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Máximo Duque afirmó que Luis Andrés Colmenares había sufrido varios golpes en la cara y en

puntos focales distintos, de manera separada y en momentos diferentes y que cada golpe había
producido fracturas distintas. Todo ello le llevó entonces a concluir que Colmenares Escobar había
sido víctima de una golpiza, que su muerte estaba relacionada con un homicidio y no con un
accidente como en principio se dictaminó.

Sin embargo, la juez Paula Astrid Jiménez que absolvió a Laura Milena Moreno y Jessy Mercedes
Quintero hizo una serie de consideración con respecto al informe forense realizado por Duque.

“El despacho concluye que el daño sufrido por Luis Andrés Colmenares se dio a una caída sobre
la cara y no a golpes propinados por terceros”, indicó la Juez 11 de conocimiento, declarando así
sin fundamento dicho informe pericial.

Duque Piedrahita también determinó que Colmenares Escobar había sufrido una lesión en el
cráneo provocado por un elemento contundente, una botella, la nombró como una lesión patrón.
Esta hipótesis también tuvo sus serios cuestionamientos por parte de la juez Jiménez.

“Con relación a si existía una lesión patrón que calcaba el instrumento que golpeó la cabeza de
Luis Andrés Colmenares se explicó este despacho que resulta imposible que el dibujo del
instrumento quede en el hueso sin quedar presente en la piel que fue la que recibió el impacto,
más cuando se trata de la zona de la cara que está descubierta”, dijo al respeto Jiménez. GINNA

La Juez aseguró que Duque no guardó los protocolos que se siguen en casos de exhumaciones de
cadáveres sobre todo a campo abierto, como en este caso en un cementerio.

Duque fue contratado por la familia de Luis Andrés Colmenares para exhumar el cuerpo del
estudiante. Para la togada, no siguió los protocolos y se irrespetó la memoria del difunto, pues
sus restos fueron puestos en piso de tierra, cartones y manipulados sin tapabocas ni las mínimas
normas.

"Se usó un cuchillo de cocina recién comprado porque tiene la etiqueta. Un instrumento
rudimentario y burdo, inadecuado, además el cuerpo fue diseccionado con la fuerza de las
manos lo que ocasionó pérdida del material", dijo la juez. 

Cuestiona porque con esta práctica irregular no se preservó la evidencia. En las fotos de la
exhumación se observó –dijo la juez– que había gente sin guantes y que Duque incluso se paró
sobre la tapa del ataúd y que cortó con el cuchillo de cocina las costillas del cuerpo momificado:
"Hay restos de cartílago, de vendas, de vísceras por todo lado... Lo que se ve es la destrucción de
la evidencia", puntualizó.

El análisis del cuerpo, según la jueza, tenía una fractura significativa en el rostro de Colmenares,
la cual lo habría dejado inconsciente por su gravedad. A lo largo del proceso esta lesión se ha
explicado de dos formas. Por un lado, el abogado Jaime Lombana, la Fiscalía y la
familia Colmenares han dicho que fue un golpe contundente; del otro, Duque fue más allá y dijo
que la lesión reflejaba un botellazo que habría recibido el joven.
La defensa de Laura y Jessy ha insistido, por su parte, que se trata de una herida causa por los
adoquines del canal cuando se dio la fatal caída.

El soporte científico para justificar el supuesto crimen de Colmenares fue desvirtuado en los
estrados y el veredicto de la jueza señaló que no había razones que permitieran hablar de la
llamada "señal patrón": "La herida no se produjo por un golpe propinado por un tercero, sino a
causa del golpe por caída de altura".

Otra controversia fue por las hemorragias presentes en las cervicales superiores del cadáver,
reportadas por el forense Duque en su exhumación y las cuáles no fueron advertidas en la
necropsia inicial. La jueza hizo un recuento de los conceptos que emitieron los expertos sobre el
punto y concluyó que el "hallazgo" fue otro yerro de Máximo Duque.

Las referidas hemorragias realmente se ocasionaron por cuenta de la disección burda que
practicó este galeno con un cuchillo de cocina, sobre cartones y desprendiendo las partes del
cadáver a la fuerza. "Duque interpretó como hemorragias un material negruzco de un cadáver
en alto estado de descomposición". Señaló además que el forense ni siquiera fue a un
laboratorio para establecer lo que reportó a la ligera en su informe.

"Duque ocultó sus irregularidades y trató de engañar en el juicio para hacer creer que todas esas
lesiones fueron pre-mortem", por esta razón la juez ordenó que la Fiscalía investigue
penalmente al forense y que el Consejo Superior de la Judicatura haga lo propio en el terreno
disciplinario.

La juez ordenó que al experimentado médico forenses se le abra un proceso investigativo por los
delitos de fraude procesal y ocultamiento de pruebas.

Además, la juez señaló que hubo una alteración de las evidencias por parte de Duque Piedrahita al
ocasionar nuevas fracturas al macizo facial por el arrancamiento inapropiado de tejidos del
cadáver momificado.

“Se perdieron varios pequeños fragmentos óseos. Pero en opinión de este juzgado lo que resulta
realmente reprochable es que el experto en lugar de dar cuenta de ello y advertir a la audiencia
lo anterior lo ocultó y lo utilizó para convencer en el juicio que todos los hallazgos en la segunda
necropsia eran originales y habían ocurrido en vida, cuando realmente sucedieron post-mortem
y durante la mala práctica de la disección en la exhumación”, dice la sentencia.

Respecto a las causas de muerte de Luis Andrés Colmenares la juez determinó, que no se halló
ningún tipo de discrepancia entre los diferentes testigos que fueron al juicio oral.

“Se concluye que Luis Andrés Colmenares falleció por asfixia por sumersión en agua, estando en
estado de inconsciencia producido por un severo trauma craneoencefálico y coadyuvado por una
intoxicación etílica”, dice el fallo. DANIELA

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