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Con relación a si existía una lesión patrón que calcaba el instrumento que golpeó la cabeza

de Luis Andrés Colmenares se explicó este despacho que resulta imposible que el dibujo
del instrumento quede en el hueso sin quedar presente en la piel que fue la que recibió el
impacto, más cuando se trata de la zona de la cara que está descubierta”, dijo al respeto
Jiménez.
Como el despacho entonces observa que el galeno Máximo Duque alteró la evidencia, a
pesar de que sabía que existían unos protocolos para hacer exhumaciones y no los tuvo en
cuenta de forma deliberada, así que como su pericia llevó al engaño a las víctimas a pensar
que se trataba de una golpiza y lo mismo hizo que este proceso llegara hasta un juicio, pero
recuérdese que no había ninguna otra prueba que respaldara la hipótesis de golpiza y
además se vio que el doctor Duque quiso llevar al juzgado a equívocos, aprovechando que
un juez es un lego en la ciencia de la Medicina y que si no hubiese sido por la pericia de la
doctora Lely del Pilar Rodríguez, testigo también de cargo de la Fiscalía, y los médicos,
Brugal, Botello y Aguilar, esta funcionaria hubiese creído torpemente en él
CADAVER
 En el cadáver exhumado está una lesión semicircular con una fractura en la zona frontal,
en el cadáver fresco hay una herida abierta en la zona ciliar encima más o menos de la zona
en donde está la fractura.
 En el lado izquierdo del rostro del cadáver exhumado fueron encontrados unos trazos de
fractura, con unas líneas de fractura, y en el cadáver fresco hay una zona de contusión
hemorrágica en la zona supraciliar izquierda.
 En el cadáver fresco se evidencia una zona equimótica o morada en la nariz, con
desviación del tabique nasal hacia el lado izquierdo y escoriaciones en la punta nasal. En el
cadáver exhumado fueron encontradas lesiones en los huesos propios de la nariz.
 En el cadáver fresco hay una zona de escoriación en la mejilla derecha, que es como una
zona de abrasión, como un raspón con los bordes hemorrágicos a los lados y más pálido en
el centro, en el cuerpo exhumado se encontró la fractura en el maxilar derecho.
 En el cadáver fresco fue observada una lesión multiforme, con un puntico equimótico o
morado en la zona infra orbital izquierda, y en el cuerpo exhumado fue hallada una zona de
fractura.
El doctor Máximo Duque realizó una necropsia sobre el cuerpo exhumado 9 meses después
de fallecido y reportó 7 nuevas fracturas:28

1. Zona frontal, lado derecho, zona media y zona izquierda.


2. Órbita derecha.
3. Órbita izquierda.
4. Nariz.
5. Maxilar derecho.
6. Zona maxilar debajo de la órbita izquierda.
7. Paladar.

“asfixia por sumersión parcial en agua, estando en estado de inconsciencia, producido por
un severo trauma craneoencefálico y coadyuvado por una intoxicación etílica”. 
la resolución 5194 de 2010, en su artículo 25 establece que, al hacer una exhumación en
un cementerio, se debe: “Adecuar el lugar de exhumación con las medidas preventivas y de
seguridad correspondientes, extraer el ataúd cumpliendo con las medidas de bioseguridad
necesarias(…)”. Además, según el parágrafo 2 del mismo artículo, aunque se permite a los
deudos (familiares o  allegados) la asistencia de una sola persona para la identificación del
cadáver o sus restos óseos, a este se le suministraran bata, guantes, gorro y tapabocas”. Y lo
anterior, todo se infringió en el procedimiento.
 “El procedimiento debería haberse hecho de manera minuciosa, no con un cuchillo de
cocina tan grande. Se debió usar instrumental de disección, pinzas finas, etcétera, tomando
muestras para examen histológico, no así al ‘tun-tun’, rompiendo 24 costillas”.
"... se alteró la evidencia al ocasionar nuevas fracturas al macizo facial por el
arrancamiento inapropiado del tejido momificado y que se perdieron varios pequeños
fragmentos óseos. Pero en opinión de esta operadora judicial lo que resulta realmente
reprochable es que el experto en lugar de dar cuenta de ello y advertir a la audiencia lo
anterior, lo ocultó y lo utilizó para convencer en el juicio, que todos los hallazgos de la
segunda necropsia eran originales y habían ocurrido en vida, cuando realmente sucedieron
post-mortem."31

Vale la pena recordar que de los procedimientos realizados por el doctor Máximo
Duque fue que se desprendió la tesis de que a Luis Andrés lo habían golpeado, puesto
que, además de las lesiones a causa de la contusión (resultado del posible choque del
rostro contra el suelo del caño de El Virrey), él había encontrado lesiones en los
párpados ocasionadas con un “elemento cortante fino”. De aquí que luego se empiece
a mover la hipótesis de que lo golpearon con una botella.
“Las lesiones se produjeron por un objeto contundente, que bien puede ser el suelo. Las
inframentonianas no se producen por mecanismo corto-contundente sino son resultado de
una fricción contra superficie dura. No se ve ninguna lesión que no sea compatible con una
caída” Luego de valorar los conceptos de los tres peritos la jueza descartó los de Duque y
afirmó que “le quedó claro al despacho que las lesiones de tejidos blandos en cara se
produjeron por mecanismos contundente, corto-contundente y por fricción”. Es decir, el
borde del hueso frontal al chocar con una superficie dura puede actuar a manera de filo y
cortar la piel. “No hay incisiones ni intervención de elementos cortantes”, puntualizó

Hemorragias en el cuello
De acuerdo con el testimonio brindado por Duque, la presencia de hemorragias en el cuello
de Luis Andrés -no informadas en la primera necropsia y materializadas en manchas
oscuras- indicaba que recibió golpes en la cara con tanta fuerza que su nuca fue empujada
hacia atrás causando daño en músculos y tejidos blandos alrededor de las vértebras
cervicales, los cuales sangraron.

Sobre este punto, Brugal, la patóloga forense de la defensa dijo: “Lo que se interpretó como
manchas negras que correspondían a hemorragia son realmente cambios de putrefacción”.
Y, aunque no negó que sea posible encontrar hemorragias después de 11 meses de muerte,
“tendría que demostrarse por medios microscópicos”. Lo que no hizo Duque. Y, en esa
misma línea se pronunció la togada del caso, quien advirtió: “La omisión del perito al no
examinar microscópicamente el material negruzco, y ello, unido a la mala práctica para
realizar la disección del cuello, impide al despacho determinar si había o no hemorragias
cervicales”. “Se reprocha nuevamente al médico Duque, quien, de forma ligera, realizó
afirmaciones que inducen a personas legas en medicina (no profesional) a pensar que
efectivamente Luis Andrés sufrió unos golpes sobre su cara”, puntualizó.

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