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Dirección de Capacitación del Servicio Público

en Derechos Humanos

2.1.1 Actividad de aprendizaje


“El Estado nacional”. Renward García Medrano. Descarga Cultura.UNAM.MX
Este trabajo tiene como objetivo realizar una comparación entre la novela de
Daniel Defoe “Robinson Crusoe”, y algunos elementos como la naturaleza
humana, la capacidad de los individuos para comunicarse y el concepto de
Estado.
La decisión y travesía de Robinson Crusoe da como resultado una lucha de
supervivencia individual contra las debilidades humanas en un territorio
desierto donde las experiencias del protagonista, junto con sus conocimientos
y su bagaje cultural, le permiten realizar ejercicios para su conservación y
reflexión sobre la vida. Es, en resumen, una síntesis de la humanidad del
pasado y del presente, que armónicamente se incrusta en el conglomerado
social de nuestro tiempo.
A partir de esta obra, Renward nos recuerda que el ser humano solo puede
vivir dignamente cuando se relaciona con la sociedad. El ser humano es un
“animal social o animal político” que participa en los asuntos de la comunidad
decía Aristóteles, por lo que es en la sociedad donde el ser humano encuentra
satisfacción a una diversidad de necesidades como el amor, la amistad, la
espiritualidad, el conocimiento y control de sí mismo y del mundo que le rodea.
Las personas pueden vivir en una familia, una comunidad, un pueblo, un país,
una organización de naciones, etc., pero solo cuando participan en una
sociedad integral (es decir, formada por todos los individuos con
independencia de su género, creencias, capacidades, etc.), pueden
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desarrollarse plenamente y estructurar conocimientos de enorme


trascendencia.
Un ejemplo de lo anterior, resalta Renward, es el lenguaje, el cual permite
intercambiar ideas abstractas (a veces de gran complejidad) y acumular
sabiduría que pueda ser transmitida hacia el futuro. Así, al inventar la
agricultura y la domesticación de animales, la humanidad dejó de ser nómada
para establecerse y convertirse en pueblos; para vivir en común tuvieron que
idear normas; para darle eficacia a las normas los pueblos delimitaron su
territorio y se organizaron para defenderlo, etc. De esta manera, los pueblos
fueron dando forma al Estado para que la comunidad humana compartiera un
territorio y una historia, y rigiera su vida por un conjunto de leyes e
instituciones. Para ello, cada persona cede parte de su poder individual al
Estado y éste, al reunir el poder de todos, tiene la obligación de garantizar la
seguridad y felicidad de todas y todos sus integrantes. Por ello, el Estado, sus
instituciones y sus leyes representan la voluntad de todos (un “Contrato
Social” como lo mencionaba Juan Jacobo Rousseau, en siglo XVIII).

Estado esclavista: El más fuerte era dueño los


seres humanos y de los bienes.
Estado monárquico: Un hombre invoca la
voluntad de alguna divinidad para ejercer el
poder sobre todos los demás.

Estado aristocrático: Grupos que gobiernan y


Diferentes tipos de Estado están jerarquizados, el rey está en la cúspide
a lo largo de la historia: y de él depende la llamada nobleza.

Estado democrático ideal: Todos los hombres


son libres e iguales ante la ley, las decisiones que
afectan a todas y todos, para bien o para mal son
tomadas por todos y como hay opiniones e
intereses distintos, todos están de acuerdo en
aceptar la voluntad de la mayoría.
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Ahora bien, dado que las principales funciones del Estado democrático son
garantizar la seguridad de las personas, aplicar las leyes y procurar el bienestar
de la sociedad, éste es el único que puede usar la violencia legítima, porque se
supone que la usa con el permiso y las reglas que todas y todos acordaron
previamente por medio de sus representantes. Por ello, el concepto de
democracia está estrechamente ligado con el derecho del pueblo a elegir
libremente a quien lo han de gobernar y a los que harán las leyes, pues la
Soberanía nacional – reza el artículo 39 de la Constitución mexicana – reside
esencial y originalmente en el pueblo, por lo que todo poder público se
instituye para beneficio de éste. La lógica es clara: a) la soberanía proviene del
pueblo; b) el pueblo, en uso de su soberanía, delega una parte de su poder a
los gobiernos, parlamentos y jueces; c) el Pueblo manda y los servidores
públicos deben cumplir sus mandatos. Por ello, el Presidente de la República
se le denomina “primer mandatario”, porque es el primer funcionario que
debe cumplir y obedecer lo que manda el pueblo. Así, en un Estado
democrático donde las y los representantes de la ciudadanía cumplen
prioritariamente el mandato colectivo asumiendo las obligaciones que su
servicio público conlleva, podemos comenzar a hablar de un Estado de
Derecho.

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