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INDICE
Magistrado Sustanciador:
Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO
RESUELVE:
Magistrado Magistrado
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6
Para que una prueba sea válida y eficaz, necesariamente tiene que ser
controvertida. De tal manera es fundamental la contradicción de la prueba,
relativo especialmente al proceso penal, pero aplicable también a los
demás, consagra como un derecho de quien es parte en un proceso,
presentar pruebas y controvertir las que se alleguen en su contra. Lo
anterior explica por qué cuando la prueba en sí ha sido válidamente
practicada, conserva su validez y eficacia respecto de quienes tuvieron
oportunidad de contradecirla. Esta oportunidad garantiza, precisamente,
que se ha respetado el derecho de defensa, una de cuyas expresiones
principales es la contradicción de la prueba.
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Magistrado Ponente:
De. JORGE ARANGO MEJÍA.
I. ANTECEDENTES.
Por auto del cuatro (4) de agosto de mil novecientos noventa y siete
(1997), el Magistrado sustanciador admitió la demanda y ordenó fijar en
lista las normas parcialmente acusadas. Así mismo, dispuso dar traslado
al señor Procurador General de la Nación para que rindiera el concepto
de rigor, y comunicó la iniciación del asunto al señor Presidente de la
República, con el objeto de que, si lo estimaba oportuno, conceptuara
sobre la constitucionalidad de las normas parcialmente demandadas.
A) Normas acusadas.
“DECRETA:
“(…)
“El auto que declare una nulidad indicará la actuación que debe
renovarse, y condenará en costas a la parte que dio lugar a ella.
“CAPITULO I
“Conflictos de Competencia.
“Trámite.
“(…)
“(…)
10
“CAPITULO III
“Acumulación de procesos.
“Trámite.
“(…)
“(…)
“5. Sólo puede decretarse cuando no exista otro medio procesal para
subsanar la irregularidad sustancial.
B. La demanda.
C. Intervenciones.
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Primera.- Competencia.
Por último (para no citar otras normas), puede mencionarse el deber que
el Código impone al juez que conduce el proceso ordinario de mayor
cuantía, de “decretar las medidas autorizadas para sanear los vicios de
procedimiento o precaverlos, integrar el litisconsorcio necesario, evitar
que el proceso concluya con sentencia inhibitoria y prevenir cualquier
tentativa de fraude procesal” (Artículo 401). Obsérvese que el deber se
manifiesta en dos sentidos: no sólo sanear los vicios de procedimiento
sino precaverlos. Todo, se repite, como consecuencia del principio de la
economía procesal.
“Puede suceder también que el efecto práctico del acto, tal como se
produce en concreto, sin necesidad alguna de rectificación,
demuestre que la nulidad sería una consecuencia excesiva, aun
cuando el vicio sea esencial. El caso típico es el del demandado
que comparece puntualmente en juicio, aun siendo nula la
notificación que se le ha hecho de la demanda; como quiera que la
nulidad de ésta se prescribe en previsión de que la notificación no
sirva para provocar la comparencia, resulta que el evento desmiente
la previsión.
De otra parte, así como el legislador está facultado, al dictar los códigos
de procedimiento, para establecer las causales de nulidad, también lo
está para definir cuáles son las nulidades saneables y cuáles son las
insaneables. Siempre y cuando, naturalmente, el saneamiento de la
nulidad no implique el quebrantamiento de la Constitución, como
acontecía con el numeral 6 del artículo 144 del Código de Procedimiento
Civil, que la Corte declaró inexequible en sentencia C-407 de 1997,
porque traía consigo una violación ostensible del debido proceso y del
principio de la igualdad.
(…)
“5º. Cuando la falta de competencia distinta de la funcional no se
haya alegado como excepción previa. Saneada esta nulidad, el juez
seguirá conociendo del proceso”.
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salvo cuando la nulidad sea insaneable. En lo que tiene que ver con la
competencia, se considera que el demandado que no propuso la
excepción previa de falta de competencia, prorroga ésta, lo cual no
implica vulneración del derecho de defensa.
Se demanda la parte del artículo 146, según la cual, una vez declarada la
nulidad, “la prueba practicada dentro de dicha actuación (la actuación
declarada nula) conservará su validez y tendrá eficacia respecto a
quienes tuvieron oportunidad de contradecirla”.
Esta norma tiene una razón de ser que se explica por sí sola: como el fin
del proceso es establecer la existencia de unos hechos o actos jurídicos,
base del reconocimiento de los derechos reconocidos por la ley
sustancial, el tema central es el debate probatorio. Para que una prueba
sea válida y eficaz, necesariamente tiene que ser controvertida. De tal
manera es fundamental la contradicción de la prueba, que el artículo 29
de la Constitución, relativo especialmente al proceso penal, pero
aplicable también a los demás, consagra como un derecho de quien es
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Séptima.- Análisis del último inciso del artículo 152 del Código de
Procedimiento Civil.
Octava.- Análisis del último inciso del artículo 159 del Código de
Procedimiento Civil.
Se demanda la expresión del inciso primero del artículo 305 del Código
de Procedimiento Penal, que establece que decretada la nulidad de lo
actuado en el proceso penal, se ordenará que se reponga la actuación
que dependa del acto declarado nulo, para que se subsane el defecto. El
motivo de la acusación consiste en reponer solamente la actuación que
dependa del acto declarado nulo.
“5. Sólo puede decretarse (la nulidad) cuando no exista otro medio
procesal para subsanar la irregularidad sustancial”.
Recuérdese, además, que las tres causales de nulidad del artículo 304
del Código de Procedimiento Penal, están basadas en la violación del
debido proceso: la falta de competencia, la existencia de irregularidades
sustanciales que afecten el debido proceso, y la violación del derecho de
defensa.
III.- Decisión.
RESUELVE:
Actor:
Hernán Dario Velásquez Gómez.
Normas acusadas:
Inciso 1° del artículo 140 del Código de Procedimiento Civil,
subrogado por el art. 1, numeral 80, del decreto 2282 de 1989.
Magistrado Ponente:
Dr. ANTONIO BARRERA
CARBONELL.
I. ANTECEDENTES.
DECRETA:
III. DEMANDA.
1. Competencia.
(....)
Secretaria General
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-Sala Plena-
Con el debido respeto expreso las razones por las cuales me aparté
de la decisión adoptada en la fecha por la Sala Plena de la Corte.
IR A INICIO
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JURISDICCION PENAL-Alcance
INDEMNIZACION-Cuantía/JURAMENTO-Valor
NULIDAD-Convalidación/DEBIDO PROCESO/PREVALENCIA
DEL DERECHO SUSTANCIAL
EXEQUATUR-Finalidad/EXEQUATUR-Contenido/EXEQUATUR-
Control
El hecho de omitir el control que por vía del exequátur ejerce la Sala
de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia sobre sentencias
extranjeras condenatorias e incorporadas como medio de prueba, no
implica violación o desconocimiento del Debido Proceso, ya que aquella
figura no es de rango constitucional y corresponde al legislador proveer
al respecto, claro está con el respeto a los Derechos Constitucionales
Fundamentales reforzados especialmente en materia penal y además,
porque se refiere sólo a los colombianos no capturados ni privados de la
libertad en el exterior. No pretendiéndose la ejecución en Colombia de
esa sentencia, y que en ningún caso se concederá la extradición del
nacional colombiano por nacimiento, hipótesis que sí puede cobijar al
nacional por adopción y al extranjero, salvo en este último por delitos
políticos, sino apenas su incorporación como prueba, no advierte la
Corte violación alguna a la Carta Fundamental; se trata entonces de
eliminar un trámite que aunque tradicionalmente ha sido de fundamental
importancia para la legalidad del proceso penal, corresponde al
legislador establecerlo. Inclusive, se reitera, dicho trámite de exequátur,
no puede conducir a ningún fin específico de extradición de los
nacionales por nacimiento.
41
Acción Pública de
Inconstitucionalidad contra los
artículos 154, 155, 295, 306, 308 y
537 del Decreto Ley 2700 de 1991,
Nuevo Código de Procedimiento
Penal.
Actor:
HERNAN ANTONIO BARRERO
BRAVO
Magistrado Sustanciador:
Dr. FABIO MORON DIAZ
I. ANTECEDENTES
( Lo subrayado es lo demandado).
III. LA DEMANDA
Estima el ciudadano BARRERO BRAVO, que los artículos 154 y 155 del
Decreto 2700 de 1991 contrarían los artículos 29 y 13 de la Carta
Fundamental, así como el Preámbulo de la misma y expone las razones
de tal violación, así:
- Finalmente, señala que "los artículos 154 y 155 del Decreto 2700/91
violan el principio de igualdad contemplado en el preámbulo y en el
artículo 13 de la Ley Suprema, al no permitirle al tercero civilmente
responsable actuar en el proceso penal, con iguales derechos y
oportunidades que los conferidos en el proceso civil; estar en
desigualdad con los otros sujetos procesales ante la jurisdicción penal
cuando la víctima, sus herederos o sucesores se constituyen en parte
civil y no garantizarle el procedimiento penal, las condiciones para que
la igualdad sea real y efectiva".
como también lo son los que pretenden que ante todo se "haga justicia"
y sea posible que el perjudicado con el hecho punible reciba una
indemnización efectiva".
- Por último, señala que "el debido proceso garantiza los trámites sin
dilaciones injustificadas. La posibilidad de invocar nulidades originadas
en la etapa del sumario, en cualquier momento, puede convertirse en
atentado claro contra este derecho fundamental. Por el contrario, la
consagración de una oportunidad procesal para invocarlos, otorga
vigencia al concepto de "debido proceso sin dilaciones injustificadas".
- Agrega que "se pretende simplemente que los recursos del estado
sean utilizados debidamente y que las actuaciones además de ajustarse
a la Constitución cumplan con su finalidad y tengan sentido. La nulidad
no puede referirse a cuestiones simplemente adjetivas, para que ésta se
presente la deficiencia en la forma ha de afectar derechos y ese es el
sentido del segundo numeral del artículo. Finalmente, el tercer numeral
recoge el tradicional principio de que nadie puede alegar su propia
culpa".
V. EL MINISTERIO PUBLICO
ibídem determina que éste tiene los mismos derechos y facultades "de
cualquier sujeto procesal" lo que lo coloca en igualdad de condiciones
con los demás intervinientes".
2. El Juramento Estimatorio
- Destaca el jefe del Ministerio Público que "el cotejo entre la norma
acusada y el Preámbulo de la Carta es improcedente porque este último
consagra principios filosóficos, jurídicos y políticos que sirven de norte al
Constituyente Primario sobre su querer y su deber ser"; agrega que "la
más de las veces los valores que el preámbulo contiene tales como la
justicia, la igualdad, la libertad, la paz, el trabajo, etc., podrían dar
ocasión a que el juez de la Carta, se convirtiera en legislador según el
enfoque que dé a los mismos, lo que como asegura la doctrina
constitucional 'daría lugar a la inseguridad jurídica y a través de ella a la
arbitrariedad'".
4. El Artículo 537
II CONSIDERACIONES DE LA CORTE
Primera: La Competencia
Queda así claro que bajo las reglas que se han señalado en materia de
garantías constitucionales en el proceso penal, y salvo el caso de la
Acción de Tutela prevista en el articulo 86 de la Carta, que establece
algunas regulaciones sobre la misma en términos de su ritualidad, la
regulación de las materias relacionadas con las características de cada
proceso corresponden al legislador y éste bien puede proveer al
respecto, como lo hizo en las normas que se examinan en las que se
desarrollan algunas de las hipótesis normativas sobre la actuación del
"Tercero Civilmente Responsable".
También debe tenerse presente que el inciso segundo del artículo 2358
del Código Civil establece un término de caducidad de la acción para la
reparación del daño causado por el delito de otro de tres (3) años
contados desde la perpetración del acto, lo cual redunda en favor de las
garantías procesales del Tercero Civilmente Responsable y también
contribuye a dilucidar los cargos formulados por la demanda.
E. Como corolario, se tiene que todo lo anterior significa que una vez
vencido el término de traslado común para preparar la audiencia,
también pueden invocarse ante el juez que adelanta la etapa del
juzgamiento otras nulidades, como fácilmente se desprende de las
consideraciones arriba expuestas; esta afirmación es cierta pero no
respecto de aquellas nulidades ordinarias de los actos procesales
generadas en las fases de la etapa investigativa que, se reitera, deben
evacuarse dentro de los términos advertidos, y aún después, en la etapa
de la casación. Las nulidades que pudieren llegar a presentarse dentro
de la tramitación propia del juzgamiento, podrán ser invocadas por
cualquiera de los sujetos procesales en el desarrollo de aquella, sin que
sobre advertir que en punto a la declaratoria de nulidades, conserva el
juez sus facultades oficiosas que siempre han rodeado a dichos
funcionarios en nuestro régimen jurídico. Esta consideración adicional
contribuye a disipar cualquier duda que se cierna sobre la
constitucionalidad de la norma atacada.
Ahora bien, el hecho de omitir el control que por vía del exequátur
ejerce la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia sobre
sentencias extranjeras condenatorias e incorporadas como medio de
prueba, no implica violación o desconocimiento del Debido Proceso
como pretende hacerlo ver el demandante ya que aquella figura no es
de rango constitucional y corresponde al legislador proveer al respecto,
claro está con el respeto a los Derechos Constitucionales
Fundamentales reforzados especialmente en materia penal y además,
porque se refiere sólo a los colombianos no capturados ni privados de la
libertad en el exterior.
DECISION
RESUELVE:
IR A INICIO
75
DEBIDO PROCESO-Contenido
Demanda de inconstitucionalidad
contra el artículo 140 (parcial) del
Código de Procedimiento Civil,
modificado por el artículo 1º,
numeral 80, del Decreto 2282 de
1989.
Magistrado Ponente:
Dr. JOSE GREGORIO
HERNANDEZ GALINDO
I. ANTECEDENTES
II. TEXTO
DECRETA:
77
III. LA DEMANDA
IV. INTERVENCIONES
Competencia
DECISION
RESUELVE:
Magistrado Magistrado
86
IR A INICIO
87
INDEFENSION
ACCION DE TUTELA-Procedimiento
NOTIFICACION DE TUTELA
Los jueces de tutela están obligados a adoptar las medidas que sean
necesarias en orden a garantizar que la persona contra la cual ha
sido incoada la acción tenga conocimiento de ello y goce de la
oportunidad de defenderse y de hacer valer sus razones, de tal
modo que la decisión a que se llegue, con independencia de su
sentido, sea tomada por el juez sobre la base de un conocimiento
suficiente, si bien sumario, acerca de los hechos sobre los cuales
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CENSURA/LIBERTAD DE EXPRESION/DERECHO A LA
INFORMACION-Límites/DERECHO AL BUEN
NOMBRE/DERECHO A LA HONRA-Vulneración
PUBLICACION DE LIBRO-Prohibición/DERECHO A LA
INTIMIDAD PERSONAL Y FAMILIAR-
Vulneración/DERECHOS
REGIMEN DE VISITAS
Magistrado Ponente:
Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ
GALINDO
I. INFORMACION PRELIMINAR
Dicen que el libro habla sobre una supuesta lucha de su madre por
poderlas ver y que en la obra ella se presenta como víctima de un
colombiano perverso y de su poderosa familia. Expresan que se
refiere en términos bajos y ofensivos a varios de sus familiares, que
lanza acusaciones muy graves contra su padre y otros allegados y
que, además, pone en boca de ellas palabras que jamás han
pronunciado y presenta situaciones que no han vivido, dando al
lector una idea desfigurada de la familia en conjunto y de sus
miembros.
Señala el Tribunal:
Impugnación oficiosa
Competencia
El procedimiento de tutela
Ahora bien, este derecho que tienen los particulares de impugnar los
fallos de tutela que les son adversos debe ser ejercido dentro de las
reglas dispuestas por la normatividad legal relativos a la legitimación
en causa. Quien puede atacar el fallo no es cualquier particular sino
específicamente aquel contra quien se profirió el fallo.
Improcedencia de la nulidad
"ATENTAMENTE,"
(...)
"El respeto a este derecho supone, desde luego, el de la
dignidad de la persona humana (artículo 5º de la Constitución),
que no puede desconocerse ni postergarse en aras de intereses
económicos o publicitarios, y -claro está- el de la familia como
institución básica de la sociedad (artículos 5º y 42), en cuanto
uno y otro corresponden a postulados de nuestro Derecho
Público que se erigen en pilares de la actividad oficial y privada,
razón que fundamenta el especial celo del Constituyente al
proveer sobre su guarda.
Ahora bien, los derechos en mención, de los cuales son titulares los
individuos, pueden ser atacados en las más diversas formas, una de
ellas sin duda mediante la publicación de libros. Si éstos se deben a
la pluma de sus propios allegados -como ocurre en el proceso bajo
examen-, en nada se disminuye el alcance de los derechos
comprometidos ni la responsabilidad del autor.
El caso concreto
IV. DECISION
RESUELVE:
IR A INICIO
121
El inciso final dice que "es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida
con violación del debido proceso". Esta norma significa que sobre toda
prueba "obtenida" en tales condiciones, esto es, averiguada y,
principalmente, presentada o aducida por parte interesada o admitida
con perjuicio del debido proceso, pende la posibilidad de su declaración
judicial de nulidad.
123
Demanda de inconstitucionalidad
parcial contra los incisos primero y
segundo del numeral 192 del artículo
1o. del decreto ley 2282 de 1989, que
modificó el artículo 383 del decreto
extraordinario 1400 de 1970, “Por el
cual se expide el Código de
Procedimiento Civil”.
Magistrado Ponente:
Dr. JORGE ARANGO MEJÍA.
I.- ANTECEDENTES.
"(Octubre 7)
"DECRETA :
a) La demanda.
Y agrega :
Los apartes demandados violan a juicio del actor los artículos 4, 29,
228, 229, 85 y 86 de la Constitución.
Primera.- Competencia.
Esta disposición, como surge de su claro tenor, indica que hay lugar a
la revisión de una sentencia ejecutoriada, si luego de dictarse ésta y sin
que medie culpa del recurrente, aparecen documentos que de haber
sido conocidos por el juez antes del fallo, lo habrían inducido a cambiar
el sentido de la decisión. Se trata, entonces, de un evento con un
presupuesto fáctico opuesto al que caracteriza a la nulidad probatoria
del artículo 29 de la Constitución : la falta en el proceso respectivo de
unos documentos con capacidad para variar el contenido de la
sentencia. En consecuencia, no ocupándose de la obtención irregular
de una prueba, sino de la aparición extemporánea de documentos con
singular mérito probatorio, la primera causal de revisión civil nada tiene
que ver con la nulidad del artículo 29 de la Carta.
135
Por referirse a un aspecto que nada tiene que ver con la aducción
indebida de pruebas, esto es, la nulidad de una sentencia no
susceptible de recurso, esta causal tampoco tiene ninguna afinidad con
la nulidad del artículo 29.
Quinta.- Conclusiones.
Ill.- DECISIÓN.
RESUELVE:
las costas, las multas y los frutos civiles y naturales que se estén
debiendo."
IR A INICIO
141
En tanto se obre dentro del término legal, los jueces están obligados a
tramitar las impugnaciones que se formulen contra el fallo de tutela, en
cuanto ellas constituyen desarrollo de un derecho inalienable de las
partes. Es evidente que la posibilidad de impugnar se tiene a partir del
conocimiento oficial de la sentencia, a través de la notificación. Cuando
el juez de primer grado no puede hacerlo directamente, puede
comisionar a otro, según las reglas procesales, para que lleve a feliz
término tal diligencia. Si ello es así, el notificado puede ejercer su
derecho a impugnar, presentando el respectivo escrito o manifestando
verbalmente que ataca el fallo, ante el juez comisionado, en cuanto la
misma dificultad que se supone existe para el comitente respecto a la
diligencia de notificación impide al notificado expresar su
inconformidad dentro del término y de manera directa ante el juez que
profirió la decisión objeto de recurso. Exigir al impugnante que se
presente directamente ante el juez que profirió la providencia cuando
ese mismo juez, al comisionar, ha reconocido la existencia de
circunstancias que impiden su inmediación, implica sacrificar un
derecho material por motivos formales de menor entidad, en detrimento
del efectivo acceso de la persona a la administración de justicia y en
contravía del postulado constitucional que dispone la prevalencia del
derecho sustancial.
Magistrado Ponente:
Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ
GALINDO
I. INFORMACION PRELIMINAR
142
La Corte debe reiterar que, en tanto se obre dentro del término legal,
los jueces están obligados a tramitar las impugnaciones que se
formulen contra el fallo de tut
ela, en cuanto ellas constituyen desarrollo de un derecho inalienable de
las partes.
RESUELVE:
145
IR A INICIO
146
Magistrado Ponente:
Dr. JORGE ARANGO MEJÍA
I. ANTECEDENTES.
A. Norma demandada.
B. La demanda.
Para el demandante, el aparte acusado, infringe los artículos 14, 16, 38,
95 numeral 9, 123 y 229 y 210 de la Constitución Política. El concepto de
la violación puede resumirse así:
C. Intervenciones.
Primera.- Competencia.
Séptimo.- Conclusiones.
III. DECISIÓN.
RESUELVE:
IR A INICIO
157
JURISDICCION INDIGENA-Competencia
FUERO INDIGENA-Alcance
Temas:
Inexistencia de temeridad en la actuación
y procedencia de una segunda tutela.
Violación del derecho fundamental al
debido proceso.
Indebida declaración de ausencia.
Prueba de la imputabilidad del
procesado.
Violación del derecho individual al juez
natural, y del comunitario al ejercicio de
la jurisdicción especial.
Presunta violación del principio non bis in
ídem.
Impedimento para juzgar si la propia
actuación constituye una vía de hecho.
Magistrado Ponente:
Dr. CARLOS GAVIRIA DÍAZ
procede a revisar los fallos adoptados por el Juzgado Cuarto Penal del
Circuito, y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar -Sala
Penal-, en el trámite del proceso radicado bajo el número T-177.105.
ANTECEDENTES
1. Hechos.
1.3. Una vez absuelto y liberado por los Mamos y demás autoridades
indígenas de La Caja, Suárez Alvarez se desplazó a la localidad de
Jewrwa, departamento del Magdalena -parte del mismo resguardo Arhuaco
de la Sierra Nevada de Santa Marta-, donde volvió a contraer nupcias por
los ritos indígenas. Así mismo fue nombrado "Secretario Privado a Nivel
Tradicional" del Mamo Julio Torres, y se inició en la preparación requerida
para ser Mamo.
del Distrito Judicial de Valledupar negó el amparo1, por juzgar que el actor
contaba con otro medio de defensa: la acción de revisión, interpuesta por el
mismo abogado, que para ese entonces, se encontraba en curso en esa
misma Sala de Decisión.
2. Solicitud de tutela.
Con base en ello, ese despacho decidió no tutelar los derechos al debido
proceso y a la defensa del actor pues, en su opinión, el Juzgado Tercero
Penal de ese Circuito no incurrió en vía de hecho alguna. Además,
consideró que el derecho a la jurisdicción especial que reclamaron los
Mamos, requiere desarrollo legal previo a su ejercicio, y está limitado
tanto por la ley penal, como por la procesal penal, que rigen para todo el
territorio nacional.
La misma Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Valledupar, que denegó la primera tutela y decidió no revisar la
sentencia penal de condena contra el indígena José de la Cruz Suárez
Alvarez, compuesta por los Magistrados Ramiro Alfredo Larrazábal -
ponente en ambas ocasiones-, Adalberto Márquez F. -quien no firmó la
copia del fallo de tutela que obra en el expediente-, y Luis Eduardo
Rodríguez, decidió rechazar por improcedente la segunda tutela, con base
en las siguientes consideraciones:
le investigue para saber si se encuentra incurso en los términos del art. 38,
inciso segundo.
1. Competencia.
2. Asuntos a considerar.
Son varios los problemas que esta Sala debe resolver en la revisión de los
fallos proferidos en el trámite de la presente acción. Inicialmente debe
analizar si, como juzgó el Tribunal Superior en la segunda instancia, la
primera acción de tutela hacía improcedente la segunda y, por tanto, si
esta última no debió ser admitida y tramitada.
"Por lo dicho este Tribunal en primer lugar revocará la decisión del Juez
Cuarto Penal del Circuito de esta ciudad, tal como se dijo anteriormente, y
como secuela de ello rechazará la Acción de Tutela que en contra de lo
normado en el Decreto en cita tramitó ese Despacho" (folio 9 del segundo
cuaderno).
b) Ahora bien: Para la Corte es claro que la segunda tutela incoada por
Suárez Alvarez no fue temeraria, primero, porque el actor adjuntó como
anexo la sentencia de la primera acción; segundo, porque específicamente
solicitó protección tras haber agotado el medio ordinario de defensa judicial
del que, según ese fallo, aún disponía: la acción de revisión; tercero,
porque también dirigió la segunda tutela contra la decisión de esa acción
de revisión; y cuarto, porque en la sentencia de la primera tutela, el
Tribunal Superior de Valledupar también incurrió en una vía de hecho,
como se acaba de exponer.
Esta diferencia básica entre las dos acciones de tutela fue entendida por el
Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Valledupar, que actuó como juez a
quo en la segunda tutela, quien expuso detenidamente las razones por las
que resolvió negarse a reconocer el derecho de los Mamos para juzgar el
delito imputado a Suárez Alvarez. No obstante, la Sala Penal del Tribunal,
al fallar en segunda instancia, ignoró totalmente la solicitud de los Mamos y
demás miembros de la comunidad de Jewrwa, para que se les permitiera
administrar justicia en este caso o, al menos, recibir la custodia del
detenido para que purgara la pena entre su comunidad.
El actor aduce que el Juez Tercero Penal del Circuito de Valledupar violó el
debido proceso, porque le declaró persona ausente cuando sabía dónde y
cómo ubicarlo. De esta manera, añade, el funcionario le impidió atender a
su propia defensa, la cual, además, fue prácticamente inexistente, porque
165
"En verdad el art. 440 contempla que la Resolución de Acusación debe ser
notificada personalmente, pero siempre que esto 'sea posible'; en el caso
que nos ocupa, sabemos que esa era tarea imposible, por cuanto una vez
fue ejecutado el hecho punible por el cual fue juzgado Suárez, éste fue
denunciado por el padre de la víctima ante el Inspector de Policía de
Nabusímaque, y el sindicado sin esperar la reacción de la autoridad, se
perdió de la zona, hasta tal punto que una vez conocido el asunto por la
autoridad judicial, fue menester vincularlo al proceso mediante
emplazamiento, declaratoria de reo ausente y nombrándole defensor de
oficio.
2
M.P. Carlos Gaviria Díaz
3
Mediante sentencia T-039 de 1996, M.P. Antonio Barrera Carbonell, la Corte
amparó los derechos sustanciales y procesales reclamados por el actor, en contra
de quien se adelantó un proceso penal al cual fue completamente ajeno por culpa
imputable a los funcionarios del Estado encargados de comunicarle la existencia del
mismo.
167
Bajo esta perspéctiva, la Corte debe concluír que el Juzgado Tercero Penal
del Circuito de Valledupar sí violó a Suárez Alvarez el derecho a
comparecer y a ejercer su propia defensa, pues no garantizó al sindicado el
debido proceso en los términos de la jurisprudencia constitucional citada.
Más aún, Suárez Alvarez se quedó sin una defensa técnica, porque: a) su
defensor de oficio tampoco se comunicó con él, b) limitó la defensa a una
intervención oral en la audiencia de juzgamiento, c) no solicitó la práctica
de la prueba requerida para establecer su imputabilidad, d) no alegó la
nulidad que se originó en la falta de esa prueba, ni la generada por la
indebida notificación de la resolución de acusación, etc., y e) no apeló la
sentencia condenatoria y cerró así la posibilidad de acudir a la casación.
Para analizar este asunto, vale la pena insistir en algunos de los hechos
que ya han sido señalados.
Esa era la situación del actor cuando, con la coadyuvancia de los Mamos y
otros miembros de su comunidad, solicitó por segunda vez la tutela judicial
de sus derechos fundamentales y del derecho del pueblo Arhuaco a ejercer
sobre él la jurisdicción especial consagrada en el artículo 246 de la Carta
Política.
"Ahora bien: lo que dice ese artículo 246, es que las comunidades
indígenas, podrán ejercer funciones jurisdiccionales, darse sus propias
normas y procedimientos, respetando la Constitución y la ley. Obviamente,
esa creación de normas, no debe entenderse ni como nacimiento de
nuevos delitos dentro de ese territorio, que no existan dentro de nuestra
patria, o de procedimientos que atenten contra nuestro sistema. Valga
preguntarnos: so pretexto de respetar la diversidad étnica y cultural, se
podría admitir una pena de muerte en un territorio de estos, o procesos
como la tortura para hacer confesar al reo? Sinceramente eso no es lo que
quiere la Constitución, lo que ella busca es precisamente lo contrario; es
decir, que si bien se reconocen esos procedimientos, y esas normas de la
cultura indígena, ellas deben meterse en cintura a nuestra Constitución. Lo
que acontece es el fenómeno contrario. Se garantiza sí la diversidad, pero
las sanciones y procedimientos deberán ser conforme a nuestras leyes y
Constitución Política. Quiere decir lo anterior, en opinión de este
funcionario, que la ley penal nuestra, ésa que crea delitos y
procedimientos, obviamente debe regir en todo el territorio nacional patrio,
incluyendo el de las comunidades indígenas, pueden crear otras normas y
procedimietos para sancionar otros comportamientos dentro de la
comunidad, respetando la Constitución y la ley; vr.gr. aventurándonos a dar
ejemplos, dentro del territorio de los Arhuacos, que ellos consideren como
normas o faltas, las siguientes: Que un indígena acuda al médico sin
previamente pasar por manos del Mamo; o cuando el indígena baja al
pueblo, se embriaga y no regresa en la noche a la comunidad; o cuando
por descuido en su labor de centinela deja que entre algún intruso sin
permiso del Mamo; o cuando la mujer consume poporo; eventos estos en
donde podrán catalogarse como normas que atentan contra su cultura, y
ahí sí crearlas y darles la sanción que corresponda (Calabozo de tantos
días). Pero en todo caso, respetando los cánones contitucionales y legales
nuestros; por ejemplo, no se podrán imponer como penas, la tortura, la
mutilación, o la expulsión del territorio indígena, porque con estas
sanciones se violarían derechos fundamentales que nuestra Constitución
172
reconoce para toda persona que esté dentro del territorio patrio, sean
indígenas o no; por eso, piensa este funcionario, que lo que aconteció con
este artículo 246 de la Constitución Nacional, es que si bien se reconoció
esa diversidad étnica, de todas formas 'esas normas y procedimientos
indígenas' deben quedar sometidos a la Constitución y a la ley nuestra"
(folios 223-225 del segundo cuaderno).
(...)
10
Corte Constitucional. Sentencia T-428/92. Magistrado Ponente: Ciro Angarita
Barón.
11
Ver por ejemplo, Corte Constitucional, Sentencia C-136/96.
174
(...)
Así, en este caso, es claro que los hechos por los cuales se sindicó al actor
fueron cometidos dentro del territorio que controla el pueblo indígena
Arhuaco y que el demandante es, además, miembro activo de dicho
pueblo. Por tanto, cuando el Juez Tercero Penal del Circuito de Valledupar
se negó a reconocer la jurisdicción y competencia de los Mamos para
conocer de la muerte de Ana Nellys Robles Torres y para juzgar a Suárez
Alvarez, violó a este último el derecho a ser procesado por su juez natural,
y violó al pueblo Arhuaco su derecho fundamental a ejercer la jurisdicción
especial que la Constitución asignó a sus autoridades tradicionales.
Tanto José de la Cruz Suárez Alvarez como los Mamos y los otros
miembros del pueblo Arhuaco que coadyuvaron la acción que se revisa,
alegaron que el primero fue juzgado en 1988, y que en ese proceso los
Mamos decidieron sobre la responsabilidad que podía tener en la inducción
al suicidio de su cónyuge Ana Nellys y, en consecuencia, el juicio
adelantado por la jurisdicción ordinaria por el homicidio de la misma
persona, constituye una violación del principio non bis in ídem.
Sobre este asunto, baste señalar que la consagración constitucional de la
jurisdicción especial indígena tuvo lugar en la Carta de 1991 y, por tanto,
no puede reconocer esta Sala que la decisión adoptada por los Mamos
en 1988, sobre la responsabilidad penal de Suárez Alvarez en la muerte
de quien fuera su cónyuge, es una sentencia judicial en firme.
12
Esta idea, al igual que los ejemplos que la ilustran, fue desarrollada por Isabel Cristina Jaramillo, en “El
Liberalismo frente a la Diversidad Cultural”. (S.P.P.)
175
Sin lugar a duda, los derechos fundamentales del actor y del pueblo
Arhuaco fueron violados, por lo cual esta Sala ordenará lo procedente para
restablecerlos a sus titulares. En consecuencia, declarará nulo el proceso
penal adelantado en contra de José de la Cruz Suárez Alvarez por el
Juzgado Tercero Penal del Circuito de Valledupar, desde que se declaró
persona ausente al sindicado, por violación del artículo 29 de la Carta
Política. Sin embargo, como no puede dejarse sin instruír y juzgar la causa
por la muerte de Ana Nellys Robles Torres, pues la decisión adoptada por
los Mamos en 1988, como ya se explicó, no es una sentencia en firme
sobre esa materia, se ordenará, en consecuencia, que el expediente sea
entregado a los Mamos, junto con el detenido Suárez Alvarez, para que
ellos, como las autoridades judiciales competentes que son, resuelvan de
acuerdo con las normas propias de su pueblo.
DECISIÓN
176
RESUELVE:
Primero. Revocar las sentencias proferidas por el Juez Cuarto Penal del
Circuito -11 de marzo de 1998-, y la Sala Penal del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Valledupar -2 de junio del mismo año- y, en su lugar,
tutelar el derecho al debido proceso de José de la Cruz Suárez Alvarez, y
el derecho del pueblo Arhuaco al ejercicio de la jurisdicción especial
indígena.
IR A INICIO
177
CONSULTA-Grado de jurisdicción/PRINCIPIO NO
REFORMATIO IN PEJUS-Inoperancia en grado de
consulta/CONSULTA-Agravación situación del imputado
Magistrado Ponente:
Dr. VLADIMIRO NARANJO MESA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Solicitud
2. Hechos
“(...)
Si la cantidad de droga excede la dosis para uso personal sin pasar
de mil (1000) gramos de marihuana, doscientos gramos de hachís,
cien (100) gramos de cocaína o de sustancia estupefaciente a base
de cocaína, doscientos (200) gramos de metacualona, la pena será
de uno (1) a tres (3) años de prisión y multa en cuantía de dos (2) a
cien (100) salarios mínimos mensuales”.
Cabe anotar, que el Sr. Gutiérrez Urrea había sido condenado por la
consumación de otros delitos, razón por la cual el Juzgado 8º Penal del
Circuito de Popayán, a solicitud del condenado, procedió a la
acumulación de penas en los siguientes términos: por el delito de
homicidio, fue condenado a la pena de 12 años; por la infracción al
artículo 33 de la Ley 30 de 1986, a la pena de 4 años y 6 meses de
prisión, y por falsedad documental y hurto, con pena de 32 meses de
prisión. Como la acumulación no puede ser mayor de la suma aritmética
de las penas referidas, concluye el Juzgado 8º Penal del Circuito de
Popayán, lo siguiente: “...resultando adecuado a los propósitos judiciales
y a los intereses del procesado, imponer a Gutiérrez Urrea, como
sanción..., un total de pena de dieciséis (16) años de prisión” (folio 173).
3. Pretensión
Única instancia
1. Competencia
Ley 30 de 1986, que era el aplicable, se graduó con observancia del inc.
2º (sic) ibídem [se refiere al inciso primero del artículo 33 de la Ley 30 de
1986]” (folio 12 ). Con lo cual se corrobora lo dicho anteriormente y se
confirma la existencia de una vía de hecho en la decisión objeto de la
presente tutela.
"Por otra parte, si bien esta Corporación, en sentencia No. C-543 de 1992, declaró la inexequibilidad de los
artículos 11, 12 y 40 del decreto 2591 de 1991, la doctrina acogida por esta misma Corte ha determinado que la acción
de tutela resulta procedente cuando se pretenda proteger los derechos constitucionales fundamentales de las personas
que se hayan visto amenazados o vulnerados mediante "vías de hecho" por parte de las autoridades públicas y, en
particular, de las autoridades judiciales.
"En el caso que ocupa la atención de esta Sala, conviene señalar que la acción de tutela contra providencias judiciales
procede, siempre y cuando la decisión contenga un fundamento arbitrario, caprichoso o abusivo por medio del cual se
haya violado un derecho fundamental de la persona, es decir, se haya incurrido en "vías de hecho". En otras palabras,
al juez le corresponde pronunciarse judicialmente de acuerdo con la naturaleza misma del proceso y las pruebas
aportadas, todo ello de acuerdo con los criterios que establezca la ley, y no de conformidad con su propio arbitrio."
(Sentencia N° T-435 de 1994, M.P.: Dr. Vladimiro Naranjo Mesa).
5. El caso en concreto.
“La Carta Política (art. 86 inc. 3o.) establece como requisito sine qua
non para que proceda la acción de tutela, el que no exista otro medio
de defensa judicial salvo que se trate de evitar un perjuicio
irremediable.
(...)
Para determinar la irremediabilidad del perjuicio hay que tener en
cuenta la presencia concurrente de varios elementos que configuran
su estructura, como la inminencia, que exige medidas inmediatas, la
urgencia que tiene el sujeto de derecho por salir de ese perjuicio
186
DECISION
187
RESUELVE:
IR A INICIO
189
NOTIFICACION DE TUTELA-Fundamento
Peticionarios:
Junta de Acción Comunal del
Barrio Las Orquídeas y otros.
Magistrado Ponente:
Dr. FABIO MORON DIAZ
I.ANTECEDENTES
Primera. La competencia
Segunda. La materia
19
Cf. Corte Constitucional. Sala Primera de Revisión. Auto de marzo 8 de 1993. M.P. Dr. Jorge Arango
Mejía.
20
Cf. Corte Constitucional. Sala Primera de Revisión. Auto de agosto 16 de 1996. M.P. Dr. Jorge Arango
Mejía. En idéntico sentido pueden consultarse los autos de julio 24 de 1996, M.P. Dr. Alejandro Martínez
Caballero; octubre 4 de 1996, M.P. Dr. Antonio Barrera Carbonell y febrero 17 de 1997, M.P. Dr. Jorge
Arango Mejía.
209
Ahora bien, una vez despejadas las anteriores incógnitas aflora una
inquietud adicional que tiene que ver con el procedimiento que
terminó en la declaración de nulidad de todo lo actuado en la primera
instancia. Más arriba se apuntó que el apoderado de la señora
Ramírez Ramírez solicitó al Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Santafé de Bogotá la nulidad derivada de la ineficacia de la
notificación de la sentencia y que, frente a la negativa del Tribunal a
tramitar el incidente respectivo, acudió ante la Sala de Casación Civil
y Agraria de la h. Corte Suprema de Justicia que inicialmente ordenó
al a quo darle curso al incidente que culminó en la declaración de
nulidad de la notificación. Una vez declarada la nulidad el Tribunal
procedió a concederle a la señora Ramírez Ramírez la impugnación
y llegadas de nuevo las diligencias a la Corte Suprema de Justicia, la
Corporación resolvió declarar nulo el fallo de tutela con fundamento
en que, a su juicio, el Tribunal extendió, en forma inadecuada, sus
razonamientos al proceso de restitución, siendo que ha debido
limitarse a apreciar lo concerniente a la orden de desalojo que fue el
hecho generador de la tutela. En consecuencia, la Corte ordenó
devolver el expediente al Tribunal para que “de conformidad con la
parte motiva de esta providencia, se resuelva la petición de amparo
constitucional…”.
3. El problema de fondo
III.DECISION
RESUELVE:
IR A INICIO
217
Magistrado Ponente:
Dr. JORGE ARANGO MEJIA
RESUELVE:
IR A INICIO
219
Magistrado Ponente:
Dr. ANTONIO BARRERA CARBONELL
I. CONSIDERACIONES.
IV. DECISION.
RESUELVE:
IR A INICIO
222
MEDIOS DE COMUNICACION-Responsabilidad
TEMAS:
- Derecho al Buen Nombre.
- Derecho a la intimidad y su
relación con la
Información comercial.
- Competencia para indemnización
de perjuicios.
MAGISTRADO PONENTE:
ALEJANDRO MARTINEZ
CABALLERO.
SENTENCIA
I ANTECEDENTES
1. SOLICITUD
1. De la competencia.
30
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T- 229 de 1994. Magistrado Ponente :José Gregorio Hernández.
31
Cfr. Ibidem.
32
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T- 412 de 1992. Magistrado Ponente: Alejandro Martinez Caballero.
234
33
Cfr. Corte Constitucional S. U - 089 de 1995. Magistrado Ponente: Jorge Arango Mejía.
235
34
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-228 de 1994. Magistrado Ponente: José Gregorio Hernández.
236
6. El caso en concreto.
Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T- 381 de 1994. Magistrado Ponente: Hernando Herrera Vergara.
39
239
c) De la indemnización de perjuicios.
RESUELVE
243
IR A INICIO
244
Magistrado Ponente :
Dr. JORGE ARANGO MEJÍA
245
I. ANTECEDENTES.
una sentencia judicial, cuya nulidad solicita se declare por vía de tutela.
El juez consideró que no es procedente acceder a esta petición, pues tal
declaración debe hacerse en el propio proceso penal. Para ello están
establecidos en el procedimiento penal la forma y los momentos
procesales para este trámite. Además, la declaratoria de inexequibilidad
del artículo 148, inciso 1o., se produjo, por la Corte Constitucional, el 8 de
febrero de 1996; en consecuencia, debe el demandante remitirse al juez
de ejecución de penas y medidas de seguridad, artículo 75, numeral 5 del
C.de P. Penal, para que adopte las decisiones pertinentes.
Primera.- Competencia.
Cabe precisar que uno de los demandantes, José Antonio Castillo Preins
(T-99.553) fue indagado con la presencia de una estudiante de derecho,
adscrita al consultorio jurídico de una universidad, de conformidad con lo
dispuesto en el inciso segundo del artículo 148 mencionado, inciso
declarado exequible en la misma sentencia.
“De otra parte, como se dejó en claro, la ley bien puede habilitar en
ciertos casos especiales, de urgencia y de necesidad evidente a los
estudiantes de cursos avanzados de derecho bajo las reglas de los
consultorios jurídicos o a los egresados de las facultades de derecho
con la formación mínima requerida para que puedan intervenir en
ciertos caso previstos y regulados por la misma ley, incluso como
defensores en asuntos penales, como lo advierte el inciso segundo
del artículo 148 del Decreto 2700 de 1991, que será declarado
exequible (Cfr. Sentencia C-071/95. M.P. Dr. Carlos Gaviria Díaz).
Por consiguiente, hay que establecer si los demandantes por este hecho
carecieron de defensa técnica en sus procesos.
III. DECISIÓN
255
RESUELVE:
IR A INICIO
256
Tema:
Derecho al debido proceso.
Indebida notificación.
Acción de tutela interpuesta por
personas jurídicas.
Magistrado Ponente:
Dr. VLADIMIRO NARANJO MESA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
258
1. Solicitud
2. Hechos
La sociedad "El Gran Sol Ltda" afirma que posee un lote de terreno en
la población de Santiago de Tolú (Sucre), sobre el cual el señor Hernán
de Jesús Palacios Bermúdez; el representante legal de la sociedad
"Maderas San Juan Ltda." y el representante legal de la sociedad
"Urbanizadora Tolú Ltda", instauraron tres querellas policivas por
ocupación de hecho, procesos dentro de los cuales la Alcaldía
Municipal de Tolú expidió las respectivas resoluciones que la actora
relaciona así:
3. Pretensiones.
2. Impugnación.
1. Competencia.
Resulta claro entonces, que las personas jurídicas son titulares del
derecho fundamental constitucional al debido proceso, ya que no sería
lógico afirmar que pudiendo ser sujetos procesales, como las personas
naturales, no se les garantice este derecho, pues se estaría vulnerando
el derecho a la igualdad consagrado en el artículo 13 de la Constitución
Política.
5. El caso concreto.
DECISION
RESUELVE:
Magistrado
IR A INICIO