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CIENCIAS DE LA SALUD

Escuela Profesional de la Sipán


ANATOMIA

Tema:
Texto Argumentativo Final

Docente:
José Bernardo Gonzales Guzmán
Estudiante:
Guerrero Reque Alejandra Fabiola

CICLO:
CEPRE

Sección:
“BI”

CHICLAYO, MARZO DE 2022


EL ABORTO, ¿UNA FORMA DE ASESINATO?

Cuando hablamos de aborto automáticamente pensamos en la matanza de un bebe


(feto) por parte de la madre. El aborto es un método medico que acaba con el
desarrollo del embarazo, en pocas palabras es dar por terminado de forma voluntaria
este mismo. Considero que hay muchas posturas acerca de esto, sabemos que no
todas las mujeres quieren abortar y eso está bien, así que personalmente cada mujer
tiene derecho a tomar su propia decisión.

Es por esto que, en los siguientes párrafos argumentare con base sólida el motivo de
mi postura.

El aborto no debería debatirse porque es un tema de derechos, y estos se garantizan.

En primer lugar, un feto no es un ser humano, es un ser humano en desarrollo, todo


ser humano tiene vida humana, pero no toda vida humana es un ser humano.

El sistema nervioso central se empieza a desarrollar a partir de la semana 5, pero


empieza a funcionar a partir de la semana 12. Porque tenga ADN de un ser humano,
no quiere decir que sea considerado persona, porque si seguimos ese ejemplo
podríamos decir que la placenta también podría considerarse persona. Tampoco
podría considerarse como individuo antes de los 14 días, ya que en este tiempo los
embriones pueden dividirse.

El cigoto o embrión desde el primer momento es una célula viva con el genoma
humano completo, pero científicamente no es un ser humano. Lo es cuando el sistema
nervioso y la corteza cerebral están desarrollados, y es capaz -y está consciente- de
percibir estímulos sensoriales. Antes es un organismo multicelular que está vivo, pero
no es aún un ser humano.

Podemos añadir a estos argumentos otros relacionados con las gravísimas


consecuencias psicológicas que puede acarrear para la mujer y el propio embrión
llevar a término embarazos producidos por violaciones, fetos con malformaciones o en
los que la vida de embrión y madre puedan correr peligro. En estos casos, el aborto
debe ser un derecho con mucha más razón.

Al hablar del aborto el uso de las palabras “crimen” y “asesinato” resulta incierto, pues,
aunque se trata de un acto generalmente penado por la ley, también ésta lo permite en
algunos casos. Esta ambigüedad favorece que los conservadores usen su propia
definición de aborto sin aclarar que no corresponde a lo que señalan las leyes.
Cancelar la potencia de un embrión no es ni puede ser asesinar a una persona. El
crimen es otro: cancelar la libertad de una mujer por un falso asesinato: encarcelarla
por abortar un embrión. No es que obligatoriamente se le deba abortar, y menos sin
condiciones adecuadas, sino que abortarlo no puede ser real y verdadero homicidio.
Por lo mismo, cualquier mujer debe poder abortar legalmente ese producto de la
fecundación (la concepción) que no deja de serlo (embrión) hasta el cuarto mes de
embarazo.

El aborto es una cuestión personal: Esto implica que cada persona debe tener la
libertad de hacerlo o no. Si quiere hacerlo, el Estado debe de poseer las herramientas
y el apoyo necesario para que sea atendida por especialistas y orientada de una forma
objetiva y humana. Además, con la legalización del aborto se terminarían los abortos
clandestinos

Si hay persona hay vida, pero si hay vida no por eso hay en automático una persona.
Por eso el aborto no es asesinato. Hay que repetirlo muchas veces si es necesario: un
embrión no es una persona, puede eventualmente serlo porque lo sería después,
transformado, reconvertido, si no hay aborto, y si es abortado no se ha matado a
nadie, pues todavía no existía el sujeto que es alguien. Abortar un embrión, o
interrumpir un embarazo antes del cuarto mes, no puede ser lo mismo que abortar al
octavo o noveno. El aborto en determinados meses del embarazo, así como bajo
ciertas condiciones sociológicas y médicas, no sólo puede, sino que debe ser
legalizado. En la ley pública, del Estado por el Estado para sus ciudadanas y
ciudadanos.

En conclusión, el aborto es una opción, debemos ver esta opción como un respiro para
la mujer que lleva años de sumisión y la oportunidad de escoger que es lo mejor para
ella, al tomar una decisión madura e informada.

Bibliografías:

García-Huidobro, Rodolfo Figueroa, LA MORALIDAD DEL ABORTO: AMPLIANDO LA DISCUSIÓN.


Acta Bioethica [Internet]. 2013;19(1):105-112. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55428166011

Sebastiani M. El aborto como un bien social. Revista de Bioética y Derecho [Internet]. 2018
[cited 2021 Nov 19];(43):33–43. Available from:
https://www.redalyc.org/journal/783/78355810004/

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