Hermano Leonardo

“Descansa en Paz dice la mansa

Costumbre de las flores

la que olvida que un muerto nunca descansa

si es un muerto lleno de vida”. (Guillen)

En nuestra hermosa parroquia de Malacatos, nace Leonardo, el 3

de agosto de 1992, en el mes dedicado a venerar al Señor De la

caridad. Con su mamá Jesús se fueron a vivir en el cercano pueblo

de Taxiche, donde ayudaba a su abuelita Rosa en los quehaceres y

mandados de la casa, junto a su tío Edgar, su hermano Iván y su

prima Jaqueline. Un enamorado del deporte del ciclismo, en su

bicicleta pequeñita, este niño amoroso bajaba al centro a vender los

roscones y otros pastelitos que preparaba mama Rosa. Desde

luego que como todo niño se daba su tiempo para el juego del futbol

aparte de que acostumbraba a irse con Jhon Paul, Juan Pablo, Elvis

y Cristian a bañarse a los hondos del rio Malacatos, en el sector de

los Encuentros.

Estudio en la escuela Víctor Mercante y parte del colegio en el

nocturno, general Rafael Rodríguez.

Fue un hombre muy trabajador, pintando paredes, en carpintería el

oficio del Maestro Nazareno; y en cualquier labor decente que

signifique ganarse el pan de cada día.

Como alguien dijera, su vida tuvo la duración de un relámpago, pero

una vida fructífera llena de amor amistad, servicio y solidaridad. Una

vida así no termina jamás.

Las familias Ochoa, Piedra, Regalado y Márquez estamos

profundamente consternados por la muerte de nuestro familiar, pero

nos queda el permanente recuerdo de su amada presencia en

nuestras vidas.

Marlon Leonardo vivirá siempre en nuestras vidas. El señor Jesús lo

ha llamado a su reino y a nosotros tambien nos llama. Oigamos al

Dios del Amor que no está lejos; está en nuestro prójimo.

Amémonos unos a otros como el nos ama, ese será el mejor

homenaje para con nuestros seres queridos que se nos

adelantaron.

Disculpen.