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GLOSAS

Cada 17 de agosto, los argentinos y muchos americanos


recordamos el fallecimiento de Don José de San Martín, héroe de la
Independencia de tres Naciones de nuestro continente: Argentina,
Chile y Perú. Los argentinos lo llamamos “Padre de la Patria”; los
peruanos, “Fundador de la Libertad”. Chile lo ha destacado como el
Capitán General y, en Europa, le dicen “El Libertador”.
Su vida, sus motivaciones, su carrera militar y sus convicciones
estuvieron rotundamente dirigidas a la causa de la libertad.
 Recibimos con un fuerte aplauso a nuestra Bandera
de Ceremonia y a la Bandera de la Provincia
portadas por los abanderados.

¡Libertad! Aquel grito sagrado que seguramente se escuchó en


los Andes, aquella palabra que fue ideal y acción de San Martín y
sus hombres, aquel sueño hecho realidad, es clamor compartido
por todos los tiempos en las estrofas de nuestro Himno.
 Unimos nuestras voces para entonar juntos el
Himno Nacional Argentino y así hacer oír
nuestra reafirmación más profunda de ser libres
e independientes.

Son las huestes que prepara San Martín para luchar en San
Lorenzo, el clarín estridente sonó y a la voz del gran jefe, a la carga
ordenó.
 Los invitamos a ponernos de pie y elevar
nuestras voces para cantar con orgullo: “La
Marcha de San Lorenzo”.

Fue un hombre gentil y firme, humilde y austero, sencillo y


auténtico, por eso siempre será parte de nuestro imaginario
colectivo.
 Invitamos a la Sta Mariela a compartir las ideas y
reflexiones que este día de evocación del Padre
de la Patria despierta en cada argentino y en el
sentir común de nuestra comunidad.

De las tierras del Plata a Mendoza, de Santiago a la Lima gentil,


fue sembrando en la ruta laureles, a su paso triunfal San Martín.
 Despedimos con respeto a nuestras banderas de
ceremonias y de la provincia.

Porque el infinito de las cumbres andinas son testigo de su


paso, las nieves eternas realizan su valor, el mar desde su lugar
observa donde se eleva el trono del Libertador.
 Los estudiantes de 6to grado nos leerán “Las
Máximas de Merceditas”, explicando breve y
sencillamente el valor y significado de cada una de
ellas.

San Martín, sufría en cuerpo y alma cada uno de los males de


América. Cada día se levantaba con la esperanza de lograr cambios,
cada noche soñaba con esos cambios necesarios y la forma de
hacerlos realidad.
 Acróstico sobre San Martín a cargo de los alumnos
de 3er grado.

 Número de Jardín:

Fue un gran ejemplo, tuvimos la suerte de que luchara de


nuestro lado; debemos tomar sus acciones como un faro para
transitar el camino de unidad de nuestra América grande,
progresista, equitativa y justa, donde todos podamos
desarrollarnos plenamente.
 Lectura “Una historia con historia” a cargo de los
alumnos de 3er grado.
Al igual que aquellos granaderos, que sin vacilar siguieron los
sueños de su líder, desafiando a la naturaleza con patriotismo y
valor, hoy damos por concluido este homenaje invitando a todos
ustedes a seguir superando obstáculos y a continuar a pesar de las
dificultades.
Ese ejército glorioso sabía que no eran sencillos los días por
venir, sin embargo sin otra bandera que la Libertad se lanzaron a
vivirlos con total esperanza y entrega. ¡Aprendamos de su ejemplo!
PALABRAS ALUSIVAS
Al hablar de José de San Martín, héroe de la Independencia de
la Argentina, Chile y Perú, nuestra imaginación se puebla de épicas
y gloriosas batallas y, por supuesto, de su inigualable hazaña de
cruzar con ejército los Andes. Su vida, sus motivaciones, su carrera
militar y sus convicciones estuvieron rotundamente dirigidas a la
causa de la libertad. Su infancia en Corrientes tejió un vínculo tan
fuerte con esta tierra que mientras se formaba en Europa nunca
olvidó sus orígenes. Sirvió en el ejército español durante dos
décadas pero jamás perdió de vista sus raíces hispanoamericanas y
los planes de regresar al hogar de la infancia crecieron junto con el
joven José. Comenzó vincularse con los grupos independentistas
americanos en Europa. Se integró a la masonería, y a su paso por
Gran Bretaña, se interiorizó del Plan Maitland. Así desde el viejo
continente a la tierra que lo vio nacer la decisión de luchar por el
sueño de la liberación de América. El plan del Libertador tenía su
punto de culminación en Lima, capital del antiguo Imperio Inca y
corazón del poder español. Lima era todo un símbolo. San Martín
sabía que si la reconquistaba, los realistas serían derrotados.
Para iniciar esa lucha, el 16 de marzo de 1812 el General San
Martín crea a pedido del Triunvirato el Regimiento de Granaderos
a Caballo, volcando en él su visión sobre cómo debía ser un
guerrero de la Patria. Cada granadero formado una rigurosa
disciplina debía funcionar a la vez como figura ejemplar para sus
compañeros de armas y para el resto de la sociedad, llevando
como estandartes el valor, el honor, el esfuerzo y una conducta
decente. Su entrega y su convicción los hacían invencibles en el
campo de batalla. “De lo que mis granaderos son capaces, solo lo
sé yo. Quien los iguale habrá; quien los exceda, no”, escribía San
Martín.
Él y sus granaderos son el ejemplo de que las metas se logran
cuando se trabaja con entrega y perseverancia por ellas. Su mística
es tal que aún hoy el Padre de la Patria continúa sumando soldados
ya que siguen siendo muchos jóvenes que sueñan con ponerse el
traje de granadero porque está asociado al ideal de orgullo y de
grandeza nacional, a nuestro mayor héroe y a la epopeya más
grande de nuestra historia. A esa riqueza simbólica se agregan
importantes misiones, entre las que se destaca la de ser escolta y
custodia presidencial.
El Libertador fue un hombre que con todo su ser luchó por lo
que creía, por lo que amaba, por un sueño. Su fuerza y su
integridad en esa lucha la vuelven una proeza propia de héroes
mitológicos. Pero José de San Martín es real, su obra a 169 años de
su muerte aún se siente vital, el tiempo con su inmenso poder no
ha podido con él. Su vida, su accionar parecen hablarnos desde la
eternidad invitándonos a que todos seamos sus granaderos:
“¡Vamos, argentinos, luchen con honestidad y perseverancia!
¡Anímense a cruzar sus propias cordilleras!”. Quizás oyendo esa voz
y calzándonos en el corazón el traje de granadero nos decidamos a
luchar sin medias tintas por construir una mejor sociedad y una
Nación benévola que cobije a sus hijos. San Martín falleció en
Francia el 17 de agosto de 1.850 pero aún existe en el eterno de la
historia y en la memoria de su pueblo. Recordemos y honremos al
Padre de la Patria en este día y que su historia desde el pasado nos
dé la llave para abrir el futuro.

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