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Agenda
1. Introduccin 2. El conflicto histrico del hombre con el dinero 3. Cmo afrontar dicho conflicto? Modelo de las 3 luces: 3.1 La luz de la batalla 3.2 La luz del corazn 3.3 La luz de las habilidades 4. Conclusin
1. Introduccin
Jess nos dijo que los cristianos tenemos como promesa vivir: - En paz Juan 14.27 - En amor Juan 13.34 - En libertad Lucas 4.18 En la medida que somos capaces de manejar correctamente nuestros asuntos terrenales, podremos vivir una mejor vida cristiana.
Algunas consideraciones
Dios no nos dej un cristianismo abstracto o alejado del mundo real y sus necesidades. Dios se interesa en todos los aspectos de nuestra vida: Espritu, Alma y cuerpo 3a Juan 2. Pero nuestra condicin cada hace que vivamos en conflicto entre la carne y el espritu. Este conflicto tambin aparece con el dinero
Es obvio que este conflicto se da tambin entre individuos debido a que cada quien busca lo suyo. Esto ha significado tambin conflictos entre amigos, hermanos, esposos, padres con hijos etc..
Como es de esperarse, este conflicto continua en el cristiano a pesar de experimentar un nuevo nacimiento.
Ananas y Safira en Hechos 5.1-11 y Diapositiva 4.
Por qu? Por que no nos hemos apropiado de la verdad Bblica y seguimos siendo engaados por las verdades del mundo. Juan 8.32
La luz de la batalla
3.1 La batalla
Hay qu reconocer que en nuestra mente se libra una batalla de verdades: Las verdades de Dios versus las verdades del mundo. Las verdades del mundo nos acosan todos los das de las maneras mas sutiles. Las mas ancladas en nuestro corazn son aquellas verdades que nos inculcaron desde pequeos Es importante identificarlas y combatirlas con las verdades de Dios para que no nos impidan a vivir una vida plena.
3.2 El corazn
El corazn es nuestro gran aliado en esta batalla. Ver Proverbios 4.23 Dios quiere que tengamos un corazn: - Obediente Deuteronomio 28. 1-14 y Eclesiasts 11.13 - Agradecido Efe 5.4 y Hab 3.17-19 - Generoso Mateo 10.8 - Confiado Mateo 6. 25-34 (a comparar con Marcos 10.24) - Prudente Proverbios 23.4
4. Conclusin
La libertad financiera no es ni depender de una AFP, de una herencia, del kino, de un buen negocio o de un empleo vitalicio. Esto nos lleva a una dependencia espiritual a un dios ajeno y nos separa del Dios verdadero.