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Ensayo: "El Matrimonio Igualitario en Colombia Entre la

realidad y la utopía"

Con el siguiente escrito pretendo mostrar las principales dificultades que han
tenido las comunidades LGTBI para reclamar sus Derechos y un trato igual para
todos y que su posición de  ser homosexuales no los hacen mejores  o peores
personas. El ejemplo claro de esta es una discusión la cual ha dado como
resultado   la negación por parte del Estado para  que ellos puedan unir sus vidas
por medio del matrimonio y reclamar una igualdad en el trato como personas.

Y es que es un poco fuera de lugar pensar que en pleno siglo XXI y en un país en
vías de desarrollo, haya todavía una discriminación hacia una minoría y que a su
vez sufre  la negación a unos Derecho básicos estipulados en la constitución de
1991. Países como Holanda (que fue el primero en aprobarlo) y Francia que ha
sido el último en unirse, y que junto a ellos están otras doce naciones que han
considerado la unión entre parejas homosexuales como una opción viable para el
desarrollo del país. Pero parece que para Colombia  esta idea es utópica y nuestra
legislación sigue funcionando como si estuviéramos en el siglo XVIII, queremos
salir del subdesarrollo, pero no nos adaptamos a los cambios que la sociedad 
genera.

Mucho se ha especulado sobre el futuro de las comunidades LGTBI en una


sociedad como la colombiana, en donde a lo largo de su historia ha visto como la
religión desde su institución la iglesia, ha intervenido tanta política, física
(coacción) y moralmente en la vida y pensamiento de las personas que habitan en
la comunidad. Y es que ésta posición no es en vano, según los fieles de ésta
doctrina religiosa Cristo, el máximo exponente de la religión católico – cristiana,
enseñaba el amor entre las personas y de llevar una vida plena y sana, pero
siguiendo una línea de comportamiento mencionadas por la biblia (máximo libro
para la religión católico – cristiana).  

Colombia en el primer artículo  se declara Estado social de Derecho, es decir, que
los ciudadanos deberían tener garantías para disfrutar plenamente sus Derechos y
cumplir sus deberes a lo largo de su vida, entonces  el Estado no cumple con su
deber.

El miedo inculcado a las personas por parte de la iglesia de que si desobedecían  


las leyes impuestas por Dios y las cosas que eran consideradas como pecados,
fueron surgiendo efecto, y en las familias se comenzaba a dirigir a los niños por el
“buen camino” impuesto por la iglesia y el hecho de solo pensar en el
homosexualismo era una amenaza de ir al infierno y allí se condenarían para la
eternidad, y allí entra esa doble moral, y a jugar con la fe y la creencia de las
personas y todo por un interés de por medio.

Esta forma de vida inculcada y sometida por medio de la sangre, pues no


podemos olvidar las cruzadas organizadas y efectuadas por la Iglesia católica y a
medida de que transcurrió el tiempo, en el pensamiento de las personas ya estaba
inmersa ésta forma de llevar su vida.
Toda esta cuestión se está viendo reflejada hoy en día, con el despertar de
conciencia que está tomando la gente y el incumplimiento e irrespeto de los
Derechos humanos y una trato inhumano, han sido los pilares fundamentales con
que se ha basado éste pliego de peticiones por parte de las comunidades LGTBI y
que hoy son el centro de los debates en el congreso de la República y que han
formado tan distantes opiniones.

Un artículo publicado por el periódico EL TIEMPO el día 16 de mayo del 2013


habla sobres las reacción de las comunidades LGTBI a la posición del Procurador
general de la Nación, Alejandro Ordoñez, el cual ha puesto muy claro su rotunda
oposición al matrimonio igualitario en nuestro país, y pues nuestro querido amigo
es de una tradición estrictamente religiosa, y por obvias razones su moral y ética
fundada en éstas bases que rigen una tradición milenaria.
“los LGTBI no le tenemos miedo al procurador”, éstas fueron algunas de las
expresiones dichas en las diversas manifestación para reclamar los Derechos que
por nacimiento tienen, y que la constitución los abriga, y pues sería lo más normal
pensar que en un país considerado separado de la Iglesia, éstas posiciones
moralistas no serían problemas para solucionar las exigencias puestas por una
parte de la comunidad. Tambien se han unido con consignas como "iguales en
impuestos, iguales en derechos"

El procurador en intervino en un foro sobre el matrimonio igualitario, y en él


mencionaba que “para restablecer la estructura social, no pasa si no por el
restablecimiento de la célula familiar que es el fundamento de toda la sociedad”.
Esto apoyado desde la constitución que dice que la célula familiar es la base para
una sociedad. ¿Será que el procurador trató de decir entonces, que las parejas del
mismo sexo no son familia?, y por ende ¿no pueden crear familia? ¿Acaso dios no
dijo algo así: “ámense los unos a los otros”? (aclaro, menciono esto, por el papel
que ha tomado la iglesia respecto al matrimonio igualitario).  Entonces acá se
pone en duda el amor que pueden brindar y sentir las parejas del mismo sexo,
sería penoso que desde el mismísimo Estado, este infundiendo éste pensamiento
y ataque en contra de un compatriota que solo busca igualdad de condiciones
para una mejor calidad de vida.

¿Será que todo este debate será otra cuestión más para apuntar en mi libreta de
utopías para éste país? O será que por fin éste pueblo agobiado y doliente se
despierte y reclame sus Derechos, pero sin dejar atrás sus Deberes, para así
entre todos construir ciudadanía y el amor, el respeto y la tolerancia se respiren en
cada esquina, cada familia sin importar su definición sexual, que en las iglesias se
pregone el verdadero amor que no excluye nada ni nadie.
De pronto seré muy pesimista al respecto, pero con dolor y rabia lo que va a
resultar siendo todo esto será algo utópico, y mi libreta se verá con otro tema más
perdido en las memorias de los colombianos.

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