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PROGRAMAS INTER-UNIVERSITARIOS

UNIVERSIDAD AZTECA
&
UNIVERSIDAD CENTRAL DE NICARAGUA (UCN)

“LAS CIENCIAS AMBIENTALES
EN EL CAMPO DE LA


ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”

DOCTOR EN CIENCIAS AMBIENTALES


DOCTOR EN EDUCACIÓN CON MENCIÓN
EN CIENCIAS AMBIENTALES

POR
CARLOS ALBERTO SEMINARIO CORREA
2015

DIRECTOR DE TESIS
DR. DR. DR. GERHARD BERCHTOLD
2
AUTORIZACIÓN DEL DIRECTOR DE LA TESIS PARA SU PRESENTACIÓN

El Prof. Dr. Dr. Dr. Gerhard Berchtold, Director de la Tesis Doctoral titulada

“LAS CIENCIAS AMBIENTALES EN EL CAMPO DE LA ADMINISTRACIÓN DE


JUSTICIA”

realizada por Carlos Alberto Seminario Correa, autoriza su presentación a trámite dado que
reúne las condiciones necesarias para su defensa.

Lo que firmo a los efectos que procedan, en Innsbruck a 15 de Junio de 2016

3
DECLARACIÓN DE ORIGINALIDAD

Este trabajo no ha sido presentado para la obtención de un grado o diploma en ninguna otra
Universidad. A mi leal saber y entender,
.

Nombre: Carlos Alberto Seminario Correa

Fecha: Diciembre 2015

Firma:

Fim

4
DEDICATORIA

Para Milena y Santiago,


un fanal en la tercera generación.

5
AGRADECIMIENTOS

A Ricardo J. Cerdá,
por su incansable aliento en esta investigación.

A Adrián Pezzola,
por su tiempo.

6
RESUMEN

El presente trabajo de investigación analiza las relaciones que se establecen entre las
Ciencias Ambientales y las Ciencias Jurídicas en el campo de la administración de justicia a
través del ejercicio de la función pericial, durante los procesos judiciales que tienen por objeto
de litigio un hecho de contaminación ambiental. En efecto, el medio ambiente es un bien
jurídico, reconocido cada vez más tanto por los organismos internacionales como por los
estados nacionales que buscan garantizar su cuidado e integridad, reservando al imperio de la
ley las sanciones correspondiente para quienes incumplieren con las normativas que velan por
su preservación.
El inicio de una demanda judicial, supone la apertura de un proceso que incluye
generalmente la realización de un peritaje que permita determinar la veracidad de la
contaminación o problema ambiental denunciado y, en caso afirmativo, estipular posibles
factores que expliquen el fenómeno en cuestión. Para mostrar el valor de los peritajes en la
resolución de tal tipo de controversias, se examinaron cinco casos presentados en diversos
fueros e instancias del Poder Judicial de la Prov. de Bs. As. (Argentina)
Tras el análisis de los mismos, pudo encontrarse que la presentación de las evidencias
científicas obtenidas por los profesionales de las Ciencias Ambientales en su rol de peritos,
mediante las técnicas y procedimientos del ámbito científico de su incumbencia y ajustándose
a los puntos de pericia expresamente solicitados por el magistrado, constituyen una
herramienta imprescindible para la debida resolución de las controversias ambientales, al
proveer al juzgador los elementos de convicción suficientes para fundar su decisión en lo
concerniente a la condena o sobreseimiento de la parte denunciada.

PALABRAS CLAVE

Ciencias Ambientales, Ciencias Jurídicas, medio ambiente, contaminación ambiental, peritajes

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INDICE

INTRODUCCIÓN......................................................................................................................9
ESTADO DEL ARTE...............................................................................................................13
MARCO TEÓRICO..................................................................................................................21
Cap. 1 El medio ambiente y la contaminación ....................................................................21
1.1 El medio ambiente: algunas cuestiones en torno a su definición..........................21
1.2 La contaminación ambiental: aclaraciones conceptuales......................................23
1.3 Clases de contaminación ......................................................................................24
1.4 Contaminación ambiental y salud humana ..........................................................29
1.5 El desarrollo sostenible.........................................................................................30
Cap. 2 El proceso judicial en los casos de controversias ambientales.................................32
2.1 Marco jurídico medioambiental.............................................................................33
2.1.1 Controversias ambientales en el ámbito internacional..................................33
2.1.2. Controversias ambientales en el ámbito nacional.......................................46
2.2 La importancia de los peritos en los procesos judiciales por
controversia ambiental.........................................................................................55
Cap. 3. El estatuto epistemológico de las Ciencias Ambientales.........................................62
3.1 Las Ciencias Ambientales como campo de estudio...............................................63
3.2 La Geología como ciencia ambiental.....................................................................73
METODOLOGÍA.....................................................................................................................86
RESULTADOS.........................................................................................................................89
Caso 1: Insalubridad de las aguas para consumo humano de una ciudad............................89
Caso 2: Funcionamiento incorrecto de un basural a cielo abierto........................................95
Caso 3: Supuesta contaminación de los acuíferos de una ciudad por parte de una
empresa de tratamiento de residuos.........................................................................99
Caso 4: Incumplimiento de las normativas que regulan la disposición final de
residuos por parte de una empresa.........................................................................103
Caso 5: Contaminación de las aguas de consumo en una cárcel........................................108
CONCLUSIONES..................................................................................................................119
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................................123

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INTRODUCCIÓN

La aparición y progresiva consolidación de las Ciencias Ambientales, impone una


revisión de las categorías epistemológicas con que tradicionalmente se ha organizado el
conocimiento científico en torno al medio ambiente, al incorporar un elemento de análisis que
no puede ser obliterado, a saber, el rol del hombre como agente de cambios y
transformaciones de su hábitat natural. Esta nueva perspectiva rompe con el modelo positivista
de las ciencias, según el cual, los fenómenos naturales deben ser estudiados como hechos
aislados de la realidad humana y socialmente constituida.
Dicho de otro modo, las Ciencias Ambientales proponen un giro epistemológico que
consiste en abandonar el inveterado y dicotómico modo de clasificar las ciencias en sociales y
naturales, para asumir un punto de vista donde el estudio del ambiente incluya la multiplicidad
y heterogeneidad de componentes que lo conforman y que interactúan entre sí en un
determinado lugar, a la vez que en circunstancias históricas concretas. Así, el estudio del
medio ambiente adquiere un enfoque verdaderamente integral y holístico, pues considera la
totalidad de factores y variables que intervienen en su desarrollo.
Sin desconocer que la validación de unas ciencias con tales prerrogativas aún sigue
generando resistencias y negaciones por parte de algunos sectores de la comunidad científica,
lo cierto es que su aceptación supone, de alguna manera, un cambio de paradigma en el modo
de construir y legitimar el saber científico, por una parte, y una reflexión profunda sobre su
objeto de estudio, su alcance y límites, por otra. Aún más, el examen de estas cuestiones
presenta otros desafíos e interrogantes acerca del modo en que estas ciencias puedan
relacionarse entre sí y generar conocimiento de modo conjunto.
En el presente trabajo se busca analizar, precisamente, los beneficios que de estas
ciencias pueden obtenerse en el ámbito judicial, habida cuenta que la resolución de una
controversia ambiental no podría realizarse de un modo justo, si la autoridad competente no se
rigiera por determinados elementos o evidencias que tales ciencias aportan, a partir de la
aplicación de sus métodos, técnicas y procedimientos.
En otras palabras, las Ciencias Ambientales, ejercidas por profesionales idóneos y
oportunamente designados por quien tiene autoridad para hacerlo, constituyen herramientas
imprescindibles y necesarísimas para conferir evidencias en base a las cuales dicha autoridad

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puede fundar su juicio y resolver una querella en la que el bien jurídico afectado sea el medio
ambiente. Esta es, precisamente, la tesis o postulado central que se intentará demostrar e
ilustrar convenientemente con diversos ejemplos a lo largo de la presente investigación.
Existen numerosas causas y actuaciones judiciales en todos los fueros -provinciales o
nacionales- donde consta y se detalla la intervención, generalmente en función pericial, de los
profesionales de estas ciencias en el proceso de elucidación de controversias ambientales de
diversa índole, hecho que hace factible fundamentar la tesis arriba enunciada y profundizar el
alcance de sus consecuencias prácticas dentro del campo judicial.
Vale indicar que no se tiene registro de antecedentes o estudios similares –al menos en
el ámbito nacional-, circunstancia comprobada tras una exhaustiva búsqueda bibliográfica en
los reservorios correspondientes. Por lo que la presente constituye una investigación inédita
que incluye las complejas relaciones hombre-naturaleza-derecho, una triada de un
predicamento cada vez mayor en los foros internacionales sobre medio ambiente y en los
tribunales de todos los países realmente comprometidos con el cuidado ambiental, la
prevención y la erradicación de toda fuente de contaminación.
Llegados a este punto, es importante realizar algunas observaciones a fin de ponderar
adecuadamente la información y resultados que aparecen en este trabajo. En primer lugar, la
investigación plantea las relaciones epistemológicas entre las Ciencias Jurídicas y las Ciencias
Ambientales en general, a partir de la función pericial -en tanto una de las posibles actividades
inherentes al proceso judicial-, pero se repara de modo particular en la temática geológico-
pericial a causa de la formación de base de su autor.
En segundo lugar, la investigación se encuentra firmemente avalada tanto por la
función jerárquica judicial -Jefe de Despacho de la Asesoría Pericial La Plata, perteneciente al
Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, Argentina-, cuanto por la formación
profesional técnico-pericial de este tesista -Licenciado en Geología y Master en Higiene
Industrial-, lo cual es un indicador del conocimiento de la normativa vigente referida a la
protección del medio ambiente y de los reglamentos que rigen la actividad pericial y sus
formalidades. Esto es un dato no menor si se tiene en cuenta la complejidad de los
procedimientos jurídicos a los que no está acostumbrado el científico convencional.
En tercer lugar, no es vano aclarar que el análisis de toda actividad antrópica como
generadora de contaminación -ya que la mayoría de los casos evaluados se inician a partir de

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una denuncia por esta causa- no está asociado de suyo a una posición prohibicionista o
descalificadora sobre las actividades económicas de explotación de recursos naturales a cargo
del sector público o privado. Lejos de ello, lo que simplemente interesa en esta investigación
es exponer algunos de los innumerables casos judicializados donde se plantea una controversia
ambiental y en los que han participado profesionales de las Ciencias Ambientales, como parte
esencial del proceso.
Habiendo hecho tales anotaciones, es conveniente ahora explicar la estructura de la
tesis para facilitar la comprensión de su contenido y el orden que se ha seguido en su
exposición. La primera parte de la tesis corresponde al marco teórico empleado como sustento
conceptual donde apoyar y valorar posteriormente los casos de controversias ambientales
analizados. Esta parte, a su vez, se divide en tres capítulos.
En el primer capítulo se ofrece una aproximación teórica sobre diversos términos cuya
definición resulta fundamental para comprender el contenido de este trabajo. Es así como se
estudian los conceptos de medio ambiente, contaminación ambiental y tipos de contaminación
ambiental, al tiempo que se profundiza en la relación entre contaminación ambiental y salud
poblacional, particularmente en los casos en que la contaminación surge como consecuencia
de la intervención del hombre sobre el medio ambiente.
En el segundo capítulo se describe el marco jurídico más relevante en materia medio-
ambiental que rige en Argentina, y cuya infracción merece la sanción correspondiente. A su
vez, se explica sumariamente cuáles son los actores que participan en un proceso judicial a fin
de entender mejor la dinámica de un litigio por daño ambiental, enfatizando en el rol de los
peritos, de acuerdo al interés propio de este trabajo de investigación.
En el tercer capítulo se abordan diversas cuestiones relativas al estatuto epistemológico
de las Ciencias Ambientales, como la especificación de su campo y enfoque de estudio; la
necesidad de tales ciencias y el problema de la multidisciplinariedad en lo que respecta a la
descripción y explicación de los fenómenos ambientales. Es preciso indicar que en dicho
capítulo la Geología es objeto de un tratamiento más extenso, precisándose su campo propio
de estudio, las disciplinas que la integran, las técnicas características para la recolección y
análisis de datos, los criterios existentes para los muestreos en el campo y las herramientas de
muestreo en pericias geológico-ambientales.

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La segunda parte de la tesis corresponde al análisis de las controversias ambientales
seleccionadas con el fin de probar la tesis central de este trabajo. Siguiendo una metodología
de carácter cualitativo y haciendo uso de la técnica de análisis documental se describen cinco
casos de controversias ambientales de diversa especie y complejidad: 1) insalubridad de las
aguas para consumo humano de una ciudad; 2) funcionamiento incorrecto de un basural a
cielo abierto; 3) supuesta contaminación de los acuíferos de una ciudad por parte de una
empresa de tratamiento de residuos; 4) incumplimiento de las normativas que regulan la
disposición final de residuos por parte de una empresa; y 5) contaminación de las aguas de
consumo en una cárcel.
En cuanto a la relevancia de la investigación, es oportuno mencionar que la misma
permitirá poner a disposición de los profesionales de las Ciencias Jurídicas y de las Ciencias
Ambientales, el acervo técnico-científico que en materia pericial su autor ha logrado aquilatar
en el ámbito del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina, a través
del ejercicio de la función pericial en numerosos casos de controversias ambientales como
profesional versado en conocimientos de Geología.
Desde el punto de vista de las Ciencias Ambientales, la investigación se justifica
porque fundamenta y sistematiza la co-intervención de las mismas en el estudio de un
determinado problema ambiental, aportando cada una desde su metodología propia, elementos
para el diagnóstico, análisis y explicación de determinados fenómenos que con frecuencia
requieren ser develados para una correcta administración de justicia. Se hará visible así la
transversalidad de esos conocimientos y la posibilidad de fundar un modo de operar
colaborativo e interdisciplinar.

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ESTADO DEL ARTE

La relación del hombre con el medio ambiente como hábitat natural de su desarrollo y
las transformaciones que, en consecuencia, resultan de dicha interacción, han sido objeto de
reflexión en las últimas décadas desde múltiples perspectivas. En el ámbito del Derecho y a
partir de una progresiva adquisición de conciencia sobre la importancia de legislar y garantizar
la protección del medio ambiente en los diversos ordenamientos jurídicos, comenzó a
desplegarse un nuevo campo conocido como Derecho Ambiental con el objetivo de prevenir
los efectos negativos de la actividad del hombre sobre el ambiente y promover un uso racional
de los recursos naturales.
Lo anterior se vio reflejado de modo particular en el ámbito del Derecho internacional
a través de Convenciones, Tratados y Acuerdos. En este contexto, la Conferencia de Naciones
Unidas sobre el medio humano, celebrada en Estocolmo en junio de 1972, representa un
punto de inflexión significativo en el tratamiento de la cuestión, por cuanto implicó la
consideración efectiva de las problemáticas ambientales en relación con el desarrollo
socioeconómico de los pueblos a nivel de gobierno, lográndose que la Declaración allí
emanada fuera suscripta por 113 Estados miembros. Unos meses después se formuló el
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El primer país que, en efecto, incorporó a su digesto constitucional normativas
referidas al cuidado del medio ambiente tras la Declaración de Estocolmo fue Panamá, que en
su constitución de 1972 establecía: “E g z
población viva en un ambiente sano y libre de contaminación, en donde el aire, el agua y los
g h .” ( .118-
121).
Nicaragua hizo lo mismo en el art. 194.27 de la Constitución de 1974, indicando allí
í : “ ó y ó z
y ó .” G é . 24.1
Constit ó 1975 : “C y g ó E ó
y ”. P g . 66 C ó 1976 :
“T h h y óg ibrado

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y ”. Y : “ E […] y
ó y y j ó ”.
En la ex Unión Soviética a través del art. 18 de la Constitución de 1977 se prescribía
: “E é esente y de las futuras generaciones, se adoptan las medidas
[…] y g g ó
z y j ”. U ñ é E ñ ó
en su Constitu ó 1978 “T h
”( .45.1) “L ú [ ] y
”( .45.2) y g ó ñ ( .45.3). Dentro
í gó Ch ñ C ó 1980 “
h ó ”. ( . 19.8).
En 1992 se celebró la Conferencia de Río de Janeiro, la denominada Cumbre de la
Tierra, que reafirmó la Declaración de Estocolmo, y se acordó la protección global del medio
ambiente desde el paradigma del desarrollo sostenible. Surgieron tres declaraciones básicas
que funcionan al modo de principios generales en la lucha por la protección del medio
ambiente: el derecho del hombre a una vida saludable y productiva en armonía con la
naturaleza; el derecho al desarrollo debe ejercerse respondiendo equitativamente a las
necesidades de las generaciones presentes y futuras; y la protección del medio ambiente debe
ser parte del proceso de desarrollo.
Al tiempo que se gestaba este proceso de progresiva introducción de las cuestiones
medioambientales en diversos ordenamientos jurídicos nacionales y crecía la preocupación en
los foros de debate internacionales, comienza a producirse a nivel epistemológico la
agrupación de diferentes ciencias interesadas en el estudio del medio ambiente bajo la
denominación de ciencias ambientales, una taxonomía que permitía incluir más ciencias que
las que tradicionalmente se arrogaban casi con exclusividad el estudio de la naturaleza -
Astronomía, Biología, Física, Geología y Química- favoreciendo así la inclusión de otros
campos de gran importancia como las ciencias ingenieriles, la Medicina y el extenso grupo de
las ciencias psicosociales.
En relación a la aplicación de estas ciencias en la administración de justicia existen
diversos antecedentes nacionales e internacionales que reflejan su utilidad para la resolución

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de controversias ambientales. En el plano internacional pueden proponerse los siguientes casos
emblemáticos:
1) Vuelco de residuos con mercurio en la bahía de Minamata, Japón, en 1956. En la
é ’50 j h h z
la ingesta de pescados y mariscos contaminados con metilmercurio como producto del
desecho de residuos de mercurio -utilizado como catalizador en la fabricación de acetaldehído-
arrojados al mar por la petroquímica Chisso Corp. El tema más importante desde el punto de
vista del proceso judicial ambiental radica en que se admitió el uso del peritaje epidemiológico
para determinar el nexo causal entre el consumo de alimentos contaminados y la enfermedad
producida, que a posteriori pasó a denominarse enfermedad de Minamata.
2) Nube de Dioxinas en Séveso, Italia. El 10 de julio de 1976 se produjo la explosión
de un reactor de la fábrica de herbicidas ICMESA (Industrie Chimiche Meda Societá
Azionaria) situada en Meda donde se producía triclorofenol (componente intermedio en la
fabricación de herbicidas), hexaclorofeno -sustancia antibacteriana-, y como subproducto el
compuesto 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina, más conocido como TCDD, generando una
nube tóxica de dioxinas que contenía, entre otras sustancias químicas, hidróxido de sodio,
triclorofenato de sodio y glicoles, que afectó a las poblaciones vecinas de Cesano Maderno,
Desio y Séveso, que fue la más perjudicada a causa de la dirección de los vientos.
Fue un verdadero desastre ambiental ya que dañó a todo el ecosistema. Si bien es cierto
que no hubo personas fallecidas, destruyó con sus efectos defoliantes la flora del área de
influencia (20 km2) y produjo la mortandad del ganado y la pequeña fauna. Al día de la fecha
el lugar permanece vallado. En cuanto hace a las actuaciones judiciales llevadas a cabo, en el
caso intervinieron la Corte Criminal de Monza, la Corte de Apelaciones de Milán y el Tribunal
Supremo de Roma. Luego de la pertinente actuación de los peritos convocados, se condenó
con penas de prisión a los responsables.
En el año 1982 y como consecuencia de aquel infortunio los países miembros de la
Comunidad Económica Europea acordaron la denominada Directiva 82/501/EEC, también
conocida como Directiva Séveso, con normas de seguridad más severas para las industrias que
manufacturaran productos peligrosos. Esta se actualizó sucesivamente en los años 1996, 1999,
2001 y 2003.

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3) Residuos industriales enterrados en Lovecanal, EE.UU: en la década de los 40 y 50,
cerca de las cataratas de Niágara, en la localidad de Love canal, la Hooker Chemicals and
Plastics Corporation utilizó el canal, originariamente proyectado para enrutar las aguas del río
Niágara, como vertedero de residuos industriales (aprox. 21000 tn). Luego de abandonar el
lugar, en la zona se construyó una escuela y un barrio residencial. Pero en los años 1976 y
1977 se produjeron copiosas lluvias y nevadas, lo que produjo el ascenso de los acuíferos y
con ellos el afloramiento de los residuos químicos y sus contenedores a la superficie. En abril
del año 1978 se declaró la zona como una amenaza para la salud humana y se procedió al
vallado del vertedero.
En agosto del mismo año se decretó la emergencia sanitaria en la zona de Love canal y
la evacuación de sus habitantes. Luego de los peritajes de rigor, la relocalización de los
habitantes y las tareas de remediación del sitio, se condenó a la empresa Occidental Petroleum
Corporation. Como resultado del hecho, en el año 1980 fue aprobada por el Congreso de USA
la Ley de Responsabilidad, Compensación y Recuperación Ambiental (CERCLA, según su
sigla en inglés) con el objeto de investigar, identificar y restaurar los vertederos de residuos
peligrosos abandonados.
4) Derrame de petróleo crudo del petrolero Exxon Valdéz, Alaska: el 24 de marzo de
1989 el buque petrolero Exxon Valdéz chocó contra un arrecife de coral en Alaska y derramó
alrededor de 40 millones de litros de petróleo crudo, afectando más de 2.000 km de costas, con
incidencia directa sobre la flora y la población ictícola de la zona. Luego de las oportunas
investigaciones periciales, se condenó a la empresa a pagar 5.000 millones de dólares por
daños. Este acontecimiento condujo a la aprobación de una nueva legislación medioambiental
en USA (Oil Pollution Act 1990).
5) Desechos de hidrocarburos y aguas de formación arrojados por la petrolera Texaco
(Chevrón) en Ecuador (1990): la compañía petrolera apuntada fue denunciada por arrojar
desechos tóxicos y aguas de formación, producto de sus actividades de extracción de petróleo
crudo y acciones de perforación a cielo abierto en zonas de la Amazonia ecuatoriana,
perjudicando a la población, flora y fauna de la región, esteros, ríos y acuíferos subterráneos.
Luego de innumerables peritajes y de numerosos recursos judiciales, la empresa fue
condenada a pagar alrededor de 8.000 millones de dólares en compensación.

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6) Derrame de metales pesados en Aznalcóllar, España: el 25 de abril de 1998 se
produjo la ruptura de la presa de contención de la pileta de residuos mineros de la mina de
pirita, de propiedad de la empresa Boliden-Apirsa, derramándose alrededor de 8 hm3 de
metales pesados al río y a las tierras de cultivo aledañas en la cuenca del rio Guadalquivir, que
fueron afectadas por la extrema acidez de los vertidos, en un área aproximada de 4.000
hectáreas, que en los puntos más cercanos al contenedor alcanzó 1.5 metros de altura. El
tribunal Supremo condenó a la empresa a pagar 45 millones de euros en concepto de
indemnización. Luego de las apelaciones, el caso al día de la fecha aún continúa sin
resolución.
A continuación se exponen algunos casos sobresalientes de contaminación ambiental
ocurridos en Argentina:
1) Contaminación de la cuenca del río Matanza-Riachuelo: se trata de uno de los casos
paradigmáticos en el país en cuanto hace a temas de contaminación, tanto por la extensión
areal de la cuenca afectada (aprox. 2000 km2) cuanto por su longitud (casi 64 km) y por la
población expuesta a riesgo sanitario (aprox. 4.000.000 personas). En el año 2004 se inició
j “M z B z Silvia y otros c/Estado nacional, Prov.
de Bs. As., C.A.B.A. y 44 empresas por daños y perjuicios derivados de la contaminación
ambiental del rio Matanza-R h ”.
Luego de evaluar los peritajes ambientales ordenados, el relevamiento general de
industrias, los daños a la salud y la carga contaminante del curso de agua en litis, el 08 de
julio del año 2008 la Suprema corte de Justicia de la Nación dictó sentencia, condenando a los
tres estados a sanear la apuntada cuenca.
2) Caso La Alumbrera: se trata de un emprendimiento minero a cielo abierto, ubicado
en la Prov. de Catamarca (Argentina), que explota un yacimiento de cobre porfírico en el
“ j ” B é
materiales aprox. de 300.000 tn por día de roca de la que se obtienen en promedio por cada tn
de roca procesada 6 gr de oro y 6 kg de cobre respectivamente y se utilizan aproximadamente
4.000.000 de litros de agua por hora en el procesamiento del material apuntado.
A resultas de las denuncias presentadas por habitantes de la cuenca del rio Vis Vis que
atraviesa la zona, la fiscalía de estado receptó denuncias por contaminación de las aguas del
aludido curso en virtud de su utilización por parte de la empresa minera, por daños en los

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cultivos y por afectación de la salud de la familia litigante que aducía sufrir dolores
estomacales, vómitos y diarreas producidas por la ingestión de aguas.
Luego de realizados los peritajes ordenados y con la participación y control de los
peritos de ambas partes y con incumbencias específicas en temas ambientales designados por
el juez federal, las conclusiones de la investigación judicial indican que los contenidos de los
casi 70 parámetros químicos analizados eran coincidentes con las concentraciones propias del
lugar, por lo que se dictaminó que las condiciones naturales del área involucrada no habían
sufrido alteraciones como consecuencia de la actividad minera.
3) Contaminación con arsénico en aguas de consumo humano en la ciudad de Junín
(Prov. de Bs. As.): en dicha ciudad el suministro de aguas de consumo domiciliario es de
origen subterráneo. Tanto los pobladores como el gobierno central conocen los elevados
niveles de arsénico que contienen las aguas subterráneas de la zona, cuyo origen es
mayormente natural en los sedimentos que las portan.
En 2009 la Suprema Corte de Justicia de la Prov. de Bs. As. (SCBA) condenó al
municipio denunciado por suministrar agua con alto contenido de arsénico a la población y le
ordenó que ajustara el servicio según los niveles de calidad establecidos por el Código
Alimentario Argentino (CAA) que fijan el límite máximo de ese metal en 0,05 mg/litro. El
Tribunal consideró que dicha sustancia entrañaba un peligro cierto a la salud de los habitantes
de la zona.
En su fallo la SCBA citó uno de los numerosos informes producidos por los peritos
que actuaron, según el cual si se consume agua que excede los límites de arsénico aludidos
(0,05 mg/l) debía hablarse de consumidores de agua contaminada y no de agua potable. Este
fallo por ser el primero en la materia ha sentado jurisprudencia, por lo que representa un hito
en el Derecho Ambiental de la Prov. de Bs. As.
4) Contaminación producida por una fábrica de ácido sulfúrico en la ciudad de
Ensenada (Prov. de Bs. As.): en dicha ciudad se hallaba en funcionamiento una planta fabril
productora de acido sulfúrico, propiedad de la Dirección General de Fabricaciones Militares.
El insumo básico del establecimiento era el azufre. En la presentación judicial realizada por
uno de los vecinos se denunció al complejo fabril en razón de los daños, perjuicios y lesiones
que producían los efluentes de dicho complejo, tanto a las personas como a la flora, fauna y
propiedades muebles e inmuebles de la zona.

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El juzgador, atento los resultados de los peritajes médicos, ingenieriles y químicos, y
basándose en ellos -que verificaron, por un lado, la presencia en el aire ambiente de anhídrido
sulfuroso, dióxido y trióxido de azufre, y por el otro, sulfatos en la flora de la zona y en las
propiedades- condenó a la empresa al pago de indemnizaciones en concepto de daños a la
salud actuales, daños a la propiedad por disminución del valor venal, daño moral y ordenó el
cese de la contaminación en un plazo perentorio. Asimismo ordenó colocar equipos para dejar
de polucionar bajo el control de la Universidad Nacional de La Plata.
5) Fuga de hidrocarburos de depósitos de una estación de servicio hacia los túneles del
tren subterráneo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.): el 20 de agosto de 1979
se produjo una explosión e incendio en la sala de bombeo de la estación Lima, correspondiente
al trazado del subterráneo de la ciudad, debido en apariencia a la presencia de hidrocarburos
aportados por la estación de servicio ubicada en las cercanías. Se inicia un juicio a los
propietarios de la estación de servicio Shell por contaminación de los suelos y la filtración de
hidrocarburos hacia la citada estación subterránea por el peligro que tal supuesto importaba
para los pasajeros.
De acuerdo a los peritajes ordenados surgió que, como consecuencia de la corrosión y
deterioro de los tanques de almacenamiento de combustibles de la aludida estación de
servicios, los mismos fluyeron a través de los sedimentos hasta la cámara de bombeo,
sobrenadando la capa de agua en virtud de su densidad. Los peritos de ambas partes
coincidieron en su dictamen concluyendo que quedaba evidenciado que la contaminación
había existido y cuál era el lugar de origen.
El fallo judicial condenó a los demandados a la indemnización de los daños a las
personas y a las cosas y a la reparación del ambiente mediante el reemplazo de los sedimentos
afectados en el tramo en cuestión, puntualizando que ello se realizaría con la intervención de
los peritos actuantes. Este fallo sentó jurisprudencia al sostener que la responsabilidad civil del
daño ambiental producido se rige apoyado por la inversión de la carga de la prueba, es decir,
el denunciado debe demostrar que no lo hizo, bastando al accionante con demostrar la
producción del daño, por el contacto con la cosa.
Para resumir lo dicho hasta aquí, los efectos de la dinámica humana sobre el ambiente
responden a una lógica de intervención que supone una interacción de diferentes mediaciones
culturales, a saber, institucionales, legales, económicas, productivas, sanitarias y tecnológicas.

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Estas mediaciones son tan heterogéneas que para su comprensión deben relacionarse entre sí,
emergiendo, de esta manera, las Ciencias del Ambiente: ramas biológicas, físicas, químicas,
geológicas, médicas, antropológicas, económicas, jurídicas, sociológicas. Sin embargo, “
posibilidad de concebir un paradigma de ciencia ambiental, nutrido por todas estas vertientes,
ú j ”. (Ortega y Carignani, 2011, p. 157)

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MARCO TEÓRICO

Cap. 1 El medio ambiente y la contaminación


En el presente capítulo se busca precisar, en primer lugar, qué se entiende por medio
ambiente, a partir de lo cual podrá apreciarse que no existe consenso universal sobre cuál sea
la definición apropiada, tal vez a causa de la multiplicidad de disciplinas que directa o
indirectamente lo tienen como marco de referencia u objeto de estudio. En segundo lugar, se
indaga en el significado del concepto de contaminación ambiental, indicando seguidamente
diversos tipos o clases de contaminación.
En tercer y último lugar, se profundiza en la relación entre contaminación ambiental y
salud poblacional, particularmente en los casos en que la contaminación surge como
consecuencia de la intervención del hombre sobre el medio ambiente, dado que al ser causada
por seres libres y responsables de sus actos, individual o socialmente organizados, es pasible
de la correspondiente sanción. Y para ello, precisamente, la autoridad competente requerirá de
la actuación pericial para certificar la existencia de contaminación y las posibles causas de su
producción.

1.1 El medio ambiente: algunas cuestiones en torno a su definición


El término compuesto medio ambiente, de uso tan frecuente, carece de una definición
universal y estricta, pues cada quien lo aborda desde la perspectiva particular de su campo de
estudio. Según la RAE la palabra medio deriva del sustantivo latino medium, y tiene diversas
acepciones, entre las que se subrayan las siguientes: espacio físico en que se desarrolla un
fenómeno determinado; conjunto de circunstancias culturales, económicas y sociales en que
vive una persona o un grupo humano; conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un
ser vivo, que influyen en su desarrollo y en sus actividades.
Asimismo y de acuerdo a esta misma institución, ambiente deriva del Latín ambiens –
que rodea o cerca- y puede significar: fluido que rodea a un cuerpo, aire o atmósfera;
condiciones o circunstancias físicas, sociales y económicas de un lugar, de una reunión, de una
colectividad o de una época. Estas primeras delimitaciones ayudan a disipar algunas
concepciones simplistas, que reducen la expresión al mero lugar o sitio en que se desenvuelve

21
la vida de un individuo, sin advertir que el medio físico es un componente imprescindible del
medio ambiente pero no el único factor a tener en cuenta.
En efecto, el medio ambiente supone la existencia de un lugar o espacio físico en tanto
y en cuanto resulta el soporte o ámbito en que converge un conjunto de factores que
posibilitan o favorecen el desarrollo de la vida en cualquiera de sus grados. A su vez, es
preciso otra observación a partir de las definiciones ofrecidas por el Diccionario en cita. Según
las acepciones propuestas, hay que decir sensu stricto que el término medio ambiente debe
interpretarse en sentido biológico, y que solo secundaria e indirectamente puede connotar las
realidades específicamente humanas, es decir, las relacionadas con las condiciones culturales,
políticas y económicas del hombre en sociedad.
Esta última observación no es vana cuando, precisamente, existen propuestas teóricas
según las cuales el medio ambiente es definido teniendo como principal referente al ser
humano y sus actividades, omitiendo el hecho de que existe medio ambiente aún sin la
presencia del factor antrópico. En otras palabras, la definición de medio ambiente debe
extenderse al conjunto de seres vivos y no excluirlos para dar prioridad al ser humano, aún
cuando este sea el de mayor jerarquía en la escala natural.
Ej g ó B (1976): “E
ambiente comprende todos los factores externos al individuo capaces de influir eficazmente en
y ó y í y .” (C
en García-Abad Alonso, s./f., p.5) Quizá esta desviación tenga explicación en el hecho de que
en sus orígenes el concepto estuvo dirigido a su cuidado y protección en relación a los seres
humanos. No es extraña esta posición cuando el párrafo 6 de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el medio humano (1972) postulaba que “ y j
humano para las generaciones presentes y futuras se ha convertido en meta imperiosa de la
h ”.
En este orden de ideas, el concepto de medio ambiente se ha utilizado para señalar el
ambiente como el entorno biofísico que rodea o sirve de escenario a la actividad humana, y es
usado como medio, elemento o insumo para satisfacer las necesidades humanas, las cuales,
más que meramente naturales son culturales e históricas. (González Ladrón de Guevara, 1996)
Pero no necesariamente debe enmarcarse un ambiente en torno a su grado de antropización,

22
sino que el mismo integra el conjunto de todos los seres bióticos y no bióticos en un sistema
integrado que tiene un punto natural de equilibrio.

1.2 La contaminación ambiental: aclaraciones conceptuales


Dada la proliferación de ideas en torno a la cuestión y la confusión conceptual que
existe al respecto, conviene analizar diversos aspectos inherentes al tema que resultarán de
gran ayuda para la comprensión del mismo. En términos generales se acepta que un ambiente
está contaminado cuando la modificación de sus características de base afectan la salud de los
seres vivos, por un lado, y la concentración y calidad de los recursos, por otro.
Para entender en qué consiste la modificación de las características de base, vale
indicar que la contaminación se da cuando se produce una saturación del medio que degrada o
asimila una sustancia ajena a él, de modo que si se produce este segundo supuesto dicha
sustancia pasará a ser parte integral del mismo. Entendida de esta forma, la contaminación
exige considerar para ambas partes el tiempo de acción, el lugar, el área, el tipo de sustancia,
la cantidad, la LD 50 -si es un organismo aislado- o su LC 50 si lo es para el ambiente en
cuestión.
En Argentina el ordenamiento legal vigente (Ley 24.051, Decreto 831/1993) establece
que para cuantificar los resultados de toxicidad se empleará el índice LD 50 o dosis letal
media que indica la dosis de una sustancia -o cantidad total realmente ingresada dentro de un
organismo- que dentro de un determinado periodo es mortal para el hombre o el animal. En
experimentos con animales la dosis letal media indica la dosis mortal promedio, o sea, la dosis
por la cual el 50 % de la población de animales bajo experimento mueren por efecto de la
sustancia administrada.
Con el índice LC 50, en cambio, se indica la concentración letal media, en el ambiente,
es decir, la concentración letal de un compuesto en aire o agua que mata al 50% de los
organismos estudiados en condiciones específicas. Esta concentración usualmente se
cuantifica como partes por millón (ppm) o miligramos por metro cúbico (mg/m3). El
parámetro toxicológico que más comúnmente se mide experimentalmente para evaluar el

23
impacto ambiental de una substancia es la toxicidad aguda expresada como 96LC501. A las
exposiciones a concentraciones que producen la muerte en 96 horas o menos se les denomina
exposiciones agudas, mientras que las exposiciones de mayor duración a concentraciones
subletales se les denomina exposiciones crónicas.
Muchas definiciones de contaminación ambiental centran su peso gravitatorio en el
sujeto humano, enfatizando en que se trata de la presencia en el ambiente de cualquier agente
físico-químico o biológico o sus combinaciones en lugares, formas y concentraciones tales que
sean o puedan ser nocivas para la salud, la seguridad y el bienestar de las poblaciones. Pero
debe decirse que no necesariamente la contaminación ambiental perjudica la salud humana ni
la de otros seres vivos.
Tampoco debe asumirse casi irreflexivamente que la contaminación ambiental es
consecuencia directa o indirecta de la interacción del hombre con su medio, pues también
existe el fenómeno de la contaminación cuando determinados componentes del ambiente
entran en contacto entre sí cuando de modo ordinario no lo estaban, alterándose así las
condiciones en que se hallaban naturalmente. Tal el caso de una erupción volcánica o de una
inundación, huracán o hecho de la naturaleza que afecta, de suyo, el modo de ser y
comportarse de los elementos e individuos que reciben su influencia.

1.3 Clases de contaminación


1.3.1 Por su génesis:
1.3.1.1 Naturales: surgen a partir de manifestaciones propias de la naturaleza
(erupciones volcánicas, sismos, huracanes, tormentas de polvo, etc.).

1.3.1.2 Antropogénicas: producto de los diferentes procesos productivos desarrollados


por la inventiva humana (industriales, agrícolas, ganaderos, minería, extracción
petrolera, etc.)

1
Cuando se reporta un valor LC50, también se debe establecer el tipo de prueba animal estudiado y la
duración de la exposición, ejemplo, LC50 (rata) - 1000 ppm/ 4 hr o LC50 (ratón) - 5mg/m3/ 2hr.

24
1.3.2 Por el elemento que afecta:
1.3.2.1 Atmosférica: afecta el aire, aguas de lluvia y nieve, la frecuencia auditiva
-contaminación sonora-.

1.3.2.2 Edáfica: afecta los suelos en general y, por ende, la producción agrícola y la
zonificación inmobiliaria, es decir, el proceso de construcción edilicia poblacional.

1.3.2.3 Hídrica: afecta los cuerpos de agua, sean estos superficiales o subterráneos.

1.3.3 Por el soporte que la produce:


1.3.3.1 Físicos: sismos, huracanes, tormentas tropicales, tsunamis, tormentas de polvo,
erupciones volcánicas, ruidos.

1.3.3.2 Químicos: aquí cabe hacer una diferenciación entre los que son de origen
natural y los antropogénicos. Los primeros son los que forman parte del ambiente
como los metales pesados (arsénico, cromo, plomo) y los elaborados por los vegetales
en general o los animales ponzoñosos. Los segundos, también llamados xenobióticos,
son producidos por el hombre con el fin de satisfacer una necesidad específica:
fertilizantes, plaguicidas, defoliantes, antibióticos, etc.

1.3.3.3. Biológicos: en este ítem también es preciso distinguir entre contaminantes


biológicos naturales y los de origen antropogénico. En el primer caso, se encuentran
como parte del ambiente como las plagas de insectos o el proceso de eutrofización -
crecimiento anormal de algas en cuerpos de aguas-. En el segundo, se trata de aquellos
que son el resultado de la actividad humana, como los residuos cloacales y las vacunas.

1.3.4 Por sus efectos:


1.3.4.1 Tóxicos: son todas las sustancias capaces de dañar y eventualmente eliminar a
un organismo vivo. Según la exposición del individuo y/o la dosis absorbida, todas las
sustancias (naturales o artificiales) que existen son potencialmente tóxicas. Conviene
recordar la diferencia entre toxicidad aguda, cuando el efecto se consuma con una

25
única exposición; toxicidad sub aguda, cuando el efecto es mediato, luego de la
exposición; y toxicidad crónica, en donde los efectos se manifiestan luego de un
periodo prolongado.

1.3.4.2 Inocuos: no producen efectos al individuo huésped, si no se supera el límite de


exposición determinado para la sustancia en cuestión. Es el caso de los antibióticos.

1.3.4.3 Beneficiosos: no implica riesgo para el organismo cuando se somete a la acción


del contaminante. Ello ocurre, por ejemplo, con las vacunas, los implantes o el uso de
toxina botulínica en estética corporal.

1.3.5 Por el sustrato que afectan:


1.3.5.1 Contaminación de aguas: la contaminación se produce en los cuerpos de agua
superficiales, subterráneos, espejos de aguas en general, lagos y lagunas y también en
el mar.

1.3.5.2 Contaminación del aire: puede ser exterior o interior. La primera se refiere al
grado de afectación producido por humos, nieblas, lluvia ácida, material particulado y
ruidos (naturales y antropogénicos). En cambio, la contaminación del aire interior se
produce principalmente en los hogares donde se calefacciona y cocina con biomasa,
carbón o combustibles fósiles.

1.3.5.3 Contaminación de suelos: para proceder en este considerando debe previamente


establecerse la clasificación de los suelos, y luego determinar cómo cada subtipo puede
ser contaminado. Pero dado que los criterios de división pueden variar
significativamente -según su uso, composición química, clima, analítica, genética-, en
este trabajo se adopta aquella según la cual los suelos se clasifican en urbanos,
agrícolas/ganaderos y vírgenes.
Los suelos urbanos son aquellos que han quedado librados a la construcción de
edificios donde el hombre desarrolla sus actividades y que son afectados por la
pavimentación, compactación y los efluentes propios de la población usufructuante.

26
Los suelos agrícola/ganaderos reciben la contaminación producida por los residuos de
pesticidas, fertilizantes y desechos intestinales del ganado. Los suelos vírgenes son
aquellos de lugares protegidos como los parques nacionales y selvas tropicales que no
han tenido un uso intensivo, aunque algunos han sufrido contaminación debido a las
actividades extractivas de petróleo o a la acción de poderosos defoliantes.

1.3.5.4 Contaminación en los alimentos: esta contaminación es la más ubicua que se


conoce, y se puede clasificar, según el soporte que lo produce en: contaminación física
(arcillas utilizadas como carga y ligante en la fabricación de alimentos para animales);
contaminación química: aditivos alimentarios como conservantes, espesantes,
saborizantes o colorantes; contaminación biológica: se produce por la presencia de
bacterias, virus, hongos y parásitos en todo tipo de matrices alimentarias.

1.3.6 Por el tipo de espacio que afectan:


1.3.6.1 Contaminación de espacios cerrados: se produce disminución de oxígeno y
aumento de dióxido de carbono, como asimismo la proliferación de hongos y bacterias.
En un espacio cerrado la dispersión del contaminante será menor, por lo que su efecto
será mayor en el individuo.

1.3.6.2. Contaminación de espacios abiertos: en tales espacios se produce una mayor


dispersión del contaminante, pero a su vez es donde más se produce la emisión de los
mismos: humos, ruidos, vibraciones, nieblas, material particulado, radiaciones, etc.

1.3.7 Según su ubicación:


1.3.7.1 Puntuales: la emisión contaminante es fácilmente ubicable, como los emisores
de desechos cloacales y las chimeneas.

1.3.7.2 Dispersas: son de difícil ubicación, tal como ocurre con la presencia de cromo
en un curso de agua.

27
1.3.8 Por la distancia de la fuente:
1.3.8.1 Próximas: cuando la distancia a la fuente emisora es inferior a 1 Km.

1.3.8.2 Lejanas: cuando la distancia a la fuente emisora supera 1 Km.


1.3.9 Por la afectación:
1.3.9.1 Tóxicas: si afectan a los individuos de cualquier población.

1.3.9.2 Ecotóxicas: si afectan al ambiente.

1.3.10 Por la movilidad de la fuente:


1.3.10.1 Fijas: permanecen siempre en el mismo lugar, como los volcanes y las
centrales termoeléctricas.

1.3.10.2 Móviles: se caracterizan por su desplazamiento zonal, como los huracanes,


tsunamis o los automotores.

1.3.11 Por su duración:


1.3.11.1 A corto plazo (efecto inmediato): sismos, venenos, inflamables, ácidos
fuertes.

1.3.11.2 A largo plazo (efecto mediato): acumulación de metales pesados en un


organismo, sustancias carcinogénicas, teratogénicas y mutagénicas.

1.3.12 Según la actividad antropogénica:


1.3.12.1 Industriales: humos, materiales particulados, radiaciones, ruidos.

1.3.12.2 Extractivas: minería extractiva, extracción de petróleo y gas.

1.3.12.3 Agropecuarias: fertilizantes, defoliantes, plaguicidas.

28
1.3.12.4 Hospitalarias: residuos de autopsias, amputaciones, extracción de órganos,
materiales de desecho de laboratorios.

1.3.12.5 Domésticas: desechos cloacales, basura, artículos de limpieza del hogar.

Debe notarse que todas las clasificaciones que se han propuesto responden o están
sujetas al interés o a los fines particulares de quien las emplea, de acuerdo al área de estudio o
su campo de intervención técnico/ profesional.

1.4 Contaminación ambiental y salud humana


Luego de exponer y analizar la definición de contaminación ambiental, se consignó
que la misma no implica -contra la copiosa literatura sobre el tema que expresa lo contrario- la
necesaria afectación a la salud humana. Dicho de otro modo, puede haber contaminación
ambiental sin que ello menoscabe la integridad bio-psíquica del ser humano, como ocurre con
la liberación de gases intestinales de los grandes vertebrados.
Pero cuando ello sí ocurre, es decir, cuando a un caso de contaminación ambiental le
sigue un problema sanitario, la raíz de esta consecuencia puede ser doble, a saber, o que la
contaminación surja como un hecho natural o que sea producida por la intervención del
hombre sobre el medio ambiente en su propósito de usufructuar de sus recursos.
En el primer caso la contaminación se genera en un medio ambiente no antrópico,
como cuando las partículas de una erupción volcánica alteran el sistema respiratorio de los
individuos de una determinada población. En el segundo caso, la contaminación se efectúa a
partir de la acción humana, por lo que ocurre en lo que se denomina medio ambiente
antrópico. Ejemplo de lo anterior son las emisiones tóxicas que se producen por la actividad
industrial.
Cuando se sostiene que la contaminación ambiental puede afectar la salud humana,
conviene atender a los múltiples aspectos que se incluyen en su definición. El primer principio
que figura en la Constitución de la OMS (2005) sostiene que la salud es “
completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o
” y
cadena trófica y la capacidad de adaptación de cada individuo.

29
En su Informe sobre la salud en el mundo 2013 la OMS advierte sobre la incidencia de
los factores ambientales en el deterioro de la salud, puntualizando que la contaminación
ambiental es perjudicial para el ser humano, ya que afecta las vías respiratorias, provoca
enfermedades cardiovasculares, trastornos neurológicos, cáncer y alteraciones genéticas.
Las Directrices de la OMS sobre calidad del aire evalúan los efectos de la
contaminación del aire sobre la salud. Según las estimaciones del año 2012 la contaminación
del aire provoca 3,7 millones de muertes prematuras y de estas un 80% se deben a cardiopatía
isquémica y ACV -accidente cerebro vascular-, un 14% a EPOC -enfermedad pulmonar
obstructiva crónica-, y un 6% a cáncer de pulmón. A su vez, y refiriéndose al impacto del
medio ambiente en la salud subraya que un 24 % de la carga de morbilidad y un 23 % de la
mortalidad son atribuibles a factores medio ambientales. (OMS, 2014)
En cuanto a la contaminación producida en suelos y su consecuente traslado a la salud
ello se produce a través de la cadena alimenticia. Es sabido que la mayor producción agrícola
se basa en el uso de pesticidas, abonos y fertilizantes químicos, y que muchos de ellos son
absorbidos por los vegetales que, al ser consumidos por el hombre, terminan afectando su
salud.
El tercer supuesto incluye a las aguas como transportador de polutantes que a través del
ciclo hidrológico, luego de incorporar contaminantes, ingresa al cuerpo humano. Aquí debe
tenerse en cuenta que además de los contaminantes físicos y químicos esta es la principal vía
de entrada de la contaminación biológica -virus, bacterias, hongos y parásitos- con la
subsecuente afectación de la salud.

1.5 El desarrollo sostenible


Los actuales problemas ambientales como el agotamiento de los recursos, la
contaminación ambiental y las alteraciones en los organismos vivos debidas a las sustancias
tóxicas son solo algunas consecuencias de la actividad humana, especialmente provocada
desde las sociedades más industrializadas. La naturaleza provee los recursos necesarios para el
desarrollo y progreso material/cultural de las sociedades, pero estas con frecuencia poseen un
comportamiento pernicioso y hostil en el medio ambiente, generando diferentes formas de
desequilibrio ecológico.

30
El problema aparece concretamente cuando el uso de los recursos naturales se ejerce de
un modo irracional, sin importar los efectos o daños concomitantes para el ambiente. Ello no
solo compromete la calidad de vida actual sino la futura. Ante este panorama es que surgió
hace pocas décadas un nuevo modelo para pensar la relación triádica hombre-naturaleza-
economía: el desarrollo sostenible.
El análisis de este enfoque permite integrar, la necesidad de recursos naturales que
experimentan los hombres para sus actividades, con una gestión responsable ordenada a
prevenir la contaminación ambiental y la afectación de la salud de las poblaciones civiles. El
concepto desarrollo sostenible se adopta luego del informe Nuestro futuro común de la
Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, también llamado
Informe Brundtland en honor a quien presidió dicha comisión, la física y médica noruega Gro
Harlem Brundtland.
Según dicho Informe el desarrollo sostenible consiste en la satisfacción de las
necesidades de la generación presente, sin comprometer la satisfacción de sus necesidades a
las generaciones futuras (ONU, 1987) Dicha definición sería incorporada unos años después
en el art. 41 de la Constitución de la Nación Argentina (Ley 24.430)
El desarrollo sostenible se basa en tres principios fundamentales: el desarrollo
económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, ya que como puntualizaba
B P I : “E
y el desarrollo es lo que todos hacemos al tratar de mejorar nuestra suerte en el entorno en que
vivimos, ”. (ONU 1987 .12) E I
posibilidad de obtener un crecimiento económico fundado en políticas de sostenibilidad y
expansión de la base de recursos ambientales.
De esta manera, los estudios sobre impacto ambiental impulsados por las Naciones
Unidas han repercutido en la legislación de numerosos países y, asimismo, se han visto
refrendados por numerosos Pactos y Tratados en el marco del Derecho Internacional. En la
conferencia de la ONU sobre el medio ambiente y el desarrollo llevada a cabo en Río de
Janeiro en 1992, se reafirmaron los conceptos de la conferencia de la ONU sobre Medio
ambiente humano de Estocolmo 1972, y se produjo la llamada Declaración de Río sobre el
medio ambiente y desarrollo, que tenía como finalidad discutir los medios para llevar a la
práctica el desarrollo sostenible.

31
La misma presenta 27 principios. Entre los tópicos principales que aborda dicha
Declaración se encuentran: la protección al medio ambiente (principio 4), la erradicación de la
pobreza (principio 5), la participación ciudadana en el tratamiento de las cuestiones
ambientales (principio 10), la evaluación del impacto ambiental (principio 17), y el
reconocimiento de las poblaciones indígenas y sus comunidades (principio 22).
En consonancia con los nuevos enfoques teóricos sobre crecimiento económico
sostenible, las empresas han incorporado progresivamente el punto de vista medioambiental
como parte de sus estrategias de negocios. Según Díaz Cáceres (2013), lo que busca la
Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ó : “ g
empresas y los empresarios se replanteen lo que están haciendo y cómo lo están haciendo, para
que lo hagan de forma que se obtenga un beneficio tanto para la sociedad como para la
”. ( . 173)
Sin embargo, la posibilidad de un desarrollo sostenible efectivo es condicional.
Depende de acciones públicas y privadas realmente comprometidas en garantizar el cuidado
de los recursos ambientales y la supervivencia de las especies en el planeta. No basta con
elaborar políticas públicas o empresariales pero que en la práctica poseen escasa o nula
aplicación.

Cap. 2 El proceso judicial en los casos de controversias ambientales


Los daños al medioambiente derivados del accionar de personas físicas o jurídicas son
susceptibles de imputación y, en consecuencia, de condena por parte de la autoridad judicial
competente. En tales circunstancias, se asume como premisa necesaria que el acusado ha
infringido alguna de las normativas vigentes que protegen al ambiente en la jurisdicción
donde se ha registrado el ilícito. La constatación de este incumplimiento permite iniciar un
proceso judicial con la intención de resarcir a la parte damnificada por los perjuicios
ambientales en cuestión y recomponer, en cuanto sea posible, el daño ecológico producido.
Por eso, a lo largo de este capítulo se procede, en primer lugar, a enumerar y describir
las normas jurídicas más relevantes en materia medio-ambiental que rigen en Argentina, y
cuya no observancia o acatamiento es susceptible de la sanción pertinente. En segundo lugar
se explica sumariamente cuáles son los actores que participan en un proceso judicial a fin de

32
entender mejor la dinámica de un litigio por daño ambiental, enfatizando en el rol de los
peritos, de acuerdo al interés propio de este trabajo de investigación.

2.1 Marco jurídico medioambiental


Los principios, normas y disposiciones que regulan las actividades humanas en
relación al medio ambiente, y que se invocan en caso de suscitarse algún tipo de controversia
en dicha materia, se distinguen en función del criterio de jurisdiccionalidad: ámbito provincial,
nacional o internacional.

2.1.1 Controversias ambientales en el ámbito internacional


Las principales controversias ambientales de este tipo se han resuelto vía arbitraje por
el hecho de que no existe legislación supranacional que regule la materia, más allá de los
tratados, convenios, acuerdos, resoluciones, programas, planes de aplicaciones y protocolos
que se han firmado, todos ellos de difícil cumplimiento.
Es de hacer notar que toda esta proliferación de instrumentos internacionales tienen su
origen en la década del setenta, luego de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el medio
humano de Estocolmo en 1972, fruto de la cual se emitió la célebre Declaración de Estocolmo,
la cual expresa en su principio 21:
De conformidad con la carta de las Naciones Unidas y con los principios del derecho
internacional, los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos
en aplicación de su propia política ambiental, y la obligación de asegurarse de que las
actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicción o bajo su control no
perjudiquen al medio de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción
nacional.(ONU,1972,A/Conf.48/14/Rev.1)

Este postulado es compartido por el segundo principio enunciado en la Declaración de


Río de Janeiro de 1992:
De conformidad con la carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho
internacional, los estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios
recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad
de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control
no causen daños al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén fuera de los
límites de la jurisdicción nacional. (ONU,1992,A/Conf.151/26.Vol I)

33
A su vez, en el principio 24 de la Declaración de Estocolmo se expresa que todos los
países, grandes o pequeños, deben ocuparse con espíritu colaborativo de las cuestiones
internacionales relativas a la protección y mejoramiento del medio ambiente, exhortando a la
cooperación recíproca mediante acuerdos multilaterales o bilaterales o por otros medios
apropiados “para controlar, evitar, reducir y eliminar eficazmente los efectos perjudiciales que
las actividades que se realicen en cualquier esfera puedan tener para el medio, teniendo en
cuenta debidamente la soberanía y los intereses de todos los Estados”.
Es más, en el principio 27 de la Declaración de Río se proclama sin rodeos la
necesidad de cooperar para lograr el avance del derecho internacional en la esfera del
desarrollo sostenible. En estrecha conexión con esto último, suele atribuirse a la Declaración
de Estocolmo la colocación de las bases para un derecho internacional medioambiental, ya que
a partir de la misma los gobiernos del mundo comenzaron a adoptar leyes que reconocen la
posesión de un medio ambiente saludable como derecho fundamental de los ciudadanos,
tomándose mayor conciencia de que el mismo consiste en un bien global, que las agresiones al
entorno trascienden las fronteras y que su afectación posee consecuencias a escala mundial.
Fundamentalmente, se asume que el medio ambiente no es propiedad de una
comunidad, una ciudad o un país en particular, sino que es patrimonio de la humanidad. Así,
por ejemplo, este perentorio llamado a la preservación del medio ambiente, no solo en lo que
concierne a la explotación de recursos naturales sino más bien, de modo genérico, en relación
a toda actividad humana que tenga un grado de impacto directo o indirecto sobre el entorno, se
encuentra presente en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, cuya última versión
corresponde al año 2010.
Más concretamente, en el art. 191 se propone como objetivos la conservación, la
protección y la mejora de la calidad del medio ambiente, la protección de la salud de las
personas, la utilización prudente y racional de los recursos naturales, el fomento de medidas a
escala internacional destinadas a hacer frente a los problemas regionales o mundiales del
medio ambiente y, en particular, la lucha contra el cambio climático.
Se puede ver aquí que el más antiguo de los tratados que fundamentan jurídicamente la
actual Unión, firmado en Roma en 1957 como Tratado Constitutivo de la Comunidad
Económica Europea y que desde entonces ha sobrevivido con diversas reformas y distintas
denominaciones, fija como objetivos no solo conservar y proteger el medio ambiente sino

34
también mejorar la calidad del mismo. La preocupación por la salud está implícita en la
formulación de esos objetivos. Se pone de manifiesto, asimismo, el interés por los problemas
regionales y mundiales del medio ambiente, asumiendo que hay que fomentar medidas para su
conservación y hace mención particular al cambio climático.
Ahora bien, como se dijo más arriba, luego de la Conferencia de Naciones Unidas
sobre el medio humano en Estocolmo en 1972 surgieron numerosos convenios, acuerdos e
instrumentos de aplicación por parte de los Estados miembros de ONU referidos a materias tan
diversas como relevantes dentro de la temática medioambiental. Por la cantidad y extensión de
los mismos, se prefieren exponer y analizar aquí aquellos documentos que han obtenido un
consenso generalizado o mayor índice de adhesión por parte de los países firmantes:

2.1.1.1 Protocolo de Montreal


Este instrumento se refiere a las sustancias que agotan la capa de ozono. Fue firmado el
16 de setiembre de 1987 y entró en vigor el 1 de enero de 1989. Se proponía controlar la
producción y el consumo de productos químicos Clorofluocarbonados (CFC) y halogenados.
Los primeros son muy utilizados en refrigeración, aires acondicionados, propelentes de
aerosoles y en la producción de espumas debido a su estabilidad química, producción
económica y fácil almacenamiento.
Se trata de hidrocarburos saturados obtenidos mediante la sustitución de átomos de
hidrógeno por átomos de cloro y de fluor principalmente, en los cuales los átomos de
hidrógeno han sido sustituidos totalmente o solo en parte por átomos de cloro y de fluor, que
al llegar a la estratósfera son disociados por la radiación ultravioleta (UV-B) procedente del
sol y liberan el cloro, el cual, a su vez, reacciona con el ozono formando un óxido de cloro
(ClO) y una molécula de oxígeno (O2). La capa de ozono es esencial para la vida en el planeta
ya que lo protege de la radiación ultravioleta, que es absorbida parcialmente por este gas.
Los Halogenados, por su parte, son productos químicos que tienen la capacidad de
extinguir el fuego mediante la captura de los radicales libres que se producen en la
combustión. Este tipo de productos eran utilizados en la fabricación de extintores de fuego.
Los más usados eran el halón 1301 (trifluor-bromo-metano) y el halón 1211 (difluor-cloro-
bromo-metano). Estos gases, a pesar de su alta efectividad en el control de las combustiones y

35
de que no dañaban los equipos electrónicos receptores de su descarga, sí lo hacían con
respecto a la capa de ozono.
Debe subrayarse que originalmente el Protocolo establecía un control sobre 5 CFC y 3
halones. En la actualidad se controla 95 químicos. Los países signantes -en la actualidad ha
sido ratificado por 165 países- se comprometieron a reducir la producción a los niveles del
año 1986 y a la mitad en 1998. La importancia de este instrumento radica, entonces, en que
reconoce que la atmósfera es un recurso limitado y compartido por toda la humanidad y su
mantenimiento es responsabilidad de todos.

2.1.1.2 Protocolo de Kyoto


Es el instrumento que efectiviza la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático, entendido como un “
actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comp ”. (art. 1.2)
El fenómeno está asociado a diferentes tipos de emisiones de gases de efecto
invernadero o sus precursores en la atmósfera en un área y un periodo de tiempo
especificados. Por gases de efecto invernadero se entiende “ es gaseosos de
la atmósfera, tanto naturales como antropógenos, que absorben y reemiten radiación
infrarroja”. (art. 1.5)
Los gases de efecto invernadero sujetos a control son el dióxido de carbono (CO2), el
metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarbonados (HFC), los
perfluorocarbonos (PFC) y el hexacloruro de azufre (SF6 ). Precisamente, el objetivo último de
la convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático es, a tenor de su art. 2, conseguir
la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera
impidiendo interferencias antropógenas en un plazo tal que los ecosistemas se adapten a este
cambio, a fin de conseguir un desarrollo sustentable y sostenible en el tiempo.
Ya en 1987, mediante la resolución 42/184, la Asamblea General de Naciones Unidas
había expresado su conformidad con el Consejo de Administración en que:
El Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente debe asignar importancia
al problema de los cambios climáticos en el mundo y en que el director ejecutivo debe
velar para que el programa coopere estrechamente con la organización meteorológica

36
mundial y el consejo internacional de uniones científicas, y mantenga un papel activo
e influyente en el programa mundial sobre el clima. (n° 6)

A instancias de esta resolución, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el


programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo
intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC -por sus siglas en inglés-), con el
propósito de que con base en la información científica disponible a nivel internacional, realice
las evaluaciones sobre el estado de los conocimientos científicos y técnicos pertinentes a fin de
diagramar estrategias para enfrentar los riesgos derivados de tal supuesto.
Un año más tarde, en su cuadragésimo tercer periodo de sesiones, la Asamblea General
de la ONU pidió al Secretario General de la OMM y al director ejecutivo del PNUMA que,
por conducto del grupo intergubernamental sobre cambio climático, se iniciaran
inmediatamente actividades tendientes a preparar lo antes posible un examen amplio y
recomendaciones respecto de:
a) El estado del conocimiento en materia de climatología y cambios climáticos.
b) Los programas y estudios sobre las repercusiones sociales y económicas de los
cambios climáticos, incluido el recalentamiento del planeta.
c) Las posibles estrategias a adoptar para demorar, limitar o mitigar las repercusiones de
los cambios climáticos perjudiciales.
d) La identificación y posible fortalecimiento de los instrumentos jurídicos
internacionales que guarden relación con el clima.
e) Los elementos a incluir en una eventual convención internacional sobre el clima. (A.G,
1988, Res. 43/53)

En el año 1990, el IPCC presentó su primer informe donde se afirmaba que el calor
atmosférico retenido en el planeta estaba aumentando y se solicitaba a la comunidad
internacional que actuara al respecto. En la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo llevada a cabo en Rio de Janeiro (Brasil) en junio de 1992 se dieron
a conocer tres avances normativos trascendentes en materia medioambiental: a) la Convención
marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático, b) el Convenio de Naciones Unidas
sobre diversidad biológica, y c) la Convención de lucha contra la desertificación.

37
Como resultado de la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático se
aprobó su instrumento de aplicación el 11 de diciembre de 1997, en Kyoto (Japón), pero que
recién entró en vigencia a partir del 16 de febrero de 2005, y cuyo objetivo principal es
estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero a fin de disminuir el
calentamiento global, dado que, según estimaciones del IPCC, habría un aumento de la
temperatura del planeta de entre 1,4°C a 5,8°C para el año 2100.
E h C ó ó “
” gú aíses industrializados deben poner un mayor esfuerzo en el
control de los gases polutantes, ya que son la mayor fuente de emisión de los mismos.
También se dispuso que “ í z z í zó
posponer tales med ”. (art. 3.3) Se estableció, además, que este Protocolo sería de
cumplimiento obligatorio para los países firmantes, cuando fuese ratificado por los países
industrializados responsables de al menos un 55% de las emisiones de dióxido de carbono.

2.1.1.3 Convenio sobre la diversidad biológica


Como fue enunciado más arriba, durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo en Rio de Janeiro (1992) se firmó el Convenio sobre la
diversidad biológica, el cual es un acuerdo internacional que trata todas las facetas de la
diversidad biológica, es decir: las especies, los ecosistemas y los recursos genéticos. Es de
cumplimiento obligatorio para los países firmantes y jurídicamente vinculante.
Se propone tres objetivos centrales: la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios
que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Dicho Convenio busca propiciar la
cooperación científica y tecnológica y la asignación de recursos financieros a los países en
desarrollo.
Se parte de la idea de que la diversidad biológica es un bien común de la humanidad,
por lo que es necesario conservarla y prevenir su deterioro. La investigación aplicada es
fundamental para contribuir en esta tarea. De ahí la valoración de la biotecnología, es decir,
“ ó tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus
derivados para la creación o modificación de productos o procesos par í ”.
(art.1)

38
El documento resalta, asimismo, que si hubiere peligro de reducción o pérdida de
diversidad biológica, la falta de certeza científica absoluta no debiera utilizarse como razón
para postergar la adopción de medidas que minimicen ese peligro. Su acuerdo
complementario, el Protocolo de Cartagena sobre la seguridad de la biotecnología, se adoptó
el 29 de enero del año 2000 en Montreal, Canadá, a fin de regular el uso de la biotecnología, el
comercio transfronterizo y la liberación accidental de organismos vivos genéticamente
modificados.

2.1.1.4 Convención de Naciones Unidas de lucha contra la desertificación


Fue adoptada en París el 17 de junio del año 1994, entrando en vigencia el 26 de
diciembre del año 1996, tras ser firmada por 193 países. Está dirigida al control de la
desertificación y a mitigar los efectos de la sequía, basados en acuerdos de cooperación y
asociación entre estados a fin de conseguir un desarrollo sotenible en las areas afectadas.
Consta de 40 artículos y de 5 anexos con disposiciones para África, Asia, América Latina y el
Caribe, el Mediterráneo septentrional y Europa central y oriental.
La desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y
subhúmedas secas que tiene su origen en diversas causas naturales (sequías, erosión, clima) y
en la actividad antropógena debido a la extrema sensibilidad de los ecosistemas de las zonas
áridas al sobrepastoreo, las inadecuadas prácticas agrícolas y la deforestación. Tal como se
declara en su art. 2.1, el objetivo de esta convención es:
(…) h ó y g í í
afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África, mediante la
adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas por acuerdos de
cooperación y asociación internacionales, en el marco de un enfoque integrado con el
programa 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas.

Las acciones destinadas a prevenir y mitigar la degradación de las tierras y su


rehabilitación requieren de la extrema cooperación internacional ya que las actividades de
control y sus efectos se relacionan con las necesidades y la participación de los usuarios
locales de las tierras.

39
2.1.1.5 Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran
distancia
Fue firmado en Ginebra, Suiza, el 13 de noviembre de 1979, en el marco de la
convención económica de las Naciones Unidas para Europa y entró en vigencia el 16 de
marzo de 1983 con el propósito de reducir gradualmente e impedir la contaminación
atmosférica, incluida la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia, en un
marco de cooperación internacional a fin de poner en resguardo la salud de la población y el
medio ambiente sobre todo de los efectos nocivos de los derivados del dióxido de azufre y
sustancias afines.
La Convención se convirtió en la primera en ser jurídicamente vinculante, en lo
concerniente a contaminación aérea transfronteriza, al establecer los parámetros generales de
la cooperación internacional y la investigación científica como forma de contener la polución
ambiental aérea transfronteriza. En su art. 1 se define la contaminación atmosférica como:
La introducción en la atmósfera por el hombre, directa o indirectamente, de sustancias
o de energía que tengan una acción nociva de tal naturaleza que ponga en peligro la
salud humana, dañe los recursos biológicos y los ecosistemas, deteriore los bienes
materiales y afecte o dañe los valores recreativos y otros usos legitimos del medio
y ó “ é ”
mismo sentido.

La cooperación internacional, tal como queda planteada por este convenio, incluye el
intercambio de información a fin de tener los datos de emisión de los principales
contaminantes atmosféricos que como resultado de su transporte transfronterizo afecten a
otros países. En relación a esto último, la contaminación transfronteriza a gran distancia es
definida en el mismo artículo como:
La contaminación atmosférica cuya fuente física esté situada totalmente y en parte en
una zona sometida a la jurisdicción nacional de un Estado y que produzca efectos
perjudiciales en una zona sometida a la jurisdicción de otro Estado a una distancia tal
que generalmente no sea posible distinguir las aportaciones de las fuentes individuales
o de grupos de fuentes de emisión.

El Convenio incluye ocho Protocolos:


a) Protocolo sobre la financiación a largo plazo del programa de cooperación para la
vigilancia y evaluación del transporte a gran distancia de contaminantes atmosféricos
en Europa. Entró en vigencia en 1984.

40
b) Protocolo sobre la reducción de las emisiones de azufre o sus flujos transfronterizos en
al menos el 30%. Entró en vigencia en 1987.
c) Protocolo sobre el control de los óxidos de nitrógeno o sus flujos transfronterizos.
Empezó a regir en 1991.
d) Protocolo relativo a la lucha contra las emisiones de compuestos orgánicos volátiles o
sus flujos transfronterizos. Se encuentra en vigencia desde 1997.
e) Protocolo sobre nuevas reducciones de las emisiones de azufre. Se hizo efectivo en
1998.
f) Protocolo sobre metales pesados, vigente desde 2003.
g) Protocolo sobre contaminantes orgánicos persistentes, en vigencia desde 2003.
h) Protocolo para reducir la acidificación, la eutrofización y el ozono troposférico, vigente
desde 2005.

2.1.1.6 Convención sobre el derecho del mar


Esta Convención es uno de los acuerdos internacionales más importantes de los últimos
“ C ó é ”. F 30 1982
en New York. Se abrió a la firma en la 182° sesión plenaria de la III Conferencia de
Naciones Unidas sobre el derecho del mar, el 10 de diciembre del año 1982, en Montego Bay,
Jamaica. Entró en vigencia el 16 de noviembre de 1994. El texto de la convención contiene un
preámbulo, 17 partes, 320 artículos y 9 anexos, y abarca una amplia gama de cuestiones
relativas al derecho del mar.
Dispone un orden jurídico para los mares y océanos de modo tal que se facilite la
comunicación internacional, se promueva el uso de sus recursos de un modo equitativo y
eficiente, se proteja el medio ambiente marino y la conservación de sus recursos vivos, y se
promueva su estudio. El alcance de su importancia en el marco del derecho internacional se
verifica por el hecho de que los países signantes reconocen la Autoridad Internacional de los
Fondos Marinos especialmente creada para controlar el cumplimiento de dicha convención
(Parte XI, secc. 4, art. 156.1).
La convención establece el derecho de los Estados de fijar los límites de su mar
territorial en un ancho no mayor a 12 millas marinas, y las zonas contiguas -adyacentes al
mismo- en 12 millas marinas hasta donde el Estado ribereño podrá tomar las medidas de

41
fiscalización y eventualmente sancionar las infracciones cometidas, el régimen jurídico del
mismo, el espacio aéreo situado sobre el mar territorial y de su lecho y subsuelo (Parte II, art.
1 al 33) También incorpora normas relativas a los estrechos utilizados para la navegación
internacional y su condición jurídica, el paso en tránsito y el paso inocente, como asimismo
los deberes de los Estados ribereños (Parte III, art. 34 al 45).
En su Parte IV la convención trata sobre los Estados Archipelágicos, sus líneas de base,
delimitación de las aguas interiores, deberes de los buques y aeronaves durante su paso por su
mar territorial. Más adelante, en la Parte V (art. 55 al 75) delimita la zona económica
exclusiva -200 millas marinas a partir de la línea de base-, su régimen jurídico específico, islas
artificiales, la conservación y utilización de los recursos vivos y dispone la confección de
cartas y listas de coordenadas geográficas, las que deberán ser debidamente publicitadas. El
documento afirma que la plataforma continental comprende:
El lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden mas allá de su mar
territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde
exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar
territorial, en los casos que el borde exterior del margen continental no llegue a esa
”. (P rte VI, art. 76.1)

También es posible encontrar en el documento del convenio disposiciones acerca de la


:“ s, sean ribereños o sin litoral” (P VII
art. 87.1) y establece su utilización con fines pacíficos, el derecho de pesca y la conservación y
administración de los recursos vivos (Parte VII, art. 88 al 120). Es importante mencionar que
la convención prevé un régimen jurídico para el control y la organización de actividades en los
fondos marinos y oceánicos y el subsuelo de los mismos, ubicados fuera de toda jurisdicción
nacional, ya que los considera patrimonio común de la humanidad (Parte XI, sec. 2, art. 136).
En dicho sector las actividades que se realicen serán en beneficio de toda la humanidad
y su utilización y la investigación científica que se lleve a cabo en la misma será
exclusivamente con fines pacíficos. En cuanto a la protección del medio marino dispone
explícitamente:
Prevenir, reducir y controlar la contaminación del medio marino y otros riesgos para
este, incluidas las costas, y la perturbación del equilibrio ecológico del medio marino,
prestando especial atención a la necesidad de protección contra las consecuencias
nocivas de actividades tales como la perforación, el dragado, la excavación, la

42
evacuación de desechos, la construcción y el funcionamiento o mantenimiento de
instalaciones, tuberías y otros dispositivos relacionados con tales actividades. (Parte
XI, secc.2, art. 145.a)

2.1.1.7 Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos


de los desechos peligrosos y su eliminación
El presente Convenio, que consta de 29 artículos y 9 Anexos, fue adoptado el 22 de
marzo de 1989 y entró en vigencia el 5 de mayo de 1992. Es el acuerdo internacional
ambiental más completo que se conoce en materia de desechos. Su principal objetivo es
proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos negativos de la generación, los
movimientos transfronterizos y la gestión de los desechos peligrosos, sean estos tóxicos,
venenosos, explosivos, corrosivos, inflamables, ecotóxicos ó infecciosos. Por ello, norma los
movimientos transfronterizos de estas sustancias y obliga a sus partes a asegurar que los
mismos sean gestionados y eliminados de manera ambientalmente racional.
También propone prevenir y eventualmente castigar el tráfico ilícito de los desechos
peligrosos y otros desechos. Aplica el precep “ ” sin
el cual los envíos transfronterizos de desechos peligrosos son considerados ilícitos (art. 9.1 b).
En relación a esto, el Convenio sostiene que el tráfico ilícito de desechos peligrosos y otros
desechos podrá ser considerado por los Estados signantes como delictivo (art. 4.3).
En sus Anexos el documento declara la categoría de los desechos que hay que controlar
(Anexo I) y las categorías de desechos que requieren una consideración especial (Anexo II);
enumera una lista de características peligrosas (Anexo III); determina las operaciones de
eliminación (Anexo IV); puntualiza la información que hay que proporcionar con la
notificación previa (Anexo V). Dispone el procedimiento de arbitraje (Anexo VI). En el año
1995 fue agregado el Anexo VII -aún no entró en vigencia- y en el año 1998 se agregaron los
anexos VIII y IX que disponen añadir nuevas características de desechos.
La presente Convención dispone la creación de centros regionales encargados de
elaborar y capacitar en proyectos regionales, como asimismo la transferencia de tecnología a
los fines de la aplicación del convenio. En la actualidad existen 14 centros regionales que
están ubicados en: Argentina, China, Egipto, El salvador, la Federación de Rusia, Indonesia,

43
Irán, Nigeria, la República Eslovaca, el Programa Regional Ambiental del Pacífico Meridional
(Samoa), Senegal, Sudáfrica, Trinidad y Tobago, y Uruguay.

2.1.1.8 Tratado del Antártico


Este tratado fue firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington y entró en vigencia
el 23 de junio de 1961; se trata de un marco capaz de regular las acciones internacionales
respecto a la Antártida. Los firmantes originales fueron 12 países, entre ellos Argentina, el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América. En la
actualidad son 50 los países signantes, aunque solo 28 de ellos tienen la categoría de miembros
consultivos, con plenos derechos de decisión y los restantes tienen el status de miembros
adherentes, no pudiendo ejercer el derecho al voto. El país depositario del Tratado es EE. UU.
y la sede permanente de la Secretaría de dicho Tratado se encuentra en la ciudad de Bs. As.,
Argentina.
Dispone en su artículo I,1 que la Antártida se utilizará exclusivamente para fines
pacíficos. Se prohíbe, entre otras, toda medida de carácter militar, tal como el establecimiento
de bases y fortificaciones militares, la realización de maniobras militares, asi como los
ensayos de toda clase de armas. Determina la libertad de la investigación científica y la
cooperación internacional a tales fines (art II). Promueve la investigación científica mediante
el intercambio de información sobre los proyectos de programas científicos, el intercambio de
personal científico entre las expediciones y estaciones antárticas, asi como de las
observaciones y sus resultados científicos (art. III).
No presume la renuncia de cualquiera de las partes a sus derechos de soberanía
territorial precedente (art. IV). Prohíbe las explosiones nucleares y la eliminación de desechos
radiactivos en la zona (art. V). Para la resolución de eventuales controversias establece
diversos pasos a seguir: negociación, investigación, mediación, conciliación, arbitraje,
decisión judicial u otros medios pacíficos (art. XI,1,2).

2.1.1.9 Protocolo al Tratado Antártico sobre protección del medio ambiente


Se firmó en la ciudad de Madrid el 4 de octubre del año 1991, constando de un
Preámbulo y 27 artículos, 6 anexos y un apéndice de 13 artículos. Entró en vigencia el 14 de
enero de 1998, comprometiéndose las partes signantes a la protección global del medio

44
ambiente antártico y los ecosistemas dependientes y asociados, y designando a la Antártida
como reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia (art. 2). Prohíbe taxativamente las
actividades relacionadas con los recursos minerales, salvo la investigación científica (art. 7).
Establece la evaluación del impacto ambiental sobre cualquier actividad que se
emprenda en el área del tratado antártico (art. 8). Dispone la creación del Comité para la
protección del medio ambiente, atribuyéndole las funciones de asesorar y recomendar a las
partes lo atinente a la aplicación del Protocolo (art. 12). También dispone la realización de
inspecciones a fin de asegurar el cumplimiento de las disposiciones del Protocolo (art. 14).
En el apéndice del protocolo, que consta de 13 artículos, se establece el Tribunal
arbitral, encargado de resolver las controversias que se suscitaren entre las partes. Los anexos
que integran el protocolo son 6, de los cuales los 4 primeros se adoptaron al mismo tiempo que
el protocolo, entrando en vigencia en 1998:
El Anexo I refiere a la evaluación del impacto sobre el medio ambiente, discriminando
entre la evaluación medioambiental inicial -la que determinará si la actividad a emprenderse
tendrá un impacto mínimo o transitorio, en cuyo caso ésta podrá iniciarse- y la evaluación
medioambiental global, en el caso de que la anterior dictaminara que la actividad propuesta
tendrá un impacto mayor, teniéndose que enviar a la próxima Reunión Consultiva del Tratado
Antártico para su consideración.
El Anexo II trata sobre la conservación de la fauna y flora antárticas, quedando
prohibido la toma o cualquier intromisión perjudicial, salvo que se cuente con una
autorización basada en razones científicas, educativas o culturales y solo en el número
estrictamente necesario para tales fines, sin poner en riesgo la supervivencia de las especies
(art. 3,5,b). Asimismo prohíbe la introducción de especies, parásitos y enfermedades no
autóctonas (art. 4).
El Anexo III se refiere a la eliminación y el tratamiento de residuos en la zona
antártica. Pide reducir la cantidad de residuos producidos o eliminados en el área en cuestión,
los que, en la medida de lo posible, serán devueltos al país organizador de las actividades que
generaron los residuos. En su art.2 dispone la eliminación de residuos mediante su remoción
del área del tratado antártico. También señala aquellos residuos que deberán ser eliminados
por incineración (art. 3).

45
A su vez, acuerda que, si se pudiere, las aguas residuales, los residuos líquidos
domésticos, y otros no removidos, puedan ser depositados en pozos profundos en el hielo (art.
4) o descargarse directamente en el mar tomando los recaudos necesarios para que dichas
operaciones no afecten perjudicialmente al medio ambiente local (art. 5).
En el art. 7 señala los productos prohibidos en el área al indicar que no se introducirán
en el area del Tratado antártico difenilos policlorurados (PCB), tierra no estéril, gránulos o
virutas de poliestireno u otras formas similares de embalaje, o pesticidas -aparte de aquellos
que sean necesarios para fines científicos , médicos o higiénicos-.
El Anexo IV se ocupa de la prevención de la contaminación marina. Prohíbe las
descargas de hidrocarburos petrolíferos o sus mezclas en el área que protege el Tratado
antártico, así como cualquier sustancia nociva líquida o química o de otras sustancias nocivas
para el medio ambiente (art. 4).
El Anexo V trata sobre la protección y gestión de zonas marinas. Fue adoptado por la
XVI Reunión Consultiva del Tratado Antártico realizada en la ciudad de Bonn, Alemania, del
07 al 18 de octubre del año 1991 y entró en vigencia el año 2002.
Por su parte, el Anexo VI trata sobre la responsabilidad emanada de emergencias
ambientales. Para esto, plantea la adopción de medidas preventivas razonables, establecer
planes de contingencia y acciones de respuesta rápida, haciendo responsable al operador que
no lo hiciere del pago de los costos de dicha acción a las otras partes. Dicho Anexo fue
adoptado en la XXVIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico realizada en Estocolmo,
Suecia en 2005, pero no se halla en vigencia por no haber sido ratificado por todas las partes
consultivas.

2.1.2 Controversias ambientales en el ámbito nacional


En este acápite el estudio de las normas que regulan las controversias ambientales se
circunscribe al ámbito nacional. De acuerdo a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, el vasto corpus jurídico en materia ambiental está conformado por
110 Leyes Nacionales, 113 Decretos, 2 Resoluciones Generales, 635 Resoluciones, 5

46
Resoluciones conjuntas, 26 Ordenanzas, 20 Disposiciones, 34 Declaraciones, 2 Actas, 9
Recomendaciones, 7 Decisiones Administrativas, 1 Manifiesto, 1 Decisión y 1 Pacto.2
Habida cuenta de la profusa legislación que existe al respecto en la República
Argentina y que una minuciosa revisión excedería los objetivos de la presente investigación,
para organizar el examen de tales fuentes jurídicas se adoptó el criterio que a continuación se
indica.
En primer lugar, se examinarán las leyes capitales que ordenan y estructuran toda
legislación vinculada al medio ambiente en el país, tal como son la Ley orgánica o
Constitución Nacional y la denominada Ley General del Ambiente (25.675); en segundo lugar,
se consignan las principales leyes nacionales que componen el digesto de normativas que
ratifican importantes Tratados internacionales relativos a materias medioambientales; en tercer
lugar se mencionan normativas específicas de alcance nacional de especial importancia por la
materia que regulan.

2.1.2.1.1 Ley orgánica o Constitución Nacional


El art. 41 de la mentada Ley constituye el punto de referencia máximo en materia de
regulación ambiental en Argentina, pues allí la cuestión adquiere rango de interés perentorio
para garantizar el bienestar de toda la ciudadanía a corto y largo plazo, con una clara alusión al
principio de sustentabilidad como fundamento de dicha prescripción. Este artículo fue incluido
en la Constitución Nacional a partir de la reforma llevada a cabo el 22 de agosto del año 1994.
El texto se incoa de la siguiente manera:
Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el
desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades
presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer,
según lo establezca la ley. (art. 41)

El emplazamiento del tema preservación del ambiente se habilitó mediante el inciso k)


del art. 3 de la Ley 24.309 y fue tratado en la Comisión de Nuevos Derechos y Garantías, en
la que se analizaron 122 proyectos de señores convencionales, 6 proyectos presentados por

2
Esta nomina se encuentra actualizada hasta el día de presentación del presente trabajo de
investigación.

47
instituciones no gubernamentales y 3 proyectos de instituciones gubernamentales externas.
Para Corbatta, J. (s./f.), el art. 41 de la Constitución Nacional representa un nuevo derecho de
los llamados de tercera generación que establece verdaderos principios rectores de derecho
ambiental.
De acuerdo a lo que dicta el único parágrafo, el daño ambiental realizado genera la
obligación de recomponer según lo establezca oportunamente la Ley. Luego se continúa
precisando que las autoridades deben proveer a la protección de este derecho para que sea
posible una utilización racional de los recursos naturales, se preserve el patrimonio natural,
cultural y de la diversidad biológica, y la población pueda acceder a la información y
educación ambientales.
A su vez, se afirma allí que es competencia de la Nación dictar las normas que
contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarlas, sin que ellas alteren las jurisdicciones locales, todo lo cual constituye la
piedra angular desde donde se construye el corpus de normativas que regularán las actividades
humanas en relación al medio ambiente en todo el país. Finalmente, el texto concluye
prohibiendo el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y
de los radiactivos.
Cabe observar, en primer lugar, que se enfatiza en la peligrosidad mediante el adverbio
“ ” h h g
pero que, acondicionados de determinada manera, pueden ser considerados como que carecen
de esa peligrosidad. En segundo lugar, en cuanto a la especificación en forma particularizada
de los residuos radioactivos, se debe señalar que se adoptó el criterio empleado en el ámbito
internacional, de tratar todos los residuos nucleares de manera independiente. Puntualmente,
en el Convenio de Basilea referido al transporte transfronterizo de residuos peligrosos se
especifica particularmente que no están incluidos dentro de ese capítulo los residuos
radioactivos. (Corbatta, J., s./f.)
Sobre el reconocimiento de los derechos de tercera generación, puede citarse el fallo de
la Cámara que intervino en la causa Subterráneos de Bs. As. S.A. c/ propietarios de la estación
de Servicio Shell mencionada en el Estado del Arte como un caso de contaminación ambiental
en donde había sido fundamental la investigación llevada a cabo por el perito de oficio y los
consultores técnicos para determinar la existencia de contaminación. En el fallo la Cámara

48
postula la existencia de un orden público ambiental, que considera inalienable e indisponible
para las partes. Y que la interrelación de derechos personales y humanos y razones de
solidaridad social originaron a los derechos de tercera generación. (Duaygues, s./f.)
Por último, es pertinente mencionar el artículo 43 de la Constitución Nacional, también
contemplado dentro del Capítulo II de Nuevos derechos y garantías, según el cual la Ley
suprema le otorga a cada ciudadano el derecho a interponer acción de amparo, en lo relativo a
los derechos que protegen al ambiente, tanto al afectado directo, como al defensor del pueblo
y a las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la Ley. Este artículo
constitucional, legitima explícitamente la posibilidad de reclamar judicialmente frente a las
acciones que lesionen, restrinjan, alteren, o amenacen de manera arbitraria o ilegal al medio
ambiente.

2.1.2.1.2 Ley General del Ambiente (LGA)


La Ley 25.675 fue sancionada el 6 de noviembre de 2002 y promulgada parcialmente
el 27 del mismo mes3. La misma establece que el ambiente es un bien jurídicamente protegido.
En su art.1° dispone que dicha ley “ í g
gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad
biológica y la implementación ”. En contrapartida, entiende por daño
ambiental a “ ó g
el equilibrio de los ecosistemas, o l ” (art. 27°).
Es taxativa en su art. 3° cuando establece que la ley regirá en todo el territorio de la
nación y que “ ú y z

3
La promulgación parcial se debe al veto que sufrieron dos artículos de la mentada Ley, a saber, el
29°, que establecía la presunción iuris tantum de la responsabilidad del autor del daño ambiental
cuando existieren infracciones a las normas ambientales administrativas, dado que ello era violatorio
del derecho de la defensa en juicio; y el 32°, que autorizaba a los jueces a sentenciar ultra petita -más
allá de lo pedido por la parte-, e incumplía así el principio de congruencia procesal. Además, el art.
entraba en contradicción con el 121° de la Constitución nacional que reserva a las provincias el poder
no delegado, es decir, el conjunto de facultades imprescriptibles que cada una tiene en función del
sistema republicano propio del país.

49
interpretación y aplicación de la legislación específica sobre la materia, la cual mantendrá su
g g y é ”.
Al indicar que es de orden público, está señalando que las convenciones particulares no
pueden dejar sin efecto la aplicación de su normativa. A su vez, en el art. 4° determina los
principios de la política ambiental nacional que deben permanecer incólumes en toda
legislación posterior, y orientar las acciones a implementar ante cualquier problemática
ambiental en el país:
a) Principio de congruencia: establece que tanto la legislación provincial como la
legislación municipal referida al tema ambiental, deberá ser adecuada a los principios y
normas fijadas en dicha ley y, en caso de no serlo, la misma debe prevalecer.
b) Principio de prevención: ordena atender en forma prioritaria e integrada las causas y
fuentes de los problemas ambientales, erradicando o atenuando sus efectos negativos
sobre el ambiente.
c) Principio precautorio: señala que la falta de información o de certeza científica, no
deberá usarse como razón para postergar la adopción de medidas que impidan la
degradación del ambiente.
d) Principio de equidad intergeneracional: determina que los responsables de la
protección ambiental deberán hacerlo para la presente generación y para las futuras.
e) Principio de progresividad: propone la gradualidad en el logro de los objetivos
ambientales.
f) Principio de responsabilidad: impone que los costos de recomposición, por los efectos
degradantes del ambiente, es responsabilidad del generador de los mismos.
g) Principio de subsidiariedad: establece que el Estado tiene la obligación de colaborar,
junto a los particulares, en la preservación y protección del ambiente.
h) Principio de sustentabilidad: recomienda realizar una gestión apropiada del ambiente, a
los fines de que el desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los recursos
naturales no comprometa las generaciones presentes y futuras.
i) Principio de solidaridad: determina que el Estado nacional y los Estados provinciales
son igualmente responsables por los efectos ambientalmente adversos.

50
j) Principio de cooperación: Norma que los recursos naturales y los sistemas ecológicos
pertenecen tanto al Estado nacional como a los provinciales, y que el tratamiento de
las emergencias ambientales se desarrollarán en forma conjunta.

En su art. 7° la Ley establece la competencia judicial: “L ó y


corresponde a los tribunales ordinarios según corresponda por el territorio, la materia, o las
”. El art. 8°, a su vez, determina los instrumentos de la política y la gestión ambiental:
“E ó
control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas, la educación ambiental, el sistema de
diagnóstico e información ambiental y el régimen económico de promoción del desarrollo
”.
Mediante los artículos 11°, 12° y 13° se impone la obligación de efectuar estudios de
impacto ambiental de manera previa a la ejecución de “
territorio de la na ó g ” (art. 11°). Los estudios de
impacto ambiental deberán contener al menos una descripción detallada del proyecto de la
obra o actividad a realizar, la identificación de las consecuencias sobre el ambiente, y las
acciones destinadas a mitigar los efectos negativos.
En correlación con el art. 41° de la Constitución Nacional, la Ley 25.675 también
dispone que la educación ambiental deberá ser continua y permanente, y que las autoridades
deberán coordinar la implementación de planes y programas para la educación formal y no
formal (art. 15°). En cuanto a la información ambiental, obliga a quienes deban proporcionarla
y señala, a su vez, que todo habitante tiene el derecho a solicitarla mientras no sea legalmente
reservada (art. 16°, 17° y 18°). Aun más, el art. 19 otorga a todas las personas el derecho a ser
consultadas y a emitir su opinión en los procedimientos administrativos relativos a la
preservación y protección del ambiente.
A través del art. 22 implementa un seguro ambiental y un fondo de restauración
ambiental. La LGA obliga a toda persona física o jurídica, pública o privada, que realice
actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y sus elementos constitutivos, a
contratar un seguro que permita la recomposición de daños eventuales, allende la
indemnización que pudiera corresponder por los perjuicios ocasionados a las personas y sus
bienes como consecuencia de un daño ambiental. Es oportuno consignar que la determinación

51
del quantum indemnizatorio es de difícil estimación y, en la mayoría de los casos, la
recomposición del medio ambiente demanda un esfuerzo económico superlativo.
Bajo la premisa de favorecer la prevención programada del medioambiente a nivel
nacional, la LGA establece la creación del Sistema Federal Ambiental por medio del Consejo
Federal de Medio Ambiente (COFEMA). En el art. 23° se declara explícitamente que ese
sistema federal tiene por objeto “ ó í
al logro del desarrollo sustentable, entre el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y el
C B A ”.
Cuando la recomposición del medio ambiente no sea técnicamente factible, la LGA
prescribe que la indemnización sustitutiva que haya determinado la justicia debe ser destinada
al Fondo de Compensación Ambiental (art. 34°). Este fondo es administrado por la autoridad
competente de cada jurisdicción a fin de sustentar los costos de restauración y/o
recomposición de daños ambientales emergentes y así garantizar la calidad ambiental, la
prevención y mitigación de efectos nocivos o peligrosos sobre el ambiente y la atención de
emergencias ambientales, dentro de las cuales puede hallarse la compensación de los sistemas
ecológicos y el ambiente.

2.1.2.2 Leyes nacionales que ratifican Tratados internacionales


1) Ley 23.724: aprueba el convenio de Viena para la protección de la capa de ozono. Fue
sancionada el 13 de agosto de 1989 y promulgada el 9 de octubre de 1989.
2) Ley 23.778: aprueba el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la
capa de ozono. Fue sancionada el 10 de mayo de 1990 y promulgada el 28 de mayo de
1990.
3) Ley 23.829: aprueba el Convenio de Cooperación entre la República Argentina y la
República Oriental del Uruguay para prevenir y luchar contra incidentes de
contaminación del medio acuático producidos por hidrocarburos y otras sustancias
perjudiciales. Fue sancionada el 13 de setiembre de 1990 y promulgada el 26 de
setiembre de 1990.
4) Ley 23.922: aprueba el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación. Fue sancionada el 21 de
marzo de 1991 y promulgada el 15 de abril de 1991.

52
5) Ley 24.216: aprueba el Protocolo al Tratado Antártico sobre protección del Medio
ambiente. Fue sancionada el 19 de mayo de 1993 y promulgada el 11 de junio de 1993.
6) Ley 24.295: aprueba la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático. Fue sancionada el 07 de diciembre de 1993 y promulgada el 30 de
diciembre de 1993.
7) Ley 24.375: aprueba el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Fue sancionada el 07
de setiembre de 1994 y promulgada el 03 de octubre de 1994.
8) Ley 24.701: aprueba la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la
Desertificación en los Países afectados por Sequía Grave o Desertificación, en
particular en África. Fue sancionada el 25 de setiembre de 1996 y promulgada el 18 de
octubre de 1996.
9) Ley 24.774: aprueba el Tratado sobre Medio Ambiente suscripto con la República de
Bolivia el 17 de marzo de 1994. Fue sancionada el 19 de febrero de 1997 y
promulgada el 04 de abril de 1997.
10) Ley 24.930: aprueba el acuerdo con la República Federativa de Brasil sobre
Cooperación en Materia Ambiental suscripto en Buenos Aires el 09 de abril de 1996.
Fue sancionada el 09 de diciembre de 1997 y promulgada el 14 de enero de 1998.
11) Ley 25.438: aprueba el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático. Fue sancionada el 20 de junio de 2001 y
promulgada el 13 de julio de 2001.
12) Ley 25.841: aprueba el Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente del Mercado Común
del Sur (Mercosur). Fue sancionada el 26 de noviembre de 2003 y promulgada el 09
de enero de 2004.
13) Ley 26.011: aprueba el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos
Persistentes. Fue sancionada el 16 de diciembre de 2004 y promulgada el 10 de enero
de 2005.
14) Ley 25.279: aprueba la Convención Conjunta sobre Seguridad en la Gestión del
Combustible Gastado y sobre Seguridad en la Gestión de Desechos Radiactivos
(adoptada en Viena, República de Austria, el 05 de setiembre de 1997). Fue
sancionada el 06 de julio de 2000 y promulgada el 31 de julio de 2000.

53
2.1.2.3 Otras leyes nacionales referidas a la temática ambiental en el país
1) Ley 20.284: regula las Fuentes de Contaminación Atmosférica y dispone fijar las
Normas de calidad de aire y las concentraciones de los contaminantes, a la vez que
dispone establecer un Plan de Prevención de Situaciones Críticas. Fue sancionada y
promulgada el 16 de abril de 1973.
2) Ley 24.051: trata sobre la generación, manipulación, transporte, tratamiento y
disposición final de residuos peligrosos. Fue sancionada el 17 de diciembre de 1991 y
promulgada el 08 de enero de 1992.
3) Ley 25.018: establece el régimen de gestión de Residuos Radiactivos. Fue sancionada
el 23 de setiembre y promulgada el 19 de octubre de 1998.
4) Ley 25.612: “P í P ó
G ó I g R I y A S ”. F
sancionada el 3 de julio de 2002 y promulgada el 25 de julio de 2002.
5) Ley 25.670: “P Mí P ó A gestión
y eliminación de los Bifenilos Policlorados (PCB´s)”
descontaminación, eliminación, producción, comercialización y el ingreso al país de
los mismos. Fue sancionada el 23 de octubre de 2002 y promulgada el 19 de
noviembre de 2002.
6) L y 25.688: “Rég G ó A Ag ”. E
mínimos ambientales para la Preservación, Aprovechamiento y Uso Racional de las
mismas. Fue sancionada el 28 de noviembre de 2002 y promulgada el 30 de diciembre
del mismo año.
7) Ley 25.831: “Rég L A I ó Pú A ”.
Garantiza el derecho de acceder a la información ambiental que tuviere el Estado. Fue
sancionada el 26 de noviembre de 2003 y promulgada el 06 de enero de 2004.
8) Ley 25.916: regula la gestión integral de residuos domiciliarios, recolección,
transporte, tratamiento y disposición final. Fue sancionada el 04 de agosto de 2004 y
promulgada el 03 de setiembre de 2004.
9) Ley 26.562: “L y P Mí ó
”. F 18 2009 y g
15 de diciembre de 2009.

54
10) Ley 26.639: establece el régimen de Presupuestos Mínimos para la preservación de los
glaciares y del ambiente periglaciar. Tiene por objeto preservar los mismos como
reserva estratégica de recursos hídricos; dispone su inventario y los constituye en
bienes de carácter público. Fue sancionada el 30 de setiembre de 2010 y promulgada
el 28 de octubre de 2010.
11) Ley 26.815: “L y N M j F g ”. Dispone los Presupuestos Mínimos
para la protección ambiental en casos de incendios forestales y rurales. Crea el Sistema
Federal de Manejo del Fuego, cuyo objetivo, entre otros, es proteger y preservar el
medio ambiente del daño producido por los incendios. Fue sancionada el 28 de
noviembre de 2012 y promulgada el 10 de enero de 2013.

2.2 La importancia de los peritos en los procesos judiciales por controversia


ambiental
Todo proceso judicial implica el desarrollo de determinadas acciones según el orden y
formalidades que establezca el Código de Procedimiento propio de cada fuero: penal, civil o
laboral. De ahí que para entender adecuadamente los deberes, obligaciones y derechos de los
peritos, sea preciso determinar previamente cuál es el ámbito o fuero judicial en el que se
produce la controversia ambiental.
Los peritos revisten un papel relevante en un proceso judicial porque son quienes, a
partir de su idoneidad profesional y el debido examen, ayudan al juez a entender o dilucidar
las causas o características de un determinado hecho litigioso. La posibilidad de existencia de
una figura tal en el curso de un litigio supone considerar, entonces, las clases de peritos que
prevé el ordenamiento legal vigente en Argentina. Se ofrece, a continuación, la siguiente lista:
1) Peritos oficiales: son profesionales con título y colegiación, que pertenecen a la planta
permanente del Estado y que desarrollan su actividad en la Oficina Pericial de los
Tribunales (art. 120, cap. IV, Ley orgánica del Poder Judicial N° 5827).
2) Peritos de lista: profesionales con título y colegiados. Son auxiliares de la justicia
inscriptos en la SCBA y cuyos nombramientos de oficio se hacen por sorteo de una
lista confeccionada de acuerdo al reglamento del Acuerdo 2.728 de la SCBA, Anexo I
(ac. 3229).

55
3) Peritos de no lista: profesionales con título, pero no colegiados por no existir tal
instancia.
4) Peritos colegiales: cuando son convocadas las universidades públicas o privadas,
organismos públicos nacionales, provinciales o municipales, o los colegios
profesionales, por considerarse que es menester un conocimiento profundo y muy
técnico por la complejidad de un determinado caso (CPCYC, art. 475). A esta clase de
peritos Alsina (1961) los denomina corporativos. 4
5) Peritos de Parte no oficiales: profesionales propuestos por las partes del proceso pero
que no pertenecen a ninguna de las categorías anteriormente citadas.
6) Peritos idóneos: personas sin título, pero que son hábiles en la disciplina que ejercen.

2.2.1 El proceso judicial en materia ambiental en el fuero penal


El proceso judicial en materia ambiental penal se inicia con la denuncia ante la fiscalía
que, por turno o por competencia, se halle habilitada para recibirla. Si la misma fuere
presentada ante el juez, éste la girará al fiscal, que es quien dirigirá, practicará y hará practicar
la investigación5 y ordenará las diligencias a seguir, a fin de obtener los medios de prueba
necesarios para acreditar los hechos denunciados y producir, en consecuencia, el dictamen
acusatorio ante el juez, quien es el encargado de dictar sentencia.
Si el Fiscal determina que son necesarios conocimientos especiales, ajenos a su saber
específico en alguna disciplina científica, y que deberá ser auxiliado por personas que
dominen tales ciencias o artes, a los que se denomina peritos, entonces procederá al

4
Sobre esto conviene extenderse en algunas precisiones que aporta el autor: Normalmente el cargo de
perito se discierne a una persona física, pero nada impide, cuando por cualquier circunstancia no se
encuentren reunidas en ella las condiciones requeridas, que el examen se encomiende a una entidad,
pública o privada, prefiriéndose, sin embargo, a las corporaciones académicas en razón de la mayor
garantía de idoneidad e imparcialidad que ofrecen. (pág. 479)
5
D . 59 C.P.P. P . B . A .: “E Ag F g
facultades: 1.-D g yh I g ó P P ”.

56
nombramiento de los mismos.6 Esta designación se realiza entre los peritos oficiales -
profesionales que pertenecen a la planta permanente del Estado y que desarrollan su actividad
en la Asesoría Pericial del Poder Judicial-, pero, en caso de no haberlos, se efectúa entre los
funcionarios públicos que posean título profesional (CPP, art. 247).
De no hallarse entre estos el profesional requerido, el Fiscal puede recurrir a los peritos
de lista de profesionales inscriptos en la SCJ7 y, en el supuesto que tal extremo tampoco fuere
posible, el CPP 8 y el art. 100 de la Ley 5.827 (Ley orgánica del Poder judicial)9 le confieren la
potestad de nombrar a un idóneo en la materia. Ahora bien, el que funge en calidad de perito
debe poseer título habilitante en la materia a la cual pertenezca el punto sobre el que ha de
expedirse (CPP, art. 244), y prestar juramento (CPP, art. 218).
También debe guardar reserva de su actuación y de los resultados de la misma mientras
dure el proceso; de no hacerlo se expone a la sanción disciplinaria correspondiente, la cual se
aplica ante negligencia, inconducta o mal desempeño (CPP, art. 253). No podrán
desempeñarse como peritos: los incapaces, los testigos, los condenados, los inhabilitados, los
familiares del imputado, los empleados en relación de dependencia del mismo, además de las
causales legales de excusación y recusación establecidas para los jueces.10

6
El art. 244 del Código P P : “S
para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinentes a la causa, sean necesarios o
g é .”
7
Cfr. Acuerdo n° 2728, art.1.
8
Cfr. Art. 244 del C.P.P.
9
Ley Orgánica del Poder Judicial 5827, Cap. III: Tasaciones, Traductores, Intérpretes, Calígrafos y
Peritos en General.
10
Cfr. C.P.P. cap. III, art. 17. Son causas legales de recusación, por ejemplo, el parentesco por
consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las partes, sus
mandatarios o letrados; tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado , interés
en el pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, procuradores o
abogados; tener el juez pleito pendiente con el recusante; tener el juez con alguno de los litigantes
amistad que se manifieste con gran familiaridad o frecuencia de trato; ser el juez acreedor, deudor o
fiador de alguna de las partes, con excepción de los bancos oficiales.

57
El resultado de un peritaje o dictamen pericial se presenta por escrito o se hace constar
en acta (C.P.P. art. 250) según el plazo dispuesto por el fiscal (CPP, art. 248). El documento
debe contener una descripción detallada de personas, cosas, lugares o hechos examinados en
las condiciones originales en que estos han sido encontrados, con un relato exhaustivo de las
prácticas realizadas que abarque desde la recepción o toma de la muestras hasta la producción
de los resultados y conclusiones de las mismas.
Los informes deberán reportar la cronología exacta de las etapas recorridas, es decir,
deben indicar fecha de inicio y finalización de las prácticas, como asimismo los horarios
pertinentes. En el caso de que hubiera más de un perito, el peritaje se efectúa en conjunto,
elaborando un informe en común en caso de estar de acuerdo y, cuando esto no ocurre, es
decir, en caso de desavenencia, cada uno debe presentar su informe por separado (CPP, art.
249).

2.2.2 El proceso judicial en materia ambiental en el fuero civil


Cuando el juez necesita comprobar, explicar o justipreciar hechos técnicos
controvertidos en un proceso judicial en materia civil que son ajenos a la formación jurídica de
dicho magistrado, también aquí este debe supeditarse al juicio de una persona versada en la
materia sobre la que se ignora (CPCC art. 457). A contrario sensu de lo que acontece en
materia penal y laboral, en este fuero las partes deberán ponerse de acuerdo, a fin de proponer
un único perito que se expida técnicamente sobre el caso.
Cuando el acuerdo no fuera posible, el tribunal tiene la obligación de nombrar a un
tercer perito, además del propuesto por cada una de las partes. La triple designación debe
hacerse en tiempo simultáneo (CPCC, art. 459). En casos complejos o de suma gravedad el
juez puede designar él mismo los tres peritos. En cualquier caso, estos deben atenerse a los
puntos de pericia peticionados por el juez, quien es el que determina asimismo el plazo para
que sean presentados los dictámenes periciales. Cuando ello no ha sido fijado expresamente,
se asume que el tiempo para expedirse no debe superar los treinta días (CPCC, art. 459, 2°).
Los peritos designados tienen derecho a solicitar anticipo para gastos dentro del tercer
día de haber aceptado el cargo a tenor de la naturaleza de la pericia. Si tal importe no fuera
depositado por la parte dentro del quinto día, se desistirá de la misma (CPCC, art. 461). Los
peritos deberán tener título habilitante para el caso de hallarse reglamentada su profesión y en

58
caso contrario, o cuando no hubiere peritos en el lugar del proceso podrá nombrarse a un
idóneo en la materia, aún cuando careciere de título (CPCC, art. 462).

2.2.3 El proceso judicial en materia ambiental en el fuero laboral


La actuación de los peritos en el fuero laboral queda plasmada en los artículos 37 y 38
de la Ley 11.653 de los Tribunales de Trabajo. En este ámbito no hay posibilidad de designar
peritos por acuerdo de partes, tal como se consignó sumariamente al abordar el fuero penal.
De acuerdo al art. 37 de la ley citada, estos son nombrados por el tribunal en un todo de
acuerdo con lo normado en el reglamento para la confección de listas y designaciones de
oficio de profesionales auxiliares de la Justicia.11
Las designaciones de oficio de esta lista son irrenunciables, so pena de recibir
sanciones. Sin embargo, pueden existir excusaciones o haber recusaciones, las que al ser
admitidas o rechazadas por el Tribunal son inapelables. De no presentarse a aceptar el cargo
dentro del tercer día hábil, sin justificación, será causa de exclusión de todas las listas de
peritos (Ac. 3229, art. 36).
El número de peritos varía según la índole del asunto a juicio del presidente del
Tribunal de uno a tres por cada cuestión técnica sometida a decisión judicial. El peritaje se
realiza en forma conjunta, por lo que deben examinar, deliberar, concluir e informar de común
acuerdo, salvo que disintieran, en cuyo caso se emitirá el dictamen de cada perito de modo
separado, pero en el mismo escrito si fuere posible (CPCC, art. 472).
Según art. 38 de la mentada Ley, los peritos disponen de veinte días para la
presentación del informe, y lo harán con tantas copias como partes intervengan en la
controversia legal. De no expedirse en tiempo y forma, o no comparecieren a las citaciones, se
dejará sin efecto su designación, con la concomitante exclusión de las listas de peritos y sin
derecho a honorarios, si les correspondiere.

2.2.4 Sobre los honorarios


Todas las actuaciones periciales de los peritos actuantes, de todas las categorías
apuntadas y en todos los fueros, devengarán honorarios, los que serán fijados por los
magistrados intervinientes. En este ítem también están incluidos los peritos oficiales (con

11
Cfr. Acuerdos 2728 y 3229 de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires (SCBA)

59
excepción de los actuados en causas penales, inscripción de nacimientos y los requeridos por
el Ministerio Público Fiscal, según el art. 4 del Acuerdo 1870 de la SCJ y art. 125, 1° pa de la
Ley 5.827), en cuyos casos:
Los magistrados practicaran la regulación de los honorarios respectivos, por su
actuación en causas de los fueros civil y comercial, de familia y laboral aplicando el
mismo criterio y pautas utilizadas para la fijación de los honorarios de los peritos de
y ”. ( . 8 A 1870 SCBA)

E “ h norarios y gastos derivados por su actuación en otros fueros


serán depositados en la denominada Cuenta Fiscal Recaudadora abierta a tal efecto por la
Suprema Corte de Justica en cada Departamento Judicial donde tramiten las actuaciones
” ( rt. 5 del Acuerdo 1.870). En cuanto hace a los honorarios de los peritos de parte
no oficiales, los mismos serán acordados libremente entre los contratantes.

2.2.5 Algunas reflexiones sobre la función pericial


Cabe aseverar que la designación para la función pericial impone la obligación de ser
llevada a cabo personalmente, sin ninguna posibilidad de ser delegada, lo que no obsta
requerir y/o recibir colaboración de terceros. El perito designado para coadyuvar a la justicia
en el esclarecimiento de una determinada controversia, no puede sustraerse a dicho
nombramiento, excepto cuando invocara una razón o motivo valedero que justificara su
negativa a participar del caso en cuestión. Esta acción determina como consecuencia la
exclusión del perito de la lista de sorteo por el periodo de su vigencia (un año a partir de la
inscripción en dicha lista y hasta dos años consecutivos como máximo).
Con frecuencia la función del perito es mal entendida, tanto por aquellos que están
investidos de este título, como por muchos otros que colaboran en la administración de la
justicia. El perito ni es letrado -por lo que no puede aducir o hacer referencia a ninguna
normativa legal en sus informes-, ni participa del oficio del magistrado como para
recomendarle o intervenir en su fuero con opiniones o juicios al modo de sentencias.
A su vez, haber sido capacitado para fungir como perito -tal como lo manda el Acuerdo
2728, inc. I- no confiere a este el rango de perito oficial. Esto es importante aclararlo porque
no pocas veces se constata que, quienes han hecho el curso previsto por la Resolución 2329/96

60
de la SCBA para actuar en calidad de perito de lista, se consideran de hecho revestidos de tal
función, aún cuando no pertenezcan a la Planta oficial del poder judicial.
El perito es simplemente auxiliar del juez. Un instrumento viviente que pone sus
conocimientos al servicio del bien civil y público. Es por eso que su accionar no se limita a
producir un mero informe y ya queda deslindado de la causa para la que ha sido designado. El
perito, por el contrario, queda a disposición del juez todo el tiempo en que dure el litigio en
relación a la pericia para la que fue designado, debiendo dar las debidas explicaciones
complementarias una vez presentado su informe pericial, si así se lo exigiera el magistrado, en
audiencia o por escrito (CCYC, art. 473). No responder a este pedido no solo hace que el
perito pierda su derecho a recibir honorarios total o parcialmente, sino que es pasible de las
sanciones previstas en la ley.
Nunca es demasiado insistir en que el perito solo debe pronunciarse acerca de los
puntos de pericia, es decir, los ítems sobre los cuales fue preguntado. En este sentido, la
SCJBA ha dispuesto que: ” j ó los puntos
ofrecidos por las partes, pudiendo estas últimas requerir aclaraciones sobre tales tópicos, pero
limitándose al objeto consignado expresamente en los primitivos requerimientos”. (SCBA,B
50845 S 13-4-1993, Juez Laborde, SD)
El perito debe ser objetivo en sus apreciaciones y no debe emitir opinión, ya que
invalidaría el dictamen. De aquí que la SCJBA sostiene:
El perito no puede tener otra misión que la de asesorar al juez en punto a la apreciación
de los hechos para los que se requiere el conocimiento especializado de una ciencia o
industria: todo aquello que rebase esa función auxiliar, resulta carente de valor de
convicción. (SCBA, L 67909 S 11-5-1999, Juez Salas, SD)

Pero aun cuando el peritaje se ajustara total e íntegramente a lo exigido por el


procedimiento en curso, ello no implica que el dictamen pericial sea vinculante para el Juez.
Esto es, sin dudas, un aspecto frecuentemente ignorado pero de importancia radical en
cuestiones legales, no obstante que, para apartarse de él, el juez deberá fundar sus razones:
“los tribunales tienen facultades para apartarse de las conclusiones periciales, en tanto dicha
prueba carece de efecto vinculante desde que son los jueces quienes ejercen la potestad
jurisdiccional y el perito es un mero auxiliar de h .” (SCBA,L 65978 S 27-10-
1998, Juez Hitters, SD)

61
El informe pericial debe expresar detalladamente las operaciones técnicas, instrumental
utilizado, prácticas e investigaciones realizadas, bibliografía y razones que lo condujeron a
emitir su conclusión. Este informe podrá ser auxiliado por la adición de planos, mapas,
maquetas, fotografías, filmaciones, animación computada en 3D, o reconstrucción virtual, que
atañen a la controversia y que adunan al dictamen pericial.
Si los dictámenes son presentados por los peritos de lista los mismos deberán
redactarse según las reglas señaladas para la confección de escritos judiciales. Tratándose de
dictámenes presentados por los peritos oficiales, se aplicarán las reglas establecidas para las
resoluciones judiciales. Pero en el caso de los informes que presenten los peritos de parte no
existe normativa alguna que regle o imponga indicaciones concretas sobre las formalidades de
presentación a las que debe atenerse tal clase de perito. (SCBA, Acuerdo 2514)
Si el dictamen pericial es defectuoso según el parecer de la parte afectada, es decir,
aquella que podría verse vulnerada ante un resultado pericial viciado, este podría ser
impugnado, si la parte en cuestión así lo solicita, previa fundamentación. El juez notifica al
impugnado y le concede un plazo para que presente las explicaciones que convengan. Luego
de este procedimiento, el magistrado es quien acepta o rechaza la impugnación. Si la misma
resultara efectiva, ello implicaría el cese de las funciones del perito hallado en falta.
Si el juez lo estimara necesario, puede disponer que se practique otra pericia o se
perfeccione o se amplíe la anterior, según el sistema de designación pertinente. Las causas de
descalificación de un dictamen pericial son múltiples, algunas de las cuales ya han sido
señaladas, esto es, cuando el perito no satisface los puntos de pericia o se extralimita en su
función. Pero otras causales pueden ser la negligencia del perito, equivocaciones manifiestas o
la no incumbencia del perito para el caso para el cual fue designado porque sus conclusiones
rebasan el área de estudio de su especialidad.

Cap. 3. El estatuto epistemológico de las Ciencias Ambientales


La estructura del presente capítulo se organiza en dos partes. En la primera de ellas se
abordan diversas cuestiones relativas al estatuto epistemológico de las Ciencias Ambientales
como la especificación de su campo y enfoque de estudio; la necesidad de tales ciencias en
base a dos argumentos: la complejidad de su objeto propio y las limitaciones de los ámbitos
del saber que históricamente se atribuyeron el estudio del medio ambiente -las ciencias

62
naturales-; y, por último, la cantidad de Ciencias Ambientales y el problema de la
multidisciplinariedad en lo que respecta a la descripción y explicación de los fenómenos
ambientales.
La segunda parte del capítulo gira en torno a la Geología en particular, buscándose
explicitar más detenidamente el campo de conocimiento de esta ciencia, las disciplinas que la
integran, las técnicas características para la recolección y análisis de datos, los criterios
existentes para los muestreos en el campo, y las herramientas de muestreo en pericias
geológico-ambientales. Una revisión atenta de estas cuestiones permitirá comprender la
estructura noética de dicha ciencia y sus disciplinas auxiliares, en base a las cuales se edifica
todo el aparato metodológico que le permite participar en la resolución de querellas judiciales
medioambientales a través de la actividad que desarrollan los profesionales peritos.

3.1 Las Ciencias Ambientales como campo de estudio


3.1.1 Objeto de las Ciencias Ambientales
Una primera anotación que, prima facie, parecerá conspirar contra el propósito de este
capítulo y, en última instancia, cercenar el pretenso estatuto epistemológico de las ciencias
ambientales, es la que propone Leff (2007, p.6) “
totalidad de los Sistemas Nacionales de Investigación Científica no se reconoce formalmente
la existencia de las Ciencias Ambientales”. Esto, no obstante, puede ser una falacia si se toma
como argumento para negar la existencia de un objeto de estudio particular dentro del
conjunto de las ciencias, denominado ambiente.
Atendiendo a esto último, a lo largo de este capítulo se busca examinar el estado actual
de la cuestión en torno a las Ciencias Ambientales, a fin de determinar su estatuto
epistemológico. Sobre la necesidad de dicha revisión, González Ladrón de Guevara (2007, p.
31) sentencia: “L certificación de las Ciencias Ambientales requiere una justificación
epistemológica y una justificación práctica sobre la especificidad de su objeto de conocimiento
y sobre su necesaria aplicación para la comprensión y resolución de los problemas ambientales
j ”.
Tanto más necesario se torna esa justificación por cuanto, como el autor mismo señala,
hoy en día es posible encontrar nombres de diversas disciplinas ambientales (Economía
ambiental, Ingeniería ambiental, Psicología ambiental, Antropología ambiental, Sociología

63
ambiental, Derecho ambiental) pero no es claro si deba reconocérselas como tales dentro de un
nuevo espacio epistémico o asignarles, por el contrario, un lugar dentro de las estructuras
científicas y académicas ya establecidas, al modo de ramas temáticas.
Las Ciencias Ambientales surgen como una necesidad de ordenar el conocimiento
científico, a fin de explicar y entender la complejidad del medio ambiente, y que no se puede
llevar a cabo desde el punto de vista de cada disciplina científica en particular. Si bien están
fuertemente ancladas en las Ciencias Naturales, quizá porque tradicionalmente estas
reivindicaron el estudio del ambiente como algo privativo de su campo de incumbencia, el
juicio predominante en la actualidad es que el estudio del ambiente no puede omitir el aporte
de las Ciencias Aplicadas y de las Ciencias Sociales.
Desde el movimiento ambientalista de los años 70 producido a nivel global es que se
comienza a tomar conciencia de los problemas ambientales y su dimensionamiento,
entendiéndose que urgía un conocimiento sistemático, riguroso y objetivable del ambiente a
fin de coadyuvar en la atenuación o solución de los diversos desequilibrios derivados tanto del
dinamismo de la naturaleza como de los efectos de la actividad del hombre sobre la misma.
Paulatinamente diversos científicos y epistemólogos aislada o conjuntamente empezaron a
teorizar sobre el ambiente como objeto de estudio y constitutivo de un espacio científico
autónomo en el que se entrecruzaran distintas disciplinas.
Esta preocupación por el medio ambiente fue secundada por diversos organismos
nacionales e internacionales, entre ellos la UNESCO y el PNUMA, que en 1975 y en
consonancia con la recomendación 96 de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el medio
h (E 1972) “
establecer un programa internacional de educación sobre el medio, de enfoque
interdisciplinario y con carácter escolar y extraescolar, que abarque todos los niveles de la
ñ z ” j P g I E ó A
(PIEA).
En Belgrado (ex Yugoslavia), del 13 al 22 de octubre de 1975, en cooperación con el
PNUMA y el Centro de estudios internacionales de la Universidad de Belgrado, se realizó el
Seminario Internacional de Educación Ambiental, que fue la primera ocasión para el PIEA de
promover el intercambio de información entre especialistas del medio ambiente. Cabe
destacar, sin embargo, la realización del Primer Simposio sobre Ecodesarrollo organizado en

64
1976 en México por la Asociación Mexicana de Epistemología, donde por primera vez se trató
de consensuar las condiciones epistemológicas para la composición de las llamadas Ciencias
Ambientales. En ese mismo año el Gobierno español y el PNUMA crearon el Centro
Internacional de Formación en Ciencias Ambientales (CIFCA).
Habiendo hecho una introducción sobre los primeros esfuerzos teóricos dirigidos a
fundar las Ciencias Ambientales, es preciso adentrarse en el primer equívoco que suele
generarse en torno a su acepción. No pocas veces se denomina a tales ciencias como Ecología
y, otras tantas más, como ciencias naturales. Ante todo, la Ecología es la parte de la Biología,
una de las tradicionales Ciencias Naturales, que estudia las relaciones de los seres vivos entre
sí y con el medio en el que viven.
Se desprende fácilmente, aclarada esta noción, que la Ecología no se interesa en el
estudio del ambiente con la complejidad de procesos que en él se producen, sino tan solo las
relaciones de los seres vivos con el ambiente. Desde esta mira, por ejemplo, no importa el
estudio de los componente inorgánicos o sus efectos sobre el medio, porque la atención está
puesta tan solo en los seres bióticos u orgánicos.
Por su parte, las Ciencias Naturales estudian la naturaleza siguiendo el camino del
método científico de carácter experimental, es decir, explican los aspectos del medio físico
haciendo abstracción del factor humano. La prescindencia del factor antrópico se debe a que
en torno a dicho factor se configuran las Ciencias Sociales, en cuanto que existen acciones y
productos específicamente humanos, privativas de su especie.
Ahora, no parece apto denominar a las ciencias del ambiente como Ciencias Naturales,
pero no porque el término ambiente no sea intercambiable con el de naturaleza -siempre y
cuando se incluya al ser humano como parte constitutiva suya, tal como se explicará más
adelante- sino que la causa de que resulte impropio ese nombre, es que en las Ciencias
Ambientales no se puede prescindir del factor antrópico, en tanto que es causa de múltiples
procesos de transformación en el medio ambiente. No considerar el punto de vista del factor
antrópico haría que se permaneciese en el ámbito de las ciencias naturales sin más, y ahí sí que
no sería necesario, entonces, la existencia de las ciencias ambientales.
A tenor de lo dicho, nadie negaría que el objeto material de las ciencias ambientales es
el medio ambiente en cuanto resultado de la interacción entre sociedad humana y naturaleza
física, lo que lleva a González Ladrón de Guevara (2007, p. 31) “ j

65
estudio de las ciencias ambientales es en concreto el resultado de esta interacción sociedad-
naturaleza, que se manifiesta tanto en la transformación de los ecosistemas como en la
ó í óg y ó ”.
Pero el quid de la controversia epistemológica consiste, precisamente, en determinar el
objeto formal, perspectiva o punto de vista desde el cual se estudia al medio ambiente por
parte de estas ciencias consideradas en su conjunto. La formalidad propia de las Ciencias
Ambientales viene dada por la relación entre la naturaleza física y el factor antrópico, de modo
tal que puede afirmarse que ellas estudian el medio ambiente en tanto que es modificado por el
accionar del hombre en sociedad.
Es evidente que resulta necesario que exista un nuevo objeto formal o nueva
perspectiva de estudio del medio ambiente para que haya Ciencias Ambientales, que rebase o
supere el enfoque propio de las ciencias naturales, ya que si no hay diversidad de enfoques no
puede haber diversidad de ciencias. En efecto, el principio epistemológico que subyace aquí es
que a distinto objeto formal distinta es la ciencia que se constituye.

3.1.2 Necesidad de las Ciencias Ambientales


Un aspecto importante a resolver desde el punto de vista epistemológico es si
realmente es necesario que existan las ciencias ambientales. En este sentido, cabe preguntarse
qué sentido tiene la anuencia interdisciplinar en el estudio de un mismo objeto, en este caso el
ambiente, con el fin de constituir un nuevo marco de investigación científica. Para ello, basta
considerar dos argumentos íntimamente relacionados, a saber, la complejidad del objeto de
estudio y la limitación propia de las ciencias naturales.

3.1.2.1 Argumento basado en la complejidad del objeto de estudio


Si un objeto es complejo, es decir, revista múltiples aristas y convergen en él factores
de diversa naturaleza que posibilitan su existencia o inciden en él de algún modo, sería
impreciso y por demás reduccionista pretender delimitarlo para su estudio sólo desde una
perspectiva o punto de vista, excluyendo otros enfoques simultáneos que permitirían obtener
una aproximación, descripción o explicación más vasta y diáfana sobre la realidad estudiada.
El medio ambiente es, precisamente, un tipo de objeto como el indicado antes. La
diversidad de procesos y la multiplicidad de agentes naturales/humanos que en él participan o

66
intervienen interactuando de un modo constante, exige buscar una instancia de integración
para llegar a un conocimiento más acabado de la realidad en cuestión:
La dimensión ambiental implica el estudio de numerosas variables que se
interrelacionan, tanto en el ámbito de las características y propiedades de los
ecosistemas, como de las distintas formas y expresiones culturales que ejercen las
sociedades en su continuo interactuar con la naturaleza; los objetos de estudio
ambiental son, por lo tanto, de naturaleza compleja, puesto que abarcan interrelaciones
dinámicas y variadas entre elementos, estructuras, procesos y funciones de los
ecosistemas y las culturas que incluyen visiones divergentes del mundo, individual y
colectivo. (Castiblanco Rozo, 2007, p. 160)

Es así que resulta necesario un área de investigación interdisciplinar e interprofesional


que tenga por objeto de estudio al medio ambiente y que determine en qué consisten los
problemas ambientales:
El ambiente no es posible entenderlo desde la perspectiva de la ciencia clásica porque
no es un objeto empírico medible y acotable. Es, más bien, un campo de interrelaciones
entre objetos factuales y teóricos, que exigen aproximaciones diferentes y
complementarias para su comprensión. Esto explica en buena medida las dificultades
para la consolidación de las ciencias ambientales desde las perspectivas de las ciencias
clásicas. (RCFA, 2007, p. 16)

La complejidad propia del ambiente como objeto de estudio supone adoptar un modo
de conocimiento sobre la naturaleza intrínsecamente diferente al que ha propugnado la ciencia
clásica, heredera de la primera modernidad, y contraponer un pensamiento igualmente
complejo como el objeto que pretende estudiar:
Ante la necesidad de entender la complejidad del objeto de estudio e intervención
propio de las ciencias ambientales, se ha hecho necesario un nuevo tipo de saber, un
nuevo tipo de ciencia en la que el pensamiento complejo es una de sus características
más destacadas. (RCFA, 2007, p. 17)

En esta línea teórica se inscribe Castiblanco Rozo (2007) cuando aboga por una
comprensión de la totalidad de un fenómeno, que no se reduzca al estudio de las partes, y que
contemple la mutabilidad de las relaciones entre los agentes intervinientes. La autora reconoce
que en la ciencia contemporánea, a diferencia del paradigma científico fruto de la primera
modernidad, en lugar de segmentar el conjunto para estudiar cada una de sus partes
separadamente, se mantiene y se estudia éste como una unidad operativa, abandonándose así
el análisis cartesiano y emergiendo, en contrapartida, un análisis funcional.

67
3.1.2.2 Argumento basado en la limitación de las Ciencias Naturales
Las Ciencias de la Naturaleza o Ciencias Naturales no pueden dar por sí solas una
respuesta satisfactoria a los interrogantes y problemas teóricos que presentan la compleja
cuestión medioambiental. Al tener que prescindir del factor antrópico como condición sine
qua non para su constitución epistemológica, las ciencias naturales están limitadas en su tarea
de exploración, descripción y explicación de los fenómenos ambientales porque carecen de la
consideración de ese importante factor como agente de cambio en los procesos naturales.
El estudio del ambiente ha sido por mucho tiempo considerado una prerrogativa de las
ciencias naturales. Físicos, geólogos, astrónomos, químicos y biólogos han reivindicado como
algo que les es propio e inherente el estudio del ambiente. Pero esta concepción del ambiente
como algo privativo tiene sus limitaciones. En primer lugar, porque ninguna de las ciencias
naturales por sí mismas puede dar una explicación completa e integral de una problemática
ambiental. De hecho, ellas mismas necesitan complementarse para comprender mejor un
determinado fenómeno.
Pero aún cuando exista cierta interdisciplinariedad entre las ciencias naturales para
estudiar al medio ambiente, una aproximación teórica solo desde tales ciencias resulta
deficiente, porque las complejas relaciones que dan lugar a la formación del ambiente, como
se ha anotado en el argumento anterior, no se agotan en la observación e investigación que
ponen en marcha las ciencias naturales mediante sus diversos métodos y técnicas.
El siguiente pasaje reflexiona sobre la incapacidad de las Ciencias Naturales
(denominadas clásicas en el fragmento citado) para dar una respuesta integral a los problemas
ambientales, y plantea la necesidad de un enfoque multidisciplinar:
(…) L j y
ha hecho evidente la incapacidad de las ciencias clásicas para cumplir con estos
objetivos. Dadas la fragmentación, especialización y linealidad del pensamiento que
caracterizan al desarrollo científico de la primera modernidad, las diferentes disciplinas
científicas no han podido dar cuenta satisfactoriamente de la multiplicidad de
elementos, interrelaciones y determinantes de las situaciones en que se expresa la crisis
ambiental contemporánea, ni del concepto de ambiente que podría explicarla. (RCFA,
2007, p. 16)

Luego de indicar que la complejidad propia del ambiente como objeto de estudio y la
limitación de las Ciencias Naturales para asumir con exclusividad dicho estudio, permite la
convergencia de otras Ciencias para un abordaje integral del medio ambiente, puede agregarse

68
alguna observación acerca de la relación entre el objeto formal de cada una de las ciencias por
separado y el objeto formal de las Ciencias Ambientales, dado que, como se ha dicho, en este
orden del conocimiento necesariamente debe haber un objeto formal que sea diverso al de
cada una de las ciencias en sí mismas consideradas.
Podría objetarse, por ejemplo, que no puede haber una ciencia con dos objetos
formales al mismo tiempo, y que por ello resulta incompatible que ciencias independientes
como la Biología, la Física, la Geología o la Sociología integren, al mismo tiempo, un nuevo
campo científico.
La solución se descubre si se entiende que en realidad existen dos órdenes de
consideración intelectual. Uno, es el orden de la ciencia en sí misma, su ámbito propio de
incumbencia, con un status epistemológico definido a partir de la especificidad formal de su
objeto de estudio. Otro, es el orden nuevo que representan las Ciencias Ambientales, por
cuanto aquí hay un nuevo objeto formal que le da una mayor amplitud a las ciencias
consideradas independientemente. En otras palabras, si bien cada ciencia en sí misma
considerada tiene su propio objeto formal, ello no priva que puedan subordinarse a un orden
epistémico mayor, tal el caso de las ciencias ambientales, con un enfoque de estudio distinto.

3.1.3 Número de las Ciencias Ambientales


Aceptado que el ambiente deba ser estudiado multidisciplinarmente, resta considerar
cuántas y cuáles son las Ciencias Ambientales que deberían participar de un estudio de tales
características. Más allá de que dirimir este asunto sea de difícil consecución por la
complejidad de cuestiones que implicaría atender previamente, lo que sí se puede saber es que
la causa última de esta situación radica en la especial posición de las Ciencias Ambientales en
relación a las Ciencias Naturales, por un lado, y a las Ciencias Sociales, por el otro.
Es cierto que el criterio para distinguir las Ciencias Naturales de las Sociales ha sido el
factor humano, tal como se dijo más arriba, pero entonces debe preguntarse qué sucede cuando
hay un tipo de ciencia que asume como punto de partida el estudio del factor antrópico, pero
no es ni ciencia social, porque sólo se pregunta por él en cuanto es origen de transformaciones
en el medio ambiente, ni ciencia natural, porque no se agota en el mero estudio del medio
físico, separándolo de los procesos de socialización. Esto muestra que las Ciencias

69
Ambientales se encuentran en una zona de intersección en donde se cruzan los intereses de las
Ciencias Naturales y de las Ciencias Sociales:
E (…) y
sociales, y en esencia es transdisciplinario y holístico. En este sentido, las ciencias
ambientales son nuevos campos o áreas de conocimiento, que surgiendo de las ciencias
naturales y sociales se aplican al estudio de este objeto, y así adquieren el carácter de
ambientales, al igual que las disciplinas o quehaceres tecnológicos o instrumentales.
(González Ladrón de Guevara, 2007, p. 39)

Carrizosa Umaña (2007) aboga por una integración tanto de las Ciencias Sociales
como de las Naturales en el estudio interdisciplinario del medio ambiente. Así, por ejemplo,
ilustra lo dicho de la siguiente manera:
No es posible disminuir la contaminación causada por una fábrica sin conocer su
estructura y su funcionamiento y esas características no pueden explicarse con el
detalle necesario si no se estudian los modelos mentales y la situación social de sus
propietarios, administradores y trabajadores, todo lo cual está situado realmente dentro
de una totalidad, concepto que, para algunos, representa mejor el campo de estudio de
las ciencias ambientales. (p. 42)

El autor señala que una característica de lo que él denomina ambientalismo complejo,


es la de ser respetuoso con lo otro, inclusive con el pensamiento ajeno, afirmando que en el
campo de las Ciencias Ambientales eso se traduce en un llamamiento a incluir dentro de ellas
todas las actividades que responden a la preocupación ambiental. (Carrizosa Umaña, 2007)
Ese es su criterio de clasificación para determinar a qué ciencia le compete el epíteto de
“ y
ambientales, en cuanto, sin perder su objeto tradicional, se enfoquen a este nuevo objeto”.
(González Ladrón de Guevara, 2007, p. 31)
En consecuencia con lo anterior, dado que las Ciencias Ambientales tienen por objeto
los procesos de interacción entre ecosistema y cultura, o sociedad y naturaleza en diferentes
ámbitos y escalas, ningún estudio completo e integral puede prescindir de ambas dimensiones,
de allí que el esquema moderno de las ciencias resulte simplista y parcial, pues solo atiende al
entorno biofísico que sirve de soporte para la actividad humana, entendiendo por problema
ambiental cualquier efecto que se manifieste en este entorno como agotamiento de un recurso,
daño o contaminación.

70
Según ese esquema, los campos de conocimiento que se ocupan del ambiente
corresponden a las ciencias naturales, básicas o aplicadas, siendo banal la inclusión de las
ciencias sociales. Este es el espíritu que predomina en la institucionalización del saber a nivel
global, pero ello no abole el hecho de que sea inexacto o equívoco. La verdad, en efecto, no
depende del número de personas o instituciones que la convaliden.
Por lo que resulta imperioso advertir que, aun cuando las Ciencias Ambientales no
gocen formalmente de tal rango, y se las considere más bien como fruto de discursos pseudo-
ambientalistas, sin verdadero estatuto epistemológico, no es lícito adscribir a ese pensamiento
por mera imposición o costumbre de época, sino que debe hacerse un verdadero esfuerzo de
intelección para repensar si el sistema moderno de ciencias, realmente es el único capaz de dar
una respuesta total y abarcadora de las problemáticas ambientales, máxime cuando dicho
objeto ha sido descripto como los procesos de interacción entre naturaleza y cultura.
Por último, la intervención multidisciplinar de Ciencias Sociales y Naturales en la
descripción y explicación de los problemas ambientales, no excluye la participación más o
menos jerarquizada de distintas disciplinas para la resolución de los interrogantes que surgen
durante la observación del medioambiente.
La jerarquización en las Ciencias Ambientales merece, no obstante, un cuidado
especial, pues no se trata de asignar de hecho un rol de control o inspección a determinada
ciencia respecto de las demás que conforman este campo del conocimiento, como si en toda
actividad de investigación aquella ciencia debiera ejercer la función de supervisión y fuera
más importante que las demás en virtud de su mayor jerarquía o dignidad.
Al respecto, cabe decir que en los equipos de actuación medioambiental no existe una
profesión que predomine en la conformación ni en la dirección de los mismos, existiendo sí
cierto sesgo en función de la naturaleza del problema abordado:
De esta manera si el objeto de estudio medioambiental es el componente tecnológico
habrá ingenieros; si existe un fuerte sesgo hacia el estudio de la biota, serán los
biólogos los encargados o geólogos si interesa el componente abiótico; si la
problemática se encuentra en el contexto de los espacios urbanos, habrá arquitectos
urbanistas; los médicos harán un importante aporte cuando son el hombre y su entorno
sanitario una parte importante del problema. (Mastrantonio G. , 2001, p. 1)

Esta afirmación supone que ninguno de los diversos profesionales que integran un
equipo de investigación medioambiental debe anteponerse a los demás miembros, en el

71
sentido de que ningún científico tiene preeminencia ante los demás participantes, pero sí
puede, en virtud de que la naturaleza de la problemática le atinge más directamente, encabezar
o supervisar la redacción de los informes relativos al asunto, dependiendo igualmente de los
demás para la aprobación de las conclusiones finales.
En las ciencias ambientales se da un proceso de análisis y de síntesis cognoscitivas, es
decir, se produce un movimiento bidireccional: uno de descomposición de las partes del todo
para su examen cuidadoso y exhaustivo, y otro de integración de dichas partes a fin de adquirir
una visión totalizadora, que permite considerar al mismo tiempo los diversos aspectos que
forman parte de un objeto.
La pregunta que necesariamente surge a partir de lo dicho es acerca de quién realiza
concretamente la síntesis, es decir, quién acomete en la práctica la difícil tarea de integrar los
conocimientos particulares en un todo complejo y unificado, que supere la mera visión
reduccionista a la que se está condenado, si solo se persiguiera un método analítico para la
comprensión de los problemas medioambientales.
Que se busque una mirada comprensiva e integradora, no abole el hecho de que en una
cuestión medioambiental, no todos los componentes o aspectos del problema poseen el mismo
nivel de influencia o condicionamiento. Afirmar sin más la tesis contraria, sería caer en una
simplificación y en una lectura facilista que poco ayuda a la comprensión de la investigación
en sí. Por eso se puede afirmar que sintetizar es reunir las partes del todo descompuesto, sin
por ello perder un sano criterio de jerarquización de las mismas en el todo.
Un principio que bien puede aplicarse en estos casos es que, según el tipo de sujeto que
sea afectado por un elemento perjudicial, se determine el tipo de profesional que directamente
deba afrontar la tarea sintética, es decir, contextualizar las observaciones particulares de las
ciencias/disciplinas intervinientes en un equipo de investigación multidisciplinar.
Ahora, si el estudio de un problema medioambiental se caracteriza por ser
multidisciplinar, la anuencia de diversas ciencias puede darse de dos maneras distintas. En
efecto, no es lo mismo un abordaje transdisciplinar que uno interdisciplinar. Tal como explica
egregiamente Mastrantonio (2001), se entiende por : “ j
profesionales que requieren, a partir de una base en una determinada disciplina, ser
construidos por la participación de conceptos propios ”. ( . 1)

72
Dichos ejercicios se distinguen de las tareas interdisciplinarias, que se ejecutan
necesariamente con la co-participación de distintos profesionales especialistas. De aquí que
. “A
bien, se dará una relación transversal de distintas disciplinas con una conexión jerárquica entre
”. (Mastrantonio G. , 2001, p. 2)

3.2 La Geología como Ciencia Ambiental


Atendiendo a que en la presente investigación se pone especial énfasis en la
participación de la Geología como una de las Ciencias Ambientales al servicio de la
administración de la Justicia en casos de controversias ambientales, se exponen a continuación
algunas cuestiones inherentes a su ámbito de incumbencia, sus métodos, técnicas y
procedimientos, haciendo particular hincapié en la tarea pericial.

3.2.1 Geología Ambiental y Disciplinas Auxiliares


La Geología es la Ciencia Natural que tiene por objeto de estudio los componentes
materiales del sistema planetario -principalmente la Tierra-, la estructura interna y externa
(morfología) y los diversos mecanismos de formación o procesos evolutivos de tales
componentes y estructuras. Su etimología denota la concurrencia de dos términos griegos: geo,
que significa tierra; y logos, estudio o conocimiento.12
Por su parte, la Geología Ambiental es la rama de la Geología que se dedica a compilar
y a analizar datos geológicos con el objetivo de estudiar los problemas creados por el uso
antrópico del entorno natural. La Geología ambiental se relaciona y actúa en conjunto con
todas las demás ciencias del ambiente, ya que en temas ambientales, como se ha dicho
oportunamente, su tratamiento exige un enfoque inter y multidisciplinario. Dicha rama de la

12
La etimología revela el objeto de estudio clásico de esta ciencia, puesto que tradicionalmente se
entendió que la misma solo se concentraba en el estudio de los componentes del planeta Tierra, pero en
la actualidad la visión o campo de acción de la Geología trasciende a dicho objeto y se extiende al
estudio de todos los cuerpos del sistema solar, lo que ha habilitado el uso del nombre de Exogeología o
Geología Planetaria.

73
Geología reconoce por Disciplinas Auxiliares a fin de llevar a cabo sus objetivos primarios las
siguientes: Geomorfología; Hidrología; Meteorología y Pedología:

3.2.1.1 Geomorfología
Es la disciplina que se ocupa de describir y estudiar las formas del relieve terrestre; es
decir que se ocupa del estudio del aspecto geológico del terreno visible o paisaje. Dado que
ciertas actividades antrópicas producen la modificación del paisaje a los efectos de satisfacer
necesidades económicas, urbanísticas, sociales, sanitarias, entre otras, desde esta disciplina
importa considerar con suma atención las siguientes cuestiones: la construcción de diques,
represas y lagos artificiales; la desertificación; la Minería; la disposición final de los residuos
sólidos; las vías de comunicación; los asentamientos humanos y los cementerios.
Los diques, represas y lagos artificiales son obras que conllevan la alteración de toda
una cuenca y su entorno, producen un cambio en el medio ambiente circundante y en su flora,
fauna y actividades antrópicas relacionadas.
La desertificación es el traslado y extensión de las geoformas y procesos inherentes al
desierto, a zonas antes fértiles y productivas. Ello conforma una degradación tal, que el suelo
pierde su cubierta vegetal protectora y es incapaz de mantener su fertilidad y diversidad
biológica. Diversas causas pueden generar este proceso: las técnicas equivocadas de labranza,
el monocultivo, el sobre pastoreo, la deforestación, la erosión eólica, la erosión hídrica y la
decapitación de suelos.
La Minería es la actividad que tiene por fin la extracción física de materiales de la
corteza terrestre. La problemática que plantea esta actividad estriba en que para obtener
pequeñas cantidades del producto buscado se deben mover grandes volúmenes de material, lo
que implica un significativo impacto ambiental. Se clasifica esta actividad en dos grandes
divisiones: Minería de superficie y Minería subterránea.
La disposición final de residuos sólidos hace referencia a las técnicas de eliminación de
residuos sólidos o semi sólidos que generan las actividades antrópicas. Se los clasifica en
cuatro categorías principales: a) residuos agrícolas, es decir, aquellos remanentes producidos
como resultado de la actividad agrícola-ganadera (fertilizantes, pesticidas, estiércol y restos de
cosechas); b) residuos industriales, constituidos por cenizas, productos químicos, pinturas,
escoria de metales, PVC, PET, PE y el poli estireno expandido; c) residuos comerciales:

74
restos de metales, de alimentos, cartón, papel, madera, vidrio y cerámicas; y d) residuos
domésticos, conformados por restos orgánicos e inorgánicos, que se desechan en los procesos
de alimentación y confort antrópicos.
Las denominadas vías de comunicación (caminos, autopistas, aeródromos, vías férreas
y puertos) son un factor a tener en cuenta como estructuras modificadoras del paisaje, ya que
son generadoras de graves problemas ambientales como: endicamientos, alteraciones del
drenaje, inundaciones, etc. Ello debido a que la utilización de las áreas de préstamo,
incorporación de nuevos materiales, movimiento de suelos, maquinarias y las labores propias
de su construcción producen por sí mismas un importante impacto ambiental en el entorno.
Los asentamientos humanos son todos aquellos conglomerados antrópicos irregulares
desde el punto de vista urbanístico, que generan graves problemas medioambientales, ya que
la ocupación de la tierra se produce antes de contar con la estructura básica de servicios, es
decir, sin luz, agua, ni cloacas, por lo que la construcción de viviendas se vuelve anárquica.
Por ejemplo, la construcción del pozo séptico para la eliminación de excretas cerca de la
perforación para agua de consumo -precaria por cierto, sin encamisar por lo general y con
seguridad en el acuífero freático- produce la contaminación biológica cruzada.
Desde el punto de vista geológico ambiental, este tipo de asentamientos llamados
según sea: villas de emergencia, pueblos jóvenes, callampas o favelas, que se localizan en
tierras de muy bajo valor, con graves problemas de riesgo hídrico (por lluvias o inundación),
con la ausencia de un patrón de uso del suelo y una arquitectura precaria contribuyen en grado
sumo al deterioro del medio ambiente, con graves riesgos para la salud poblacional.
En cuanto a los cementerios, la construcción de este tipo de obras es solo un caso
particular de impacto ambiental, dentro del contexto general que hace a esta problemática. Es
claro que el impacto ambiental y la secuela de contaminación que los aludidos predios aportan
al ambiente, no son para nada despreciables, ya que en principio modifican el paisaje, y debido
a la falta de planificación -sumada al crecimiento disarmónico edilicio y poblacional- y las
actividades antrópicas, afanosas por conseguir cada vez más espacio para la actividad fabril,
habitacional y recreativa, se dejan de lado con frecuencia la asignación de los espacios
pertinentes para la construcción y/o ampliación de las necrópolis públicas, y es aquí
precisamente donde juega un papel preponderante el factor geomorfológico ambiental.

75
3.2.1.2 Hidrología
Es la disciplina que estudia tanto la distribución del agua en el planeta y sus reacciones
físicas y químicas, como su relación con la vida toda. El agua condensada en las nubes
precipita en forma de lluvia, que al llegar a la superficie terrestre adopta tres modalidades: una
parte se infiltra, otra se escurre y otra se evapora, reiniciándose el ciclo. A este movimiento
continuo del agua entre el suelo y la atmósfera se le conoce con el nombre de Ciclo del agua o
Ciclo hidrológico. Según la finalidad que se tenga en el uso de las aguas, estas pueden ser
empleadas para el consumo sanitario, aguas industriales o aguas de uso agrícola-ganadero.
La aguas de consumo sanitario son aquellas que se destinan a la alimentación e higiene
humanas. El agua para tal fin es un alimento, por lo que en Argentina debe cumplirse con lo
preceptuado por su Código Alimentario, el cual en su art. 982 establece la obligación de
someter al agua en su estado natural a un proceso de potabilización, es decir, tratarla en planta
y luego distribuirla para su consumo. La disponibilidad mundial de agua para este fin se torna
cada vez más crítica conforme el ciclo hidrológico es más afectado por los procesos de
contaminación ambiental.
Cualquier proyecto sobre abastecimiento poblacional de aguas, debe tener como
objetivo el estudio y la selección de la fuente de provisión, de acuerdo a un criterio económico
y sanitario, vinculados a la calidad y cantidad del recurso disponible. Los tipos más
importantes de fuentes de aprovisionamiento para abastecimiento poblacional son las aguas
meteóricas, las aguas superficiales, las aguas sub alveas y las aguas subterráneas.
Las aguas meteóricas son las que se obtienen directamente de las lluvias, se colectan
por diversos sistemas y se distribuyen luego para su consumo. Las aguas superficiales son
aquellas aguas que se obtienen de los ríos, arroyos, canales, lagunas, embalses, manantiales,
entre otros. Las aguas sub álveas, en cambio, son captadas mediante galerías filtrantes, zanjas
de drenaje, pozos excavados o pozos puntuales. Finalmente, las aguas subterráneas son las que
se filtran y se acumulan en la zona de saturación de la tierra, formando un depósito
subterráneo llamado acuífero, que es una capa de roca permeable capaz de almacenar, filtrar y
liberar agua.
La importancia del estudio ambiental en este ítem estriba en que el sistema de
distribución es impactado por diversos tipos de contaminación, como por ejemplo: corrosión
de las cañerías de distribución, algas, bacterias, parásitos, hidrocarburos, etc. Por su parte,

76
debido a la composición química de las aguas meteóricas (baja alcalinidad, dureza, y
contenido de dióxido de carbono disuelto), estas suelen ser agresivas para los materiales
tradicionales del sistema de conducción, por lo que estas características deben corregirse antes
de su salida de la planta potabilizadora.
Las aguas que luego de su utilización se desechan se denominan aguas residuales. Se
dividen en dos clases de acuerdo a la metodología de eliminación: sistema de eliminación de
aguas domésticas y meteóricas, también denominado sistema pluvial; y sistema de eliminación
de excretas o sistema de cloacas. El primero de ellos solo reviste interés desde el punto de
vista medioambiental cuando no se encuentra en buenas condiciones hidráulicas de
funcionamiento, produciendo así la mayoría de las inundaciones urbanas y peri urbanas, y
pudiendo contribuir en algunos casos a la contaminación cruzada al interactuar con los demás
sistemas.
Por su parte, el sistema de eliminación de excretas es uno de los principales problemas
medioambientales a resolver si se desea mejorar la calidad de vida poblacional, ya que
inevitablemente colisiona con el crecimiento disarmónico de la población debido a la falta de
planificación en el uso del suelo. Se lo puede subdividir en sistema general o integrado; y
sistema particular o no integrado.
En el primer caso las excretas se derivan al sistema de cloacas y, una vez colectadas,
reciben un tratamiento especial en planta para poder ser vertidas como destino final a ríos,
lagos y lagunas (naturales y/o artificiales) o se acumulan en superficie, en las llamadas lagunas
de oxidación o campos de derrame. En el segundo caso, las excretas no son derivadas a un
sistema general poblacional, sino que se acumulan en lugares cercanos a su generación, en
excavaciones denominadas pozos sépticos, pozos ciegos o pozos negros.
Es de la mayor importancia el impacto contaminante de tales sistemas de eliminación
de excretas. Los sistemas integrados inciden no solo en la flora y fauna propios del cuerpo
receptor, sino que también afecta a los seres humanos, ya que generalmente estos lugares son
utilizados para recreación y esparcimiento, cuando no como fuente de aprovisionamiento. Los
sistemas no integrados, a su vez, cuando se desbordan -por lluvias o inundaciones- producen
contaminación cruzada.
Además del uso sanitario, se indicó que el agua puede destinarse para su uso industrial,
es decir, como elemento imprescindible en los diversos procesos fabriles. A los fines de su

77
estudio, interesa el destino final que tiene este tipo de aguas cuando son desechadas, ya que
cuando se vuelcan a los cuerpos de agua o directamente al sistema pluvial, sin tratamiento
previo, produce contaminación ambiental. Muchos litigios judiciales se asocian a este tipo de
circunstancias.
La carga contaminante -que de por sí contienen las aguas residuales de la industria-
afecta a veces poblaciones enteras, tornando nulos los esfuerzos dedicados a su remediación y
saneamiento. Otro de los problemas que causa el uso de aguas subterráneas para la gran
producción industrial es que, en épocas de plena producción los elevados requerimientos de
agua producen una depresión de los niveles del acuífero por sobreexplotación y hay arrastre
vertical de contaminantes; al cesar la producción los requerimientos de agua son menores o
nulos y entonces se produce el ascenso de los citados niveles a registros históricos, y que
producen innumerables problemas, entre ellos, la llamada contaminación mecánica de los
acuíferos.
Finalmente, fueron citadas las aguas para uso agrícola-ganadero. La producción de
alimentos vegetales se basa fundamentalmente en el uso de agroquímicos sean estos pesticidas
o fertilizantes, que sumado a técnicas poco adecuadas de riego y/o drenaje, favorecen la
incorporación de los mismos tanto a las aguas superficiales como a las subterráneas. Muchas
veces algunos fenómenos de eutrofización tienen su origen de esta manera.

3.2.1.3 Meteorología
Es la disciplina geológica que se dedica al estudio de la atmósfera en sus condiciones
naturales, ya que la calidad del aire respirable puede sufrir variaciones provocadas por causas
naturales o por acción antrópica y recibe diversos nombres de acuerdo a los estudios puntuales
que se realizan. Así, la Meteorología física estudia las propiedades ópticas y físicas; la
Meteorología sinóptica estudia las variaciones diarias; la Climatología estudia las condiciones
medias durante largos periodos de tiempo; y la Aeronomía estudia la atmósfera superior.
Incluye el estudio de las emisiones gaseosas fabriles -efectos locales-, las erupciones
volcánicas e incendios forestales -efectos zonales-, el efecto invernadero y la variación en los
niveles de ozono en el sector antártico con sus oscilaciones periódicas y estacionales del
referido isótopo, el llamado agujero de ozono -efectos globales-.

78
Abarca, además, la determinación de las siguientes variables: a) presión atmosférica; b)
temperatura; c) humedad; d) viento; e) nubosidad; f) visibilidad; y g) precipitaciones. Con
todos estos elementos junto con el uso de imágenes satelitales se intenta pronosticar el tiempo
meteorológico con hasta 72 horas de anticipación y con probabilidades de hasta un 70% de
acierto. En lo que concierne a la problemática ambiental la atmósfera es objeto de estudio en
tanto que es el medio más dinámico que tiene la naturaleza para difundir, mezclar y depositar
contaminantes. Incluye lluvias, viento, granizo, nieve y temperatura ambiente, al igual que
huracanes y ciclones.
La alteración de cualesquiera de estos componentes en su medida histórica genera
perjuicios ambientales como inundaciones, pérdida de cosechas, alteraciones en el tránsito y
comunicaciones, aludes, avalanchas, flujos y torrentes de barro, deflación, ablación,
deslizamientos, degradación de suelos, efecto invernadero, entre otros ejemplos. En este
campo de acción la Geología ambiental es de suma importancia a los fines de determinar el
riesgo geológico, que es el que se ocupa de la identificación de los entornos estables -en
términos geológicos- y la predicción de desastres naturales asociados con las fuerzas
geodinámicas.

3.2.1.4 Pedología
Es la disciplina científica que estudia los parámetros físicos, químicos y biológicos de
los suelos; entendiéndose por tales a la cubierta superficial formada por un agregado de
minerales, no consolidado y de materia orgánica; producido por el viento, el agua y los
procesos de meteorización y diagénesis, a partir de un material original denominado roca
madre.
Las capas constituyentes de un suelo (horizontes), su naturaleza química, número,
contenido de agua, disposición y espesor, son determinaciones fundamentales en la
identificación y clasificación de los suelos. Para el geólogo ambiental es de capital
importancia el dominio de conceptos básicos tales como potencial total del agua 13, límite

13
El potencial total del agua está dado por la interacción de las fuerzas mátricas causadas por las
partículas y las fuerzas osmóticas causadas por los solutos.

79
máximo de embalse14, límite mínimo de embalse15 y capacidad del terreno16, ya que los
mecanismos de meteorización, erosión y diagénesis combinan acciones que son en algunos
aspectos constructivas y en otros destructivas.
El diseño y construcción de cualquier obra de infraestructura dependerá de la
naturaleza del suelo y de las condiciones geológicas del subsuelo, por lo que estos parámetros
son necesarios y obligatorios en cualquier proceso de edificación. Todos estos elementos
deberán ser tenidos en cuenta por el geólogo ambiental al momento de su actuación, como así
también prestar atención a la acción antrópica que lleva a la decapitación de suelos, que es uno
de los mayores problemas ambientales para este recurso.

3.2.2 Técnicas y métodos para la recolección de datos


El geólogo ambiental deberá munirse de todos los elementos a su alcance a fin de
poder producir una evaluación correcta del problema que tenga frente a sí, habida cuenta que
si el mismo no se identifica, cuantifica y cualifica, será imposible buscar una solución exitosa.
La reunión de tales elementos se denomina recolección de datos. (Sampieri, Collado y Lucio,
2010)
Básicamente existen dos tipos de estudios: los de carácter descriptivo y los analíticos.
Los primeros se encargan de cuantificar todas las variables necesarias para poder definir el
problema en cuestión, la población en riesgo y la metodología a emplear. En cambio, los
estudios analíticos están sujetos a una hipótesis de trabajo, permiten definir el tipo de diseño
de un estudio, y se orientan a establecer las causas de un determinado fenómeno o al menos las
variables que se interrelacionan, tomando en consideración la mayor cantidad de factores
intervinientes.
A los fines de efectuar un peritaje ambiental se necesita poseer evidencias de la
existencia de un producto dañoso, por lo que se requiere delimitar posibles objetos y/o seres

14
El límite máximo de embalse es un valor que depende de la capacidad del terreno de acuerdo a su
composición litológica.
15
El límite mínimo de embalse es el porcentaje de secado permanente que presenta el suelo.
16
La capacidad del terreno es la cantidad de agua existente en un suelo, 72 horas después de una
inundación completa de su perfil, expresada como peso seco del suelo.

80
vivos que hayan recibido su incidencia, es decir, que se sospeche estén contaminados, para
determinar así la presencia o no de tales elementos en su forma pura o ya en estado de
transformación, como ocurre cuando un agente nocivo es ingerido por un ser vivo animal o
persona y solo es posible encontrar de aquel sus metabolitos.
La selección de los individuos que se someten a inspección o medición mediante los
instrumentos previamente acordados se denomina muestra, y la acción que la genera muestreo.
(Schinder, 1994) Una muestra es importante cuando se requiere realizar inferencias o
predicciones pero no es posible acceder a todos los individuos que conforman una población.
Pero para ello la fracción de individuos o unidades de análisis que se han escogido debe ser
representativa de la población de la que forman parte. La población es precisamente el
“ j í .” (A ó 2009 . 2)
Del nivel de representatividad depende el grado de precisión en la información y la
posibilidad de extender los resultados encontrados en una muestra al resto de la población. La
precisión de las estimaciones depende del error en el muestreo, que es posible calcular.
Existen dos técnicas principales de muestreo en función de que la muestra sea representativa o
no en términos estadísticos: el muestreo aleatorio o probabilístico y el muestreo no aleatorio
o no probabilístico.
E í “ ó
misma posibilidad de ser escogidos y se obtienen definiendo las características de la población
y ñ .” (S . 2010 . 176) E
í “ ó
probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la investigación o de quien
h .” (S . 2010 . 176)
Existen cuatro procedimientos para efectuar un muestreo aleatorio: 1. Simple, cuando
la obtención de la muestra es al azar; 2. Sistemático, cuando se elige una unidad muestral de
un marco conocido17 y de acuerdo a una frecuencia de intervalo y razón pre-establecidos; 3.
Estratificado, cuando se procede a dividir el marco muestral en partes llamadas sub-estratos; y

17
E “ í
ó í y .”
(Sampieri et al., 2010, p. 185)

81
4. Por conglomerados o cúmulos, cuando el muestreo se realiza teniendo en cuenta que un
conglomerado es un conjunto con características particulares comunes. (Schinder, 1994)
En relación a los muestreos no aleatorios, existen dos técnicas para su obtención: la
selección accidental y la selección de propósito. La primera se efectúa por la facilidad con la
que se puede acceder a las unidades muestrales, de allí que se conoce también por el nombre
de muestreo de comodidad. Posee la menor calidad de información pero es el método más
usado. La segunda técnica es el modo de muestreo en el que el investigador selecciona una
muestra de criterio o intencionada, que supone que es representativa del conjunto. (Schinder,
1994)
Una vez que ha sido seleccionado el diseño de investigación apropiado y la muestra
adecuada, sea probabilística o no, para la recolección de los datos, es decir, la medición de los
atributos o variables de las unidades de análisis seleccionadas, es necesario aplicar el medio o
método para lograrlo, lo cual implica establecer una serie de procedimientos e implementar los
. “U ó
adecuado es aquel que registra datos observables que representan verdaderamente los
conceptos o las g .” (S . 2010 . 200)
Un instrumento de recolección de datos muy utilizado en la Geología son los sensores
remotos, los cuales permiten la obtención a distancia de datos referentes a una problemática
en particular. Se los clasifica según la forma de generación de la imagen o de acuerdo a la
fuente de energía. Según la forma de generación de la imagen existen dos tipos: 1. de imagen
directa, y 2. de imagen indirecta.
En el primer caso, se requiere de una película, que luego de procesada, se imprime. A
este grupo pertenecen las cámaras fotográficas y las cámaras vidicom (Return-beam vidicom).
En el segundo caso no se necesita película, puesto que miden en forma cuantitativa la
intensidad de la radiación electromagnética que parte de los objetos que se hallan en el campo
visual del detector. A este grupo pertenecen los Barredores multiespectrales (MSS), el Radar
(SLAR) y el Discriminador de fraunhofer.
De acuerdo a la fuente de energía, los sensores remotos son: 1.Sensores Remotos
Activos, y 2. Sensores Remotos Pasivos. Los primeros son aquellos que poseen su propia
fuente de energía, por ejemplo el Radar. En los segundos, en cambio, se procesan las

82
radiaciones reflejadas por los objetos. Por ejemplo, las cámaras fotográficas, las MSS y las
cámaras RBV.
Las Fotografías, imágenes satelitales multiespectrales o imágenes de radar permiten
reconocer, clasificar, evaluar y a veces alertar sobre algunos problemas geológico-
ambientales, tales como inundaciones, flujos y derrames de lavas, precipitaciones nivales,
incendios forestales, derrames de hidrocarburos, entre otros.
Existen, asimismo, determinadas herramientas que proveen de información al geólogo
ambiental para poder desarrollar un determinado peritaje, dando lugar a la integración
multidisciplinar. Se destacan aquí los materiales cartográficos y los estudios epidemiológicos.
La Cartografía provee representaciones gráficas que expresan la forma, dimensiones y
distribución de los rasgos morfológicos de la superficie terrestre. También permite proyectar
de modo horizontal el tamaño, forma y disposición de las características físicas de un área.
Los mapas son útiles a los efectos de la ubicación geográfica si se interpreta
correctamente su leyenda -signos convencionales que representan rasgos-, ya que en ellos se
hallan tanto el relieve, como la hidrografía y las obras antrópicas. Un mapa permitirá plotear
en el mismo el o los lugares problemáticos en estudio a fin de su visualización areal, como
asimismo determinar los sitios de muestreo y cálculos de pendientes o aforos de cursos de
agua en estudio.
En cuanto a la Epidemiología, se trata de la herramienta más sencilla, económica y
segura para estudiar, evaluar y eventualmente resolver un problema ambiental, ya que provee
de todos los elementos para poder decidir si se realiza o no una intervención. Dicha disciplina
“ ó g ó y
de salud en poblaciones, con la finalidad d .” (A ó 2009 . 2)
Uno de los aportes más relevantes de esta disciplina es la constatación de que no basta
el agente causal para que se produzca una enfermedad, sino que es necesaria la confluencia de
una serie de condiciones que operan como agentes predisponentes y/o catalizadores de la
enfermedad en cuestión.
Es importante aclarar, asimismo, un término que aparece en la definición arriba
esgrimida y que su significado podría ser objeto de una reducción conceptual. Se trata de la
expresión problema de salud, el cual se refiere a todo aquello que requiere o puede requerir la
intervención de un agente de salud, y que trasciende el estudio de la mera enfermedad

83
infecciosa, como es el caso de diversos estragos sociales como la violencia y la
drogadependencia.
De esta manera, la Epidemiología ambiental se concentra en el estudio de las
características del medio ambiente asociadas con una epidemia, es decir, aquellos factores
ambientales que puedan fundamentar o dar una explicación del patrón de distribución de los
enfermos existentes en una población. Dichos factores van desde los físicos-químicos-
biológicos hasta todos aquellos de índole sociológica/cultural. De esta forma, las
enfermedades ambientales se diferencian de aquellas que son causadas por factores
genéticos.(Salinas Arriagada, 1994, p.50)
Finalmente, reunidos los datos necesarios, los mismos deben presentarse de una
manera tal que sean fácilmente entendibles, aún para quienes no son expertos en la temática
abordada. Una manera de hacerlo es mediante las representaciones gráficas, ya que estas
organizan los resultados visualmente, favoreciendo la comprensión de un fenómeno desde el
punto de vista cualitativo. Para esto, una representación gráfica debe ser demostrativa, sencilla
y usar escalas adecuadas.
En los sistemas de coordenadas cartesianas los ejes deben estar correctamente
identificados. Debe tener colores bien contrastados, títulos claros y con toda la información
necesaria. Las principales formas de representación gráfica pueden ser: 1. en columnas; 2. en
barras; 3. en tortas o sectores; 4. en líneas; 5. por áreas; 6. en gráficos semilogarítmicos; 7. en
gráficos tridimensionales; 8. en Tablas. Cuando se lee un gráfico hay que hacerlo con sumo
cuidado y con mucha atención, ya que es común en determinados sectores informativos
distorsionar las escalas a fin de magnificar o empequeñecer los resultados de una
investigación.

3.2.3 Herramientas de muestreo en peritajes geológico-ambientales


Ante todo se debe considerar que en la realización de un peritaje el geólogo cuenta con
información previa y precisa del sitio en el que va a producirse la experticia. Además conoce
previamente las variables de medición porque las mismas han sido determinadas en los puntos
de pericia. A este tipo de muestreo se lo denomina muestreo dirigido, porque el profesional ya
sabe lo que debe buscar, evitando todo aquello que cae fuera de lo específicamente
preguntado por la autoridad judicial que le asigna la tarea de investigación.

84
Para la realización de los muestreos el geólogo dispone de diferentes herramientas de
campo o instrumentales de campo básicos. Para muestreos de suelos existen los barrenos de
perforación según distintas variantes -para arenas, para suelos duros, para arcillas, etc.- Son
también denominados extractores de muestras de suelos, tomamuestras o simplemente
sacabocados.
Para muestreo de aguas hay dos tipos: a) para aguas superficiales, y b) para aguas
subterráneas. Dentro del primer tipo existe una extensa variedad, tantas como propósitos del
muestreo, inclusive existen los muestreadores portátiles que permiten realizar in situ la
mayoría de las determinaciones físico- químicas. Para el segundo supuesto se utilizan los
denominados recipientes de inmersión, los cuales puede ser de diversa capacidad y materiales.
Los más utilizados son los llamados bailers para la obtención de muestras de agua en pozos de
monitoreo.
En cuanto hace a los recipientes contenedores de la muestra, estos dependen del
propósito del muestreo -determinación de metales pesados, de compuestos orgánicos
volátiles, bacteriología, etc.-, utilizándose para ello frascos de vidrio o de plástico con
capacidades distintas -desde 0,5 L hasta 5 L-. La ubicación exacta de los puntos de muestreo
se realiza estableciendo sus coordenadas mediante el sistema de posicionamiento global o GPS
(global Position System) por sus siglas en inglés.
Es preciso tener en cuenta que para el desarrollo de la etapa denominada recolección de
datos, el geólogo dispone de herramientas que permiten describir algunas variables
importantes para determinar ciertas condiciones del medio ambiente, al momento de extraerse
la muestra necesaria para la realización de la experticia. Dentro de este conjunto de
instrumentos cabe mencionar el termómetro ambiental y el termómetro para líquidos, el
anemómetro -que mide la velocidad de los vientos-, el caudalímetro -para medir el caudal de
agua de un determinado curso hídrico-, y el clinómetro, cuando se trata de determinar
pendientes, por ejemplo, en los grandes rellenos sanitarios.
A modo de resumen, al finalizar la segunda parte de este capítulo será de utilidad hacer
una revisión completa de los pasos lógicos que supone una práctica pericial: el muestreo, la
obtención de los datos mediante los instrumentos y procedimientos pertinentes, la
representación gráfica de los mismos y su debida interpretación por parte de un profesional
idóneo, todo lo cual deberá aparecer reflejado en un informe final de calidad.

85
METODOLOGÍA

Existen diferentes categorizaciones para clasificar una investigación. Una de las más
conocidas se realiza teniendo en cuenta su alcance. Desde este punto de vista el presente
estudio consiste en una investigación pura, ya que se preocupa de contribuir a la reflexión
teórica sin atender a las posibles aplicaciones que podrían derivarse de su realización.
Según el enfoque o metodología general aplicado, la investigación es de carácter
cualitativo, pues su intención consiste en comprender en mayor profundidad las relaciones que
se establecen entre las Ciencias Ambientales y las Ciencias Jurídicas en el marco de los
procesos judiciales con ocasión de controversias originadas cuando el bien jurídico afectado es
el medio ambiente:
La investigación cualitativa está: a) fundada en una posición filosófica que es
ampliamente interpretativa en el sentido de que se interesa en las formas en las que el
mundo social es interpretado, comprendido, experimentado y producido, b) basada en
métodos de generación de datos flexibles y sensibles al contexto social en el que se
producen, y c) sostenida por métodos de análisis y explicación que abarcan la
comprensión de la complejidad, el detalle y el contexto. (Vasilachis de Gialdino, 2012,
p. 25)

En el enfoque cualitativo, a diferencia del cuantitativo, los datos recolectados no tienen


como propósito medir variables para llevar a cabo inferencias y análisis estadísticos, sino que
se busca obtener datos de personas, comunidades, contextos o situaciones en profundidad.
Según el nivel de estudio, la investigación es de carácter descriptivo. Los estudios
descriptivos tienen como objetivo central exponer las características de los fenómenos, en este
caso las controversias ambientales y el modo en que contribuyen para su esclarecimiento los
procedimientos y técnicas de las Ciencias Ambientales.
En cuanto al diseño de investigación adoptado para alcanzar el propósito general de
este trabajo, se adoptó un diseño de análisis textual, en tanto se propone generar teoría a partir
del uso de diferentes textos como fuente de información.
Los textos, sean estos registros escritos de transcripción de entrevistas u observaciones
o documentos, tienen como denominador común su capacidad para albergar contenido
que, leído e interpretado adecuadamente, nos abre las puertas al conocimiento de
diferentes dimensiones de la vida social. (Vieytes, 2004, p. 290)

86
Por lo anterior es que Álvarez Undurraga (2002) clasificaría este trabajo dentro de las
g “ a investigación documental depende
fundamentalmente de la información recogida o consultada en documentos o cualquier
material impreso susceptible de ser procesado, z ”. ( . 32)
Dado que las fuentes desde donde se obtiene la información son documentos de diversa
naturaleza y tenor jurídico, se puede afirmar que esta investigación es secundaria. “L
información secundaria es aquella cuyos datos se encuentran ya disponibles y han sido
obtenidos en circunstancias y por razones totalmente ajenas a los requerimientos de la
investigación que estamos des ” (V y 2004 . 266), es decir, son fuentes
documentales que existen con independencia de los objetivos de la presente investigación.
La documentación utilizada en este trabajo es jurídica, pues corresponde a diversos
escritos emanados en el ámbito judicial tales como Sentencias, Dictámenes e Informes
periciales. Los mismos se produjeron en el marco de cinco casos de controversias ambientales
presentados en diferentes fueros e instancias judiciales de la Prov. de Bs. As. y en los que ha
habido participación de profesionales de la Asesoría Pericial La Plata perteneciente a la SCBA
donde el autor de este trabajo de investigación se desempeña laboralmente:
 El caso 1 denuncia la calidad y potabilidad del agua que se consume en la Ciudad de
Pergamino -Provincia de Buenos Aires- y que es de origen subterráneo. El caso
pertenece al Fuero Penal.
 El caso 2 consiste en una denuncia contra la Municipalidad de la ciudad de Mercedes-
Provincia de Buenos Aires- por el funcionamiento del basural a cielo abierto, respecto
del cual solicitan su inmediata erradicación. Es un caso presentado en el Fuero
Contencioso Administrativo.
 El caso 3 versa sobre una denuncia contra una empresa de tratamiento de residuos
peligrosos por la contaminación de acuíferos en la ciudad de Brandsen -Provincia de
Buenos Aires-, y pertenece al Fuero Penal.
 El Caso 4 es denuncia contra una empresa operadora del predio de disposición final de
residuos domiciliarios y el municipio respectivo de la ciudad de Balcarce –Provincia
de Buenos Aires-, presentado en el Fuero Civil y Comercial.

87
 El caso 5 refiere al Habeas Corpus interpuesto en favor de los detenidos en una Cárcel
de la Provincia de Buenos Aires. Se denuncia contaminación en las aguas de consumo,
que son de origen subterráneo y que presuntamente eran afectadas por el basural
aledaño. Es un caso que fue resuelto en el Fuero Penal.

Vale aclarar que toda esta información es de carácter público, por así señalarlo el art.
280 del CPP (Ley 11.922). La técnica de investigación utilizada fue la de observación
documental a partir de la elaboración de un registro de distintas categorías de análisis: asunto
de la controversia o bien jurídico afectado, fuero, peritos intervinientes (cantidad,
especialidad), puntos de peritaje, metodología pericial empleada, dictamen pericial resultante,
resolución del magistrado actuante.

88
RESULTADOS

La relación entre Ciencias Ambientales y Ciencias Jurídicas puede darse en dos niveles
fundamentalmente: a nivel legislativo, mediante la conformación y dictado de leyes; y a nivel
judicial, cuando la autoridad que corresponde según fuero y jurisdicción debe administrar
justicia frente a una determinada controversia medioambiental.
Dentro del campo judicial los resultados obtenidos desde las Ciencias Ambientales
pueden servir de elemento de prueba para la acusación que lleva adelante el Ministerio Público
Fiscal, de argumento técnico para la defensa del imputado o como herramienta de diagnóstico
de la que dispone el Juez para el dictamen de la correspondiente sentencia. Es por eso que a lo
largo de este apartado se busca desentrañar el modo en que los diversos profesionales de las
Ciencias Ambientales contribuyen a nivel judicial en la resolución de controversias
ambientales mediante el desempeño de la función pericial.
Para ello se describen y analizan cinco casos en particular: 1) insalubridad de las aguas
para consumo humano de una ciudad; 2) funcionamiento incorrecto de un basural a cielo
abierto; 3) supuesta contaminación de los acuíferos de una ciudad por parte de una empresa de
tratamiento de residuos; 4) incumplimiento de las normativas que regulan la disposición final
de residuos por parte de una empresa; y 5) contaminación de las aguas de consumo en una
cárcel.

1. Insalubridad de las aguas para consumo humano de una ciudad


El caso se titula: Campi, Néstor formula denuncia. IPP 18 n° 42.441; UFI19 n°1 del
Departamento Judicial de Pergamino a cargo del Fiscal Dr. Mario Daniel Gómez. Q- 82849
del Registro de la Sección Medio Ambiente de la Asesoría Pericial La Plata. Fecha de ingreso:
11/5/05
La denuncia cuestiona la calidad y la potabilidad de las aguas de consumo en la ciudad
de Pergamino (Prov. de Bs. As.) de origen subterráneo, atribuyéndoles altos niveles de
arsénico (As), nitritos (NO2) y nitratos (NO3). El Fiscal dispuso la realización de los peritajes

18
Investigación Penal Preparatoria.
19
Unidad Funcional de Instrucción.

89
y designó un químico y un geólogo de la Asesoría Pericial de La Plata (Prov. de Bs. As.).
Como consecuencia de los resultados arrojados por esa instancia pericial, se convocó a una
médica y a un ingeniero del Departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Salud y
Ambiente de la Nación.
El perito químico y el perito geólogo pertenecen al Personal de planta permanente del
Poder Judicial de la Provincia de Bs. As., lo que en la clasificación indicada oportunamente
sobre las clases de peritos corresponde a la primer clase, que es la de los peritos oficiales. Por
su parte, la médica y el ingeniero quedan enmarcados dentro del grupo de peritos colegiales,
porque actúan en nombre de la institución a la que se invocó como referente académico en la
materia sobre la que versa el presente caso. Para los peritos oficiales los puntos de pericia
establecidos por el Fiscal fueron:
1) determinar los niveles de arsénico en los pozos de agua de la ciudad de Pergamino
(Prov. de Bs. As.) sobre las muestras recolectadas oportunamente;
2) determinar los niveles de arsénico en las muestras recolectadas oportunamente
identificadas como blancos;
3) indicar si los niveles de arsénicos encontrados en los acápites 1 y 2 superan o no los
límites máximos establecidos por las normas vigentes. En caso de ser superados los
valores máximos, indique qué medidas podrían ser llevadas a cabo para su corrección;
4) informe sobre los niveles de nitritos y nitratos obtenidos en las muestras de aguas
analizadas in situ al momento de su recolección;
5) informe todo otro dato de interés que estime corresponder.

Los puntos de pericia señalados anteriormente por el Fiscal, más allá de los cuales el
perito seleccionado no puede expedirse so pena de quedar invalidado su informe pericial,
establecen pautas de trabajo para los profesionales de las ciencias ambientales intervinientes.
En el caso que ahora se analiza, el motivo de la denuncia -la supuesta presencia de arsénico,
nitritos y nitratos-, es lo que el Fiscal busca determinar como verdadero o falso, y que para el
científico o profesional de las ciencias ambientales que tiene a cargo el peritaje se traduce en
su hipótesis de trabajo. Tal hipótesis puede formularse así: las aguas del subsuelo A tendrían
arsénico, nitritos y nitratos por encima de los parámetros permitidos.

90
Vale subrayar, en este sentido, el último punto de esa lista de pautas de trabajo, ya que
habilita al perito a revelar e informar sobre cualquier otro dato de interés que estime
corresponder. Sin esta licencia expresamente formulada por el Fiscal el perito no podría incluir
en su informe ningún otro dato que los que estrictamente le fueron consignados, tal como se
ha visto en el marco teórico al explicar el procedimiento pericial. De esta forma, se pone de
manifiesto con claridad una limitación particular que le adviene en su función pericial a todo
profesional de las ciencias ambientales que se encuentre al servicio de la administración de
justicia en controversias ambientales. Es importante señalar esto porque si no se atiene a los
puntos previamente establecidos de pericia, su investigación es rechazada.
La metodología utilizada por los peritos oficiales ya mencionados se explica por
separado, habida cuenta que en el caso en cuestión participaron un químico y un geólogo. Por
parte del químico se tomaron muestras y contramuestras20 de los pozos de agua de la ciudad
como así también de algunos domicilios, y otras en la red de distribución. Las muestras para la
determinación de arsénico fueron tomadas en frascos plásticos limpios y con agregados de
ácido nítrico pro análisis a pH menor a 2 -según la recomendación de Standard Methods-,
rotuladas y convenientemente acomodadas en heladeras plásticas un grupo de ellas (las
muestras a peritar) y otras en bolsas plásticas (las contramuestras) a los efectos de su
transporte y conservación.
Los dos grupos de muestras fueron precintadas y firmadas por los intervinientes,
incluida la defensa de la parte denunciada, a saber, la Municipalidad de la ciudad de
Pergamino. Las mediciones de arsénico se realizaron mediante la utilización de la técnica de
Espectrofotometría de Absorción Atómica (por el método de generación de hidruros) en el
Laboratorio de Toxicología y Química Legal de la Dirección General de Asesorías Periciales
de la Ciudad de La Plata.
A su vez, en cada pozo se tomó la temperatura del agua, del aire y el pH de cada
muestra. Por otra parte, las determinaciones del contenido de nitritos y nitratos se realizaron en
el lugar -tal lo ordenado por el Fiscal en el punto de pericia 4-,con Kits Comerciales Marca

20
Se denomina contramuestra a la muestra que se extrae junto con la muestra que es analizada por el
perito oficial, para garantizar que la parte denunciada pueda realizar un análisis paralelo en caso de
disconformidad con los resultados elevados por el perito designado oportunamente.

91
Merck. Esto se hizo en el lugar investigado ante la imposibilidad de trasladar las muestras al
Laboratorio de la Asesoría Pericial dentro del plazo normado para determinar tales
parámetros. Todos los puntos de muestreo fueron ubicados mediante el uso de un G.P.S.
(Global Position System).
Por parte del geólogo, el estudio hidrológico se hizo en base a los perfiles lito-
estratigráficos de los pozos de captación mediante los cuales se determina la composición
química, la granulometría y posición de los estratos perforados, como asimismo la
profundidad alcanzada para la captación. Dichos perfiles constituyen el parámetro
fundamental para identificar las características hidroquímicas que presenta el acuífero en
cuestión, habida cuenta que a mayor profundidad será menor el riesgo de incorporación de
sustancias ajenas al acuífero, en virtud de ser la columna estratigráfica un excelente filtro
natural para la contaminación proveniente de la superficie y presumiblemente de origen
antrópico.
Los resultados obtenidos se cotejaron con los parámetros aceptados por la cátedra de
Hidrología de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La
Plata. La exposición de los mismos se hará siguiendo el tipo de perito interviniente. Desde el
punto de vista geo-hidrológico, y en base a la documentación aportada -perfiles lito-
estratigráficos de las perforaciones existentes- se pudo conocer que en la ciudad de Pergamino
no se estaba obteniendo agua del acuífero recomendado, sino de uno inmediatamente superior
que, dadas su características morfoconstitutivas, resulta extremadamente vulnerable a la
contaminación por nitritos y nitratos.
A causa de esto el perito sugirió -haciendo uso del último punto de pericia- la
realización de las captaciones subterráneas en el acuífero más profundo debido a que, al estar
perfectamente aislado y delimitado, los niveles de nitratos y de nitritos serían
presumiblemente mucho menores que los que se hallaban en las captaciones efectuadas en el
acuífero superior que era, a la sazón, de donde se extraía el agua para consumo humano.
Respecto al informe confeccionado por el químico acerca de los parámetros físico-
químicos y, en virtud del último punto de la pericia, del análisis bacteriológico de la
potabilidad del agua de consumo de dicha ciudad, las muestras de agua obtenidas en los
tanques cisterna y de la torre de distribución general -donde se produce la mezcla de las aguas
procedentes de las distintas captaciones-, de los pozos y de algunos domicilios permitieron

92
afirmar que los mismos se encontraban dentro de los valores considerados aptos para el
consumo humano según el art. 982 del C.A.A. en lo que respecta a la máxima cantidad
permitida de arsénico y NO2.
En lo referido al contenido de NO3 los análisis correspondientes permitieron observar
valores superiores a los fijados por la normativa vigente en 4 de los 37 pozos muestreados,
pero como sus aguas son mezcladas en el tanque cisterna para su distribución en la red, se
obtuvo como resultado que dichos valores estén dentro de los límites permitidos, quedando un
solo pozo con valores anómalos de dicho parámetro a solucionar.
Dos años después del primer informe pericial, el fiscal ordenó una nueva experticia al
perito químico -en carácter de estudio comparativo- para conocer la evolución cronológica de
los valores químicos del agua consumida en la Ciudad de Pergamino, a los efectos de
determinar si los nitritos, nitratos, fluoruros y arsénico diferían de las normas vigentes en la
materia y, de ser así, indicar qué incidencia podría tener en la salud de la población. A su vez,
se le solicitó que en caso de ser posible estableciera cuáles eran las probables soluciones al
problema, pudiendo recurrir en caso de ser necesario a las interconsultas que estimara
convenientes.
El perito químico se expidió dictaminando que los valores obtenidos para nitritos,
nitratos y arsénico se hallaban dentro de los valores admitidos por el art. 982 del C.A.A., no
así en lo concerniente al contenido de fluoruros, los cuales al oscilar entre 2mg/l y 4,3mg/l
excedían los valores aconsejados en la citada norma.
En cuanto a los puntos de pericia relacionados con la incidencia en la salud de la
población y las probables soluciones al problema, el perito se excusó de entender sobre los
mismos, por lo que el Fiscal consideró conveniente disponer de una tercera etapa pericial
solicitando al Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación la designación de un médico y de
un ingeniero para, en lo que atinge al primero, se expidiera sobre los efectos en la salud de la
ingestión de flúor según los niveles hallados, en exposición crónica; respecto al segundo, se
expidiera sobre las medidas preventivas a adoptar para subsanar la problemática encontrada.
En vista de lo cual, la médica interviniente aseveró que los signos y síntomas de la
exposición crónica de dicha sustancia en los seres humanos dependen de las diferentes
concentraciones presentes en el agua, la edad y el tiempo de ingesta, pudiendo ocasionar
moteado dental, osteoesclerósis, calcificación de tendones y ligamentos, anemias y caquepsia -

93
adelgazamiento extremo-. Por su parte, el ingeniero consultado acerca de las medidas
preventivas a adoptar sugirió la utilización de algunos métodos como el proceso de ósmosis
inversa, la utilización de lechos porosos a modo de manto filtrante, el uso de resinas de
intercambio iónico, la sustitución de las fuentes de agua y la dilución.
El examen de todos los elementos provistos por los diversos informes periciales
efectuados fueron tenidos en cuenta por el Fiscal actuante en la causa a partir de los cuales
resolvió ordenar al Intendente Municipal y al Director de Obras y Servicios Sanitarios de la
ciudad de Pergamino dispusieran la realización de un nuevo estudio que reflejara las
características físicas, físico-químicas y bacteriológicas del agua que se distribuía en la ciudad
a los fines de determinar su aptitud para el consumo humano.
El diagnóstico debía ser realizado por el Organismo de Control del Agua de Buenos
Aires (OCABA), que es la entidad encargada de establecer los parámetros y condiciones que
debe reunir el agua para ser considerada potable. Si los resultados obtenidos eran conformes a
los valores que ya habían encontrado el perito químico y el geólogo intervinientes, las
autoridades municipales competentes debían implementar de inmediato, un sistema que
permitiera modificar y/o corregir los mismos, a fin de garantizar el consumo de agua potable a
la población de Pergamino, debiéndose adoptar para ello algunos de los mecanismos
recomendados por el ingeniero que participó en la segunda instancia pericial, y que más arriba
fueron descriptos.
Asimismo, el Fiscal ordenó a las autoridades municipales la realización de estudios
físico-químicos de las aguas extraídas de los distintos pozos de captación de la ciudad cada
seis meses, como así también la realización de estudios bacteriológicos sobre las mismas
trimestralmente, a los efectos de establecer su grado de contaminación.
Es así que por todo lo expuesto, cabe decir que las medidas establecidas por el Fiscal,
evidencian su preocupación por actuar de modo preventivo, ante las irregularidades
encontradas oportunamente por el químico y el geólogo. A partir del análisis de este caso del
fuero penal21 puede apreciarse cómo los resultados de una intervención pericial posibilitan a la
autoridad judicial correspondiente fundamentar su resolución e impartir justicia, ya que sin los

21
El fuero penal es aquel que versa sobre la actividad punitiva o sancionatoria, tomando como base de
regulación el Código Penal.

94
estudios efectuados por los peritos no se hubiera conocido el tipo de contaminación que poseía
la red de distribución de agua de la ciudad. Luego, los peritajes ambientales son una
herramienta imprescindible y absolutamente necesaria para la correcta administración de
justicia.

2. Funcionamiento incorrecto de un basural a cielo abierto


El caso se titula: Aros Peralta, Luis Domingo y otros contra Municipalidad de
Mercedes (Prov. de Buenos Aires) sobre pretensión de restablecimiento o reconocimiento de
derechos. Expediente 13.425 perteneciente al Juzgado de Primera Instancia en lo contencioso
y administrativo n°1 del Departamento Judicial Mercedes a cargo del Dr. Luis Oscar Laserna.
Q-137986 del Registro de la Sección Medio Ambiente de la Asesoría Pericial La Plata. Fecha
de ingreso: 09/11/12
De acuerdo a la sentencia pronunciada por el juez interviniente, la causa se inició
cuando los denunciantes peticionaron se ordenara la erradicación inmediata del basural a cielo
abierto de la ciudad de Mercedes (Prov. de Bs. As.) aduciendo su cercanía con la planta
urbana y que el arrojo a cielo abierto de residuos de todo tipo generaba la proliferación de
vectores tales como ratas, moscas, animales carroñeros, además de los olores nauseabundos
concomitantes, produciéndose así innumerables daños a la salud, a la seguridad y a la calidad
de vida de los vecinos y personas que viven y trabajan en la zona.
Asimismo, los denunciantes invocaron como motivo de su reclamo ante la Justicia que
la comuna no había cumplido con el primer requisito legal que regula los procesos que deben
seguirse para la construcción de los lugares de disposición final de los residuos sólidos
urbanos22, a saber, un estudio de impacto ambiental que permite determinar, entre otros, la
probable contaminación de los acuíferos. Su mayor preocupación estribaba en el hecho de que
el abastecimiento de agua para consumo personal lo realizaban de perforaciones ubicadas en
los predios que habitaban.
Fue así como el Juez ordenó se efectuaran los peritajes correspondientes, designando
un perito ingeniero -desinsaculado del listado oficial- y un perito químico de la Asesoría
Pericial La Plata a quien le solicitó los siguientes puntos de pericia:

22
Res. 1143/02 (Secretaría de Política Ambiental de la Prov. de Bs. As.)

95
1) Realice análisis físicos, químicos y microbiológicos de napas dentro del predio del
basural y lindantes: pozos de agua de casas vecinas en un radio de 1 Km del predio del
basural, también el arroyo Frías y Río Luján en su punto más cercano.
2) Realice análisis de suelo buscando sustancias relacionadas con los vuelcos de RSU
(residuos sólidos urbanos) en el predio basural. Por ej.: metales pesados como
mercurio, cromo, plomo, hidrocarburos, PCBs23, aceites y grasas minerales.
3) Realice análisis microbiológicos, bacterias patógenas, etc., comparando los
resultados con los de zonas cercanas no contaminadas.
4) Realice análisis de aire detectando contaminantes atmosféricos y la identificación de
los olores, fundamentalmente hacia el sector de vientos predominantes.
5) Identificación de los tipos de RSU y si los mismos son clasificados. Asimismo,
constate si se arrojan residuos patogénicos reglamentados por la Ley N° 11.347, art. 1
y 2, Decreto Reglamentario 450/1994.
6) Constate si se arrojan compuestos químicos previstos por la ley de Residuos
Peligrosos, art. 2, N° 24.051 y su anexo I y II.
7) Composición cuali-cuantitativa de los RSU en el basural.

A partir de estas pautas el perito químico formuló su hipótesis de trabajo: a) en el


predio en cuestión y en un radio de 1 km, tanto las aguas del acuífero como del arroyo y del
rio mencionados en la demanda se hallarían contaminados; b) los suelos objeto del peritaje
contendrían metales pesados, hidrocarburos y bifenilos policlorados (PCBs); c) el basural
generaría emanaciones gaseosas que contaminarían el aire; y d) en el predio objeto de
investigación se hallarían presentes residuos patogénicos y residuos peligrosos.
En su dictamen el perito químico explicó detalladamente el procedimiento empleado
en la toma de muestras, señalando que las mismas se hallaban geo-referenciadas y que se
había solicitado la colaboración de la sección de procesamiento digital de imágenes
perteneciente a la Asesoría Pericial La Plata a los efectos de obtener la imagen satelital de la
zona en estudio para su precisa ubicación.

23
Siglas en inglés correspondiente a : polychlorinated biphenyls. En español se traduce como
policlorobifenilos o bifenilos policlorados.

96
Para la recolección de las muestras de aguas, tanto superficiales como subterráneas, y
previa implementación de la técnica de flameado, se utilizaron frascos de urocultivo estériles
identificados adecuadamente a los fines periciales y legales. Las mismas se analizaron en el
laboratorio de la Dirección General de Sanidad de la Suprema Corte de Justicia. Para la
obtención de las muestras de suelo se recurrió a un sacabocados, las cuales fueron analizadas
en el laboratorio de Toxicología y Química Legal perteneciente a la Asesoría Pericial La Plata
en el área de absorción atómica. En dicho laboratorio se procedió a la implementación de la
técnica de espectrofotometría de absorción atómica para la determinación de cinco metales
pesados: plomo, cadmio, cromo, cinc y arsénico.
En el desarrollo de su dictamen pericial el perito químico expuso que en lo relativo al
primer punto de pericia los valores hallados en los análisis físico-químicos se encontraban
dentro de los parámetros establecidos por el CAA (art. 982), lo mismo para el caso de los
metales pesados examinados, a excepción del arsénico. En lo referente a la calidad de las
aguas de las viviendas ubicadas dentro del radio solicitado se encontró que las aguas testeadas
no eran bacteriológicamente potables en ocho de las nueve captaciones subterráneas
analizadas.
Asimismo, en tres de las nueve muestras obtenidas los valores para el parámetro
fluoruro eran elevados de acuerdo a la norma, en tanto que los guarismos para el contenido de
arsénico indicaban que este componente era superior a lo permitido en todas las muestras
sometidas a análisis. Se informó también que en las aguas del arroyo Frías y del Río Luján,
tanto aguas arriba como aguas abajo, los valores del contenido de plomo excedían el nivel
permitido.
En relación al segundo punto de pericia, es decir, la búsqueda de sustancias
relacionadas con los vuelcos de RSU sobre el predio basural, los parámetros cadmio y
arsénico superaban los valores aceptados en las tres muestras analizadas, en tanto que dicha
situación se repitió para el elemento plomo en dos de las tres muestras peritadas.
En su respuesta al tercer punto de pericia, el experto señaló que no podía expedirse al
respecto en virtud de no haber sido puntualizada la matriz a evaluar por parte del magistrado.
Es válido advertir a este respecto que el perito se ciñó estrictamente a la normativa según la
cual solo debe pronunciarse sobre el objeto consignado expresamente en los puntos de pericia
(SCBA, B 50845 S 13-4-1993, Juez Laborde, SD) a fin de evitar futuras impugnaciones,

97
nulidades o recusaciones. En otras palabras, no se puede expedir sobre aquello que no le fuere
expresamente preguntado.
Por otra parte, en relación a la intensidad de los olores denunciados producto de la
emanación de los residuos volcados en el predio, el perito adujo haber utilizado la normativa
existente para el caso (anexo V-Tabla I del decreto 3395/96) y que en lo concerniente a la
medición de la irritabilidad generada por dichos olores había empleado la Tabla II de la citada
norma. Aclarando que lo informado era meramente subjetivo, informó que la intensidad del
olor era de grado 3 (fácilmente notable) y en algunos puntos de grado 4 (fuerte); respecto a la
irritabilidad, indicó que en algunos puntos era de grado 3 (fuerte) y en otros de grado 4
(intolerable).
En lo que atañe al quinto, sexto y séptimo punto de pericia el perito químico precisó
haber encontrado moscas, aves, plásticos, botellas, telas, cartón, bolsas de residuos, vidrios,
aerosoles, pañales, ramas secas, cueros de animales con pelos y neumáticos, aunque
simultáneamente señaló que tales residuos no eran patogénicos ni peligrosos.
Si se indaga en la sentencia dictada por el Juez se puede observar que este realiza una
profusa cita de los resultados que arrojó el peritaje realizado por el ingeniero en conformidad
con los puntos de pericia que le fueran asignados, a partir de cuyo accionar fue posible
conocer los volúmenes de residuos que ingresaban al predio (entre 40 y 70 Tn por día),
determinar la baja capacidad de procesamiento de la planta en parte debido a la escasa
disponibilidad de trabajadores, y constatar la falta de realización de estudios de impacto
ambiental, la falta de verificación de la permeabilidad del suelo, y la inexistencia de drenajes
para aguas, lixiviados o venteo de gases.
El magistrado fue taxativo al fundar directamente su resolución en las palabras
pronunciadas por el perito ingeniero, quien concluyera que la actividad del basural era molesta
-por la presencia de humos, gases, olores, insectos-; insalubre -por las infiltraciones hacia el
subsuelo de donde se capta el agua para consumo-; nociva para la actividad agrícola, forestal,
pecuaria, piscícola y paisajística; y peligrosa, por haber dado origen a combustiones con
desprendimiento de gases y humos riesgosos para la vida y los bienes de las personas
cercanas. Cabe aclarar que sobre esto último el Juez manifestó haber tenido en cuenta lo
referido por el cuerpo de bomberos de la ciudad acerca de la cantidad de incendios que con
cierta esporadicidad ocurrían en el predio.

98
El juzgador también merituó la experticia del perito químico, haciendo hincapié en los
resultados de los análisis de aguas tanto superficiales como subterráneas, los análisis de suelos
y los grados de intensidad de olor informados. Todos los supuestos apuntados fueron tomados
especialmente en cuenta al dictar sentencia condenando al municipio demandado a efectuar el
saneamiento y erradicación del basural en un plazo máximo de 360 días e informar sobre las
gestiones realizadas mensualmente durante el proceso de ejecución.
Como puede inferirse al analizar esta controversia ambiental -correspondiente al fuero
contencioso administrativo24- los peritajes realizados por los profesionales en turno
contribuyeron ostensible y probadamente en la dilucidación del caso, siendo una herramienta
útil al Juez interviniente en la causa, para dirimir la contienda haciendo lugar a la demanda de
los accionantes. De donde se colige también que las ciencias ambientales, a través de la
función pericial ejercida por los profesionales oportunamente convocados, aportan
herramientas científicas irrefragables al servicio de la autoridad competente en la
administración de justicia, en casos de controversias ambientales.

3. Supuesta contaminación de los acuíferos de una ciudad por parte de una


empresa de tratamiento de residuos
El caso se titula: Dagand, Viviana Noemí-Moretti, Héctor Luis-Ley n° 24051-
imputado SOLFIMA S.A. IPP n°06-00-015356-08 ; UFI n° 8 del Departamento Judicial La
Plata a cargo del Fiscal Dr. Carlos Ariel Arguero. Q-113606 del registro de la Sección Medio
Ambiente de la Asesoría Pericial La Plata. Fecha de ingreso 06/6/2008.
La controversia ambiental se inicia a partir de la denuncia presentada ante la fiscalía
actuante por el presidente de la ONG Vecinos por un Brandsen Ecológico y una ciudadana de
Bransen (Prov. de Bs. As.) contra la empresa SOLFIMA S.A. dedicada al tratamiento de
residuos peligrosos sospechada de actos de contaminación. Los litigantes aducían que tal
emprendimiento funcionaba mal, que poseía instalaciones clandestinas que emanaban gases
con olores permanentes que generaban molestias en las fosas nasales y en la garganta.

24
El fuero contencioso administrativo es aquel cuya actividad versa sobre la organización y
funcionamiento de los poderes y órganos del Estado y sus relaciones con los particulares.

99
Los demandantes puntualizaron que en los domicilios de la zona contigua a las
instalaciones de la mentada empresa, era imposible beber el agua de los pozos de
abastecimiento domiciliario por poseer metales pesados. Asimismo, acusaban haber detectado
moscas y otros insectos, además de indicar que las nubes de partículas en suspensión eran
arrastradas por el viento hacia las moradas circundantes.
A fin de practicar una inspección ocular en el predio de la empresa el fiscal ordenó al
perito químico de la Asesoría pericial La Plata y su equipo de trabajo, junto a la Ayudante
fiscal, la Dra. Mariana Albisu, diligenciarse hasta las instalaciones de la empresa en cuestión
y, en caso de ser necesario, proceder a la extracción de muestras que se estimaran
corresponder a tenor de esa primera exploración in situ.
El perito químico señaló en su informe que la aludida empresa se dedicaba al
tratamiento de residuos orgánicos, mediante la técnica de tratamiento y disposición final
denominada Landfarming, basada en la actividad de las poblaciones de micro organismos
nativos del suelo -bacterias, hongos, protozoos- o bien a través de unos biopreparados
especiales que al interactuar con los residuos generan diversos productos finales: dióxido de
carbono, agua y aminoácidos, entre otros.
En lo que atinge a los aspectos laborativos, el perito señaló que los mismos se
realizaban con maquinaria agrícola -tractores con discos de arado, arados de reja, mangueras
de riego, aspersores rotativos- y que la velocidad de degradación dependía de las cepas
bacterianas, disponibilidad de nutrientes, ausencia de sustancias biotóxicas y de otros
parámetros tales como la salinidad, la capacidad del intercambio iónico, el pH, la textura, la
aireación, la capacidad de retención de humedad, el drenaje interno y la temperatura.
Cabe mencionar también los aspectos metodológicos que fueron señalados por el
profesional de las Ciencias Ambientales en su informe. El mismo describió el modo en que
procedió a la toma de muestras para análisis de aguas correspondientes a los freatímetros,
suelos y lixiviados obtenidos con el fin de determinar la presencia de hidrocarburos y metales
pesados, describiendo, a su vez, el proceso de ajuste del pH con ácido nítrico para el ulterior
proceso de laboratorio.
Señaló en su dictamen que habiéndose procedido a la determinación de benceno
mediante las técnicas de cromatografía gaseosa-espectrometría de masas, se hallaron valores
por debajo de los 500 ppb (partes por billón). Informó también que las determinaciones para

100
metales pesados -plomo, arsénico, cadmio y cromo- fueron realizadas mediante la técnica
electrotérmica de absorción atómica, y que el único parámetro que presentaba valores
discordes con la normativa vigente (art. 982 del CAA) era el arsénico.
A raíz de esto último, sugirió la obtención de muestras de aguas de pozos anteriores al
predio en estudio en función del escurrimiento freático, a los fines de certificar si la
producción de los mismos se debía a la actividad de la empresa demandada o si, por el
contrario, era atribuible a una cuestión extraña a dicha organización. Fue así que el fiscal
decidió la actuación de un geólogo de la misma Asesoría pericial, notificándole como puntos
de pericia el señalar áreas anteriores al emprendimiento monitoreado en función del
escurrimiento freático para estudiar y cotejar los tenores de arsénico antes del ingreso al predio
de estudio; y practicar conjunta, separada o alternadamente como perito ad hoc con los peritos
oficiales, las pericias que se efectúen en el marco de su especialidad.
El perito geólogo acometió diferentes tareas inherentes a la naturaleza de la misión
recibida: inspeccionó ocularmente la zona, estudió y analizó la carta topográfica de la zona a
los efectos de determinar las particularidades del relieve; georeferenció los puntos de muestreo
mediante las imágenes satelitales aportadas por el área de digitalización de imágenes
perteneciente a la Asesoría Pericial La Plata; evaluó en el plano de escurrimiento freático del
establecimiento cuestionado donde se ubicaban los freatímetros, la perforación de explotación
y las respectivas curvas isofreáticas.
Finalmente, el geólogo interviniente seleccionó los puntos de muestreo desde donde se
debían extraer las muestras de agua subterráneas a los efectos de practicar los análisis
correspondientes, es decir, determinar el contenido de arsénico en las mismas y cotejarlos con
los valores hallados previamente por el perito químico en los muestreos realizados
oportunamente en el predio cuestionado en la denuncia.
Luego de tal acto procesal, el perito químico procedió a la toma de muestras de agua en
los lugares indicados por el profesional de las geociencias y en compañía de él ad efectum
videndi. Con los recaudos requeridos por la normativa del caso se trasladaron al asiento del
Laboratorio de Toxicología y Química Legal de la Asesoría pericial La Plata, en donde se
utilizó la técnica de Espectrofotometría de Absorción Atómica mediante el método de horno
de grafito, a los fines de la cuantificación de los tenores de arsénico.

101
El perito químico señaló que, en el supuesto que el agua fuere para uso alimentario
humano, los valores hallados superaban el tenor admitido por la legislación vigente en tres de
los cuatro puntos muestreados (50 ppb) y que en el caso de que el uso del agua fuere para
tareas de irrigación, los valores superaban los parámetros recomendados solo en un punto de
muestreo (100 ppb).
En virtud de tales valores informados por el perito químico, el perito geólogo concluyó
su dictamen expresando que los elevados valores de arsénico hallados en el muestreo, no
estaban relacionados con la actividad que realizaba la empresa SOLFIMA S.A., ya que dichos
puntos de muestreo estaban emplazados en áreas anteriores al predio de la misma, respecto del
escurrimiento freático.
El Fiscal actuante, luego del análisis de los elementos de convicción recolectados en la
investigación efectuada, resolvió el archivo de las actuaciones iniciadas con motivo de la
denuncia presentada, tras citar el dictamen pericial del geólogo interviniente como prueba
relevante para desestimar la demanda iniciada, al no tener argumentos que permitieran
acreditar ilícito alguno por parte de la empresa denunciada.
Es oportuno precisar aquí que los resultados del informe pericial se denominan
elementos de convicción -en este caso insuficientes para fundar el objeto de la acusación- por
cuanto son aquellos que le permiten al fiscal adquirir certeza objetiva ,es decir, fundada en los
hechos, sobre la ilicitud de un determinado acto. En otras palabras, son elementos que le
llevan a convencerse de que está ante la presencia de un ilícito y, en consecuencia, que debe
elevarlo a juicio, etapa procesal en donde se materializa la acusación del Fiscal y que el Juez
interviniente deberá dilucidar oportunamente.
Nuevamente, el análisis de este caso -correspondiente al fuero penal- pone en
evidencia el carácter instrumental del accionar de los peritos, en orden a la investigación y
reunión de elementos de convicción para sustentar una determinada denuncia. Los resultados
aportados por estos profesionales de las ciencias ambientales como consecuencia de los
peritajes ordenados por el fiscal de turno son un ejemplo más de cómo tales ciencias -a través
de sus técnicas y procedimientos- contribuyeron al esclarecimiento de una controversia
ambiental y a la debida administración de justicia.

102
4. Incumplimiento de las normativas que regulan la disposición final de residuos
por parte de una empresa

El caso se titula: Brisa Serrana c/ Ashira S.A. Daños y perjuicios. N° de causa 5.322
del Juzgado Civil y Comercial N° 8 del Departamento Judicial de Mar del Plata. Q-98368
(73782) del registro de la Sección Medio Ambiente de la Asesoría Pericial La Plata. Fecha de
ingreso 13/02/2004.
La controversia se originó a partir de la denuncia realizada ante el Juzgado por la
Asociación Civil sin fines de lucro Brisa Serrana de la Ciudad de Balcarce (Prov. de Buenos
Aires) contra la prestataria del Servicio Público a cargo de la disposición final de los residuos
sólidos urbanos de la ciudad, la empresa Ashira S.A., por la deficiente manera en que la
misma operaba.
Entre las acusaciones figuraba también la falta de una cámara de tratamiento para los
líquidos lixiviados, el escaso espesor de la membrana de aislamiento que podía poner en
riesgo la calidad del acuífero del cual se extraía agua para consumo humano y la no
realización del estudio de impacto ambiental que la legislación vigente prevé para este tipo de
emprendimientos, solicitándose por esto último el cese de su actividad hasta tanto cumpliera
con este requisito legal. Asimismo, la Asociación demandante peticionó la conformación de
un comité de expertos para elaborar un plan de emergencia para la zona afectada.
El Juez actuante denegó las medidas precautorias peticionadas, considerando que de la
documentación presentada no surgía la verosimilitud del derecho invocado ni el peligro en la
demora. Sin embargo, la sentencia fue apelada ante la Cámara Civil y Comercial de
Apelaciones sala 2a, la cual ordenó conformar el comité de expertos solicitado por la parte,
integrado por un geólogo, un ingeniero químico y un ingeniero en Seguridad Ambiental, a
quienes fijó como puntos de pericia:
1) Determinar (al sólo efecto de considerar los alcances de las medidas preventivas que
podrían proponerse, tal como se lo requiere infra ) si la actividad de disposición final
de residuos se realizaba respetando los standars de seguridad habitualmente aceptados
y recomendados para el tratamiento y disposición final según el método de relleno
sanitario.

103
2) Caso contrario, determinar y proponer las medidas de seguridad a adoptarse a los
efectos de evitar y prevenir la producción, agravamiento y eventual eliminación de los
posibles daños al medioambiente que se hubieran o pudieran ocasionarse.

Los profesionales en cuestión eran peritos de parte no oficiales, es decir, propuestos


por la parte demandada y a su costa -citados en el acápite correspondiente en el presente
trabajo de tesis-. El informe a través del cual se expidieron era de carácter eminentemente
descriptivo, indicando la clase, tipo y dimensiones del cerco perimetral del predio en cuestión;
el cartel de la entrada con el aviso del tipo de residuos que no son admitidos en el lugar; la
inexistencia de la cortina forestal requerida por la legislación vigente, remedada parcialmente
con algunos eucaliptos de reciente plantación. Citan luego la superficie del área en estudio,
aclarando que lo hacen en base a los planos aportados por las partes.
Informaron también que la disposición de los residuos empezaba desde el fondo del
lugar y en paralelo al arroyo que surca la zona. En el predio podían encontrarse seis módulos
de 60 m por 70 m terminados por la empresa demandada y un séptimo módulo operado por la
Municipalidad local. Los dos primeros módulos tenían una superficie irregular más alta en el
centro que en sus bordes y que poseían cobertura de pasto sin mantenimiento aparente y diez
tubos para evacuar las emanaciones gaseosas.
Al tercer y cuarto módulo les faltaba nivelación y pasturas y poseían 12 tubos de
venteo de gases. Por su parte, el quinto y sexto módulo estaban nivelados con materiales
limosos sin vegetación y tenían 12 tubos para venteo de emanaciones gaseosas. Agregaron que
todos los módulos descriptos estaban rodeados de taludes de aproximadamente cuatro metros
de altura y en un ángulo de 45°.
También aclararon que la deposición de la basura se realizaba a nivel del terreno, y que
el módulo séptimo -por entonces no terminado- carecía del trazado del colector del drenaje
para los líquidos lixiviados, que los camiones transportadores accedían a dicho módulo hacia
la parte alta a través de un terraplén y que para la aislación de la cobertura superior se utilizaba
un material limoso. A su vez, los peritos manifestaron en su dictamen que el predio carecía de
iluminación perimetral, existiendo solamente en el módulo que se estaba empleando en esa
oportunidad; que no había ninguna obra de infraestructura para recoger y conducir los excesos
pluviales desde el predio hacia los terrenos linderos.

104
En relación a las cámaras de inspección de líquidos lixiviados, los peritos indicaron
que una de ellas fue abierta y contenía una cantidad importante de lixiviados, contabilizando
en total tres cámaras de recolección de lixiviados, con líquidos, cerradas con tapas de cemento;
que en cuanto hace a los aludidos lixiviados éstos eran bombeados hacia un tanque desde
donde se enviaban a la parte superior y con un aspersor se esparcían sobre los módulos ya
cerrados. Por otra parte, detectaron que el predio poseía cuatro pozos de monitoreo –tres de
ellos en el acuífero freático y el restante en el acuífero profundo-.
Aún más, el informe señala que se observaron numerosos perros, ratas y aves diversas;
y que no había carteles indicadores de riesgos, del uso obligatorio de elementos de seguridad
personal, ni de tránsito; y que tampoco existía la correspondiente señalización.
Concluyeron su experticia señalando que: a) era necesaria una nueva visita con
elementos apropiados para realizar determinaciones específicas, y b) que dado que era
imposible determinar visualmente el grado de contaminación del agua subterránea, superficial
y suelos lindantes, se hacía imprescindible la toma de muestras para análisis bacteriológico y
físico-químico para metales pesados. Asimismo, recomendaban el muestreo de suelos a tales
fines, avisando que iban a continuar trabajando en el lugar para buscar la manera de poder
obtener los análisis necesarios e imprescindibles.
Tres meses después el comité de expertos solicitó al Juzgado se convocara a la
Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia a los efectos de realizar los análisis físico-
químicos y bacteriológicos y determinara el grado de contaminación del agua subterránea,
superficial y suelos lindantes. El Juez accedió a la solicitud y ordenó a la Asesoría Pericial de
la Suprema Corte de Justicia su intervención.
A tales efectos se integró una comisión pericial conformada por un químico, un
geólogo y un técnico auxiliar de campo, todos pertenecientes al plantel de la Asesoría Pericial
La Plata, quienes se constituyeron en el relleno sanitario a los efectos solicitados. En tal acto y
por así haberlo dispuesto el Juez interviniente, se hallaban también presentes los integrantes
del comité de expertos propuesto por la parte denunciante. Se procedió a las mediciones de los
depósitos de residuos tanto de la sección en funcionamiento como de la que no lo estaba, que
fueron denominadas como sector cerrado y sector abierto respectivamente, y referenciados
mediante el uso del GPS.

105
Posteriormente procedieron a obtener muestras del agua subterránea de los tres
freatímetros -pozos de monitoreo 1 (profundidad 1.8 mbbp), pozo de monitoreo 2
(profundidad 2.90 mbbp) y pozo de monitoreo 3 (profundidad 3 mbbp)- y del pozo realizado
en el acuífero profundo (aprox. 50 mbbp) mediante bomba de extracción. También se
obtuvieron muestras del arroyo que surca la zona sobre el fondo del predio en estudio y fuera
de los límites del mismo.
Acto seguido se tomaron nueve muestras de suelos mediante localización de GPS y
con profundidades que oscilaban entre los 0.10 m y los 0.80 m a fin de determinar el
contenido de los metales pesados Zinc, Cadmio y Plomo. A su vez se tomó una muestra del
lixiviado en el sector cerrado mediante idéntica técnica de localización. La conservación de las
muestras de suelos fue en frio y sin agregado de ninguna especie.
Para las muestras líquidas, dicho objetivo se logró mediante el agregado de ácido
nítrico pro-análisis a pH menor a 2, siendo colectadas en envases plásticos convenientemente
rotulados. Por su parte, las alícuotas de las muestras de agua destinadas al análisis
bacteriológico fueron acondicionadas sin el agregado de conservantes y bajo cadena de frio.
Una vez obtenidas las muestras, las mismas se remitieron al laboratorio de la Dirección
General de Sanidad de la Suprema Corte de Justicia.
La experticia también señala que sobre toda la superficie del relleno sanitario, es decir,
en el sector abierto y en el sector cerrado, se efectuaron ocho mediciones de gases en el
sistema de venteo correspondientes a hidrocarburos totales (en ppm), oxígeno (en %) y
dióxido de carbono (en %), utilizando a tales fines un equipo portátil modelo EMA 2001
marca XILIX; correspondiendo tres muestreos (G1, G2 y G3) a los venteos del sector abierto
y cinco a los del sector cerrado (G1,G2,G3,G4 y G5) y con profundidades de toma que se
hallaban entre los 0.90 mbbp25 y los 3.25 mbbp.
Informaron, asimismo, que los metales pesados determinados en las muestras líquidas
fueron Arsénico, Cadmio y Plomo, en tanto que para las muestras de suelos fueron Zinc,
Cadmio y Plomo adunando que estas últimas fueron analizadas por dos métodos distintos de
tratamiento: con EDTA (ácido etilendiamino tetracético) y el otro con HNO3 (ácido nítrico).

25
Unidad de medida correspondiente a metros bajo boca de pozo.

106
Los resultados arrojaron que los valores de metales pesados no superaban los valores
guía para suelos de uso agrícola según la norma del Decreto 831/93 y que para los valores
determinados en las muestras de aguas del arroyo frente al basural y aguas abajo del mismo,
los valores de arsénico era superados de acuerdo a la normativa aludida, y que con respecto a
los parámetros restantes no hacen consideraciones habida cuenta que los valores hallados son
elevados y provenientes de aguas arriba. Respecto a los valores determinados en las muestras
correspondientes de aguas subterráneas, por lo errático de los valores hallados no fue dable
marcar tendencias.
Refirieron también que los gases eran venteados pero que se desconocía si se habían
hecho los registros oportunos de las mediciones establecidas por la Resolución 242/97 de la
Secretaría de Política Ambiental. En cuanto hace a los resultados del análisis bacteriológico de
las muestras de agua oportunamente obtenidas, se pudo precisar que estas no eran potables por
contar con valores elevados de Coliformes totales, aunque el indicador de patogenicidad
Escherichia Coli no estaba en ninguna de las muestras analizadas.
Al finalizar la exposición de la experticia, concluyeron que los valores hallados para
los metales pesados determinados en los análisis de suelos no eran superados, aunque esto sí
ocurría en relación a los valores de arsénico en las muestras de agua del arroyo (aguas frente al
basural y aguas arriba del mismo).
Más allá de todas las acciones de investigación realizadas y descriptas en los párrafos
anteriores, el litigio continuó su curso por diversas cuestiones de índole procesal que no serán
desarrolladas aquí, dado que escapan a los intereses de este estudio26. Sin embargo, conviene
subrayar el rol que tuvieron por entonces los informes periciales realizados por los peritos
intervinientes a fin de ofrecer evidencias científicas sobre los tópicos que interesaba a la
autoridad judicial.
A su vez y a efectos de fortalecer la afirmación anterior, es factible aludir al fallo que
el Juzgado Civil y Comercial n°8 del Departamento Judicial de Mar del Plata pronunció el día

26
Sólo es dable mencionar, a mayor abundamiento del caso, que el Municipio de Balcarce fue
condenado por incumplimiento de su función de policía ambiental, tal como se infiere de la lectura de
los antecedentes de un fallo dictado por la SCBA el 4/6/2008 en el que se rechaza el recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto por la Municipalidad en la causa A. 69.344

107
20/9/2006 en el que el Juez resolvió proseguir con el relevamiento de la situación del predio
de disposición final de residuos domiciliarios del Partido de Balcarce y dictar otras medidas
conminatorias pertinentes. En la parte de Autos y Vistos del texto, el Juez consideró que:
“Es dable remarcar que el tiempo que ha insumido el curso de las actuaciones
cumplidas ha derivado en la necesidad de actualizar los informes periciales
oportunamente requeridos tanto a la comisión de expertos designada, como a la
comisión Pericial perteneciente a la Dirección General de Asesorías Periciales de la
Suprema Corte de Justicia, en tanto es recaudo insoslayable para lograr un correcto
”. ( . 1)

Como puede advertirse y con ocasión de fundamentar la continuidad de las


indagaciones en el predio del basural, fue el propio magistrado quien expresó el valor
determinante de los resultados periciales llevados a cabo por los profesionales de las Ciencias
Ambientales para una correcta elucidación de la querella.
Dicho de otro modo, lo que el Juez asevera explícitamente en el párrafo citado es que
los informes periciales constituyen un elemento insoslayable para tomar una correcta decisión,
es decir, no pueden obliterarse toda vez que los métodos, técnicas y procedimientos de las
diversas ciencias ambientales que intervienen en un proceso pericial contribuyen a resolver las
contiendas judiciales en materia ambiental, cualquiera sea el fuero e instancia donde la misma
haya sido presentada. Dicho esto, queda una vez más probada la tesis que se defiende en este
trabajo de investigación.

5. Contaminación de las aguas de consumo en una cárcel


El caso se titula: Habeas Corpus27presentado por el Secretario de Ejecución Penal de la
Defensoría General de San Martín, Dr. Juan Manuel Casolatti, a favor de los internos alojados
en las unidades N° 46, 47 y 48 pertenecientes al Complejo Penitenciario San Martín. Legajo
de Ejecución N° 4766. Juzgado de Ejecución Penal N° 1 del Departamento Judicial San

27
El Habeas Corpus aquí interpuesto es de tipo correctivo, y se define como aquella institución de
j í “ in impedir tratos o traslados indebidos a personas deten ”.
(Villavicencio, 2005, p. 4) Es decir, se aplica en aquellos casos en que una persona que ha sido
detenida conforme a derecho es sometida ilegalmente a una situación agravada respecto de aquella en
que tendría que encontrarse.

108
Martín a cargo de la Dra. María del Carmen Rodríguez Melluso. Q-140474 del Registro de la
Sección Medio Ambiente de la Asesoría Pericial La Plata. Fecha de ingreso: 21/5/2013.
El caso que a continuación será analizado, reviste una complejidad especial por el
número y variedad de peritajes efectuados a través de las dos etapas que se sucedieron a lo
largo del proceso judicial. La primera de ellas estuvo signada por la realización de peritajes
químicos, geológicos y el de un ingeniero sanitario. En la segunda etapa participó una médica
toxicóloga.
Es destacable, a su vez, que diversos organismos nacionales y provinciales trabajaron
de consuno en el desarrollo de esta causa judicial: el Centro de Estudios Legales y Sociales
(C.E.L.S.), la Comisión Provincial por la Memoria y Comité Contra la Tortura y el Ministerio
de Seguridad de la Prov. de Bs. As. a través de la Subsecretaría de Política Criminal e
investigaciones Judiciales y de la Dirección Provincial de Asuntos Contenciosos.
El proceso judicial fue incoado en favor de los internos alojados en el Complejo
Penitenciario San Martín (Prov. de Bs. As.) a fin de solicitar que se adoptaran las medidas
necesarias para garantizar la salud, la integridad física y psíquica, como asimismo la vida de
los mismos, a partir del supuesto de que más de 1.500 personas y sus familiares –cuando
concurrían a visitarlos- ingerían diariamente agua que no era apta para el consumo humano.
Seguidamente, el Secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General de San
Martín denunció el incumplimiento de la provisión de agua envasada, tal como lo había
ordenado la Cámara de Apelaciones y Garantías del departamento Judicial San Isidro
oportunamente, por lo que solicitó se conminara al Servicio Penitenciario Bonaerense y al
Ministerio de Justicia a restablecer el suministro de Agua Potable en bidones- cinco litros
diarios por persona-.
La Magistrada actuante hizo lugar a lo solicitado, y en cuanto hace a la contaminación
denunciada, ordenó a la Dirección General de Asesorías Periciales -Sección Medio Ambiente-
la realización del muestreo y los análisis físico- químicos y bacteriológicos de las aguas
captadas en los pozos ubicados en las Unidades 46, 47 y 48 del Complejo Penitenciario de San
Martín, a los fines de determinar su potabilidad y, en caso de no serlo, las consecuencias que
ello podía generar para la salud humana.
Asimismo pidió a la SCBA gestionar con la Facultad de Ciencias Naturales de la
Universidad Nacional de La Plata a través de la Cátedra de Geología la evaluación del grado

109
de incidencia o impacto ambiental del Relleno Sanitario Coordinación Ecológica Área
Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) colindante con el complejo Penitenciario
precitado. En tercer lugar, la magistrada solicitó el nombramiento de un Ingeniero Sanitario de
la Dirección General de Sanidad de la Suprema Corte de Justicia.
Para el peritaje químico consignó los siguientes puntos de pericia:
1) Realizar una pericia físico-química y bacteriológica a fin de determinar la potabilidad
del agua según el CAA en las tres unidades carcelarias del Complejo Penitenciario de
San Martín.
2) En caso de verificarse divergencias entre los resultados arrojados por las distintas
muestras extraídas, efectuar un análisis comparativo con el objeto de precisar las
posibles causas, teniendo en cuenta el sector del cual proviene, si la boca de extracción
ha sido previamente flameada, y/o todo dato que coadyuve a la identificación de las
mismas.
3) En caso de encontrarse algún componente prohibido o fuera de los umbrales
permitidos de conformidad con lo estipulado por el CAA sobre las muestras peritadas,
indicar en la medida de lo posible los factores ambientales o sanitarios que podrían
haber incidido en su aparición.
4) Especificar con la mayor precisión posible las prácticas que facilitaran el cuidado del
recurso hídrico subterráneo.
5) Detallar las pautas a considerar para el monitoreo de los tanques de agua y el
clorinador, así como la frecuencia de los controles a fin de garantizar la máxima
calidad en el suministro de agua para consumo humano, considerándose especialmente
los factores ambientales y sanitarios observados al momento de efectuarse la
extracción del fluido.
6) Indicar en base a las circunstancias del momento las posibilidades de degradación del
recurso hídrico con el transcurso del tiempo y, en caso afirmativo, establecer un plazo
estimativo y ofrecer las alternativas a fin de garantizar el suministro de agua potable a
las unidades en cuestión.
7) Proveer cualquier otro dato que se advirtiese como relevante o conducente en relación
al objeto a esclarecer.

110
Una vez obtenido el dictamen de la experticia, el mismo debía ser remitido tanto al
Perito Geólogo como al perito Ingeniero Sanitario designados. Al perito Geólogo -Perito
colegial, aportado por la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La
Plata- ordenó responder a los siguientes puntos de pericia:
1) Determinar la procedencia del agua subterránea utilizada en el Complejo Penitenciario
en cuestión, identificando el acuífero y describiendo sus características y la
conformación hidrogeológica del sitio.
2) Establecer en función de los análisis físico-químicos y bacteriológicos documentales,
la aptitud del agua de los pozos del Complejo para consumo humano, conforme los
parámetros de calidad vigentes.
3) En caso de detectarse componentes en concentraciones por encima de los umbrales de
admisibilidad, determinar si se trataba de razones naturales o exógenas
(antropogénicas). Si era este último caso, identificar su posible procedencia.
4) Indique en base a las circunstancias del momento las posibilidades de degradación del
recurso hídrico con el transcurso del tiempo y, en caso afirmativo, establecer un plazo
estimativo y ofrecer las alternativas necesarias para garantizar el suministro de agua
potable a las unidades en cuestión.
5) Proveer cualquier otro dato que fuera relevante o conducente en relación al objeto que
se pretendía esclarecer.

Para el perito Ingeniero Sanitario -Perito Oficial- designado para realizar una pericia
sanitaria, la Jueza ordenó expedirse, basándose en los informes físico-químicos y
bacteriológicos realizados por la Asesoría Pericial, sobre los siguientes puntos:
1) Si el agua suministrada era apta para el consumo humano conforme a las normas de
calidad aplicables al caso, debiendo efectuar las conclusiones pertinentes de las
pericias practicadas.
2) Especificar las normas de higiene y control que determinan la potabilidad del fluido
líquido conforme las exigencias de la Autoridad del Agua Provincial, informando
sobre el cumplimiento de las mismas por parte de la Autoridad Penitenciaria.

111
3) Indicar si podía concluirse que existían irregularidades en las condiciones de limpieza
y/o falta de mantenimiento en las instalaciones de toda la red de provisión del fluido
(pozos, tanques, cañerías y/o bocas de suministro).
4) Describir las normas y frecuencia de limpieza y desinfección que debían realizar los
habitantes de cada sector a fin de evitar la posible contaminación del agua, indicando
según las observaciones realizadas, el cumplimiento de las mismas por parte de los
consumidores, así como cualquier recomendación que considere pertinente.
5) Indicar en base a las circunstancias del momento las posibilidades de degradación del
recurso hídrico con el transcurso del tiempo y, en caso afirmativo, establecer un plazo
estimativo y ofrecer alternativas que considerase oportunas para garantizar el
suministro de agua potable a las unidades en cuestión.
6) Proporcionar cualquier otro dato considerado relevante o conducente en relación al
objeto que se pretendía esclarecer.

Es de resaltar que en las experticias llevadas a cabo, también actuaron un químico


propuesto por el C.E.L.S., la Comisión Provincial por la Memoria y el Comité Contra la
Tortura en carácter de perito de Parte, y una ingeniero químico aportado por el Ministerio de
Seguridad de la Provincia de Buenos Aires en carácter de consultora técnica.
A tales fines, se reunieron los peritos químicos para consensuar las pautas de muestreo
y los criterios para la elección de las unidades a muestrear, a saber, al azar y en el mismo
momento del inicio de la actividad pericial. En cuanto a las estrategias de muestreo se acuerda
obtener muestras de los pozos de extracción de aguas subterráneas, tanques de agua, sectores
de cocina, sanidad y de celdas seleccionadas al azar, como así también de las canillas ubicadas
en las bachas instaladas en los espacios comunes en cada uno de los pabellones.
En las celdas se procedió al muestreo aplicando la técnica ISO 5667, bajo dos
condiciones diferentes: incluyendo la etapa de termodestrucción de bacterias (flameado) y sin
la etapa de termodestrucción de bacterias -de manera tal de evaluar la condición más
desfavorable y representativa de las condiciones de uso cotidiano-. En las muestras obtenidas
de los pozos se procedió a un análisis físico-químico y bacteriológico completos. En las
muestras extraídas de las canillas se hicieron análisis bacteriológicos.

112
También se acordó que los parámetros a determinar en los análisis bacteriológicos
serían: Coliformes totales, coliformes fecales, pseudomonas y Esterichia coli. Y para los
físico- químicos : Arsénico, Cadmio, Cromo total, Zinc, Plomo, Nitritos, Nitratos, Amonio,
Cloruros, Sulfatos, Compuestos Volátiles Orgánicos discriminados, Trihalometanos
discriminados, Sustancias fenólicas discriminadas y Pesticidas (organoclorados y
organofosforados discriminados). Decidieron que los parámetros a determinar in situ serían:
Conductividad, Temperatura, pH y cloro residual.
A su vez, fijaron pautas para la remisión de las muestras a los laboratorios elegidos (el
laboratorio ofrecido por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible-OPDS- para las
determinaciones físico químicas y el laboratorio de la Dirección General de Sanidad de la
Suprema Corte de Justicia, para los análisis bacteriológicos). Convinieron también que la
apertura de las muestras se haría al día siguiente del muestreo en presencia de personal del
OPDS, Asesoría Pericial, Comisión provincial por la Memoria y Comité contra la tortura, el
Centro de Estudios Legales y Sociales y el Ministerio de Justicia y Seguridad.
En el acto de toma de muestras, además de los citados, se hallaban presentes: el
Secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General de San Martín y la Jueza titular del
Juzgado de Ejecución Penal actuante. En el informe se hace alusión a los instrumentos
utilizados para las mediciones in situ: 1) pHmetro marca Lutron modelo PH-222- que mide
simultáneamente el pH y la temperatura de la muestra; 2) Conductímetro, marca Lutron
modelo PCD 431, que mide Conductividad, Sólidos Disueltos Totales y temperatura; 3) Test
de Cloro libre marca Merck, microquant 114976.
Se precisó que los envases utilizados para realizar los análisis bacteriológicos eran
recipientes estériles de 125 ml. Para las determinaciones físico-químicas se emplearon bidones
plásticos de dos litros y botellas de vidrio ámbar de un litro. Para las soluciones de muestras
control físico-químicas se utilizaron frascos plásticos de un litro. En total se tomaron 109
muestras, en las 3 unidades del Complejo Penitenciario.
El informe pericial apuntado llegó a las siguientes conclusiones:
Para la Unidad de detención N° 46 y de acuerdo al resultado hallado para amonio en el
agua de pozo y en la cisterna, el agua no es apta para el consumo humano de acuerdo a lo
establecido por el Código Alimentario Argentino, y que en la muestra de la celda 1 del

113
pabellón 7 masculino (obtenida en condiciones no flameadas), el resultado del análisis
bacteriológico comprobó que la misma no era apta para el consumo humano.
Para la Unidad de detención N° 47 se halló que el agua era apta para el consumo
humano de acuerdo a ambos análisis en las muestras representativas del pozo y cisterna. Sin
embargo, el resultado del análisis bacteriológico de la canilla de la bacha del espacio común
del pabellón 4 masculino, flameada, determinó que no era apta para el consumo humano, de
acuerdo a la citada normativa. Asimismo se informó que en algunos de los sitios medidos el
contenido de cloro residual estaba por debajo de los mínimos establecidos.
Para la Unidad de detención N° 48 el agua de pozo y de cisterna no era apta para
consumo humano en virtud de los valores obtenidos para Cloruros y Amonio. En algunas de
las canillas de las celdas muestreadas las determinaciones bacteriológicas realizadas
confirmaron que el agua tampoco era apta para el consumo humano, aunque el contenido de
cloro residual determinado arrojó valores por debajo de los requeridos por la norma.
Respecto del monitoreo de los tanques de agua recomendaron una frecuencia semestral
para un análisis físico-químico completo y trimestral para el bacteriológico. En cuanto al
clorinador, instaron a verificar diariamente su contenido y medir los niveles de cloro en los
distintos puntos de la red.
Como colofón del informe pericial, añadieron las siguientes recomendaciones: la
urgente limpieza y desinfección de todos los tanques de agua del complejo Penitenciario; que
se suministrara lavandina en las celdas a fin de mantener las condiciones mínimas de higiene;
que se habilitaran y se siguiera una rutina de administración del correcto funcionamiento de
los clorinadores en los tanques de agua de todas las unidades; se procediera al cegado formal
de los pozos de agua inactivos -a fin de proteger el recurso hídrico subterráneo- y su
señalización; y finalmente, sugirieron arbitrar los medios que permitan la conexión a la red de
la planta potabilizadora más cercana, a los fines de asegurar la calidad del agua en uso.
En cuanto hace al peritaje geológico, el Geólogo actuante -para este caso Perito
Colegial del listado propuesto en el marco teórico- expresó en su contestación al primer punto
de pericia ordenado, que el acuífero del que procedían las aguas captadas en el predio en
ó “P h ” í ó
hidrogeológica del sitio en estudio; hizo un relato histórico sobre la utilización del agua
subterránea en el Partido de General San Martín y describió luego las características físico-

114
químicas del acuífero apuntado, en la zona; y concluyó que no suele contener oligoelementos
que superen los umbrales de aptitud y en general resulta apta para uso humano considerando
los valores límite fijados por el CAA.
A continuación expuso lo referido al segundo punto de pericia, haciendo una
interpretación geo-hidrológica de los valores hallados en el peritaje químico y que le fueron
remitidos por orden de la magistrada actuante, con más lo aportado por el Informe hidro-
geológico de convalidación técnica realizado a los efectos de obtener el permiso de
explotación del recurso hídrico subterráneo, ante la Autoridad del Agua, afirmando que las
aguas eran aptas para el consumo humano.
Puntualizó que en los análisis realizados en la Unidad 48 por cuenta del Organismo
Para el Desarrollo Sustentable los valores para Cloruros y amonio se hallaban por encima de
lo normado; en tanto que para los realizados en la Unidad 46 el valor elevado lo presentaba el
amonio. Hizo la reflexión que la sola existencia de cloruros y amonio en el agua subterránea
no debe ser considerada como resultado de una contaminación, sin analizar las posibles causas
de su presencia. También aludió a que los tenores de flúor hallados en los pozos 46 y 47 se
encontraban por debajo del mínimo fijado por CAA y que no eran de preocupar habida cuenta
que eran remediables con adición del mismo antes de ser liberadas al consumo las aguas de
referencia.
En cuanto al punto de pericia 3, contestó que debería pensarse en un origen antrópico
de la contaminación, en virtud que normalmente dichos valores son ajenos a las características
del agua correspondientes al acuífero en cuestión, ya que el Río Reconquista- que separa el
basural aledaño del Complejo Penitenciario y que sería responsable de la contaminación
hallada- hidrológicamente es de comportamiento efluente o ganador (recibe agua del acuífero),
por lo que se comportaría como una barrera hidráulica o límite, entre los citados predios.
Para el punto de pericia 4, el geólogo se expresó diciendo que la degradación del
recurso hídrico es dependiente de los factores antrópicos y del tiempo. Sugirió el
establecimiento de un perímetro de protección entre el Complejo Penitenciario y el basural,
como asimismo el monitoreo secuente de la calidad del agua de las captaciones y el sellado de
los pozos abandonados, a sus efectos. Y finalmente, en el punto de pericia 5, reiteró la
importancia de recurrir a la Red de Servicio Público para la provisión de agua al Complejo

115
Penitenciario, al menos para el agua de bebida y cocción de alimentos, pudiendo mantenerse el
agua de los pozos para higiene y demás acciones domésticas.
Luego de recepcionar el informe remitido por el perito químico oficial, tal como fue
ordenado por la Magistrada actuante, el perito sanitarista presentó su dictamen. Adhirió a las
conclusiones de los peritos químicos, y atento a que no existía contaminación en los pozos de
captación y que solo restaba resolver los problemas planteados por la contaminación
bacteriológica, propuso dos soluciones:
La primera de ellas implicaba las siguientes tareas: a) limpiar tanques, cañerías y
canillas con un procedimiento de trabajo de limpieza; b) clorinar el agua de manera adecuada
a efectos de garantizar que al final del circuito de agua quede como cloro residual un mínimo
de 0,2mg/L.; c) generar conciencia en los detenidos para realizar la limpieza de la canilla con
cloro una vez cada 20 días aproximadamente.
La segunda solución incluía: a) limpiar tanques, cañerías y canillas con un
procedimiento de trabajo de limpieza; b) utilizar sistema de aguas electro activadas, apuntando
que si bien ello tenía un costo inicial elevado, al generar desinfectantes y desengrasantes se
podía generar a largo plazo un ahorro y hasta un ingreso si se los comercializaba con otras
Unidades Penitenciarias, Comisarías y/o privados; c) generar conciencia en los detenidos para
realizar la limpieza de las canillas con cloro una vez cada 20 días aproximadamente.
Con posterioridad y como consecuencia de ciertos valores anómalos hallados, la Juez
actuante convocó a un Médico toxicólogo de la Dirección General de Asesorías Periciales –
Perito Oficial- a quien ordenó informar si los indicadores negativos encontrados en el fluido
obtenido en las distintas unidades carcelarias producen daños a la salud, en caso de ser
consumidos y/o de ser utilizados para la higiene corporal o de los elementos de uso diario.
Además, que detallara la gravitación de los mismos sobre la salud de las personas en situación
de encierro.
La perito toxicóloga se expidió al responder el punto de pericia asignado, haciendo
saber que luego del estudio de los elementos de juicio aportados por el dictamen pericial
químico, debía describir separadamente los indicadores de contaminación negativos hallados
en los análisis químicos y bacteriológicos. En primer lugar hizo apreciaciones sobre la
ó óg g “ g óg
represent g ”

116
que por caso, la bacteria Esterichia C y h “
fecal es la primera fuente de contaminación y constituye una de las causas de diferentes
g ó y ”.
Describió seguidamente las Pseudomonas, haciendo saber que este grupo de bacterias
muchas veces forman parte de la flora microbiana normal de la población sana, colonizando
las zonas húmedas del organismo como, por ejemplo, la piel de las axilas, periné y mucosas;
siendo responsables de infecciones en la piel, aparato respiratorio, infecciones urinarias,
infecciones oftálmicas, del tubo digestivo, otorrinolaringológicas, endocarditis, artritis,
meningitis, sobre todo en individuos cuya inmunidad se halla comprometida.
En relación a las bacterias Coliformes, expresó que las mismas se encontraban
normalmente en el tracto intestinal de los seres humanos y animales homeotermos, en el suelo
y en la capa superficial del agua o en los sedimentos del fondo, por lo que su presencia está
tanto en aguas naturales como en aguas residuales e incluyen especies fecales y ambientales, y
por sus características bioquímicas son consideradas indicadoras de contaminación del agua.
Seguidamente pasó a referirse a los indicadores químicos anómalos encontrados en los
análisis, concluyendo que la presencia de Cloruros y amonio no producen repercusiones
inmediatas en la salud. Finalizó la experticia indicando que a las enfermedades de transmisión
hídrica -las que se transmiten por el consumo de agua contaminada con bacterias- son
susceptibles las personas en situación de encierro.
Luego de haberse llevado a cabo los peritajes ordenados y de los considerandos
apuntados por la Jueza actuante, donde se hace referencia a las recomendaciones efectuadas
por los peritos intervinientes, y especialmente, a las recomendaciones aportadas por el Perito
Sanitarista, fue resuelto no hacer lugar a la solicitud presentada por el Dr. Javier Rezzónico el
día 29/10/2013 para dejar sin efecto la provisión de agua potable en bidones a la población
carcelaria alojadas en las Unidades de Detención N° 46, 47 y 48 del Complejo penitenciario en
ciernes, hasta tanto no se cumplieran las indicaciones sugeridas por el perito Sanitarista:
1) Limpiar tanques, cañerías y canillas debiendo seguirse el procedimiento de trabajo
j “I” j .
2) Clorar el agua de manera adecuada a efectos de garantizar que al final del circuito de
agua quede como cloro residual un mínimo de 0,2mg/L.

117
3) Generar conciencia en los detenidos para realizar la limpieza de la canilla con Cloro
una vez cada 20 días aproximadamente, debiendo proveer de los medios necesarios
para la desinfección, así como elementos de higiene básicos (jabón, lavandina,
detergente, papel higiénico, etc.).
4) Proceder a la señalización y sellado definitivo de los pozos de agua viejos.
5) Reparar las conexiones entre las viejas y las nuevas cañerías, y sellar las cañerías
viejas en desuso.

En segundo lugar, instó al Estado Provincial a efectuar la conexión a la red de agua


potable en el plazo de un año y evaluar la conveniencia de formar un perímetro de protección
alrededor del Complejo Penitenciario mediante pozos de monitoreo, tal como fuera propuesto
por el Perito Geólogo. Y finalmente ó “ ó í
encuentran en juego, póngase en conocimiento de la presente a la Secretaría de Derechos
Humanos dep M D h H P N ó ”.
Habiendo expuesto la resolución del caso, se vuelve a evidenciar el carácter
instrumental del accionar de los peritos en orden a la investigación y reunión de elementos de
convicción por parte del magistrado a cargo de la causa. Tal fue lo que ocurrió en el caso
analizado, ya que las evidencias científicas aportadas por los profesionales de las ciencias
ambientales permitieron sustentar la decisión de la magistrado actuante de conminar al Estado
en la figura de la Sra. Jefe del Servicio Penitenciario a restablecer las condiciones de
salubridad e higiene del Complejo penitenciario aludido y proveerles agua potable a los presos
en bidones individuales hasta tanto sea necesario.
De esta manera, los informes periciales aportados por los profesionales de las ciencias
ambientales convocados, demuestran una vez más que tales ciencias -a través de sus técnicas y
procedimientos- contribuyeron al esclarecimiento de una controversia ambiental y a la debida
administración de justicia.

118
CONCLUSIONES

El medio ambiente puede ser objeto de un litigio judicial en cuanto que la parte
denunciante considera que existe un daño o afectación del ambiente que debe ser reparado, las
más de las veces -aunque no de modo excluyente- por una causa antrópica, es decir, provocada
por la actividad de un ser humano. El inicio de una demanda judicial supone la apertura de un
proceso que incluye generalmente la realización de un peritaje que permita determinar la
veracidad de la contaminación, o problema ambiental denunciado y, en caso afirmativo,
estipular posibles factores que expliquen el fenómeno en cuestión.
Es por eso que a partir de los argumentos esgrimidos en el presente trabajo de
investigación, los procedimientos periciales realizados en el contexto de un proceso judicial
por causa de una controversia ambiental, fundan una relación epistemológica entre las
Ciencias Jurídicas y las Ciencias Ambientales que muestran la fecundidad de los enfoques
interdisciplinarios en la resolución de una querella judicial.
Es el magistrado el que ordena y dirige la práctica pericial. Esta acción se materializa
al presentar el perito su dictamen pericial, que resume el accionar del profesional en su ciencia
o arte, aportando todo el bagaje de conocimientos que posee al responder a los puntos de
peritaje expresamente indicados y que, dentro de los límites fijados por la normativa vigente,
provee al juzgador a los exclusivos fines de su valoración en el proceso, ya que en el
desarrollo de una práctica pericial el perito oficial no persigue una condena, sino que se reduce
a la presentación de una posición científica derivada de una técnica aplicada a un supuesto en
particular.
Es de reafirmar que la participación del perito en un proceso ambiental, está restringida
a la fase de investigación, pero no así a la de resolución del conflicto, que queda
exclusivamente reservada al magistrado, pues de acuerdo a lo ya expresado, el dictamen
pericial solo constituye una respuesta científica del estado de la muestra u objeto peritado al
momento de realizada la experticia, pero no es de caracter vinculante.
Pero el hecho puntual de una práctica pericial no es el objeto de esta investigación, sino
la resolución de la primera disyuntiva planteada, esto es, si los peritajes en materia ambiental
son necesarios para la administración de justicia. Para resolver esta cuestión se ha desarrollado
acabadamente el procedimiento pericial en los casos presentados, siguiendo un esquema de

119
complejidad creciente, tomando como parámetros: la población afectada o en riesgo de estarlo,
su incidencia social, el sustrato afectado, el número de peritos actuantes en el caso, las
profesiones involucradas, la clase de los peritos según la normativa vigente; los fueros de
actuación y las diversas instancias del proceso judicial, donde las hubo.
Se ha llegado al convencimiento formal de que los peritajes en materia ambiental,
llevados a cabo por los profesionales de las ciencias ambientales aportan evidencia científica
esencial para el determinante jurídico, al demostrar fácticamente que estos se producen de
manera sistemática en las controversias ambientales, tal el camino explicativo que se ha
optado en la presentación y desarrollo contextual de la actividad pericial en los casos
expuestos.
En el análisis efectuado se puso de manifiesto que la actuación pericial: desdijo en un
todo la denuncia presentada -privando de argumentos jurídicos al fiscal actuante para elevarla
al juez en consecuencia-, tal lo acontecido en el caso 3 desarrollado en la presente Tesis;
clarificar prejuicios sobre las causales de contaminación aducidas por el denunciante -acción
contaminante producida por el basural aledaño sobre el acuífero de captación en uso-, como
aconteció en el caso 5; o servir de basamento científico para avalar la denuncia y ser admitido
como tal por los magistrados al dictar resolución o sentencia, como se mostró en los casos 1,
2y4.
Dicho todo lo anterior se entiende que el resultado de un peritaje, en sí mismo
considerado, no es una prueba jurídica. Es discutible y deberá ser objeto de estudio en
profundidad, pero en otra instancia, si una prueba científica basada en evidencia -un peritaje-
es determinante en el dictado de una sentencia y en qué casos o bajo qué condiciones el
magistrado puede objetivamente desestimarlas. Pero esto excede a los fines de este trabajo y
supone, además, un examen exhaustivo y dilatado de la teoría general de la prueba, que es
más bien una tarea inherente a las Ciencias Jurídicas, y podría ser considerado como una
extrapolación de competencias si se intentase hacer conclusiones en ese orden de ideas, desde
las Ciencias Ambientales.
Las Ciencias Ambientales que más frecuentemente intervienen en peritajes ordenados
por causa de una controversia medioambiental son las que tradicionalmente se clasifican como
Ciencias Naturales, ello no habilita a pensar que estas son las más destacadas o importantes
dentro de las ciencias que estudian el medio ambiente. Tal como se ha señalado en el capítulo

120
correspondiente al estatuto epistemológico de las ciencias ambientales, la formalidad de estas
viene dada por la relación entre la naturaleza física y el factor antrópico, de modo tal que ellas
estudian el medio ambiente en tanto que es modificado por el accionar del hombre en
sociedad, por lo que es falso admitir la prelación de las ciencias naturales respecto a las
sociales.
Por otra parte, es preciso insistir que la aplicación de las Ciencias Ambientales en el
campo de la administración de justicia, no implica que las evidencias científicas presentadas
por los profesionales de las ciencias ambientales que actúan como peritos, sean vinculantes.
Esto quiere decir que no generan ninguna obligación a la autoridad judicial -que tiene el
imperio de la ley- de ser aceptadas ni total ni parcialmente. Los peritajes, desde este punto de
vista, sirven para crear convicción veraz sobre los hechos que se implican en el litigio, pero no
tienen ningún poder de coerción sobre el magistrado en turno.
Hay que decir además, que los resultados de un peritaje no son infalibles, es decir, no
están exentos de error. Así, por poner un caso, cuando la muestra debe tomarse a cielo abierto
los factores climáticos adversos modifican las condiciones originales del campo de estudio y,
por tanto, la muestra obtenida no representará sino con un importante sesgo de error la
situación ambiental que se deseaba evaluar.
A su vez, los procesos periciales son complejos y no siempre es posible garantizar su
desarrollo en tiempo y forma, esto es, ajustarse por completo a los procedimientos científicos
que sería conveniente seguir para encontrar resultados válidos. Aún más, si bien a lo largo de
este trabajo se ha probado el valor que tienen los peritajes dentro de un proceso judicial,
contribuyendo a la dilucidación de una controversia ambiental, muchas veces las formalidades
jurídicas obstaculizan o impiden un desempeño más fructuoso por parte de los profesionales
de las ciencias ambientales.
En los peritajes pueden intervenir diversas ciencias ambientales junto con sus
disciplinas auxiliares. Si bien esto suele ir en detrimento de la celeridad que se requiere o es
conveniente para la recolección de los datos en el campo de estudio, no menos cierto es que tal
supuesto fomenta el diálogo multi e interdisciplinar respecto a la investigación de un
determinado fenómeno.
Esto último, a su vez, no está exento de dificultades en cuanto a las decisiones
metodológicas más pertinentes que deban adoptarse, hecho que suscita no pocos desacuerdos

121
y discusiones, pero que es necesario superar si se pretende lograr consenso y un auténtico
espíritu de colaboración, con toda la imparcialidad y objetividad que sea posible. Esta
ausencia de uniformidad de criterios suelen presentarse cuando en un peritaje intervienen un
perito oficial y un perito de parte.
A tenor de lo dicho puede afirmarse que, al menos en lo concerniente a los peritajes
ambientales, los tiempos de los procedimientos judiciales no son los tiempos de la Ciencia,
pues con frecuencia las formas legales exigidas por la Justicia conspiran contra la inmediatez
que es aconsejable en la recolección de las muestras, para tratar de disminuir lo más posible
las variaciones de las condiciones originales de contaminación o alteración del medio
ambiente que se invoca como bien jurídico afectado, por parte del denunciante en una
contienda judicial.
La otra cuestión conflictiva que debe dirimirse es la pertinencia o incumbencia
profesional en los peritajes ambientales y de cómo se produce la selección o actuación de los
peritos, y en qué orden. A tal supuesto se ha expresado que a los fines del acabado tenor de un
peritaje, este debe multidisciplinario e interdisciplinario, aceptándose un sesgo
transdisciplinario cuando el profesional actuante, con la finalidad de clarificar su experticia, y
solo por ello, hace suyas valoraciones conceptuales concernientes a un ámbito que no le es
propio.
Este supuesto queda palmariamente demostrado en el caso 5 expuesto en esta Tesis,
donde se advierte la actuación escalonada y progresiva del accionar pericial, en la medida que
van emergiendo nuevas variables a dilucidar en la cuestión a dirimir, y que donde sin
pretender establecer un orden jerárquico, se posiciona a un determinado peritaje en una
ubicación prevalente- establecida solamente por el desarrollo general de los resultados de las
experticias realizadas en el contexto previo-, y a partir del cual se van desarrollando certezas
científicas, que serán tomadas y evaluadas por el juzgador al momento de resolver la cuestión.
Habiendo expuesto lo relativo a la materia de actuación, su método de acción, su
pertinencia científica, la solicitud sistemática de la producción de peritajes ambientales por
parte de los magistrados, la relación epistemológica entre ambos campos y la resolución
fáctica de una controversia ambiental, se pretende reafirmar que los peritajes ambientales son
una herramienta científica complementaria esencial, absolutamente necesaria en la
administración de justicia.

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