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Muro de piedra seca

El anciano nos había dicho:


“Si tu muro es bonito, lo será por 400 años,
pero si es feo, tambien lo será por 400 años”.
 
 
Preparando el lugar,                     Espacio para materiales,               Descanso,

 
Arreglar las piedras                      y... ¡Misión cumplida!            
Los objetivos eran dobles: retener la tierra que se iba cayendo, y aprender una técnica que hoy en día se está
perdiendo. Además, construir con materiales locales (de la propia finca), con piedras abundantes en esta
región, fue una necesidad hasta hace poco, de hecho, lo será con el fin de los hydrocarburos baratos (el
cemento contiene mucha energia incorporada).
Pocas herramientas se necesitaban: una carretilla para desplazar las piedras, un pico para preparar la base
del muro y tener suficiente espacio para colocar las piedras y la grava de relleno de detrás del muro, un
martillo por si acaso teníamos que cortar más piedras y un nivel.
Caracteristicas de las piedras
En primer lugar hay que recordar que un muro es como un puzzle y que la posición de cada piedra en
relación con las demás es tan importante o más que encontrar una piedra con todas las carateristicas
idóneas.
No obstante, una piedra “ideal” tendrá una “cara bonita” (la parte que se va a ver), bastante cuadrada, lisa,
con una base plana y, muy importante, una parte superior recta o con inclinación hacia atrás. Esto para
asegurar que la piedra de encima no se caiga hacia afuera. También por razones de estabilidad se buscan
piedras con una cara bonita más grande que su parte de detrás.
Manos a la obra!
Antes de empezar a colocar, es importantísimo tener todas las piedras cerca ya que vamos a tocarlas y
moverlas mucho, también para tener más posibilidades a la hora de elegir la próxima piedra.
Elegir la “cara bonita” no es tan facil y habrá que mover muchas piedras y cada una en muchos sentidos.
Como cada elemento en permacultura, cada piedra tiene una ubicación relativa a las demás.
Colocando poco a poco las piedras, intentamos no perder de vista la linea y asegurar una estabilidad
máxima. Para este fin, calzamos las piedras con otras más pequeñas (las mejores son las que quedan
después de haber cortado una con el martillo).
Una vez acabada la primera fila, rellenamos de pequeñas piedras el espacio de atrás y así con cada
fila...hasta el final y el momento de alegria cuando podemos gritar “Hemos acabado el muro”!!!!
No sabemos si durará siglos, pero haciéndolo, sudando y muchas veces dudando si íbamos a encontrar la
siguiente pieza del puzzle,  la experiencia se quedará dentro de nosotros para siempre y quizas nos animara
a continuar construyendo cositas bonitas como es un muro de piedra.
Olivier. Octubre de 2007.

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