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Que aroma tienen tus Oraciones

El incienso era una sustancia aromática compuesta de gomas y


especias para ser quemadas, especialmente en la adoración religiosa.
Esta sustancia aromática, costosa, se obtenía de árboles.

Primer Ejemplo del Aroma ante la Presencia de Dios

Dios recibió con mucho agrado la ofrenda de Abel, 5 pero no recibió


con el mismo gusto la ofrenda de Caín. 

El Incienso No debía usarse para cosas comunes (Éxodo 30:34-38;


Levítico 10:1-7)

El incienso que no estaba propiamente compuesto era rechazado como


incienso extraño (Éxodo 30:9)

El altar del incienso estaba recubierto con oro puro y estaba colocado
en el lugar santo. Originalmente el sumo sacerdote quemaba incienso
cada mañana cuando encendía las lámparas (Éxodo 30:1-9)

Los de Coré fueron muertos como castigo, supuestamente, por


atribuirse el derecho de quemar el incienso (Números 16).

Los hijos de Aarón murieron por ofrecerlo inapropiadamente (Levítico


10; comparar 16:13)
El incienso era simbólico de las oraciones que elevaba el sumo
sacerdote que oficiaba (Salmos 141:2; Apocalipsis 8:3-5).

Se quemaba día y noche en el tabernáculo y el templo, Éxodo 30:7-8,


Lucas 1:9-11.

Es símbolo de la oración: Sal 141:2 Rev 5:8, Rev 8:3-4, Mat 2:11.

Dios rechazaba el incienso si el corazón no era recto delante de E1, Isa


1:13-17, Isa 66:2-3, Jer 6:19-20.
Salmo de David.
141 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te
invocare.

Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos
como la ofrenda de la tarde.

Pon guarda a mi boca, oh Jehová;

Isaías 1:11-13

¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios?


11 

Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales


gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
12 
¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros
delante de mí para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vana
ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo,
[a]
 el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras
fiestas solemnes.

Isaías 1: 11-20
11 
»Dios les advierte: “¿Por qué me traen tantos animales para
presentarlos en mi altar? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; me da asco
ver tanta sangre de toros, carneros y cabritos!

12 
”Yo nunca les he pedido que me traigan esos animales cuando
vienen a adorarme; sólo vienen para ensuciar mi templo y burlarse de
mí. ¡Váyanse de mi templo!

”¡Para mí, esas ofrendas no tienen ningún valor! ¡Ya no quiero que
13-14  

las traigan! Y no me ofrezcan incienso porque ya no lo soporto.


Tampoco soporto sus fiestas de sábado y luna nueva, ni reuniones de
gente malvada. Me resultan tan molestas que ya no las aguanto.
15 
”Ustedes oran mucho, y al orar levantan las manos, pero yo no los
veo ni los escucho. ¡Han matado a tanta gente que las manos que
levantan están manchadas de sangre!
¡Dejen ya de pecar! ¡No quiero ver su maldad! ¡Dejen ya de hacer lo
16 

malo
17 
y aprendan a hacer lo bueno! Ayuden al maltratado, traten con
justicia al huérfano y defiendan a la viuda.
18-19 
”Vengan ya, vamos a discutir en serio, a ver si nos ponemos de
acuerdo.

Si ustedes me obedecen, yo los perdonaré. Sus pecados los han


manchado como con tinta roja; pero yo los limpiaré. ¡Los dejaré
blancos como la nieve!” Entonces comerán de lo mejor de la tierra;

pero si siguen siendo rebeldes, morirán en el campo de batalla. Les


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juro que así será”».

Apocalipsis 8:3
Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de

oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos


los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. 

Manuela Morales Esteban – Diabetes, Vista, Neuropatía Diabética

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