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ENSAYO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

Muchos de nosotros sabemos lo que es la diversidad cultural tomando en


cuenta que está siempre ha estado en nuestro país. Si lo observamos de un
punto de vista abierto vemos que todos lo tenemos, pertenecemos a distintos
pueblos, tenemos distintas costumbres, la variedad musical, entre otros. Es así
como nuestro patrimonio cultural se diferencia y reconoce, pero esto queda
corto al no ver el respeto ante estas diferencias.
La debilidad de las personas al ocultar sus orígenes por temor a hacer atacado
o excluido de un grupo social, atándose con grilletes y no dejándose caminar,
atormentándose por el hecho de ser distinto.
Me explico. Perú es el país más diverso en el mundo, con una mayor cantidad
de pueblos indígenas, asimismo afroperuanos, mestizos, entre otras
diversidades. Por lo tanto, también se vuelve una fuente de abuso,
especialmente a los pueblos indígenas como lo cuenta José María Arguedas
en su obra “Los ríos profundos” donde nos narra sobre las dificultades que
pasan los indios de la población de Abancay, siendo abusados por otros
internos del colegio, la pobreza de los indios y la injusticia que reciben lo verá
en primera persona Ernesto, el protagonista de la novela que entenderá la
desgracia que viven esos indígenas.
Si observamos este suceso en el zapato de estos hermanos indios
entenderemos el gran sufrimiento que pasan por ser pueblos humildes que solo
buscan salir adelante ante estas adversidades, ante la realidad que les tocó
vivir.
La situación en la vida de José María Arguedas en muy distinta, sabiendo que
él fue cuidado por sus sirvientes con origen indígena que le enseñaron sus
costumbres, el quechua. El creció en Puquio con su madrastra y hermano, pero
aprendió muchas cosas y la visión del mundo gracias a ellos. Su personalidad
también se basa en ellos, gracias a las tradiciones que le inculcaron desde
niño, creando al José María Arguedas que ahora es considerado uno de los
representantes en las obras representativas indígenas.
Y como uno de los escritores más conocidos, Mario Vargas Llosa expreso en
su discurso al recibir el premio Nobel de Literatura 2010: “Un compatriota mío,
José María Arguedas, llamó al Perú el país de ‘todas las sangres’. No creo que
haya fórmula que lo defina mejor… Si escarbamos un poco descubrimos que el
Perú, como el Aleph de Borges, es en pequeño formato el mundo entero. ¡Qué
extraordinario privilegio el de un país que no tiene una identidad porque las
tiene todas!” como muy bien lo dice debemos estar extremadamente orgullosos
por la diversidad cultural de nuestro país.
Ahora bien, si hablamos un poquito de nuestras costumbres y tradiciones
ancestrales nos encontraremos con muchísimas, comenzando por las
festividades, por ejemplo, la festividad de la virgen de la Candelaria en el
departamento de Puno, la festividad religiosa del Señor de los Milagros, en el
departamento de La Libertad Virgen de la Puerta, la fiesta del Sol “Inti Raymi”,
después observamos los carnavales, así como la marinera una combinación de
las distintas razas, la danza de tijeras del departamento de Huancavelica y
Ayacucho, el huayno un baile popular de la sierra, la danza selvática como el
Buri Buriti, la diablada Puneña una tradición de diversos países pero destacada
también en Perú, también se observan los rituales llevado a cabo en Cusco,
Puno, Huaraz y Lambayeque que es el Pago de la Tierra, por último
encontramos las cerámicas y textiles una de las manifestaciones artísticas es el
Retablo Ayacuchano. Y es ahí mismo donde vemos los valiosos y diferentes
que son nuestras tradiciones, la diversidad refleja el crecimiento y el desarrollo
de nuestros pueblos.
Por consiguiente, también están las diversidades musicales peruanas, la
música andina. Esta música nos refleja la cultura peruana, a continuación,
estas son: Chuscada, Muliza, Yaraví, Pasacalle, Huaylas, Huayno, etc. La
música peruana es variada, algunos de sus instrumentos se basan a sus
orígenes: los nativos con la quena, flauta de madera, carrizo, zampoña o siku,
los europeos son guitarra, el arpa, el violín, mandolina, el charango y por último
las africanas es la quijada de burro, cajón criollo. Apreciamos lo diverso que
nos une a nuestros ancestros, el regalo que nos dejaron ante nuestra llegada.
Por último, el Perú tiene una lengua que es muy propia, todos la conocemos y
es el quechua, un idioma nativo del Perú pero que es minusválido por las
personas, como observamos en algunos casos, el Perú cuenta con muchos
pueblos indígenas, esta lengua se emplea más en la sierra, en Cusco como
uno de sus originarios pero que por los mismos este disminuye ante la falta de
valoración del idioma nativo.
Es por esto que el Perú en vez de enriquecer sus diversidades lo menosprecia
ante el temor de ser discriminados por las diferencias, dado que ahora en el
país todo el mundo critica al no ser como los limeños, en consecuencia, a sus
valores y costumbres también los quiere imponer en todos.
En esta conclusión, nosotros debemos fomentar el respeto a nuestra diversidad
cultural, enseñando y valorando a las nuevas generaciones, haciéndola crecer
como una influencia positiva y no lo contrario.
Desarrollando así una base de cariño a nuestras diversidades desde los
tiempos antiguos, acogiéndolas dado que esta nos representa como país, nos
une y fortalece.
Finalmente, como muy bien dijo José María Arguedas “mirémonos con orgullo”
y es así tengamos orgullo de los que somos y representamos porque después
de todo eso nos hace a nosotros.

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