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psiquiatría (griego, psyche: alma, iatréia: curación) es una especialidad de


la medicina dedicada al estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales y los
trastornos del comportamiento. Surge como rama científica del cuerpo médico en el siglo XIX,
en una época tardía con respecto a otras especialidades, aunque existen referencias a
enfermedades mentales y su tratamiento en manuales médicos de gran antigüedado en
algunos textos médicos del Renacimiento. La primera referencia con este nombre es
de Johann Cristian Reil en 1808.123 El modelo cultural de salud-enfermedad propio de cada
época ha sido determinante para la comprensión de las enfermedades mentales: desde una
concepción primitiva de la enfermedad como castigo divino, en la que la enfermedad mental
se considera el paradigma del castigo por la ruptura de algún tabú (el loco está poseído por
algún demonio o es directamente castigado por Dios), pasando por un modelo social
y psicoanalítico, hasta la más moderna perspectiva bioquímica y genética de la enfermedad
mental, como expresión más de la alteración del órgano o de su función fisiológic

El discurso sobre las enfermedades mentales dentro del campo jurídico y el proceso de
medicalización de la justicia permite analizar el papel desempeñado por los peritos psiquiatras
en la definición de los criminales categorizados como enajenados. Del mismo modo, esos
mismos estudios, permiten analizar la funcionalidad de los exámenes somáticos y psicológicos
para definir el estado de enajenación y el modo de tratamiento que debían seguir este tipo de
acusados. Usando los estudios médico-legales del médico legista Julio Ortiz Velásquez
publicados en 1953, este artículo analiza algunos de los discursos de la psiquiatría forense en la
primera mitad del siglo XX en Colombia.

 Ansiedad.
 Depresión.
 Trastorno de oposición desafiante.
 Trastorno de la conducta.
 Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
 Síndrome de Gilles de la Tourette.
 Trastorno obsesivo-compulsivo.
 Trastorno por estrés postraumático.

a psiquiatría forense es una rama de la psiquiatría que ayuda a las


personas con trastornos mentales que son un riesgo para el público. Se
evalúa y trata a los delincuentes en las prisiones, los hospitales de
seguridad y los miembros de la comunidad con trastornos mentales. La
especialidad también investiga la correlación entre los trastornos
mentales y los comportamientos delictivos y trabaja con organismos
de justicia penal. Los psiquiatras forenses trabajan junto con la policía,
el servicio de libertad condicional, los tribunales y las prisiones.
Qué hacen los psiquiatras forenses?
El papel de un psiquiatra forense incluye la cobertura de áreas clínicas,
administrativas y de enseñanza. Dirigen equipos multidisciplinarios
fuertes y trabajan en hospitales de seguridad media y alta. El deber
específico de un psiquiatra forense incluye:

 Evaluación de riesgos
 Ayudar a los pacientes a comprender su riesgo
 Ayudar a los pacientes a reducir su riesgo
 Ayudar a los pacientes a entender su enfermedad mental
 Abordar el control de la ira, el estrés, la empleabilidad y el abuso
de sustancias
 Rehabilitación para volver a la sociedad
 Ofrecer apoyo a familiares y amigos
 Fuerte conexión con las agencias de justicia penal

 ¿Cuál es la diferencia entre un psiquiatra


forense y un psicólogo forense?
 Los psiquiatras son médicos con formación especializada
en trastornos mentales y licenciados en medicina. Los
psicólogos no van a la escuela de medicina, pero tienen un título en
psicología. Tienen experiencia especial en temas que no suelen
estudiarse en detalle por los psiquiatras. La psicología implica el
estudio de los procesos y comportamientos mentales.

a diferencia principal es que un Psiquiatra y un Psicólogo clínico tienen diferente


formación. Un psiquiatra estudia Medicina y se especializa en enfermedades
mentales. Un psicólogo clínico estudia la carrera de Psicología y luego realiza una
especialidad en salud mental.
La Psiquiatría como parte de la Medicina, es una ciencia que estudia el comportamiento
normal y anormal del individuo, su tarea es realizar el estudio, diagnóstico, tratamiento y
prevención de trastornos del comportamiento y patologías mentales, en las que influyen
factores genéticos, físicos, químicos, psicológicos y socio ambientales. La participación
del médico psiquiatra es objetiva, ejecutando su tarea a través del instrumento básico
como es la entrevista psiquiátrica y el examen mental, valiéndose en oportunidades de
instrumentos de apoyo como las pruebas psicológicas y otras fuentes de información. La
Psiquiatría Forense implica nociones médicolegales psiquiátricas, donde la psiquiatría
clínica se transforma en un lenguaje aplicable a un fin común, colaborar en las diferentes
áreas jurídicas: penal, civil, familia, laboral, respondiendo a los cuestionamientos de las
autoridades judiciales, siendo el médico psiquiatra denominado "perito" y debiendo de
emitir un informe escrito en el cual se establece la capacidad mental de la persona
evaluada, lo que la autoridad competente podría considerar como un elemento en el
proceso, para orientar su conducta jurídica. El perito al emitir su evaluación podría
intervenir nuevamente en el proceso al ampliar o adicionar el documento emitido, o su
participación activa en el debate; esto a solicitud del despacho. La Psiquiatría Forense
implica posibles aplicaciones que involucrn cuidados de la salud en el trabajo hasta
Justicia Criminal y Seguridad Pública.

La Psiquiatría es una rama de la Medicina, es responsable del estudio, el diagnóstico, el


tratamiento y la prevención de los trastornos del comportamiento humano.El Psiquiatra debe
dominar los conocimientos y las habilidades no sólo de la observación objetiva, sino de la subjetiva,
de la participativa y de la autoobservación.

La Psiquiatría se relaciona con aquellas características del ser humano que no son exclusivamente
biológicas ni pueden evaluarse únicamente por medios físicos. Se ocupa de los aspectos menos
tangibles, más subjetivos del ser humano como su conducta, sus motivaciones,las alteraciones de
su pensamiento, de sus afectos, de los problemas de desajuste o desadaptación de la
personalidad en su medio cultural y social

La Psiquiatría Forense como el conjunto de nociones médico-legales-psiquiátricas que tienen


importancia en el Derecho (penal,civil,laboral,familia ) y que se relacionan con algunos aspectos de
la capacidad mental y psíquica debe ser ejercida por un Psiquiatra Clínico que posea un
conocimiento jurídico de lo que la Ley exige de él y de como puede transformar sus conocimientos
médicos y psicológicos en aplicaciones jurídicas.

El o la Psiquiatra Clínica (o) debe realizar una anamnesis, una exploración minuciosa, emite un
diagnóstico, elaborar un pronóstico, y establece un tratamiento, mientras que el o la Psiquiatra
Forense tiene la misión después del diagnóstico y pronóstico, de indicar lo que es más importante
desde el punto de vista legal, es decir, cómo la alteración psíquica influye sobre la facultad de
conocimiento de la penalidad del hecho y sobre la capacidad de actuar de acuerdo a este
conocimiento, lo cual no siempre está en simple relación con el diagnóstico de salud o enfermedad.

La Psiquiatría moderna se halla impregnada de espíritu sociológico.

El instrumento principal utilizado por la Psiquiatría es la ENTREVISTA PSIQUIATRICA

El estudio de la conducta humana es una de las áreas complejas del conocimiento, es uno de los
fundamentos de la Psiquiatría, es la manera como las personas gobiernan su vida y dirigen sus
acciones
Como seres vivos los humanos han sido estudiados en la estructura y función de su organismo,
pero además son seres sociales, culturales e históricos, que interactúan con sus semejantes por
medio de procesos psicológicos y sociales, que reciben una dotación y una herencia cultural e
histórica por medio del proceso educativo, el aprendizaje social contribuye en gran parte a crear los
aspectos específicamente humanos de la conducta: las funciones simbólicas,
pensamiento,inteligencia,lenguaje,afectividad,personalidad.

La personalidad son los patrones estables de conducta que identifican a un individuo a lo largo de
su vida, ya sea, patrones socialmente adaptados o no, en otras palabras es el conjunto de
sentimientos y valoraciones , las tendencias y voliciones de un individuo donde la herencia y
aprendizaje social actúan conjuntamente.

La psicopatología es el estudio de las alteraciones psíquicas, de la conducta

A través de las épocas han existido varias maneras de explicar estas alteraciones, entre ellas el
enfoque psicoanalítico, biológico, social, conductual, familiar, ciertos modelos son más relevantes
para entender determinadas psicopatologías, la tendencia es hacia un enfoque ecléctico y
multidimensional con mayor integración de los modelos anteriormente mencionados.

Algunos de estos modelos como el psicoanalítico y el biológico han sido utilizados para justificar
desigualdades y para defender el sexismo como anota en su libro Del Ultraje a la Esperanza la
Dra.Batres, asimismo menciona la importancia primordial de "la socialización como fuente de
perturbaciones emocionales para las mujeres,entendiéndose la socialización como un proceso
histórico durante el cual desarrollamos nuestra identidad personal y aprendemos nuestro género,
conformando así la forma de ser y percibirnos, así como la manera en que leemos la realidad, la
sociedad determina lo que somos y lo que hacemos por medio de la socialización y el control
social, incluye las verdades enseñadas como objetivas que es lo que denomina lo real y el proceso
de incorporación de las personas a sectores específicos de la sociedad. El proceso de conocer la
verdad por medio de la socialización, incluye el aprendizaje cognitivo que implica el aprendizaje de
los significados sociales y los valores que sirven de marco de referencia. Con ellos se construyen
los juicios emitidos. Estos valores internalizados en el proceso de socialización constituye su forma
de evaluar la realidad. La socialización además se apoya en la religión, la familia, la educación
formal, los medios masivos de comunicación social, el lenguaje, la moral, los símbolos, los mitos, la
ciencia y el engranaje que constituyen estas instituciones. Anota además en este enfoque
psicosocial la gran importancia del marco teórico género sensitivo con relación a los factores
socioculturales como fuente de muchas perturbaciones emocionales, un ambiente social que
enseña los usos inapropiados del poder y limita el acceso de los recursos basándose en el género.
Este enfoque es muy importante en la etiología de los trastornos clínicos, la subordinación de la
mujer en la sociedad se considera un factor relevante y el hecho de vivir en una sociedad
discriminadora de las mujeres, en la cual tenemos menos poder político, económico y social que
los hombres determina en gran parte la salud de nosotras".

De la socialización encontramos una serie de mitos, estereotipos y "valores o verdades"


tradicionales que van en detrimento de la mujer y repercuten con parcialidad y prejuicios en las
instituciones para mantener sistemas de valores y sus posiciones de Poder de lo cual no está
exenta la Ley ni la Psiquiatría Forense, en tanto que los individuos que las ejercen han sido
socializados dentro de estos mitos, prejuicios o estereotipos.

El entendimiento de la perspectiva género sensitiva es lo que va a permitir comprender los


desórdenes traumáticos y la dinámica que se da en los casos de violencia doméstica, abuso sexual
y el incesto, que toca tanto a la Ley como a quienes tienen que valorar las secuelas de estos
delitos en las víctimas, que desde otra perspectiva no podrían ser bien entendidos ni detectados ni
tratados, esto implica que debe darse una sensibilización hacia esta perspectiva de quienes hacen
las leyes y de quienes la interpretan, así como en los otros campos auxiliares de la Ley como la
Psiquiatría Forense, sólo así se podrá entender por qué una niña o un niño dice la verdad sobre
haber sido víctima de incesto o abuso sexual y luego se retracta sin que esto signifique mentir, o se
podrá entender por qué sus recuerdos o fechas no son tan claros o precisos como el abogado
quisiera, o se podrá entender entonces por qué una madre socializada dentro de esos mitos y
distorsiones, no le cree a su hija o permanece con el ofensor a pesar de las múltiples agresiones o
del inminente peligro de muerte para ambas, es también cuando se pueden entender las
manifestaciones de la conducta de una niña o adolescente como secuela de la sexualización
traumática en lugar de "seducción o provocación", es sólo así también como podemos entender
que un hombre sano , pueda incestar a su hija o hijo o abusar de otros u otras menores sin
padecer de enfermedad mental como motivación para sus actos, es decir sin ser un enajenado
mental o sin tener ninguna disminución de sus capacidades mentales superiores, aunque se
pueden dar casos (mínimos) en los que podría coexistir algún diagnóstico psiquiátrico con delitos
como los mencionados sin que éste sea causa del mismo.
 Es aquella disciplina centrada en la interacción entre el trastorno mental
y la conducta delictiva, ocupándose de la investigación básica de la
naturaleza de la relación entre el estado mental y el delito y de los
aspectos prácticos del progreso del delincuente con trastornos mentales
en los tribunales y el tratamiento.

El papel del psiquiatra forense puede abarcar juicios sobre la


competencia del individuo para ser juzgado, la evaluación del riesgo
para determinar el nivel de seguridad del paciente detenido y la
supervisión del tratamiento de la enfermedad mental del paciente y
otros factores involucrados.

Su labor va de la mano o en conjunto no solo con Tribunales sino


también con organismos de la justicia como la Policía y prisiones, hasta
hospitales tratando, investigando y diagnosticando estas personas que
presentan comportamientos asociados a alguna perturbación mental.

La psiquiatría forense es una especialidad médica. Ofrece grandes posibilidades pero también
tiene sus limitaciones lo cual ampliaré a medida que avance en este artículo. Del mismo modo,
trataré de mostrar cuáles han sido los logros de la Psiquiatría Forense hasta ahora y establecer
cuáles son sus objetivos para el futuro. Obviamente, he de ceñirme a los límites de un artículo.

Por ejemplo, estudiaremos los puntos en los que convergen el Derecho Penal, el Civil y el
Administrativo, aunque el énfasis recaerá principalmente en cuestiones de Derecho Penal, una
disciplina que también comparte algunas de sus bases con la ética médica. De hecho, no existe
una Psiquiatría Forense que no tenga implicaciones éticas. No es, por tanto, una cuestión de
"bueno/malo" sino de "humano/inhumano".

Hasta este punto, el Derecho Penal y la Psiquiatría Forense comparten las mismas bases; nada
menos que encontrar el equilibrio entre los defensores de la Sociedad (por ejemplo, contra el
peligro que suponen los pedófilos en las calles) por un lado, y por otro los que defienden el respeto
por los derechos constitucionales de las personas. A ello podríamos denominarlo criterio "jurídico-
ético".

Sin embargo, el campo de la Psiquiatría Forense continúa perteneciendo a la Medicina. Se suele


pasar por alto este aspecto al observar que la Psiquiatría Forense tiene que actuar en los juzgados
al mismo tiempo que se ve implicada en el proceso judicial. Cuando se trabaja dentro de las
paredes de una Penitenciaría o en Instituciones de tipo judicial, el médico es el primero y desde
luego la persona más importante encargada de atender a sus pacientes, los reclusos. La tensión
que, inevitablemente surge entre la necesidad de informar, y el tratamiento debido a los detenidos,
muestra claramente la necesidad que tiene el psiquiatra forense de tener una identidad específica
como médico y de que exista un código de confidencialidad entre el médico y el paciente. Es
necesario que las Facultades de Medicina presten más atención a la Psiquiatría Forense como
disciplina básica. Saber si esto llegará alguna vez a ser posible, dependerá de los resultados que
esta área sea capaz de producir. Mi tarea es la de continuar trabajando en este campo, utilizando
todas las habilidades psiquiátricas que estén a mi alcance. La disciplina está tan estrechamente
relacionada con la Medicina que no se puede limitar su existencia a las paredes de las Facultades
de Derecho, además de que es primordial que se pueda facilitar la investigación y la práctica de
esta Psiquiatría Forense en las Facultades de Medicina.

La especialización

La Psiquiatría Forense en los Países Bajos se desarrolló en el siglo XIX con el fin de que la
información y el asesoramiento médico estuviesen a disposición de los jueces de los Tribunales de
Justicia de lo Criminal, de los cuerpos legislativos (leyes civiles y administrativas), del Parlamento
(legislaciones de tipo administrativo), de los abogados y sus clientes y de los acusados.
Aumentaba la creencia entre la judicatura de que los médicos estaban cualificados para declarar
en casos en los que los acusados, como resultado de sus trastornos mentales, eran incapaces de
entender lo que habían hecho y por qué ello se consideraba como mal hecho. Tampoco podían
prever las consecuencias de sus actos y, por esta razón, eran incapaces de enfrentarse a un juicio.

De manera automática, se consideró que los psicóticos no eran responsables de sus actos, al
haber actuado cuando sus mentes estaban desequilibradas; en estos casos, los procedimientos
legales fueron descartados y se procedió al ingreso incondicional en una institución psiquiátrica
cerrada. Los cuerpos encargados de elaborar las leyes también llegaron a darse cuenta de que los
enfermos mentales que habían sido detenidos y cuyo comportamiento no era propio de un
psicótico en el momento en el que cometieron el delito, aún así no podían responder de sus actos y
necesitaban seguir un tratamiento en lugar de ser encarcelados.

Fue en este momento cuando, a principios del siglo XX, se promulgó la Ley "A la discreción del
Gobierno" (Conocida en el derecho británico como "Detention during her Majesty's pleasure") - que
fue aprobada por la Segunda Cámara (la Cámara Baja) en 1925- . Finalmente, la ley entró en vigor
en 1928 y esto significó que la práctica y el asesoramiento psiquiátrico se convirtieran en parte
integrante de estos casos, terminaran o no en una Detención por Orden Judicial. En un principio,
los vagabundos, mendigos y borrachos llenaban los Centros de Detección por Orden Judicial; les
sucedieron personas que habían sido detenidas y padecían Trastornos de Personalidad, como los
Psicópatas, llegando a convertirse en la población habitual de las Clínicas para Órdenes Judiciales
en los años 40 y 50. A partir de 1970, incluso aquellos que fueron declarados culpables del robo de
propiedades ajenas cumplían los requisitos necesarios para ser detenidos en instituciones por
Orden Judicial. La ley fue rectificada en 1988, y a partir de este momento, cuando el juez
consideraba la posibilidad de imponer una regulación mediante Orden judicial, era obligatorio
consultar a dos expertos en comportamiento humano, uno de los cuales tenía que ser psiquiatra.
De hecho, hasta 1997, la admisión en Instituciones Mentales por un periodo máximo de un año y
las detenciones por orden judicial eran normales. Sin embargo, desde el mes de octubre del año
pasado estas sentencias fueron desestimadas desde el punto de vista legal. La razón está en el
hecho de que los psicóticos constituían una proporción sustancial (el 30%) de las poblaciones de
las Clínicas para Ordenes Judiciales, considerándose que las Instituciones psiquiátricas estaban
mucho mejor equipadas para tratar a estas personas.

El juez siempre tiene la competencia legal para imponer un tiempo de detención por orden judicial,
en tanto se pueda demostrar que el acusado padece algún tipo de trastorno psíquico en el
momento en el que se produjo el delito o cuando se pronuncia la sentencia. La imposición de una
Orden judicial en el caso de un sospechoso que no parece tener ningún trastorno psiquiátrico
grave, es concebible (por ejemplo, cuando un experto examina a un sospechoso que no coopera y
de quien se espera muy poco) pero es improbable, teniendo en cuenta que la detención por Orden
Judicial se aplica principalmente con el fin de proteger a la Sociedad del potencial criminal,
altamente peligroso de un detenido que pueda presentar un trastorno mental. El tratamiento por
Orden Judicial, a través del tratamiento obligatorio, también tiene como objetivo reducir el riesgo de
una conducta reincidente, aunque ésta no sea una modalidad de tratamiento en sí misma.

Sin embargo, si la pérdida de la libertad es el objetivo principal de la sentencia, y si el detenido está


tan gravemente trastornado que es imposible asegurar que era consciente de sus actos en el
momento en el que cometió el delito, el juez tiene entonces la potestad de enviarlo a un hospital
psiquiátrico general (sección 37 del Código Penal) por un periodo máximo de un año. Con la
imposición de esta sanción se pretende que se lleve a cabo un tratamiento centrado en el paciente
que en cuanto a los psicóticos se centra en la medicación anti-psicótica, ya sea provisional o
definitiva, y a veces combinada con un periodo de tiempo en una celda de aislamiento.

Si, por otro lado, el delito (contra la propiedad más que contra las personas) no es tan grave o
puede ser incluido dentro de la categoría de delitos especiales por los cuales es posible la
detención por orden judicial, será entonces el juez quien tenga que decidir (en caso de que el
trastorno que padezca el acusado requiriese tratamiento) si se le condena a pasar en la cárcel un
periodo de tiempo que, en algunos casos, pudiera ser provisional. También puede optar, dentro del
marco de las medidas excepcionales, por un periodo en prisión que sea corto y de carácter
provisional siempre que el acusado acepte someterse al tratamiento. En el caso de haber cometido
un delito por el que ha sido condenado a cuatro años de cárcel o más, el juez también puede
considerar la posibilidad de imponer la sentencia de detención provisional por orden judicial, si un
psiquiatra o un psicólogo llevan a cabo el tratamiento en un hospital psiquiátrico o en un Centro de
Día Psiquiátrico. Este tipo de tratamiento (provisional) también se puede recibir en una Institución
penitenciaria (por ejemplo, en el hospital de la prisión o en un lugar especial de la misma, el
periodo correspondiente a la Orden Judicial no está incluido dentro del periodo de tratamiento,
siendo ambos independientes), en una Institución del tipo de una Clínica para Ordenes Judiciales o
en una Institución sanitaria (como el Centro Regional de Salud Mental o un Hospital General
Psiquiátrico) o bien puede ser administrado de forma independiente por un psiquiatra o psicólogo.

De todas maneras son limitaciones implícitas en las regulaciones arriba mencionadas las
siguientes:

1. La imposibilidad de condenar al acusado a prisión por más de tres años, incluso con una
sentencia provisional (parcial), aunque su caso tenga características especiales, si se le ha
declarado culpable de un delito grave (como los que atentan contra la vida humana).

2. La imposibilidad de considerar el tratamiento por Orden Judicial como tal, en caso de haber
cometido un delito por el que no se puede imponer una condena de más de cuatro años de prisión.
Comportamientos tan perturbados como el acoso, el chantaje y otros de este tipo pueden ser
incluidos en el mismo grupo.

Los psiquiatras forenses judiciales también están obligados a prestar asistencia, según lo
estipulado por el Ministerio de Justicia. La obligación de ofrecer una atención adecuada ha sido
establecida con el fin de prevenir el deterioro de la condición del acusado o de la persona que
dependa de la jurisdicción del Tribunal. En los últimos años también ha sido posible tratar a los
presos, y un ejemplo de ello es que se ha puesto a disposición de los detenidos en espera de juicio
una terapia previa que es llevada a cabo por los profesionales que pertenecen a Instituciones
Psiquiátricas Penitenciarias.

Las limitaciones que tienen los tratamientos realizados bajo dependencia de la jurisdicción de los
tribunales, incluyen:
1. La limitada posibilidad de aconsejar de un modo flexible una Orden Judicial o un tratamiento
específico que de respuesta a las necesidades individuales, en caso de que la condena a prisión
sea por un largo periodo de tiempo. La sección 13, junto con la sección 15 en el párrafo 5 de la Ley
de Principios Penitenciarios, la sección 14 sobre la regulación penitenciaria (Admisión de los
detenidos en una Clínica para Ordenes Judiciales debido a un trastorno psíquico o del
comportamiento grave) se aplican en raras ocasiones, ya que son relativamente desconocidas,
además del escaso interés que muestran los acusados ante la posibilidad de un tratamiento.

2. La casi total ausencia de autonomía por parte de los acusados a la hora de aceptar el desafío
que supone el tratamiento, ya que normalmente ignoran todo lo relacionado con estos temas y, por
tanto, no son conscientes de sus propias necesidades terapéuticas. Pero además al mismo tiempo,
se sienten molestos cuando sus vidas privadas se convierten en objeto de estudio y dan lugar a
conflictos personales y relacionales. El grado de tolerancia a la ansiedad, que a menudo sufre la
influencia desfavorable del ambiente (ausencia de terapia social) y que predomina en el
Departamento en cuestión, es normalmente el factor determinante para decidir si se incluye al
acusado en un tratamiento de psicoterapia.

3. Las limitadas posibilidades que existen para acceder a un tratamiento dentro del sistema de
prisiones debido a la falta de psicólogos clínicos y psiquiatras.

4. La falta de presupuestos en el sistema de prisiones para pagar a un especialista en


Comportamiento Humano. En 1996, la Comisión Balkema (Informe de la Comisión Noordsingel)
recomendó que se aumentara el número de puestos tanto para el Departamento de Supervisión
Individual como para los Departamentos de Cuidados Especiales.

Logros académicos

La Psiquiatría Forense es una disciplina académica relativamente joven. El primer Catedrático de


Psiquiatría forense fue nombrado en Utrecht después de la Segunda Guerra Mundial, en el siglo
pasado. La Cátedra de Psiquiatría Forense de Utrecht pertenecía a la Facultad de Derecho y fue
ocupada por P.A.H. Baan, que era jurista y psiquiatra. Algunos aseguraban que Pieter Baan,
afamado administrador y organizador, no fue aceptado en la Facultad de Medicina por su mentor y
superior, el profesor Rümke y que por esa razón la Cátedra había sido concedida a la Facultad de
Derecho. Por otro lado, hay que decir que Baan había terminado su formación práctica bajo la
supervisión del Profesor Pompe, que en aquel momento era Catedrático de Derecho Criminal y
amigo del profesor Kempe, el último profesor de Criminología. Juntos fundaron lo que se conoció
más allá de las fronteras holandesas como la "Escuela de Utrecht" que se distinguía por ofrecer un
enfoque optimista y amable al problema de los "psicópatas criminales" que se hallaban en las
Instituciones Psiquiátricas Penitenciarias. Otro de los aspectos que les preocupaban era el del
"encuentro" entre el juez y el acusado, ya que su objetivo era el de preparar al detenido para su
rehabilitación dentro de la sociedad una vez hubiera salido de la cárcel. La "humanidad" fue el
argumento utilizado para que el detenido pudiera recibir ayuda terapéutica y superar sus
discapacidades sociales con el fin de que la resocialización y la reintegración no fueran sólo
atractivos eslóganes sino también objetivos concretos. El nuevo plan también incluía formación
complementaria y re-escolarización para que el desafío que supone la integración en la sociedad
se convirtiese en una posibilidad real.

En la actualidad existen seis Cátedras de Psiquiatría Forense en los Países Bajos: En Utrecht y en
Groningen (A.W.M. Mooij), en Leiden (A.M.H. van Leeuwen), en Nijmegen (H.J.C. van Marle), en
Tilburg (T.I. Oei) y en Amsterdam (En su Universidad Libre, B.C.M. Raes). En Leiden y en Utrecht,
las Cátedras de Psiquiatría Forense se clasificaron como "Ordinarias" y cada una estaba ocupado
por un académico (C.M. van Esch, jurista, y F. Koenraadt, psicólogo, respectivamente) mientras
que en otras Universidades se crearon Cátedras específicas para la Psiquiatría Forense.

A pesar de que todas las Universidades arriba mencionadas ofrecen básicamente el mismo tipo de
programa académico, cada una tiene su estilo particular. Utrecht y Groningen, por ejemplo, prestan
más atención a los aspectos fundamentales de la vida diaria (Mooij 2000), tales como el concepto
de libertad, responsabilidad, culpabilidad, coacción e impulsión, además de aspectos empíricos
(Utrecht) relacionados con la violencia en las relaciones, el tratamiento obligatorio y la
multiculturalidad. Por otra parte, en Leiden, se presta más atención a aspectos relacionados con
las pruebas judiciales cuando se investigan historias sospechosas (Janssen y Van Leeuwen 2000)
de los individuos. En Nijmegen, se estudian en profundidad los Informes "Pro Justitia", aunque
también juegan un papel importante los aspectos relacionados con la Medicina y los problemas
relacionados con los aspectos forenses de la sexualidad (Van Marle 1999) En Tilburg, se centran
en temas prácticos, y así estudian el papel que juegan tanto los hechos como la ficción en la
investigación criminal, siempre y cuando mantengan relación con el proceso de estudio, con la
obligación que tiene la Psiquiatría Forense de ofrecer la asistencia necesaria, y con la asistencia
psiquiátrica relacionada con el Acta de los Alienados (Oei 2000). Y finalmente, en Amsterdam, una
parte importante del programa académico está dedicada a tratar los aspectos fundamentales del
tratamiento por Orden Judicial y a las cuestiones prácticas que rodean a estos casos (Raes 1999).

En las últimas décadas, también se han creado Cátedras de Psicología Forense (del Desarrollo) en
la Universidad Libre de Amsterdam (R.A.R. Bullens, psicólogo del Desarrollo) y en la Universidad
de Amsterdam (Ms. C. de Ruiter, psicólogo). Tanto la investigación como la práctica incluyen el
cálculo del riesgo, la investigación en psicopatías, los estudios sobre la criminalidad en los
adolescentes y la supervisión de los adolescentes en términos forenses (Oei y Groenhuijsen 2000).

De este modo, en los Países Bajos, se ha desarrollado una gran variedad de tipos de educación e
investigación forense, sin que por ello esta disciplina haya perdido la posibilidad de modificar su
campo de investigación. Dentro del amplio campo de la Psiquiatría Forense todos han podido
encontrar su lugar y todas las iniciativas han contado con apoyo aunque las investigaciones
objetivas que se han llevado a cabo han sido pocas.

El terreno común en el que coinciden el Derecho Administrativo y el Civil

El campo de la Psiquiatría Forense no queda limitado al ámbito de la Justicia Criminal o a los


despachos de los jueces. Tanto la Justicia Civil como la Administrativa también recurren a la
Psiquiatría Forense de vez en cuando. En el campo del Derecho Civil, del Administrativo y del
Criminal, se producen consultas regulares (si no frecuentes) para saber cuál es el estado mental
del detenido (¿cometió el delito siendo consciente de las consecuencias o sabiendo que es lo que
ocurriría en cualquier caso?). ¿Existen pruebas suficientes que demuestren, por ejemplo, que el
acusado era realmente consciente de la gravedad de la situación en la que se encontraba? ¿Se
siente lo suficientemente libre el acusado como para afrontar la responsabilidad que supone haber
tomado una decisión en un momento determinado de su vida? En el campo del Derecho Civil se
puede cuestionar la capacidad del acusado para dar testimonio de forma voluntaria. La práctica de
la Psiquiatría Forense también puede ser necesaria cuando se trata de ancianos, o de personas
que padecen enfermedades psiquiátricas crónicas en el momento en que se cuestiona su
capacidad mental y su habilidad individual para realizar operaciones tales como contratos (de
compra y matrimoniales). Según el Derecho Eclesiástico, la incapacidad individual para mantener
relaciones sexuales y para consumar el matrimonio (como resultado de un trastorno psíquico
grave) puede ser considerada como razón admisible para el posterior divorcio y la anulación del
matrimonio. Es necesaria una investigación más profunda para saber cómo se enfocan casos de
este tipo de acuerdo con el Derecho Civil y la jurisprudencia necesaria.
El psiquiatra forense también juega un papel importante cuando se pone en práctica la Ley de
Indemnización a las Víctimas de Persecuciones1 (Visser 1997), y otras leyes similares. Este tipo de
temas están relacionados con los aspectos mas básicos de la existencia humana y afectan a las
alteraciones de la salud mental, la pregunta concreta sobre la culpabilidad del individuo (¿Era el
acusado consciente de la gravedad de lo estaba haciendo? ¿Es capaz de distinguir lo que es
correcto de lo incorrecto?) al igual que todo lo referente a las funciones cognitivas. Cuando, por
ejemplo, una familia se divide (por ejemplo, cuando uno de los dos padres sufre una enfermedad
mental y pretende modificar su testamento en contra del deseo de alguno de sus hijos) es
necesario que el asunto sea examinado desde el punto de vista de la Psiquiatría Forense y, en
interés de la objetividad, se ha de someter a las personas implicadas a una serie de pruebas
neuropsicológicas. Este tipo de examen también es apropiado para valorar si la enfermedad
requiere tratamiento y si un médico de la Sanidad Pública puede determinar hasta dónde llegar en
lo que al tratamiento se refiere. La edad, la cronicidad, la calidad de vida, la falta de expectativas, el
sufrimiento insoportable, el deseo personal de acabar con la vida mediante un suicidio realizado
con la colaboración médica y, en resumen, muchos problemas fundamentales de este tipo
necesitan de una orientación y criterios claros (Bannink et al. 2000).

Las cuestiones sobre Derecho Administrativo normalmente incluyen aspectos tales como el grado
de capacidad que una persona tiene para trabajar, los intereses de los organismos
gubernamentales, como por ejemplo los de los Ayuntamientos contra los intereses individuales e,
igualmente los intereses de organizaciones privadas como las compañías de seguros y los Bancos
contra los de una persona que ha sido acusada de un delito. Las preguntas relacionadas con la
capacidad mental o psíquica de una persona para llevar a cabo tareas u operaciones militares
también pueden entrar dentro de las competencias de un psiquiatra forense. En ocasiones, estos
temas están relacionados con las reglas estatutarias del Código Highway según el Derecho Civil y
el Administrativo (Oei 2000) ¿Hasta qué punto es el abuso en el consumo de alcohol y/o de drogas,
el síntoma de que existe un trastorno de personalidad grave, de tal modo que el principio de
la culpa in causa, no sea el asunto en cuestión a tratar? ¿Existe alguna prueba de que el acusado
tuvo intención de cometer un acto delictivo o por el contrario no era consciente de lo que estaba
haciendo (intento condicionado)?

Un campo importante para la Psiquiatría Forense es el de la legislación sobre la salud en sus


diferentes aspectos. Y aquí, es corriente que las Leyes Penitenciarias coincidan. Por ejemplo, es
en este campo cuando nos encontramos con los intereses legales del detenido, cuando es recluido
por una orden judicial en instituciones estatales de forma temporal, de manera que los problemas
que le afectaron indican que se le debe imponer un tratamiento. Queda claro, por supuesto, que la
obligación del psiquiatra forense de proporcionar la asistencia adecuada exige al mismo tiempo
que esté familiarizado con las posibilidades que ofrece la Ley en caso de urgencia (Berghmans y
Widdershoven 2000).

Los conocimientos en Psiquiatría Forense también pueden ser necesarios en aspectos


relacionados con el fraude y el crimen organizado. ¿Siguen siempre los estafadores un modelo
definido, y por tanto predecible, o acaso en algunas ocasiones, el sujeto en cuestión padece un
Trastorno de Personalidad grave de tipo narcisista, borderline, antisocial o psicopático?

Los conocimientos aportados por la Psiquiatría Forense en estas áreas, no pueden ni deben ser
pasados por alto. Existen dos aspectos importantes en relación con ello:

1. Los juristas, miembros de la judicatura, (jueces, fiscales reales) y, si es necesario, los Servicios
para la libertad condicional y la rehabilitación deben tener en cuenta la información y los consejos
suministrados por la Psiquiatría Forense.

2. Los psiquiatras forenses judiciales pertenecientes al Servicio del Departamento de Justicia


deberían publicar artículos sobre su trabajo de forma regular y por tanto, dar a conocer sus
conocimientos a través de los medios. El papel público del psiquiatra forense le lleva a aceptar el
hecho de que tiene que asumir responsabilidades en estos temas de vez en cuando. El código de
comportamiento existente para los psiquiatras forenses que pertenecen al Departamento de
Justicia es extremadamente explícito en ello, en el caso, por ejemplo de la contraprueba (Oei
1999), de los informes médicos, y de la conveniencia o no de una detención judicial (Oei 2000), etc.

La Psiquiatría Forense y la Ética Médica

El ámbito profesional de la Psiquiatría Forense cubre una parte importante del de la Ética Médica.
No me limitaré aquí a la Ética Médica en particular a pesar de que algunos aspectos están
directamente relacionados con el trabajo que ejerce el psiquiatra forense. Las cuestiones que
rodean a la eutanasia, a la manipulación genética, y otros problemas similares tienen
connotaciones tanto médico-éticas como psiquiátrico forenses. Las preguntas relacionadas con la
Ética y la Política convergen igualmente en el campo de la Psiquiatría Forense, con aspectos que
tienen que ver con la asistencia a inmigrantes ilegales y a su tratamiento médico-psiquiátrico2 (Van
Kalmthout 2000).

Los médicos que poseen buena voluntad se rigen por la ética médica y por ello surgen preguntas
sobre la influencia que tiene el negocio y los aspectos comerciales sobre la práctica psiquiátrica y
sobre la necesidad de que los médicos adopten una actitud independiente con respecto a la
industria farmacéutica en su vida profesional, así como en cuanto a los programas de capacitación
y de formación continuada (Oei 2000).

La Psiquiatría Forense de hoy en día es tan completa y multiforme que la formación en Psiquiatría
Forense necesita de su específico programa educativo. Los psiquiatras no pueden justificar por
más tiempo, desde el punto de vista de la Ética Médica, su visión de la disciplina como secundaria.
El hecho de que existan psiquiatras forenses judiciales, significa en sí mismo, que ha llegado la
hora de que esta área llegue a ser reconocida como una superespecialización de gran importancia.
Se creó una Fundación Nacional en los Países Bajos con el propósito de establecer un programa
de formación obligatorio para los especialistas en el Psiquiatría Forense que obtuvo críticas
positivas.

Las actividades que se realizan dentro del campo de la Psiquiatría Forense son importantes y por
ello se ha creado una asociación científica para promocionarlas. La Psicoterapia Forense es una
disciplina independiente que no existe tan sólo para tratar con psicoterapia a los detenidos por
orden judicial. El juez siempre será un factor determinante a la hora de programar los tratamientos
como tales, teniendo en cuenta que es él quien determina cuánto tiempo determinado tratamiento
puede darse bajo la jurisdicción propiamente judicial. No será la primera vez que desperdiciar la
ocasión en este campo ha demostrado como puede ser autopunitiva y para ello sólo tenemos que
contemplar los casos en los que el terapeuta se ha convertido en la víctima del detenido3.

La Psiquiatría Forense y la investigación

En las últimas décadas, la investigación en Psiquiatría Forense se está convirtiendo en algo cada
vez más complejo. Todos los ejemplos de exámenes que se han llevado cabo y que han sido
incluidos dentro de la Psiquiatría Forense son los siguientes: el grado de peligrosidad y riesgo de
que vuelva a cometerse un acto delictivo - inherente a cualquier delito grave- , el grado de
culpabilidad, la necesidad de determinar los hechos y actos valiosos para el forense especialista en
comportamiento, la necesidad de llevar a cabo evaluaciones en el campo de la psicoterapia
forense como las terapias cognitivas ofrezcan éstas o no perspectivas útiles, los examenes
neurobiológicos de personas que padecen trastornos del comportamiento, los modelos de examen
epidemiológico diseñados para avanzar en determinados temas clínicos, la valoración de la
adicción clínica. De hecho, el examen neurobiológico de los trastornos del comportamiento
agresivos, por ejemplo, ha adquirido grandes proporciones y los resultados tangibles están a punto
de salir a la luz. Las preguntas sobre la causa y las consecuencias continúan siendo importantes
aquí. ¿Es la experiencia de un acontecimiento importante en la vida un requisito o causa para
adoptar una actitud delictiva (por ejemplo, manifestarse utilizando una agresión socialmente
inaceptable)? Y si la respuesta es "sí", ¿cómo podemos categorizar este tipo de trastorno
agresivo? ¿Qué tipo de acontecimiento vital, o evento imprevisto, realmente causó, o dio lugar, al
desarrollo de un Trastorno de Estrés Post-traumático, por ejemplo? ¿Qué se puede obtener al
categorizar las enfermedades y sus síntomas?, o por el contrario, ¿deberíamos concentrarnos más
en el aspecto dimensional de los conjuntos de síntomas? Este tipo de preguntas están siendo
planteadas en las Facultades de Medicina de todo el mundo y son de vital importancia para la
existencia de una Psiquiatría Forense que se respete a sí misma. Además, como ciencia del
comportamiento, su objetivo es el de seguir jugando un papel importante en el modo en el que la
Justicia se lleva a la práctica y en el de averiguar cuál es la apreciación que se tiene desde fuera
de dicha práctica (Tuinier 2000).

En conclusión

La Psiquiatría Forense es una disciplina fascinante que, en el ámbito de proporcionar información a


la judicatura, además de atender a los enfermos psíquicos y a los desfavorecidos de la Sociedad
supone un desafío para la práctica médica. Todo gira en torno a los intereses de los individuos y
las Instituciones, siendo su principio básico el de propugnar el respeto por uno mismo en equilibrio
con el respeto hacia los demás, sin tener en cuenta si esto va a afectar a los intereses del juez, del
gobierno, del acusado o del propio psiquiatra forense. El médico siempre tiene que respetar las
normas y valores que prevalecen en la Sociedad que le rodea4.

Existe una necesidad de educación y de práctica en este campo especializado que se denomina
Psiquiatría Forense. Sin embargo, por el momento, no existe una sola Facultad de Medicina en los
Países Bajos que pueda presumir de tener (senior) profesores, o Catedráticos de Psiquiatría
Forense. Aparentemente, la disciplina está considerada como la "cenicienta" académica de las
ciencias médicas. Es ésta una actitud que, desafortunadamente, ha dejado un vacío en el campo
de la educación e investigación de la Psiquiatría Forense y esto significa que los estudiantes de
Medicina no llegan a conocer esta importante área. Si la Ética puede convertirse en un tema
fundamental para los estudiantes de Medicina, por qué no así la Psiquiatría Forense. Los Países
Bajos disfrutaron de un periodo - desde 1969 a 1986- cuando el Catedrático Prof. W. Goudsmit,
ocupó las Cátedras de Psiquiatría Forense, tanto en la Facultad de Medicina como en la de
Derecho de la Universidad de Groningen. No hay duda de que ha llegado el momento en que el
mismo tipo de doble ligazón vuelva a reinstaurarse. Después de todo, la Psiquiatría Forense existe
gracias a las ciencias médicas y legales juntas y precisamente por ello es una disciplina dual.
Tanto la práctica como la investigación han de construirse sobre bases médicas y jurídicas, ya que
después de todo, la diosa Justicia y Aesculapius fueron aliados durante siglos. Ya es hora, por
tanto, de que el Ministerio de Sanidad, Bienestar y Deportes en colaboración con el Ministerio de
Justicia facilite, con un respaldo a la vez moral y financiero, la investigación y la práctica de la
educación en Psiquiatría Forense en las Facultades de Medicina de los Países Bajos.

1. La Ley sobre Pensiones excepcionales 1940-1945. La Ley Indonesia sobre Pensiones excepcionales (Resistencia) 1940-1945. La
Ley sobre Pensiones excepcionales de los marinos víctimas de la guerra 1940-1945. La Ley de Subsidios para las víctimas civiles
de la guerra 1940-1945. La premisa de todas las leyes y regulaciones respecto a los damnificados física o psicológicamente como
resultado de la Segunda Guerra Mundial intenta poder mantener el mismo estándar de vida que estas personas tenían antes de
sufrir la invalidez que le llevó a perder su empleo. Ver W.D. Visser (ed.) Arbeidsongeschiktheid en traumatische (oorlogs)ervaringen
(= Incapacidad para el trabajo y experiencias traumáticas de guerra). ICODO Foundation, Utrecht, 2nd edition, p. 19 onwards, 1997.
2. Comparar con A.M. van Kalmthout. De medisch-psychiatrische zorg van psychisch gestoorde illegalen: een juridische taxatie (= El
cuidado médico psiquiátrico de los inmigrantes ilegales psíquicamente enfermos; una evaluación jurídica). En: T.I. Oei, M.S.
Groenhuijsen (ed.), Forensische Psychiatrie anno 2000, Deventer: Gouda Quint 2000, p. 223-235. Y también: Top justicie: definitief
geen tbs illegalen (= Top justicie: definitely no Court Order illegal immigrants), de Volkskrant (periódico diario nacional), 22-11-00, p.
3, en el que el Ministerio de Justicia se espera que declare que sospecha que son responsables de sus acciones cuando en realidad
no es así, o cuando el sentido de la responsabilidad esté disminuido; ello conlleva la imposición mediante sentencia, de prisión con
el resultado de que los inmigrantes ilegales gravemente afectados en su salud mental terminan legalmente en prisión con la
amenaza de poder ser deportados, lo cual es una situación contraria a los acuerdos internacionales. Ello significa que estos
inmigrantes legales enfermos no reciban el tratamiento adecuado, lo que les viene a crear nuevas dificultades, debiendo tener en
cuenta que su condición psíquica requiere una apropiada Orden Judicial o el tratamiento en un Hospital Psiquiátrico General.

3. En el caso de una intimidación agresiva o sexual el manejo de las manifestaciones transferenciales y antitransferenciales es muy
difícil y la psicoterapia no puede conceder a nadie total inmunidad pero es como una vacunación que puede ayudarle.

4. Si se demuestra que un dentista/doctor es un consumidor excesivo de alcohol, puede ser forzado a abandonar su práctica clínica.
Ver Trouw (periódico diario nacional), 21-11-00, p. 4 que recoge el hecho de que en Groningen un dentista fue sometido al Tribunal
Regional Disciplinario.

Bibliografía

BANNINK, M., VAN GOOL, A.R., VAN DER HEIDE, A., VAN DER MAAS, P.J. Psychiatric
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BERGHMANS, R.L.P., WIDDERSHOVEN, G.A.M. Dwang en drang in de psychiatrie (Compulsion


and impulsion in psychiatry). In: T.I. Oei and M.S. Groenhuijsen (eds.), Forensische Psychiatrie
anno 2000, 77-94. Gouda Quint, Deventer.         [ Links ] Compare further the responsibility of the
tresting specialist in terms of medical care. L. Oates courts' role in decisions about medical
tratment, British Medical Journal, 321, 1282-1284, 2000.

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psychiatrische rapportage (= Which of the three? Dissociation in forensic psychiatric reporting). In:
T.I. Oei and M.S. Groenhuijsen (eds.), Forensische Psychiatrie anno 2000 (= Forensic Psychiatry
anno 2000), 119-127, GoudaQuint, Deventer 2000.         [ Links ]

MOOIJ, A. De fundamentele verantwoordelijkheid van de hulpverlener (= The fundamental


responsibility of the care-giver). In: J. Graste and D. Bauduin (eds.), Waardenvol werk. Ethiek in de
geestelijke gezondheidszorg (= Values in Work. Ethics in mental health care). Van Gorcum &
Comp. Ltd., 66-77, Assen 2000.         [ Links ]

OEI, T.I. Een kijkje in de behandelkamer van de forens

Un Perito Psiquiatra especialista en Psiquiatría Forense tiene por objetivo


la aplicación de la Psiquiatría clínica al derecho. Todo ello con el fin de
analizar las facultades mentales del paciente, y delimitar el grados de
responsabilidad penal o civil de cuidadores o intervinientes en el proceso
de diagnóstico y/o tratamiento.
Es de crucial importancia el análisis del contexto en que aparecen las
patologías, y conocer los antecedentes familiares al respecto. Todo ello,
para poder depurar responsabilidades de forma eficiente y directa.

Este tipo de psiquiatría es una disciplina que relaciona los problemas de


salud mental y el sistema legal, y que puede llegar a ser crucial en el
desarrollo de un proceso judicial.

os Peritos en este área pueden tener experiencia previa en diferentes


áreas relevantes que ayude en el desarrollo de su caso. Por ejemplo,
realizando diversos tipos de evaluaciones psicológicas, exámenes médicos
independientes, asignaciones de tratamiento psicológico y/o psiquiátrico y
prácticas asociadas con problemas de salud mental.

Los peritos de psiquiatría forense también pueden tener formación y


experiencia en el trato del estrés emocional, psicología infantil,  abuso, y
otras áreas de la salud mental. La psiquiatría forense se utiliza a menudo
como un medio para determinar si un individuo tiene la capacidad para ser
juzgado, así como preparar la defensa de un caso a través de un
diagnóstico de demencia.El Psiquiatra Forense es el equivalente al Médico
Forense, pero en la especialidad de Psiquiatría. Es decir, es el especialista
del área de la Psiquiatría, que trabaja en el ámbito legal y administrativo de
la profesión.

Qué hace un Psiquiatra Forense


El Psiquiatra Forense analiza los hechos y el estado mental del acusado,
para evaluar el caso. Y, si es necesario, realizar un informe y ratificarlo
durante el juicio.

De este modo, el Psiquiatra Forense, busca proporcionar un testimonio


imparcial y profesional en el transcurso de un juicio. Haciendo las veces de
Perito Psiquiatra.

Es decir, requieren de conocimientos legales, para actuar con total


competencia en juzgados. Evidentemente, no hacen la labor del juez, fiscal
ni abogado, pero para servir durante un juicio, es importante que sepan
actuar en sede judicial. Es decir, su ámbito de trabajo es el espacio
intersticial entre la salud mental y la Ley.

ste tipo d Peritos pueden intervenir en  casos relacionados con:

 Derecho de familia

 Cuestiones de custodia

 Evaluaciones de competencia parental

 Psiquiatría en correccionales

 Capacidad mental para ser juzgado.

 Otros casos civiles o penales.

 Evaluación de discapacidad psiquiátrica (indemnización laboral o


lesiones).
 Negligencia psiquiátrica.

 Evaluación de la absolución por motivo de demencia.

 Evaluación de la aptitud mental individual para tutelas.

El Peritaje Psiquiátrico puede servir en el ámbito Penal para determinar:

 Grado de enajenación

 Grado de conciencia y libertad con el que se ha ejecutado los hechos

 Grado de discernimiento del bien y del mal

 Necesidad de internamiento

 Necesidad de internamiento de los condenados

 Enfermedad mental y grado de afectación


 Cómo se forma la opinión objetiva de un perito médico/psiquiatra

 El perito debe cumplir con los requisitos de experiencia clínica y


atestados académicos para formar una opinión objetiva con un
grado razonable de certeza médica. Por eso, debe integrar la
experiencia clínica con los conocimientos en ciencias médicas, salud
y mental y combinarlos con la rama de la jurisprudencia, para tener
una opinión objetiva e independiente.

 Para llegar a esto, se analizan los hechos relevantes del caso y a


partir de aquí se crea una opinión experta médico-psiquiátrica. Esta
opinión puede ser reportada de manera escrita o a través de un
testimonio.
Los principios de la Pericial Forense-Psiquiátrica

Los principios de la Pericial Forense-Psiquiátrica son los siguientes:

 Imparcialidad: El Perito Médico psiquiatra debe analizar los hechos


con independencia de quien sea el cliente, sin aferrarse a
implicaciones afectivas o económicas.

 Veracidad: El Perito, que en este tipo de casos actúa como una


especie de médico legal, debe buscar la verdad objetiva, basándose
en metodologías y estudios médicos concluyentes. Esto hace que
sea necesaria la existencia de un respaldo bibliográfico que soporte
las conclusiones a las que el perito ha llegado.

 Honestidad: Debe mantenerse ajenos a cualquier interés ilegítimo


en las evaluaciones que se le encomienden. Además, debe haber
honestidad en cuanto a los conocimientos y experiencia del Perito,
rechazando siempre peritajes que se salgan fuera de su área.

 Confidencialidad: Los resultados de las evaluaciones y estudios


deben ser privados y debe existir confidencialidad, salvo a la hora de
presentarse en el juzgado.

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