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Sra.

Directora, docentes, personal de servicio, alumnos…


Hoy 17 de agosto nos encontramos para recordar al Padre de la Patria, el General
Don José de San Martin, en un nuevo aniversario de su fallecimiento.
El 25 de febrero de 1778 nace en Yapeyú, provincia de Corrientes, un niño al que
llamaron José Francisco. Hijo de Gregoria Matorral y Juan de San Martín. Sus padres
se trasladaron a España por cuestiones de trabajo y allí trascurrió su infancia y estudió
la carrera militar. . En cuanto supo que América peleaba para hacerse libre, vino a
América: ¿qué le importaba perder su carrera, si iba a cumplir con su deber?; llegó a
Buenos Aires; no dijo discursos; levantó un escuadrón de caballería; en San Lorenzo
fue su primera batalla; sable en mano se fue San Martín detrás de los españoles, que
venían muy seguros, tocando el tambor, y se quedaron sin tambor, sin cañones y sin
bandera.
Su obsesión fue la libertad de su patria. Ese fue el objetivo que lo desveló hasta el
momento de su muerte. Hay hombres así, que no pueden ver la esclavitud. San Martín
no podía; y se fue a libertar a Chile y al Perú. Es así como organiza el cruce de los
Andes.
A mediados de enero de 1817 parte con su ejército, tarda 15 días en atravesar las
montañas y llegar a Chile. Tras varias batallas declara la independencia Chilena.
En 1820 parte a Perú para, después de cruentos combates, independizar al pueblo
peruano. Es así, como cumple su sueño: Libera tres países del dominio español.

Se les deben perdonar sus errores, porque el bien que hicieron fué más que sus
faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la
misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan
más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.
Un escultor es admirable, porque saca una figura de la piedra bruta; pero esos
hombres que hacen pueblos son como más que hombres. El corazón se llena de
ternura al pensar en esos hombres admirables como San Martin. Esos son héroes; los
que pelean para hacer a los pueblos libres, o los que padecen en pobreza y desgracia
por defender una gran verdad. En cambio, los que pelean por la ambición, por hacer
esclavos a otros pueblos, por tener más mando, por quitarle a otro pueblo sus tierras,
esos no son héroes, sino criminales.

Sin dudas, es importante detenernos un momento para mirar, recordar, valorar,


tomar conciencia, darnos cuenta de lo heroica y riquísima que es nuestra
historia, no para agrandarnos, sino para estar cada vez más convencidos de lo
que somos, de lo que pudimos y podemos lograr, de que podemos dar un
paso más allá, en la generación de hechos que trasciendan una época. Es
indudable que para asumir el rol protagónico que nos corresponde en la historia
actual de nuestro país, necesitamos el gran ejemplo del Gral Jose de San
Martin, del Gral Belgrano, de Guemes.. y de tantos héroes anónimos que tiene
nuestro país.. Cuando nos invada la desesperanza, el desánimo recordemos a
todos esos héroes, incluso a nuestros padres, abuelos, a tantos héroes
anónimos que no están en los libros de historia, pero están en nuestros
corazones y en nuestro afecto.. Ellos fueron capaces de hacer historia. Si ellos
pudieron, cómo no vamos a ser capaces nosotros. Es nuestro deber
recordarlos, homenajearlos y recoger la herencia de todos ellos..''.

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