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INTERPONE ACCION DE AMPARO.

SOLICITA MEDIDA CAUTELAR

PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD.

Señor Juez:

Fabiana Elena Perticaro, abogada, inscripta al Tª55


Fº173, CUIT 27177013531, constituyendo domicilio legal en la calle
Viamonte Nº 640 piso 1º depto. 6 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, con domicilio de correo electrónico
fabiana@brokersgroupsrl.com.ar, a V.S. me presento y respetuosamente
digo:

I.- PERSONERÍA

Que, conforme acredito con el poder judicial que


adjunto – declarando bajo juramento que se fiel de su original el cual se
encuentra vigente – soy apoderada con facultades suficientes de
Brokers Group SRL, CUIT 30-70938256-6, con domicilio en la calle
Viamonte 640. Piso 1, Oficina 6, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en
cuyo carácter solicito se me tenga por presentada, por parte y por
constituido el domicilio procesal indicado.

II.- OBJETO

Que vengo por la presente a interponer acción de


amparo en los términos del Artículo 14 de la Constitución de la Ciudad de
Buenos Aires, contra el GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS
AIRES, con domicilio en la calle Uruguay 458 de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.

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La acción se inicia en los términos del Art 14 de la
Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Ley 2145 y en
merito de las consideraciones de hecho y de derecho que seguidamente
expondré, con el propósito de que V.S. tenga a bien dictar la
inconstitucionalidad de los Arts. 1 inciso c) y d) y 2 de la Ley 5627.

Declare la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la


ley señalada que restringe y/o altera con absoluta arbitrariedad, derechos
y garantías reconocidos por la Constitución Nacional y de la Ciudad, en
particular los artículos 14, 14 bis, 16, 17, 18, 28 y 31 de la Constitución
Nacional conforme las argumentaciones que seguidamente expondré.

III.- ADMISIBILIDAD DE LA ACCION DE AMPARO

La acción de amparo que se promueve resulta


admisible, en orden al sistema legal previsto por la ley de la materia,
quedando la misma subordinada a la verificación de tres presupuestos:

1) Que la norma atacada restringe y/o altera con absoluta


arbitrariedad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la
Constitución Nacional y de la Ciudad, en particular los artículos 14,
14 bis, 16, 17, 18, 28 y 31 de la Constitución Nacional, lesionando
los derechos de ejercer industria licita, de trabajar, libertad de
contratar, igualdad, etc, con arbitrariedad, incongruencia e
irrazonabilidad manifiesta, conculcando derechos y garantías
reconocidos por la Constitución Nacional
2) Que no exista remedio judicial más idóneo que permita tener la
protección o garantía constitucional de que se trata, aspecto
acogido por el art. 14 de la Carta Magna de la Ciudad en cuanto
establece “… siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo…” En el caso que planteamos, no existe para la lesión
descripta, un remedio judicial más idóneo, expedito y rápido que,
garantizando una decisión oportuna de jurisdicción, impida que se
cercene imperativamente un derecho inherente a la actora.

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3) Del Plazo para deducir el amparo: Atento la declaración de la
inconstitucionalidad del art 4 de la Ley 2145 por parte del Tribunal
de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires en autos “Gil Dominguez,
Andres c/GCBA s/Acción Declarativa de Inconstitucionalidad”
23/5/2007, Expediente 5296/2007, solicito se aplique el criterio del
máximo tribunal a la presente litis.
4) Que la determinación de la inconstitucionalidad de la norma no
requiera una mayor amplitud de debate y prueba, toda vez que el
tema debatido en autos constituye una cuestión de puro derecho,
cuya decisión no requiere otra prueba que la ya deducida en autos.
5) Asimismo, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en
numerosos fallos ha reconocido la posibilidad de ejercer el control
constitucional, propio del Poder Judicial, dentro del marco de la
Acción de Amparo. Afirma el Dr. Bidart Campos “El amparo reviste
desde siempre, en cuanto garantía, la naturaleza de una acción de
inconstitucionalidad” (pag 371, tomo II, Manual de la Constitución
reformada)

IV.- ANTECEDENTES

De la documentación acompañada, mi
mandante Brokers Group SRL, es locataria de un inmueble donde
funciona un TALLER MECÁNICO DE CHAPA Y DE PINTURA DE
VEHÍCULOS, sito en la calle Av. Gral. Francisco Fernández de la Cruz
Nº1075, PB de CABA.

Dicho establecimiento, en el término de 120


días ha sido expuesto a sucesivas denuncias infundadas, que han sido
radicadas por el Sr. Santiago Alí Once Gatica, contra el mencionado
establecimiento con llamativa mala fe y motivado por el propósito de
perjudicar comercialmente a mi mandante dado que desarrolla idéntica
actividad que la que ocupa a mi mandante esta es arreglo de chapa y
pintura de taxis en dicho local, antes referido

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Resulta oportuno destacar que el Sr. Once Gatica no
solo desempeña actualmente en la misma actividad de mi mandante, sino
que lo hace en un taller ubicado en Crespo Nº 2802, esquina Itaqui, de la
localidad de Nueva Pompeya, CABA, a escasas cuadras de distancia del
taller objeto de clausura.

Resalto que el Sr. Once Gatica, antes de desarrollar la


actividad actual, formó parte del personal de planta permanente del área
de habilitaciones de comercios del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, donde ha conservado grandes amigos y contactos personales
como inspectores y otros dependientes del área.

Es así que en fecha 27/11/17 el Sr. Santiago Alí


Once Gatica radicó una denuncia ante la Dirección General de
Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
contra el que funciona el en local sito en, solicitando se inspeccione dicho
establecimiento por supuestas irregularidades.

El mismo denunciante, en fecha 29/11/17 efectuó una


nueva denuncia en los mismos términos que la anterior, e incluso radicó
una tercera denuncia en fecha 10/01/18.

Ante la insistencia del Sr. Once Gatica con su


reiteración de denuncias, en fecha 06/02/18 personal del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires se constituyó en el establecimiento mencionado
y procedió a clausurar el taller mecánico y de pintura.

Luego de cumplidas las actuaciones requeridas y de


acreditado el cumplimiento de los requisitos solicitados, en fecha 14/3/18
se efectuó una inspección a los fines de levantar la clausura
anteriormente ordenada, para luego en fecha 23/03/18 proceder al
levantamiento formal y definitivo de dicha clausura.

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Luego de darse por terminadas las actuaciones, en
fecha 04/04/18 el Sr. Once Gatica radicó una nueva denuncia contra el
mismo Taller de Pintura de mi mandante, persiguiendo el mismo objetivo
de clausura injustificada.

Es así que todo vuelve a empezar y en fecha


17/05/18se vuelve a clausurar el mismo establecimiento por la denuncia
realizada por Santiago Alí Once Gatica.

Como si ello no fuera suficiente, en fecha 14/06/18el


mismo individuo vuelve a radicar otra denuncia contra el mismo
establecimiento y con el mismo fin.

Ello denota una evidente persecución perpetrada


contra el establecimiento de mi mandante, efectuada por connivencia
entre el Sr. Once Gatica y personal de inspección del GCBA,
específicamente del Inspector Eduardo Martin Palleta.

Resulta evidente que el denunciante se encuentra


gobernado por un móvil comercial el cual es intentar eliminar la
competencia a como de lugar, valiéndose de sus contactos en el órgano
de inspección para llevar adelante sus fines mediante el excesivo control
y la arbitrariedad en las medidas.

2-Acatamiento total de la medida:

Destaco que pese a las injustificadas denuncias y a la


ilegítima clausura ordenada en fecha 17/05/18, mi mandante ha respetado
en todo momento lo dispuesto, habiendo cesado su actividad.

Sin perjuicio de ello, el Sr. Once Gatica ha efectuado


nueva falsa y arbitraria denuncia por supuesta violación de clausura.

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Sobre el particular, denuncio que, conforme surge del
contrato de locación cuya copia se acompaña- mi mandante es locatario
del inmueble sito en Av. Fernández de la Cruz Nº1075, locación que
vence en fecha 31 de agosto de 2018.

En virtud de los acontecimientos producidos, siendo mi


mandante víctima de un control excesivo que denota la clara persecución
comercial ejercida por Santiago Once Gatica – con los graves perjuicios
que ello le ocasiona –ha decidido rescindir anticipadamente el contrato de
locación citado, circunstancia que originó el envío de la carta documento
de fecha 28/05/18 dirigida al Sr. Rubén Hugo Domanico, locador de dicho
inmueble, la cual en su parte pertinente expresa: “… procederemos a
rescindir el mismo a partir del día 11 de septiembre de 2018, fecha en la
cual se procederá a restituir el inmueble totalmente desocupado, a la
entrega de llaves del mismo…”.. Se acompaña copia de dicha Carta
Documento para constancia de autos.

En virtud de lo expresado, mi mandante pone en


conocimiento que el taller no se encuentra realizando sus actividades
comerciales como pretenden acusar, sino que simplemente se está
limitando a restituir los vehículos a sus propietarios y llevar adelante todas
las maniobras tendientes únicamente a desocupar el local con la mayor
celeridad posible.-

Cabe resaltar que la faja de clausura colocada jamás


ha sido violada, se encuentra intacta y el taller se encuentra cerrado, en
consecuencia, la disposición dictada en fecha 17/05/18, fue acatada y
respetada fielmente en todo momento.

Destaco que mi mandante se ve gravemente


perjudicada por la situación, ya que como consecuencia de la persecución
de la que es víctima, se vio obligada a rescindir un contrato de locación y
cesar su actividad comercial, asumiendo a su cargo todos los
compromisos económicos y penalidades que ello conlleva.

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Pero como corolario de toda esta actitud
francamente persecutoria y que excede ampliamente el marco de
legalidad que debería reinar en estos procedimientos, el que repito
se encuentra distorsionado, utilizando los mecanismos de control
simple y sencillamente para perjudicar económicamente a mi
representada.

El inmueble al día de la fecha 16/06/18 permanece


clausurado, lo cual produce un gran perjuicio económico a mi mandante,
ya que se ve impedida de continuar trabajando, retenidos todos los
materiales y elementos de trabajo, sin que medie razón y/o justificativo
alguno que impida continuar con su actividad, simple y sencillamente,
está padeciendo la utilización por parte de esta inescrupulosa persona
Sr. Santiago Ali Once Gatica de los medios de fiscalización y control pero
no para ejercer su real tarea de fiscalización y control, sino para
amedrentar e impedir que mi representada ejerza su actividad, eliminando
de esta forma su competencia comercial e impidiendo el libre ejercicio del
comercio, en claro e irregular beneficio para el Sr. Santiago Ali Once
Gatica

V.- DE LA LEGITIMACION ACTIVA.

Que como resulta de la prueba documental


acompañada y de lo descripto en el punto IV, mi mandante es es locataria
de un inmueble donde funciona un TALLER MECÁNICO DE CHAPA Y
DE PINTURA DE VEHÍCULOS, sito en la calle Av. Gral. Francisco
Fernández de la Cruz Nº1075, PB de CABA.

Las normas y resoluciones que se atacan en


este acto, vulneran en modo actual e inmediato, los derechos y garantías
constitucionales de mi mandante, por conculcar expresas disposiciones
de la Constitución Nacional, menoscabando su derecho al ejercicio de

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una actividad comercial digna, vulnerando derechos y garantías
constitucionales consagrados en la Carta Magna Nacional

Por lo expuesto, mi mandante tiene plena legitimación


activa para peticionar a que se haga justicia

VI.- HECHOS . LA NORMA IMPUGNADA

En razón de irregular proceder de los Inspectores


actuantes y la falsedad del contenido de las actuaciones Ticket Nº
211160/DGFyC/2018 y Actas que de Comprobación Serie 4 Nº 00453193
y 00453486, Acta Circunstanciada Nº 054880/DGFyC/2018, las que en
forma alguna se condicen con la realidad de los hechos y las medidas
adoptadas en su consecuencia, la resolución que ordena la clausura
inmediata y preventiva del local comercial es manifiestamente arbitraria e
improcedente, vulnerando y conculcando el derecho al ejercicio de la
libertad de comercio de mi representada

La falsedad en el contenido de las Actas de


Comprobación antes referidas, tiñen de absolutamente arbitraria e
improcedente clausura dispuesta el 17/05/18, por Resolución Nº DI-2018-
1601-DGFYC, dictada en el Expediente Electrónico Nº 04942487/2018,
Av. Gral. Francisco Fernandez de la Cruz Nº 1075, PB (Fondo) de CABA,
vengo a tachar de arbitrarias e inconstitucionales la Ley Nº 2624/07 (texto
consolidado por la Ley 5666 B.O.C.B.A.) 5014 del 24/11/2016, el Decreto
Nº 363/GCABA/2015, LA RESOLUCION Nº 247/AGC/2017, LA
RESOLUCION Nª 14/AGC/2016, aplicadas en dicha resolución adoptada
por el Director General de Fiscalización y Control Sr. Gustavo May, que
en su artículo 1º dispuso:

“… Ratificar la medida de clausura inmediata y preventiva, impuesta el día


17 de mayo de 2018 sobre el local sito en Av. Gral. Francisco Fernandez
de la Cruz Nº 1075, PB (Fondo), de esta Ciudad, que funciona como
“taller de pintura de vehículos (taxis)” por encontrarse afectadas las

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condiciones mínimas de: funcionamiento a) falta de habilitación y/o inicio
del trámite de la misma, falta de equipos extintores vigentes, cuenta con
(1) vencido, tener cables expuestos de 220, falta contratapa tablero fondo,
falta de luces de emergencia y señalización de medios de salida, falta de
ventilación…”

En idéntico sentido impugno por arbitraria e


inconstitucional el Acta Circunstanciada Nª 054880/DGFyC72018, dado
que la totalidad de su contenido es absolutamente falso, no se condice
con la realidad de los hechos, ya que es falso que no se encuentre
iniciado el trámite de habilitación de dicho comercio así como también es
absolutamente falso que no se encuentre el establecimiento munido de
extintores, y que uno de ellos este vencido, o que los cables se
encuentren expuestos en forma alguna. En idéntico sentido el local
comercial cuenta con luces de emergencia y señalización de medidos de
salida así como también ventilación.

La medida cautelar de clausura impuesta, es


claramente una medida que restringe el derecho de ejercer su actividad
comercial a mi representada libremente, sin restricciones ni
impedimentos.
La constitución nacional y la constitución porteña
garantizan el estado jurídico de inocencia, dado que el sometido se debe
presumir inocente hasta que no haya una sentencia de culpabilidad y un
juicio previo.
Esta medida de coerción impuesta a mi
representada afecta directamente el ejercicio de sus derechos de
propiedad y de comerciar
Con relación al derecho de propiedad previsto en
los artículos 14 y 17 de la Constitución Nacional y también por la Carta
Magna local en el inciso 5ª de su artículo 12, podemos decir que no está
referido solo a la nueva propiedad, sino que es un concepto más amplio.

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Para ello la Corte Suprema de Justicia de la
Nación señalo que el termino propiedad comprende todos los intereses
apreciables que el hombre pueda poseer fuera de si mismo, de su vida y
de su libertad, por lo que todos los bienes susceptibles de valor
económico o apreciables en dinero alcanzan el nivel de derechos
patrimoniales, rotulados unitariamente como derecho constitucional de
propiedad.

No es necesario, tal es el caso de mi mandante


que el clausurado sea propietario para que se afecte este derecho.

Pareciera que es más importante el derecho a la


libertad que el derecho a la propiedad. Sin embargo, la doctrina, la
jurisprudencia y la Corte Suprema los consideran de la misma jerarquía.
Algunos constitucionalistas como Ernekian, dicen que, en realidad, todos
los derechos constitucionales están relacionados con los valores,
poseedores naturalmente de un orden jerárquico, y los derechos que
representan esos valores tendrán un orden de prelación.

Lo cierto es que con la clausura preventiva


estamos afectando tres derechos constitucionales: el de propiedad, el de
comercio y el industrialista.
Es por ello que se deben extremar los recaudos
cuando se adopta una medida precautoria.

Para esto, los organismos administrativos que


controlan faltas deberán verificar si hay verosimilitud en el derecho, y en
el presente la ausencia de verosimilitud en los tickets y actas de
comprobación, convierten a la clausura ordenada en manifiestamente
arbitraria e inconstitucional.

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VII.- PRINCIPIOS Y DERECHOS CONSTITUCIONALES
AFECTADOS

La Constitución Nacional contiene diversas y acertadas


previsiones, y la tarea de velar por su cumplimiento y hacerlas efectivas
esta asignada al Poder Judicial. A este confía esa misión superior y de su
cabal cumplimiento depende, en definitiva, que las garantías
constitucionales llenen su única finalidad: la de actuar como barreras
infranqueables ante cualquier avance indebido de la autoridad.

“… Cuando un determinado poder, con el pretexto de


encontrar paliativos fáciles para un mal ocasional, recurre a facultades de
que no está investido, crea, aunque mal, un peligro que entraña mayor
gravedad y que una vez desatado se hace de difícil contención: el de
identificar atribuciones legitimas en orden a lo reglado, con excesos de
poder. Poco a poco la autoridad se acostumbra a incurrir en
extralimitaciones y lo que en sus comienzos se trata de justificar con
referencias a situaciones excepcionales o con la invocación de
necesidades generales de primera magnitud, se transforma, en mayor o
menor tiempo, en las condiciones normales del ejercicio del poder…”
(C.S.J.N, Fallos, 247, 121: LL, 100-45; J.A. 1960-V-405- Dictamen del
Procurador General)

VII.A.- PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD

Por el artículo 28 de la Constitución Nacional, la garantía de


razonabilidad debe estar siempre presente en los actos del Estado

Si bien es cierto que la misión más delicada de la justicia es


la de saber mantenerse dentro de la órbita de su jurisdicción, sin
menoscabar las funciones que incumben a otros poderes, de allí no cabe
derivar que el Poder Judicial pueda abstenerse de ejercer el control de

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razonabilidad. Lo contrario, dejo de lado garantías que hacen a la esencia
de nuestro sistema Republicano de Gobierno, cuya integridad pretende
resguardarse por medio, entre otros, de la subsistencia de dichas
garantías.

“…La restricción que impone el Estado al ejercicio normal de los


derechos patrimoniales debe ser razonable, limitada en el tiempo, un
remedio y no una mutación en la sustancia o esencia del derecho
adquirido por sentencia o contrato y esta sometida al control jurisdiccional
de constitucionalidad, toda vez que la emergencia, a diferencia del estado
de sitio, no suspende las garantías constitucionales (C.S.J.N. Fallos:
243:467; 323:1566)…”

Afecta la garantía de razonabilidad, dado que a diferencia de la


evaluación de políticas, cuestión claramente no judiciable, corresponde
sin duda alguna al Poder Judicial de la Nación garantizar la eficacia de los
derechos, y evitar que estos sean vulnerados. Ambas materias se
superponen parcialmente cuando una política es lesiva de derechos, por
lo cual siempre se argumenta en contra de la jurisdicción, alegando que
en tales supuestos media una injerencia indebida del Poder Judicial en la
política, cuando en realidad, lo único que hace el Poder Judicial en su
respectivo ámbito de competencia y con la prudencia debida del caso, es
tutelar los derechos e invalidar esa política en la medida en que los
lesiona. Las políticas tiene un marco constitucional que no pueden
exceder, que son las garantías que se hallan en la Constitución y que
abarcan a todos los habitantes de la Nación.

Por lo expresado la normativa atacadas es irrazonable


e inconstitucional. Desconoce innecesaria e injustificadamente, derechos
fundamentales que el Poder Judicial debe amparar, porque de otro modo
se tornarían ilusorias las garantías constitucionales que dicho Poder tutela

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VII.B.- DERECHO DE PROPIEDAD

El concepto genérico de propiedad constitucional, que


engloba todas sus formas posibles, ha sido acuñado por la Jurisprudencia
de la Corte Suprema al señalar que el termino propiedad utilizado por la
Constitución comprende todos los intereses apreciables que el hombre
puede poseer fuera de si mismo, de su vida y de su libertad, con lo que
todos los bienes susceptibles de valor económico o apreciables en dinero
alcanzan nivel de derechos patrimoniales rotulados unitariamente como
derecho constitucional de propiedad (conf. Bidart Campos, German,
Manual de la Constitución Argentina, Tomo II, pagina 118, Ediar,
Argentina, 1997)

Esta concepción del derecho de propiedad se ha reiterado


en forma indirecta en el inciso 19 del artículo 75, que dispone que el
Congreso de la Nación debe proveer lo conducente al progreso
económico con justicia social, por lo cual se indica la necesidad de
correlación de ambos preceptos tendiente a lograr el bienestar general.

El artículo 17 de la Constitución Nacional establece el


carácter de inviolable no solo del derecho de propiedad, sino de todos los
derechos individuales, en la interpretación que tanto la doctrina como la
jurisprudencia han hecho del principio. Ni el Estado ni los particulares
pueden privar a una persona, sea esta física o jurídica de tales derechos
arbitrariamente o restringirlos más allá de lo razonable, de forma tal que,
en los hechos, signifique una anulación o alteración del derecho en
cuestión.

VII.C.- PRINCIPIO DE SEGURIDAD

La vigencia de Estado de Derecho supone de manera cabal


y completa, la facultad de ejercer los derechos y garantías reconocidos en

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todo el plexo normativo. Requiere un marco confiable, estable, de normas
generales que se apliquen con continuidad, al cubierto de sorpresas,
cambios o giros imprevisibles o caprichosos que respondan a los
designios erráticos del hombre fuerte, y no al interés de la comunidad.

“…En términos generales, hay seguridad jurídica cuando el


sistema ha sido regularmente establecido en términos iguales para todos,
mediante leyes susceptibles de ser conocidas, que solo se aplican a
conductas posteriores – y no previas – a su vigencia, que son claras, y
que son dictadas adecuadamente por quien esta investido de facultades
para hacerlo” (Alterini, Atilio Anibal, La seguridad jurídica, Ed Abeledo
Perrot, Bs. As, 1993)

Ejercer el derecho en un Estado de Seguridad Jurídica,


supone conservar intacta la facultad de acceder a todos los instrumentos
legales reconocidos, a un proceso judicial valido, completo, que permita el
ejercicio eficaz de las pretensiones deducidas en tiempo útil.

“…Cuando la administración de justicia fracasa, la


regularidad del Derecho es desplazada por la irregularidad caprichosa de
la arbitrariedad y por lo tanto, se afirma la irracionalidad, se consagra la
imprevisibilidad y se arruina la confianza… El Derecho, en cuanto
representa un medio para la realización de valores en la persona
individual, solo puede llevarse a cabo donde existe seguridad jurídica.
Porque, dicho con el expresivo estilo del jusfilosofo Luis Recasens Siches
“sin seguridad jurídica no hay Derecho, ni bueno, ni malo ni de ninguna
clase” (Alterini, Atilio Aníbal, ob.cit)

VII.D.- PRINCIPIO DE LEGALIDAD

Partimos de la base de que vivimos en un Estado de


Derecho, que se caracteriza por el sometimiento de los Poderes
Constitucionales a la Constitución Nacional y a la Ley. Este sometimiento
no es un fin en sí mismo, sino una técnica para conseguir una

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determinada finalidad, que en nuestro sistema político jurídico consiste en
el sometimiento del Estado al “bloque de legalidad” (leyes, reglamentos,
principios generales, precedentes, tratados internacionales, Constitución
Nacional, etc.) y consecuentemente, el reconocimiento de los derechos
públicos subjetivos y el otorgamiento a los particulares de los medios
necesarios para su defensa. Someter al Estado al bloque de la legalidad
es someterlo al Derecho, y por ende, servir a la defensa de la igualdad,
de la libertad y del respeto de los derechos adquiridos.

VIII.- SOLICITA MEDIDA CAUTELAR

Por las razones expuestas, se solicita a V.S. ordene a la


autoridad de control la suspensión de la resolución clausura dispuesta el
17/05/18, por Resolución Nº DI-2018-1601-DGFYC, dictada en el
Expediente Electrónico Nº 04942487/2018, Av. Gral. Francisco Fernández
de la Cruz Nº 1075, PB (Fondo) de CABA, vengo a tachar de arbitrarias e
inconstitucionales la Ley Nº 2624/07 (texto consolidado por la Ley 5666
B.O.C.B.A.) 5014 del 24/11/2016, el Decreto Nº 363/GCABA/2015, LA
RESOLUCION Nº 247/AGC/2017, LA RESOLUCION Nª 14/AGC/2016,
aplicadas en dicha resolución adoptada por el Director General de
Fiscalización y Control Sr. Gustavo May,

Este pedido se funda en el peligro que implica que durante el


transcurso de tiempo que demande la resolución definitiva del presente,
los legítimos derechos constitucionales del amparista y que dan base a
esta acción y de terceros, resulten burlados por la aplicación de las
normas que por la demanda promovida se impugnan

Se reclama la urgente tutela de esos derechos


constitucionales afectados, atento el alto grado de verosimilitud del
derecho invocado y la existencia de un irreparable perjuicio en ciernes.

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La nota característica de la cautela es la
provisoriedad, la cual subsistirá hasta el momento del dictado de una
sentencia sobre el mérito que confirme o ratifique lo que se haya
avanzado desde la perspectiva precautoria.

Son reconocidas las presunciones de ejecutoriedad


y legitimidad del acto administrativo, sin embargo “(I) a la supervivencia
de la ejecución forzosa del acto administrativo – como regla general –
difícilmente pueda convivir mucho tiempo más con el principio de “tutela
judicial efectiva”, el cual excluye la posibilidad de ejecutar coactivamente
el acto impugnado antes de su juzgamiento por el poder judicial” (Juan
Carlos Cassagne, Efectos de la Interposición de los Recursos y la
Suspensión de los Actos Administrativos, E.D. 153,995)

Asimismo, esta presunción de legitimidad del acto


administrativo, no significa que este sea válido, sino que simplemente se
presume que ha sido emitido conforme al ordenamiento jurídico, “…
indiscutiblemente es una presunción legal relativa, provisional, transitoria,
calificada como presunción iuris tantum, que puede desvirtuar el
interesado demostrando que el acto controvierte el orden jurídico. Tal
presunción no es un valor consagrado, absoluto, iure et de iure, sino un
“juicio hipotético”, que puede invertirse acreditando que el acto tiene
ilegitimidad…” (Tomas Hutchinson, Régimen de Procedimientos
Administrativos, Ed. Astrea, 5° ed.)

Tal presunción no exime al juez de valorar los


elementos aportados por la parte que solicita la medida cautelar, a fin de
determinar si la verosimilitud del derecho invocada desplaza a la
presunción señalada. La Corte Suprema ha invalidado pronunciamientos
que denegaron medidas cautelares cuando esa presunción ha sido
empleada como una mera afirmación dogmática, omitiendo el más

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elemental análisis de las cuestiones esenciales con respecto a la
pretensión cautelar y sin correlato con las constancias de la causa.

Con respecto a la viabilidad de la medida cautelar solicitada,


la doctrina nacional recomienda la mayor flexibilidad en su otorgamiento
para que estas cumplan sus fines en forma satisfactoria, sin ocasionar
perjuicios que pueden evitarse.

La medida que se requiere importa un verdadero anticipo de


la garantía jurisdiccional que se otorga con el objeto de impedir que el
derecho cuyo reconocimiento se pretende obtener, pierda virtualidad
durante el plazo que transcurra entre la articulación del proceso y el
pronunciamiento definitivo.

Así la doctrina nacional viene sosteniendo que: “…se ha


abierto camino una tendencia amplia y flexible, que ha terminado por
prevalecer, porque tanto o más que al interés privado del solicitante,
interesa al orden público que la justicia no fracase por la inevitable lentitud
de su actuación, motivo por el cual se viene resolviendo que es preferible
un exceso en acordarlas que la parquedad en desestimarlas, ya que con
ello satisface el ideal de brindar seguridades para la hipótesis del
triunfo…” (Morello, Passi Lanza, Sosa, Berizonce, Códigos Penales, ed
1971, vIII)

En el caso aquí planteado concurren los presupuestos que


ameritan la medida cautelar solicitada, a saber: verosimilitud en el
derecho, peligro en la demora y la exigencia de contracautela.

A.- VEROSIMILITUD EN EL DERECHO

El “fumus bonis iuris” surge inequívocamente de la


descripción de los derechos amenazados por las normas impugnadas y
de la prueba documental acompañada

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La arbitrariedad e imposibilidad de las medidas
adoptadas por las mencionadas resoluciones es clara y manifiesta,
desvirtuando cualquier principio de legalidad que pudiera contener. Estas
normas avanzan injustificadamente sobre los más elementales principios
del derecho y conculca los derechos constitucionales ya descriptos.

Sin perjuicio de destacar que lo expuesto hasta


aquí permite considerar que en el caso existe verdadera certeza sobre la
bondad del derecho alegado, no huelga recordar que la jurisprudencia de
nuestro Máximo Tribunal ha sentado un importante pauta interpretativa
para el análisis de este requisito al señalar que “…las medidas cautelares
no exigen de los magistrados el examen de certeza sobre la existencia del
derecho pretendido sino solo su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad
en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad de la medida
cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco
de lo hipotético, dentro del cual, asimismo agota su virtualidad…” (conf.
C.S.J.N. in re “Evaristo Ignacio Albornoz v. Nación Argentina – Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social s/Medida de no innovar” rta. El 20/12/84,
Fallos 306:2060)

B.- PELIGRO EN LA DEMORA

Solo ordenando la suspensión de la aplicación de la


norma impugnada es posible mantener la verosimilitud del derecho
planteado por el suscripto, toda vez que, el interés jurídico que
fundamenta el otorgamiento de la medida cautelar solicitada encuentra su
justificación legitima en el peligro que implica que la duración del proceso
convierta en ilusorios los derechos reclamados.

Acerca de este requisito la Corte ha establecido que


“el examen de la concurrencia del recaudo aludido pide una apreciación
atenta de la realidad comprometida con el objeto de establecer

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cabalmente si las secuelas que lleguen a producir los hechos que se
pretenden evitar pueden restar eficacia al reconocimiento del derecho en
juego, operado por una posterior sentencia” (CS, julio 11-996, Milano,
Daniel R c Ministerio de Trabajo y Seguridad Social)

En definitiva, la aplicación de las normas cuya suspensión se


persigue, generaría consecuencias indudablemente graves para esta
parte y atentatorias de la seguridad jurídica, principio de indiscutible valor
que se solicita que a través del otorgamiento de esta medida cautelar,
V.S. ampare.

C.- CONTRACAUTELA

Ofrezco como contracautela la caución juratoria, en los


términos y con el alcance previsto por el art. 199 del C.P.C.C.N.

IX.- PLANTEA CASO FEDERAL

Se formula expreso planteo del caso federal para el


supuesto improbable de que las instancias ordinarias no acogieran la
acción deducida formal o sustancialmente, conforme a las prescripciones
del artículo 14 de la Ley 48, a fin de articular oportunamente el recurso
extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por
violación de los preceptos constitucionales individualizados en estas
presentación.

X.- PRUEBA
a) Documental:
- Copia de Poder Especial Judicial
- Copia de Contrato de Locación del Inmueble objeto de la clausura
- Copia de la Carta Documento en la que se notifica la rescisión del
Contrato de Locación

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b) Informativa:
Para el supuesto e hipotético caso de que se niegue la autenticidad de
la documental acompañada, solicito se libre oficio para que informe
acerca del contenido y autenticidad de la misma.

XI.- PETITORIO

Por todo lo expuesto, solicito a V.S.

a) Me tenga por presentado, por parte en el carácter invocado y por


constituido el domicilio procesal indicado
b) Se tenga presente la prueba ofrecida
c) Se haga lugar a la medida cautelar solicitada dejando sin efecto la
Resolución Nº DI-2018-1601-DGFYC, dictada en el Expediente
Electrónico Nº 04942487/2018, Av. Gral. Francisco Fernández de la Cruz
Nº 1075, PB (Fondo) de CABA
d) Se tenga planteado el caso federal
d) Oportunamente se dicte sentencia receptando favorablemente lo aquí
peticionado y se declare la inconstitucionalidad de la Ley Nº 2624/07
(texto consolidado por la Ley 5666 B.O.C.B.A.) 5014 del 24/11/2016, del
Decreto Nº 363/GCABA/2015, y de las resoluciones Nº 247/AGC/2017 y
N° 14/AGC/2016.

Proveer de conformidad
SERA JUSTICIA

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