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INSTITUTO QUERETANO MARISTA

INFORMATICA

SAN IGNACIO DE LOYOLA

MISAEL CERVANTES BRAMBILA

02/12/2020
SAN IGNACIO DE LOYOLA

San Ignacio de Loyola


Íñigo López de Recalde; Loyola, Guipúzcoa, 1491 - Roma, 1556, Fundador de la
Compañía de Jesús. Su primera dedicación fueron las armas, siguiendo la tradición
familiar. Sin embargo, tras resultar gravemente herido en la defensa de Pamplona
contra los franceses (1521), cambió por completo de orientación: la lectura de libros
piadosos durante su convalecencia le decidió a consagrarse a la religión.

San Ignacio de Loyola

Se retiró inicialmente a hacer penitencia y oración en Montserrat y Manresa, donde


empezó a elaborar el método ascético de los Ejercicios espirituales (1522). Luego
peregrinó a los Santos Lugares de Palestina (1523). De regreso a España comenzó
a estudiar (ya con 33 años y para poder afrontar mejor su proyecto de apostolado)
en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y París.
Las primeras actividades de San Ignacio de Loyola difundiendo el método de los
ejercicios espirituales le hicieron sospechoso de heterodoxia (asimilado a los
«alumbrados» o a los seguidores de Erasmo de Rotterdam): en Castilla fue
procesado, se le prohibió la predicación (1524) y hubo de interrumpir sus estudios.

II
En cambio en París (1528-34), donde se graduó como maestro en Artes (aunque
no terminó los estudios de Teología), San

Ignacio de Loyola consiguió reunir un grupo de seis compañeros a los que comunicó
sus ideas y con los que sembró el germen de la Compañía de Jesús, haciendo
juntos votos de pobreza y apostolado en la Cueva de Montmartre. Ante la
imposibilidad de marchar a hacer vida religiosa en Palestina, por la guerra contra
los turcos, se ofrecieron al papa Pablo III, quien les ordenó sacerdotes (1537).

En los años siguientes se dedicaron al apostolado, la enseñanza, el cuidado de


enfermos y la definición de una nueva orden religiosa, la Compañía de Jesús, cuyos
estatutos aprobó el papa en 1540; San Ignacio de Loyola, cuyo fervor y energía
inspiraban al grupo, fue elegido por unanimidad su primer general.

La Compañía reproducía la estructura militar en la que Ignacio había sido educado,


pero al servicio de la propagación de la fe católica, amenazada en Europa por las
predicaciones de Lutero, que habían puesto en marcha la Reforma protestante. Las
Constituciones que Ignacio le dio en 1547-50 la configuraron como una orden
moderna y pragmática, concebida racionalmente, disciplinada y ligada al papa, para
el cual resultaría un instrumento de gran eficacia en la «reconquista» de la sociedad
por la Iglesia en la época de la Contrarreforma católica.
Aquejado de graves problemas de salud, San Ignacio de Loyola alcanzó a ver, sin
embargo, en sus últimos años de vida, la expansión de la Compañía por Europa y
América, con una fuerte presencia en la educación de la juventud y en el debate
intelectual, en el apostolado y en la actividad misionera (destacando la labor en Asia
de San Francisco Javier). Muerto Ignacio, le sucedió como general de los jesuitas
su más estrecho colaborador, el castellano Diego Laínez. Fue canonizado en 1622
por Gregorio XV.
Cómo citar este artículo:

El Relato del Peregrino (una parte en castellano y otra en latín 1553-1555) del
jesuita P. Luis Gonçalves da Câmara - Autobiografía de San Ignacio de Loyola en
Wikisource"... diez años después de su muerte y sin dar ningún tipo de

III
explicaciones, la cúpula de la orden [Compañía de Jesús] decidió ocultar el libro hoy
conocido como Autobiografía o Relato del peregrino, dictado por Loyola a un
compañero en 1555 y considerado su testamento espiritual y un texto histórico y
literario excepcional, inexplicablemente secuestrado por la Compañía desde 1565
hasta casi la segunda mitad del siglo XX. La Vida de Ignacio de Loyola (en latín
1572, en castellano 1583) del jesuita P. Pedro de Ribadeneyra

í
Niñez

ñigo (Ignacio) era el menor de trece hermanos, todos ellos hijos de Beltrán
Yáñez de Oñaz y Loyola, VIII señor de la casa de Loyola de Azpeitia, y Marina
Sáez de Licona y Balda, natural de la villa vizcaína de Ondarroa, donde nació
en la Casa torre Likona perteneciente a su familia. El padre era miembro de la
noble e ilustre familia de la casa de Balda de Azcoitia. Su niñez la pasó en el
valle de Loyola, entre las villas de Azpeitia y Azcoitia, en compañía de sus
hermanos y hermanas. Su educación debió ser marcada por las directrices del
«duro mandoble» y del «fervor religioso», aunque nada cierto se sabe de la
misma.

Juventud

En el año 1507 y en coincidencia con la muerte de la madre de Ignacio, la señora


María de Velasco —mujer del contador mayor de Castilla, Juan Velázquez de
Cuéllar— pidió al padre de Ignacio, Beltrán, que le mandase un hijo para
educarlo en la corte. Entre los hermanos decidió enviar a Iñigo, el menor, quien
marchó a Arévalo, donde pasaría un mínimo de once años, hasta 1518,
realizando frecuentes viajes a Valladolid y manteniéndose siempre muy cerca
de la Corte, ya que su protector era consejero real, además de contador.

En este tiempo aprende lo que un gentilhombre debe saber, el dominio de las


armas. La biblioteca de Arévalo era rica y abundante, lo que dio alas a su afición
por la lectura y, en cuanto a la escritura, no dejó de pulir su buena letra. Se le
consideró «un muy buen escribano». Él mismo se califica en esos tiempos como

IV
«dado a las vanidades del mundo y principalmente se deleitaba en ejercicio de
armas con un grande y vano deseo de ganar honra».

En 1517 Velázquez de Cuéllar cayó en desgracia, al morir Fernando el Católico,


y al año murió. Su viuda, María de Velasco, mandó a Íñigo a servir al duque de
Nájera, Antonio Manrique de Lara, que era virrey de Navarra, donde dio
muestras de tener ingenio y prudencia, así como noble ánimo y libertad. Esto
quedó reflejado en la pacificación de la sublevación de Nájera en la Guerra de
las Comunidades de Castilla (1520-1522), así como en conflictos entre villas
de Guipúzcoa, en los cuales destacó por su manejo de la situación.

En 1512 las tropas castellanas conquistaron el Reino de Navarra, con varios


episodios bélicos posteriores. En 1521 se produjo una incursión de tropas
franco-navarras procedentes de Baja Navarra en su intento de reconquista y
expulsión del invasor, en las que participaban los hermanos de Francisco Javier.
Al mismo tiempo se sublevó la población de varias ciudades, incluida la
de Pamplona. Iñigo, que luchaba con el ejército castellano y se encontraba en
Pamplona en mayo de ese año, cuando llegaron las tropas franco-navarras,
resistió en el castillo de la ciudad, que fue asediado, arengando a sus soldados
a una defensa que resultaba imposible. En el combate fue alcanzado por una
bala de cañón que pasó entre sus dos piernas, rompiéndole una e hiriéndole la
otra. La tradición sitúa el hecho el 20 de mayo de 1521, lunes de Pentecostés.
El castillo cayó el 23 o 24 del mismo mes. Se le practicaron las primeras curas
y se le trasladó a su casa de Loyola.

La recuperación fue larga y dolorosa, y con resultado dudoso, al haberse


soldado mal los huesos. Se decidió volver a operar y cortarlo, soportando el
dolor como una parte más de su condición de caballero.

En el tiempo de convalecencia, leyó los libros La vida de Cristo, del


cartujo Ludolfo de Sajonia, y el Flos Sanctorum, que hicieron mella en él. Bajo
la influencia de esos libros, se replanteó toda la vida e hizo autocrítica de su vida
como soldado. Como dice su autobiografía:

V
Y cobrada no poco lumbre de aquesta leción, comenzó a pensar más de veras
en su vida pasada, y en quánta necesidad tenía de hacer penitencia della. Y
aquí se le ofrecían los deseos de imitar los santos, no mirando más
circunstancias que prometerse así con la gracia de Dios de hacerlo como ellos
lo habían hecho. Mas todo lo que deseaba de hacer, luego como sanase, era la
ida de Hierusalem, como arriba es dicho, con tantas disciplinas y tantas
abstinencias, cuantas un ánimo generoso, encendido de Dios, suele desear
hacer.

Este deseo se vio acrecentado por una visión de la Virgen con el Niño Jesús,
que provocó la definitiva conversión del soldado en religioso. De allí salió con la
convicción de viajar a Jerusalén con la tarea de la conversión de los no
cristianos en Tierra Santa.

VI
ASPIRACIONES RELIGIOSAS

Aspiraciones religiosas

relieve del Rapto de San Ignacio en la Santa Cueva de Manresa.

En Barcelona se hospedó en el Monasterio de Montserrat de los benedictinos (25


de marzo de 1522), donde colgó su vestidura militar frente a la imagen de
la Virgen y abandonó el mismo con harapos y descalzo. De esa forma llegó
a Manresa, donde permanecería diez meses, ayudado por un grupo de mujeres
creyentes, entre las cuales tuvo fama de santidad. En esta etapa vivió en
una cueva en donde meditó y ayunó. De esta experiencia nacieron los Ejercicios
espirituales, que serían editados en 1548 y son la base de la espiritualidad
ignaciana.

En Manresa se produjo el cambio drástico de su vida, «cambiar el ideal del peregrino


solitario por el de trabajar en bien de las almas, con compañeros que quisiesen
seguirle en su camino».

Llegó a Roma y, seguidamente, el 4 de septiembre de 1523 a Jerusalén, de donde


tuvo que volver a Barcelona.

Su amiga Isabel Roser le aconsejó que iniciase estudios. Aprendió latín y se


inscribió en la universidad. Estudió en Alcalá de Henares desde 1526 a 1527; vivió
y trabajó en el Hospital de Antezana como enfermero y cocinero para los enfermos.
Posteriormente, fue a Salamanca, hablando a todos sobre sus ejercicios
espirituales, cosa que no fue bien vista por las autoridades y le acarreó algunos
problemas, y lo llegaron a encarcelar algunos días. En vista de la falta de libertad
para su plática en España, decidió irse a París.

VII
FUNDACION DE LOS JESÚITAS

Fundación de la Compañía de Jesús

fachada principal de la Iglesia del Gesù en Roma. Casa madre de la Compañía de


Jesús.

Viajó a Flandes e Inglaterra para conseguir dinero para su obra. Tenía ya muy
perfilado el proyecto y los compañeros que le siguieron. El 15 de agosto de 1534
los siete juraron en Montmartre «servir a nuestro Señor, dejando todas las cosas
del mundo» y fundaron la Sociedad de Jesús, que luego sería llamada la Compañía
de Jesús. Decidieron viajar a Tierra Santa y, si no podían, ponerse a las órdenes
del papa.

Ignacio partió para su tierra por motivos


de salud, donde permaneció tres
meses. Luego hizo varias visitas a los
familiares de sus compañeros,
entregando cartas y recados, y se
embarcó para Venecia, donde pasó
todo el año de 1536, que aprovecharía
para estudiar. El 8 de enero de 1537
llegaron los compañeros de París.

El papa Paulo III les dio la aprobación y


les permitió ordenarse sacerdotes.
Fueron ordenados en Venecia por el
obispo de Arbe el 24 de junio. Ignacio
celebraría su primera misa en la noche de Navidad del año 1538. En ese tiempo se
dedicaron a predicar y al trabajo caritativo en Italia. Partió a Roma a pedir permiso
para ir a Jerusalén y se lo dieron, pero por problemas bélicos no pudieron llegar y
se pusieron a las órdenes del Papa.

En el viaje a Roma sucedió un hecho importante en la vida de Ignacio. En La Storta,


localidad al norte de Roma, tuvo una experiencia espiritual de excepcional
trascendencia, que su autobiografía recoge así:

VIII
Tuvo tal mutación en su alma y ha visto tan claramente que el Padre le ponía con
Cristo, su Hijo, que no sería capaz de dudar de que el Padre le ponía con su
Hijo. Con esta expresión reveló la unión que desde entonces sintió con Cristo.
Laínez completó estos datos, añadiendo que la visión fue trinitaria, y que en ella el
Padre, dirigiéndose al Hijo, le decía: «Yo quiero que tomes a éste como servidor
tuyo» y Jesús, a su vez, volviéndose hacia Ignacio, le dijo: «Yo quiero que tú nos
sirvas».

Esto determinaría la fundación de la Compañía de Jesús; sería el remate a lo que


comenzó en Manresa con los ejercicios espirituales. La directriz era clara: ser
compañeros de Jesús, alistados bajo su bandera, para emplearse en el servicio de
Dios y bien del prójimo.

En octubre de 1538, Ignacio se encaminó hacia Roma, junto con Fabre y Laínez,
para la aprobación de la constitución de la nueva orden. Un grupo de cardenales se
mostró a favor de la constitución y Paulo III confirmó la orden mediante
la bula Regimini militantis (27 de septiembre de 1540), pero limitaba el número de
sus miembros a sesenta. Esta limitación fue revocada a través de la bula Injunctum
nobis (14 de marzo de 1543). Así nacía la Societas Iesu, la Compañía de Jesús o,
como se le conoce comúnmente, «los Jesuitas».

Ignacio fue elegido superior general de su orden religiosa. Envió a sus compañeros
como misioneros por Europa para crear escuelas, universidades
y seminarios donde estudiarían los futuros miembros de la orden, así como los
dirigentes europeos.

En 1548, sus Ejercicios espirituales fueron finalmente impresos y fue llevado incluso
ante la Inquisición romana, pero fue rápidamente exculpado. Ignacio, con la ayuda
de su secretario Juan Alfonso de Polanco, escribió las Constituciones jesuitas,
adoptadas en 1554, las cuales crearon una organización monacal, exigiendo
absoluta abnegación y obediencia al papa y superiores (perinde ac cadaver,
«disciplinado como un cadáver»). Su principio fundamental se volvió el lema
jesuita: Ad maiorem Dei gloriam («A mayor gloria de Dios»).

Los jesuitas jugaron un papel clave en el éxito de la Contrarreforma.

IX
FUNDACION DE LOS JESÚITAS

Rodrigues, uno de los fundadores, se


rebeló contra Ignacio desde
Portugal, Bobadilla criticó el modo de
mando de Ignacio, y su amiga Isabel
Roser quiso fundar una compañía

La Compañía se extendió por Europa femenina, a lo que Ignacio se negó.

y por todo el mundo y solamente está Dirigió la Compañía desde su celda en


obligada a responder de sus actos Roma y fue ordenando todo lo que
ante el papa. había ido creando hasta poco antes de

En 1551 Ignacio de Loyola quiso que su muerte. La Compañía creció y pasó

se le sustituyera al frente de la a tener miles de miembros, a la vez

Compañía, pero su solicitud de que se granjeó muchos amigos y

renuncia fue rechazada. Al año enemigos por todo el mundo.

siguiente murió Francisco Javier, a Murió el 31 de julio de 1556 en su


quien Ignacio tenía en mente para que celda de la sede de los Jesuitas en
le supliera. Roma, como consecuencia de una

Surgieron divergencias en el seno de larga enfermedad ligada a la vesícula.

la dirección de la Compañía. Simão

X
LIBROS - ESCRITORES

Escritores

edición príncipe de los Ejercicios espirituales en latín de 1548.

San Ignacio de Loyola dejó los siguientes escritos:

• Autobiografía de San Ignacio de


Loyola (en Wikisource)
• Directorios de ejercicios: observaciones
sueltas que aclaran algún punto del
modo de impartir los Ejercicios
espirituales.
• Forma de la Compañía y Oblación: texto
en el que relata los días de su elección
como general de la Compañía en 1541.
• Deliberación sobre la pobreza.
• Diario Espiritual: mociones recibidas por
san Ignacio entre febrero de 1544 y febrero de 1545.
• Constituciones de la Compañía de Jesús: reglamento de la Compañía,
escrito en 1544.
• Reglas de la Compañía de Jesús.
• Cartas e Instrucciones: epistolario escrito a diferentes personas entre
1524 y 1556.

XI
PATRONAZGOS

Patronazgos

Argentina

san Ignacio de Loyola es el patrono de la ciudad de Junín, Argentina, donde el


principal templo católico es la Iglesia Matriz San Ignacio de Loyola. Es patrón de la
localidad de Luque, en la provincia de Córdoba. Patrono de la Ciudad de San
Ignacio Mini en Misiones.

El 14 de junio de 1960, el SECRETARIO DE ESTADO DE GUERRA de República


Federal Argentina, a propuesta de la INSPECCIÓN DE INGENIEROS
(SECRETARÍA DE GUERRA - Expte 165/60) resolvió designar Patrono del Arma
de Ingenieros del Ejército Argentino a San Ignacio de Loyola (BMP Nro 3159, del
año 1960).

Costa Rica

Es patrono del cantón de Acosta en


la provincia de San José, Costa Rica. Además
la principal ciudad de Acosta lleva el nombre
del santo, San Ignacio de Acosta, dicho lugar
se encuentra ubicado a 30 kilómetros de la
capital San José.

Bolivia

Es patrono de dos municipios: San Ignacio de Chiquitos en el Departamento de


Santa Cruz y San Ignacio de Moxos en el Departamento del Beni. Colegios
prestigiosos de la Ciudad de La Paz, como el San Ignacio de Loyola y el San Calixto
tienen como base educativa las enseñanzas de la Compañía de Jesús.

España

Es santo patrón de las provincias españolas de Guipúzcoa y Vizcaya.

En el siglo XVII se levantó una basílica en su nombre en su ciudad natal


de Azpeitia (Guipúzcoa), así como un complejo conventual que rodea su casa natal.

XII
Los itinerarios de san Ignacio de Loyola en diferentes momentos

En Deusto (distrito de Bilbao, Vizcaya), un barrio y su estación del metro (San


Ignazio) se llaman así en su memoria.

Italia

En Roma su sepulcro se venera en la Iglesia del jesuitas, y en el siglo XVII, al poco


tiempo de su canonización, se levantó una iglesia en su nombre como capilla
del Colegio Romano, que él mismo había fundado.

México

Es santo patrono de la ciudad de Guanajuato.

Es patrono de la colonia Lázaro Cárdenas en el municipio


de Maravatío en Michoacán.

Paraguay San Ignacio de Loyola es el santo patrón de la ciudad de San Ignacio


Guazú, la primera reducción jesuita de la región.

República Dominicana

San Ignacio de Loyola es el santo patrón de San Ignacio de Sabaneta, municipio


cabecera de la provincia Santiago Rodríguez. En la iglesia principal de la ciudad se
celebra anualmente por los devotos el novenario en celebración del día de este
santo.

Instituciones educativas

El número de instituciones educativas dedicadas al santo es proporcional a la


inmensa labor educativa llevada a cabo por la Compañía de Jesús.

Véanse también: Categoría:Universidades jesuitas y Colegios Jesuitas.

México

Presente en varias ciudades de la República Mexicana (Ciudad de México, León,


Puebla, Tijuana y Torreón), la Universidad Iberoamericana forma parte
de Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América

XIII
Latina (AUSJAL) y del Sistema Universitario Jesuita. En la ciudad de Guadalajara
cuentan con el ITESO (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente).

En la ciudad de Santiago de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro fue


fundada el 20 de agosto de 1625, como Colegio de San Ignacio de Loyola y
renombrada el 24 de febrero de 1951 como UAQ.

En el puerto de Acapulco, Guerrero, la Universidad Loyola del Pacífico se fundó en


el año de 1992.

Perú

En el virreinato del Perú, en el Cuzco, había una universidad regentada por los
jesuitas de este nombre.

En Lima se encuentran la Universidad San Ignacio de Loyola, el Colegio San Ignacio


de Recalde y el Instituto San Ignacio de Loyola, que paradójicamente llevan el
nombre de Ignacio pero no son instituciones jesuitas. La Universidad Antonio Ruiz
de Montoya y la Universidad del Pacífico, ambas con sede en Lima, forman parte
de AUSJAL.

XIV
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XV

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