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de proteínas
La célula posee numerosos complejos proteínicos que operan como verdaderos dispositivos
mecánicos, con auténticos motores y muelles que trabajan en un entorno que nos es poco
familiar. Con el microscopio de fuerza atómica nos adentramos en sus entresijos
A
la célula, unidad elemental de la vida, se lógicas, en condiciones fisiológicas, con una resolución
la considera hoy en día una compleja fac- sin precedentes y en tiempo real.
toría, llena de máquinas proteínicas que se
encargan de la mayoría de las funciones Liliput convulso
biológicas. El desarrollo de nuevas técni- En esas máquinas proteínicas encontramos componen-
cas suele preceder a grandes avances en el tes (motores, muelles, palancas, ejes, rotores, pestillos,
conocimiento. Gracias a la aplicación de las técnicas bisagras e interruptores) muy similares a los fabricados
de la biología molecular y estructural estamos descu- por el hombre. Una diferencia palmaria entre las má-
briendo, cada vez a mayor velocidad, las secuencias quinas naturales y los artefactos reside en el tamaño.
y estructuras de las proteínas que componen esa ma- Las máquinas moleculares son tan diminutas (miden
quinaria. El análisis de su funcionamiento se limitaba escasos nanómetros, millonésimas de milímetro), que
hasta no hace mucho al estudio macroscópico, propio las fuerzas térmicas dominan su funcionamiento a través
de la bioquímica clásica, de las propiedades medias de de las constantes colisiones con las moléculas de agua,
vastas poblaciones moleculares en el rango submolar: aún más pequeñas. Contrasta con las reglas de juego
se observaban a la vez miles de trillones de moléculas. que rigen nuestro mundo macroscópico, donde el peso
Una técnica de registro eléctrico, el “pinzamiento de y la inercia de los cuerpos son dominantes.
membrana”, constituyó la avanzadilla que permitió a la Las fuerzas térmicas convierten la célula en un mundo
neurobiología estudiar por primera vez las propiedades que, a escala nanoscópica, parece caprichoso y extra-
—eléctricas— de moléculas y complejos proteicos indi- vagante. Las moléculas de proteína en solución acuosa
viduales; en concreto, de los canales iónicos, proteínas se encuentran bombardeadas sin cesar por un vendaval
de la membrana celular que, a modo de compuertas, de moléculas de agua que las someten a un “baile”
se abren o cierran para controlar el paso de iones continuo y frenético: el “movimiento browniano”, que
[véase “La técnica del pinzamiento de membrana”, Albert Einstein logró explicar en términos puramente
de Erwin Neher y Bert Sakmann; INVESTIGACIÓN Y fisicoquímicos.
CIENCIA , mayo de 1992]. La magnitud de estas fuerzas depende de la tempe-
La exploración de las propiedades mecánicas de las ratura del fluido; es proporcional a kT (la temperatura,
proteínas ha tenido que esperar más tiempo. Sin embargo, medida en kelvin, por la constante k de Boltzmann).
en la actualidad, tras la aparición de la nanotecnología, A temperatura ambiente, la energía térmica equivale a
disponemos de una primera generación de instrumentos unos cuatro piconewton · nanómetro (4pN·nm), esto es,
para la manipulación y análisis mecanoquímico de las 0,6 kilocalorías por mol en las unidades “macroscópicas”
moléculas de proteína una a una. De los más utilizados habituales de la bioquímica. (Un piconewton, o pN, es
es el microscopio de fuerza atómica (MFA). Se trata la diezbillonésima parte del peso de un objeto de un
de una técnica dinámica que nos posibilita el estudio kilogramo de masa.) Ahora bien, por lo que se refiere a
directo del funcionamiento interno de las máquinas bio- la energía concreta que cada proteína recibe en cada mo-
fluctuaciones. De esta manera, las Ese trío de estabilidades resulta im- venientemente a una molécula de pro-
proteínas evitan quedar a merced de prescindible para el funcionamiento teína tenderá a desplegarla. Podemos
las fluctuaciones. Pero la resistencia de muchas proteínas. Como vere- llevar esto a cabo mediante el MFA
al cambio de forma tampoco debe mos en la siguiente sección, algunas si, una vez anclada la proteína por
exceder demasiado los valores de la máquinas proteicas poseen, además, dos puntos, tiramos de uno de ellos
energía térmica, dado que los cam- barreras mecánicas que les permi- para desplegarla (véase el recuadro
bios de conformación funcionales ten mantener su estructura cuando, “El microscopio de fuerza atómica
POSICIONADOR
∆zc
CUBREOBJETOS MOVIL
2
sensor flexible rastrea una superficie para describir la topografía mecánica de la misma,
MARIANO CARRION, MODIFICADA CON PERMISO DE ELSEVIER SCIENCE LTD.
DATOS MACROSCOPICOS
SARCOMERO
DISCO Z LINEA M
BANDA I BANDA A
1400
DESPLEGADO
1200 DE Ig DISTAL
1000 DESPLEGADO
EXTENSION (nm)
DE Ig PROXIMAL
ENDEREZADO
IG PROXIMAL N2-B PEVK IG DISTAL 800 DE REGIONES Ig
EXTENSION
600 DE PEVK
“VELCRO” Y N2-B
“VELCRO” DE PUENTES 400
DE PUENTES DE HIDROGENO
MIOFIBRILLA
DE HIDROGENO 200 RANGO TITINA: MOLECULAS
FISIOLOGICO INDIVIDUALES
MODULO
? ? 0
0 10 20 30 40
MODULO
DE INMUNOGLOBULINA DE INMUNOGLOBULINA FUERZA (pN)
MICROSCOPIO
DE FUERZA ATOMICA
200 pN
DATOS MONOMOLECULARES
100 nm
de miosina genera fuerzas de unos por una región de módulos tipo in- ha permitido la reconstrucción de la
5 pN. El “tercer filamento” (la titi- munoglobulina con un plegamiento elasticidad global de esta región de
na) constituye un verdadero muelle característico y dos regiones (PEVK, la proteína mediante un modelo pura-
biológico que mantiene centrado el N2B) sin estructura terciaria definida, mente aditivo, es decir, sin más que
MARIANO CARRION VAZQUEZ
sarcómero y le proporciona la elasti- que se intercalan entre los módulos sumar la elasticidad de cada uno de
cidad necesaria para que recupere la (véase el recuadro “Un complejo los componentes. La elasticidad re-
estructura de reposo tras su actividad muelle biológico: la titina”). sultante reproduce bastante fielmente
(“elasticidad pasiva”). El estudio de la elasticidad de la la elasticidad del sarcómero medida
Gran parte de la titina se encuentra región extensible de la titina a partir en las miofibrillas (los paquetes in-
anclada al filamento grueso, mientras de la elasticidad de sus distintos com- dividuales de que constan las fibras
que su porción elástica está formada ponentes, analizados con el MFA, musculares), una vez que dividimos
Cizalla
Cremallera 3. CUANDO SE VA ESTIRANDO UN
MODULO I27 —un componente proteínico
de la titina— con un microscopio de fuerza
atómica, la fuerza necesaria para ir desple-
gando una molécula de poliproteína adopta,
c SIMULACIONES en función de la extensión, una forma de
dientes de sierra (a). Los picos mayores y
El autor
Mariano Carrión Vázquez estudió bioquímica en la Universidad de Valencia y se doc-
toró por la Universidad Autónoma de Madrid. Posteriormente se incorporó al equipo del
profesor Julio M. Fernández, pionero en nanomecánica de proteínas, en la Clínica Mayo
primero y luego en la Universidad de Columbia. Allí introdujo la ingeniería de proteínas
en este campo, desarrollando la metodología de las poliproteínas como marcadores
monomoleculares. En la actualidad su grupo investiga en la nanomecánica de proteínas
del sistema nervioso, en el Instituto Cajal (CSIC).
Bibliografía complementaria
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