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TEORíADELfi
CONDUCTA
Un análisis de campo y paramétrico
Emilio Ribes lñesta
Francisco López Valadez

BD3UO'fECA UHIVERS1TAR1A

i\i" Docurneil'c• b ZJ)ltJl_f}f


N'· Copia l-Zc3 }ITf a.L
Reconocí m ientos

Deseamos expresar un doble reconocimiento a la Universidad Na-


cional Autónoma de México:

Primero, por la noble y antidemocrática institución del afio sabático


que, durante su disfrute parcial en Barcelona en dos ocasiones, per-
mitió disponer del tiempo indispensable para la reflexión y el exa-
men conceptual de muchos de los problemas contemplados en esta
obra.
Segundo, por el apoyo prestado para la transcripción mecanográfica
final del manuscrito, graciosa y eficientemente realizada por Beatriz
Flores Basurto y Alma Padilla Gutiérrez, a quienes agradecemos su
permanente buen humor y ánimo ante la no siempre gr1tificante
tarea del desciframiento semiótico.
La presentación y disposición en conjunto de
TEORÍA DE LA CONDUCTA: Un análisis de campo y paramétrico
son propiedad del editor. Ninguna parte de esta obra
puede ser reproducida o trasmitida, mediante ningún sistema
o método, electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado,
la grabación, o-cualquier sistema de recuperación y almacenamiento
de infonnación), sin consentimiento por escrito del editor
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© 1985, Editorial Trülas, S. A. de C V.
Av. R{o Churubusco 385, Col. Pedro María Anaya,
Deleg. Benito Juárez, 03340, México, D. F.
Miembro de la Cámara Nacional de la
Industria Editon'al. 'Rég. núm. 158

Primera edición, septiembre 1985


ISBN 968-24-1782-1

Impreso en México
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El Método de la Ciencia es el método de conjeturas
audaces e ingeniosas seguidas por intentos rigurosos
de refutarlas
KARL R. POPPER, 1972

Casi siempre -invariablemente en las ciencias madu-


ras-, la aceptación de una teoría nueva exige el recha-
zo de otra anterior. En el dominio de la teoría, la
innovación es, pues, necesariamente, tan destructiva
como constructiva ... Una amenaza a .la teoría es, por
consiguiente, una amenaza a la vida de la ciencia, y,
aunque el trabajo científico adelante por entre esa clase
de amenazas, el científico, como individuo, se desen-
tiende de ellas siempre que puede hacerlo. En par-
ti~ular, las pasa por alto si su propia práctica lo ha
comprometido al empleo de la teoría amenazada

THOMASS.KUHN, 1961
Prólogo a manera
de introducción
Por razones históricas muy peculiares, la psicología constituye una
ciencia, o lo que llamaríamos con más propiedad un proyecto de ciencia,
con una conflictiva conceptual aparente incluso para los legos en la dis-
ciplina. Es una ciencia sin un cuerpo teórico orgánico, problema que no
ha sido exclusivo de la psicología en la historia de las ciencias, pues in-
cluso la física y la química, ciencias duras por excelencia, se consolidaron
en este sentido apenas hasta el siglo pasado. Sin embargo, esta indefi-
nición conceptual de la psicología resalta más que en los otros casos,
porque tiene lugar en un momento histórico en el que los avances tec-
nológicos y metodológicos procurados por las revoluciones industriales
y la evolución de otras ciencias y ramas del conocimiento facilitan la
observación provocada y el análisis refinado de datos de manera poco
típica, en comparación con lo sucedido con otras disciplinas científicas
en momentos semejantes de su desarrollo. La psicología, por consiguien-
te, no es solamente una disciplina en el camino de ser ciencia que carece
de organicidad teórica y de precisión y delimitación conceptuales, sino
que, además, está inmersa dentro de un enorme caudal de datos genera-
dos y examinados cuantitativamente bajo los cánones -de procedimien-
to - característicos de las ciencias más avanzadas.
Los psicólogos interesados en la disciplina como modo de conoci-
miento científico -al margen del móvil inmediatista de sus aplicaciones·
sociales, cuestionable en muchos sentidos-, no podemos adoptar una
posición ecléctica -si esto fuera factible-, sino que, motivados por la
misma necesidad de imprimir coherencia y sistematicidad a nuestro aná-
lisis del segmento de la realidad elegido, conceptualmente, tenemos que
inscribir nuestro quehacer teórico en un marco conceptual definido. En
nuestro caso, hemos adoptado el conductismo o interconductismo
como filosofía especial de la psicología. Esta elección se fundamenta
en el hecho de que, histórica v conceptualmente, consideramos que la

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psicología, como ciencia especial, delimitó _u~ _objeto propio de conoci- limitaciones lógicas -Y por consiguiente, semánticas- del sistema con-
miento coherente con los criterios y las d1v1S1ones anahtlcas del resto ceptual han impedido abordar adecuadamente los problemas que surgen
de Jas ~iencias establecidas, a partir de la formulación conductist_a, a~n de la investigación experimental o de la misma observación cotidiana.
cuando en un principio ésta haya sido imprecisa e incluso contradictona Ejemplo de lo primero es la postulación creciente de nuevos fenómenos
desde Ja óptica actual de la disciplina. Por esta razón, nuestro es~uerzo o procesos en términos estrictamente nominativos u operacionales, por
teórico se circunscribe a la teoría de la conducta. Los planteamientos carecer de recursos conceptuales que los organicen en relación con los
críticos así como las proposiciones conceptuales por realizar, se inscri- fenómenos o procesos ya reconocidos -como son el automoldeamien-
ben sie~pre en el interior de las fonnulaciones teóricas Y (os hallaz_gos to, las conductas adjuntivas, las funciones de estímulo-breve, y otras.
empíricos del conductismo, y particularmente del conductismo radical Ejemplo de Jo segundo es el tratamiento inconsistente de las fonnas
(tal como Jo definió Skinner), como transición histórica clave en la evo- típicamente humanas de comportamiehto, en el cual no sólo se simplifi-
lución de la psicología científica. . can muchas veces las características definitorias de estas conductas, sino
En su estado actual, la teoría de la conducta presenta una sene de que también se cae en posiciones teóricas -internalistas, estructuralis-
limitaciones y contradicciones que parecen sugerir la necesidad de nue- tas- que expresamente se rechazan.
vas formulaciones, fundamentadas en premisas que reconsideren Jajus- En la medida en que toda aproximación teórica -sea tácita o expre-
teza de algunos de los supuestos que han guiado su desarrollo durante sa- es selectiva por definición, no es sorprendente c;ue el marco con-
los últimos 50 afios. Esta problemática se ubica en diferentes niveles: ceptual empleado como sistema rector del quehacer analítico, la teoría
primero, en los aspectos vinculados al esquema ge1!-eral de_ teorización del condicionamiento, haya sesgado la exploración empírica del campo
empleado; segundo, en las restricciones de indagac10n empmca que im- de estudio, inhibiendo la posibilidad de entrar en contacto con una di-
ponen las categorías vigentes, y; finalmente, en las cont:~d1cc10ne~ Y versidad de problemas y fenómenos que son incuestionablemente perti-
paradojas que la investigación experimental aporta en relacion con la m- nentes a una ciencia del comportamiento. Esta restricción práctica del
terpretación de datos poco consistentes con los principio~, Ycon aquellos espectro de fenómenos susceptibles de investigación empírica se mani-
campos empíricos difíciles de incorporar por las categonas vigentes. fiesta de dos maneras, aun cuando ello no sea del dominio consciente de
En Jo que toca al marco general de la teoría de la conducta, convie- los propios inv~stigadores.
ne establecer tres sefialamientos básicos: primero, aun cuando el con- La primera fonna de manifestarse es limitando el análisis de los
ductismo radical se aparta de ciertas simplificaciones presentes en lo que fenómenos a los términos descriptivos que la triple relación de contingen-
denominaremos conductismo histórico, existe una dualidad tácita de cia, como sucesión condicional de antecedentes -respuestas- conse-
fundamentos conceptuales, que se expresa en forma de contradicciones cuentes, 1;ermite representar. Esto no sólo simplifica la descripción
en el análisis teórico y experimental del comportamiel)to. Esta duali- d~ los feno'.1!-eno_s -que, por lo común, siempre son más complejos que
dad de presupuestos proviene de la aceptación histórica de un paradig- dicha re!ac1on !mea!-, smo que determina la búsqueda selectiva de
ma -el del reflejo- ajeno a la disciplina psicológica y del intento por problemas que puedan ser descritos de dicha manera. El resultado es la
superar, a la vez, los esquemas mecanicistas manifiestos en la psicología simplificació1!- del análisis de los problemas complejos y la elección de seg-
estímulo-respuesta. Segundo, las categorías empleadas como taxono- mentos de dichos problemas que se ajusten a la sucesión temporal de
mía base del análisis del comportamiento, parten de supuestos sobre la elementos que, describe la relación del condicionamiento operante.
naturaleza de éste y de la metodología de su estudio, que son cuestiona- Como todo fenomeno o problema debe ser conceptualizado en ténninos
bles en muchos aspectos; por ejemplo, la representatividad general de de estímulos discriminativos, respuestas y reforzadores o punidores una
una medida fundamental. Tales categorías reflejan, en el interior de su vez identificada la respuesta o el estímulo discriminativo empl;ados
lógica contradicciones esenciales que ponen en tela de juicio su consis- como referencia del análisis, se prosigue con la tarea selectiva de descom-
tencia' conceptual y la posibilidad de construir, a partir de ellas, un ed.i- poner l_a, interacción conductual en los elementos restantes que integran
ficio teórico relativamente sólido; desafortunadamente, las reflexiones 1~ relac1on. Es_te proceder teórico ha "bajado la cortina" respecto a pro-
teóricas sobre su estatuto lógico son escasas. Un caso excepcional es el piedades func10nales del comportamiento, que en muchas ocasiones
análisis efectuado por Schoenfeld y colaboradores sobre conceptos fun- rebasan la importancia y /o pertinencia de las que han sido examinadas
damentales como la respuesta, la contingencia, el programa de reforza- desde la perspectiva de la teoría del condicionamiento.
miento, la evitación y otros más (Schoenfeld, 1972, 1976; Schoenfeld y La segunda manifestación de la restricción mencionada tiene que
Fanner, 1970; Schoenfeld, Cole y colaboradores, 1972). Tercero, las ver con las fonnas de análisis cuantitativo de la conducta y, por consi-

10 Prólogo Prólogo 11
como consecuencia de la obtención de "mejores" datos o de resultados
guiente con los efectos o "resultados" en comportamiento que sean experimentales "cruciales". La producción de datos no es significativa
conside~ados de interés teórico. El papel central del concepto de refor- por sí misma, en la medida en que su pertinencia como conocimiento
zamiento y la tasa de respuesta como unidad de med(da de la conducta, depende de los esquemas categoríales bajo los cuales se sistematizan y
han restringido la investigación experimental a la busqueda _de efectos seleccionan dichos datos. Las anomalías, paradojas y excepciones con-
cuantitativos de incremento o decremento de formas particulares de tinuarán apareciendo en la medida en que permanezca inmodificado el
conducta susceptibles de ser afectadas de esta manera. Muchas de las con- marco conceptual en que se han producido estos datos, el cual, porra-
ductas que son pertinentes funcionalmente, no sólo en el s~r hum~no, zones diversas, no les imprime coherencia interna. El problema es,
sino en los organismos que despliegan formas de comportamiento psico- fundamentalmente, de índole conceptual. La teoría debe cambiar, no
lógico, son interacciones que no se caracterizan_ por ser.repetitivas o por sólo para resolver las irregularidades empíricas que se han generado bajo
su alta densidad de ocurrencia; por el contrano, un signo de los com- su 01ientación, sino también para abrir nuevos campos de investigación
portamientos funcionales frente al entorno es la preci~i~~ con que ocu~ que puedan alterar la jerarquía valorativa de los datos actualmente
rren las acciones de los organismos, y no su mera repet1c1on frecuen_te ~1 contrastados. Esto no significa que los datos existentes refuten las pro-
la distribución de dicha ocurrencia. Este énfasis, entendible en term1- posiciones y enunciados de la teoría de la conducta contemporánea;
nos del paradigma que fundamenta la selección de la_s _unidades analíti- más bien, implica que dicha teoría, como todo marco conceptual, posee
cas, condujo a igualar, en forma incorrecta, la probabilidad de respll;est~ limitaciones para organizar los resultados de su confrontación empírica
con su frecuencia. Es menester aclarar, sin embargo, que esto no s¡gm- con la realidad estudiada y que, en consecuencia, aun reconociendo su
fica que la frecuencia y la tasa de respuesta, como indicadores indirectos validez inicial desde una perspectiva histórica, es necesario buscar nuevas
de propiedades fundamentales de la conducta (intensidad, d~ración, formas de aproximarse a los datos, formas que generen y sistematicen,
geografía y topografía), no sean medidas útiles y reinterpretables,.mclu~o, en igualdad de condiciones, lo que estructura armónicamente la teoría
en términos de un examen paramétrico posterior relativo a las d1mens10- disponible. Además, también debe describirse de modo consistente lo
nes de segmentación de la conducta bajo diferentes formas de organiza- que constituyan anomalías o paradojas para ella, planteando nuevas
ción de contingencias. relaciones empíricas que dicha teoría no pueda contemplar a partir de
Por último es importante señalar que las limitan tes sistematizadoras sus categorías.
que impone l; naturaleza de las categorías empleadas, ha promovido, Junto con Kuhn (1977, ed. original; 1982, traducción al español),
ante el enorme caudal de datos experimentales que se producen, la apa- consideramos que para reconocer las insuficiencias y limitaciones de la
rición de paradojas, contradicciones y fenómenos permanen~emente teoría, en primer término, debe tomársele como punto de partida pro-
huérfanos de concepto. A continuación se expone una lista de eJemplos visional, estableciendo un firme compromiso con su lógica. Como
de anomalías cotidianas relacionadas con la lógica que impone el P~~a- Kuhn lo expresa:
digma de la triple relación de contingencia con base en su formulac1on
inicial; los efectos reforzantes de los estímulos eléctricos; la pospo_si- ... el preludio a muchos descubrimientos y a todas las teorías nuevas no es
ción de alimento; los efectos cuantitativos de reforzadores no contin- la ignorancia, sino el reconocimiento de que algo anda mal en lo que se sabe y
gentes· la ubicuidad de la "superstición"; los efectos mantenedores de en lo que se cree ... [las anomalías] deben estar en conflicto explícito e inequí-
tasas elevadas por estímulos breves; la imposibilidad efectiva de manipu- voco con alguna afmnación que se encuentre en algún lugar clave de la estruc-
lar los parámetros de demora; la interacción de respuestas genuin?men_te tura de la doctrina científica presente. Por consiguiente, reconocerla y evaluarla
depende de un firme compromiso hacia la tradición científica contemporánea.
concurrentes y la preocupación "purista" por evitar la contam1nac10n (Págs. 258-260.)
por "superstición"; la alteración de los patrones de ej~cución bajo_ P_~o-
gramas de reforzamiento ya estabilizados por la Simple expos1c1on Nuestro esfuerzo se inició con el intento de interpretar rigurosamen-
prolongada; la dificultad para incorporar en un mismo marco mte~_re- te las anomalías y contradicciones dentro del marco conceptual de la teo-
tativo los fenómenos de variación local en la tasa -compensac10n, ría del condicionamiento, tal como lo formuló Skinner (véase por
contraste, explosiones, etc.-, que trascienda la circularidad d~. un argu- ejemplo, Cabrer, Daza y Ribes, 1975). La necesidad de considerar las
mento matemático que define lo que incluye en su descnpc10n; la re- irregularidades en función de la estructura global de la teoría nos hizo
ducción de la tasa ante los estímulos discriminativos y el aumento de la evitar proposiciones puntuales para fenómenos particulares, al margen
tasa ante los estímulos delta, etcétera. del valor predictivo específico que dichas formulaciones pudieran tener.
En contra de lo que podría pensarse, esta problemática no se resuelve
Prólogo 13
12 Prólogo
Por consiguiente, esta obra es una crítica y una opc~ón a la teorí~ del no; otra, la imposibilidad de distinguir entre lenguaje y conducta social
condicionamiento, si bien parte de su interior y se ubica en sus testtmo- a partir de la definición de conducta verbal formulada por Skinner
nios empíricos como el punto de inicio. (1957), lo cual nos remitió a buscar nuevas formas categoriales para de-
No debe pensarse, sin embargo, q~~ esta obra es un ~r~ducto a~ba- limitar las diferencias entre los comportamientos animal y humano.
do y construido en un solo "ensayo . Es una propos1c1on con_ cierta La teoría de campo formulada por J. R. Kantor (1924-1926) y el
coherencia, tanto interna como externa, resultante de un largo Ysmuoso concepto de interconducta (que aparece en sus escritos de los años cua-
proceso de confrontación crítica con la teoría de la conduc!a, el cual renta), constituyeron el marco de referencia para elaborar una taxonomía
se inicia en ¡ 973 como "motivo" y en 1977 como esfuerzo mas o menos del comportamiento que rompiera con la dicotomía respondiente-ope-
formal y dirigido. El resultado final difiere cuantitativa Y cuali~ativa- rante, Y superara las limitaciones semánticas de la teoría del condiciona-
mente de sus principios. Como antecedentes de este proceso estan dos miento. La comprensión cabal del esquema conceptual formulado por
obras (Ribes y colaboradores, 1980; Ribes, 1982) en las qu~ se pueden Kantor fue un proceso lento, gradual y no excento de dificultades y
apreciar, sin dificultades, los cambios conceptuales que tuvieron lugar retrocesos. La posibilidad de discutir con y reconocer de él directamen-
en un corto tiempo. te aspectos no siempre explícitos en sus escritos fue un factor crítico en
Cronológicamente, nuestro contacto académico con W. N. Sc~oen- el desarrollo de esta obra y sus antecedentes.
feld, a partir de 1973, abrió la posibilidad de reconocer la ex1st~ncia de Kantor, al igual que Skinner, se inscribe en la tradición filosófica del
anomalías empíricas como consecuencia de la estructura categonal de la conductismo, es decir, dentro de la concepción especial de la psicología
teoría del condicionamiento operante. El cuestionamiento de las caracte- como la ciencia del comportamiento. Aun cuando Kantor se autodistin-
rísticas moleculares del esquema conceptual del condicionamiento, Y gue de la línea conductista "reflexológica" -incluyendo al conductis-
los problemas intrínsecos a la formulación de categorías como el refor- mo radical- y se autodenomina interconductista, consideramos que en
zamiento y la respuesta, nos condujo a buscar soluciones dent_ro del lo fundamental ambos, Kantor y Skinner, se enmarcan en una misma fi-
mismo paradigma del reflejo, desplazando las preguntas_ a un mvel_ ~e losofía de la ciencia. Los distingue, sin embargo, la forma particular en
que desarrollaron sus formulaciones categoriales. Kantor desde un
mayor molaridad y de ubicación de los conceptos en )a s1_st_emat_1z_ac1oi: . .. '
paramétrica de las dimensiones de la conducta. Este eJe~clClo teonco, s1 pnnc1p10, aun antes de acuñar el término interconducta, concibió la
así puede llamársele, no fue estéril, aun cuando no produJo los resultados psicología como una ciencia con un ámbito de conocimiento distinto al
esperados. Permitió profundizar en _la identificacJón de las 1!11_Jitacio_nes de la biología y, por consiguiente, consideró la necesidad de construir
conceptuales del paradigma del refleJo como teona del cond1c1onam1en- un P'.11'adjg:11a específico para dicho objeto. Este paradigma, propio de
to y de este modo, ubicar las anomalías empíricas como resultado de la ps1cologia y aJeno a la noción de la teoría como modelo, se dio en la
di~has limitantes; sin embargo, no condujo a la formulación de opciones forma ~e concepto de campo psicológico u organísmico ·-posterior-
más consistentes y amplias en el tratamiento organizativo de los datos mente mterconductual-, y permitió desarrollar categorías que reco-
existentes. En este sentido, las reflexiones conceptuales de W. N. Sch~- ~eran 1~ tradició?. objetiva del conductismo, sin verse afectadas por
enfeld constituyeron nuestra inspiración crítica, aun cuando, como el mfluencias mecan1c1stas. En cambio, aun cuando explícitamente Skin-
mismo Jo planteara permanentemente, no podía ofrecer las soluciones. ner procuró desbiologizar la categoría del reflejo y superar el dualismo
Los intentos de formular una opción conceptual a la teoría del con- intrínseco en las formulaciones estímulo-respuesta, continuó operando
dicionamiento se dieron, de manera sistemática, en el contexto de la tácitamente bajo algunos de los supuestos generales de la teoría del re-
estructuración teórica del proyecto curricular Jz taca/a, ya reseñado (Ri- flejo como paradigma heredado de la mecánica cartesiana.
bes y colaboradores, 1980). En lo teórico, el objetivo fundamental del Cuatro conceptos, de distintos niveles descriptivos, fueron claves
esfuerzo curricular era integrar bajo un mismo esquema conceptual al para desarrollar la presente taxonomía a partir del marco teórico de
comportamiento animal y al comportamiento humano. Este intento de campo formulado por Kantor. Estos fueron los de interconducta me-
integración se planteó primeramente como un proceso de comp!ejiza- dio de contacto, eventos implícitos y campo psicológico. Su influ~ncia
ción paramétrica, que culminaba en el comportamiento social. Durante fue plasmada en diferentes momentos del proceso de elaboración de
la tarea de estructurar esta perspectiva surgieron dos dificultades insu- nuestra propuesta y, por ello, desempeñaron diversos papeles en dicho
perables: una, la carencia de datos obtenidos con criterios paramétricos proceso.
en sujetos humanos, especialmente por la reducida contribución experi- El concepto de interconducta es fundamental porque de hecho
mental del análisis de la conducta al estudio del comportamiento huma- define una forma precisa de entender el objeto de estudio d~ la psicolo~

14 Prólogo Prólogo 15
gía. A partir de la categoría de conducta, hace hincapié en la interacción para ubicar conceptualmente de manera correcta el seudoproblema de
como objeto analítico; la interacción comprende la inseparabilidad de la los eventos privados en psicología (Ribes, 1982c), los eventos implícitos
actividad del organismo (o conducta biológica) y los eventos del am- son una categoría necesaria para examinar la convencionalidad, pues, de
biente. Esta proposición elimina muchos de los problemas implícitos una manera u otra, las propiedades convencionales desempeñan, con
en la concepción de la conducta como actividad y no como interactivi- frecuencia, funciones implícitas respecto de las dimensiones fisicoquí-
dad. Aun cuando el medio de contacto carece de la propiedad de ser un micas de los eventos y objetos de estímulo. La posibilidad de introducir
concepto aplicable a los eventos psicológicos en cuanto tales, permite contingencias nuevas en un campo de interacción mediante la conven-
delimitarlos respecto de las variables inscritas en niveles de conocimiento cionalidad y sus funciones implícitas, nos llevó a formular la mediación
pertenecientes a otras disciplinas. sustitutiva, y a conceptualizar el campo interconductual como un siste-
Esta delimitación, que los excluye como concretos empíricos, los ma de contingencias con diversos niveles de mediación funcional.
incluye, pudiéramos decir, dialécticamente, como dimensiones en donde Es fundamental aclarar que, aun cuando el paradigma del que par-
se dan los concretos empíricos de lo psicológico. Y precisamente su timos es la teoría del campo de Kantor y sus categorías funcionales, la
carácter de dimensionadores de lo psicológico es lo que permite catego- presente taxonomía no es un desarrollo directamente tomado de este
rizar la diferencialidad de niveles cualitativos de los eventos que se des- autor. En algunas cuestiones se dan puntos de vista encontrados, en es-
criben, necesariamente, en un primer nivel, con criterios fisicoquímicos. pecial en lo que toca a la incorporación del concepto de contingencia
La distinción, autorizada en ( y por) Kantor, de medios de contacto como concepto central para entender las formas particulares de interde-
de diverso nivel, nos condujo a postular el medio de contacto normativo pendencia que se dan en un campo interconductual. Esta divergencia
como abstracción necesaria para ubicar los eventos psicológicos que -basada en, y reconociendo el mismo origen- respecto a las formula-
ocurren como consecuencia y dentro de la vida social humana. La nor- ciones particulares de Kantor, en gran medida se debe a que el análisis
matividad implica, por necesidad, convención, y la convencionalidad es por él realizado se circunscribe a la crítica de los conceptos de la psico-
la característica de los eventos psicológicos típicamente humanos. No logía dualista tradicional, sin que haya producido un conjunto de cate-
obstante, es esencial señalar que la convencionalidad, como dimensión gorías que sistematicen datos surgidos directamente de la tradición
de lo psicológico humano, puede darse a su vez en diferentes niveles y conductista, y que posean propiedades heurísticas para abrir nuevas
que, por consiguiente, no sólo representa el instrumento conceptual áreas de explotación experimental. En este sentido, podemos afirmar
para distinguir la conducta humana de la animal, sino también para dis- que la gran contribución, a la vez que la principal limitación de Kantor,
tinguir diferentes formas funcionales de comportamiento humano. fue circunscribir su trabajo a la metateoría de la psicología, sin incidir
En los primates superiores, como lo demuestran experiencias recien- en categorías que pudieran derivar en un lenguaje de datos con proyec-
tes sobre estudios de comunicación paralingüística con chimpancés y ción empírica.
gorilas, se puede otorgar funcionalidad conductual a las convenciones Como ya lo mencionamos anteriormente, esta obra se da como una
que caracterizan sólo al comportamiento humano. Sin embargo, y esto opción que emerge críticamente de las contribuciones realizadas por B.
es lo que resulta crucial, en la medida en que es una convencionalidad F. Skinner. A pesar de las limitaciones conceptuales de la teoría del
aparente, dichos organismos subhumanos no pueden responder a la condicionamiento operante, su aparición en la escena científica de la
convencionalidad como tal, es decir, son incapaces conductualmente de psicología representó un corte histórico de trascendencia. Creó la me-
generar convenciones, aun cuando actúen bajo ellas. todología y el lenguaje de datos que produjeron, por vez primera, rela-
En niveles superiores, podemos identificar formas de comportamien- ciones consistentes, altamente controladas en organismos individuales, y
to que "describen" -es decir, que son respuestas convencionales a los se propuso la formulación de un análisis integral del comportamiento
eventos convencionales como contingencia segmentada en la forma de como problema, al incursionar en el análisis experimental de la conduc-
función de estímulo integral- las convenciones que generan y bajo las ta humana. Las aportaciones metateóricas de Kantor no serían recono-
cuales actúan. Un último nivel, no accesible a todos los seres humanos cibles ni pertinentes al interior de la disciplina, si no fuera por el avance
por razones que todavía desconocemos, es el de generar convenciones empírico y experimental tan notable que impulsó la obra de Skinner
que a su vez generan otras convenciones, es decir, crear metalenguajes. metodológicamente. Este progreso -caracterizado por Kuhn como
Para Kantor, los eventos implícitos son aquellos que sustituyen a los ciencia normal- permitió identificar la existencia de un paradigma tácito
ev ntos originales ante los que se interactúa con base en ciertas propie- ajeno a la psicología, y la imposibilidad de resolver las anomalías e irre-
dades situacionales. Independientemente de la importancia que tienen gularidades crecientes en el nivel empírico con base en sus categorías.

16 Prólogo Prólogo 17
La taxonomía que hemos elaborado se fundamenta, por ello, en el ajusten a predicciones circulares basadas en modelos econornétricos, son
paradigma de Kantor corno opción válida ante las-anomalías de la ciencia hechos que ilustran problemas que "desaparecen" automáticamente
normal desarrollada por y gracias a Skinner. Corno oposición concep- bajo un nuevo orden conceptual, y
tual no pretende agregar solamente nuevas categorías a las ya existentes, 4. finalmente, la taxonomía propuesta se vuelve un sistema heurís-
sino que significa un intento de sustitución de dichas categorías. Cree- tico que visualiza horizontes empíricos vedados al esquema conceptual
rnos con Schoenfeld (1983), que la teoría del condicionamiento ya dio anterior. Esta visualización se da de dos maneras: una, demostrando
tod~ de sí, y que debe ser reemplazada corno _corazón de la teoría de la que pueden examinarse problemas separados corno variantes de una
conducta. Sin embargo, el reemplazo de un esquema conceptual, no re- misma dimensión pararnétrica más simple, pero más general. La dimen-
presenta el rechazo de los datos y las relaciones establecidas bajo su sión así identificada abre la exploración de nuevos fenómenos que
orientación. Aun cuando los datos siempre son seleccionados y catego- pueden surgir de su análisis sistemático; la otra, señalando campos de
rizados bajo una óptica teórica particular, y en esa medida no son obje- relaciones no previstas por un esquema categorial diferente. De este
tivos en sí mismos, siempre son recuperables, en cierta medida, por modo la teoría no sólo explica mejor que la anterior al cubrir mayor
opciones conceptuales alternativas. En el proceso de recuperación, sin núrne;o de fenómenos conocidos bajo conceptos más generales, sino
embargo, se modifica en forma sustancial la significación e importancia que también abarca eventos no reconocidos ni generables por la teoría
que se les asigna. No es un proceso mecánico de "reabsorción". previa.
La taxonomía que proponernos es un sistema de clasificación con-
ceptual alternativo a la teoría del condicionamiento, aun cuando parta Las consideraciones vertidas en esta introducción nos permitirán
de los datos generados por dicha teoría y pueda seguir utilizando, en precisar qué es este libro. Abundaremos primeramente en lo que no es:
algunos casos, los procedimientos experimentales diseñados en su des-
arrollo. El propósito de esta taxonomía es cuádruple: No es una obra didáctica: el discurso empleado presupone cierta
familiaridad con los problemas y antecedentes históricos de la teoría
l. en primer término, intenta proporcionar una organización con- moderna de la conducta. En este sentido, los argumentos que hay en el
ceptual de los eventos empíricos que elimine las anomalías, excepciones, libro son concisos y éste - ¿por qué no adelantarlo?-puede parecer os-
paradojas e irregularidades fácticas juzgadas así con base en la teoría curo y denso; debe quedar claro que es un riesgo calculado.
contemporánea de la conducta; No es una integración teórica: no pretendernos combinar los con-
2. en segundo lugar, pretende recuperar datos y problemas genera- ceptos provenientes de diversas teorías y demostrar que cada una de ellas
dos bajo tradiciones conceptuales ajenas al conductisrno, en la medida apunta a problemas legítimos y significativos. En la medida en que con-
en que representan problemas abordados en forma deficiente o que han siderarnos que los conceptos de las distintas teorías son inconmensura-
sido totalmente ignorados por el análisis experimental de la conducta bles no podernos abordar una tarea integradora de tal naturaleza. Por
corno rnetc>dología, y por la teoría del comportamiento en su conjunto. el c~ntrario, pensarnos que las teorías son rechazadas por teorías que
Se reconoce, no obstante, que este proceso no debe adoptar la forma de sistematizan mejor los datos y que abren nuevas perspectivas, es decir,
una "traducción" de conceptos y términos, pues en la medida en que por mejores teorías. La ciencia es acumulativa en el sentido de que una
los conceptos se fundamentan en epistemologías generales o específicas nueva teoría tiene que incorporar las observaciones de la teoría previa,
distintas, son inconmensurables entre sí. Los problemas, corno cuestio- pero nunca en el sentido de que deba incorporar sus conceptos. En
nes empíricas señaladas por dichos conceptos, son los que plantean una rigor, conceptualmente, la ciencia es discontinua y no-acumulativa.
primera instancia de recuperabilidad, siempre y cuando dichos proble- No es una nueva "teoría"; no estarnos proponiendo una nueva hi-
mas no representen meras reificaciones del lenguaje ordinario, corno pótesis sobre viejos problemas, ni un modelo cuantitativo de formaliza-
suele acontecer;
ción más expedita y amplia. A diferencia de las teorías acabadas, que
3. también es importante subrayar la necesidad de redefinir los presuponen la naturaleza de sus datos y predicciones, se trata de un sis-
problemas empíricos de la teoría de la condt1cta, corno cuestiones legí- tema de clasificación de las interaccione¡; conductuales, que provee de
timas o corno seudoproblernas que se derivan de condiciones categoriales una lógica para distinguir los niveles de organización del comportamien-
insuficientes. La separación tradicional de los procesos de "reforza- to, así corno los parámetros correspondientes. Por consiguiente, pre-
miento" y "castigo" corno dos áreas no vinculables del análisis del com- sentarnos un sistema conceptual que explica en la medida en que ordena,
portamiento, así corno la búsqueda de relaciones cuantitativas que se sistematiza, delimita, plantea y rechaza observaciones. No es una teoría
18 Prólogo Prólogo 19
en el sentido tradicional de configurar la "justeza" de los datos y obser-
vaciones con base en su correspondencia con las predicciones formuladas. observaciones, bajo los mismos supuestos generales respecto a la naturas
Finalmente, no se proponen nuevos "métodos": aun cuando reco- leza del campo de eventos estudiado. Por ello, parafraseando comple-
nocemos que el o los métodos especiales de una ciencia se construyen a mentariamente a Kant, podríamos decir quP- la taxonomía está consti-
la par que el andamiaje conceptual y la representación paradigmática, tuida por enunciados analíticos -a posteriori, en la medida en que se
un cambio conceptual no requiere, por necesidad, la reposición de la originan en las observaciones empíricas, pero que no puede demostrarse si
antigua metodología por una nueva. La antigua metodología, como lo son falsos o verdaderos con base en su correspondencia directa con los
demuestra la historia de la química, por ejemplo, puede seguir siendo datos. La taxonomía propuesta tendrá utilidad siempre y cuando orga-
válida y útil. No obstante, es de suponer que, en la medida en que la nice y sistematice conceptualmente las observaciones disponibles, recu-
nueva conceptualización plantee parámetros no contemplados, así pere los problemas -y no las categorías- de tradiciones conceptuales
como áreas de problemas empíricos no reconocidos previamente, pueda relativamente inconmensurables, y propicie nuevos campos de eventos y
generar nuevos métodos. Sin embargo, la validez de la taxonomía pro- problemas.
puesta no depende de, ni está justificada por la novedad metodológica La taxonomía formulada, como toda teoría o marco conceptual en
que pudiera aportar inmediata o eventualmente. ciencia, no es un sistema cerrado: lo concebimos como un sistema abier-
El planteamiento teórico aquí propuesto es, en lo fundamental, una to, autocorrectivo frente a los datos que organiza y propicia, y provisio-
taxonomía de la organización de la conducta. Consideramos que es el nal, en tanto puede -e inevitablemente así ocurrirá- ser superado por
tipo de teoría que se puede y debe hacer dadas las características con- formulaciones opcionales que representen, a futuro, las mismas venta-
ceptuales de la psicología y su particular desarrollo histórico. La taxo- jas lógicas y empíricas que las que ahora consideramos tiene respecto a
nomía se fundamenta en dos premisas básicas: 1. la ubicación de las la teoría tradicional del condicionamiento. Su validación se dará en el
funciones de estímulo-respuesta, como formas particulares de interac- permanente proceso de contrastar su capacidad sistemática y heurística
ción, en un campo de contingencias afectado por el contexto y la histo- en la práctica de la investigación, con otros abordajes conceptuales. Por
ria interconductual del organismo individual, y 2. el reconocimiento de el momento, sin embargo, consideramos que es un instrumento lógico de
niveles jerarquizados de organización de la conducta, que representan utilidad para resolver muchos de los problemas que enfrenta la teoría
formas cualitativas distintas de función estímulo-respuesta. Por ello, el de la conducta, y para abrir nuevos campos de análisis bajo un sistema
examen de cómo se constituyen estas funciones, y su relación recípro- categorial integrado y comprensivo.
ca en el desarrollo, es el esqueleto que estructura el análisis conceptual La lógica de la taxonomía aquí propuesta posee la consistencia in-
propuesto. terna y externa suficiente para ser valorada en ,a práctica científica.
Las categorías que describen un campo interconductual cualquiera No obstante, la lógica que la define no fue elaborada previamente sino
permiten delimitar los factores que forman un sistema de contingencias. que surgió junto con ella en el proceso de examen de las categorí¿s ne-
Por otra parte, el concepto de función, como mediación de las contingen- cesarias para sistematizar y abordar coherentemente las diversas interac-
cias y nivel específico de desligamiento frente a las propiedades fisico- ciones que constituyen el universo de la ciencia de la conducta. Por
químicas que las definen, permite diferenciar formas cualitativas de ello, es importante aclarar que la lógica que provee la sintaxis de esta
organización de la conducta. Nuestra aportación original se ha centrado formulación no fue elaborada o seleccionada antes de desarrollar la
más bien en este segundo aspecto. Como categorías taxonómicas, las taxonomía, sino que es el producto, o consecuencia formal de haber
funciones estímulo-respuesta se fundamentan en un criterio empírico llegado al conjunto de categorías necesarias para describir los 'diferentes
de identificación de los eventos, pero, a la vez, son clases vacías en lo niveles de organización de la conducta en forma consistente, y que, por
que toca a los eventos concretos particulares que incluyen. De este ende, pueden transformarse junto con la taxonomía.
modo, la lógica de clasificación de las funciones se basa y parte del uni- Este libro está organizado en cuatro secciones temáticas generales.
verso de observaciones existentes y factibles que debe sistematizar la En el primer capítulo se examinan los problemas vinculados a la estruc-
teoría del comportamiento. Sin embargo, dicha lógica no prescribe la tura paradigmática de la psicología, y a las limitaciones que dicha es-
correspondencia de las categorías con propiedades particulares de even- tructura impone a las formas actuales de la teoría de la conducta. En los
tos particulares; por consiguiente, no se le puede refutar o verificar di- capítulos segundo, tercero y cuarto se describen las categorías genera-
rectamente con los datos, sino solamente con una mejor teoría, es decir, les del concepto de campo como sistema de interdependencias, los di-
con un sistema clasificatorio que organice mejor un mayor número de versos tipos de mediación y desligamiento que conforman las funciones
de estímulo-respuesta, y las premisas o supuestos que fundamentan esta\
20 Prólogo
Prólogo 21
r

taxonomía en forma de tesis teóricas. Los capítulos quinto a noveno,


tratan las diferentes funciones como niveles de organización de la
conducta, examinando sus antecedentes históricos en la teoría psico-
lógica, su estructura paradigmática y los parámetros que definen su opera-
tividad, y analizando un fenómeno como ejemplo de reinterpretación.
Finalmente, el décimo capítulo incluye algunas consideraciones acerca
de la teoría de la conducta, de la taxonomía particular aquí desarrollada
y de sus relaciones con una tecnología científica, así como sus aplica-
ciones sociales.
Para concluir esta introducción, deseamos hacer patente que, como
todo producto humano, esta obra no es original en ningún sentido. Se ,.
nutre de las ideas y aportaciones de muchos pensadores externos e in-
ternos a la psicología, así como de los intercambios cotidianos con cole- Indice de contenido
gas y estudiantes que, en ocasiones inadvertidamente, nos han dado las
pistas indispensables para continuar el trabajo teórico cuando éste esta-
ba estancado o han procurado los elementos críticos necesarios para
modificarlo. A todos ellos, nuestro agradecimiento.
Reconocinúentos 5
Prólogo a manera de introducción 9
EMILIO RlBES lÑESTA Cap. 1. Limitaciones de la teoría contemporánea de la conducta 25
FRANCISCO LÓPEZ VALADEZ Causalidad y explicación, 28. Análisis atomista, 30. Horizontali-
dad de los procesos, 32. Carencia de una teoría evolutiva de la
conducta, 33. Carencia de una teoría comparada de la conducta,
Octubre de 1983. 35. Extrapolación de los conceptos analíticos a procedimientos
tecnológicos o aplicados, 37.

Cap. 2. La conducta como campo de interacción 39


El campo interconductual, 42. El campo interconductual como
sistema de contingencias, 48.

Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional de la conducta 55


Los elementos morfológicos de la. función, 56. El desligamiento
funcional, 58. Las transiciones entre funciones y el desarrollo de
las competencias, 64. Las funciones estímulo-respuesta: su taxo-
nomía, 67.

Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía teórica propuesta 73


Tesis epistemológicas, 74. Tesis metodológicas, 88. Tesis lógi-
cas, 97.

Cap. 5. La función contextual 107


Las relaciones de la mediación contextual y sus antecedentes his-
tóricos, !07. Descripción paradigmática, 115. Análisis paramétri-
co, 123. Análisis de un fenómeno, 129.

22 Prólogo 23
Cap. 6. La función suplementaria 133
Las relaciones de mediación suplementaria y sus antecedentes his-

1
tóricos, 133. Descripción paradigmática, 141. Análisis pararné-
trico, 148. Análisis de un fenómeno. 154.

Cap. 7. La función selectora 157


Las relaciones de mediación selectora, 158. Descripción paradig-
mática, 164. La condicionalidad dela relación suplementaria, 167.
La condicionalidad del evento suplementario, 168. La condicio-
nalidad del evento contextual, 169. La doble condicionalidad de
Limitaciones
la relación suplementaria, 171. Análisis paramétrico, 172. Aná-
lisis de un fenómeno, 177. · de la teoría
Cap. 8. La función sustitutiva referencial 181 contemporánea de la conducta
Las relaciones sustitutivas referenciales, 181. Descripción paradig-
mática, 187. Análisis paramétrico, 193. Análisis de un fenóme-
no, 198. Toda ciencia surge como consecuencia de una práctica histórica
de conocimiento relativa a un conjunto de problemas de la realidad.
Cap. 9. La función sustitutiva no referencial 203 Por consiguiente, la individuación de las ciencias particulares constituye
Las relaciones sustitutivas no referenciales, 204. Descripción pa- un proceso gra<lual sometido a múltiples influencias. No existe de ante-
radigmática, 213. Análisis paramétrico, 220. Análisis de un fenó- mano ninguna subdivisión de los objetos de conocimiento de las ciencias
meno, 228. que opere sobre las diversas disciplinas como conjunto dado de problemas
empíricos que éstas deban "reflejar" inevitablemente. Por el contrario,
Cap. 10. La tecnología de la conducta: consideraciones teóricas respecto a la realidad es una constelación de acontecimientos, objetos y relaciones,
la psicología aplicada 235 que es sometida al proceso de conocimiento científico, en la medida
Ciencia y aplicación, 236. Dimensiones psicológicas en los pro- en que se es capaz de trascender la concreción, la singularidad de las expe-
blemas prácticos, 238. La unidad de las situaciones psicológicas riencias directas con dichos acontecimientos, eventos y realidades. La
concretas, 241. Ciencia y tecnología, análisis y síntesis, 244. Tec- ciencia no es el conocimiento por excelencia, sino sólo un modo de co-
nología de la conducta, 245. Tecnología e interdisciplina 248. nocimiento, tan legítimo y ajustado a propósitos y razones particulares,
como tantos otros modos de conocimiento: la religión, el arte, el len-
indice onomástico 255 guaje ordinario, la tecnología y las ideologías. El modo de conocimien-
indice analítico 257 to científico emerge cuando se analiza la realidad concreta trascendiendo
los eventos concretos. La ciencia abstrae de los objetos y eventos con-
cretos sus propiedades comunes, no siempre aparentes al sentido común
Y al lenguaje ordinario, y construye progresivamente una realidad con-
ceptual, sus objetos teóricos, que abarcan los acontecimientos concretos
de la realidad, pero sin referirse directamente a ellos. Por eso las diver-
sas ciencias especiales surgen cuando, por razones históricas diversas, se
formula un objeto teórico de conocimiento propio y específico. Este
objeto de conocimiento se legitima en la medida en que puede cubrir
conceptualmente relaciones empíricas (o formales) en la realidad que
otras ciencias especiales no tocan. Por consiguiente, corresponde a estas
ciencias especiales construir el esquema conceptual de representación de
esta realidad en forma consonante con el objeto teórico que las confi-
gura, y derivar el lenguaje específico y los métodos que permitan el in-

24 Índice de contenido 25
in r
k

tercambio concepto-realidad definitorio de la ciencia como modo de tienen que incorporar, inevitablemente, las representaciones paradigmáti-
conocimiento (véase, por ejemplo, Popper, 1972). cas más cercanas a la nueva defmición, aun cuando éstas sean concep-
La psicología, aun cuando planteada como una división de la ciencia tualmente ajenas, en su origen, al campo de eventos bajo estudio. El
unificada por los griegos (véase De Anima, de Aristóteles, y la concep- conductismo histórico -así lo denominaremos- como filosofía espe-
tualización de la psicología como una sección de la física), sólo podrá cial de la nueva ciencia del comportamiento, r~currió a un paradigma
ser considerada como una ciencia especial cuando cumpla con dos re- que sustentaba los análisis conceptuales y empíricos del marco teórico
quisitos: primero, la formulación de un objeto de c_or':°cimi_ent~ propio de la fisiología del reflejo y, posteriormente, la metodología de los
y específico que no se yuxtaponga al de otras d1sc1plmas c1ent1ficas ya reflejos condicionales. Este paradigma es el del reflejo, y en la medida
existentes y segundo, que dicho objeto teórico de conocimiento tenga en que la concepción del reflejo fue formulada originalmente prra abor-
las características de correspondencia empíricas necesarias para demos- dar el estudio del movimiento de los cuerpos sólidos y líquidos en la
trar Ja adecuación descriptiva y explicativa de sus conceptos en relación mecánica cartesiana -junto con la peculiar significación que el concep-
con una realidad empírica concreta (independientemente de que la fal- to de materia, como mundo contrapuesto al espíritu, tenía en esta filo-
seabilidad o la verificabilidad se tomen como criterios de adecuación). sofía de la ciencia renacentista-, se transparentan las razones por las que
Por ello consideramos que aun cuando las efemérides de nuestra disci- la nueva ciencia impuso tácitamente al estudio de su campo de eventos
plina fijan en 1879 el nacimiento de la psicología como una _ciencia las limitaciones propias que un sistema de representación conceptual
autónoma con la fundación del primer laboratono de ps1cologia expe- ajeno conllevaba.
rimental e~ la Universidad de Leipzig por Wilhelm Wundt, su emergencia El paradigma del reflejo fue transferido a la psicología a partir de la
propiamente dicha se da en 1913 con la publicación del Manifiesto biología, por lo que hasta el momento presente son pocos los científicos
conductista, de Watson. La justeza de esta proposición se puede valorar del comportamiento que se percatan de la forma especial de causación
por el consenso que la psicología contemporánea ha adoptado re_specto y descripción mecánicas implícitas en dicho sistema de representación
a su objeto y método de conocimiento. Aun aquellas aprox1mac1one~ a conceptual, independientemente de los términos particulares que se usen
Ja psicología explícitamente no conductistas, aceptan que para estudiar y de los propósitos epistemológicos que se planteen en forma expresa.
Jo que definen como objeto propio de conocimiento (la mente, la expe- En las siguientes secciones examinaremos algunas de las limitaciones
riencia el procesamiento de información, la afectividad, la personalidad, que el paradigma del reflejo impone a la teoría contemporánea de la
etc.) d~ben partir, como método, de los indicadores que proporciona el conducta. Por el momento, es suficiente dejar por sentado el hecho his-
comportamiento. En nuestra época nadie justifica el acceso directo a la tórico de que la teoría de la conducta ha venido funcionando bajo su-
mente o a cualquier otra entidad conceptual. Todo método de conoci- puestos conceptuales extrafios a su propio objeto de conocimiento. La
miento debe partir de la conducta o de sus productos. carencia de una representación paradigmática específica no sólo ha in-
Cuando se plantea la psicología como ciencia especial del comporta- fluido negativamente en el proceso de construcción de la teoría de la
miento, existen todavía, como formas dominantes de concebir a la psi- conducta y su correspondencia con problemas significativos del campo
cología, las diversas derivaciones del cartesianismo que consideran a la de eventos bajo estudio, sino que también ha impedido formular con
disciplina con el encargo de estudiar empíricamente un mundo no mate- precisión el objeto de conocimiento de la disciplina. El concepto de
rial que interactúa con el mundo material a través del cerebro en la conducta, tal como ha sido expresado históricamente en los últimos
fodna de entidad mental. El intento por superar el dualismo como setenta afias, ha sido yuxtapuesto y confundido con las características
dogma oficial provino de la ciencia biológica y, fundamentalmente, de defmitorias de la reactividad estrictamente biológica, constituyéndose
las tradiciones fisiológicas alemana y rusa. El trabajo de I. P. Pavlov en una formulación fundamentalmente organocéntrica que conduce a
sobre los reflejos condicionales, basado en los antecedentes procurados problemas de difícil solución (las dicotomías interno-externo, subjetivo-
por I. Sechenov y V. Bechterew, constituyó el único soporte metodoló- objetivo, cubierto-manifiesto, privado-público, etcétera). Esta condi-
gico y conceptual de los esfuerzos de conocimiento de la nueva ciencia. ción preparadigmática de la psicología -empleamos aquí el concepto
La influencia de la teoría de la evolución, y el concepto de hábito incor- en un sentido Kuhniana-, ha provocado una formulación imprecisa del
porado por el funcionalismo en ese contexto, completaron el marco de objeto de conocimiento de la disciplina y su gradual transformación tá-
referencia pertinente. cita, sin reconocimiento explícito del proceso y sus consecuencias con-
Por estos motivos, cuando se formula un objeto propio de conoci- ceptuales empíricas. Por ello consideramos que es preciso abordar los
miento específico de la psicología, la teoría y la metodología de análisis problemas específicos de la teoría de la conducta contemporánea his-

26 Cap. 1. Limitaciones de la teoría Limitaciones de la teoría 27


r
fil

cología han sido aisladas y fragmentadas en causas y efectos. La con-


tóricamente, haciendo especial hincapié en dos aspectos fundamentales: ducta, como conjunto de respuestas, ha sido considerada como la variable
la caracterización de un objeto de conocimiento que rom~a con las am- dependiente que tiene que ser explicada -o, cuando menos, descrita-
bigüedades e imprecisiones de las diversas formas de ~efmrr la conducta como función de las variables de estímulo, es decir, de las variables in-
(véase, por ejemplo, Kitchener, 1977), y el planteamient? de u~ meta- dependientes. La búsqueda de relaciones causa-efecto ha impuesto
sistema o representación paradigmática congruente con dicho obJeto de diacronía a relaciones que, en otro contexto, podrían ser concebidas
conocimiento que, al superar las limitaciones impuestas por esquem~s como sincrónicas. Por otra parte, la concepción de la causalidad en tér-
conceptuales ajenos a la psicología, permita desarrollar una taxonomia minos de contactos necesarios entre los eventos, ha promovido la postu-
funcional para el análisis del comportamiento. . . lación de categorías, en gran medida innecesarias, para cubrir efectos
En Jo que resta de este capítulo, nos dedicaremos a señalar exclusi- "causales" que no son inmediatos (léase contiguos) ni en tiempo ni en
vamente las limitaciones y restricciones paradigmáticas que el concepto espacio.
del reflejo, en forma tácita, ha impuesto a la teoría de la conducta c_o~- La búsqueda de relaciones causales ha determinado dos problemas
temporánea. En otros capítulos del libro, se examinarán las caractenst'.- adicionales. Uno, la eliminación de las variables contextuales en el aná-
cas de una representación paradigmática alternativa: Abordar~mos.seis lisis del comportamiento, y por consiguiente, la formulación de seudo-
problemas fundamentales, sin pretender ser ~xhaust.ivos: a) la linealidad rrelaciones funcionales. Otra, la exclusión de enunciados que hagan
explicativa; b) el análisis atomista; e) la honzontalidad ~e i?~ procesos; referencia a tendencias, y no que describan solamente secuencias causa-
d) la falta de una teoría de la evolución de la condu?ta mdmdual;.e) la les directas. En esta última categoría se enmarcan los enunciados que
carencia de una teoría comparada de la conducta a mvel ontogenétlco Y describen transiciones e interacciones históricas del organismo y/ o indi-
filogenético, y f) la extrapolación infundada de los principios teóricos viduo. En lo que toca al primer problema, el fraccionamiento de los
en la formulación de una tecnología de la conducta. fenómenos en eventos causales y causados, excluye lógicamente a cual-
quier otro evento que no pueda demostrar que entra en la secuencia
causal directa. Por tales razones, aquellos eventos que no constituyen
CAUSALIDAD Y EXPLICACIÓN momentos discretos de ocurrencia en tiempo y espacio no pueden ser
considerados en un esquema causal. Los estados del medio y el organis-
En Ja medida en que el paradigma del reflejo se deriva de un modelo mo, consistentes en colecciones de eventos que se yuxtaponen como di-
de causación del movimiento concebido en el marco de la mecánica car- mensiones continuas y que constituyen el contexto que interactúa como
tesiana hace énfasis en las relaciones de naturaleza lineal de contacto condición necesaria y suficiente de toda relación funcional, son conce-
conti~o en tiempo y espacio. La explicación del movimiento.(o de la bidos como constantes con valor cero. No forman parte de la relación
excitación de un cuerpo neuronal, o de la respuesta de un organisn:io en- causa-efecto. Como el propio Ernst Mach lo señalara oportunamente
tendida como forma molar o molecular de movimiento Ydesplazamiento) (1905), no es posible describir relaciones funcionales reduciendo los
tiene lugar como relación de causalidad, es d_edr, como la ac~ión de un enunciados a relaciones causa-efecto, porque en las 1elaciones funcio-
cuerpo en movimiento (o el impulso trasmitido por una celula, o la nales no hay factores causales. Se da una relación de interdependencia
energía provista por un evento de estímulo) sobre otro cuerpo. E) _cuerpo de todos los factores presentes, con pesos relativos mayores a las varia-
que acciona es la causa y el que reacciona es el efecto. ~a reaccion e~ :l bles que entran en contacto directo o indirecto como consecuencia de la
manipulación experimental. Aun cuando operacionalmente esta mani-
movimiento reflexivo de la acción. La explicación radie.a :n descnbrr
relaciones consistentes de causa-efecto en la forma de mov1m1entos ante- pulación es descrita como diacrónica -es decir, sucesiva - , en realidad,
cedentes-movimientos consecuentes. Como condición indispensable, la se da como una interdependencia sincrónica con las circunstancias con-
relación entre causa y efecto requiere del contacto directo o mediado textuales presentes. En lo que se refiere al segundo problema, los even-
por una sustancia o cuerpo en tiempo ~ espa~io. Por eso ~o es extraño tos ya ocurridos como historia de interacción del organismo, y que se
que tanto en la biología como en la ps1cologia este parad1~a se haya manifiestan como transiciones en lo inmediato y como propensiones en
expresado en la forma de metáforas mecánicas: impulso nerv10so, fuer- lo mediato, no pueden ser incorporados como factores causales. De ha-
za de la respuesta, etcétera. . cerlo, se tendrían que postular causas a distancia (como en la teoría psi-
La influencia de este paradigma explicativo ha sido evidente en las coanalítica del desarrollo psicosexual) que se manifiestan en la forma de
formas teóricas que hemos usado para describir el comport~iento. Po.r fijaciones espaciales (véase también el caso de la memoria como huella o
una parte, las interacciones definitorias del ámbito de estudio de la psi-
Causalidad y explicación 29
28 Cap. 1. Limitaciones de la teoría
una definición ?untual, _i,ndirecta de la respuesta. Ésta fue definida en
almacenamiento), o se deben buscar eventos intermediarios que "ocu- térmmos de la mterseccion por el organismo de un punto fijo en el e _
pen" el tiempo y espacio vacíos para cubrir una relación causal por con- pacio \el operando), intersección que era considerada genéricamente e~
tacto directo. Es evidente que los factores históricos no pueden ser la medida en que produJera un efecto determinado: cerrar un microinte-
concebidos como factores causales, pues ello significaría simplemente rr~Pt?r, cuyo pu!s~ era ~egistrado como una respuesta del organismo. El
extender un paradigma explicativo limitado a eventos a categorías cuya cn,te_no m~tenia invanante la geografía de la conducta, requería un
función no puede ser incorporada lógicamente por dicho esquema. En la m1nrrno de ::1tensidad por parte del organismo (esfuerzo o trabajo físico)
descripción y explicación de la conducta (o de cualquier otro evento) )'. la durac10n ~~a homogeneizada en tanto, independientemente del
la historia y las transiciones inmediatas cumplen funciones teóricas di- tiempo de pres10n d~l operando (o de intersección), se consideraba Ja
ferentes a las de los enunciados causales; describen relaciones de proba- o~urren~ia como equivalente al cierre del microinterruptor. La topogra-
bilidad presentes, dadas por las interacciones pasadas que se manifiestan fi~ era igualmente especificada en la forma de cualquier tipo de movi-
como condiciones iniciales de una nueva relación funcional en su con- . mie_n'.º. ~apaz de producir el pulso registrado como una respuesta Esta
texto. Popper (1961) ha argumentado convincentemente respecto a la defmicion de la_ ;espuesta condujo a seleccionar y medir instancia~ pun-
fragilidad lógica de la historia como evento causal. tuales de la a~c10n del organismo que ocurrían con distribuciones dife-
rentes _en el tiempo irrespectivamente del espacio. Se consideró que en
ANÁLISIS ATOMISTA la me~i?a en que e~ta unidad de análisis -fundamentada como la unidad
de análisis- covariara ordenadamente en Jo cuantitativo -con criterios
La ciencia es fundamentalmente analítica, y en consecuencia, abstrae
propiedades generales respecto a los eventos y dimensiones de la realidad,
fraccionándola con base en categorías especiales. Este fraccionamiento
basados en la frecuencia y su distribución acumulada en tiempo- p d •
ser tomada com_o representativa de cualesquier otra instancia 'de
puesta que _ocumera enel continuo. El punto se consideró de este modo
ºr:s~
analítico procede discretizando los eventos de la realidad en términos representativo de toda la línea.
distintos a los de los objetos, propiedades y acontecimientos a que hace . La u:1idad d~ análisis se constituyó así en una instancia puntual en
referencia el lenguaje ordinario. Por consiguiente, es correcto que la ti_empo, mes_pec1fica ~pe_ro constante) en espacio, susceptible de repeti-
labor teórica y de investigación empírica principie por seleccionar algu- ción e:1 pe1;~dos delimitados empíricamente. En la medida en que se
nas propiedades y eventos del campo bajo estudio como aspectos perti- requ~na teoncamente tratar con eventos repetibles, que compartieran
nentes del análisis científico. La cuestión fundamental yace en los pr_opiedades comune_s, las instancias de respuesta se definieron como
criterios que determinan esta selección, y en la representatividad que se_ miembros de un_a misma_ clase genérica en el grado en que covariaban
les atribuye respecto al campo general de eventos bajo investigación. con una º~:racion de estimulo, covariación especificada en términos de
La concepción atomista del comportamiento está estrechamente li- su or~ena_c10n temporal como efectos sobre un instrumento de registro
gada al esquema causal heredado de la mecánica cartesiana. Ésta descri- (~l micromterruptor). Este efecto, de todas y cada una de Jas instan-
bió estados discontinuos de los cuerpos y sustancias, los cuales podían cias llamadas respuestas, constituyó la propiedad definitoria de Ja cJa-
siempre ser considerados en estado de movimiento o en estado de reposo. s~ resp~cto a una operación de estímulo particular. Las propiedades
La lógica de los dos estados alternantes, movimiento-no movimiento, d_rrnenS1onal~s de la conducta se convirtieron en propiedades no definito-
fue incorporada tanto por la biología como por la psicología al adoptar n:is, A P'.1ftrr del c_oncepto genérico de estímulo-respuesta se constru-
el paradigma del reflejo. La biología describió la transmisión nerviosa yo, la lógica de la_ mducción y el encadenamiento, como instrumentos
en términos de la ley del todo-o-nada, y la psicología analizó el compor- teoncos para dar cu~nt~ de las variaciones que hubiera en instancias de
tamiento en la forma de tiempos de respuesta y tiempos de no-respuesta. respuesta afectadas mdrrectamente en tiempo por las variables de t'-
Los eventos así formulados, ocurrían como instancias puntuales en una mulo, o por estímulos que hicieran contacto con instancias diversa:s d~
dimensión temporal cubierta en gran proporción por no-ocurrencias. respuesta.
Aun cuando con la introducción de la técnica de operante libre se J?ado que el proceso de agrupación y ordenación de la conducta sólo
rompieron las restricciones temporales para que ocurriera la respuesta pod~a darse en la forma de variaciones en la frecuencia de una o varias ins-
del organismo característica de las técnicas de ensayo discreto -inclu- ta:1cia~ de respuesta repetitivas en tiempo (y colateralmente en sus dis-
yendo al condicionamiento clásico y al instrumental-, en el caso par- ~n~uciones en ~eriodos defmidos por la presentación de los eventos de
ticular del condicionamiento operante se mantuvo una discretización stimulos covanantes en la clase), la tasa de respuesta se volvió Ja medi-
molecula;, atomizada, del continuo de acción del organismo mediante
Análisis atomista 31
30 Cap. 1. Limitaciones de la teoría
da básica para el análisis de la conducta (se llegó a considerar, equivoca- de estrategias generales respecto a los procesos que rigen al comporta-
damente una medida aproximada a la probabilidad), Y la categoría miento. Algunas formas de la teoría sustentan sus descripciones en la
central e~plicativa se construyó alrededor del concepto de reforzamien- identificación de un solo proceso, al cual pueden reducirse explicativa-
to (y su simétrico negativo, el castigo, que debiera ser designado debilita- mente todos los fenómenos bajo estudio; otras plantean la necesidad de
miento). El reforzamiento describía, por consiguiente, variaciones en la recurrir conceptualmente a más de un proceso, normalmente a dos. En
frecuencia o repetición de las instancias de una clase de conducta, y se- los orígenes de la teoría de la conducta, las opciones conceptuales se
cundariamente - no sin dificultades, muchas veces insalvables- debía dieron como procesos motivacionales (o energéticos) y procesos de
dar cuenta de efectos diferenciales o moduladores en la distribución de aprendizaje (o asociativos). En el marco particular de la teoría del con-
dichas frecuencias. El estudio de los programas de reforzamiento surgió dicionamiento, la dicotomía fundamental se manifiesta en términos de
como consecuencia natural de la lógica de clasificación de los eventos los condicionamientos respondiente· (aprendizaje de señales) y operante
componentes de la conducta, y aquellos aspectos conceptuales que fueron (aprendizaje de respuestas).
claves para la distinción operante-respondiente y la justificación de La discusión respecto a la identificación de uno o dos procesos en el
formas de conducta reguladas por la producción de cambios en el am- análisis de la conducta ha adoptado tres variantes:
biente, se vieron parcialmente distorsionados por el hincapié en el aná-
lisis de aumentos y disminuciones en la frecuencia de la respuesta. El 1. la postulación de un solo proceso, que niega la existencia del
concepto de contingencia, como examinaremos en otro capítulo, se vio otro -y lo reconoce como mero artificio de laboratorio-;
reducido, unilateralmente, a la relación entre el estímulo consecuente y 2. el planteamiento de que uno de los mecanismos o procesos es
la respuesta y a los efectos cuantitativos futuros sobre ésta. Las rela- reductible al otro-por ejemplo, el condicionamiento operante
ciones de condicionalidad recíprocas entre conducta y ambiente, funda- como encadenamiento de respuestas condicionadas, o como mero
mentales en el análisis de las interacciones que definen al campo de proceso asociativo-, y
eventos que estudia la psicología, se desvirtuaron en la búsqueda de re- 3. el reconocimiento de la existencia de ambos procesos y de su in-
laciones temporales entre estímulos y respuestas, así como en la deter- teracción algebraica en un mismo nivel -o la incompatibilidad
minación de efectos cuantitativos en las respuestas futuras. De allí que de su ocurrencia conjunta.
la lógica del reforzamiento viera reducida su eficacia heurística y siste-
mática, a las condiciones en que se podían valorar los cambios cuantita- En cualesquiera de las tres variantes, se presenta un común deno-
tivos en una instancia repetitiva de respuesta en tiempo. minador en la concepción del comportamiento como un fenómeno no
El interés por estudiar los efectos cuantitativos y diferenciales de los jerárquico: su regulación dada por un solo proceso, los diferentes pro-
estímulos sobre las instancias de respuesta en forma "pura", no contami- cesos reductibles a uno básico, o los diversos procesos que interactúan
nada (análogamente a lo que ocurrió con las experiencias introspectivas en un mismo nivel, potenciándose, inhibiéndose o sumándose en forma
de los estructuralistas en su análisis de los elementos últimos de la con- algebraica.
ciencia), condujo a desarrollar procedimientos de control experimental Independientemente de las consecuencias que tiene esta premisa
capaces de eliminar la posibilidad -y de hecho el interés teórico mismo - unidimensional sobre la posibilidad y las características de una psicolo-
de la ocurrencia conjunta o inmediatamente sucesiva de instancias de gía comparada y sobre una psicología del desarrollo, destacan los plan-
respuesta de clases distintas. De este modo, los paradigmas de análisis teamientos teóricos y experimentales relativos a la interacción, reducción
experimental hicieron énfasis en situaciones en las que sólo podía ocurrir o exclusión de procesos de condicionamiento, que se derivan de ella di-
una misma respuesta en tiempo, simplificando severamente el espectro rectamente.
de interacciones significativas que podía abordar la teoría de la conduc-
ta (véase, por ejemplo, el problema de las conductas concurrentes).
CARENCIA DE UNA TEORÍA
EVOLUTIVA DE LA CONDUCTA
HORIZONTALIDAD DE LOS PROCESOS
El análisis de la conducta, en términos de uno o dos procesos fun-
La teoría de la conducta, expresada fundamentalmente en las diver- cionales en un mismo nivel de complejidad o jerarquía, lleva al reconoci-
sas teorías del aprendizaje y de la motivación, ha cobijado a dos tipos miento de niveles homogéneos de la organización de la conducta, en los

32 Cap. 1. Limitaciones de la teoría 33


r

cuales la naturaleza misma de los eventos bajo estudio sefiala diferen- del abordaje conductista ha sido un obstáculo para reconocer la existen-
cias cualitativas de diverso orden. cia de niveles jerárquicamente diferentes de organización de la conducta
Si no se reconocen niveles de diferenciación cualitativa en la descrip- y la pertinencia de una teoría de la evolución de la conducta para dal:
ción de la conducta, ésta sólo puede asumir formas de distinción cuan- cuenta de los procesos que operan en lo cuantitativo.
titativa. Cuando se le analiza como un campo sincrónico de eventos -es
decir, al margen de toda historicidad o cambio longitudinal en el tiem-
po-, la postulación de un solo proceso regulador de la conducta o la
interacción de dos o más procesos en el nivel horizontal, plantean úni- CARENCIA DE UNA TEORÍA
camente los problemas intrínsecos ala sistematización de los datos encon- COMPARADA DE LA CONDUCTA
trados en términos de constructos que puedan reducir la operacionalidad
de un fenómeno a la de otro, o bien los plantean como relaciones cuan- Además de la falta de una teoría de la evolución de la conducta in-
titativas que interpretan las diferencias con base en algún criterio o mo- dividual, con los desarrollos conceptuales surgidos a partir del paradigma
delo matemático, que tome en consideración interacciones aditivas o del reflejo no se ha podido formular una teoría comparada de la con-
multiplicativas de naturaleza aritmética o algebraica. ducta. La teoría comparada de la conducta debe abarcar dos facetas
La limitación intrínseca a un solo proceso o a un solo nivel de des- complementarias: a) el análisis de la conducta a nivel filogenético, y b)
cripción y explicación de la conducta, emerge, en for,na notoria, cuando el análisis no diacrónico de las asimetrías producidas por la evolución
se trata de analizar el desartollo de la organización del comportamiento individual en las diversas especies.
como un fenómeno diacrónico -es decir, que camb:a y se transforma El primer aspecto se refiere a la ordenación conductual de los diver-
en el tiempo. Por ello, aun cuando la teoría del condicionamiento es sos phyla, cabe subrayar que esta estructuración jerarquizada de los
una teoría de adquisición y cambio funcional de la conducta como inte- n)veles de evolución de la conducta en las especies, no significa una teo-
racción con el ambiente, no se ha expresado ni generado satisfactoria- na acerca del desarrollo de dichas diferencias específicas. La teoría
comparada de la conducta es -y sólo así debe entenderse- una des-
mente, una teoría del desarrollo psicológico o, en términos más precisos,
una teoría de la evolución ontogenética del'comportamiento. La teoría cripción de los procesos conductuales que rigen la interacción de los
mie1:flbros individuales de las diversas especies zoológicas -pues es poco
del condicionanúento, como teoría del desarrollo, ha consistido en apli-
factible que los vegetales y otros organismos más prinútivos como virus
car los "principios" vinculados a uno, dos o tres procesos (como en el
y bacterias, se ajusten, por sus intercambios, al concepto de Ínterconduc-
caso de Staats), todos ellos operativos en un núsmo nivel de compleji-
ta. En la medida en que este análisis no pretende explicar la evolución
dad, para describir los cambios cuantitativos de conducta en la forma de
de las especies ni, por consiguiente, la filogenia misma, sus instrumentos
expansión de los repertorios funcionales y para diferenciar nuevas clases
de comportamiento. El desarrollo no se formula como evolución cuali- conceptuales no requieren ser análogos ni estar basados, como derivacio-
tativa, sino como acumulación y diversificación cuantitativa. nes, en los que se emplean en la teoría de la evolución biológica. El
Esto es particularmente paradójico cuando el comportamiento nús- propósito es formular una organización zoológica de los diversos phyla
mo, como fenómeno psicológico y específicamente distinto de la activi- Y especies en la que se tipifique a los miembros individuales con base en
dad biológica, sólo se puede concebir como una interacción modulada los procesos conductuales identificados en su interacción con el ambien-
históricamente, que se transforma de la simple reactividad biológica en te ecológico propio. No es una teoría ecológica de la conducta animal
formas diferentes de organización de los intercambios del organismo con como clase específica, sino una teoría conductual de cómo los miembros
su entorno. Suponer que esta modulación permanente es puramente i1:dividuales de una especie particular regulan sus intercambios, adapta-
cuantitativa, equivale a suponer que en el análisis de lo psicológico no se tivos o no, con el entorno circundante. La asimetría en las categorías em-
da transformación alguna de la reactividad biológica como tal. Los pro- pleadas -Y en ello una teoría comparada de la conducta se distinguiría
blemas sefialados por los psicólogos dedicados al estudio de la cognición de la etología- no implica, de manera alguna, que sean excluyentes en
revelan precisamente la necesidad de conceptualizar el desarrollo del un análisis particular de organismos de una especie, a los que utiliz~ al-
comportamiento como un proceso evolutivo en lo cualitativo y no sólo gunas ramas del conocimiento biológico. Es más, sostendríamos que
en lo cuantitativo. El dualismo implícito en el estudio de la "cognición" son necesariamente complementarias, en tanto que los conceptos pro-
ha impedido procurar soluciones o siquiera interpretaciones satisfacto- venientes de la biología sólo dan cuenta de la disponibilidad reactiva al
rias .!el problema. Desafortunadamente, el reduccionismo explicativo ambiente -incluyendo las características ecológicas de éste- pero no
pernúten discriminar eficazmente las variables y los procesos ~ue confi-

34 Cap. 1. Limitaciones de la teoría Carencia de una teoría comparada 35


guran un campo de interacción particular al margen de dicha reactividad dichas diferencias, es lo único que ha aportado tal manera de abordar el
genérica. problema.
El segundo aspecto tiene que ver con la naturaleza transcrónica del
método comparado, el cual, por definición, intenta determinar similitu-
des funcionales a partir de variaciones morfológicas y operacionales. La EXTRAPOLACIÓN DE LOS CONCEPTOS
comparación consiste pues, en establecer simetrías de proceso en mo- ANALÍTICOS A PROCEDIMIENTOS TECNOLÓGICOS
mentos biológicos diferentes para individuos. biológicos distintos en O APLICADOS
condiciones diferentes. Es un método que intenta establecer correspon-
dencias de proceso -en la medida de lo posible - entre organismos de una . . Aun_ cuando la teoría del condicionamiento surgió, desde un prin-
misma o de diferente especie en tiempos diferentes de su desarrollo, exa- c1p!o, ~mculada _al problema del aprendizaje y, por consiguiente, a las
minados como interacciones episódicas diferencialmente específicas. De aplicaciones posibles de una teoría sobre dicho campo a la educación
hecho, el método comparado es un instrumento de validación conceptual (Hilgard, 1948), el interés tecnológico de la teoría no fue explícito sino
y empírico complementario del método longitudinal y de transiciones hasta que Skinner subrayó la pertinencia de una ciencia de la conducta
que caracteriza a una teoría de la evolución o del desarrollo. Aquél per- humana en la planeación social (1953). Este propósito tácito de la teo-
mite cortar sincrónicamente procesos diacrónicos y comparar niveles ría, en sus principios (1938), se manifestó en características particulares
evolutivos diferentes en un mismo momento, o niveles evolutivos seme- de la metodología y la tecnología del estudio experimental de la con-
jantes en momentos distintos. ducta de los organismos animales, primero, y, después, de los organis-
La tradición conceptual de la teoría del condicionamiento, consisten- mos humanos. Cabe mencionar entre dichas caraGterísticas el interés por
te en no reconocer diferencias jerárquicas en la organización de la con- el mantemm1ento de la conducta, la producción de tasas elevadas de
ducta individual, ha conducido a dos formas de abordar el problema de conducta durante periodos prolongados, los criterios predeterminados
la organización filogenética de la conducta. Una de éstas consiste en infe- de estabilidad de la conducta, los procedimientos para diferenciar mor-
rir isomorfismos entre los procesos evolutivos de selección natural en las fologías particulares, y otros más.
especies y los procesos ambientales de modulación de la conducta indi- El avance tecnológico logrado en el control experimental y elinterés
vidual (Skinner, J 966; Staddon y Simmelhag, 1971 ). En este caso se in- por_ propiciar u~ ~uente de transferencia entre la ciencia básica, las apli-
tenta fundamentar el análisis de la organizaciór: individual de la conducta c~c10nes tecnolo~ca_s )'. l_a ~!aneación social, nos condujo a extrapolar
como reflejo de procesos fi!ogenéticos, de tal modo que se reduce el drrectamente los prmc1p1os de la conducta, siempre firmemente ancla-
problema de un análisis des~riptivo y explicativo de la organización de dos en operaciones experimentales, como análogos técnicos en situacio-
la conducta de los individuos de los diversos phyla, a la identificación n~s de tipo social rel~tiv~mente restringidas. Esta extrapolación, que se
inferida de semejanzas entre ciertas operaciones y /o categorías de la teo- d10 como tr~nsferencia directa de las categorías operacionales y técnicas
ría de la conducta y las de la teoría de la evolución que explican la filo- de_ labora~ono, en la forma de procedimientos "tecnológicos" aplicables
genia. Por consiguiente, no se describe una taxonomía funcional de la baJo la misma lógica de identificación de condiciones y producción de
conducta individual en la escala filogenética, sino que se infiere una cau- efectos, adolecía de deficiencias fundamentales para consolidarse como
salidad isomórfica en la conducta individual como causalidad filogenéti- u_na ve~da~era tecnología. del comportamiento. ¿Cuáles eran las limita-
ca del comportamiento. De hecho, se hace paleontología de la conducta. c10~es mtrmsecas de e_ste mtento por traducir directamente algunas cate-
La otra forma de abordar el problema (Bitterman, 1960; Hodos y Camp- gonas -y sus operaciones experimentales de la ciencia básica como
bell, 1969) toma una postura clasificatoria de tipo operacional. A lama- una tecnología de la conducta? Mencionaremos algunas de las más re-
nera de la psicometría clásica, se establece un instrumento de medida del levantes.
"aprendizaje", o algún otro proceso; dicho instrumento se adapta a las En primer término, la representación conceptual explícita en los
características reactivas de tipo operativo de cada especie particular, y esquemas basados en el condicionamiento implica niveles de análisis
se comparan las diferencias de los individuos de dichas especies en la so- demasiad? restrictivos como para tomar en consideración las formas de
lución de problemas determinados o en la ejecución de tareas relativa- orgamzac1ón del comportamiento, características de la interacción social
mente normalizadas. El resultado de tal esfuerzo teórico y experimental de l?s individuos humanos. Aun cuando también fuera un argumento
es la clasificación filogenética de la conducta con base en procedimien- pertmente, no estamos planteando que la extrapolación es ilegítima en Ja
tos uniformes. La formulación de categorías ad-hoc para "explicar" medida en que los principios teóricos han sido formulados en la investí-

36 Cap. 1. Limitaciones de la teoría Extrapolación de los conceptos 37

u
gación con organismos subhumanos, sino que, independient~me_n~e del
tipo de organismo empleado, la situación experimental parad1gm~tica no

2
incluye las formas de organización de la conducta ~ue se dan en s1tu_ac10-
nes en que participan individuos humano~ .. La bus~ueda de_ r~laciones
cuantitativas de una sola respuesta repetitiva en tl~mpo, d1fictlmente
puede aportar el tipo de conocimiento correspondiente a formas más
complejas de interacción. . . ,.
En segundo término, no sólo falta representatmdad empmca en las
situaciones experimentales de las cuales surgen los datos que fundamen- La conducta
tan fácticamente los procedimientos transferidos, sino que t~mpoco hay
representatividad conceptual para tratar los probier:ias vinculado~ al como
comportamiento humano -suponiendo que los hubiera para an,alizar
el tópico de la conducta en general. La forma ~n <l:ue las cate~onas se- campo de interacción
leccionan y fraccionan la continuidad de los ep1sod10s mter~ctivos co~-
duce a problemas irresolubles acerca de la natur~leza de la u_rudad de ana-
lisis del comportamiento humano (véase, por eJemplo, Skmner, 19~7), La propuesta teórica que desarrollaremos en esta obra se fundamenta
los efectos de las variables sobre la conducta, y los esquemas de explica- en el metasistema formulado por J. R. Kantor (1924-1926, 1959), que
ción fundamentados en relaciones lineales simples o múltiples entre el aporta dos cambios radicales respecto al conductismo histórico y sus
ambiente y el comportamiento. . .. . derivaciones basadas en el paradigma del reflejo. En primer término, des-
Finahnente en principio es cuestionable la pos1bihdad de construir taca la definición de la conducta como interconducta, es decir, como la
una tecnología' de la conducta extrapolando las categorías y/o técnica_s interacción organismo-entorno. En segundo término, formula un siste-
de investigación provenientes de la ciencia báska. La n~turale~a. anal~- ma descriptivo y explicativo que diverge del esquema causal clásico.
tica definitoria de ésta, y sus procedimientos de mdagac1on empmca, di- Esta contribución pone de .relieve el concepto de interdependencia en
fícilmente pueden "trasladarse" directamente al diseño Y a la transfor- campos de relaciones. A diferencia del esquema causal qu.e es lógica-
mación de situaciones que, por naturaleza, son idiosincr~sicas, singu(ares. mente diacrónico, la concepción de campo es de naturaleza sincrónica.
Las situaciones que, como problemas de orden aphcado, requm·en Aun cuando el concepto de interacción no ha sido ajeno al trata-
de solución particular -aun cuando bajo criterios ~enéncos-,_c?~stitu- miento que Skinner da a la conducta (1938), la interección se ha res-
yen la confluencia de factores históricos y momentaneos que d1f1c1lmen- tringido conceptualmente a la identificación del tipo de comportamiento
te pueden ser abordados como "reflejo" o "traducción" d~ectos de afectado funcionalmente por las consecuencias de estímulo. La forma
algún principio o técnica ya formulada. A menos ~ue se considere _que particular en que se analizó el experimento de la "superstición" en el
la ciencia y la investigación básicas son modelos directos de la rea_hdad pichón (1948), señala que la definición de la operante como conducta
concreta no se puede asumir la transferencia directa del conocmuento en intercambio con el ambiente, se aplica a los efectos de los estímulos
y de las 'técnicas científicas a la solución tecnológica de los probl~mas ~obr~ la conducta, más que a la relación que abarca efectos recíprocos,
cotidianos. Como forma de conocimiento -y no sólo de pragmática- mclmdos los que produce la conducta en el entorno como cambios que
la tecnología requiere de formulaciones teóricas específicas que le per- dependen de su emisión. La propuesta de Kantor no destaca como ob-
mitan adaptar sintéticamente el conocimiento científico a las condicio- j~to de análisis a ciertas formas funcionales de actividad del organismo,
nes identificadas como pertinentes a su aplicación conjunta con las de smo que pone de relieve la interacción misma entre el organismo y el
otras prácticas no científicas, que pueden incidir como aportac10nes ambiente como centro del interés teórico. El propósito inicial de una
funcionales a la solución de un problema concreto. teoría de la conducta es justamente formular una taxonomía que deli-
mite y clasifique los diversos niveles funcionales de interacción como
formas cualitativamente distintas de organización de la conducta.
En la medida en que la teoría del condicionamiento no define a su
objeto de análisis como interconducta, sino como actividad del organis-
mo, cae en una concepción organocéntrica del comportamiento. Toda

Cap. 1. Limitaciones de la teoría 39


38
concepción organocéntrica de la conducta, la reduce, por definición, al lo biológico, son abstracciones reconocidas de lo genérico, pero no abs-
análisis del organismo como centro de interés y, por consiguiente, con- tracciones de lo concreto específico. El concepto de organismo, de
cibe al comportamiento como un evento estrictamente biológico. El medio fisicoquímico, de medio ecológico y de medio normativo-institu-
concepto de interconducta, al romper con la reducción biologicista que cional, son abstracciones necesarias para situar a lo psicológico, pero no
impone la identificación del comportamiento con toda o alguna forma se las recoge como abstracciones de lo concretamente psicológico. A las
de actividad, permite, a la vez, establecer los límites teóricos necesarios disciplinas particulares les corresponde tomar a dichas abstracciones
para distinguir lo psicológico de lo biológico y lo social. Esta distinción como categorías de sus concretos específicos de análisis. Así como para
no es sólo de naturaleza morfológica, aun cuando tal dimensión sea per- la ciencia social (incluimos a la sociología, la economía y la politología
tinente en parte, sino que incide en la delimitación de formas funciona- cuando menos) el individuo es una abstracción necesaria para reconocer
les de interacción que intersectan lo biológico y lo social, sin que su las rela~iones sociales como un concreto empírico, para la psicología es
anáíisis pueda reducirse a las categorías específicas de las disciplinas necesario reconocer el organismo biológicamente determinado y a los in-
correspondientes a dichos objetos teóricos. dividuos operando bajo una normatividad social, como abstracciones
En la descripción de las categorías fundamentales de la representa- necesarias para que se dé lo psicológico como interconducta. Sin embar-
ción de campo, abundaremos en los modos específicos en que se expre- go, lo psicológico no es reductible a sus abstracciones limítrofes: lo
sa esta delimitación de lo psicológico en relación con lo biológico y lo social Y lo biológico, pues posee una especificidad concreta en lo empíri-
social. No obstante, examinaremos algunos aspectos generales del con- co que las categorías delimitantes al exterior no cubren adecuadamente.
cepto de interconducta, como herramienta delimitadora de lo específi- Así, mientras lo psicológico comprende la interacción del individuo
camente psicológico. (organismo humano o subhumano) con su medio (fisicoquímico, ecoló-
El proceder científico constituye un modo de conocer la realidad gico y/o social) en la forma de objetos, eventos y otros organismos y/o
que penetra en las propiedades de los objetos y eventos trascendiendo individuos, la biología se interesa por el organismo como sistema de re-
su concreción, pero su naturaleza abstracta no es. independiente de los laciones. El organismo incluye los eventos exteriores en la medida
contenidos empíricos que describe analíticamente. La validez de un en que afectan su estructura y funcionalidad como tal. La interacción en
objeto teórico de conocimiento depende, parcialmente, de la manera sí con el medio no es el punto de interés, sino la interacción que produ-
en que puede relacionarse con los objetos de otras disciplinas específicas cen los ~ventos del medio al interior del organismo (cualesquiera que
que también se proponen estudiar analíticamente un segmento de la sea la umdad estructural y funcional considerada como organismo). In-
realidad. Por ello, la utilidad del concepto de interconducta tiene que cluso cuando el medio es tomado como marco de referencia fundamen-
legitimarse no sólo al interior de la disciplina, sino por contraste con las tal, como ocurre en el caso de la ecología, el medio mismo es concebido
categorías definitorias de otros objetos teóricos que pueden sobreponer- como un sistema biológico total en el que se analizan sus relaciones in-
se o tener relación empírica con el universo de datos de la psicología. terMs. Cada organismo, o estructura biológica unitaria o genérica, es
En este contexto, es indispensable demostrar cómo el concepto de in- considerada como un elemento de un macrosistema más amplio.
terconducta puede delimitar la especificidad de lo psicológico, frente a En lo que toca a la ciencia social, ésta no puede concebir a las insti-
las disciplinas científicas que circunscriben empíricamente el comporta- tuciones, a las prácticas sociales ni a las relaciones de producción o a las
miento del organismo individual: la biología y la ciencia social. pol!t)cas al margen del reconocimiento de que éstas se dan en y entre
En los casos de ambas fronteras de conocimiento, el concepto de mdividuos, pero no puede dejar de considerar que lo concreto social es
interconducta, como objeto definitorio de la psicología, se ve obligado e! sistema de relaciones como tal, independientemente del actuar par-
a reconocer la existencia de un organismo biológicamente configurado ti~ular de cada uno y de todos los individuos particulares inmersos en
que interactúa con los objetos del medio circundante. Dichos objetos y dichas relacio1:es. Lo p~icológico, en cambio, es el vínculo que este sis-
eventos del entorno poseen tanto propiedades fisicoquímicas como bio~ tema de relaciones sociales tiene como prácticas y normas llevadas a
lógicas y sociales, y en esta segunda instancia componente de la defini- erecto por individuos con otros individuos. Lo que preocupa epistemo-
ción, es en la que se inserta el reconocimiento de lo social. Sin embargo, Jog1camente a la psicología es la interacción de lo social manifestada
y esto es fundamental subrayarlo, lo biológico y lo social se dan como com_o relación entre individuos. El concepto de interconducta, en este
abstracciones necesarias que no trascienden categorialmente en su espe- sentido, recoge esta interacción como su rasgo específico reconociendo
cificidad a determinar lo psicológico. Para expresarlo de una manera como condición necesaria la existencia y el funcionamie~to del sistema
consecuente, dentro del marco conceptual de la psicología, lo social y general de relaciones en que se da dicha interacción.

40 Cap. 2. La conducta como campo de interacción La conducta como campo de interacción 41


El concepto mismo de historicidad de los eventos que conform~n 3. Los estímulos.
cada uno de los campos empírico-conceptuales mencionados es corola- 4. La funci'.'m del estímulo (dependiente de la respuesta)
rio de esta lógica de definición de lo psicológico. La historicidad de lo 5. El orgamsmo. ·
psicológico se da como la acumulación de transformaciones en la fun- 6. Las respuestas.
cionalidad y diversidad de las interacciones del individuo con su medio 7. La función de respuesta (dependiente del estímulo)
fisicoquímico, ecológico y social. La historia de lo psicológico comien- 8. El o los medios de contacto. ·
za con el nacimiento -o quizá momentos antes-, y concluye con la 9. Los factores situacionales.
muerte del organismo. Por el contrario, la historicidad de lo biológico y 10.
~a h1·ston·a bii:terco~ductual, compuesta por la evolución del es-
lo social trascienden la historicidad de lo psicológico, aun cuando ésta t 1mu1O Y 1a 1ograf1a reactiva.
las resume funcionalmente en lo individual. Lo biológico se da históri-
camente en la evolución como filogenia, mientras que lo social se expre-
sa como formación socioeconómica transformada. Esta observación es Desde un pu1:to. de vista funcional, estos factores pueden clasificarse
en t res grupos pnnc1pales:
importante en tanto que señala la necesidad conceptual de considerar
que los tiempos de lo psicológico son diferentes a los de lo biológico y
lo social. En la medida en que estos tiempos son, valga la expresión,
asincrónicos entre sí, no pueden emplearse categorías de una de las dis-
ciplinas para describir o explicar los contenidos empírico-conceptuales
de las otras.
Finalmente, antes de examinar las categorías que conforman el con-
junto de relaciones que denominaremos campo interconductual, conviene
hacer dos aclaraciones adicionales. La primera es que en esta formula-
ción teórica, lo biológico es incorporado como reactividad del organis-
mo, y los cambios situacionales que éste introduce en una interacción,
como cambios de su propio estado. Sin embargo, esta reactividad y
disposicionalidad organísmicas no son descritas en el lenguaje de datos
de la ciencia biológica por las razones ya anotadas. La segunda es que
se incluye lo social como reconocimiento de una normatividad conven-
cional que define la reactividad del individuo como reactividad no bio-
lógica, y como sistemas de contingencias que se expresan en y como el
comportamiento de otros individuos. Por razones semejantes a lo seña-
lado anteriormente, lo social no es formulado tampoco en el lenguaje
de datos de cada una de las diversas ramas de dicha disciplina.

ELCAMPOINTERCONDUCTUAL

El campo interconductual es una representación conceptual de un


segmento de interacción del organismo individual con su medio ambien-
te. Este campo está configurado como un sistema de relaciones recípro-
cas en las que destacan, de acuerdo con Kantor (1959), los siguientes
factores:

1. Los límites del campo.


2. Los objetos de estímulo.

42 Cap. 2. La conducta como campo de interacción


El campo interconductual 43
El organismo está representado por la unidad ~iológica ~ue despli~ga cas, ecológicas o normativas que posibilitan la relación particular implica-
actividad en un ambiente particular. Como orgamsmo, e~ta const1~~ido da en una función estímulo-respuesta. En este sentido, el medio de
contacto designa exclusivamente las condiciones que hacen posible una
por subsistemas biológicos que int~ractúan con _los cambios energeticos
interacción, pero que no forman parte de la interacción. Son las con-
del entorno; dichos subsistemas se mtegran funcion~J1:1ente de m?do tal
que, de momento a momento y según _las ca!~ctensti~as determmantes diciones sí-no, 0-1 (cero-uno), participantes en un campo. El aire es el
medio de contacto para que se dé una interacción en la cual la función
en el ambiente, pueden variar su configurac10? reactlv~. ~ ~sta forma
particular de integración funcional de lo~ subsistemas b1olog1,cos de r~s- de respuesta implica morfologías sonoras, así como las características
puesta la denominaremos sistemas reactivos ~, aun cuando_ est?.s es tan normativas de las instituciones y prácticas sociales son las condiciones
constituidos por niveles biológicos de reactmdad,_ su org~1zac:º1'. f?n- que permiten que un individuo se comporte de una manera u otra. Por
cional no está determinada directamente por su mtegrac1on bi?log1ca. ello, los medios de contacto son, de facto, el referente categorial de las
La configuración funcional de estos s!stemas re~c~ivos puede_ mterde: disciplinas limítrofes o participantes en una interacción psicológica,
pender de las características fisicoquímicas y ecologicas ~~¡ ambiente, asi aunque no poseen el estatuto de eventos en lo concreto dentro de dicha
como de aspectos normativos establecidos por conven~10n, caso exclu- interacción.
sivo del ser humano. Por eso, tanto los sistemas sensonales como el fo- Los factores situacionales son todos aquellos elementos del campo
nológico y el gestural se consideran sistemas re~c'.ivos. A _l~s formas d~ de interacción que no están directamente configurados en el contacto
actividad del organismo, fraccionadas con proposito~ anahticos: especi- fu~cional, pero que lo afectan. Los factores situacionales, por consi-
ficas de la reactividad frente a objetos y eventos de estimulos particulares, gmente, son todos aquellos eventos, como colección de eventos en forma
se les considera como respuestas. En este sentido, _divers?s sistemas de una dimensión_ variable en lo continuo, u objetos o eventos singulares,
reactivos pueden compartir la misma respuesta, y un mismo sIStema, r~ac- que no entran d1rectamente en la interacción organismo-objeto (s) de
tivo puede estar constituido por diversidad de respuestas, morfologica- estímulo de!imitante (s) de la función estímulo-respuesta particular. Es-
tos eventos singulares, o colecciones de eventos, pueden ubicarse tanto
mente hablando. . en el interior como en el exterior del organismo, es decir, pueden ser
La función de estímulo y de respuesta se da como un to~o msep~a-
ble en la forma de función estímulo-respuesta. Se deno1:1rna funcio~ variaciones organísmicas o ambientales (aun cuando en condiciones par-
de estímulo-respuesta a los estímulos y respuestas, de ob¡etos de esti- ticulares se manifiesten como "constantes") y, por consiguiente, podrían
mulo y de un organismo particular, que hac~n contacto ~uncional -es considerarse como el contexto de la interacción; aun cuando no for-
decir que interactúan- en un sistemadetermrnado de relaciones. El con- man parte de la función estímulo-respuesta, afectan las características
tacto' funcional al que nos referimos no significa, de modo alguno, cualitativas y cuantitativas de la interacción.
contacto directo de naturaleza mecánica, sino que uno Y otro se afectan La historia interconductual incluye a todos los segmentos previos de
recíprocamente. Por consiguiente, este con!acto, com_o función, puede interacción Y, por ende, está compuesta de dos dimensiones principales:
darse incluso en ausencia del objeto de estimulo particular, como sue- la evolución del estímulo y la biografía reactiva. La evolución del estí-
le ocurrir con los estímulos sustitutivos e implícitos. La función d~ _es- mulo hace referencia a las variaciones que un estímulo particular ha te-
tímulo-respuesta, como veremos más adelante, es el elemento ~ntico n!do en, el pas~do como elemento de funciones estímulo-respuesta. La
definitorio de la organización de un campo interconductual. Es impor- b1ografia reacllva, por su parte, designa las variaciones que una respuesta
tante señalar que, como en el caso de los elementos p_revios al campo de particular ha sufrido como componente de funciones de estímulo-res-
interacción una función de estímulo-respuesta no tiene corresponden- puesta. Desde el punto de vista del análisis de un campo determinado
cia biunívo'ca con organismos, objetos de estímulos, estímulos, sistemas d~ _interacción, la historia interconductual se manifiesta como la proba-
reactivos o respuestas particulares. Así, el componente de respuesta de bibd~d de ~ontacto_ funcional entre un objeto de estímulo presente (y
una función puede incluir a diversos organismos, diversos sistemas reac- sus dimensiones estlmulativas) y la respuesta de un organismo disponi-
tivos de un mismo organismo o respuestas de diversos sistemas reactivos. ble frente a esas condiciones de estímulo. Por consiguiente la historia
De la misma manera, el componente de estímulo de una función P;!ede participa como un factor actual, coetáneo al campo en tér~inos de los
incluir a diversos objetos de estímulo, a estímulos diversos de un mismo objetos de estírr~u_lo y respuestas pertinentes que u~ campo de interde-
objeto o a valores particulares de una misma dimensión de estímulo o pendencias propicia en un momento determinado.
de un estímulo específico. . ~stos elementos diversos de un campo interconductual se integran
51 medio de contacto es el conjunto de circunstancias fisicoquími- funcionalmente, como ya lo habíamos mencionado, en tres grupos de

Cap. 2. La conducta como campo de interacción El campo interconductual 45


44
factores: la función estímulo-respuesta, los factores disposicionales Y de cierta mane_ra ante _los objetos de estímulo, independientemente de
el medio de contacto. A continuación procederemos a examinar sus las crrcunstancias fu?-c1onales del campo; lo mismo puede aplicarse a las
características funcionales. cond1c1ones que definen el estado del organismo o el contexto situacio-
Como ya hemos dicho, la función estímulo-respuesta se refiere a los nal en_ el entorno. De esta forma, los factores contextuales u organísmi-
segmentos de respuesta y de estímulo que hacen el contacto interactivo. cos disponen la probabilidad de ciertas formas de interacción. Los
La función, sin embargo, no sólo implica una relación entre el orgams- conceptos vinculados a la motivación designan precisamente la acción
mo y el ambiente en términos de dichos segmentos particulares, sino de este tipo de variables, aunque lo hacen en forma matizada por mode-
que define formas cualitativas de relación. Estas últimas son, de hecho, los duahstas.
los elementos fundamentales para una taxonomía de la conducta, pues El medio de contacto se refiere a todas las condiciones necesarias
describen niveles distintivos de organización de las interacciones del para que p~eda darse_ una interacción. 'En otras palabras, designa el con-
organismo con el ambiente. Así, el concepto de función define la '.ela- Junto de crrcunstanc1as que posibilitan una interacción. Cuando corres-
ción comprendida en el campo interconductual, aun cuando dicho ponde a las propiedades fisicoquímicas de la interacción, se reconoce
campo incluya un conjunto adicional de variables que, estrictame:ite_ no como una abstracción límite, cuyo contenido es campo de estudio disci-
forman parte de la función estímulo-respuesta como tal. En el s1gmen- plinario d~ la fisicoquímica. Lo mismo puede decirse del medio de con-
te capítulo, examinaremos las diversas funciones contempladas por la tacto ec~log1co, como abstracción límite contenida empíricamente por
taxonomía aquí desarrollada, así como los criterios que las fundamentan la biologia. En_lo que toca al medio de contacto normativo,ésterecono-
como formas cualitativamente distintas de organización de la conducta. ce las convenciones, reglas y prácticas que constituyen las instituciones,
Los factores disposicionales incluyen los factores situacionales Y la relaciones Ycostumbr~s so~iales como contenido concreto de la disciplina
historia interconductual. Aun cuando ambos factores se refieren amo- correspondiente: la c1enc1a social. No obstante, en este caso particu-
mentos diferentes de las interacciones del organismo con su ambiente, lar conviene abundar en dos aspectos. Primero, el medio de contacto
su acción en un campo interconductual particular es funcionalmente n_ormativo implica la necesidad de identifkar sistemas de reglas y conven-
sincrónica. Esto debe haber quedado claro cuando describimos la histo- c'.o_nes particulares para el campo diferencial que lo contiene como posi-
ria interconductual como la reactividad funcional coetánea, con la cual bihtador. La naturaleza convencional de las prácticas sociales establece
el organismo se dispone a establecer contacto con objeto_s parH~ulares la necesidad empírka de identificar, o cuando menos aceptar, la dife-
de estímulo en un campo determinado. Los factores d1spos1cionales renciahdad de relaciones posibles que cada medio particular posibilita.
son conjuntos de eventos, tanto por su naturaleza histórica como por Por otra parte, en la medida en que el medio de contacto normativo
ser eventos cuyas dimensiones múltiples varían continuamente Y, como ~phca,_ por definición, relaciones convencionales, la posibilitación de
tales, no pueden entrar en contacto directo como momentos más o me- mteraccio~es en un campo así especificado establece la necesidad de dis-
nos discretos de la interacción entre el organismo y el ambiente. Al ser poner _de sistemas reactivos que correspondan a la convencionalidad es-
colecciones de eventos pasados y presentes, su función particular no es tablecida.
constituir una relación, sino afectar cuantitativamente las características Tanto lo~ organisrrws humanos como los subhumanos están dotados
de dicha relación, al grado de que cuando en un campo puede darse op- de una _capacidad reactiva que depende biológicamente de ciertos factores
cionalmente más de una forma cualitativa de interacción, los factores filogeneticos Y de la maduración ontogenética. Estas capacidades reac-
disposicionales influyen también en la organización cualitativa del cam- tivas compre_nden todos y ca?a uno de los sistemas sensoriales, motores,
po. Los factores disposicionales no participan directamente en la fun- neur?endocrin?s: Y otros mas que constituyen la intrincada estructura
ción, pero laprobabilizan, dado que fungen como elementos facilitadores funcional b1ol?~ica de los or~anismos. Dichos sistemas reactivos tienen
o interferentes con una forma particular de interacción. Es en este sen- una gran plastmdad, y permiten que los organismos sostengan los inter-
tido en el que son factores que disponen el que una interacción pueda cambios requendos__con su medio par/! asegurar la supervivencia indivi-
establecerse, sin ser los responsables exclusivos ni los participantes de dual Y la reproduccion de la especie. Estas son capacidades que aunque
dicha relación. modulada~ por el ambiente en el curso del desarrollo individual, depen-
La correspondencia de la historia interconductual con los requeri- den Y estan, limitadas por _las características estructurales y funcionales
mientos funcionales del campo coetáneo puede facilitar el establecimien- de la bwlogza de los orgamsmos.
to de la relación particular, así como una historia poco diversificada puede . En e~ta medida, ª. falta_ de factores supraordinados, la operación de
constituirse en una propensión o tendencia estereotipada a tesponder dichos sistemas reactivos siempre está vinculada funcionalmente a for-

46 Cap, 2. La conducta como campo de interacción


El campo interconductual 47
los eventos en forma de interrelaciones sincrónicas. Es conveniente se-
·t· de reactividad frente a los eventos del ambiente, o a la fialar que postular una concepción de campo dentro de la psicología, no
mas automa 1cas . t ble
. ·dad diferencial ante propiedades funciona 1es que se es ~ .• significa trasladar modelos de otras disciplinas- como ocurrió, por ejem-
respo;s1:~tir de la interacción con el medio en el curs? de la h1stona m- plo, en el caso de Kurt Lewin y su modelo topológico de la conducta.
~~~iduil de los organismos. Sin embargo, nunca es_pos1ble~esi1gard1c~as La concepción de campo como sistema descriptivo y explicativo de
propiedades funcionales de las relaciones y propiedades .e dº\ even os eventos y fenómenos de la realidad ha asumido muy diversas formas, no
oncretos en sus dimensiones espaciotemporales. El me_d10 e os_o'.ga- sólo en cada una de las ciencias especiales, sino incluso dentro de la pro-
c ismos cdnstituye en este nivel, un entorno fisicoquím1co y ecolog1co. pia física, en donde por vez primera se designó explícitamente de esta
n Por razones hi~tóricas difíciles de precisar todavía, el ser hum_ano, se manera al esquema de análisis fundamentado en la búsqueda de interde-
•senvolvió en una serie de circunstancias típicas de 1~ ~spec1e, que pendencias. Por ello, es importante-sellalar que la formulación del
!V ermitieron crear' a partir de los sistemas reactivos b1olog1cos_ prop.1os, campo interconductual realizada por J. R. Kantor no es un trasplante
X:u~vos sistemas reactivos funcionalme~te autón?fi:ºs de su biologia Y de algún sistema descriptivo tomado de otra disciplina, y en especial, de
de los eventos de su entorno fisicoquím1co Y ecolog1~0. .. la física.
Estas circunstancias no sólo incluyen la compl~J1dad especifica d~l Ante la necesidad de replantear y reinterpretar las observaciones y
• ervioso del hombre, y la plasticidad funcional de sus extren_n· relaciones descritas por la teoría del condicionamiento, hemos conside-
::1ee~~ ~parato fonador, sino también la naturaleza esencmlmente social rado que el concepto de contingencia puede ser una categoría clave si se
de su medio ambiente. Ambas condido1;es fueron md1spensables ~n le considera como elemento "puente". Esta consideración se basa en
el surgimiento del hombre como especie, mdepend1entemente de cuan dos razones. La primera radica en que el condicionamiento, como
pertinente sea preguntarnos acerca de la primacía de una u otra en este método de análisis empírico, constituye un sistema de programación y
proceso evolutivo. . h análisis de contingencias que, por las razones anotadas anteriormente,
La naturaleza social del ambiente que caractenza al entorno umano no fue descrito adecuadamente por el esquema conceptual derivado del
se traduce en sistemas de relaciones cuyas propi~ades Y_ dep~ndencias paradigma del reflejo. La segunda, en que cuando el concepto de con-
surgen en el interior de las mismas en forma de practi~s mtermd1v;dua- tingencia se visualiza en términos de dos eventos comprendidos en la
les que por consenso, implican una normatividad exp\lcita o 1mphcita. relación, significa condicionalidad o dependencia recíprocas y, por con-
Esta n~rmatividad, que se expresa en forma de convenc101:es, impone a siguiente, se ajusta de manera natural al análisis de campo de los eventos
la reactividad específicamente humana esa misma caract~nstica d~ co~- relacionados interactivamente.
. 1·d d La forma de las respuestas humanas no solo es arbitrana B. F. Skinner introdujo el concepto de contingencia en la teoría de
venc1ona I a . . 1 b· 1 • d
en lo que toca a la correspondencia fu~donal_d1rncta entre.ª. 10 ogia ~ la conducta, si bien ya estaba contenido, en forma implícita, en las
dicha reactividad y las propiedades f1s1coqmm1cas Y ecolog1cas ~el ~~ descripciones del procedimiento de condicionamiento clásico como re-
t ino que además se adquiere en el proceso del desarrollo mdm· laciones condicionales. La terminología original de Pavlov, que enfati·
J
dor~o, 1 sistem~ reactiv~ humano por excelencia es el lenguaJe, Y no zaba la condicionalidad de las relaciones entre los eventos de estímulo y
sil~· lo es como repertorio de fonemas, sino ta!1;b_ién de graf1smos Y ges- de respuesta se transformó en denominaciones de efecto permanente
tos Por consiguiente el primer paso en el analms experimental de la gracias a la traducción inglesa, realizada por Anrep, de Los reflejos con-
co~ducta psicológica 'específicamente humana, e_s esclarecer _el proceso dicionales. Los estímulos y reflejos condiciona/es se convirtieron en e&-
de adquisición del lenguaje como sistema re~ctivo conve_nc1onal, Y la tímulos y reflejos condicionados. Esta conversión se estableció como
forma en que influyen las diversas clases de sistema reactivo en el des· tradición lingüística en la descripción de las relaciones entre el organis-
arrollo de las funciones sustitutivas. mo y el ambiente, y fortaleció el empleo de los conceptos y descripciones
que se referían a efectos más que a relaciones, como el condicionamien-
to en un principio podía sugerir por lo menos como una alternativa
ELCAMPOINTERCONDUCTUAL entre otras.
COMO SISTEMA No obstante que en capítulos posteriores examinaremos esto con
DE CONTINGENCIAS especial detenimiento, es importante identificar cómo ocurre este proce-
so descriptivo-explicativo en el análisis que hace Skinner del condicio-
Hemos subrayado que la concepción de campo, como alt~rna_tJva al namiento operante. Se pueden identificar dos caracterizaciones de la
esquema causal heredado de la mecánica, formula la determmac1on de
Sistema de contingencias 49
48 Cap. 2. La conducta como campo de interacción
contingencia, ambas relacionadas con el análisis y la definición del re- pichón, Skinner presentó un procedimiento de tiempo fijo de entrega de
forzamiento. . comida irrespectiva del comportamiento del animal. Como consecuencia
En el condicionamiento operante, el reforzamiento representa una de este procedimiento sostenido, se observó que, al no predeterminar
forma especial de intercambio entre el organismo y !os eventos del en- una respuesta particular sobre la cual evaluar (y restringir) el efecto del
torno. Si nos atenemos a la designación misma de la r~sp~es~~ como estímulo no contingente sobre una acción particular, el animal des-
operante (o que opera sobre el am~iente), es!e intercambio s1g?1f1ca que arrollaba patrones más o menos estereotipados que se transformaban
los cambios producidos en el ambiente son importantes, funcionalmen- gradualmente en el transcurso de las sesiones, y que se repetían de ma-
te, en el grado en que dependen de la emisión de la respuest~; En otras nera consistente durante el intervalo entre estímulos. Era evidente que
palabras, las consecuencias de estímulo que defmen a la relac1~n operan- los estímulos producían un efecto sobre el desplazamiento y la topogra-
te son las consecuencias producidas por la respuesta del orgamsmo Y no fía del comportamiento del animalritun cuando su presentación no
c;alquier cambio de estímulo que siga e~ tiempo a la respuesta. ~n este fuera contingente a dichas dimensiones. Los parámetros vinculados a la
sentido, se puede decir que el reforz8:mento, c~mo evento _d~ estimul?, geografía y el momento del contacto del estímulo con el comporta-
es contingente a la respuesta, es decrr, dependiente, cond1c10nal o crr- miento del animal parecieron ser decisivos para conformar los patrones
cunstancial a la acción particular del organismo. El segundo aspecto de conducta modulados poda comida. Skinnerinterpretó estos hallazgos
importante de este intercambio contenido en la ~~!ación oper~nte es el considerando, primero, que al seguir la comida al patrón de conducta
efecto que el estímulo tiene, a su vez, sobre la acc10n del ~rgamsm?. Al conformado se trataba de conducta controlada por las consecuencias y,
margen de que la relación comprendida en el inter_camb10 orgamsm~- por ende, de conducta operante; segundo, que la contingencia significa-
ambiente, descrito por el método de la operante hbr~, pue~e _ser mas ba solamente que el estímulo seguía en tiempo a la respuesta. De ésta
compleja y amplia que lo que la triple relación de contmge?,cia mcluy;, manera, la contingencia quedó caracterizada como un efecto consecuen-
el reforzamiento, como categoría descriptiva_de dicha relac1on, tamb1en te sobre la respuesta -sin considerar el efecto sobre el ambiente-, y
implica un efecto sobre la respuesta del orgamsmo. Este efecto se formu- como un efecto determinado solamente por la contigüidad temporal
la como un cambio cuantitativo en la respuesta del orgamsmo, preferen- -estando implícita la contigüidad geográfica- entre la respuesta afecta-
temente en ocasiones semejantes, que se observa como un aumento en da y el estímulo.
la frecuencia de la respuesta, o como cambios en la tasa de respuesta, Tal como fue formulada en el análisis experimental de la conducta,
según los criterios temporales y de razón que la contingencia de reforza- la contingencia quedó convertida en un concepto descriptor de futuros
miento prescribe. . . . efectos producidos por un estímulo subsecuente y próximo a la respues-
En resumen el reforzamiento comprende dos aspectos defmitonos ta afectada. Quizá la característica más pertinente -el hecho de que el
como contingen~ia. Primero, la presentación del estímulo ~ondic!onal a estímulo dependiera de la respuesta-, las más de las veces quedó como
la ocurrencia de la respuesta predeterminada por la contmgenc1a. Se- un mero recurso de procedimiento para asegurar el efecto deseado en
gundo, cambios posteriores en la frecuen_cia o t~sa de respues!a con base términos de "reforzamiento". Al omitir conceptualmente, como crite-
en los criterios prescritos por dicha contmgen~ia. ~ste camb~o. en la res- rio, la dependencia del estímulo respecto a la conducta del organismo,
puesta se interpreta en términos ?e la func1?nahda~ adqumda por la la clasificación dicotómica del comportamiento en operante y respon-
acción del organismo para producrr los cambios contmgentes en el am- diente se redujo a una pura sensibilidad diferencial de las respuestas a
biente que la afectan. Sin embargo, en The Behavior, of _Organisms variables que las anteceden o que las siguen en tiempo. No se consideró,
(1938), Skinner analiza el reforzami~nto solamente en termmos de los teóricamente, la importancia clave de la participación del organismo en
efectos producidos sobre la frecuencia subsecuente de la resp~esta. De la organización misma de las dependencias entre los eventos del ambiente
este modo caracteriza al "reflejo" operante por su dependencia respec- que lo afectaban recíprocamente. Esta observación no se hizo explícita
to al refor~amiento (págs. 61-62), y al cambio resultante co1;10 efecto hasta que Schoenfeld y colaboradores (1973) señalaron que en el condi-
sobre la respuesta en términos de la relación temporal del estimulo con cionamiento operante la contingencia significaba que la distribución
la respuesta (pág. 62). temporal de los estímulos dependía de la distribución de las respues-
Este interés -podríamos decir tecnológico- sobre los efectos de la tas, Y que, al mismo tiempo, esta distribución era afectada por los estímu-
operación de estímulo en la frecuencia de la respuesta que lo produce, los en la medida en que el procedimieato empleado restringía el contac-
condujo a la segunda caracterización de fa
contin~,encia, ~º:?º,;Yª se to temporal y espacial de éstos a una respuesta predeterminada que los
apunta en la última referencia. En el estudio de la superst1c10n en el producía.

50 Cap. 2. La conducta como campo de interacción Sistema de contingencias 51


Dado que el concepto de contingencia, tomado en su integridad
cuando se aplica al campo de la conducta operante o de cualquier otra poco los cambios cuantitativos art·
forma de interacción entre eventos, significa dependencia recíproca entre de acciones del organismo in P ic~lares que ocurren en un conjunto
eventos, y dependeµcia no necesariamente referida a su presentación dada, son el efecto por exi:m. vo1u1f ~s en una interacción de campo
sino también a las propiedades funcionales de los mismos, consideramos sus variaciones paramétricas s:U~i ob. s; stema d_e_ r_ela~iones completo y
que puede ser recuperado para descnbir las interacciones organismo-am- que que se estudie "el todo" ab t ~~ o de analis1~, sm que ello signifi-
biente y su organización diferencial en términos de relaciones de campo.
t
t
mediación como propiedad estru rae o.d Se estudian las relaciones de
dencia de todos y cada uno de ur~te el todo, pero no la interdepen-
La organización de los factores constitutivos de un campo interconduc-
tual en la forma de relaciones de contingencia cualitativamente distintas, ¿Qué papel desempefían el ~;á~ ~mentos _Po~enciales involucrados.
puede proporcionar un criterio adecuado para clasificar las funciones de factores que no constituyen Part . ~1s cuantitatlvo y la acción de los
estímulo-respuesta, identificadas como procesos estructurados en nive- puesta como_relación de mediació:?m e,gral de la función estímulo-res-
les jerárquicos diferenciales. La func1on de estímulo-res t d .
¿Cómo analizar las interacciones particulares entre el organismo y el po d~. contingencia en la forma d~~s ~- es~nbe la_ or?anización del cam-
ambiente cuando se caracteriza el campo como un sistema de organiza- func10n, sin embargo puede n il?º. e m~iac1ón específico. Esta
ción de contingencias interdependientes? La tarea fundamental es iden- cuantitativamente afedtada por~~: f:C~piciad~ 0 1_n!erferida y, siempre,
tificar y describir formas generales de estructuración de las dependencias en el campo de contingencias pero ores dtpos1cionales que coexisten
de presentación de los eventos y de sus propiedades funcionales median- las relaciones de interdependenc· ¿ue no orman Parte intrínseca de
te el análisis de las interacciones como segmentos sincrónicos. Los pará- Lo~ factores disposicionales se ma~~ el contacJo ?rganismo-ambiente.
metros cuantitativos de estas interdependencias deben considerarse estimulo-respuesta más probabl 1~estan en termmos de la función de
como subordinados a la caracterización cualitativa de las relaciones. La el campo de contingencias as. e a acer contacto por vez primera con
distinción de formas cualitativas de una interacción como organización situación ambiental y el p' ! como P_or los factores contextuales de la
.. rop10 organismo D' h f
de un campo de contingencias, parte de la identificación de tipos de me- en 1a relac10n de contingencia pero , 1 t . ic os actores no entran
diación de dichas relaciones de contingencia. grado que pueden influir en ;u no s1 a a ectan cuantitativamente, a tal
La mediación se define como el proceso por el cual diversos eventos o_t_ras formas de mediación opcio ¡°currenc1a o en la probabilización de
entran en contacto recíproco directo y/o indirecto. Esta mediación no c1on y en los propios req~erim~e~~s, con ba~e en la historia de interac-
es simplemente un proceso de dos etapas, como se ha formulado tradi- establece, como Primer contacto e os !que e campo de contingencias
cionalmente en los modelos dualistas cognición-conducta, sino que cons- ca~p_o, por consiguiente, debe incl~~r el ambiente. Toda descripción de
tituye, en lo fundamental, un proceso en el que un elemento, participativo
de una relación de interdependencias más o menos complejas, es decisi-
posic1onales, como condiciones . . . 1 1 form_a en qut los factores dis-
continuos, afectan e influyen la:;~::c~s e una mter_ac~~ón, Ysus cambios
vo o clave como propiedad estructurante de la organización del sistema cen entre un organismo y el b' wnes de med1ac1on que se estable-
interactivo. Diversas formas de participación estructurante arrojarán dependientes. am iente, en forma de contingencias ínter-
diferentes formas cualitativas de organización del campo de contingen- Este efecto cuantitativo im líc't
cias. El elemento participante que estructura el campo es el elemento posicionales que magnifica~ 0 ~- i .0 en el examen de los factores dis-
mediador, y la forma particular de mediación involucrada caracteriza terísticas de una relación de ~~mmuyen la probabilidad y las carac-
una estructura cualitativa del campo de contingencias. De este modo, no agot~ el análisis cuantitativ~º~/~f:tac~a tª:!icular como_ interacción,
las funciones estímulo-respuesta pueden ser descritas como contactos -de contingencia contienen d1'me . e ac1on. Las propias relaciones
organismo-ambiente, que representan formas de mediación estructuran-
·
1as interacciones particulares J ns1ones
t paramétneas· en ¡as que varían
· d
t neo e las relaciones de e t· • us amente
. se pu d ir de1 ana•11s1s
a par¡· ..
parame'_
tes de un campo de contingencias interdependientes. • on mgencia
En un esquema de esta naturaleza, como ya hemos reiterado, no c10n~les y enunciados legales que a O e ~n. extraer relaciones fun-
puede aplicarse el análisis de tipo causal. La interdependencia de los func1onal que se propone L t P ye!1 empmcamente la taxonomía
· a axonomia de f ·
factores del campo convierte a la descripción en un proceso conceptual- ma de clasificación de la conduct . unciones, como un siste-
mente sincrónico, aun cuando los eventos particulares descritos ocurran f1nal del comportamiento . ..ª' ~onstituye, no una "explicación"
. , smo mas bien un m
en momentos diferentes. El elemento mediador de las contingencias en ca, onenta, plantea y delimita los rob! ar~ _conceptual que ubi-
el campo no es la causa de la relación particular estudiada, como tam-
pande con las relaciones emp. .
1;
se ve apoyada empíricamente en meli~:s/mpmcos .. 1:a taxonomía
n que su logica se corres-
meas que propone clasificar, sistematizar
52 Cap. 2. La conducta como campo de interacción

Sistema de contingencias 53
. en ue su correspondencia conceptual es
y plantear como factibles, Y ~ d . Por ello no concebimos, en
más adecuada que_ la _de otro~ ª 0
\~:~onfirma~ión directa, que pre-
este sentido, un cnt~,nodde/~~~rí:c~ea "reflejar la realidad", como si en
suponga q~~ la '.untc'1f~n ;l taª fuera independiente de los criterios concep-
la abstracc1on cien l 1ca es
tuales empleados para conocerla. 3
Hacia una taxonomía
funcional de la conducta

Formular una taxonomía funcional de la conducta es central en cual-


quier intento sistemático por identificar y analizar niveles jerárquica-
mente organizados de interacción del organismo con su ambiente. La
taxonomía así propuesta, debe delimitar formas cualitativas de función
estímulo-respuesta, como categorizaciones de las diversas clases de me-
diación que pueden darse en un campo de contingencias,
Debe aclararse, por anticipado, que un esfuerzo sistematizador de
esta naturaleza no tiene ninguna vinculación con el enfoque funcionalis-
ta. El funcionalismo, cuando menos en psicología, se ha planteado la
explicación del comportamiento -o de las actividades psicológícas en
general, sean o no "mentales" - en términos de un propósito o finalí-
dad a los que es funcional, Esta intencionalidad, expresa en su función,
obliga a describir el comportamiento con base en algún criterio determi-
nado o regulado por la adaptación, el hedonismo, la costeabilidad y otros
principios por el estilo. Nada hay más alejado de nuestro propósito que
adoptar una aproximación teórica de esta naturaleza, El concepto de
función se toma como equivalente a la estructura de una interacción
más o menos compleja, en la que todos los elementos son interdepen-
dientes aun cuando sólo algunos de ellos desempeñen, en un momento
particular, el papel crítico de mediar la estructuración de la interrelación,
No hay ningún factor "sobreimpuesto" o "implícito" en la interacción
que la determine,
El objetivo de un análisis experimental del comportamiento es preci-
samente identificar las condiciones históricas, situacionales y paramé-
tricas de los factores que participan en medios particulares de organiza-
ción de las interacciones entre organismo y ambiente. ·
Introduciremos varios conceptos adicionales para examinar la cues-

55
54 eap. 2. La conducta como campo de interacción
tión relativa a una taxonomía funcional del comportamiento. Estos
otro. Esta distinción es importante .
conceptos se refieren a tres aspectos fundamentales: en ocasiones sólo pueden tener propJe~u~s u~ organismo_ y su ~ctividad
que la conducta de un organismo ten a es ~ evento fis1coqu1mico. El
l. la morfología de los elementos envueltos en una interacción or- mico depende, hasta cierto ado d ga propiedades de evento organís-
ganismo-ambiente;
2. el desligamiento funcional, como proceso diferenciador de los
fa
organismo. Por eso también P ~ _e ¿ºJ efectos que tenga sobre otro
ta no es necesariamente organís~ic~1e a como evento de una respues-
distintos niveles jerárquicos de interacción conductual y a su dimensionalidad fisicoquímica. ' Y puede limitarse exclusivamente
3. las transiciones y el desarrollo desigual de las competencias con- En lo que toca a la propiedad .
ductuales, como clases morfológico-funcionales específicas de tímulo o de respuesta ésta e . convencional de un evento, sea de es-
interacción. grupo social Y, normalmente s eas1gnad_~ por la conv_ención o acuerdo del
en que tiene lugar Igual qu'e s esplec1fica de las circunstancias sociales
. enecasodelos t ,
que un ~vento posea morfología co . even os orgamsmicos,
convenc10nal desde un punto d . nvetc1onal no asegura su propiedad
LOS ELEMENTOS MORFOLÓGICOS
vamente como evento organ1'sm~ v1staf. ~ncional; puede afectar exclusi-
DE LA FUNCIÓN
me dI.d a, de la respuesta del org 1co
. o !Slcoquímic
1 o. Depen de, en cierta
Es conveniente hacer dos i~~~~o ª. que afecta.
Si bien ya hemos mencionado que los elementos que constituyen . fológicas de los elementos que p r a_c1ones sobre las propiedades mor-
un campo interconductual poseen propiedades morfológicas -y, por puesta. En primer término ar icipan ~n una función estímulo-res-
ende, funcionales- diversas, no hemos hecho un recuento sistemático 1
morfología de tipo convencí~ e Ique un obJeto de estímulo posea una
de esta cuestión. En líneas generales, los elementos que constituyen mor- piedades contenidas (organí~~~;o/x~l1:ye la _ac~ión de las demás pro-
fológicamente la función de estímulo-respuesta pueden clasificarse con un mismo objeto como estím I Y o is1coquim1cas), de modo tal que
base en tres propiedades distintivas: propiedades no organísmicas o fi-
sicoquímicas (0), propiedades organísmicas (O), y propiedades conven-
base en las tres p;opiedades simu
particular. Es fundamental
f¡. puede afec!ar funcionalmente con
u banea o sucesivamente a un individuo
cionales (O). dad de un evento en térm1·n' n? ? stante, no presuponer la funcionali-
Por definición, los objetos de estímulo con propiedades convencio- , os umcamente de u f ¡ ,
esta pueda constituir la cond· . , . s mor o ogia, aun cuando
nales, así como las respuestas, contienen a su vez propiedades organís- gundo lugar, los eventos con i~on nec~sana de su funcionalidad. En se-
micas, en ocasiones, y propiedades fisicoquímicas, siempre. Todo objeto distinguen, en principio en su/p~r?tt~a~es morfológicas señaladas, se
de estímulo y/o todo estímulo tienen, necesariamente, una dimensión a un organismo. Los ev~ntos fi . s1 1,1 ~ es de afectar funcionalmente
fisicoquímica de ocurrencia, aun cuando dicha dimensión no defina su biología del organismo con ba ~s1eoqu1m1co~ inciden directamente en la
funcionalidad. De este modo es posible, e indispensable en ocasiones, sus características particulare/ en Jus propiedades energéticas Y, según
especificar las propiedades organísmicas y convencionales de un evento, menor duración. En cambio Ío~ue en tener un~ mfluencia de mayor o
enumerando y describiendo sus características no organísmicas. Esto no tam~nte de la historia de inte~cam~~intos orga~1smicos dependen direc-
significa, obviamente, que las propiedades convencionales u organ ísmicas ocas1ones, de la Posibilidad d .del orgamsmo al que afectan y en
se reduzcan a las propiedades fisicoquímicas, pero sí establece la con- de tipo filogenético a ciertaes qfoue ex1sdtan susceptibilidades diferenci;les
veniencia de incluirlas como punto de partida. Por propiedades fisico- · rmas e movim• t .
orgamsmos como comportamient d _1en os compartidas por
químicas entendemos todas aquellas dimensiones energéticas que hacen eve~tos organísmicos son evanesce~te: ela especie. En este sentido, los
contacto directo, o a distancia, con los diversos sistemas sensoriales de se limita a los momentos en que n _tiempo, Y su acción funcional
respuestas del organismo: calor, color, sabor, olor, etc., o bien, las p r ocurre el mtercambio
propiedades dimensionales de la actividad del organismo que tienen un
.º su parte, los eventos convencionale .
propiedades de los eventos organ, . s comparten estas mismas
efecto similar en otro(s) organismo(s). Por propiedades organísmicas dos aspectos fundamentales 1sm1cos, pero se distinguen de ellos en
entendemos todas aquellas dimensiones de estímulo producidas por un ligamiento. Primero que 10; ~~:~ veremos m~s adelante, relativos aJ des-
organismo que afectan como conducta a otro organismo. En .conse-. relación de correspo'ndenc1·a 1· _os convencionales no guardan ninguna
cuencia, los eventos organísmicos incluyen siempre alguna forma de nvariante con la b. 1 ,
con las propiedades fisicoquímicas de 1 . 10 og1a ~el organismo ni
movimiento o acción de un organismo que afecta, en tanto conducta, a puesta convencional a un event f' . os ?b)etos de estimulo. Una res-
o 1S1coqu1m1co no es independiente de
56 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
Los elementos morfológicos de la función 57
- . ·den tificarlo como tal, pero dichas propie- Consideramos que cuatro factores confluyen en el proceso de desli-
las propiedades que permiten 1 t . evitable como morfología con- gamiento de la conducta: a) la diferenciación sensorial, h) la diferencia-
dades no producen ninguna re~pues a in . mo Tampoco los eventos ción motriz, y en especial la capacidad de manipulación y de motricidad
vencional en la biología reactivaddel o_rg;;~sa fo·rma especial de corres- fina, e) la vida en grupo intraespecífico con formas interactivas de orga-
de estímulo convencionales guar an n_m les o no convencionales de . nización social -aunque primitivas-, y d) la existencia de un ambiente
. rf 1 g ·as convenc1ona · normativo estructurado con base en convenciones, es decir, acuerdos
pondenc1a, son mo. o o 1 tas correspondencias se establecen a 1o
respuesta predeterminadas. isctual del individuo, Segundo, en tanto las tácitos o expresos -construidos históricamente- que trascienden las
largo_ del desarrollo 11:tercon :e los eventos pueden ser producidas ~orno circunstancias inmediatas de la "naturaleza". La observación sistemática
propiedades convencional_es , . de trascender el momento particular de las diversas formas de conducta que se dan a lo largo de la escala fi-
grafismos, tienen la capacidad ~::ca s propiedades de los eventos con- logenética, indica que estos factores--·pueden ser claves del proceso de
de la interacción. En este sen i o, 1a. nte evanescentes Y en tanto desligabilidad funcional del comportamiento.
. que ser necesaname ' . . "d La diferenciación sensorial permite formas coordinadas y diversifi-
vencionales no tienen d 1 portamiento de otros ind1v1 uos,
se objetizan como producto e co~istancia en tiempo y espacio. Esta cadas de reactividad a los eventos en el ambiente, que permiten las prime-
pueden tener efectos permanen, tes:~ oro espacial de los efectos de es- ras formas del desligarniento: responder a los eventos en térn.inos de su
última propiedad,_?e traslac1on / ~ encial para comprender las carac- relación contextual en el ambiente. La motricidad fina y la capacidad de
tímulo de una accion conductua ' es. s t humano posibilitadas por su manipular· objetos permite alterar directamente las relaciones entre los
. • t· del comportam1en o , eventos del ambiente y el organismo, en la medida en que el propio orga-
terísticas d1stin iva~ . · 1 específica.
naturaleza convencional, es decrr' socia nismo puede producir la presentación de los eventos o ponerlos en con-
tacto funcional por medio de su desplazamiento. La convivencia en
grupo con miembros de la misma especie - siempre y cuando esta vida
EL DESLIGAMIENTO FUNCIONAL grupal implique interacciones ecológicas reales- permite desarrollar for-
, lo respuesta describen formas de mas de reactividad diferencial ante otros organismos como condiciones
Las diversas funciones de est_imu - pecto de las propiedades de los de estímulo, y por consiguiente, potencia a los eventos con morfologías
desligamiento funcional del orgams;no;:sdesligamiento significa funda- organísmicas desde un punto de vista funcional. La aparición de inte-
ev~ntos del ambie:1-t~: El tºn~ep Tque tiene el organismo de responder racciones preconvencionales sólo es posible en organismos que viven en
mentalmente la posibilidad unc10;a tónoma respecto a las propiedades grupo, como lo atestiguan las formas sociales relativamente complejas,
en forma ampliada Y relat1vamen e a~ y de los parámetros espaciotem- pero todavía prehumanas, de algunos primates superiores. Finalmente,
fisicoquímicas concretas de los even os, el ambiente normativo es fundamental como sistema de contingencias
perales que las definen situaci~ntment~~finir la conducta psicológica o por Hatribución", es decir, convencionales.
El desligamiento es esenci~ _Para del comportamiento biológico es Debido al lenguaje -y no sólo al hablado, sino, de manera muy des-
interconducta, pues lo que la dis~mgu:iente Esta diversificación, trans- tacada, al lenguaje escrito-, en la sociedad humana los individuos pueden
su plasticidad int~ra~_tiva conf e c::alidad.de la conducta del organismo responder con morfologías y ante morfologías que carecen de las res-
formación y amph~c10 n_ de la un ue como ya hemos subrayado, la tricciones que impone la reactividad biológica frente a las características
ejemplifica el deshgam1e1;to, d~do q tlvidad invariante del organismo fisicoquímicas del medio. La convencionalidad de las respuestas y los
conducta biológica ~onsti tuye ~~~~~des energéticas de los objetos del
0
frente a las caractenstic~s ~ ':1 se convierte en interconducta en el gra-
eventos conduce también a la convencionalidad de las reglas que esta-
blecen las relaciones de condicionalidad entre ellas, y a la posibilidad de
entomo. La conducta b1olo~ca e desligan funcionalmente de sus responder a dichas reglas transformándolas. El hombre es la única espe-
do en que las respuestas particul~re~ s de reactividad biológica más o cie que a partir de la naturaleza ha creado un mundo y lo ha modificado,
formas fi!ogenéticamente determina as, no sólo en lo que toca a sus propiedades físicas y biológicas, sino tam-
bién en cuanto a las contingencias que determinan la significación de
menos fija.
:e
¡- iento funcional de la ac-
¿De qué depende la pos!bilidad r!:!~~!~icho desligamiento? Po-
ción del organismo Y en que mvel s_ p al respecto las cuales ·pueden
dichas propiedades en los objetos. El hombre crea contingencias que,
a pesar de su circunstancialidad social, son más poderosas en lo funcio-
demos adelantar algun_as es~ewlar~n~rganización de la conducta que nal que las contingencias derivadas de las necesidades físicas y biológi-
cobrar sentido al anahza'. el n_i;:des\uncionales las diversas especies. cas. La nonnatividad tácita o expresa del ambiente social representa
han alcanzado en sus particu arm
El desligamiento funcional 59
58 eap ••3 Hacia una taxonomía funcional
--
relaciones de contingencia que, de una manera u otra -Y obviamente medida en que la nueva relación reac . . .
con Jimitantes manifiestas-, subordinan funcionalmente las condiciona- tamente de la historia particular de. t1V1d~d-amb1ente depende direc-
lidades fisicoquímicas y biológicas a su operatividad. Este des!igamiento De este modo, podemos caract~~t;;:~10n_ del or~anismo individual.
del ambiente que permiten la convencionalidad y los sistemas reactivos to con base en el hecho de q la . .1 pnmer nivel de desligamien-
específicos del ser humano, son lo que, a la vez, libera al hombre de las . ue react1v1dad b10 · ¡· ·
~na modalidad de estimulación (fi . . . og¡ca específica ante
contingencias no sociales, y lo envuelve en otra red de circunstancias y sistemáticamente a formas Y mod s~oquimica) s~ expande diferencial y
condicionalidades en ocasiones menos flexible, ¡;or depender, en gran ducen dicha reactividad desde l a dades ~e estunulación que no pro-
medida, de la acción de los otros hombres. La historia de las formacio- (por ejemplo, salivar ante una ecir::n!~a~e v~sta excl~sivamente biológico
nes sociales y la historia de la cultura ilustran este proceso de liberación de la respuesta es consecuencia d P : s!e desligam1ento funcional
del hombre respecto de la naturaleza, y su sometimiento a sus semejan- n_1smo individual con circunstanciae la h1stona de interacción de] orga-
tes y a las reglas y normas por él creadas. c10nes consistentes entre eventos d si situba_c1onales que comprenden reJa-
,. e am 1ente
¿Qué formas de desligamiento funcional son identificables en la . . La segun da ,orma de desli am·1 .
organización jerarquizada de la conducta? A continuación planteamos f1cación de las relaciones temg or :n to ~e da en relación con Ja modi-
cinco formas de desligamiento que nos permiten, a la vez, describir cinco ambientales ante los que se res ~n~ s~aciales_ que guardan los eventos
formas cualitativas de organización funcional de la conducta. lac10nes de contingencia entrepl e d1ferenc1almente. En tanto las re-
. os eventos amb· t l
En la medida en que la reactividad estrictamente biológica implica pon de son independientes del h ien a es a 1os que se res-
formas invariantes de responder -específicas y/o inespecíficas- amo- r1m1·t_arse a modular su reactivid dacerd ·e
del organ ·
. ismo, este . .
solo puede
dalidades energéticas del ambiente en la forma de objetos y estímulos tencias ambientales, pero no pu!ct \;renc1almente ante dichas consis-
(por ejemplo, salivar ante el aumento de salinidad de la cavidad bucal di~has _relaciones - acelerándolas ;eª er~rlas. fo posibilidad de alterar
por la introducción de alimento, flexionar una extremidad ·ante una des- minuyendolas haciéndolas e 'el· ' tardandolas, incrementándolas d1·s
carga electromecánica, etc.), la primera manifestación del desligamiento, , 1 icas o variabl d . ' -
que no se dan sino mediante la p f . . , es, pro uciendo relaciones
funcionalmente hablando, es que ciertas formas de reactividad se mani-
fiesten sistemdticamente ante objetos y modalidades de estímulo que
no las producen biológicamente.
s1_stencias extrínsecas al propio iac;:
a_cción del organismo-, pennitear ~~1pac10n ~ctivay transfonnadorade la
reactIVJdad se desligue de las con-
msmo module su comportamiento a n Y ~ue, por consiguiente, el orga-
La reactividad ante objetos y estímulos en forma compartida por externas a las_ que puede responcier º. solo con base ~n las ~onsistencias
una situación más o menos específica constituye, sin lugar a dudas, una ª
que por definición son acíclicas . ' sro _las cons1stenc1as alteradas
manifestación primaria de desligamiento funcional. El organismo ya no t~s, parcialmente al menos de ¡' irre~ ares, mtennitentes Y dependien~
responde sólo con base en la biologicidad que implica la relación de es- c1éndolas. ' ª con ucta que reacciona a ellas produ-
pecificidad funcional de parte de sus tejidos con modalidades energéti- En este nivel de desligamiento e .
cas estimulantes en el ambiente, sino que ahora la misma clase de acción desplaza en el ambiente para ha ' 1 organ1Smo Ya no sólo se orienta Y
se expande como respuesta diferencial a relaciones sistemáticas de estí- entre eventos a las que se extie:~eco;tacto ?~erencial con las relaciones
mulos en situaciones determinadas. Cuando en los experimentos clásicos que ahora responde consistenteme:t reactlV!~ad biológica simple, sino
de Pavlov, el perro comienza a salivar o a segregar jugos gástricos ante en que su propia acción las altera e a r~lac10nes que, en la medida
el sonido de una campana que condiciona la entrega de alimento seco, pen~encia se manifiesta en for~:arecen _incon~~stentes. Esta interde-
se tiene un ejemplo de modulación plástica de la reactividad biológica mampulación que producen o son s ?~ onentac1on, desplazamiento Y
ante nuevas formas de estimulación sistemáticamente interrelacionadas. nes de contingencia entre eventos cnt~~as para e] contacto con relacio-
Por ello, la reactividad ampliada y diferenciada del organismo también que segrega saliva ante la presencia~ l~~~ales. No se trata del perro
es sistemática. No importa que se den formas de respuesta biológica "al perro que se orienta frente a ca ·as _sen izada" de comida, sino del
margen de su propósito" y contexto "natural" - como en la conducta que se desplaza hacia la caja qJe cZ::;:~~la~eslien un cuarto con señales,
vacua-, lo fundamental es que la reactividad biológica ocurra en forma Para tomarlo. Los Parámetros tem I e a mento Y opera sobre ella
consistente ante circunstancias también consistentes, y que estas formas entre eventos -presencia de la caja p~;:;~,; esp_aciaJes de esta relación
nuevas de relación de la biología reactiva del organismo con el entorno pen?en de las formas particulare ' Y ~limento en la boca- de-
no puedan atribuirse a una invariante funcional biológica autónoma de la disponibilidad se dé en ciclo s en ~ue e] anunal actúe. Aun cuando
dicha circunstancialidad interactiva. El desligamiento se produce en la portamiento del organismo El ~~los. tiempos reales dependen del com-
. gan1smo, de este modo, modula su con-
60 Cap. 3. Hacia una taxonom 1'a funcional
El desligamiento funcional 61
--
ducta a la variabilidad producida en tiempo y espacio, desligando su
En este procedimiento, el organismo i .
respecto cte una propiedad de estímulo t ~ne que desligar su respuesta
nos de la condicionalidad d" . l particular, Y responder en térmi-
reactividad de las consistencias impuestas exclusivamente por el entorno. , a 1c1ona que im r 1 .,
es 1mulo de muestra y la s·t ., Pica a relac1on entre el
Mientras mayor es la variabilidad a la que se pueda responder consisten- t
posibilidad de desligarse fun1 _uac1lon de la operante discriminada Esta
temente, mayor es la plasticidad funcional del comportamiento frente a • cwna mente de 1 · ·
cas P'.1fllculares en una situación dete . as propiedades fisicoquími-
los cambios del ambiente. Esta plasticidad adquirida, o desligamiento, const1tuye una transición co d t alrm1;1~da, a nuestro modo de ver
depende, en gran medida, de la posibilidad de que el organismo pueda formas de interacción convenc~o~~l u cntica, que permite desarrolla;
alterar las circunstancias de presentación de los eventos Y sus condicio-
La cuarta forma de desli a . es.
nalidades nibilidad de sistemas react1· g miento se da como resultado de la dispo
En losrecíprocas.
dos casos previos de desligamiento, el organismo responde a vos convencional
en que su reactividad 110 guarda . es.
E11 -
ella, Y en la medida
la ocurrencia de eventos concretos con propiedades particulares invarian- 11
1~ situacionalidad a la que respo:~~~1 ~ co_n:espondencia biológica con
tes. En la primera forma de desligamiento, la reactividad se extiende a c1almente dicha situacionalid d en 'térmmos i~dmduo
eventos concretos que biológicamente no le corresponden de acuerdo ª funcpuede
· ¡ trascender
1011 El . . par-
con sus propiedades fisicoquímicas, pero al responder se da como
-: ya n? h ablamos en este caso de or an· ª es. md1viduo
cu estimules respecto a eve t g 1Smo,- puede responder Yprodu-
acción contextualizada situacionalmente ante eventos particulares con dades no aparentes en los ~bj\que no estan en la situación o a propie-
propiedades fisicoquímicas particulares, y la relación de dichas propie- ev~ntos que ya ocurrieron, quee e~ !:esentes. El individuo responde a
dades se da como una invariante. En la segunda forma de desligamiento c1on o que ocurrirán en el futuro E . m?1;1ento ocurren en otra situa-
se mantiene la responsividad ante eventos particulares relacionados en que no son fisicoquímicas · 1rndlVlduo responde a propiedades
una situación determinada con base en propiedades invariantes. Lo que contingencias adoptadas po:c¿~~/º~~en funcionalidad en términos de
cambia son los parámetros espaciotemporales en que ocurren dichas 11
d~sliga su responder de las propied:I~º~: ~ oti:asyalabras, el individuo
propiedades particulares, lo que se debe a la participación de la conducta d1mens1ones espacio-temporales de I s _is1coqmm_1cas aparentes Y de las
del organismo en la presentación misma de la relación entre los eventos. concretamente. Permanece s· b a s1tu~c10nahdad en que interactúa
La tercera forma de desligamiento identificada, es aquella en que la particulares a los que resio ~ em argo, vmculado al evento o eventos
reactividad se torna autónoma con respecto a las propiedades particula- st
caracteristicas del desligamie:t~- / ?s eventos, no obstante, dadas las
res de los eventos como invariantes, aun cuando siga contextualizada ellos, no son ya los eventos concrt~c1o~al de ,la _respuesta que se da en
por la situacionalidad en que ocurren los eventos, ahora con propiedades aparentes; son los eventos que se c~ns ~1S1coqu1m1cos del aquí y el ahora
fisicoquímicas variables de momento a momento. La relación consisten- que poseen propiedades convenciona~!itu~en como tales, en la medida en
te entre dos eventos, o más, que era afectada por el organismo en térmi- el grado en que dicha reactividad e s a as_ que se puede responder. En
nos de los parámetros de su ocurrencia en tiempo y espacio, depende necesidad, a otro individuo -o :nc~venc10nal Y siempre implica, por
ahora de un tercer evento, previo o simultáneo, al que también respon- desplegando una funcionalidad , lf~nos ~ases al mismo individuo
de el organismo, y de cuyas propiedades fisicoquímicas depende la fun- forma de interrelación social a di~~s ~ e-, este puede responder en
cionalidad de las propiedades de los otros eventos fisicoquímicos, en nahdad concreta en el espacio Y e 1 f ventes, al margen de su situado-
relación con los cuales finalmente se responde. Tómese como ejemplo
la situación experimental en que se emplea el procedimiento de iguala- .. En la funcionalidad de los ev~: iempo ..
d1c1onen la reactividad al tos no existen propiedades que con
ción de la muestra. En este caso, utilizando la nomenclatura descriptiva E momento y lug • -
,n tanto este desligamiento se da en I ar_ partl~~lares de su ocurrencia.
del condicionamiento operante, hay un estímulo de muestra y varios de solo puede ocurrir como relación e ~ d1_~ens10n de lo convencional
comparación. La propiedad de estímulo discriminativo de los estímulos del ambiente -sean éstos o ntre md1V1duos respecto a los evento~
de comparación no depende de sus características fisicoquímicas par- Por ello, el desligamiento res;e~t~v~!f: convencion~es o conductuales.
ticulares (color, forma, posición, etc.), como en la operante discriminada, des _aparentes de los eventos tie 1 ropo, al espac10 Y a las propieda-
sino que es condicional a la propiedad fisicoquímica del estímulo mues-
tra, la cual puede variar de ocurrencia a ocurrencia. La relación entre el
los mdividuos en relación c~n s~e :Jª! como rea~tividad. conjunta de
eventos como circunstancias fun . p t10 ;cuerdo mteract1vo sobre los
estímulo de muestra y los estímulos de comparación determina que, en se da como lenguaje entre indiv~~ona es_. ste proceso de desligamiento
un momento dado, un estímulo de comparación particular .tenga o no reahdad. uos para refenrse a los eventos de la
las propiedades fisicoquímicas que son, en esas circunstancias, funcio-
nalmente discriminativas.
El desligamiento funcional 63
62 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
- . f
Finalmente, la qumta arma
.
de deshgam1en
. to funcional se identifica
t' "dad respecto a los eventos 101o-
b" ,
'.r
Como niveles cualitativos de mediación de contingencias, las funcio-
nes estímulo-respuesta permiten identificar las formas más complejas
con una total autonomí~ de ;ª rea~o1~aso de desligamiento se mantie~e de organización de la conducta realizada por un organismo o individuo,
gicos y fisicoquírnicos. n e ~uar un evento aunque al margen e pero de ninguna manera representan un nivel único de interacción o un
todavía una reactividad _es~ec1fica !to tales y d~ las dimensiones situa- modo homogéneo, general, de interconducta. De hecho, como describi-
sus propiedades fisicoqu11lllcast~ t más amplia de desligamiento, no remos más adelante, se pueden delimitar niveles jerárquicos de organiza-
cionales de su ocurrencia. En ª,fiº:ª porque éstos son los producto~ y ción de la conducta al interior de cada una de las funciones de estímulo-
hay reactividad a ev~ntos espec{ 1\a~tividad propia o de la de otros m- respuesta. Dichos niveles pueden coexistir en un mismo organismo o
las acciones convenc1~1;ales de a r_onal entre los individuos se _vuelve individuo, así como pueden hacerlo diferentes funciones generales. Esta
coexistencia de niveles distintivos de· aptitud interactiva, tiene lugar
dl.viduos · La interacc1on convenc1
d"d en que se respon
de aloseventosconvenc1onales
t él
innecesaria en la me 1 a t d la de otros como even os en debido al desarrollo desigual que caracteriza a las diversas competencias
. d t O al produc o e conductuales, a través de las cuales se manifiesta la interconducta como
d8 la propia con uc a,
mismo. . t' convencionales son eventos de forma más específica de relación con los eventos del medio.
Los p'.oductos_ de s1Stemas r_eati:~t~o que los produce, En los casos Las competencias conductuales son clases interactivas defmidas en
estímulo rrrespect1vamente del m ctivos convencionales se dan en la términos de las propiedades morfológicas de los eventos de estímulo y
en que estos productos de sistemas :i en todo sistema reactivo gra~ic~do
forma de registros p~rmanentes, ~~en tos convencionales se dan ob¡etlva-
de respuesta. En este sentido, una misma competencia, entendida como
disponibilidad interactiva respecto a morfologías de conducta y eventos,
(la escritura, el d1buJo, etc.\~º! la interacción particular en la que se puede tener funcionalidad en diferentes niveles de organización cualita-
mente y trascienden como o Je os a tiva de la conducta. La aptitud de leer, como competencia fonológica y
presentan. . . osee dos características. La primera, de reconocimiento ante estímulos textuales más o menos específicos,
Esta forma de deshgam1ento ~ . 1 arte en la medida en que se por ejemplo, puede darse en formas funcionales diferentes que van desde
· · rf an la. ciencia
es que, como lo eJem_P 1 1~
Ye '
ad de los objetos y eventos, se pue. en
d la simple identificación de los textos, su "texteo", la comprensión del
1
puede trascender la s1tuac ?nalid , , t' cas y ricas en consecuencias, contenido, la posibilidad de captar diversos significados en un mismo
establecer formas i?te~~ctivas mt t~ 1
p \os eventos en su situación de
que cuando la real12ac1on se res ~~Jo que los eventos convencion_ales
texto, la identificación de estructuras estilísticas o gramaticales en el tex-
to, etcétera. La competencia particular, leer, es la misma desde un punto
ocurrencia. La segunda es q_u~Í-viduos pueden constituirse en un siste- de vista morfológico, pero la funcionalidad de dicha competencia es dis-
siempre son producto de lo~ zn z tinta. Esta distinción entre competencia y función es fundamental por
'
1 ar de enriquecer y diferenciar
ma de contingencias Y~elac1on~s l~u~ :n 1:~ustituyan empobreciéndola. varias razones.
la realidad fisicoqu11lllc~ y b10 og1:e:uicios, la magia Y muchas otras La evolución psicológica se da, como proceso, en la transición de los
Los mitos, las supersticiones, los p J d "bilidad. niveles funcionales más simples a los más complejos. Los niveles funcio-
. del hombre ilustran esta segun a pos1 nales están definidos por la mediación de las relaciones de contingencia
creaciones
en un campo, y por el tipo de desljgamiento de la reactividad frente a
las propiedades fisicoquímicas de los eventos de estímulo. Dado que la
LAS TRANSICIONES El\1TRE evolución opera como un proceso en espiral, las formas de organización
FUNCIONES y EL DESARROLLO de la conducta más simples no desaparecen ni son excluidas por los ni-
DE LAS COMPETENCIAS veles más complejos que surgen, sino que, por el contrario, son incluidas
. funciones de estímulo-respuesta son como componentes de esas nuevas formas o niveles de organización. Así,
Como ya hemos reiterado, las de contingencia, que repre- se da por sentado que las funciones complejas incluyen, como compo-
. ·, ualitativas de campos · "d d f te a nentes, las formas de organización que caracterizan a las funciones
formas de me diac1on c. d r miento de la react1v1 a ren
sentan niveles diferenc1,al~s de es ig;_,entos del entorno. El proceso.~e menos complejas. Por ello, para interactuar en un nivel determinado de
las prioridades fisicoquillll~as de los ansición de las formas de func10~ funcionalidad se requiere poseer aptitudes funcionales en el nivel próxi-
evolución psicológica consiste e~ )ª tr las más complejas, dadas las pos1- mo inferior dentro de la jerarquía de los modos de mediación de las
estímulo-respuesta meno_s comp
bilidades reactivas y ~m~1entale~
¿:~is
individuos o miembrosdeun~es;
lo general, .este proceso evolutivo.
contingencias. Esto no significa, sin embargo, que al pasar de una forma
de aptitud funcional a otra se transformen automáticamente todas las
pecie. ¿Qué caractenst1cas guar a, en
Las transiciones entre funciones 65
Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional
64
- 1
.

competencias disponibles en el nivel inferior. La adquisición de nuevas


formas de funcionalidad puede ser específica a laS'competencias particu- LAS FUNCIONES E ,
lares involucradas, y no es necesario que afecte a las competencias ya SU TAXONOMÍA STIMULO-RESPUESTA:
disponibles como morfologías de interacción. En este sentido, no hay
cambios cualitativos globales, sino cambios cualitativos específicos. Las :unciones estímulo-
Por otra parte, tal autonomía de las morfologías de las interacciones las contmgencias e . respuesta describen fo
-competencias - respecto a los niveles de funcionalidad del comporta- Por razones de . n _la mteracción de un organ· rmas de mediación de
miento, plantea la posibilidad de que, en algunos casos, se puedan estable- mente los elem~:~lic~dad, ~n la descripción em~f:~ c?n i5u ambiente.
cer competencias funcionalmente complejas, sin que exista el precedente explícitamente la pr! e ~st1mu!o Y respuesta aun a rncdu11nos única-
de dichas competencias en niveles más simples de organización de la campo intercondu senc1a de los demás facto~es cuan o asumimos
conducta. Esto no descarta, sin embargo, que puedan darse cambios
funcionales automáticos en algunas competencias al evolucionar en los 1a~ ;:~~~~~~:~~e~:~~~ti;~ ~eci:~}iil!t~~u!u~~i!:~~:;~:~:;sf:~~~
modos de mediación de las contingencias y que, en esa medida, se esta- sean esenciales ar todos J?s elementos de respue n est1°;ulo-respues-
blezcan competencias transfuncionales. También se plantea la posibili- lación está refe~d a ca¡1ar v1s_ualmente la relació ~ta Y~st1muJo que no
dad de que competencias particulares en un nivel se constituyan en función. Por ello ª1 a ~ co1;tm_gencia fundamen~:mplicada. Dicha re-
antecedentes necesarios para competencias en otro nivel de funcionali• sobresimplificacio~e asd escnpc1ones que acompañ q?e subyace en la
dad, y que, por consiguiente, se den formas de influencia cruzada entre de contingencias s e las interdependencias que a_ran al texto serán
funciones y competencias. En los diagr~mas de las . . mtegran un campo
Podemos resumir estas consideraciones estableciendo que la evolu- de funciones ba • , . . med1ac10nes que con t.
ción psicológica se da como un proceso de comp!ejización inclusivo de tímulos y respu~~ analisis, los suscriptos x y ns lu?'en la taxonomía
las formas de interacción, pero desigual en lo que toca al desarrollo de las E o R indican 1:s as par_ticuJares. Los símb~l;s p es1gnan objetos, es-
competencias específicas. No obstante, la aptitud funcional en un de- hace explícita Para Pr_?~1edades morfológicas de l~ O Y O que siguen a
terminado nivel de organización de la conducta siempre consiste en al- ción sustitutiva lo sena ar s_u fu?cionalidad en las d s eventos. La O se
guna forma particular de competencia. En la evolución psicológica, las también morfológic:al no unplica que las PropiedaºJ fo:i~ de media-
transiciones no son lineales ni uniformes.
Finalmente, es pertinente separar el problema de las transiciones,
responde alas propiedad:~~ ~n fu1:cíones menos compl:Ja e
En correspo d . Isicoqu1m1casu organf. .
O?º se den
s, en as que se
como proceso de desarrollo o evolución, del de las transiciones como la reactividad n enc1a c:m lo examinado re sm1cas de la convención.
ajustes particulares de naturaleza funcional en un campo de contingen- respuesta co~;e !'ueden identificar cinco fo:ecto al desliga.miento de
cias que implique niveles múltiples de interacción. Las transiciones en términos de y1veJ~s ~?alitativos de interaccióas dI función estímulo-
evolutivas representan la adquisición de nuevas formas funcionales de Estas son, a sabet re acm~ de contingencia uen. as d_en?_minaremos
interacción y, por ende, significan la ampliación cualitativa y cuantitativa la sustitutiva refer~n~~:iuncrn co?te1:tua1, la s~ple:e:td!ac¡on implica.
de las aptitudes reactivas del organismo. Otro tipo de transiciones ocu- , La mediación conte~ru ~ sustit?t1va no referencial ana, a selectora,
rre cuando un organismo "pasa" de un nivel de mediación a otro al in- t1mulo- respuesta E 1 a constituye la Primera ~ .
teractuar en una situación determinada. Estas transiciones no evolutivas entre estímulos .E n a mediación contextua! dorma de función es-
. • nestaco t" se aun .
implican que el organismo puede transitar entre diversos niveles de orga- mita al contacto difere ·a1n mgencía, la respuesta del a co~tingencia
nización de la conducta en un campo sincrónico. Esta transición, no externos e indepe d. nc1 con la relación co . t orgamsmo se Ji.
obstante, no se da en la forma de interacciones funcionalmente autóno- entre los eventos~ iente~ a él, Por ello la med~s¡~ _ente entre eventos
mas unas de las otras, sino que, suponemos, las competencias actuadas di~nte de dicha int:;e~till}}Jlo, siendo l~ acciónl~!1: se IJ~va a efecto
en los niveles funcionales inferiores manifiestan un comportamiento gu1rse en término ac1on. Los eventos de e , rgan1smo depen-
paramétrico alterado por la influencia de los niveles funcionales supra- constituye el ele~e~:/º8, ~ropiedades fundame::;:ulo pue?en distin-
ordinados. Un organismo y/o individuo que posee aptitudes funcionales dad fisicoquím1·ca d critico en la mediac1·o·n t s. La primera, que
¡, · e produ · con extual l
de diversos niveles cualitativos, sin duda, siempre interactuará en los ni- og1ca que tiene v l , c!I' una forma espec 'fi d , es apropie-
veles próximos inferiores con base en la influencia paramétrica de los l~ _especie_ La seg~nºJ ecolog¡co desde el punto ~:ca_ e reac~ividad bio-
niveles superiores. cmn necesaria Para l a, es que un evento como VJsta de! individuo y
El evento que ti! pre¡sentación del se~ndo (oo~u;r)encia, es la condi-
ne a capacidad de d . as evento(s).
66 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional pro uc1t una form ,
a especifica
Las funciones estímulo • MPUesta
" 67
-
de reactividad contextua/iza funcionalmente las propiedades del evento
que lo acompal'ia consistentemente. En este sentido, el evento media, ~a mediación selectora .
por contexto, las propiedades funcionales del otro evento. Este último contmgencia supleme . Incluye como segmento .
es contextualizado, en la medida en que es condición, en tiempo y espa- que ~u_arda una dobl~t:!t" .~n este caso, la propied:e~ia~o a toda una
cio, para que ocurra aquel otro que produce o modula biológicamente condicional o depend acion de contingencia co R y e un evento,
la respuesta específica en cuestión. Sin embargo, en tanto es contextua- quiere de la participac~/ su vez ~e una relación pre~ dy y con Ex, es
entorno. Esta relación n necesana de la respuesta e e ente que no re-
lizado, depende funcionalmente del evento contextualizador y condi- mente en el papel e , .' que denotaremos Es-Ry d orno alteradora del
ciona, a su vez, la ocurrencia de este último. La contingencia se da, de des de Es. La rel r_1,tico que corno mediador d; escansa fundamental-
este modo, como una interdependencia entre dos eventos de estímulos. ahora de Es e Iac10n Ry, que media a Ex sempeflan las propieda
La mediación contextual representa el establecimiento de nuevas pro-
piedades funcionales de un estímulo respecto a la reactividad biológica
. propiedad fu f
¡~ c~ edida en que la propieda~~ecto de Ey, depend;
momento en'sus ª puede variar elfsus dl=e . Y es condicional a la
que altera, por la mediación de otro estímulo que ya las posee. El con- 1ectora se' puede dva1ores y f. "" nsiones O d
. . ormas Particulares p • e momento a
texto, que define las condiciones de la mediación -y de la contingen- interacción estfmu/scnbtr como la mediación .p or ello, la relación se-
cia-, lo constituyen los parámetros de tiempo y espacio que describen mediación selectorao-respuesta), de una contin~e º1: un estimulo (o una
la relación como segmento consistente del entorno. Esta mediación se se puede diagramar de la . 1:1cia suplementaria. La
puede esquematizar de la siguiente manera: siguiente manera:
Fs(Rs)
Ex (Ey----Rx) (By - Ry
en donde Ex es el estimulo contextualizador de la propiedad funcional en donde Es(Ry) . - - Ex)
dad Ey a la u constituyen el evento medí d
de Ey, que es alterar a Rx. La dirección de las flechas indica la condi-
cionalidad de la relación. 1;
varse, fu
cont!g!~s _condicional tanto Ry com~ que define la Propie-
La mediación suplementaria implica la participación de la respuesta de la mediación sel~~~ suplementaria está incluida c~ Como podrá obser-
del organismo en la estructuración de la contingencia. En la contingen- La mediación ~ra. . mo un componente
organismos o . . ~ustitutiva referencial . I'
cia suplementaria, cuando menos uno de los eventos de estímulo de-
pende en su presentación de la ocurrencia de una respuesta del organismo
1:,
ción referenci~~dr1duos _respecto a event!:td:a interrelación de dos
a la que es condicional. La respuesta, a su vez, sólo ocurre como conse- ambiente es media~ contingencia entre un indi~~ imulo. En la sustitu-
mediada es la rela ~por la conducta de otroind' _uo y los eventos del
cuencia de otra condición prescrita en la forma de un evento de estímu- contextuales supl cion selectora entre el ind' -~1duo. La contingencia
lo. De este modo, el evento de estímulo "terminal" guarda una doble
relación de condicionalidad, primero, con la respuesta del organismo -a las condiciones dee:~~tadts por su propia co~v~u~~ y las Propiedades
la que es contingente- y, segundo, con el estímulo al que es contingen- e'.1 relación con dích irnu °. provistas por la respue /' dque depende de
diador responde as c?ntmgencias. Esto im . s a e otro individuo
te la respuesta. La contingencia entre ambos eventos de estímulo sólo
puede cumplirse si ocurre la respuesta que media su relación. Por ello, q_ue el individuo ~~:i 7smas relaciones que ef f~: ~~e el ind~viduo me-
c1as sustitutivas cread a o r~sponde a ellas en ténn. vi uo mediado, pero
la respuesta del organismo suplementa la relación entre eventos del mediador. En 1 _as O mtroducidas Por 1 mos de las contingen-
ambiente. Podríamos definir la función suplementaria como una rela-
mediado, pued: =~ida ~n que el individuo m:J~~du~ta del individuo•
ción contextual mediada por la respuesta del organismo. Si agregáramos
Por ello, se puede def iu:t1: la sustitución de con . or mt~ractúa con el
la respuesta producida por el estímulo "terminal", quedaría claro que la
mediación de una fun c_f}btr la función sustitutiv ting¡ncias_ selectoras.
contingencia suplementaria incluye como componente a la contingen- otro individuo D' h c1on selectora por la c da re erenc1al como la
cia contextual. La mediación suplementaria puede describirse de la si- manera: . Je a mediación se puede do_n neta convencional de
guiente manera: iagramar de la Siguiente
Ry (Ey ......- -... Ex) RAyo - EAy¡¡(Eff'"o---_-_-:-----....,,
d RBy •
en donde Ry es la respuesta ante By, que media la relación consistente ·u ERx0 )
en donde RA es el individ $
1 deEyyEx. relaciones contextuales Ey u~media_do~ y RB el mediado
Í
¡: , sustituidas por el respecto a las
68 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional evento RAY-EAy res-

11' Las funciones estímulo re


• SPUesta 69
pecto de RB (A)y-EBx. La contingencia selectora está incluida como
componente de la relación sustitutiva referencial.
r
La mediación sustitutiva no referencial constituye una relación entre
eventos puramente convencionales y, por ende, prescinde de las propie-
f
¡
dades organísmicas (O) y no organísmicas (\2)) de los eventos. En la con-
,i
tingencia sustitutiva no referencial, una respuesta convencional produce
las condiciones necesarias para relacionar eventos de estímulo conven-
cionales independientes. De este modo, la mediación sustitutiva no
referencial crea una contingencia entre eventos convencionales indepen-
dientes entre sí, pero involucrados en un sistema de contingencias autó-
nomas de tipo convencional no referencial. Dos eventos de estímulo
convencionales, referenciales o no, que guardan una relación de con-
tingencias con sus respectivas respuestas convencionales, se vuelven
interdependientes en términos de una tercera respuesta convencional
(referencial o no), que media esta nueva contingencia. Dado que se
requiere cuando menos de un evento referencial en ;a relación, la susti-
tución no referencial puede ser descrita como la mediación de una rela-
ción referencial por una respuesta y/ o estímulo convencional. La
mediación sustitutiva no referencial se puede diagramar de la siguiente
manera:

en donde Rn-En es el elemento mediador de la relación de contingen-


cia entre Ey-Ry, Ex-Rx, considerando a Ey, Ex condiciones funciona-
les equivalentes de EAy, EBx y a Ry, Rx, equivalentes a RAy 1 RBy,
RBx, RAx en la contingencia sustitutiva no referencial. Por ello, ésta
incluye a las relaciones sustitutivas referenciales como componentes
funcionales.
Para finalizar, es conveniente hacer dos observaciones generales. Pri-
mero, que las funciones aquí descritas como esquemas simplificados de
mediación comprenden un mayor número de elementos que participan
en las relaciones de interdependencia. Estas relaciones, así esquematiza-
das, constituyen paradigmas funcionales a los que no se ajusta en lo
particular ninguna de las formas específicas de contingencias contenidas.
Por ello, al examinar más adelante cada una de las funciones con mayor
detenimiento y profundidad, las subdividiremos en casos generales de ·
organización, que guardan entre sí la núsma relación de inclusividad
que las funciones. En segundo lugar, de cada una de estas subdivisiones
de las funciones, se pueden derivar, con base en la lógica de las relacio- ·
nes que se estructuran, los parámetros potenciales que pueden operar en
ellas, Jo cual no significa que todos tengan el mismo peso ni la misma

70 Cap. 3. Hacia una taxonomía funcional


Las funciones estímulo re
· spuesta 71
.....
1
1,
1
4
Tesis fundamentales
de la taxonomía
teórica propuesta

La enorme complejidad de las actividades que constituyen el "que-


hacer científico", hace necesario sistematizar detalladamente sus rasgos
característicos, puesto que de dicho trabajo de ordenación depende la
comprensión de sus productos. Desde esta perspectiva, "la ciencia" no
se reduce al conjunto de conocimientos agrupados en libros de texto,
manual~s y publicaciones de revistas especializadas, sino que, además,
incluye la forma en que dicho conocimiento es producido.
En este capítulo nos proponemos sistematizar los supuestos derivados
de la actividad teórica desarrollada a lo largo del libro. Dicha sistemati-
zación parte de la distinción entre tres niveles básicos: a) los supuestos
epistemológicos de nuestro sistema psicológico, b) la lógica de su cons-
trucción teórica y e) la reflexión acerca de las características metodoló-
gicas de la investigación empírica que lo sustenta.
Los supuestos epistemológicos se refieren a tres problemas generales:
a) la definición del objeto de estudio de la ciencia psicológica, b) la
relación de la psicología con otras ciencias y e) los criterios de clasifica-
ción de los problemas derivados de la defmición del objeto de estudio
de la psicología.
La lógica de la construcción teórica, por otra parte, pretende har-er
explícitos los procedimientos conceptuales empleados en la elaboración
del sistema psicológico, las características del mismo que nos permiten
agrupar datos surgidos de tradiciones psicológicas distintas, y los ele-
mentos conceptuales mediante los que se pueden integrar estructuras
funcionales genéricas (paradigmas) con eventos específicos.
Por último, la formulación de un sistema psicológico hace necesario
describir los rasgos generales del método correspondiente. La defini-
ción de problemas, su estudio empírico y la forma en que se interpretan
los datos resultantes y se integran a otros datos, deben ajustarse a las ca-

73

j
-!
racterísticas del objeto de investigación definido en el modelo teórico
empleado. Por esta razón, no es posible hablar del "método científico"
de manera abstracta. Un método es una forma concreta de producir
conocimiento acerca de eventos y relaciones identificables desde una
,
1
1
tp, 10 q¡¡e se discute
smo su car' t
.
. no es la cientificidad d ¡ d" . .
desde una paecrsepr st~cial o natural. Es evidentee a . iscipJma psicológica
ec 1va simpli t , sm embarg , '
blema a categorías r . s a y esquemática se ue o,. que solo
perspectiva teórica particular.
Como reflexión sistemática acerca de la naturaleza de una ciencia de en,~(veles diferentef. ~~~c:d~s P¡ar~ ª?º~~ar cuestio~es ~:::~ucu- un pro-
y ciencias de la cu-, a d1stmc10n entre" . . encuentran
la conducta, el trabajo presentado en este capítulo debe ser ubicado den- distintivos de l nat~~aleza" es de gran utilidad c1enc1as_de la cultura.,
tro del marco general del conductismo, es decir, como una filosofía de • . a act!Vldad hu Para enfatizar ¡
la ciencia de la conducta. A diferencia de otras aproximaciones filosófi- implica, sin embargo q 1 mana y sus Productos cultu 1 0 s rasgos
cas en boga, nuestro esfuerzo se encuentra encaminado a hacer explícitos t~ás" o "más allá" de J~e e mundo humano se encuentre r,~ es. ~po no
discutir si la psicol , naturaleza. Por esta raz , fuera , "de-
los supuestos que han sido conformados en el ejercicio de la ciencia psi- cisamente su fun -~gia es una ciencia·sociaJ O n t onj no es pertinente
cológica. En consecuencia, nuestro sistema psicológico no ha sido de- un ~er bio'¡ - . cion consiste en describ. a ura , puesto que pre-
rivado formalmente de una filosofía, sino que ésta es una descripción
de los aspectos generales de nuestra práctica científica.
. og1co transform ¡
Posibilitado por una so . i lf Y entender la ¡;0
a naturaleza, sobre la base d
'
rma en que
ve! de e_specificidad pa~;~u~~- Por ello, la psicología co:s':tudyesarroll_o
De acuerdo con lo anterior, la forma de presentación de este meta- por la biología o po J . r_ que no puede ser id, t· e u? m-
sistema como un conjunto de tesis (epistemológicas, lógicas, metodoló- nomía adecuada de r as _ciencias sociales. En o en ico al estudiado
gicas) no debe ser confundida con el método de investigación que hemos entre la actividad h las ciencias no sólo requieretras_pflabras, una taxo-
empleado para producirlas. En otras palabras, la presentación de las te- estrechos vínculos q:~~na y sus productos, sino s~n:;s:r las difer~ncias
sis será seguida de una descripción general de las cuestiones psicológicas con el resto de la natur J a unen con la actividad de otr rar, adei:nas, los
en que se fundamenta, lo cual debe distinguirse de una derivación lógi- a eza. os organismos y
ca de los problemas a partir de las tesis propuestas. En otros casos, por
razones de claridad, haremos alusión a ejemplos construidos en forma
coloquial e intuitiva. Estos ejemplos, sin embargo, deben ser entendidos Tesis 2
sólo como recursos didácticos en la exposición del tema.
Lo psicológico reconoce
· como co d· -6
exzstencia, los niJJe/es descritos po/1a:c~i=n:~~e:~r!a, ma_s ~o suflciente, de su
TESIS EPISTEMOLÓGICAS J zszcoquzmzcas y l, b. ',
Esta tesis describe 1 ¡ . , as zo,ogicas.
los org · ª re acion básic
Tesis 1 cos de ~~~s:~t~~ e~:~tura biológicaª ;~:se ~~;~~vidaf Psi~~lógica de
parte, el reduccion·· ic. a concepción nos ayuda nen es fis1coquími-
Lo psicológico constituye un nivel de especificidad particular en la articulación cribir la actividad ;s70 ingenuo deJ mecanicismo a trascender, Por una
del conocimiento científico, nivel que no es reductible a lo biológico ni a lo el sentido de la me ~ os organismos a un nivel ex~lqu_e Pretende circuns-
social. Por ot canica clásica) usivamente físico (en
ra parte el im ·
logía pe .. , , Pacto de la teoría d 1
Esta tesis sintetiza un rasgo fundamental en el desarrollo, largo y hombre ~~t'.::i!~ feJ Postul~do de la co:ti~i~o;uci~n so?re la Psico-
difícil, de la ciencia psicológica. Hace menos de un siglo, Pavlov discu- actividad human u;ra malmterpretado de tal d biológica entre eJ
tía, con fundamento en la opinión de los propios psicólogos (por ejemplo, 1
James y Wundt), acerca de la cientificidad de la psicología'. términos de la a~~vi~a~ l~s animales (o q~e interp~:~:~a que r~ducía la
problema análogo al umana). Esta reducció a esta ultuna en
Por otra parte, la gran flexibilidad con que se ha empleado el con- · es decir a que Planteamos en rel . , n ha conducido a un
1 st
cepto de "ciencia" permite la aglutinación conceptual de actividades
heterogéneas, con la consecuente imprecisión en el significado del tér-
miento hum:igoar ª e r~cha vinculación q~;º; ?ºtn las ciencias sociales.
Y e1 medio soc· l x1s e entre el co '
mino. Por ejemplo, la distinción neokantiana entre ciencias del espíritu L~ p_sicológico requiere e ~ad en el que se encuentra.. mporta-
lo quimico y ¡ b. , . , vi entemente d ¡ .
y ciencias de la naturaleza ha sido retomada en la literatura marxist'.1 hemos indicado o n !Olog¡co. para su existedci:- ; existencfa de lo físico,
bajo el nombre de ciencias naturales y ciencias sociales. En este contex- escribo con un ¡, 0 son suficientes para expli~J er~ esm niveles, como
apiz sobre la superficie de o. or eJemplo, cuando
74 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía un papel, me doy cuenta de

Tesis epistemológicas
75

J
que son importantes las propiedades (textura, color, dureza) de los ma-
Tesis 4
teriales de que se componen dichos objetos, pero que éstos no agotan la
descripción de mi actividad. Además, está claro que mi estructura cor-
Los dive'.sos niveles de especificidad delco . . . .
poral me permite desplazar el lápiz de una manera particular, de forma un continuo de discontinuidades L _nocz17;ze~to czentifico se articulan en
tal que puedo dejar impresos ciertos signos sobre el papel. Pero mi es- cuando puedan tener segmentos c;nt,·nªs odzsco~tinu/dades son cualitativas aun
critura tampoco se reduce al movimiento de mis manos ni a los signos u s en ,o cuantitativo ,
impresos, puesto que tuve que ser adiestrado socialmente para ejecutar . E_n esta tesis presentamos el crit . . .
movimientos que me permitieran producir los signos empleados en mi ciencias que hemos empleado de man::10 _gen~r~l de organización de las
comunidad. Por último, la producción de signos sólo es significativa en Los eventos que estudia una disciplina a l~pltc1ta en las tesis anteriores.
tanto me permite vincularme con otros hombres o plasmar un producto mentos componentes de los eventos e pu~ en estar presentes como ele-
permanente de mi actividad para otros fines. En este sentido, decimos e~ q1:1e intervienen no es idéntica e ;t~dtados por otras, pero la forma
que los niveles de la realidad descrita por la biología y las ciencias fisico- c1enc1as fisicoquímicas la tem er n a es casos. Por ejemplo, para las
químicas son condiciones necesarias de lo psicológico, pero no son sufi- base en su relación con otras dimatru:a puede ser conceptualizada con
cientes para explicarlo. men, presión). Desde el punt d e~s10nes de los objetos físicos* (volu-
ser significativa por su acciónºso~r~sta de las ciencias biológicas, puede
co:no factor que interviene en el un_ srntema orgánico, por ejemplo
Tesis 3 P_s;co~ogía puede se: relevante en ta~i"itm1e~to de las plantas. Para ¡;
c1on , el organismo con su medio mie que orma parte de una interac-
Lo psicológico constituye un nivel de análisis de la realidad que, aunque incor- P.~dna se:' un factor participante' d ntras ~ue para las ciencias sociales
pora a lo social en uno de sus universos, no pretende reducirlo a lo psicológico Vl ad social del hombre. e un medio transformado por la acti-
ni ser reducido por lo social.
~or otra parte, es evidente .
En consonancia con la tesis uno, en esta tesis señalamos la relación los eJempJos que hemos presen~~e ~o ~s posible desvincular ninguno de
entre Jo psicológico y lo social. Como hemos indicado, la realidad social para producir las herramientas ne~e e. os otros. La tecnología empleada
necesariamente debe ser considerada en la descripción y explicación de pone la existencia de un medio ~nas ];'ara transformar el mundo su-
los fenómenos psicológicos. Sin embargo, este "tomar en consideración" d~ producción, el conocimiento dsocial y cierta organización del proceso
no significa reducir los problemas a uno u otro nivel, puesto que mien- ~'.s1_~s de los objetos transforma~~:s le~es que describen las propiedades
tras las ciencias sociales se ocupan de la actividad, de las relaciones y 1v1. yios que participan en forma .' as1 c?mo la acción concreta de in-
características de los grupos (definidos como clases económicas, religio- mac10n de la realidad. En forma sdifer~ncial en el proceso de transfor-
sas, políticas, etcétera), la psicología se interesa por estudiar los procesos eJemplo, no está desvinculada d ereJante, la actividad de beber por
correspondientes a los individuos (lenguaje, pensamiento', imaginación, (como l?s. procesos de elaboració: d: /n;;u~?cia d~ f_actores téc~icos
etcétera). La pertenencia de un individuo a una clase (por ejemplo, reli-
giosa) no agota las posibilidades de estudio de su actividad concreta y :rf;ti~~i~~~~a~ett:t!~~~urarie! orga:is~o)~;o~:~i~sg:faº~r~~:~i~;
cotidiana,· pero sirve como "contexto" para ubicarla. En forma más }'.::rgo, ~l conocimiento de est~s e~ gatda emp_leadas, etcétera). Sin em-
precisa, mientras las ciencias sociales tratan de explicar el desarrollo y rphcación de la forma en quee~eos sedarticula en niveles diferentes
las características de clases, la psicología aborda el problema de deter- exp '.car los detaHes técnicos de su pro l:~e un objeto no equivale ¡
minar las características y desarrollar la actividad de los individuos que mediante los cuales es utilizado o;labora~10n, l?s ~rocesos concretos
las integran. Por ejemplo, la conceptualización de las formas ideológicas _De acuerdo con esto pod P orga".1smos 1nd1viduales etce't
realidad , emos conclutr . , era.
de una sociedad no explica los procesos mediante los cuales un indivi-
duo las produce y reproduce en su actividad concreta. tran;ro~::t~:r ~~~~i~:s
ªe;ª}:!;:~~es cienira:,_e;~:~e;uª:~~c:iiit: ::
Del análisis anterior también podemos desprender que el estudio de or otra parte la reíle •, . orgamzac1ón mas com ¡ ·
los fenómenos psicológicos no nos permite comprender las característi- productos y los diferente:~~s~e~~:máticf sobre la actividad h~=~:, sus
cas ni el desarrollo de los grupos sociales, puesto que a éstos no se les que a regulan, penniten la elabora-
puede reducir a una simple suma o yuxtaposición de la actividad de sus . . * Evidentemente se pued ,.,., 1._
d 1stincion, sin embar
1
e rv<U.I.Gar una distinción entr la • . ,
miembros. Por esta razón abordgo, no resulta relevante para el análi . e c1enc1a flsica Yla química Dich
mente de cada una de3!ftºs
as.
su contnbución en forma s~~tll: nots encontrar_nos desarrollandoa
ea, ornando eJemplos indistinta:
76 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía

Tesis epistemológicas 77
una especie se encuentra dotado de un sistema biológico compuesto
., las d1·versas formas de diferentes sistemas reactivos, que permiten el desarrollo de relaciones
. . . de investigac1on son .
ción de disc1plmas cuyo obJeto .b. las relaciones socmles. De esta psicológicas. Sin embargo, estas relaciones no se estructuran en forma
manera, la lingüística abmda el tº··
de referirse a la rea!i<lad Y de prescr~l rr a de la naturaleza, estruct~a Y
í:~cos; la lógica indaga las pos1bl_es
función de los diversos sistemas 1mg:1 nificativame-nte dos o más enui::cm-
automática, sino que requieren de la acción constante de los diversos
aspectos de que se compone el medio. Cada una de las especies repre-
senta una historia filogenética particular, es decir, diversos sistemas orgá-
maneras en que se pueden vmcu ar s1g echo la ética, etcétera) anali~an nicos que permiten el desarrollo ontogenético del individuo hasta ciertos
dos, Y las disciplinas normativ~\i~a~:: hum'anas se relacionan _con c1er- límites. En forma semejante, existen diferencias (especialmente en el
la forma en que las diversas ac I d b reconocer la existencia de un caso del hombre) en cuanto a los medíos con los que se relacionan los
tas consecuencias.. Así pue\_set ~/investigación se circunscrib_e .ª la diferentes organismos. Debido a que el medio social (objeto de las cien-
conjunto de ciencia~. c~~o o Je o d ctos simbólicos de la actmdad cias sociales) es el producto de la actividad de los hombres, es evidente
. ., phcacion de los pro u que sus características varían considerablemente según las diferen-
orgamzac1on Y ex . . , ocia! de dicha actividad.
humana y a la orgamzac1on s tes épocas y lugares. A su vez, esto implica que los hombres que han
vivído en diferentes épocas y Jugares han desarrollado su actividad psi-
cológica dentro de los límites que les ha dado dicho medio, el cual, a
Tesis 5 • /' · su vez, es transformado por la actividad concreta de los individuos per-
. . e tre lo fisicoquímico, lo bzo ogzc0 ' tenecientes a las diferentes clases sociales (políticas, religiosas, econó-
Las diferencias de esp~cificidad _cualztativ~iv:mente en la naturaleza deUir_o de micas). En este sentido, el desarrollo psicológico de un organismo se
lo psicológico y fo social no radicl~dr;,;:~rmitados, sino que incluyen, asimismo, produce como una interrelación entre la historia filogenética de la especie
. y nweles de la rea i
:t:;;~~ifi;fJad de lo histórico en cada nivel . a la que pertenece y las características del medio en donde interactúa.
. emos un cr1- Por otra parte, la construcción de "lo social" se produce necesaria-
t . cuatro antenor, propon . . 1· mente como una transformación de "Jo natural" y, por tanto, contiene
Como complemento ~e la es1s ificidad de lasdiferentes~1sc:~ mas
una determinación del desarrollo de "lo biológico". Por esta razón, lo
terio adicional para dehmitar !~ rs~:\asa en el tipo de orgamzac1on _de
social subordina a sus leyes de desarrollo los aspectos de la realidad des-
científicas. Este crite'.10 no so o a en que se alcanza dicha ?rgamza-
critos por otros niveles científicos.
los distint_os niveles,. smo en lat:~:~adica en que permite considerar los
ción. La ,:mp~r~nci:; ~: ::alidad en términos de procesos.
aspectos dmam1cos
Tesis 7

Cada uno de los niveles organizativos de la realidad, tal como se manifiestan en


Tesis 6 • · ·co) las diversas especificidades del conocimiento científico, constituyen universos
. • de lo fisicoquímico (o znorganz
Las diferencias de especifici1adla"':ª!":}¡~~ámica, y de algún modo repres~~::~ de complejidad creciente, que parten de lo fisicoquímico hasta llegar a lo social.
están descritas por /as leyes . e . e. . ·n fin determinados. La histonci a Estos niveles no son mutuamente excluyentes; por el contrario, los más simples
la historia de lo infi!'ito, fo sin pnt'!:i{c:~n de lo orgánico y se represe~ta ~n se ven incluidos progresivamente en los más complejos.
de lo biológico esta desc~ta po; ~. lógico está subordinada a la (i!ogenza. ~
la filogenia. La ontogen7;1 _de o 7fJ. en el cambio ontogenetico, q_ue au La tesis siete expresa en forma diferente el método de clasificación
historicidad de lo psic;logzcol se;,;:r:s:: promovido y liberado po~ o/ zntt:~:l- empleado en las tesis anteriores. Al reunir diversos aspectos de la reali-
cuando contextu~llza ~ .Pº:e aFinalmente. la historicidad de lo soeza
ción con el medio am i;n .:
/s
./tima instancia, sus leyes de esa
rrollo dad en un solo concepto se corre el riesgo de ser demasiado general, de
onstruida y coiecriva y' en u . ignorar las características específicas de cada uno de ellos. Por otra parte,
men te C • l
subordinan a los tres nwe es an t eriores. la distinción sistemática puede conducirnos a una colección de objetos
. l ente la forma sin relación entre sí. Por esta razón, la agrupación debe proporcionar-
·te determinar c aram d nos siempre la posibílidad de hacer las distinciones necesarias, que, a su
El desarrollo de esta tesis per~1 rob lemas. El desarrollo., e vez, nos deben permitir elaborar nuevas clases. En otros términos, la
en que las ciencias abordan los d1fer~nt~! inicia a partir de la evoluc1on unidad conceptual no es incompatible con la diversidad de la realidad.
las actividades psicológicas, por eiemp o, Cada uno de los miembros de
filogenética de las diferentes especies.
Tesis epistemológicas 79
Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
78
J
Como hemos indicado anteriormente, las diversas ciencias comparten
ciertos elementos en la producción del conocimiento de la realidad. Sin una de las diferentes ciencias tiene .
embargo, los niveles de la realidad estudiados por cada una de ellas difie- c1;1a1 puede ser entendido como la d ~ ?bJe_t,? de estudio particular el
ren en cuanto a la complejidad en que se llegan a organizar sus elemen- mo de la realidad que incluye di e m1tac1on conceptual de un do~i
tos. Dicha "complejidad" no se refiere, evidentemente, a la sofisticación ev~ntos comparten elementos ru:~::~;;~nto~. Por una parte, dicho;
conceptual y/o tecnológica desarrollada en cada una de ellas, sino a la ~~; os c~mo parte de un mismo objeto de a tsd. o :ue permite conside-
cualidad resultante de cierta interrelación de elementos que, por otra 1 e~enetas que pueden servir como has es u _10. or la otra, presentan
parte, pueden ser comunes a varias de ellas. Por ejemplo, los fenómenos r~ncias pueden ser cuantitati .e ?e
diferenciación. Estas dife-
biológicos son más complejos que los fisicoquímicos porque son formas d_i;erencias cualitativas se im;in~ ~uahtat1~as; en el caso de que existan
de organización que los incluyen (los procesos fisiológicos presuponen ~10n entre dichos elementos· es d ~. necesidad de considerar una rela-
la actividad eléctrica de sus elementos, pero no son equivalentes a dicha Jerar~uía que reconozca las' difer:crr'.·la producción conceptual de una
actividad). En forma semejante, la actividad psicológica presupone la ac- con!mu~- de complejidad de cad nc1a~ como puntos en la gradación
ción de lo biológico (es un organismo el que se comporta) y de lo fisico- tualizac1on tiene sus orí e a uno_ e ellos. Esta forma de conce -
químico, pero no se la puede reducir a ninguno de ellos. En la acción comportamiento human; ~:re~ la filosofía aristotélica, en donde ~l
de pensar, por ejemplo, intervienen elementos de tipo fisicoquímico menos de la naturaleza. S~ estudef;~_Plo, se diferenciaba de otros fenó-
tanto en el organismo que piensa como en el objeto que es pensado. en tanto ésta se dedica al estud. d
1{1 embargo, pertenecía a la biología
"Pensar", sin embargo, es algo más complejo que la acción de dichos su propio movimiento. A su ;o e os_seres que poseen el Principio d;
eventos a los que integra como componentes. Sin la conformación de cual estudiaba, de acuerdo con et_ la, biología era parte de la física la
un organismo con un grado de desarrollo específico de la especie humana pos. P?r último, todas estas disci ~tot;ies, el movimiento de los c~er-
no se puede presentar el pensamiento. Sin embargo, el pensamiento no ent~1:d1da como el estudio del " ~ as ormaban parte de la metafísica
es inherente a la existencia de un organismo semejante, corno lo dei;nues- clas1ficación no tiene relación c~: e en cuanto ente". Por otra parte est¡
tran los estudios de los "niños salvajes" que, en ausencia del medio su Filosofía de las ciencias positivas~ formulada por Augusto Comte en
social adecuado, no pueden desarrollar las funciones psicológicas especí-
ficamente humanas. En este sentido, lo psicclógico es un aspecto de la Tesis 9
realidad más complejo que los descritos por las ciencias físicoquímicas
y biológicas, puesto que, en la medida en que es un nivel de organización
diferente, los incluye como elementos constitutivos. En lo psic~lógtco, el objeto de estudio . .
con su medzo ambiente, físico, bioló ·e es la 1~te~acc1ón del organismo total
En este sentido, la organización de las ciencias se produce de acuer-
do con un criterio jerárquico que supone una cierta gradación de lo
t;l rubro de conducta. Esta defi .
interno,
r Y I s~cial, interacción que se define e
O O
mezan torna i"elevante la distincz'o' on
n externo-
simple a lo complejo, estando incluido lo primero como elemento cons-
titutivo de lo último. En consecuencia, las características de los niveles
complejos no se obtienen a partir de la simple suma o yuxtaposición de . E~ esta tesis pretendemos .
los niveles más simples, puesto que son formas de organización con una c1e?ti_fica dentro de la perspectiv~or una_ parte, ubicar nuestra posición
especificidad cualitativa particular. delim~tar la naturaleza del traba ·o de _la f~o~ofía conductista Y, por otra
apro1:1ada entre lo que el psicól J p~1colog¡co, estableciendo la relació~
~escribe su actividad. Para ent ogo ace, o ha hecho, Y la forma en ue
trr. de una afirmación trivial pe;n~er meJor este problema debemos iar-
Tesis 8 quier otro científico el .' , o recuentemente olvidada. Como cu -
La diferencia de niveles cualitativos de organización de la realidad también se su act/~idad lingüística, ~~l~~~~go dno pued~ crear la realidad median~~
produce al interior de todos los campos específicos del conocimiento científi- estén ?etrás de", "más allá" d:n er es_tudiar p~ocesos y eventos ue
co, con la caracter{stica común de inclusi:vidad de lo simple por lo complejo. las corrientes psicológicas ue esa misma realidad, como pretenden
terpretación patrística del q re~roducen (aunque sin saberlo) la .
de los problemas que trad1'cP1.eonsalmiento platónico. El análisis histo'n·mc-
El método de clasificación descrito en la tesis siete ahora es empleado "psi I ía" na mente se ha b1· . o
como criterio de clasificación al interior de las ciencias; es decir, cada duct~?,,º!n el :~:i~~ad~u:u!º!~! ello_s_ puede;_ :r :~~i~~s°c~l:i~~1;~0
racc1on orgamsmo-medio. Esta definí-
!:
80 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis epistemológicas 81
De las tesis que ya hemos discutido se desprende que el objeto de
· ., de la condu eta "como movimiento", estudio de la psicología (interacción organismo-ambiente) agrupa even-
ción supera la conceptuahzac10i; del conductismo. Debido a que
formulada por Watson en los onge~es d·o" puesto que éste es un el~- tos que difieren en muchas características. Estos aspectos son tomados
la conducta no es "una respuesta.ª 7-~~o hablar de eventos psicológ¡- en consideración y son nuevamente clasificados en niveles específicos de
interacción, es decir, como funciones psicológicas. En este contexto,
mento de la cond~cta, care~; de s~~t ~abiar de ellos se estaría tomando es necesario delimitar el significado del término "función", con objeto
"internos" o externos , pue d Por u'!timo como hemos se-
coS •, omo el to o. ' li de que no se le confunda con la forma en que otros autores lo emplean.
un elemento de la re1ac1~n e . cia p1.1ede ofrecer una exp ca- En primer término, algunas corrientes psicológicas reducen los fenómenos
ñalado repetidamente, mng~na otra c~~~uctuales, en el sentido en que a la actividad, "función", de algún órgano (por ejemplo, la memoria se
. , de los procesos
c1on . . Y fenomenos considera la función de una parte déi cerebro). En segundo lugar, la
aquí los hemos defm1do. noción de "función" en ocasiones se emplea en el mismo sentido que en
las matemáticas, es decir, como una relación entre variables de forma tal
"que a los valores de una de ellas (variable independiente) corresponde
n•to .
. -~
de lo sicológico' posee una hzstoncz
un valor particular en la otra (variable dependiente)". En tercer térmi-
La conducta, como objeto esp~czfico n! enia al interior de todas y cad~ no, la palabra se ha empleado para clasificar los eventos ambientales
que se manifiesta como cambios ~n ia o o d~erencias en los límites ontogene- (estímulos) sobre la base de una operación realizada y un efecto produ-
una de las especies, y en la filogenia, com cido. Por ejemplo, se dice que un evento es "reforzante" (tiene la fun-
ticos de cada una de ellas. ción de reforzador) cuando se presenta contingente a una respuesta e
"incrementa su probabilidad de ocurrencia". En consecuencia, debe
. ción organismo-medio, se const~u_ye distinguirse la forma en que usamos aquí la palabra función (forma es-
La conducta, en tanto 1;1te~acdo a partir de la estructura biol~g¡ca pecífica de interacción -contacto- entre el ambiente y el organismo)
históricamente, como se ha md1~f 's del medio. Respecto del primer de otras formas en que se ha empleado dentro de la literatura psicológi-
del organismo y de las caractens ica te de una especie desarrollan ca, y con las cuales guarda importantes diferencias.
elemento, los m · d.lVlºduos que forman par la base de cierta orgamza~
dº obre · ión
Cabe recordar que el movimiento llamado funcionalismo aplicaba el
diferentes interaccio".es con ele~:s~~llo puede ser más rico Y f!ex1b)e, concepto de "función" a las diversas actividades realizadas por un orga-
de sus sistemas reactivos. Es~ . ción permita. En las es~~c1es nismo desde el punto de vista del fin, propósito o utilidad. Dicha posi-
según las posibilidades que d_1cha ~rgan~zfimitado es decir, la actividad ción deriva claramente de considerar, a semejanza de Darwin, que toda
más simples, el de~rrollo ~s1coló~c~ c:mente a s~s aspectos biológicos. actividad psicológica está encaminada a la adaptación del organismo a
En el caso de orgamsmos n:as tº /e
del organismo se crr~unscr1b~ cas1;:n¡~-os por el contrario, la estruc_~r~
fa historia de su especie) pos1~ili-
del organismo (estado p~tlcu ar tremadamente dinámicas y compleias.
su entorno.

ta el desarrollo, de relac1o~es ef f ·dad a esta característica. Un buen Tesis 12


La etología clásica ha llama o ~s 1c1 uien al estudiar el fenómeno de
ejemplo de ello nos lo ofrece , ~ª¡;
;fFunción contextual") concluye La teoría de la conducta tiene como objeto primordial identificar las funciones
"configuración" (véase el capitu o .d d de pájaros y mamíferos, pero conductuales que se manifiestan a lo largo de la ontogenia y la filogenia, así como
que se encuentra "den?,"º ~e la capac1 a los procesos que las sustentan.
no de peces ni tortugas (pag. 21 O).
En otras palabras, debido a que la psicología estudia interacciones,
y puesto que existen diferentes tipos de éstas y a que sólo algunos orga-
Tesis 11 nismos son capaces de desarrollarl~s todas, la tarea del psicólogo es, en
. . o de contacto entre el organismo y e1 primer término, reconocer las formas genéricas de interacción organis-
Como la conducta es un p~o~so mte~:Fares de contacto son las que del!mi:an
mo-ambiente; en segundo, determinar la forma en que un organismo
ambiente' las formas cualztattvas
• ti osde
par¡ . l 'gz·co A estas fiormas cualztattva-
los diversos niveles organzza v . -ambiente· se les denomina fu nczone
opszcoo · s adquiere, durante su desarrollo, diferentes contactos con su medio y la
mente distintas de contacto organismo manera en que dicho desarrollo se permite y/o se ve limitado por la es-
conductuales.
Tasís epistemológicas 83
Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
82
sino el simple reconocimiento de que los objetos fisicoquímicos y socia-
studiar los problemas anteriores les presentes pueden permitirnos relaciones psicológicas con objetos que
pecie a la que pert~nece;_ e?- ~ercero,d:Cir como la construcción gradual
desde un punt_o de vista dfma1:1_1co, ~re la base de los contactos sucesivos no están presentes. La lectura de un relato, por ejemplo, puede permi-
e ininterrumpida de una un~1on so tirnos conocer sucesos y acontecimientos que no experimentamos en
entre el ambiente y el orgamsmo. forma directa, y evidentemente, este conocimiento no es idéntico, al
obtenido mediante la interacción directa con los objetos, pero sí nos
permite ampliar y trascender considerablemente nuestra experiencill in-
Tesis 13 . dividual y el alcance de nuestros sistemas reactivos.
b las características reactivas de los
Todas las funciones conductuales se ~san en sico uímicas del medio. En la
subsistemas biológic: ante las pr':t:~a:/,:!m~rga:ismo-medio, cualquier fun· Tesis .15
medida en que la co ucta es una ' te la estructura del organismo y, por
ción psicológica involucra, por ~na_ par • .
otra, las propiedades físicas y quzmzcas del medio. El corte entre la conducta humana y la animal no es abrupto ni en la filogenia
zoológica ni en la ontogenia humana; se manifiesta en la forma de una transi-
• 8 reaccionan a las propieda· ción representada por las funciones sustitutivas, las cuales aparecen tanto en la
En el ni~el más prim~~ivo, ~~:;~n~~~ según las características del
1
ontogenia humana comó en la filogenia zoológica cuando se dispone de un
des del medio en forma ÍIJ~ )'. es !te Este tipo de reacciones for- medio social (formas estructuradas y diferenciadas de interacción grupal con
1 los miembros de la propia especie} y de un nivel de desarrollo motriz, tanto
medio y su estructu~a. ¡r:a:_ic~ :c:mpuesto que sus características han
man parte de la act1v1 .ª_10 o ' ética de la especie a la que pertene- fino como grueso, desarrollado en correspondencia con el medio de contacto
que enmarca la conducta biológica y psicológica.
sido construidas en la h1stonaffilo~en ma's compleJ· as seguimos encon-
arte en las unciones f •,
cen. p or ot ra P . ' edio físico particulares, pero la unc1on
trando a un orgams~o Y a un~ se subordina, de ninguna manera, Al seguir el método que hemos formulado, establecemos una vincu- ·
conductual establecida entre e os no . d observamos una pintura de 1ación de los elementos que habíamos distinguido (conducta humana
a sus características particul~~s. Cu~~ t~xtura del material, la calidad y animal). Esta vinculación se establece sobre la base de que en el com-
Monet, por ejemplo, no nos m eresa_ la forma en que dichos elemen- portamiento animal existen funciones que pueden ser consideradas
0
de la tela, ni los colores em~l':~dos, s~cular· además dicha composición antecedentes primitivos de la conducta específicamente humana. La ca-
tos conforman una composicion Pª\~ ar 0' de un a~igo. Evidentemen- racterística fundamental de estas funciones es que los organismos se re-
nos puede evocar el recuerdo d~- unbiofóg¡·ca a las propiedades fisicoquí- 1acionan ya no en forma inmediata con las propiedades absolutas de los
te el recuerdo no es una reacc1on . , , . eventos, sino con sus relaciones, es decir, sus propiedades con :as pro-
micas de la pintura, sino una interacc1on mas comple¡a.
piedades de otros objetos. Esta clase de interacciones (la función de un
objeto es condicional a las características de otros objetos) representan
las interacciones más complejas que se pueden identificar en la conduc-
Tesis 14 ta animal.
. . 1 h mano y su independencia respectó Por. otra parte, el desarrollo de dichas funciones, en el caso de los
Dadas las características del me~zo socia uo orciona el lenguaje, la conducta
del contacto directo con los ob{~~ ¿fre1:te~ la conducta animal. animales, depende de cierto grado de complejidad en sus componentes
humana representa un corte cua I a v tanto biológicos como ambientales. La transición característica de la
,. . . . . , f d ental entre funciones psicológicas se conducta humana a 1as funciones sustitutivas requiere tanto de un me-
Por tanto, la d1stmc1on un a~ 1 conducta animal y las propias dio social estructurado como de un adecuado desarroilo de las estructu-
establece ~ntre _aquellas que de~n::: d: esta distinción se refiere a que ras biológicas implicadas.
del comportamiento human~. a blecer contacto con objetos Y
las funciones hum~nas cons~te~, ~~a:~~te lo que a su vez, incluye la
eventos que no estanpresen es 1s1 . ' . ' las ue se encuen- Tesis 16
"bili"dad de trascehder las relaciones mmed1atas a q "b"lidad
pos1 . ·. f Sin embargo esta pos1 1 , Dentro de la ontogenia se reproducen las etapas representadas por las funciones
tran ligadas nuestros sistemas rea; ~:~~posición de u~a tradición mítica sucesivamente complejas que caracterizan las distinciones cualitativas de lo filo-
exclusiva.del hombr~, _no r~pre~~n. a ) al comportamiento del hombre,
y/o teológica (partlc1pac1on 1vma
Tesis epistemológicas 85
84 Cap.4. Tesis fundamentales de la taxonomía
genético; sin embargo, la sucesión de f.mciones no se da como un proceso lineal reladones que han sido denominadas "de comunicación animal" corres-
en lo ftlogenético, sino que, en lo esencial, es un proceso ramificado con diver-
sos niveles terminales para especies de una misma clase, o clases de un mismo pondientes a las formas de interacción que hemos denominado "función
phylum. s~Jectora". Esta limitación se refiere a la incapacidad, como indica Cas-
s1rer (1971 ), para producir convenciones que puedan referir funcional-
Vista desde otra perspectiva, la organización jerárquica de las fun- mente c?sas. En el caso del hombre, por el contrario, existen sistemas
ciones nos muestra el proceso de desarrollo psicológico como la estruc- conv~nc10nales de esa nat~r~leza que son extremadamente variados y
turación gradual de funciones cada vez más complejas que ·pueden permiten, por tanto, la posib1hdad de referir y /o ser referido a un sinnú-
conformarse sobre la base de funciones más primitivas. Es decir, las me~o de as?ectos de la realidad (aun aquéllos que han ocurrido O que
funciones más simples son incorporadas por las más complejas, pero dicha \ es tan ocurriendo en otras partes). Debido a que estos sistemas no de-
incorporación no se produce como resultado de una simple adición, : ?enden _de la ex~erienci~, d~ un indivíduo, sino que son comunes a las
sino que las funciones más simples son transformadas cualitativamente ¡ interacciones sociales (el mismo sistema" permite a los diferentes miem-
al Sf!r enmarcadas por funciones de orden superior. Las complejas for- bros de la comuni~ad referir o ser .~eferidos a diversos acontecimientos),
mas de interacción humana son organizaciones de diversos elementos, n_amamos co~venczonal a la func10n "compartida" de estos objetos, y
entre los cuales se encuentran los que constituyen las funciones más s1ste1:1a reac~vo social a la "capacidad" de poder incorporarlos en nues-
simples. En este sentido, la interacción que denominamos "pensar" in· tras interacciones con el medio social.
cluye la presencia de elementos lingüísticos, pero pensar no es sólo
hablar de una forma diferente (por ejemplo, hablarse a uno mismo),
sino, ante todo, relacionarse con el medio de una manera más compleja. 1 Tesis 18
Por las características de la conducta psicológica, podemos establecer
conceptualmente un sistema que representa el largo proceso por el que 1 La presencia de las f~nciones sustitutivas en el contacto organismo-ambiente
debe pasar un organismo humano durante su desarrollo. Este proceso representa la forma mas compleja de organización de la conducta.
se inicia con la presencia de actividad biológica, sobre la que gradual-
mente se conforman las formas de contacto características de la con- Las funci~nes psicológicas humanas sefialadas en la tesis anterior
ducta animal. Éstas, a su vez, permiten el desarrollo (puesto que están represen~an, sm duda'. la for~a más compleja de interacción psicológic;.
incluidas en ellas) de las formas de interacción específicamente humanas. El estud10 de mapas, por eJemplo, me permite conducirme apropiada-
Desde nuestro punto de vista, sin embargo, esta relación no se produce men_te en un _lugar en el que nunca me he encontrado antes. En este
de manera lineal (pueden existir actividades correspondientes a una senti~o, los s_ig~os y la~ r_epresentaciones que llamamos "mapas" nos
función de orden superior sin que se haya establecido una de orden in· permiten sustltutr ps1colog¡camente la experiencia directa con el lugar al
feriar; en la filogenia, por .:itra parte, puede ocurrir una situación seme- q_ue nos refter~n .. _Por es'.a °:isma razón, podemos afirmar que las fun-
jante). c10nes de med1acion sustitutiva, permiten al hombre reproducir func· .
nalmente una cantidad considerable de experiencias que han ocurrí~º0
en otros lugares y en otras épocas.
Tesis 17
En el desarrollo ontogenético del ser humano, el lenguaje, a diferencia de los Tesis 19
animales, es un sistema reactivo no sólo biológico sino social. La aparición del
lenguaje es independiente de otras formas de función mediadora, pero su con- Las funciones susti~tivas incluyen a todas las demás funciones en su proceso,
vergencia con ellas produce las formas de mediación que son idiosincrásicas y mas ~o como una simple suma de elementos, sino como una configuración su~
exclusivas, del hombre. bordznada estructurada en diversos momentos de su ocurrir.
Una de las diferencias fundamentales entre el hombre y el animal es _E~ta tesis puede ser considerada como una síntesis del sistema psi-
que, para este último, no existe manera de desprenderse de los objetos colog¡c'? _que presentaremos en los siguientes capítulos. Su importancia
físicos que se encuentran presentes en un lugar y un espacio determina· se mamf1esta cuando abordamos ciertos problemas centrales del com-
dos. Los sistemas reactivos característicos de su especie marcan los lí· P?rtamiento humano, por ejemplo, el referente a la "relación entre los
mites del campo con que pueden interactuar. Esto es cierto aun en las diferentes aspectos de su actividad". Desde los tiempos de la filosofía

86 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía


Tesis epistemológicas 87

'2:(:'
griega encontramos una tendencia de interpretación dual!sta del co_mpor- junto de estas relaciones forma un sistema o estructura que, debido a
tamiento humano. Esta tendencia se ha expresado en diferentes ~pocas que hace referencia al organismo y al ambiente, puede ser identificada
de formas tan diversas como "el mundo de las ideas Y el material" de con el concepto de función.
Platón "el alma y el cuerpo" de la filosofía medieval, "la razón Y el
sentimiento" de Pascal, "las instancias del aparato intrapsíquico", pos-
tuladas por Freud, y la correlación entre "la conducta ~e~~al Y la no Tesis 2
verbal" del análisis conductual. Por el contrario, la poS1c10n que nos Todo fenómeno puede analizarse molecularmente en sus componentes míni-
permite adoptar la noción de una "organización jerárquica", apareci?a mos y las interrelaciones y procesos que lo constituyen. Sin embargo, el aná-
en su forma original en la psicología aristotélica y reformulada por la _m- lisis molar debe siempre contextualizar al molecular.
terpsicología kantoriana, sostiene la artificialidad pro_funda de esa~ d~a-
lidades, puesto que el organismo actúa en forma total, mtegrada, umtan~. Esta tesis constituye la contrapartida práctica de la anterior. La
Esto significa, entre otras cosas, que el hombre no puede pensar sm conceptualización de un evento como un campo de relaciones no impli-
hacer ni hacer sin pensar y sin sentir; que, en fin, esas palabras no se re- ca que en el trabajo empírico sea posible estudiar simultáneamente la
fiere~ a tres universos autocontenidos y en conflicto, sino a aspectos de relación de todos los elementos. La observación y/o manipulación de
1 n todo integrado y unitario que sólo la influencia poderosa de la ideo- alguno de ellos, sin embargo, debe realizarse tomando en consideración
ogía puede separar. Esto no significa, evidentemente, que el hombre que en la situación existen otros elementos indispensables para com-
:arezca de conflictos; debe aclararse q:ie el conflicto nunca es personal, prender los resultados. La existencia de "otros elementos" no se infiere
!el "hombre consigo mismo", sino de las complejas relaciones que esta- arbitrariamente, sino que forma parte de las condiciones generales en
ilece con su mundo físico y social. que se realiza la investigación.
En este sentido, las funciones humanas representan el nivel más ele-
·ado de conducta psicológica, lo que no indica conflicto con las formas
nferiores, siho su integración en un todo unitario, complejo Y extrema- Tesis 3
lamente dinámico.
El análisis molar permite delimitar los procesos cualitativos, mientras que el
análisis molecular permite determinar los procesos cuantitativos .
'.ESJ§ METODOLÓGICAS. Como señalamos en las tesis epistemológicas, la presencia de un ele-
mento no condiciona las características del evento, puesto que éste se
'esis 1 encuentra formando parte de eventos de diversos grados de complejidad.
Los problemas psicológicos ocurren como eventos molares continuos en tiempo En este sentido, el análisis de la estructura (función) significa el empleo
y espacio. Estos eventos constituyen campos de interrelaci~ne~ múltiples, cuya de un nivel cualitativo, puesto que el cambio en la organización de los
organización funcional representa su estructura. Por cons1~1en:~• se da una elementos equivale al cambio de la función. En otras palabras, con este
identidad conceptual entre función y estructura en la determmacwn del campo nivel de análisis se toman en cuenta los elementos específicos en cuanto
de relaciones delimitante de un evento. a su forma de relacionarse con otros elementos. Por otra parte, el análi-
sis molecular no considera las propiedades relativas de una parte (rela-
En esta tesis se establecen los criterios fundamentales que penniten tivas a su relación con otras partes), sino su acción como dimensión
.entificar y definir los eventos psicológicos. En primer ténnino, al des- independiente. Por esta razón, posibilita la detenninación de los proce-
ibirlos como "eventos molares" se supera la tradición psicológica que sos cuantitativos.
:etende aislar los componentes moleculares, sin considerar que dicha Con el propósito de ilustrar lo anterior, analicemos dos diferentes
paración transforma la naturaleza de los elementos analizados. Por aspectos desde los que se puede estudiar una dimensión simple en un
ta razón, proponemos estudiar los diferentes elementos de los eventos experimento psicológico, digamos, la intensidad de un haz de luz. Por
:icológicos, considerando sus estrechas interrelaciones con otros ele- una parte, podríamos estar interesados en la manera en que una varia-
entos; es decir, dado que no es posible estudiar un elemento aislado, ción sistemática de la intensidad, condiciona en un organismo la presencia
necesario considerar sus relaciones con los. otros elementos. El con- de ciertos movimientos (por ejemplo, las reacciones de orientación).

Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía Tesis metqdológicas 89


, . t , de considerar las condiciones en las que
Sin embargo, la naturaleza de esta relación se comprende poco si nos explicación mas p~ecisa_ tra ariaue ha dejado de beber, las características
~~t si!~!~~~~n~~:
limitamos a determinar sus propiedades moleculares, al margen de la es- 1
tructura psicológica a la que pertenece. Considérense las diferencias de ;';!(~:~;~:;tu~a~ ::~~.1rescura) y la s:ne~~~e~;
una reacción de orientación como respuesta total de un organismo sim- tra (en presenc(a de otras persona~ :;u:!J~gcon este esquema de expli-
ple, con la reacción de orientación condicionada en un humano como encuentran, etcetera). p~'. tantod, ~, or A ni se encuentra "correlacio-
componente mínimo en una situación de solución de problemas. . · b · r (B) no es causa o P ,
cac1on, eoe . . ue de ende de otros factores [D, E,
nado con él en forma S1mple, smo_dqeraci·o•~ Además estos otros facto-
d ·gnos de tomarse en cons1 · '
F · · · N] ~ den de B. Por ejemplo, la persona que bebe en una
Tesis 4 res también depen . . 0 de actividades que se nevan a cabo,
situaciói_i P?ede cam~iarl edl tl1p " ed" la forma en que la temperatura
La organización funcional de un campo de eventos, sean molares o moleculares, beber d1sm1nuye el mve e a s '
se da en la forma de interdependencias cualitativas y cuantitativas que sustituyen, afecta al organismo, etcétera.
como mediación. a las relaciones de causalidad de los eventos así involucrados.
Tesis S
El reconocimiento de la complejidad de los eventos psicológicos de analizarse como la secuencia lineal de
~onduce, necesariamente, a reformular los viejos esquemas del trabajo La causalidad de un ev_en_to no pue salidad de un evento se sustituye por la
jentífico. El concepto tradicional de "causalidad" reducía los eventos
, una simple sucesión de elementos A y B, en la que uno no aparecía sin
elementos simp(es ·ºtmultzdp:e:~d~:
interdependencUJ m egra
r::elementos que constituyen en el campo

!I otro y siempre se presentaban en el mismo orden. Por otra parte, la de interacción.


10ción de "relaciones funcionales", sustituto lógico de la causalidad en d ¡ terior La interpretación de un
:anto que permitía un análisis correlaciona! que no implica un "vínculo Esta tesis es el complemen_to e ª-~ , lt·i.ple no lo puede reducir a
, ma de mteracc1on mu
1ecesario" entre A y B, se restringió incorrectamente al análisis de dos evento segun un esque . d"e temente del número de eventos
·actores. El análisis de campo, por el contrario, pretende considerar un una ~ecuencia de eventos (md~~e;es1cr~bir la actividad de una persona
,vento como un todo integrado, en donde cada elemento influye a y es considerados). C:1and o trato ué suponer que observar ocurre
nfluido por el resto de elementos. que observa _un arbol, no tengo fº~ qde una relación. Esta relación es
después del arbol, pueS t o que se raeª existe cierto nivel de iluminación
Con objeto de ilustrar la diferencia entre estos tres niveles de con-
eptualización, consideremos el siguiente ejemplo. Supongamos que se posible por otra parte, de bid o a qu • " tes" ni "después" de
' . E t · el no se encuentra m an
,bserva a una persona beber un vaso de agua en un día caluroso. La en el a11;b1e~te. s e mv . ante de la misma. En consecuencia, la
ctividad de beber (B) puede ser explicada de diversas formas. En un la relacion, smo que es parte 1ntegr . ación (estructura) integral de los
noción de "campo" expresa 1a orgamz . , .
squema causal, tendríamos que encontrar un elemento (A) que necesa- diversos factores de que se forma un campo ps1cologico.
amente provocara la presencia de B. Es posible obtener una explica-
ión así, afirmando que la persona bebe porque tiene sed. Tener sed, sin
nbargo, hace referencia a un atributo subjetivo, que supone la existen- Tesis 6
ª de un factor interno (impulso, energía) que es postulado en forma " ,, . ediata "causa" a distancia se refiere única~
·bitraria a partir de la observación de la actividad. Por otra parte, exis- La distinción entre ca~sa _'fiznmd ; campo de eventos interdependientes.
,n casos en los que una persona bebe "sin tener sed" y no bebe "tenien- mente a los momentos zdentz zca os en 1
J sed". Además, la "sed" no puede ser considerada como un factor
. , a ráctica común unir relaciones que ocurren en
ie surge de manera espontánea, sino que, a su vez, depende de la in- En ps1cologia es un. P ulación de construcciones que md1-
1encia de otros factores como, por ejemplo, el calor (C). tiempos difere1'.ted\mpei~:!: !ªf;iiitades del organismo. Tal vez el caso
Si tratáramos de evitar los problemas de la explicación anterior, po- can la existencia to de "memoria" entend1-
. . t ste problema sea e1 concep '
íamos afirmar simplemente que existe un alto nivel de coincidencia que meJor I1us re e . d d "retención" 0 "almacenamien-
Jrrelación) entre la temperatura y la actividad de beber. B, en este da ésta como una capacidad o po er e o ortuno Este tipo de
1tido, no es causado por A, puesto que su relación no es necesaria to" de i.,-:1formación, Y su empdleo e~. elq~~1::~~i~~:C, que ~edia entre las
na persona puede no beber en estas circunstancias). Por último, una explicación no toma en cons1 erac1on
Tesis metodológicas 91
Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
dos relaciones está cubierto por la actividad de un organismo respecto de
Como hemos mencionado, la imposibilidad práctica para evaluar
ciertos objetos del ambiente. Conceptualmente, el problema de la "me-
simultáneamente el complejo sistema de factores que constituyen los
moria" debería ser remitido a esas actividades. Por ejemplo, se "recuer-
campos psicológicos, no significa que el evento estudiado se reduzca a
da una cita" anotándola en una agenda, o sefialando en un calendario el
los elementos definidos y/o manipulados directamente. Por otra parte,
día y la hora acordadas. Hablamos de causas "a distancia" cuando, por la conceptualización de dichos fenómenos como sistemas de interrela-
conveniencia, hacemos caso omiso de las interacciones y mediaciones. ciones implica que el cambio de uno de los elementos involucra algún
cambio en los demás (aunque no sean evaluados de manera directa). Por
Tesis 7 esta razón, el concepto de "factores constantes" indica solamente que
la relación estudiada puede entenderse de manera "significativa" (regular)
Las categorías de variable independiente, variable dependiente y variable extraña haciendo caso omiso de otros elemeñfos. Esta estrategia resta un gran
tienen utilidad exclusivamente en el nivel operacional de observación y experi- poder predictivo al sistema, puesto que impide conocer la forma en que
mentación, mas no en un nivel explicativo. se produce esa relación cuando las "variables constantes" son modifica-
das. Una manera más consistente de abordar el problema puede llevarse
La consecuencia metodológica de adoptar una forma de conceptua- a cabo suponiendo que esas "otras" variables ejercen una influencia
lización más compleja que el concepto de causalidad, es que los elemen- sobre la relación, influencia que varía dentro de ciertos rangos cuya
tos de un campo que se observan y/o manipulan durante una situación determinación corresponde al análisis probabilístico. La acción de estos
práctica, no son los únicos que se consideran en la explicación del even- factores debe ser integrada como una interpretación conceptual del
to. En este sentido, la "selección" de las variables estudiadas directa- evento, es decir, en la evaluación de las interrelaciones entre los elementos
mente depende tanto de restricciones de tipo práctico (no se dispone de estudiados y las condiciones en que se llevó a cabo la investigación.
'as herramientas necesarias para evaluar la acción integral de todas las
1ariables) como del interés particular del investigador. De la misma
nanera, la denominación de "variables extrafias" se refiere a aquellos Tesis 10
'actores que si bien son parte de la situación no están incluidos formal-
nente en las operaciones de investigación. El concepto de campo como segmento analítico es aplicable tanto a la descrip-
En este sentido, las variables dependiente e independiente son el re- ción de un proceso como sucesión de transiciones definitorias de una ji,nción,
como a los momentos estables considerados estados de dicho proceso.
:ultado de una restricción impuesta por el investigador para enfocar su
1tención en una relación que considera de especial interés. Sin embar-
¡o, dicha relación no puede ocurrir sin la participación de "otros facto- El hecho de adoptar un esquema conceptual basado en las interrela-
·es" (variables extrafias). ciones entre diversos elementos no surge como una noción a priori, sino
de la necesidad práctica de disponer de herramientas teóricas que per-
mitan considerar la riqueza de los eventos psicológicos, sin transformar-
resis 8 los o reducirlos a esquemas simplistas. Por esta razón, en el estudio del
comportamiento el concepto de "campo" (sistema de interdependen-
En un campo de eventos, la alteración de un componente (variable independien- cias) es adoptado como unidad de análisis, es decir, como el esquema
te) no sólo cambia los valores y relaciones con otro componente predetennina- representativo de los eventos psicológicos. Dada su naturaleza, es apli-
do como efecto que se debe observar (variable dependiente), sino las de todos
cable tanto el análisis del desarrollo de funciones psicológicas (procesos),
los demás factores constituyentes de dicho campo, consideradas operacional-
mente constantes. como de relaciones psicológicas contempladas desde el punto de vista
de su organización relativamente estable en el presente (estado).
resis 9
Tesis 11
No es posible determinar empíricamente todos los cambios en los valores y re-
laciones que se dan en los componentes de un campo de eventos e interacción. En la delimitación de un campo de interacción los componentes fi,ncionales no
Su detenninación pertenece a un nivel teórico de andlisis enmarcado por una son idénticos a los fonnales u operacionales. Por consiguiente, el análisis de
concepción probabilística de la intennediación en lo cuantitativo. proceso implica la integración ji,ncional de componentes fonnales u operacio-
nales aparentemente autónomos.
2 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis metodológicas 93
La distinción entre la función, como sistema de elementos en interac-
de la acción funcional de otros componentes se fundamenta en estudios
ción (componentes funcionales), y los elementos que son manipulados
en los que se han evaluado directamente esos factores, aunque, por des-
m una situación experimental (componentes formales u operacionales),
gracia, se ha realizado un esfuerzo poco sistemático en esta dirección.
~os conduce a considerar la interpretación de los eventos psicológicos
:orno una forma de integración (funcional) de las diversas operaciones
:e~izadas y sus productos. Como hemos mencionado, dado que las ope-
·ac1ones experimentales se reducen a la producción de cambios descri- Tesis 13
os en términos de una sola variable (variable independiente) diferentes La mediación y su pertinencia dependen del nivel y tipo de segmentación elegi-
>peraciones son frecuentemente descritas de manera independiente. Des- do. Por consiguiente, no se considera que las fracciones seleccionadas constitu-
le un punto de vista funcional, sin embargo, operaciones formalmente yan necesariamente interacciones fundamenta/es o medidas de representatividad
liferentes permiten la constitución de campos integrales de interacción. general.
Jn claro ejemplo de lo anterior nos lo proporciona la investigación
xperimental con animales, en donde se estudian ciertas actividades de En estrecha relación con la tesis anterior, la investigación experi-
,rganismos bajo privación de alimento. Estas actividades (oprimir una mental de la conducta se ha construido sobre la suposición de que hay
alanca o picar una tecla) son suplementadas por la entrega de pequefias dimensiones o aspectos de la conducta que son más "fundamentales"
antidades de alimento, condicionales a la ocurrencia de la actividad que otros. Esta suposición ha sido muy problemática, sobre todo cuan-
réase el capítulo "La función suplementaria"). Aunque la privación de do se intenta trasludarla al estudio de la conducta humana, en donde la
limento (operación l) es conceptualizada independientemente de la complejidad de los eventos y la diversidad de los problemas requiere del
rogramación de presentación de alimento (operación 2), es evidente empleo de métodos apropiados a sus características. Por otra parte,
ue existe una estrecha vinculación funcional entre ambas puesto que desde un punto de vista teórico, la "representatividad" de una medida
eficacia de 2 depende de los resultados de l. Dado que ~n el estudio supone que a través del análisis de una dimensión o de una propiedad de
0 un proceso están involucradas diversas operaciones realizadas en for-
la conducta sería posible conocer el estado de otras. Esta suposición no
a simultánea y/o sucesiva, su integración funcional es indispensable está justificada, puesto que las diversas dimensiones (por ejemplo, fuer-
ira comprender sus características. za duración, geografía, topografía) no covarían regularmente.
' El argumento anterior puede ser expresado de una manera mas , .
sun-
ple con la afirmación de que la medida seleccionada debe depender del
lSÍS 12 tipo de problema que se trata de resolver y del tipo de preguntas que se
formulan acerca de él.
La discretización de campos interactivos molares y continuos presupone la iden,
tificación de segmentos parciales de la interacción estudiada. El análisis de pro-
ceso no incluye solamente a los componentes discretos así determinados, sino
Tesis 14
que asume la acción funcional de componentes no identificados formal u ope-
racionalmente.
El análisis de proceso requiere del seguimiento continuo de las transiciones ope•
radas en el ocurrir de una función, por lo que la sola evaluación de estados ter-
El desarrollo de complicados aparatos de investigación conductual minales es un criterio insuficiente y parcial.
sados en una conceptualización de la conducta como sucesión de
mtos discretos (es decir, de eventos cuya duración es menor que el La conducta de los organismos es un evento continuo, cuyo desarrollo
mpo que transcurre entre uno y otro), ha permitido producir una funcional se produce gradualmente en los contactos concretos y sucesi-
.n cantidad de datos obtenidos de acuerdo con ese criterio. La discre- vos de un organismo con el medio. Cada actividad realizada por un or-
ición de la conducta debe entenderse, sin embargo, como una herra- ganismo modifica el aspecto histórico del campo presente, por lo que la
0nta operacional que no agota la riqueza funcional del evento. En el comprensión cabal de un problema incluye el estudio de su conforma-
ción es decir su análisis como proceso. Desgraciadamente, la literatura
o del am_biente, encontramos una situación análoga, puesto que "lo
exp~rimental 'actual se ha basado fundamentalmente en el análisis de
i se manipula" como segmento discreto del ambiente (estímulo) no
"estados estables", Jo que ha empobrecido considerablemente a la teoría
idéntico a los elementos involucrados funcionalmente. La suposición
de la conducta elaborada a partir de dicha información.
Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis metodológicas 95
la complejidad del campo al que pertenece, puesto que, por las caracte-
Tesis 15 rísticas convencionales del texto, éste se encuentra integrado a una fun-
ción que describe un contacto más amplio entre el organismo y el medio.
El análisis de proceso puede darse en dos niveles: uno, cualitativo, centrado en
la determinación de las diversas transiciones en el tipo de contacto y organiza·
ción del campo característicos deun nivel funcional; otro, cuantitativo, enfocado
a la evaluación paramétrica de los elementos involucrados en la interacción de TESIS LÓGICAS
campo.
Tesis 1
En esta tesis se conjugan dos criterios metodológicos generales: el 1
nivel de análisis (molar o molecular) empleado y el estudio de los proce- l' Un sistema teórico comprende conceptos de diverso nivel, a saber: a) defini-
sos psicológicos. Por una parte, el análisis de proceso con enfoque mo- ciones taxonómico-funcionales; b) definiciones operacionales; e) conceptos
lecular se restringe al estudio de la forma en que los diferentes valores descriptivos cuantitativos (medidas y lenguaje de datos); d) conceptos de pro-
de una variable -por ejemplo, el orden en el que son presentados- al· ceso, y e) conceptos metasistemicos.
teran los aspectos característicos de toda interacción psicológica. El
análisis de proceso enfocado molarmente pretende comprender la forma La descripción de un modelo o sistema teórico es una actividad
en que las diferentes funciones psicológicas se conforman gradualmen· poco frecuente en la literatura tradicional del análisis experimental de la
te a partir de la existencia de formas más simples. En el primer caso, se conducta (Skinner, 1938). Esta situación deriva, por una parte, de la fal-
trata de analizar las diferentes posibilidades en que una variable pue- ta de comprensión del papel y la función de la teoría psicológica. El
de alterar los diversos aspectos de una función; en el segundo, se intenta rechazo de teorías pertenecientes al conductismo de tipo metodológico
conocer cómo cambia la misma interacción. Por ejemplo, un análisis y/o metafísico pareció confundirse con un rechazo a "la teoría", inde-
cuantitativo de proceso puede consistir en el estudio de la manera en pendientemente de sus características específicas. Por otra parte, la
que el tamaf\o y/ o forma de las letras afecta la adquisición de la lectura. investigación experimental contemporánea parece estar más dirigida a
En el caso de un proceso cualitativo nos interesaría conocer la forma en explorar eventos que parecen constituir excepciones a principios o con-
que se adquiere funcionalmente la conducta de leer. Desde este punto ceptos de cierta generalidad, que a integrar la gran cantidad de datos
de vista, resulta claro que las reglas propuestas para el análisis molar y mo• que están dispersos debido a que han sido producidos para apoyar o
lecular son aplicables al estudio cualitativo y cuantitativo de los procesos. refutar "minisistemas" conceptuales. La necesidad de una teoría siste-
mática de la conducta es cada vez más evidente si se considera la creciente
especialización y sofisticación de los trabajos de investigación empírica,
Tesis 16 de la que no es posible derivar una visión congruente ni integrada de la
conducta psicológica. Por otra parte, la suposición de que es posible
Procesos cualitativos de distinto orden pueden compartir procesos cuantitati· realizar investigación sin teoría resulta enteramente artificial, puesto
vos, por lo que no se supone una correSPondencia biunívoca entre ambos tipos que "los niveles" considerados en esta tesis están presentes (en forma
de proceso. explícita o implícita) dentro de cualquier trabajo empírico. En este
sentido, podemos afirmar que, puesto que no se puede carecer de una
teoría al desarrollar una actividad científica, es conveniente formularla
Esta tesis la podemos considerar como el corolario de alguna de las de manera explícita y en forma sistemática. En consecuencia las tesis
tesis anteriores, puesto que la concepción de los eventos como siste- lógicas representan un esfuerzo por explicitar y sistematizar las e~trategias
mas de interacciones, implica la posibilidad de que funciones con diversos que hemos empleado en la elaboración de nuestro sistema psicológico.
grados de complejidad compartan elementos cuantitativos. En otras
palabras, no es el tipo de elementos que integran un campo lo qu~ deter-
mina su naturaleza psicológica, sino la forma en que están orgamzados. Tesis 2
Retomando el ejemplo expuesto en la tesis anterior, es claro que la
forma y/o tamaf\o de los objetos puede ser una característica relevante
Las definiciones taxonómico-funcionales son el punto de partida de todo siste-
para ciertos tipos de actividad anima! (por ejemplo, la discriminación). ma teórico, en tanto que establecen los criterios lógicos para clasificar todas las
En el caso de la lectura, la acción de este parámetro es transformada por
Tesis lógicas 97
96 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
clases de eventos posibles en términos de sus propiedades, sin que haya necesi-
dad de determinar la inclusión de eventos concretos particulares. lo que permite derivar herramientas prácticas en el trabajo aplicado que
corresponden a los diferentes niveles de complejidad de los problemas
Esto significa que estas categorías son tautológicas, pues aunque se abordados.
refieren a un campo de eventos, son empíricamente vacías y proporcio- Para ilustrar las nociones expresadas en esta tesis, consideramos el
nan la consistencia interna de la teoría. Las categorías son válidas en problema del lenguaje (véase el capítulo "La función referencial"). Es-
tanto que cubren lógicamente las propiedades del campo de eventos te problema ha sido abordado por la teoría psicológica (en la tradición
(ausencia de vacíos y sobreposiciones). Empíricamente no pueden ser del análisis experimental de la conducta) mediante la extensión de formas
validadas ni falseadas; esto sólo puede darse lógicamente, en tanto suco- conceptuales de la conducta animal al comportamiento humano (por
bertura como criterio de clasificación demuestre ser insuficiente o con- ejemplo, el esquema de la "triple contingencia"), o mediante la antro-
tradictoria respecto del campo de eventos. Los conceptos particulares pomorfización de la conducta animal (por ejemplo, los estudios sobre
aplicados a eventos específicos tampoco pueden ser probados o verifica- lenguaje animal de la etología clásica). Desde un punto de vista lógico,
dos empíricamente. La validación de un sistema lógico se efectúa ccin ambas aproximaciones se basan necesariamente en una definición de
base en su correspondencia con las propiedades descritas en el campo de "lenguaje" que no puede ser validada o refutada empíricamente. Sin
eventos, por lo que su autonomía es relativa a eventos concretos mas embargo, la primera de ellas desconoce que los eventos lingüísticos po-
no a las relaciones entre dichos eventos, las cuales deberán ser d~scri- seen características que no están presentes en formas del comportamien-
tas lógicamente. to animal, lo que impide generar métodos y problemas que las tomen en
En la construcción de un sistema teórico es necesario distinguir los cuenta en forma adecuada. Las segundas, extienden el campo del len-
problemas de tipo conceptual de los de tipo empírico. El nivel concep- guaje a formas más simples de interacción, creando la imagen engañosa
tual se refiere a la definición de las interacciones como campos de even- de que los procesos estudiados en la conducta animal son equivalentes a
tos, que pueden ser identificados como formas posibles de interacción
í los que se podrían obtener en el estudio de la conducta humana. Por
organismo-ambiente; es decir, la definición de nuestro objeto de estudio otra parte, los modelos lingüísticos que ignoran la continuidad de las
como interacción organismo-ambiente debe ser complementada con la conductas humana y animal (es decir, que se circunscriben al problema
definición de las formas en que dicha interacción se puede presentar. del lenguaje en humanos), ignoran que la adquisición de las funciones
En. el caso del sistema teórico que proponemos, dichas definiciones se lingüísticas se produce como un desarrollo de interacciones psicológicas
refieren a las funciones psicológiéas. Por otra parte, una característica más simples, y pierden, por tanto, una gran cantidad de valiosa informa-
de cualquier definición es que no se le puede analizar en términos de su ción obtenida gracias a los estudios de la psicología animal. Por estas
verdad o falsedad, sino de su validez para cubrir coherente y sistemáti- razones, la elaboración de una taxonomía, aunque no pueda ser deriva-
camente los diferentes eventos que pertenecen al objeto de estudio da de manera empírica, tiene importantes consecuencias para la forma en
inve~tigado. Desde un punto de vista empírico, la taxonomía nos pro- que planteamos nuestros problemas de investigación y para la forma
porci?na un marco de referencia sistemático en el que podemos ubicar en que tratamos de resolverlos.
i
los diferentes eventos que estudia la psicología, y del cual pueden deri-
varse nuevas formas de estudiar eventos aún no estudiados. 1
Desde este punto de vista, es evidente que la literatura psicológica ha Tesis 3
carecido de una taxonomía apropiada, puesto que las existentes no in-
c!uyen de ma~era ex~austiva el dominio de los eventos psicológicos (por 11 En tanto las definiciones taxonómico-funciona/es clasifican lógicamente las
eJ_e~plo, la dic_~tomia operante-respondiente) -lo cual, a su vez, posi- propiedades de los eventos, son genéricas en todos los niveles de organización
bilita la reducc10n de eventos complejos a categorías que describen nive- de la conducta y, por consiguiente, procuran un lenguaje común para describir
les más s!mples de interacción. Un ejemplo de ello nos lo proporciona los diversos eventos bajo estudio. Las definiciones, en cuanto tautologías, son
el tratamiento del lenguaje como "un segundo sistema de señales" (Pav- aplicables a los diversos niveles de análisis sin incurrir en la extrapolación. Los
lov! 1927)._ Por otra parte, la validez de la taxonomía que proponemos paradigmas, es decir, las representaciones de la manera en que se relacionan
los eventos descritos por estas definiciones, no son generalizables en niveles de
esta garantizada, por una parte, por la amplitud de eventos psicológi- organización distintos sin caer en extrapolaciones reductivas.
cos que nos permite integrar, lo cual no ha. podido hacerse desde otros
marcos conceptuales, y por la otra, con base en su consistencia interna, La distinción entre las propiedades formales y las empíricas de un
sistema teórico se comprende mejor si se contrastan las propiedades
98 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis lógicas 99
analíticas de una definición .
fi_eren. La aplicabilidad de ~~~ l~s rel_a':~ones emp íricás a las que se re--
diferentes niveles de complejidad de~mc10n a relaciones que están en mentador, y en modo alguno descripciones de las propiedades funcionales de
los eventos en tanto tales.
tantes en las diferentes funciones psi:~? ~e que existen elementos cons-
e:;; q_ude dic~os elementos están organiz~fcª~· Cont_rariamente, la forma La cabal comprensión de esta tesis es fundamental para determinar
c1 ic1 ad diferente en lo cualit ti os etermma un nivel de es e-
~a función es equivalente a la
e un campo psicológico.
rirr:o,
puesto que, como se ha indicaXo
a en que se ~structuran los elemento;
el origen de una gran cantidad de teorías correspondientes al conductis-
mo meto.dológico y al metafísico. La fuerte influencia que el operacio-
nalismo ejerció en el pensamiento psicológico, facilitó que los eventos
investigados se confundieran y mezclaran con las operaciones disefiadas
Tesis 4 para estudiarlos. De esta manera, surgieron teorías que trataban de ex-
plicar ciertos eventos con base, por-ejemplo, en la "informatividad" de
Las_~efiniciones taxonómico-fu . . . ciertas relaciones entre eventos que el animal "asocia". En este caso, la
º'!'ltir eventos, propiedades de ':,~~:~es tienen_ implicaciones, dado que pueden asociación se refiere, evidentemente, a la actividad del investigador cuan-
piedades y relaciones no existentes. y relaciones, o construir y atribuir pro- do presenta las condiciones para que se produzca el evento que se estudia.
Por otra parte, la distinción entre las funciones psicológicas y las
Esta tesis está estrechamente vincul operaciones mediante las que se estudian, permite evitar la suposición
zamos en la tesis uno, puesto u ada a ~os problemas que ya anali- de que los eventos psicológicos son "creados" al ser estudiados. El di-
que se aborda inicialmente el do~s_e~al~ una Implicación de la forma en seño de una operación presupone siempre algo sobre lo cual puede ser
nerales, la inclusión de element m10. e una ciencia. En términos e aplicada. En este sentido, un evento psicológico presenta múltiples fa-
releva~,tes son ~enómenos prop~~:~eef1stentes Y la exclusión de evenfo¡ cetas que no pueden ser descubiertas mediante la aplicación de una sola
nad~ conductismo metafísico" Y " os denf~ques que hemos denomi- operación, por lo que ésta debe ser complementada en forma tal que
~o~ uctismo metodológico"
pectivamente. En el prim
iuerzas, energías y podere:r
ormas en que un organism~ e
;ª;::~
~f1~re la existencia de pro~e:i:-
Ir e a observación de las diversa~
podamos obtener una imagen integral del problema que nos interesa. Un
buen ejemplo de esto es el énfasis con que se sostiene que es posible
estudiar la conducta en términos de la frecuencia con que se presenta
P.!os del esta práctica son los co:t;:p~~t~n~~-cto con el ambiente. Ejem- alguna de sus propiedades, puesto que si bien la reproducibilidad y repe-
.unpu so" e "instinto". "En el d e 1nconsciente", "sensación'' tibilidad de un dato es importante no necesariamente es el aspecto funda-
eventos debido a que son "inobs::::~e~' caso, se niega la existencia d~ mental para entenderlo. Supongamos, por ejemplo, que nos interesa la
~p;ct_o _d~- su ocurrencia entre diferent o ;;ue no puede existir acuerdo forma en que los niños aprenden a escribir. Mientras mayor número de
efm1c10n de la conducta como " es ? ~ervadores independientes veces tengamos la ocasión de observar la ocurrencia de dicha actividad,
claramente las características más m~1m1entos observables" ilustr~ mejor podremos apreciar sus características y los elementos que la con-
temente, la reducción de la c ;spec1 icas de esta posición. Eviden- dicionan. Sin embargo, la escritura, no es importante en tanto se repite,
?bservables" elimina la posibilid~~ ucta a. sus aspectos "directamente sino como una forma en que el niño puede establecer vínculos más ricos
mteresantes Y sofisticados d de estudiar los eventos más comp]e' y complejos con otros niños y con el ambiente social en general.
Propie ·d d . .
a es mex1stentes desv·
e nuestro campo d . Jos,
e estudio· ]a inclusión d
cretos entre organismo Y amb::n~:estra atención de Ios'contactos con:
de nuestras ficciones lingüísticas. para crear un mundo con el material Tesis 6

La identificación empírica de eventos pertenecientes a cualquiera de las defini-


Tesis S ciones taxonómico-funciona/es debe ir acompañada de la definición operacional
que permite dicha identificación y su posible manipulación experimental y
Las definiciones operacionales . cuantitativa. Sin embargo, ambos tipos de definición no son idénticos.
terac~ión empírica entre el ci::t:;:7 las ~ctividades involucradas en la in-
La necesaria distinción entre la conducta y las operaciones mediante
::!!!º¡;:,;,~;:ºd;s:s se !'~aducen u 0 t,:::,a:si;:,;z;;~~~gu~)'. l~s eventos bajo las que se la estudia, no nos debe impedir ubicar, en su justo valor, los
. actividad de observar instru ien e, son descrip-
00 , mentar y medir del experi- procedimientos y operaciones de investigación, en tanto que representan
Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
la experiencia práctica en la investigación de los eventos psicológicos.

Tesis lógicas 101


Por esta razón l
d b · ' ª compren .,
e e ir acompafiada de 1 s1on de un ProbJem . ,
obtenerse dicho con . ª. descripción detalJada d ª1 ps1cologico siempre
ocim1ento. e a forma en que puede unitario e integral, que se desarrolla desde los niveles más simples hasta
TE los más complejos en la forma de contactos concretos entre el organis-
Tesis 7 mo y el ambiente. Por tanto, la descripción de los procesos es el aspecto
u~ fundamental de la teoría de la conducta, puesto que éstos proporcionan
PA El lengua¡e de datos d , la comprensión más precisa de una relación psicológica. La correcta
refieren a las dimensio:: teo?a está dado por las cate • conceptualización de un proceso implica la máxima potencialidad prác-
Er mo-ambiente. Estas ca , p~rametros y medidas de -go;zas numéricas que se tica de una teoría, puesto que nos pone en contacto con las característi-
F, Fmiciones operacional, tegorzas son requisito indispe la~tteracciones organis- cas esenciales de los eventos psicológicos.
de pertinencia teóri es con los conceptos de pro ns~ e pa~a vincular las de- Por otra parte, debido a que la conducta es un flujo en constante
E ca. ceso, por sz mis
mos carecen cambio, las categorías de proceso rio pueden reproducir, ni tiene im-
d Los productos de l . . portancia hacerlo, los cambios exactos en la actividad de los organismos
e de los cambios en a mv~stigación empírica (
Presentados en rela~iuna dimensión de la activi!::s) son eval_uaciones que interactúan con el ambiente. Por esta razón, las categorías de pro-
e ceso se refieren a clases de cambios y /o de relaciones entre clases de
s valores de una(s) dim n ~?n los cambios sistemáti del organismo, re-
1 0 elementos. Naturalmente, mientras más precisas sean dichas categorías,
!,~f 1::;:td~! ~:~~s~~~~::~~(;:~a~:i~~nºe~j=;~-:~~;~r~~ fo~ io!~~;~ más precisamente muestran los cambios dinámicos que se producen, en
las tesis metodológi t
un s1stema Psicológico C termmos generales
una dependiente cas, as relaciones entre un . ?mo mencionamos e~
el tiempo, entre el flujo de la actividad de un organismo y los cambios
constantes del ambiente.
sino sólo los aspee~º agotan la totalidad de ~;anabJe independiente y
perimental. Por est~~ q~e po?emos evaluar dentr~r~cesos ~sicológicos, Tesis 9
las categorías de azon, solo es posible v· 1 e una s1tuación ex
, Procesos gr · mcu ar las . •
ca t egona operacional . ac1as al lenguaje de dat operac1ones con Las categonas de proceso pueden tener diversos niveles de abstracción y, por
tos (datos) obtenidos mte?I'a en un todo Unitario l os, ~n tanto que una consiguiente, de generalidad sintáctica y poder explicativo. El nivel más eleva-
de operaciones sucesiv::ed1ante la aplicación sistem~~-d1ferentes Produc- do está constituido por los conceptos de proceso cualitativos, que describen las
s. 1ca de un conjunto propiedades y características de las formas generales de contacto organismo-am-
biente. En segundo término, siguen los conceptos de proceso cualitativo que
Tesis 8 describen las propiedades y características de formas específicas de interacción.
Finalmente, están los conceptos de proceso cuantita.ivo, que describen los
Los conceptos de pro cambios paramétricos característicos de dicha interacción.
Están compuestos ceso son el nódulo del •iste
e~entos, sus formas 1:t~~n~ateg'(;/~: que interrekzcio"::,/J;'icafi~o de la teoría. Si bien los fenómenos psicológicos se conciben como eventos molares
tivas que la definen S. erre czon y las condiciones acc1on de clases de (tesis metodológicas), el trabajo experimental se centra en la manipula-
traer en un solo c . u poder teórico reside en ' Y características cuanfitr
. oncepto la d' . ,a capaci-'-J - . w- ción de aspectos cuantitativos de las relaciones organismo-ambiente, los
en la znteracción. zversidad de eventos '-'UU szntactfca de abs~
=· "'
concretos que se ,,u.ml.J,estan cuales son interpretados conceptualmente en relación con las formas
genéricas de organización funcional. Por esta razón, una teoría de la
, ~ concebir los evento . ,
multiples element s Ps1cologicos como conducta debe conceptualizar adecuadamente los cambios en el contac-
nia, el modelo teó~f~oq~e ;on estructurados gr~~~~os de interacció;1 de to psicológico desde el punto de vista de diferentes niveles de especifici-
elementos son or a . e e centrar su interés e a mente en la ontoge- dad. En el nivel más general, se requieren categorías que describan
en el estudio de 1!
mzados en diversas funcion~ la f_orm_a ~n que dichos
sas formas de conta!rocesos mediante los cuales s ps1colog1cas; es decir
formas genéricas de interacción, las cuales, a su vez, agrupen diversos
eventos que estén en el mismo nivel de complejidad (funciones psicoló-
. Sólo es Posible deº º~f~nis;110-ambiente. se construyen las dive/ gicas); en segundo término, se proponen categorías que representen
grupos de eventos psicológicos típicos de una función genérica (casos de
diversos elementos; e!c~e~~~l~!:::~e!~:e:::~ sí:itesis funcional de las funciones); por último, se analizan dichos eventos con base en los
102 Cap. 4. Tesis fundame t I e Interdependencias, diferentes valores de los elementos que configuran un evento psicológi-
n a es de la taxonom(a co concreto (variantes paramétricas).

Tesis lógicas 103


La función de las categorías más ener 1 .
eventos estudiados experimentalme t g a es es ubicar Y organizar los roo-ambiente requiere del diseño de diferentes procedimientos, los
nes. que los unen con otros eventos n e, Y m_ost_r,ar las estrechas relacio- procesos estudiados no corresponden a la representación formal de éstos.
TE< de mteracción sintetiza diversas · La ?es~npcwn de formas específicas Como veremos en los capítulos que describen las diversas funciones psi-
UN posibles dentro de una funcio' . orgamzacwnes de elementos que son cológicas, la carencia de una teoría adecuada permite simplificar las
.
b!Os , . n, 1os conceptos que s f'
PA parametncos organizan la art' . ., e re ieren a los cam- complejas relaciones estudiadas, en detrimento de la comprensión cabal
!ª !
e1! configuración de eventos p;rtic:i1;;.:~ion de 0 s diversos elementos de la riqueza de los eventos considerados. Un ejemplo ilustrativo de
En Plflca. El desarrollo de las funciones . Y_ l?s vinculan de manera em- esta práctica nos lo ofrece la reducción de los eventos a las representa-
Fr tulos ilustran claramente esta f. d ps1colog1cas de los siguientes capí- ciones operacionales, en donde se manipulan relaciones eatre estímulos
orma e conceptualización Y sus ventajas.
(procedimientos E- E), y de los procedimientos que manipulan las rela-
E, ciones espacio-temporales de un evento ambiental y ciertas formas de la
Tesis 10
d1 actividad del organismo (procedimientos de tipo R-E). Las consecuen-
ce cias de esta simplificación se hacen patentes cuando se intenta relacionar
d Los conceptos de proceso antes delineados ' artificialmente las formas operacionales derivadas de las investigaciones
"';'l como marcos de referencia teórica o P ocuran, ':n su representación for- de eventos en diversos niveles de complejidad. Por el contrario, la contex-
s,
d1chos paradigmas y Variantes paraméb/' r:u~ar pa~ad1gmas, casos generales de tualización teórica de estas representaciones dentro de un marco de
€ cas e os mismos, respectivamente.
referencia funcional nos permite concebir la actividad de los organismos
En esta tesis se hace explícito el criterio .
las _formas de representación de la cond m~dia?t~ el cual se elaboran como un todo integrado y coherente.
el hbro. Es de especial import . d neta psicolog¡ca desarrolladas en
., anc1a estacar que l l' .
c10n es una consecuencia de la a og1ca de representa-
d~ la _teoría que sustenta la con:t~~:a. en ~ue se analizan los eventos Y Tesis 12
entena es una posición definida :Cer hzac1on. En consecuencia, dicho Los conceptos metasistémlcos son aquellos que definen las propiedades lógi-
~ales en el estudio de la conducta E ~a del empleo de las ciencias for- cas de un sistema referencial, de tal modo que, mediante la manipulación de
tiene sus orígenes en los intent d
s e pro~lema, como señala Kantor dichas propiedades, se pueden generar nuevos conceptos y formas de represen-
¡~ disciplina que hace la psicoloos_ e naturahzar el objeto de estudio d~ tación que amplíen el campo de referencia. La psicología carece de conceptos
hbro de la naturaleza esta' e 'tg1a moderna. La pretensión de que "el metasistémicos aceptados
• sen o en el Jengu · d 1 ,
usar sistemas formales (matemáticos) al aJe e numero" permitió
adecuada de los eventos que se trat b margen de una comprensión La crítica de algunos modelos teóricos que han sido formulados ar-
apr_~ximación, el empleo de formas d: a de repres_~ntar. En la presente bitrariamente en el campo de la psicología, ha llevado a ignorar la gran
rac10n de una taxonomía fu . representac10n deriva de la elabo- importancia que reviste la formulación de un modelo que satisfaga las
ev_entos estudiados. En otrasn:~~t~Is de un análisis sistemático de los necesidades de la disciplina. Por esta razón, los criterios de formulación
mien!a formal es necesario determin' antes_ de emplear alguna herra- de una teoría permanecen implícitos en las teorías psicológicas actuales.
permite representar. ar el tipo de Problema que nos Ello impide a su vez, obtener las grandes ventajas que proporciona la
reflexión sistemática sobre las bases conceptuales que sustentan a cual-
quier sistema teórico. En términos generales, estas ventajas se refieren a
Tesis 11
la oportunidad para detectar nuevas relaciones y formular conceptos
apropiados que amplíen la riqueza de contactos empíricos entre el in-
Las repre;entaciones lógicas de ~ . . vestigador y los eventos psicológicos. Un excelente ejemplo de elio lo
c~onales de algún tipo de proce!/i oce:~m1ent?s ~o son más que ejemplos opera- proporciona el trabajo de W. N. Schoenfeld en relación con la sistemati-
m pueden constituir 17ustraciones ~a~di=~:tnte, no son equivalentes a ellos zación de los "programas de reforzamiento" (véase el capítulo "La fun-
ción suplementaria"). El análisis y la organización conceptual de los
. La confusión entre procesos . . diversos parámetros que interactúan en los programas de reforzamiento
hterat~ra psicológica, aparece claia proced1m1ento_s,_ '.ªn frecuente en la
tos ps1cologicos. Si bien el estudi u:ienie
en_ el anahs1s de diversos even- permitió a este investigador generar nuevos programas, entendidos
como sistemas dinámicos de interacción entre la actividad de los orga-
o e as diferentes relaciones organis-
nismos que condiciona y es condicionada por eventos que la suplementan.
104 Cap. 4. Tesis fundamentales de la taxonomía
Tesis lógicas 105
5
La función
contextual

LAS RELACIONES DE LA MEDIACIÓN


CONTEXTUAL Y SUS ANTECEDENTES
HISTÓRICOS

En los capítulos precedentes hemos presentado los elementos y la


estructura del sistema psicológico que nos proponemos desarrollar a lo
largo de esta obra, así como los supuestos que subyacen a la forma en
que dicho sistema propone describir, organizar e interpretar diferentes
eventos psicológicos. En este capítulo pretendemos aplicar estos ele-
mentos al estudio de las organizaciones psicológicas más simples, a las
que hemos agrupado bajo el nombre de función contextual. ¿En qué
consisten dichas organizaciones?
Con objeto de responder claramente a la pregunta anterior, es con-
veniente ubicarnos dentro de un marco más general. Al referirnos a la
función contextual como una forma de sistematizar las organizaciones
psicológicas "más simples" hemos supuesto, en primer lugar, la existen-
cia de ciertos elementos relacionados de una manera particular y, en
segundo término, la posibilidad de que se puedan constituir organizacio-
nes psicológicas de diferentes grados de complejidad. A continuación
abordaremos en forma detallada ambos aspectos del problema, atendien-
do inicialmente a algunos aspectos históricos de su desarrollo.

Antecedentes históricos

La vinculación histórica de la psicología con la tradición conceptual


de la mecánica cartesiana y la influencia posterior del funcionalismo
(mixtura de empirismo y evolucionismo), contribuyeron a que la asocia-

107
ló, no desempeí\ó un papel conceptual de . .
que la representación refleja presci d',
10 dimrortanc~a ~n la medida en
ción, como categoría explicativa (causal) y de proceso, desempeí\ara un dimensión variante El reflejo e d ?- . deO a espacialidad como una
papel destacado en las primeras formulaciones teóricas de la disciplina. artificialmente inm~vilizados· cu~ icmna se estudió en organismos
El concepto de asociación fue compartido tanto por aproximaciones nos consisten en la inmovil~aciónos~n_:ie~t~, los controles más moder-
estrictamente mentalistas -por ejemplo, el caso de Wundt-, como por otras drogas. isio g¡ca a través del curare y de
abordajes de naturaleza materialista -como lo ilustra la teoría misma
del condicionamiento-. Pavlov interpretó la integración de f .
La asociación no sólo amparaba el concepto de causalidad por con- como relaciones de seí\alización aso . f1 n~evas ~nc10nes de estímulo
dad temporal. Supuso que esta coci:, ~~d ~termmadas por la contigüi-
tigüidad en las impresiones sensoriales, postulado por Hume, sino que
además proporcionaba un "mecanismo" sensorial y cognoscitivo suscep- sistema nervioso del organismo (en ~a'.Jllll ª estaba representada en el
conexiones temporales de tipo excitati~rtez~ c~r~bra!) en la forma de
tible de correlación potencial con conexiones en el sistema nervioso
central. De ahí que fuese incorporada como categoría a formulaciones la asociación se naturalizó en el mee .
0
~ mhiblt~1'.º· De este modo
psicológicas contrapuestas incluso en su concepción de lo "mental". La cando los procesos de relación excft~~~~: eel_ c~~~~c1~namiento,
11 abar-
asociación representó la categoría idónea para tratar en términos teóri- de conexión positiva y negativa Se . , m ona como formas
cia de las asociaciones temporal~s ~xplico la conducta como inferen-
cos fenómenos definidos atómicamente, los cuales requerían ser analiza-
de descripción y explicación enm: adcorte~a cere~r~ .• Así, el modelo
dos en sus dimensiones temporales de ocurrencia. dad configuró Ja denominada . ca 0 , en ª, asociac1on por contigüi-
Dada la temática de esta obra, nos limitaremos a examinar la influen-
minancia de esta representaciónp~1cologt ~stimulo-respuesta. La do-
cia del concepto de asociación en el ámbito de la teoría de la conducta,
ducción de todo proceso de a re ~n~ep u~ se ~xpresó mediante la re-
y la problemática que se desarrolló en su derredor. de la conducta en los pn'merop ?dizaJe (leitmotiv sustantivo de la teoría
El concepto de asociación ingresó formalmente en la teoría de la . . s cincuenta aí\os de t · 1 ) e
conducta por medio de la representación paradigmática del reflejo. Se- aprendtzaJe asociativo y en últim . t . es ~ s!g o a ,ormas de
chenov (1866) desarrolló el primer intento sistemático por abordar el
co pavloviano. ' ªms ancia, de cond1c10namiento clási-
objeto de conocimiento de la psicología desde una perspectiva estricta- Tanto en la teoría del condiciona . .
mente materialista. El planteamiento tomó la forma de análisis neuro- nes pavlovianas (véase por ejem miento denvada de las formulacio-
1
lógico, en el cual los fenómenos mentales eran conceptualizados como enmarcadas dentro de' la psicolo~·º' d\onorsky_ Y _Kup~Jov) como en las
nd
reflejos del cerebro, en términos de los mecanismos asociativos apenas Guthrie, Hull, Mowrer), losproced:~i e· apre l2;ª!~ ammal (Thomdike,
propuestos para el estudio de los reflejos espinales. La formulación de to que no se ajustaban estrictament entos ~e analis1s ~el comportamien-
del condicionamiento clásico f e ª, las crrcunstancias paradigmáticas
Sechenov fue llevada a sus últimas consecuencias por Bechterew en su
elaboración de la reflexología. La concepción dei arco reflejo y el des- mecanismos asociativos por con~e~~~ ;terpreta~as_ en términos de los
conceptual. De este modo el d gui . a , caracte_n_sticos de este abordaje
cubrimiento de la sinapsis y de sus bases morfológicas, constituyeron el
tal se redujo al encaden~ie erommado cond1c1onamiento instrumen-
marco de referencia obligado para l. P. Pavlov, cuando descubrió acci-
mente, o sólo se reconoció ~n~ d~ resdueSt as .c?ndicionadas clásica-
dentalmente las "secreciones psíquicas" en sus estudios sobre la fisiolo- autores como Skinner - ue c ase e cond1c1onamiento. Aun en
gía de la digestión. factorial de la conducta-q el pugna~ por una_ teoría explícitamente bi-
Al estudiar los "reflejos" condicionales, Pavlov entró en contacto
con dos problemas fundamentales: primero, la modulación de nuevas dicionamiento clásico contam:~cf:tmt exphc~tivo subyacente al con-
procesos de condicionamient m erpretac1ones funcionales de los
funciones de estímulo a partir de la reactividad biológica descrita por
experimento sobre la super t1· ?, operan¡ te. Debe recordarse que en el
las "leyes del reflejo"; segundo, la influencia determinante de la conti- . . s c1on en e pichón ¡ • .
güidad espacial y temporal en el establecimiento de las nuevas funciones d e cond1c1onalidad del refor d , a contmgencia (relación
~terpretó como un mero ac~~t;;i re_specto a la re~~uesta operante) se
de estímulo. La contigüidad en tiempo y espacio fue la dimensión que
timulo respecto a la conducta d m!ento de suces1on temporal del es-
regulaba la condicionalidad de las nuevas relaciones entre los estímulos .. 'd ad . En las teorías del apr
' es d.ec1r! como pura . .,
y el rompimiento de la rigidez funcional de la reactividad biológica fren'. gu¡ . asociac10n por conti-
te a los eventos del ambiente. El condicionamiento, tanto como proce- condicionamiento instrumental e:n1~aJe co~ceb1das en relación con el
dimiento como en teoría, representó las relaciones de condicionalidad no formaba parte intrínseca d; 1 a me~1da en que el reforzamiento
de los eventos de estímulo y su modulación de la reactividad biológica, mente un componente moti . o { p(rend1do, constituía fundamental-
vac1ona reductor de la pulsión), cognosci-
en la forma de asociaciones temporales. El espacio, como ya se seí\a-
Las relaciones de la mediación conlextual 109
108 Cap. 5. La función contextua!
tivo (confirmador de las expectativas) o exclusivamente segmentador de . De acuerdo con la tradición . , .
las asociaciones (interruptor del acto). En las teorías contemporáneas, por Descartes e incorporada en l ~s1~1og1ca esbozada filosóficamente
explícita o implícitamente derivadas de la psicología estímulo-respues- psicológicos formulados por p el ra(laJO experimental de los sistemas
ta, la contingencia sigue siendo interpretada como un proceso de asocia- ·
ciones mas, simples
. que es p av'blov 927) y Skmner · (l 938) las rela-
ción realizado por el organismo, o bien como un proceso anticipatorio t
actividad del organismo (R) Yo si e eS ablecer entre un segme~to de la
ante sefiales regidas por la contigüidad de los eventos involucrados. a l os nexos denominados "refJun. aspecto
,, del. amb len
· t e (E) corresponden
Finalmente, cabe mencionar que, aun cuando inscritas tangencial- sobre una R relativamente este;!~~-1 ' : de~1r, a la acción directa del E
mente en la teoría de la conducta, no se pueden dejar de considerar las sentada gráficamente de la m ?ª .a. sta relación puede ser repre-
anera s1gu1ente:
influencias que ejercieron, como problemática destacada, los fenómenos
examinados por los investigadores interesados en el aprendizaje por re- Ex
petición en el marco del estudio de la "memoria", en la percepción, y Rx
en los procesos de razonamiento, como la estructuración de campos de e~ donde la flecha indica que R es condi . .
estimulación, y el comportamiento de organismos unicelulares y pluri- cia de E, Y que dicha condicionalid d c10n~l (contmgente) alapresen-
celulares simples. En los tres campos de problemas la asociación se x al lado de las letras R y E • d' ª se pro uce en forma directa Las
asoma como categoría destacada -aun cuando en ocasiones no se le . m 1can que las ·
so~ concebidos como clases enéri . respuestas y los estímulos
nombre en forma explícita. Así, la asociación por repetición (y su equi- tona de la clase. Reflexione~os ~as, x representa la propiedad defini-
valente en la ley del ejercicio, de Thorndike) desempefió un papel cen- En primer término la rel . _so re e~tas características:
tral en los análisis de Ebbinghaus sobre la memoria y el olvido. Para •,
t uc10n , ac1on refleJa es d' t
no depende de una relaci·o· d' . 1rec a, en tanto su consti-
Loeb y Jennings, en el estudio del comportamiento unicelular, los tropis- debi o a que las características deln .a 1cional . Su
'd . exis . t enc1a
. es posible
mos y tactismos, como movimientos forzados, subrayaban la necesidad lucrado en la relación son sus e t' sistema reactivo del organismo invo-
del contacto directo y, por ende, de la acción mecánica. Posteriormen- d_es fisicoquímicas d; ciertos ~~ei~:s/; ser a_lteradas por las propieda-
te, otros autores intentaron interpretar estos eventos en términos aso- ~rrcunstancias "normales" introd . e ,ª1:1b1ente. Por ejemplo, si en
ciativos mediante criterios cuantitativos, como el del "ahorro" de ensayos este salivará en forma profusa: ucimos acido en la boca de un perro,
en la conducta adaptativa posterior y otros más. En Jo que toca a los
procesos perceptuales y de razonamiento, los psicólogos de la gestalt,
ácido en la boca ----,.
como posición contraria a la del asociacionismo empirista, plantearon la salivación
acción de mecanismos de restructuración del campo de estímulos en
forma repentina, con base en ciertas leyes de la "buena forma". Sin En segundo Jugar, como una conse . .
de 1~ característica anterior pod cue~cia que puede desprenderse
embargo, un análisis cuidadoso de estas leyes muestra que no son ajenas modifica la relación refleja ,E ~mos at:=ar que la experiencia no
a una interpretación asociativa el agrupamiento, la contigüidad, la ten- que la R condicionada por Ía pn es e _sentido señalamos anteriormente
dencia al "cierre" -contacto por cercanía-, etc. tipad a " . s·iguiendo
• con nuestroresencia
eje l de E es "re! a tivamente estereo-
en la boca de un perro se producirá m_r o, cada_ vez que pongamos ácido
Debido a que nue~tra delimit . ~1erta cantidad de saliva.
Las relaciones de mediación ne l~ _influencia de factores histó/c1on de lo~ ev~ntos psicológicos supo-
genetico, las relaciones reflejas n~c1s, constitutivos del desarrollo onto-
Si consideramos que la conducta -entendida como una interacción
entre el organismo y el medio- transcurre en un continuo espacio-tem-
d_e _J~ psicología, razón por la cual no ?~an parte del _campo de estudio
cis10n se fundamenta plename t "lundaremos mas en ellas Esta de
poral, el análisis de los elementos constitutivos de una función psicoló- cione n e en e hecho de t . · -
s son comunes a los diferente . b que es e tipo de rela-
gica debe ser referido a la manera en que ciertos aspectos de la actividad En otras palabras la noc1·0· sdmi,:m r?s de una especie.
de los organismos, respuestas (R), se relacionan, en el espacio y en el t b · ' n e refleJo" d ·
~a. ªJO, una forma de relación or ani . es1gna, en el presente
tiempo, con los diferentes objetos de su medio, estímulos (E). Como log1ca, en tanto hace referenc1·a lg smo-amb1ente estrictamente bio-
ya indicamos en otro capítulo, dichas relaciones se refieren a la forma .miemb ro d e una especie, establece ª rela
a manera
. en que un organismo,
. como
en que uno de los elementos condiciona y /o es condicional al resto, JUnto de propiedades fisicoquími c10nes con su ambiente, como con-
formando de esta manera, un campo o "estructura funcional". Por últ' cas.
imo, en esta clase de vínculos Res "co t' ,,
' n ingente a las carac-
110 Cap. 5. la función contextua!
Las relaciones de la mediación contextual
111
terísticas espacio-temporales de E, en la medida en que el contacto entre
ambos elementos es posible, en un momento determinado, gracias a su refleja, a Ey. Desde esta pers e .
posición relativa en el espacio. la condicionalidad de otras fo p cti~a, el Problema consiste en elucidar
Al haber identificado a las relaciones biológicas entre E y R como lución a esta cuestión ha sido e::le <:;drespues~a respecto de Ey. La so-
formas de contacto fijas y directas, posibilitadas por una historia filoge- tura psicológica desde los primeros : ª ~xpenme~talmente en Ja litera-
nética, hemos dejado implícito que la interacción organismo-medio que puede ser enunciada de la m . 0 ~ e este siglo (Pavlov 192 7) y
. · anera s1gu1ente· - ' ,
se desarrolla a lo largo de la historia ontogenética es de naturaleza varia- cond1c10nar la ocurrencia de fo d · un estimulo (Ey) puede
ble e indirecta. ¿Qué queremos decir con esto? das biológicamente a él (Rx) rmas e respuesta que no están vincula-
. , cuando manf ·
La interacción organismo-medio -objeto de investigación de la c~o-temporales con el estímulo con - ie~e ciertas relaciones espa-
ciencia psicológica-, es, en primer término, variable, en tanto que un vmculadas en forma refleja (&) E el cual dichas respuestas se hallan
organismo puede responder a un mismo objeto de diferentes formas y, bl:cida cuando la presencia de
grafica:
Ex st
~ fo~a de relación puede ser esta-
es contingente a la de Ey. En forma
recíprocamente, diversos objetos pueden relacionarse con el organismo
de la misma manera. Consideremos el primer caso:
EY----&
'-----....Rx
Ey --------:.:
en donde Rx es condicional tanto de
y cuando & esté condicionada lli; como de Ey (caso 2), siempre
en donde Ry y Rx son condicionales a la ocurrencia de Ey Y, por tanto, otros terminos, la relación Ey ~su vez, po~ ~a presencia de Ey. En
no dependen en forma exclusiva del sistema reactivo de los organis- EyE modula la actividad correspondien::X/fnd1c1~na la manera en que
mos, sino también de la historia ontogenética de contactos organismo- a Jl ). e e orgamsmo (Rx condicional
medio. Esta afirmación se apoya en el hecho de que organismos de la . . Como resultado de la descripción .
misma especie responden en diversas formas ante la misma situación, es c10n que hemos empleado Para el ante.uor, la forma de representa-
decir, Ry y/o Rx son, en este caso, idiosincrásicas del organismo. pues es evidente que Rx cond. . ca~o 2 no es suficientemente precisa
En el segundo caso que hemos considerado se contempla la posibi- que ocurre frente a&, puesto 1c1on a Ey'. no puede ser idéntica a¡~
lidad de que dos objetos, con propiedades fisicoquímicas diferentes, son, por hipótesis, diferentes. D~~:t~as propiedades_ de ambos estímulos
puedan condicionar la misma forma de respuesta: sentar !a respuesta condicionada po Emanera, es mas conveniente repre-
ta propiedades que son condicion:d Y como Ryx, en t~nto que presen-
Ey -------- Rx
ro~tra Parte, también es evidente qis
~ se establece en términos de I fi e
fºJ
ª
ambos estimulos (caso 1)
ependencia de Ryx respect~
Ex frr~ct~ente a&. En este sentid: ~:~ en i-~e el organismo responde
? .e . Por tanto, la represe t '., ~ 1 n es condicional respec-
nst1cas de esta relación pued: aCJon gr_af1ca que sintetiza las caracte-
en donde Rx es condicional a Ey y a Ex y, por tanto, no depende exclu- ser real12ada de la siguiente forma:
sivamente de las propiedades fisicoquímicas de E, sino de su evolución
funcional en el transcurso de la ontogenia- es decir, Ey y/o Ex no con-
dicionan la misma clase de R en organismos de la misma especie.
Para entender las condiciones bajo las que se establecen ambos casos,
es menester considerar simultáneamente la segunda de las características
de las funciones psicológicas que hemos sefialado, es decir, su carácter
indirecto.
¿Cómo puede un objeto (By) condicionar dos formas diferentes de
respuesta? Examinemos el problema. Supongamos para ello que una
de las actividades (Ry, por ejemplo) es una respuesta vinculada, de manera lvx es condicional t t
ción lli; ------. Rx °ª
an las Propiedades de E
· En consecuencia la ~or Y corno a las de la rela-
112 Cap. 5. La función contextual , • ma en que se produce dicha
!.as relaciones de la mediación contextubl
113
condicionalidad indica que Ryx es condicionada en forma directa por
las propiedades fisicoquímicas de Ey, en tan to que su dependencia res- .clara si se considera que no , 1O la .
presencia· de Ey sino que ade so á presencia
d de Ex es condicional a la
pecto a Ex se porduce sólo en forma indirecta (obsérvese en el diagrama
q~e By condicio~a el segm'ento ~o~ Y e ~anera recíproca, la forma en
que Ryx no está en relación directa con Ex). Por tanto, es posible des-
cribir esta forma de relación como una mediación de contingencias ms:n~ depende de las propiedades ~~fc~nt:n te de la actividad del orga-
tensticas de la respuesta produ .d d q imicas de Ex, y de las carac
(condicionalidades} entre & y Ryx. Por otra parte,' debido a que el des-
(Rx). En este sentido es más~~ª e;anern directapordichoestímul~
arrollo de esta relación depende, evidentemente, de la historia onto- entre los diversos fact~res que . t ecua O hablar de intercondicidnalidad
genética de contactos organismo-medio (sintetizados por la relación . ,
reales o h1poteticas m egran una func1·0, n d "f
Ey - Ex), podemos concluir que esta forma de organización es de . , ,
que a bstraen en forma _ , que e unciones"
ºlat
naturaleza psicológica. Además, como su característica fundamental es nea¡)p la acc1on de uno de sus m1em. bros um eral (y' por tanto , 11·-
que la relación entre Ey y la actividad del organismo depende de su rela- or esta razón, como seflalam . . .
ción" se debe aplicar a la estru os-prev~am~n~e, el concepto de "fun-
ción con otros estímulos, podemos denominarla convenientemente
"función contextual", en tanto que la presencia de Ex contextualiza d1ferentes relaciones de elemento~tur~¡sicolog~ca. global, definida por
la función de Ey. La forma de organización psicológica que hemos de- uno de ellos, Como tratare d Y por anahs1s de la operación de
, .
t eonco , mos e mostrar m, d 1
nominado "función contextual" significa, desde un punto de vista fun- esta estrechamente re! . d as a e ante, este precepto
. t 1 ac1ona o con una 1 .
cional, la integración de dos segmentos estimulativos (By y Ex) en una nmen a' que seflala inequívocame t arga expenencia expe-
unidad (representada por las propiedades x de Ryx y Rx ). elementos conduce a la transfo ~ e que la alteración de uno de los
rmac1on de la estructura global.
En síntesis, la función contextual describe una forma de organización
psicológica en la cual una forma particular de respuesta Ryx es condi-
cional a dos es:ímulos, en forma directa a uno de ellos (Ey} y de manera DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
indirecta al otro (Ex). Las características específicas de esta respuesta
. El siSt ema de relaciones re r
también son condicionales a la respuesta directa a las propiedades físico-
químicas de Ex, es decir, Rx. A su vez, el surgimiento de esta relación h~, sido _descrito en las secciones af ~sentadas en la función contextual
es posible gracias a que fue establecida cierta relación espacio-temporal, c10n psicológica, donde se extien~ ~~orest~mf un_a forma de organiza.
en la cual Ex es contingente respecto de Ey. El resultado de este con- e?, el espacio, una relación entre el or a s~n 1 o unc1o?al, en el tiempo y
junto de relaciones de interdependencia entre dichos elementos puede c10n no representa, sin embargo la , g _msro y el med10. Dicha organiza-
nar un organismo con su medio, p umca orma en que se puede relacio-
ser descrito, en forma sintética, como una integración funcional de esti-
de las relaciones entre la éstru. t or esta r~zón, es necesario ocuparnos
rnulación Ex-Ey. Además, esta form& de representación seflala una
con ~tras f~nciones psicológicas c ura descnta en la función contextual
relación indirecta o mediada (y, por tanto, psicológica} entre Ex y RYx.
S1 partimos de la · .,
Puede decirse que en la medida en que las propiedades funcionales de textual: representac10n paradigmática de la función con-
Ey dependen de Ex, Ex media la relación contextual como elemento
crítico. Ex contextualiza funcionalmente a Ey, mientras que Ey condi-
ciona espacial y temporalmente la ocurrencia de Ex respecto a la activi-
dad del organismo. Por consiguiente, la mediación se da como una
Ey - - - - - Ex
interdependencia bidireccional entre Ex-Ey.
La contextualización de la relación By - + Ry ( estado inicial de / ► Ryx c.__ _ _ _ Rx
los elementos de la función) ha recibido diferentes tratamientos teó-
ricos en la literatura psicológica. En términos generales, la mayor parte
de dichos tratamientos consideran que Ey puede ser interpretado como
un "sustituto", un "subrogado" o un "predictor" de Ex. Sin embargo, . podremos apreciar que en esta clase d . .
desde el marco de referencia que hemos elaborado en l0s primeros capí- responde a una integración funcion 1 d et !nteracc1ones, el organismo
tulos, resulta evidente que el papel que desempefia Ey en la función sólo barg?, no condiciona la presencia nt l e es imulos. Su_ actividad, sin em-
puede ser entendido cabalmente como parte de un sistema de interde- relac1onan entre sí. Si consid a forma en que dichos estímulos se
pendencias recíprocas. Esta forma de abordar el problema es aún más las posibilidades de interacc7J~mii~~e; st ª fo?Jl~ de relación no agota
smo que representa un caso p~t· demos m?ica?,° anteriormente,
icu1ar e orgamzac10n psicológica, se
114 Cap. 5. La función contextual
Descripción paradigmática 115
. . to de funciones en donde la presencia Y la Un caso más complejo surge cuando el organismo responde a un ob-
hace necesario ubicarla respe~ .d da por la •actividad del organis- jeto de acuerdo con la forma en que éste se relaciona con otros objetos
relación de .los estímulos este cons1 era )
., ¡ taria función selectora, etc. • (función contextual), puesto que su actividad respecto de un objeto varía
mo (func1on sup ei_nen .', d. te la cual el organismo responde a de acuerdo con las relaciones que dicho objeto guarda con ellos. Sin
Entonces, ¿la i_nteracc1on me ian b·etos de su medio (función con- embargo, como indicamos en las secciones precedentes, las propiedades
0
una relación espacw-temporfl e~tr~ , len la cual el organismo media, a dimensionales de Ey imponen un límite a dicha forma de actividad Ryx.
textual), es más si~ple ~u~ a r:~~: de responder a esta interrogante Es decir, en este caso, topográficamente, la actividad está parcialmente
su ~ez, dic~as ~elac'.one~~stoc:1por las reglas de construcción teórica qu~ condicionada por las características fisicoquímicas del objeto al que se
::~~sl~~;i~:me~ i~Pcapítulos anteriores, es necesario tomar en const- dirige. En términos generales, las actividades de orientación, aproxima-
d3ración el siguiente supuesto: ción y contacto se encuentran consísfentemente presentes en la función
contextual, puesto que si bien, en esta forma de organización psicológica,
., . • . 1 r amente más simple es incorporada a las la presencia y/o relación de los objetos ambientales es independiente
Una organizac1on ps1~olog1ca re a IV 1 ado de simplicidad de una función
funciones de orden supenor. Por tanto, e gr . de la actividad del organismo, el contacto con dichos objetos es posible
. 1e a su re1ac1.ón de "inclusividad" con otras funciones.
eqmva si, y sólo si, el organismo se encuentra en cierta relación espacio-tempo-
ral respecto de ellos. En este sentido restringido, podríamos afirmar
., t tual (que describe una interacción que la relación espacio-temporal entre Ey y Ex adquiere una realidad
En consecuenc!a, la funcio¡ c~~ ;~r las relaciones espacio-tempora- funcional (como integración estirnulativa) condicional a la forma que
en donde el orgamsmo es m~ 1ª más simple que las funciones en haga contacto con los sistemas reactivos del organismo. Evidentemente,
:t
les entre objetos de su ~n_ib1ente) es z dichasrelaciones. Esto se debe a
donde el organismo con~iciona, ~ su l~s casos que déscriben la forma
que, desde una yersp,:ctiv: ~:?,c:~:reÍaciones que ¡0 condicionan, inclu-
esto depende de las actividades de aproximación, orientación y contacto
del organismo respecto de los objetos involucrados en la relación.
Al enfocar nuestra atención en las actividades que forman parte de
como un orgam~mo pro u 1 or anismo simplemente es mediado las diferentes funciones psicológicas, inevitablemente hemos tenido la
yen las interacciones en la~ que; gmedio Por consiguiente, la fun- necesidad de referirnos a las distintas relaciones que guardan con los ob-
p~r relaciones ~ntr\;º}u~~i:~sps~c~~ógica ~ás sencilla (pues.to que no jetos del ambiente. Desde esta perspectiva, es evidente que las diferen-
cton contextua es función psicológica mas simple), cias en la actividad de los organismos encuentran su correspondiente en la
incluye dentro de su est;uctur~ u~:tructuración de diversas relaciones naturaleza y la relación de los estímulos respectivos. Por ejemplo, en
y se produce com_o una orm~ . e d condicionada en forma directa por el caso de la función contextual, una relación espacio-temporal se pre-
biológicas, es decn:, de 1~ ~ctivi~\ objeto (por ejemplo, de relaciones senta independientemente de la actividad del organismo. Esta condición
las propiedades f1S1coqu1m1cas e
propicia que el flujo de la actividad se circunscriba, tanto en el tiempo
Ex - ~' Ey_, - R.l'. ).aremos algunas de las características de esta como en el espacio, a la ubicación espacio-temporal de esos objetos.
A contmua~10~ exan_im , . Para ello realizaremos un análisis com- Por esta razón, como indicamos anteriormente, la función confex:
forma de orgamzac1ón psico!og:C~.:i en diversas funciones psicológicas. tual puede ser considerada como una "extensión" espacio-temporal de la
1
En p~er termi_no, es ev1_ 1:~
parativo de los ~len_ientos mc_~ ~s que la actividad que "es mediada
:ntre los objetos del ambiente" difie-
por relac10~e~ espac10-tempo~a condiciona dichas relaciones; es decir, la
función de un objeto Ex a otros objetos Ey. No es de extrañar que en
estas condiciones la contigüidad espacio-temporal entre objetos sea un
factor básico en la contextualización de actividades.
re de la act1v1dad que, a ~u ve ' d' aría de acuerdo con las relaciones Los casos de la función contextual representan los diversos niveles de
forma de contacto orgamsm_o-me to v o correspondiente. En mediación que pueden darse al interior de esta forma de organización
de intercondicionalidad e_xi~tente~ee~if:~e~:Prelaciones de contingen- de la conducta. La mediación contextual involucra la relación de ínter-
otros términos, el establec1m1endt? as formas de actividad organísmica. contingencias entre estímulos respecto a formas particulares de reactivi-
. · mo medio involucra 1vers . d 1
eta orgams - . 1 ( f 'dad biológica) los sistemas reactivos e dad del organismo. La reactividad del organismo se vuelve diferencial a
En el_ caso más s1mp e ª~ !VI d' ecta e i~mediata. Por esta razón, la relación de contingencia entre los eventos de estímulos. De este
orgamsmo responden en ~rma f ~ad 1 biológica la relación entre Ex Y modo, los factores que conforman los niveles de complejidad de la fun-
podríam?s ~ostener que , en /dacd: que un estím~lo sólo puede afectar ción contextual son la especificidad de la contingencia contextualizada
Rx es brnmvoca, en e1 sen .1 o . .
una forma específica de actividad relativamente mvariante. y la molaridad de las relaciones de estímulo interdependientes.

Cap. 5. La función contextual Descripción paradigmática 117


116
sentaciones, S~inner observó que cuatro de sus seis organismos experi-
Caso de interrupción mentales e1;11tian patroi:ies estereotipados de actividad consistentes de
mtervalo a mtervalo. Dichos patrones variaban de un organismo a otro
La forma más simple en que se construye una organización psicoló- tanto. en lo referente a. fü _forma como al lugar específico del espaci~
gica consiste en la ocurrencia de un estímulo Ex en condiciones generales expenmental al que se dmpan. Uno de los pichones, por ejemplo, daba
de estimulación Jef,yx. En términos generales, Jef,yx indica la "situación" vuel_tas ~!rededor de la caJa en sentido contrario al de las manecillas del
en que se presenta Ex, y respecto de la cual su presencia es contingente. reloJ, mientras que otro subía y bajaba la cabeza "como si moviera una
Dicha "situación general" se refiere a un conjunto no específico de barra con el cuello".
objetos que serán contextualizados y, por tanto, a las actividades de orien- . El análisis de esta situación indica que la presentación de Ex se realiza
tación, aproximación y contacto que pueden ser dirigidas hacia ellos. mdepend1ente1:1ente de la actividad de los pichones y en forma contin-
En otras palabras, py
representa una situación general de estimulación gente~pendiente) ~ la presencia de una "situación general" (tyx):
integrada por múltiples objetos y dimensiones, cualquiera de las cuales f,xy Ex. Esta crrcui:istancra, por otra parte, favoreció que las acti-
(o varios de ellos) pueden fungir, funcionalmente, como la condición de vidades del orgamsmo (diversas formas de actividad que se realizaban
la presencia de Ex, y por tanto, ser condicionados por él en cuanto a la cuando se orientaba, aproximaba y/o hacía contacto con diferentes
forma en que "modulan" la actividad del organismo. Es evidente que en aspec'.os del espacio experimental), variaran a lo largo de las sesiones
el caso de interrupción no es posible determinar a priori el objeto de expenmentales, lo que se ajusta a una de las características que ya hemos
estímulo que es contextualizado, ni las características de la actividad que apuntado para distinguir las actividades que forman parte de la función
depende en forma directa de sus propiedades fisicoquímicas. * Por tan to, contextual.
el caso de interrupción puede ser representado gráficamente de la manera ~1: segund_o lugar, debido a que el objeto contextualizado por su
relac:o.n espac10_-temporal, Ex-(Jef,yx ), no estaba circunscrito de manera
siguiente: exphc1ta a los diferentes organismos experimentales, dirigía su actividad
hac1~ dffersos a~pectos y/o dimensiones del espacio experimental (,l'Íyx).
'%,yx - - - - E x Por ultlID?, debido a que la forma de una actividad depende parcialmen-
te del ob1eto a que se d_irige, Skinner encontró que las actividades que
LRnx L----R.x representaban los orgamsmos experimentales variaban a Jo largo del ex-
penmento.
. Este ca~o con:i?rende f~1:ómenos tales como la superstición, la reac-
en donde Rnx representa cualquier forma de la actividad del organismo ción de onentac1on cond1c1onada, la impronta, el condicionamiento
que depende de la "situación general" ('%,yx), y de la naturaleza de la temporal, los efectos no discriminados del "castigo" no contingente los
programas de TF y TV, y otros más. '
relación Ex ---+ R.x.
Con objeto de precisar con mayor claridad la clase de organizaciones
psicológicas pertenecientes a este caso, nos referiremos a un ejemplo to-
Asociación
mado de la literatura experimental.
Skinner (1948), en su ya clásico experimento sobre la "superstición El análisis qu~ hemos pre~entado del caso de interrupción, sugiere
en el pichón", ideó una situación que representa, en forma típica, el caso que las ca~actenstrcas de la actividad de los organismos varían de acuerdo
de interrupción que estamos discutiendo. En términos generales, la des- con los d1feren tes as~ectos del medio con el que está vinculado funcio-
cripción del procedimiento es la siguiente: seis pichones privados de nalmente Ex. Dicha m'.erpretación implica que si un mismo segmento
alimentación libre hasta llegar al 75% de su peso, fueron colocados, por del medro, By, ~ond~c10nara consistentemente la presencia de Ex, la
separado, en un espacio experimental estándar ("caja de Skinner"), 1YX, forma, Y la d1stnbuc10n de la actividad contextualizada se restringiría
en donde se presentó a intervalos regulares el dispensador de alimentos geograf1ca Y temporalmente, a actividades de orientación aproximació~
durante cuatro segundos (Ex). Después de cierto número de dichas pre- Y contacto respecto.,de dicho segmento de estimulació~. De acuerdo
* Es necesario recordar, en este contexto, la im]?ortancia de la distinción apuntada en las con 1;1;1ª larga_ t_r_ad1c1on expenmental, iniciada con el programa de inves-
tesis metodológicas acerca de los elementos manipulados formahnente Y aquellos que son fun~ trgac1on del f1S1ologo ruso l. Pavlov (1927), se puede confirmar que jus-
cionalmente relevantes. En este ~aso, la condición ~anipulada (espacio e~J?erlmenta:1) incluye
una cantidad considerable de eshmulos que potencialmente pueden adqumr la func1on de ser tamente ése es el caso.
contextualizados.
Descripción paradigmática 119
118 Cap. 5, La función contextual
Efectivamente Pavlov interesado en estudiar secreciones salivales fusa salivación (Ex --,,. Rx). Sí ahora se condiciona la presencia
en perros, producldas en dusencia de a~ente~ dire:tos \~s decir, ~roduci- de Ex a la de un sonido (Ey ), después de cierto número de ocasiones en
das en forma psicológica), diseñó una ingemosa sltuacion expenmental, que el organismo experimente la relación condicional tono - - - aci-
consistente en colocar a sus sujetos sobre una plataforma con las patas do, salivará en presencia del sonido. Es decir, el organismo habrá "aso-
sujetas por correas, de tal manera que pudieran hacer c~ntacto c~n los ciado" el tono con el ácido. Esta "asociación" no implica, sin embargo,
divusos arreglos de estímulos que presentaba el investigador. Dichos que se postule un proceso interno o trascendente, sino simplemente que
arreglos consistían en presentar un estímulo (Ex) que estuviera ~incula- la actividad que realiza en relación con Ey está condicionada por la acti-
do directamente con una forma específica de respuesta (por eJemplo, vidad que d~ge respecto de Ex, es decir, que responde, desde un punto
salivar) y condicionado por la presencia de otros estí~ulos (Ey). E? de vista func10nal, en forma integrada ante Ex y ante Ey. En sentido
estas circunstancias Pavlov encontró que en ciertas relaciones de cond1- estricto, el org«nismo responde a evefl1os asociados. Este caso cubre el
cionalidad entre lo; eventos manipulados·(por ejemplo, "simultáneas" o gran número de fenómenos vinculados con el condicionamiento clásico
"sucesivas") se formaba una organización psicológica en la cual los seg- el automoldeamiento no contingente, y otros más. '
mentos de ;stimulación se integraban en una unidad funcional, en el
sentido de que los perros salivaban en presencia -~el estímulo que orig~-
nalmente no tenía relación alguna con la salivacion (Ey). Pavlov llamo Configuración
al resultado de este proceso "condicionamiento", aludiendo al hecho de
que la acción psicológica de Ey era :ondiciona) a su relación_ con el_s~g-
mento de estimulación que estaba vinculado directamente (mcondicio- El último y más complejo de los casos que se encuentran subsumidos
nalmente) con la respuesta de salivar. En forma gráfica, se tiene: en la función contextual, corresponde a la organización psicológica que
hemos denominado "configuración".
. Este caso agrupa aquellas situaciones en donde lo que es contextua-
lizado no es un segmento específico de estimulación sino una relación
Ey----Ex entre dos estímulos que se encuentran en diferentes r;laciones de condi-
cionalidad respecto de Ex. La característica fundamental de esta estruc-
LRyx ' - - - - - - Rx '.ura psicológica consiste en que los diversos segmentos de estímulo son
mtegr~dos dentro de una totalidad funcional, de tal manera que el
organismo responde a uno de los elementos, no de manera aislada o in-
en donde Ey representa un segmento específico de estimulación que
dependiente, sino de acuerdo con la totalidad de estimulación a la que
condiciona funcionalmente, actividades de orientación, aproximación Y pertenecen. En palabras de Razran (1971), la configuración puede ser
contacto q~e pueden ser consideradas como "extensiones fun~ionales",
considerada,,,desde un punto de vista funcional, como "un todo que care-
en espacio y tiempo, de las actividades vinculadas en forma directa con ce de partes ; es decir, el _caso de configuración agrupa a todos aquellos
Ex. Como consecuencia de esta característica, y al contrario de lo ~u~ event?s en que uno o varios segmentos de estímulo, vinculados entre sí
ocurría en el caso de interrupción, aquí sí es posible determinar a pnon P_or diversos nexos d~ condicionalidad, condicionan, a su vez, la presen-
el segmento específico de estimulación correspondiente a Exy, Y, por ti
cia de Ex. Estas diversas relaciones se vinculan con el organismo de tal
tanto, la actividad correspondiente. manera -~ue_ éste es condicionado por cualquiera de los segmentos de es-
El caso de asociación agrupa, de este modo, a todos aquellos eventos timulac1on involucrados en la estructura como si se tratara de la totali-
en los que se establece una relación explícita de condicionalidad entre dad. En forma gráfica, se tiene:
dos segmentos de estímulo (Ey --+ Ex) y, como consecuencia de esta
situación, se produce una integración funcional de dichos segmentos de.
estimulación, en el sentido en que el organismo responde a ellos de for-
ma unitaria. A continuación presentaremos el análisis de un evento que Ez - - - Ev - - - - ~ By - - - - - -.... Ex
puede ser ubicado en este caso. .
A partir de la situación diseñada por Pavlov que ya hemos descrito,
vamos a suponer que ponemos ácido en la boca de uno de los perros. ¡L Rz'---y_L--------.JRv ' - - - - - - - RyxL..
L____Jt Rx
Como se ha indicado, el ácido en la boca de un perro provoca una pro-

120 Cap. 5. La función contextual


121
en donde Ev y Ez representan diversos segmentos específicos de estimu- ANÁLISIS PARAMÉTRICO
lación que se encuentran vinculados entre ellos Y con_Eyy Ex, de manera
estereotipada, de tal forma que integran a una totalidad funcwnal que Como ya indicamos en la introducción de este capítulo, la función
"configura" diversos segmentos de respuesta dent'.o de un_a _umdad. ~ contextual contempla aquellas relaciones psicológicas en las que el orga-
continuación ilustraremos este caso mediante un ejemplo tip1co de lah- nismo se relaciona con uno o varios segmentos de estimulación debido a
teratura experimental, que normalmente opera como la mtercond1c10- la relación de dichos segmentos con otros estímulos. Por esta razón el
nalidad de asociaciones de estímulos. . análisis de parámetros se circunscribe a la relación espacio-temporal de
Supongamos que, en condiciones experim~ntales semejantes a _l,as los diferentes elementos que la integran. Debido a que el organismo no
descritas en el caso de asociación, establecemos m1cialmente una relac10n condiciona ninguna de dichas relaciones, l0s parámetros involucrados se
de condicional entre dos segmentos de estímulo, ninguno de los cuales reducen a la relación entre los difere1úes segmentos de estimulación y a
se encuentra relacionado en forma directa con la respuesta con la que se las diferentes propiedades de cada uno de ellos.
evalúa el procedimiento:

Ev Parámetros de la interrupción
t
Ez Como el caso de interrupción se encuentra definido en términos de
la presentación de un segmento específico de estimulación dentro de una
En una segunda etapa, sólo uno de los elementos (Ey, por ejemplo) situación general, y las variaciones paramétricas que pueden ser estable-
condiciona la presencia de Ex: cidas se refieren a la distribución espacio-temporal de Ex respecto de
las características de Ey, se pueden identificar:
Ey----,.Ex
l. C~_racterísticas generales de Ey (forma, tamaño, ilumina-
Por último si ha sido formada una unidad funcional entre los diver- c10n, temperatura, etc.).
sos segmentos de estímulo y la actividad del organismo, la formad~ res- 2. Topografía y naturaleza fisicoquímica de Ex.
puesta respecto de Ez debe corresponder a la forma en que el orgamsmo
responde a la relación formada por Ey -4---..- Ex:
3. Geografía de Ex relativa a un punto de referencia de 1Y.
4. Intervalo Ex-Ex.
5. Duración Ex.

cz---Ex
, l
6. Intensidad de Ex.
7. Contacto topográfico de Ex sobre Rn.
8. Latencia de Rx.
9. Duración de Rx.
1O. Geografía de Rn relativa a Ex.
Ryzx Rx
Con el objeto de ilustrar la manera en que actúan dentro de esta es-
en donde la relación Ez ___,.. Ryzx indica que el organismo no se r':)ª- tructura psicológica algunos de estos parámetros, examinaremos a conti-
ciona con Ey y Ez como si se tratara de dos segmento~ de estimulac1on nuación un caso tomado de la literatura experimental.
funcionalmente independientes, sino de una manera integrada. ~ no Desde la aparición del experimento de "superstición" que previa-
sólo condiciona la actividad del organismo en términos de su propieda- mente habíamos descrito, varios investigadores han intentado determinar
des fisicoquímicas, sino en términos de su relación con Ey, que,~ s_u vez, la forma en que la distribución temporal de Ex "modula" las diferentes
funge como condición de Ex. Esta forma de estructura _ps1col?g1ca ha ª?tividades del mganismo. En el experimento realizado por Skinner, el
sido llamada "precondicionamiento sensorial" en la termmol_ogia pa_vlo- dispensador de alimento (Ex) aparecía cada 11 segs; es decir, el intervalo
viana. Otros fenómenos que cubre este caso son el estereotipo dmam1- entre las sucesivas presentaciones de Ex fue lo suficientemente corto
co. algunas ilusiones visuales, las constancias perceptuales Y otros. para impedir que el sujeto experimental diversificara sus actividades.

Cap. 5. La función contextual Análisis paramétrico 123


122
Esto quiere decir que cuando el tiempo que transcurría entre la presen- el organismo. En este sentido, resulta de interés indagar si un número
tación del segmento de estimulación Ex era menor, el organismo podía mayor de opciones (determinadas, por ejemplo, por el tamaño del es-
realizar un número también menor de actividades; de lo cual resultaba pacio experimental), permite que la forma y la ubicación de la actividad
lógico prever que, en la próxima ocasión en que se p'.esentara Ex, el del organismo se diversifique más que cuando las opciones son menores
organismo se encontraría realizando una actividad semejante que la que es decir, en espacios experimentales más reducidos. La importancia d~
había presentado en el intervalo anterior. Evidentemente, dicha seme- esta investigación puede ser ubicada dentro del contexto más general
janza no se reduce sólo a la forma de la actividad, sino que se extiende, de una investigación de campo. Efectivamente como indicamos en
además, al lugar que el organismo ocupa y al aspecto de la situación otros capítulos, el diseño de una investigación e; situaciones "constan-
experimental al que se dirige. Con este sentido limitado, los valores tes" corre el peligro de hacernos creer que las conclusiones que derivamos
paramétricos empleados en el caso de interrupción tienen una función de un estudio experimental son directamente aplicables en otras situacio-
semejante a la que posee la vinculación explícita de dos segmentos de n~s. Considerando ~ue ~~ fenómeno no puede ser concebido indepen-
estirnulación en el caso de asociación, es decir, la de restringir las varia- d1enter:1ent~ _de la s1tuac10n en la que se produce, el análisis sistemático
ciones en forma-espacio-tiempo de la actividad correspondiente. Es de la situac1on corresponde al análisis de uno de los componentes del
evidente que el incremento en el intervalo que media la presentación del fenómeno. En el caso particular que nos encontramos discutiendo el
estímulo permite la diversificación de las actividades ejecutadas por el tamaño del espacio experimental puede fungir como una condición'¡n-
organismo y cambia, por tanto, los diferentes estímulos que hacen con- dispensable en la "modulación" de la actividad del organismo en tanto
tacto, funcionalmente, con dicha actividad. que a mayor tamaño del espacio es de esperarse una mayor ctispersión
Con base en el análisis anterior, podemos concluir que la forma en en las act1v_1dades de orientación y aproximación y contacto con los di-
que se distribuye temporalmente el estímulo Ex influye de dos maneras ferentes objetos y /o aspectos de la situación experimental.
sobre la organización psicológica que es descrita por el caso de interrup- Un parámetro adicional, estrechamente relacionado con el anterior
ción. En primer lugar, circunscribe la forma de la actividad, el lugar en consiste e~ la re,lación geográfica del estímulo Ex con diferentes aspee:
el que ocurre y los aspectos del espacio experimental hacia los que se tos de la s1~u_ac1~n (1yx). En la evaluación sistemática de este paráme-
dirige. En segundo término, condiciona la manera en que se "organizan" tro, se mod1f1cana de manera fija y/o variable ellugardepresentación de
las diferentes actividades que el organismo realiza durante cada uno de Ex Y, por tanto, _su posición relativa respecto de diversos elementos
los intervalos. del espac10 expenmental. Debido al poco conocimiento que hemos
Por su parte, las características dimensionales de la estimulación
presentada (Ex), han sido investigadas sistemáticamente respecto de la
~btemd~ de !ª forma en que funcionan las variables espaciales en este
!Jpo de sltuac1ones, e~ difíc_i! elaborar predicciones acerca de los posibles
forma de la actividad que es producida. En términos generales (aunque resultados de la mampulac1on de este parámetro, Sin embargo el inte-
no de manera exclusiva), las propiedades dimensionales de Ex determi- rés que P'.~senta para la literatura experimental no se reduce al; simple
nan la forma de la actividad (Rn) que es contextualizada. En esta forma, constatac10n de una posibilidad heurística derivada de nuestro marco con-
si Ex corresponde a alimento, la forma de actividad dirigida hacia la cept~al. En efecto, en el medio "natural" del organismo (es decir, en
"situación experimental" (~yx) presentará ciertas características de la ac- cond1c1ones que no son restringidas en algunos de sus aspectos por el
tividad dirigida hacia Ex. (En el caso específico del pichón, la actividad 11;étodo empleado para la investigación), los eventos "relevantes" difí-
de comer ha sido analizada, entre otras cosas, por la apertura del pico y c1l~ente_ ocurren en un mismo sitio. Este factor implica que el sistema
el vigor con el que se presentan los picotazos). Cuando la estimulación ps1cológ1co fundado sobre la base de una distribución irregular de los
es de otra naturaleza (choques eléctricos por ejemplo) la forma de acti- eventos en el espacio, representa un interés genuino en el estudio de
vidad dirigida hacia f/,xy consistirá parcialmente en actividades semejan- los fenómenos psicológicos.
tes a las realizadas frente a Ex (por ejemplo: agitar las alas, alejarse de
la fuente de estimulación, etcétera).
Uno de los aspectos del caso de interrupción que no han sido explo- Parámetros de la asociación
rados de manera sistemática en la literatura se refiere a las características
de la situación experimental. El interés presente en este parámetro ra- .. ~n el caso de la_ asociación, encontramos que, evidentemente, las po-
dica en que el concepto de "situación", tal y como se emplea en este s1b~lidades de mampulación de diferentes parámetros son más ricas y
contexto, se refiere a las posibilidades de estimulación disponibles para vanadas que en el caso anterior. En efecto, una vez especificado for-

124 Cap. 5. La función contextual


Análisis paramétrico 125
malmente el segmento de estimulación correspondiente a Ey, se pm,den nados en forma contingente sino, además, que el segmento de estimula-
entender las variantes paramétricas de este caso como todas las posibles ción Ex ocurra después o durante la presentación de Ey. Esta relación
relaciones de contingencia entre ambos estímulos que puedan resultar queda incluida como caso del parámetro que se refiere al intervalo
en una integración funcional. Además, dentro de la literatura pavlovia- Ey __,. Ex. En el caso del máximo valor que puede adoptar dicho
na se han desarrollado procedimientos diseñados para evaluar s1 las rela- intervalo, Ey se encuentra "antes" que el próximo Ex que se presente
ciones de condicionalidad manipuladas son las condiciones necesarias Y pero inmediatamente después del anterior. '
suficientes para que dicha integración funcional se produzca. En esta ¿Por qué existe una relación de contingencia entre Ey y Ex pero no
sección incluiremos algunos de estos procedimientos "control", aunque se produce una integración funcional entre ambos? Esto se debe a que
no resulten en la integración estimulativa. Este caso incluye los siguien- los valores específicos empleados establecen una relación en la que Ey
aparece "después" de Ex (lo que e~-lenguaje pavloviano se denomi-
tes parámetros adicionales: na "condicionamiento hacia atrás"). En este sentido, la formación de una
asociación contextual no sólo requiere de la contingencia entre dos
l. Probabilidad de Ex, dado Ey.
eventos si~o, además, de ciertos valores del parámetro Ey ---+ Ex que
2. Probabilidad de Ey, dado Ex.
aseguren cierto orden en su ocurrencia. La duración y /o latencia de Rx
3. Intervalo Ex-Ey. puede transformar una relación "hacia atrás" en una relación "hacia
4. Intervalo Ex- Ex. adelante". Un caso intermedio de dicho intervalo consiste en la presen-
5. Intervalo Ey-Ey. tación de los eventos "separados en el tiempo", de manera tal que la
6. Latencia de Rx. presentación de Ex sigue a la de Ey después de un periodo determinado
7. Duración de Ey relativa a Ex.
8. Geografía de Ex relativa a Ey. de tiempo.
En el "condicionamiento de huella", los valores manipulados en la
9. Intensidad de Ey.
1O. Topografía y naturaleza fisicoquímica de Ey. relación permiten la formación de una unidad funcional, más "débil"
11. Duración de Rx relativa de Ey. que la formada en los casos en que los eventos aparecen en forma casi
12. Probabilidad de p
dado §Y. simultánea (condicionamiento "simultáneo") o sucesiva (condiciona-
miento demorado), pues la formación de una unidad de integración fun-
13. Probabilidad de Ex dado Y,Y-
14. Duración de Ey relativa al intervalo Ey-Ex. cional se encuentra altamente favorecida cuando la relación contingente
entre los segmentos de estímulo asegura un determinado orden (Ey
En primer término, en la descripción de !~~ element<:s del ~aso de antes que Ex) y un intervalo breve entre ellos.
asociación, hemos indicado que existe una relac1on de contmgen~1a entre Podemos encontrar una situación semejante en el caso en que
el estímulo contextualizado (Ey) y el estímulo que cont~~tualiza (~). los eventos manipulados se analicen desde la perspectiva de los parámetros
Dicha relación, no puede ser reducida a una simple cone_x1on_ en_ ~l tiem- espaciales involucrados. Desde este punto de vista, las relaciones tem-
po. El que Ex sea contingente a la pr:sencia de Ey no sol? _s1gmf1ca que porales que hemos discutido (orden y contigüidad) aparecen como
su ocurrencia es condicional a Ex, smo que no e~ cond1c1onal a ?tros condiciones necesarias pero no suficientes de la relación. En efecto,
objetos y que con cierta probabilidad su ocurrencia se encuentr~ vmcu- suponga~?s el cas? extremo en que la distancia entre un tono (Ey) y la
lada a Ja presencia de Ey. En otros términos, el que Ex sea contmgente presentac10n de ahmento (Ex) es lo suficientemente grande como para
a Ey significa que existe una alta probabilidad de que Ex ocurra, dada la qu~ el organismo sólo pueda hacer contacto con alguno de los eventos.
ocurrencia de Ey, y una baja probabilidad de que ambos eventos ocurran ~aJo esta perspectiva, es evidente que bajo estas circunstancias, no es po-
sible formar una unidad funcional entre ambos eventos, a pesar de que
aisladamente. ., ocurren de manera simultánea. Sin embargo, aunque este ejemplo nos
El análisis de la contingencia ha llamado reiteradamente la atenc1on
sobre diferentes tipos de relaciones temporales que pueden _ocu1;i; entre ha servido como ilustración, no corresponde en forma exacta a Jo que
los estímulos Ey y Ex. Dichas relaciones han quedado 1mphcitas en ocurre cuando manipulamos los parámetros espaciales entre los segmen-
frases como "Ex es condicional a Ey", que sugieren que un evento es tos correspondientes de estimulación. En efecto, la separación espacial
condicional a otro cuando ocurre "después" o en forma "si~ultáne~:•; entre eventos frecuentemente hace que el organismo pueda hacer con-
en cualquier caso, la formación de una unidad funcional de estimulac1?n tacto con ambos eventos pero, debido a la separación espacial entre
no sólo requiere que los eventos involucrados se encuentren relac10- ellos, no llega a formarse una unidad funcional. En los casos en que la

Cap. 5. La función contextual Análisis paramétrico 127


126
distancia entre los eventos es máxima, los eventos se comportan sola- cen las conexiones espaciales entre los eventos (como en algunos eventos
mente en relación al estímulo Ex (y, por tanto, en forma equivalente al que se estudian bajo el rótulo de "constancias perceptuales" e "ilusio-
caso de interrupción). En los casos intermedios, la integración funcio- nes visuales"), se torna confusa la línea de marcación operacional entre
nal sólo puede establecerse en forma relativamente inestable. los estímulos Ez, Ey Y Ex, puesto que su presentación se efectúa de una
En términos generales, el análisis de los parámetros correspondientes manera 3Ímultánea (como un complejo de estirnulación en el que es po-
al caso de asociación nos permite concluir que la formación de unida- sible separar espacialmente los diversos elementos). En las relaciones de
des funcionales de estimulación entre Ey y Ex depende de tres grupos de naturaleza temporal, es necesario incluir, además de las relaciones estu-
factores esenciales: los primeros se refieren a una relación probabilísti- diadas en los casos precedentes, el orden y el intervalo con que son for-
ca que puede ser sintetizada en el término "contingencia"; los segundos madas las diferentes relaciones de contingencia entre los segmentos de
son factores de naturaleza temporal, que afectan el orden y la contigüi- estimulación. Desde un punto de vista global, sin embargo, los diferen-
dad entre los segmentos de estímulo; por último, los factores de natura- tes parámetros integrantes del caso de configuración siguen las mismas
leza espacial que, en última instancia, pueden determinar si los segmentos reglas que fueron estudiadas en el caso de asociación es decir una con-
de estimulación en estrecha relación temporal con Ex llegan a integrarse figuración puede ser formada en los casos en que las ;elacione~ entre los
funcionalmente. segmentos de estimulación considerados impliquen la contigüidad espa-
Es necesario recordar que el hecho de haber explicitado, desde un cio-temporal entre eventos vinculados en forma contingente.
punto de vista formal, la estimulación asociada con Ex, no elimina la
existencia de "otros" segmentos de estimulación que pueden estar fun-
cionalmente vinculados con Ex, es decir, Ey. ANÁLISIS DE UN FENÓMENO

Los fenómenos incluidos en el caso de configuración describen di-


Parámetros de la configuración versos segmentos que forman un todo del que no es posible separar fun-
cionalmente a sus elementos. Aunque los eventos que corresponden a
Los parámetros involucrados en las relaciones subsumidas en el caso esta descripción, varían en cuanto al marco de referencia a partir del
de configuración son más complejos que los estudiados en los casos ante- cual han sido investigados, su semejanza funcionaljustifica ubicarlos den-
riores, en lo que respecta al número de eventos integrantes de la relación. tro de una misma categoría conceptual y analizarlos como un grupo
De manera general, una lista de estos parámetros debe incluir, además de fenómen~s homogéneos. En términos generales, dicha semejanza se
de los casos anteriores, los siguientes. puede apreciar en forma más clara si se considera que los organismos
se relacionan con objetos del medio que se encuentran necesariamente
l. Probabilidad de Ex relativa a la probabilidad de Ez, Ey, en diferentes relaciones espacio-temporales con otros objetos. En cier-
En ... tos casos, dichas relaciones conforman organizaciones psicológicas, en
2. Intervalo Ez, En-Ey, Ex. las cuales sus elementos forman un todo en el que el organismo responde
3. Probabilidad condicional de relaciones Ez, En,_Ey-Ex. (or- a uno de los elementos como si se tratara de un todo integrado. Es decir,
den secuencial). en el caso de los fenómenos agrupados en el caso de configuración el
4. Probabilidad relativa de Ez, y Ex dada Ey. organismo se relaciona con una integración estimulativa que no se ~n-
5. Geografía relativa de Ez, Ex, Ey, En. cuentra presente en ninguno de sus elementos. En términos de la psico-
6. Topografía de Exy relativa a Rzn. logía de la gestalt, "el todo es más que la suma de sus partes".
7. Duración relativa de Ez, En- Ey, Ex. Co1'.1o se podrá apreciar más adelante, existen dos formas operacio-
8. Intensidad relativa de Ez, En-Ey, Ex. nales diferentes en que pueden formarse este tipo de organizaciones
9. Duración de Rzn relativa al intervalo Ez, En-Ey, Ex. psicológicas: la primera de ellas corresponde a ciertas sucesiones de
1O. Duración de Rzn relativa a Ryz. segmentos de estimulación estudiadas dentro de la tradición del con-
dicion~miento pavloviano (estereotipo dinámico, precondicionamiento
Las relaciones espacio-temporales entre los segmentos de estimu- sensonal); la segunda corresponde a ciertos arreglos espaciales (figura-
lación Ey y Ez deben ser estudiadas en función de la relación que guardan fondo, constancias perceptuales, ilusiones visuales) que han servido
cpn Ex. En el caso de que se trate de una relación en donde se enfati- como base de la investigación de los procesos perceptuales.

128 Cap. 5. La función contextual Análisis de un fenómeno 129


Esta distinción es necesaria en tanto que en la distribución de estí- media el mismo espacio de tiempo entre la presentación de cada par)
mulos en el tiempo se pueden distinguir los diferentes elementos de la adquiere las propiedades del resto de los elementos cuando aparece den-
relación. Sin embargo, esta regla no puede ser co?sidera~a de ~a?era tro de su misma posición dentro de la serie. En otros términos, cada
absoluta, puesto que en el caso del fenómeno phi, es~udiado or!gmal- uno de los segmentos forma, funcionalmente, parte de una totalidad
mente por Wertheimer, una asociación de estímulos a cierta velocidad_ Y definida por la secuencia en donde las relaciones asociativas de cada ele-
colocados a una cierta distancia entre sí, hacen contacto con el organis- mento son compartidas por los demás. La función establecida, en con-
mo como si se tratara de un segmento en moviIT).iento continuo;esdecir, secuencia, no es exclusiva de ninguno de ellos.
el "movimiento" es una propiedad que no pertenece a ninguno de En las diferentes relaciones temporales que hemos discutido en el
los elementos por separado. caso de configuración (excepto, como señalamos, en el caso del fenóme-
Por el contrario, en la relación espacial, los diferentes segmentos es- no phi), uno de los elementos Ex contextualiza la función de otros, ya
timulativos de los eventos son difíciles de reconocer. Sin embarg~, que condiciona funcionalmente su relación con el organismo. En el caso
dichos segmentos pueden presentarse operacionalmente en contexto~ di- de los eventos pertenecientes a la tradición pavloviana, dicha condicio-
ferentes O en relaciones con los mismos elementos pero establecidas nalidad involucra una integración estimulativa en que las propiedades de
con dif;rentes valores de los parámetros involucrados. Estas relaciones un elemento (Ex) se extienden a otros segmentos que se encuentran en
estimulativas nos permiten apreciar una interdependencia plena entre ciertas relaciones espacio-temporales con él. Tal integración, sin embar-
los diferentes segmentos de una organización psicológica, en la que nin- go, no se produce de la misma manera en todos los casos. Como hemos
guno de los elementos funciona de la misma manera que el todo. mencionado, cuando se trata de relaciones espaciales no se "extiende"
Como mencionábamos anteriormente, aun cuando en el caso de las la función de uno de los elementos, sino que se forma una función que
relaciones temporales es posible distinguir los diversos elementos que no pertenece en forma exclusiva a alguno de ellos. Un ejemplo típico
forman parte de una sucesión, desde un punto de vista funcional el or- de esta aseveración lo proporcionan los fenómenos agrupados bajo el
ganismo se relaciona con ellos de manera integrada. Sin embargo, debe nombre de "ilusiones visuaies".
recalcarse que dicha integración no se produce de la misma forma que En las figuras que conforman la conocida "ilusión de Jastrow", el
en el caso de las relaciones espaciales. Por ejemplo, en el caso de las re- par de la izquierda tiene las mismas dimensiones físicas, pero la figura
laciones involucradas en el caso de "precondicionamiento sensorial", se inferior "es percibida" como más grande que la superior.
establece una relación condicional entre dos segmentos de estímulo
Ez --,.. Ey. Posteriormente, el segmento presentado en foIT?a contin-
gente durante la primera relación (Ey) condiciona la ~resencia d~ ~tro
evento: Ey - - Ex. La integración de las dos funciones asoc1atl~as
involucradas en una totalidad, puede ser comprobada al observar s1 el
segmento de estimulación Ez condiciona una forma de respuestas con a) b)
propiedades que Ex provoca directamente (Rx). En e_ste caso, Ez Y_ Ey
forman una totalidad , de tal manera que las nuevas relaciones establecidas
.
por Ey son adquiridas funcionalmente por Ez. En este caso, se integran
funcionalmente dos organizaciones ya establecidas.
Un caso diferente nos lo proporciona el evento denominado "es-
tereotipo dinámico". En este caso, el organismo es expuesto a una Dicha relación es invertida en el caso del par de la derecha, en que
sucesión regular de asociaciones entre pares de segmentos de estímulo: son diferentes las dimensiones físicas de las figuras, pero son "percibi-
Ez - Ex ... Ey -.... Ex ... En --,.. Ex, de tal manera que si uno das" como "iguales". De acuerdo con el análisis que hemos venido rea-
de los segmentos se presenta ahora en una posición diferente dentro de lizando, existen diversos aspectos de dichas relaciones que merecen ser
la secuencia (por ejemplo, presentando Ez en lugar de Ey en la segunda analizados. En primer término, es evidente que existe una condicionali-
relación de la serie), el organismo responde en la misma forma en que lo dad entre los elementos formados por cada par. Dicha relación es de
hacía que cuando se presentaba el estímulo original (Ey). Es decir, carácter espacial. Es decir, la distancia entre dos objetos siempre es in-
cada uno de los segmentos que funcionan como condiciones de la pre- terdependiente con su posición relativa; ambos se encuentran en una
sentación de Ex en una secuencia regular de asociaciones (en tanto que posición que es contingente a la posición del otro. Sin embargo, arbi-

130 Cap. 5. La función conteKtual Análisis de un fenómeno 131


trariamente podemos seleccionar a uno de ellos como i:narco de re'.eren-
cia (por ejemplo, podemos afirmar que la figura de_ amba es el ~~tJmulo
que contextualiza al de abajo, Ex). En estos térmmos, la rel~c1on espa·
cial entre ambas figuras condiciona la forma como se perc1?e una de
ellas; la forma en que un organismo hace contac~o con un obJeto ~e en•
cuentra condicionada por la relación de dir.ho obJeto con otros ob¡etos.
Sin embargo dado que no es posible formular enunciados de relación
("más pequefios", "más grandes") respecto de un objeto aislado, debe-
6
mos concluir que la propiedad en cuestión, por aislada, no pertenece a
ninguno de los elementos. No obstante, de~\do a la naturalez~ ?el
ejemplo que hemos seleccionado, dicha conclu~1on puede aparecer tn~1~l; La función
Por esta razón discutiremos en seguida otro eJemplo, que nos perm1tira
ilustrar simultáneamente este mismo problema y el último grupo de
fenómenos que puede ser ubicado como una instancia del caso de confi•
suplementaria
guración: las constancias perceptuales. ,, . ..
En los fenómenos denominados "figura• fondo podemos 1dentlf1car
dos segmentos de estimulación, uno de los cuales se percibe en forma LAS RELACIONES DE MEDIACIÓN SUPLEMENTARIA
clara y estable (figura) mientras que el resto, apenas de una manera muy Y SUS ANTECEDENTES HISTÓRICOS
vaga e indefinida (fondo). Sin embargo, no es posible separar un elemen-
to del otro: es decir, la figura sólo existe como relación con el fondo; En capítulos anteriores se ha descrito cómo la conducta puede conce-
éste a su vez necesariamente es fondo de alguna figura. Pero, además, la birse en forma de interacciones cada vez más complejas entre el organis-
rela~ión puede ser reversible, pues de acuerdo con la perspectiva adopta• mo y el ambiente. Así, se ha revisado el paso de situaciones primitivas
da (que depende, entre otras cosas, del enfoque visual Y de di~e:sos fac- -como lo es la simple intromisión de un estímulo en el continuo con·
tores relativos a la disposición), lo que previamente se perc1bia como ductual- a condiciones complejas del mismo paradigma, tales como el
figura pasa ahora a ser parte del fondo. Evidentemente, no es posible caso asociativo y la configuración. De la misma manera, hemos de seña-
concebir la presencia del fenómeno a partir de la presencia de sólo uno lar la importancia del establecimiento de funciones interactivas en las
de los elementos. En otras palabras, el fenómeno denominado "figura• que organismo y medio se afectan o hacen contacto bidireccionllmente
fondo", sólo puede ser comprendido como una totalidad, en donde en forma equivalente, es decir, donde no sólo el ambiente inicia la fun-
funcionalmente podemos identificar que e! contacto con uno de los ción, sino que también el organismo puede ser un determinante para la
aspectos depende del contacto con el otro de ellos, al que se encuentra relación de campo por configurarse. Así, entre otros casos, se señalará
vinculado indisolublemente. la importancia del "condicionamiento instrumental" y otros fenómenos
El último grupo de fenómenos con que ilustraremos el caso de con• correlativos, como la curiosidad, todos ellos vinculados al desplazamien-
figuración se refiere a lo que es conocido en la literatura experimental to motor y a la pertinencia de la geografía y topografía de la respuesta
como "constancias perceptuales". La característica fundamental de como componentes definitorios de las funciones conductuales.
este grupo de fenómenos radica en el hecho de que el organismo respon• En este nuevo paradigma describiremos fenómenos que ilustran
de en forma funcionalmente semejante a eventos que se encuentran en también una· relación más compleja entre organismo y ambiente. Esta
diferentes relaciones con otros eventos en el transcurso del tiempo. relación se caracteriza por lo que definiremos como la función suple-
Esto no implica, sin embargo, que el organismo responda a las propie- mentaria. ¿A qué se hace referencia con esta nueva función? Existen
dades absolutas del objeto sino, más bien, a sus propiedades relativas de interacciones entre organismo y ambiente en las que la acción del orga-
una gran variedad de relaciones con otros objetos. En otros términos, el nismo no sólo altera el contacto con los objetos y eventos presentes en
juicio que enuncia que un árbol que se encuentra en la lejanía es más el campo, sino que modifica cualitativamente, es decir, transforma el
grande que el lápiz colocado frente a nuestros ojos, sólo puede ser for• campo al introducir y/o eliminar objetos y eventos. Es una función que
mulada sobre la base de haber experimentado las relaciones entre ambos transforma los límites del campo al afectar la funcionalidad de eventos
objetos desde un gran número de distancias relativas. Y objetos presentes o potenciales. La función suplementaria abarca

132 Cap. 5. La función contextual 133


aquellas relaciones organismo-ambiente, iniciadas por el organismo (con- entre los estímulos o las situaciones y los movimientos o respuestas de
siderando siempre la arbitrariedad relativa del punto de corte del seg- los organismos, conexiones que no se fortalecían o debilitaban por la
mento en cuestión), en las que la estimulación consecuente que sigue a simple repetición o ejercicio, sino que dependían de los efectos que
Ja(s) respuesta(s) suplementa a la relación definida por la relación ante- seguían a la conducta. Si eran placenteros o satisfactores (recompensas)
cedente entre otro(s) estímulo(s) y esa(s) respuesta(s). Sin embargo, fortalecían la conexión; si eran displacenteros o perturbadores (casti-
este enriquecimiento de la interacción altera el límite del campo que las gos) debilitaban la conexión. La conexión se planteaba como un estado
contextúa incrementando la acción de los elementos físicamente pre- neural entre las vías aferentes y eferentes, y "lo satisfactor o perturba-
sentes. Además, hay otra interacción en que el organismo cambia la na- dor" como condiciones que afectaban la trasmisión nerviosa.
turaleza de ese ambiente físico, ya sea eliminando estímulos presentes o A pesar de que, como Pavlov, Thorndike postulaba la existencia de
produciendo la presencia de eventos ausentes en un momento determi- conexiones (aunque de diversa índoleJ;'ñunca suscribió el modelo del con-
nado, y cuya "aparición" o "desaparición" es contingente y sólo con- dicionamiento para enmarcar su trabajo experimental. Pensó que el
tingente, (léase dependiente) de la acción del organismo. aprendizaje por ensayo y error (posteriormente denominado instrumen-
ta/) constituía un tipo de aprendizaje cualitativamente distinto al condi-
cionamiento. Las razones parecían obvias. La respuesta se especificaba
Antecedentes históricos como un resultado, sin predeterminar una morfología particular; a la
vez, ocurría como un evento discreto, es decir, con límites temporales
Aun cuando el paradigma que vamos a examinar fue formulado a precisos -a diferencia de la respuesta incondicional que, estando prede-
partir del marco general de la teoría del condicionamiento, histórica- terminada por la naturaleza del estímulo incondicional, consistía en la
mente surge como una opción teórica a este último. Anteriormente, se alteración temporal cuantitativa de una dimensión de actividad conti-
abundó sobre el surgimiento del paradigma contextual a partir del para- nua del organismo. Por otra parte, en el procedimiento de condiciona-
digma fisiológico del reflejo y su extensión por Pavlov al condicionamien- miento clásico se manipulaban condiciones de estímulo previas a la
to clásico o respondiente. De los estudios de Thorndike sobre solución respuesta, mientras que, en la situación instrumental, el estímulo promi-
de problemas en gatos se originó el paradigma suplementario y lo que nente desde el punto de vista experimental era el efecto de la respuesta,
después se denominó aprendizaje instrumental simple (Hull, Tolman, la consecuencia, es decir, la recompensa. Había pues pocas similitudes
Guthrie y otros). para englobar las dos situaciones bajo un mismo rubro conceptual.
Históricamente, la formulación del condicionamiento operante de Casi coetáneamente a Skinner existen otros dos antecedentes expe-
Skinner representa la primera aproximación a una segunda variante rimentales: el trabajo de Konorski y Miller (1939) y el de Bechterew
del paradigma y un intento por sistematizar las tres "grandes" formas de (1913), formulador de la "reflexología", qu, amplió el procedimiento
aprendizaje en un solo marco teórico: la teoría del condicionamiento. pavloviano al empleo de la estimulación eléctrica incondicional y las
Revisemos los antecedentes del problema. respuestas de tipo motor; la flexión de una extremidad. A esta situación
A finales del siglo pasado e inicios del presente, Thorndike realizó se le deno~inó condicionamiento clásico de evitación y, en ella, un
sus experimentos sobre el aprendizaje por ensayo y error en animales. perro recibia un choque eléctrico precedido del sonido de una campana.
Thorndike pensaba que el aprendizaje por ensayo y error era un mecanis- ~a respuesta "incondicional" o de "escape" era flexionar la pata, reti-
mo de aprendizaje distinto al condicionamiento clásico -por él conside- randola del contacto con la superficie que administraba la estimulación
rado sustitución de estímulos-y a otros más. La situación experimental eléctrica. La respuesta condicional era la flexión anticipada o "evitación"
estudiada se componía de una caja de trucos, en la que un animal (un ante la sola presentación del sonido de la campana. Aun cuando el pro-
gato) encerrado y hambriento tenía que mover un dispositivo para abrir cedimiento de aplicación de los estímulos podía enmarcarse en el con-
la jaula y poder comer el alimento colocado fuera de su alcance. La in- dicionamiento clásico, la respuesta producfa un efecto (que consistía en
fluencia del pensamiento evolucionista llevó a Thorndike a pensar en terminar o evitar el estímulo eléctrico), con lo cual se asociaba al apren-
términos hedonistas cuando postuló su ley del efecto. Observó que el dizaje instrumental tipo.
gato emitía movimientos al azar para abrir la puerta y que, cuando lo- Thorndike, Konorski y Miller combinaron ambas situaciones la de
graba operar el dispositivo de salida, tendía a repetir dicho movimiento Thorndike y la de Bechterew, y llamaron al aprendizaje resultante con-
en cada vez menor tiempo, lo que se consideraba como efecto del apren- dicionamiento tipo II, para diferenciarlo del pavloviano o tipo I. En
dizaje que tenía lugar. El aprendizaje se concebía como una conexión este procedimiento se aplicaba un estímulo eléctrico antecedido por un

134 Cap. 6. La función suplementaria Las relaciones de mediación suplementaria 135


tono o campana, pero cuando el animal flexionaba la extremidad no sólo contingente al estímulo, o sea el condicionamiento respondiente, o bien
terminaba con el choque sino que producía también la entrega de ali- mediante la prescripción de un estímulo contingente a la respuesta, 0
mento, es decir, por procedimiento implicaba tanto al condicionamiento sea el condicionamiento operante.
clásico corno al de Thorndike, con un doble efecto de la respuesta: de Esto quiere decir que, para Skinner, el condicionamiento era simple-
"evitación y/o escape" y de "recompensa". mente disponer las contingencias entre estímulos y respuestas, y uno y
Sobre esta base, Skinner formuló el trabajo teórico experimental otro se determinaban con base en el elemento que fuera contingente.
(1931, J 935, 1938) que le permitió proponer el modelo del condiciona- Así, ambos tipos de procedimiento podían ser analizados bajo un marco
miento operante. El condicionamiento operante, sin embargo, tenía teórico común, la teoría del condicionamiento, y el aprendizaje instru-
corno procedimiento ciertas características distintivas, las cuales, aun mental podía considerarse corno una variante molar y discreta del con-
cuando lo hacían análogo en algunos aspectos al aprendizaje instrumen- dicionamiento operante, en tanto el control funcional parecía ser ejercido
tal, Jo distinguían cualitativamente. Por una parte, el condicionamiento por la consecuencia de la conducta, y no por los estímulos precedentes
operante rompía con los ensayos discretos característicos de la experi- (recuérdese que Hull, entre otros, redujo todo aprendizaje al condiciona-
mentación de la época. La conducta podía darse libremente en tiempo, miento clásico).
sin ninguna restricción física. De este modo, la cámara experimental Posteriormente, Skinner, apoyando a otros autores, supuso que
estándar -conocida ahora corno "caja de Skinner"-, disponía de una cada tipo de condicionamiento representaba un proceso general distinto
palanca o tecla permanente sobre la que podía responder en cualquier que era determinado por la naturaleza del sistema fisiológico de respues'.
momento el animal. Por otra, aun cuando en este tipo de condiciona- ta involucrado, es decir, el sistema inervado ganglionarmente o el de fibra
miento había estímulos presentes, éstos no producían incondicionalmen- estriada.
te la respuesta predeterminada (apretar la palanca, picar la tecla, etc.), Sin embargo, todavía es necesario aclarar la forma en que Skinner
sino que guardaban una relación de "ocasión" o contexto. En cambio, el pudo establecer la equivalencia de ambos tipos de condicionamiento sin
estímulo prominente, desde un punto de vista operacional es, corno en violentar el origen neurofisiológico de la concepción pavloviana. El
Thorndike, un efecto de la respuesta; sin embargo, a diferencia de él, el primer trabajo teórico de Skinner -neurofisiólogo por formación tam-
animal lo "introduce" a la situación experimental, pues tiene la propie- bién- se remonta a 1931 ("El concepto del reflejo en la descripción de
dad de ser probable o potencial, mas no se encuentra dentro del campo la conducta"), y sirve de base, junto con otros artículos, a su primera
configurado por la condición experimental. Este último es el rasgo disti...- gran obra: La conducta de los organismos (1938). En este artículo
tivo que hace que el condicionamiento operante en particular represente sienta las bases para emplear el concepto de reflejo, originario de la fi-
la situación paradigmática más compleja de la interacción suplementaria. siología, corno unidad analítica de la conducta. El término fue usado
El trabajo teórico de Skinner abarca dos aspectos: uno, integrar en la desde Descartes, por Sechenov, Sherrirtgton, Pavlov y otros.
teoría del condicionamiento al condicionamiento clásico y a la conduc- Al examinar el significado preciso de "lo reflejo", Skinner demostró
ducta operante; otro, identificar el aprendizaje instrumental con el condi- que su referencia principal era una covariación entre dos clases de ele-
cionamiento operante. mentos: estímulos y respuestas. La aferencia y eferencia de la relación
Skinner hizo una distinción fundamental en la conducta, la dicotomía refleja, incluso en su preparación aislada más simple, no era otra cosa
respondiente-operante. Consideró que había una forma de conducta en q?e la covariación sistern~tica entre una energía aplicada sobre el orga-
la que era identificable el estímulo precedente, que guardaba una rela- msrn~ e~ la ~orrna de estimulo y su respuesta a ella. El arco reflejo no
ción de producción o provocación; la llamó conducta respondiente. const1tuia mas que un concepto respecto a la naturaleza de dicha cova-
También había una conducta emitida, aparentemente espontánea, en la riación, pero no formaba parte esencial de ella, corno lo demuestra su
que no eran obvios los estímulos provocadores -en caso de que los hu- sustitución por circuitos de retroalimentación de doble vía en la neuro-
biera. Esta conducta era controlada por los estímulos que la seguían, es fisiología moderna.
decir, las consecuencias; la denominó conducta operante. De ahí que, una vez que quedó el concepto de reflejo como un
Skinner pensó que el condicionamiento era fundamentalmente el constructo descriptivo de la correlación o covariación de estímulos y
arreglo de las contingencias, es decir, el establecimiento de las relaciones resp~estas, desapare~ió ~ara Skinner el obstáculo para que la psicología
de condicionalidad entre la conducta y las circunstancias de estímulo a pudiera adoptar el terrnmo sm heredar necesariamente su contenido fi-
las que se asociaba funcionalmente. Por otro lado, consideró que el siológico específico. Fue así como Skinner habló de reflejos respondien-
condicionamiento podía hacerse mediante la definición de una respuesta tes Y operantes, sin tener que recurrir a una teorización reduccionista a

136 Cap. 6. La función suplementaria Las relaciones de mediación suplementaria 137


nivel fisiológico. El concepto de reflejo significó sólo un tipo de cova- la función suplementaria, aun cuando incluye el tipo de fenómenos
riación sistemática entre elementos discretos del ambiente y la conducta. tradicionalmente descritos por el condicionamiento operante y/o instru-
Hay que señalar que, de algún modo, Skinner llevó a sus últimas con- mental, constituye una forma no lineal de representación. En el condi-
secuencias la teoría del condicionamiento al cubrir bajo su espectro a la cionamiento operante no son tomados en cuenta todos los elementos
conducta "supersticiosa" y a la estimulación no contingente, al condicio- participantes en el campo, entre los que destaca la respuesta que sigue al
namiento clásico, al aprendizaje instrumental y al condicionamiento estímulo suplementador o "reforzante".
operante. De este modo, la triple relación de contingencia, describe una de-
pendencia secuencial entre el llamado "estímulo discriminativo", la
;-espuesta operante y el reforzador, y el efecto futuro de que dicha res-
Las relaciones de mediación suplementaria puesta -como clase- vuelva a ocurrir. -En el caso de la función suplemen-
taria, no sólo el "reforzador" afecta la ocurrencia futura de la respuesta,
La función suplementaria describe una forma de interacción media- sino que la afecta en la medida en que se integra funcionalmente a la
da por el organismo. El organismo media una relación contextual, que respuesta asociada con el reforzador, generalmente comer, acicalarse, etc.
sin su conducta le sería "impuesta" por el ambiente, lo que implicaría No es la presencia del estímulo la que hace probable una futura
de algún modo una alteración en la pertinencia de las respuestas funcio- respuesta operante, sino la ocurrencia sistemática de esta respuesta con
nales en la interacción. Así, en la función contextual, en tanto que el la respuesta asociada a la comida. Igualmente, y sin entrar en los detalles
organismo no está en posibilidad de modificar el ambiente físico -ya de la simplificación de la situación operante no discriminada (en que
sea ampliando los límites físicos o del campo o por la alteración y/o pro- ocurren respuestas ¡sin objetos de estímulos!), la palanca adquiere fun-
ducción de estímulos y /u objetos de estímulo-, la funcionalidad de cionalidad a partir de que determina a su vez la ocurrencia del "reforza-
los eventos de estímulo le es dada por propiedades características de los dor". De esta forma, la triple relación de contingencia es más compleja
objetos de estímulo mismos y la forma en que entran en relación en que la tradicionalmente diagramada, e incluye no sólo las relaciones S1
tiempo y espacio. - R 1 , R, - S2 , o, si se quiere la S1 - S2 , sino también las dependencias
Ya se ha mencionado que el organismo, en la interacción contextual, R1 - R2, S2 - R2, S2 - S1 , y R2 - R,. No es una triple, sino una
queda limitado a alterar la probabilidad de entrar en contacto con pro- séptuple relación de contingencias. La inclusión de la respuesta del or-
piedades funcionales del ambiente que no puede modificar o producir. ganismo como factor mediador de una relación contextual, altera la
En la relación suplementaria las relaciones contextuales dependen de la complejidad del campo de contingencias significativamente, tanto en lo
respuesta del organismo y, por consiguiente, las dimensiones funciona- cuantitativo como en lo cualitativo. No sólo el organismo participa en
les relevantes de respuesta cambian, incorporando, no obstante, a aque- el establecimiento de dependencias entre eventos del ambiente, y entre
Uas que lo eran en el nivel contextual. Por ello, es fundamental entender éstos y su propia actividad, sino que se pasa de una situación que implica
que la suplementación no se limita a la relación que se establece entre tres relaciones de dependencia, a una que incluye siete.
una respuesta y la consecuencia de estímulo que la sigue, sino que cu- En la función contextual, que depende del procedimiento experi-
bre la integración funcional de una relación contextual (con la respuesta mental y las medidas empleadas, se pueden dar segmentos conductuales
que corresponde), por la mediación activa de un organismo que responde que por centrar su interés en la relación respuesta-estímulo-respuesta,
alterando físicamente el medio con el que hace contacto. Por esta razón, aparenten una relación de dependencia entre una "respuesta" y los
toda función suplementaria no sólo no se restringe a que un estímulo estímulos subsiguientes en el tiempo, sin que exista de hecho esta
"siga" a una respuesta, sino que incluye siempre una relación contextual contingencia. El experimento clásico, realizado por Skinner (1948),
como parte necesaria de la interacción mediada por una respuesta (o sobre la conducta "supersticiosa" en el pichón, que ilustra el caso de la
varias) del organismo. intromisión del estímulo, constituye un ejemplo de situación interactiva
Como señalamos en un capítulo anterior, las interacciones mediadas restringible, que por factores de procedimiento aparenta involucrar una
constituyen el factor central de organización en un campo de contingen- interacción mediada por el organismo y, por consiguiente, una relación
cias. Las contingencias representan dependencias recíprocas entre los de dependencia entre la respuesta y el estímulo subsiguiente. Con base
eventos, tanto en lo que corresponde a la probabilidad de ccurrencia de en esto, Skinner describió incorrectamente dicho estudio, pues afirmó
un evento respecto de otro, como en las propiedades funcionales que su que los pichones se comportaban como si existiera la contingencia. Es
ocurrencia conjunta determina. Por e11o, es importante subrayar que por ello importante subrayar que el determinar segmentos funcionales

138 Cap. 6. La función suplementaria Las relaciones de mediación suplementaria 139


-
que implican componentes de estímulo subsiguientes a la respuesta, no contacto, sino también la presentación del objeto de estímulo o el es-
significa que dichos componentes sean consecuencia de la respuesta, es tímulo. De esta forma se establece una relación de dependencia o con-
decir, que entren en contacto con el organismo de modo contingente y tingencia entre la respuesta del organismo y la presencia del estímulo, de
sólo dependiendo de que se dé la respuesta. En otras palabras, elemen- modo que se da una forma de contacto cualitativamente distinto al ins-
tos medidos en sucesión no representan necesariamente una interacción crito en la función contextual.
suplementaria, en el sentido en que se la ha definido aquí. Además de esta diferencia funcional de la orientación y la locomoción
No hay interacción suplementaria en tanto que lo que hace el orga- en este paradigma, el organismo transforma las propiedades de estímu-
nismo no altera los objetos o eventos con los que hace contacto, ni la lo del campo físico a través de la manipulación directa de los objetos de
contingencia contextual operativa en la situación. En dicho estudio, estímulo, o bien, de la manipulación indirecta de los estímulos no pre-
la respuesta de los pichones no alteraba la entrega periódica de alimento sentes mediante un objeto o estímulospresentes. A esta característica
en la caja experimental. En síntesis, las situaciones experimentales que distintiva de la función suplementaria es a lo que tradicionalmente se
describen relaciones de no contingencia del o los estímulos respecto al han referido diversos autores cuando hablan de la conducta en términos
modo de responder del organismo, no involucran funciones de tipo su- de su función instrumental u operante sobre el medio ambiente.
plementario. La relación de dependencia particular entre la actividad Por ejemplo, la presión de la palanca como acto manipulativo, no
del organismo y los estímulos que le siguen, configura una diferencia sólo produce estímulos propioceptivos, táctiles, térmicos y auditivos
esencial entre los fenómenos comprendidos bajo el paradigma de la fun- no presentes en el momento previo a dicha respuesta, sino que altera el
ción contextual y el de la función suplementaria. campo físico mediante la introducción o eliminación (según sea el caso)
En la función contextual, el organismo, ya sea que esté restringido de estímulos como la comida o el choque eléctrico, cuya presencia o
en su movilidad o pueda desplazarse libremente, responde alterando ausencia eran potenciales sólo en términos de su dependencia respecto a
exclusivamente el campo conductual, sin alterar el campo físico como la ocurrencia de dicha respuesta. Asimismo, en un laberinto, la comida
campo de contingencias. Esta alteración del campo conductual se lleva ubicada en un brazo terminal forma parte del campo físico potencial de
a efecto mediante el cambio del contacto que establece el organismo interacción sólo en la medida en que la locomoción del organismo per-
con los eventos físicamente presentes en un campo con límites físicos mita su presencia física y, por consiguiente, posibilite un contacto no
predeterminados, cambio de contacto que se manifiesta por la ori':~:a- aparente a partir de la simple orientación respecto a un sector físico, en
ción del organismo hacia objetos de estímulo diversos, o por su expos1c1on el cual no está ubicado el objeto de estímulo.
a nuevos objetos de estímulo mediante la locomoción. Sin embargo, en
estos casos, la presencia del objeto que se inscribe en la función defini-
toria del contacto, es independiente de los cambios de orientación o lo- DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
comoción del organismo.
Así, por ejemplo, en el condicionamiento clásico, la presentació? del El paradigma general de la interacción suplementaria puede repre-
estímulo condicional es independiente de que el animal se onente sentarse de la siguiente manera:
hacia el objeto fuente de estimulación. Su orientación hacia el objeto le
permite hacer contacto con el estímulo cuando éste se presenta, pero
dicha ocurrencia es independiente de que el animal se oriente. Lo que es Jf.yx
dependiente de la orientación del organismo es el contacto, mas no la [ Ey _ _ _.,..
Ry Ex----Rx
presentación del objeto de estímulo.
De igual manera, en la administración de comida con base en un
programa de tiempo fijo -como en el experimento de "superstición"-·, Como puede observarse, la función suplementaria incluye la función
la posición geográfica del organismo, como resultado de la locomoción más simple: la contextual. La función contextual, como ocurre también
o desplazamiento relativa al locus en que se presenta el estímulo, deter- en los otros paradigmas -aun cuando sólo es característica de algunos,
mina la probabilidad del contacto del organismo con el alimento, pero pero no de· todos los casos-, es denotada en el paradigma general. De
no afecta en lo absoluto en la presentación del alimento. igual manera que en toda la relación de campo, se sefiala además la par-
Por el contrario, en los casos cubiertos por la función suplementaria, ticipación de los factores situacionales disposicionales y de la historia de
ht orientación y la locomoción no sólo determinan la posibilidad del interacción conductual.

140 Cap. 6. La función suplementaria Descripción paradigmática 141


Como se examinó previamente, las funciones, consideradas como forzamiento positivo") o la eliminación de un estímulo presente ("refor-
niveles de organización de la conducta, no constituyen una forma única zamiento negativo"\ es mediada s_olamente por Ry, mientras que }(.y
de mediación, sino que incluyen distintas clases de interacción determi- tiene relac10nes funcionales respectivamente con V;x, de modo que Ry y
nadas por el número de respuestas y estímulos comprendidos en la rela- ¡(y interactúan mediando relaciones contextuales excluyentes.
ción de campo y la forma en que se interrelacionan. A la descripción de
estos niveles distintivos de organización al interior de las funciones, las t
hemos denominado casos paradigmáticos. Analizaremos, los correspon- a)
dientes a la mediación suplementaria. [~y
Así como en la función contextual los casos fueron examinados en Ey Ry Ex Rx
términos exclusivamente de las relaciones entre estímulos, en la función
suplementaria se requiere agregar relaciones respecto de las respuestas, y b) [V;xy
no sólo vinculadas a los estímulos, sino también con otras respuestas,
prescritas o no con propósitos de tipo experimental o de observación. Ey,Ex Ry
Si se conserva la notación empleada en la función contextual, Ex
representa el estímulo contextualizador y suplementador; Ey, el estímu- mientras que:
lo contextualizado; Ry la respuesta ante el estímulo contextualizado, y
Rx, la respuesta asociada al estímulo contextualizador y suplementario; a,) fy---
Ez, Ev y En, estímulos antecedentes a Ry y simultáneos o antecedentes
a Ey que amplían el segmento funcional de estímulo. Adicionalmente
se incluye la notación E y j,, que designa, de acuerdo con el índice que
especifica el evento (x, y, z, etc.), estímulos (y por ende objetos) y res- b,)
puestas diferentes a ellas que, siendo difíciles de identificar o manipular
experimentalmente, intervienen explícitamente en la configuración del RY - - - Ex - - - Rx
segmento interactivo.
Tomando como base de nuestro análisis, la situación tipo ejemplifi-
cada por el método de operante libre (Ferster, 1953), Ex correspondería
a la comida o el agua, Ey a la palanca, Ev-Ez-En a estímulos visuales, Cuando Ry no ocurre, el choque eléctrico permanece como Ex. Los
auditivos o de otra modalidad, RY la opresión de la palanca, Y Rx la fenómenos de castigo continuo, evitación continua, costo continuo de
respuesta de olfatear, tomar e ingerir el alimento y acicalarse continua- respuestas, RDO, y otros programas diferenciales (velocidad, latencia,
mente. Esta equivalencia episódica facilitará la lectura y explicación de esfuerzo, duración, etc.) y el condicionamiento situacional de Kupa-
los casos paradigmáticos. lov, constituyen variaciones paramétricas en la intensidad de Ex y del
Es importante sefialar que los casos por describir se consideran sufi- intervalo Ry-Ex.
cientes y, por lo menos hasta el momento, exhaustivos para representar
lógicamente las relaciones empíricas disponibles como formas de media-
ción suplementaria. Fenómenos que tradicionalmente han sido conside- Contingencia intermitente
rados cualitativamente distintos, serán analizados como variaciones
paramétricas de dimensiones del estímulo, de la. respuesta o de sus rela- En el caso de la contingencia intermitente, una misma propiedad de
ciones temporales y espaciales. Tal es el caso del castigo, la evitación respuesta puede integrarse funcionalmente con diferentes segmentos del
libre, la supresión condicionada y algunas otras. medio ambiente. Ry ya no sólo media la ocurrencia de la relación con-
textual Ey-Ex, sino que también lo hace para la relación Ey-V;x, a la
vez que 1..Y y Ry comparten la propiedad de relacionarse con tx. En
Contingencia simple
1~ contingencia intermitente, ya no todas, sino sólo algunas de las ocurren-
En el caso de la contingencia simple, la relación Ey, Eyx con Ex o cias de apretar la palanca Ry se ven seguidas por Ex, es decir, sólo algu-
J:Íx, según se trate de la presentación de un estímulo no presente ("re- nas producen en forma contingente comida. Otras no producen dicho

142 Cap. 6. La función suplementaria Descripción paradigmática 143


efecto, sino que no alteran ese aspecto del ambiente, )Éx_, pues no pro- Contingencia compuesta
vocan la aparición de comida, lo cual las iguala, func1onalmente. en
tiempo, con 'f{y, que nunca propicia la presentación de Ex:, 1~ c~m1da. En el caso de la contingencia compuesta, la propiedad de la palanca
Así, apretar la palanca, a diferencia del caso de la contingencia simple, como Ey es contingente a uno o varios estímulos adicionales, los que
comparte propiedades funcionales en tiempo con las respuestas de no secuencial o simultáneamente integran un estímulo compuesto Ey, Ev
apretar la palanca: no produce efectos en el ambiente en la forma de apa- que constituye el segmento inicial de la interacción. La propiedad
rición de comida. A la vez, al accionar la palanca median dos tipos de Ev de este segmento es siempre constante o relativa como diferencia
relaciones contextuales, presencia de la palanca -comida y presencia de cualitativa a otra propiedad En, como ocurre en los fenómenos vincula-
la palanca - no comida, de modo que a diferencia del caso simple, en dos a lo que tradicionalmente se ha llamado "control del estímulo":
donde dada la palanca Ey, si ocurre la operación (Ry) cae siempre la gradientes discriminativos, gradientes"de generalización, gradientes psi-
comid~ (Ex:), es decir, la probabilidad de la relación de contingencia es cofísicos, etcétera. Ey y En coinciden con lo que se denomina Eº (es-
igual a 1.0 o O.O, en el caso intermitente la probabilidad de Ex:, siempre tímulo discriminativo) y EA (estímulo delta), aun cuando en nuestro
es mayor que O.O y menor que 1.0. Ello determina que la composición tratamiento, la propiedad funcional no es exclusiva de Ev o En, sino al
del segmento interactivo incluya elementos que en el caso de la contin- segmento completo que incluye Ey, Jty y tx, y que no guardan entre sí
gencia simple son necesariamente excluyentes uno del otro. La variabi- y con respecto a Ex: una relación de O.O o 1.0.
lidad de las respuestas que integran a Ry-Rx como segmento funcional, Sólo vamos a examinar el caso a, es decir, cuando se emplea comida,
aumenta a causa de los valores de probabilidad que caracterizan la rela- en la inteligencia de que la integración interactiva opera análogamente
ción contextual palanca-comida Ey-Ex: mediada por apretar la palanca para b, cuando se usa un "reforzador negativo". Dado que la contingen-
Ry. cia antecedente incluye tanto a la simple y a la intermitente la dife-
El diagrama siguiente ilustra la relación de intermitencia para el caso renciación de Ry respecto a una doble suplementación puede darse
en que se produce el estímulo como consecuencia de la respuesta: mediante el agregado de la dimensión Ev, En al segmento Ey. Así tene-
mos que, conservando la contingencia Ry ---+ Ex:, ¡t{y ---+ f,x, Ry
puede producir Ex: o J!x
dependiendo de que Ey sea Ey, Ev . _ Ex:
t,cy o Ey, En ---+ Jlx,
sin necesidad de incluir la intermitencia como una
propiedad de la relación Ry ---+ Ex: propiamente dicha. De este modo
[ Ey - - - R y - - - Ex: - - - R x
al incluir en una contingencia antecedente a la simple se obtiene un~
función del siguiente tipo:

[ ty
Ey Ryv - - - Ex: - - - Rx
1
tYx
Ey - - - Ryn - - - tx - - - [
Ev

I ¡ Ey-
~y
1 [ Ry---
[
Ey--- tx-- 'Jf,yxv

La doble relación de suplementación en que se ubica Ry cubre los Ey--Jf..y--


casos de los programas simples de reforzamiento, los programas mixtos [
y tandem, y los programas T (en donde T tiende a 1.0). $yxv ~--------

144 Cap. 6. La función suplementaria Descripción paradigmática 145


Este diagrama describe los estudios tradicionales de discriminación Contingencia concurrente
median te ensayos discretos.
La situación característica, sin embargo, es aquella en la que la con- La contingencia concurrente constituye la interacción suplementaria
tingencia autecedente se agrega a la intermitente, como ocurre en los más compleja, y es el antecedente de formas de interacción de nivel or-
programas múltiples de reforzamiento. La situación aquí se torna más ganizativo superior, que se mencionarán en el próximo capítulo. En
compleja pues, como lo sefiala el diagrama que sigue, Ry se integra en estas nuevas formas de mediación ya no se incluye un solo organismo
cuatro diferentes segmentos funcionales: necesariamente, por lo que la contingencia concurrente, en la medida en
Ryv - - ~ Ex que describe situaciones con dos o más relaciones suplementarias simul-
i) Ey, Ev táneas con un mismo organismo, provee del puente necesario a niveles
ii) Ey, Ev
i i i) Ey, En
iv) Ey, F,nv
Ryv - - -
Ryn - - -
Ry
t
tx
de segmentación más complejos (respúéstas simultáneas de una misma o
diferentes topografías).
En el caso de la contingencia concurrente se observa una doble su-
donde tenemos que, dado Ev (luz discriminativa), Ry produce comi- plementación explícita, Ex, Ez, simultánea para Ryv, Ryn, de modo
da, pero dado que está bajo condiciones de intei:mitencia (pEv ~ que la propiedad tY no está dada solamente por Ex o Ez y Ev-En sino
Ex < 1.0 > O.O) no siempre que dicha luz, Ev, esta presente y se em1te también por "J/'x, r/.z dado Ex o Ez. En otras palabras, la suplement;ción
Ry (la presión de la palanca), se produce la entrega de la comida, Ex. Eyv, Ryv, Ex no es independiente parcialmente de la Eyn, Ryn, Ez.
De este modo (i) y (i i) describen esta característica propia de la inter-
mitencia, en donde Ryv interactúa funcionalmente con f;x Y Ex, no
comida y comida. Las relaciones descritas en (i i i) y (i v) constitu- a) [ Ey
yen las relaciones en que Ry nunca produce Ex; es decir, cuando se
presiona la palanca Ry ante la luz delta, En, o ante la ausencia de 1~ luz "Jp,yxz - - - Ryv - - - Ex---Rx
discriminativa, la consecuencia es equivalente a la de f..Y, no se pres10na
la palanca, es decir, "l/'x, no se presenta la comida.
Cabe sefialar, sin embargo, que podrían darse relaciones en las que la
Ev ¡ Rz
probabilidad de que Ex siga a Ev sea menor que 1.0, pero mayor que
la probabilidad de que Ex siga a En, que sería mayor que O.O, Y enton-
ces, la presión de la palanca ante Ev y En incluiría ambas, la relación
E z - - - Rz
Ex
Ry C Ex ¡
J".yxv "ftx--- 'P
1

[!:----Ryv ----Ex Rx
c) [ E y
¡
Éyxn tyxz - - - Ry¡Íp - - Jf,z Rz
[ En
E y - - - Ryn - - - - Ex Rx
V,nv ¡ tx-- ~
1

t La contingencia concurrente puede darse de varias maneras la más


jlyx simple es cuando se da sobre una sola respuesta disponible. De;pués se
J'(vn puede tener sobre dos respuestas incompatibles iguales, sobre dos respues-
Ey--- Ryp,f. - - - Jtx - - - tas diferentes incompatibles, y finalmente sobre dos respuestas iguales o
diferentes compatibles en tiempo, es decir, simultáneas.

146 Descripción paradigmática 147


ANÁLISIS PARAMÉTRICO rompería la probabilidad de interdependencia igual a 1.0 entre Ey y Ex
si Ry no se produjera dentro de las restricciones temporales representa:
Los parámetros pertinentes a la mediación suplementaria se derivan, das por la duración de Ey. En segundo lugar, a diferencia de Jo que
por una parte, de las formas de segmentación de estímulo y de respuesta, ocurre en la relación puramente contextual, no sólo se modifican los
que las diversas clases de contingencia mediadas por el organismo determi- parárne!ros t~mporales comprendidos en el intervalo By-Ex, sino que
nan; por otra parte, se consideran las relaciones de probabilidad en que la contmgencia de Ex respecto a Ry modifica asimismo los parámetros
pueden variar los diversos elementos de las contingencias así estructura- temporales del intervalo Ex-By (tradicionalmente denominado intervalo
das. entre ensayos), que tiene que ver con la densidad de "contactos" singu-
lares, tanto en los estímulos contextual corno suplementario.
Con base en las, restricciones y salvedades apenas anotadas, podernos
Parámetros de la contingencia simple sefialar que los pararnetros relevantes en el caso de la contingencia simple
En el caso de la contingencia simple, como se expresó previamente, pueden ser:
existe una relación unívoca entre los elementos comprendidos en la in-
teracción, de modo tal que By-Ry sólo pueden integrarse funcional- l. Intervalo By - - Ex
mente con Bx-Rx, mientras que By, If,y-f{y sólo pueden hacerlo con 2. Intervalo Ex - - By
Jp:-f{x. En este sentido, la probabilidad de que cualquiera de las pro- 3. Intervalo Rx - - By
piedades morfológicas pertinentes de Ry hagan contacto con Ex y lp: 4. Intervalo By - - Ry
son de 1.0 y O.O respectivamente. La contingencia simple consiste, en 5. Intervalo Ry - - Ex
realidad, en restringir el contacto a sólo ciertas respuestas del organismo 6. Intervalo Ex - - Rx
frente a condiciones de estímulo particulares. En la medida en que esto 7. Duración de Ex, By
ocurre así, también son restringidas las circunstancias disposicionales que 8. Posición geográfica de Ey - - Ex
afectan la relación específica entre la acción del organismo y el o los
9. Duración de Ry, Rx (cuando son funcionalmente autónomas
objetos de estímulo particulares, y ello determina que la relación sea
en duración respecto a By, Ex)
extremadamente diferencial y poco variable, en términos de su frecuen-
10. Geografía de Ry, Rx (cuando son distales a By Ex)
cia relativa de ocurrencia y tendencias situacionales. Desde luego, debe 11. Intensidad de Ex '
sefialarse que esto sólo se aplica en el grado en que la restricción analítica
12. Intensidad de Ry (magnitud o esfuerzo)
descrita lógicamente corresponda a una restricción empírica real equiva-
lente pues, de otro modo, puede plantearse siempre la factibilidad de
relaciones ty-Rx, que no están controladas experimentalmente o iden- Esta forma particular de la función suplementaria, inclusive tratán-
tificadas por la observación de la situación analizada y que, obviamente, dose de su condición más restringida, introduce nuevos parámetros res-
alterarían la restricción en la segmentación de la relación de contingen- pecto a los casos de la función contextual. La emergencia de Ry como
cia simple. elemento crítico de la mediación de los contactos del organismo con el
Desde el punto de vista pararnétrico, la invarianza probabilística de entorno es la responsable de estas modificaciones ya que, además, algu-
la relación Ry-Ex en sólo dos valores, 1.0 y O.O, tiene un doble signifi- nos de los parámetros pertinentes en la relación contextual dejan de ser
cado en lo que se refiere a las interdependencias de estímulo de las que funcionales.
Ry (By---- Ex) es mediadora crítica funcional. Por una parte, Por otra parte, en lo que toca a las propiedades topográficas de Ry
no altera los parámetros de probabilidad de la relación contextual Y Rx, están determinadas por las propiedades dimensionales de By y
By - - - Ex, más que en el grado en que, corno ocurre en los casos Ex, así corno por la geografía en la que hacen contacto. Sin embargo,
de condicionamiento huella, por ejemplo, Ex, en la medida en que es en el caso de Ry con topografía estipulada convencionalmente (respues-
contingente a Ry, puede presentarse con "demoras" variables respecto a tas sociales), sus características pueden tener pertinencia pararnétrica.
By, dependiendo de las ocurrencias de Ry respecto a Ey. Esto sólo Por tratarse de una forma particular de sistema reactivo, ya lo trataremos
puede tener lugar, sin embargo, cuando By es propiedad de un objeto con mayor detalle en los capítulos correspondientes a las funciones sus-
de estímulo continuo en tiP,mpo y espacio, pues en el caso de constituir :itutivas. En lo que toca a la frecuencia y tasa tanto de Ex corno de Ry,
una variable discontinua al margen del contacto con el organismo, se estas son efectos ya incluidos en los parámetros 1 a 7. Dado que la pro-

148 Cap. 6. La función suplementaria Análisis paramétrico 149


piedad funcional de la respuesta mediadora puede definirse por exclusión 5. Duración del ciclo T [criterio temporal de la definición de la p
de una Ry particular, en la forma de y, los parámetros 4, 5, 6, 8 y 10 {Ex)].
pueden ser aplicables a la relación en que Ry es sustituida por ~Y. 6. Probabilidad de Ex dada Ry en T (pR/T).
7. Probabilidad de Ex dada Ry en T (p ).
8. Probabilidad de Ex dada Ry en t/T (T).
Parámetros en la contingencia intermitente 9. Posición temporal de Ex en T.
1O. Posición temporal de Ry en T.
Como se señaló previamente, la contingencia intermitente segmenta 11. Probabilidad de Ex dada Ry en ~ T (p/T).
funcionalmente elementos de estímulo y respuesta independientes en la
contingencia simple. La posibilidad de que Ry haga contacto proximal Los parámetros 6 a 11 pueden aplicarse a una fy definida como ele-
tanto con Ex como con 't1x, así como el hecho de que esto la haga fun- mento mediador de la interacción.
cionalmente similar a ',f-y, que a su vez también se ve asociada con Jµ;
proximalmente, y con Ex, interpolada entre ocurrencias de Ry distal-
mente, obliga a tomar en cuenta tanto a Ry como RY en el análisis de la Parámetros de la contingencia compuesta
integración de la función de respuesta.
La contingencia intermitente se expresa como la probabilidad de La contingencia compuesta representa una modificación de la con-
que una Ry particular produzca en tiempo, momento particular, la pre- tingencia simple semejante a la de la intermitencia, sólo que consideran-
sentación de un estímulo Ex particular. De ahí que las dimensiones do las características de la función de estímulo vinculadas a la condición
nuevas que surgen para identificar los parámetros que se superponen antecedente de estímulo.
funcionalmente a los de la contingencia simple sean: la localización La condición antecedente de la función de estímulo se compone de
temporal de los eventos, la ciclicidad con respecto a la cual se define la más de un estímulo discreto, de modo que la funcionalidad de Ey, \tyx
probabilidad de Ex respecto a Ry, la relación conjunta del momento y se vuelve condicional a un nuevo estímulo Ev (o sucesiones de estímu-
la respuesta particular identificada con algún criterio relativo o ajeno a los) que se agrega(n) a dicha condición antecedente. De este modo,
Rx. En este contexto, por consiguiente, la probabilidad no se formula- también se rompe la constancia de los elementos integrantes de la fun-
rá como una derivación sola de la frecuencia de la respuesta (Skinner, ción de estímulo, pues existen propiedades de Ey en tiempo que, con
1938), ni de la frecuencia relativa de coincidencias entre condiciones de base en otras dimensiones o valores de estímulo, se asocian con Jµ;. Este
estímulo y respuesta (Skinner, 1957), sino como un parámetro que defi- efecto se ve magnificado cuando la condición antecedente de Ey, vincula-
ne precisamente las variaciones en que se dan dichas relaciones o me- da a fÍ;x, se especifica en la forma de !f,v, pues ello aumenta la variabilidad
didas. de las propiedades de estímulo no relacionadas con Ex.
La denotación de dichos parámetros sigue la terminología formulada Las razones expuestas implican que los parámetros pueden especifi-
por Schoenfeld y colaboradores (1972) para describir los sistemas T y carse tanto en referencia a las propiedades E como a las Jf,.
r de programas de estímulo. Por consiguiente, dado que dichos autores La descripción del parámetro p, que indica la probabilidad del estí-
la describen con claridad, a la vez que fundamentan su conveniencia, nos mulo, aporta dos innovaciones respecto a su empleo en la literatura
limitaremos a referirla con base en un análisis de contingencias más am- experimental (exceptuando algunos estudios aislados). En primer tér-
plio que el que se ha efectuado con los sistemas T-r. mino, se supone la posibilidad de que la probabilidad de Eyv sea inde-
De acuerdo con lo señalado hasta aquí, los siguientes parámetros pendiente a la de Ex (tenga o no el mismo valor), lo que puede traducirse
pueden ser considerados pertinentes al caso de la contingencia intermi- en que dados valores de Ex menores de 1.0 la probabilidad de Eyv no
tente, en la inteligencia de que se adicionan o comprenden a los previa- tenga que ser semejante. También puede ocurrir que Ex sea de 1.0 y
mente estipulados para la contingencia simple. Eyv menor de 1.0, o que los valores de ambos estímulos varíen simétri-
ca o asimétricamente en forma autónoma. La independencia de la pro-
l. Topografía de Ry relativa a Rx. babilidad de Eyv respecto a Ex supone también la variabilidad de los
2. Topografía de RY relativa a )lx. intervalos Eyv-Ex y la localización temporal de Eyv respecto a Ex.
3. Topografía de 1{.y relativa a Ry. En el enlistado de parámetros no se incluye la probabilidad de Ex por
4. Topografía de Ry relativa a jlx. estar ya comprendida en la contingencia intermitente, y no porque

150 Cap. 6. La función suplementaria 1 Análisis paramétrico 151

1
no sea operativo en el caso que nos ocupa. En segundo término, la rela- las interdependencias entre los elementos de estímulo antecedentes, las
ción Eyv-Ex no se restringe a una probabilidad de 1.0 de Ex dado Eyv, respuestas y los factores disposicionales (normalmente asociados con
ni a una probabilidad menor de O.O dado :¡Éyv-Ex entre O.O y 0.1, ya Ex) adquieren una complejidad mayor.
sea como una dependencia directa o una dependencia indirecta, es decir, Aun cuando las interacciones se dan como una sola relación de in-
la relación condicional tyv-Ex o Eyv-Jtx. terdependencia, analíticamente se requiere que cuando menos Ex y Ez
Los parámetros pertinentes a considerar en este caso, adicionales a sean independientes uno de otro, aun cuando pueda darse el hecho de que
los ya enunciados en los casos anteriores, son los siguientes: Ry sea la misma, morfológicamente, para ambos eventos de estímulo.
Esta independencia puede asumir, de hecho, cinco formas distintas: a)
una respuesta puede estar funcionalmente relacionada con dos estímulos
1. Topografía de Eyv relativa a J/x suplementarios distintos; b) dos respuestas semejantes en morfología,
2. Topografía de Éyv relativa a Ex pero incompatibles en tiempo, pueden estar relacionadas con dos estí-
3. Topografía de 'f/,yv relativa a f.x mulos suplementarios; e) dos respuestas semejantes, compatibles en
4. Geografía de Eyv, Jf,yv relativas a Ex tiempo, pueden estar en relación con dos estímulos suplementarios; d)
5. Probabilidad de Eyv en T dos respuestas morfológicamente diferentes, pero incompatibles en
6. Probabilidad de Eyv dada Ry, Rx tiempo, pueden relacionarse con dos estímulos suplementarios, y e)
7. Probabilidad de Eyv dado Ex dos respuestas morfológicamente diferentes, pero compatibles en tiem-
8. Probabilidad de Ex dado Eyv po, pueden relacionarse con dos estímulos suplementarios. Esto no re-
9. Probabilidad de J/x dado Eyv presenta más que la variación topográfica y geográfica de las respuestas
1O. Probabilidad de Ex dado 'f/,yv implicadas en la doble suplementación.
11. Probabilidad de Eyv - - Ex dada RY Característica distintiva del caso de la contingencia concurrente es
12. Posición temporal de Eyv en T la interacción de dos contingencias compuestas como una sola función.
13. Posición temporal de Eyv respecto a Ex en T Ello obliga a exarrúnar los parámetros de la intermitencia y la condición
14. Duración de Eyv, Ex de estímulo compuesto en relación, es decir, como parámetros relativos
15. Duración relativa de Eyv a Ex tanto de la probabilidad y el ciclo, como de las características de los
16. Duración relativa de Eyv, Ex respecto a la duración de T eventos suplementadores y las respuestas que las producen. Bajo esta
lógica, se pueden considerar los siguientes parámetros pertinentes:
Deben señalarse dos observaciones. La primera es que los parámetros
5, 6, 7, 8, 11, 12, 13, 14, 15 y 16 son aplicables también a elemen- 1. Topografía de Ryv relativa a Ryn
tos especificados a partir de I/,yv. La segunda es que se pueden dar 2. Geografía de Ryv relativa a Ryn
relaciones V,yv, Eyv-Ex, Jtx que impliquen no sólo sucesividad de los 3. Duración de Ryv relativa a Ryn
componentes ¡;!,yv, Eyv, sino también simultaneidad. 4. Geografía de Rx relativa a Rz
5. Duración de Rx relativa a Rz
6. Topografía de Rx relativa a Rz
Parámetros en la contingencia concurrente 7. Intensidad de Ryv relativa a Ryn
8. Duración relativa de Tx respecto a Tz
La contingencia concurrente representa un caso doblemente comple- 9. Topografía de Eyv relativa a Eyn
jo. Como se señaló anteriormente, existe la posibilidad de que ocurran 1O. Duración de Eyv relativa a Eyn
dos respuestas, ya sea simultánea o sucesivamente, como elementos in- 11. Localización temporal relativa de Ex, Ez, en Tx, Tz
tegradores de una sola función de respuesta. No es necesario añadir la 12. Localización temporal relativa de Eyv, Eyn, en Tx, Tz
relevancia que este hecho tiene para el análisis de interacciones que im- 13. Localización temporal relativa de Ryn, Ryv, en Tx, Tz
plican más de un elemento discreto de respuesta. Por otra parte, se 14. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn, en Tx, Tz
manifiesta como característica definitoria el hecho de la doble suple- 15. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn en Tx, Tz
mentación concurrente -que circunstancialmente puede ser, simultánea 16. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Eyv, Eyn en Tx, Tz
o sucesiva- respecto a una o dos respuestas explícitas. De este modo, 17. Probabilidad relativa de Ex, Ez, dadas Ryv, Ryn en :¡; Tx, Tz

152 Cap. 6. La función suplementaria Análisis paramétrico 153


18. Probabilidad relativa de Eyv en Tx, respecto a Eyn en Tz presentativa del condicionamiento clásico. Esta aceptación se vio influi-
19. Probabilidad relativa a Eyv dada Ryv, respecto a Eyn dada Ryn ! da por dos factores: 1) la presentación asociada de tono y choque de
20. Probabilidad relativa de Eyv dado Ex, respecto a Eyn dado Ez manera no contingente, tal como se da la operación de estímulo en el
1
¡
21. Probabilidad relativa de Ex dado Eyv, respecto a Ez dado Eyn condicionamiento clásico, y 2) la suposición de que la disminución en
22. Probabilidad relativa de tx, dado Eyv, respecto a 'pz dado Eyn la tasa de respuesta permitía inferir la acción competitiva de una res-
23. Probabilidad relativa de Ex dado Jtyv, respecto a Ez dado -¡/.yn puesta respondiente incompatible con la respuesta de apretar la palanca.
24. Probabilidad relativa de Eyv - - Ex dada Ryv, respecto a La ubicación de la supresión condicionada como un "proceso" de
Eyn - - Ez dada Ryn condicionamiento clásico conlleva tres posibles cuestionamientos:

Finalmente, conviene señalar que los parámetros examinados pueden 1. La relación respondiente, corno criterio definitorio, requiere de
aplicarse al caso de que cualesquiera de las respuestas suplementarias
sean especificadas por exclusión, como ;t
1 la definición inicial de una respuesta incondicional que permita la valo-
ración funcional de un estímulo deierminado como condicional, además
i de procurar la dimensión de respuesta respecto a la cual observar el efec-

ANÁLISIS DE UN FENÓMENO
i
¡
to mismo de condicionamiento. En supresión condicionada la identifi-
cación de este elemento crítico y esencial para describir un "proceso"
(o cuando menos, un procedimiento) de condicionamiento clásico, ha
Con el objeto de ilustrar el cambio de perspectiva que implica el sido suplantado por la inferencia de una respuesta que se manifiesta
presente sistema conceptual, procederemos a analizar el caso de la supre- como "exclusión" de otra. No es necesario subrayar que la no ocurren-
sión condicionada, como ejemplo. cia de algo no constituye, ni empírica ni lógicamente, prueba válida de
La supresión condicionada, tal como fue reportada inicialmente por la existencia y efecto funcional de un evento adicional a la operación de
Estes y Skinner (1941 ), constituye un procedimiento en el que, opera- estímulo explícita. Las respuestas incondicionada y condicionada en la
cionalmente, se combinan formas de presentación de estímulos caracte- supresión condicionada no constituyen más que una inferencia sobre
rísticas del condicionamiento respondiente y del condicionamiento bases lógicas y empíricas muy frágiles;
operante. 2. la presentación no contingente de estímulos asociados respecto
El estudio original consistió en el uso de un programa de intervalo al responder del organismo no obliga a considerar necesariamente a esta
de reforzamiento en alimento para mantener la respuesta de presionar la operación como exclusiva del condicionamiento clásico. De hecho,
palanca. Una vez estabilizada la ejecución bajo dicho programa de refor- como ya se ha señalado previamente, los casos de interrupción y de aso-
zamiento, previas evaluaciones separadas de los efectos de los estímulos, ciación cubren fenómenos como el automoldeamiento, la impronta y la
se presentaron, en forma no contingente a la ejecución operante, un superstición que no han sido consideradas instancias del condiciona-
tono, y un choque eléctrico asociado inevitablemente con éste. La pre- miento respondiente;
sentación de esta asociación de estímulos se daba con base en un ciclo 3. finalmente, los datos observados experimentalmente en los
entre "ensayos" mayor que el intervalo entre reforzadores del programa últimos años arrojan dudas respecto al supuesto de que la supresión
de reforzamiento. Después de varias presentaciones de la asociación condicionada constituya en realidad una situación paradigmática de la
tono-choque, se observó que la supresión momentánea ante el choque interacción respondiente-operante. En primer término, los estudios de
inevitable se "extendía" al periodo de ocurrencia previa del tono. A Meltzer y Brahlek (1970) demuestran que, modificando la duración del
esta supresión ante el tono se le denominó supresión condicionada. "estímulo condicional", se puede producir aceleración condicionada si se
Estes y Skinner interpretaron este efecto de supresión condicionada mantienen los mismos elementos de estímulo ( tono y choque). La pre-
como representación paradigmática de la ansiedad, y lo atribuyeron ten- gunta que se plantea en este caso es ¿cómo la duración del estímulo
tativamente a la interferencia, en forma de bloqueo de la operante al condicional puede no sólo afectar la respuesta respondiente producida
apretar la palanca, por una respuesta respondiente condicionada ante el por el choque sino, además, determinar una inversión del efecto? En
choque. La magnitud de la supresión de la tasa de apretar la palanca segundo término, Hake y Powell (1970) y Hurwitz y Roberts (1971)
sería un índice de la magnitud de la "ansiedad" condicionada. Esta in- han demostrado efectos sistemáticos de supresión condicionada median-
terpretación fue aceptada consensualmente en tal grado que, a partir de te el empleo de reforzadores positivos y estímulos "punitivos'; sobre
este estudio, se emplea la situación de supresión condicionada como re- líneas base mantenidas tanto por reforzamiento positivo como por

154 Cap. 6. La función suplementaria Análisis rle un fenómeno 155


reforzamiento negativo. Estos estudios señalan la imposibilidad de for-
mular una taxonomía consistente de las "respuestas emocionales con-
dicionadas" cuando se manipulan paramétricamente las ejecuciones de
base sobre las que se mide la supresión, y las características del estímulo

7
supresor y los reforzadores empleados.

Además de estas consideraciones, se han observado restricciones en


el efecto de supresión condicionada, cuando está vinculada al tipo de
programa de reforzamiento empleado, en la cualidad del reforzador utili-
zado, en la tasa base sobre la que se evalúa la supresión, en la duración
del intervalo entre estímulos y en otros parámetros más, que posibilitan La función
un análisis opcional del fenómeno. La valoración de dichos parámetros,
cuando menos, apoya la viabilidad de analizar la supresión condicio~ada selectora
como una instancia de contingencia concurrente, en donde se relaciona
una doble suplementación con una sola respuesta mensurable, pero que,
de acuerdo con nuestra conceptualización, incluye siempre elementos t
como componentes funcionales del segmento. ·
La doble suplementación -independiente pero concurrente- que La función selectora constituye un nivel de mediación de las contin-
caracteriza este tipo de contingencia, estaría constituida por la relación gencias que aporta dos novedades respecto a las formas previas de orga-
palanca-comida, por una parte, y la relación tono-choque, por la otra nización de la conducta. En primer término, dado que proviene de las
(obviamente, los elementos particulares cambiarían cuando se modifica- formas de suplementación que comprenden contingencias concurrentes,
ra la ejecución operante de base y el estímulo "supresor"). Dada la el desligamiento funcional que caracteriza a este nivel de mediación in-
concurrencia de dos relaciones de suplementación desde el punto de vista cluye siempre, como condiciones momentáneas operativas, cuando
descriptivo de las contingencias en juego, debe suponerse que la altera- menos dos segmentos de relaciones de estímulo. En segundo ténnino,
ción de las características funcionales de la Ry identificada, debe ser re- la variabilidad representada en las relaciones de tipo selector, refleja la
lativa a los parámetros vinculados con la interacción funcional de dicha participación de eventos organísmicos con propiedad de estímulo en
doble suplementación. En consecuencia, los cambios en Ry deben ser forma significativa.
susceptibles de un análisis que se concentre en las probabilidades relati- Esta influencia de los eventos organísmicos no constituye una mera
vas de Ex respecto a Ez, en momentos diferentes de dos ciclos asimétri- sustitución o suplantación de las propiedades fisicoquímicas de los
cos, y la segmentación funcional de Ry y RY, con base en la invarianza eventos involucrados por las dimensiones conductuales de sus fuentes
de p de Ex, dados cambios en Ry producidos por la presencia de Ez. productoras -cuando éste fuera el caso-, sino que representa la dife-
Este análisis conduce, entre otras cosas, a la valoración de cómo la re- rencialidad reactiva del organismo a relaciones ecológicas cambiantes,
ducción puntual en tiempo de Ry afecta la frecuencia de Ex, y al incre- no en términos de los eventos no-organísmicos, sino con base en la
mento de la probabilidad de Ex, dada Ry por la reducción cuantitativa funcionalidad que dichos eventos poseen por su vinculación con el com-
de Ry por Ez. No se requieren, ni son posibles, conjeturas basadas en la portamiento de otros organismos, sean o no de la misma especie. Es
acción de una sola variable absoluta (por ejemplo, intensidad de Ez, importante subrayar el hecho de que en las funciones contextual y su-
duración del intervalo Ev-Ez), o en la inferencia de perturbaciones en plementaria pueden presentarse eventos de estímulo organísmicos. Sin
Ry por influencia de una Rvz no identificada, la cual se considera in.· embargo, en dichos niveles de interacción, estos eventos no se articulan
compatible morfológicamente. funcionalmente con variaciones ecológicas que modulen una reactividad
más diversificada frente a las mismas condiciones morfológicas del en-
torno por parte del organismo. Por estas razones, las fonnas de interac-
ción selectoras son cruciales para el análisis de la evolución de la conducta
en la filogenia, así como para entender la emergencia del comportamiento
propiamente humano.

156 Cap. 6. La función suplementaria 157


para identificar niveles jerárquicos de organización de la conducta. La
LAS RELACIONES DE MEDIACIÓN primera, por considerar la jerarquía, cuando lo hace, como un simple
SELECTORA ordenamiento genérico de centros de regulación instintiva en el sistema
nervioso, Y por describir los patrones fijos con base en las morfologías
Antecedentes históricos de respuesta de la especie y las características idiosincrásicas de las con-
diciones de estímulo con que interactúan. La segunda, por considerar
Pueden agruparse una gran cantidad de fenóm~?os Y tareas experi- que los procesos que intervienen en !a configuración de los patrones
mentales como antecedentes históricos de la relac10n selectora. Todo_s complejos interactúan en el mismo nivel de complejidad y, en última
ellos de una manera u otra, constituyen casos en que los solo~ princi- instancia, por subordinar la determinación del proceso total a un solo
pios' del condicionamiento parecerían insuficientes_ para explic~r los factor dominan te.
fenómenos encontrados experimentalmen~e: ? descritos en estudio~ de El segundo grupo de antecedentes históricos relacionados con lo
campo naturalistas. Los examinaremos divididos en '.~es gru~o~ mas o que denominamos mediación selectora, se ubica en el campo de estudio
menos distintivos: los que provienen de la observac10n_e_t?log1ca Y el de la cognición animal y la cognición humana prelingüística. Los estu-
estudio comparativo de la conducta, los vinculados al anahsis de la cog- dios de cognición animal han cubierto tres tipos de situaciones: la so-
nición animal y h'.lmana prelingüística, y los que surg':'n de formas ~sRe• lución de problemas y razonamiento, la memoria y la formación de
ciales de procedimientos de discriminación compleJa en la tradicion conceptos. Entre las tareas más comúnmente estudiadas están la solu-
operante. . d ¡ d t · al ción de tareas seriales de discriminación, como las de las disposiciones
Los etólogos y algunos psicólogos estudiosos e a con 1:_c a amm de aprendizaje identificadas por Harlow (194 7), la reacción demorada
como conducta de Ja especie, se han preocupado durante anos prn: las ante estímulos en situaciones discriminativas (Hunter, 1935; Konorsky,
formas de comportamiento compartidas por los miembros de una 1;11sma 1967), y las tareas de discriminación compleja con estímulos variantes
especie. las cuales, por una parte, parecen poseer ciertas caractenstlcas que corresponden a una misma dimensión funcional (Kelleher, 1958).
de inv~ianza frente a condiciones de estímulo cOI_1sistentes ~n la con- En todos estos casos, las interacciones estudiadas implican, de una
ducta de un con-específico bajo circunstancias ai:nb~entales masº. menos manera u otra, responder a una dimensión funcional cuyos valores par-
precisas y, por la otra, no son fácilmente d_escnptibles en términos de ticulares cambian de momento a momento. La forma en que la mayoría
cadenas de respuestas operantes y/o respondientes: . de los investigadores han abordado estos problemas ha sido infiriendo
Obviamente, no todos los llamados patrones fiios de c?nducta o for- procesos cognoscitivos internos mediadores entre los estímulos y las res-
mas· ecológicas de comportamiento pueden ser comprendidos de~tro de puestas, o bien, proponiendo a nivel puramente descriptivo procesos de
los niveles de mediación de tipo selector, per~ sí muchas de las interac- aprendizaje y solución de problemas que no son fácilmente ubicables
ciones que implican comunicación, intercambio social Y algunas fo:mas entre los formulados a partir de la teoría del condicionamiento.
de conducta asociadas a la defensa, reconocimiento . Y em?leo fu~cio:;al En lo que concierne a la conducta humana prelingüística, la media-
del territorio, como son el comportamiento de corteJo, deJer~rql::zac10n ción selectora tiene que ver con áreas tan diversas como el control ins-
social, de agresión y de identificación.del predador, Y de la difusion gru- truccional o formas complejas de imitación e interacciones sociales
pal de nuevos patrones alimenticios. . . . básicas (cooperación, competencia, etc.), así como con los problemas
Muchas de estas interacciones de la especie han sido explicadas con relacionados con la formación de conceptos, definida como tareas de
ayuda de las teorías del instinto, sea considerado como una forma _d~ agrupamiento o clasificación de objetds y/o estímulos. Algunos autores,
energía vital que impulsa la mecánica corporal, o _como patrones ~en_etl- como Lindsley (1966) y Hake, Donaldson y Hyten (1983) plantea-
camente programados de responsividad diferencial ante cara_ctenstlcas ron, dentro de la perspectiva misma del análisis experimental de la con-
particulares -desencadenantes- del medio ambiente. Como interpreta- ducta, que las interacciones que implican relaciones entre organismos
ción alternativa, se ha procedido a examinar es~a~ paut~s en la forma de incluyen parámetros distintivos de los estímulos conductuales-sociales,
interacciones más o menos complejas de condic~onamiento oper~nte ~ o conducen a procesos emergentes que no pueden ser examinados con
respondiente, así como de un isomorfismo func10n~ de l~s conti_n~en base en los parámetros de sus componentes aislados.
cías individuales de reforzamiento respecto a la~ conting~ncias ecologicas Por otra parte, los estudios sobre tareas de clasificación de objetos y
que determinan patrones comunes de la especie, selecc10nados natural- agrupamiento de estímulos, como los efectuados por Bruner, Goodnow
mente a lo largo de la evolución. . . . Y Austin (1956), Vygotsky (traducción española, 1977) y otros, han
Ambas aproximaciones adolecen de la falta de entenas funcionales
Las relaciones de mediación selectora 159
158 Cap. 7. La función selectora
distinguido niveles diversos de solución de tareas de acuerdo con formas condicional a una relación entre estímulos muestra a la vez variable de
particulares de participación de los factores lingüístic~s. ~sta parti- momento a momento, posibilidad aún no explorada empíricamente.
cipación diferencial es tratada, sin embargo, ya sea en ter~nos de las Aun cuando estas tareas y procedimientos, y muy en especial la iguala-
topografías empleadas en el nivel del discurso, o como refleJo de otros ción de la muestra, han tocado problemas de gran interés experimental, no
procesos cognoscitivos, que se expresan a través de la pertinencia o im- han podido ser integrados en forma sistemática al cuerpo teórico del
pertinencia de las respuestas verbales empleadas en la realización de las condicionamiento. Los análisis propuestos para describir la función
tareas de agrupamiento u ordenamiento. del estímulo que denominamos selector, y que define la condicionali-
Finalmente, un tercer grupo de antecedentes se ubica directamente dad de la discriminación, han consistido en atribuir propiedades "ins-
en el campo mismo del análisis experimental de la conducta, y las expli- truccionales" al estímulo -concepto poco claro, dado que el examen
caciones fundamentales, en el paradigma del co.'ldicionamiento operan- experimental de las instrucciones mismas es de reducida precisión
te. Destacan en esta tradición dos proc limientos fundamentales: el (Cumming y Berryman, 1965)-, o resaltar otras propiedades como la "in-
de la respuesta de observación y el de igualación de la muestra. En el formatividad" (Harzem y Miles, 1978). Es evidente, que la nominación
primero, tal como lo diseñó originalmente Wyckoff (1954), el organismo de nuevas propiedades funcionales sin vinculación a una lógica categorial
debe emitir una respuesta productora de estímulos ante los cuales, de ya existente, es de poca ayuda teórica. Sidman y Tailby (1982) señala-
responder de acuerdo con las contingencias programadas, recibe conse- ron la necesidad de delimitar con precisión las condiciones de contingen-
cuencias diferenciales. La respuesta productora de estímulos se concibió cia que definen la discriminación condicional, subrayando sus diferencias
funcionalmente como equivalente a una respuesta de observación ope- cualitativas con respecto a la operante discriminada tradicional.
rante, es decir, como una respuesta de observación emitida, sin la cual
no se producirían para el organismo los cambios de estímulo necesarios
para producir consecuencias contingentes a otras respuestas de tipo ma- Las relaciones de mediación selectora
nipulativo. Aun cuando este procedimiento no difiere en lo esencial de
un programa concurrente encadenado, en donde el primer componente Las funciones contextual y suplementaria constituyen relaciones de
de la cadena es idéntico para ambas opciones -la respuesta de observa- mediación de contingencias en las que las propiedades fisicoquímicas
ción-, su pertinencia a la condicionalidad discriminativa de una operan- de los elementos críticos en la mediación, se mantienen constantes de
te respecto a otra constituyó el antecedente directo para adoptar el momento a momento, aun cuando puedan variar sus parámetros espa-
procedimiento de discriminación condicional de Lashley (1938), con cio-temporales. En los casos más complejos de ambas funciones, siem-
base en el método de la operante libre. pre permanecen constantes las características de tipo fisicoquímico de
Este procedimiento se desarrolló con base en la igualación de la mues- los eventos que participan en las relaciones de contingencia. Así, por
tra (Cumming y Berryman, 1975), la cual comprende dos momentos ejemplo, en los casos de configuración y de concurrencia, aun cuando
funcionales bien diferenciados. Un primer momento puede describirse haya más de una opción posible de respuesta respecto al segmento de
como una discriminación operante simultánea, en la que el organismo estímulo, la propiedad fisicoquímica de los eventos que se interrelacio-
puede responder ante varios estímulos, de los cuales, sin embargo, sólo nan con dichas opciones son siempre invariantes.
uno posee propiedades discriminativas de reforzamiento. Un segun- Tanto en las constancias perceptuales como en el llamado estereoti-
do momento ocurre en la presencia (normalmente simultánea o previa a po dinámico, las posibilidades de respuesta a un evento dependen de
la presentación de los estímulos discriminativos, denominados "de com- que sus características fisicoquímicas se mantengan idénticas (o seme-
paración"), cuyas propiedades, en relación con los estímulos optativos jantes). Las variaciones de respuesta provienen de factores históricos
en la discriminación simultánea, determinan la propiedad fisicoquímica vinculados a segmentos de la evolución del estímulo en cuestión (por
particular momentánea del estímulo al que será condicional la contin- ejemplo, la respuesta aislada a los elementos que forman un compuesto
gencia de reforzamiento. La propiedad particular del estímulo "discri- de estímulo, o bien las distintas respuestas condicionales en la secuen-
minativo" varía de ocasión en ocasión, lo que depende de la relación cia estereotipada de asociaciones de estímulo). En el caso de los progra-
entre el estímulo selector -o de "muestra"- y los estímulos de com- mas concurrentes de reforzamiento, el organismo responde, en términos
paración. Esta relación puede ser invariante, o puede a la vez tornarse generales, a las propiedades momentáneas de los estímulos dada la con-
variable en la forma de un programa múltiple o concurrente de "estímu- dici?:1 de que los eventos que "discriminan" o "señalizan;' dichas pro-
los muestra" o, en el caso de mayor complejidad, la contingencia vuelve babilidades sean constan tes en sus propiedades fisicoquímicas.

160 Cap. 7. La función selectora Las relaciones de mediación selectora 161


En la mediación selectora las propiedades fisicoquírnicas varían en contingencias están definidas en términos de variaciones secuenciales de
su funcionalidad de rnornent; a momento, de modo tal que una misma estímulos y respuestas. Lamentablemente, éste es un campo poco ex-
característica fisicoquírnica puede tener más de una dimensión funcion_al plorado de manera sisterná tica.
frente al mismo campo de contingencias, a la vez que diversas caractens- La característica fundamental de esta relación, sin embargo, es el·
ticas fisicoquírnicas pueden compartir la misma atribución funcional. .De desligarrúento de la reactividad del organismo respecto a las propiedades
hecho la mediación selectora se puede definir corno la contextualiza- fisicoquímicas de eventos particulares, corno definitorias de su funcio-
ción (~uplernentada) de una relación suplementaria gracias a un evento nalidad momentánea. Corno se señaló previamente, se torna en cuenta
de estímulo externo a dicha relación. Ja posibilidad de que la ocurrencia del estímulo selector, elemento críti-
¿En qué consiste este proceso de con textual)z~ción funci::,naJ de co en esta forma de mediación, sea o no contingente a la respuesta del
toda una relación suplementaria? Podernos descnbrrlo de la s'.~men!e organismo, de la misma manera que J¡¡:·presentación física de los eventos
manera. Una relación suplementaria se compone, en su ex.1;res10n mas de estímulos contextuales, condicionales funcionalmente a las propieda-
restrictiva (la contingencia simple), de un segmento de estimulo com- des del estímulo selector, puede ser o no contingente a la respuesta
puesto por un evento (que consiste a su vez en más de un obJeto de frente a dicho estímulo, o a una respuesta diferente que no tenga corres-
estímulo y/o estímulos) contextualizado y otro contextuahzador, es pondencia interactiva directa con el estímulo selector.
decir, de una relación contextual, la cual es probable en la medida .en No debe descartarse la posibilidad, especiahnente cuando se trata de
que el organismo, mediante una respuesta, que normalmente unphca individuos humanos, de que en etapas intermedias del desarrollo, el pro-
alguna forma de contacto mecánico o fisicoquírnico con uno de los ob- pio organismo crea las condiciones selectoras de estímulo corno produc-
jetos que forma parte del segmento de estímulo, P.roduce o fac1hta la to de su respuesta, sea ésta una respuesta directamente lingüística (ma-
presentación de uno o varios de los componentes est;rnulativos. . . nifiesta o no) o una respuesta perceptual. Esta última estaría presente
En la medida en que estos componentes de estimulo son condicio- en el estilo de las respuestas sensoriales a relaciones de estímulo, como
nales o contingentes a la ocurrencia de una fonna particular de r7~pues- las que se describen en los estudios clásicos de transposición o de so-
ta, decirnos que la relación contextual es suplementad~ .1;or la acc:on del lución de los problemas gestálticos. Esto es muy probable en aquellas
organismo. En la mediación selectora,. las carac~enstl~as. funcionales circunstancias o tareas en las que las condiciones de estímulo que per-
de la suplernentación, es decir, las propiedades f1S1coo.1;1irn1cas que .f?r• miten funcionalmente la selección son independientes de la forma de
man parte de un tipo particular de relación suplernentana, son condicio- responder del organismo a los segmentos de estímulo que varían de mo-
nales, corno contingencia global, a las características de un estímulo no mento a momento. Las relaciones que definen la propiedad selectora,
condicional a la relación -es decir, simultáneo o antecedente-, Y a la pueden darse corno consecuencia de la forma de responder a variacio-
respuesta ante él, que puede desempeñar o no u1;1a func!ón de tip? su- nes, y es en este sentido en el que el segmento de estímulo selector
plementario respecto a la relación suplernentana propiamente. dicha. puede ser identificado con una forma de estímulo producida, o auto-
En otras palabras, la relación suplementaria puede o no ser contmgente producida, por el propio organismo. Una posibilidad en este sentido es
a dicha respuesta. . .. , . que el estímulo selector sea, por ejemplo, producto de una selección
La variabilidad momento a momento de la propiedad f1S1coqmmica configurativa. Obviamente, la contingencia como organización del cam-
de los eventos de estímulo puede presentar una serie de combinaciones, po de eventos no es independiente o exterior a las aptitudes funcionales
que dependen, obviamente, de la clase de contingencia particular .qu~ del organismo; por ello, un simple análisis de las contingencias forma-
define las características funcionales de dichos elementos. Esta vanabi- les puede no arrojar criterios suficientes para determinar el tipo de inte-
lidad se da siempre corno cambio de las propiedades fisicoq~ írnica,s ~en- racción probable o factible por parte de un organismo.
tro de la relación, y corno cambio de las propiedades fis1coqu1rn'.~as La variabilidad en las propiedades fisicoquírrúcas de los eventos
entre las relaciones. Las variaciones posibles dentro de la relac1011, contextuales y suplementarios que tienen lugar en la mediación selectora,
compuesta por un mínimo de tres segmentos diferenci~bles de estímu- puede estar deterrrúnada por tres factores distintos. En primer térmi-
lo, son: variable-constante- constante, constante-vanable- constante, no, por la variabilidad de ciertas propiedades disposicionales, la cual
constante-constan te -variable constan te-variable· variable, variable -va- depende de características cambiantes del entorno que demandan una
riab le- constan te variable-co;stante-variableyvariable-variable-variable. reactividad sumamente plástica por parte de los organismos individuales
Muy probablemente, éste es el tipo de proceso particular que rige en que funcionalmente diferencian dichos cambios. En segundo, por la
las disposiciones de aprendizaje descritas por Harlow, o tareas cuyas importancia que pueden asumir los eventos de estímulos organísmicos,

162 Cap. 7. La función selectora Las relaciones de mediación selectora 163


ya sean aquéllos producidos por miemb:os de la misma especie, cua11do eventos Ey por medios no mecánicos (desplazamiento u orientación), y
se trata de organismos que viven greganamente, o los que depende!\ de e) la de no tener ninguna relación de contingencia con los eventos Ey
la conducta de individuos de otras especies, como en los predadores Y que siguen o se presentan simultáneamente. La ocurrencia de Ey, en
las presas. . f t d·c·one este último caso, puede depender de una respuesta distinta a Rs.
La diferencialidad reactiva de otros organismos ren e a c?n 1 _1 . s El segmento de estímulo selector, con base en las relaciones que
fisicoquímicas del ambiente relativamente invariables, puede 1mpn:nir a deben guardar las propiedades fisicoquímicas momentáneas que lo ca-
estas propiedades variabilidad funcional selectiva, a la vez <!-ue ciertas racterizan con las de Ey, Ex, o Ey-E.x, determina la funcionalidad de
formas de variación conductual de los miem?ros de la _espec)e, yued~n los eventos Ey y, por consiguiente, de la relación Ey-Ry, Ry-Ex, Ey-
uniformar funcionalmente eventos con propiedades fis1coqu1micas d1s- Rx, Ry-Rx y las propiedades retroalirnentadas en Ex a Ey y de R.x a Ry.
ti t Es evidente que cualquiera que sea el caso, las relaciones de Del mismo modo, las propiedades fiiñéionales de Es-Rs o Es-R/ se ven
c~n:f~gencia que dependen de condiciones de estím~o provi~tas por condicionadas por la ocurrencia y las características fisicoquímicas de
la conducta de otros organismos, deben comprender mt~racc10nes ~e Ex-Rx -y suponemos que, en cierta medida, las de Ey.
mayor complejidad y variabilidad ':lue aq1:1ellas en que no existe un medio El paradigma puede ser representado de la siguiente manera:
ecológico como marco de referencia func10n~l.. . . .
Finalmente, el desenvolvimiento del ind1v1duo en un med10. defm1-
do por contingencias convencionales, determina que la funcionalidad ?e
los eventos dependa de las propiedades selectoras de eventos ~onvenc10- E s - - - R s - - - Ey---Ex
nales participantes, y que prescriba cuando ciertas forma~ rarticulares de
propiedades fisicoquímicas entran en un_a f?~m~ de rel~c10n u otra. Por
e ta razón Ja evolución de la conducta lmgmstica relativa a la compren-
~---==~~=J-==~R.x
sfón, el e;tablecimiento de la aptitud de escucha ':(, en general, lo q':1e
rfológicamente se ha denominado -en forma mcorrecta- Jenguaie En esta descripción se puede observar cómo la relación completa Ey-
:~eptivo, se relaciona estrechamente con la función selecto_ra de_ lo_s Ex depende de Es, pero a la vez cómo las propiedades Ey y Ex afectan
eventos lingüísticos convencionales respecto a los_ eventos fis1coqmm1- funcionalmente a Es. Esto significa que las propiedades fisicoquímicas
cos, los cuales están comprendidos en contingencias contextuales Y su- del estímulo selector son condición necesaria para que opere funcional-
plementarias para el individuo. mente la relación suplementaria y /o contextual bajo su regulación con-
tingencia!, pero que la ocurrencia de dicha contingencia es la que otorga
y mantiene las propiedades sekctoras a dicho segmento de estímulo.
DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA Es importante señalar tres aspectos relevantes en la mediación selec-
tora:
Desde el punto de vista de su representación garadigmática, la fun-
ción selectora describe la mediación de una relac10n contextual Y/o su: Primero, que esta relación representa una forma de contingencia
plementaria por un segmento de e3tímulo y una respuesta que no e_~ta concurrente de eventos de estímulo que no son parte de dicha contin-
vinculada necesariamente a este estímulo ni es productora de la relac1on gencia. El evento selector es, en cierta medida, un evento que determina
mediada. · d d d n los valores de la concurrencia sin formar parte de ella. En la medida en
La mediación selectora torna dependientes las pr?p1e a es e u que los valores de Ey con base en las propiedades de Es, varían de mo-
evento Ey, de un evento Ex respecto a Ey, o de la ~el_ac1ón Ey- Ex, cor:10 mento a momento, la relación Ey-Ex, que siempre tiene más de dos
características fisicoquímicas particulares que partic1p~n de _un_a funcio- opciones -por la variación intrínseca que impone el estímulo selector-
nalidad determinada respecto a las propiedades fis1c~qu1m1_cas, que cambia su funcionalidad con base en Es. Por consiguiente, Es, -es equi-
pueden ser variables, de nn evento Es y de la respuesta a el asociada. De valente a una contingencia concurrente-, cuyos valores suplementarios y
este modo, la contingencia selectora comprende un event? Es Y su res- contextuales, así corno las propiedades fisicoquímicas de los eventos
puesta asociada Rs, que puede tener una ?e tre~. caractenst1cas:. ~) la particulares, dependen de un evento externo a la contingencia. De no
de producir, por contacto mecánico (mampula~10n), la prese~!ac1on de ocurrir dicho evento selector, como un evento sistemático que regula y
los eventos Ey subsecuentes, b) la de producir la presentac10n de los media una relación de contingencia más compleja, se tendría una con-

164 Cap. 7. La función selectora Descripción paradigmática 165


tingencia concurrente aleatoria, tanto en valores ~e suplementación !ación selectora de formas seudoselectoras como los programas concu-
como en la presencia-ausencia de eventos de estimulo Y respuesta rre_ntes- ei:ica_~enados o la situación de respuesta observante, en que no
existe vanac10n momento a rnornen to, y sólo se Ga una condicionalidad
particulares. .
Segundo, que la naturaleza de la variabilidad y de las relaciones de secuencial de elementos de estímulo o de opciones de estímulo-respues-
correspondencia morfológicas y funcionales que pueden darse entre los ta. Asimismo, debe diferenciarse la regulación selectora de las formas
elementos de estímulo -y en Jo que afecte a los segmento~e respuesta, más complejas de interacción, propiamente sustitutivas, en las que la
dependerá, en gran medida, de las características if>, '?.Y O de_los even- variabilidad depende de propiedades convencionales de los estímulos
tos de estímulo comprendidos. Las formas de integracion de dichos ele- producidos por el organismo mediador de la relación. Cuando esto ocu-
mentos dentro de la relación selectora, permite describir fenómenos rre, el organismo analizado bajo la relación selectora en eventos 5 sería
analizados por los etólogos y por los estudiosos del desarrollo del com- el organismo mediado. Es el paso de mediado convencionalmente a me-
portamiento social en animales y humanos. De e~te mo~o, al margen de diador convencional el que permite al organismo transitar de la función
la organización particular que presenten las contmgencias s~lectoras, las selectora a las funciones de orden sustitutivo.
cuales se examinarán posteriormente, la ubicación de propiedades li), O La mediación selectora incluye, a su vez, diversos niveles de organi-
y O en los elementos selector, contextual Y_ s:1pJ~i_rientario ~e la relación, zaci_ó~ de la inte_r~cción general. Hemos determinado cuatro casos para
permite explorar sistemáticamente la clasiflcacion de feno!11enos tales clasificar la func10n selectora. El criterio de clasificación se basa en las
como la comunicación animal, las formas de conducta social, como la relaciones de c?ndicionalidad que se establecen entre los diversos seg-
cooperación y la competencia, los patrones de com!'or~amiento eco)ó- mentos__de est111;ulo de la interacción, relaciones que prescriben Ja
gico vinculados a la agresión, a la defensa del temtono Y al corteJo, p!obab1hdad no solo de que uno de los elementos particulares tenga pro-
piedades func10nales momentáneas, sino de que los elementos estén
etcétera. comprendidos en segmentos de estímulo más amplios.
Tercero debe subrayarse que la mediación selectora, aun cuando se
presenta co~o desligamiento de las propiedades fisicoq~ímicas p~rti~u-
lares de los eventos concretos, representa una forma de mteraccion vm-
culada a eventos particulares en los parámetros de la situa~ifo1_particular, LA CONDICIONALIDAD DE LA RELACIÓN
la cual, como campo de contingencias, determina la vanabihdad de las SUPLEMENTARIA
propiedades contextuales de los eventos. Por ello, aun cu~?do la_s pro-
piedades fisicoquímicas de los eventos particulares en relacion vanan de Este primer caso comprende dos segmentos de estímulo definidos.
momento a momento, esta variación siempre está vinculada a un mo- Por una parte, el evento de estímulo Es, que funge corno estímulo selec-
mento y lugar particulares; es decir, es un desligamiento de la propiedad tor, Y el segmento Ey-Ex, al que constituyen los elementos de estímulo
particular de los eventos, pero no de los parámetros espacio-temporales · de la relación suplementaria. La interacción comprende, por consiguien-
de la situación. Se trata, por consiguiente, de un comportamiento ante te, dos relaciones de ~stímulo: a) la relación Ey-Ex mediada por Ry
el aquí y el ahora. Existe la posibilidad de desliga1;1ien_to situaciona} sólo corno un proceso de tipo suplementario, y b) la relación de Es con el
en Ja medida en que el sujeto que responde no esta baJo la regulac10n de segmento total Ey-Ex, que determina la condicionalidad de las propie-
contingencia del contexto, sino que puede producir las coi:diciones que dade~ particul~res de Ey, de Ex y de la relación Ey-Ex como correspon-
· fungen como elementos selectores, o sea, cuando las condiciones de es- dencia de propiedades entre dos eventos relativamente discretos.
tímulo selector son producidas por la propia conducta del orgamsrno. Esquemáticamente, este caso podría ser descrito de la siguiente
Esto último es posible únicamente cuando se satisfacen dos_ requeri- manera:
mientos: primero, que la respuesta del organismo pueda deshgarse de
las condiciones situacionales de la relación suplernentana o contextual
bajo regulación selectora, lo que sólo ocurre cuando la acci~n del orga-
nismo es convencional; segundo, que la respuesta del orgamsrn_o s~a la d~scripción en la que se omiten los componentes de respuesta y las rela-
que produzca la condición selectora en otro orgamsmo o en s1 mismo cione~ de mterdependencia funcional recíproca, en aras de la simplicidad
bajo circunstancias específicas, y no sea sólo la respuesta a~te las con~1- expositiva. En este caso, como puede observarse, aun cuando el seg-
ciones selectoras producidas por otro organismo o por crrcunstancias mento contextual-suplementario de estirnulación está compuesto por
ecológicas determinadas. Por este motivo, es esencial distinguir la regu- dos elementos relativamente discretos cuando se dan dentro de una in-

Cap. 7. La función selectora La condicionalidad de la relación suplementaria 167


166
teracción puramente contextual o suplementaria, la condicionalidad formal, se presentan tres elementos de estímulo y dos segmentos clara-
de las propiedades de la relación suplementaria -o contextual- como ment~ definidos,_ ~ero ~ diferencia del primer caso hay aquí una triple
segmento total, los agrupa en la forma de un solo elemento d~ estímulo. relacion de cond1c10nahdad Los elementos de estímuk, son igualmente
Esto desde un punto de vista operacional, implica que no solo las pro- Es, Ey y Ex, mientras que los segmentos de estímulo son Es-Ey, y Ex.
pie&des de Ey, como propiedades fisicoquímicas particulares relativas La propiedad Ex es afectada en la medida en que varía la propiedad
a un conjunto posible, varían con base en las propiedades particulares total del segmento Es-Ey. Las variaciones Ey son siempre funcionales
de Esxle momento a momento, sino que varía también la corresponden- en términos de su covariación con Es, de modo que lo que varía es la
cia de las propiedades de Ey respecto a las de Ex. correspondencia Es-Ey más que las propiedades independientes de los
Este cambio simétrico en los dos elementos de estímulo que cons- eventos particulares.
tituyen la relación contextual o suplementaria, implica q~e siempr~. se Esquemáticamente, este caso poi:ttía ser descrito de la siguiente
da una concurrencia de naturaleza variable dentro de dicha relacion. manera:
Esta concurrencia tiene lugar en la medida en que siempre hay cuando
menos dos clases posibles de Ey simultáneos que tienen asignados, con Ex
base en las propiedades de Es, dos probabilidades diferenciales de co-
rrespondencia con Ex, normalmente 1.0 y O.O y, por otra parte, en que donde la función selectora, aun cuando depende críticamente de las
distintas clases de Ey (topográficamente hablando) pueden establecer propiedades fisicoquímicas particulares de Es, reside en la relación Es-Ey.
correspondencia con distintos Ex y no sólo con una presentación suple- Como puede observarse, Ex, como evento suplementario es condi-
mentaria única que varíe cuantitativamente. Es evidente que es!a doble cional a la concurrencia de Ey y de Es-Ey, en la medida en q~e se sigue
concurrencia Ey 1 , Ey 2 -Ex, Ex; Ey 1 -Ex 1 , Ey 2 -Ex2 puede vanar, ade- manteniendo la relación de contingencia de la interacción suplementaria
más con base en las propiedades estrictamente cuantitativas de la mag- (Ey-Ex) pero, a la vez, esta contingencia está prescrita como una doble
' , .
nitud de los eventos involucrados o como cambios parametncos en una condicionalidad de estímulo -y de las respuestas covariantes funcional-
dimensión cualesquiera de sus propiedades fisicoquímicas. _ mente. Por consiguiente, este caso implica la dependencia de Ex respec-
Cuando las propiedades de Es y Ey varían simétricamente en una to a Ey, pero a la vez implica la dependencia de Es, puesto que Ey
misma dimensión podemos ubicar los procedimientos de igualación de depende de Es. La relación de Es-Ey es unidireccional, por lo que aun
la muestra directa. Cuando varían inversa o asimétricamente en la P1is- cuan?,° el segm~nto selector actúa en la forma de la relación Es-Ey, esta
ma dimensión podemos identificar a la igualación de la muestra por sin- relacion no es mterdependiente, y Ey siempre está condicionado en sus
gularidad. Cuando las propiedades varían en distintas dimensiones, se propiedades por su relación con Es y las propiedades de Es.
trata de una igualación de la muestra arbitraria o "simbólica". Cuando Las re_laciones de concurrencia posibles en este caso son más amplias
hay variaciones temporales en las relaciones se considera que las morfo- Y compleias que en el primer caso de la mediación selectora. La concu-
logías particulares de estímulo pueden analizar paramétricamente las rrencia no sólo ocurre en relación con las fuentes de suplementación y a
posibilidades de desligamiento situacional que diversas especies? miem- las opciones de estímulos contextuales, sino que se da como concurrencia
bros de una misma especie, en momentos distintos de su evolución con- de correspondencias de relaciones entre el estímulo selector y el contex-
ductual, pueden desarrollar funcionalmente. Sin abundar en todas_ las tual, as! como con:urrencias entre la relación Es-Ey y los eventos suple-
posibilidades paramétricas y operacionales derivables de este caso particu- mentanos. Operacional y pararnétricamente se pueden identificar las
lar de la relación selectora, queda claro, sin embargo, que los actuales mismas variantes temporales y de relaciones rnodológicas entre los
procedimientos de discriminación condicional no han cubierto siquiera eventos de estímulo.
las interacciones de doble concu;rencia ya apuntadas.

LA CONDICIONALIDAD DEL EVENTO


LA CONDICIONALIDAD DEL EVENTO CONTEXTUAL
SUPLEMENTARIO
Este caso es similar al anterior en lo que toca al número de elemen-
Este caso comprende una relación de condicionalidad triple Y, por tos Y segmentos de estímulo. Sin embargo, aquí la relación selectora
ende, más compleja que la del caso anterior. Desde el punto de vista sobre el Ey se presenta como una correspondenci& funcional a través del

168 Cap. 7. La función selectora La condicionalidad del evento contextual 169


Ex. El Es constituye el evento selector de las propiedades contextuales funcionales debido a los cambios ocurridos en Es o en la relación Es- Ex.
de Ey. La interacción selectora se presenta como realización directa del También puede tener lugar el hecho de que Ey varíe con relación a Es
Es sobre By, pero mediada a la vez por la correspondencia funcional pero que se mantenga funcionalmente constante respecto a Ex. '
que implica el segmento Es-Ex. Por consiguiente Es, como en el caso
anterior, tiene una doble influencia: a) la acción sobre By, en la medi-
da en que la funcionalidad de las propiedades fisicoquímicas particulares LA ooBI,,E CONDICIONALIDAD DE LA
de Ey dependen directamente de las propiedades de Es, Y b) la acción RELACION SUPLEMENTARIA
condicional sobre Ex, y de esta relación a su vez sobre By, en tanto la
propiedad funcional particular que representa a Ey depende no sólo de En este caso se presentan cuatro elementos de estímulo y dos seg-
las características de Es, sino de Es en relación a Ex, dado que Ex es mentos claramente distintivos. Por una:-parte, hay dos estímulos selec-
variable por definición en este caso. tores, Y por la otra, el evento contextual y el evento suplementario.
Esquemáticamente, este caso podría ser descrito de la siguiente Estos cuatro elementos de estímulo están integrados en dos segmentos
manera: de estímulo, uno con sus funciones estrictamente selectoras y otro con
propiedades puramente suplementarias -incluyendo las contextuales.
Los elementos son Es,, Es 2 , By, Ex y los segmentos Es, -Es 2 , By-Ex.
Esquemáticamente, este caso podría ser descrito de la siguiente
manera:
donde la función selectora, aun cuando depende críticamente en eleven-
to de estímulo representado por las propiedades fisicoquímicas de Es,
reside en el segmento que constituye la relación Es-Ex.
En este caso, al igual que en el anterior, la acción de Es es unidirec-
cional sobre By. By depende doblemente, tanto de la propiedad Es
como de la relación Es-Ex. A diferencia de ella, sin embargo, la acción donde la función selectora está representada por una relación de estí-
sobre Ex es interdependiente en tanto que la selectividad de Es sobre mulos selectores, y la relación suplementaria se ve afectada funcional-
By no puede darse autónomamente, es decir, independientemente de la mente en forma integral.
fuente de suplementación ante la que Ey se relaciona contextualmente. En este caso, la interacción es semejante a la del primer caso de la
Por ello, en este caso, By desempeña funciones aparentemente paradóji- mediación selectora, con la diferencia de que el estímulo selector es una
cas, en tanto depende de las propiedades de Es y de la correspondencia variación entre eventos. Esto constituye una forma de reactividad con-
prescrita por la relación Es-Ex pero, a la vez, en la medida en que Ex dicional extremadamente compleja, en la medida en que la propiedad
-en su varianza morfológica y cuantitativa de ocurrencia- depende de Ey-Ex, que puede variar como correspondencia funcional, depende ya
By como evento contextual, determina la factibilidad de la correspon- no sólo de las propiedades fisicoquímicas de un evento selector o de la
dencia a la que es condicional. relación de un evento selector con uno de los elementos de estí~ulo de
Las relaciones de concurrencia posibles en este caso son múltiples. la relación suplementaria (ya sea By o Ex), sino que ahora es condicio-
Por una parte, puede haber concurrencia de Es respecto a Ex. Por nal ~ ui:a relación de propiedades de dos (o más) eventos selectores. Por
otra, puede haber concurrencia de Ex respecto a Es. Existe además cons1gmente, se trata de una relación condicional a otra relación.
la concummcia de Ey respecto a cualquier relación Es-Ex, así como la P?r una parte, no está de más agregar que los parámetros de concu-
concurrencia de esta misma relación respecto a las opciones By. Final- rrencia posibles, _en este caso de la mediación selectora, son más amplios
mente, y como consecuencia de la intercondicionalidad particular repre- que_ ~~ los <lemas qu~ hemos examinado previamente y, por otra, las
sentada por este caso, puede haber concurrencia de Ex respecto a Ey. pos1bihd_ad~s de relaciones de constancia-variación de las propiedades
Es importante señalar que la doble condicionalidad de Ey respecto a fi_s1coqu1m1cas de los eventos comprendidos en la interacción se poten-
Es y la relación Es-Ex imprimen características particulares a Ey desde cian en forma notable, especialmente en lo que toca a los desplazamien-
un punto de vista morfológico. Puede ocurrir que Ey varíe en propieda' tos de naturaleza transmodal. Cabe señalar que el desligamiento funcio-
des morfológicas en correspondencia funcional con Es y /o con la relación nal que representa el responder diferencialmente ante las propiedades
Es-Ex, pero puede también ocurrir que Ey se mantenga constante en contextuales de una suplementación, condicionales a una relación entre
sus propiedades morfológicas, aun cuando varíen sus características eventos que cambia de momento a momento, constituye la antesala

170 Cap. 7. La función selectora La doble condicionalidad de la relación suplementaria 171


funcional de la mediación sustitutiva referencial, en la que el individuo 2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Es
responde a los eventos con las respuestas convencionales a sus propias y By-Ex.
respuestas biológicas no convencionales. Esta posibilidad de sustituir 3. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
contingencias por parte del individuo mediador en la relación referencial Ey y Ex.
se desarrolla a partir de la reactividad frente a la doble condicionalidad 4. Intervalo Es-By, Ex.
selectora. 5. Intervalo Es- By.
6. Intervalo Es-Ex.
7. Intervalo Ey-Ex.
ANÁLISIS PARAMÉTRICO 8. Intervalo Ex-Es.
9. Duración de Es, Ey y Ex.
El análisis parámetrico de los diversos casos de la función selectora 1O. Duración relativa de Es respecto a Ey.
debe partir de la delimitación de las diversas formas de condícionalidad 11. Duración relativa de Es respecto a Ex.
que esta mediación establece, y de los efectos que conlleva en las di- 12. Duración relativa de Es respecto al intervalo By-Ex.
mensiones temporales y morfológicas de los elementos comprendidos 13. Probabilidad diferencial de By 1 dado Es 1 •
en la relación. Este análisis de condicionalidades cubre tanto a las de 14. Probabilidad diferencial de By, -Ex 1 dado Es .
naturaleza secuencial como a las de carácter concurrente, así como las 15. Probabilidad relativa de Ex, dado Es, ante B~ 1 By
reglas de correspondencia que se establecen fundamentalmente entre el 16. Probabilidad relativa de By,, Byn dado Es,. ' n·
evento selector y el evento contextual. 17. Probabilidad relativa de Ey 1 , Byn dados Es,, Es •
2
18. Probabilidad relativa de Ey 1 -Ex,, Byn -Exn dados Es Es
1 2
19. Probabilidad diferencial de By 1 dados Es Es ' •
Parámetros de la condicionalidad de la 2
20. Probabilidad diferencial de By 1 -Ex 1 dad~; Es • Es
relación suplementaria 21. Cont!ngenc!a de Es,, Es2 respecto a Ro (respu~~ta ;~evia).
22. Contmgenc1a diferencial de Es,, Es2 respecto a Ro(l O 2 ¡
En el caso de la condicionalidad de la relación suplementaria, el es- 23. Contingencia de Ey 1 , Byn respecto a Rs. ·
tímulo selector constituye un segmento discreto de estimulación con 24. Contingencia diferencial de Ey 1 Byn respecto a Rs (1 0 n ¡
relación al segmento integrado por el estímulo contextual y el estímulo 25. Contingencia de By,, Byn respe~to a R¡. ·
suplementario. Esta interacción impone ciertas restricciones a las varian- 26. Contingencia diferencial de By, Byn respecto a R¡ <• 0 )
tes paramétricas posibles, en la medida en que los elementos de estímulo 27. Contingencia de Ex 1 , Exn respecto a Ey- Ry. n ·
comprendidos dentro de cada segmento definen, por una parte, los in- 28. Contingencia diferencial de Ex respecto a By Ry By -Ry
tervalos pertinentes y, por la otra, las relaciones topográficas intraseg- 29 . R_eg1as. de co:'.espon~enc~a Es-By
' 2
(identidad,' inclusión,
' 2•
exclu-
mento reguladas por el número de elementos y propiedades funcionales sión, d1syunc1on, conJunc1ón, arbitrariedad, etc.).
que cada uno de ellos contiene. Esto influye, paramétricamente habla_n-
do, en los aspectos relativos a las probabilidades concurrentes y secuencia-
~e hec~o, estos parámetros están agrupados en seis categorías más
les intra e inters.egmentos dentro de la interacción.
amplias. P;1mero, la ~aturaleza morfológica y topográfica de los even-
En el caso particular que nos ocupa, la ubicación de la función se-
tos de estimulo, que mcluye a los primeros tres parámetros. Después
lectora con base en un solo evento de estímulo, y no en una relación de
lo~ factores temporales que afectan la relación que incluyen a los si'.
estímulos establece correspondencias directas que no se presentan en el
guientes nuev~ _Parámetros. Los parámetros 13, 14, 19 y 20 se agrupan
resto de l~s casos y, por consiguiente, torna más transparente el funcio-
con_io probabilidad secuencial intra e intersegmento, mientras que los
namiento de los parámetros temporales y los de condicíona!idad secuen-
par_ametros. 15, 16, 17 y 18 tienen que ver con la probabilidad concurren-
cial y concurren te.
!e mt:a e m!ersegmento. Los parámetros que van del inciso 21 al 28
Se pueden enumerar los siguientes parámetros pertinentes: mcluSJve se vmculan con la relación de contingencia entre los eventos de
estímulo selector, ~~~textual y suplementario con las respuestas que ¡0
l. Morfología, geografía y topografía de Es, Ey y Ex tanto en lo preceden, y la pos1bíltdad de contingencias diferenciales (contingencia-
que toca a valores intradimensionales como interdimensionales. no contingencia) respecto a un par concurrente de eventos de estímulo.
172 Cap. 7. La función selectora
Análisis paramétrico 173
Finalmente, el parámetro último tiene que ver con los arreglos de formas 19. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a Rs.
de correspondencia entre los eventos de estímulo selector y contextual, 20. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a R¡.
como ya fue particularmente analizado en la sección general correspon-
diente al caso que nos ocupa. Se omiten como parámetros pertinentes los numerados como 3 12
!4yl8. , ,

Parámetros de condicionalidad del evento


suplementario Parámetros de la condicionalidad del evento contextual

Como ya adelantamos, en este caso, el estímulo selector comparte En e_ste caso,_ l_a fun~ió:1 selectora se da como correspondencia entre
la función selectora, como segmento funcional, en términos de una las propiedades f1s1coqu1m1cas del estímulo selector y el estímulo suple-
correspondencia morfológica con el estímulo contextual, de lo que re- mentano respecto al evento contextual Como se mencio ó ·
te este tipo d ¡ ·, · n prev1amen-
sulta que la variación en las propiedades fisicoquímicas de la relación ' . e re ac10n genera intercondicionalidades complejas entre
selectora, se concentren, como evento condicional, en el estímulo suple- las pro~1edades contextuales del Ey sobre Ex, y las propiedades su¡,Je-
mentario. A diferencia del primer caso, la correspondencia morfológica ment~nas Y sel~ctoras de Ex solo, y de Ex en relación con Es sobre E
entre Ey y Ex que define por procedimiento la relación suplementaria, Estas mterrelac1ones, qu~ se dan en forma asincrónica con la presentaci[~
pierde importancia funcional en la medida en que Ey siempre va seg- puntual de los ~ventes involucrados, inciden en la variabilidad aumen-
mentada con el Es. Ello, obviamente, también altera las probabilidades tada de los paramet_r_os de probabilidades secuenciales y concurrentes
concurrentes y secuenciales de la relación suplementaria estricta, así !ª
dentro _de m ternc~10n, así como en los intervalos y duraciones relativas
como las del Es respecto a Ey. que se 1mcian a part¡r de Ex como evento de referencia funcional
Se pueden enumerar los siguientes parámetros pertinentes, adicio- . Se pued~n enumerar, además de los de los casos anteriores· los si-
guientes parametros pertinentes: '
nales a los enlistados en el caso primero:
1. Correspondencia topogra·r·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
1. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Es Ex y Es
y Ex. 2. Correspondencia topogra·r·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre Ex-Es y Ey.
Es-Ey y Ex. 3. Correspondencia t o p ogra'f·1co-morf o¡·ogica y geográfica entre
3. Intervalo Es, Ey-Ex. Es-Ex yEy,
4. Duración relativa de Ex respecto al intervalo Es-Ey. 4. Intervalo Ex-Ey.
5. Duración relativa de Ex respecto a Ey. 5. Intervalo Ex-Es, Ey.
6. Probabilidad diferencial de Ex, dado Es 1 -Ey 1 • 6. Intervalo Es-Ex, Ey.
7. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es, - Ey 1 , Esn-EYn- 7. Durac)?n relativa de Ex respecto a Es-Ey.
8. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es,-Ey 1 , Es, -Eyn. 8. Durac1on relativa de Ey respecto a Es-Ex
9. Probabilidad diferencial de Ex 1 dados Es 1 -Ey 1 , Es, -Eyn. 9. Duració~ relativa de Ey respecto a Ex-Es:
10. Probabilidad relativa de Ex,, fu: 2 dados Es 1 -Ey 1 , Esn-EYn- 1O• Probabil:dad diferencial de Ey 1 dado Es 1 _ Ex •
1
11. ProbabilidaddeE.x 1 ,Ex 2 dadosEs 1 -Ey 1 ,Esn-Ey,. 11. Probab1~dad diferencial de Ey 1 dado Ex 1 -Es,.
12. Probabilidad relativa de Ex,, fu: 2 dados Es 1 -Ey 1 , Es 1 -Eyn. 12. Probab:hdad d:ferencial d~ Ey 1 dado Ex,-Esn.
13. Probabilidad relativa de Ex 1 dados Es 1 -Ey 1 , Esn-EYn- 13. Probab:hdad d:ferencial de Ey 1 dado Exn-Es,.
14. Contingencia de Es-Ey respecto a Ro. 14. Probab'.l'.dad diferencial de Ey, dados Es, -Ex,, Esn-Exn.
15. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a Ro, (Es o Ey). 15. Probab1l!dad diferencial de Ey dados Es 1 - Ex Es _Ex
1
16. Contingencia de Es-Ey respecto a Rs. 16. Probabilidad diferencial de Ey: dados Es 1 -Ex ' Es 1 -Ex n ·
17. Contingencia de Es-Ey respecto a Rj. 17. Probabilidad diferencial de Ey 1 dados Ex 1 -Es '
1
fu-Es'·
18. Contingencia diferencial de Es, Ey respecto a Rs, Rf. 18. Probabilidad diferencial de Ey 1 dados Ex 1 -Es•' Exn Esn ·
1, »~ 1·
174 Cap. 7. La función selectora Analisis paramétrico 175
19. Probabilidad diferencial de By 1 dados Ex 1 -Es,, Ex, -Esn.
20. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Es 1 -Ex2, Esn-Exn. 2. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
Esn-Esv Y Ey-Ex.
21. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Es 1 -Ex 1 , Esn-Ex 1 •
3. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre
22. Probabilidad relativa de Ey,, Ey 2 dados Es, -Ex,, Es,-Exn. Esn-Esv Y Ey.
23. Probabilidad relativa de By 1 , Ey, dados Ex 1 -Es 1 , Exn-Esn. 4. Intervalo fun - fuv.
24. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Ex, -Es 1 , Ex, -Esn. 5. Intervalo Esn-Esv, By-Ex.
25. Probabilidad relativa de Ey 1 , Ey 2 dados Ex 1 -Es 1 , Exn-Es 1 • 6. Intervalo Ex, Esn-Esv.
26. Probabilidad relativa de Ey 1 dados Ex 1 -Es,, Exn-Esn. 7. Intervalo Esn -Esv, By.
27. Probabilidad relativa de By 1 dados Es 1 -Ex,, Esn-Exn. 8. Intervalo Esn-Esv, Ex.
28. Contingencia de fu-Ex respecto a Ry. 9. Duración de Esn y Esv.
29. Contingencia de Ex-fu respecto a Ro. l O. Duración relativa de Esn respecto a Es .
30. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Rs, Rf 11. Duración relativa de Esn -Esv respecto 'a Ey
31. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Ro. 12. Duracf?n relativa de Esn -Esv respecto a Ex:
32. Contingencia diferencial de Es, Ex respecto a Rf. l 3. Durac1?~ relat!va de Esn -Esv respecto a Ey-Ex.
33. Contingencia de Ex-Es respecto a Rx. 14. Probab!l!dad d:ferencial de Ey 1 dado En-Ev.
34. Contingencia de fu-Ex respecto a R!. 15. Probabilldad diferencial de Ey 1 -Ex 1 dado En -Ev.
Adicionales a los parámetros cancelados en el caso anterior, se 16. Probab~dad d!forencial de Ey, -Ex 2 dado En. Ev.
17. Probab!l!dad d:ferencial de Ey 1 -Ex 1 dado En-Eo.
omiten todos los específicos a dicho caso exceptuando el 4 Y el 5. 18. Probabilldad diferencial de Ey • Ex dado E -E
19. Probab~idad relativa de Ey 1 ,Ey 2
d~dos En-E,,ºIi,, _Ev
Parámetros de la doble condicionalidad 20. Probabilidad relativa de Ey 1 -Ex 1 Ey 2 dados E' -E E. E
de la relación contextual 1 a d relativa de Ey, Ey ' dado E -E n °, n • v ·
21 . Pro babil.d
22. Probabilidad relativa de Ex, 'dad~ E -E nante,.Ey E
En la mediación de la do ble condicionalidad de una relación con- 23 • Regl as d e correspondencia En -Ev Ey.n v 1, Y2 •

textual, la función selectora se localiza en un segmento cualitativa- 24. Contingencia de En. Ev respecto ¡Ro.
mente distinto al de la relación estrictamente suplementaria, que está 25. Contingencia diferencial de En Ev respecto a Ro
integrado por dos estímulos. La relación de correspondencia entre 26. Contingencia de Ey respecto a 'Rs Rs ·
27 C n, v.
ambos estímulos determina las características de la correspondencia · ont!ttgenc!a d!ferencial de Ey respecto a Rsn, Rsv.
entre el evento contextual y el suplementario. A diferencia del primer 28. Contingencia diferencial de Ey respecto a Rs -Rs
caso, en el que la relación suplementaria es condicional en sus propie- 29. Contingencia de Ey respecto a Rs -Rs n •·
dades fisicoquímicas a las de un evento selector, en el caso que nos 30. Contingencia de Ey respecto a Rs=, ~--Rj.
ocupa, es la relación entre las propiedades de dos eventos selectores lo
que determina las propiedades del evento contextual, así como las de En este caso se cancela la funcionalidad de los parámetros de los tres
correspondencia Ey-Ex en su conjunto. La relatividad de las propieda- casos precedentes.
des dentro del propio segmento selector torna más variables las relacio-
nes de condicionalidad entre los segmentos selector y suplementario.
Obviamente, ello afecta todos los grupos de parámetros pertinentes a la ANÁLISIS DE UN FENÓMENO
interacción general.
Se pueden enumerar, además de los de los casos anteriores, los d 1Si1:fiª~ ~ Ta~~y O98_2! han examinado recientemente el problema
siguientes parámetros pertinentes: e a 1scnm1~ac10~ cond1c1onal y la han distinguido, como proceso de
lo q~e denominan igualación de la muestra. Esta diferenciación se basa
1. Correspondencia topográfico-morfológica y geográfica entre en. e_ su~uesto de qu~ la discriminación condicional es un fenómeno
unidirecc10nal del estimulo que condiciona al estímulo di·scnm· ·n t·
Esn Y Esv. que por · · t . . 1 a 1vo y
, cons1gu1en e, en dicha medida, en la discriminacióu condicio-
176 Cap. 7. La función selectora
Análisis de un fenómeno 177
. 1 ue trasciendan los pro- coniunto finito de estímulos. Por estas razones, no puede decirse que
na! no se pueden establecer clases d~ esh~U i:i::.aria y secundaria del se establece una discriminación condicional a partir de la observación
cesos característicos de la genera 1zac10 1 . del hecho de que un organismo interactúa corno un procedimiento for-
. erante no cornp e¡os.
estímulo respon d 1ente Y_ op ., estra con respecto a la discri- mal de tal naturaleza.
La distinción de la igualacion de la mu ·b ·1 ·dad de establecer Ante una situación de discriminación condicional, el organismo
•· l · ple se basa en 1a pos1 11 puede muy bien interactuar en un nivel estrictamente suplementario, e
minación cond1c1ona. slffi ct' f . das por relaciones arbitrarias en sus
nuevas clases. de est~rn_ulo e mi lecimiento de dichas clases de estí- incluso contextual. Un ejemplo de esto es el hecho de que un mismo o
propiedades f1s1coqut~ica~. Eldesiab . alencia de estímulos, con base distintos estímulos pueden funcionar corno secuencias condícionales
ª
mulo se identifica en te~u!-os e _eq~;~ía la transitividad. uno del otro en prograrnas concurrentes encadenados, sin que ello im-
en tres criteri?~: la refl~x1v1dad, la¡ s1f uala~d:n de un evento Es c<;n un plique que tenga lugar una discrimirtllción condicional. De hecho, la
ª.
La reflex!Vldad radie~ ~~ que
evento Ey implica la posibihiad te
g lar cada evento consigo mismo,
~gu\ría se refiere a Ja reversibilidad
es decir, Es con Es Y Ey_ c?n ~ · a si1:1: Es y Ey posibilitada por una
. característica definitoria de esta relación es la variabilidad particular de
la propiedad fisicoquírnica de los eventos, siempre y cuando se manten-
ga constante la correspondencia funcional de dicha variación.
de la relació'.1 de con~1c1~nal~dad e~ ren dicha relación entre estímulos. La distinción entre la discriminación condicional, la discriminación
bidireccionahd~d fu'.1-ctona su yace; e
La simetría se identifica en la_ rnedt .ª r .i3,s
ue la contingencia Es-Ey pue-
Finalmente, la transitividad
de intercambiarse por la contmgencta y tldas ante estímulos discrimi-
operante simple y las clases de estímulos equivalentes señalados bajo el
rubro de igualación de la muestra, no puede ser formulada desde la
perspectiva categorial de la teoría del condicionamiento operante. La
se presenta en forma de respuestas ~ornp:ciados directamente, con base .. dellmitación de dichos fenómenos ha surgido corno consecuencia de
nativos diferentes que nunca ~a~ sido/s ulos tiene una relación de tipo variaciones de procedimiento y de su identificación empírica subsecuen-
1 te, pero no corno resultado de una exploración conceptual sistemática
en el hecho de que cad~ uno e. os ~s ~mpartido por ambos. Así, si
condicional con un mismo estu~udo ~ debe responderse ante Eyn. de las relaciones de contingencia entre estímulos -ni en otras relaciones
Es, -Ey '' y si Ey ~ -Eyn entonces ª1/disc~iminación condicional ocurre ya exarninadas. La distinción de los procesos con base en operaciones,
Sidman y Tailby suponen que d .<lentificar la interacción del orga- pruebas y formas de entrenamiento, es frágil y poco convincente desde
1
autornáticamente, e~ t~nto se pue ª
diente mientras que la igualación un punto de vista conceptual.
nisrno con el proced1tniento ~?rr~spon das: de estímulos equivalentes, La simetría, reflexividad y transitividad son características que de-
de la muestra, corno form~cion e una adi;ionales que midan las rela- penden de parámetros implicados en diversos niveles del funcionamien-
sólo puede valorarse m~dtant~ prueba\ .dad En el caso particular de to selector. Así, por ejemplo, el procedimiento de pares comparados
i 1
ciones de reflexividad, smietna t~ansi :\uo~ obtenidos parecen seña-
los individuos humanos, los resu t_a ~~pode tipo verbal no constituye el
bajo demora, de Shimp y Moffit (1977), corresponde al cuarto caso
descrito como la doble condicionalidad de una relación suplementaria.
lar que el uso de respuestas nomma ivas ·valencia de estímulos, corno Los parámetros que operan en un procedimiento de esta naturaleza son
factor indispensable para estab_lecer 1~ eim enfoques cognoscitivo-fun- diferentes a aquellos en los que nunca se dan variaciones dentro de las
¡0 sugieren las propuestas .d~_nv~d~s :ti~ología de los pares asociados. correspondencias de los estímulos, corno es el caso de los estudíos de
cionalistas dentro de la tradicwn e. m ª elación con este fenómeno Sidrnan y Tailby. No es viable identificar los procesos funcionales en la
Deben hacerse varias ?bservacion~s enti; rni·no es discutible que la discriminación condicional si no se visualiza una diferencia cualitativa
. s·ct y Tailby En pnmer er , . ., en las formas interactivas y las contingencias mediadas, con respecto
descnto por 1 man . · 1 dimiento de discrimmac1on
simple interacción del orgamsmo _con~ proce ocurrencia de dicha rela· a situaciones en las que el organismo se ve afectado por las consecuen-
condicional sea suficiente pa~a 1~e1!'ttfi~~r ~ondicional se defme como cias al responder diferencialrnente entre estímulos contextuales.
ción. Para estos autores, la dts~r1tnma~~~orma condicional: dado EA La variabilidad momento a momento de las propiedades fisicoquí-
la relación de dos pares de estim;bos Esta definición es incompleta, micas de los eventos de estírnulu, y la posibilidad de que existan corres-
entonces EB; dad?, EC entonces · sólo es aplicable si existe . pondencias funcionales que intersecten morfologías iguales en puntos
tanto que _la relac1on dado._._. entrnc!i;~ión condicional prescrita y SJ, diferentes de la relación, son factores críticos de la discriminación condi-
de un estimulo corno opcion_
además, la propiedad del estimu o que
ª r t ndiciona la relación (el estl·
l~
momento a momento, y no
cional. Las características reflexivas, transitivas y simétricas, observadas
en este tipo de procedimientos, son posibles en la medida en que se da
mulo muestra o selector) ~uede vanatr t entre dos o más pares en un un desligamiento de las propiedades particulares del evento contextual
especifica únicamente relaciones cons an es
Análisis de un fenómeno 179
178 Cap. 7. La función selectora
en la interacción, y dicho desligamiento sólo será ubicabl~ :r~m~!ic:
mente si se identifican las relaciones '.u~cionales que a_~~es empleaJos
de los aspectos formales de los proced1m1endt?s y o~~;a~~ entrenamient¿
D" tin ir fenómenos con base en proce tmten .
y ~val:ción, al margen de una delimfitac:~~r~~:c:r:~:~e;~~e:~e:~
práctica que ha demostrado ser poco ruc 1
tal de la conducta. 8
.,.,,,

La función
sustitutiva referencial

La función sustitutiva referencial es un sistema de relaciones de


contingencia que comprende una diversidad de elementos nuevos, o
de niveles de integración de elementos formalmente presentes o disponi-
bles en un campo. Estos nuevos elementos se podrían identificar por
las siguientes características: a) la necesidad de que las interacciones se
den a través de un sistema reactivo convencional; b) la interrrelación,
entendida como contactos que requieren de dos momentos de respuesta
(los cuales pueden o no imi:,licar necesariamente a dos organismos); e)
el desligamiento funcional de la relación respecto de las propiedades
situacionales espacio-temporales de los eventos con los que se interactúa,
y d) la emergencia de relaciones de condicionalidad que no dependen
directamente de las propiedades fisicoquímicas y biológicas de los even-
tos y elementos de respuesta involucrados.

LAS RELACIONES SUSTITUTIVAS


REFERENCIALES

Antecedentes históricos

La función sustitutiva referencial está inmersa en la teoría psicológi-


ca del lenguaje, y muy en particular en los planteamientos formulados
dentro del marco de la teoría de la conducta. El lenguaje ha sido abor-
dado tradicionalmente desde aproximaciones no conductuales, de dos
maneras principalmente. En una, el lenguaje se considera como un sim-
ple mecanismo de "expresión" de lo mental, especialmente de las "ideas";
en otra, el lenguaje se analiza como "internalización" de estructuras
cognoscitivas o gramaticales, que en realidad no son más que extrapola-

181
180 Cap. 7. l,a función ~lectora
ciones de otros niveles descriptivos del lenguaje como producto. No de estímulo como por los de respuesta del lenguaje y en esta medida
profundizaremos en estos problemas, porque el examen crítico que de no se conside~a n~cesario, por lo menos en lo conceptual, identificar al
ellos ha hecho Kantor (1936) es completo y exhaustivo. Prestaremos lenguaje en termmos exclusivamente fonéticos, o con algún criterio
atención no obstante, a los antecedentes históricos de la forma en que formal como lo es la palabra.
la teoría' de la conducta vinculada al paradigma del condicionamiento En la medida en que el interés se centra en el lenguaje como respon-
ha enfocado el problema del lenguaje. der ante condiciones de estímulo particulares, e! análisis de las contin-
En el examen del lenguaje, la teoría .del condicionamiento ha adop- gencias de reforzamiento adquiere un papel destacado. De hecho las
tado tres modelos. Uno de ellos se basa en el condicionamiento clásico, contingencias de reforzamiento son el instrumento metodológico ~ara
el cual hace hincapié en los problemas referidos a la "significación" del distinguir el lenguaje, como conducta verbal, de otras formas de con-
lenguaje. Otro toma como punto de partida el condicionamiento operan- ducta. La conducta verbal se define por consiguiente, como aquel tipo
te y el problema de la interrelación entre ciertas condiciones de estímu- de comportamiento que no produce efectos mecánicos en el ambiente
lo y las topografías verbales. Finalmente, un tercero es una combinación es decir, aquella conducta cuyo reforzamiento (léase, efectos mecáni'.
de ambos, es decir, de los condicionamientos operante Y clásico. cos) es mediado por otra persona; ésta, identificada como el "escucha"
En el caso del análisis del lenguaje con base en el condicionamiento ha sido condicionada especialmente por la comunidad verbal para re;
clásico, además de las formulaciones iniciales de Pavlov acerca de un ponder de dicha manera ante el locutor o parlante.
segundo sistema de señales, destaca el planteamiento de Osgood (1953). ~sí, las contingencias de reforzamiento se convierten en el proceso
De acuerdo con esta formulación, las palabras (o frases, en el caso de mediante el cual se establecen las relaciones entre formas particulares de
que se especifiquen unidades mayores) son los estímulos condicionales, estímulos Y respuestas, e incluyen como tipos de repertorio los que otras
asociados por contigüidad con objetos, personas y eventos. En la medida aproximaciones consideran, en sí mismos, mecanismos. Así por ejem-
en que ks objetos y eventos físicos producen respuestas incondicionales, plo, la imitación es analizada en términos de la relación de control ecoico
se considera que las palabras, como estímulos, adquieren la capacidad y aunque no en la forma explícita en que se le trata posteriorment~
de evocar una fracción de la respuesta incondicional en la forma de res- (Skinner, 1969), se estudian las formas de respuesta adquiridas por re-
puesta condicional. Las fracciones que se "condicionan" son aquellos forzamiento, siguiendo el criterio de la conducta gobernada por reglas.
componentes de la respuesta ante los objetos y eventos que son desliga- Por esta razón, el papel de los reforzadores condicionados y el de los
bles de ellos, es decir, aquellas formas de respuesta que pueden darse ~n rn'.orzadores ge~eralizados a~ume una función importante en la descrip-
ausencia de los objetos mismos. Osgood distingue tres tipos de fracc10- c10n de las relaciones que exigen un control discriminativo fuerte.
nes desligables: las de tipo sensorial, las de tipo emocional y las de tipo A excepción de una clase especial de operantes verbales, los mandos
motor. que son probabilizados por condiciones motivacionales específicas ;
La posibilidad de responder en forma de un desliga:11iento 1:arcial mantenidos por consecu.encias también específicas (aun cuando semen-
respecto al estímulo original asociado a la palabra, permite examinar el cionan los mandos generalizados), se plantea que las demás operantes
lenguaje como un problema acerca de los significados de las_palabras en verbales son mantenidas por reforzadores generalizados condicionados
tanto estímulos. Los significados no son más que las propiedades que independientes de toda condición motivacional particular. El control
las palabras tienen, en tanto estímulos condicionales, para evo~ar una funcional que ejerce una consecuencia inespecífica permite analizar no
respuesta fragmentaria de la respuesta incondicional ante los objetos o sin problemas lógicos, otras operantes verbales en términos del con'trol
eventos con los que se asocian. Así, los significados pueden darse su- antecedente ejercido por los estímulos discriminativos lo cual a dife-
puestamente como imágenes de los objetos o eve~tos (sens~c_iones con- rencia _del enfoque bas~do en el condicionamiento clásico, in~luye el
dicionadas), como emociones (respuestas vegetativas condicionadas)_ Y tratamiento de las func10nes de estímulo del lenguaje junto con las de
como significados cormativos (es decir, como respuestas motoras parcia- sus propiedades como forma de responder.
les o abreviadas). En esta formulación, la adquisición del lenguaje como La clasificación de las operantes verbales, y por consiguiente el aná-
respuesta es secundaria, y se supone que el mecanismo fundamental des- lisis de la forma particular de los procesos involucrados se efectúa en
cansa en la imitación (por ejemplo, Mowrer, 1960). . . · t~rminos de las dimensiones formales de estímulo y resp~esta compren-
En el caso del modelo analítico del lenguaje basado en el condicio- did?s en el control del estímulo. Así, los tactos, las intraverbales, las
namiento operante, destaca la formulación de Skinner (1957). En este ecoicas, las textuales, las respuestas de transcripción y las de traducción
marco de análisis existe una preocupación teórica tanto por los aspectos resultan del planteamiento de una taxonomía fragmentada de las pro'.

182 Cap. 8. La función sustitutiva referencial Las relaciones sustitutivas referenciales 183
piedades topográficas de los estímulos y las respuestas. No abundaremos tiene como elemento crítico mediador a la respuesta de un individuo
en la insuficiencia lógica ni en las limitaciones paradigmáticas de este con_respecto a otro o consigo mismo, respuesta que posibilitareacciones
análisis, pues eso ya lo hicimos antes (Ribes, 1979 y Ribes, en prensa a), ~esligadas de la_s propiedades situacionales aparentes en los eventos, ob-
pero sí debe señalarse que la naturaleza atomista y formalista de este Jetos y/u orgamsmos present~s en el ambiente. Este desligamiento, que
planteamiento obliga a añadir un segundo nivel de descripción: el de las comprend~ tres aspectos coniuntos y/o separados, tiene lugar cuando se
autoclíticas que, definidas como operantes de operantes, se ocupan teó- cumplen diversos requerimientos. En primer término que el individuo
ricamente de la explicación o, mejor dicho, analogización conductual, mediador Y el in~ividuo medi~do, ambos, respondan a'los eventos y uno
de los niveles descriptivos del lenguaje empleados por la gramática y la al otro, en térmmos d_e un sistema reactivo convencional, es decir, de
lingiiística formal. alguna forma de l_enguaJe ~uya ;11orfología sea arbitraria en lo que corres-
El abordaje de Staats y Staats (1963) no representa más que una ponde a las propiedade_s si!uacionaleR·•fisicoquímicas y biológicas de los
combinación, a veces mal entendida, de las preocupaciones por la fun- eventos. En segundo termmo, la función de respuesta referencial com-
ción de estímulo del lenguaje ( condicionamiento clásico), y de lo que p~ende la respuest~ de dos individuos, o dos respuestas en momentos
ellos consideran (erróneamente) la función de respuesta del lenguaje difer~ntes de un mismo individuo cuando menos. Tercero, se establece
(el condicionamiento operante). un sistema de con_tingencias que depende de la forma particular de
Como punto de partida de nuestro análisis del problema del lengua- ~espond~r convencional de cuando menos uno de los individuos que
je, y en particular del de la referencia, tomaremos el planteamiento de mter~ctuan_, el cual puede complementar y, normalmente, sustituir a las
J. R Kantor (1936, 1977). contzngenc1as ~ue '?Peran según las propiedades meramente situacionales
Consideramos que el lenguaje es referencial en la medida en que la de los eventos lffiplicados.
respuesta del individuo se da en un campo biestimulativo. Este campo . La s~stitución_ referencial requiere, como condición necesaria, de la
comprende al estímulo de ajuste -es decir, al objeto al que se responde e~!stencia d~ un s1~tema react!vo_ convencional, aunque la mera disponi-
desde el punto de vista de sus propiedades físicas de estímulo- y al bilidad ~e dicho .s!stema no sigmfique que los individuos participantes
estímulo auxiliar, que es otro individuo que responde a lo que se dice e? una i~te~elac10n de morfología lingüística se desenvuelvan en un
del estímulo de ajuste. A éste se le conoce con el nombre de referente, mvel sustitutivo.
al individuo que responde, con el de referidor, y al individuo que funge La ~xistencia de un sistema reactivo convencional es fundamental
como estímulo auxiliar, con el de referido. La relación global es de por ~arias razones. ~n primer lugar, la convencionalidad de un sistema
referencia. reacti~o asegui:a la 1:1dependencia morfológica de las respuestas com-
Desde este punto de vista, el individuo responde tanto a un referen- p~endidas_ en_ ~icho sistema, en relación con las características fisicoquí-
te como a un referido, y su respuesta en el contexto de la interacción tn1cas Y ~iologicas _d~ la situación en que se responde. Con base en esta
funcional es lo que define y delimita la referencia. La referencia, pues, a~tonomia morfologica, _que prescribe que ninguna propiedad morfoló-
no se restringe a las consecuencias por responder frente a una condición gica del entorno deterrmna la morfología particular de la respuesta se
de estímulo, ni tampoco al significado de la respuesta como "sustituto" desprende la posibili~ad de la autonomía funcional del sistema reactivo
de éste. La referencia se da como una relación que requiere tanto de un respecto de las_ propiedades situacionales de los eventos relacionados en
evento al cual referirse como de alguien a quien referirse, y no puede el. entorno. Dicha autonomía funcional se manifiesta como desliga-
considerársele como un efecto de respuesta ni como la significación del J?Iento de las respuestas del individuo con respecto a las propiedades
estímulo. No obstante, y como procuraremos aclarar más adelante, situac10nale~ apar_entes, aquí y ahora de los objetos y eventos relaciona-
el tratamiento que hace Kantor del lenguaje referencial requiere de cier- dos. El deshgam1ento de la respuesta es posible en la medida en que la
tas precisiones, para evitar que reproduzca algunos de los problemas respue~ta, en tanto es de ~orfología convencional, no está sujeta a e:ni-
implícitos en el análisis de Skinner. tirse _solo frente a las propiedades de los objetos y eventos ante los que
f?nc10n~lmente corresponde; por consiguiente, puede ocurrir en ausen-
cia de dichas propiedades y objetos. De este modo el individuo puede
La sustitución referencial responder a e_ventos ya ocurridos, no ocurridos aún'u ocurridos en otro
~uga_r, a _relac10nes no aparentes en un evento u objeto observado El
La sustitución referencial es un nivel exclusivamente humano de la deshgamient? c?~siste, pues, en la correspondencia funcional de la ~on-
interrelación entre el individuo y su entorno. Este modo de interacción ucta de un 111d1viduo con los objetos, eventos y relaciones, sin que dicha

184 Cap. 8. La función sustitutiva referencial


Las relaciones sustitutivas referenciales 185
correspondencia esté restringida a la situacionalidad momentá1;1ea Y rígi- respuesta del referido no representa una acción frente a un estímulo
da que la reactividad puramente biológica impone como necesidad. Por suplantado por el lenguaje, sino la suplementación parcial de una nueva
ello es necesario subrayar que el desligamiento funcional que ocurre relación de contingencia producida por el acto del referidor frente al
mediante los sistemas convencionales, no significa falta de corresponden- evento Y al referido, diferente de la relación directa que implicaría la
cia funcional. Siempre se está interactuando con objetos, eventos y interacción del referido sólo con el referidor, o sólo con el referente.
propiedades, pero esta interacción se realiza independientemente de las Por lo tanto, la sustitución referencial consiste en la transformación de
restricciones situacionales de su ocurrencia. contingencias que dependen de las propiedades situacionales de los even-
La segmentación funcional de la respuesta requiere de do~ individ~~s tos, en contingencias que dependen de las propiedades convencionales
participantes en la interacción, y /o cuando_ menos que un mismo i~d1~i- derivadas de formas sociales de interacción frente a eventos situaciona-
duo respoQda convencionalmente, en relación, en dos momentos distm- )es._ ~o sólo es una "cadena" más extensa de interacción con un segundo
tos. La función de respuesta comprende, por una parte, la conducta del mdlVlduo; es? de hecho, una forma de interacción distinta en la medida
referidor o elemento mediador de la sustitución referencial, que implica en que cambian las formas y la naturaleza de las interdependencias com-
no sólo ~u respuesta situacional a los eventos O, fo, sino tambié~ su prendidas en un episodio conductual.
respuesta convencional (O); por otra parte, está la conducta del referido,
que no sólo cubre la respuesta situacional (O, y)) a los eventos Y al _refe- . , Pondrem?s un ~jemplo de los niveles de desligamiento y de sustitu-
cion de contmgencias protagonizadas por la mediación referencial. En
ridor, sino, además, la respuesta convencional a la conducta convencional
a
del referidor y la respuesta convencional del referidor como respuesta el caso de hablar ? escribir a o~ros sobre eventos que ya ocurrieron 0
a los eventos situacionales referidos (referente). Se dan condiciones en pueden ocurrir se ilustra el deshgamiento temporal de la situación así
que las acciones de referidor y referido pueden ser llevadas a efecto por como cuando_ se h~bla o escribe de eventos que están ocurriend~ en
un mismo individuo como ocurre en casos especiales, como al hablar otro lug_ar se eJf:,mphfica el desligamiento espacial respecto de la situación.
con uno mismo sobr~ algo, o al leerse lo escrito sobre algo. Sin embar- El refenr propiedades relacionales que sólo pueden darse en la medida
go, no toda respuesta que implique interacción lin~üística con uno en que se puede responder a ellas convencionalmente como ocurre
cuando_ li.ablamos de la fragilidad de un cristal o de la p;reza de un lí-
mismo representa necesariamente un episodio referencial de esta natura-
leza. Podemos resumir, de este modo, que el segmento funcional de la qm?o,, ih1stra el desligamiento respecto de las propiedades fisicoquímicas
Y bi?log1cas aparentes. Estos ejemplos constituyen una mediación refe-
sustitución referencial, como respuesta, incluye dos instancias de res-
rencial en el grado_ en que se presenta una relación de referidor-referido,
ponder bien determinadas: una, la del referidor que responde a los
eventos situacionales y habla, escribe, gesticula o lee acerca de ellos a Y en que el refend_o. no responde a las característi.cas situacionales del
evento con la reactzvzdad no desligable que la situación como tal requie-
otro; una segunda, el referido, que responde tanto a los eventos Y al re- re, s1_no que responde al evento en términos de su interacción con el
feridor como a la respuesta convencional del referidor a los eventos. La
refendor Y la respues_ta _que éste ha podido dar o no, situacionalmente,
interac~ión total permite que tenga lugar la sustitución referencial.
al ~".'ento. E~t~s me_diac10nes no sólo comprenden el caso de la comuni-
La función referencial debe entenderse como una forrna de estruc- cac10~ ling~1stica, _smo también las instancias del rumor, el prejuicio, la
turación de las relaciones de contingencia entre los individuos Y los opmwn, la mtenc10n )'. muchos otros problemas abordados desde la pers-
eventos del entorno. Por ello, la interacción referencial no es una mera pectiva de la ps1cologia "social". Todas ellas ilustran la manera en que
sustitución de eventos por medio del lenguaje, como lo podría sostener la c~nducta del referido responde a los eventos en términos de contin-
una teoría tradicional de la referencia, sino que es una sustitución de las gencias_ que dependen no tanto de las posibles interacciones directas con
relaciones de contingencia que implican las interacciones no lingüísticas ~~os, smo de la interacción representada por la relación referidor-refe •i-
con los eventos y personas. La respuesta convencional de dos individuo_s 1
permite: 1. que su reactividad se desligue funcionalmente de l~s cond1• ·
ciones situacionales particulares en que ocurre un evento de estimulo, Y
2. que los individuos interactúen con ese evento en término~ de la con· . DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
vención que establece la respuesta como necesariamente mterdep~n-
diente no sólo de las características del evento al que se responde, smo Desde el punto de vista de su representación paradigmática la
de la ~aturaleza de las respuestas de los propios individuos a sus accio- función sustitutiva referencial describe la mediación de una rela;ión
nes al evento y de las respuestas entre ellas. Se sigue, entonces, que la selectora por una respuesta convencional de otro individuo (aun cuando,

186 Cap. 8. La función sustitutiva referencial


Descripción Paradigmática 187
como ya se ha señalado, pueden darse casos en los que el mismo indivi- A ~u vez, el referi~or no sólo es suplementado por las consecuencias cte
duo desempeñe las funciones de referidor y referido). estimul?, del refepdo (RB), sino que también lo es por las propias con-
La mediación referencial, por consiguiente, hace depender las pro- secuencias de e~ti'.11ulo convenciona!es y no convencionales, de su res-
piedades de un Ey de un segundo evento EA;;(y), que es la consecuencia pues:ª· Esta multiple suplementacion de las acciones de referidor y
de estímulo producida por la respuesta convencional del referidor al r~fe1:?º es prod.ucto d.e 1~ "ad.ición" de relaciones que representa la sus-
evento referente. La dependencia funcional de Ey respecto a la relación t1tuc1on de contmgencias 1mphcada en la mediación referencial.
RAyo-EAo(y) describe el componente crítico de la sustitución de con- Es ~en'.'~ter hacer a~gunas observaciones que ayuden a precisar la
tingencias que tiene lugar en la interacción referencial, en la medida en caractenzac10n de este .tipo de mediación sustitlltiva. En primer térmi-
que la condicionalidad Ey-EA;;(y) no deriva de las propiedades que no, en ella no es suficiente que haya un episodio entre un hablante y
entran en relación, sino que dicha relación (y las propiedades pertinentes) un escucha respecto de un evento; se ·Fequiere que este episodio repre-
depende, a su vez, de la respuesta de un individuo A RAYo que es dife- sente un acto de desligamiento funcional por parte del que habla y del
rente de la de la respuesta [ RBo (Ay)] de un segundo individuo que es el que escucha respecto de las propiedades situacionales aparentes del even-
mediado selectoramente, y cuya suplementación no es ya sólo contin- to ~cerc~ del cual se. h~~la. El hablar de propiedades aparentes presentes
gente a su responder, sino a su responder en términos del responder de no 11!1Plica 7ef~renciac10n, pues no se presenta la sustitución de contin-
otro. La sustitución de contingencias que así surge implica igualmente gencias. As1m1smo, no es referenciar el hablar acerca de eventos cuando
componentes de suplementación más complejos que los que se observan este hablar se da como condici5m para que el escucha repita o reproduzca
en la función selectora, dado que se agregan las relaciones emergentes las. r~~pu~~tas del que habla. Estos son casos de "comprensión" 0 "ad-
de la respuesta del individuo que media el episodio completo: el referi- qms1c1ón de respuestas convencionales a nivel selector, suplementario
dor. o conte~tual, pero no representan mediación referencial. La mediación
El paradigma puede ser presentado de la siguiente manera: referencial no puede identificarse con la "forma" del habla O c
" t ·d ,, (d . . onsus
C?°: em . os escnpc1ones ), ni con la mera interacción verbal bi 0
umdirecc1?n~ entre dos !'1dividuos.. Por ello es importante señalar que,
en 1~ m~_d1acion ref:rencial, la función crítica reside en el que media la
Ey 0 - RAyo - EA;;(y)¿; RBo(Ay) - EBo (Ay) - sustlruc1?n de contmgencias -es decir, el referidor-, aun cuando se
sobreentiende que. d:?e e~stir un ~dividuo susceptible de ser mediado.

llJ !.___;_ _ _ _; _ _ ~ ; ~:~


Ade.más,. esta med1ac1on siempre esta vinculada a un evento concreto. El
desligam1ento se da con respecto a las contingencias situacionales del
evei:it?: pero no en relación con el evento, pues entonces se perdería la
posibilidad de mediar la interacción del referido
A .continuación describiremos los casos de ia función sustitutiva re-
En esta descripción Ey 0 es el evento referente que es indispensable ferencial. La orgaru2;ación lógic~ d~ estos casos -que permite de algún
_g. m?do trazar la génesis de la sustitución referencial (véase Ribes, 1981, y
para producir la mediación referencial, pues ésta siempre tiene como R1bes, en ~rensa ~)-.se fundamenta en la consideración de la restricción
antecedente de la relación de contingencia a un evento concreto. de las continge~cias s'.tuacio~ales y en el aumento del desligamiento con
RAy 0 representa la respuesta diversa ( convencional y no convencional) respec.to a las dimensiones tiempo-espacio-apariencia. Como estos casos
i . se cl~ifican c?1: base en la caracterización del referente, el referido y el
del mediador o referidor a las propiedades del referente. Dicha respuesta refendor, omitiremos la descripción esquemática de las dependencias
produce los estímulos correspondientes; se interactúa con los de_ natur~- con el propósito de una mejor comprensión.
leza convencional, en la medida en que definen el acto de refenr, susti-
tuyendo las contingencias (como relaciones) frente a la respuesta del
individuo B o referido. La respuesta de B produce consecuencias de es- l. La referencia de eventos independientes
tímulo que interactúan y afectan funcionalmente las propiedades de
estímulo del evento referido, de la acción de referir, del estímulo conven- En est.e c~s?, la mediación referencial comprende a un evento distin-
cional de referencia y de la propia conducta de responder a la referencia. to de los md1V1duos que fungen como referidor y referido. RA refiere
188 Cap. 8. La función sustitutiva referencial
Descripción paradigmática 189
el evento ECy a RB. Esquemáticamente, este caso podría ser descrito propia relación referidor-referido El refe .d
de la siguiente manera: una doble dimensión funcional · . n or responde al referido en
evento vinculado a diferentes ~Jpf~;efe;1d? resprnd~ al referidor como
ECy - RAy - EAy - RB(Ay) ladas al referido con el referidor Y f n acio~~s unc1onales: las vincu-
referido en su respuesta al referente Js ;iue 1~nen que ver con_ las del
Aquí se da por sentada la naturaleza convencional de los segmentos dis-
tintos a ECy. ECy puede ser un objeto, la acción de un objeto u obje-
de contingencias no es independient~
Per se ' al margen de un re,erente
e
d:l
,
~ ~edid~ _en que la sustitución
am eracc10n refendor-referido
tos, o la acción verbal o no verbal de una persona. La referenciación autonomo de ell 1 d r .
la interacción implicada descansa fu d a, e es 1garruento de
por RA de un evento ECy diferente de su propia acción y de la del refe- plementadora múltiple del referido nL amentalme~te e1_1 la fu1_1ción su-
rido (RB), permite que la suplementación de las contingencias sustitui-
acto de _referir un referente es totaime!t~º~:Ps~i~ie~nt~1ad fulnc1onald del
das con base en la respuesta de RA, pueda ajustar su correspondencia del referido. e a con ucta
funcional inicial a las restricciones que la normatividad colectiva impone Debe observarse sin embargo
a la convencionalidad de su respuesta. Podría decirse que esta forma 1
de referenciación, lleva implícita la posibilidad de que la sustitución de (referido! si_empre s;n susceptibl;s ~~ese: :~~~:1a~ J;~~i;~;~r:~ieeyB
por consiguiente, por una suplementación di . al ., '
contingencias sea relativa a las propiedades del ECy como condición ne- segundo referido (N) distinto. La . a cion , por la acc1on de un
cesaria para mantener la funcionalidad de la respuesta convencional con todavía es diferencial de la conduct~r~{~::! ~e estimulo del referente
respecto a las características del entorno referenciado. La responsividad
separada de RA y RB a un tercer evento ECy, permite modificar la su-
plementación sustituida en términos no sustitutivos, lo que es impres-
cindible para que el desligamiento referencial no ocurra bajo la influencia III. La referencia del referidor
de dimensiones funcionales que no corresponden a su normatividad
convencional. Un tercer evento independiente del referidor y el referi- . d" E~ este caso, el referidor es a la vez el evento referente es decir el
do asegura la posibilidad de que, aun cuando el desligamiento se dé en
tiempo y espacio, las dimensiones funcionales de la apariencia puedan
:r ~~n:ii s~~e~abla de sí mismo a otro, relación que ce puede rep~es~n-
afectar diferencialmente al referidor y al referido, y en esa medida
modular la correspondencia de la múltiple suplementación con las pro- .
EAy ~ RA(Ay) - EA(Ay) - - RB[A(Ay)]
piedades del evento referido y la sustitución mediada por el referidor en
el referido.

II. La referencia del referido

En el segundo caso, el referente es una propiedad o acción del refe-


rido, de modo que la interacción podría describirse así:

EBy - RABy - EABy - RB[A(By)]

donde EBy es una acción o propiedad del individuo B a la que A .res-


ponde (RABy). El referidor "habla" acerca del referido. En este caso, el
desligamiento espacio-temporal y de las propiedades aparentes se am-
plía, en la medida en que el evento referente no es independiente de las
relaciones de suplementación que están implicadas en la relación referi-
dor-referido. Aun cuando la sustitución de contingencias se inicia con
base en un referente de estímulo concreto, no es independiente de la

190 Cap. 8. La función sustitutiva referencial


Descripción paradigmática 191
rencia como mediación sustitutiva. En este caso, el desligamiento fun- ción referencial posibilita la aparición del lenguaJ·e silente la , ·
cional opera en el sentido de las propiedades del evento referente. En la Ja " b" ti "d d" 1 " , re,erenc1a a
su ae _vi a Y a mundo interior", y constituye el paso evolutivo
medida en que las funciones de referente y referidor se dan en un solo para transitar a la sustitución no referencial.
individuo, la posibilidad del referido de suplementar diferencialrnente el
acto de referencia se ve restringida por la respuesta del referidor. No
hay posibilidad, como en el caso anterior, de que un tercer indivi- ANÁUSIS PARAMÉTRICO
duo altere la suplementación, dado que ésta depende directamente del
evento referido. La imposibilidad de separar al referente del referidor En la función su_stitutiva referencial, la inclusividad de los casos
como propiedad de estímulo al que se responde, limita la suplementación ?curre ~n forma relatJvamente paradójica, ya que la organización de las
diferencial de la correspondencia establecida entre la propiedad del refe- mte~acc1ones se describe como modos progresivos de desligamient
rente y la acción de referir. traves de la concentración en un solo elemento de Ja interacción d:d:
versos ~011:pon~ntes o segmentos. Por consiguiente, el desligamiento
progresivo 1mphca la reducción del número d0 parámetros pertinentes.
IV. La au torreferencia

En este caso, el referente puede ser un evento independiente C, el Parámetros de la referencia de eventos
referido B, o el propio referidor A. Lo que distingue la relación que independientes
vamos a examinar es que las funciones de referidor y referido se centran
en un mismo individuo A, ya que la persona se "habla" a sí misma de ~n la referen~ia a eve;1tos independientes, las funciones de referente
algo que, inclusive, puede ser ella misma. El caso se puede representar refendor Y refend~, estan ubicadas en eventos e individuos distintos'
de la siguiente manera: Como J:'~ se <;bs~rvo, ello establece la posibilidad de diferenciar la suple.:
me~~ac10n mul!1ple respec!o de las propiedades del evento referente y la
EC---> RAC EAC ---> RAA(AC) acton _de r1f~nr. Los parametros pertinentes a este nivel de interacción
A A A A es. an vmc:1 a os tanto a las dimensiones físicas en que se da el desliga-
By By By By mien_to (tiempo Y geografía), como a las norrnas de correspondencia
~utional de l;s morfologías de respuesta convencional con Ja propiedad
en donde E(C, A, B)y es el referente, RA(C, A, B)y es la conducta de e ~vento re erente, Y a la suplementación múltiple a esta corres on-
referir, y RA(AC, AB, AA) la del propio individuo como referido. ~en~ia por P~rte del referidor y el referido. Se pueden establece~ los
En este caso, en la medida en que la suplementación de la referen- siguientes parametros:
cia y el acto de referir son función de un mismo individuo, puede darse
el mayor desligamiento posible. No existe la posibilidad de un segundo
referidor que module diferencialmente la suplementación del acto de re- 1. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
ECy-RA;¡-
ferir, y ello se acentúa aún más cuando el referente es el propio referidor ,.
y el referido. La correspondencia funcional de la referencia con los · 2. CRorrespondencia funcional de la morfología convencional entre
eventos referente y referido, como forrna sustitutiva de interacción, Ao-EA;;-
-"
descansa en la historia de referencialidad construida con base en eventos 3 • Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
referentes y referidores independientes. En este caso, el individuo no EAo-RBo
sólo puede sustituir las relaciones de contingencia que regulan su inte-, 4. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre
racción directa con el referente y con el resto de los individuos que.·: EAo-RBo
t>'
fungen como referidos potenciales, sino que puede sustituir las reglas
convencionales que rigen dicha correspondencia funcional, convirtién· 5. ~oi::espondencia funcional de la morfología convencional entre
dose en una comunidad lingüística "cerrada", que puede hablarse sig• Ao-RB~
nificativamente acerca del mundo y de sí mismo, sin tener que ajustarse 6. ECorrespondencia funcional de la morfología convencional entre
a norrnas de funcionalidad convencional externas. Este caso de sustitu' Cy-RB0

192 Cap. 8. La función sustitutiva referencial


Análisis paramétrico 193
7. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre 33. Probabilidad de suplementación diferencial como función de la
EBo-RAo . correspondencia funcional de la morfología convencional (índi-
8. Correspondencia funcional de la morfología convencional entre ces de probabilidad que resultan de la combinación de los pará-
EBo-RAo metros I a 9 con los parámetros 1O a 16 ).
J;f , 'lt 34. Geografía de ECy-RAo
9. Correspondencia funcional de la morfologia convenc1ona en re 35. Geografía de RAo-EAo
EBo-R~ 36. Geografía de RAo-EAo
¡ O. Suplementación diferencial de la relación RAo-ECy Y ECy- "
37. Geografía de ECy-RBo

RAo 38. Geografía de ECy--RBo
11. Suplementación diferencial de la relación R~EAo
39. Geografía de EAo-RBo
12. Suplementación diferencial de la relación E1-RBj, 40. Geografía de EAo-RBo
,,.
41. Geografía de RAo-RB0
13. Suplementación diferencial de la relación ECy-(ERCBo) RB 42. Geografía de RAo -RBo
14. Suplementación diferencial de la relación EAo Y - J "
Los dos últimos parámetros son yuxtaposiciones parciales de los pa-
15. Suplementación diferencial de la relación RBj:Ey rámetros 35, 36 y 38.
Los parámetros pertinentes al caso de la referencia de eventos inde-
16. Suplementación diferencial de la relación Rfü;-RAj: pendientes comprenden, de hecho, varios agrupamientos. Por una parte,
los parámetros correspondientes a las propiedades funcionales de la
morfología convencional de respuesta (parámetros 1 a 9). Otro grupo
17. Duración de EAo y EBo (duración discontinua analizada como es el que describe las relaciones de suplementación incluidas en la susti-
frecuencia) tución referencial (parámetros 10 a 16) y su interdependencia con los
18. Intervalo RAo-EAo niveles diferenciales de correspondencia funcional (parámetro 33).
19. Intervalo EAo-RBo Los parámetros de otro grupo (17 a 32) están vinculados con las relaciones
20. Intervalo RB¡;-ECy temporales implicadas en el proceso de sustitución como desligamiento;
21. Intervalo RBo-EAg mientras que el grupo restante (34 a 42) es pertinente a los parámetros
11 espaciales de dicho proceso.
Dos observaciones adicionales son necesarias. Por una parte, las
22. Intervalo ECy-RAo condiciones de estímulo producidas por RAo y RBo (EAo y EB0 ) no
23. Intervalo ECy-RBo
24. Intervalo ECy-R~
s ¾ $'
son necesariamente identificables con la instancia misma de respuesta,
$
es decir, pueden implicar respuestas diferentes en tiempo y morfología a
25. Intervalo ECy-RB_g, las que se dan ante las condiciones de estímulo ECy y EAo. Por otra
- $-
26. Intervalo RAo-RBo parte, los componentes (O, 0 y O) de las respuestas y estímulos no
$ $ deben ser considerados como simultáneos y, por consiguiente, pueden
representar momentos diferentes de un mismo segmento funcional
27. Intervalo compuesto y duración relativa (ECy-EAo)-RBo
28. Intervalo compuesto y duración relativa (R~-EAo )-RBo
29. Intervalo compuesto y duración relativa (EAo-RBo)-EB~ Parámetros de la referencia del reforido
30. Intervalo compuesto y duración relativa (ECy-RAo )-EAo
31. Intervalo compuesto y duración relativa (ECy-RBo)-EBf Como se mencionó en la descripción de este caso, el referido tam-
bién desempeña funciones de referente; en este sentido, concentra las
32. Intervalo compuesto y duración relativa (RAo-RBo)-EBo propiedades suplementarias de ambos con respecto al referidor, a la vez

Cap. 8. La función sustitutiva referencial Análisis paramétrico 195


194
d 1 1•er otro evento independiente, las pro-
que modula, al margen ecua q_~ n entre referidor y referente. Estas
pias relaciones de _suplementac10 s de los parámetros que son poten- mentación a ellas ligadas. La posibilidad de que un solo individuo
condiciones determinan que alguno t ·or (I) pierdan pertinencia en el desempefie las funciones separadas de referidor y referido, posibilita el
hecho de que la interacción convencional RA-RB, así como sus conse-
cialmente funcionale(h)n0e~i:sip:~e~~ajo circunstancias que los absor-
caso que nos ocupa en ,otras mas
, importantes, como las vinculadas a la cuencias de estímulo específicas, se vuelvan no aparentes para un segun-
ben funcionalmente do observador independiente. Esto seflala la posibilidad del lenguaje
relación referid?r-referi~o. ámetros de la sustitución refe. silente, o no audible, y lo ubica como última etapa de un proceso gené-
Por consiguiente, senalare~os 1os par eran independientemente tico y paramétrico de desligamiento sustitutivo.
rencial con referente ind~pend1ent~ q~e4no13O pl4 15 20 23 25, 31, 33 Desde nuestra perspectiva teórica, el lenguaje surge siempre como
en el caso de la referencia al refendo. ' ' ' ' ' ' sistema reactivo aparente, y tiene la c¡gacterística especial de convertirse
-los índices que correspond an-, 37 Y 3 ~· t depende de la posibili- en una forma de interacción no aparente para observadores indepen-
La anulación funcional d~ estos ?arame ros ue es determinada dientes, lo que es la consecuencia de un proceso social, público y bajo la
dad de desligamiento de la mteracc1ón ECy- RB, ':1 . dº suplementación original de eventos e individuos independientes del refe-
por la fusión. de las propiedades de referente y refendo en un so1o m 1· ridor. Este punto de vista coincide esencialmente con el análisis de
viduo. Vygotsky (1977, 1979) sobre la aparición del lenguaje interiorizado.
Dada la posibilidad de que en la autorreferencia el referente puede
ser o no externo al referidor-referido, se plantean dos variantes paramé-
Parámetros de la referencia del referente tricas. En una el referente es un evento independiente al referidor-
referido y, por consiguiente, sólo se desligan los aspectos vinculados a la
relación RA-RB. En otra, el referente es el propio referidor-referido,
Como en el caso antenor,. en este caso (III) hay tuna
. restricción
., funcionalde los
de y ocurre la fusión de las tres funciones en un solo individuo. En este
f • 1 s en el caso I La res ncc1on
parámetros que son unc1ona e mo con¡ecuenciade la concentración caso, todos los parámetros de la sustitución referencial quedan práctica-
los parámet~os se da en este cas~ coreferidor en un solo individuo. Esta mente alterados, y pueden presentarse tres tipos diferentes de circuns-
de las p~o?1edades d~ refer:n!e ~iteren no sólo los aspectos relativos a tancia funcional:
caractenst1ca determma qu ., EC RA, sm· que establece la
., · l d a 1a re1ac10n y- 0
la s~b~ll~dmaedntdaec1qo;/f~tup:o;edades funcionales del referente, y por con- a) que el referidor esté expuesto a la suplementación diferencial de
pos1 11 . aduladas por aspec- las propias acciones que refiere y que, por consiguiente, se repro-
siguie?te_ las _r~laciones refen~?- r:;,r~~~- st:ef~~i~n de las propiedades duzcan condiciones semejantes a las del caso III;
tos id10smcras1cos d~ la relacion . d. ºduo posibilita el desligamien- b) que el referidor solamente refiera acciones lingüísticas y que,
del referente y refendor en un so1o m 1v1
por consiguiente, no requiera de suplementación diferencial ex-
¿
to de las relaciones ECy-~A ;~:r-;:-i!~~cia O se alteran en la referencia terna a su propia conducta lingüística. En este caso pueden darse
Los parámetr~e qu;r ~~~si~uiente dejan de operar per se, son: 1, 6, formas de lenguaje privado y alteraciones sistemáticas de la nor-
'
l
deol rle3ferle4ntel, i2
1 ' ' '
i4
' '
30 33 -los índices que correspondan-, 34, 35
' .
matividad convencional;
e) finalmente, que el referidor refiera acciones lingüísticas que sus-
y 36.
tituyan eventos futuros no convencionales y que esté sujeto a la
suplementación diferencial de estos eventos -así se producirían
condiciones semejantes a las del caso l.
Parámetros de la autorreferencia
En lo que toca a la primera variante, se anulan o alteran funcional-
Como se_ seflaló en la ?escrip~!i:r!eoe:!ec~~!~~li; :~ ~n~~f~d~~~ mente los siguientes parámetros, incluidos en la relación RA-RB: 3, 4,
que las funciones de. refe~dor ~ ción RA-RB y, por consigmen- 5, 8, 9, 11, 12, 14, 16, 18, 19, 21, 26, 28, 29, 32, 33 -los índices que
correspondan-, 35, 36, 39, 40, 41 y 42.
viduo, ocurre el deshgam1ento, e 1a re1a ·didos en la correspondencia
te, de los de
funcional parámetrofs
la mor olqu~
ogia es;:e~cf
c :::t
' y de las relaciones de suple-
Cabe hacer una última observación. En la medida en que la sustitu-
ción de contingencias opera como mediación de un mismo individuo, las
contingencias dependientes de ECy -que son las que continúan ancla-
196 Cap. 8. La función sustitutiva refenmcial
Análisis paramétrico 197
das al mundo de las propiedades situacionales fisicoquímicas Y biológicas condicional generalizado. En este sentido, la respuesta verbal el tacto
y que determinan en las interacciones no sustitutivas las _caracte~ís- "describe", "nomina" y "relaciona" las propiedades del ambiente. EÍ
ticas funcionales de las contingencias en la relación referencial,_no solo problema del significado se limita, desde esta perspectiva a la relación
dependen del proceso de desligamiento situacional, s!no qu~ dicha de- de contingencia entre las propiedades físicas del o los ~stímulos que
pendencia representa una inversión de la pr~ponderanc1~ funcional d_e los permiten que cuando ocurre una respuesta verbal con topografía más 0
parámetros que configuran las contmgenc_1as: las prop1ed~d~s pertmen- menos. específica, ésta vaya seguida de un reforzador generalizado. El
. tes del referente son las que media el refendor y, por cons1gmente, se da tratamiento del tacto, aun cuando intenta romper con las restricciones
un paso evolutivo de gran trascendencia. El mundo _situ~cional pertinen- que caracterizan al análisis del significado con base exclusivamente en
te es el mundo que mediamos, por nuestra convenc1onahdad, a otros Y a las propiedades del estímulo, es insatisfactorio por varias razones. Se
nosotros mismos, y constituye un nivel de independencia '.uncional supone que el estímulo no verbal no '"és uno incondicional y, por ende,
con respecto a las contingencias inmediatas, que sólo es adscnb1ble, en que la respuesta verbal, el tacto, no es a un estímulo condicional sino
la filogenia, al organismo humano. discriminativo. Como estímulo discriminativo el tacto no evoca nece-
sariamente fracciones de la respuesta incondicional al estímulo no ver-
bal, sino que se constituye en "ocasión" para reforzar una respuesta
ANÁLISIS DE UN FENÓMENO -verbal o no verbal- de un escucha.
Este análisis establece como criterio necesario de la "propiedad" de
El campo del lenguaje, desafortunadamente, carece del rigor carac- la contingencia, en primer término, que la respuesta como tacto se "co-
terístico del análisis experimental del comportamiento animal. Esto se rresponda" con ciertas propiedades físicas del estímulo no verbal en la
debe en parte a la "importación" de modelos ajenos a la psicología, que medida en que la comunidad verbal particular refuerce esta corresp~nden-
centran su interés en verificar predicciones analógicas, Y en parte a las cia. Este reforzamiento, que debe ser generalizado (es decir, presentarse
limitaciones conceptuales propias de la teoría de la cond1:cta como te_o- al margen de cualquier forma de motivación específica) para preservar
ría del condicionamiento, que ha reducido o perdido de vISta las propie- la fuerza del tacto -léase de la correspondencia-, sólo puede ser fun-
dades esenciales del lenguaje como conducta humana. cional en la medida en que sea "educativo", o sea, que tenga valor futuro
Por eso nuestro análisis, en vez de proponerse reorganizar los datos para la supervivencia de dicha comunidad verbal. Esto necesariamente
experiment~les -escasos y poco contrastables-, hará énfasis en l_a posi- implica que la comunidad verbal responde al tacto en la medida en que
bilidad de delimitar y diferenciar niveles funcionales del lenguaJe, que éste se corresponde con las propiedades físicas de dicho(s) estímulo(s)
hasta la fecha han sido tratados con poco rigor conceptual. Asimismo, no verbal(es). En otras palabras, el reforzamiento del tacto no es más
mostrará cómo de esta delimitación de áreas empíricas diferentes pueden que la respuesta anticipada de los miembros particulares de una comuni-
surgir nuevas estrategias y problemas de investigación, que han perma- dad verbal a la presencia de ciertas propiedades físicas en el ambiente
necido ocultos en los enfoques anteriores. Tomaremos como punto de respuesta que es anticipada por la correspondencia que tienen esta~
análisis la comunicación y el significado, y el planteamiento particular propiedades físicas con la respuesta del que habla en forma de tacto.
que elabora Skinner en su Verbal Behavior (1957). _ ¿~s reductible en última instancia la relación de contingencia que
Estos aspectos son tratados fundamentalmente en cuatro secciones descnbe el tacto, a las propiedades físicas del estímulo discriminativo
diferentes. El significado, como "referente" de la comunicación, se no verbal? En la medida en que su establecimiento y mantenimiento
examina en el análisis del tacto. Los aspectos más directamente vincula- depende de la correspondencia con respecto a dichas propiedades, la
dos a la comunicación, tanto desde el punto de vista de la condición respuesta parece ser afirmativa. Pero de ser así, ¿no es ésta otra forma
lingüística previa, como de los efectos sobre un escucha que "compren- de reducir el problema del significado una vez más a la identificación de
de" se revisan en las áreas correspondientes a la audiencia, los proce- la palabra con las dimensiones físicas del ambiente? En vez de definir
sos 'autoclíticos y el proceso de composición. Abordaremos estos puntos esta, identificación con un proceso de condicionamiento respondiente,
generales, señalando según nuestra manera de ver las deficiencias en el_ aqu1 se hace como ~es~lt~do de una correspondencia en la que participan
análisis "operante", y las distinciones pertinentes para llegar a una por lo menos dos md1V1duos, pero en secuencia distinta a la del caso
comprensión más rigurosa del fenómeno lingüístico. . pavloviano. La palabra no sería un estímulo condicional para el hablante,
El tacto describe una relación de control por parte de un estimulo smo una respuesta ~on propiedades discriminativas (¿o condicionales?)
no verbal sobre una respuesta verbal cuya consecuencia es un reforzador para el escucha, qmen responde en forma anticipada a esa misma con-

198 Cap. 8. La función sustitutiva referencial Análisis de un fenómeno 199


ducta como relación futura, reforzándola, en la medida en que el tacto se
corresponde morfológicamente con las propiedades físicas del estímulo. fue¡¡~ª cdonsiderSakda también verbal, cosa que no ocurre en el tratamiento
rea za o por mner.
Aun cuando el análisis descrito se basa en un concepto de conducta
verbal como conducta mediada en su reforzamién to por otros, y no En tercer térm!no, el análisis de los eventos "privados" se plantea
como un caso particular de eventos no verbales inte
como conducta que media contingencias respecto a otros y a uno mismo,
tiene el mérito de tocar inadvertidamente esta función mediadora del d_ire~tad~en~e a ~a ~omunidad verbal. En este caso, int:~~!; ~~ñ:fa:r;~~:~
hablante respecto del que lo refuerza. Esta mención pasaría inadverti- nos m i:'ec os . e_ a commlidad verbal para reforzar la corres onden .
da, pues su planteamiento explícito contradiría los supuestos iniciales y qu\deb1era existir entre dichos eventos físicos no accesibles~ la obs:~
vac1 n externa Y las respuestas de lactar. Ya hemos señalado ue este
la representación paradigmática asumidos con respecto a la conducta
verbal. Sin embargo, aun cuando se sefíale esta función mediadora del problema, desde nuestra perspectiva, quedaría encuadrado en
IV, el de la autorreferencia Y las im¡Ílícaciones que ello impl'
\1
caso
p
hablante, las propiedades funcionales de ,la correspondencia dependen
del estímulo no verbal y no del escucha. Este, se supone, ha sido condi- mayore: deta_lles sobre las limitaciones que presenta el anál{~ªs· dearla
au 1orre.erenc1a como tact t , . · a
cionado socialmente para responder de esta manera al que habla, pero la Ribes (1982c) os en re estmmlos pnvados, puede consultarse
condicionalidad social sigue estando referida a las propiedades no verba- Finalmente y de man b _
les del estímulo. Se presenta implícita una teoría realista del lenguaje, .' . ., era muy reve, debe senalarse un último ro-
blema. La defm1c10n del tacto excluye lapo 'b'J'd d d P
cuando menos en lo que toca al tacto, como correspondencia con la rea-
lidad física. Paradójicamente, la formulación de esta teoría, reducida al ~~tat:e:~~cª~ióe: :::~ de h~blar acerca ~e lo q;~ ;t~o\ u:o :~!~j~;~~:
absurdo, es sefíalada por el propio Skinner, cuando describe la interac-
ción entre un animal experimental y las contingencias de reforzamiento
programadas por un experimentador, como instancia de una comunidad
~~r~1í.ªnii~ v::~;r~fPy;:~~i~~7is~f :e1~c;~e f;~~~~s:;J~~f¡~~~!~
escucha, la conducta ;erbal como e . e. ana izar _los. efectos sobre el
verbal particular. cesos autoclíticos, Y su relación coJ1!fd10 com~mcat1vo t~at~ los pro-
En segundo término, y como ya se había apuntado parcialmente en formas de relación !actual de 1 . proceso e compos1c1on, como
nd
la argumentación anterior, el tacto no sólo se presenta como respuesta ción es obligada; se debe a la a~J;~f¿,1ª ~º u~t~ verbal. E~t~ contradic-
verbal a un estímulo no verbal, sino que, a la vez, es el propio estímulo res poco adecuadas ara I n e um a es de análms molecula-
discriminativo de la respuesta que lo refuerza, y es estímulo discrimina- (Ribes, 1983, en pr!sa ;). examen de segmentos interactivos episódicos
tivo en la medida en que guarda una relación de correspondencia apro-
piada con el estímulo no verbal antecedente. Esta doble función del
tacto, la de ser respuesta y estímulo discriminativo es, sin embargo, exa-
minada deficientemente, ya que el escucha cumple su papel paradigmá-
tico en el momento en que refuerza, sin que se planteen en forma más
detallada y explícita las consecuencias que conlleva la conducta reforza-
dora del escucha. La alusión a mecanismos de supervivencia social no
puede sustituir un análisis funcional de esta relación particular, y ello pa-
rece difícil a menos que se ccnsidere que la correspondencia del tacto
con el estímulo no verbal-, y por consiguiente la respuesta del escu-
cha- no es condición necesaria. Aún más, esto significa justamente
reconocer que el fenómeno lingüístico humano sólo se da en la medi-
da en que esta correspondencia depende del hablante y no del estímulo
no verbal; es decir, de que el referente y el escucha se interrelacionen, no
en términos de una mera suplantación de estímulos, sino de la sustitu-
ción, como transformación, de las contingencias que dependen de las
propiedades físicas de los eventos antecedentes. Este análisis, sin em-
bargo, requeriría de un tratamiento del "tacto" que incluyera segmentos
no separables de la conducta del "escucha", y de que la conducta de éste

200 Cap. 8. La función sustitutiva referencial


Análisis de un fenómeno 201
9
La función
sustitutiva no referencial

La función sustitutiva no referencial representa el nivel más alto de


complejidad y desarrollo de los procesos psicológicos. Su emergencia a
partir de la función sustitutiva referencial, que tiene como punto de
contacto funcional a eventos concretos, permite que este nuevo tipo
de interacción, que ocurre en la dimensión puramente convencional y lin-
güística, pueda articularse con procesos vinculados a las contingencias
situacionales. Esta posibilidad de "tránsito" funcional entre los diver-
sos niveles interactivos, se debe a que los sistemas reactivos convencio-
nales conjugan una historia de ligamiento y desligamiento frente a las
contingencias situacionales, que crea una interdependencia sui generis
entre los diversos procesos psicológicos. Por una parte, los niveles fun-
cionales sustitutivos están "anclados" en los procesos que comprenden
contingencias situacionales inmediatas; por otra, en la medida en que
estos mismos procesos no sustitutivos en el ser humano están articulados
reactivamente por el lenguaje, se ven influidos y dependen de las contin-
gencias de naturaleza sustitutiva que la historia referencial y no referen-
cial del lenguaje implica. Por ello, al alcanzarse los niveles sustitutivos
de interacción, todos los procesos psicológicos se ven subordinados, par-
cialmente al menos, al funcionamiento sustitutivo que toda reacción
lingüística implica. Sin embargo, lo que permite que esta supraordina-
ción funcional pueda mantenerse, es el grado en que la sustitución de con-
tingencias permite interacciones situacionales más variadas y autónomas.
En la función sustitutiva no referencial se pierde la sustitución de
contingencias a partir de un evento concreto, el referente. La sustitución
de contingencias opera a partir de las propias condiciones de estímulo y
respuesta convencionales. Por ello, y en tal medida, se pierde igualmen-
te la relación de suplementación por otro individuo en relación con ese
evento concreto. La sustitución de contingencias se da como un proceso

203
En la concepción cartesiana acerca de la realidad, existen dos sus-
de reorganización de las condicionalidades convencionales, Y puede tancias diferentes, una material, extensiva, y otra espiritual, no espacial.
ocurrir en un solo individuo o entre individuos. Sin e~bargo,_ ,Y esto La ciencia física de la mecánica describe y explica los fenómenos natura-
debe subrayarse, en el grado en que no se presenta una m_teracc1on sus- les; la metafísica reflexiona sobre el mundo del espíritu, y la psicología
tituida con un evento concreto, sino solamente con relac1~nes conven- racional se encarga de las interacciones paramecánicas entre el alma y el
cionales dadas como reactividad y circunstancias lingüística~, 1:º. hay cuerpo material. El dualismo que oficializa la mitología de dos mundos
relación referidor-referido ni entre individuos, ni en un mism_o ~nd1V1duo. diferentes que se relacionan entre sí, da lugar a lo psicológico como la
Los individuos y un mismo individuo pueden hablarse, escnbrrse_ 0 l~~r- dimensión en que esta interacción tiene lugar. De esta formulación,
se sin que ello implique una relación referencial (o de comumcac1on primero ontológica y después epistemológica, surgen dos supuestos que
h;blante-escucha en su forma más común). han permeado la lógica del lenguaje ordinario que describe las acciones
humanas Y, por consiguiente, la formulación de los "problemas" de
conocimiento científico del quehacer humano (un proceso semejante
tuvo lugar con los fenómenos de la vida social y su asignación a la ética
LAS RELACIONES SUSTITUTIVAS
racional).
NO REFERENCIALES El primer supuesto que surge del dualismo cartesiano es el de que en
la medida en que los fenómenos psicológicos se dan como "racio~ali-
Antecedentes históricos dad" o causación de lo material por lo racional, son exclusivamente
El campo empírico que cubre la sustitución no ref~renci~l tie~e re- humanos, y el de que el estudio del comportamiento humano puede
lación histórica con los problemas tradicionales de la p~1cologia racional abordarse en forma autónoma a los fonómenos vinculados al comporta-
y con la moderna psicología de la cognición, muy particularmente en lo miento no racional, menos complejo, de los animales. El segundo su-
puesto es que dada la independencia de lo racional o mental con respecto
relativo a los procesos simbólicos y de solución de probl~mas.
Ya se ha señalado que en la sustitución no referencial, el cor:iporta- a los procesos materiales que "causa", o sobre los que influye el estu-
miento convencional fonético puede tornar.se _si!ente,_ no _audible, es dio de lo mental sólo puede darse como inferencia a partir de !o'material
decir, no aparente mas que para el propio md1v1duo 1mphcad?, en el observable, pero sin identificar dicha objetivación de la acción men-
acto mediador; esto ocurre en la medida en que se pier_de _la relac10n con tal con lo propiamente mental (versión no filosófica del conductismo
un referente como instancia singular y que, por co?s1gu1en_te, se vuelve metodológico).
innecesaria la distinción funcional referidor-refend?. Sm embargo, Dichos supuestos se han concretado históricamente de dos maneras.
esta característica de no apariencia de las respuestas mvo_lucradas e? la Una , la que corresponde a la aceptación explícita del dualismo, cuando
sustitución no referencial, no define al proceso sustitutivo, _pues_ este m~~o.s respecto ~ la naturaleza del conocimiento de los fenómenos psi-
puede ocurrir como proceso aparente, tal como sucede en las d1scus1ones co1ogicos (y sociales) frente a los fenómenos "naturales materiales".
entre dos individuos, o en las interacciones que se dan com~ condu~ta Otra, la que se refiere a los intentos por superar el dualismo ofreciendo
objetizada en forma de escritura. Concomitantemente, hay interaccio- una solución materialista que, paradójicamente, asume al¡unas de las
nes no sustitutivas que implican componentes no aparente_s, por lo que premisas del dualismo: la sustancialidad de lo material y la necesidad
esta característica tampoco es exclusiva de los procesos sustitutivos_. ~os de relacionar lo no espacial con lo espacial. Esta posición se ha manifes-
enfoques tradicionales subjetivistas ya han subrayado est_a caracten~t1.~a, tado e~, diversas versiones, pero, en esencia, todas ellas entienden la
la no apariencia, como definitoria en lo que han denominado cogmcion superac1on del dualismo como reducción de las dos sustancias a una sola
es decir, la materialización sustantivada del espíritu; en ambos casos'
humana o procesos simbólicos racionales.
La concepción moderna subjetivista de la "racionalidad" pue~e tra' subyace una posición compartida: la identificación de lo espiritual ;
zarse históricamente hasta Descartes, aun cuando la pr?blemáttca_ se ~ent~l ~o~ algo, ya sea un evento que ocurre como distinto de lo mate-
remonta en realidad a Platón y a Aristóteles, así como a la interpretación n~ b1ologico, o como idéntico de la acción biológica (sea central o peri-
que de su pensamiento hacen los patriarcas de la Iglesia Y los pensadores fénca).
renacentistas. Descartes es, sin embargo, el responsable de la formula· El error que subyace en el dualismo es, en lo fundamental, la ,sustan-
ción de la "doctrina oficial" de los dos mundos (Ryle, 1949), qu~ h~ tivación de lo que se da como relación. Aun cuando las relaciones im-
orientado el pensamiento científico y filosófico occidental de los ulti· plican objetos o eventos singulares que pueden describirse por separado
mos cuatro siglos.
Las relaciones sustitutivas no referenciales 205
204 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
....
d.adera ciencia: la ciencia de lo físico. Puede apreciarse cuánto se acerca
uno del otro, no son reductibles a los eventos relacionados en cuan- nuevamente _este sup~esto a 1~ argumentación cartesiana sobre la ciencia
to tales. Las relaciones sólo pueden entenderse como procesos y no y las sustancias matenal y espiritual.
como cosas. El dualismo convirtió en sustancia, en espíritu, a las rela- Par~dójicamente, en el curso de la historia de la psicología el dualis-
ciones que tenían Jugar entre el individuo, otros individuos Y los eventos mo ha intentado aproximarse "científicamente" al "mundo de Jo m _
del exterior mediante la acción sustitutiva del proceso lingüístico. En la taJ" unpo
. rt an d o modelos descriptivos y explicativos de las ciencias
en
medida en que esas relaciones no aparecían como cosas, Y dado que su "duras", con la ex~ecta~iva de que la formalización y cuantificación por
espacialidad se enmarcaba como espacialidad del y en el individuo, los ell~ _logra?ª ~ermita niveles de certidumbre lógica que compensen Ja
proceso~ lingüísticos se internalizaron como interacción de una sust~ncia fragilida? mtnnseca del dato psicológico o "mental". Por este motivo
no extensiva con la materialidad fisicobiológica de la persona. La mter- ~¡ estu_d10 ?,e la cog~ición Y _de los procesos llamados "simbólicos" ~
nalidad de los procesos "racionales" y "simbólicos" resultó ser el coro- supenores , se ha visto matizado por modelos tomados directamente
lario lógico de su identificación con una sustancia no extensiva, Y de de la ma~emáti_ca o la f!~ica teórica (teoría de decisiones, teoría de jue-
ningún modo la fundamentación de su no apariencia, como lo sostienen gos, t_eona de mforma?1.on, lógica op~ratoria, etc.), o por modelos que
los argumentos del sentido común. de_scnben c~mpos _empmcos con prop1edadesisomórficas supuestas (quí,
Las versiones modernas del dualismo no sostienen expresamente la mica co_mbmatona, procesadores y máquinas autogobernadas, óptica
existencia e interacción de dos sustancias, pero sí la existencia de dos geométnca, etc.). Los _concept:is importados de estas disciplinas han
tipos de procesos, aquellos que son procesos extensivos, materiales y, pres_tado una falsa segundad lógica y cuantitativa al estudio del compor-
por consiguiente, mensurables, y aquellos que no son localizables en el tamien~o hum~n~ ~omplejo, ~n la medida en que, además de no eliminar
espacio y que no son directamente mensurables u observables. Son el du~1sn:o his~oncamente intrínseco a estos abordajes, le añaden el
sistema~ de representación que se expresan como eventos interiores o redu?~10m~mo mherente a toda analogización de un campo formal 0
como lenguaje, pero que, como tales, carecen de espacialidad. Son pro- empmco diferente.
cesos que tienen un estatus causal, en la medida en que, al suponerse E_n lo que toc_a a los que han rechazado el dualismo, las soluciones
como "interiores", preceden a lo exterior. Su temporalidad es previa a ofrecidas al estudio del comportamiento humano complejo han sido de
la conduda manifiesta, observable. Su no-apariencia, su no-espaciali- dos c!as~s._ Una ha ~ido identificar los eventos mentales con las funcio-
dad sólo permite inferirlos a partir de la conducta manifiesta a la que ~es b:~log1cas supenores: la del Sistema Nervioso Central. Otra ha sido
infl~yen causalmente en interacción con las acciones del medio externo. 1d~n~1f1car los eventos mentales con conducta cubierta, no observable
La mente, se supone, es material en la medida que se da entre lo publicame~'.e. En el primer caso, se habla de los fenómenos mentales
extensivo, pero no como lo extensivo. Se da como proceso de conoci- como_ func10n cerebral, o bien como productos de la actividad nervio
miento y de causalidad de Jo extensivo biológico y del mundo externo. supe'.'.or, Y la mate~ialización de Jo mental ocurre como reducción a~:
No puede identificarse, sin embargo, con lo extensivo Y, por consiguien- func10n cereb_ral_n:ISma o como descripción de lo mental como epifenó-
te las descripciones de los sucesos mentales no son de la misma clase meno de lo ?1ol?g¡co. En. ninguno de ambos casos se evita el problema
q~e Jas que se hacen acerca de los eventos físicos y materiales .. Dos pro- de la susta_ntivac1ón de las mteracciones en la forma de procesos localiza-
blemas se desprenden de esto, además de los ya señalados antenormente. bles_ espac1almen_te, ni el de la naturaleza "consciente" de lo mental, es
El primero se refiere a la manera de correlacionar los eventos extensivos ~ecir, de 1~ propiedad de un proceso de autodescripción fenomenológica
con los no extensivos, es decir, la manera de identificar dimensiones de n la medid~ e? la que la "materialidad" se aborda desde la perspectiv~
correspondencia entre lo físico y Jo mental. Las soluciones que se ofrecen de la sustanciahdad de los fenómenos, se acepta y se cae inevitablemen-
son muy diversas, pero ninguna satisfactoria (Davidson, 1963; Popper te en los argumentos del dualismo.
y Eccles, J977). El segundo tiene que ver directamente con la naturaleza Cuando se !d~ntifica lo mental con la conducta cubierta, no mani-
del conocimiento, de lo mental. En la medida en que el nivel de cer- fiesta, no se ~li1;11ma el dualismo, aun cuando el planteamiento reviste
teza está regido por la pública verificación y repetición de los eventos, ~tras carac~ensticas. No se supone que la explicación de lo mental resi-
y en que en el caso de los sucesos mentales, por carecer de extensión, no : ei un mvel descriptivo distint<; a) de la conducta, sino que lo mental
se dan en el mismo grado que los sucesos físicos, los primeros no pue- : a orda c<;mo el proceso de obJetivación, por medio del lenguaje de
den ser descritos con la misma objetividad que los fenómenos materiales. os eventos ~n!ernos q_ue sólo son accesibles al sujeto que se compo'rta
En este contexto, la ciencia de lo mental no puede compartir, por lo La problemat1ca consiste, por consiguiente, en identificar las estrategia;
tanto, ni los métodos ni la exactitud descriptiva y explicativa de la ver-
Las relaciones sustitutivas no referenciales 207
206 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
Ue la comunidad lingüística utiliza para establecer el consenso interin- vo ocurre entre individuos, aspecto no considerado por Vygotsky. Por
qdividua! respecto de los diversos mur-dos pnva · dos o " t"
roen es E. .?l .e esta razón, aun cuando Vygotsky señala que el lenguaje interiorizado
capítulo anterior ya señalamos las dificultades que presenta este anahs1s; consiste solamente en hablarse a uno mismo (confundiendo ciertos as-
para una crítica más detallada puede consultarse a Ribes (] 982c ). pectos de autorreferenciación con los de sustitución no referencial), se
dan formas de "pensamiento" lingüístico que rebasan esta caracteriza-
ción limitada, tal como se acaba de mencionar.
La sustitución no referencial La sustitución no referencial es un proceso de mediación de contin-
gencias convencionales, y en esa medida se da como la interrelación de
Desde nuestra perspectiva teórica, la sustitución no referencial es el procesos lingüísticos de muy diversa naturaleza, a través de la acción
nivel más complejo de funcionamiento. psicoló~co .. L~ na~uraleza c:in- igualmente lingüística. En tanto las respuestas convencionales participan
vencional de la sustitución no referencial permite distmgmr a este tipo en los procesos de referenciación, poseen una historia de contingencias
de interacción de relaciones también descritas como simbólicas o repre- situacionales. Sin embargo, dado que su propia naturaleza morfológica
sentacionales, pero que se ubican en niveles de organiza~i_ón conductua] las hace funcionalmente desligables de dichas dependencias situaciona-
menos complejos. Como ya se ha señalado en la seccion precedente, les, no sólo pueden sustituir relaciones de contingencia entre eventos no
históricamente se ha identificado toda respuesta no-aparente que haya lingüísticos, sino que también pueden operar sustitutivamente sobre las
adquirido propiedades funcionales, co? alguna forma de. p~oceso de acciones lingüísticas involucradas en el proceso de referenciación y en
simbolización ya sea como representación perceptual o mim1ca más o la reactividad convencional no sustitutiva de eventos lingüístico; y no
menos primitiva, o como abstracción formal lógica elaborad_a. Nuestra lingüísticos implicados en las interacciones situacionales. La posibilidad
concepción del comportamiento simbólico se limita exclusivamente a de establecer nuevas relaciones entre las propias acciones lingüísticas
Jas relaciones sustitutivas no referenciales, se den o no, desde el punto depende de la funcionalidad de dichas acciones y, por ello la mediación
de vista de la observación del comportamiento "aislado" de un indivi- de contingencias en un nivel puramente convencional requiere necesa-
duo, como reacciones aparentes o no-aparentes. riamente de que los sistemas reactivos lingüísticos involucrados hayan
La posibilidad de que se presenten componentes no apare?tes .n? es participado, aunque sea parcialmente, de una historia de sustitución
privativa de la sustitución no referencial o _de los procesos s1r:ibolicos referencial y de otras interacciones en ella incluidas.
superiores. DP, hecho, todas las relaciones mterconductuales mcluyen El desligamiento sustitutivo no referencial consiste en establecer
respuestas no aparentes. L ,s respuestas puede? s~r no-apare1:tes, pero dependencias funcionales entre los eventos de estímulo y respuesta con-
las relaciones son siempre aparentes. Por cons1gmente, es el tzpo de re- vencionales, de modo tal que, aun cuando mantengan su potencialidad
lación (y el hecho de que sea sustitutivo y sim_bólico) en el qu_e se ins~ri- :ef~r~ncial Y situacional, las contingencias que regulan la conducta del
be la interacción entre el individuo y el ambiente Jo que defme el mvel 1?d1V1?UO ~e dan como interdependencias sustituidas, al margen de toda
de complejidad de la conducta, y no el mero hecho de que algunos s1tuac10nalidad particular, son funcionales en la medida en que descansan
componentes de la interacción puedan ser no aparentes para un observa- en una historia de referencialidad y de interacciones situacionales y por
dor independiente. ende, ~ued_en s~'. reorganizadas de acuerdo con las contingencia; que
En la medida que la sustitución no referencial se da como un proce- cualq~1er s1tuac10n co!1creta puede imponer en un momento dado; pero
so de mediación de contingencias independiente de eventos ~oncre~os tambien poseen otro tipo de funcionalidad, que consiste en identificar y
singulares, ocurre como una reorgani~ación. funcional ?e contmgenc1as estructurar, a la vez, dependencias y relaciones genéricas es decir transi-
tuacionales, que la vinculación a circunstancias concretas particulares
puramente convencionales. Estas contmgencias co1:ve~~10!1ales se presen-
tan, con<luctualmente, en forma de los eventos lin~ms!1cos Y sus rela- impediría. Por ello, en la sustitución no referencial, se interactúa exclusi-
.ciones. Cuando la mediación sustitutiva no referencial tiene lugar como vamente con las acciones convencionales y sus productos. Estas acciones
proceso de relación de respuestas y estímulos conv~ncionales de un so.lo Y productos son funcionalmente pertinentes a contingencias situaciona-
individuo, la interacción puede ser no aparente, o silente, como lo sugie- les concretas; pero, a la vez, en la medida en que la mediación sustitutiva
re Vygotsky al hablar del lenguaje interiorizado. Pero ésta no es una op~ra ~orno. '.elació°: de dicha~ acciones y productos al margen de cual-
característica obligada, en tanto la mediación sustitutiva ~uede darse ~n qmer sltuac10n particular, el mdividuo puede interactuar con eventos
forma aparente, objetizada (por ejemplo, cuando se escnbe) e!1 el m1~- que no. existen como
. tales, por sí mismos e independientes , en el entor-
mo individuo, o como condición definitoria cuando el proceso mteract1- no, smo que existen como eventos sólo en la medida que las acciones

208 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Las relaciones sustitutivas no referenciales 209
lingüísticas pueden objetizarse, o se responde a ellas como a eventos males carecen de valor semántico intrínseco, es decir, no tienen funciones
con propiedades no convencionales. No obstante, los eventos ~ompren- descriptivas de eventos empíricos concretos, 2. los lenguajes formales
didos en la sustitución no referencial son, de hecho, exclusivamente siempre son descritos y formulados mediante un lenguaje natural y, por
acciones lingüísticas y, por consiguiente, relaciones entre ~¡ indivi1uo Y ende, dependen de la existencia primera de dicho lenguaje natural, y
su entorno situacional. El individuo, sin embargo, ya no mteractua en 3. los lenguajes naturales son lenguajes cuyo significado está dado por
este caso con dicho entorno situacional, sino con sus propias interaccio- su correspondencia con prácticas sociales respecto de los objetos y las
nes con el entorno; por ello la mediación susti .,oreferenc_ialim~li- relaciones entre individuos y objetos.
ca un nivel de desligamiento casi absoluto respecto de las contingencias En primer término, esta distinción implica que muchos de los proce-
situacionales inmediatas y mediatas que inciden sobre el individuo sos de mediación sustitutiva no referencial se dan en términos de lo que
como eventos fisicoqufmicos y biológicos. . se denominan lenguajes formales. llñ segundo lugar, que para poder
El individuo, al interactuar con su propia conducta conve1_1c10na'. Y relacionar eventos convencionales en términos no referenciales, se re-
sus productos (o con los de otros que se den al margen de ?ontmge_ncias quiere de un sistema interactivo referencial previo. Tercero, que los
situacionales), en cierta medida crea la realidad con la q1;1e 1.'.1!e~actua; es lenguajes formales pueden tener propiedades de lenguaje natural, en la
decir no sólo puede trascender, mediante el actuar lmguisttco, toda medida en que, al ser articulados por un lenguaje natural, pueden ser
contingencia situacional particular, sino que al identificar en_ sus propias funcionales en la referenciación de eventos. Y cuarto, que los lenguajes
acciones convencionales relaciones potenciahnente referenci~bles_ sobr~ naturales no son necesariamente referenciales; lo son sólo en la medida
¡0 situacional, crea las condiciones para interactuar con una si~uacionah- en que sus componentes reactivos han participado en interacciones de
dad que en cierto grado depende de su propia conducta no sttuacion~I. sustitución referencial. Por ello, no existe una identidad entre lengua-
Claro está, la factibmdad de interactuar adecuadament~ ~on las :ontm- jes formal y no referencial, y lenguajes natural y referencial. Por nues-
gencias situacionales en forma continua constituye una h°:ttante si~m~r~ tra parte, trataremos la funcionalidad de las respuestas convencionales,
presente en toda mediación sustitutiva, sea.º no ref~r~ncia_l. Los :11d1Vl- describiéndolas como respuestas con o sin historia referencial.
duos siempre tienen que confrontar, en pnmera y ulttma instancias, un Así como ocurre en el caso de la sustitución referencial, en la no
entorno compuesto por eventos de naturaleza fisicoquímica. referencial operan sistemas reactivos convencionales múltiples. En pri-
La función sustitutiva no referencial cubre una serie de fenómenos mer término, los sistemas reactivos pueden diferenciarse de acuerdo
característicos del comportamiento humano complejo, que incluye_~ des- con sus características morfológicas. En segundo lugar, debe tomarse
de los problemas tradicionales de formación de conceptos, la solucio'.1 de en consideración la forma en que dichas características morfológicas están
problemas y el pensamiento dirigido, hasta a~uellos que -~e denvan organizadas normativamente como estructura convencional, pues un
del comportamiento implicado en la construcc10n y operac10n de le_n- mismo conjunto de elementos morfológicos puede formar parte de di-
guajes formales como la lógica, la matemática, la música Y las artes plas- versos sistemas reactivos. Finalmente, un mismo sistema reactivo con-
ticas. Por su naturaleza estrictamente convencional y por la funcionahd~d vencional, con base en historias de referencialidad múltiple, puede tener
que estas formas de conducta deben asumir al interactuar con otros in- funciones de sustitución no referencial diversas. Por tal motivo, en el
dividuos y con eventos no convencionales en el entorno: se _considera análisis de la mediación no referencial deben tomarse en consideración
que, evolutivamente y en su articulación con circunstancias sttu~c1o~a- cuatro aspectos importantes:
les, dependen en un grado importante de las propiedades de sustltuc10n
referencial que puedan tener, cuando menos, algunos de sus segmentos
l. la comparabilidad morfológica de los sistemas reactivos conven-
componentes. . cionales;
La mediación sustitutiva no referencial tiene una estrecha vmcula-
2. las interdependencias definidas por la organización normativa de
ción con el problema lingüístico que, desde otra pespectiva, se ha ubi?a-
dichos elementos dentro de un sistema reactivo (o sintaxis), de-
do en relación con la estructura sintáctica y semántica de los lenguajes
finidas como estructuras de ordenamiento;
naturales y formales. Aun cuando esta distinción entre tipos de lenguaje
es útil desde una óptica lógica, no es equivalente en su totalidad a l~s 3. la comparabilidad de estructuras organizativas de diferentes siste-
mas reactivos convencionales, y
categorías aquí descritas como lenguaje referencial y no referen~rnl. Sm
4. las relaciones de referencialidad que pueden entretejerse entre
embargo, dicha distinción es útil en la medida_ en que sefiala c1e~tas ca-
elementos de un mismo sistema reactivo, o de varios diferentes,
racterísticas definitorias en nuestra formulac10n: 1. los lenguajes for- con base en la historia interactiva del individuo o individuos.

210 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Las relaciones sustitutivas no referenciales 211
Estos aspectos obligan a considerar las características formales de pas. En la traducción de una etapa se establece la simple corresponden-
los lenguajes como sistemas contingenciales iHtrasistema reactivo e cia entre respuestas convencionales con diversa historia referencial ,
intersistemas reactivos, pues de las características normativas de !as con- entre respuestas convencionales con historia referencial y aquellas que
venciones que los rigen, se deriva la posibilidad de establece~ mte_rde- no la poseen, o entre respuestas convencionales sin historia referencial.
pendencias de diverso tipo entre ell?s. En cierto gr_a~o, la func10nahdad La mediación sustitutiva ocurre cuando una respuesta convencional con
no referencial depende de las propiedades morfolog¡cas Y estructurales o sin historia referencial, reorganiza funcionalmente el sistema de c~rres-
de los sistemas reactivos involucrados; no puede inferirse directamen- pondencias entre las diversas respuestas cubiertas por la traducción de
te de ellas, pero éstas imponen restricciones a la in tegr~ción funcional una etapa. Este proceso de traducción funcional de respuestas traduci-
que puede establecerse entre diversas respuestas convenc10nale~. . das ~reviamente en '.~rminos estrictamente morfológicos, es lo que
Como se observó anteriormente, la sustitución no referencial provie- constltuye la traducc1on de dos etapas. En las secciones que siguen
ne, como posibilidad funcional, de la au torreferencia, Y en esa med!?ª examinaremos el proceso mediador con mayor detalle.
se organiza a partir de las mediaciones suplemen!adas que la sustit~c10n
referencial permite. De este modo, la funcionahdad de las mediaciones
no referenciales reviste una doble dependencia. Por una parte, los siste- DESCRIPCIÓN PARADIGMÁTICA
mas y respuestas convencionales pueden ser funcionales en el grado en
que se interrelacionen con respuestas de historia referencial. Por otra, La función sustitutiva no referencial, desde el punto de vista de su
su funcionalidad con respecto al entorno no convencional se presenta representación paradigmática, describe la mediación de relaciones re-
como tránsito de la no referencialidad a la referencialidad Y, por tanto, f~rei:ciale_s por una respuesta convencional, al margen de toda contingen-
aun cuando la mediación no referencial representa un nivel de desliga- cia situac1onal. Por consiguiente la mediación sustitutiva no referencial
miento total con respecto a las contingencias situacionales, su funcio- es la reorganización funcional de los sistemas reactivos convencionales
nalidad sigue dependiendo de su interrelación y/o tránsito a interacciones con base en su interrelación por respuestas también convencionales.
vinculadas con circunstancias situacionales. Las respuestas convencionales, genéticamente poseen una historia
Este proceso de interrelación y tránsito con y hacia lo referencial interactiva que incluye la reactividad a relacione; entre eventos fisico-
puede describirse de manera acertada con el término traducción, según químicos; la producción de cambios en el entorno mediante la acción
lo formula Quine (1960). De hecho, la mediación no referencial es de otros individuos; la posibilidad de producir cambios en el entorno
un proceso de traducción entre sistemas reactivos convencionales con Y/o condicionales a relaciones complejas entre eventos convencionales y n;
sin historia de referencialidad. La traducción opera como interrelación convencionales, así como el mediar la relación de otros individuos con
en diversas etapas de los sistemas de respuesta convencionales que, en eventos Y sus contingencias modificadas. En este último nivel el de la
términos de la funcionalidad reactiva pertinente desde el punto de vista sustitución referencial, el individuo puede responder convenci¿nalmen-
conductual, no tienen referencialidad, con aquellas que poseen una his- te a lo~ e~e~tos, y producirestímulosconvencionalesalosquerespondan
toria de referencialidad. Cuando se dispone de dos sistemas reactivos otros md1v1duos. Las respuestas convencionales se organizan con res-
distintos su traducción o interrelación funcional puede darse con base pecto a. la interrelación entre los estímulos convencionales y los no
en exclu;ión, inclusión, identidad, ordenamiento secuencial Y semejanza convenc10nales, que dependen, en algún grado, de las circunstancias si-
de los eventos convencionales comprendidos en dichos sistemas reacti- tuacionales en que se presentan y con lasquesevinculanfuncionalmente
vos. Esto implica que la traducción no opera como un proceso biunívo- en términos conductuales.
co de correspondencias funcionales ni en un mismo nivel de relaciones. En_ la sustit~?ión no referencial, la mediación se da como un proce-
Los diversos sistemas reactivos y sus elementos pueden interrelacionarse so de mterrelac10n de segmentos referenciales y/o no referenciales de
en niveles funcionales de jerarquía distinta y, por consiguiente, de pro- naturaleza
, convencional. En esta forma de interacción , el individuo
piedades mediacionales diferentes. . · actua con respecto a su propia conducta lingüística y a la de otros en
El proceso de mediación, como traducción, puede ?,currrr de dos t~rminos de la organización y estructuración de nuevas relaciones e~tre
maneras: como traducción de una etapa, o como traduccion de dos eta- d1~hos segm~ntos_ lingüísticos. La mediación que así opera permite am-
pas. De hecho, el primer caso, la traducción de una sola ~taP,a, con~tit~ye pliar la func10nahdad referencial de las respuestas convencionales y, por
más bien la condición necesaria para que ocurra la mediacion sustltutlva e~de, generar nuevas formas de suplementación referencial y no conven-
no referencial, la cual siempre es un proceso de cuando menos dos eta- cional. A la vez, según el nivel de sustitución no referencial en cuestión,

212 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Descripción paradigmática 213


se pueden producir formas de suplementación que inciden exdusiva- eµ donde Ey¡;-Ryo y fu:o-Rxa son relaciones estímulo-respuesta
mente en el contexto de las contingencias estrictamente convencionales. convencionales separadas. Eno -Rna es el elemento crítico en la media-
Así, se pueden generar formas de suplementación "cerradas", _es de~ir, ción, en la medida en que relaciona funcionalmente a Ey 0 y Ex 0 . No se
que dependen y sólo son funcionales en un campo de contmgencias incluyen las relaciones referenciales, y otras no sustitutivas vinculadas al
convencionales reducido, y que normalmente son referidas como proceso de mediación sustitutiva no referencial, con el fin de simplificar
"reglas". Las relaciones entre lenguajes puramente formales, entre la descripción. Conviene agregar nuevamente que las respuestas y los
eventos definidos como tales por reglas invariantes (juegos lógicos o se- estímulos descritos pueden ser de uno o de diferentes individuos, y que
mejantes) se incluyen como instancias de estás casos. Pero también lo pueden poseer diversos niveles de referencialidad.
son aquellos segmentos que producen y generan cambios no sólo en la A continuación analizaremos los diferentes casos que comprende la
propia conducta lingüística del individuo, sino en la de aquellos ot~os función sustitutiva no referencial. La.-lógica que ampara la clasificación
con los que interactúa convencionalmente, de modo que a las alteracio- de los diferentes casos está basada en las interrelaciones de respuestas
nes lingüísticas que suplementan la mediación sustitutiva no referencial con y/o sin historia de referencialidad como proceso de traducción.
deben añadirse los cambios en el comportamiento de los otros con res-
pecto al individuo, en la forma de circunstancias sociales transforma~as.
Por consiguiente, es de fundamental importancia no perder de vista La mediación referencial de respuestas referenciales
el hecho de que aun cuando la sustitución no referencial opera como un
proceso mediador autónomo de las contingencias situacionales concre- El primer caso de sustitución no referencial ocurre cuando una
tas en la medida en que incluye funcionalmente a los sistemas reactivos respuesta con referencialidad media la organización funcional de dos res-
y formas de interacción no desligadas totalmente de tal clase de contin- puestas diferentes con historia referencial. El caso puede esquematizar-
gencias, esta función interconductual afecta dichos sistemas de_ con- se así: Ra[Rn](Ra[Ry] +--+ Ra[Rxl). La referencialidad de Ry y
tingencias. Esta independencia conductual respecto de lo situac1onal, Rx no es simétrica respecto de la referencialidad de Rn, lo que significa
no anula Jo contrario, es decir, la dependencia de lo situacional respecto que la suplementación situacional de la respuesta mediadora es histórica
de los procesos lingüísticos no referenciales. Por esta razón no S?lo es y circunstancialmente diferente a las respuestas mediadas. Es importante
posible que el individuo vincule sus acciones convenc10nales con practicas subrayar que la referencialidad de un conjunto de respuestas no necesa-
' .
situacionales concretas sino que amplíe la funcionalidad de dichas prác-
ticas haciéndolas transituacionales y que, incluso, cree nuevas practicas
. riamente es equivalente, puesto que las contingencias que se establecen
socialmente en lo que respecta a este particular cubren una gran variedad
situacionales. de niveles y dimensiones normativas.
Las respuestas involucradas en un proceso de mediación sustitutiva La posibilidad de desligar Rn de las contingencias situacionales con-
no referencial pueden poseer diversos grados de funcionalidad referen- cretas en que media una relación de referencialidad, permite que Rn se
cial ya sea por su historia interactiva particular o por las interrelaciones vincule funcionalmente con R.x y Ry, al margen de las Gondiciones par-
en las que se ven incluidas. Pueden tener, a) historia directa de ref~- ticulares en las que estas respuestas se emiten también bajo circunstan-
rencialidad y por consiguiente, referencialidad inmediata; b) historia cias particulares. En este sentido, el individuo responde lingüísticamente
indirecta de ;eferencialidad, o. sea que sólo tendrán referencialidad me- a su propia conducta convencional, relacionando la funcionalidad de sus
diata por relación con otras respuestas y circunstancias tipo a) Y e) po- respuestas lingüísticas independientemente de sus historias y de contin-
tencialidad referencial como posibilidad de articulación sustitutiva, en gencias situacionales específicas. Esto no implica, por supuesto, que la
diversas etapas, con respuestas con referencialidad inmediata o mediata. mediación sustitutiva no referencial ocurra como un proceso arbitrario;
El paradigma puede ser representado de la siguiente manera: todo lo contrario. La posibilidad de que una respuesta (o conjunto de
respuestas) n, medie transituacionalmente las respuestas x, y, significa
Rya que la relación así establecida cubre propiedades de contingencia com-
prendidas situacionalmente, y que la característica misma de las relacio-
R.xa nes referenciales o no sustitutivas implicadas, impide que se articulen
funcionalmente.
Eno Rna Cuando un individuo resuelve problemas o actúa conceptualmente
con respecto a los eventos empíricos de la realidad, se manifiesten o no

214 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Descripción paradigmática 215


como contingencias situacionales concretas, la_ mediaci?n sustitut~va sin referencialidad. A diferencia del caso anterior, en este tipo de me-
no referencial tiene Jugar en la medida en que la interacc1on o~urre solo diación se dan dos condiciones particulares. En primer término, la res-
entre respuestas convencionales, y no entre respuestas convencionales y puesta Rn ope:a en un proceso de traducción de dos etapas; puesto que
no convencionales. De este modo, cuando un mdiv1duo resuelve un Rx y Ry no tienen equivalencia directa posible por carecer de contin-
problema concreto o se enfrenta conceptualmente a objetos y/o eventos gencias funcionales compartidas, Ry no posee historia de referencialidad.
particulares de la realidad, actúa sustitutivamente __e_n ~1 grado en que ~u En segundo término, aun cuando el conjunto reactivo Ry adquiere
conducta es funcional a sus propias respuestas hngmstlcas a dichos obje- funcionalidad por su traducibilidad al conjunto reactivo Rx, por medio
tos y/o eventos. Si interactuara directamente con los ?bjetos y/o eventos, de Rn, Ry, además de la suplementación diferencial inmediata y media-
se sometería a las contingencias situacionales inmediatas Y, P_or _ende, su ta que así obtiene, genera fuentes de suplementación adicionales intrín-
respuesta convencional, cuando menos parcialmente?, no sena mdepen- secas a su reorganización funcional como sistema reactivo, con respecto
diente de dichas contingencias ni de la suplementacion diferencial pro-- a las propias contingencias convencionales que las regulan y a sus posi-
curada por la conducta de otros individuos y por los efectos de su propia bles relaciones con otros sistemas R y "({.
interacción inmediata con las circunstancias. De este modo, un conjunto reactivo Ry adquiere referencialidad
Responder a la propia conducta lingüística o a la de ~tros en cuan_to directa; es decir, en la medida en que Ry puede ser convencionalmente
tal, permite al individuo desligarse de las contingencias sttua_c10nales 1,n- equivalente a Rx, obtiene funcionalidad para interactuar con los eventos
mediatas, y responder a dichas contingencias en forma mediata, en ter- y contingencias situacionales implicadas por la historia y la referenciali-
minos de las propiedades que los sistemas convencionales de re~pue~ta · dad de Rx Y Rn. Sin embargo, al mismo tiempo permite al individuo
permiten diferenciar y generalizar de los objetos y eventos transttuacio-- interactuar con dichos eventos al margen de sus contingencias situacio-
nalmente. Cuando una persona "soluciona problemas", "aplica Y forma nales, condición que genera formas nuevas de suplementación funcional
conceptos", 0 "piensa lingüísticamente", no responde a los eventos no existentes previan_iente, las cuales dependen de las características 'f-
concretos disposicional o potencialmente involucrados por las resp~es- de Ry. Como se vera en otros casos más adelante, Ry también se rela-
tas en interacción, sino que responde lingüísti_camente de manera _dife- cionará con otras fuentes de suplementación, en la medida en que pueda
rencial a las respuestas lingüísticas, propias o ajenas, que se dan a dichos operar como Rn, es decir, como conjunto reactivo mediador. Ilustrati-
eventos. va de este caso es la adquisición de sistemas lógicos y matemáticos para
Cuando la interacción implica la respuesta directa a eventos concre- denotar relaciones que se "describen" en lenguaje ordinario. La funcio-
tos inmediatos (y por consiguiente a las contingencias sit~aci?nales nalidad de dichos sistemas depende de la posibilidad de descubrir su
implicadas) se dan for¡nas de interacción "simbólica" no s~,stitutlv~, es relación funcional con el lenguaje ordinario, con base en descripciones
decir prelingüística. Estas ocurren en lo que se denomina pens~mien- de dichas relaciones por formas descriptivas en el propio lenguaje ordi-
to c~ncreto o confabulado" en el que el individuo no puede desligar su nario, lo que las hace correspondientes o "traduce" al sistema notacional
respuesta lingüística de las ;elaciones concre!as situacionales en las que no referencial.
-e presentan los eventos con los que interactua. En cambio, cuando un
1
ºindividuo agrupa objetos o eventos con respecto a " cases " o " re glas" ,
significa que está actuando transituacionalmente con los eventos Y, por La mediación referencial de respuestas
lo tanto, que dicha transituacionalidad está m~diada por el responder no referenciales
lingüísticamente a sus propias respuestas convenc10nales a dichos eventos.
Este caso puede representarse como Ro [Rn] (R¡;-[fy] <-------+
La mediación referencial de respuestas referenciales Ro[J&; ]), en donde los dos conjuntos mediados carecen de referenciali-
dad específica, y la adquieren, aun cuando no necesariamente, a un
y no referenciales'
doble nivel. Por un lado, los conjuntos reactivos Rx y Ry pueden tra-
Este caso puede representarse como Ro[Rn](Ro[Rx] - Ro[J{y]) ducirse funcionalmente a Rn, y por consiguiente, operar en relación con
en donde una respuesta con referencialidad media funcion~ln_ien te la re- las contingencias situacionales ligadas histórica y circunstancialmente a
lación de dos respuestas convencionales, una con referenciahdad Y otrn Rn. Por otro lado, Rx y Ry pueden traducirse uno al otro, es decir,
pueden ser usados como respuestas referenciales de sistemas no referen-
1 [R] y[~] denotarán referencialidad y no reforencialidad respectivamente. ciales, con lo que en este sentido se vuelven funcionalmente equivalentes

Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Descñpción paradigmática 217


216
a Rn. En este caso la traducibilidad de Rx a Ry no depende exclusiva- mente a un conjunto con historia referencial con otro que no tiene pro-
mente de Rn, sino de que las contingencias estructurales de R.x y Ry piedades referenciales directas. La mediación aquí descrita implica la
posean dimensiones de funcionalidad compatibles, ya sea en terminas combinación de casos anteriores. En primer término, Ro[Rn] puede
de sus propiedades relacionales o directamente por sus propiedades mediar relaciones en la medida, en que se traduce funcionalmente a un
morfológicas. conjunto reactivo referencial, lo que involucra procesos de traducción
Es conveniente señalar que los conjuntos reactivos Rx y Ry, tal bidireccionales que cubren los últimos tres casos aquí tratados. En
como ocurre en todos los casos de esta función no implican niveles de segundo Jugar, en este caso la relación de mediación, tal como en el caso
traducibilidad idénticas, es decir, que Ry puede ser traducido sólo como inmediatamente anterior, parte del conjunto p.,
lo que no sólo subraya
un componente de R.x y no como un equivalente global. Se ilustra este la autonomía funcional que poseen los sistemas reactivos convenciona-
caso cuando a través del lenguaje ordinario se pueden establecer corres- les en este nivel de interacción, sino también su articulación permanente
pondencias entre dos sistemas simbólicos descriptivos, como pueden ser con procesos de tránsito hacia contingencias situacionales. Finalmente,
dos maneras diferentes de representar gráficamente datos descritos en en este caso se presenta por vez primera la mediación de un conjunto
lenguaje ordinario. reactivo sin referencialidad directa por otro conjunto semejante. A esto
debe añadirse el número de relaciones de correspondencia funcional
La mediación no referencial de respuestas referenciales bidireccional que es_tablece la traducción de jl-R por J( La descripción
formal de las relac10nes entre un sistema simbólico y un conjunto de
Este caso puede representarse como Rz,-[_l<n](Ro[Ry] +---> Rz,-[Rxl), eventos referenciados lingüísticamente, ilustra este nivel de interacción
sustitutiva.
en donde los dos conjuntos mediados poseen referencialidad diferencial
específica, y la respuesta no referencial sustitutiva las relaciona en un
nuevo nivel de referencialidad posible.
De esta manera, no sólo se establecen automáticamente las relacio- La mediación no referencial de respuestas
nes de correspondencia funcional entre Rx y Rn y Ry y Rn, sino que Rx no referenciales
y Ry adquieren una funcionalidad referencial nueva adicional a x, y.
Obsérvese también que Rn adquiere la posibilidad de ser usado referen- Este caso puede ser descrito como Ro[}in](Ro[j&J +---+ Ro[Jlyl),
cialmente para describir no sólo los conjuntos reactivos x, y, sino las en donde los tres segmentos reactivos involucrados en la relación fun-
contingencias situacionales x, y a las que eran funcionalmente pertinen- cional carecen de propiedades referenciales directas. La interacción así
tes, así como las nuevas contingencias situacionales que la interrelación descrita representa el mayor nivel posible de complejidad y desligamien-
n (x, y) hace posible. Este proceso no sólo amplía el nivel y campo de to, en la medida en que se tienen conjuntos reactivos convencionales
referencialidad de los conjuntos reactivos convencionales disponibles, q_ue, sin tener historia relativa a contingencias situacionales, operan fun-
sino que además permite el establecimiento de nuevas contingencias si- c10nalmente con eventos y productos de los propios conjuntos reactivos
tuacionales para dichos conjuntos, por la acción de un sistema de res- y con su interdependencia, como si fueran elementos articulados por
puestas sin historia de referencialidad directa. Un ejemplo de este caso contingencias situacionales.
se ilustra con la posibilidad que da un sistema formal, como el que des- Este. proceso, además de los aspectos vinculados al número y direc-
cribe los procesos cibernéticos, para interactuar referencialmente de ciones de las relaciones de traducción involucradas, es importante por
manera distinta con los campos de eventos empíricos, tratados separa- tres motivos fundamentales. En primer término, implica responder con
damente por disciplinas como la biología y la psicología en sus descrip- respuestas no referenciales a eventos convencionales no referenciales
ciones en lenguaje ordinario. con las mismas características funcionales que el primer caso de est;
tipo de sustitución, es decir, aquel donde los tres elementos reactivos tie-
nen propiedades de referencialidad directa. El individuo interactúa con
La mediación no referencial de respuestas referenciales base en y con respecto a contingencias convencionales que carecen de
y no referenciales situacionalidad empírica directa, excepto la propia, y esto significa que
los productos del comportamiento sustitutivo adquieren el estatuto de
Este caso puede representarse como Rz,-[}{nl(Rz,-[){y] +---> Ro[Rxl), realidad objetizada, aun cuando como tales no posean "sustancialidad"
en donde una respuesta de naturaleza no referencial relaciona funcional- corpórea o parámetros fisicoquímicos inequívocos. En segundo térmi-

218 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial r.escripción paradigmática 219


no, implica que existe la posibilidad de interrelacionar los eventos situa- cial ocurre como interacción interconvencional y, por consiguiente,
cionales no convencionales con diversos niveles de acción sustitutiva no . como relación de respuestas no sometidas directamente a contingencias
referencial, en la medida en que este tipo de interacción se desarrolla situacionales inmediatas. Sin embargo, y dada la referencialidad de una
como un proceso inclusivo de conjuntos reactivos con historia referen- de sus etapas, aun cuando puedan darse diversos niveles de referenciali-
cial. Finalmente, este proceso plantea la posibilidad de que los reperto, dad para una misma R-E, la suplementación fundamental descansa en
rios referenciales y no referenciales situacionales interactúen, por su la traducibilidad de Rn (R.x ___,. Ry) a nuevas formas de referencia
articulación con formas de mediación que representan la posibilidad de y, por consiguiente de efectos suplementarios Eo y E¡. Esta traducibili-
desligamiento funcional con toda propiedad fisicoquímica del entorno dad no sólo depende de la referencialidad de las diversas R en términos
con propiedades impuestas convencionalmente a dichos eventos, aÍ de su correspondencia funcional por convención, sino de las relaciones
margen de toda historia previa de contacto, colectiva o individual. intra -y entre- reactivas que dicha convencionalidad norma. Por esta
La interrelación y superación de sistemas conceptuales en la filosofía, razón, Rn puede adquirir la función de mediador mediante nuevas for-
la ciencia y el arte son ilustración de este proceso. En él, las nuevas mas de correspondencia, debido a relaciones intrarreactivas o entrerreac-
relaciones conceptuales no sólo se establecen al margen del mundo em- tivas, al margen de su propia historia de referencialidad. Ello implica
pírico cotidiano, sino que "crean" o "construyen", en cierta medida, que la función de Rn puede ser dependiente de las respuestas x, y a las
ese mundo con el que interactuamos a veces inadvertidamente. Por que media, en la medida en que puede adquirir nuevas propiedades en
supuesto que los conjuntos reactivos convencionales no referenciales el hecho de mediar, surgfondo como parámetro pertinente la probabili-
aseguran una máxima transituacionalidad de la conducta, mayor aún dad de referenciación de Rn dependiente de su relación intra-conven-
que la que nuestras prácticas lingüísticas ordinarias podrían facilitar. cional con Rx, Ry.
Los parámetros de este caso son:

ANÁLISIS PARAMÉTRICO 1. Correspondencia intrarreactiva entre las morfologías convencio-


nales de Rn y Rx.
El análisis paramétrico de la función sustitutiva no referencial se 2. Correspondencia intrarreactiva entre las morfologías convencio-
fundamenta en las propiedades convencionales de los sistemas reactivos nales de Rn y Ry.
o de conjuntos reactivos diversos, así como en la posibilidad de respon- 3. Correspondencia entrerreactiva entre las morfologías conven-
der lingüísticamente a dichos conjuntos reactivos como eventos o rela- cionales de Rn y Rx.
ciones entre objetos. La diferencia con las otras funciones es el hecho 4. Correspondencia entrerreactiva entre las morfologías conven-
de que, en el caso de la sustitución no referencial, la interacción nunca cionales de Rn y Ry.
está sometida directamente a contingencias situacionales y, por ende, las 5. Correspondencia entrerreactiva entre las relaciones convencio-
respuestas mediadoras del individuo nunca generan efectos inmediatos nales de Rn y Ry.
en el ambiente -es decir, cambios fisicoquímicos o prácticas conduc- 6. Correspondencia entrerreactiva entre las relaciones convencio-
tuales-, que puedan afectarlas automáticamente. Dichas respuestas se nales de Rn y Rx.
ven afectadas indirectamente, por su tránsito, como respuestas compar- 7. Correspondencia referencial de Rx.
tidas por funciones distintas, en niveles de interacción situacional, ya
sea con respecto a los eventos o a la suplementación social articulada en a) J?e una etapa.
dichas interacciones. b) Unica, diversa.
c) Lingüística, no lingüística.

Parámetros de la mediación referencial de


respuestas referenciales
8. Correspondencia referencial de Ry.

Como ya se señaló, aun cuando los tres elementos funcionales impli- a) J?e una etapa.
cados en la interacción poseen historia referencial directa - o cuando b) Unica, diversa.
menos así ocurre con dos de ellas (R.x, Ry )-, la mediación no referen- c) Lingüística, no lingüística.

220 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Análisis paramétrico 221


Parámetros de la mediación· referencial de respuestas
9. Correspondencia referencial de Rn. referenciales y no referenciales

a) De una o de dos etapas. En este caso, dada la participación de una respuesta convencional
b) Diversa. sin referencialidad directa como elemento mediado (Ry), se añaden
c) Lingüística, no lingüística. algunos parámetros nuevos específicos. En primer Jugar, dada la perte-
nencia de Ry a un sistema reactivo que comprende sus propias formas
de condicionalidad, se agrega una dimensión suplementaria de naturale-
!O. Probabilidad de sup!ementación </>, O de Ry. za puramente convencional y definida por la (s) estructura(s) de relacio-
l l. Probabilidad de suplementación O, </J de Rx · nes del sistema reactivo en cuestión. En segundo lugar, se presenta un
proceso de traducción de las etapas, ya que Ry no tiene dimensión mor-
! 2. Probabilidad de suplementación O, í/> de Rn. fológica ni funcional de correspondencia directa con Rx. Esto implica
13. Probabilidad de suplementación O,</> de Rn dada Rn (Rx+->Ry) que Rn medie la relación Rx <---l- Ry, traduciendo Ry a relaciones
relativa a la de Rn · ,-¡. d Rn (Rx R ) del sistema referencial del que forma parte Rx. En este proceso de tra-
14 _ Probabilidad de suplementación O, y., de Rx da ª +-> Y ducción de dos etapas, en donde Rn describe a Ry en términos de R.x,
relativa a la de Rx • r!. Rn (Rx R ) tiene lugar la referenciación lingüística de un sistema lingüístico y sus
15 . Probabilidad de suplementación O, y., de Ry dada +-> Y relaciones con otro conjunto de respuestas referenciales de la misma
relativa a la de Ry • • R (R >Rx)
naturaleza, Éste constituye un parámetro importante (normalmente es-
Probabilidad de correspondencia referencial ;1 Y~ tudiado por la lógica moderna), que destaca la dependencia de todo
16
" dada relación intrarreactiva Rx, Ry, Rn: en dondepRx- f(Ry), sistema reactivo convencional no referencial, respecto de un sistema re-
pRy = f(Ry). . +---> ferencial que pueda mediar sus relaciones intrarreactivas y entrerreacti-
. Probabilidad de correspondencia referencial Rn (Ry _ fiRx) vas. Finalmente, al adquirir Ry referencialidad indirecta, se convierte
17 automáticamente en mediador de las relaciones entre Rx y Rn, o cual-
dada relación entrerreactiva Rx, Ry, Rn en donc\e P Rx - '(Ry
respecto Rn ); p Ry = f(Rx respecto Rn). • • quier otro conjunto reactivo referencial o no referencial. La traducción
de dos etapas es, además en sentido estricto, bidireccional.
18. Duración de Ex, Ey, Y E~. R E Si considerarnos las observaciones anteriores, los parámetros impli-
19. Intervalos Rx-Ex, Ry-¿,E n-E n. cados en este caso son los mismos que en la relación anterior, exceptuan-
20. Intervalos Ex-EY, En- , n- y. do los parámetros 8 y 10. Habría que agregar los siguientes parámetros:

La duración y los intervalos señalados en l~s par~_met'.os 18,_ 19 Y L Probabilidad de suplementación O de Ry.
20 en la medida en que son afectados por la dnnens10n v:~ual, V1su~l- 2. Probabilidad se suplementación O de Rn dada Rn (R.x+--->Ry).
't ·sual-acústica acústica-visual-motora de la r~lac1on ~-R, m- 3. Probabilidad de suplementación O de Rx dada Rn (Rx+---> Ry).
~~Y~ra,lav~eografía co~o función de la relación gráfica, fonética Y ges- 4. Probabilidad de suplementación O de Ry dada Rn (Rx-Ry),
~ual dne las respuestas y estímulos convencionales. En_ lo qu~ toca a l~s relativa a la de Ry.
relaciones intrarreactivas y entrerreactivas de corresponde:1c1a_ m~1;fo_lo- 5. Correspondencia referencial de Ry de dos etapas .
. a · stas se refieren a las estructuras estadísticas del estilo lmgmstico 6. Probabilidad de correspondencia referencial Ry (Ry+---+Rz),
~~n~i~erado desde el punto de vista de sus uni~~des, ~~g1'.1entos Y corres- dada Rn (Ry-R.x).
ondencia de segmentos (equivalencia o exclus1~n estihstic~ entre otros).
ias relaciones entrerreactivas de correspondencm_convenc1onal entre los
diversos elementos de la mediación no referencial (~n, _Ry, Rx •.. ), se Parámetros de la mediación referencial de respuestas
refieren a las normas que definen el estilo y, por cons1~mente, como en no referenciales
algunos casos de las relaciones morfológicas intrarreactivas, a ~as ~1vers;s
formas de traducibilidad que pueden te~er di~has r~glas, -~n termmos e Este caso representa un doble proceso de traducción, en la medida
relaciones de exclusión, equivalencias o identidad, mcluS1on, semeJanza, en que tanto Rx como Ry son respuestas sin referencialidad directa,
y orden o secuencia.
Análisis paramétrico 223
222 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial
que generan niveles de interrelación múltiples. !ln
no só_lo da referen. indirecta, es decir, que posea una historia como la descrita en los dos pri-
cialidad a Rx, sino también a Ry, y en esa medida permite que _ambas meros casos de esta función. En otras palabras, Rn debe haber sido
respuestas no referenciales se interrelacionen. La ~o~espondencia refe- previamente Rx o Ry en alguna otra forma de mediación sustitutiva no
rencial Rn (Rx- Ry) genera igualmente la posibiltda? de que Rx o referencial. Sólo en este sentido se puede hablar de mediación por res-
Ry sustituyan a Rn como mediador, ya sea ?e relac!ones ei:itre los puestas no referenciales. Se trata de no referencialidad directa, pero
mismos conjuntos reactivos -produciendo una mteracción eqmvalente debe quedar claro que de no haber algún grado de referencialidad no
a la del caso V: Ro[J{J(R0 [J{]I----, Ro[R]), o estableciendo la referen- podría darse ningún nivel de mediación sustitutiva. Como se verá en el
cialidad adquirida de Rx y/o Ry para nue~as traducc!ones de_una etapa último caso de esta función, el nivel de desligamiento mayor se presenta
de la respuesta alternativa- o para ser mediadores de mteracciones freno como R¡¡[J{n](J{o[Rx]<------>Ro[J{xl), pero en este caso Ro[:\ln] es len-
te a nuevas respuestas referenciales o no referenciales (Rz, Rt ... ). guaje referencial de lenguajes diferenteS"; es decir, es un conjunto reactivo
Además las nuevas correspondencias morfológicas Y referenciales entre capaz de mediar contingencias situacionales respecto a otros conjuntos
Rx y Ry, mediadas por Rn, establecen nuevas d~1;1ensiones de suple- reactivos como sistemas objetizados o comportamiento de un individuo.
mentación O para los diversos elementos de la relac10n. La propiedad no referencial de Rn amplía de manera notable el nú-
Con base en lo señalado, se deben omitir los parámetros 7, 8, 10 y mero de_ equivalencias funcionales, o de traducibilidad, de los conjuntos
11, y deben agregarse los siguientes: referenciales Rx y Ry, a la vez que modifica sus contingencias situacio-
nales. Al mismo tiempo, en la medida en que Rn se articula funcional-
J. Correspondencia intrarreactiva entre las morfologías convencio-
mente c::m Rx Y Ry, se vincula también con todos los conjuntos T, z
nales de Rx y Ry. referenciales, que pueden ser mediados por Rx y Ry cuando tienen la
2. Correspondencia entrerreactiva entre las morfologías conven- función de Rn.
cionales de Rx y Ry. Con base en lo anterior, los parámetros del primer caso son perti-
3. Correspondencia referencial de Rx de dos etapas. nentes para el que nos ocupa, mas deben agregarse como parámetros
4. Correspondencia referencial de Rl' de dos etapas. nuevos implicados, los siguientes:
5 Probabilidad de suplementación O de Ry.
6: Probabilidad de suplementación Q de Rx.
7 Probabilidad de suplementación O de Ry dado Rn (Rx+----'> Ry). l. Probabilidad de suplementación O de Rn.
8: Probabilidad de suplementación de Rx dada Rn (Rx+---+Ry).
9. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx(Rt+----'>Rz),
2. Probabilidad de sup!ementación (O, ¡;1) de Rn, dada Rn
(Rx<------> Ry ).
dada Rn (Rx-Ry). 3. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn, dada Rn
10. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rt+----'>Rz), (Rx<------> Ry ).
dado Rn (Rx+----'>Ry). 4. Probabilidad de suplementación de Rx, dada Rn (Rx<------>Ry)
J l. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rn+----'> Rx), relativa a Rx
dado Rn (Rx+----'> Ry ). 5. Probabilidad de suplementación O, !Z) de Ry, dada Rn
¡ 2. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx (Rn+----'> Ry), (Rx<------> Ry) relativa a Ry.
dada Rn (Rx<-----> Ry ). 6. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx(Rt, Rz ... ),
J3. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx (Rn y/o dada en Rn (Rx<------> Ry ).
Ry__,. Rt), dada Rn (Rx-<-----> Ry). 7. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rt, Rz ... ),
14. Probabilidad de correspondencia referencial de RY (Rn y/o dada Rn (Rx<------> Ry).
Rx--,.Rt), dada Rn (Rx+--'>Ry). 8. Probabilidad de correspondencia no referencial de Rx (Rt
9. Probabilidad de correspondencia no referencial de Ry (Rt'.
Parámetros de la mediación no referencial Rz ... ), dada Rn (Rx·-~Ry).
de respuestas referenciales 1O. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn (Rt, Rz ... ),
dada Rx (Rt-<----> Rz ), bajo Rn(Rx+-- ➔ Ry ).
Este caso requiere de que una respuesta Rn no referencial q:1e.me• 11. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn (Rt, Rz ... ).
die Ja interrelación de dos respuestas referenciales, posea referenciahdad dada Ry (Rt<------> Rz) bajo Rn (Rx<------> Ry).

224 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Análisis· paramétrico 225


Parámetros de la mediación 5. Probabilidad · de suplementación O, (/J de Rn, dada Rn
no referencial de respuestas referenciales (Rx+---+ Ry).
y no referenciales 6. Probabilidad de suplementación O, cjJ de Ry, dada Rn
(Rx+---+ Ry ).
Este caso representa un nivel singular en el desarrollo de la función 7. Probabilidad de suplementación O, cjJ de Rx, dada Rn
sustitutiva no referencial, pues otra respuesta no referencial media una (Rx+--> Ry).
respuesta no referencial. 8. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry, dada Rn
La mediación de y por respuestas no referenciales introduce dos (Rx+---+Ry).
nuevos grupos de parámetros: formas dominantes de suplementación 9. Probabilidad de correspondencia diferencial de Rx (Rt, Rz ... ),
convencional (0), y transiciones de tres o más etapas en el proceso de dada Rn (Rx+---+ Ry ). ....
traducción sustitutiva. 10. Probabilidad de correspondencia no referencial de Rx (Rt,
La suplementación convencional adquiere dominancia, en la medida Rz ... ), dada Rn (Rx+---+Ry).
en que tanto el conjunto reactivo mediador como uno de los conjuntos 11. Probabilidad de suplementación O, cjJ de Rx, dada Rn
mediados poseen propiedades de suplementación ligadas a sus contin- (Rx~-~ Ry) relativa a Rx.
gencias intra y entrerreactivas. De este modo, la referencialidad directa 12. Probabilidad de correspondencia no referencial de Rn (Rt,
de uno de los conjuntos, Rx, es articulada en un proceso de suplemen- Rz ... ), dada Rn (Rx+---+Ry).
tación no referencial. Este nivel de mediación permite, por consiguiente, 13 .. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn (Rt, Rz . .. ),
la funcionalidad de respuestas referenciales (en gran medida lenguaje dada Rn (Rx<--➔ Ry).
natural) al margen de cualquier tipo de efecto o cambios contingenciales 14. Probabilidad de correspondencia referencial de Ry (Rt, Rz ... ),
vinculados a circunstancias y /o eventos concretos inmediatos. Las con- dada Rn (Rx+---+Ry).
tingencias reguladoras de la mediación, incluyendo obviamente sus 15. Probabilidad de correspondencia no referencial Ry (Rt, Rz ... ),
componentes suplementarios, se vuelven predominantemente conven- dada Rn (Rx<---> Ry).
cionales, es decir, lingüísticas. 16. Probabilidad de correspondencia no referencial de Rx (Rn, Ry),
Por otra parte, en lo que toca al proceso de traducción, se ha men- dada Rn (Rx·+--➔ Ry). ·
cionado que éste opera en transiciones de tres o más etapas. Este pro- 17. Probabilidad de correspondencia no referencial de Ry (Rn, Rx),
ceso implica que Rn, la respuesta no referencial mediadora, en la medida dada Rn (Rx<---> Ry).
que ejerce tal funcionalidad, posee referencialidad indirecta. Está en
transición continua con respuestas referenciales permanentes en una
relación de traducibilidad. A su vez, Rn traduce a Ry, no referencial, a Parámetros de la mediación no referencial
de respuestas no referenciales
su propio sistema de contingencias y al conjunto reactivo referencial que
las sustenta suplementariamente en su interactividad con otros indivi-
duos y/o eventos. Traduce, igualmente, a Rx a las contingencias de Rn, Este caso incluye conjuntos reactivos no referenciales únicamente
y ello permite interrelacionar a Rx y Ry como un proceso bidireccional Sin embarg?, ?.ada la n~turaleza progresivamente inclusiva de los proce~
de traducción referencial no referencial. sos de med1ac10n exammados, esto no elimina los parámetros de corres-
Por tales razones, además de incluir los parámetros del primer caso, ponde~cia referencial y de suplementación O, cjJ que operan en el quinto
excepto el 1O, deben agregarse los siguientes parámetros pertinentes: caso, s1 se to_ma en consideración que Rn, la respuesta mediadora, debe
poseer propiedades de referencialidad indirecta. Por ello, todos los
parámetros del quinto caso, incluyendo los que son pertinentes a él en
l. Probabilidad de suplementación O de Rn. el primer caso, son funcionales, con excepción del parámetro 11 de los
2. Probabilidad de suplementación IT de Ry. casos primero Y cuarto. Además, deben considerarse los siguientes pará-
metros:
3. Probabilidad de suplementación O de Ry+-----+ Rx, dada Rn
(Ry+--+ Rx ). l. Probabilidad de suplementación O de Rx.
4. Probabilidad de correspondencia referencial de Rn, dada Rn 2. Correspondencia de la morfología convencional intrarreactiva de
(Rx+-➔ Ry). R.x y Ry.

226 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial


Análisis paramétrico 227
3. Correspondencia de la morfología convencional intrarreactiva de funciones causales. Ambas están bajo el control de relaciones externas
Rxy Ry. y, en este sentido, para Skinner el pensamiento no es más que conducta
4. Probabilidad de correspondencia referencial de Rx, dada Rn ante contingencias externas complejas. El pensamiento es conducta ope-
(Rx<---+ Ry ). rante que no puede identificarse con ninguna forma especial de acción;
es conducta operante "ante un ambiente extremadamente complejo".
En 1969, el análisis se centra en la solución de problemas y su rela-
Debe subrayarse, porque ello no es aparente en la me~a ~nunciación ción con la conducta gobernada por reglas. El proceso de solución de
de los parámetros, que todas las propi~d~des de referenc1ac1ón Y suple- problemas es enfocado como una situación de contingencias múltiples,
mentación o, f,j son, en este caso, cond1c1onales a respuestas no referen- en la que el propio individuo aporta condiciones de estímulo mediante
ciales. su responder. Este proceso implica fundamentalmente la "construcción"
de estímulos discriminativos, su trasmisión, la identificación de contin·
gencias y la interacción de conductas moldeadas por las contingencias
con conductas gobernadas por reglas. Las conductas moldeadas por
ANÁLISIS DE UN FENÓMENO
las contingencias son las que se diferencian y se adquieren bajo la acción
Examinaremos ahora la forma en que la teoría de la ~onducta con- directa de consecuencias específicas en una situación particular. En
temporánea se ha aproximado al problema del _comportamiento humano cambio, la conducta gobernada por reglas está bajo el control de estímu-
complejo, en particular el vinculado a la soluc1_ó!1. de pr~blemas Y la '.or- los discriminativos producidos por la propia conducta verbal o por las
mación de conceptos. De acuerdo con los análisis preVJamente re<:1i:za- acciones verbales o no verbales de otros individuos. Skinner (1969)
dos y considerando que nuestro planteamiento repres.inta una p_os1c1ón ilustra esta diferencia, señalando que:
crítica a partir de Ja teoría del condicionamie~to operante, considerare-
mos las formulaciones de Skinner sobre el particular. . .
Aun cuando el problema del pensamiento Y ~1 comportamiento lógi- " .. . nos referimos sólo a una conducta moldeada por las contingencias cuando de~
co y científico son analizados en Verbal Behavwr (1957), un con~epto cimos que un organismo se comporta de cierta manera con una determinada
posterior toma el papel clave para dar cuenta de las f?1;11as comple¡as de probabilidad, debido a que la conducta ha sido seguida en el pasado por una
comportamiento englobadas bajo el rubro de (ª cogmc1ón. Este concep- clase determinada de consecuencias. Nos referimos a conducta bajo el control
de estímulos previos que especifican contingencias, cuando decimos si un orga-
to es el de conducta gobernada por regla~ (Skmner, 1969). Au~ cuando nismo se comporta de determinada manera porque espera que siga una conse-
ambos tratamientos no difieren sustancialmen!e, la f?rm~lación de la cuencia similar en e/futuro." (Pág. 147.)
conducta gobernada por reglas representa una sistema!izació_n de los pa-
peles asignados al control discriminativo y a las contingencias de refor-
zamiento. ¡ · En este análisis, las respuestas, convencionales o no, carecen de im·
En el análisis efectuado en Verbal Behavior, la conducta ógic~ portancia, son insustanciales. Destacan las contingencias como sistemas
y científica se caracteriza por tres aspectos fundamentales: 1.. 1~ ~gud1- que pueden incluir a una comunidad verbal y a una lengua, y las reglas
zación del control de estímulos sobre los tactos; 2. la restnccion del derivadas de las contingencias, como injunciones (mandos) o descripcio-
control de estímulos en los repertorios intraverbales, Y 3. la "construc- nes (tactos), que especifican las ocasiones (Eº), las respuestas y las con-
ción" 0 "creación" de nuevas respuestas verbale_s. En lo que toca al secuencias (ER ). En la medida en que estas reglas trascienden a las
problema del pensamiento, destaca que el pensamiento es conducta ver- contingencias "naturales" y a las respuestas por ellas moldeadas, consti-
bal O no verbal cubierta o manifiesta. A fin de subrayar que el pensa· tuyen estímulos verbales más o menos permanentes; corresponden a Jo
miento no es u~ proceso de dos etapas -una cubierta Ypreferenteme~te que socialmente se denomina "conocimiento". Este análisis excluye a
verbal, que causa a una segunda manifiesta y verbal o no verbal_-, Skm- las respuestas del individuo como factor crítico en la interacción, y hace
ner considera que el hecho de que puedan darse forma~ ~ub1ertas de descansar las propiedades distintivas de la conducta compleja en los ele-
respuesta se debe a las contingencias que prevalecen (pumtivas o de ex- mentos de estímulo. Así, por ejemplo, al examinar los conceptos, plan-
tinción) 0 a la naturaleza misma del sistema de re~puesta (como _en el tea que los estímulos que poseen ciertas propiedades por acción de las
ver), pero que dichas respuestas cubiertas están regidas por lo~ m_1smos contingencias que operan al responder a ellas, evocan una conducta di-
principios que las observables y, por consiguiente, no debe atnbmrseles ferente de aquellos estímulos que carecen de dichas propiedades. La

228 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Análisis de un fenómeno 229


propiedad definitoria se "extrae" de las contingencias, nombrándola reglas como "sustitutos" de las contingencias, 2. la dificultad empírica
como regla: de distinguir formas de control discriminativo vinculadas a contingencias
directas, así como las que están sometidas a un proceso diferido y 3. la
inconsistencia lógica que implica plantear el establecimiento de un con-
la regla establece que una respuesta será reforzada en la presencia
trol discriminativo que se sobrepone a contingencias directas competi-
d~ un estímulo con esa propiedad (pág. 162). tivas presentes con base en la "experiencia" de reforzamiento futuro.
Esta cuestión comparte las mismas dificultades conceptuales que el
Sin una posible expos1c1on a las contii:i-gendas, s~, evoca co~du~ta análisis de Skinner sobre el control antecedente de respuestas verbales
ante los estímulos que tienen dicha propiedad. El . co?cepto , dice como el tacto, las textuales y otras.
Skinner, está "en el estímulo" como propiedad defimtona en una ~on- Skinner está en lo cierto al afirmaf que no hay nada en especial en
.
tmgencia, · y se le nombra O especifica en una regla acerca de dicha la respuesta como tal que la caracterice como conducta de pensar o re-
contingencia. . • solver problemas. Para él, las relaciones de contingencia definen si se
·Qué problemas presenta este planteam1en_to del c?~portam1ento trata o no de una conducta de este tipo. Así, si las contingencias del
h umanob pieJ'o? Revisaremos algunas cuestiones criticas: 1. la re- entorno son complejas, la conducta es compleja. Sin embargo, en un
com · d' · · t' 2 ¡
ducción del proceso complejo a formas de contr~l 1Scr~ma 1~0, . a proceso conductual, es engañoso pretender analizar la complejidad de
'd t'f' 'ón del proceso complejo con las contmgencias ambientales, las contingencias al margen de su interacción y condicionalidad con el
1 en 1 1cac1 . 'd d f · 1 3 ¡ f lt
marginando la respuesta de toda responsab1h a 1:~c10na , .. ~ a a responder del organismo.
de prec1s10 · ., n para describir el proceso de construcc1on Y trasm1S1ón. de Como se ha señalado a lo largo de esta obra, la forma en que se ar-
. .. , • 4 ¡ celac '
estímulos como un hecho estrictamente 1mgu1stico Y . ~ can 10n ticula el responder del organismo con las relaciones condicionales de los
de fuen t es d e suplementación de Ja conducta . (consecuencias)
. que sean eventos en el ambiente es precisamente lo que configura, cuando menos
intrínsecas a las reglas como sistemas de contmgencias. parcialmente, la complejidad del campo de contingencias. Sin embargo,
La conducta gobernada por reglas se da como u~ proc~so que con- es necesario señalar que, dada la naturaleza de los procesos sustituti-
ducta moldeada por las contmgencias. En esta
trastacone¡ d e 1a Con . t 1 e vos, lo que constituye la "extracción de reglas" no puede ser considerado
última el comportamiento se ve afectado d1rectamen. ~ por as cons • solamente como una nueva descripción de relaciones y condicionalida-
uenci~s las condiciones circunstanciales de su o1:erac1on_; es decir, por des dadas ya existentes. De hecho, y como se ha planteado en el análi-
~us cond~ciones discriminativas. Las c_onsecu_encias particulares, y {~ . sis de los procesos sustitutivos, el responder del individuo es un elemento
·, en que siguen a la conducta, diferencian, en un proceso con 1- crítico no sólo en la mediación de las contingencias existentes, sino
~~:1~~ topografía, intensidad, geografía y duración, a la vez qu~ deter- también en la transformación y el establecimient, de nuevas relaciones.
min~n dadas las condiciones motivacionales del caso, la probabilidad d~ Por ello consideramos ingenuo suponer que la conducta compleja no
'
su ocurrencia u
· f tura • En cambio ' la conducta
. .
gobernada por reglas esta
d · · posee ciertas propiedades particulares distintivas. Se puede estar de
b · 1 control no de las contingencias directas que pro uc1na como
e:~~ti dicho c~mportamiento, sino de la acción discrimin~tiva _de otra
· d la observación de la conducta de otro md1V1duo so-
acuerdo en que dichas propiedades no se refieren necesariamente a su
observabilidad o a su topografía, pero se tiene que discrepar cuando se
conducta, es decir, e 'f' ., b 1 de soslaya el proceso de interacción, haciéndolo descansar puramente en
f d a una contingencia directa, o a la espec1 1cac10n ver a . las relaciones exteriores al individuo. La complejidad de las contingen-
:~~a ~ontingencia por otro o por el mismo individuo; ~s con?uct_a baJo cias ambientales es condicional a la complejidad reactiva del individuo
un control discriminativo establecido al margen de contingencias directas frente a ellas.
en la historia del individuo. . ¡ El problema de la construcción y trasmisión de los estímulos dis-
A n cuando se puede coincidir con la observación ?e qu~ en. a criminativos está correlacionado con esta insuficiencia conceptual. Este
"conduucta gobernada por reglas", el individuo no actúa baJo_ la s1tua~:o· proceso puede tener una doble acepción. La primera, como un proceso
J'dad directa de los factores del estímulo y la respuesta en mteracc10n, automático derivado de la producción de vestigios permanentes de la
~: ~lantean tres problemas, a nuestro modo de ver insalvables_ desd~ 1~ conducta y de la capacidad reactiva del mismo organismo, o de otros or-
erspectiva conceptual del condicionamiento operante: 1. la 1mpos1?1• ganismos a dichos vestigios conductuales. La segunda, como un proceso
iidad de abordar cómo se generan las regias, que es el pw~eso propia· no automático en el que las opciones de respuesta para el individuo son
mente "cognoscitivo". sin limitar el problema al segmm1ento de las múltiples y, por consiguiente, el nivel de intermediación conductual que

230 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Análisis de un fenómeno 231


representan es de mayor variabilidad e independencia funcional frente a procesos suplementarios son, en gran proporción, intrínsecos a los siste-
las circunstancias presentes. mas de contingencias convencionales; así, el lógico es suplementado por
La primera acepción no satisface los requerimientos que el concepto su quehacer dentro de un sistema preestablecido de relaciones, como Jo
de conducta gobernada por reglas prescribe como descripción de la es el escritor o el músico. Discrepamos del supuesto de que el escritor
conducta compleja cuando menos. Un proceso automático no permiti- o el músico escriban para una audiencia distante que les procura las
ría distinguir entre el control "discriminativo" ejercido por vestigios fuentes de "reforzamiento", y tampoco estamos de acuerdo en suponer
conductuales que tienen lugar en los patrones más o menos estereotipados que las personas se comportan con base en reglas siempre controladas
de los organismos no humanos, y el proceso de intermediación estimula- por '.actores extrínsecos al seguimiento de dichas reglas. ¿Cómo podría
tivo característico de los fenómenos lingüísticos. La segunda acepción explicarse entonces el influjo poderoso de la ideología la religión los
implica necesariamente que los estímulos construidos y trasmitidos de- principios civiles y otros aspectos sobfé-el comportamie~to humano?
penden, en cierta medida, de la naturaleza convencional del individuo
que así actúa y que, por ende, son relativamente autónomos de las con-
tingencias situacionales inmediatas. Este proceso, que se ha descrito
como una forma de mediación sustitutiva, no puede representarse, sin
ser distorsionado, como una mera sucesión de estímulos discriminativos
producidos directamente por la respuesta del individuo; requiere ser
analizado en términos de los procesos de referenciación y traducción
previamente examinados, subrayando especialmente su naturaleza epi-
sódica y lingüística. De este modo, la postulación de estímulos "discri-
minativos" construidos y trasmitidos no pasa de ser un recurso teórico
ad-hoc sin ningún sustento empírico ni conceptual. La "conducta go-
bernada por reglas" requiere de un análisis que incluya tanto la natura-
leza de la "regla" como la acción de producirla y de seguirla.
Finalmente, el no reconocimiento de las particularidades funciona-
les que los sistemas de contingencias convencionales poseen, lleva a
plantear que todas las formas de suplementación deben restringirse a las
limitaciones que el concepto de reforzamiento impone. Si se parte de
la premisa de que el concepto de reforzamiento, como se ha examinado
previamente, es inadecuado para analizar interacciones conductuales
que rebasan un enfoque atomista, puntual y causal, el hecho empírico
descrito por dicho concepto, los efectos de la conducta y su funcionali-
dad futura como factor disposicional histórico, pueden ser considerados
como un proceso de suplementación.
La suplementación es un proceso de alteración y producción de
nuevas relaciones de contingencia entre los elementos del entorno a los
que es reactivo el individuo. En las formas de comportamiento comple-
jo que se intentan describir bajo el concepto de "conducta gobernada por
reglas", las contingencias situacionales inmediatas no son, en la mayoría
de los casos, las variables de mayor peso, sino que el proceso descansa
en las contingencias construidas en y por los sistemas convencionales de
respuesta. Si bien éstas pueden en ocasiones constituir mediadores en
tiempo de contingencias situacionales presentes o ausentes, por lo común
son en sí mismas las depositarias del proceso de suplementación. Esto
significa que en las formas de comportamiento humano complejo, los

232 Cap. 9. La función sustitutiva no referencial Análisis de un fenómeno 233


10
La tecnología
de la conducta:
consideraciones teóricas
respecto a la psicología aplicada

En los capítulos precedentes hemos presentado un sistema psicoló-


gico que nos ha permitido describir y organizar diferentes formas de
relación entre un organismo y su entorno. Para ello, separamos a los
eventos psicológicos en diversos elementos y analizamos su naturaleza
y la forma en que se interrelacionan con otros elementos. Esta estrate-
gia parece inevitable si consideramos que la ciencia no pretende repro-
ducir (lo cual resulta prácticamente imposible) los múltiples aspectos y
transformaciones propias de los eventos incluidos en su objeto de estu-
dio, sino representar, de una manera simple y general, algunos de sua
rasgos fundamentales.
Como es lógico, dicha representación es resultado de un proceso de
selección (Y, por tanto, de abstracción) de eventos y procesos. En su
sentido más primitivo, la ciencia está íntimamente vinculada con los
hechos de la vida cotidiana, pero a medida que genera, desarrolla y refi-
na sus métodos, instrumentos y bagaje conceptual, sus productos dejan
de corresponderse con las concepciones populares, y parecen ser inacce-
sibles a la actividad práctica.
Por esta razón, la selección de eventos que presupone la elaboración
de un sistema científico, no corresponde con la que está implícita en los
lenguajes naturales, ni con las concepciones elaboradas con su ayuda.
Esta situación resulta paradójica sólo si se olvida que la realidad es sus-
ceptible de ser representada de múltiples formas, cada una de las cuales
puede ser compatible con un campo de actividad práctica. Las espec-
taculares transformaciones de la realidad que se han producido en nuestro
siglo, como consecuencia de diversos desarrollos científicos; nos propor-
cionan un testimonio irrefutable de la estrecha relación que guarda el
pensamiento científico con la esfera de lo real.

235
ples consecuencias. En primer término, la elaboración de un sistema
Sin embargo, el impacto producido por las ciencias sobre la activi- se basa en criterios que no necesariamente incluyen a los elementos
dad práctica (y, por tanto, la estrategia para abordar el problema ~e lo que resultan "pertinentes" para la descripción de eventos con los que se
real) no puede ser reducida a un enunciado general, puesto que existen requiere tratar en situaciones "prácticas". Esto es evidente si considera-
diferencias significativas entre los logros obtenidos por ingenierías Y mos que en éste último caso el psicólogo no está interesado en la elabo-
tecnologías derivadas de diferentes disciplinas científicas. En este capí- ración de un sistema general que describa la regularidad en el acontecer
tulo nos proponemos abordar el estudio del quehacer psicológico en lo
de los eventos, sino en la transformación de interacciones que, en senti-
relativo a la solución de problemas prácticos. Con objeto de esclarecer do estricto, deben ser consideradas en su aspecto único, irreemplazable
la naturaleza y las características fundamentales de dicha actividad, ini- e irrepetible.
ciaremos nuestro estudio comparándola con la realizada en la elaboración En efecto, la actividad aplicada no. puede partir exclusivamente de
de una empresa científica. los rasgos comunes a diversos eventos, puesto que las diferencias que
inevitablemente presenta cada uno de ellos les otorga su significado pleno.
En su aspecto más radical, esta situación nos conduce a la cuestión de si
CIENCIA Y APLICACIÓN en el campo de la psicología es posible constituir una disciplina científi-
ca que pueda servir como base para construir diversas ingenierías y áreas
En su afán por obtener una representación de una parte de la realidad, aplicadas. Desde esta perspectiva, el problema consiste en saber si es
la actividad científica acude inevitablemente a la selección Y al análisis posible formular el camino que nos lleve de lo abstracto a lo concreto,
de elementos. Evidentemente, esta labor puede ser realizada apropiada- de tal manera que la experiencia obtenida en el dominio limitado de
mente sólo si durante el proceso de selección del material básico se eli- una ciencia pueda extenderse a otros eventos en situaciones diferentes.
minan aquellos rasgos de los eventos que los identifican como únic_os e En otras palabras, la experiencia científica puede plasmarse en enun-
irrepetibles. Ello se debe a que la visión del mundo que nos proporciona ciados generales gracias a que aborda los eventos como si fueran a la vez,
el pensamiento científico es, por naturaleza, abstracta y general. E? sustitutos de y reemplazables por otros eventos. Pero resulta que dicha
efecto una elaboración teórica referida a eventos singulares quedana experiencia debe ser aplicada a problemas que son únicos, en tanto que
agotada en el acto mismo de su generación, se encontraría estrechamente los diferentes elementos de un campo psicológico deben ser considerados
vinculada con el objeto particular al que tomó por contenido, Y equival- con toda su riqueza y profundidad. ¿Puede haber, en estos términos,
dri'a , en fin , a la constitución de una experiencia que, independiente- una verdadera psicología aplicada?
mente de su rigor y profundidad, sería efímera e intransferible (lo que, Una estrategia inicial que podemos emplear para solucionar el pro-
por otra parte, puede ser enteramente legítimo en otras esferas de la blema que nos hemos planteado, consiste en preguntarnos si en realidad
actividad humana). es posible hablar significativamente de una psicología práctica sin supo-
El orden entendido como una cierta regularidad en el acontecer de ner, al mismo tiempo, alguna noción de regularidad. En efecto, el
los eventos ~ólo es posible dentro del universo de lo general Y abstrac- "pragmatismo" prevaleciente en algunas áreas de la actividad del psicó-
to puesto que sólo aquello que es conceptualizado genéricamente pue- 1 logo ha sido insuficiente en lo que se refiere al logro de transformaciones
d; ocurrir de manera regular. En este sentido, y como corolario de lo sist~máticas y duraderas. Ello se debe, en gran medida, a que no es
anterior podemos sostener que la actividad científica se interesa en los posible formular adecu~damente un problema sin antes haber compren-
eventos' sólo en tanto que comparten una semejanza funcional con dido su desarrollo y estructura psicológicos. Indudablemente, esta
otros eventos; es decir, sólo porque pertenecen a una clase de eventos, 1
¡ comprensión parte de la suposición de la existencia de alguna forma de
que es formada e identificada por alguna característica que, relacionada regularidad. Esto significa que un problema psicológico debe ser formu-
con las características pertenecientes a otras clases de eventos, nos pro- lado de tal manera que sus características puedan ser significativamente
porciona una visión ordenada de la realidad. Desde el punto de vista de vinculables a las características de otros elementos del campo psicoló-
la ciencia un evento es importante porque puede ser sustituido por gico al que pertenecen. A su vez, el conocimiento de la estructura de
otros eve~tos y porque, simultáneamente, puede ser el sustituto de otros un campo psicológico permite, indudablemente, tener mayor claridad
eventos. . . . ,, en cuanto a la forma de planear, ejecutar y evaluar una intervención. En
No obstante lo anterior, aunque esta "eqmvalencia func10nal per- este sentido, podemos sostener que los eventos de los que se ocupa el
mite el ordenamiento de cierto conjunto de eventos, que de otra manera psicólogo práctico no son productos azarosos o caprichosos, sino que
aparecerían como caóticos, no es posible dejar de considerar sus múlti-
Ciencia y aplicación 237
236 Cap. 10. La tecnología de la conducta
han sido conformados, evolutiva y estructuralmente, de acuerdo con los sidad de efectuar un cambio psicológico no necesariamente se basa en la
mismos principios que los eventos psicológicos estudiados por el psicó- d~sviación d~ una ?~uta ~e comportamiento compartido por otros orga-
logo dedicado a la elaboración de un sistema científico. nismos. La creat1V1dad , por eJemplo, incluye diversas formas de acti-
De acuerdo con lo anterior podemos derivar dos consecuencias im- vidad con _resultados excepcionales que, evidentemente, no requiere de
portantes respecto de las características y el sentido de la psicología un tratan:iento psicológico cuando se expresa en formas artísticas cul-
práctica. En primer término, cabe mencionar que la solución de un pro- turales, científicas o religiosas. En este sentido, la psicología prá~tica
blema psicológico no es incompatible con la descripción Y explicación ab~rda_ los problemas desde una perspectiva que supone la actividad en
de su estructura y desarrollo. Aún más, la potencialidad para transfor- el ambito de l? concreto como única, y probablemente, irreproducible.
mar un campo psicológico está inevitablemente vinculada a la extensión ¿Có_mo es posible, entonces, conciliar la regularidad necesaria en el tra-
y profundidad de nuestro conocimiento acerca de él. Esta afirmación tam1ent~ de un problema práctico CO!l su naturaleza única y exclusiva?
es obvia si se recuerda que la explicación de un evento psicológico con- . Debido a que la pregunta que nos hemos formulado implica la con-
siste, precisamente, en la descripción de la forma en que los diversos ele- sideración de múltiples dimensiones, podemos distinguir diversos niveles
mentos constituyentes de un campo se vinculan con el resto de los d_esde los que puede ser abordada. En un primer nivel es necesario dis-
elementos. Esto significa que la definición de un problema sólo puede tinguir entre el "orden" como carácter común al aco~tecer de diversos
obtenerse de manera satisfactoria si se determinan los diversos vínculos eventos, del concepto de "orden" referido a la conexión coherente de
que guarda una forma de actividad del organismo con los factores situa- los factores psicológico_s dentro. de la estructura de un campo y durante
cionales y de estimulación que lo rodean. su desarrollo. En el pnmer caso, el evento psicológico se considera en
Esta concepción de la psicología práctica se contrapone, de manera c;1anto .ª su. pertenencia a una clase (característica específica de la acti-
evidente con la tendencia de abordar un problema desde la única pers- vidad c1entl!Jca); en el segundo, la "ordenación" de los eventos se for-
pectiva de la actividad del organis~o. La rotul,~ci~n. de ~n;~s de .espe- ma en función de la conformación de un evento y su vinculación con
cialización como "tabaquismo", 'autocontrol , d1slex1a , e!cetera, otros eventos durante_ ~~ desarrollo. Dicho desarrollo puede implicar
demuestra, por tanto, una .deficiente concepción de los fenomenos alguna fonna de repet1c10n, pero la coherencia del proceso no sólo pue-
psicológicos y, como consecuencia de ello, los métodos que son emplea- ~e e~aluarse en tales términos. El paso de un estado o estructura a otro
dos para transformarlos son limitados, tem,porales_ y ~rec~entement~ lillphca una forma de desarrollo coherente y, en consecuencia, regular,
arbitrarios. En términos generales, la confus10n del termino respuesta d_e un evento, pero no una clase definida con base en la repetición con-
con el de "función de respuesta" ( es decir, el de la actividad del organis- sistente de una propiedad. De acuerdo con esto, la noción de orden
mo con la forma en que dicha actividad se inserta en un campo) es uno debe ser separada de la frecuencia con que acontecen instancias de una
de los factores que ha conducido a la simplificación estéril de las prácti- clas_e de eventos. En consecuencia, desde esta perspectiva particular, es
cas psicológicas en esta área. posible reconocer una regularidad en el acontecer de eventos únicos.
En las secciones anteriores hemos formulado algunas cuestiones con-
cernientes a la psicología práctica, desde la perspectiva de su relación con
DIMENSIONES PSICOLÓGICAS EN LOS la psicología básica. Dicho análisis debe extenderse a su ubicación den-
PROBLEMAS PRÁCTICOS tro del contexto general de las ciencias. De hecho, la actividad concre-
ta de los hombres en la vida cotidiana se ve afectada por múltiples
Hasta aquí hemos destacado dos aspectos. es~nciales de_ los ev_ent?s a factores, de los cuales no nos hemos ocupado de manera explícita hasta
los que tiene que enfrentarse el psicólogo practico. En pnmer termino, el momento. Esto se debe a que el nivel de análisis que hemos adopta-
hemos mencionado que dichos eventos difieren de los abordados por el d~ se o~upa ~e los eventos únicamente desde la perspectiva de la disci-
psicólogo experimental en que, para éste, un evento es significativo en phna psicológica.
tanto le permite formar o apoyar un conjunto de enunciados que pueden Este análisis no significa, sin embargo, que los factores tradicional-
aplicarse a otros elementos que comparten cierto tipo de propiedades mente c?nsiderados co_mo "culturales", "sociales" y "biológicos" no
con él. . de_sem?~nen ~n papel 1_mportante en la conformación de los eventos
En lo que respecta a los eventos aplicados, por el contrario, el cnte- ps1colog1cos,. s'.no que dichos procesos deben ser considerados en tanto
rio relevante es independiente de su semejanza o su diferencia con otros factores p~rt_1c1pantes en el desarrollo y la conformación de las activida-
eventos, puesto que el sistema normativo según el cual se decide la nece- des ps1colog1cas. Como mencionamos en el capítulo 4, la psicología

238 Cap. 10. La tecnología de la conducta


Dimensiones psicológicas 239
debe ocuparse de los procesos culturales sólo en cuanto contribuyen a conforman la vida cotidiana. En el presente caso, dicha congruencia se
la conformación de un campo psicológico, y no como objetos de estudio manifiesta en términos de la estrategia o método teórico que hemos for-
independientes o sustitutos de la actividad psicológica. Cabe mencionar mulado.
que los grandes fracasos que se han producido al tratar de reducir los Para abordar los diferentes problemas "de naturaleza práctica" que
problemas aplicados a dicotomías simplistas como "idealis1:10 Y 1:1ate- Je corresponden al psicólogo aplicado, no es necesario elaborar un& teo-
rialismo" son el resultado de análisis lineales basados en cons1derac1ones ría psicológica con presupuestos y elementos diferentes, sino desarrollar
ajenas a la' formulación y solución de problemas espec1'fi1cos. los enunciados generales en los que nos hemos basado, y aplicarlos a
Del análisis anterior se desprende que el estudio Y la transformación situaciones, problemas y organismos que se caracterizan por su particu-
de los eventos aplicados deben partir de una síntesis de la enorme diver- laridad. En la siguiente sección enunciaremos algunos de los factores
sidad de factores que intervienen en su conformación y desarrollo. Esta responsables de la unicidad de los problemas aplicados, así como la for-
síntesis debe ser realizada desde una perspectiva que respete los diferen- ma en que pueden ser abordados desde la perspectiva que hemos emplea-
tes niveles en que se puede estudiar la realidad. Con esto queremos in-. do en la formulación del sistema.
dicar que la complejidad de los fenómenos de que se ocupa la actividad
del psicólogo aplicado debe conducirle a tomar en consideración los
diversos elementos participantes. Precisamente en esta labor de síntesis LA UNIDAD DE LAS SITUACIONES
se pueden reconocer las características únicas de la actividad en que se PSICOLÓGICAS CONCRETAS
ocupa el psicólogo aplicado.
En efecto, la individuación de un evento sólo puede realizarse me- En primer término, la historia del organismo con los diferentes obje-
diante la coordinación de diversas clases de eventos; es decir, un proceso tos y/ o eventos que integren un campo psicológico conforma, de manera
o evento se muestra en su individualidad única e intransferible sólo en gradual e inequívoca, una estructura única e irrepetible de actividad
tanto se especifiquen todas sus características, cada una de las cuales psicológica. Es decir, la historia de interacción de un organismo con di-
pertenece a una clase de eventos que puede ser estudiada y analizada en ferentes objetos, eventos y procesos debe ser considerada como algo
forma ordenada y sistemática por la disciplina básica. Es decir, un even- único e intransferible, puesto que ningún otro organismo pudo haber te-
to es único e irrepetible en la medida en que todas sus características no nido una historia semejante. Sin embargo, en cualquier caso, la historia
son compartidas por otros eventos, pero cada una de ellas resulta sus- debe ser interpretada a partir de la forma en que las interacciones pasa-
ceptible de análisis (lo que supone su pertenencia a una clase) mediante das de un organismo interfieren o posibilitan una interacción presente.
los métodos y procedimientos que hemos empleado en el estudio de las Dicha participación (disposicional) de la historia en la conformación
funciones que conforman nuestro sistema. de las diversas interacciones psicológicas es común, en este sentido, a
En consecuencia, concebimos la actividad del psicólogo aplicado todas las interacciones, aunque su forma particular (en términos de su
como una forma de síntesis de los estudios y las investigaciones realiza- inmersión en un campo concreto) requiera de su cualificación en diver-
das por el psicólogo básico. Esto no excluye, sin embargo, la necesidad sos grados de complejidad. En efecto, el sistema que hemos presentado,
de que el psicólogo aplicado, como investigador de la individuación de ha sido formulado de tal manera que permite el paso de lo abstracto a
situaciones, genere su propio sistema conceptual, y elabore y desarrolle lo concreto, puesto que sus categorías no excluyen la diversificación de
diversos métodos y herramientas en el estudio y tratamiento de los pro- los elementos, sino por el contrario, permiten su agrupación coherente
blemas a los que se enfrenta. y sistemática.
De acuerdo con lo anterior, una actividad es aplicada (y por tanto, En este punto es importante referú;se a los múltiples casos de eclec-
diferente a la actividad que exclusivamente es práctica) sólo cuando rea- ticismo que se producen como consecuencia de que los sistemas no
liza en su descripción, explicación y transformación de los ev~n_tos contemplan los eventos en sus múltiples posibilidades. En efecto, el
psicológicos, una síntesis de los análisis realizados por la disciplina b_as1ca. eclecticismo sólo puede ser concebido en los casos en que un sistema
Esto implica una perspectiva de la psicología práctica que no_ solo ~s parte de una visión unilateral de los eventos, puesto que "tomar lo mejor
compatible, sino que está estrechamente vinculada con la ps1colog1a de cada uno" implica subrayar lo peor de todos. Esto significa que la sín-
básica. En efecto la congruencia de una posición debe probarse en la tesis de la que necesariamente debe partir la psicología aplicada no su-
' establecer entre el producto del quehacer bas1co , '.
relación que permite pone una aglutinación arbitraria o caótica de problemas, métodos y
con sus diferentes posibilidades prácticas en el plano de los eventos que soluciones, sino una elaboración de lo abstracto (que es derivado del

240 Cap. 10. La tecnología de la conducta La unidad de las situaciones psicológicas 241
trabajo de investigación analítico), que permita la especificación y el tra- por resultado, de una manera casi inevitable, la atribución arbitraria de
tamiento sistemático de lo concreto. . "poder~s",."facultades" y "entidades", cuya función ,es sustituir la ac-
En estrecha relación con los factores de naturaleza histórica se en- ción desempeñada por instancias reales y concretas. Este es el caso de
cuentran los diversos elementos que hemos agrupado bajo el nombre de los llamados constructos hipotéticos y de las variables intervinientes que
"factores disposicionales coetáneos" a la interacción, ya que incluyen a hemos discutido en ocasión del estudió' de los problemas epistemológi-
los diversos elementos que comparten la característica de facilitar o in- cos y metodológicos.
terferir con la formación de ciertas estructuras psicológicas del organis- Una evaluación más clara del papel desempeñado por los factores de
mo con su medio. Como indicamos en los primeros capítulos, dichos naturaleza orgánica, nos la permite el análisis de los elementos de tipo
factores pueden ser de naturaleza orgánica, ambiental o específica de la ambiental preponderantemente (que en el caso de la psicología aplicada
interacción. son de naturaleza cultural). En efecto, la existencia de una estructura
Tradicionalmente, los factores de naturaleza orgánica han ocupado biológica en condiciones óptimas no nos garantiza, como indicamos pre-
un lugar privilegiado en el estudio, la interpretación y el tratamiento de viamente, la formación de una estructura psicológica particular: los
problemas aplicados. No obstante, su papel frecuentemente ha sido aspectos de naturaleza ambiental son una contraparte necesaria para
exagerado en detrimento de la evaluación adecuada de la contribución ello. En otras palabras, la actividad de los hombres no puede efectuarse
relativa de otros factores. De una manera semejante, los propulsores de en un espacio abstracto y vacío, no ocurre en un ámbito temporal "neu-
una perspectiva "ambientalista" (dentro de la cual se incluyen los diver- tro", sino que necesariamente ocurre en el ámbito de lo real y con refe-
sos impulsores del "sociologismo") ignoran, de manera arbitraria, la rencia a él. El hombre no sólo habla, transforma y piensa, sino que habla
importancia de los factores de naturaleza orgánica. En térmiaos genera- acerca de algo, piensa en relación con algo y transforma la realidad en
les, la consecuencia básica que puede derivarse de lo anterior, es que en que inevitablemente se encuentra. La conducta es interacción; pero así
el tratamiento de un problema práctico se debe partir del reconocimiento como no es posible imaginar la formación de una estructura psicológica
de la existencia de estructuras de interdependencia funcional, en donde sin la presencia del medio, desde un punto de vista psicológico pierde
los diversos factores participantes desempeñan un papel específico e in- significado hablar de un medio sin organismo. En este sentido, la acción
sustituible. de los diferentes objetos y eventos que lo constituyen sobre organis-
De acuerdo con esta línea de argumentación, a continuación des- mos concretos posee una historia ontogenética particular. Como queda
arrollaremos un breve análisis de los factores disposicionales coetáneos claro a partir del estudio de las diversas funciones, las propiedades físicas
(para distinguirlos de los de naturaleza histórica), y de su participación de los objetos pierden importancia a medida que las interacciones en
relativa dentro de los problemas a los que se enfrenta el psicólogo aplicado. donde se encuentran aumentan de complejidad. En consecuencia, en el
Como ya indicamos, los factores de naturaleza orgánica frecue_nte- caso de la psicología aplicada, es de fundamental importancia considerar
mente han sido sobrevalorados por los psicólogos prácticos. Esta actitud la inmensa complejidad involucrada en los medios con los que interactúa
es plenamente comprensible si se considera la enorme influencia de las el organismo.
diversas concepciones organocentristas (dentro de las cuales debe incluir- De especial interés es el hecho de que- el medio en donde se encuen-
se la medicina) en la psicología práctica. El organismo, como el resto tra el individuo frecuentemente no se corresponde con el medio en
de los factores de una estructura psicológica, sólo es uno de los elemen- donde el psicólogo aplicado interviene. Una consecuencia de lo anterior
tos participantes al que no se le puede atribuir la responsabilidad (es es que los campos psicológicos formados pueden variar enormemente en
decir, emplearlo como explicación) del evento total. Desde el marco d~ ambos casos. Por esta razón, es de gran importancia señalar, en los
referencia establecido inicialmente, el organismo (que puede ser descn- casos en que ello sea posible, el papel ~ctivo del organismo en la forma-
to como una forma particular de organización de sistemas reactivos) ción y transformación de su medio.
determina las diferentes posibilidades (y, en consecuencia, los límites) de Un aspecto de las interacciones con las que necesariamente tiene
interacción que puede establecer con su medio, siempre Y cuando se en- que enfrentarse el psicólogo aplicado, consiste en el hecho de que el
cuentren los factores propicios para que el desarrollo de dichas funciones medio social y cultural adquiere importancia en una proporción relativa
se lieve a cabo. En otros términos, el papel de los factores orgánicos es a aquella en que el medio físko como tal la pierde. Desde Juego, esto
determinar las diferentes posibilidades de desarrollo ontogenético, pero no significa que el hombre deje de interactuar con su medio físico, sino
no son los responsables de que éste se lleve efectivamente a cabo. En que interactúa con él desde la perspectiva delimitada por su medio social
este punto es importante insistir en que la ignorancia de otros factores da y cultural.

242 Cap. 10. La tecnología de la conducta La unidad de las situaciones psicológicas 243
CIENCIA Y TECNOLOGÍA: ANÁLISIS contrario, en el disefio de lenguajes y procedimientos de organización
Y SÍNTESIS potencia~ió~ y aprovechamiento de recursos materiales y aparatologías'.
Por cons1gmente, la tecnología social quedaría inscrita en el grupo de
Como hemos venido diciendo, la ciencia procede analz'ticamente en las tecnologías blandas. ·
tanto modo de conocimiento. Analiza en la medida en que abstrae
propiedades comunes, genéricas, de objetos singulares distintos. En e~te
sentido el conocimiento científico trasciende la concreción de los obje- TECNOLOGÍA DE LA CONDUCTA
tos particulares al descomponerlos en las propiedades que permiten
agruparlos en clases que borran su singularidad. La ciencia parte de los l Históricamente, los intentos por construir una tecnología del com-
objetos pero no los estudia ni los describe; abstrae propiedades de ellos port~miento se han expresado de d0s maneras, desde nuestro punto
y, en e~e sentido, crea dimensiones de con_ocimknt~ que t~a~cknden a de vista ambas incorrectas. Una, como extrapolación directa de los
su experiencia directa. Mientras el lenguaje ordmano va dmg¡do a los "principios" y procedimientos generados por la investigación básica a
objetos y a las relaciones que implican juicios de valor con respecto a c_ondiciones funcionales semejantes, aun cuando sea reductiva y metafó-
ellos las personas y las acciones sociales, el lenguaje científico se refiere ricamente; en ella, el conocimiento va directamente de la ciencia básica
a relaciones entre propiedades abstraídas de los objetos, que no hacen hacia la aplicación práctica, sin ningún proceso de reordenación o estruc-
referencia a ningún objeto en particular. turació~ adicional. Otra, como analogía, en la que la investigación básica
El conocimiento científico contrasta con el modo tecnológico de se co~s1dera un modelo a escala de la realidad concreta que se quiere
conocer. La tecnología es fundamentalmente un conjunto de procedi- ~0?1~1car: Las concepciones que surgen directamente de la situación
mientos -Y reglas para generarlos- dirigidos a la transformación, la md1v1duahzada (en termines más o menos generales) se traducen en
eliminación o la creación de objetos o condiciones particulares concre- pr_o~edimientos ~nalógicos de laboratorio, que reproducen un modelo
tas. La tecnología se describe en términos de cómo producir efectos o miniatura, reducido, del problema bajo estudio. Los datos así obtenidos
resultados específicos en circunstancias determinadas y, como modo de pretenden confirmar o refutar las concepciones prácticas de las que
conocimiento, se configura de dos formas: una, como resultado de la analógicamente han surgido.
práctica sistemática relativa a la solución de problemas particulares En con~ecuenc!a, ~. con base en la distinción esencial que hay entre
-que podríamos denominar tecnología práctica-; otra, que está
contenida a partir del conocimiento científico disponible o factible. En
e! co~oC1m1ento c1entifico y el tecnológico en la dimensión analítico-
sintético, no puede plantearse la transferencia directa- por extensión 0
la medida en que la ciencia, como modo analítico, procede mediante la a~alo~ía- de las categorías y del lenguaje de datos del cuerpo teórico
descomposición de las propiedades de los objetos concretos, desvincu- c1enti:1~?, ª. la fo,~mulación del conocimiento tecnológico, o a una psi-
lándose de objetos y situaciones particulares en tanto tales, no puede cologia aplicada en nuestro caso. El conocimiento científico necesita
ser aplicada directamente como conocimiento tecnológico. La tecnolo- 1 ser. adaptado c~mo síntesis de lo uniforme en la diversidad, para poder

l
gía proveniente de la ciencia tiene, por consiguiente, que ser elaborada aplic~:lo a_ lo singular de lo genérico. Esto implica un proceso de tra-
como conocimiento sintético y sintetizador; sintético en la medida en ducc1on, s~n el cual el conocimiento científico carecería de significación
que resulta de un proceso de revisión del conocimiento analítico a lo parn soluc10n~r p~oblemas concretos en la práctica social. La psicología
concreto y singular de los objetos particulares; sintetizador, en tanto la aplicada cons1s~1r1a en el cuerpo teórico que permitiría traducir el cono-
tecnología como conocimiento requiere de la integración situacional de c1m1~~to c1entif1?0 en tecnológico, es decir, pasar de la información
aspectos únicos enmarcados en categorías generales.
Si consideramos que la relación entre ciencia y tecnología no es di- 1
?
anal!tica sobre dimensiones que trascienden a los eventos singulares y
particulares, a la reconstrucción sintética de los valores de dichas dimen-
recta, surge una pregunta específica ante esta problemática, que se refie- . s10nes, que permiten sintetizar a un evento singular concreto.
re a la forma particular que puede adoptar en lo general una tecnología ¿C~~les pueden ser las dimensiones que permitan este proceso de
social, y en lo particular una tecnología del comportamiento. ¿En qué traducc10n de lo analítico a lo sintético? Esbozaremos algunas conside-
tipo de tecnología podrían insertarse la tecnología social y la del com- rac10nes, todavía preliminares.
portamiento? La tecnología en general puede dividirse en tecnología Debe partirse de la premisa de que, aun cuando la información
dura y tecnología blanda. La dura consiste en la construcción de obje- cualitativa y cuantitativa del conocimiento científico puede ser funda-
tos, aparatos y estructuras fisicoquímicas y biológicas; la blanda, por el mental en la determinación paramétrica de las características de un
244 Cap. 10. La tecnología de la conducta
Tecnología de la conducta 245
procedimiento tecnológico, dicha información carece de pertinencia a de relaciones de contingencia -como en el caso de la reactividad con-
menos que exista, para usar una metáfora, un sistema conceptual que vencional.
sirva como interfase de su síntesis situacional. Este sistema consiste en Los factores disposicionales son el conjunto de variables que permi-
un conjunto de categorías que norma la identificación de variables per- ten predecir la probabilidad de una forma de interacción particular.
tinentes para el cambio tecnológico, así como las redes de relaciones Estos factores participan de dos maneras en la configuración del campo
entre dichas variables. Las categorías aludidas deben corresponder de contingencias. En primer término, como propensión reactiva, es de-
taxonómicamente a las empleadas en la ciencia básica, pero su forma cir, como formas de responder que en el pasado mostraron una elevada
particular de aplicación conceptual no puede ser la misma. La ciencia probabilidad general y/o situacional. En segundo término, como cir-
encuentra uniformidad, identifica, en lo aparentemente diverso. La cunstancias presentes que covarían con formas particulares de compe-
tecnología singulariza con base en lo genérico. Por ello, aunque las cate- tencia reactiva y/ o que propician o interfieren con su funcionalidad. La
gorías teóricas de la tecnología no pueden seguir las mismas reglas ope- simetría o asimetría de ambos grupos de factores es el índice predictor
rativas que las de la ciencia básica, requieren necesariamente de guardar más preciso de la factibilidad en tanto competencia reactiva, entendida
un mínimo de correspondencia conceptual como sistemas taxonómicos como interacciones funcionales en situaciones particulares.
de la realidad. Con excepción de la de los individuos con alteraciones biológicas
Desde la perspectiva teórica que hemos expuesto, la teoría tecnoló- severas y de la de los que están en etapas tempranas de su desarrollo, la
gica de la psicología plantearía, en un primer nivel de traducción, la de- conducta humana se caracteriza por alcanzar, en algunas de las compe-
limitación de categorías situaciqnales que reconozcan explícitamente tencias reactivas, los niveles funcionales que corresponden a la sustitu-
las características funcionales del individuo y del medio en que interac- ción no referencial. El reconocimiento de este hecho, y de que ello no
túan. Estas categorías deben abarcar la identificación y análisis de: excluye la operatividad específica momentánea de variables que corres-
ponde a niveles referenciales y presustitutivos de interacción, conduce
1. las características de los diversos sistemas reactivos del (los) indi- a tres consideraciones de pertinencia práctica. La primera, que los nive-
viduo(s); les sustitutivos de comportamiento tienen sus propias fuentes de suple-
2. los factores disposicionales que probabilizan en un momento y mentación, en términos de los productos o interacciones convencionales
situación determinados, una forma particular de interacción; del actuar del individuo. La segunda, que esto no excluye formas de su-
3. los niveles funcionales y las formas de competencia que tanto plementación conductual y/o fisicoquímica, pero que, de algún modo,
el (los) individuo (s) como el medio aportan y establecen como su operatividad está condicionada por las formas de suplementación
posibilidad interactiva; convencional y por la medi;ición sustitutiva de las contingencias impli-
4. la descripción de los sistemas formales de contingencia que con- cadas. La tercera, que el desa1TOllo de las competencias y los niveles
figuran el campo de interacciones, y funcionales de interacción es asimétrico y, por consiguiente, no puede
5. la descripción de los sistemas potenciales y virtuales de contin- estimarse como mero correlato o consecuencia lineal de la historia de
gencias que las formas particulares de interacción representan en interacción.
la práctica. En la medida en que el comportamiento humano ocurre siempre en
sociedad, es imprescindible identificar y analizar los sistemas de contin-
Como concepto funcional, los sistemas reactivos se fundamentan en gencias que, en forma de normas, pautas, costumbres y tradiciones,
los sistemas biológicos y culturales de respuesta, pero no son idénticos a prescriben y regulan la adquisición y operatividad funcional de las com-
ellos. Los lenguajes naturales y formales, así como las diversas morfolo- petencias conductuales del individuo. El conocimiento de los sistemas
gías biológicas de respuesta, se integran funcionalmente en sistemas formales de contingencias es útil en tanto permite evaluar la correspon-
reactivos, en la forma de competencias físicas y sociales diversas. Las dencia de los sistemas reactivos, y su funcionalidad, con aquellos que se
características particulares de dichos sistemas reactivos, especialmente establecen socialmente.
en lo que se refiere a los sistemas de naturaleza convencional, son ade- Finalmente, no puede descuidarse la dimensión interactiva que in-
cuados para el análisis funcional de las interacciones situacionales con- troduce el individuo al mediar y ser mediado en el campo de contingen-
cebidas como campos de contingencias individualizadas. Los diversos cias que representa cada situación particular. No sólo las relaciones de
sistemas reactivos posibles determinan posibilidades diferenciales de contingencia posibles en un campo situacional son pertinentes para
interacción, además de introducir formas específicas preconstruidas analizar las competencias requeridas por el individuo para interactuar con

246 Cap. 10. La tecnología de la cimducta Tecnología de la conducta 247


ciertos resultados, o efectos prescritos o indicados socialmente, sino que de una disciplina, sino de varias disciplinas, reglas y tradiciones prácti-
deben tomarse también en consideración las contingencias virtuales cas que convergen en relación con un problema concreto o con la nece-
que genera la conducta del individuo. Estas contingencias, creadas o sidad de transformar o construir un producto determinado. En este
transformadas por su acción, no sólo consisten en los efectos que pro- contexto, no puede pensarse en la existencia del psicólogo aplicado como
duce en· forma inmediata y mediata sobre el comportamiento de otros un técnico o profesional que resuelve directamente problemas, y mucho
individuos y sobre los objetos o eventos con que interactúa, sino que menos en la existencia parcelada, por campos de dudosa legitimidad me-
comprende también los efectos recíprocos que estos cambios y trans- todológica, de especialidades de esta psicología aplicada - educativa,
formaciones operan sobre él. En esta interacción e independencia recí- clínica, social, del trabajo, etc. La psicología aplicada puede darse sola-
proca de las contingencias, descansa el genuino análisis funcional del mente como una teoría e investigación tecnológica que adapte el cono-
comportamiento humano. cimiento analítico de la ciencia básica. . a la situacionalidad práctica que
la tecnología implica. Pero, además, requiere del concurso de otras
disciplinas científicas y tecnológicas, para que dicha adaptación partici-
TECNOLOGÍA E INTERDISCIPLINA pe en forma significativa en una tecnología social. Esto lo constituye la
multidisciplina, como convergencia regulada por un criterio social en
Como solución de problemas concretos en la práctica, la tecnología derredor de una disciplina práctica con encargo profesional específico,
se da en situaciones que trascienden la parcelación analítica del conoci- o bien la interdisciplina, como cuerpo teórico-práctico de integración
miento científico. Por ello, no puede darse un cuerpo tecnológico tecnológica y determinación de las condiciones de su aplicación en la
especializado que, por sí solo, pueda resolver los problemas que una si- forma de nuevos campos del conocimiento socialmente significativos
tuación determinada plantee. Esto es todavía más evidente cuando se (por ejemplo., la administración, la pedagogía, etc.).
trata del comportamiento humano ante situaciones sociales que com- Si se concuerda en que no puede haber una psicología "aplicada" en
prenden normas, pautas culturales, formas especializadas de desempeño sentido estricto, sino más bien una psicología aplicable, se presentan
social, e interacciones inmediatas y mediatas con otros individuos y sus dos opciones para canalizar la aplicación del conocimiento psicológico
productos. La psicología, aun cuando constituye la ciencia del compor- Una es la ya apuntada integración multi y/o interdisciplinaria a través
tamiento -incluyendo el humano-, no puede contemplar a las interac- de _profesiones con un encargo social determinado. La segunda, se ma-
ciones humanas en el medio social como campo directo y exclusivo de mfiesta como una p~áctica desprofesionalizada, es decir, como una prác-
su conocimiento aplicado. La complejidad de la acción humana en so- tica efectuada y regulada por los individuos que forman parte de la
ciedad desborda las dimensiones analíticas de la psicología y /o de cual- relación mediadora de contingencias constituida como circunstancia
quier otra disciplina aisladá. Esto implica que, aunque el conocimiento situacional de un problema.
analítico de la psicología puede contribuir a la construcción de la tecno- En resumen, la psicología se aplicaría, como conocimiento, en con-
logía social -que debe incluir por necesidad procedimientos de evalua- curso con otras profesiones, o mediante la acción directa de los que tra-
ción y cambio del comportamiento individual-, su aportación tecnoló- dicionalmente se consideran usuarios de los servicios profesionales. Por
gica requiere de una segunda elaboración sintética. Esta segunda consiguiente, la psicología, como conocimiento tecnológico, no se pue-
traducción o adaptación del conocimiento se presenta en el contexto de de constituir en profesión por sí misma. Se aplica, paradójicamente, en
la multi y/o interdisciplina. la medida en que transfiera su conocimiento analítico adaptado a otras
La multidisciplina o interdisciplina constituye el marco de referencia profesiones, o a los participantes directos que protagonizan una situa-
esencial de la tecnología, como conocimiento práctico y de sus circuns- ción problema en la vida coiidiana (Ribes, 1980, 1982d).
tancias de aplicación. En la tecnología, como conocimiento adaptado a
la solución de problemas prácticos, se conjugan, por necesidad, las apor-
taciones de todas las disciplinas analíticamente vinculadas a dicha pro- ·
blemática en su diversidad de dimensiones, así como las reglas de acción
que la propia tecnología genera como reflexión sobre su práctica, o sobre
la sistematización de procedimientos efectivos surgidos al margen de un
quehacer teórico particular. De este modo, la tecnología aplicable so-
cialmente se presenta como síntesis, no sólo de dimensiones analíticas

248 Cap. 10. La tecnología de la conducta Tecnología e interdisciplina 249

1
í
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1205-1213.

Indice onomástico

Anrep, 49 Hyten, 159


Aristoteles, 26, 81, 204
Austin, 159 James, 74
J ennings, 110
Bechterew V., 26, 135
Bittennan, 36 Kant, 21
Brahlek, 155 Kantor, 15, 16, 49, 104, 182
Bruner, 159 Kitchener, 28
Konorski, 135
Cabrer, 13 Kuhn, 13, 17
Campbell, 36 Kurt Lewin, 49
Cassirer, 87
Cole, 10 Lashley, 160
Comte, Augusto, 81 Lindsley, 159
Loeb, 110
Darwin, 83
Daza, 13 Mach, Emst, 29
Descartes, 111, 137, 204 Meltzer, !55
Donaldson, 159 Miller, 135
Moffit, 179
Estes, 154
Osgood, !82
Fanner, 10
Pavl?v, l. P., 49, 60, 74, 98, 109, 182
Goodnow, 159 Platon, 204
Popper, 26, 30
Hake, 155, 159 Powell, 155
Harlow, 159, 162
Hilgard, 37 Quine, 212
Hados, 36
Hull, 137 Razran, 82, 121
Hurwitz, 155 Ribes, 13-14, 17,201,208

255
254 Bibliografía
Roberts, 155 Staddon, 36

Schoenfeld, 10, 51, 150 Tailby, 161, 177-178


Sechenov, !, 26, 137 Thorndíke, 134
Sherr!ngton, 137
Shimp, 179 Vygotsky, 159, 197, 208-209
Sidman, 161, 177-178
Simmelhag, 36 Watson, 26, 82
Skinner, 10, 13, 15, 17, 36, 118-119, Wertheimer, 130
198,200,228-231 Wundt, Wilhelm, 26, 74
Staats, 34, 184 Wyckoff, 160
,,
Indice analítico

Abstracciones necesarias, 40 de un fenómeno, 129, 154, 177, 198,


Acción 228
conductual, 58 de Vygotsky, 197
continuo de, 30 del comportamiento, taxonomía base
movimiento reflexivo de la, 28 del, 10
Actividad experimental, paradigmas de, 32
aplicada, 237 · molar, 89
biológica, 84, 116 molecular, 89
científica, 236 nivel de, 96
del organismo, Inseparabilidad de la, paradigmas de, 32
16 pararnétrico, 123-129, 148-154, 172·
psicológica, 80 177, 193-198, 220-228
Adecuación, criterios de, 26 unidad de, 31
Agresión, comportamiento de, 158 Anomalías empíricas, 14
Ahorro ·de ensayos, 11 O Aprendizaje, 36
Alimento, posposición de, 12 instrumental, 137- 138
Ambiente p0r ensayo y error, 135
ev.entos del, 16 problema del, 37
norrnatividad expresa, 59 simple, 134
norrnatividad tácita, 59 teoría del, 3 2
social, 59 Aproximación teórica, 11
Análisis Aptitud de leer, 65
atomista, 30 Arco reflejo, 137
conductual, 88 . concepción del, 108
cuantitativo, 53 Asociación, 107, 110, 119-120
de campo,49 concepto de, 108
de Ebb!nhaus, 110 parámetros de la, 125
de las Interacciones, 52 Autoclíticas, l 84
de proceso, 95-96 Automoldeamiento, 11, 155
de Skinner, 23 l no contingente, 121
de tipo causal, 52 Autonomía funcional, l 85

257
256 Índice onomástico
Autorreferencia, 192 concepto tradicional, 90 concepción del, 34 importancia del, 133
parámetros de la, 196 filogenética, 36 atomista, 30 operante, 11, 30, 33, 49, 62
isomórfica, 36 convencional fonético, 204 respondiente, 33, 137
Biografía reactiva, 45, 60 relación de, 28 de agresión, 158 simultáneo, 127
Biología, 40 Cercanía, contacto por, 110 de cortejo, 158 situacional de Kupatov, 143
Ciencia(s) de identificación del predador, 158 temporal, 119
CajadeSkinner, 118,136. básica, 38 de jerarquización social, 15 8 teoría del, 11, 39, 108-109, 137
Cámara experimental estándar. Véase biológicas, 80 desarrollo de la organización del, 34 Condicionamiento tipo ll, 135
Caja de Skinner de lo físico, 207 desarrollo del, 34 Conducta(s)
Campo(s) duras, 9 formas de organización, 37 adjuntivas, 11
análisis de, 49, 90 fisicoquímicas, 80 formas ecológicas de, 158 --•análisis, 14, 97
biestimulativo, 184 organización de las, 80 humano, 14 experimental, 17 - 18
coetáneo, 46 particularidades, 19 niveles de funcionalidad de, 66 animal, 84
concepción de, 39, 48-49 psicológica, 7 4 niveles de organización del, 19 biológica. Véase Actividad del orga-
concepto de, 48, 93 social, 40, 47 propiedades funcionales del, 11 nismo
de contingencias, 52, 67 y aplicación, 236 social, 14 cambios cuantitativos, 34
de eventos, 90, 92, 98 y tecnología, 244 taxonomía, 15, 56 clasificación filogenética, 36
de eventos interdependientes, 91 Cierre, tendencia al, 1 !O unidad de análisis del, 38 concepto de, 27
de interdependencias, 43, 45 Cognición, 34 Comunicación animal, 166 concurrentes, 32
del lenguaje, 198 animal, estudios de, 154 relaciones de, 87 de lo, organismos, 95
descripción de, 53 humana, 204 Concepto(s) definición de la, 39, 100
empírico-conceptuales, 42 Competencia(,) cualitativos de proceso, 103 desligamiento de la, 59
eventos de, 30 conductuales, 56, 65 de contingencia, 17, 49 factores, 59
factores del, 52 funcionales, 66 de interconducta, 15 dimensiones de segmentación, 12
interdependencia de los, 52 particulares, 66 de proceso, 97 discretización de la, 94
interconductual, 15, 17, 42, 45, 52 Complejización paramétrica, proceso de, cualitativo, 103 emitida, 136
factores, 42-43 14 cuantitativo, 103 gobernada por reglas, 228, 232
formulación, 49 Componente( s) de reflejo, 137 humana,84,95,247
organización, 44 alteración de, 92 de reforzamiento, 32, 232 investigación experimental de la, 95
significado, 43 cognoscitivo, 109 descriptivos cuantitativos, 97 modelo topológico, 49
límites del, 43 confirmador de las expectativas. Véa• fundamentales, 1O morfologías de, 65
noción de, 91 se Componente cognoscitivo metasistémicos, 97, 105 operante, 51-52, 136
organísmico. Véase Campo psicoló- discretos, 94 Conceptualización, 104 patrones de, 51
gico formales, 93-94 niveles de, 90 fijos, 158
psicológico, 15 funcionales, 94 Concretos empíricos, 16 principios de la, 37
relaciones de, 52 interruptor del acto. Véase Compo• Condición(es) problemática, l O
Capacidad reactiva, 47 nen te segmentador de las asocia• de estímulo selector, 166 propiedades dimensionales de la, 31
Cartesianismo, 26 ciones manipulada, 118 propiedades fundamentales de la, 12
1 Caso(s)
asociativo, 133
motivacional, 109
operacionales, 93-94
sí-no, 45
Condicionalidad
indicadores indirectos, 12
psicológica, 58, 97
paradigmáticos, 142 segmentador de las asociaciones, l 10 de la relación suplementaria, 167 respondiente, 136
Castigo, 32, 142 Comportamiento del evento contextual, 169 social, formas de, 166
no contingente, efectos no dimensio- análisis integral del, 17 del evento suplementario, 168 supersticiosa, 138
nados del, 119 análisis teórico y experimental del, Condicionamiento(s) taxonomía de la, 46
Categorías funcionales, 17 JO clásico, 30, 121, 138, 184 funcional, 55
Causa y efecto, relación entre, 28 animal, 14 de• huella, 127 tecnología de la, 28, 235
Causalidad biológico, 58 demorado, 127 teoría de la, 10, 27, 29, 32
concepción, 29 científico del, 27 hacia atrás, 127 unidad de medida, 12
instrumental, 30, 109 vacua, 60
258 Índice analítico Índice analítico 259
verbal, 15, 183,201 intermitente, 143, 145 cualitativas, 81 Estado(s). Véase Relaciones psicológicas
definición, 15 mediación de, 209 cuantitativas, 81 estables, 95
Conductismo, 9, 7 4 naturales, 229 Dimensión{es), 95 Estereotipo dir.ámico, 122, 129-130,
formulaciones teóricas, 1O no sociales, 60 de la conducta, sistematización pa- 161
hallazgos empíricos, 1O relaciones de, 52-53, 60-61, 247 ramétrica de las, 14 Estimulación no contingente, 138
histórico, 10, 27 selectoras, sustitución de, 69 espacio-temporales, 63 Estímulo(s)
metafísico, 100 séxtuple relación de, 139 funcionales, 190 auditivos, 141
metodológico, 100 simple, 142, 144-145, 148 Dimensionalidad fisicoquímica, 57 breve, funciones de, 11
versión no filosófica, 205 situacionales inmediatas, 232 Disciplina( s) condicionados, 49
radical, 10, 15 suplementaria, 68 limítrofes, referente categorial de las, condicionales, 49, 155, 182
tradición, filosófica del, 15 sustitutiva, 70, 203 45 ..-.- consecuencias, 50
Configuración triple relación de, 11-12, 139 normativas, 78 contextual, 149
fenómeno de, 82 virtuales, 248 psicológica, 75 contextualizador, 68
parámetros de la, 128 Contingencia- no contingencia, 173 carácter natural, 75 control del, 145
Conocimiento, 229, 245 Continuo espacio-temporal, 110 carácter social, 7 5 de ajuste, 184
científico, 244-245 Convención, 16 Discriminación, condicionalidad de la, de comparación, 160
modo de, 25 Convencionalidad, 16 161,177 de muestra. Véase Estímulo selector
proceso de, 25 Cooperación, 159, 166 Distinción neokantiana, 74 delta, 145
método de, 26 Cortejo, comportamiento de, 158 Dos mundos, doctrina oficial de los, 204 dimensiones de, 56
Consecuencias, 229 Creatividad, 239 Dualismo, 26, 206 discriminativo, 145
Consistencias ambientales, 61 Curiosidad, 133 Duración, 143 propiedades, 62
Constancias perceptuales, 122, 129, 161 eléctricos, efectos reforzantes de los,
Construcción teórica, lógica de, 73 Datos, 18, 102 Eclecticismo, 241 12
Constructos hipotéticos, 243 análisis refinado, 9 Efecto(s) evolución de, 45
Contacto( s) lenguaje, 17,102 cuantitativo, 53 implícitos, 44
funcional, 44 producción, 13 mecánicos, 183 integral, 16
interactivo, 46 Debilitamiento. Véase Castigo Elemento(s) morfologías particulares de, 168
normativo, medio de, 16 Definiciones constitutivos, 80 muestra, 62, 178
organismo-ambiente, 82, 87 operacionales, 100, 102 mediador, 52 propiedades fisicoquímicas del, 62
formas de, 102 taxonómico-funcionales, 97, 99-100 participante, 52 objeto de, 56-57
organismo-medio, forma de, 116 Delimitación conceptual, 9 puente, 49 propioceptivos, 141
singulares, densidad de, 149 Demora, parámetros de, 12 Encadenamiento, 31 reforzante. Véase Estímulo suple-
Contigüidad, 110, 127 Desarrollo Enfoque funcionalista, 55 mentador
espacial y temporal, 108, 117 motriz, nivel de, 85 Entidad mental, 26 selector, 160,163, 171-172
Contingencia(s) · psicosexual, teoría psicoanalítica de, Enunciados causales, 30 segmento de, l 65
ambientales complejidad de las, 231 29. Epistemología{s) suplementador, 139
campo de, 52-53, 55 Descripción paradigmática, 141, 164, específicas distintas, 18 suplementario, 149
organización, 53 187,213 generales, 18 sustitutivos, 44
caracterizaciones, 49-50 Desligamiento(s) Equivalencia funcional, 236 táctiles, 141
compuesta, 145 concepto, 58 consecuencias, 237 térmicos, 141
parámetros de la, 151 de las propiedades aparentes, 190 Escucha, 183, 200 Estructura funcional, 11 O
concepto de, 32, 49, 52 espacio- temporal, 190 Esfuerzo, 143 Estudio, objeto de, 81
concurrente, 147, 152 formas, 62-63 Espacio experimental. Véase Condición Evento(s)
condiciones, 68 funcional, 58 manipulada ambientales, 6 l, 83
contextual, 68 sustitutivo no referencial, 209 Especie, circunstancias típicas de, 48 causalidad, 91
convencionales, 208 Diacronía, 29 Esquema(s) contextual, condicionalidad del, 169
de reforzamiento, 160, 183 Dicotomías, 15, 27, 98,136 categoriales, 13 contextualizador, 68
interdependientes, 52-53 Diferencias causal, 39, 90 convencionales, 16, 57, 64

260 Índice analítico Índice analítico 261


históricos, 30 significado, 83 de respuesta, 32
de estímulo convencionales, 58
orgánicos, papel de los, 242 sucesión de, 86 Instinto, 100
de estímulo y respuesta, 49, 166
organísmicos. Véase Factores con- suplementaria, 68,116, 133, 138-139 teorías del, 158
del ambiente, 16
textuales sustitutivas, 48, 85, 87 Interacción(es)
discretos, 94
situacionales, 45 no referencial, 210,213,215 campos integrales de, 94
empíricos, 18
sociales, 239 referencial, 181, 187 concepto, 39
específicos, 64
Fenómeno(s) definición, 181 conductual, 11
fisicoquímico, 57, 63
biológicos, 80 Funcionalidad, 63 contexto de la, 45
funcionalidad, 57, 63
de castigo continuo, J43 conductual, 16 de doble concurrencia, 168
implícitos, 16, 17
independientes, referencia de, 189 de costo continuo de respuestas, 143 múltiple, 63 estímulo-respuesta, 69
de evitación continua, 143 no referencial, 212 .,.. historia de, 53
molares, 88
de RDO, 143 Funcionalismo, 26, 55, 83 mediadas, 138
morfologías de, 65
ordenación de los, 239 fisicoquímicos, 80 Fundamentos conceptuales, dualidad tá- morfologías de, 66
phi, !30 cita d.e, 10 niveles funcionales, 39
organísmicos, 56-57
originales, 16 psicológicos, 103 organismo-ambiente, 102
privados, 17 estudio de los, 76 Gestalt, psicólogos de la, 11 O organismo-entorno, 39
propiedad convencional de, 57 Figura-fondo, 129, 132 Gradiente(s) organismo-medio, 81 -112
propiedades fisicoquímicas de los, 58 Fijaciones espaciales, 29 de generalización, 145 prelingüística. Véase Interacción
propiedades morfológicas, 67 Filogenia, 36, 42, 83, 85 discriminativos, 145 simbólica no sustitutiva
propiedades particulares, 62 Filosofía, conductista, 81 psicofísicos, 145 psicológica, 87
psicológicos, 16, 88, 90, 101 Fisicoquímica, campo de estudio disci- Grupos sociales, 76 referencial, 186
referente, 191 plinario de, 47 respondiente-operante, 155
relevantes, 125 Formas seudoselectoras, regulación se- selectora, 170
lectora de, 166 Hábito, concepto de, 26
selección de, 235 simbólica no sustitutiva, 216
Historia interconductual, 45-46
situacionalidad, 64 Formulación(es) sociales, 87
descripción, 46
suplementario, condicionalidad del, conductista, 10 suplementaria, paradigma general de
de Sechenov, 108 Hombre, proceso de liberación del, 60
168 la, 141
Evitación, 135 de Skinner, 182, 228 lntercondicionalidad, 115
libre, 142 estímulo-respuesta, 15 Idealismo, 240 Interconducta, 15, 5 8
Función( es) Igualación de muestra, 178 concep•o de, 15, 40-41
Evolución
proceso, 64 compartida, 87 procedimiento, 62, 160 utilidad, 40
psicológica, 65-66 complejas, 65 Ilusión(es) Interconductismo. Véase Conductismo
teoría de, 26 concepto de, 55, 89,115 de Gastrow, 131 Interdependencia(s)
Experiencia científica, 237 conductuales, 82, 83-84 visuales, 122,129,131 cualitativas, 90
Extensiones funcionales, 120 contextual,82, 114, 116-117, 141 Impronta, 119, 155 cuantitativas, 90
Extracción de reglas, 231 convencional. vease Función com- Impulso, 100 relaciones de, 70
partida nervioso, 28 Interdisciplina. Véase Multidisciplina
Factor(es) elementos morfológicos de la, 56 Inconsciente, 100 lnterpsicología kantoriana, 88
acción de los, 53 estímulo-respuesta, 43-44, 46 Indicadores, 26 Interrelación social, 63
biológicos, 239 concepto genérico, 31 Individuo, 41 Interrupción
causales, 29 formas, 67 desarrollo interconductual, 58 caso de, 118, 123
constantes, 93 funciones, 21 interacción, 41 parámetros de la, 123
contextuales, 47, 53 humanas, 84, 87 -88 reactividad, 42 Intervalo entre ensayos, 149
culturales, 239 noción de, 83 conjunta, 63 Invariante, 62
de naturaleza orgánica, 242 no referencial, 203 Inducción, lógica de, 31 Investigación(es)
disposicionales, 43, 46, 53, 247 psicológicas, 93, 98,103,116 Informatividad, 161 básica, 38
coetáneos, 242 referencial, 186 Injunciones, 229 empírica, productos de la, 102
función, 46 selectora, 87,116,157,164,169 Instancias, 31 experimental, 11, 97

262 Índice analítico Índice analítico 263


Irregularidades fácticas, 18 pert\nencia de, 95 Niños salvajes, 80 Organización
Isomorfismos, 36 proceso, 212 Niveles cualitativos, diferencialidad de, formas, 80
referencial, 188-189 16 jerárquica, noción de, 88
relaciones de, 53 No apariencia, 204 Orientación reacciones de, 89, 119
J erarquización social, comportamiento selectora, 67, 159, 164 No-espacialidad, 206-207
de, 158 def\nición, 162 No-ocurrencias, 30 Paradigma(s)
Juego(s) relaciones, 161 Normatividad, 16 contextual, 134
lógicos, 214 suplementaria, 68 explícita, 48 de Kantor, 18
semejantes. Véase Juegos lógicos implícita, 48 fisiológico del reflejo, 134
relaciones, 138
sustitutiva, 67, 69, 208-209, 213 funcionales, 70
Latencia, 143 funciones, 87 Objeto(s) ""Suplementario, 134
Leitmotiv, 109 no referencial, 70,208,210,212 de estímulo, 17 Parámetro(s)
Lenguaje(s) referencial, 69 de estudio, 81 análisis de, 123
campo del, 198 Medio(s) fisicoquímicos, 85 de concurrencia, 171
científico, 244 cultural, 243 forma, 96 de la asociación, 125
formales, 210-211, 246 de contacto, 43-44, 46 propiedades físicas, 243 de la autorreferencia, l 96
naturales, 211, 246 ecológico, 41, 47 situacionalidad, 64 de la configuración, 128
ordi,nario, 244 sociales, 85 de la contingencia
estado del, 29
receptivo, 164 tamaño, 96 compuesta, 151-152
fisicoquímico, 41
silente, 197 nonnativo-institucional, 41 Observación provocada, 9 concurrente, 152- 154
Ley(es) Ocurrencia, dimensión fisicoquímica de, intermitente, 150-151
social, 79, 85, 243
del efecto, 134 56 simple, 148-149
Memoria, 29
del ejercicio, 11 O concepto, 91 Ontogenia, 83, 85 de la interrupción, 123
Limitantes sistematizadoras, 12 problema, 92 Opciones conceptuales, 33 de la referencia de eventos indepen-
consecuencias, 12 Mente, 206 Operacionalismo, 101 dientes, 193
Línea conductista reflexológica, 15 Metafísica, 81, 205 Operaciones experimentales, 94 de la referencia del referente, 196
L\ngüística, 78 Metalenguajes, 16 Operando, 31 de la referencia del referido, 195
Locomoción, 140 Método(s) Operante( s) de la sustitución referencial, 196
Lógica, 12, 78 científico, 74 de operantes. Véase Autoclíticas espaciales, 61
Lo reflejo, 137 comparado, 36 discriminada, 62, 161 espaciotemporales, 62, 161
de análisis empírico, 49 libre, método de, 142 potenciales, 70
de conocimiento, 26 verbales, 183 temporales, 61
Mandos, 183 clasificación, 183 Patrón(es)
Manifiesto conductista, 26 de la operante libre, 50, 142
Metodología, 17-18 Orden, 127,236,239 de comportamiento ecológico, 166
Materia, concepto de, 27 noción de, 239 de ejecución, alteración de, 12
Materiales, 207 Microinterruptor, 31
Minisistemas conceptuales, 97 Organicidad teórica, 9 Pensamiento 2291
Materialismo, 240 Organismo( s) concreto, 216
Mecánica Modelo(s)
acción del, l 33 confabulado. Véase Pensamiento
cartesiana, 1S, 17 econométricos, 19
dualistas congnición-conducta, 52 actividad, 57 concreto
ciencia física de la, 205 concepto, 41 Phyla, 35
clásica, 78 teórico, 102
Molaridad, 14 conducta de los, 95 Planeación social, 37
Mecanicismo, 75 formas de actividad del, 44 Plasticidad, 82
Mediación( es) Morfología(s)
convencionales, 58 humanos, 47 Posiciones teóricas, 11
constitutiva, 17 mediado, 167 Potencialidad referencial, 214
contextual, relaciones de, 107 no convencionales, 58
particulares de estímulo, 168 medio de los, 48 Prácticas sociales, naturaleza convencio-
de cont\ngencias, 209 reactividad, 42 nal de las, 47
formas de, 86 Motivación, teoría de, 32
Movimiento, 130 sistemas reactivos del, 116 Pragmatismo, 237
funcional, 17 subhumanos, 4 7 Precisión conceptual, 9
no referencial, 212 Multidisciplina, 248-249

Índice analítico 265


264 Índice analítico
Referencia( s) de mediación, 1 1O
Precondicionamiento sensorial, 122, 129- fisicoquímicas, 56 de ocurrencia, 169
de eventos independientes, 189
130 no definitorias, 31
del referente, parámetros de la, 196 espacio-temporales, 105, l 28
Predador, comportamiento de identifi- organísmicas, 56
del referido, 190 funcionales, 29
cación del, 158 particulares, 62-63
del referidor, 191 noción, 90
Predicciones circulares, 19 variables, 62
Psicología, 75 Referencialidad lineal, 11
Problemas psicológicos, 88 operantes, 50
Procedimiento(s) animal, 9, 248-249 inmediata, 214
historia directa de, 214 organismo-ambiente, 103,134
control, l 26 aplicada, 245, 249
historia indirecta, 214 psicológicas, 93
de tipo R-E, 105 aristotélica, 88
mediata, 214 reactividad-ambiente, 61
E-E, 105 científica, evolución, 10
relaciones de, 211 ... referenciales, 215
representaciones lógicas, l 04 cientificidad de la, 74
Referente, 184, 190,192,197,200 refleja, 111
Proceso(s) conceptualización, 26
Referido, 184,191,195 selectora, 169
análisis de, 93-94 condición paradigmática, 27
referencia del, 190 sistemas de, 48
asociativos. Véase Procesos de apren- conocimiento analítico de la, ,248
Referidor, 184, 189-191, 197 suplementaria, 162, 176
dizaje del aprendizaje animal, 109
referencia del, 191 condicionalidad, 167
categorías de, 103 dualista tradicional, 17
Referidor-referido, 197-204 sustitutivas no referenciales, 204
conceptos de, l 02 estímulo-respuesta, 10, 109
Reflejo(s) sustitutivas referenciales, 181
cualitativo, 96 indefinición conceptual de la, 9
concepción, 27 antecedentes históricos, 204
cuantitativo, 96 metateoría, 17
objeto de estudio de la, 83 concepto, 28, 137 Representación conceptual, siste¡na de,
de aprendizaje, 33 27
práctica, concepción de la, 238-239 condicionados, 49
de razonamiento, 11 O Representatividad
racional, 205 condicionales, 26, 27, 49, 108
de reforzamiento y castigo, 18 conceptual, 38
teoría tecnológica de la, 246 fisiología, 27
de solución de problemas, 229
Psicólogo aplicado, 240 leyes, 108 empírica, 38
descripción de los, 103
operantes, 50 Respuesta( s)
energéti~os. Véase Procesos motiva- Pulsión, reductor de la. Véase Compo-
paradigma del, 28, 30, 35, 39, 49 abreviadas. Véase Respuestas motoras
cionales nente motivacional
respondientes, 137 parciales
extensivos, 206 biológica, formas de, 60
Quehacer científico, 73 Reflexiones conceptuales de W. N.
fisiológicos, 80
Schoenfeld, 14 convencionales, 209, 212-213
horizontalidad de los, 32
Reflexividad, 178 funcionalidad, 211
interactivo, 208 Racionalidad, concepción moderna de
Reflexo]ogía, elaboración de la, 108 convencionalidad, 59
interiores, 206 la, 204
Reforzador, 139 de escape. Véase Respuesta incondi-
materiales, 206 Reacción(es)
negativo, 145 cional
mesurables, 206 aparentes, 208
Reforzamiento de traducción, 183
motivacionales, 33 no-aparentes, 208
concepto, 12 de transcripción, 183
no sustitutivos, 203 Reactividad( es)
contingencia, 50, 160 efecto de la, 135
perceptuales, l 10 biológica, 34, 59-60
lógica, 32 fuerza, 28
psicológicos, 102 del individuo, 42
negativo, 143 función, 186, 238
simbólicos racionales. Véase Congni- formas automáticas de, 47
positivo, 143 humanas, forma de, 48
ción humana funcional coetánea. Véase Historia
Reglas. Véase Suplementación incondicional, 135
suplementarios, 233 interconductual
Relación(es) instancias de, 32
sustitutivo, 204 niveles biológicos de, 44
causa-efecto, 29 interacción, 12
Propiedad( es) no biológica. Véase Reactividad del
contextuales, 138 mediadoras del individuo, 220
aparentes, 63 individuo
de comunicación animal, 87 morfología biológica de, 246
convencionales, 17, 56 Realidad
de condicionalidad, 68, 120 motoras parciales, 182
definitoria, 230 eventos, 63
simultáneas, 120 no aparente, 208
de los eventos particulares, 165 niveles organizativos, 79
sucesivas, 120 operante, 139
del estímulo selector, 62'63 social, 76
de correspondencia, 176 probabilidad de, 12
dimensionales de la conducta, 31 Recompensas, 135

Índice analítico 267


266 Índice analítico
segmentación funcional de, l 86 no referencial, 70, 208-209, 212 de dos etapas, 2 l 3, 223 Variable(s)
referencial, 184- 186 Transición(es) contextuales, 29
tasa, 12
vegetativas condicionadas, I 82 parámetros, 196 evolutivas, 66 dependiente, 92
verbal, 199 no evolutivas, 66 extrailas, 92
Tactismos, 11 O problemas, 66 independiente, 92, 94
Secreciones psíquicas, l 08 Tacto, 199-200 Transitividad, 178 intervinientes, 243
Sensación(es), 100 doble función, 200 Triple contingencia, esquema de la, 99 selección de las, 92
condicionadas, 182 reforzamiento, 199 Tropismos, 110 Variación local, fenómenos de, 12
Seudorrelaciones funcionales, 29 Tasa Variantes paramétricas, 103
Simetría, l 78 aumento, 12 Ubicación espacio-temporal, 117 Velocidad, 143
Sinapsis, descubrimiento de la, 108 reducción, l 2 Unidades analíticas, selección de las, 12 Verificación criterio de, 54
Sintaxis, 211 Tautologías, 99
Sistema(s) Taxonomía, 18-19, 39, 98
conceptual, limitaciones de, 11 funcional, 53, 56
convencionales, 87, 212 Técnica(s)
de contingencias y relaciones, 64 de ensayo discreto, 30
fonológico, 44 de operante libre, 30
formales, l 04 Tecnología, 244, 246, 248
gestural, 44 blanda, 244
heurístico, 19 de la conducta, 245
interactivo, 52 dura, 244
lógico, 98 categorías teóricas de la, 246
matemáticos. Véase Sistemas fonnales práctica, 244
motores, 47 Teoría(s)
neuroendocrinos, 47 de campo, 15, 17, 27
psicológico, 97 de la conducta contemporánea, 13,,
reactivos, 44, 47, 84, 21 l, 246 18
operación, 47 de la motivación, 32
sensoriales, 44, 47 de la evolución, 26, 36
teórico, 97 del aprendizaje, 32
Situación( es) del condicionamiento, 13, 15, 17-18,
ambiental, factores contextuales de 109
la, 53 del desarrollo, 36
conceptos de, 124 del instinto, 158
general, 118 psicológica, 97, 99
psicológicas concretas, unidad de las, psicoanalítica del desarrollo psico-
241 sexual, 29
tipo, 142 sistemática de la conducta, 97
Situacionalidad, 63 Tesis
Sobresimplificaciones, 67 epistemológicas, 74-88
Superstición, 119, 155 lógicas, 97 -106
ubicuidad de la, 12 metodológicas, 88, 103
Suplementación, 232 TF y TV, programas de, 119
formas cerradas de, 214 Tiempo(s)
Supresión condicionada, 142, 154-155 de no-respuesta, 30
Supuestos epistemológicos, 73 de respuesta, 30
Sustitución(es) Todo-o-nada, ley del, 30
de contingencias, 188 Traducción, 212

268 Índice analítico Índice analítico 269

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Esta obra se terminó de imprimir
el dla 18 de septfembre de 1985,
en los talleres de Impresora Publimex, S. A.,
Calzada San Lorenzo núm. 2 79-32, Col. Estrella Iztapalapa,
Deleg. Jztapalapa, 09820, México, D. I•:,
se encuadernó en Servicios Editoriales Profesionales, S. A.,
Av. 5 de Mayo núm. 495, Col. Merced Gómez,
De{eg. Álvaro Obregón, 01600, México, D. f:,
se tiraron
3 000 efemplares, más s,obrantes de reposición
CO EHM KC 100
Los autores examinan los problemas vin-
culados a la estructura paradigmática
de la psicología y a las limitaciones que
dicha estructura impone a las formas ac-
tuales de la teoría de la conducta. Descri-
ben las categorías generales del concepto
de campo como sistema de interdependen-
cias, los diversos tipos de mediación y
desligamiento que conforman las funcio-
nes de estímulo-respuesta, y las premisas
o supuestos que fundamentan esta taxo-
nomía bajo la forma de tesis teóricas.
También tratan las diferentes funciones
como niveles de organización de la con-
ducta, y examinan sus antecedentes his-
tóricos a la luz de la teoría psicológica,
así como su estructura paradigmática y
los parámetros que definen su operativi-
dad. Finalmente, incluyen algunas con-
sideraciones acerca de la teoría de la
conducta, la taxonomía propuesta, sus
relaciones con la tecnología científica
sus aplicaciones sociales.

OBRA DEL MISMO AUTOR

Técmcas de modificación de
conducta

Su aplicación al retardo en el desarrollo

Emilio Ribes Iñesta

Este libro proporciona una visión amplia y de•


tallada del conjunto de técnicas y procedimien·
tos que constituyen la modificación de conducta
aplicada a personas que sufren retardo en el des-
arrollo. Las finalidades de la obra son diversas,
ya que puede servir como modelo a instituciones
dedicadas a la rehabilitación del retardo en el
desarrollo, en programas de modificación de
conducta y como texto para estudiantes y pro-
fesionales de psicología.

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