, CARPETA “Rinaldi:
conferencias” 1.4123-121.
122
Sobre la comunicación entre las oratorianas y las educadoras, cf PASTORINO. Paolo, L'opera salesiana in Vercelli. Monografia compilata nel
50º della consacrazione Santuario-Basilica di Maria SS. Ausiliatrice in Torino-Valdocco, Vercelli, Unione Tipografica Vercellese 1918, 35.
123
Pregunta 2.21 septiembre 1913, en Verbali delle adunanze capitolari.
124
En la carta se indican también los textos de LOSIO G, publicados por La Escuela: I primi passi all'Amica della Lavoratrice para las clases de II y III;
L'Amica della Lavoratrice para las clases elementares superiores. Cf L. C. n. 4, 24-2-1915. En el 1918 se vuelve a indicar el mismo medio para
tentar a la frecuencia, dada la urgencia de saber tener la correspondencia y la simple contabilidad doméstica. Cf L. C. n. 38, 24-4-1918.
125
Cf L. C. n. 23, 24-11-1916.
126
Cf L.C. n. 25, 24-1-1917; n. 28, 24-4-1917.
127
Cf L. C. n. 32, 24-9-1917.
128
CF L. C. n. 33, 24-10-1917.
129
Cf por ej. la L.C. n. 39, 24-5-1918 y las siguientes, sobre varios aspectos de la relación educativa.
130
L. C. n. 52, 24-7-1919.

65
7
131
Anexo n. 7, en Allegati al Verbale del' VIII Capitolo generale. Anno 1922, en AGFMA 11.8/130.
132
“Sepan la directora y sus ayudantes disimular la pena que podría ocasionarles la aparente o real independencia de las pertenecientes a los
círculos. La directora, si es preguntada, sea larga en consejos, de animación y de ayuda; les conceda generosamente la sala, para sus
reuniones, el teatrito para sus recitales y las favorezca siempre, por cuanto le sea posible, convenciéndose de que será muy ventajoso si el
círculo tiene la sede en nuestra casa. En tal modo las chiquitas se afeccionarán cada vez más a nosotras, a nuestras obras y en las diversas
circunstancias, nos serán de válida ayuda y eficaz cooperación”. L. cit.
133
L. cit.
134
La relación se centra sobre la actividad de dos grupos: en Calatabiano, para la regulación de muchos matrimonios, la práctica sacramental,
el catecismo, el cuidado de las iglesias; en Martina Franca sobre todo para sanar “la plaga moderna de las malas lecturas”. Cf I Circoli Cattolici
nell'Ispettoria Sícula. Agosto 1923, foglio doppio ms. In AIC.
135
La secretaria inspectorial, piamontesa, nota que los oratorios en Sicilia no se desarrollan como en el norte, por las costumbres locales
restrictivas, sin embargo los catecismos parroquiales florecen más que en ningún sitio. Para el oratorio son necesarios locales adaptados; una
escuela festiva para las analfabetas, la implicación de las oratorianas para el juego, la asistencia, el catecismo; y paseos, competiciones de
gimnasia, escuela de canto, etc.”Ya está probado que la novedad es necesaria para atraer a la juventud”. Para las chicas mayores desea la
escucha y la guía, “santa misión de apostolado realizado en el silencio, pero quizás la más fecunda de bien que no se publica en conferencias y
otros medios por más óptimos que sean, pero más bien generales para poder llegar al alma de cada una”. Voti e proposte, en Brevi cenni di
relazione sullo svolgimento degli oratori e delle Scuole di Religione, Acireale, 9 marzo 1923 [dattiloscritto, ad opera di sr. M. Arnaud, incaricata
dalla Commisione], in AIC.
136
Una relación de 1922, presentada en la jornada nacional de estudio de la UDCI, delinea el cuadro de la situación de las jóvenes, estudiantes
y obreras, después de la guerra. Con preocupación la autora cita los peligros para la moral, en las ocasiones de encuentros, en los cines, en la
moda y en los bailes, en los libros, periódicos, impresos y manifiestos. Cf PORAZZI BOSIO, Legislazione, opere e mezzi per la difesa e la
redenzione delle giovani pericolanti e cadute, en UNIONE FEMMINILE CATTOLICA ITALIANA, Atti delle Giornate 124-144.
137
Docente de Historia de la Iglesia en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium”, Roma.

66
6
Un entorno educativo con propuestas multiples y diferenciadas.
La identidad del Oratorio-Centro Juvenil
promovido por la revista Da Mihi Animas (1953-1990)

Introducción
El vínculo del oratorio con la revista Da Mihi Animas (DMA) es evidente desde el origen de
la publicación. DMA nace en noviembre de 1952 con la intención de sostener la praxis
educativa y la acción catequística de las Hijas de María Auxiliadora (FMA) comprometidas
en los oratorios; explícito desde este punto de vista es el subtítulo: Notas salesianas de
vida de Oratorio.1

Por sus características de inmediatez y practicidad, se convierte en un punto de referencia


para las religiosas que trabajan en los oratorios de las Inspectorías italianas y de otros
naciones, logrando en el mismo tiempo la aprobación de otros agentes pastorales que no
están estrechamente relacionados con el ambiente y la tradición salesiana. Ya en octubre
de 1953, casi un año después de su publicación, Carolina Novasconi, consejera general,
interviniendo en la carta circular de la Superiora General recomienda su utilización a las
educadoras para cualificar la praxis educativa en el oratorio.
“El 'Da mihi animas" es
- Una ayuda didáctica inmediata para que la Asistente del Oratorio, incluso con
muy poco tiempo disponible, pueda cada domingo vestirlo de fiesta.
- Presenta las iniciativas prácticas y concretas que se llevarán a cabo en los cuatro
domingos del mes.
- Presenta una lección de catecismo sencillo y documentado, para las Asistentes,
que durante la semana tienen poco tiempo para hacer la búsqueda obligatoria
para esta importantísima enseñanza.
- Ayuda a la labor de formación de las adscritas a las Compañías religiosas y
particularmente la Pía Unión de las Hijas de María.
- Presenta una lista de juegos y pasatiempos que constituyen una novedad para
todos los domingos.
- Es un indicador valioso y competente para aconsejar lecturas y los teatros a
realizar.
- Incluye nuevas canciones, alegres, originales, educativas”. 2

A través de las páginas de la revista se puede identificar los diferentes rostros del oratorio y
el dinamismo de una identidad que evoluciona con el tiempo y se confronta con la cultura,
3
especialmente con aquella educativa y pastoral del post Concilio.
Es importante recordar que en 1964 DMA se convierte en el órgano oficial del Centro
69
7
Catequístico Internacional y, a través de sus páginas, los miembros del Centro proponen
una formación sistemática con profundizaciones y estudios divulgativos sobre la calidad
de la catequesis y la vida del oratorio, sobre la búsqueda de modalidades adecuadas para
4
la transmisión de la fe.
Después la revista es expresión del Centro Internacional de Pastoral Juvenil y acompaña a
las FMA en la asimilación de los contenidos del Concilio Vaticano II, en la búsqueda de un
planteamiento unitario de la acción pastoral y en la asunción de una mentalidad de
proyecto.
A partir de los años Setenta, DMA contribuye a la reflexión y a las elecciones
programáticas que el Instituto madura en el campo de la Pastoral Juvenil y que
encuentran la más inmediata traducción operativa en el oratorio.
En esta fuente es posible rastrear junto a las preocupaciones formativas del consejo
general del Instituto FMA también el progresivo cambio de la praxis que caracteriza el
ambiente educativo objeto de estudio de este seminario internacional. La revista DMA,
en el curso de los años, publica numerosas experiencias que muestran la asimilación
lenta pero constante de las orientaciones del gobierno, en particular, de las consejeras
generales más directamente involucradas en la misión y después de 1975 de la consejera
5
para la Pastoral Juvenil y sus consultoras.

El oratorio festivo: ambiente prioritario de la acción educativa


El oratorio festivo es la única tipología considerada por la revista hasta 1970 y es el lugar
prioritario donde se desarrolla la acción educativa en fidelidad al método de Don Bosco.
El ambiente educativo donde se valora la vida asociativa de acuerdo con la tradición
salesiana, que se sirve del juego, el teatro, la música y los paseos para integrar la
formación humana y cristiana.
Si se consultan las propuestas formativas de las Pías Asociaciones Juveniles se constata,
de hecho, que son utilizadas como modalidades operativas la conferencia, por lo general
mensualmente, y las reuniones semanales, que prevén reuniones sobre diferentes
temas: moral simple, comportamiento correcto y el conocimiento de las verdades del
cristianismo.6
El oratorio, entorno privilegiado al que se han unido las asociaciones juveniles, es "la obra
7
educativa a la altura de los tiempos, [...] escuela de oración y de virtud”. Lugar en el que
combate el materialismo ateo y se funda la fidelidad a los principios de la fe y de la moral;8
trabajo que propone actividades formativas a través de la catequesis, las reuniones de las
Pías Asociaciones Juveniles y experiencias de tipo lúdico-recreativas.9

70
6
La necesidad de un programa adecuado y una buena organización de las actividades son
requeridas repetidamente por la revista, a través de la rúbrica Prever. Los cuatro domingos
10
del mes durante todo el año acompaña a las distintas actividades del oratorio.
En los meses de verano, además del oratorio festivo se promueve el oratorio ferial dirigido
a las chicas que no tienen la oportunidad de participar en las colonias, otra modalidad
típica de los años Cincuenta y Sesenta para el entretenimiento formativo de la juventud
durante las vacaciones de verano.11
Acerca de la identidad del oratorio en un artículo de 1955 dice:" ¿Qué es el oratorio? Es una
casa donde se aprende a conocer, amar y servir a Dios, donde se juega y se está alegre,
donde se aprende a amar a todos y para experimentar la alegría de servir a la Iglesia y al
12
Papa”. En otro texto, de 1960, el oratorio se describe como una palestra de vida, ventana
abierta sobre el mundo. La autora del artículo señala:
“En él las almas jóvenes vienen a vigorizarse en el espíritu, también para dejar sus
problemas de trabajo, de estudio, del ambiente familiar y social, seguras de
encontrar siempre una mano que les indica el camino, un corazón que sabe
comprenderlas, que sabe amarlas para la eternidad pero también para el tiempo, y
13
que hace de todo para ayudar a su evolución sobrenatural y humana".
El oratorio es el lugar de la relación educativa, de la acogida, de la confianza mutua entre las
hermanas y las niñas, espacio de la dirección espiritual.14
Las Actas del primer Congreso Internacional Oratorios, celebrado en Turín del 18 hasta 24
septiembre 1960, indican que en las 1325 casas que pertenecen al Instituto en 1960 los
oratorios son 1086 distribuidos así: 475 en Italia, 148 en otros países europeos, 27 en el
15
Medio y Extremo Oriente, 436 en América.
El Congreso, además de hacer un balance de la situación en los diferentes continentes,
afronta cuestiones importantes tales como la gestión del oratorio en colaboración con la
parroquia y relanza una praxis ya consolidada: prever y preparar los cuatro domingos del
mes en el signo de la alegría, la formación espiritual y las actividades típicas del oratorio:
juego, teatro, lectura, canto.
Iside Malgrati, en aquellos años responsable de la revista DMA, en su intervención en el
Congreso hizo hincapié en la necesidad de programar las actividades del oratorio
utilizando las energías juveniles:
"El equipo, el grupo son una exigencia de la adolescente. Las reuniones semanales
son la mejor manera de defender los cuatro domingos del mes de su principal
enemigo: la improvisación.

71
7
Reuniones del Consejo en las que tratar problemas de organización e iniciativas
que se llevarán a cabo, dejando que todas libremente intervengan en la discusión,
guiándolas con la sabiduría que discierne, valoriza y forma. Reuniones
16
catequísticas a las que participan las oratorianas elegidas como catequistas".
Del Congreso emerge que el tipo más común es el oratorio festivo que puede ser de varios
tipos: dependiendo exclusivamente del Instituto; flanqueado a una obra FMA, pero con
interferencias parroquiales; con carácter estrictamente parroquial; oratorio de
periferia.17 Además, Nilde Maule, consejera general, proponiendo una visión general de la
situación de este ambiente educativo informa que existen, sobre todo fuera de Italia,
también oratorios cotidianos unidos a talleres. 18
En la segunda mitad de los años Sesenta DMA, retomando las orientaciones pastorales de
Giovanni Battista Montini, entonces arzobispo de Milán, empuja al oratorio a renovarse
en relación a las cambiantes condiciones sociales y estar abierto a todas las niñas,
19
independientemente de su edad, condiciones, cultura. El oratorio en este período se
convierte gradualmente en el lugar del protagonismo juvenil; siguiendo las indicaciones
del Decreto sobre el Apostolado de los Laicos del Concilio, se confió a las jóvenes más
20
responsables algunas tareas formativas, como la catequesis y la asistencia a las niñas.
A finales de los años Sesenta DMA anima a lanzarse decididamente en el camino de la
actualización:
“Basándose en el insustituible tesoro de sabiduría y experiencia del
pasado, prestando atención a los signos de los tiempos se trata de
descubrir la nueva fórmula que nos ponga en las condiciones de adaptar
21
el paso [...] al ritmo de la juventud".
Además de las actividades tradicionales, son asumidas como nuevas modalidades el cine
fórum, la orquestina, el disco fórum. Desde el punto de vista operativo encuentran
espacio, en el oratorio, también clases de corte, dibujo, cerámica, economía doméstica,
idiomas y primeros auxilios. Los intentos y experiencias innovadoras experimentadas un
poco en todas partes son difundidos por la revista con la intención de solicitar la
creatividad apostólica y una impostación de las actividades más adecuadas a las nuevas
situaciones de la vida.
El Capítulo General Especial XV de 1969 relanza el oratorio como obra principal del
Instituto de las FMA y traza nuevas perspectivas para este ambiente educativo, dirigidas a
valorizar los principios del asociacionismo y de la dinámica de grupo, la dimensión
comunitaria de la experiencia a través de la creación del consejo de oratorio y la
catequesis como vértice de los objetivos pastorales del Instituto.22

72
6
El oratorio-centro juvenil: un nuevo espacio educativo
Las nuevas perspectivas abiertas por una mayor disponibilidad de tiempo libre de los
jóvenes y adultos en la década de los Setenta, desencadenan un proceso de cambio en la
forma de concebir el oratorio, más centrado en la dimensión comunitaria, abierto al
ambiente social y eclesial; del oratorio festivo se pasa a aquel cotidiano y al centro juvenil.
La profundización de las líneas de renovación eclesial contribuye al cambio de mentalidad
y, especialmente, a la renovación de la práctica educativa. Recuerdo, en particular, el
redescubrimiento de la Iglesia como comunidad ministerial, con diversidad de funciones y
carismas, que exige una participación más seria y responsable de los laicos en la misión; la
afirmación de la primacía de la misión evangelizadora de la Iglesia, hecha verdadera y
posible sólo por comunidades cristianas testimoniantes; la renovación de la catequesis a
todos los niveles como respuesta al criterio pastoral de la fidelidad a Dios y el hombre; la
nueva relación Iglesia-mundo de la que emergen el valor y la autonomía de las realidades
terrenas y la exigencia para el cristiano de un compromiso político más serio; el afirmarse
de una moral más autónoma y responsable, expresión de un cristianismo adulto, capaz de
23
actuar con una precisa identidad en el pluralismo cultural y religioso.
En un artículo publicado en el año 1969 - '70 a la pregunta ¿qué es el oratorio?, la revista
responde subrayando la dimensión comunitaria y eclesial:
“El oratorio es una comunidad educativa juvenil y la juventud es el componente
que lo caracteriza: es 'Iglesia joven'. La juventud no está en el oratorio, sino es el
24
oratorio”.
Además de especificar la identidad del oratorio, DMA presentó el informe de este
ambiente educativo con la parroquia, recuerda la importancia de repensar y valorizar el
asociacionismo juvenil y reafirma la naturaleza y la finalidad de este ambiente.
El oratorio es
“medio de evangelización y salvación del mundo juvenil [...]. Es obra de las mismas
jóvenes: sujetos y protagonistas del dinamismo oratorio según su creciente
madurez. Su vitalidad, los intereses, las aspiraciones encuentran la posibilidad de
25
realización a través del diálogo educativo y pastoral”.
El propósito principal del oratorio es promover la evangelización del mundo juvenil según
el estilo de Don Bosco, que quería este ambiente como un "canal de comunicación de fe y
de gracia, lugar de encuentro y de diálogo, la presencia de la Iglesia para la animación
cristiana del mundo juvenil”.26
Las tareas educativas asignadas al oratorio tocan la esfera religiosa, moral, social y afectiva.
El período después del CG XV Especial se caracteriza por la búsqueda de nuevos modos de
73
7
acción para intentar renovar un ambiente que ya no alcanza el final de la adolescencia.
En la revista a propósito de esta reorganización, se lee:
“Salgamos de una etapa en la que ha prevalecido la organización y entremos en
otra en la que está vivo el estilo de la espontaneidad. En el pasado prevalecían
los principios de organización estructural: equipos, grupos por edad, por clases,
por asociaciones todavía muy a menudo vinculados a programas fijos. Y esta era
la respuesta a los 'signos de los tiempos'. No estaba todavía el concepto de
'grupo' y de la 'vida de grupo'. [ ... ] Después de la constatación alarmante del
'éxodo oratoriano' en la fase de los 11 y 15 años [hoy] nos dirigimos con mayor
atención a los fenómenos de grupo espontáneo, para potenciarlos. Cada época
27
tiene su estilo oratoriano”.
DMA precisa que la renovación del oratorio no consiste en imponer desde lo alto nuevas
estructuras, sino en conocer cada vez más las necesidades reales de los jóvenes,
28
interpretarlas y hacerlos protagonistas en la comunidad educativa.
En 1970-'71 la revista pide la creación del consejo oratorio para la conducción eficaz del
ambiente. Este organismo está formado por religiosas, padres, jóvenes; tiene la tarea de
programación, de hacerse sensible a los signos de los tiempos y verificar la positividad o
los límites de los experiencias propuestas.29 Una forma valiente para la renovación del
ambiente es la que proviene de la invitación a ir más allá de laos muros del oratorio para
llegar a los jóvenes de las plazas, de las calles, carreteras, de los cruces, y de los Juke-
30
boxes . Posteriormente, la revista indica los objetivos a perseguir con el fin de cualificar
siempre el ambiente educativo y adaptarlo a la idea inspiradora de Don Bosco:
"Cuidar la cultura para la vida y la catequesis para la fe, para la maduración de la
mujer cristiana; animar toda la actividad humana hasta elevarla a acción
litúrgica con Cristo; estimular la educación a la corresponsabilidad social, la
participación en la vida eclesial a través de la vida del grupo y el sentido de
31
comunitario”.
En el año siguiente 1971-'72 DMA reitera que el oratorio no es un ángulo de la parroquia,
o un patio de recreo. Es obvio que el juego y la diversión no son fines a sí mismos: el fin
principal es siempre la catequesis y la educación a la oración. El oratorio es palestra
donde las/os jóvenes se entrenan a emprender el camino de la vida, es un ambiente
abierto a todos, donde el interés personal y amable de la educadora contribuye a crear
32
un clima indispensable para la maduración de convicciones que inciden en la vida.
Durante el curso se clarifica posteriormente la dimensión eclesial:
”El oratorio no es para nosotras, no es para 'llenar' nuestras casas, es para dar a
la Iglesia cristianas auténticas. Y la Iglesia para nosotras, en su forma más
74
6
inmediata, es la comunidad parroquial de la que también nosotras debemos ser
33
parte viva”.
Por lo tanto, DMA insta a las educadoras a lograr tres metas fundamentales: la inserción
vital del oratorio en la parroquia, la consolidación de la comunidad educativa, la
34
participación gradual y progresiva de las chicas en la vida de la comunidad local.
Presentando nuevamente las experiencias características del oratorio se indican como
constitutivas y esenciales la catequesis, la vida litúrgica, las actividades formativo-
culturales y las recreativas. En primer lugar está la catequesis que representa el núcleo
dinámico de las actividades formativas del oratorio. DMA subraya la importancia de
promover una catequesis fiel al mensaje cristiano, atenta a la persona, con el fin de
35
acostumbrar a las chicas a iluminar la vida con la Palabra de Dios.
La rúbrica Oratorios y los Centros Juveniles en 1972-'73 presenta experiencias concretas de
36
actuación de la nueva propuesta realizadas en Italia y en América Latina. Mientras que en
los años anteriores la atención de la revista se focalizaba en la constitución y consolidación
del consejo oratoriano, este año el interés se desplaza sobre la propuesta del centro juvenil.
El CG XV Especial, constatando que los oratorios en diversas partes estaban ahora
frecuentados sobre todo por niñas, había propuesto la fundación de centros juveniles.
Estos son concebidos como espacios educativos ofrecidos sobre todo a las adolescentes y
jóvenes, lugares en los que a través de la formación de grupos espontáneos fundados sobre
intereses comunes se experimentan nuevas formas de acercarse a la juventud que estaba
37
abandonando el oratorio.

La revista DMA alienta la constitución de centros juveniles y estimula el paso del oratorio
festivo, caracterizado por el juego, proyección de alguna filmina y catequesis, al oratorio-
centro juvenil como ambiente rico de propuestas diversificadas y adaptadas a las
diferentes edades, promoviendo así la aplicación de una nueva praxis pastoral, que centra
la atención en la joven y sus intereses. El centro juvenil se presenta como un ambiente
marcado por el espíritu evangélico-salesiano, organizado con modalidades educativas
renovadas, injertado en situaciones sociales, adherente a la psicología de las jóvenes, que
38
responde a sus intereses y necesidades reales.
Después, a partir de una relectura de la experiencia educativa de Don Bosco según la
interpretación de Pietro Braido39, DMA orienta la atención sobre las modalidades más
adaptadas para promover en las jóvenes la integración fe-vida. La revista invita a las
lectoras a cambiar su mentalidad, a superar los esquemas tradicionales y repetitivos,
dejando espacio a las iniciativas de las chicas, haciéndolas protagonistas en el
40
planteamiento de las reuniones del grupo y en la proyectación de la vida del oratorio.
75
7
También en 1974 - '75 DMA reafirma la relevancia de este ambiente y propone el
objetivo, la organización, y los medios:
'El Oratorio-Centro Juvenil [...] es un "ambiente educativo cristiano" hecho a
medida para los jóvenes, capaz de acoger sus intereses con el fin de una
educación a la vida de fe. Sus que lo caracterizan son: las chicas y las jóvenes, la
realidad de los grupos (asociacionismo), la pluralidad de intereses y actividades,
el clima de espontaneidad".41
Después el Centro Internacional de Pastoral Juvenil, tomando conciencia de la crisis del
oratorio que se manifiesta en la disminución de frecuencia de las/os jóvenes, del sentido
de cansancio y falta de creatividad de los animadores y animadoras, a través de DMA
sugiere nuevas líneas de acción, proponiendo en concreto revisar cómo agrupar los
destinatarios, las posibles iniciativas para el grupo a fin de que la experiencia religiosa se
42
?convierte en una celebración de la vida. En una aportación de Gabriella Scarpa
consultora del Centro Internacional para la Pastoral Juvenil dice:
'El Oratorio-Centro Juvenil no es un modo cualquier de acercarse a los jóvenes,
entretenerlos en el juego, plantear iniciativas, sino es conciencia clara y voluntad
decidida de ofrecer, a través de 'las cosas que los jóvenes aman", la posibilidad de
llegar a ser personas responsables y libres. Con un estilo inconfundible, el de la
43
tríada: religión, razón, bondad".
El teatro, la música, los juegos, las excursiones son modos típicos de la tradición salesiana
para acercarse a los jóvenes y entretenerlos; son expresiones concretas de
amabilidad/ternura. Estos modos en los años Setenta adquieren formas nuevas. El
deporte, el teatro propuesta, la música pop, los días de desierto, campamentos de la
Palabra de Dios, los campos de trabajo misioneros representan la diversidad de ofertas y
de iniciativas para formar a la comunidad juvenil dentro del oratorio y para orientar el
protagonismo juvenil.44
En noviembre de 1977 la revista llama nuevamente la relación necesaria entre oratorio-
centro-juvenil e iglesia local, declarando inconcebible una absoluta independencia o el
contraste con la parroquia. Dirigiéndose directamente a la FMA dice:
"No educamos a las chicas sólo para nosotras, en vista de nuestras actividades,
como si el oratorio fuera un mundo aparte, porque no podríamos en este caso
hablar de verdadera educación, sino que debemos preparar a las jóvenes para
45
insertarse y comprometerse dentro de la comunidad de los creyentes”.
En 1978 las consultoras del Centro Internacional para la Pastoral Juvenil presentan en la
revista el documento estímulo 2ª fase - Por una Pastoral del Oratorio-Centro Juvenil. El
texto publicado en la rúbrica Estudios está subdividido en cuatro puntos: problemática,
76
6
identidad del oratorio-centro juvenil, identidad de la FMA animadora, identidad pastoral
del O-C.J.; a nivel operativo propone un nuevo modelo de coordinación en los ámbitos
educativo, didáctico, catequístico con la clara finalidad de orientar la praxis. Del
documento emerge la profunda preocupación de actualizar el sistema preventivo, de
elaborar un proyecto fiel al espíritu de Don Bosco, atento al contexto socio-cultural y a las
líneas de renovación eclesial:
“El O-C.J. es una comunidad educativa inserta en la Iglesia local, que
compartiendo los intereses de los jóvenes en un ambiente de familiar
espontaneidad, realiza una circulación de valores para el crecimiento integral de la
persona y se convierte en un lugar de evangelización y de promoción humana en la
zona".46
Los elementos que constituyen la fisonomía específica son los siguientes:
“El O-C.J. es un ambiente educativo; obra asumida corresponsablemente por toda
la comunidad [...]; un lugar que busca las condiciones más adecuadas para una
promoción humana; un lugar de educación para el uso del tiempo libre; un
ambiente de 'contracultura' frente a propuestas masificadoras o de simple
evasión; un ambiente de socialización y de participación; el ambiente en el que
juego, intereses culturales, oración, encuentran su equilibrio; un lugar que educa
al sentido de la vida, a la libertad, a la solidaridad, a la justicia, a la integración fe y
vida; un ambiente que involucra a los jóvenes en un servicio para los jóvenes; una
comunidad en la que se viven los valores evangélicos y en la que se hace
experiencia de Iglesia".47
La identidad de la FMA animadora en el oratorio-centro juvenil se describe según
elementos generales y con características especiales:
"La FMA que trabaja en el O-C.J. es una mujer consagrada-apóstol, que enviada
por la comunidad, vive su misión de servicio a los jóvenes, especialmente los más
pobres, según el carisma salesiano en la Iglesia local".48
Persona sensible a la realidad juvenil y a la tarea educativa, atenta a la evolución continua
de la cultura con el fin de entender los cambios y nuevos valores, sabe colaborar con todos
los miembros que trabajan en la comunidad oratoriana, se hace siempre capaz de animar
las actividades de carácter recreativo, promocional, cultural, de crear y mantener un clima
de familiar espontaneidad, de confianza y de colaboración, de animar a un grupo para que
sea progresivamente lugar de experiencia eclesial. Sabe anunciar con entusiasmo a Cristo
a los jóvenes partiendo de sus intereses y educarlos, a través del testimonio, a la oración, a
la vida sacramental. Entusiasmada con su misión, implica a los jóvenes y los involucra a ser
apóstoles de sus coetáneos.49
77
7
Otros artículos tratan del oratorio-centro juvenil como un ambiente ideal para la educación
socio- política y la educación a la fe.50 En ella, cada joven aprende a sentirse responsable del
bien común y sobre todo toma conciencia de ser un miembro activo de la sociedad.
Del análisis de los contenidos emerge con claridad una imagen del oratorio diferente a la de
dos décadas anteriores. La revista estimula el cambio y orienta hacia la actuación de nuevas
modalidades organizativas basadas en la gestión comunitaria de la educación y de la
evangelización.
El consejo oratoriano, expresión autorizada de la comunidad educativa, elabora la
metodología para una educación a la fe más eficaz, programa las actividades lúdico-
recreativas y culturales, solicita la participación responsable de los jóvenes en la vida de
comunidad. El oratorio-centro juvenil es concebido, al final de esta década, como ambiente
inserto en el propio contexto social y en la Iglesia local, especialmente en la Parroquia,
donde se promueve la formación humana y cristiana de los jóvenes y se valoriza el grupo
como mediación educativa.
El grupo que nace espontáneamente en torno a un interés común debe ser convertido en
un grupo educativo y eclesial.51
En la base de renovación del oratorio-centro juvenil hay una atención más profunda al
misterio de la Encarnación, fundamento teológico del giro pastoral promovido por el
Concilio Vaticano II:
"El misterio de la Encarnación en nuestra catequesis pasada lo habíamos dejado a
menudo solo en el plano de los misterios, sin sondar la inmensa riqueza de
contenido teológico. Pocas de nuestras chicas eran conducidas a descubrir
verdaderamente el rostro humano de Dios [...]. La catequesis debe hacer
comprender que, si Dios con la encarnación se introduce en la realidad humana y
cósmica, es porque esta es buena en sí y por sí misma, no tiene nada por lo que deba
52
ser despreciada o rechazada".

El oratorio-centro juvenil en el estilo de la animación


La década de los Ochenta ha sido un período muy fecundo para la vida del Instituto, en el
que se consolida un nuevo modelo de la Pastoral juvenil. Los criterios, sobre los que se basa,
53
son la Encarnación redentora, la evangelización y la dimensión educativa de la pastoral.
Sin lugar a dudas la reflexión más interesante es la que enfoca la relación entre pastoral y
educación:
"En la acción pastoral llamada de Dios pastoral a una decisión personal se expresa
en modos humanos: se hace palabra de hombre para resonar como palabra
6
78
comprensible a cada persona, y busca una respuesta personal, expresada siempre
en palabras y gestos de existencia concreta e histórica. Las modalidades
educativas y comunicativas que encarnan la llamada son objeto de todas las
inquietudes antropológicas, que son comunes a cada relación humana. Por tanto,
las intervenciones educativas tienen una función muy importante en la educación
54
a la fe. Sin ellas no se realiza, en situación, el proceso de salvación".
Este punto de vista, que se basa fundamentalmente en los datos adquiridos del Concilio,
lleva a superar el uso instrumental de las ciencias humanas por parte de la teología y de la
pastoral. La lógica de la sacramentalidad fundada en el misterio de la Encarnación insta a
un diálogo entre pastoral y educación. Lo visible, de hecho, es lugar revelador del misterio
y camino privilegiado para acceder a él:
"El ansia evangelizadora y la elección educativa dan vida a dos procesos que
interactúan, hasta integrarse en un solo itinerario formativo. El proceso educativo
ayuda a los jóvenes a asumir y amar la vida a través de respuestas personales,
radicadas en los grandes valores humanos, hasta reconocer que la existencia lleva
en sí una pregunta religiosa. El proceso de evangelización propone la fe como
respuesta y provocación ulterior al amor por la vida, hasta reconocer que Jesús es
el Señor y la plenitud de la vida. En el estilo salesiano los dos procesos constituyen
un único itinerario formativo: la educación abre a lo religioso y a la escucha-
acogida del Evangelio. El Evangelio se hace semilla dentro de la experiencia
madurada hasta aquel momento, y restituye a los jóvenes una nueva
proyectualidad cotidiana”.55
La perspectiva educativa que mejor se ajusta a una pastoral basada en el criterio de la
Encarnación, es aquella de la animación modelo formativo y al mismo tiempo método de
educación. Se considera a la persona como un sistema abierto y complejo, un todo en el
que existen e interactúan diversas dimensiones. Como modalidad operativa tiene
presente la relación inseparable entre el individuo y los sistemas sociales en los que vive, a
través de una atenta estrategia para educar no un sujeto abstracto, sino aquel real inserto
en un entorno. No se limita a intervenciones sobre el individuo, sino trata de estimular al
56
ambiente a humanizarse.
Frente a la cultura del privado, al progresivo primado de la experiencia sobre la
proyectualidad, al relativismo cultural, el Centro Internacional de Pastoral Juvenil
promueve una pastoral que pone en el centro la vida cotidiana como lugar de
descubrimiento del misterio de Dios y de su presencia, lugar de construcción de su Reino
en una mejor ciudad de los hombres. La vida es, por lo tanto, considerada como vocación,
compromiso, pasión por Dios y la persona humana. La comunidad, el grupo, el ambiente
educativo, la presencia del educador y la educadora son realidades indispensables para
79
7
conducir a las/os jóvenes a la fe.
Al modelo de la animación está unida la propuesta de la Espiritualidad Juvenil Salesiana.
Se caracteriza por un fuerte amor a la vida y una firme confianza en la energía positiva de
los jóvenes. Su centro, como en toda espiritualidad cristiana, es Cristo Jesús, Señor y
Salvador de la historia. La fuerte dimensión eclesial, mariana y sacramental perfila las
características de esta espiritualidad capaz de agregar alrededor de sus valores a los
jóvenes de todas las latitudes. La espiritualidad es propuesta como piedra angular del
Movimiento Juvenil Salesiano.
La década de los Ochenta emerge como un periodo particularmente rico de propuestas,
en el que la relación educación-proyectualidad- Pastoral juvenil se consolida
posteriormente.
Es evidente el trabajo formativo del Centro Internacional de Pastoral Juvenil, en
particular, a través de los Congresos internacionales y las propuestas sistemáticas de la
revista DMA. Esta no sólo transmite y retoma los contenidos de los CG XVII y CG XVIII,
sino que contribuye a innovar la praxis pastoral y a mediar la profundización de la
57
espiritualidad salesiana, a partir de la reflexión eclesial y la cultura contemporánea.
Con respecto al oratorio-centro juvenil DMA pone de relieve los rasgos característicos de
este ambiente educativo. Delinea el perfil de una estructura abierta a todos los jóvenes,
atentos a sus intereses, que comunica, hace propuestas. Un ambiente en el que fiesta y
disciplina, vida y fe son entre ellos armónicamente relacionados para la formación de las
diversas edades.
El oratorio-centro juvenil es considerado espacio de encuentro, que se compara con
diferentes modelos de vida, promueve la valoración de los recursos de la zona, hace
posibles experiencias de implicación solidaria y educa a la participación. Es un lugar de
descubrimiento, experimentación de la vida y camino de mediación en la búsqueda de
sentido de los jóvenes.58
La naturaleza específica del oratorio-centro juvenil es una realidad eclesial, en la que las
generaciones jóvenes son ayudadas a acoger y profundizar la fe en un proceso de
educación liberadora y humanizante. Realidad que se encuentra en un determinado
contexto socio- cultural y que puede convertirse en un lugar de educación pre-política.
Un ambiente que, al elegir la animación, renueva su rostro y reafirma la importancia de
59
una gestión participada de la realidad educativa. Esta elección motiva también la
relación-integración con la zona. En el centro del proyecto educativo está la persona en la
totalidad de sus dimensiones y en la unidad de su dinamismo, una persona que
encuentra en la zona el lugar físico, social, político, religioso de su crecimiento.
Entre los elementos esenciales declaradas en el dossier oratorio- centro juvenil una
80
6
opción para los jóvenes (1985), encontramos la identidad educativo-pastoral, la relación
con la zona y el estilo educativo de la animación. Interesantes las consecuencias
relacionadas con la identidad indicada por la revista:
“El oratorio-centro juvenil tiene sentido mientras es realmente servicio a los
jóvenes en su propio contexto local, si no se debe modificar; la educación no es sólo
una cuestión de relaciones interpersonales, sino que es también un hecho de
ambiente, de estructura. Incluso estos deben ser repensados continuamente sobre
el grado de servicio a los jóvenes; las estructuras por sí solas no educan: debe
buscarse una fuerza que dé vida, una mentalidad nueva en grado de revitalizar las
estructuras. Esta mentalidad nueva es la animación".60
El problema que plantea la revista es el superar el modelo de isla feliz, autosuficiente, pero
incapaz de comunicarse con las exigencias reales de la persona inserta en un determinado
contexto social. DMA presenta como prospectiva innovadora pasar de una concepción del
oratorio-centro juvenil como lugar de pertenencia a lugar de referencia cultural, para
ayudar a los jóvenes a considerar este ambiente educativo como espacio para la verificación
61
de su identidad cristiana.
Dirigiéndose directamente a las comunidades FMA, la revista invita a promover el "sentido
de la interdependencia con las realidades existentes en la zona; una interdependencia
asegurada por un claro conocimiento de su identidad (Proyecto Educativo) y por una
capacidad de diálogo dirigido al verdadero bien de los jóvenes".62
La revista DMA durante la década regresa sistemáticamente sobre la identidad de este
ambiente educativo, en una aportación de 1987 subraya especialmente la dimensión
misionera:
“El oratorio-centro juvenil es un ambiente misionero porque es "abierto". Porque
educa [...] a vivir los valores cristianos en cualquier ambiente. Porque sostiene a
quien participan en las estructuras civiles y/o políticas. Porque acoge las
solicitaciones eclesiales y las enriquece con la aportación de la vitalidad y la
creatividad de los jóvenes [...] es un ambiente joven para los jóvenes, en el que se
hace educación y se hace experiencia de fe para elegir al Señor Jesús como criterio
63
para sus vidas".
Con la misma frecuencia, promueve la animación como estilo elegido por el FMA para
educar en el oratorio-centro juvenil. Profundiza las implicaciones del método, invita a cuidar
el diálogo y la corresponsabilidad, a través de organismos de participación, la
descentralización de las responsabilidades en la gestión del ambiente, el espíritu de
iniciativa y el servicio responsable de los diferentes grupos, el sentido comunitario, la
apertura y la búsqueda de los jóvenes que viven en los márgenes del barrio. Interpela a los
jóvenes, a los animadores, los padres y a la comunidad FMA como piedras angulares de este
81
7
64
ambiente y al mismo tiempo los protagonistas.
A través de la entrevista DMA da espacio a la voz directa de los animadores y de los
jóvenes animadores comprometidos en la gestión concreta de este ambiente educativo:
"Nuestra oratorio es un ambiente complejo, frecuentado por niños/as,
chicas/os, jóvenes. Se caracteriza por propuestas y metodologías diferentes
según la edad de los destinatarios. Los rasgos principales que lo cualifican son: la
relación personal entre chicos y jóvenes, entre educadores y jóvenes; el
ambiente familiar: las puertas abiertas a todos, con atención a la persona y al
grupo; el clima de alegría; el compromiso de solidaridad y de vida de grupo; la
catequesis sistemática; la sensibilidad a los valores humanos y a los problemas
del mundo contemporáneo; la educación de la fe y la iniciación a la oración
(animadora de Lecco).
[...] Hace dos años se ha hecho la elección del oratorio mixto. Esta novedad
parece haber marcado una recuperación a todos los niveles: presencia,
organización, intervenciones formativas (animadora de Lendinara - Rovigo).
[...] Para nosotros, en América Latina (concretamente Venezuela), el oratorio-
centro juvenil tiene también una finalidad típicamente promocional. Es
frecuentado por chicas que pertenecen a la clase popular, las más pobres
también desde el punto de vista económico. [...] Realizamos las diversas
actividades con la colaboración gratuita, o casi, de animadores laicos, la gran
mayoría jóvenes y adultos del mismo centro (animadora en Los Teques,
Venezuela).
[...] Desde hace unos años en Valdocco se respira un ambiente distinto. Hemos
pasado de la existencia de actividades, iniciativas, varios grupos -
independientes y aislados al emerger de una comunidad educativa que juntos
busca implementar, a través de las más variadas propuestas, el objetivo del
centro juvenil. Nos sentimos una comunidad que elige a los más pobres, que vive
en una dinámica educativa, que tiene un proyecto abierto, flexible [...]. Nuestro
proyecto no ha nacido en una mesa, sino que es el resultado de la experiencia de
reflexión y búsqueda de toda la comunidad educativa (animador de Valdocco).
[...] En nuestra experiencia, es fundamental el grupo de jóvenes animadores.
Con su ayuda, responsable y fiel, se realizan diversas iniciativas y propuestas:
música, teatro, deporte, campamentos de verano, sesiones de formación,
experiencias de servicio a los más pobres (animadora de Roma)".65
La elección de la animación es el punto de referencia para la configuración de itinerarios
formativos dentro del grupo-comunidad. Este estilo educativo insta al oratorio-centro
82
6
juvenil a revelar, a través de las estructuras y la organización, un clima de confianza y de
fuerte apertura hacia los jóvenes y estimula a valorizar sus energías a través de la
proyectación y gestión compartida de las iniciativas. El ambiente educativo se configura
como un lugar abierto, en diálogo con la zona, las instituciones sociales y eclesiales y como
verdadero taller de cultura y de experiencias vitales.

Conclusión
Al final de este breve análisis es evidente que DMA, órgano oficial del Centro Internacional
para la Pastoral Juvenil (1975 - 1990), ha acompañado la transición del oratorio festivo,
estructurado sobre los cuatro domingos del mes, al oratorio-centro juvenil entendido
como ambiente que tiene como destinatarios tanto a los chicos/as como los/as jóvenes, y
donde la metodología y las orientaciones son aplicadas de modo diferenciado,
dependiendo de la edad de los destinatarios. La revista ha sostenido el cambio de
mentalidad a nivel pastoral y ha ayudado a la FMA a asimilar la animación como método
educativo destinado a cambiar la praxis.
Desde los años Ochenta el estilo del oratorio-centro juvenil, a partir de la visión cristiana de
la persona humana, hace suyo el principio de la Encarnación que está en el fundamento del
Evangelio, elije el método de la animación poniendo al centro la persona concreta de la
chica, chico, con sus preguntas, sus necesidades, sus potencialidades, a través de
dinámicas activas que favorecen la participación directa y la implicación personal,
promoviendo todas las dimensiones de la libertad y valorizando todos los lenguajes,
conjugando el anuncio del Evangelio y la promoción humana.
Los elementos que emergen de esta fuente ponen de relieve la tensión del gobierno del
Instituto para promover un ambiente educativo fiel a la experiencia educativa de Don
Bosco, capaz de cambiar para satisfacer las exigencias de educación, de espontaneidad y
creatividad de los jóvenes. La revista propone 'lo ideal' y ofrece herramientas para su
traducción práctica, indica vías metodológicas, presenta experiencias concretas para
estimular el camino. El oratorio-centro juvenil aparece caracterizado por una pluralidad de
propuestas y como patio abierto.

Pluralidad de propuestas
La fisonomía pedagógica del oratorio-centro está caracterizada por el valor educativo del
juego y de la fiesta, por la apelación al protagonismo juvenil, el entrelazamiento dinámico
entre educación religiosa y desarrollo humano, entre catequesis y educación, por la
flexibilidad de la estructura, por la obra de mediación entre Iglesia, sociedad y bandas
populares juveniles. Tres mundos diferentes se encuentran: el oratorio, con su estructura y
cultura, los jóvenes con necesidades, expectativas y preguntas y la realidad social, con
ofertas, oportunidades y límites.
83
7
Don Bosco, como otros educadores cristianos, ha puesto la experiencia religiosa como
base de la educación, ha dado gran importancia a la relación educativa, a la relación
66
personal, y ha declarado determinante el ambiente y el clima que se establece.
Una lectura muy extendida, pero no respetuosa de la tradición educativa salesiana, es la
que limita el oratorio al tiempo libre de los jóvenes. El oratorio-centro juvenil ciertamente
se sitúa en esta dimensión temporal, pero supera los límites haciendo síntesis entre
gratuito y funcional, entre obligación y distensión, con un proyecto que tiene como
objetivo promover el desarrollo de una visión y un sentido relacionado con la calidad de
vida. Lugar concreto, donde jóvenes y adultos maduran progresivamente la experiencia
religiosa y el compromiso cívico, lugar de formación y práctica para la adquisición de
capacidades democráticas.
Por lo tanto un ambiente caracterizado por una verdadera versatilidad lingüística.67 La
integración fe-vida pasa a través de varios lenguajes: motor (juego, mimo, danza),
simbólico- verbal (cuento, dramatización, teatro), musical, ambiental (contacto con el
ambiente natural e histórico-artístico).
En el oratorio-centro juvenil hay actividades claramente desequilibradas sobre el lado de
la educación a la fe y otras colocadas en el propiamente educativo. Las actividades
relativas a la educación a la fe tienen objetivo específico la propuesta explícita del
Evangelio. La estructura de este anuncio es el testimonio de vida, la interpretación de la
experiencia cotidiana, para traducirla en mensaje, en celebración vivida en los
sacramentos de la Iglesia. Las actividades de carácter educativo, sin embargo, se
relacionan con el ámbito de la elaboración-comunicación de cultura. Tiene como objetivo
la maduración de la persona en la sociedad, a través de la propuesta de valores a través de
la vida del grupo, la confrontación con modelos y opciones de vida, la gestión equilibrada
68
de los intereses individuales y las relaciones interpersonales.
El oratorio-centro juvenil es un ambiente que se califica por los valores cristianos que vive
y que propone antes que por las actividades que realiza (deportes, animación del tiempo
libre, tiempo después de la escuela, promoción del voluntariado, apoyo a chicos/as con
problemas, etc.). Es un ambiente que ayuda a los jóvenes a descubrir su vocación, trabaja
para crear una auténtica comunidad juvenil reunida en torno al Señor que perdona, que se
ofrece y llama a su servicio y testimonio en todos los ambientes.
Deporte, música, teatro... eran considerados por Don Bosco medios eficaces para atraer a
los jóvenes y educarlos. El peligro real que se observa hoy en muchas situaciones es la
fractura entre estos medios y el discurso del compromiso formativo y realmente
educativo. Es evidente la necesidad de animadores y animadoras que tengan
competencias en los lenguajes juveniles y riqueza de madurez humana y cristiana. Es útil
84
6
recordar que no existe servicio educativo sin testimonio y presencia de modelos.

Cantera abierta
La eficacia de este ambiente educativo siempre se ha relacionado con su capacidad para
modificarse. Se podría utilizar la imagen de un patio abierto que se proyecta y se re-inventa
para presentar a los jóvenes un Dios simpático, cercano a cada persona, interesado por la
vida de cada uno.
La confrontación cotidiana con un difuso y generalizado malestar juvenil, la constatación de
la distancia de muchos chicos y chicas del Evangelio, por la comunidad eclesial y la
comparación con un ambiente más rico de figuras, de recursos institucionales y sociales
privados (voluntariado - asociacionismo), ha dado lugar a algunos impulsos de cambio
dentro de la institución del oratorio-centro juvenil.
El entorno social es considerado como lugar para construirlo juntos, donde diversos
organismos educativos, entre ellos el oratorio, compiten en inventar puntos de encuentro
significativos para los jóvenes, puntos positivos de una red de apoyo a quien está en
dificultad. Una de las razones que llevan al redescubrimiento y una nueva inversión de
energía en este ambiente educativo es la formación de una conciencia civil en las nuevas
generaciones. La Iglesia tiene en el corazón el malestar en el que se encuentra la mayoría de
los adolescentes y jóvenes. Si a la marginación grave pueden dar respuestas estructuras
terapéuticas especializadas, al creciente desarraigo social y cultural de los jóvenes sin duda
69
puede responder una acción preventiva activada en estructuras abiertas y dinámicas.
En el contexto social de hoy el oratorio-centro juvenil se presenta como desafío evangélico.
Las coordenadas para una nueva significatividad de este ambiente educativo parten de una
dimensión misionera renovada, por la cartografía del entorno social para conocer las zonas
de normalidad y de malestar están presentes en sus páginas, por la capacidad de interceptar
una nueva generación que navega en Internet y se mueve en las redes sociales. Hoy ya no se
trata de usar los medios de comunicación, las nuevas tecnologías; para una nueva
evangelización es necesario entrar y estar en su cultura70.
¿Qué es el Oratorio-Centro Juvenil? Un ambiente educativo que se re-inventa
continuamente para estar con amor dentro del tiempo en compañía de los jóvenes.

85
7
1
DMA nace en un contexto circunscrito a la Inspectoría lombarda “Sagrada Familia” con sede en Milán (cf. CALOSSO Carmela, “Da Mihi
Animas” cumple 30 años, en Da Mihi Animas 31 [1984]4, 218.
2
NOVASCONI Carolina, “Da Mihi Animas”, Notas salesianas de vida del Oratorio, en LUCOTTI Linda, Carta circular, 24.
3
Cf BORSI Mara, Un taller de formación: la revista “Da Mihi Animas”, Roma, LAS 2006, 24-43.
4
Cf Presentación histórica del Centro Catequístico Internacional. Da Mihi Animas, en Archivo Pastoral Juvenil FMA, Centro catequístico
4. Cuaderno mecanografiado 22-31.
5
La investigación Un taller de formación: la revista “Da Mihi Animas” destaca como la revista ha promovido la identidad y la praxis
educativa del oratorio y sucesivamente en los años Ochenta del Centro juvenil, me refiero por tanto sustancialmente a tal estudio para
hacer profundizaciones útiles en este Seminario Internacional.
6
Cf por ejemplo Pías Asociaciones Juveniles, en DMA 7 (1960)8, 17-17; ID., in DMA 12 (1964-'65)6, Fascículo (F) 3, 2-5. En el oratorio se
proponen con frecuencia también campañas contra la moda y la prensa laicista (cf. Prever, en DMA 6 [1959]4, 7).
Domenico Sigalini, además de la modalidad indicada en el encuentro y en la conferencia, nota que hasta los años Sesenta otras
mediaciones típicas de la acción pastoral de aquel período eran la salida (clásica experiencia de los Scouts), el rayo (primera evolución de
las reuniones hacia los encuentros de grupos experimentados por la Juventud de Estudiantes), las palancas del trabajo (interesantes
iniciativas de las ACLI para los aprendices) (cf SIGALINI DOMENICO, Pastorale Giovanile, a cura di Midali Mario Tonelli Riccardo,
Leumann, Torino, ELLE DI CI 1992, 123).
7
Nuestros grandes problemas, en DMA 2 (1995)1, 15. Para la relación oratorio Pías Asociaciones Juveniles cf. COLLINO María, El
oratorio centro de catequesis y escuela de catequistas, en DMA 7 (1960)3, 12-13.
8
Cf ibíd.
9
En la editorial de noviembre 1956 la revista reporta un escrito del Arzobispo de Milán Giovvanni Battista Montini en el que se
confirman los objetivos y los medios educativos del oratorio. Él cita explícitamente el recreo, el cine, el deporte, el teatro, el turismo, las
lecturas, las colonias, las competiciones (cf. En confianza, en DMA 3 [1956]9, segunda de portada).
10
Cf SUPPARO Luisa, ¿Ocurre también así en vuestro oratorio?, en DMA 8 (1961-'62)1, F1, 11.
11
Cf Nuestros grandes problemas, en DMA 2 (1955)6, 13-15.
12
Prever, en DMA 2 (1955)5, 11.
13
COLLINO, El Oratorio institución democrática, en DMA 7 (1960)2, 16.
14
Cf por ejemplo Problemas de oratorio, en DMA 5 (1958) 9, 14; COLLINO, El oratorio: luz de verdad, en DMA 7 (1960)4, 9-10; SUPPARO,
Engaños e ilusiones. Educación y dirección espiritual, en DMA 9 (1962)6, F1, 5-7.
15
Cf INSTITUTO HIJAS DE Mª AUXILIASORA, Actas del primer Congreso Internacional Oratorios (Turín, 18-24 septiembre 1960), Turín,
Instituto FMA 1961, 66.
16
Actas del Primer Congreso Internacional del Oratorio 165. Iside Malgrati (Varese, 27 julio 1904 Cinisello Balsamo, 29 otubre 1992) fue
una FMA de una gran inovación en las obras apostólicas. A ella se le atribuye la difusión de la revista “Primavera” y de los Cursos de
formación profesional a Cinisello Balsamo (Milano).
17
Cf ivi 71.
18
Cf ivi 66.
19
Cf RAMPINI María, Oratorio en reseña, en DMA 15 (1967-'68)9, F4, 1.
20
Cf ID., Saber hacerse ayudar, en DMA 15 (1967-'68), F4, 2.
21
ID., Actividades complementarias, en DMA 15 (1967-'68)5, F4, 2. Por lo que se refiere a los diversos tipos de actividades del oratorio
cotidiano cf. “Vacaciones quiere decir: oratorio cotidiano, asistencia, colonias, tiempo libre, en DMA 15 (1967-'68)6, F4, 2.
22
Cf ID., El oratorio es servicio de amor a la Iglesia, en DMA 17 (1969-'70)10, F4, 1-3.
23
Cf CONCILIO ECUMENICO VATICANO II, Lumen Gentium. Constitución dogmática sobre la Iglesia, 21 noviembre 1964, en Enchiridion
Vaticanum I. Documentos oficiales de la Santa Sede 1962-1965. Texto oficial y versión italiana, Bolonia, Centro Editorial Dehoniano
197911, 284-445; Gaudium et Spes. Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, 7 diciembre 1965, en ivi. 1319-
1644.
24
RAMPINI, Para el relanzamiento del oratorio, en DMA 17 (1969-'70)11, F4, 26.
25
FELISIO Enedina, El oratorio en la Iglesia, en DMA 17 (1969)5, F4, 122.
26
ID., El oratorio comunidad, en DMA 17 (1969-'70)7, F4, 146.
27
Ibíd., 147-148.
86
6
28
Cf ID., Redescubrir el oratorio, en DMA 17 (1969-'70)9, F4, 169.
29
Cf Realicemos el Consejo oratoriano, en DMA 18 (1970-'71)17, F4, 1-2. (Artículo sin indicación de autor/a).
30
Cf FELISO, El oratorio comunidad que se autoconstruye, en DMA 18 (1970-'71)21, F4, 54.
31
ID., La “renovación” del oratorio, en DMA 18 (1970-'71)1, F4, 78.
32
Cf M.R., Oratorio: ¿por qué?, en DMA 19 (1971-'72)17, F2, 34-35 (la revista indica sólo las iniciales de la autora del artículo)
33
SCARPA, Un servicio a la Iglesia, en DMA 19 (1971-'72)19, F2, 56-57.
34
Cf ivi., 57.
35
Cf ID., Un alma atenta para una catequesis viva, en DMA 19 (1971-'72)1, F2 82-83.
36
Cf ID., Un espacio para “vivir”, en DMA 20 (1972-'73)1, F2, 83-87; ID., El “Consejo Oratoriano”, en DMA 20 (1972-'73)3, F2, 115-120;
COMUNIDAD JUVENIL DE RHO., Un Oratorio Centro Juvenil a servicio de la Parroquia, en DMA 20 (1972-'73)4, F2, 147-151.
37
SCARPA Gabriela, Estudiar para realizar, en DMA 20 (1972-'73)15, F2, 29.
38
Ivi., 30.
39
Cf por ejemplo ID., Oratorio-Centro Juvenil, en DMA 21 (1973-'74)17, F2, 1-4. De Braido la autora cita la obra El sistema preventivo de Don
Bosco (cf. BRAIDO, Il sistema preventivo di Don Bosco, Zurigo, PAS-Verlag 1964).
40
Cf SCARPA, Corazón y mentes nuevas, en DMA 21, (1973-'74)18, F2, 25-29.
41
ID., Opera “prima”, en DMA 22 (1974-'75)13, F2, 3.
42
Cf ibíd., 18-19.
43
ID., Jóvenes para la juventud, en DMA 24 (1977)5, 146.
44
Cf ibíd., 147-148.
45
ID., ¿Cómo renacer?, en DMA 24 (1977)17, 539.
46
Por una pastoral del oratorio-centro juvenil, en DMA 25 (1978)19, 640. (No aparece el autor o autora del artículo).
47
Ivi., 641.
48
Ivi., 642.
49
Cf Ivi., 642-643.
50
Respecto a la educación de la fe en el oratorio, Emilia Musatti, en su artículo, lee de nuevo y puntualiza las líneas para una propuesta de
educación de la fe para las preadolescentes (Cf MUSATTI Emilia, La educación de la fe en el orarorio-centro juvenil, en DMA 26 [1979]19, 604-
608).
51
Cf FELISIO, La nueva fisonomía, en DMA 17 (1069-'70)3, F2, 114.
52
CALOSSO, Del hombre situado al Dios vivo, en DMA 17 (1969-'70)11, F1, 40; para las implicaciones cf. FELISIO, Una pastoral fiel a las
jóvenes, en DMA 18 (1970-'71)3, F2, 97.
53
En este arco de tiempo se concluye el proceso de revisión de las Constituciones y se proponen el Plan para la formación y el Proyecto de
Pastoral Juvenil Unitaria sobre la base del nuevo texto de las Constituciones y la renovación de la vida religiosa a partir del Concilio Vaticano II.
A este mismo periodo pertenecen el análisis y la profundización sobre el tema del asociacionismo de las FMA y la colaboración del CIPJ con el
Dicasterio SDB para la PJ que lleva a la proyectación y realización del documento El animador salesiano en el grupo juvenil (cf. INSTITUO HIJAS
DE MARIA AUXILIADORA, Constituciones y Reglamentos, Roma, Instituto FMA 1982; ID., Plan para la formación de la FMA, Roma, Instituto
FMA 1985; CENTRO INTERNACIONAL PASTORAL JUVENIL, Proyecto de Pastoral Juvenil Unitaria, Roma, Instituto FMA 1985; DICASTERIO
PJSDB-CIPJ FMA, El animador salesiano en el grupo juvenil, Roma 1987).
54
TONELLI Ricardo, Itinerarios para la educación de los jóvenes a la fe, Leumann (Turín), Elledici 1989, 20.
55
DICASTERIO SDB-CIPJ FMA, El animador, 28.
56
POLLO Mario, Animación cultural. Teoría y método, Roma, LAS 2002; ID., Animación, en Instituto de Teología Pastoral, Diccionario de
Pastoral Juvenil, a cargo MIDALLI Mario TONELLI Ricardo, Leumann-Turín, Elle Di Ci, 1989, 54-64.
57
f BORSI, Un taller, 233-290.
58
Cf SCARPA, Como levadura en la masa. Significado del oratorio centro juvenil, en DMA 32 (1985)4, 215.
59
Cf Ivi., 218-219.
60
Dossier, Oratorio-centro juvenil una elección para los jóvenes, en DMA32 (1985)4, 205.

7
87
61
Cf CHINELLATO Marisa, Oratorio-centro juvenil y territorio en busca de un diálogo, en ibíd. 230-232.
62
Cf ZAGONEL Ana María, Muchos modos de presencia, en DMA 34 (1987)3, 137.
63
DAL LAGO Margarita ZANARA Maristella, Un oratorio-centro juvenil para animar, en DMA 34 (1987)6, 18.
64
Cf ivi., 18-22.
65
MUSATTI, Para gestionar el oratorio-centro juvenil en la lógica de la animación, en DMA 32 (1985)4, 221-223.
66
Cf CHIOSSO Giorgio, Don Bosco y el oratorio (1831 1835), en MIDALI (a cargo de), Don Bosco en la historia, Roma, LAS, 1990, 297-313.
67
Cf SCURATI Cesare, El tiempo libre en Don Bosco y en la tradición católica, en CNOS-CIOFS, El tiempo libre y el asociacionismo juvenil, Actas
del Congreso Roma 11-12 enero 1991.
68
Cf TONELLI, Síntesis original y actual entre educación y educación a la fe, en “Notas de Pastoral Juvenil” XXII (1988)5, 28.
69
Cf RICCA Domenico, Oratorio más allá de las puertas, en “Notas de Pastoral Juvenil” XXVII (1993)4, 76-77.
70
Cf LASCONI Tonino, Nueva evangelización y m.c.s., en AA.VV., Comunicación y vida consagrada, Suplemento de “Consagración y Servicio”
(1996)2, 101.

88
6
El corazon oratoriano criterio de renovacion
de la identidad salesiana y modelo educativo de
referencia

La renovación es un proceso complejo. Por una parte es una exigencia apremiante en


tiempos y circunstancias particulares como las grandes revueltas sociales y culturales, los
cambios históricos y políticos, los descubrimientos científicos y tecnológicos, las
revoluciones económicas. Por otra parte es una realidad connatural a la realidad humana,
la cual, a partir de la dimensión físico-biológica hasta llegar a las actividades psíquicas,
intelectuales y espirituales, está en continua transformación tanto de poder decir que si esa
no se renueva, moriría.
Esta simple constatación es oportuna en el momento en que estamos para acercarnos a
una obra el oratorio - que por naturaleza vive en la medida en que se adapta a las
necesidades educativas de las nuevas generaciones en continuo cambio y que, de tal
presupuesto, extrae inspiración no sólo para inventar respuestas adaptadas, sino también
para transformarse a sí mismo, y para hacer de esos cambios el principio de la vitalidad
carismática de los educadores y de las educadoras que en trabajan en ella.
Esta realidad ha sido bien comprendida por el Capítulo General XXII que ha individuado en
el dinamismo de la misión el principio de renovación de la identidad carismática de las Hijas
de María Auxiliadora. Tal dinamismo viene alimentado de la fuerza siempre actual del
Sistema preventivo y expresa su autenticidad en la capacidad de manifestar el amor a los
jóvenes con gestos que sean comprensibles y legibles para ellos.1 De aquí los caminos
concretos de conversión entre los cuales destaca la llamada a salir de las propias
seguridades para estar con las/los jóvenes, escucharlos, compartir el tiempo, abrir los
corazones y las casas, creando ambientes de familia como en Valdocco y Mornese.2
Ahora bien, tal elección no es directamente unida a una obra más que a otra, más bien es un
criterio de renovación que debe penetrar a todo el Instituto y a cada FMA en particular.
Todavía, muy oportunamente, la programación para el sexenio 2008-2014 identifica en el
proceso para relanzar el oratorio, una de las estrategias válida para llegar a los jóvenes allí
donde están, estar con ellos, ser para ellos, compartir con ellos la propuesta del Evangelio.
Se confirma así la fuerza carismática presente en el oratorio y se augura que,
convirtiéndose en criterio de renovación, renueve también a los consagrados y a las
consagradas, los laicos y las laicas, los jóvenes animadores que en el oratorio se dan con
pasión y dedicación. En otras palabras, una verdadera renovación parte del interior, del
corazón y de allí avanza como el agua que brota de la tierra si en la oscuridad del subsuelo
existe la fuente.
91
7
Los Documentos de trabajo para la XIII Asamblea general Ordinaria del Sínodo de los
Obispos sobre el tema La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana,
afirman: “La pregunta acerca de la transmisión de la fe, que no es una empresa
individualista y solitaria, sino más bien un evento comunitario, eclesial, no debe orientar
las respuestas en el sentido de la búsqueda de estrategias comunicativas eficaces y ni
siquiera debe centrar la atención analíticamente en los destinatarios, por ejemplo los
jóvenes, sino que debe ser formulada como una pregunta que se refiere al sujeto
encargado de esta operación espiritual. Debe transformarse en una pregunta de la Iglesia
sobre sí misma. Esto permite encuadrar el problema de manera no extrínseca, sino
correctamente, porque cuestiona a toda la Iglesia en su ser y en su vivir. Tal vez así se
pueda comprender también que el problema de la infecundidad de la evangelización hoy,
de la catequesis en los tiempos modernos, es un problema eclesiológico, que se refiere a
la capacidad o a la incapacidad de la Iglesia de configurarse como real comunidad, como
3
verdadera fraternidad, como un cuerpo y no como una máquina o una empresa”. Y sigue,
“en esta doble dinámica, misionera y evangelizadora, la Iglesia no reviste solo el papel del
actor, de sujeto de la proclamación, sino también el rol reflexivo de la escucha y del
4
discipulado. En cuanto evangelizadora, la Iglesia comienza con evangelizarse a sí misma.”
Análogo discurso vale también para el Instituto de las FMA, para las comunidades y para
cada uno de sus miembros: también nosotros podemos correr el riesgo de
transformarnos en una máquina que “distribuye servicios” part time si perdemos de vista
la naturaleza que caracteriza el Instituto y si nos alejamos de la misión educativa que se
nos ha confiado: educadora cristiana, la FMA comienza educándose a sí misma haciendo
propia la espiritualidad del Sistema preventivo. Como pequeñas, pero importantes
células del gran cuerpo que es el Instituto, nos comprometemos, por tanto, a hacer del
corazón oratoriano el criterio y el principio de renovación de nuestra consagración y de
nuestra misión.

En confrontación con un paradigma siempre actual


El oratorio es la primera institución educativa de Don Juan Bosco, sea desde el punto de
vista cronológico sea por importancia apostólica. Por tanto, se le puede considerar la
“célula madre” de toda la obra educativa del santo y primera síntesis vivida de su
pedagogía.5 Desde los inicios siempre se ha identificado con la misión salesiana tout court
e indicada como la “cuna de la Congregación salesiana”.6
Realmente aún sin ser Don Bosco el inventor del oratorio, sin embargo está íntimamente
ligado a su nombre y a su acción por la originalidad de la que él supo caracterizarlo. La idea
del oratorio le viene de frecuentar la obra de Giuseppe Cafasso, que en Turín impartía el
catecismo a los inmigrantes, los más necesitados, también observando las iniciativas de
92
6
Don Giovanni Cocchi (1813-1895), sacerdote entusiasta que había comenzado una
floreciente actividad en favor de los jóvenes pobres en la parroquia de la Anunciación.7
Tales inspiración inicial, caracterizada de intensa pasión y dedicación, hacen del oratorio “la
actividad más querida al corazón de Don Bosco, la más fresca y dinámica de sus
instituciones, la más cercana al sentir popular y al gusto de los jóvenes”.8 Con el paso del
tiempo, sin embargo, la obra oratoriana se transforma en misión organizada y estable, bien
delineada en los objetivos y en los métodos, gracias también a la constante confrontación
llevada a cabo por Don Bosco con la rica tradición católica en el campo educativo. Nace así
una síntesis original que porta en sí estímulos, elementos metodológicos e iniciativas
9
diferentes siempre a partir de las necesidades de los jóvenes.
Es precisamente la capacidad de intuir tales necesidades y de responder a ellas en forma
innovada y eficaz lo que da originalidad a la praxis de Don Bosco. En un capítulo de los
Anales, Eugenio Ceria presenta la valoración de Don Bosco sobre los oratorios de su tiempo
y según pudo comprobar ya no se adaptaban a las necesidades de su tiempo. Las razones
eran las siguientes: “Además de que sólo estaban abiertos algunas horas desde la mañana o
de la tarde, sólo se admitían a jóvenes de buena conducta, llevados por los padres, con la
obligación de éstos de llevárselos si no se comportaban bien; donde se reunían los más
vivarachos, cerca de los hospicios, se usaban modos policiales tanto para echarlos como
para retenerlos. Él, por el contrario, partía de tres conceptos diametralmente opuestos. El
oratorio debe llenar toda la jornada festiva, debía abrir sus puertas al mayor número
posible de jóvenes, debía estar gobernado por una autoridad paterna”.10
A partir de aquí la singularidad de esta institución que se configura como “iniciativa a las
11
fronteras, en el punto de encuentro entre la comunidad cristiana y la sociedad civil”, ni
oratorio parroquial, ni interparroquial, sino obra de mediación entre iglesia, sociedad
urbana y grupos populares de jóvenes en una interacción dinámica y fecunda entre
12
formación religiosa y desarrollo humano, catecismo y educación.
Aquello que caracteriza pedagógicamente al oratorio de Don Bosco es su clara identidad
educativa. Afirma Pietro Braido: “el oratorio es una forma integral y profunda de educación:
no un sucedáneo, no un mal menor, no una forma de tradición o institución educativa
menor, sino única forma de educación cristiana completa accesible a grandes masas de
jóvenes”.13 En cuanto ambiente educativo integral se implica la totalidad de la persona del
joven, ofreciéndole la posibilidad de desarrollar completa y armónicamente sus cualidades
y sus intereses; en cuanto obra educativa verdadera y propia, expresa una función de
correctora, curativa y constructiva y, de este modo, asegura una eficacia redentora
individual y un consistente alcance social.14 Estas funciones vienen explicadas por Don
Bosco desde los primeros momentos de su encuentro con el mundo juvenil turinés. Él
pretende “dar a los jóvenes abandonados un amigo que se preocupe de ellos, los asista y los
7
93
instruya en la religión y en los días festivos”.15
De aquí las características que han hecho reconocible el oratorio de Don Bosco a lo largo
del tiempo y en todas las culturas. Es un ambiente omnicomprensivo que llena los
“vacíos” de trabajo y de ocupación y las horas “muertas”, la “tierra de nadie” en la vida de
un joven y la llena de posibilidades, de alegría, de valores humanos y celestiales, di
formación y de recreación, de instrucción y de edificación.16 Un ambiente interclasista
porque está abierto a todos aquellos que explícitamente o, al menos implícitamente,
17
quieren ocupar en modo educativo y positivo su tiempo libre. De aquí se deduce la
exclusión de todo proceso sistemático de aceptación, clasificación, control, admisión o
18
expulsión.
Por tanto, siendo una obra basada sobre la libre asistencia, lleva consigo la creación de un
ambiente de alegría y libertad que “hace más móvil, elástica, dinámica y rica de iniciativas
las acción de los dirigentes, que no se limitan a atender, a acoger, sino como Don Bosco,
organizan “redadas” de conquistas, verdaderos pacíficos “alistamientos” […] y el “vestir
de fiesta”, cada domingo, el oratorio llega a ser uno de las principales preocupaciones de
los educadores que trabajan en él”.19
Por estas peculiaridades históricas y pedagógicas, el oratorio ha sido para todos aquellos
que se inspiran en el método salesiano, en particular Salesianos y FMA, un punto de
referencia carismático, una institución simbólica de la educación salesiana, como una
especie de “termómetro” para medir la calidad de la pasión educativa y la competencia
profesional de los educadores y educadoras, pero también para saber la “buena salud” de
las dos Congregaciones. Estudiar el oratorio, por tanto, “no significa comprobar
técnicamente la validez de una institución genérica, sino llegar al carisma original,
20
colocándose en la prospectiva de la vocación y misión salesiana.
Tras el año centenario de la muerte de Don Bosco, en el 1988, Don Egidio Viganò, su
séptimo sucesor, afirmaba: “El oratorio no es una obra concreta, que se contrapone a las
otras, sino más bien como la matriz, la síntesis, la que resume las otras geniales
creaciones apostólicas del santo Fundador: el fruto maduro de todos sus esfuerzos. Por
tanto no una institución, sino un espíritu de inserción en el ambiente con sensibilidad
misionera hacia los jóvenes pobres. Una continua llamada a lo que el salesiano tiene que
ser”.21
A la identidad del oratorio como “alma” de la misión salesiana está directamente unida la
de aquellos que trabajan en él, consagrados y laicos. En efecto, es “la fuente de donde
brota la caridad pastoral […] El lugar peculiar de la intuición evangélica de Don Bosco.
Lugar teológico de la misión salesiana, pero esto no se explica sin Jesucristo y su
22
Evangelio”.
94
6
Fue el mismo Viganò quien acuñó la expresión corazón oratoriano queriendo con ello dar a
toda la Familia salesiana el criterio fundamental para llevar a cabo una auténtica renovación
según el espíritu del Concilio Vaticano II, que exhortaba a las Congregaciones religiosas a un
“retorno” a los Fundadores para distanciarse de la retórica y de la hagiografía y, restituyendo
a su carisma el sentido histórico, espiritual y pedagógico, garantizara la vitalidad en el futuro.
Según Viganò el corazón del Fundador es un corazón oratoriano, “no en el sentido de
dedicarse a instaurar un determinado tipo de obras, sino en el sentido de vivir y expresar una
característica actitud pastoral que tiene que cualificar cada presencia salesiana, en
cualquier obra. Esta es la primera elección operativa a subrayar: dar la prioridad a la pastoral
juvenil llenando el corazón de “nostalgia oratoriana”, poniendo en la raíz de todo nuestro
obrar un criterio de “predilección hacia los jóvenes”, es decir, una típica búsqueda de los
muchachos y de los jóvenes sintetizada en el lema da mihi animas”.23

El corazón oratoriano fundamento de la identidad salesiana


Dios Padre ha soñado el Instituto de las FMA como respuesta de salvación a las aspiraciones
profundas de las jóvenes, labor que ellas realizan participando en la Iglesia en la única misión
salvífica de Cristo y dando vida al proyecto de educación cristiana propio del Sistema
24
preventivo. Corazón de la vocación y alma de la misión, sin dicotomía ni solución de
continuidad, es, por tanto, el da mihi animas, el espíritu por medio del cual las FMA
evangelizan a los jóvenes, educándolos.25
La expresión corazón oratoriano quiere significar precisamente la acogida consciente de la
propia identidad educativa, junto al compromiso de vivir constantemente el espíritu del da
mihi animas “en cualquier tarea recibida por la obediencia”.26
Formarse un corazón oratoriano llega ser el camino maestro por medio del cual asimilar el
espíritu salesiano y llegar a la santidad. Describe en forma sintética lo que necesitan los
27
discípulos de Don Bosco y Madre Mazzarello para vivir la propia consagración. En otras
palabras, “ser educadores, para nosotros es cuestión de vida: desde el punto de vista
personal es el camino para nuestra salvación, y desde el punto de vista social es la condición
para que se pueda continuar hablando en el mundo de apostolado salesiano y de espíritu
28
salesiano”.
En esta breve reflexión focalizaremos algunos elementos que describen el corazón
oratoriano, entendido como centro original y punto fundamental de la vocación de las FMA:
la predilección por los/las jóvenes, don que nace del carisma de los Fundadores y trabajo a
desarrollar y perfeccionar; la presencia educativa, como llamada a ser signo y mediación del
amor preventivo de Dios; el Sistema preventivo, como estilo que da calidad a la propia
presencia educativa en el oratorio.
95
7
La predilección por los/las jóvenes
Primero de todo y más allá de cualquier si bien importante e indispensable visión
sociológica, para las FMA, el mundo juvenil es la propia casa: como el aire para el pájaro o
el agua para el pez. Es el mundo vital del consagrado/a salesiano/a y de quien comparta
su proyecto educativo. “Porción más preciosa de la humana sociedad” y “predilectos del
Señor”, los jóvenes son el único tesoro que Don Bosco posee, de cual se gloría y por el cual
29
está dispuesto dar la vida. Así es también para María D. Mazzarello quien recomendaba
a las educadoras salesianas: “A nosotros religiosas, no nos basta con salvar el alma,
debemos hacernos santas y ayudar con nuestras buenas obras santas a tantas otras almas
30
que esperan que les ayudemos”.
Con el don de la llamada la FMA recibe también el don de la “predilección” por los jóvenes
que “en un primer momento, es un don de Dios, es la misma vocación salesiana; pero que
compete a nuestra inteligencia y a nuestro corazón desarrollarla y perfeccionarla”.31
Desarrollar y perfeccionar son dos acciones que evocan, por un lado, una acción de
despliegue y crecimiento de una realidad que dada en germen; por otra parte, un
compromiso de cuidado, profesionalidad y habilitarse a una misión que requiere
esfuerzo, fatiga, ascesis. Una acción que implica toda la vida, hasta el final, como una
consagración que poco a poco se hace cada vez más exigente y total. Si el don de la
predilección por los jóvenes es cultivado se debería notar en la personalidad del
consagrado/a salesiano/a una serie de transformaciones cada vez más evidentes que van
más allá del simple “hacer” cosas por los jóvenes y se traduce en un “ser” y “vivir”
totalmente consagrados a su salvación en Cristo y, se expresa, en una “tensión educativa
promocional, que es el alma siempre presente en casa acción, en cada pensamiento, en
cada oración, en cada trabajo, en cada alegría y en cada dolor de quien sigue a Don Bosco,
32
como lo fue para Don Bosco mismo”. Esto implica también una conversión continua,
pasando del considerarlos como simples destinatarios de un servicio, incluso cualificado
y competente, a lugar teológico, tierra sagrada, donde Dios habla, invitando a la
conversión para vivir el carisma de la preventividad.33
El primer criterio que mana del don de la predilección por los jóvenes es una mirada
particular sobre su realidad. Es una mirada optimista e imparcial “que acoge al joven en
todas sus dimensiones constitutivas: aquella existencial del cómo es y aquella axiológica
y finalista del cómo debe ser, de las metas que debe conseguir […] Un ponerse total y
lealmente de la parte de los jóvenes significa acoger y aceptar todo el muchacho, en
aquello que él es y en aquello que él debe ser, en aquello que puede y debe llegar a ser”.34

96
6
Esta consideración lleva consigo una primera e importante implicación ponerse de parte de
las exigencias vitales de los jóvenes - compromiso que Gino Corallo describe como el aire
juvenil que debe soplar en los ambientes auténticamente salesianos cuando éstos
funcionan aunque las personas son ya ancianas y débiles de fuerzas físicas. En realidad, si es
verdad que a los educadores jóvenes les viene más espontáneo y fácil entrar en el mundo
juvenil por motivos cronológicos y psicológicos, aún así, “si faltan estos, Don Bosco provee
por medio de la fuerza unitaria que brota de un ambiente educativo que él concibe como
una familia, en la que cada persona es embajadora de las otras y colabora, según sus
capacidades, sólidamente en la edificación de todos. Sin este aspecto coral, un ambiente
35
salesiano se destruye porque no hay una sola fuerza, sea joven o mayor, que baste”.
Un segundo criterio que deriva de la predilección por los jóvenes consiste en el compromiso
de las FMA de llegar “allí donde ellos están”. Esta expresión nace de una real y sana
preocupación que debería habitar nuestras comunidades educativas, como era para Don
Bosco cuando recorría las calles y las plazas de Turín o se acercaba a las cárceles para llegar a
los jóvenes con un encuentro de salvación; como para María D. Mazzarello que, desde los
tiempos del taller, confiaba a su amiga Petronila: “El domingo asistimos a las niñas en la
iglesia, les impartimos el catecismo; cosas buena. Pero después de la instrucción y las
sagradas funciones, ¿dónde van las muchachas? ¿Qué hacen? Están demasiado
abandonadas a sí mismas y en peligro de ofender al Señor, esto no me deja tranquila. […]
Ahora bien, si en los días festivos las reuniésemos en nuestro taller y les procurásemos
diversión en el patio, las tendríamos siempre bajo nuestra mirada y las preservaríamos de
los peligros. ¿Qué te parece?”.36
El oratorio salesiano, afirma don Vecchi, “es una elección de determinados sujetos, antes
que una programación de contenidos y actividades. Si estos sujetos no se acercan, se
necesitaría, como primera cosa, salir a su encuentro: no dar por descontado que vendrán si
37
la propuesta es objetivamente válida, según los parámetros comunes”. Es intentar
encontrar a los jóvenes allí donde están físicamente, pero también psicológicamente: “el
movimiento es siempre hacia las fronteras y los márgenes religiosos, sociales y humanos,
con la mirada hacia aquello que las instituciones formales no toman en consideración, sin
excluir, al contrario, invitando a los otros. Es para todos, no dirigido a los especiales del punto
de vista de la excelencia o de la desviación, sino al pobre común en quien están vivos los
38
recursos para acoger una propuesta de rehabilitación y de crecimiento”. De aquí la
constatación, según la cual, el oratorio “no es ni un cenáculo para los mejores ni una sede
para recuperar a aquellos que tienen graves desviaciones. Se construye a la medida del
39
muchacho-joven normal, común, categoría a la que pertenecen hoy la mayoría”.
Tal criterio interpela al oratorio como institución que realiza “la pedagogía de todos, una
pedagogía para la masa” que expresa “la realización más grandiosa y basta que se conozca
97
7
en la historia de la pedagogía, además la escuela popular, de organización educativa para
todos,40 literalmente abierta a todos. No sólo, siendo una obra flexible en la propuesta, los
tiempos y los lugares, permite la dilatación del principio preventivo hasta sus máximas
posibilidades y abre a un abanico de actividades, formas, propuestas verdaderamente
infinitas.
De estas consideraciones brota la reflexión sobre la pastoral en la informalidad, fundada
sobre la convicción que “El Anuncio es para todos, también para aquellos que no pueden o
no quieren escuchar, y que ninguno puede decidir, a priori, a quién excluir o a quién incluir.
La propuesta pastoral que está a la base de esta afirmación interpreta el propio territorio
como lugar de la gracia y de la conquista, el único espacio y tiempo donde la salvación es
posible”.41
Se trata, por tanto, de repensar la intervención educativa, no solo en el área clásica del no
formal, donde se ha colocado siempre el oratorio, sino también en la informal. Por tanto,
intervenir dentro del oratorio, poniendo atención a aquellas agregaciones más o menos
numerosas de adolescentes y jóvenes que de un lado están “físicamente” presentes en el
oratorio, sea en términos temporales (porque se “estacionan” en el ambiente del oratorio
más que en otros) sea en términos espaciales (están “físicamente” cercanos), muchas
veces, no obstante, son aquellos de los que menos nos ocupamos por ser más reacios a
propuestas estructuradas y organizadas. Precisamente son estos los jóvenes que de forma
implícita buscan no tanto “propuestas” cuanto “presencia” por parte de animadores
adultos y educadores que sepan entrar en su mundo por medio de los caminos informales
de la amistad y del compartir intereses, presupuesto para una relación educativa más
estable y profunda.
Secundariamente, se trataría de considerar a los así llamados muchachos “del umbral”, es
decir, aquellos que estacionan cerca del oratorio, en los escalones de la entrada o en la
plaza cercana, mostrando una actitud de indiferencia y, muchas veces, de desafío y
provocación. Su presencia constante revela un claro mensaje aún en la ambigüedad de sus
comportamientos. Ellos con su “situarse junto al oratorio” expresan la permanencia de un
lazo, buscando puntos de referencia: “parece que en la adolescencia la identidad más
típica sea justo la del umbral, en el sentido que no sienten ni la pertenencia, ni se sienten
completamente lejanos, ni totalmente “buenos”, ni “malos”. Sería oportuno hacer salir
también en el grupo de los “buenos”, aquella parte de “umbral” que suponemos esté
42
implícita en cada adolescente”.
Están también los grupos informales presentes en la calle. Estos se reúnen en lugares
públicos como el bar, parques, estaciones y no manifiestan alguna referencia explícita a la
43
realidad del oratorio. Para estos jóvenes la pregunta sobre la legitimidad de la
98
6
intervención es verdaderamente crucial: la calle ¿puede ser lugar para la pastoral salesiana?
Desde sus primeros encuentros con los jóvenes, Don Bosco intuyó la importancia de crear
para ellos un ambiente sin el cual llegara a ser problemático, si no imposible, desarrollar para
ellos programas de rehabilitación y crecimiento. La misión salesiana que se desarrolla en el
oratorio, por tanto, tiene un ambiente de referencia y de irradiación, pero no entendido de
forma estática y cerrada, sino en continua interacción con el territorio: “el ambiente es la
base donde se trabaja, de donde se parte y hacia donde se confluye”.44
Un discurso aparte, por la importancia y actualidad del tema, merecerían los no lugares
habitados por los jóvenes, verdadero y propio reto de la era digital que interpela a los
educadores y educadoras a estar presentes, en modo virtual, allí donde los jóvenes se
expresan, se comunican, hacen alianzas, comparten intereses y buscan referencias.

La presencia como signo y expresión del amor preventivo del Padre


Todos constatan hoy que una de las principales razones de la crisis educativa que vive
nuestra sociedad es la ruptura de los lazos generacionales. Las causas de tales problemas
son muchas y complejas y deberían ser investigadas a partir de los diferentes contextos
sociales y culturales en los que trabajamos. Es también cierto que, aunque con diferente
grado de importancia, tales situaciones impactan sobretodo en las instituciones
tradicionales, tales como la familia, la escuela, la iglesia.
En el caso del oratorio la problemática es más urgente, ya que, aun siendo organizada, su
propuesta no es sistemática ni estructurada, sino que está confiada a la habilidad de las
relaciones de los educadores y de las educadoras, a su capacidad personal y comunitaria de
entretejer relaciones significativas a partir de los intereses de los jóvenes. En el oratorio, aún
siendo importante el qué se hace y qué se propone a los jóvenes, o sea, la calidad de la
propuesta, es también verdad que el éxito del proyecto está condicionado por la calidad de
la presencia, o sea, del cómo tales propuestas son presentadas, de la capacidad de los
educadores y de las educadoras de hacerse simpáticos y atrayentes, de manifestarse
amables porque intentan querer a los jóvenes y querer su bien.
Las directrices para recuperar los lazos relacionales pueden parangonarse a los raíles que
permiten correr al tren en la medida en que están en perfecto paralelismo: estar antes que
nada y simplemente disponibles a estar en medio de los jóvenes ofreciéndose como punto
de referencia, especialmente y sobre todo, para aquellas relaciones informales que valen
más que muchas iniciativas, aunque éstas sean válidas e importantes, porque demuestran a
los jóvenes en modo concreto la atención por su existencia y el amor por sus vidas, el deseo
de compartir sus intereses y la voluntad de entrar en su mundo. Secundariamente, cualificar
99
7
la propia presencia que, en el método preventivo, manifiesta el contenido de la propuesta
mediada por la autoridad de quien la transmite.
En el oratorio, tal realidad tiene modo de expresarse sobre todo por medio de la
intervención educativa informal que se lleva a cabo en el patio, “lugar simbólico” de la
relación educativa salesiana donde, con encuentros breves y personales,
tradicionalmente identificados con la “palabra al oído”, se pueden encontrar a los jóvenes
en el momento de la espontaneidad y transformar ese momento en una preciosa ocasión
de formación del y en el cotidiano, de conocimiento mutuo, de amistad sincera.
También en este caso, no se trata tanto de reproducir en modo estático un modelo, sino
más bien dejarse inspirar por el mensaje pedagógico que esto nos ofrece, recuperando el
valor para después traducirlo, encarnarlo, inculturarlo en las variadas modalidades con
las que hoy el Instituto de las FMA actúa su propuesta educativa. Oratorios tradicionales,
centros de promoción de la mujer joven, pastoral de la calle, deportes y asociaciones,
centros juveniles, colonias escolares y campamentos de verano, voluntariado y
animación, La calidad de las propuestas corresponde al inmenso mundo juvenil a los que
las FMA llegan en las diferentes partes del mundo. A esta variedad de iniciativas debería
corresponder la unidad de espíritu y de método, que se sintetiza en la calidad de nuestra
presencia educativa entre los/las jóvenes.
Es oportuno, por tanto, pararnos todavía sobre la imagen del corazón oratoriano porque
en él está descrito el elemento unificador de la vocación salesiana. Su interior está
habitado por el da mihi animas, es decir, caridad pastoral, don que procede de Dios y que
lo conforma progresivamente al corazón de Cristo, manso y humilde y al de María Ss.ma.,
madre solícita para todos sus hijos.45
De aquí procede, como el agua brota de su fuente, un estilo de presencia característico y
peculiar, fruto de cualidades humanas perfeccionadas por el don del Espíritu Santo. Es el
46
“estudia el hacerte amar” que se realiza por medio de la presencia educativa. Para
Alberto Caviglia, profundo conocedor del método educativo salesiano, esta se cualifica
metodológicamente bajo el aspecto de la bondad, un amor visible y familiar que sabe
suscitar una respuesta de amor y crear un clima y un ambiente de “amorevolezza” que
debería ser el cuarto voto de los salesianos: el voto de la bondad o de la práctica del
Sistema preventivo. Así se expresa Don Caviglia: “La verdadera originalidad, el sello de la
mente y del corazón de este genio del bien, está en esta potente síntesis creativa: es la
idea por la que vivió y que fue vivida por él. Esta idea la síntesis- viene del corazón y reside
en la bondad […] El Sistema de Don Bosco es, por tanto, el sistema de la bondad o, mejor
47
dicho, la bondad hecha sistema”.
Es la bondad del corazón que atrae a los jóvenes. Por esto el modelo del educador y de la
6
100
educadora salesiano/a es Jesús, bueno, manso, humilde, rodeado de niños y feliz de estar
48
en medio de ellos, es Don Bosco el que, testimonia Don Albera, “nos atraía a sí por la
plenitud del amor sobrenatural que le inflamaba el corazón”49; es María Dominica que
50
“atraía a las jóvenes como el imán atrae al hierro” y que había entendido bien el secreto
del oratorio, o sea, el arte de “hacerse amar por las jóvenes”.51
Todo esto se puede vivir por medio de la asistencia, término característico con el cual se
indica, normalmente, la relación educativa en la tradición salesiana. Es una verdadera y
propia categoría pedagógica que se expresa por medio de la presencia amiga del educador
dirigida, antes que nada, a la promoción integral de la persona. El educador la educadora,
siempre presente, participa totalmente en la vida de los jóvenes, escucha, interviene,
muestra interés, acoge las iniciativas, inspira actividades.52 Por esta peculiaridad que tiene
la asistencia, se le puede considerar el corazón del Sistema preventivo en cuanto que es la
53
forma práctica de la consagración que Don Bosco quiere del educador. Al mismo tiempo es
también una realidad comprometida y frágil porque está sometida al cansancio que la
presencia educativa en medio de los jóvenes lleva consigo. Tales dificultades están
presentes desde los orígenes del oratorio, como bien testimonia la carta escrita desde
Roma a la comunidad salesiana de Valdocco en 1884, y recorren toda la historia de la
educación salesiana como reto y advertencia para una continua conversión a los jóvenes.
Afirma Gino Corallo: “La asistencia no es una vigilancia de represión, sino una ayuda
constante que no pesa sobre el muchacho, sino que pesa sobre nosotros, porque ¡nos
cuesta fatigas! De aquí dos riesgos: la falta de presencia, la presencia autoritaria o
sofocante. El camino: amar aquello que los jóvenes aman, recorrer juntos el itinerario de
maduración humana sabiendo hacerse todo a todos, teniendo paciencia y aguardando,
sufriendo y esperando, buscando siempre el bien del otro y renunciando a las
consideraciones personales. El estilo preventivo requiere, como gran fundamento, las
relaciones personales por medio de las cuales la caridad llega a ser sensible y pedagógica, se
motivan los elementos del ambiente, se eligen las palabra y las intervenciones para cada
54
individuo”.
Por estas características, la asistencia es continuamente repensada y reinterpretada a la luz
de los nuevos paradigmas pedagógicos emergentes, poniéndose en diálogo con los
desafíos que la relación educativa pone a partir del propio contexto social y cultural y
manteniendo siempre clara la finalidad y modalidad de su praxis. La relación educativa
salesiana, en efecto, toma distancia de cualquier forma de autoritarismo o de imposición,
así como del permisivismo o del funcionalismo.
Se expresa como participación dinámica, rica de entusiasmo, en la vida de los jóvenes, en
las “cosas que ellos aman”, en el “patio”, cuya animación compete a toda la comunidad
educativa.55 Este tipo de presencia, dejando espacio al protagonismo juvenil, responde a las
preguntas de libertad y de autonomía de los jóvenes, y al mismo tiempo, permanece en los
7
101
itinerarios formativos porque los mueve desde el interior, organizándolos con sabiduría
pedagógica. Esta perspectiva resulta muy equilibrada frente a la tentación, extendida, por
ejemplo en las teorías pedagógicas no directivas o permisivas, de desplazar la atención y
el estudio de las relaciones del nivel de la interacción con los adultos únicamente a la
relación entre iguales. La asistencia salesiana es entendida, al contrario, como presencia
que comparte verdad y valores con aquellos que se aman, a fin de ayudar la libertad, aún
56
inmadura de los jóvenes, a suavizarse por medio de de elecciones rectas y significativas.
En este sentido el educador y la educadora viven en relación con los jóvenes una espera
“activa”, capaz de demostrar confianza, de comunicar que el Padre los ama y se fía de
ellos.
Por esta peculiaridad pedagógica, a partir de los años Ochenta, la asistencia se ha
enriquecido y, en cierto sentido, reinterpretada como animación. Esta es concebida como
camino para estimular la autonomía de los jóvenes reforzando las motivaciones, para
despertar en ellos su capacidad crítica y su responsabilidad, para pedirles su aportación
activa y la implicación creativa en las propuestas, para favorece su capacidad de inventar y
comunicar.
La animación está considerada una cualidad que aparece en todos los procesos de
liberación o de expansión que atañen a la persona y como una forma de ordenar los
objetivos y de pensar la finalidad de los procesos educativos.
La animación llega a ser la elección educativa que da calidad a la pastoral, en particular
aquella que se desarrolla en el oratorio, porque permite partir desde el punto en el que se
encuentran los jóvenes y de acoger a cualquiera que esté dispuesto a un camino, de
organizar los contenidos en modo que estos asuman su realidad juvenil, de encarnar la fe
57
en sus experiencias vitales. Requiere particular importancia el grupo, entendido como
“lugar educativo” privilegiado para entretejer relaciones familiares y espontáneas, no
condicionadas por los roles y los deberes, sino construidas por medio del diálogo sincero,
la apertura del corazón, la disponibilidad para compartir y la acogida sin prejuicios.

“Vivir” el oratorio en el estilo del Sistema preventivo


En el oratorio salesiano, como se ha visto, se tiene en cuenta la realidad juvenil de forma
integral, de todos los valores presentes en su persona y de todas las dimensiones que
caracterizan su humanidad. Por este motivo, esta obra, corresponde también desde un
punto de vista programático, además de metodológico, al trinomio razón, religión
amorevolezza.58
La tríada es una expresión estereotipada que en la tradición salesiana ha querido siempre
sintetizar el Sistema preventivo en su integralidad y globalidad. En particular, revela todo
102
6
el alcance pedagógico cuando se le considera desde el punto de vista de la restitución
antropológica que la tradición nos consigna. Es, por tanto, una visión de persona que se
coloca en la estela de la más genuina tradición pedagógica católica, haciendo de tal
método ejemplo de humanismo pedagógico cristiano.59
Enraizada en el realismo cristiano y alimentada por el optimismo del Evangelio, esta visión
tiene la fuerza de sostener un proyecto educativo integral que pone al centro la persona
del/la muchacho/a y del/la joven, hace un llamamiento a su libertad e inteligencia,
potencia su voluntad, considera los dinamismos afectivos y la dimensión relacional y
social, valora la corporeidad, desvela y progresivamente educa su natural apertura al
trascendente y al sentido de la vida. Esto en una dinámica que no jerarquiza los elementos
sino, según una visión sistemática, los considera contemporáneamente, teniendo en
cuenta sobre todo su interdependencia.
De aquí se deduce una idea de educación siempre unitaria y orgánica cualquiera que sea la
institución en la que se realiza, la actividad en la que se centra, los destinatarios a los que se
dirige.
Para expresar tan estrecha unidad se utiliza la expresión educar evangelizando y
evangelizar educando.60 La centralidad de la redención, corazón de la visión cristiana de la
realidad, es considerada sin negar, al contrario apreciando, valorando y desarrollando la
dimensión humana, de la que se considera la intrínseca validez. La acción pastoral que
surge se caracteriza por su encarnación cultural en el área de la educación y la reflexión
61
pedagógica se distingue por su constante finalización pastoral.
Esta realidad recompone a nivel pedagógico la discrepancia fe-cultura y fe-vida porque el
Evangelio es una propuesta unida a la existencia concreta, no está aislada de la vida, sino
armónicamente dentro de los procesos de crecimiento de la personalidad y del
humanismo. Es un don y una energía que incorpora toda la existencia. También el
educador y la educadora salesiano/a se benefician en cuanto encuentran en tal
prospectiva el impulso que estimula la acción educativa y que va al corazón de la propia
vocación, es decir, a la opción por Cristo y por el anuncio de su Evangelio. La competencia
cultural y pedagógica será un dato concreto para medir la sinceridad y la eficacia de su
intencionalidad evangelizadora; por otra parte, esta intencionalidad será la luz que lo
iluminará para formular un programa integral de arte educativo.62
En este momento, nos podemos hacer una doble pregunta: ¿cómo y en qué sentido la
propuesta educativa del oratorio puede ser desafiada por el Sistema preventivo? Y
también: ¿cómo las necesidades educativas de los/as chicos/as, que frecuentan potencial
o realmente el oratorio provocan al Sistema preventivo a dilatar sus potencialidades?
Cuanto he dicho hasta aquí me parece que ofrece algunos estímulos interesantes que
103
7
ofrezco a vuestra reflexión y que espero puedan ser objeto de posteriores búsquedas y
profundizaciones. Sobre todo el Sistema preventivo desafía al oratorio a mantener su
característica educativa. Afirma Don Vecchi: “Para actuar la salvación de la juventud Don
Bosco, entre muchas vías posibles, prefirió la vía educativa. Fue una elección confirmada
en modo particular frente a otras dos: la que estaba inclinada más hacia lo político y la
participación directa en la reforma inmediata de la sociedad, y la que se inclinaba
totalmente hacia la vertiente catequística: que consideraba el oratorio al modo del
catecismo parroquial, agregándole sólo algunas actividades lúdicas, como atractivo pero
sin relevancia alguna en la formación del joven. La misma vía educativa es entendida más
como capacidad de afrontar la vida en los desafíos actuales y de prepararse para el futuro
que como desarrollo de programas formales y sistemáticos”.64
La identidad original del oratorio es ser un lugar de educación integral de los jóvenes a
través del juego, el catecismo y la instrucción. Hoy, afirma también Don Vecchi, hemos
traducido todo esto en “expresión juvenil” evangelización, animación cultural. Cada uno
de estos elementos incluye también los otros, en forma sistemática, y todos confluyen en
el objetivo general del crecimiento personal y social de la persona mediante la
participación activa en un ambiente propositivo. Vale por tanto la pena ponerse algunas
preguntas para revisitar con criterio educativo cada uno de estos elementos.
“¿Qué juego hace el oratorio para ser él mismo y no un club o un parque de atracciones?
¿Qué evangelización podemos esperar del oratorio para ser prolongación y no “réplica”
de la catequesis parroquial? ¿Qué animación cultural se propone para no confundirse con
los numerosos “centros culturales” o comités de distritos?”.65
Una segunda provocación nos viene también de la reflexión de Don Vecchi, que mantiene
66
una sorprendente actualidad. El oratorio de Don Bosco se desarrolla según unas fases
que se pueden resumir en cuatro etapas: los inicios, que corresponde a su búsqueda y
encuentro de los jóvenes en la calle, en las plazas y los lugares de trabajo; la progresiva
formación de una comunidad juvenil; la maduración de un programa variado y articulado;
por último, la definitiva sistematización de las actividades, de las estructuras y de los
ambientes. Estas cuatro fases, aun diferenciándose entre ellas, están siempre orientadas
por el contexto, los destinatarios y las concretas posibilidades de los trabajadores. Aun
pudiendo observar las cuatro fases separadamente, continúa Don Vecchi, es necesario
tomarlas todas juntas para poder comprender el espíritu, las características estructurales
y operativas del oratorio. La fisionomía del oratorio de Don Bosco, en realidad, refleja la
génesis no solamente como antecedente histórico, sino como dinámica permanente.
Las diferentes realizaciones que de aquí han brotado a lo largo de la historia, por un lado
encuentran justificación en las preguntas juveniles del contexto, pero por otro, y en no
pocos casos, ha llevado a interpretaciones demasiado personales también avaladas por
6
104
una cierta desvinculación institucional respecto a un posible proyecto de elaborar juntos
respecto a esa institución. De aquí el riesgo de absolutizar cualquier rasgo del oratorio en
perjuicio de los otros (oratorios lúdico-deportivos; catequísticos; asociacionistas; casa del
barrio o de la comunidad, etc.) Ahora bien, para hacer una reflexión seria, en grado de
restituir del oratorio su identidad original se debe volver a proponer la imagen “total del
oratorio-centro juvenil” cuyas características fundamentales se pueden deducir de su
momento más genuino “aquel del contacto espontáneo, libre, amigable, participativo”
entre educadores y jóvenes.67 Los nodos propuestos por Vecchi hacen referencia a cuatro
áreas que merecerían ser estudiadas y profundizadas: el oratorio como misión abierta en el
continente juvenil; con un ambiente de referencia e irradiación; que se propone la
salvación de los jóvenes; acogiendo y evangelizando sus vidas.68
Estos retos son un requisito previo para que surja otra provocación. La realización de un
proyecto de educación integral e integrada, en clave sistemática y en red con el territorio,
se puede dar solamente en la medida en que la comunidad educativa del oratorio esté
formada y madura a nivel pedagógico y profesional, pero también a nivel humano y
espiritual. Si está cohesionada entorno a un proyecto que ha sido elaborado
conjuntamente y que llega a ser el punto fundamental, no sólo de la buena marcha de la
obra, sino el taller donde la misma comunidad “se forma” y crece junta. Si los miembros de
la comunidad, a partir de su específica vocación y misión, ofrecen su aportación en el
respeto y en colaboración con los otros. Si los jóvenes, corazón del oratorio, son también el
centro de la comunidad educativa, no sólo como destinatarios privilegiados, sino como
protagonistas activos y propositivos, verdaderos y propios “agentes de cambio y de
renovación” de la misma comunidad en sus propuestas que son evaluadas a partir de las
exigencias juveniles (de aquí la reflexión sobre los horarios, los tiempos de apertura, etc.).
Es, por tanto, un desafío formativo el que surge de la identidad del oratorio, desafío que
provoca también las comunidades inspectoriales a preguntarse qué atención y cuidado se
tiene a la obra del oratorio, en la elección del personal cualificado, de los ambientes
destinados al mismo, del tiempo que las personas que trabajan en él pueden disponer no
sólo para estar entre los jóvenes sino también para dar calidad a su presencia por medio de
la formación permanente y de puesta al día.
En lo que concierne a la segunda parte de la pregunta, indico solamente algunas
provocaciones que podrían ser eventuales pistas para posteriores investigaciones o
reflexiones en el desarrollo de este proceso destinado a reavivar la pasión educativa en las
FMA y en las comunidades educativas a las que pertenecen:
O ¿Qué respuestas puede ofrecer el Sistema preventivo a la realidad de los/las
adolescentes y de los/las jóvenes del oratorio, cada vez más caracterizados por una
multiculturalidad y multireligiosidad?
7
105
O ¿Cómo conservar, desarrollar y cualificar la dimensión religiosa y evangelizadora
de la propuesta oratoriana en armonía con las otras dimensiones?
o ¿Qué valor educativo se puede restituir al “tiempo libre” cada vez más
considerado como tiempo improductivo y marginal, respecto a aquel central del
trabajo y de las ganancias, a partir de la propuesta educativa oratoriana?
o Frente a las pobrezas juveniles emergentes en los diferentes contextos
socioculturales en los que trabajamos las FMA, ¿cómo se puede dar calidad a la
propuesta educativa del oratorio a partir de la visión integral del Sistema
preventivo?
o ¿Qué identidad peculiar puede expresar la comunidad oratoriana inserta en un
territorio civil y eclesial y por qué aportación caracterizarse a favor de la
promoción integral de los/las jóvenes?
O La animación y el voluntariado juvenil son las dos grandes oportunidades actuales
para la formación de los jóvenes sobretodo en los ambientes no formales. ¿Cómo
la propuesta metodológica y espiritual del Sistema preventivo puede vivificar de
contenidos y propuestas tales actividades?
o ¿Qué provocaciones formativas brotan del Sistema preventivo vivido por las FMA
y, por tanto, caracterizado al femenino, en orden a la educación de la mujer joven
en los centros de promoción?

Para concluir
Quisiera concluir dejando la palabra a un maestro en cuya escuela Don Bosco ha
aprendido a cultivar y a hacer crecer en él el corazón oratoriano. Es una reflexión que Don
Giuseppe Cafasso hacía a los jóvenes sacerdotes en formación en el Convitto. Quizás no
sería superfluo meditar estas palabras en nuestras comunidades religiosas y educativas
para ayudarnos recíprocamente a volver continuamente a “rescaldar el corazón” de la
pasión por Dios y por los jóvenes, es decir, a hacerlo verdaderamente “oratoriano”:
“Creedme, hermanos míos, nuestro vacío como sacerdotes está más en el
corazón que en las manos, y quiero deciros que, a excepción de pocos,
generalmente de sacerdotes se trabaja; pero ¿de qué valen estas obras externas,
de apariencia, superficiales, cuando os falta la sustancia, el meollo?; ¿os falta el
recto fin y aquella pureza de intención de agradar a Dios, y buscar únicamente su
gloria? Se trabaja, sí, muchos sacerdotes, pero se trabaja para el lucro y los
106
intereses temporales, se trabaja por ambición y por un poco de gloria humana; se
trabaja por genio e inclinación natural; se trabaja finalmente por costumbre y
hábito. Estas son, de ordinario, las causas motoras en tales sacerdotes, muy
ocupados de la mañana a la noche en obras más o menos directas del ministerio…
Tomad, en cambio, otro sacerdote también muy cargado de fatigas, de molestias,
pero dotado de otro espíritu, que en sus acciones busca solo la voluntad del Señor,
su honor, su gloria, entonces veréis otro brío, otra alma, otros modos, maneras
bien distintas. Observad con qué júbilo, con qué alegría, incluso externa, se
comporta en medio a las acciones más comunes, más repugnantes y fastidiosas.
¿Qué decir, entonces, cuando se pudiese entrar en aquel corazón? Cualquiera que
sea la acción de este sacerdote, tiene siempre en sí mismo consuelo de paraíso. Es
más, tal pureza de intención es aquella que nos sirve de gran medio y de fuerte
estímulo para hacer bien nuestras obras, y para hacerlas útiles y fructuosas para
69
nuestro prójimo”.
Que el corazón oratoriano sea la fuente que alimente el proceso comenzado para que el
corazón de cada FMA del Instituto continúe ardiendo de amor por los jóvenes, en los que
está reflejada la imagen de Dios para ¡servir y amar con pasión y entrega hasta el final!. Lo
deseo para mí, para cada una de vosotras y para todas las hermanas esparcidas por los
cinco continentes.
70
Piera Ruffinatto FMA

1
Cf. INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Lo más grande de todo es el amor. Actas del Capítulo general XXII, Roma, 18 septiembre 15
noviembre
2
2008, nn. 25.26.34.
3
Cf ivi, n. 39.1.
Sinodo Dei VEscovi. XIII ASsemblea GEnerale ORdinaria, La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Lineamenta, Libreria
Editrice
4
Vaticana 2011, n. 2.
5
L. cit.
6
Cf Braido Pietro, Il sistema preventivo di don Bosco, Zürich, PAS Verlag 19642, 317.
Cf Regolamento per l'impianto e lo sviluppo degli Oratorii festivi presso le Case delle Suore, in Deliberazioni dei Capitoli Generali delle Figlie di
Maria Ausiliatrice tenuti in Nizza Monferrato nel 1884, 1886 e 1892, Torino, Tip. Salesiana 1894 art. 149.
7
8
Cf REffo Eugenio, Don Cocchi e i suoi Artigianelli¸ Torino, Tip. Artigianelli 1896.
Giraudo Aldo, L'oratorio di don Bosco, in DIocesi di Torino, Oratorio: storia, attualità, progetti, Atti dei Convegni (Torino, 30 aprile-1 maggio; 1-2
ottobre 1988) Torino 1989, fasc.3, 16.
9
10
Cf l.cit.
11
Ceria Eugenio, Annali della Società Salesiana. Dalle origini alla morte di S. Giovanni Bosco (1841-1888), Torino, SEI 1961, 630.
12
Vecchi Juan, El oratorio salesiano: memoria y profecía, en Notas de Pastoral juvenil 22 (1988) 5, 8.
Cf CHiosSo Giorgio, Don Bosco e l'oratorio, in Midali Mario (a cura di), Don Bosco nella storia. Atti del primo Congresso Internazionale di studi su
Don Bosco, Roma, LAS 1990, 302.
13
14
Braido, El sistema preventivo de Don Bosco (1964) 321.
15
Cf ivi. 318.
Bosco Giovanni, Memorias del Oratorio de S. Francisco de Sales del 1815 al 1855 [1873-75]. Introducción, notas y texto crítico a cargo de Da
Silva
16
Ferreira Antonio, Roma, LAS 1991, 120.
17
Cf Braido, El sistema preventivo de Don Bosco (1964) 324.
18
Cf iivi. 325.
19
Braido Pietro, Prevenire, non reprimere. Il sistema educativo di don Bosco, Roma, LAS 1999, 358.
20
ID., El sistema preventivo de Don Bosco (1964) 327.
21
Vecchi, El oratorio salesiano: memoria y profecía, 5.
Viganó Egidio, Un “corazón” oratoriano, en Notas de Pastoral juvenil 22 (1988) 5, 20.
7
107
22
23
L.cit.
24
Viganó Egidio, Anexos, en CapíTulo General 21 de la Sociedad Salesiana, Documenosi Capitulares, Roma, 12 febreo 1978, Ed. SDB 330.
25
Cf INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Constituciones y Reglamentos, Inst. FMA 1982, art. 1.
26
Cf. Const. FMA art. 6.
27
Iví. art. 64.
28
Cf. Viganó, Un “corazón” oratoriano 20.
29
Corallo Gino, El método educativo salesiano. La herencia de Don Bosco, Catania, Tip. Escuela Salesiana del Libro 1979, 8.
Cf. BOsco Giovanni, Cenno storico sullo sviluppo dell'opera degli oratori a Torino dal 1841 al 1862, in BRaido Pietro (a cura di), Don Bosco
educatore.
30
Scritti e testimonianze, Roma, LAS 1992, 108.
Mazzarello Maria Domenica, La sabiduría de la vida. Cartas de María Domenica Mazzarello, a cargo de María Esther Posada - Anna Costa -
Piera
31
Cavaglià, Roma, Instituto FMA 20044, lettera n. 18, 3.
32
ALbera Paolo, Lettera ai salesiani, 18 ottobre 1920, in ID., Lettere circolari di D. Paolo Albera ai salesiani, Torino, SEI 1922, 340.
33
Corallo, El método educativo salesiano 7.
34
Cf. Lo más grande de todo es el amor. Actas del Capítulo general XXII 31.
35
Corallo, El método educativo salesiano 20.
36
Iví. 27.
Maccono Ferdinando, Santa Maria Dominga Mazzarello, Cofundadora y primera Superiora general de las Hijas de María Auxiliadora I,
Turín, Instituto FMA 1960, 126.
37
38
Vecchi, El oratorio salesiano: memoria y profecía 7.
39
L.cit.
40
Iví 8.
41
Braido, El sistema preventivo di Don Bosco (1964) 329.
ORatori Diocesi Lombarde, Educare oltre … Riflessioni per una pastorale nell'informalità. L'oratorio si lascia provocare dagli adolescenti
dei gruppi informali, 5, in http://www.oratori.brescia.it/redazione_news_doku/11/124_pdf01.pdf.
42
43
Cf. ORatori Diocesi Lombarde, Educare oltre 19-20.
La calle, con su máxima informalidad está en grado de acercarse a los jóvenes a partir de la realidad en la que se encuentran. Pero se tiene
presente que, en ella, dificílmente consiguen manifestarse en su realidad más verdadera dados los máximos condicionamientos a los que
están sujetos por parte del grupo informal el que ofrece la pertenencia, pero lanza hacia la homologación; responde a la necesidad de
relación, pero no favorece las manifestaciones de afecto y solidaridad; permite la exploración de nuevos lugares y situaciones, pero no
ayuda a encontrar la clave de lectura para interpretarlos. Además, la necesidad de identificación e imitación, puede inhibir el contacto con
lo externo y empuja al compromiso; la autogestión, aún siendo en sí misma una afirmación de autonomía, no excluye el implito deseo de
relación con el adulto que, si por una parte es visto como potencial dominador, por otra es buscado como término de confrontación (cf ivi
30-31).
44
Vecchi, El oratorio salesiano: memoria y profecía 9. Se desarrollan aquí algunas características importantes que garantizan en el ambiente
salesiano su valor educativo: está constituido por una comunidad rica de relaciones interpersonales valorizadoras. Aún teniendo una
organización y unas finalidades, favorece la responsabilidad de cada uno a partir del propio rol y tarea. En particular, se caracteriza como
comunidad juvenil en cuanto “no sólo destinada a los jóvenes, sino construida por ellos con la ayuda de los educadores”. Tiene una sede
porque un lugar de agregación y de expresión juvenil es elemento indispensable del Sistema preventivo y es a la comunidad como la casa es
a la familia. El ambiente está conectado a la comunidad eclesial de la que es mediación, por lo tanto se caracteriza como cristiano. Aún
siendo festivo, alegre y libre es sin embargo es también un ambiente regulado en el que se pide como mínimo la disponibilidad a hacer un
camino. Es un ambiente que no se ocupa simplemente de llenar el tiempo libre, sino que ofrece la posibilidad de tomar en mano la propia
vida
45
y descubrir su sentido (cf. ivi 10).
46
Cf. Const. FMA art. 7.
Bosco Juan, Recuerdos confidenciales a los directores, en Braido Pedro (a cargo de), Don Bosco educador. Escritos y testimonios, Roma,
LAS 1992, 179.
47
48
Caviglia Alberto, La pedagogia de Don Bosco, Roma 1935, 14-15.
49
Cf. Mt 18,5.
50
Albera Pablo, Don Bosco nuestro modelo, 18 octubre 1920, en Cartas circulares, Dirección General, Turín 1965, pag. 372-374.
51
Maccono, Santa María Domenica I 47.
52
Cf. Ivi 274.
53
Cf Braido, Prevenir no reprimer 302-303.
54
Bosco Juan, El Sistema preventivo en la educación de la juventud, en Braido (a cargo de), Don Bosco educator 261.
55
Corallo, El método educativo salesiano 21.
56
Cf. Const. FMA art. 67.
57
Cf. Actas Capítulo general XVI (Roma, 17 aprile-28 luglio 1975), Roma, Instituto FMA 1975, 102.
Cf. Vecchi Juan, La animación pastoral, en INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Actas Capítulo general XVIII, 24 agosto 29
septiembre 1984, Inst. FMA 1984, 107-148. Otros documentos oficiales sobre la animación: El animador salesiano en el grupo juvenil, a
cargo
58
del Dicasterio para la pastoral juvenil SDB y el Centro Internacional de Pastoral juvenil FMA, Roma, Ed. SDB 1987.
59
Cf. Braido, El sistema preventivo de Don Bosco (1964) 329.
Paolo VI, Il valore del nuovo centro di studi superiori nell'armonia dell'alta cultura ecclesiastica, in Insegnamenti di Paolo VI vol.V, Città del
Vaticano, Tip. Poliglotta Vaticana 1966, 530; cf. anche GIovanni Paolo II, Lettera del Sommo Pontefice Giovanni Paolo II al Reverendo Egidio
Viganò Rettor Maggiore della Società di San Francesco di Sales nel Centenario della morte di San Giovanni Bosco: Iuvenum Patris, 31
gennaio
60
1988, in Enchiridion Vaticanum XI. Documenti ufficiali della Santa Sede, Bologna Dehoniane 1991, 165-215.
La expresión educar evangelizando y evangelizar educando fue acuñada en el Capítulo general XXI de la Congregación Salesiana (cf.
CApÍTUlo General 21 de la Sociedad Salesiana, Documentos Capitulares, Roma, 12 febrero 1978, Ed. SDB). Fue el Rector Mayor Don Egidio
61
Viganò quien lo profundizó y difundió en la Familia salesiana a través de sus cartas programáticas: La nueva evangelización, en Actas del
Consejo Superior 70 (1989) 331, 3-33; y La nueva educación, en ivi 72 (1991) 337, 3-43; y La nueva educación, en ivi., 72 (1991) 337, 3-43. La
urgencia de la nueva evangelización viene proclamada por la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II. Abriendo la sesión Juan XXIII subraya:
108
«El espiritu cristiano, católico y apostólico del mundo entero espera un salto adelante. Otra cosa es el deposito de la fe, y otra la forma en que son
expuestas las verdades contenidas en nuestra doctrina. Debemos dar mucha importancia a esta forma y, si es necesario, habrá que insistir con
mucha paciencia en su elaboración”. (Giovanni XXIII, Discorso nella solenne apertura del Concilio, 11 ottobre 1962, in Enchiridion Vaticanum I.
Documenti del Concilio Vaticano II, Bologna, Dehoniane 197911, n° 55). El corte eminentemente pastoral del Concilio es una respuesta a esta
urgencia, y pone a la Iglesia en diálogo con la postmodernidad y con las grandes instancias de la dignidad de la persona humana, la libertad
religiosa, la familia, la solidaridad, el compromiso político en la convivencia democrática, la globalización, la bioetica. Estos temas son
retomados por el Sínodo Extraordinario de los Obispos, celebrado en 1985 a veinte años del Concilio, y de las numerosas encíclicas de Juan
Pablo II. El tema ha tenido después notables desarrollos tanto en los Sínodos continentales como, ultimamente, con ocasión del Sínodo de los
Obispos
61
La nueva evangelización para la transmísión de la fe cristiana.
ViganÒ Egidio, Il Proyecto Educativo Salesiano, en Actas del Consejo Superior (1978) 290, 28. Cf. también CHavez Pascual, «Y se conmovió por
ellos, porque estaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas” (Mc 6, 34). La Pastoral juvenil salesiana, en ACG 25 abril
2010.
62
63
ViganÒ, Proyecto Educativo Salesiano 31.
64
Vecchi, El oratorio salesiano: memoria y profecía 12.
65
Cf ivi 14.
66
Ivi.
67
Cf. ivi 6.
68
L.cit..
69
Cf. ibíd., 6-19. Remitimos a la lectura de la aportación completa.
70
Cafasso Giuseppe, Opere complete. IV: Istruzioni per esercizi spirituali al clero, Torino 1925, 314. 317. 318.
Docente de Metodología de la Educación en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación “Auxilium”, Roma.

7
109
El criterio oratoriano para revitalizar cada ambiente
educativo

“El oratorio tiene ya una definición y en la actualidad es concebido con un doble


movimiento. No digo que todos lo realicen. El oratorio es un lugar de convergencia física
donde es posible formar una gran comunidad juvenil con márgenes abiertos, animada por
un grupo que es muy consciente de las finalidades y de la dinámica y donde es posible llevar
en continuidad propuestas educativas y crear actividades.
El oratorio es también un movimiento de salida, va a buscar a los jóvenes como hacía Don
Bosco, que iba por a las obras a preguntar a los jóvenes si querían ir el domingo al oratorio.
No es posible - salvo en casos de emergencia y por intervención con terapia de choque -
educar en la calle de una forma concreta. La educación requiere también un cierto
ambiente no cerrado, donde se entra y se sale.
Pero el trabajo de búsqueda de los jóvenes se debe hacer. Muchos lo hacen, por ejemplo, en
las escuelas públicas, aprovechando la hora de religión como una posibilidad para un
primer contacto. Otros lo hacen con ramificaciones del oratorio, con pequeñas células
diseminadas aquí y allá. Por supuesto, si hoy en día un oratorio se limitara a estar sólo en su
propio espacio físico y no tuviera capacidad de llamada, se convertiría en una institución
absolutamente insuficiente para hacer frente a la situación juvenil.”1

Deseo iniciar esta reflexión con la cita, tan llena de significado, de Don Vecchi, porque en el
centro de todos nuestros estudios y de nuestro compartir es necesario poner la situación
de los jóvenes. El Capítulo general XXII ha ofrecido al Instituto un criterio ideal que puede
ayudar a volver a leer la pluralidad de presencias, de obras con una visión renovada: "Las
jóvenes y los jóvenes, especialmente los más pobres, son la riqueza y el tesoro más grande
que Dios nos confía. Ellos son el lugar teológico, la tierra santa donde Él nos habla
invitándonos a la conversión para vivir el carisma de la preventividad como renovada
alianza con Él y con todas las personas corresponsables de la misión educativa".2 Este
criterio se ha demostrado históricamente fructífero y puede guiarnos también hoy en el
proceso de relanzamiento del oratorio-centro juvenil y toda presencia educativa.
El criterio oratoriano se puede delinear indicando varios elementos- clave, pero lo que
anima, sostiene y da fundamento es la persona viva y operante, tanto de Don Bosco como
de María Dominica Mazzarello, en medio de los chicos y las chicas. Los jóvenes tienen
derecho de recibir de las generaciones que les preceden puntos firmes para tomar sus
propias decisiones y construir su vida, como una planta joven necesita un apoyo sólido
hasta que crezcan las raíces, para convertirse, entonces, en un árbol robusto capaz de dar
113
7
fruto.

Experiencia de discernimiento
Sitúo el criterio oratoriano a partir del discernimiento que Juan Bosco y María Dominica
hicieron en el camino vocacional para orientar su decisión. De este modo indico el primer
elemento característico del criterio oratoriano basado en una clara elección vocacional,
válida no sólo para los SDB y FMA, sino también para los demás miembros de la Familia
Salesiana y para los laicos educadores, animadores y animadoras.
Reflexionando sobre los criterios que califican toda presencia salesiana es importante y
necesario considerarlos desde el punto de vista del ser no del actuar. La llamada interior
"me parece encontrarme en medio de una multitud de niños que me piden ayuda" ha
motivado a Don Bosco a dar vida al oratorio. No encontramos un escrito de Don Bosco que
delinee más claramente el movimiento de su corazón y su pasión por la salvación de los
jóvenes.
En las Memorias del Oratorio él narra su vida y es aquí donde podemos encontrar la
dimensión interior y espiritual que constituye todo el tejido del Oratorio: de las Memorias
del Oratorio emergen los criterios para orientar cualquier tipo de presencia. "Sólo en un
activo itinerario interior de discernimiento, de entrega total, de tensión teologal (fe,
esperanza, caridad), de obediencia y desapego extremos y totales, [Don Bosco] puede
encontrar su dimensión efectiva, encarnada en la situación del momento; la lucidez en la
lectura de los fenómenos sociales y la búsqueda de soluciones pastorales y su apertura
dúctil y poliédrica capaz de presentarse en formas, actividades y modos adaptados a las
cambiantes necesidades pastorales y sociales".3
Podemos decir que el criterio oratoriano es la persona misma de Don Bosco, tan llena de
caridad amorosa y solicita, capaz de abrir eficaces canales de comunicación y despertar
afecto y disponibilidad. Los criterios que se derivan de la experiencia de Valdocco y más
tarde por la de Mornese no son sólo una preciosa herencia para ser custodiada, sino que
deben ser expresadas en el presente. Don Bosco era consciente de ser el que trazaba sólo
las líneas iniciales de algo mucho más grande. De hecho, decía: "Vosotros llevaréis a cabo
4
la obra que yo inicio: yo esbozo, vosotros daréis los colores. Ahora es sólo una semilla...”
La primera y fundamental respuesta de Don Bosco a los jóvenes era él mismo. En Valdocco
las cosas eran sencillas y pobres, pero allí estaba él, estaba Don Bosco. Esto era lo que
todos sabían y buscaban. "Vamos con Don Bosco", era la frase que expresa todo. El suyo es
un estilo que integra toda la propia experiencia.
Ya desde niño comienza con jóvenes amigos campesinos una especie de oratorio festivo,
como él mismo dice en las Memorias del Oratorio. Comienza en Moncucco, después en
114
Casa Moglia, en Chieri... Oratorio y Sistema Preventivo antes de ser instituciones y
estructuras son actitudes profundas de las personas, opciones fundamentales, un modo
claro y explícito de ser, de actuar educativamente y de relacionarse.
Tanto en Valdocco como en Mornese, la profunda preocupación era ayudar a los jóvenes a
vivir, aprender a relacionarse entre ellos en el respeto mutuo y la valoración recíproca,
favorecer la integración social de las jóvenes y los jóvenes como honestos ciudadanos y
buenos cristianos, orientar sus vidas en la búsqueda de la verdad, la belleza y la bondad,
buscar especialmente la felicidad aquí en la tierra para encontrar la auténtica felicidad que
viene del Dios de la vida plena. En la pedagogía salesiana la propuesta de la primera gran
obra de la Congregación de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora, el oratorio,
contenía en sí misma claridad de visión antropológica, enraizada en el misterio de la
Encarnación redentora de Cristo.
Esta claridad de visión permitía crear un ambiente educativo donde se favorecía
intensamente el encuentro con Jesús en la vida cotidiana, y Su presencia en la vida de los
jóvenes pobres y sin grandes medios espirituales, poco a poco lograba transformar sus
vidas liberando energías capaces de transformar la sociedad desde dentro.
Sabemos que la verdadera humanización implica la atención a la persona en todas sus
dimensiones y esto significa asegurar a los jóvenes y a las jóvenes lo que Don Bosco ya
había asegurado desde el principio en cada presencia educativa: "Os quiero felices en el
tiempo y en eternidad" y lo que María Dominica había especificado a Petronila
explicándole la misión que Dios le sugería : "Con el objetivo principal, recuérdalo bien, de
quitarlas de los peligros, hacerlas buenas y sobre todo para enseñarlas a conocer y amar al
Señor".5

El criterio oratoriano y la emergencia educativa


En el Capítulo General del 2008 afrontamos el tema de la educación y renovamos nuestro
compromiso por una educación de calidad, profundizando, en modo particular, la fuerza
profética del Sistema Preventivo. En este momento histórico, en el que la prevención no es
elegida como proceso normal y cotidiano en las familias, es cada vez más urgente que los
educadores, en los ambientes educativos, acompañen a las chicas y a los chicos a liberarse
de los condicionamientos que les impiden vivir en plenitud como personas y potenciar
personalidades robustas y responsables, capaces de opciones libres y coherentes.
En nuestras presencias normalmente se organizan itinerarios educativos para las/os niños,
preadolescentes, adolescentes, las/os jóvenes, mientras que el gran desafío de la actual
situación juvenil y cultural es la re-comprensión de la acción educativa del adulto. Creo que
aquí se encuentra el centro y el punto de partida de la emergencia educativa.
7
115
Benedicto XVI, durante su pontificado, nos ha ayudado a reflexionar sobre la
emergencia educativa, confirmada por los fracasos contra los que muy a menudo
dirigimos nuestros esfuerzos para formar personas sólidas, capaces de colaborar con
los demás y dar sentido a su propia vida. A menudo se habla de una brecha
generacional, que ciertamente existe y pesa, pero que es el efecto, más que la causa, de
la falta de transmisión de certezas y valores. La causa que ha motivado esta emergencia
ha sido el encontrarnos ante una atmosfera generalizada de desaliento frente a lo que
sucede en la sociedad, frente a una mentalidad y formas culturales que llevan a dudar
del valor de la persona humana , del significado de la verdad y del bien, en última
instancia, de la bondad de la vida. Se hace difícil transmitir, de una generación a otra,
algo que es válido y fiable, normas de comportamiento, objetivos creíbles en torno a los
cuales construir la propia vida. Cuando son sacudidos los fundamentos y fallan las
certezas esenciales, la necesidad de valores vuelve a hacerse sentir de modo
apremiante: así, en concreto, hoy en día aumenta la demanda de una educación que
sea verdaderamente tal.
El nodo más grande es la cuestión antropológica, porque a diferencia de lo que ocurre
en el campo técnico o económico, donde los avances de hoy en día se suman a los del
pasado, en el ámbito de la formación y el crecimiento moral de las personas no hay
posibilidad similar de acumulación porque la libertad humana es siempre nueva y cada
persona y generación debe asumir de nuevo sus propias decisiones. Incluso los más
grandes valores del pasado no pueden simplemente ser heredados o transmitidos, se
hacen nuestros y se renuevan a través de una opción personal, a menudo dolorosa. Es el
punto más delicado de la obra educativa: encontrar el justo equilibrio entre libertad y
disciplina. Sin reglas de conducta y de vida, basadas en el día a día, incluso en las cosas
pequeñas, no se forma el carácter y no se prepara para afrontar las pruebas que
vendrán en el futuro.
La relación educativa es ante todo el encuentro de dos libertades, y el éxito educativo
está en la capacitación en el uso correcto de la libertad. A medida que el niño crece, se
convierte en adolescente y después joven; por tanto debemos aceptar el riesgo de la
libertad, permanecer siempre atentos para ayudarle a motivarse, a convencerse de
ideas importantes y claras, decidirse por elecciones, y corregirle incluso si estas son
incorrectas. Sin embargo lo que nunca debemos hacer es secundarlo en los errores,
fingiendo no verlos, o peor compartirlos, como si fueran las nuevas fronteras del
progreso humano. Si cambia nuestra concepción de persona humana, y más aún si
tuviera que cambiar la realidad de la persona, también cambia el concepto de
educación y entran en crisis nuestros parámetros educativos. Esto es exactamente lo
que está sucediendo, incluso si no nos damos cuenta todavía.

116
Una auténtica educación necesita en primer lugar la cercanía y la confianza que nacen del
amor: pienso en la primera y fundamental experiencia de amor que los niños hacen, o por lo
menos que deberían hacer, con sus padres. Pero todo verdadero educador y educadora
sabe que, para educar, tiene que donar algo de sí y que sólo de esta manera puede ayudar a
los jóvenes a superar el egoísmo y a su vez ser capaces de un verdadero amor. Es pobre la
educación que se limita a proporcionar nociones e informaciones, pero deja de lado la
cuestión importante acerca de la verdad, especialmente la verdad que puede ser una guía
en la vida. También el sufrimiento forma parte de la verdad de la existencia.
Por lo tanto, tratando de proteger a los más jóvenes de cualquier dificultad y experiencia de
dolor, corremos el riesgo de hacer crecer, a pesar de nuestras buenas intenciones, personas
frágiles y poco generosas: a la capacidad de amar corresponde, de hecho, la capacidad de
sufrir, y de sufrir juntos. Además, la educación no puede prescindir de la autoridad que hace
creíble el ejercicio de la autoridad. Es fruto de experiencia y competencia, pero se adquiere
sobre todo con la coherencia de la propia vida y con la implicación personal, expresión del
amor verdadero. El educador es un testigo de la verdad y del bien: ciertamente, también él
es frágil y puede fallar, pero intentará una y otra vez estar en sintonía con su misión.
El Papa escribió en 2008: "Educar en la fe, al discipulado y al testimonio quiere decir [...]
ayudarnos unos a otros a entrar en una relación viva con Cristo y con el Padre. Esta es, desde
el principio, la tarea fundamental de la Iglesia, como comunidad de los creyentes, de los
discípulos y amigos de Jesús. La Iglesia, cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo, es la
compañía fiable en la que somos generados y educados para llegar a ser, en Cristo, hijos y
herederos de Dios. En ella recibimos el Espíritu "a través del cual clamamos: ¡Abba, Padre!"
(Rom 8,14-17). El desafío clave para el futuro de la fe, de la Iglesia y del cristianismo es
acercar a Cristo y al Padre la nueva generación, que vive en un mundo en gran parte alejado
6
de Dios".
Benedicto XVI precisó que la emergencia educativa es inevitable en una sociedad
impregnada de relativismo que no sólo oscurece la luz de la verdad, sino que condena a las
personas "a dudar de la bondad de su propia vida y de las relaciones que la constituyen, de
la validez de su compromiso para construir con los demás algo en común".7 La emergencia
educativa es el resultado de un importante desafío cultural que tiene “graves implicaciones
antropológicas en acto que ponen en discusión la misma experiencia elementar humana,
como la relación hombre-mujer, el sentido de la generación y de la muerte".8 Frente a estos
ambiguos problemas culturales que invaden la vida cotidiana y confunden, nos
preguntamos: en la educación formal y no formal, ¿qué prospectivas educativas está
llamado a proponer el ambiente oratoriano? ¿Cómo se hace más explícita su propuesta
educativa? ¿Cuáles son los tiempos de la educación en estilo oratoriano? ¿Cuál es el estilo,
cuáles son los valores y las virtudes a elegir y proponer en las comunidades educativas?
¿Cómo y cuándo se hace la propuesta explícita de la fe y de un serio proceso de catequesis?
¿Con qué medios e instrumentos concretos? ¿Con qué tipo de estructuras? 7
117
Una comunidad educativa que encarna y vive el criterio de oratoriano
La existencia de la comunidad educativa es la condición necesaria para la ejecución de
cualquier acción formativa. Es lugar privilegiado de crecimiento en reciprocidad, taller de
humanización, donde todos/as están activa y personalmente comprometidos/as en el
difícil arte de su formación. La comunidad se convierte así en un verdadero microcosmos
dinámico y abierto, sensible al diálogo y la interacción con el entorno, las instituciones, la
cultura, a fin de lograr una educación integral cada vez más convergente, atenta a las
necesidades formativas de cada uno/a . Quién educa se abre a la escucha y a la búsqueda.
Las palabras del profeta Isaías nos pueden orientar en la “nueva” visión de la comunidad
educativa: "Tus oídos sentirán esta palabra detrás de ti: "Este es el camino, recórrelo"
(Is.30, 21). Ha llegado el momento de recorrer con más audacia, en todos los ambientes
educativos, este camino que no es nuevo.
En el camino que el Instituto hemos hecho con muchas comunidades educativas, hemos
consolidado nuevas convicciones que en este tercer milenio hacen de faro a una misión
educativa significativa en la que sea clara la propuesta carismática y evangelizadora.
Leyendo el texto de las Líneas orientadoras de la misión educativa se puede constatar que
la comunidad educativa no es una propuesta metodológica, sino un elemento esencial de
la educación. El adjetivo educativa imprime a la comunidad el rasgo que más la
caracteriza. Los adultos que trabajan en la comunidad, de diversas maneras, con
diferentes funciones y con diferentes niveles de participación, encuentran en la vocación
educativa el elemento calificativo y unificador.
En una comunidad que se especifica como educativa nos ayudamos a asumir la acción
educativa como lugar teológico en el que Dios se manifiesta y llama a guiar niños/as,
adolescentes, jóvenes al encuentro con Él. Esta tarea, profundamente compartida por
todos los miembros, se expresa a través de funciones diferentes y complementarias según
la identidad, religiosa o laical, de cada uno. Esta comprensión de la comunidad, sin duda,
tiene sus raíces en la perspectiva eclesial propuesta por el Concilio Vaticano II, cuya
apertura celebramos este año en el quincuagésimo aniversario.
En la búsqueda de un nuevo modo de ser, más en consonancia con la inspiración inicial del
Señor Jesús, y al mismo tiempo con los sentimientos emergentes en el mundo, el Vaticano
hizo suya una perspectiva comunitaria. Hay Iglesia allí donde hay comunión entre los
creyentes en Cristo, una comunión que nace de la fe en Él y alimentada por ella, y hay
Iglesia allí donde hay una comunidad de creyentes que viven la fe en Jesucristo y
manifiesta el servicio evangélico de salvación a la humanidad. En las Líneas orientadoras
de la misión educativa, la comunidad es concebida a la luz de la Carta Apostólica Novo
118
6
Millennio Ineunte como una "comunidad que evangeliza recorriendo vías de comunión;
una comunidad expresión de Iglesia, casa y escuela de comunión".9
La casa es una metáfora que tiene raíces carismáticas significativas. En Valdocco y
Mornese los jóvenes se sentían en casa. "En una sociedad donde las relaciones familiares
están en crisis y crece el fenómeno de las niñas y los niños de la calle, de la comunidad [...],
animada por un profundo sentido eclesial, siente el deber de ser casa para los para quien
no tiene casa, comprometida a realizar una pedagogía del ambiente donde se
experimente el espíritu de familia, hecho de acogida, confianza, corresponsabilidad".10 Se
hace hincapié en las relaciones, ya que son el ámbito del encuentro personal, el lugar
donde la tarea común es crecer como personas. De hecho, la construcción de la
personalidad está influenciada principalmente por el sistema de interacción que se
construye en la familia. Es este modo de relación el que hace a la comunidad educativa
testigo de la experiencia de aceptación y afecto del que no pocas veces las/os jóvenes han
sido privados en sus familias naturales. Es urgente revivir este espíritu para recuperar la
autenticidad y la transparencia de las relaciones humanas, sobre todo en presencia de una
cierta "funcionalización" imperante, especialmente en la sociedad liquida moderna como
la define el sociólogo Zigmunt Bauman.
Para que una casa-comunidad educativa sea reconocida por sus miembros como una
familia debe crear lazos de pertenencia, sobre todo a partir del criterio oratoriano que
impregna el estilo de ser y relacionarse en ambientes educativos salesianos. La
pertenencia está encarnada en el sentido de familiaridad con los lugares y las personas. Se
manifiesta cuando consiente la integración incondicional de sus miembros, permite la
elaboración de proyectos educativos y de vida que conectan el pasado, presente y futuro.
La casa-comunidad educativa debe ser también amiga del cambio y flexible. Como todo
sistema complejo debe ser al mismo tiempo circunscrito para definir límites, pero también
abierto para alimentarse de lo nuevo. El reto es, precisamente, volver a conectar estas dos
dimensiones, haciéndolas convergentes en un itinerario en el que lo nuevo y lo diferente
se mezcla con lo existente. La flexibilidad evita la práctica de la exclusión.11
La casa-comunidad que se autodefine educativa ejercita la responsabilidad individual y
colectiva. Se combina con la reciprocidad. Junto a la elección personal está la actitud del
intercambio, la participación, la confrontación. La asunción de responsabilidad no es un
acto autoritario y prepotente, sino una decisión sin reenvíos. La comunidad que no asume
esta responsabilidad antes o después fracasa en su tarea porque pide al individuo
decisiones, renunciando a ocuparse de lo público y delegando el interés privado.
En la comunidad educativa, en el centro de todo hay "niñas, niños, adolescentes, jóvenes,
particularmente los más pobres, para que tengan vida en abundancia". "Esta visión motiva
la acción de la comunidad, guía la elaboración del proyecto educativo, orienta los
119
7
procesos, estrategias y el estilo de relaciones vividas en la comunidad educativa, mejora
los intercambios socio- culturales" para ofrecer "respuestas concretas a las preguntas y
necesidades de las jóvenes generaciones”.12 La responsabilidad es un acto de garantía.
La casa-comunidad educativa es expresión de la Iglesia que celebra la presencia invisible,
pero real, de Dios en la historia, en los sacramentos y se deja conducir por su Palabra. Por lo
tanto, se convierte en un testimonio elocuente de los valores del Evangelio. En este
contexto, las propuestas explícitas de anuncio de la fe cristiana encuentran una respuesta
inmediata en la experiencia de los educadores, favoreciendo una mayor posibilidad de
asimilación por parte de los individuos en crecimiento. La práctica educativa de las
comunidades testimonia que es el poder del Evangelio quien da vida, conduce y anima el
trabajo educativo, es el motor secreto del compromiso de la comunidad en contra de las
niñas y los niños heridos, sostiene la esperanza y da fuerza para continuar a evangelizar
educando y educar evangelizando.
La comunidad educativa se compromete a crear ambientes "tipo oratorio" cuando
persigue algunas elecciones fundamentales. En primer lugar la propuesta de varias
iniciativas para responder a los diversos intereses de niños, adolescentes, jóvenes: en
experimentar, buscar, ser protagonistas, inventar, reexpresar iniciativas en un ambiente
suficientemente elástico y flexible, sucede el contacto, la propuesta, la comunicación de
los valores y de la fe, la participación en el descubrimiento y la asimilación vital.
Otra opción fundamental es acompañar la maduración de una experiencia de vida, es decir,
identificar y practicar un estilo de existencia “reinventado" a la luz de la fe, con inteligencia
y corazón, repensando, reflexionando, discerniendo y evaluando, y creciendo en el sentido
de pertenencia al ambiente. La fuerza propositiva del ambiente, su atmósfera unificadora
es condición, vehículo y propuesta de valores. "El clima, el espacio de libertad, el espíritu
de solidaridad, el protagonismo educativo son los elementos más importantes que
permiten a cada comunidad educativa acercarse al “modelo oratoriano".13
“En un mundo donde parece que se multiplican los no lugares son necesarias nuevas
moradas para redescubrir el propio rostro personal y comunitario. La comunidad está
llamada a ser lugar de acogida y de responsabilidad y ofrecer a las nuevas generaciones un
lugar físico y relacional donde elaborar y cultivar los propios deseos, a la luz del Evangelio.
Se trata de ofrecer espacios y tiempos de vida comunitaria donde poder recuperar los
grandes signos de la comunidad cristiana: la escucha de la Palabra, la celebración de los
14
sacramentos, la responsabilidad misionera en la concreta laboriosidad de la vida". En
estas "nuevas demoras" es bonito poder orientar a las/os jóvenes a hacer experiencia de la
dimensión espiritual humana, sosteniéndolos en la relectura de la vida cotidiana, hecha de
relaciones interpersonales, de vida en la sociedad, en confrontación con cultura,
educación, empleo, desempleo, desilusión y búsqueda.
6
120
El criterio oratoriano para definir un ambiente educativo salesiano
La tradición y la práctica educativa de las FMA permiten enuclear algunos valores inspirados
en el Sistema Preventivo que, cuidados y potenciados, permiten calificar un ambiente
educativo como salesiano. Las Líneas orientadoras de la misión de las FMA las presentan
sintéticamente en la primera mitad del capítulo 6.15 Se refieren a los/as jóvenes (en
crecimiento, especialmente los más pobres, en busca de su vocación, la mujer joven) las
actitudes de los educadores (confianza en los jóvenes y pasión educativa) y el estilo (espíritu
de familia, asistencia-presencia salesiana, adultos y jóvenes en reciprocidad, proyecto de
educación integral, valor educativo del grupo, concreción de los caminos metodológicos,
apertura al contexto eclesial y social).

Con los/las jóvenes en crecimiento


Un ambiente educativo salesiano pone en el centro al adolescente y el/la joven, como
individuo y como grupo. Don Bosco ha declarado en repetidas ocasiones su preferencia por
los jóvenes que son, por naturaleza, débiles e inconstantes. En su pensamiento la
adolescencia y la juventud son fases decisivas de la existencia. Durante estas fases de la vida
la persona comienza a abrirse a la realidad con una forma de ser diferente, en estas etapas
evolutivas asumen mayor importancia el grupo de pertenencia, la comunidad y el contexto
socio-cultural. El adolescente y el/la joven experimentan la necesidad de tomar decisiones
significativas que afectarán a todo el curso de la vida, opciones que podrían también
arruinar su vida o llevarla a su plenitud.
El origen de la misión educativa salesiana, es decir Valdocco y Mornese, están fuertemente
marcados por la preferencia por los/las jóvenes más pobres. El oratorio de Valdocco nació
para responder a las necesidades de los jóvenes de esa época y de ese contexto. La situación
de los jóvenes se caracteriza por la inmigración, la pobreza, el analfabetismo y la
explotación.
La primera comunidad de Mornese y las primeras comunidades misioneras se revelan cómo
comunidades pobres de medios materiales, pero atentas a los más pobres, a las niñas
huérfanas y analfabetas, a los inmigrantes. La opción característica del carisma salesiano de
la preferencia por los más pobres nos sostiene en la atención a todas las realidades de
exclusión y marginación del contexto social de hoy, y en particular los que se relacionan con
la mujer joven, las diferentes formas de pobrezas juveniles, los inmigrantes, los jóvenes de
otras culturas y religiones. "Esta opción lleva a evitar toda forma de exclusión y de
asistencialismo en la transformación de la realidad a partir de los pequeños y de los
16
pobres".
En la experiencia educativa de los orígenes hay también una atención específica hacia los
7
121
jóvenes y chicas particularmente sensibles al servicio, tanto en el ámbito eclesial como
civil. Esto nos compromete a estar atentos a ofrecer a estos/as jóvenes un camino que les
lleve a descubrir y a responder a la llamada del amor y de entrega gratuita a los otros y a
17
Dios.

Viviendo algunas actitudes educativas específicas


Los educadores /las educadoras, laicos/laicas y religiosos/religiosas, son personas
"consagradas", es decir, personas que se dedican a la misión educativa a favor de los
jóvenes. Es una dedicación que se activa en el carisma salesiano, que va más allá de la
profesionalidad. Don Bosco concibe la educación como una misión confiada por Dios a
personas llamadas a actuar la vocación educativa con roles y tareas dentro de una
comunidad formativa.
Los educadores/las educadoras se caracterizan por una calidad humana que permite una
eficaz relación y la formación de comunidad. Libertad, equilibrio, motivación adecuada,
consistencia afectiva, psicológica, espiritual, profunda relación con Dios y con los
hermanos/las hermanas son las características de un adulto maduro que vive la vocación
educativa. Por esta razón, es muy importante cuidar la formación de los educadores y
educadoras.18

Con un estilo educativo característico…

El clima
Lo que caracteriza un ambiente salesiano es el espíritu de familia, este favorece el
crecimiento integral del/de la joven. Don Bosco insiste sobre todo en el hecho de que los
educadores/las educadoras tengan pasión por la educación y por los/las jóvenes y no sólo
profesionalidad. Otras características que no deben faltar son la presencia continua, un
tiempo llamado asistencia, que es la expresión del celo y el amor que nunca se cansa.
Forma parte también del clima la ejemplaridad del ambiente. La propuesta hecha a los/las
jóvenes pasa a través del ejemplo de las personas dentro de la comunidad educativa.

El itinerario educativo
Un ambiente educativo salesiano propone un itinerario educativo adaptado a la situación
concreta de los jóvenes. Don Bosco tenía una visión positiva del/de la joven: el joven no es
un adulto en formato reducido, no es malo, pero es débil e inconsistente y está dominado
continuamente por deseos contradictorios. Por esta razón, él resumió su propuesta
dirigida a jóvenes estudiantes y jóvenes trabajadores en el trinomio Alegría -
Estudio/Trabajo - Piedad. El itinerario educativo parte de la vida en su experiencia concreta
para llevarla a su plenitud, reconociendo que la edad juvenil lleva en sí toda la oportunidad
122
de llegar a la plenitud de la humanidad. La especificidad de la obra depende de la relación
con el territorio y con los jóvenes, es decir, se debería prestar atención a la realidad socio-
cultural y eclesial. Por lo tanto, es importante cuidar el diálogo con las culturas locales. Para
elaborar itinerarios eficaces está bien proyectar intervenciones educativas a largo plazo, en
lugar de ir a tientas para responder a algunas urgencias, confrontándonos seriamente con la
multiculturalidad y la multireligiosidad para orientarlas hacia el diálogo interreligioso e
intercultural.
Una comunidad que quiere educar y educarse propone un proyecto de pastoral juvenil a
través del cual se pone en contacto con el territorio y la cultura. Proyecto entendido como
acontecimiento racional, afectivo y espiritual que involucra a toda la persona y todas las
personas en su planificación y elaboración, en la convergencia y la continuidad de las
intervenciones educativas. Proyecto que expresa una fuerte pasión misionera, que busca
promover a los jóvenes en su totalidad para que se impliquen de manera responsable en
una ciudadanía evangélica. Por esto, es una comunidad comprometida en tejer una red de
solidaridad y complementariedad entre todos los que creen en la educación.
Es un ambiente que asume el compromiso de la formación continua. Se considera como
primer deber conocer y asimilar el carisma educativo salesiano para tener siempre un
compromiso más responsable en la misión de la Familia salesiana. Consciente de la
importancia del educador y de la educadora en el método salesiano ofrece a sus miembros
un modelo de adulto, hombre y mujer, en el que los jóvenes se puedan identificar y entrever
que la madurez, la autonomía y la libertad de ser el protagonista de la propia vida proviene
de tener un proyecto de sí mismo iluminado por la confianza en la paternidad de Dios.

Hacer todas las obras un oratorio: el criterio oratoriano ¿es válido para todas las
presencias?
Todas las presencias educativas, siguiendo el camino pastoral de Don Bosco, son lugares
donde se puede restituir la confianza. Sin confianza no hay educación, repetía Don Bosco. El
sacerdote salesiano francés Jean Marie Peticler con frecuencia comparte esta reflexión
sobre algunas manifestaciones de estudiantes jóvenes, que tuvieron lugar en Francia: para
introducir las reformas que necesita el País, es necesario restaurar la confianza. De esta
confianza hoy estamos muy lejos. Los eventos, que ocurren de vez en cuando, muestran la
gran distancia que se ha creado entre los jóvenes y los responsables políticos de la nación.
Don Bosco dijo en el mensaje a París con motivo de su viaje triunfal en el 1883: "No esperéis
mucho tiempo para ocuparos de los jóvenes, porque de lo contrario, ellos no tardarán
mucho en 'ocuparse' de vosotros”. ¡Es la actualidad profética de este gran educador!
Hemos dicho desde el comienzo de esta intervención que los criterios oratorianos no son

7
123
fórmulas o estructuras, sino que tienen un nombre y se fundan en la persona de Jesús,
que orienta todo su ministerio, haciéndolo vía de participación y experiencia salvífica
según el corazón de Dios Padre. Don Bosco es un pastor y el joven es el libro más leído por
él. El estar entre los jóvenes, dialogar, comunicar, celebrar, orar, jugar y compartir la vida
de sus jóvenes da a Don Bosco autoridad para permear los diferentes ambientes de los
criterios que son experimentados a partir del Oratorio de Valdocco y que en círculos
concéntricos se van extendiendo todas las demás presencias.
Hoy muchos hablamos de los jóvenes y después de la Jornada Mundial de la Juventud ha
crecido quizás aún más una nueva, y quizás sorprendente, comprensión de los jóvenes,
pero nos preguntamos: ¿cuántos están entre los jóvenes, con ellos, dedicando tiempo en
dialogar y compartir la vida con ellos? En la vida de Don Bosco, como leemos en las
Memorias del Oratorio, no se habla de los jóvenes, pero él narra lo que ha vivido con ellos,
la relación de crecimiento espiritual que ha potenciado y ha hecho crecer la vida de tantos
jóvenes, de manera particular, los que iniciarán con él la Sociedad de San Francisco de
Sales.
El Oratorio es ante todo un lugar en el que crecer y tiene como base el Sistema Preventivo
que en la mente y la práctica de Don Bosco, no era sólo una metodología pedagógica, sino
una auténtica y clara espiritualidad. El criterio oratoriano tiene sus raíces en el Sistema
Preventivo y se configura según nuevas categorías de hoy, en la medida en que sabemos
releerlo y revisitarlo con ojos y corazón nuevos. Indico algunos criterios que pueden
favorecer la asunción del carácter oratoriano a partir de cualquier realidad educativa en la
que vivimos y trabajamos.

La calidad de la relación pedagógica que proponemos


Todos sabemos que la competencia más importante de quien trabaja en el campo
educativo es ser una mujer o un hombre de relación. La calidad de las relaciones entre los
animadores, educadores, profesores, superiores, padres con los chicos y las chicas
determina la imagen de Dios que se presenta a los jóvenes y que se pone de relieve en la
convivencia cotidiana. Si hay una fractura entre lo que decimos y lo que hacemos, nuestra
credibilidad se ve amenazada.
Querría también poner el acento en la disponibilidad y la gratuidad. Se puede hablar de
Dios presente sólo en la medida en que estamos presentes y disponibles hacia, con y para
los jóvenes. El espíritu cristiano y el clima específico de la presencia salesiana, sin
embargo, no son regalos que caen del cielo: es necesario vigilar constantemente sobre su
crecimiento y la responsabilidad de quien anima, el ambiente educativo es determinante.
Las agencias internacionales, con sus propuestas y ofertas educativas, tienen razón al
6
124
insistir en la calidad, hacer hincapié en la necesidad de la educación e incluso de la auto-
evaluación. Debemos prestar la máxima atención, pero no olvidemos que la calidad de
cada ambiente educativo cristiano reside principalmente en las relaciones pedagógicas
que tienen su fundamento en los valores evangélicos. En una época de desafíos, es decisivo
asumir la educación evangelizadora con dinamismo y creatividad. La pasión de estar con
las/os jóvenes, especialmente los más pobres, hace más fuerte la dimensión profética de
nuestra vocación y nos sostiene cuando acompañamos a las/os jóvenes en la formación de
la conciencia y de la libertad a hacer síntesis de la fe-cultura-vida.

Abrir los ojos de los jóvenes a las profundidades ocultas de la realidad


El complejo y problemático escenario social desafía nuestras preocupaciones y nuestra
esperanza: verdaderamente la humanidad entera experimenta una falta de amor. "En
nuestras comunidades no faltan las competencias, los medios, las estrategias, pero a veces
es débil la frescura del amor que da calidad a la vida".19 Cada lugar educativo salesiano debe
ser pensado como una introducción a la maravilla. Un ambiente que consagra lo esencial
de su trabajo a mostrar la maravilla en cada persona y en cada cosa, a educar al
descubrimiento y a la maravilla, contribuye a contrarrestar la banalización, la indiferencia,
el nihilismo que caracterizan, debilitan y confunden nuestra época.
Es en el encuentro con las jóvenes y los jóvenes donde los educadores (en las diversas
categorías de profesores, animadores, padres) contribuyen al desarrollo espiritual y moral
de los jóvenes. El desarrollo espiritual cuida la búsqueda del sentido profundo de la vida, el
descubrimiento lento, en el don de sí y en el silencio de Cristo, que llama a cada persona. El
educador y la educadora tienen el privilegio de acompañar a las/os jóvenes en esta
búsqueda con sus respuestas a las experiencias que desafían a cada persona, como la
muerte, el sufrimiento, la belleza y el encuentro con el bien y el mal. Pueden proponer a los
jóvenes un mensaje de esperanza: "Levántate y anda!" (Jn 5,8). Marcos y Mateo añaden:
“... y vuelve a tu casa" (Mc 2,11; Mt 9,6). Jesús nos envía "a nuestra casa" donde nos da una
misión que cumplir!

Educar en el espíritu de fraternidad solidaria y de unión en la justicia


Cuando hablo de este espíritu de fraternidad solidaria, sin duda pensáis espontáneamente
en un espíritu de convivencia, de escucha, de colaboración y respeto por el trabajo de los
otros: jóvenes evangelizadores de otros jóvenes. Está claro que se trabaja por la calidad de
la relación pedagógica y de las relaciones en general, si cumple una condición esencial de
este espíritu de fraternidad solidaria. Debemos plantearnos la pregunta: ¿cuál es el
significado cristiano de la fraternidad solidaria? Juan Pablo II hablaba de solidaridad como
del nombre nuevo de la caridad. La fraternidad solidaria en sentido cristiano es la acogida
del otro como aquel a quien puedo dedicarme con toda mi personalidad en modo
7
125
verdadero, para ser plenamente lo que soy. ¿Quién soy? ¡Soy la imagen de Dios en esta
tierra! Esto quiere decir que se me ha dado la oportunidad de ser para los otros a imagen
de Dios. En otras palabras, tengo la posibilidad de abrirme al otro/a de tal modo que esta
otra persona puede encontrar vida y realización en la apertura reciproca.
Ser personas a imagen de Dios significa poderse abrir a los otros de tal manera que
puedan encontrar en esto un punto de apoyo para reencontrarse así mismos. Cada vez
que podemos trascendernos de esta manera, la luz del misterio de Dios ilumina nuestro
ser. El otro, joven, hermana o hermano, es la impronta del don que Dios hace al mundo.
En una realidad educativa (oratorio-centro juvenil, escuela, casa-familia, universidad,
calle...) los jóvenes, los compañeros, las familias, el personal de administración y servicio,
todos pueden llegar a ser un signo de la creatividad donadora de Dios. Esto significa que
descubrimos la fuente de su creatividad y su alegría sólo si se ponen al servicio del otro.
Porque el momento en el que la persona humana se separa de su ego y de su
individualidad redescubre su verdadero centro.
A la luz de cuanto he expresado, es evidente que no se puede identificar a Dios, ni a la
imagen de Dios en la tierra, en un ser orientado hacia la autorrealización personal. Todo el
afán de la competitividad de la economía, por ejemplo, no hace más que aumentar el
individualismo. La auténtica fraternidad solidaria va más allá de la autorrealización. Ser
uno mismo, signo del existir, ser para, contemplando la belleza de la presencia del otro, lo
que cada persona es... y educando a esta belleza, que es éxtasis: una parte integrante de
nuestra más auténtica experiencia de persona humana.
Ser educador o educadora en un ambiente salesiano significa esto: ser creador de una
forma dialógica y estar orientado hacia el bien del otro. Es precisamente esta actitud a la
que los profetas de la Biblia llaman "justicia" y los evangelistas llaman "caritas". La
"caritas" es más que el amor sentimental o de buena voluntad. Se podría decir que el
elemento de la justicia es fundamental: se acoge al otro y se es solidario con él, porque se
le respeta, se le reconoce y se le ayuda en sus problemas. El que vive con este espíritu
llega a ser realmente imagen de Dios.
Estos criterios deben ser mediados y confrontados con y en el contexto de una sociedad
siempre en cambio: "el Sistema preventivo, síntesis original de educación y
evangelización, orienta a los jóvenes y a las jóvenes a llegar a ser "buenos cristianos y
honrados ciudadanos".
Nosotros hablamos del criterio oratoriano a cuidar en todas las presencias educativas
que para nosotras tienen una proyección mundial. Considerando, por lo tanto, la
evolución del pensamiento a nivel mundial, querría solicitar vuestra atención sobre
algunos desafíos que nos permitirán enfocar mejor y más en profundidad una nueva
lectura del Sistema preventivo presentada por las perspectivas pedagógicas: la
126
perspectiva cultural, la perspectiva evangelizadora, la social y la comunicativa, como
proponen las Líneas orientadoras de la misión educativa de las FMA.20
Tenemos el deber de volver a introducir y apreciar el sentido del bien que ha sido dado a
cada uno por el Creador. Va de la mano con el redescubrimiento de que tenemos que
invertir activamente en este bien. Este descubrimiento exige que demos una oportunidad
al sentido del misterio de todo el ser en sí mismo. Es un aspecto esencial e insustituible del
personalismo que considera a cada individuo como una búsqueda personal del sentido y el
origen de su valor único y singular. Esta apreciación del sentido del bien debe estar
constantemente presente en todos nuestros actos de educadoras y educadores.
En el contexto personalista debemos reflexionar también sobre el sentido del trabajo y del
esfuerzo. No debería reducirse a una simple ocupación que permite ganar dinero y
alimentarse, ni a un tipo de auto-alienación a las circunstancias externas y materiales de la
vida. No debería ser reducido al ejercicio de una función social, ni a una manera de
ascender en la escala social, ni a la oportunidad de ejercitar un poder sobre los demás.
Debemos revisar el sentido del trabajo, peculiar en la pedagogía salesiana, como una
oportunidad para descubrir quien somos realmente.
El deber urgente de redescubrir nuestros límites morales: todos los textos de los
organismos internacionales que hablan de las nuevas tecnologías y de las innovaciones,
sin especificarlas o evaluarlas, se olvidan de hacer una pregunta fundamental. De hecho,
ahora que todo parece "posible" (como se ve en la tecnología, y también en el colapso de
las barreras morales) y ahora que la pérdida de uno mismo en un mundo cibernético
totalmente irreal, virtual y desencarnado va a ser cada vez más una característica de
mayoría de las personas, la necesidad de redescubrir el sentido de los límites morales se
hace urgente.
El deber de "habitar" de manera humana las fuerzas impersonales que nos impulsan:
todos hemos tenido, al menos una vez, la penosa impresión de que el curso seguido por
nuestra sociedad, y en particular la vida económica, está determinada por fuerzas no
gestionables, fuerzas que nos parecen incapaces de manejar o que, de hecho, no ya
"habitamos". Las fuerzas que nos determinan han perdido su humanidad. El reto es ser
capaz de habitar estas fuerzas en modo más humano. El criterio oratoriano requiere la
educación de algunos valores que estaban a la base del estilo de vida y de acción que Don
Bosco ha vivido en el Oratorio con los jóvenes.

Conclusión
Nos preguntamos al concluir esta reflexión donde está el secreto de la relación tan íntima y
vital entre Don Bosco y los jóvenes. Sólo una respuesta es posible: Don Bosco es un santo.
7
127
Todo su ser y su actividad tiene sus raíces lejos, viene de Dios. Él va a los jóvenes, no tanto
por un deseo, una necesidad o una llamada que los jóvenes le hacen. Él va porque Otro lo
ha elegido y lo envía en su nombre, difundiendo en ellos la caridad de Cristo, el Buen
Pastor. Lo que ha suscitado en Don Bosco la respuesta a un servicio incondicional a los
jóvenes, no era el amor a ellos, sino el amor a Aquel que lo ha llamado a ser signo y
portador de su amor. Don Bosco estaba convencido de que los niños, los adolescentes y
los jóvenes son importantes a los ojos de Dios y, por lo tanto, hasta su último aliento, él
estará totalmente a servicio de sus jóvenes.21 “La existencia concreta se compone de
muchas piezas que necesitan una visión unificada para tener sentido. La mirada y la
compañía de los educadores pueden ayudar a hacer unidad y a transformarse en
respuesta a las preguntas de los jóvenes, especialmente las relativas al sentido y la
22
orientación de sus vidas".
El criterio oratoriano es, ante todo, una experiencia espiritual, que orienta a toda la
comunidad educativa a actuar según la caridad de Cristo y a encontrar a los jóvenes allí
donde ellos están, en su ambiente de vida, sin dejar de poner a su disposición algunos
instrumentos indispensables: asociaciones y movimientos, estructuras educativas como
el patio, la casa, la iglesia. Esta experiencia espiritual que es el criterio oratoriano significa
ofrecer en estos lugares y espacios propuestas de calidad atractivas, no tanto por la
genialidad como por los valores relacionales que implican, y la belleza seductora del
mensaje. No podemos olvidar que orientar una presencia educativa con el criterio
oratoriano quiere decir introducirse en el misterio y dar espacio al misterio.
Es el misterio de la vida de la chica y el chico que cada día se hace presente: a estos jóvenes
la educadora, el educador "no puede siempre dar solamente, también debe recibir. Quien
quiere dar amor, debe él mismo recibirlo en don. Ciertamente que el hombre puede -
como nos dice el Señor - convertirse en una fuente de la que emanen ríos de agua viva (cf.
Jn 7,37-38). Sin embargo, para convertirse en esa fuente, él mismo ha de beber una y otra
vez en la fuente original, que es Jesucristo, de cuyo corazón traspasado brota el amor de
Dios (cf. Jn 19,34)".23
El Oratorio debe reinventarse cada día para responder a los jóvenes y a las jóvenes de una
sociedad en continuo cambio. Ortega y Gasset dijo que nadie ve con los ojos, sino a través
de los ojos. Don Bosco y María Dominica nos han enseñado a contemplar a los jóvenes con
los ojos de la esperanza. Mirad la realidad a través de la mediación de la esperanza para
construir con los jóvenes y las jóvenes la esperanza universal: este es el gran reto del
criterio oratoriano.
María Auxiliadora, que tomó con cariño entre sus manos la mano de Juanito Bosco y
después Don Bosco... continúe guiando a todos los educadores y las educadoras para
renovar no sólo el ambiente oratoriano, sino el dinamismo vocacional que es su fuente.
6
128
Sólo entonces podremos relanzar los oratorios-centros juveniles, haciéndolos espacios y
lugares de auténtico crecimiento vocacional y misionero en sintonía con las necesidades
de estos tiempos.
Hagamos convertirse oración, a conclusión de esta intervención, el art.76 de las
Constituciones de las Hijas de María Auxiliadora:
Ayúdanos, Señor, a realizar nuestra misión
en la unidad del carisma y en el pluralismo
de situaciones socioculturales,
con la adaptabilidad, audacia y creatividad
que impulsaban a Don Bosco
a ir al encuentro de los jóvenes.
Esta misión se concretiza, de ordinario,
en las obras propias del Instituto:
oratorios-centros juveniles, escuelas
y otras instituciones de carácter educativo,
o promocional y asistencial.
Respondemos también a las necesidades
de la Iglesia local y de la zona
con otras formas de presencia,
según nuestras posibilidades
y fieles a la índole del Instituto.
En cualquier lugar y situación
haremos nuestras las palabras del Fundador:
"He prometido al Señor
que hasta mi último aliento
sería para mis pobres jóvenes".
Por Cristo nuestro Señor. Amén

María del Carmen Canales FMA


Consejera general para la Pastoral juvenil

7
129
24
Explicamos algunas características que son la base de la experiencia espiritual de Don
Bosco y María Dominica con la comunidad de Mornese:
* El reconocimiento de una creciente responsabilidad moral que acompaña la realización
de nuestras capacidades; la participación en las fuerzas que determinan la vida
económica y social. Y sin duda la imagen de nuestras actitudes hacia la naturaleza y a
nosotros mismos; todo lo relacionado con la conciencia de la fragilidad de cada vida sobre
la tierra y la conciencia del equilibrio ecológico en general. Los jóvenes están muy abiertos
y sensibles a estos temas: no dudemos de hablar con ellos, formarlos, apoyarlos en esta
conciencia.
* Educar en el respeto a la solidaridad humana y a la justicia económica en su conjunto.
Estas son las únicas armas posibles contra la pobreza en el mundo y sin duda son también
el mayor desafío de nuestro siglo. La solidaridad y la ayuda mutua tienen su fundamento
en la fraternidad humana, en el hecho de que todos pertenecemos a la misma familia
humana. Son los iconos del amor, la gratuidad, la confianza, la misionariedad. Entornos
frontera... límites, umbrales que se abren hacia el interior y hacia el exterior... se
expanden hacia los jóvenes, llegando a ellos incluso fuera de los muros, a través de la
presencia en la calle. La integración fe-vida pasa a través de diferentes lenguajes:
deportes, juegos, mimo, danza, teatro, música, contacto con el ambiente natural e
histórico-artístico. Todos ellos fueron considerados por Don Bosco medios eficaces para
"interceptar la vida” de los jóvenes, encontrarlos y educarlos.
* Educar en el respeto a la palabra dada, tanto a nivel cultural, económico y político como
en las relaciones interpersonales. Cuando mantenemos una promesa, cuando somos
fieles a la palabra dada, le damos un valor ético al tiempo. Así expresamos nuestra
capacidad y nuestra voluntad de conquistar y superar las circunstancias de una realidad
posible, a través del cual nuestra lealtad y nuestras buenas intenciones son desafiadas y
examinadas. Aquel que mantiene una promesa demuestra su estabilidad, sean cuales
sean los cambios que las circunstancias pueden experimentar, poniendo también a
prueba nuestra abnegación. Es urgente, en mi opinión, para los educadores, poner énfasis
sobre esta lealtad. Es uno de los pilares de lo sagrado que habita la persona, icono y lugar
del compromiso de la comunidad educativa para servir y educar a sus hijos más jóvenes y
más frágiles.
* Educar y asumir el Evangelio como fuente de reflexión y acción, a nivel personal y como
comunidad educativa, para poder afrontar los principios cristianos en la encrucijada de
las culturas y las religiones. Orientar a las jóvenes y los jóvenes a leer con criterios
evangélicos también la diversidad social, sin olvidar que la identidad de una presencia
130
salesiana encontrará su vitalidad y su especificidad a partir de la misión educativa. La fe
cristiana ayudará a plantear, incluso en este contexto, las preguntas sobre el sentido y la
esperanza.
* Educar a la vida buena del Evangelio con el anuncio explícito de Jesús. Criterio oratoriano,
a promover en cada presencia a través de un profundo conocimiento del hecho de que hay
actividades que orientan claramente la educación a la fe y tienen como objeto específico la
propuesta explícita Evangelio, con itinerarios diversificados que acompañan el
crecimiento de la vida cristiana. La estructura de este anuncio es el testimonio de vida, la
interpretación de la experiencia cotidiana, hasta traducirla en mensaje, en celebración
vivida en los sacramentos de la Iglesia y en una opción explícitamente vocacional. Hay
otras actividades que responden más adecuadamente a lo educativo. Las actividades de
carácter educativo, en relación con el ámbito de la promoción-comunicación de la cultura,
tienen como objetivo la maduración de la persona en la sociedad, a través de la propuesta
de valores mediados por la vida del grupo, la confrontación con modelos y opciones de
25
vida, la gestión equilibrada de los intereses individuales y las relaciones interpersonales.
Un ambiente donde no sólo se vive con y entre los pequeños y jóvenes, sino sobre todo nos
convertimos a ellos y con ellos...
* Educar a la buena gestión de los bienes de la tierra y la salvaguardia de la creación es un
desafío enorme y urgente, que no puede dejarnos indiferentes. "Nuestro planeta, regalo
de Dios a cada persona para que lo habite con amor y libertad, aparece hoy amenazado,
explotado en sus recursos, reducido a fuente inagotable de ingresos para pocos. Está
atravesado por varias emergencias importantes: energía, alimentos, agua”.26 El
compromiso de las comunidades educativas, en la línea del amor preventivo, debe
motivar cada vez más hacia la asunción de una actitud crítica a la cultura del consumismo,
y orientar esfuerzos y energías para "custodiar con amor la creación para entregarla, como
casa habitable para todos, a las generaciones futuras”. 27
* Educar al contexto multicultural y multirreligioso desafía nuestra presencia educativa en
varios Países, porque interpela a encontrar un justo equilibrio entre la preservación de la
propia identidad religiosa y la apertura a los otros y a sus creencias, acogiendo la
diversidad, dialogando sin miedo ni prejuicios, teniendo en cuenta sus necesidades
específicas y pensando juntos nuevas situaciones de convivencia interreligiosa e

1
VECCHI Juan DI CICCO Carlo, I guardiani dei sogni col dito sul mouse, Leumann (Turín), Elledici 1999, 207-208.
2
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Lo más grande de todo es el amor. Actas del Capítulo general XXII, Roma, 18 septiembre
15 noviembre 2008, n. 31.
3
GIRAUDO Aldo, Convegno sull' Oratorio, Mestre, 9-10 noviembre 2002.
4
Memorias Biográficas de Don Bosco, XI vol., S. Benigno Canavese, Librería Salesiana, Turín, SEI 309.

7
131
5
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXULIADORA, Cronohistoria FMA I 96-97.
6
Cf BENEDICTO XVI, Apertura del Congreso de la Diócesis de Roma, 11 junio 2007.
7
BENEDICTO XVI, Discurso en la apertura del Congreso eclesial de la diócesis de Roma su familia y comunidad cristiana, 6 junio 2005.
8
XIII ASAMBLEA ORDINARIA DEL SINODO DE LOS OBISPOS, La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana.
Instrumento de trabajo n. 6.
9
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida y vida en abundancia. Líneas orientadoras de la misión educativa de
las FMA, CCS, Madrid, n. 92.
10
Ivi. n. 23.
11
Cf ivi. n. 146, 157.
12
Ivi. n. 41, 58.
13
DICASTERIO PARA LA PASTORAL JUVENIL SDB CENTRO INTERNACIONAL DE PASTORAL JUVENIL FMA, El animador
salesiano en el grupo juvenil, Ed. S.D.B., Roma 1987, 33.
14
BORSI Mara, La comunità: ambiente di crescita e di comunione, in RUFFINATTO P. SËIDE M. (a cura di), Accompagnare alla sorgente in
un tempo di sfide educative, LAS, Roma 2010, 327.
15
Cf. INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida n. 144-156.
16
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Cooperación al desarrollo. Orientaciones para el Instituto Hijas de María Auxiliadora,
Editrice Missionaria Italiana, Bologna 2006, 23. Además cf. INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUSILIADORA, Para que tengan vida n. 146.
17
Cf. ivi, 146-148.
18
Cf. ivi, n. 149-150.
19
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Lo más grande de todo es el amor, 27.
20
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida, n. 41-47.
21
Cf. E. ALBURQUERQUE, Volver a Don Bosco, volver a los jóvenes, Madrid, Editorial CCS 2009, 11-15.
22
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, En los surcos de la Alianza. Proyecto formativo de las Hijas de María Auxiliadora,
Leumann (Turín) Elledici 2000, 83-84.
23
BENEDICTO XVI, Carta Encíclica Deus caritas est, Ciudad del Vaticano, Librería Editora Vaticana, 2005, n.7
24
Cf VERHACK Etienne, Las prospectivas de la Escuela y de la Formación Profesional católica, Congreso Escuela/FP Salesiana Europa,
Roma 2001.
25
Cf. R. TONELLI, Síntesis original y actual entre educación y educación a la fe, en “Notas de Pastoral Juvenil”, XXII (1988) 5, 28.
26
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, CG XXII. Relación sobre la vida del Instituto en el sexenio 2002-2008, Roma 2008, 101-
102.
27
Ivi, 102.

6
132
Oratorio en practica
Fichas de trabajo
Las fichas que siguen ofrecen algunas pistas de profundización sobre la realidad educativa
del oratorio-centro juvenil salesiano en sus finalidades y modalidades de actuación.
¿Para quién son preparadas?
Son para las comunidades educativas de cada oratorio-centro juvenil: jóvenes, animadores
y animadoras, educadores y educadoras consagradas y laicos, padres y colaboradores.
Será bonito e interesante leer, estudiar, profundizar juntos los contenidos ofrecidos en los
cinco capítulos del libro: son un material que podría ser utilizado para organizar la
formación a varios niveles de la comunidad educativa, en particular el Consejo del
oratorio o bien el grupo de coordinación o el núcleo animador o también el grupo de todos
los animadores/educadores. Mientras se profundizan los contenidos será útil utilizar las
fichas de trabajo, que son sólo un ejemplo para ¡formarnos oratoria-mente juntos!
Las fichas pueden ser utilizadas singularmente o colocándolas dentro de un camino más
articulado. Tienen el objetivo de compartir y profundizar algunos temas fundamentales
del estilo educativo del Sistema Preventivo vivido en los oratorios-centros juveniles de los
diversos contextos:
O la dimensión histórica que marca la vida de cada oratorio-centro juvenil orientando
a releer las experiencias pasadas para individuar en ellas la presencia permanente
del carisma educativo para reactualizarlo;
O los jóvenes protagonistas y actores de su crecimiento hacia los cuales los
educadores están llamados a vivir un amor de predilección;
O los educadores y las educadoras llamados/as a hacerse signo de amor concreto
dentro de la historia de los jóvenes;
O la dimensión comunitaria que caracteriza la oferta formativa del oratorio-centro
juvenil y que debe ser animada por el espíritu de familia, característico del Sistema
Preventivo;
O el criterio oratoriano como núcleo generador de la pasión educativa salesiana que
lanza a buscar a los jóvenes allí donde están para anunciarles la Buena Noticia del
Evangelio;
O la dimensión organizativa del oratorio-centro juvenil que se expresa a través de un
grupo de coordinación o el Consejo oratoriano, llamados a programar y evaluar la
práctica educativa;
O los criterios que hacen del oratorio-centro juvenil una casa abierta siempre a
todos, inserta en la zona y en la iglesia como signo concreto de atención a las
necesidades juveniles y de implicación amplia con ambientes y agencias
7
135
educativas a través de sinergias y redes de recíproca valorización y eficaz
colaboración.
Pongámonos a la obra, por tanto, con confianza, optimismo irresistible y alegría
maravillosa para ¡hacer vida cotidiana lo que hemos leído! ¡Buen trabajo a todos!

Están también en el CD en formato pdf para agilizar su oportuna utilización por parte de la comunidad educativa. Para la elaboración de las
fichas 2-5 se ha extraído libremente el material de BUSNELLI Francesca Romana CURSI Giancarlo (a cura di), Nuovi educatori. Percorsi di
formazione e modelli organizzativi. Quaderno operativo dell'iniziativa “Educare al tempo della complessità”, Roma, SCS/CNOS, 2010.
PELLEREY Michele GZADZIEL Dariusz, Educare. Per una pedagogía intesa come scienza pratico-progettuale, Roma, LAS 2011.

136
Camino historico sobre el oratorio-centro juvenil
Como una busqueda del tesoro

El oratorio-centro juvenil es obra típicamente salesiana y al mismo tiempo don para toda la
comunidad eclesial y civil. Con breves sugerencias se propone un camino a las
comunidades educativas o a los consejos oratorianos. Algunas pistas de búsqueda pueden
implicar también a los jóvenes. El trabajo se ha centrado en:

O la profundización de las aportaciones históricas sobre el oratorio-centro juvenil y


la reflexión compartida a partir de algunas preguntas;
O el conocimiento más profundo del oratorio-centro juvenil del lugar en el que se
trabaja, mediante algunas búsquedas y actividades de sensibilización tanto a la comunidad
educativa como a la comunidad civil y eclesial en orden a las instancias educativas.

A. Pistas de reflexión

Dado que… ...Evaluamos


¿Qué motivos eventualmente han
1. En los primeros decenios de debilitado esta convicción?
vida del Instituto de las FMA creció la
conciencia de que el oratorio no es sólo ¿Cuáles la confirman y la refuerzan
una obra de “prevención moral” entre también hoy, en el territorio en el que se
otras muchas obras educativas, sino la sitúa una comunidad educativa
que mayormente identifica la salesiana?
especificidad de las FMA entre tantos
institutos.

2. El oratorio salesiano debía A nivel local ¿se registra un dinamismo en


atenerse a algunos elementos (como la formula oratoriana, en continua
“ingredientes”) constantes, pero no atención a las reales exigencias
repetitivos. juveniles?

137
Para permanecer atractivo a los ojos de ¿Los factores característicos han
las chicas debía afrontar el continuo reto permanecido presentes, o alguno ha
de crear sorpresas, de inventar prevalecido sobre los otros (por ejemplo
actividades realmente útiles, además de el entretenimiento, las relaciones
divertir, ofrecer una sólida formación personales) a costa de la armonía de la
religiosa, dar oportunidad de socializar oferta en un ambiente disponible y
también en grupo, preparar para la vida propositivo?
con sus responsabilidades.

3. El oratorio era la obra popular ¿Ha conservado este carácter o ha


por excelencia, abierta a quien no podía llegado a ser selectiva?
pagar una cuota, a quien no tenía
convicciones religiosas. No ponía
particulares restricciones sobre los
requisitos personales de las
destinatarias, haciendo de todo para dar
una oportunidad a cada una.

4. Las ofertas formativas eran ¿Cómo se cultiva hoy la atención a


pensadas también teniendo en cuenta a desarrollar intereses, habilidades y
competencias que promuevan a la
las jóvenes de las clases populares, que
persona también desfavorecida?
no tenían oportunidad de formación
cultural y sobre temáticas sociales, en
atención a las condiciones del trabajo y a
las exigencias de una preparación más
cualificada para la vida doméstica y a
intereses más elevados.

138
5. Normalmente las responsables ¿Hay todavía una sensibilización de las
del oratorio debían inventar iniciativas familias, de las autoridades, de
suscitando el compromiso concreto de bienhechores, para sostener la obra,
las alumnas y de las oratorianas; junto a la implicación de las mismas
trataban de implicar a personas oratorianas?
externas en un proyecto presentado en
su utilidad, para sostener los gastos de ¿Qué lugar ocupa la confianza en la
una obra sin entradas fijas. Providencia, provocada por el ingenio
de la comunidad educativa o del consejo
oratoriano?

6. El oratorio, por su naturaleza, Frente a tanta explotación de los


tenía una estrecha relación con las jóvenes y de sus deseos, ¿la comunidad
familias y el territorio, llevando a la educativa cómo expresa su voz en su
atención común la necesidad de tener defensa en las instituciones y en el
en cuenta las exigencias juveniles de mundo de la comunicación,
crecimiento, menos relacionadas a los promoviendo una red finalizada a la
deberes cotidianos de estudio y trabajo. humanización plena de las personas?

B. Actividades de talleres
Para la integración de la reflexión y de la confrontación, se proponen algunas búsquedas y
actividades locales que contribuyen a comprender el significado de las preguntas
anteriores a partir del oratoriocentro juvenil del lugar en el que se trabaja.
Pueden tener la finalidad de
O preparar una verifica de fin de año como comunidad educativa o consejo
oratoriano, cogiendo la continuidad y discontinuidad presentes en la obra según los
tiempos
O converger en una fiesta de fin de año en la que se presenta el valor específico del
oratorio-centro juvenil entre ayer y hoy.

Tras las huellas de nuestro oratorio


Retornar a la historia del propio oratorio en modo de explorar la evolución, si ha estado al
paso con los tiempos y las cambiantes exigencias juveniles. ¿Cómo?
1. Recoger eventual biografía: algún artículo o estudio publicado; artículos de
periódicos locales en ocasión de fiestas o acontecimientos;
139
2. Localizar las fuentes, de las que se dan algunos ejemplos:

Elencos o registros anuales de las oratorianas, relaciones


de fin de año; proyectos; relaciones de verificas;
programaciones de fiestas o acontecimientos; libros de
Fuentes documentales oraciones, celebraciones; reglamentos del oratorio; de las
asociaciones y de los grupos; verbales; elencos de los libros
de la biblioteca circulante entre las oratorianas; recogida
de partituras musicales; documentación de actividades
particulares durante momentos de emergencia,
calamidades naturales; relaciones sobre las actividades de
los padres, la formación de los animadores; facturas,
documentación de los gastos, de las entradas y de las

Crónicas de la casa, o crónicas del oratorio; periodiquitos


oratorianos; horarios; programas de veladas; textos de
teatro, música y recital; partituras musicales; juegos;
actividades diversas formativas y recreativas; verbales de
Fuentes narrativas
las conferencias tenidas a las Hijas de Mª Auxiliadora o a
otras asociaciones o grupos; tipos de premios y
premiaciones; elenco de las oratorianas que han llegado
a ser religiosas; cartas; memorias conservadas;
testimonios de FMA particularmente activas, creativas,
entusiastas; testimonios de antiguas alumnas del
oratorio; testimonios de bienhechores, amigos y
simpatizantes del oratorio.

Fotografías, diapositivas, casetes, relativos a visitas o


Fuentes personajes significativos, bienhechores, sostenedores de
fotográficas, la obra; relativas a los ambientes destinados al oratorio,
iconográficas, a su ampliación o reestructuración (ej. campos de juego,
multimedia gimnasio, salones para los teatros, locales para las
actividades, patios…); estandartes, banderas, imagines,
poster, manifiestos, poster, carteles, cd, video, DVD…

Juegos; vestidos de teatro; uniformes y símbolos de los


grupos; estatuas adquiridas con la aportación de las
Materiales
oratorianas…
140
3. Tratar de escribir una historia del oratorio y socializarla en la comunidad educativa y
más allá.
4. Presentar una exposición a final de año sobre su desarrollo; eventualmente
insertar los materiales en la web.

C. Actividad para los jóvenes

1. Pista Codigos de las obras

Busca en las fuentes disponibles las actividades que se desarrollan en tu oratorio en


un determinado periodo. Prepara una tabla donde insertar los códigos y las tipologías de
las obras y una donde insertar los códigos por año.
Observa: ¿Cómo se han desarrollado? ¿A qué se le ha dado mayor importancia con el
tiempo?

¿Ha habido emergencias a las que el oratorio ha tratado de responder? ¿Cuáles? ¿A través de
qué obras, recursos…?

¿Qué actividades son ofrecidas a los jóvenes? ¿Para que franja de edad? ¿Solo de
formación/educación religiosa? ¿De qué otro tipo?

¿Hay una diferencia en la educación de género (chicas y chicos)? ¿Cómo se ha desarrollado


en el tiempo?

¿Cuántas personas eran implicadas? ¿Sobre qué base? ¿(Destinatarios, animadores,


ayuda…)? ¿Qué rol tenían?

NUMERO CÓDIGOS NUMERO CÓDIGOS


1 Asociaciones 7 Oración
2 Grupos 8 …
3 Excursiones 9 …
4 Teatro 10 …
5 Procesiones 11 …
6 Grest 12 …
141
Año/N
Participantes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

1938 13 200 60 250 300

1939 6 50 300 320

1940 37 350 400

........

2012 115 160 30 400 130

2. Pista “foto”

O ¿Qué sujetos representan las fotografías oratorianas a disposición?

O ¿Cuáles son los elementos característicos de las diversas épocas? ¿Qué variables
de lenguaje, número de personas, ambientes y actividades son fotografiados?

O ¿Cuáles son las intenciones de quien toma la foto? ¿Y aquellas de los que son
fotografiados?

O ¿Qué posiciones asumen los personajes fotografiados? ¿Por qué? ¿Quiénes son
los destinatarios de la fotografía?

O ¿Qué posibles mensajes pueden transmitir las fotos?

O Expresa tus reflexiones sobre el oratorio en base a las imágenes que tienes
delante de ti.

3. Pista “patios”

¿Cuáles son los espacios que en el tiempo han sido dedicados a la educación/formación de
los jóvenes en el oratorio? (teatro, patio, salitas, gimnasio…). ¿Emergen descripciones de
142 ambientes (cuadros, estancias, mobiliario…)? Individúalos y descríbelos. ¿Qué
sentimientos te evocan? ¿Hay relación entre ellos y el estilo educativo?: ¿sabrías
individuarlos? Haz entrevistas tratando de poner en relieve el aspecto educativo que cada
uno de estos ha tenido…
o Hay momentos típicos que caracterizan el oratorio: “buenas noches”, “todos bajo
el árbol”, “palabrita al oído”… ¿Qué significado tienen estas expresiones?
o ¿Qué fin tenían?
o ¿Por quién eran realizadas?
o ¿A quién son dirigidas?
o ¿Qué origen han tenido?
o ¿Qué contenidos eran expresados?
O ¿Cómo eran acogidos por los destinatarios?

4. Pista “documentos”

¿Existen reglamentos del oratorio? Confróntalos entre las diversas épocas o trata de
reconstruir uno en base a informaciones entrecruzadas y confróntalo con el actual.

¿Hay relaciones con otras estructuras?


Diócesis, Vicaría, salesianos, asociaciones… ¿están “codificadas”? ¿Son
espontáneas? ¿Cómo suceden? ¿Qué cambios han tenido en el tiempo?

¿Hay documentos o materiales multimedia que demuestran cómo se vivían los


varios momentos del oratorio? ¿Qué evolución se percibe gracias a las personas
implicadas, a las actividades, a los juegos, a los horarios, a las relaciones
interpersonales, a las colaboraciones con personas externas, a las estructuras
físicas?

5. Pista “entrevistas”
Hay FMA que custodian un tesoro de experiencia oratoriana. Hacérsela contar es un camino
aventurado para llegar al corazón del estilo educativo salesiano, rico de fantasía, de alegría,
de amabilidad, de compromiso.

En cada lugar donde haya habido un oratorio hay alguna oratoriana o simpatizante rica de
memorias. Un breve cuestionario puede dar ocasión a iniciar un viaje sorprendente y un
intercambio fructuoso. Prueba a prepararlo y utilizarlo para recoger informaciones y
socializarlas.
Página web, fórum, blog, testimonios vivos en un momento público o escrito… todo puede
servir para poner en red una experiencia de pasión apostólica siempre al paso con los 143
jóvenes.
“Vosotros sois mi tesoro en Jesus Cristo”
La predileccion por los jovenes, principios de
renovacion: la mirada de quien educa

Miradas a confrontar

La prospectiva con la que la comunidad educativa del oratorio-centro juvenil mira a los
jóvenes orienta inevitablemente la elección de la oferta formativa conformando
también la tipología de la obra. De aquí el emerger de resultados que irían
atentamente considerados en sede de proyectación y de verifica, pero también en
vista de la formación de los animadores y de las animadoras.

Finalidad: la propuesta de trabajo tiene como objetivo ayudar a los animadores y a las
animadoras a reflexionar sobre el tipo de mirada que dirigen a los chicos/as que
frecuentan el oratorio y a considerar las consecuencias prácticas sobre la organización
de la obra.

Funcionamiento: subdivisión en subgrupos y completar la tabla (30'). En sesión


plenaria se pueden recoger los datos obtenidos y desde estos abrir el debate sobre los
resultados.

144
El carisma orienta la mirada a los jóvenes

“Esta porción la más delicada y la más preciosa de la sociedad humana, sobre la


que se fundan las esperanzas de futuro feliz, no es por sí misma de índole perversa.
Eliminado el descuido de los padres, el ocio, el desencuentro con tristes
compañeros, es fácil insinuar en sus tiernos corazones los principios de orden,
buenas costumbres, respeto, religión; porque si sucede alguna vez que ya tienen
fracasos en esa edad, son más bien por inconsideración, que por malicia
consumada”

De la introducción al Cenno Storico sull' Oratorio scritto da don G. Bosco

“Conociendo e imitando a Don Bosco, hagamos de los jóvenes la misión de


nuestra vida.
Los jóvenes son encontrados en sus situaciones de dificultad: la pobreza, el trabajo
infantil, la explotación sexual, la falta de educación y de formación profesional, la
inserción en el mundo del trabajo, la poca confianza en sí mismos, el miedo ante el
futuro, la pérdida del sentido de la vida”.
Nuestra mirada recae también sobre los nativos digitales: “a través de las nuevas
tecnologías buscan experiencias de movilización social, posibilidades de
desarrollo intelectual, elementos de progreso económico, formas de
comunicación instantánea, oportunidades de protagonismo…
También es este campo queremos compartir su vida y sus intereses”.

Rector Mayor de los Salesianos Don Pascual Chávez

“Las jóvenes y los jóvenes, especialmente los más pobres, son la riqueza y el tesoro
más grande que Dios nos confía. Son el lugar teológico, la tierra santa donde Él
nos habla invitándonos a la conversión para vivir el carisma de la preventividad
como renovada alianza con Él y con todas las personas corresponsables de la
misión educativa”.

De las Actas del Capítulo General XXII del


Instituto de las Hijas de María Auxiliadora nº 31

145
146
TIPO DE MIRADA TIPOLOGÍA PROPUESTA RESULTADOS
DE ORATORIO FORMATIVA ESPERADOS

Jóvenes =
sujetos débiles

Jóvenes =
personas para
integrar en
la sociedad

Jóvenes=

Jóvenes=
“Vosotros sois mi tesoro en Jesus Cristo”
La predileccion por los jovenes principio de
renovacion
Los escenarios

El carisma orienta a llegar


a los jóvenes allí donde están

“El domingo asistimos a las chicas en la iglesia, damos el catecismo; cosa buena. Pero
¿después de la instrucción y las sagradas funciones, las chicas dónde van? ¿Y qué
hacen?
Están muy abandonas a sí mismas… y esto no me deja tranquila. Pero, si en los días
festivos las reuniéramos en nuestro taller y las lleváramos a divertirse en el patio, las
tendríamos siempre ante nuestros ojos y las preservaríamos de los peligros. ¿Qué te
parece?
María Dominga Mazzarello
Cofundadora del Instituto de las FMA

“Nosotras FMA estamos llamadas a salir de nuestras seguridades para estar con
las/os jóvenes, escucharlos, compartir el tiempo, abrir los corazones y la casa,
creando ambientes de familia como en Valdocco y en Mornese”

De las Actas del Capítulo General XXII del Instituto


de las Hijas de María Auxiliadora nº 39

147
PRIMER ESCENARIO
Los jovenes fisicamente cercanos,
pero psicologicamente lejanos

Imaginaros tener que ver con un grupo de chicos /as presentes en el oratorio-centro
juvenil pero completamente en contra de propuestas estructuradas y organizadas.
Describid cómo os imagináis la trayectoria de aproximación de la comunidad oratoriana a
estas/os sujetos.

Escenario ideal: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor número


de detalles posibles, la situación ideal para llegar a un acercamiento positivo con el grupo.

Escenario catastrófico: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor


número de detalles posibles, la situación peor para llegar a un acercamiento negativo con
el grupo.

Desarrollo:
1. Singularmente anotar características que describan los dos diversos
escenarios: “catastrófico” e “ideal”, se puede hacer referencia a todas las variables
(5 min.).

2. Divididos en dos subgrupos unir los diversos miedos, fantasías, deseos


para construir dos diversos escenarios a través de la forma escrita (30 min.).

Uno o más grupos trabajan sobre el escenario ideal y otros sobre el catastrófico. Los
diversos escenarios serán examinados respondiendo a dos preguntas:

o ¿Cómo se puede llegar a la situación ideal descrita?


o ¿Cómo se pueden evitar las situaciones catastróficas descritas?

Al final del trabajo los grupos se reúnen en asamblea y discuten sobre el trabajo
realizado, además sobre sus posibles trayectorias de intervención.

148
SEGUNDO ESCENARIO
Los chicos del umbral
Imagínate que junto al oratorio-centro juvenil están presentes chicos/as que molestan y
desafían. Su actitud, para provocar, expresa la permanencia de una conexión, la búsqueda
de puntos de referencia. Describid cómo os imagináis la trayectoria de aproximación de la
comunidad oratoriana a estos/as sujetos.

Escenario ideal: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor número


de detalles posibles, la situación ideal para llegar a un acercamiento positivo con el grupo.

Escenario catastrófico: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor


número de detalles posibles, la situación peor para llegar a un acercamiento negativo con el
grupo.

Desarrollo:
1. Singularmente anotar características que describan los dos diversos escenarios:
“catastrófico” e “ideal”, se puede hacer referencia a todas las variables (5 min.).

2. Divididos en dos subgrupos unir los diversos miedos, fantasías, deseos para
construir dos diversos escenarios a través de la forma escrita (30 min.).

Uno o más grupos trabajan sobre el escenario ideal y otros sobre el catastrófico. Los
diversos escenarios serán examinados respondiendo a dos preguntas:

o ¿Cómo se puede llegar a la situación ideal descrita?


o ¿Cómo se pueden evitar las situaciones catastróficas descritas?

Al final del trabajo los grupos se reúnen en asamblea y discuten sobre el trabajo
realizado, además sobre sus posibles trayectorias de intervención.

149
TERCER ESCENARIO
Los jovenes de la calle
Imagínate que fuera del oratorio-centro juvenil están presentes chicos/as que hacen
alarde de indiferencia. Ellos no están interesados en ninguna referencia explícita del
oratorio.
Describid cómo os imagináis la trayectoria de aproximación de la comunidad oratoriana
a estos/as sujetos.

Escenario ideal: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor


número de detalles posibles, la situación ideal para llegar a un acercamiento positivo con
el grupo.

Escenario catastrófico: describir, explotando al máximo la fantasía e indicando el mayor


número de detalles posibles, la situación peor para llegar a un acercamiento negativo
con el grupo.

Desarrollo:
1. Singularmente anotar características que describan los dos diversos
escenarios: “catastrófico” e “ideal”, se puede hacer referencia a todas las
variables (5 min.).

2. Divididos en dos subgrupos unir los diversos miedos, fantasías, deseos para
construir dos diversos escenarios a través de la forma escrita (30 min.).

Uno o más grupos trabajan sobre el escenario ideal y otros sobre el catastrófico. Los
diversos escenarios serán examinados respondiendo a dos preguntas:

o ¿Cómo se puede llegar a la situación ideal descrita?

o ¿Cómo se pueden evitar las situaciones catastróficas descritas?

Al final del trabajo los grupos se reúnen en asamblea y discuten sobre el trabajo
realizado, además sobre sus posibles trayectorias de intervención.

150
“El Sistema preventivo nos es propio”
La comunidad educativa y el reto del Sistema preventivo

El carisma educativo El proyecto educativo del


se expresa en el oratorio está inspirado en el
Sistema preventivo Sistema preventivo: pone en el
centro la persona de los jóvenes
para que estos puedan madurar
“La preocupación preventiva es en todas las dimensiones de su
transversal a todos los procesos y personalidad según el proyecto
estrategias educativas. El criterio de la de Dios. De sus necesidades
Encarnación orienta a comprender el formativas surgen
misterio de Dios y de la persona humana los objetivos educativos,
en su unidad y reciprocidad. las experiencias y los métodos
de intervención y de evaluación.
La plenitud de tal relación exige tener El Sistema preventivo motiva
presentes algunas prospectivas la acción de la comunidad
p e d a g ó g i c a s p a ra c o n s e n t i r l a educativa,
maduración integral de la persona según guía la elaboración del proyecto,
la prospectiva educativa típica del orienta los procesos, las
Sistema preventivo. Este objetivo se estrategias y cualifica el estilo
persigue conjugando prospectivas relacional. Esto es criterio de
estrechamente integra-das entre ellas: elección, juicio y evaluación de
las prospectivas cultural, la acción educativa.
evangelizadora, social y comunicativa. Los elementos del sistema son
entre ellos interdependientes y
Son parte de los puntos de vista que se influencian recíprocamente:
permiten tener presente la complejidad no se puede alcanzar un objetivo
y la totalidad de la realidad humana”. educativo
si no se realiza un análisis
De Para que tengan de las necesidades, si no se ha
vida y vida en abundancia. programado el modo mejor para
Líneas orientadoras de la misión alcanzarlo desde el punto de vista de
educativa de las FMA, n. 38-57 la metodología y si no se está en
grado de verificar la eficacia.
151
Las propuestas de trabajo están finalizadas
a promover la reflexión en orden a:

Dimensiones de la comunidad educativa


la cohesión alrededor del proyecto

la colaboración entre educadores

el protagonismo de los jóvenes

la formación del personal

Áreas que cualifican el ambiente educativo


la seguridad y la relación que permiten a los jóvenes percibir materialmente
que los educadores se ocupan de ellos

la comunicación normativa a través de la cual los jóvenes aprenden a darse


reglas de convivencia social

la comunicación cultural que hace de la convivencia un lugar de aprendizaje y


de búsqueda

la comunicación de la fe corazón de la propuesta oratoriana

la elaboración proyectual que permite encontrar recursos y propuestas para


el crecimiento

Modalidad de desarrollo: a través de la reflexión y la discusión hacer emerger la


situación de partida (SP) y la situación deseada (SD) individuando los puntos de
fuerza (F) y las críticas (C) con el fin de llegar a un efectivo

152
CÓMO
DÓNDE DÓNDE PUNTOS DE
QUEREMOS PUNTOS DE VALORIZAR F
DIMENSIONES ESTAMOS FUERZA (F) CRÍTICA (C) PARA
AHORA (SP) LLEGAR (SD)
SUPERAR C
Cohesión
de la
comunidad
en torno
al proyecto

Colaboración
de los
miembros

Protagonismo
de los jóvenes

Selección y
formación
del personal

153
154
CÓMO
DÓNDE DÓNDE PUNTOS DE
ÁREAS QUEREMOS PUNTOS DE VALORIZAR F
ESTAMOS FUERZA (F) CRÍTICA (C) PARA
AHORA (SP) LLEGAR (SD)
SUPERAR C
De la
seguridad y
de la
relación
de ayuda

De la
comunicación
normativa

De la
comunicación
cultural

De la
elaboración
proyectual

De la
comunicación
de la fe
“Estudia como hacerte amar”
Educadores y educadoras:
signo de amor dentro de la historia de los jovenes
El amor demostrado
alma del carisma salesiano La animación en estilo salesiano

“Nuestras posibilidades futuras La animación es el modo de reformular la


en el campo educativo se asistencia salesiana a la luz de la complejidad
jugarán sobre la calidad. Por de los procesos
esto, si es verdad que a veces culturales hoy.
lo óptimo puede ser enemigo Es un método que rehúye la imposición desde
de lo bueno (“mejor un poco el exterior y, al mismo tiempo, valoriza la
que nada”), es también verdad presencia del adulto al lado del joven en el
que no podemos exponernos a compromiso constante para que sea siempre
una forma general de pastoral protagonista de los procesos que le
y educación que corre el riesgo conciernen. Asume y hace propia la
de descalificarnos y no experiencia preventiva porque se apela a los
alcanzar las finalidad de recursos profundos de la persona, valoriza la
nuestro servicio”. razón como capacidad de coger el sentido y el
J. Vecchi-Rector Mayor de los valor de la realidad, la apertura a Dios, la
Salesianos del 1996 al 2002 capacidad de amar y de implicarse en una
relación interpersonal amiga, madura y
“Hoy se necesitan educadoras liberadora. Se desarrolla en un contexto de
y educadores convencidos que múltiples relaciones, donde se proyecta y se
se centren en la calidad de la realiza juntos.
presencia entre las/os jóvenes. El animador es reconocido como una persona
Don Bosco la llama asistencia. válida y disponible, capaz de “ganar el
La elección de permanecer en corazón” es decir de inspirar confianza.
medio de ellos tiene sus raíces El animador, la animadora se ponen junto a los
en el amor. Hay necesidad de jóvenes como mediadores: estimulan su
educadoras/es ricos de autonomía y refuerzan las motivaciones;
esperanza que osen creer al despiertan su capacidad crítica y su
más pequeño destello responsabilidad; piden su aportación activa y su
presente en sus corazones: el implicación creativa en las propuestas; favorecen
punto accesible al bien del que su capacidad de inventar y de comunicar. De este
habla Don Bosco”. modo se implica la parte más consciente y libre
Y. Reungoat Superiora de la persona en los procesos que le interesan,
General haciéndola una protagonista crítica y creativa.
Hijas de Mª Auxiliadora
155
Cuestionario de autoevaluacion
de los animadores con estilo salesiano
A cada pregunta sigue una escala relativa a la frecuencia con la que tal comportamiento es
actuado.
Elige el nivel que a tu juicio corresponde a tu modo de actuar.

La escala: 1.Casi nunca 2.Alguna vez 3. Con frecuencia 4.Casi siempre

1. ¿Demuestro a cada joven que le aprecio como una


persona diversa de los demás? 1 2 3 4
2. ¿Permito a cada joven expresar sus pensamientos
personales y sus convicciones personales? 1 2 3 4
3. ¿Ofrezco apoyo emocional y ánimo a los/as jóvenes
inseguros a tener éxito?
1 2 3 4
4. ¿Ofrezco a los/as jóvenes la oportunidad de aprender a
tomar decisiones de perspectiva? 1 2 3 4
5. ¿Ayudo a los/as jóvenes a clarificar sus intereses y
objetivos personales? 1 2 3 4
6. ¿Acojo las propuestas y las iniciativas que vienen de
las/os jóvenes? 1 2 3 4
7. ¿Estimulo la participación activa de los chicos a través
de una conducción democrática del grupo? 1 2 3 4
8. ¿Me dirijo a los/as jóvenes con un lenguaje asertivo?
1 2 3 4
9. En las propuestas de actividades ¿estoy atento/a a
solicitar los intereses de las/os jóvenes? 1 2 3 4
10. ¿Dedico tiempo a la escucha de las/os jóvenes?
1 2 3 4
11. En la escucha de los/as jóvenes ¿demuestro atención
156 y respeto? 1 2 3 4
Las seÑales de la animaciOn
Dar prioridad: explorar la “frontera” del mundo juvenil, moviéndose por la conciencia de
que “evangelizar es la gracia y la vocación propia de la iglesia”.
Dirección obligatoria: acercarse a los jóvenes con entusiasmo sincero, testimoniándoles que
no constituyen un problema, sino un recurso de esperanza.
Prohibido aparcar: salir del “puerto” de una pastoral juvenil amarrada a los grandes
acontecimientos, saliendo al “mar abierto” del cotidiano del “desafío” educativo.
Caída de rocas: trazar caminos de pastoral juvenil practicables, en lugar de elaborar
proyectos abstractos, desequilibrados por el lado de comunicar y no en el de transmitir.
Intersección peligrosa: ayudar a los jóvenes a conjugar soledad y comunión, pidiéndoles
establecer relaciones auténticas y no simples conexiones.
Camino resbaladizo: estar atentos a no separar la pastoral juvenil de la familiar, ancorándola
firmemente en la vocacional.
Camino sin salida: evitar reducir los oratorios a contenedores de “iniciativas privadas de
iniciativa”, tratando de hacerlos talleres de la fe y canteras de esperanza.
Límite de velocidad: cuidar a las generaciones jóvenes sin limitarse a hacerse cargo, teniendo
la sencillez y la prudencia de involucrarse sin sentirse abrumado.
Subida empinada: animar a los jóvenes a fijarse metas altas, entrenándolos al sacrificio, al
silencio, la sobriedad y sobre todo, a la esperanza.
Obligación de cadenas a bordo: transmitir a los jóvenes la atracción por las cosas grandes,
apoyando el difícil camino de la mirada hacia las alturas.
Prohibido el transito: acercarse al mundo juvenil sin invasiones de campo, sabiendo que ni el
Espíritu Santo quiere obrar sin el consentimiento de la libertad humana.
Prohibido el adelantamiento: esperar con dulzura y respeto los tiempos de madurez de cada
uno, reconociendo que “cada joven tiene su debido tiempo”.
Stop: conjugar firmeza y mansedumbre, paciencia y audacia, ejercitando con las jóvenes
generaciones la autoridad de decir NO que tengan la misma dulzura del Sí.
Prohibido señales acústicas: observar y proponer, bajando el tono de las inútiles
lamentaciones y reduciendo el ruido de las exhortaciones estériles.
Ráfagas de viento: estimar a los jóvenes dignos de confianza, sin limitarse a darles confianza,
y, sobre todo, sin apagar sus aspiraciones o sofocar sus deseos.
Todas las direcciones: animar a los jóvenes a despegar, evitando confinarlos en la trinchera
del paternalismo, que si no logra poseer no renuncia a retener.
Mons. Gualtiero Sigismundi,
Obispo de Foligno 157
Participar y evaluar
en el consejo del oratorio

El oratorio-centro juvenil (OCJ) es considerado por muchas iglesias locales un elemento


característico de la propia pastoral juvenil, integrado armónicamente con otras
instituciones e iniciativas. La eficacia educativa es debida a su capacidad de renovarse
frente a las necesidades juveniles siempre nuevas y diversas en cada contexto y periodo
histórico.
En muchas partes los OCJ están conectados en organizaciones y confederaciones
regionales, creando un ámbito pastoral con una praxis común. Uno de los elementos que
marcan la eficacia es la presencia de un consejo de oratorio o grupo de coordinación.

El consejo del oratorio grupo de coordinacion


El consejo del oratorio representa el lugar privilegiado de comunión, de discernimiento y
confrontación del OCJ. Está constituido por los representantes de los varios grupos que
trabajan en el ambiente educativo. El criterio representativo sugiere individuar algunas
personas que garanticen una real representatividad de todos los ámbitos de vida del OCJ.
El número de componentes puede ser variable, según las dimensiones y complejidad de la
obra. Sin embargo es importante que sea un grupo bastante limitado para facilitar el
diálogo, la confrontación y las decisiones.

Tareas

O colaborar con el/la responsable del OCJ, para facilitar la actuación del proyecto
educativo, adecuándolo a las exigencias del contexto e individuando las etapas
para su real actuación;
O ocuparse de la coordinación, comunicación e información entre los varios grupos
que trabajan en el OCJ;
O estar atento a las necesidades estructurales y económicas;
O evaluar el proyecto educativo;
O coordinar las actividades, pero también soñar. Debe tener una “tarea profética”
158 para equilibrar ideal y real.
Ayer… en Valdocco
Los verbales de las Conferencias capitulares, los informes de las reuniones, las
conferencias mensuales y el diario de Don Lazzero (1875-1888) testimonian la toma en
consideración en Valdocco de problemas concretos como la disciplina y la organización de
la convivencia.
Se hablaba y se discutía de todo: horarios de trabajo, estudio, escuelas nocturnas y
diurnas, actividades recreativas, canto, música, teatro, manifestaciones religiosas, oración
cotidiana, vida de las asociaciones juveniles […]

Los encuentros de los educadores eran bastantes regulares y muchas veces los miembros
del consejo superior o del consejo de la casa se reunían junto a los enseñantes y asistentes,
que estaban entre los educadores más jóvenes, para evocar los rasgos característicos del
sistema educativo.
Desde el punto de vista organizativo se proyectaban múltiples actividades, se discutían los
resultados, se confrontaban sobre los inconvenientes, sobre los límites surgidos. En
concreto estas reuniones eran para los educadores que participaban en una escuela
práctica, espacio de confrontación, de reflexión sobre la praxis educativa, lugar formativo
en el que se consolidaba la identidad personal y profesional de cada educador.

Cf. M. Borsi, La formazione a partire dall'esperienza


a Valdocco (1870-1888), in Salesianum 72 (2010) 488.

Condiciones que permiten funcionar bien:


O establecer con anterioridad las fechas de encuentros;
O enviar el orden del día para prepararse;
O preparar un verbal del encuentro para informar a todos;

PARA REFLEXIONAR EN GRUPO

O El consejo del oratorio es un organismo pensado para dar eficacia al OCJ. ¿En
nuestro ambiente educativo se comprende la importancia?
O ¿Funciona con regularidad?
O ¿Qué pasos se podrían dar para mejorar la acción a todos los niveles?

159
Mejorar la participacion La coordinacion para la
Comunion
Para mejorar la participación el consejo del
oratorio está llamado a promover nuevas
actitudes y una diversa mentalidad pastoral. La coordinación es una modalidad de
conducción que tiende a implicar a
Es necesario pasar: las personas según un procedimiento
O de la pasividad, del conformismo, del circular, en modo de favorecer el
“siempre se ha hecho así”, a la búsqueda de intercambio de los recursos y la
verdaderas respuestas de las/de los jóvenes expresión de la creatividad en la
del propio contexto; comunión.
O del considerar como protagonistas del
OCJ sólo a algunos aquellos que saben, Conseguir coordinarse en modo
frecuentan, los mejores a creer que muchos, armónico garantiza la sinergia de
si son oportunamente solicitados, pueden todos los recursos en torno a un
dar una aportación y hacer algo; proyecto común.
O del organizar actividades con aquellos
que están de acuerdo con nosotros, a la Cada persona que desarrolla un
implicación de los indiferentes, de los poco servicio de coordinación no trabaja
motivados a través del diálogo y la apertura; sola, sino que se mueve en un
O de una implicación que busca sistema rico de interacciones, en el
simplemente insertar a los otros en los estilo de la corresponsabilidad.
propios esquemas institucionales al respeto
de la diversidad, porque las personas son Cf Para que tengan vida y vida en
más importantes que las estructuras de abundancia.
coordinación; Líneas orientadoras de la misión
O de una pastoral “de las actividades” a la educativa de las FMA, n. 135. 138.
que se privilegian procesos personales y de
grupo;
O de un estilo de relación que pone al PARA REFLEXIONAR EN GRUPO
centro el éxito, la eficiencia, a aquel que oEntre los elementos apenas indicados
privilegia la comunión, la significatividad para promover la participación y la
evangélica; corresponsabilidad en el ambiente
O de la responsabilidad delegada educativo ¿cuáles interpelan más al
únicamente a la directora, al director del grupo?
oratorio, al consejo del oratorio, a la o¿Qué dificultades se experimentan
corresponsabilidad que implica la respecto a la participación y a la
distribución de roles y de tareas al mayor corresponsabilidad?
160 número posible de personas;
La tarea de la evaluacion
Evaluar una accion pastoral
Una de las tareas más importantes
La evaluación de una acción pastoral
a las que está llamado el consejo
encuentra su motivación teológica en la
del oratorio es evaluar la eficacia de
lógica de la encarnación. Se construye un
las propuestas. La evaluación es un
puente entre lo divino y lo humano y hace
tema que con frecuencia se evade,
que la caridad, que es la identidad misma de
difícilmente se evalúan los procesos
Dios (Dios es amor) también la educación es
que se ponen en acto. Falta en
una forma de caridad llegue a ser signo
realidad una cultura de la
distintivo, en cualquier modo sacramental,
evaluación.
de cada creyente y del conjunto de la
La evaluación obliga a hacer más
comunidad cristiana. La presencia del
explícitos los objetivos, facilitando
Resucitado puede así realizarse en nuestra
formas de control por parte de toda
humanidad; mirada, gesto, palabra, acción.
la comunidad educativa. Evaluar
Si es esta la vía que el Señor ha elegido para
pone de frente el hecho de que la
hacerse presente en la historia (nuestra
mayor parte de las intervenciones,
humanidad), evaluar llega a ser un tomar en
por como son hechas, no son
serio la encarnación.
evaluables (objetivos indistintos,
En el evaluar una acción pastoral no
mal formulados, meras
evaluamos la acción de Dios, sino lo que
intenciones).
nuestra acción comunitaria deja
La evaluación hace real la
transparentar algo de la humanidad del
afirmación que sujeto de la acción
Resucitado.
es la comunidad educativa. Ésta así
puede favorecer la visibilidad y la
Cf G. Tacconi,
toma de conciencia de los
Si può “valutare” la vita oratoriana?,
problemas, alimentar procesos
in Note di Pastorale Giovanile 03-09-29
participativos y facilitar el ejercicio
de una responsabilidad
generalizada.
PARA REFLEXIONAR EN GRUPO

El OCJ ofrece muchas iniciativas educativas y propone itinerarios de iniciación en la fe, de


consolidación y profundización que con frecuencia resultan poco eficaces.
O ¿Dónde se detienen los procesos puestos en marcha?
O ¿Cuál es la naturaleza de los problemas?
O Los objetivos que se proponen alcanzar ¿tienen en cuenta a los sujetos, lo que ocurre, los
procesos?
o Las actividades que realiza ¿interceptan las necesidades, son significativas para los
sujetos?
o ¿Cuál es la relación entre resultados esperados y resultados alcanzados (por cuanto se ha 161
conocido)?
Que evaluar en la vida de un OCJ

He aquí algunos ámbitos a tener presentes para impostar una evaluación que produzca
cambio

ESTRUCTURA PROCESOS RESULTADOS ACTORES

* sistema de las *evolución *grado de realización *actitudes (estilos


responsabilidades *modificaciones de los objetivos de comunica-ción)
*roles respecto a los *indicadores de *significatividad de
*ajuste organiza-tivo proyectos cambio (ej: mayor los resultados
*Coordinación iniciales intercambio, para los varios
*espacios y mate- *relaciones entre participación, actores
riales los sujetos menor *cambio en el modo
*recursos empleados *relaciones con lo conflictividad…) de ser de los
(hu-manos, finan- externo *eficiencia sujetos dentro de
cieros, de *estrategias de (costes/beneficios) la realidad
tiempo…) superación de los *eficacia (logro de *formación
problemas que se los resultados) *tipo de evaluación
han presentado *Impacto sobre la realizada
comunidad cristiana
y su contexto social

Los proyectos pueden ser evaluados, preventivamente a su activación, sobre todo


o Analizando en qué modelo se inspiran: cuál es el modelo teológico y antropológico de
referencia, qué horizonte (proyecto pastoral en clave educativa o proyecto de pastoral en
clave de anuncio y testimonio);

o Verificando en qué medida el modelo de referencia, construcción de los objetivos y de


los resultados esperados, sistema de confrontación y evaluación son entre ellos
coherentes (ej. ¿el nivel de implicación de los sujetos en la definición de los objetivos es
coherente con el modelo de coordinación y de animación?

o Individuando los recursos disponibles, pero también los riesgos y los ámbitos de
criticidad.
PARA REFLEXIONAR EN GRUPO
O ¿Qué dificultades experimenta el grupo respecto a la cultura de la evaluación?
O ¿Hay algo que les impida cuestionarse?
162
El ambiente educativo oratoriano:
una casa de puertas abiertas

A. La comunidad en todas las presencias educativas, animada por un profundo


sentido eclesial, siente deber ser casa de puertas abiertas, casa de quien no tiene casa,
comprometida en realizar una pedagogía de ambiente en el que se experimente el espíritu
de familia, hecho de acogida, confianza, corresponsabilidad, cercanía, bondad y
comprensión.

Cada ambiente educativo puede llegara a ser “ambiente oratoriano”: el clima, el espacio de
libertad, el espíritu de solidaridad, el protagonismo educativo que se respiran y del que se
hace experiencia lo hacen casa de puertas abiertas donde se entra y se sale con libertad…
lugar que en los diversos contextos socio-geográficos ofrece una amplia variedad de
recorridos educativos, iniciativas y tipologías de agregación donde las niñas y niños,
adolescentes y jóvenes pueden insertarse según sus intereses, necesidades, exigencias.
Para muchos jóvenes el ambiente oratoriano es un lugar donde pasar y volver.

Vemos juntos un breve video contenido en el cd y dialogamos sobre el texto.

“Un lugar para pasar por alli”


El oratorio-centro juvenil en la pastoral juvenil de las FMA

“El teatro ha sido mi ocasión de contacto con el oratorio. Hace dos años, he
encontrado una casa. He participado en el teatro opinión A palco abierto y después
me he quedado. He encontrado un lugar abierto, acogedor, productivo, vivo; muchas
personas con las que hablar de ideas y proyectos; muchas iniciativas interesantes,
algunos amigos.
No me había ocurrido nunca tener un lugar para “ir allí”…
… ir allí para charlar
… ir allí para una reunión
… ir allí para una cena
… por si hay necesidad de una mano

Este año con Marco he ayudado a los otros grupos de jóvenes a organizarse y
163
participar en el teatro opinión. Mientras hacía un favor me he sentido importante,
útil para los demás y al mismo tiempo enriquecida.
Debo agradecer al oratorio por estas cosas sencillas. Por las oportunidades que
me da y me permite dar en base a mis capacidades.
Porque cuando estoy cerca tengo un sitio donde ir allí”.

En los diversos continentes el oratorio se revela como un lugar acogedor, alegre,


abierto en las confrontaciones de las expresiones de vida y de las jóvenes y los
jóvenes, capaz de educar a la fe y a la vida social.
El oratorio quiere crear una auténtica comunidad juvenil reunida alrededor del
Señor que ama, perdona, llama a su servicio y al testimonio en los diversos
ambientes de la vida.
Se presenta como una propuesta de educación también para los contextos
interreligiosos porque está abierta a todas las jóvenes y los jóvenes sin exclusión
de procedencia, religión o cultura.

En las diversas áreas geográficas el oratorio ofrece una gran variedad de caminos
educativos, actividades y tipologías de agregación en las que niñas, niños,
adolescentes y jóvenes pueden insertarse según sus intereses: grupos
espontáneos, donde prevalecen líderes naturales e intereses inmediatos, y
grupos más estructurados con un preciso camino formativo (grupos deportivos,
culturales, de compromiso social, de profundización de la fe, de búsqueda
vocacional, de sensibilización misionera).
La vida de grupo y la promoción del asociacionismo son mediaciones privilegiadas
para promover el crecimiento de las jóvenes generaciones.

El oratorio se caracteriza por un proceso de formación que permite a las jóvenes y


a los jóvenes hacer una experiencia de comunidad juvenil y confrontarse con el
mensaje evangélico.

A través de la presencia de las animadoras y de los animadores se cuida el paso de


los intereses inmediatos a intereses más profundos hasta asumir compromisos de
servicio en el ambiente educativo y progresivamente en la comunidad civil y
eclesial.

El oratorio es un lugar donde cada niña, niño, adolescente o joven es animado y


acompañado a encontrar el sentido de la propia vida a través del descubrimiento
164
de la propia identidad y de la propia vocación.

Es un ambiente donde se toman en consideración las necesidades de cada uno, se


hacen experiencias significativas que releídas con los demás llegan a ser escuela
de vida. Es un estilo que orienta el modo con el que se vive la experiencia
educativa también en otros ambientes.
Se buscan respuestas sin pretender imponer la verdad a nadie, se presenta un
ambiente y una comunidad de personas que han elegido tomar a Jesús como eje
de la propia vida, fiándose de su palabra y de su misterio de amor.

En el estilo de Don Bosco y de María Dominica Mazzarello


el oratorio busca y acoge niños, chicas y chicos, jóvenes, adultos,
los encuentra y los convoca en el nombre de Jesús.

El oratorio es un ambiente donde se afrontan los grandes temas de la vida…


… y entonces ¿por qué no pruebas a pasar por allí?
¡Encontrarás siempre a alguien que te espera…
…y te sonríe!
Texto: M. Borsi
Organización: Ámbito para la Comunicación social
Realización: Media Center Misiones don Bosco

165
“El oratorio tiene ya una definición y B. Para no olvidar…
hoy es concebido con un doble La confianza en los jóvenes
movimiento. No digo que todos lo
realicen. El oratorio es un lugar de
La confianza en la realidad juvenil es
convergencia física donde es posible
criterio fundamental sobre el que como
formar una gran comunidad juvenil
comunidad de educadores estamos
con márgenes abiertos, animada por
llamados a medirnos:
un grupo que es más consciente de las
finalidades y de la dinámica y donde
es posible llevar en continuidad
propuestas educativas y crear
actividades. Probemos a indicar cuáles son los
El oratorio tiene también un hechos concretos que
movimiento de salida, va a buscar a demuestran nuestra confianza
los jóvenes como hacia Don Bosco, en los jóvenes:
que iba por las obras a preguntar a O
los jóvenes si querían ir el domingo al
oratorio. No es posible sino en casos O
de emergencia y por intervención con
terapia de choque educar en la calle O
en forma concreta. La educación
O
exige también un cierto ambiente no
cerrado, donde se entra y se sale. Pero O
el trabajo de búsqueda de los jóvenes
se debe hacer. Muchos lo hacen por O
ejemplo en las escuelas estatales,
aprovechando la hora de religión
como posibilidad para un primer
contacto. Otros lo hacen con
sucursales del oratorio, con pequeñas
células aquí y allá. Ciertamente, si hoy
un oratorio se limitara sólo a estar en
el propio espacio físico y no tuviera
capacidad de llamada, llegaría a ser
una institución absolutamente
insuficiente para afrontar la situación
juvenil”.

166 J. Vecchi C. di Cicco, I guardiani dei


sogni col dito sul mouse, Elledici,
La opcion preferencial por los mas pobres
El compromiso que lleva a evitar toda forma de exclusión y de asistencialismo en
confrontación de las jóvenes generaciones más en riesgo es un reto que nos lleva a
considerar diversamente
O los grupos que se encuentran en la plaza que está enfrente del oratorio… y no
se deciden a entrar…
Oaquellos que permanecen siempre en el quicio de la puerta de nuestra
presencia educativa…
O aquellos que no nos han encontrado dispuestos a acogerlos así como son…
O aquellos que - por diversos motivos etiquetamos o seleccionamos…
O aquellos que…

Intentemos hacer un mapeo de los alrededores de nuestro ambiente educativo y


encontremos aquellos lugares informales donde adolescentes y jóvenes se reúnen.
¿Es verdad que no hay posibilidad de encuentro, de diálogo, de establecer una
relación de amistad…?

Las elecciones para la vida


La típica propuesta del OCJ, por su naturaleza poliédrica, se actúa en contextos con
pertenencia diversificada y caminos diferenciados que reconocen la posibilidad de cada
persona y buscan el bien de la persona, joven y adulto, huyendo de la tentación de la
uniformidad. Realizar caminos diferenciados significa proponer a todos un itinerario de
descubrimiento y crecimiento vocacional que el discernimiento de los educadores sabe
adaptar a cada situación.

Miremos las programaciones anuales propuestas por el OCJ y verifiquemos si


celebraciones, fiestas, acontecimientos culturales, formación de grupos, etc. …

o … ¿han respondido a las aspiraciones de los jóvenes y ayudado de cualquier


modo a discernir y realizar su proyecto de vida?
O … ¿han orientado a intensificar la experiencia de vida cristiana que conduce y
da calidad al compromiso cultural y social?
167
Relaciones de reciprocidad
En el OCJ, aun partiendo de puntos de vista diversos, se tiende juntos hacia una misma
meta a través de relaciones interpersonales improntadas por un estilo de reciprocidad.

? Consideramos los espacios, los tiempos, las iniciativas del OCJ: ¿respetan las
diversas exigencias de los chicos y chicas, pequeños y grandes… adolescentes y
jóvenes que trabajan o bien estudian o están desocupados…?

? Juntos decidamos el voto a dar a la capacidad de inclusión de nuestro OCJ:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

La familia
La relación con la familia interpela fuertemente a la comunidad educativa. La cultura de la
vida y su promoción están en el centro del diálogo educativo con la familia.

o Entrevistamos a una muestra significativa de padres de chicos que


frecuentan nuestra presencia educativa.
o Podemos preguntarles qué idea se han hecho de este “ambiente
oratoriano”…
o Si tuvieran que definirlo con una metáfora, ¿qué elegirían?
o Si pudieran dar un consejo para la implicación de padres y familias, ¿qué
propondrían?

Valor educativo del grupo


La libre elección de pertenencia a un grupo, la continuidad del camino, la presencia de los
adultos y la interacción con la realidad social y eclesial hacen del grupo una mediación
eficaz en el crecimiento de las jóvenes y de los jóvenes.

168
Verificamos el “estado de salud” de los grupos del OCJ
o Hagamos el elenco de todos los grupos presentes en el OCJ con:
número de participantes,
persona responsable/encargada,
actividad desarrollada/as,
servicio ofrecido a la comunidad oratoriana,
tiempos de presencia en el oratorio-centro juvenil,
grado de implicación en las iniciativas comunes, etc.
o Entre los grupos ¿hay alguien que se encarga de las relaciones con el territorio,
que está en contacto con otros oratorios-centros juveniles, instituciones
educativas, grupos y movimientos juveniles…?
O Proponemos a los grupos más actividades para establecer relaciones de
hermanamiento con grupos juveniles de otras parroquias, diócesis, ciudades,
naciones… para conocerse y profundizar los valores de la paz, la justicia y la
integridad de la creación.

El profundo cambio social destaca la importante presencia en el oratorio de chicos y


adolescentes de diferentes orígenes y diferentes tradiciones religiosas y culturales […]
encuentran en el oratorio un lugar precioso para su crecimiento, para su formación
humana y para cultivar su fe. El oratorio asume gustoso esta nueva presencia, y sin
perder su específica connotación cristiana se presenta como un lugar físico y humano de
gran hospitalidad, favoreciendo toda forma de integración y de recíproca comunión”.

Arcidiocesi di Milano, La cura pastorale. Partirono senza indugio e fecero


ritorno a Gerusalemme. Progetto di Pastorale Giovanile.
3/ Camminava con loro, Centro Ambrosiano, Milano 2011, 43-46

El OCJ alma del propio territorio


El cuidado de la relación con el territorio expresa la atención a las culturas locales y el
compromiso por el diálogo abierto y propositivo a fin de realizar un fecundo proceso de
interculturalidad y de inserción activa de las jóvenes y de los jóvenes en el ambiente que
los rodea.

169
o Cómo podemos definir las relaciones con las otras instituciones (eclesiales,
públicas…) presentes en el territorio que se interesan por los jóvenes:

O óptima O buena O suficiente O escasa O mediocre O nula

En un clima de confianza y recíproca valoración probamos a organizar cualquier


iniciativa juntos para favorecer el protagonismo de los jóvenes y para animar la
transformación del territorio que habitamos. Se podría organizar:
O un evento musical
O un torneo deportivo
O una marcha en defensa de la justicia social, de solidaridad con varias
categorías sociales más vulnerables
O una exposición fotográfica sobre los cambios del territorio
O un cine fórum
O eventos teatrales
Etc.

“Una característica fundamental del oratorio, que lo distingue de otras interesantes


propuestas similares, laicas o también cristianas, es estar siempre en equilibrio entre la
precisión y la claridad de la propuesta y su apertura a todas las tendencias […]
Se educa a la persona del chico en todas sus expresiones de vida y de sus facultades a través
del método de la animación, tratando cuanto sea posible ofrecer una propuesta educativa
totalizadora o al menos capaz de considerar la totalidad de la persona, a través de la
atención a todas sus dimensiones; por esto el oratorio, a través de una variedad de
actividades y diferentes puntos de referencia educativos, se ofrece como un ambiente
cotidiano de crecimiento humano y espiritual, a través de relaciones libres y significativa
gratuitas y continuadas. No es fácil encontrar una definición capaz de sintetizar toda la
potencialidad educativa que está hecha de relaciones y actividades, oración y juego,
compromiso y diversión; esto constituye un campo de entrenamiento para la vida cristiana
en la que madurar la propia identidad personal, las relaciones con los demás y la
elaboración de significados.
El principio generador del oratorio se refiere a la experiencia de la belleza que a menudo en
la vida de un chico precede a la del bien, y sucede a partir de la atención concreta a la
escucha de los deseos y necesidades, mediante la presencia de referencias educativas
significativas en grado de hacer comprender a cada chico el ser amado y por esto
escuchado, acompañado y custodiado.
Arcidiocesi di Milano, La cura pastorale. Partirono senza indugio e fecero
170
ritorno a Gerusalemme. Progetto di Pastorale Giovanile.
3/Camminava con loro, Centro Ambrosiano, Milano 2011, 43-46.
Las últimas páginas de este texto no marcan el fin de una lectura, sino el
consolidamiento de un proceso, el potenciamiento de un camino, el inicio de una gran
empresa: el oratorio es una cantera abierta.
Hemos reflexionado sobre la propuesta educativa del oratorio-centro juvenil, a través
de una amplia y profunda presentación histórico-pastoral de su desarrollo. Hemos
buscado juntos como reavivar la pasión del corazón oratoriano de las HMA, jóvenes y
laicos, creando puentes hacia los lugares informales; y de la red para alcanzar a los
jóvenes allí donde están. Queremos individualizar las modalidades que renueven
nuestros oratorios-centros juveniles como espacios de crecimiento vocacional y
misionero y ambientes educativos que buscan, acogen y acompañan niños,
adolescentes, jóvenes, familias y comunidades educadoras. El oratorio cantera abierta
exigen de cada educador, educadora de corazón oratoriano, elecciones y acciones de
conversión y esperanza.1 Tales elecciones son como invitaciones:
O a crecer, antes que todo, personalmente, en la conciencia de que el OCG no se
limita a una estructura de muros y actividades, pero es respuesta vocacional a
Cristo en el servicio de predilección por los jóvenes;
O a potenciar la conciencia, sobretodo comunitaria, que el corazón oratoriano
anima y es criterio para renovar y revitalizar todas nuestras presencias
educativas.
O a releer, con criterios esenciales, la praxis educativa de los OCG donde
trabajamos en organizar la experiencia, con particular atención en algunas
cuestiones (gestión y recursos, nueva economía y trabajo, ambiente y
ecología, mundos virtuales y social networks), en la exigencia de buscar nuevas
respuestas a la realidad social y juvenil en cambio veloz. En este desafío, en
este camino, en esta cantera abierta ponemos manos a la obra.
O cumpliendo una valiente verificación de nuestra pasión por el Reino y el bien
de los jóvenes más pobres, pasión que sabe involucrar y poner en red las
agencias educativas del territorio en que se trabaja;
O vamos al encuentro de los jóvenes, allí donde están, porque OCG es el lugar de
convergencia física, donde crece una comunidad juvenil abierta y acogedora,
que tiene un movimiento de salida: va a buscar a los jóvenes como hacía Don
Bosco.

173
Cuando un OCG, hoy se limita al propio espacio físico se convierte en una institución
insuficiente para afrontar la situación juvenil;
O involucrando tanta gente para el potenciamiento del crecimiento y la promoción
del nacimiento de OCG al servicio de los jóvenes más pobres, allí donde ellos están y así
como son, reconociento que allí donde están y como son, reconociendo que el 0CG es un
lugar de crecimiento vocacional para las HMA, los educadores y las jóvenes
generaciones;
O reflexionando y proyectan en las comunidades educadoras para que, con
propuestas creativas y adecuadas, se construyan oratorios-centro juveniles como
lugares capaces de encontrarse con los jóvenes, y de comunicarse con la realidad juvenil
y sus necesidades verdaderas y profunda. En particular se trata de interceptar la realidad
como : sentido y fe, formación cristiana y crecimiento humano y social, arte y deporte y
juegos de expresión.
Algun tiempo atrás Jean Vanier, fundador de la comunidad “El Arca” y “Fe y Luz”, ha
contado este episodio referido a Dudul, un joven con un cuadro real de problemas
psíquicos: “Un día Dudul, fue a ver al cardiólogo”. Después en la mesa, le preguntamos
como había ido: El dijo: “Muy bien”. Y nosotros dijimos: “¿Qué vio el cardiólogo en tu
corazón? El dijo: “ Es evidente que vió a Jesús.” Entonces nosotros le respondimos:
“Pero , ¿Qué hace Jesús en tu corazón?” Y nos respondió: “Descansa”. Y yo pensé: “Dudul
es más sabio que todos nosotros.”
Dios eligió a los locos, a los débiles, a los pequeños para confundir a los intelectuales, a los
poderosos, a los adultos y nos muestra el oratorio-cantera abierta es un camino de
simplicidad entre nosotros y Jesús. Es una gracia poder compartir la vida con los débiles,
los pequeños, los jóvenes, porque con ellos se entiende que hemos sido hechos para ser
felices. Que nuestros oratorios-centros juveniles sean lugares donde juntos se puede
reír, celebrar, ser pequeños y simples, agradecer a Dios por nuestra espléndida
humanidad.
El Oratorio está en vos, esto quiere decir buscar de ser en todo ambiente donde se pueda
experimentar la alegría, porque somos amados por Dios. Ambientes donde tantos
jóvenes pueda descansar del cansancio de la vida y recobrar fuerzas junto a Jesús.

1
Cfr. Comisión Internacional OCG, Propuestas de esperanza en mirada mundial,
Castelgandolfo (Roma) 2 de octubre de 2011.
174
Bibliografia esencial sobre el oratorio-centro juvenil de
las FMA
Presentamos una bibliografía esencial sobre la experiencia pastoral del oratorio-centro
juvenil de las FMA en los 140 años de su historia. Se proponen algunos estudios, elegidos
según dos criterios: el criterio histórico y el criterio de significación e importancia para el
relanzamiento del oratorio-centro juvenil y del corazón oratoriano en el contexto socio-
cultural y eclesial del tercer milenio.
La bibliografía, en su articulación en el sub-puntos, se presenta en orden cronológico.

Fuentes
Escritos de Don Bosco

Bosco Juan, Memorie dell'Oratorio di S. Francesco di Sales dal 1815 al 1855 [1873-75].
Introduzione, note e testo critico a cura di Da Silva Ferreira Antonio, Roma, LAS 1991.
-, Memorias del Oratorio (a cargo de PRELLEZO Jose Manuel) Madrid, CCS. Traducción del
texto crítico italiano, notas históricas y bibliográficas de Jose Manuel Prellezo. Estudio
introductorio de Aldo Giraudo. Nueva edición revisada y ampliada.
-, Cenno storico dell'Oratorio di S. Francesco di Sales, in BRaido Pietro (a cura di), Don Bosco
educatore. Scritti e testimonianze, Roma, LAS 1997, 111-133.
-, Piano di Regolamento per l'Oratorio maschile di S. Francesco di Sales in Torino nella
regione Valdocco. Introduzione, in Don Bosco educatore 108-111.
-, Ricordi confidenziali ai direttori 1863-1886, in Don Bosco educatore 179-186.
-, Il sistema preventivo nell'educazione della gioventù 1877, in Don Bosco educatore 205-
266.

-, Lettera da Roma, 10 maggio 1884, in Don Bosco educatore 344-390.

-, La figlia cristiana provveduta per la pratica dei suoi doveri religiosi, Torino, Società
Editrice Internazionale 1878.
Sobre Maria Dominica Mazzarello
Maccono Fernando, Santa María Dominica Mazzarello, Cofundadora y primera Superiora
General de la Hijas de María Auxiliadora I, Madrid, Instituto FMA 1981.
Lemoyne G. Battista, Suor Maria Mazzarello, in Kothgasser Alois - Lemoyne G. Battista Caviglia
Alberto, Maria Domenica Mazzarello. Profezia di una vita, Roma, Istituto FMA 1996, 77-
110.
Capetti Giselda (a cargo de), Cronohistoria del Instiuto de las Hijas de María Auxiliadora,
Barcelona, Ediciones Don Bosco, 1979-1980, 5 vol.
177
Constituciones y documentos de derecho propio del Instituto FMA

Manuale delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate l'anno 1872 dal Venerabile Giovanni
Bosco, Torino, Tip. Salesiana 1908.
Costituzioni dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice fondate da D. Bosco, Torino,
Tipografia Salesiana 1906.

Constituciones y Reglamentos, Instituto FMA 1982, Barcelona-Sarria, Escuela Gráfica


Salesiana 1983.
INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, En los surcos de la Alianza. Proyecto formativo
de las Hijas de Mª Auxiliadora, Madrid, CCS 2001.

INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida y vida en abundancia.
Líneas orientadoras de la misión salesiana de las FMA, Madrid, CCS 2006.

INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Cooperación al desarrollo. Orientaciones para


el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, Bologna, EMI 2009.

Capitulos generales del Instituto de las Hijas de Maria Auxiliadora


(citados en estapublicación)

Capitolo Generale VIII tenutosi in Nizza Monferrato nel settembre 1922. Risposte Istruzioni
Esortazioni del Ven.mo Sig. Don Rinaldi Filippo Rettor Maggiore della Società Salesiana e
Delegato Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Nizza Monferrato,
Istituto FMA 1922.
Capitolo generale IX. Nizza Monferrato 1928. Risposte Istruzioni Esortazioni del Ven.mo
Superiore don Filippo Rinaldi Rettor Maggiore della Società Salesiana e Delegato
Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Istituto FMA 1928.
Capitolo generale X Tenutosi in Torino nel luglio del 1934. Risposte Istruzioni Esortazioni
del Ven.mo Sig. Don Pietro Ricaldone Rettor Maggiore della Società Salesiana e Delegato
Apostolico per l'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice, Istituto FMA 1934.
Atti Capitolo Generale XI dell'Istituto delle Figlie di Maria Ausiliatrice tenutosi in Torino
Casa Generalizia dal 16 al 24 luglio 1947, Torino, Istituto FMA 1947.

Atti. Capitolo Generale XVI, Roma, 17 aprile-28 luglio 1975, Roma, Istituto FMA 1975.
Più grande di tutto è l'amore. Atti del Capitolo Generale XXII, Roma, 18 settembre-15
novembre 2008, Roma, Istituto FMA 2008.

178
Manuales y Reglamentos para el Oratorio de las FMA (citados en esta
publicación)

Regolamento per l'impianto e lo sviluppo degli Oratorii festivi presso le Case delle Suore, in
Deliberazioni dei Capitoli Generali delle Figlie di Maria Ausiliatrice tenuti in Nizza
Monferrato nel 1884, 1886 e 1892, Torino, Tip. Salesiana 1894.
Regolamento dell'Oratorio festivo femminile, Torino, Tip. salesiana 1895.
La educazione cristiana della gioventù. Regolamenti varii per oratorii festivi e
congregazioni, Parma, Tip. Vesc. Fiaccadori 1896.

Regolamento dell'oratorio festivo femminile e Regolamento per la Congregazione delle


Figlie del Sacro Cuore di Gesù, Torino, Tip. Salesiana 1894.

Regolamento della Associazione di Maria Santissima Ausiliatrice per gli Istituti ed Oratori
festivi femminili, Torino, Tip. Salesiana 1897.
Vaschetti Suor Luisa, Gli oratori festivi delle Suore di Maria Ausiliatrice nell'Argentina, in
Manuale direttivo degli Oratori Festivi e delle Scuole di Religione. Appunti, S. Benigno
Canavese, Sc. Tip. Salesiana 1903.
Piccolo Manuale dell'Associazione di Maria Ausiliatrice per le giovinette, a cura di F.
Maccono, Torino, Libreria Ed. Società Buona Stampa 1910.
Regolamenti e Programmi per gli Oratori festivi e per i giardini d'infanzia, Torino, Tip.
Silvestrini & Cappelletto 1912.

Piccolo Manuale delle Figlie di Maria inscritte nella Confraternita di Maria Ausiliatrice,
Torino, Tip. S.A.I.D. 1914.
Voti e proposte, in Brevi cenni di relazione sullo svolgimento degli oratori e delle Scuole di
Religione, Acireale, 9 marzo 1923 [dattiloscritto, ad opera di Suor M. Arnaud, incaricata
dalla Commissione].

Regolamento per le Case di educazione delle Figlie di Maria Ausiliatrice (per le alunne),
Torino, Istituto FMA 1932.

Revista Da mihi animas (artículos citados en esta publicación)

Calosso Carmela, Dall'uomo situato al Dio vivo, in DMA 17 (1969-'70)11, F1, 39-43.
Chinellato Marisa, Oratorio-centro giovanile e territorio alla ricerca di un dialogo, in DMA
32 (1985)4, 229-232.
179
Collino Maria, L'Oratorio istituzione democratica, in DMA 7 (1960)2, 15-16.
-, L'oratorio centro di catechesi e scuola di catechisti, in DMA 7 (1960)3, 12-13.
-, L'oratorio: luce di verità, in DMA 7 (1960)4, 9-10.
ComunitÀ Giovanile Di Rho, Un Oratorio Centro Giovanile a servizio della Parrocchia, in
DMA 20 (1972-'73)4, F2, 147-151.
Dal Lago Margherita - Zanara Maristella, Un oratorio-centro giovanile da animare, in DMA
34 (1987)6, 16-22.
Felisio Enedina, La nuova fisionomia, in DMA 17 (1969-'70)3, F2, 111-115.
-, L'oratorio nella Chiesa, in DMA 17 (1969-'70)5, F4, 121-123.
-, L'oratorio comunità, in DMA 17 (1969-'70)7, F4, 145-148.
-, Riscoprire l'oratorio, in DMA 17 (1969-'70)9, F4, 169-172.
-, Il «rinnovamento» dell'Oratorio, in DMA 18 (1970-'71)1, F4, 77-80.
-, Una pastorale fedele alla giovane, in DMA 18 (1970-'71)3, F2, 93-102.
-, L'oratorio comunità che si autocostruisce, in DMA 18 (1970-'71)21, F4, 53-56.
M.R., Oratorio: perché?, in DMA 19 (1971-'72)17, F2, 33-35.
Musatti Emilia, L'educazione della fede nell'oratorio-centro giovanile, in DMA 26
(1979)19, 604-608.
-, Per gestire l'oratorio-centro giovanile nella logica dell'animazione, in DMA 32 (1985)4,
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Rampini maria, Attività complementari, in DMA 15 (1967-'68)5, F4, 2.
-, Oratorio in rassegna, in DMA 15 (1967-'68)9, F4, 1-2.
-, Sapersi far aiutare, in DMA 15 (1967-'68)10, F4, 1-2.
-, L'oratorio è servizio d'amore alla Chiesa, in DMA 17 (1969-'70)10, F4, 1-3.
-, Per il rilancio dell'Oratorio, in DMA 17 (1969-'70)11, F4, 25-27.
Scarpa Gabriella, Un'anima attenta per una catechesi viva, in DMA 19 (1971-'72)1, F2, 79-
83.
-, Un servizio alla Chiesa, in DMA 19 (1971-'72)19, F2, 56-58.
-, Uno spazio per «vivere», in DMA 20 (1972-'73)1, F2, 83-87.
-, Il «Consiglio Oratoriano» per un oratorio più giovane, in DMA 20 (1972-'73)3, F2, 115-
180
120.
-, Studiare per realizzare, in DMA 20 (1972-'73)15, F2, 28-31.
-, Oratorio-Centro Giovanile, in DMA 21 (1973-'74)17, F2, 1-4.
-, Cuore e menti nuovi, in DMA 21 (1973-'74)18, F2, 25-29.
-, Opera «prima», in DMA 22 (1974-'75)13, F2, 2-4.
-, Giovani per la gioventù, in DMA 24 (1977)5, 143-149.
-, Rinascere come?, in DMA 24 (1977)17, 537-542.
-, Come lievito nella pasta. Significato dell'oratorio centro giovanile, in DMA 32 (1985)4,
211-220.
Supparo Luisa, Capita così anche nel vostro oratorio?, in DMA 8 (1961-'62)1, F1, 11-12.
-, Inganni e illusioni. Educazione e Direzione spirituale, in DMA 9 (1962)6, F1, 5-7.
Zagonel Anna Maria, Tanti modi di presenza, in DMA 34 (1987)3, 135-137.

Artíiculos sin indicacion de autor/autora


Prevedere. Le quattro Domeniche del mese, in DMA 2 (1955)5, 11-13.
I nostri grandi problemi, in DMA 2 (1955)6, 13-15.
Problemi particolari di Oratorio, in DMA 5 (1958)9, 13-14.
«Vacanze» vuol dire: oratorio quotidiano, assistenza, colonie, tempo libero, in DMA 15
(1967-'68)6, F4, 1-2.
Realizziamo il Consiglio oratoriano, in DMA 18 (1970-'71)17, F4, 1-2.
Per una pastorale giovanile dell'oratorio-centro giovanile, in DMA 25 (1978)19, 634-672.
Dossier, Oratorio-Centro giovanile una scelta per i giovani, in DMA 32 (1985)4, 204-206.

Estudios

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2
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181
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BRaido Pietro (a cura di), Don Bosco educatore. Scritti e testimonianze, Roma, LAS 1997.
Sobre el Oratorio de las Hijas de Maria Auxiliadora

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2010). Donne nell'educazione, Roma, LAS 2011.

183
indice
Í

O Presentación……………................................................………........ 5

O Introducción………………………….................................................. 11

O Capítulo 1: Los oratorios de las FMA hasta después de la segunda


guerra mundial. Entre documentos y realidad. Notas.…...……. 15

O Capítulo 2: La genialidad apostólica a la prueba en los oratorios


de las FMA en Italia hasta el 1922………….................................. 39

O Capítulo 3: Un entorno educativo con propuestas múltiples y


diferenciadas. La identidad del oratorio-centro juvenil
promovido por la revista Da mihi animas (1953-1990)......….. 67

O Capítulo 4: El corazón oratoriano critério de renovación de la


identidad salesiana y modelo educativo de referencia……...... 89

O Capítulo 5: El criterio oratoriano para revitalizar cada ambiente


educativo …………................................................................... 111

O Capítulo 6: Oratorio … en práctica. Fichas de trabajo……........133

Nº 1 Camino histórico sobre el oratorio-centro juvenil.


Como una búsqueda del tesoro................................................... 137

Nº 2 “Vosotros sois mi tesoro en Jescristo”.


La predilección por los jóvenes, princípio de renovación:
la mirada de quién educa......................................................... 144

Nº 3 “Vosotros sois mi tesore en Jesucristo”.


La predilección por los jóvenes principio de renovación:
Los escenarios.......................................................................... 147

185
Nº 4 “El Sistema preventivo nos es propio”. La comunidad educativa y el
reto del Sistema preventivo.................................................................. 151

Nº 5 “Estudia como hacerte amar”. Educadores y educadoras: signo de


amor dentro de la historia de los jóvenes............................................ 155

Nº 6 Participar y evaluar en el consejo del oratorios............................ 158

Nº 7 El ambiente educativo oratoriano: una casa de puertas abiertas 163

O Conclusión…….........………………...........................................……. 171

O Bibliografía sobre OCJ………..………............................................ 175

O Indice........................................................................................ 185

186

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