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Investigacion original
Jóvenes con
2022, vol. 37(13-14) NP10642–NP10660
© The Author(s) 2021 Directrices
Resumen
Este estudio tuvo como objetivo examinar el riesgo de por vida de ser víctima de
delitos criminales o violentos entre los jóvenes con características de trastorno límite
de la personalidad (TLP) (criterios 1-9 DSM-IV). Los datos demográficos y de diagnóstico
de 492 pacientes ambulatorios que asistieron a un servicio público de salud mental
especializado para jóvenes de 15 a 25 años entre enero de 1998 y marzo de 2008 se
vincularon con datos delictivos de una base de datos policial estatal, recopilados entre
marzo de 1993 y junio de 2017 , con el fin de establecer antecedentes de victimización.
Esto incluía información sobre los delitos cometidos contra estos jóvenes y las órdenes
de intervención implementadas para protegerlos de ser víctimas del comportamiento
violento de otra persona. Se realizaron análisis de regresión logística, ajustados por
sexo y trastornos del estado mental concurrentes, ennorte=378 que tenían datos
completos (76,5% mujeres). Como se planteó como hipótesis, el diagnóstico de TLP y el
número de criterios de TLP se asociaron significativamente con
Autor correspondiente:
Andrew Chanen, Orgyen, 35 Poplar Road, Parkville VIC 3052, Australia. Correo
electrónico: andrew.chanen@orygen.org.au
Cavelti et al. NP10643
Palabras clave
Introducción
El trastorno límite de la personalidad (TLP) se asocia con deficiencias graves y
persistentes en el funcionamiento interpersonal, educativo y vocacional (Gunderson,
2011; Skodol et al., 2005) y altos costos económicos (Van Asselt et al., 2007). La
disfunción interpersonal entre las personas con TLP puede aumentar su riesgo de
convertirse en perpetradores y/o víctimas de violencia. Si bien la mayoría de los
estudios se han centrado en el vínculo entre el TLP y la perpetración de violencia (Arola
et al., 2016; González et al., 2016; Newhill et al., 2012; Zanarini et al., 2017),
relativamente pocos estudios han examinado el riesgo de personas con TLP que se
convierten en víctimas de violencia interpersonal. Estos estudios han informado que las
personas con TLP tienen un mayor riesgo de victimización violenta (Moore et al., 2018;
Sansone et al., 2011; Scott et al., 2014; Stepp et al., 2012). Es más, el riesgo es mayor
entre las mujeres que entre los hombres (Zanarini et al., 1999). Al examinar los
mecanismos a través de los cuales el TLP se relaciona con la victimización violenta, la
desregulación emocional (Buckholdt et al., 2015; Scott et al., 2014), la agresión verbal y
la hostilidad, la necesidad de aprobación social (Stepp et al., 2012) y haber
experimentado un trauma infantil (Zanarini et al., 1999) se identificaron como factores
de riesgo, mientras que la sensibilidad interpersonal se identificó como un factor
protector (Stepp et al., 2012).
La investigación actual sobre el riesgo de ser víctima de delitos y violencia entre
personas con TLP está limitada por la utilización de medidas de autoinforme
NP10644 Revista de Violencia Interpersonal 37(13-14)
Métodos
Diseño
Este fue un estudio de vinculación de datos que conectó datos demográficos y de
diagnóstico con información sobre delitos penales y órdenes de intervención para
establecer el historial de victimización.
Cavelti et al. NP10645
Participantes y escenario
El estudio utilizó una muestra de conveniencia de 492 jóvenes que buscaban ayuda que
fueron evaluados con fines clínicos o de investigación en un servicio de salud mental
especializado financiado por el gobierno en un solo lugar para jóvenes de 15 a 25 años entre
marzo de 1998 y marzo de 2008. El servicio incluye un programa especializado de
intervención temprana para BPD. Las fuentes de referencia incluyen departamentos de
emergencia y servicios de crisis, autorreferencia, otras agencias de atención médica,
familiares o amigos y servicios educativos. El criterio de inclusión principal para el programa
BPD es cumplir con tres o más criterios de BPD de acuerdo con la 4ª edición delManual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales(DSM-IV), que estaba vigente en el
momento de la recopilación de datos. Los pacientes con un primer episodio de psicosis
fueron asignados al programa especializado de intervención temprana para psicosis del
servicio. No existen criterios de exclusión específicos para otras formas de psicopatología.
Datos policiales
Procedimiento
Análisis estadístico
Los análisis estadísticos se realizaron utilizando IBM® SPSS® Statistics para
Windows, versión 22.0 (IBM Corp., 2013). El análisis de valores perdidos sobre
variables demográficas y diagnósticas reveló las siguientes tasas: 0,2% para edad,
32,1% para nivel socioeconómico, 35,8% para ocupación, 39,0% para educación,
0,2% para inestabilidad afectiva (BPD criterio 6) y disociación e ideación paranoide
( TLP criterio 9), 0,4 % para vacío crónico (TLP criterio 7) y 22,8 % para trastornos
del estado mental concurrentes. una submuestra denorte=378 con datos
completos de sexo, criterios de TLP y trastornos del estado mental concurrentes
fue identificado y utilizado para análisis posteriores. No hubo otros criterios
específicos de inclusión o exclusión para el presente estudio. En la tabla 1 se
muestran las características demográficas y diagnósticas de la cohorte total y de
los subgrupos con y sin diagnóstico de TLP.
Se realizaron análisis de regresión logística binomial jerárquica para examinar las
asociaciones de un diagnóstico de TLP (es decir, ≥ 5 criterios puntuados como 3 en el
SCID-II), el número de criterios de TLP cumplidos (es decir, el número de criterios de
TLP puntuados como 3 en el SCID -II) y criterios de TLP individual (es decir, si se puntúa
como 3 en el SCID-II) con la probabilidad de ser víctima de un delito violento o no
violento, y el denunciante de una violencia familiar o una orden de intervención de
seguridad personal. Las asociaciones independientes entre cada criterio BPD y el
NP10648 Revista de Violencia Interpersonal 37(13-14)
Los resultados de victimización se examinaron ajustando los modelos de regresión logística para
todos los demás criterios de TLP simultáneamente. Las covariables (es decir, los factores de riesgo
comunes para la victimización, incluidos el sexo y los diagnósticos de estado mental concurrentes
(Latalova et al., 2014)) se ingresaron en el bloque 1, seguidas de la variable de
Cavelti et al. NP10649
interés (es decir, diagnóstico de TLP, número de criterios de TLP, o todos los criterios
individuales de TLP simultáneamente) en el bloque 2. Para examinar si el sexo modera
la relación entre el número de criterios de TLP y la probabilidad de ser víctima de un
delito penal o el demandante de una orden de intervención, se repitieron los análisis
de regresión logística con un término de interacción (sexo × número de criterios de
TLP) ingresado en el bloque 3. Se eligió la puntuación dimensional de TLP para el
análisis de moderación, ya que se encontró que las dimensiones del trastorno de
personalidad son más fiable y válido que los diagnósticos categóricos (Clark, 2007). A
petición de un revisor, se repitieron los análisis, incluyendo la duración del seguimiento
(años) como variable adicional. Los resultados se mantuvieron sin cambios.
Para cada análisis de regresión logística, los supuestos de linealidad entre las variables
independientes continuas (es decir, el número de criterios de TLP cumplidos) y la
transformación logit de la variable dependiente (es decir, sí/no a ser víctima de un delito
violento o no violento, o ser denunciante de una orden de intervención por violencia familiar
o seguridad personal), y de multicolinealidad entre las variables independientes se
comprobaron y se cumplieron. Para los modelos de regresión binaria, es el número de
eventos por variable (EPV), más que el tamaño de la muestra, lo que importa con respecto al
poder estadístico (Babyak, 2004). El mínimo recomendado para el EPV de 10:1 (Peduzzi et al.,
1996) se cumplió para todos los modelos de regresión, excepto para los modelos que
predicen órdenes de intervención de seguridad personal. Los cocientes de probabilidades
(OR) y el IC del 95 % del OR se informaron como tamaños del efecto y se interpretaron de la
siguiente manera: 1,0–1,5 = pequeño; 1,6–2,5 = moderado; 2,6–9,9 = grande; ≥10,0 = muy
grande (Fazel et al., 2018). Se adoptó un nivel alfa de <0,05 para todos los análisis. No
corregimos las comparaciones múltiples, porque el estudio se centró solo en unas pocas
comparaciones complementarias planificadas (Feise, 2002; Rothman, 1990).
Resultados
Tasas de Victimización
En la tabla 2 se muestra la frecuencia de ser víctima de un delito o denunciante que
solicita orden de intervención para la cohorte total, y los subgrupos con y sin
diagnóstico de TLP. Las tasas de victimización por delitos no violentos en la cohorte
total fueron altas, casi un 60 %. La victimización como resultado de delitos violentos fue
de alrededor del 50% para la cohorte total. Un poco más de un tercio de la cohorte
total había sido un denunciante que buscaba una orden de intervención de violencia
familiar. Las órdenes de intervención de seguridad personal no eran comunes.
Los participantes a los que se les diagnosticó TLP tenían un riesgo significativamente
mayor de ser víctimas de un delito violento y el denunciante buscaba una familia.
NP10650 Revista de Violencia Interpersonal 37(13-14)
Un número cada vez mayor de criterios de TLP se asoció significativamente con un riesgo
elevado de ser víctima de un delito violento o de que el denunciante busque una orden de
intervención por violencia familiar, cuando se ajustaron por sexo y trastornos del estado
mental concurrentes (ver Tabla 3, columna derecha) . Los tamaños del efecto fueron
Nota. Grupo de TLP = ≥ 5 criterios de TLP del DSM-IV; grupo sin TLP = 0–4 criterios DSM-IV TLP.
Demandante de una orden de intervención de 1,66 0,65, 4,26 1.16 0,91, 1,48
seguridad personal
Al probar el efecto moderador del sexo sobre la asociación entre el número de criterios
de TLP y la probabilidad de ser víctima de un delito penal o denunciante de una orden
de intervención, la interacción (sexo x número de criterios de TLP) solo fue significativa
en el análisis de regresión que predice órdenes de intervención de violencia familiar
(ver Tabla 4). El aumento lineal de la probabilidad de ser el denunciante que busca una
orden de intervención de violencia familiar con un mayor número de criterios de TLP
fue significativamente mayor para los hombres, en comparación con las mujeres,
cuando se ajustó por trastornos del estado mental concurrentes.
Cuando se ajustó por sexo y trastornos del estado mental concurrentes, tanto la
impulsividad como la ira predijeron una probabilidad significativamente mayor de ser
víctima de un delito violento. Además, las relaciones inestables, la impulsividad y la
inestabilidad afectiva se asociaron con una mayor probabilidad de ser el denunciante
que busca una orden de intervención por violencia familiar (ver Tabla 5). Los tamaños
del efecto fueron moderados. No se encontraron asociaciones significativas entre las
características individuales del TLP y ser víctima de un delito no violento o el
denunciante que busca una orden de intervención de seguridad personal.
Termino de interaccion
O IC del 95 % pags
Víctima de un delito violento 0.91 0,70, 1,18 . 482
Denunciante de una orden de intervención de violencia familiar 0,55 0,33, 0,93 . 024*
Demandante de una orden de intervención de seguridad personal 0,69 0,30, 1,57 . 373
Tabla 5.Regresión Logística para Predecir la Probabilidad de Ser Víctima de un Delito Penal o Denunciante de una Orden de Intervención por Criterios
de BPD Individual (N = 378).
Disociación/
Evitar Inestable Identidad Suicida Afectivo Paranoico
Abandono Relaciones Disturbio Impulsividad Comportamiento Inestabilidad Vacío Enfado Ideación
denunciante de 0.32 0.07, 1,56 0,57, 1.23 0.44, 1,66 0,59, 0.86 0.30, 1.41 0.44, 1,65 0.59, 1,39 0,46, 0.52 0.11,
una seguridad personal 1.47 4.31 3.42 4.63 2.43 4.55 4.59 4.18 2.51
orden de intervención
Discusión
Utilizando el enlace de datos, este estudio examinó el riesgo de ser víctima de un delito
o un incidente violento que fue atendido por la policía (desde los 10 años hasta una
edad que osciló entre los participantes entre 25 y 38 años) entre las personas
evaluadas por TLP como pacientes ambulatorios con edades comprendidas entre los
15 y los 25 años. Los principales hallazgos que surgieron de este estudio fueron que el
diagnóstico de TLP y la gravedad del TLP, definida como el número de criterios de TLP,
estaban asociados con ser víctima de violencia interpersonal, potencialmente mediada
por características individuales que incluyen ira intensa e inapropiada, impulsividad,
inestabilidad y relaciones interpersonales inestables.
Tener un diagnóstico categórico de TLP y una mayor cantidad de
criterios de TLP se asoció con un riesgo de aproximadamente 1,25 a
2,5 veces mayor de ser víctima de un delito violento (p. ej., secuestro,
acoso, agresión, violación, robo) o violencia familiar , cuando se
ajusta por sexo y trastornos del estado mental concurrentes. Estos
resultados están en línea con estudios previos entre muestras de
adultos que encontraron que los pacientes con TLP reportaron altas
tasas de victimización por agresión física y emocional (Sansone et al.,
2011; Scott et al., 2014; Stepp et al., 2012; Zanarini et al., 1999). Los
hallazgos actuales amplían investigaciones anteriores al demostrar
que el riesgo de victimización violenta aumenta según el número de
criterios de TLP. Además,
Entre los jóvenes estudiados, los hombres tenían un mayor aumento en el riesgo de ser víctimas de violencia familiar con un
número creciente de criterios de TLP que las mujeres (OR 2,32 vs. 1,28), cuando se ajustó por trastornos del estado mental
concurrentes. Este resultado contrasta con un estudio con pacientes adultos con TLP (Zanarini et al., 1999) que encontró tasas más
altas de agresión física y/o sexual durante la edad adulta para las mujeres, en comparación con los hombres (50 % frente a 26 %).
Las diferencias metodológicas entre los estudios podrían explicar los resultados divergentes. En el estudio actual, se utilizaron
datos policiales para establecer el historial de victimización, mientras que Zanarini et al. (1999) se basó en el autoinforme. Es más
probable que las medidas subjetivas se vean afectadas por una diferencia de género en la denuncia de victimización violenta, y los
hombres tienden a no denunciar (Carmo et al., 2011). Nuestro hallazgo también contradice los de los estudios comunitarios que
informan tasas más altas de victimización violenta en relaciones cercanas para mujeres en comparación con hombres (Hickman et
al., 2004). Se ha encontrado un patrón similar con respecto a la perpetración de violencia. En la población general, los hombres
son más propensos que las mujeres a tener comportamientos agresivos, mientras que entre los pacientes con TLP se encontró lo
contrario (Arola et al., 2016; González et al., 2016). Por lo tanto, podría argumentarse que el TLP atenúa, o incluso invierte, en lugar
de agravar las relaciones sexuales. los hombres son más propensos que las mujeres a tener comportamientos agresivos, mientras
que entre los pacientes con TLP se encontró lo contrario (Arola et al., 2016; González et al., 2016). Por lo tanto, podría
argumentarse que el TLP atenúa, o incluso invierte, en lugar de agravar las relaciones sexuales. los hombres son más propensos
que las mujeres a tener comportamientos agresivos, mientras que entre los pacientes con TLP se encontró lo contrario (Arola et
al., 2016; González et al., 2016). Por lo tanto, podría argumentarse que el TLP atenúa, o incluso invierte, en lugar de agravar las
relaciones sexuales.
NP10654 Revista de Violencia Interpersonal 37(13-14)
culpables, o subestiman las tasas reales de victimización porque la policía no detecta todas
las actividades delictivas o violentas. Estudios futuros que examinen frecuencias y
victimización repetitiva (en lugar de resultados dicotómicos), el riesgo prospectivo de
convertirse en víctima de un delito (en lugar del riesgo de por vida), las características de los
jóvenes con rasgos de TLP que se convierten en víctimas de violencia durante la adolescencia
( en comparación con otros períodos de la vida), los factores situacionales que contribuyen a
la victimización (por ejemplo, mediante la aplicación de un método de muestreo de
experiencia), los mecanismos (es decir, las variables mediadoras) que subyacen al vínculo
entre el TLP y el riesgo de victimización, así como el riesgo de ser tanto la víctima como el
autor de la violencia interpersonal están justificados.
Implicaciones clínicas
Los hallazgos tienen varias implicaciones clínicas. Los médicos que trabajan con jóvenes con patología TLP deben ser conscientes de que estos jóvenes no solo son
más propensos a involucrarse en comportamientos agresivos hacia sí mismos (p. ej., autolesiones no suicidas, amenazas e intentos suicidas) y hacia otros (es decir,
perpetración de violencia) pero también es más probable que sean víctimas de agresión por parte de otros. Esto se aplica a pacientes de ambos sexos, pero
especialmente a los varones. La prevención e intervención temprana para jóvenes con patología TLP (Chanen et al., 2020), independientemente de que alcancen o
no el umbral diagnóstico del TLP, debe incluir la evaluación y el manejo de la experiencia de violencia interpersonal. Por ejemplo, en el contexto de tratamientos
respaldados empíricamente para personas con patología TLP (p. ej., Terapia conductual dialéctica para adolescentes (DBT-A; por sus siglas en inglés); Mehlum et
al., 2014) o Terapia Cognitiva Analítica (CAT; Chanen et al., 2008)), el mayor riesgo de victimización violenta podría abordarse trabajando la autoafirmación y las
habilidades interpersonales, teniendo en cuenta la posible influencia de experiencias previas. Experiencias de relación traumáticas. La investigación futura debe
investigar la eficacia de dichos tratamientos para reducir el riesgo de victimización violenta, así como las posibles adaptaciones necesarias para satisfacer las
necesidades especiales de quienes ya han sufrido violencia interpersonal (p. ej., evaluar y tratar las consecuencias emocionales de haber experimentado violencia
interpersonal, colaboración con servicios especializados para víctimas de violencia interpersonal, apoyo en la comunicación con la policía y la justicia). 2008)), el
mayor riesgo de victimización violenta podría abordarse trabajando la autoafirmación y las habilidades interpersonales, teniendo en cuenta la posible influencia de
experiencias de relación traumatizantes previas. La investigación futura debe investigar la eficacia de dichos tratamientos para reducir el riesgo de victimización
violenta, así como las posibles adaptaciones necesarias para satisfacer las necesidades especiales de quienes ya han sufrido violencia interpersonal (p. ej., evaluar y
tratar las consecuencias emocionales de haber experimentado violencia interpersonal, colaboración con servicios especializados para víctimas de violencia
interpersonal, apoyo en la comunicación con la policía y la justicia). 2008)), el mayor riesgo de victimización violenta podría abordarse trabajando la autoafirmación
y las habilidades interpersonales, teniendo en cuenta la posible influencia de experiencias de relación traumatizantes previas. La investigación futura debe
investigar la eficacia de dichos tratamientos para reducir el riesgo de victimización violenta, así como las posibles adaptaciones necesarias para satisfacer las
necesidades especiales de quienes ya han sufrido violencia interpersonal (p. ej., evaluar y tratar las consecuencias emocionales de haber experimentado violencia
interpersonal, colaboración con servicios especializados para víctimas de violencia interpersonal, apoyo en la comunicación con la policía y la justicia). teniendo en
cuenta la posible influencia de experiencias de relación traumatizantes previas. La investigación futura debe investigar la eficacia de dichos tratamientos para
reducir el riesgo de victimización violenta, así como las posibles adaptaciones necesarias para satisfacer las necesidades especiales de quienes ya han sufrido violencia interpersonal (p. e
Fondos
El (los) autor (es) declararon haber recibido el siguiente apoyo financiero para la
investigación, autoría y/o publicación de este artículo: MC recibió el apoyo de subvenciones
de la Fundación Bangerter-Rhyner y la Fundación Janggen-Pöhn en Suiza.
identificación ORCID
Referencias
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Cavelti et al. NP10657
claire cazador, se graduó con un DPsych (Clínica) de la Universidad de Monash en Australia. Sus
intereses de investigación incluyen el trastorno límite de la personalidad en la juventud y la
medición del funcionamiento psicosocial.
stefano luebbers, PhD, es profesor y psicólogo clínico forense. Su experiencia clínica incluye
experiencia en salud mental general y forense con niños, adolescentes y adultos, diagnóstico
dual de drogas y alcohol, justicia juvenil, entornos correccionales para adultos y psicología
militar. Intereses de investigación: salud mental juvenil y violencia, victimización y abuso, y
prestación de servicios para adolescentes.
NP10660 Revista de Violencia Interpersonal 37(13-14)