Nicaragua tiene una inmensa confianza en la juventud, reconocida en su diversidad, que refleja una plurali-

dad del ser joven: hombres y mujeres, rurales y urbanos, mestizos y mestizas, afrodescendientes y de los
pueblos indígenas. Las juventudes habían sido tradicionalmente olvidadas y excluidas por gobiernos neolibe-
rales, puesto que la problemática de la juventud no era colocada en la agenda pública, lo que hubiese permi-
tido velar por su bienestar, realización personal y familiar, teniendo como centro primordial el presente y el
futuro de la mayoría de la población, que es la de edad joven.

Es desde esta perspectiva que se ha formulado esta propuesta en estrecha coordinación con el Gobierno de
Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) y, de manera particular, con el Instituto Nicaragüense de la Juven-
tud (Injuve); la Policía Nacional, a través de la Dirección de Asuntos Juveniles, y las organizaciones que
integran el Sistema Nacional de Bienestar Social. En su conjunto, el documento se pone a disposición de las
autoridades como un insumo que puede contribuir a fortalecer las estrategias de las políticas públicas en
materia de prevención de violencia, especialmente la Política Nacional para el Desarrollo Integral de la Juven-
tud y sus respectivos planes, programas, instrumentos y protocolos. El objetivo de la propuesta es poner a la
disposición de las diferentes instituciones de la administración pública, insumos generados desde una
consulta amplia para que puedan asumir la responsabilidad compartida de prevenir la violencia que afecta a
adolescentes y jóvenes en Nicaragua.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención
de la violencia que afecta a la juventud

Viviendo la cultura de paz:

Una responsabilidad compartida
Nicaragua, octubre de 2012
 El proyecto Estrategias y acciones para la prevención de la violencia
relacionada con juventudes en Panamá es coordinado por:

El componente de políticas públicas se implementó en asocio con:

El proyecto contó con el inanciamiento del Gobierno de Italia:

Fotos por: Jenny Matthews y Tim Dirven

La reproducción total o parcial de este documento está permitida, siempre que se cite la fuente y se respeten los
contenidos y créditos de autoría y edición. Las opiniones, ideas y puntos de vista expresados en el presente documen-
to no corresponden necesariamente a aquellos sostenidos por alguna de las entidades facilitadoras o cooperantes.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención
de la violencia que afecta a la juventud

Viviendo la cultura de paz:

Una responsabilidad compartida
Nicaragua, octubre de 2012
Contenido
9 Prólogo
11 Introducción
15 Marco conceptual
27 Situación de la adolescencia y juventud en Nicaragua
45 Marco jurídico e institucional
65 Propuesta de líneas estratégicas para inclusión en la Política Nacional
para el Desarrollo Integral de la Juventud
73 Líneas estratégicas y prioridades de intervención según nivel
de prevención
83 Líneas estratégicas para la prevención secundaria
89 Líneas estratégicas para la prevención terciaria
95 Estrategias para el fortalecimiento institucional especializado en
prevención de violencia con adolescentes y jóvenes
101 Recomendaciones para la implementación de la estrategia
109 Referencias bibliográficas

7
Prólogo
Nuestra región cuenta con la Estrategia de Seguridad de Centroamérica desde el año 2007,
que deine una visión compartida e integral sobre cómo entender y enfrentar juntos los desa-
fíos de la inseguridad. Esta estrategia regional constituye un instrumento fundamental en la
coordinación y armonización de acciones, así como para el diseño de políticas, programas y
estrategias integrales orientados al fortalecimiento y aumento de las capacidades nacionales y
regionales de gestión, tomando en cuenta las asimetrías que existen entre los países.

En ese contexto, la Secretaría General del SICA y la Secretaría de la Integración Social Cen-
troamericana (Sisca) han tomado la iniciativa de apoyar a los países de la región en la cons-
trucción participativa de políticas públicas de prevención social de la violencia, en las cuales
converjan las diferentes visiones que desde el Gobierno, la sociedad civil y las organizaciones
no gubernamentales –especialmente las de juventud– se plantean, con miras a que sean asu-
midas e implementadas por las instituciones rectoras de la prevención en cada país.

El principal reto consiste en armonizar e integrar regionalmente las políticas de prevención

social de la violencia, para que desde lo local, lo nacional y lo regional se articulen con estra-
tegias comunes, coherentes con el concepto de «seguridad democrática» y con los métodos
democráticos para alcanzar la seguridad.

El valor agregado de esta iniciativa regional ha sido la apuesta hacia políticas nacionales y
regionales de prevención, inspiradas en una ilosofía restaurativa desde la cual se aborde la
respuesta al análisis de la violencia y sus nuevos escenarios sociales tan interrelacionados e
interconectados, una ilosofía capaz de transformar las relaciones humanas conlictivas en re-
laciones pacíicas, y crear así sociedades dialogantes, dispuestas a promover una cultura de paz
y legalidad.

9
La Secretaría General del SICA y la Sisca, a través de sus respectivas instancias regionales (la
Comisión Regional de Prevención Social de la Violencia, conformada por los ministros de Segu-
ridad o de Gobernación de todos los países de la región, y el Consejo de la Integración Social,
constituido por los ministros coordinadores de las áreas sociales), acompañarán los procesos
de institucionalización e implementación de estas políticas en los países miembros del SICA,
en consonancia con el Modelo Centroamericano de Seguridad Democrática y la Agenda Estra-
tégica Social.

Juan Daniel Alemán Gurdián

Secretario General del SICA

10
Introducción
Presentación
La juventud es vida, dinamismo, entusiasmo, espe-
ranza. Las personas jóvenes han impulsado los más
profundos cambios sociales en la historia del país.
Las luchas históricas por la libertad y la búsqueda
del bienestar compartido nunca habrían sido posi-
bles sin la participación, el compromiso y la volun-
tad incondicional de hombres, mujeres, adolescen-
tes y jóvenes.
Nicaragua tiene una inmensa conianza en la juven-
tud, reconocida en su diversidad, que releja una
pluralidad del ser joven: hombres y mujeres, rurales
y urbanos, mestizos y mestizas, afrodescendientes
y de los pueblos indígenas. Las juventudes habían
sido tradicionalmente olvidadas y excluidas por
gobiernos neoliberales, puesto que la problemática
de la juventud no era colocada en la agenda públi-
ca, lo que hubiese permitido velar por su bienestar,
realización personal y familiar, teniendo como cen-
tro primordial el presente y el futuro de la mayoría
de la población, que es la de edad joven.
Como producto de esa exclusión, miles de jóvenes
han tenido problemas educativos y han abando-
nado las escuelas desde muy temprana edad para
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
entrar en un mundo laboral no caliicado y, por lo
tanto, de muy baja remuneración salarial. En los úl-
timos cinco años, muchos jóvenes han tenido que
reiniciar sus estudios técnicos o profesionales con
el apoyo de los diferentes proyectos y programas
que el actual Gobierno realiza; esto con la comple-
mentación de la comunidad donante y de la empre-
sa privada, en función de la restitución de derechos
de los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes.
Las históricas deiciencias encontradas en la aten-
ción a adolescentes y jóvenes han llevado a un pro-
ceso de revisión y ajuste de los sistemas educativos,
salud pública, posibilidad de empleo y recreación,
entre otros, lo que permite empoderar a los jóve-
nes en liderazgos y participación en los procesos de
cambio, lo cual ha permitido mejorar la calidad de
vida, no solo en estos segmentos sino en las fami-
lias nicaragüenses. Es así que, hoy por hoy, se cuen-
ta con una juventud con alto nivel de participación y
en espacios de toma de decisiones, lo que avizora un
relevo generacional a corto, mediano y largo plazo.
La violencia, como fenómeno social, se observa
desde los problemas existentes en el mundo glo-
balizado a partir de estereotipos de moda, tecno-
logía, música, relaciones de poder desiguales, ar-
11
mas, drogas, la trata de personas y la explotación
sexual. Estas formas de violencia se reproducen a
nivel local, en espacios públicos y privados, y cons-
tituyen un patrón de conducta a seguir en familias
disfuncionales o en los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes en situación de riesgo; y es aquí donde na-
cen los grupos juveniles en alto riesgo social y pan-
dillas juveniles. Esta situación no cobra mayor auge
en Nicaragua gracias a los programas preventivos y
educativos que las instituciones de gobierno, con el
apoyo de las instancias coejecutoras, implementan
para mejorar la seguridad ciudadana, orientando
estrategias que permitan indicarle a los jóvenes el
rumbo hacia un desarrollo más humano, justo y sa-
ludable, en el cual prevalezca la paz y la conviven-
cia social.
Pese a lo esgrimido anteriormente, quedan muchos
problemas por resolver: la atención de adolescen-
tes y jóvenes en el hogar, en las escuelas y en la
comunidad, que posibilite un seguimiento perma-
nente y articule todo un sistema, desde la familia,
la comunidad y de manera interinstitucional. En
el último informe de Desarrollo Humano de la Ju-
ventud Nicaragüense se abordan problemas como
la drogadicción desde temprana edad, que existen
entre un alto porcentaje de adolescentes y jóve-
nes; embarazos de adolescentes, migraciones del
campo a la ciudad y crecimiento de asentamientos,
sin contar con diseños urbanísticos y servicios bá-
sicos, personas que viven hacinadas, promiscuidad
que da lugar a que se produzcan diversas formas
de violencia entre parejas, familias o personas de
12 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
diferentes grupos etarios. A esto habría que agre-
gar los frágiles programas de atención y educación
temprana a la niñez y a la adolescencia, lo que in-
cide en su estado de vulnerabilidad, el que vivan en
las calles y en situación de abandono y transgresión
de la ley.
Ante la falta de oportunidades y la violencia que
viven las familias, escuelas y comunidades, mu-
chos adolescentes y jóvenes han encontrado en las
drogas y en el alcohol una forma de evasión de la
realidad. La violencia que implica la negación sis-
temática de derechos se convierte frecuentemente
en violencia social expresada en espacios públicos,
es decir, los adolescentes y jóvenes de ambos sexos
que son víctimas de violencia en espacios privados
terminan reproduciendo patrones de violencia en
las calles. Las víctimas, en algunas ocasiones, se
vuelven victimarios o victimarias, es decir, respon-
den de forma violenta a un entorno social e institu-
cional que les agrede.
Es en este contexto en donde cabe hablar de la pre-
vención de la violencia, entendiendo que, para ser
integrales, las estrategias preventivas deben reco-
nocer tanto aquella violencia que afecta a la juven-
tud como la violencia que los jóvenes de ambos se-
xos practican. Este tipo de enfoque permite consi-
derar que las personas jóvenes se han desarrollado
en un contexto que, de forma sistemática y desde
diversos espacios, los agrede y les niega derechos y
oportunidades. Ello ha incidido a menudo en una
naturalización de la violencia, la cual se mira como
parte de la cotidianeidad. Por ello, muchos jóvenes
terminan reproduciendo esos mismos comporta-
Proceso de elaboración
mientos.
de la propuesta
La presente Propuesta de líneas estratégicas para la
Es desde estas perspectivas y enfoques que se ha
prevención de la violencia que afecta a la juventud es
formulado esta propuesta en estrecha coordina-
el resultado de un amplio proceso de consulta con
ción con el Gobierno de Reconciliación y Unidad
diversos actores sociales e institucionales, institu-
Nacional (GRUN) y, de manera particular, con el
ciones de gobierno, órganos del sistema de justicia,
Instituto Nicaragüense de la Juventud (Injuve); la
adolescentes y jóvenes, organismos de la sociedad
Policía Nacional, a través de la Dirección de Asun-
civil y agencias de cooperación internacional.
tos Juveniles, y las organizaciones que integran el
Sistema Nacional de Bienestar Social. En este do-
Los talleres de consulta y los grupos focales per-
cumento también se incluyen propuestas dirigidas
mitieron la expresión libre de opiniones expertas
a otros órganos e instancias del Estado. En su con-
de funcionarios(as) y profesionales independientes
junto, el documento se pone a disposición de las
que trabajan en el ámbito de la prevención. Asimis-
autoridades como un insumo que puede contribuir
mo, también permitieron conocer los puntos de vis-
a fortalecer las estrategias de las políticas públicas
ta y escuchar los planteamientos de adolescentes y
en materia de prevención de violencia, especial-
jóvenes de ambos sexos que han vivido la violencia
mente la Política Nacional para el Desarrollo Integral
y también han hecho cambios signiicativos en sus
de la Juventud y sus respectivos planes, programas,
vidas y en sus barrios a favor de una cultura de paz.
instrumentos y protocolos. El objetivo de la pro-
puesta es poner a la disposición de las diferentes
No obstante, esta rica experiencia de intercambio
instituciones de la administración pública insumos
y debate no debe quedarse con la presentación de
generados desde una consulta amplia, para que
esta propuesta. La complejidad del tema y la diver-
puedan asumir la responsabilidad compartida de
sidad de la experiencia de adolescentes y jóvenes en
prevenir la violencia que afecta a adolescentes y jó-
el país exigen que el proceso continúe mediante una
venes en Nicaragua.
fase próxima de debate, diálogo y construcción de
consensos sobre las acciones concretas y los indica-
dores de eicacia de las mismas. De esta manera, la
política cobrará vida y se volverá una efectiva herra-
mienta que guíe la respuesta nacional.

Además del proceso participativo y multisectorial

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 13

de consulta, para la elaboración técnica de la pro-
puesta se realizó una revisión del marco jurídico,
político e institucional relacionado con la preven-
ción de la violencia en general y, en particular, de
aquellas formas de violencia, tipiicadas o no como
delitos, relacionadas con la adolescencia y la juven-
tud.1 Dado que el Estado nicaragüense ha prestado
atención a la importancia de la prevención de la
violencia como componente fundamental para la
transformación de relaciones sociales, también se
analizó la situación actual de los programas, pro-
yectos y mecanismos de atención que ya están en
marcha.
Asimismo, se realizó una investigación documental
que incluía estudios e informes relevantes en mate-
ria de prevención de la violencia que afecta a la ado-
lescencia y la juventud. Especial interés se prestó a
las investigaciones sobre la participación de adoles-
centes en hechos violentos que, según la legislación
penal vigente, constituyen delitos o faltas.
Finalmente, y en aras de agradecer y reconocer el
entusiasmo de los diferentes actores y sectores cu-
yas voces, anhelos y aspiraciones hemos acopiado
en la presente propuesta, nos permitimos presen-
tar este breve listado de entidades, instituciones,
organizaciones y sectores que participaron en la
consulta:
• Organizaciones y grupos de jóvenes
• Funcionarios del Estado: Policía Nacional,
Mined, Minsa, Inatec, Mitrab, Injuve, ICAD,
Mingob y Justicia (Corte Suprema de Justicia,
jueces, defensores públicos, iscales)
• Miembros claves de organizaciones no gu-
bernamentales (ONG)
• Adolescentes y jóvenes que integran agrupa-
ciones juveniles
• Funcionarios de cooperación internacional
Los aportes, sugerencias y recomendaciones de to-
dos estos actores constituyen los insumos básicos
para la elaboración de esta propuesta. A todos y
todas, ¡gracias por su invaluable aporte a esta ini-
ciativa para el mejoramiento de la calidad de vida
de la adolescencia y la juventud!

1 Reconocemos plenamente que la niñez es una eta-

pa de vida en que las personas son vulnerables de ser
víctimas de la violencia con consecuencias sumamente
negativas. Por lo tanto, una política para adolescentes y
jóvenes debe ser conceptualmente armónica con políti-
cas de prevención en la niñez, y los programas deben ser
diseñados para fortalecer, continuar o corregir los que
son dirigidos a la niñez con componentes que tomen en
cuenta las necesidades e intereses diferenciados de ado-
lescentes y jóvenes.

14 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

 Marco
conceptual

15
Marco conceptual
El abordaje de atención a la adolescencia y la juven-
tud nicaragüenses requiere de un enfoque holístico
centrado en el ser humano como eje fundamental,
sus carencias, necesidades y aspiraciones, median-
te orientar estrategias que faciliten el involucra-
miento de todos los actores sociales que inciden
en los procesos de cambio: sociales, políticos, eco-
nómicos, culturales… que permitan reorientar las
conductas de los niñas, niños, adolescentes y jóve-
nes hacia una mejor calidad de vida en la ruta de
restitución de sus derechos.
A continuación se describen los principales concep-
tos presentes en la propuesta, a saber:
Adolescencia y juventud
La propuesta Líneas estratégicas para la prevención
de la violencia que afecta a la juventud nace de la im-
portancia de dirigir acciones del Estado enfocadas
y especializadas en este grupo etario. En el proce-
so de crecimiento y desarrollo, el ser humano pasa
por una serie de cambios: físicos, isiológicos y psi-
cológicos; asume o le delegan responsabilidades a
corta edad, experimenta ciertas independencias de
su núcleo familiar debido a sus nuevas capacidades
intelectuales, físicas, sociales y emocionales. Por lo
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
tanto, es un periodo de aprendizaje y crecimiento
que requiere una atención especial que le permita
garantizar todas las condiciones necesarias, indi-
vidual y colectivamente, en su inserción familiar y
comunitaria.
Los cambios que experimentan las personas en esta
etapa de la vida son vividos y asumidos de diversas
formas, de manera que no existe la adolescencia
y la juventud como un hecho singular, sino como
una vivencia plural. Reconociendo la diversidad de
referentes biológicos, psicológicos, sociales y cul-
turales para deinir la adolescencia y la juventud,
la propuesta Líneas estratégicas para la prevención
de la violencia que afecta a la juventud adopta los
parámetros establecidos en las normas jurídicas
vigentes para deinir estos dos momentos del ci-
clo vital, que se detallan en el siguiente apartado.
Sin embargo, reconocemos que las fronteras que
marca la edad biológica sólo constituyen puntos de
referencia.
La presente propuesta se dirige a los adolescentes y
jóvenes de ambos sexos, es decir, hombres y muje-
res de entre 13 y 29 años. Se deinen los dos grupos
de la siguiente manera:
17
Adolescentes
La adolescencia es un concepto difícil de deinir
(Unicef). En general, se la reconoce como el perío-
do en que las personas alcanzan cierto grado de
madurez física, emocional y cognitiva; pero este
proceso no es homogéneo, sino que se encuentra
determinado por factores personales, sociales, re-
lacionales, culturales, etc. La Organización Mun-
dial de la Salud (OMS) deine la adolescencia como
un período de transiciones que va desde los 10 a los
19 años, y se identiican dos fases: la adolescencia
temprana (de los 10 a los 14 años) y la adolescencia
tardía (de los 15 a los 19 años).
La referencia adoptada por esta propuesta se ads-
cribe a lo establecido en el Código de la Niñez y la
Adolescencia, Ley No. 287, aprobada en 1998, que
considera adolescente a toda persona que se en-
cuentre «entre los 13 y 18 años de edad, no cum-
plidos» (artículo 2). También corresponde a la edad
en que la persona asume una responsabilidad pe-
nal cuando infringe la ley (artículo 95), aunque sea
todavía reducida esta responsabilidad en reconoci-
miento de las capacidades particulares de los y las
adolescentes.
Jóvenes
La juventud es una etapa intermedia entre la ado-
lescencia y la adultez. En este momento del ciclo
vital ya se han desarrollado plenamente las capa-
cidades físicas y cognitivas, y la persona adquiere
18 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
mayor madurez emocional. La juventud está aso-
ciada a un conjunto de procesos psicológicos, so-
ciales y culturales, que se caracterizan por ser par-
te de la construcción de identidad como personas
adultas. En esta etapa se toman decisiones (que
se toman o que los contextos toman para ellos y
ellas) sobre importantes aspectos de la vida, como
formar pareja, tener hijos, dedicarse a una determi-
nada profesión, buscar empleo, etc.
La propuesta que se presenta deine a la juventud
a partir de la categorización establecida en la Ley
de Promoción del Desarrollo Integral de la Juventud
Nicaragüense, Ley No. 392, aprobada en 2001, cuyo
segundo artículo deine a la juventud dentro de las
fronteras de la edad biológica, y considera jóvenes
a las personas comprendidas entre los 18 y 30 años
de edad, no cumplidos.
Violencia que afecta
a adolescentes y jóvenes
La violencia relacionada con jóvenes y adolescen-
tes es un concepto amplio que se reiere a las múl-
tiples formas en que la esta afecta a la juventud,
sean víctimas de ella o la generen, así como a sus
manifestaciones y causas. Es obligación del Estado
«promover y garantizar los avances de carácter so-
cial y políticos para asegurar el bien común», y, de
tal cuenta, intenta tipiicar y establecer sanciones
para la violencia que daña y afecta el desarrollo hu-
mano, como faltas y delitos cometidos por indivi-
duos, y como violaciones a los derechos humanos
cuando es ejercida por el Estado o sus representan-
tes. Empero, gran parte de la violencia que afecta
la vida de adolescentes y jóvenes se maniiesta en
las relaciones cotidianas entre personas, y puede
ser tratada fuera de los sistemas judiciales a través
de instrumentos que abordan los conlictos para
evitar la violencia.
Diferentes formas de violencia
Los tipos de violencia que afectan a los jóvenes ni-
caragüenses incluyen diferentes manifestaciones
que se pueden clasiicar en la siguiente manera:
Violencia directa: física, sexual, verbal o psico-
lógica, y se puede ser víctima o generador de ella
en la familia, la comunidad, escuela o en el ámbito
laboral.
Violencia estructural: la exclusión social, políti-
ca o cultural, la desigualdad, o el incumplimiento
de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales por parte del Estado.
Violencia simbólica: prejuicios, estigmas, discri-
minación, invisibilización, o sanciones arbitrarias a
ciertos grupos de parte de la sociedad o grupos de
poder en contra de grupos menos poderosos, como
la misma juventud o grupos especíicos de jóvenes.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Violencia basada en el género y
violencia contra la mujer
La construcción de las identidades masculinas y
femeninas inluye en cómo viven la violencia las
personas. La violencia basada en el género es la
causada por la existencia de relaciones de poder
desiguales, en que se subordina principalmente a
la mujer, lo que provoca daños de diversa índole
que van desde el incumplimiento de sus derechos
económicos, sociales, políticos y culturales, hasta
la muerte. Esta violencia es legitimada individual-
mente y colectivamente, potenciada por la cultura
machista, por lo que es preciso transformar la con-
cepción de las relaciones humanas hacia relaciones
de igualdad y equidad de género.
En el análisis y la intervención destinados a redu-
cir los factores de riesgo asociados con la violencia,
es indispensable analizar y abordar los patrones
de conducta ligados a las identidades masculinas
y femeninas deinidas culturalmente, y que condi-
cionan la vulnerabilidad de las personas según su
identidad de género.
Violencia ejercida por jóvenes
La violencia ejercida por jóvenes («violencia o delin-
cuencia juvenil») es un concepto más restringido,
que se reiere a la participación de jóvenes en actos
de violencia. El término en sí puede resultar siendo
un estigma cuando «invisibiliza» la complejidad de
las manifestaciones de violencia en la vida de jóve-
19
nes teniendo como costo el entender su condición
vulnerable ante la violencia y la responsabilidad de
las personas adultas en lo que toca a crear condi-
ciones libres de violencia. En Nicaragua, dentro del
sistema penal especializado, se ha indicado como
violencia juvenil a la que de forma indistinta come-
ten adolescentes de ambos sexos, sin determinar
si están o no en el rango de edades incluidas ante-
riormente entre las que abarca el concepto de «jó-
venes». La inalidad de la intervención del Estado
con jóvenes que hayan participado en la violencia
es la restitución de derechos y la integración plena
en procesos de desarrollo integral.
Grupos juveniles y
categorías policiales
sobre violencia ejercida
por jóvenes
Las ciencias sociales han hecho esfuerzos extensivos
de entender y deinir las diferentes manifestaciones
de asociación juvenil, sin que se haya llegado a una
deinición universalmente aceptada. Es importante
reconocer y desestigmatizar las conductas norma-
les en esta etapa de la vida, en que suelen sociali-
zarse en grupos que frecuentemente se distinguen
entre sí por la moda en el vestir, la música, su habla
y símbolos (lenguaje) que utilizan. No todas estas
expresiones externas son socialmente aceptables
para las personas adultas; no obstante, estos com-
portamientos no necesariamente se relacionan con
la violencia o la comisión de faltas y delitos.
20 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Por otro lado, es evidente que algunas agrupacio-
nes juveniles participan más frecuentemente en
actividades menos lícitas, mientras que otros co-
meten delitos por medio de su agrupación. El fe-
nómeno de pandillas juveniles es cambiante y di-
námico, y su manifestación merece una constante
revisión de su deinición en cualquier sociedad. Sin
embargo, hay razones prácticas en las políticas pú-
blicas para deinir estos grupos de tal manera que
se organicen las estrategias de intervención a su fa-
vor con el propósito de prevenir la violencia contra
y desde ellos.
En este sentido, en Nicaragua, la Policía Nacional
(PN) creyó oportuno deinir los conceptos de «pan-
dilla juvenil» y «grupos juveniles en alto riesgo so-
cial» para el uso oicial en documentos, políticas,
procedimiento, informes y anuarios. En este docu-
mento, respetamos la categorización deinida de la
siguiente manera:
Grupos juveniles en alto riesgo
Según la PN, son «grupos de adolescentes y jóvenes
cuya situación se determina a través de los factores
de riesgo individuales, relacionales y comunitarios
que les rodean, son objeto de interés del control
policial y social por los lugares que frecuentan».
Sus características incluyen que su asociación no
tiene naturaleza jurídica, se relacionan a veces con
ines menos lícitos, pasan la mayoría de su tiempo
en espacios públicos (calle), ocasionalmente con-
sumen alcohol y drogas (Policía Nacional, 2004).
Pandilla juvenil
Según la PN es «el conjunto de adolescentes y jó-
venes que, organizados dentro de un territorio, en
composición de tres a más miembros identiicados
como grupo, manejan símbolos, lenguajes y con-
ductas de identidad; y que, además, ejecutan actos
de violencia comúnmente traducidos en transgre-
siones a la ley». Algunas características que distin-
guen a los jóvenes en pandilla son, según la PN: «Se
identiican como grupo y manejan símbolos, len-
guajes y conductas de identidad, como solidaridad
y pertenencia grupal […]; se asocian eventualmen-
te con adolescentes de la calle que no tienen vín-
culos familiares, las reglas no son rígidas y no hay
ritual de ingreso ni consecuencias de retiro; y se or-
ganizan en los lugares que frecuentan: la cuadra, la
cancha, la esquina» (Policía Nacional, 2004).
Factores de riesgo
y vulnerabilidad
Los conceptos de riesgo social y vulnerabilidad se
aplican generalmente a personas o grupos de la po-
blación que, por su condición de edad, sexo, origen
étnico, clase, o de cualquier otro tipo, se encuentran
en situación de desventaja para incorporarse al desa-
rrollo o acceder a mejores condiciones de bienestar.
Su condición de vulnerabilidad es el resultado de la
acumulación de desventajas económicas, políticas,
sociales y culturales para su propio desarrollo, y esta
situación los coloca en mayor riesgo de ser víctimas de
violencia o de reproducir comportamientos violentos.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
En el caso de los jóvenes de ambos sexos, se con-
sidera vulnerables a quienes se encuentran en si-
tuación de calle, jóvenes indígenas o afrodescen-
dientes, jóvenes que viven en extrema pobreza,
personas con discapacidades, víctimas de violencia
intrafamiliar y violencia sexual, quienes migran
en condiciones precarias, jóvenes con problemas
de adicción, jóvenes en conlicto con la ley penal
y privados(as) de libertad; los hijos y las hijas de
personas privadas de libertad o de pandilleros(as),
y jóvenes mujeres en extrema pobreza, entre otros.
Factores de riesgo de violencia
Los factores de riesgo de ser víctima o victimario
son aquellos elementos en el entorno asociados
con el aumento de la violencia. La relación entre
los factores de riesgo y la participación en la violen-
cia no deben entenderse como una relación causal.
La importancia de entender los factores de riesgo
consiste en el hecho de que pueden ser mitigados o
eliminados por medio de intervenciones dirigidas.
Hay factores de riesgo de violencia directa en el en-
torno familiar, educativo, laboral y comunitario, así
como factores asociados a la violencia estructural
y simbólica, que suelen estar impregnados en el te-
jido social y político y, por lo tanto, su eliminación
requiere intervenciones extendidas y prolongadas.
21
El modelo ecológico
Una manera de entender los factores de riesgo y su
interrelación es el modelo ecológico que utiliza la
Policía Nacional nicaragüense. En este modelo se
analizan los factores individuales, biológicos y sico-
sociales; factores interpersonales, como la familia
y amistades; factores comunitarios del barrio/co-
munidad; y factores sociales, o macrocondiciones
culturales, políticas e institucionales.
Grupos vulnerables
Nos referimos a sectores o grupos que se conside-
ran vulnerables porque comparten la característica
de haber acumulado factores de riesgo en común,
como ser jóvenes en situación de calle, jóvenes
en barrios con altos niveles de violencia o jóvenes
miembros de pandillas. De igual manera, en socie-
dades que históricamente han tenido un carácter
excluyente y discriminador de ciertos grupos po-
blacionales, es preciso considerar la vulnerabili-
dad de aquellos jóvenes que, por su identidad ét-
nica, racial o de género, han sido tradicionalmente
excluidos(as) o victimizados(as).
Prevención de la violencia
La prevención de la violencia debe entenderse
como el conjunto de medidas orientadas a impe-
dir que ocurran hechos violentos, y, en caso de que
ocurran, se repare el daño causado, se promueva
la rehabilitación del ofensor y se reduzcan las po-
22 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
sibilidades de que vuelvan a ocurrir. La prevención
de la violencia puede clasiicarse en tres niveles, y
en orden diacrónico: antes de que ocurra un hecho
violento, cuando el hecho comienza a manifestarse
y cuando se consuma. De esta manera, las acciones
de prevención pueden ser desarrolladas en diversos
niveles, que pueden ir desde estrategias de preven-
ción dirigidas a la población en general, focalizadas
en grupos de riesgo, o dirigidas hacia personas que
ya han cometido delitos y que se encuentran suje-
tas a consideración judicial.
Prevención primaria
En términos generales, la prevención primaria
engloba todas las acciones del Estado dirigidas a
un desarrollo integral. La prevención primaria se
orienta a reducir los factores de riesgo asociados
con la violencia y que aumentan las posibilidades
de que una persona o grupo sea víctima o actúe vio-
lentamente. Por ejemplo, la violencia intrafamiliar,
la deserción escolar, el desempleo, el fácil acceso a
las armas de fuego y drogas, la exclusión y la mar-
ginación social, etc.
Prevención secundaria
En este nivel de prevención se incluyen las accio-
nes orientadas a grupos de adolescentes y jóvenes
vulnerables y sus comunidades, es decir, a aquellos
grupos que, por el conjunto de factores de riesgo
que les caracterizan, tienen más posibilidades de
ser víctimas o protagonistas de la violencia.
La prevención secundaria se enfoca en la atención a
estos grupos vulnerables como pueden ser jóvenes
de comunidades en alto riesgo social, en situación
de calle, quienes abusan del alcohol o las drogas,
migrantes, víctimas de maltrato o abuso intrafa-
miliar u otra violencia, y grupos especiales que ma-
niiestan actitudes violentas, o bien, adolescentes
miembros de agrupaciones juveniles en riesgo de
participar en acciones violentas.
Prevención terciaria
Este nivel contempla aquellas iniciativas dirigidas
hacia las personas adolescentes y jóvenes acusadas
o declaradas culpables de la comisión de un delito,
quienes se encuentran sujetas a consideración del
sistema de justicia penal. En el caso de los adoles-
centes, son sujetos y/o sujetas al sistema especial
establecido en el libro III del Código de la Niñez y
Adolescencia.
La prevención terciaria busca restituir los derechos
y necesidades de adolescentes jóvenes en conlicto
con la ley penal, y la rehabilitación de quienes son
declarados(as) con responsabilidad penal, la repara-
ción del daño causado a las víctimas para impedir la
reincidencia en hechos violentos. De igual manera,
busca la reinserción social, familiar y comunitaria.
Justicia restaurativa
La justicia restaurativa se deine en Nicaragua
como un proceso en el que todas las partes afec-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
tadas por una ofensa llegan conjuntamente a re-
solver de forma colectiva cómo tratar la situación
creada por la ofensa, y sus implicaciones para el fu-
turo. También se conceptualiza como toda acción
orientada principalmente a hacer justicia mediante
la reparación del daño causado por el delito. La jus-
ticia restaurativa parte del reconocimiento de que
la comisión de un hecho delictivo causa daños a las
personas víctimas del mismo y a la comunidad, en
tanto inciden negativamente en el estado de la se-
guridad ciudadana y plantean que el sistema de jus-
ticia debe procurar que esos daños sean reparados
con la participación de las personas que han trans-
gredido la ley, la víctima del delito y los miembros
de la comunidad.
Los principios de reparación y restitución se en-
cuentran en todos los ámbitos en que se busca
mejorar la convivencia humana. Su aplicación en la
construcción de una cultura de paz es reconocida.
No obstante, el término generalmente se aplica a
los contextos del sistema de justicia formal, que in-
cluyen la mediación local a través de facilitadores
judiciales en muchas comunidades.
El principio de hacer justicia mediante la reparación
del daño a las personas afectadas está en concor-
dancia con el sistema penal de adolescentes y, por
lo tanto, la justicia restaurativa está entendida
dentro de este contexto en el país. Es importan-
te señalar que el término «justicia restaurativa»
no aparece en el ordenamiento jurídico nacional,
pero su ilosofía está contenida en el libro terce-
23
ro del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA)
y, concretamente, en el artículo 98, referido a los
Principios Rectores en Justicia Penal Especial de Ado-
lescentes. Es aplicada por los iscales que atienden
la especialidad a nivel nacional, y los jueces y juezas
de Distrito del Adolescente en todo el país.
Frente a las personas adolescentes y jóvenes que
han cometido delitos, el sistema de justicia ha con-
igurado un modelo restaurativo en sus principios
que, sin excluir la responsabilidad de adolescen-
tes y jóvenes, promueve su incorporación social y
la reparación del daño por medio de la aplicación
de medidas no privativas de libertad. Este modelo
tiene su fundamento jurídico en el CNA, particu-
larmente en su libro III, que versa sobre la justicia
penal especial de adolescentes que permita cum-
plir con los fundamentos y principios del código,
así como los principios rectores y las disposiciones
generales del CNA.
En su conjunto, los ines y valores de la justicia res-
taurativa están en armonía con los de la prevención
de la violencia. Por lo tanto, pueden ser vistos como
complementarios y se refuerzan mutuamente.
24 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
1. Fines de la justicia restaurativa
• Reparar el daño causado
(material, económico y/o moral)
• Promover el reconocimiento, responsabili-
dad y reinserción del ofensor u ofensora
• Propiciar la participación de la víctima y
la comunidad
• Restablecer las relaciones
víctima-ofensor(a)-comunidad
• Delimitar la función del facilitador(a) y
el rol del Estado
• Prevenir futuros hechos violentos y
la reincidencia
• Descongestionar el sistema de justicia penal
2. Valores de la justicia restaurativa
• Reconocimiento de que el conlicto es un
daño social (rompimiento de la armonía)
• La inclusión y participación voluntaria de las
partes del conlicto
• Equiparación de la importancia del diálogo,
el proceso y la resolución
• Restablecimiento de las relaciones
• Grado de satisfacción de todos respecto de
la resolución o el acuerdo
• Observancia del cumplimiento del acuerdo
por todos(as)
• Obligación de tener en cuenta las diferencias
culturales y desigualdades sociales
 haber transgredido la ley penal pueda resarcir el
Sistema de justicia daño causado a la víctima, a la sociedad e, incluso,
especializado para el que se ha causado a sí mismo(a).
adolescentes
A los y las adolescentes cuyas edades se encontra-
Un sistema de justicia especializado para ado-
ren entre los 13 y los 15 años cumplidos, a quienes
lescentes es aquel que reconoce una diferencia
se les atribuyese la comisión de un delito o falta, se
sustancial entre la responsabilidad penal de una
les aplicarán las medidas de protección especial es-
persona adolescente y la de un adulto. De igual
tablecidas en el libro segundo del CNA, exceptuan-
manera, un sistema especializado reconoce que el
do medidas que impliquen privación de libertad.
tratamiento de un adolescente al que se acusa o se
Los y las adolescentes cuyas edades se encuentren
le comprueba participación en la comisión de una
entre los 15 y los 18 años, a quienes se les compro-
falta o delito debe ser acorde con su nivel de desa-
bare responsabilidad, como autores o partícipes de
rrollo y madurez.
una infracción penal, se les aplicarán medidas esta-
blecidas en el CNA.
La justicia especializada de adolescentes se carac-
teriza por dar paso a un sistema de garantías de
El Código Penal no señala un tratamiento diferen-
derechos orientados a la protección integral y el
ciado para personas jóvenes entre los 18 y los 29
proceso de integración del o la adolescente a la fa-
años, es decir, son juzgadas según lo establece la
milia, la comunidad y a los demás espacios sociales.
legislación procesal penal para personas adultas:
El sistema de justicia penal especializado impide,
el sistema de justicia ordinaria. No obstante, la
en la medida de lo posible, la judicialización de los
misma ley de juventud marca la pauta para que los
problemas sociales; prevé múltiples mecanismos
derechos y deberes de personas jóvenes también
alternativos al ejercicio de la acción penal y formas
se consideren con quienes están en conlicto con
de suspenderlo; establece una amplia gama de me-
la ley penal: deben ser garantizados e incluidos con
didas no privativas de libertad como prioridad, y la
enfoque especial en una política penitenciaria.
privación de libertad como último recurso bajo con-
diciones especiales.
Cultura de paz
La justicia penal especializada para adolescentes se
El concepto «cultura de paz» alude a un conjunto
adapta a los principios de la justicia restaurativa en
de valores, actitudes y comportamientos que re-
tanto que ofrece un conjunto de opciones alterna-
chazan la violencia. Signiica transformar los con-
tivas a la privación de libertad, que posibilitan que
lictos, prevenir los que puedan engendrar violen-
el o la adolescente que se ha declarado culpable de

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 25

cia, y restaurar la paz y la conianza en poblaciones
que emergen de guerras. Pero su propósito tras-
ciende los límites de los conlictos armados para
hacerse extensivo también a las escuelas y a los
lugares de trabajo del mundo entero, los parlamen-
tos y las salas de prensa, las familias y los lugares
de recreo. La Unesco deine la cultura de paz como
«un conjunto de ”valores, actitudes y conductas”,
que plasman y suscitan a la vez interacciones e in-
tercambios sociales basados en principios de liber-
tad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad;
que rechazan la violencia y procuran prevenir los
conlictos tratando de atacar sus causas; que so-
lucionan los problemas mediante el diálogo y la
negociación; y que no sólo garantizan a todas las
personas el pleno ejercicio de todos los derechos
sino que también les proporcionan los medios para
participar plenamente en el desarrollo endógeno
de sus sociedades».

La prevención de violencia tiene como inalidad la

convivencia humana, que se expresa en una cultu-
ra de paz. En este sentido, las acciones dirigidas a
prevenir la violencia mediante la reducción de fac-
tores de riesgo deben incluir una visión positiva:
promover la creación de nuevas relaciones dentro
del marco de una cultura de paz. Para ello es indis-
pensable considerar la promoción de los principios
de igualdad y equidad de género, el respeto a la di-
versidad étnica, así como otras condiciones especí-
icas, como las económicas, religiosas, etc.

26 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

Situación de la adolescencia
y juventud en Nicaragua
27
Situación de la adolescencia y
juventud en Nicaragua
Las condiciones de vida de adolescentes y jóvenes
no son homogéneas; es más, existe una diversidad
de formas en que las personas viven y entienden la
etapa de vida llamada juventud y, por lo tanto, es
importante entender las diferencias y similitudes
en los contextos (PNUD, 2011). Unos contextos fa-
vorecen más el desarrollo y acceso a servicios bási-
cos, y otros menos. Algunos contextos relejan la
consecuencia de una histórica exclusión y su rela-
ción con niveles de violencia estructural y directa.
Hasta tiempos más recientes, los datos y estadísti-
cas no necesariamente se presentaban desagrega-
dos por las edades de adolescentes y jóvenes. Sin
embargo, en la búsqueda de entender la realidad
que vive esta población, es urgente poder describir
de la manera más precisa posible la situación en
que se encuentra.
La condición joven del país supone un desarrollo
social, pero ello demanda la creación de condicio-
nes sociales que garanticen el acceso a oportuni-
dades de desarrollo, mediadas por mejor educación
y empleo, para la adolescencia y la juventud. Esta
característica demográica que da rostro joven al
país se mantendrá sin mayores variaciones durante
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
las próximas décadas, lo que constituye una enor-
me oportunidad para invertir en el desarrollo hu-
mano a in de garantizar a las presentes y futuras
generaciones las condiciones de bienestar para su
realización personal, familiar, comunitaria y social.
A continuación se describen las principales condi-
ciones sociales, económicas y culturales en las que
viven adolescentes y jóvenes.
Población joven
Nicaragua, privilegiada en diversidad cultural, lin-
güística y étnica, es también inmensamente rica en
adolescencia y juventud. En el año 2009, las y los
adolescentes ascendían a unos 746 mil, y los y las
jóvenes a 1.27 millones. En conjunto representan el
34.8% de la población total, lo que otorga al país
un rostro joven, vivo, dinámico (Inide: 2009). En el
año 2011, la población nacional ascendió a más de
5.8 millones de habitantes, de los cuales 2,878,524
son hombres y 2,937,002 mujeres. Los niños, niñas,
adolescentes y jóvenes constituyen el 64% de la
población total del país (Inide: 2011).
29
Más del 50% de las personas adolescentes y jóvenes
viven en zonas urbanas, como resultado del éxodo
del campo hacia la ciudad, fenómeno que tiene sus
orígenes en el olvido institucional hacia las zonas
rurales. Las políticas neoliberales privilegiaron un
modelo de desarrollo urbanizante, justiicado en
sí mismo, desvinculado del compromiso estatal de
redistribuir la riqueza para beneicio de todos y to-
das. Las zonas rurales fueron las más afectadas. La
poca o casi nula inversión en infraestructura social
y la ausencia de políticas públicas para el desarro-
llo rural multiplicaron la pobreza, lo que provocó
intensos lujos migratorios del campo a la ciudad.
Millones de adolescentes y jóvenes han dejado
a sus familias en búsqueda de mejores oportuni-
dades en la ciudad. Por esta razón se desarrollan
ingentes esfuerzos para llevar oportunidades al
campo, para que adolescentes y jóvenes puedan
construir un presente y futuro de bienestar, sin
abandonar sus raíces.
La presente propuesta reconoce que las condicio-
nes de vida de adolescentes y jóvenes varían signii-
cativamente en función de diferencias territoriales
(urbano-rural), regionales (Pacíico-centro-Caribe),
y oportunidades a las que han tenido acceso (edu-
cación, empleo, etc.). La pobreza rural, por ejem-
plo, es mucho más extensa y severa que la urbana.
Según el Inide, en el campo la pobreza extrema es
cinco veces superior a la registrada en las zonas ur-
banas. Asimismo, las regiones de la costa del Cari-
be registran altos índices de pobreza con relación al
30 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
resto del país. En casi todos los indicadores sociales
(educación, salud, empleo) las dos regiones autó-
nomas evidencian profundas brechas de inequidad
con relación al resto del país (Inide, Estudio de las
condiciones de vida, 2008).
Pobreza
En la Encuesta nacional sobre las percepciones de
adolescentes y jóvenes –Informe Nacional sobre De-
sarrollo Humano (ENAJ-INDH: 2009)– en 2009, el
68% de adolescentes y jóvenes que manifestaron
enfrentar algún tipo de obstáculo2 identiicó a la
pobreza como la razón principal que impide su rea-
lización. Es un hecho que las condiciones socioeco-
nómicas limitan el acceso y las oportunidades de
adolecentes y jóvenes, que garanticen distintas di-
mensiones de su desarrollo humano.
El índice de pobreza multidimensional juvenil
(IPMJ), del PNUD, releja las privaciones de adoles-
centes y jóvenes en cuatro dimensiones: educación,
empleo, salud y condiciones en el hogar. Con todo,
ello no representa la totalidad de las privaciones
que inciden en el desarrollo humano de las juven-
tudes. Existen también otras importantes dimen-
siones como la participación o la libertad de expre-
sión. Cerca de un millón de adolescentes y jóvenes
sufren pobreza multidimensional. El grupo etario
más afectado es el de 18 a 24 años, ya que repre-
2 Encuesta Nacional sobre las Percepciones de Adolescencia y
Jóvenes; Informe Nacional sobre Desarrollo Humano.2009
 senta la mitad del total de adolescentes y jóvenes
pobres (464 mil personas).
Según fuentes oiciales, en el transcurso de los úl-
timos 4 años se han logrado importantes avances
en la reducción de la pobreza. Los esfuerzos del
Gobierno empiezan a reducir de forma sostenida
la pobreza. Según la Encuesta Nacional de Medición
de Nivel de Vida 2009 (Inide, Encuesta Nacional de
Hogares sobre Medición del Nivel de Vida, 2009), el
porcentaje de personas que vive en la pobreza des-
cendió del 48.3%, en 2005, al 42.5%, en 2009. Asi-
mismo, la pobreza extrema disminuyó del 17.2% en
2005 al 14.6%, en 2009. Las estadísticas demues-
tran la eicacia de las medidas de lucha contra la
pobreza implementadas en los últimos cuatro
años, así como la necesidad de continuar aplicán-
dolas.
A continuación se anotan los indicadores oiciales
de pobreza:

Extrema pobreza Pobreza general

Cambio Cambio
1998 2001 2005 2009 1998 2001 2005 2009
2009- 2005 2009- 2005
Nacional 17.3 15.1 17.2 14.6 -2.6 47.9 45.8 48.3 42.5 -5.8
Urbana 7.6 6.2 6.7 5.6 -1.1 30.5 30.1 30.9 26.8 -4.1
Rural 28.9 27.4 30.5 26.6 -3.9 68.5 67.8 70.3 63.4 -6.9
Fuente: Inide 2011.

Las condiciones de exclusión heredadas no podrán pobrecidos. La pobreza rural sigue siendo mucho
ser superadas completamente en pocos años. Se más severa que la urbana. La cantidad de personas
requiere de más inversión social y creación de opor- en pobreza extrema es cinco veces superior en el
tunidades, de manera particular para los más em- campo. Según la ENMNV de 2009:

En pobreza 26.8
Urbano
En pobreza extrema 5.6
En pobreza 63.3
Rural
En pobreza extrema 26.6
Fuente: Inide 2011.

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 31

Según la ENMNV 2009, los índices de pobreza ex-
trema y general empiezan a descender a partir de
la adolescencia y juventud (13-17 y 18-25 años), y se
reducen aún más en el grupo de edad de 26 a 35
años. Los datos evidencian que parece haber un
cambio en las condiciones de vida de adolescentes
y jóvenes a partir de su inclusión en el ámbito la-
boral, es decir, cuando transitan de la condición de
dependiente a sujeto productivo.

Grupos de edad No pobres Pobres Pobres extremos

Nacional 57.5 42.5 14.6

0-5 50.1 49.9 18.5

6-12 48.2 51.8 19.5

13-17 51.6 48.4 19.0

18-25 58.4 41.6 12.8

26-35 63.9 36.1 10.7

Fuente: Inide 2011.

La condición de pobreza limita severamente las po-
sibilidades de que adolescentes y jóvenes constru-
yan un proyecto de vida digno, con bienestar.
Educación
juventud es el acceso a oportunidades educativas.
Hasta hace pocos años, la educación se encontraba
privatizada, lo que generó que la mayoría de ado-
lescentes y jóvenes abandonara su proceso de for-
mación, para entonces hallarse en condiciones de
franca desventaja en el mercado laboral.

La educación es fundamental para el desarrollo de

Un análisis detallado de los anuarios estadísticos
la juventud, así como la formación de valores de
de la actividad delictiva de la Policía Nacional pone
paz, respeto, tolerancia y la cultura de no violencia.
de maniiesto que un porcentaje signiicativo de
Uno de los principales problemas que enfrenta la
adolescentes y jóvenes que se involucran en la co-

32 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

misión de delitos o faltas comparten el no haber
tenido la oportunidad del acceso al sistema edu-
cativo, en el que generalmente solo alcanzaron los
niveles más básicos de instrucción (primaria).
El Informe para el examen periódico (EPU) a las Na-
ciones Unidas relejaba que, pese a los avances, un
gran porcentaje de niños, niñas y adolescentes en
edad escolar queda fuera del sistema educativo.
En el caso de la educación preescolar, el 46%; pri-
maria, el 14%, y secundaria, el 54%. Igualmente, la
cobertura de educación técnica es extremamente
baja (ONU: 2009).
Un problema grave que enfrenta nuestra juven-
tud, y que se constituye en factor de riesgo, es la
exclusión educativa. El 14.4% de la juventud nica-
ragüense no posee ningún nivel de escolaridad. Sin
embargo, el porcentaje de jóvenes analfabetos(as)
es más bajo (1% entre 13 y 17 años, y 1.7% entre 18
Concepto
Matrícula de educación secundaria
Femenino
Masculino
Fuente: Mined 2010.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
y 24 años) debido a las campañas de alfabetización
impulsadas por el GRUN (ENAJ-INDH: 2009). El
73.4% de la juventud solamente posee los grados
de escolaridad primario y secundario; solamente el
3.9% de la población joven tiene formación técni-
ca, y únicamente el 6.4% de la juventud posee edu-
cación universitaria.
La educación de personas adolescentes y jóvenes se
inscribe principalmente en la modalidad de educa-
ción secundaria y educación técnica. Según el infor-
me presidencial, en 2010 ingresaron a la secundaria
458,321 estudiantes, lo que signiica un 3.3% más
que los 443,644 estudiantes matriculados en 2009.
En ese mismo año, la tasa neta de escolarización
secundaria obtenida fue de 45.0%, es decir, de cada
100 niños, niñas y adolescentes de entre 11 y 16
años, solo 45 asisten a la escuela. La cobertura edu-
cativa en secundaria mantiene un comportamiento
estable en el transcurso de los últimos años.
2007 2008 2009
451,083 446,868 443,644
236,260 234,419 231,766
214,823 212,449 211,878
33
Las causas por las cuales no estudian adolescentes
y jóvenes varían por muchos factores. Uno de los
más signiicativos es el sexo. Las mujeres jóvenes,
según el reciente Informe Nacional sobre Desarrollo
Humano «Las juventudes construyendo Nicaragua»,
dejan de estudiar principalmente por cuidar de la
familia, y por otros factores «inherentes al orden
social de género» (PNUD, 2011 : 130).
El porcentaje de adolescentes y jóvenes que no es-
tudian ni trabajan es del 7% en todo el país. Sin em-
bargo, este porcentaje sube hasta 14% en la región
de Las Segovias, donde también se cuenta con el
porcentaje más bajo de adolescentes y jóvenes que
solamente estudian (35%), en comparación con el
porcentaje nacional de 43% (ENAJ-INDH: 2009).
Empleo
Otro factor de riesgo muy sentido por adolescentes
y jóvenes es la falta de acceso a empleos decentes.
La mayoría de los jóvenes enfrenta un conjunto de
limitaciones para obtener un empleo en el sector
formal, ya que frecuentemente carecen de los ni-
veles de formación requeridos o se les exige tener
previas experiencias laborales.
Cuando encuentran empleo, muchas veces se en-
frentan a condiciones adversas que son justiicadas
por la «falta de experiencia» de la persona joven.
Estas incluyen la subcontratación, el trabajo infor-
mal, salarios precarios, falta de beneicios de segu-
ridad social o irrespeto a los derechos laborales, así
34 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
como discriminación, acoso y abuso sexual en el
lugar de trabajo. Asimismo, existen desigualdades
en el mercado laboral basadas en los roles socia-
les de género, los cuales repercuten en el acceso,
la calidad y la jerarquía de los empleos, amén de
los ingresos que tienen las mujeres. También hay
desequilibrios de poder entre los empleadores(as)
(personas adultas) y la población joven trabajado-
ra, que inciden, además, en las condiciones labo-
rales y el trato justo, respetuoso e igualitario.
Según la Encuesta de Empleo 2008, el 40.6% de ado-
lescentes y jóvenes trabaja en el sector formal, y el
restante 59.4% en el informal. En algunos territorios
del país, como en la costa del Caribe, hasta el 78%
de los jóvenes trabaja en el sector informal (Inide:
2009). Para garantizar empleo a la adolescencia y la
juventud, el GRUN desarrolla un conjunto de inicia-
tivas para mejorar sus niveles de formación y crear
oportunidades laborales en sus municipios.
La edad mínima laboral en Nicaragua es de 14 años.
Entre 2003 y 2008, la tasa de empleo de la pobla-
ción juvenil ha tendido a crecer, al pasar del 88%
al 91%, lo que implica que el desempleo abierto
adolescente y juvenil ha disminuido del 12% al 9%
en el periodo considerado. Pese a esta tendencia,
se observa un repunte del desempleo adolescente
y juvenil entre 2007 y 2008. El desempleo de las
generaciones jóvenes es 2.3 veces mayor que entre
trabajadores adultos. Se estima que en 2008 esta-
ban desempleados 84,000 jóvenes de 14 a 29 años
(Oicina de Desarrollo Humano; 2003, 2008).
La inluencia del adultocentrismo en el ámbito la-
boral agrava algunos factores adversos para las ju-
ventudes, como la falta de experiencia laboral y de
madurez. A la vez se subvaloran factores positivos
como un mayor nivel educativo o la capacidad de
asimilar nuevas técnicas, ya sea tecnológicas o la-
borales. Por su parte, adolescentes y jóvenes de la
costa del Caribe nicaragüense tienen una fortaleza
comparativa adicional, pues frecuentemente hablan
uno o dos idiomas además de la lengua materna.
Según datos del Instituto Nacional de Información
de Desarrollo (Inide), las juventudes de la costa del
Caribe presentan menores tasas de desempleo y
subempleo en comparación con el resto del país.
Esta situación podría asociarse la actividad pes-
quera, la explotación artesanal de los abundantes
recursos naturales de la región o la ocupación en
cruceros marítimos. Sin embargo, las fuentes esta-
dísticas no permiten inferir claramente las causas
de este menor desempleo y subempleo. Este tipo
de falencias constituye un llamado al fortaleci-
miento de los sistemas nacionales de información
estadística sobre las realidades regionales, depar-
tamentales y municipales, o de una etnia especíi-
ca, y necesariamente, en todas ellas, desagregada
la información por sexo. De esa manera se contará
con información clara para poder diseñar estrate-
gias de desarrollo, en general, y de prevención de
la violencia, en particular, al tomar decisiones de
política pública más adecuadas.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
En Nicaragua, solamente el 1.2% de los jóvenes son
patronos o empresarios, mientras que entre la po-
blación adulta esta cifra alcanza el 6.3% (PNUD:
2011). La principal proporción de empleo indepen-
diente se ubica en el autoempleo no caliicado, me-
diante el cual, aun sin recursos, un 14.4% de adoles-
centes y jóvenes genera su propio sustento en situa-
ción de gran precariedad (informalidad, sin protec-
ción social, etc.) y nulo respaldo institucional.
Salud
La adolescencia y la juventud se caracterizan por
ser etapas en que se vive con salud. Sin embargo, la
relativa baja incidencia de enfermedades tiene que
ser vista en un contexto más amplio de la salud fí-
sica y mental, aparte del alto nivel de mortalidad
por causas externas, que incluyen accidentes de
tránsito, asesinatos y suicidio. Desde la perspectiva
de los sistemas de salud, las principales preocupa-
ciones en torno a la juventud están determinadas
por su comportamiento sexual y reproductivo,
además de aquellos hábitos que pueden dañar su
salud, como el uso y el abuso del alcohol y las dro-
gas. No obstante, la preocupacion debe ampliarse,
incluyendo la prevención de la violencia social, in-
cluso la autoinligida. La violencia, la salud sexual
y reproductiva, el abuso y dependencia del alcohol,
el tabaco y las drogas ilícitas, están estrechamente
relacionados con determinados comportamientos
y con la salud mental en general. Es en la adoles-
cencia cuando se establecen muchos de los hábitos
que inluyen en la salud años después, como el ejer-
35
cicio, la alimentación sana, el cuidado de sí mismo
y las relaciones sexuales y humanas responsables.
Es importante reconocer también que la mortali-
dad y morbilidad de adolescentes y jóvenes están
condicionadas por la construcción social de la iden-
tidad masculina, que reproduce el modelo machis-
ta: conductas agresivas que generan más peleas,
homicidios y accidentes de tránsito; además del
consumo de alcohol y drogas entre los hombres,
lo cual tiene repercusiones directas en la salud pú-
blica. Por el otro lado, en cuanto a la contraparte
femenina, esta tiende a sufrir agresiones físicas,
sexuales, psicológicas, económicas y patrimoniales
por parte de los hombres o del Estado en su conjun-
to, y se desatiende a sí misma, lo cual genera bajos
niveles de salud entre ellas.
Salud sexual y reproductiva
Con relación a la sexualidad adolescente y joven,
conviene recordar que en estos grupos etarios ha
recaído el mayor peso de la reproducción biológica
de la sociedad, por lo que las altas tasas de emba-
razos en adolescentes y la incidencia de ITS (infec-
ciones de transmisión sexual) y VIH-sida suponen
problemas que demandan la atención de las polí-
ticas públicas.
La Encuesta Nacional de Demografía y Salud
(ENDESA) 2006-2007 releja que el 52% de la po-
blación femenina nicaragüense corresponde a mu-
jeres en edad fértil. De estas, el 59% son menores
36 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
de 30 años. Asimismo, pone de maniiesto que
«las adolescentes que ya son madres representan
20 por ciento» (Inide: 2006/2007). La fecundidad
adolescente es mayor en las zonas rurales y en las
poblaciones más pobres y con menos escolaridad.
A nivel latinoamericano, Nicaragua era hasta hace
un año el país con la mayor tasa de embarazos
entre adolescentes. Gracias a los esfuerzos nacio-
nales, en 2011 descendió un grado en las escala, lo
que releja la eicacia de las medidas adoptadas y la
urgencia de fortalecerlas para reducir signiicativa-
mente la tasa de adolescentes embarazadas.
Adolescenetes y jóvenes son los grupos más afec-
tados por la incidencia de ITS, infección por VIH (vi-
rus de inmunodeiciencia adquirida) y sida. Según
estadísticas oiciales, la incidencia anual del VIH ha
aumentado de 4.1 por cada 100,000 habitantes en
2003 a 15.1 en 2009. El 9% del total de los nuevos
casos registrados en 2009 se presentó en adoles-
centes de edades comprendidas entre los 15 y los 19
años. El 50% de estos casos ocurrió en mujeres, lo
que indica una tendencia a la feminización, causa-
da sobre todo por la promiscuidad masculina.
En cuanto a la distribución regional de las ITS, la
Región Atlántica Autónoma Sur (RAAS) tuvo una
tasa de incidencia de 164 por cada 100,000 habi-
tantes en 2009, la más alta de Nicaragua. Nueva
Segovia (102) y Chinandega (77) representaron la
segunda y tercera zonas más afectadas por las ITS
a nivel nacional, con cifras muy superiores a la tasa
 promedio del país de 43.9 por cada 100,000 habi-
tantes. Las afecciones venéreas más padecidas por
personas de entre 15 y 29 años son el condiloma, la
gonorrea y la síilis adquirida. De acuerdo al Minis-
terio de Salud, la principal vía de transmisión es la
sexual, con un 98.4%, seguida de la perinatal, con
1.5%. La principal transmisión sexual es de tipo he-
terosexual, con un 88.9% de incidencia, seguida de
la homesexual masculina, con el 11.2% (López Hur-
tado y Sequeira Rankin: 2010).
Ha usado Tabaco Alcohol Marihuana
Sí 35.4 44.4 3.6
No 64.6 55.6 96.4
Fuente: INJUVE, 2007
Los resultados de la encuesta indican que el 87.23%
de los jóvenes que han probado tabaco lo hicie-
ron entre la edad de 5 a 19 años. Una parte signi-
icativa de ellos lo probaron antes de los 15 años
(46.30%), y otra parte lo hizo entre los 16 y los 19
años (40.93%). Asimismo, el 82.7% de los adoles-
centes y jóvenes de ambos sexos que han probado
el alcohol, lo hicieron entre los 14 y los 20 años.
Es importante señalar que el consumo de drogas y
alcohol se relaciona con la violencia en general. Se-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Consumo de drogas y alcohol
Otro aspecto relevante que incide en la salud del
adolescente y el joven es el consumo de drogas ile-
gales y bebidas alcohólicas. Esto se asocia a la falta
de oportunidades educativas, limitaciones respec-
to del acceso al empleo y la ausencia de políticas
recreativas, entre otras cosas. Según los resulta-
dos de la primera Encuesta Nacional de la Juventud
(2006), el 35% de las personas jóvenes ha consumi-
do tabaco, y el 44.4% algún tipo de alcohol.
Cocaína Crack Otra
1.7 1 0.3
98.3 99 99.7
gún estudios nacionales, un porcentaje signiicativo
de quienes son procesados por la comisión o partici-
pación en un hecho delictivo estaba bajo los efectos
de drogas o bebidas alcohólicas cuando lo cometían.
En el transcurso de los últimos años han mejorado
los indicadores que se relacionan con la atención a
adolescentes adictos al alcohol y a las drogas ilega-
les. Esto se ha hecho mediante el fortalecimiento y
la ampliación de los programas de rehabilitación y
atención psicosocial.
37
 Violencia directa que
afecta a la juventud
Es cierto que la violencia puede ser entendida des-
de la salud pública, pero, en términos generales, la
violencia que afecta a adolescentes y jóvenes se do-
cumenta desde el ámbito de la seguridad pública, y
hace énfasis en las estadísticas de la violencia de-
nunciada como falta o delito. El Triángulo Sur, inte-
grado por Nicaragua, Costa Rica y Panamá, ha sido
clasiicado como región de baja criminalidad en
Centroamérica; empero el incremento de la violen-
cia en los últimos años ha conllevado también más
preocupación al respecto en esos tres países (Ban-
co Mundial, 2011). En Nicaragua, de 2006 a 2010 la
curva de crecimiento del total de delitos contados
por la policía ha aumentado más que en años an-
teriores. Las denuncias de robo se incrementaron
un 95%, y los homicidios, un 17%. En este sentido,
se ha reducido la brecha entre el número de deli-
tos contra la vida y los delitos contra el patrimonio
(Bautista Lara, 2011).
Según cifras dadas por la Policía Nacional, entre
2006 y 2010 ha muerto un promedio de 1,300 per-
sonas al año, de las cuales el 58% fue víctima de
homicidio y el 42% restante falleció en accidentes
de tránsito. En su análisis sobre la criminalidad,
Bautista añade que la cifra de homicidios reporta-
da podría ser mayor si se tienen en cuenta las per-
sonas desaparecidas. En promedio se han reporta-
do 350 desaparecidos al año, 50% de ellos, muje-
res, situación que también se asocia con la trata de
personas (Bautista Lara, 2011).

Adolescentes y Jóvenes como víctimas

Características de los hombres víctimas de la delincuencia a nivel nacional, año 2010

Rango de edades
Tipologías
13 a 14 años 15 a 17 años 18 a 25 años
Delitos y faltas contra la vida 693 2,138 7,802
Delitos graves 29 162 940
       
Delitos contra la libertad e integridad sexual 25 31 18
 
Delitos y faltas contra el patrimonio y orden socioeconómico 427 2,028 9,333
Delitos graves 227 1,039 3,964
 
Delitos contra la libertad 70 412 1,561
Delitos graves 0 1 1

38 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

 Características de las mujeres víctimas de la delincuencia a nivel nacional, año 2010

Rango de edades
Tipologías
13 a 14 años 15 a 17 años 18 a 25 años
Delitos y faltas contra la vida 1,579 3,625 10,453
Delitos graves 21 51 252
 
Delitos y faltas contra el patrimonio y el orden
272 1,486 6,201
socioeconómico

Delitos graves 101 585 1,953

 
Delitos contra la libertad e integridad sexual 561 675 447

Violación n/a 385 229

Violación a menores de 14 años 390 n/a n/a
Fuente: Anuario Estadístico Policía Nacional 2010, elaboración propia.

Jóvenes víctimas de violencia para resolver estas situaciones, inhibe la posibili-

intrafamiliar, sexual y de trata
de personas
Una persona agredida física, verbal, psicológica o
emocionalmente no cuenta con las capacidades
para organizarse, participar activamente en ini-
ciativas comunitarias o institucionales, tener es-
tabilidad laboral, cumplir con metas educativas,
establecer relaciones afectivas o socializar con in-
dependencia. Aunque se perciba sana, su condición
física y psicológica, así como sus libertades, se en-
cuentran restringidas. El hecho de vivir en tensión
permanente dentro de la familia, sin capacidad
dad de actuar libremente y con autonomía.
La conducta abusiva dentro de la familia podría
explicarse a partir de la transmisión de esta prác-
tica entre generaciones (Cepal: 2007). Para algunas
personas jóvenes, la falta de habilidades de los pa-
dres y madres para manejar conlictos de pareja o
de la familia repercute en violencia hacia ellas.
En la ENDESA realizada en 2006-2007 se analizó
la prevalencia de violencia contra las mujeres. La
encuesta apuntó que del total de mujeres que ha
reportado haber experimentado maltrato, el 48%

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 39

se trató de malos tratos verbales y psicológicos; el
27%, violencia física, y el 13%, violencia sexual (Bo-
laños: 2009, pág. 13).
Las denuncias de violencia sexual han ido en ascen-
so. El análisis de las denuncias muestra que 21% de
las víctimas de violencia sexual tienen entre 16 y 26
años, y el 33% tiene de 11 a 15 años, es decir, un poco
más de la mitad de las denuncias indica que son ni-
ñas, adolescentes y jóvenes quienes más sufren la
violencia sexual. También se reportaron casos de
hombres agredidos sexualmente, la mayoría, niños
y adolescentes (Bolaños:,2009:13).
Con relación a la trata de personas y explotación
sexual en Nicaragua, la mayoría de víctimas está
conformada por mujeres jóvenes. En 2006 se re-
gistró un total de 21 denuncias vinculadas con la
explotación sexual, cuyas víctimas fueron 20 del
sexo femenino y una del masculino. Del total de
mujeres, 12 eran adolescentes de entre 13 y 17años,
y las 8 restantes tenían entre 18 y 25 años de edad
(Codeni: 2008).
Violencia escolar
La violencia en centros escolares afecta directa-
mente a adolescentes y jóvenes. Según un estudio
sobre violencia escolar en Nicaragua, los niveles de
victimización son alarmantes en la incidencia de
violencia interpersonal en escolares de Managua,
y no dejan de implicar afectación para los testigos
de esta. La agresión verbal se encuentra un poco
40 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
por encima de las formas de maltrato más crueles
y peligrosas, como la violencia física, robo y abu-
so sexual. En Nicaragua, los estudiantes han sido
víctimas de robos (48.3%), insultos (45.3%), golpes
(37.5%), excluidos o aislados (37.2%), amenazas
(25.5%) y hubo una agresión sexual (4%), según
este estudio (Ortega, 2005).
Pandillas o grupos juveniles en riesgo
Según algunos de los datos de la PN, en Nicara-
gua existen 26 grupos de pandillas juveniles con
455 integrantes, ubicados principalmente en el
departamento de Managua. Existen 167 grupos ju-
veniles de alto riesgo social con un total de 2,436
integrantes. Estos grupos están siendo observados
continuamente por los miembros de la PN (Policía
Nacional, 2009).
Se han señalado tres grandes motivos que llevan a
los jóvenes a involucrarse en una pandilla: la pan-
dilla como familia sustituta, donde se busca com-
prensión y amistad, pero además donde se forja la
identidad; la pandilla como estrategia de defensa
personal ante otros grupos jóvenes o la policía, y,
inalmente, la pandilla como una estrategia para
sobrevivir o vivir mejor en una realidad de pobreza
y de un enorme marginación urbana y de desigual-
dad social asociada, en general, con mayor violen-
cia juvenil (Waiselisz, 2008).
El resultado de involucramiento de jóvenes en he-
chos violentos se asocia con las carencias econó-
micas, las transformaciones en las estructuras del
hogar y los patrones de socialización predominan-
tes, donde lo masculino se vincula con la violencia
y donde los conlictos se resuelven violentamente.
Adolescentes y jóvenes
como victimarios(as)
Las diferentes manifestaciones de la violencia que
ejercen jóvenes no son documentadas de igual
manera. Existe poca información sobre la partici-
pación en la violencia verbal, física o psicológica,
aparte de los incidentes procesados judicialmen-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
te. Una manera de dimensionar la participación de
adolescentes y jóvenes en la comisión de delitos
y faltas, si no en todas las formas de violencia en
que pueden participar, es la revisión de estadísticas
de detenciones. Sin embargo, esta información no
es suiciente, ya que la imputación de un delito no
es prueba condenatoria. Es importante no deducir
culpabilidad por el hecho de haber sido detenido,
tal como se puede observar en la sección que sigue,
la cual contiene estadísticas del Sistema Especial
de Adolescentes sobre detenciones, según edad,
sexo y tipología.
41
 Hombres detenidos por delitos y faltas a nivel nacional por tipología, año 2010

Rango de edades
Tipologías
15 a 17 18 a 25
Delitos y faltas contra la vida/total 1,092 7,232
Delitos graves 76 653
 
Delitos contra la libertad e integridad sexual 85 523
 
Delitos y faltas contra el patrimonio y el orden socioeconómico /total 1,158 7,936
Delitos graves 671 4,177
 
Delitos contra la libertad 77 907
Delitos graves 0 6

Características de las mujeres detenidas por delitos y faltas a nivel nacional y tipología, año 2010

Rango de edades 
Tipologías
15 a 17 18 a 25
Delitos y faltas contra la vida 32 280
Delitos graves 4 29

Delitos contra la libertad e integridad sexual 2 4

     
Delitos y faltas contra el patrimonio y el orden socioeconómico 28 304
Delitos graves 6 86
     
Delitos contra la libertad 2 27
Delitos graves 0 1
Fuente: Anuario Estadístico Policía Nacional 2010, elaboración propia.

42 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

El sistema penal especializado
(adolescentes)
Los índices de delincuencia o participación en ac-
tos delictivos de adolescentes parecen ser bajos, si
se los compara con los índices relativos a personas
mayores de 18 años, de acuerdo con las tendencias
generales de las detenciones. Estadísticas de la
Policía Nacional relejan que el 93.9% del total de
detenidos(as) imputados(as) de faltas o delitos son
personas adultas, y que los adolescentes de ambos
sexos representan solo un 6.1% (Policía Nacional,
2010). En la tabla inferior es fácil notar que de los
15,251 casos procesados en un período de cinco
años, solamente un 0.07% se declaró con respon-
sabilidad penal:

Sentencias con Sentencias con

Casos Sentencias con
Año medida privativa medida no privativa
procesados responsabilidad
de libertad de libertad

2005 3,564 189 49 140

2006 3,462 192 54 138

2007 2,854 198 16 182

2008 2,715 183 12 171

2009 2,656 244 27 217

Fuente: CSJ 2011.

Como puede observarse en la mayoría de las sen-
tencias en las que se declara a adolescentes con
responsabilidad penal se privilegia la aplicación de
medidas no privativas de libertad. En 2010, la Corte
Suprema de Justicia registró 2,343 casos de admi-
nistración de justicia penal en adolescentes, es de-
cir, situaciones en las que el Ministerio Público ha
acusado a una o un adolescente por la comisión de
un hecho delictivo.
Según las sentencias de la Corte Suprema de Jus-
ticia, los principales delitos que cometen los ado-
lescentes, de uno y otro sexo, son robo agravado,
robo con violencia, robo con intimidación, robo con
fuerza, lesiones y, en menor medida, asesinatos,
homicidios y violaciones.

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 43

Marco jurídico e
institucional
45
 Marco jurídico e institucional
Normas nacionales
e internacionales
La propuesta Líneas estratégicas para la prevención
de la violencia que afecta a la adolescencia y la juven-
tud tiene como referente el marco jurídico vigente
integrado por los tratados internacionales que han
sido ratiicados por el Estado de Nicaragua y las le-
yes nacionales aprobadas por la Asamblea Nacional.
El ordenamiento jurídico nacional se encuentra in-
tegrado por un conjunto de normas que guardan
relación entre sí, por lo que se establecen relacio-
nes jerárquicas que suponen la existencia de una
norma jurídica superior, y un orden de prelación
entre las demás normas.
En este sentido, la norma jurídica superior es la
Constitución Política de la República de Nicaragua,
«la carta fundamental de la República» (artículo
182). Los tratados internacionales ratiicados por el
Estado de Nicaragua tienen rango constitucional.
A continuación se presentan los principales ins-
trumentos que establecen la obligación estatal de
prevenir la violencia que afecta a la adolescencia y
la juventud.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Ámbito internacional
Convención sobre los Derechos del Niño
(ratificada en 1990)
Esta Convención reconoce que la garantía de los de-
rechos humanos de la niñez y la adolescencia cons-
tituye el principal medio jurídico para procurar su
bienestar. La Convención señala la amplitud e inte-
rrelación de los derechos en la niñez y la adolescen-
cia. Asimismo, reconoce el derecho de las personas
menores de 18 años a vivir libres de toda forma de
violencia, y establece la obligación estatal de for-
mular y aprobar todas las disposiciones jurídicas,
legislativas, políticas y administrativas necesarias
para proteger a la adolescencia de la violencia, y
garantizar a las y los adolescentes acusados(as) de
la comisión de un hecho delictivo, un juicio justo.
Convención Iberoamericana de los
Derechos de los Jóvenes
Por medio de esta Convención, los Estados reco-
nocen el derecho de los jóvenes a vivir libres de
toda forma de violencia. Asimismo, reconocen el
derecho de las jóvenes a la justicia, que implica lo
siguiente: que el Estado adopte todas las medidas
necesarias para garantizar una legislación proce-
sal que tenga en cuenta la condición juvenil, que
47
haga real el ejercicio de este derecho y que recoja
todas las garantías del debido proceso (art. 13, 2).
Garantizar a los y las jóvenes condenados(as) de-
bido a una infracción a la ley penal, su derecho a
tratamiento digno, que estimule su respeto por los
derechos humanos y que tenga en cuenta su edad y
la necesidad de promover su resocialización a tra-
vés de medidas alternativas al cumplimiento de la
pena (art. 13, 4).
Asimismo, la Convención impone a los Estados la
obligación de tomar las medidas necesarias «para
que los jóvenes que cumplan pena de prisión cuen-
ten con un espacio y las condiciones humanas dig-
nas en el centro de internamiento» (13.5).
Las siguientes convenciones son importantes para
la eliminación de la violencia asociada con la discri-
minación étnica y de género.
Convención Internacional sobre la
Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial
(Naciones Unidas, 1965)
Esta Convención deine el concepto de «discrimi-
nación racial», adoptando un criterio amplio que
alcanza a diferentes formas en que se maniiesta
la discriminación en restricciones o preferencias,
ya sea por motivo de «raza, color, linaje u origen
nacional o étnico». La Convención aclara que no se
encuentra prohibido por la misma tomar medidas
de discriminación positiva.
48 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer,
CEDAW (Naciones Unidas, 1979)
En su artículo 1, la CEDAW deine la discriminación
contra la mujer como «Cualquier distinción, exclu-
sión o restricción hecha en base al sexo (sic) que
tenga el efecto o propósito de disminuir o nuliicar
el reconocimiento, goce y ejercicio por parte de las
mujeres, independientemente de su estado civil,
sobre la base de igualdad del hombre y la mujer, de
los derechos humanos y libertades fundamentales
en las esferas política, económica, social, cultural,
civil o en cualquier otra esfera».
Nicaragua ratiicó la Convención en 1981, adquirien-
do así la obligación de consagrar la igualdad de gé-
nero en su legislación nacional, derogar todas las
disposiciones discriminatorias en sus leyes, y pro-
mulgar nuevas disposiciones para protegerlas de la
discriminación.
Además de las normativas relativas a la discrimi-
nación, están las que abordan directamente la eli-
minación de violencia contra la mujer.
La Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer
(Naciones Unidas, 1993)
Siendo una declaración y no una convención, esta
normativa no se considera vinculante. En ella se re-
conoce la violencia contra la mujer como un grave
atentado contra los derechos humanos e «insta a
que se hagan todos los esfuerzos posibles para que
sea [la Declaración] universalmente conocida y res-
petada».
Se deine en esta Declaración el concepto de vio-
lencia contra la mujer «como todo acto de violen-
cia basado en la pertenencia al sexo femenino que
tenga o pueda tener como resultado un daño o su-
frimiento físico, sexual o psicológico para la mujer,
así como las amenazas de tales actos, la coacción o
la privación arbitraria de la libertad, tanto si se pro-
ducen en la vida pública como en la vida privada».
Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer (OEA, Belém do Pará, 1994)
Esta Convención, conocida como Belém do Pará (si-
tio de su adopción en 1994), establece el derecho
de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y
destaca a la violencia contra las mujeres como una
violación de los derechos humanos y de las liberta-
des fundamentales.
Desarrolla mecanismos de protección y defensa de
los derechos de las mujeres como fundamentales
para luchar contra el fenómeno de la violencia con-
tra su integridad física, sexual y psicológica, tanto
en el ámbito público como en el privado, y su rei-
vindicación dentro de la sociedad.
En cuanto a los adolescentes de uno u otro sexo en
conlicto con la ley penal, los siguientes instrumen-
tos constituyen el marco normativo para la preven-
ción y tratamiento:
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Directrices de las Naciones Unidas para
la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Directrices de Riad)
Establecen que la prevención de la delincuencia
juvenil es una responsabilidad compartida entre el
Estado, las familias y comunidades, quienes deben
desarrollar acciones de carácter social, institucio-
nales y comunitarias orientadas a superar los fac-
tores de riesgo social y condiciones de exclusión
en que viven la niñez y la adolescencia. Se funda-
mentan en la convicción de que la prevención de la
violencia juvenil debe centrarse en elevar la calidad
de vida y el bienestar general de la población y de
la niñez y adolescencia en particular, no en el incre-
mento de las acciones represivas del Estado.
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para
la Administración de la Justicia de Menores
(Reglas de Beijing)
Deinen un estándar internacional sobre el conjun-
to de condiciones mínimas que deben ser garanti-
zadas a los y las adolescentes de quien se alegue
hayan infringido las leyes penales o a quienes se
acuse o declare culpables de haber infringido esas
leyes.
Las Reglas de Beijing son categóricas al señalar que
los objetivos del sistema de administración de jus-
ticia de los adolescentes son promover su bienestar
y garantizar que cualquier respuesta jurisdiccional
sea en todo momento proporcional a las circuns-
tancias del joven y del delito (regla 5).
49
Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre
las Medidas no Privativas de Libertad (Reglas
de Tokio)
Promueven la participación de la comunidad en la
gestión de la justicia penal juvenil y buscan la apli-
cación de las medidas no privativas de libertad que
privilegien la inserción de adolescentes y jóvenes en
la familia, comunidad y sociedad.
Estas reglas instan a los Estados a introducir en sus
ordenamientos jurídicos medidas no privativas de
la libertad para proporcionar otras opciones, y de
esa manera reducir la aplicación de las penas de
prisión, y racionalizar las políticas de justicia pe-
nal, teniendo en cuenta el respeto de los derechos
humanos, las exigencias de la justicia social y las
necesidades de rehabilitación de las personas pe-
nalmente responsables.
Reglas de Naciones Unidas para la
Protección de Menores Privados de Libertad
Estas reglas establecen que el sistema de justicia de
adolescentes deberá respetar sus derechos y garan-
tías, su seguridad y fomento de su bienestar físico
y mental, y que la privación de libertad debe usarse
como último recurso.
Estas reglas establecen que las y los adolescentes
penalmente responsables no deben ser coninados
en cárceles sino en centros especiales de privación
de libertad de adolescentes, los que no se inspiran
en la lógica de «seguridad» de los sistemas peni-
50 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
tenciarios de personas adultas, sino en una visión
integral que conjuga aspectos relacionados a in-
fraestructura, modelos de organización y provisión
de servicios que faciliten el desarrollo de las capa-
cidades y habilidades del adolescente.
Ámbito nacional
Constitución Política de la República
de Nicaragua
Orienta al Estado a crear las condiciones materia-
les, sociales e institucionales que faciliten y pro-
muevan la incorporación activa de las personas
adolescentes y jóvenes a las actividades producti-
vas, económicas, sociales, culturales y políticas del
país (art. 4).
Este enunciado constitucional conmina a las au-
toridades nacionales y regionales a establecer los
mecanismos de coordinación entre los órganos
e instancias del Estado para garantizar los dere-
chos humanos de la adolescencia y juventud nica-
ragüense. La Constitución reconoce el derecho de
toda persona a vivir libre de violencia, y los dere-
chos y garantías del debido proceso del que debe
gozar toda persona acusada por la comisión de un
hecho delictivo.
Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA)
El Código de la Niñez y la Adolescencia, Ley No. 287,
regula la protección integral de la niñez y adoles-
cencia. Este código es una ley integral compuesta
por tres libros. El libro I establece «Derechos, liber-
tades, garantías y deberes», y el libro II crea una
política integral y el Consejo Nacional de Atención
Integral a la Niñez y la Adolescencia (Conapina). El
libro III del código crea el Sistema de Justicia Penal
Especial para Adolescentes.
Por lo tanto, es la normativa más importante en
cuanto a las obligaciones que el Estado, la familia
y la sociedad tienen para con la niñez y la adoles-
cencia. Esta normativa establece, en su artículo 5,
que «Ninguna niña, niño o adolescente será objeto
de cualquier forma de discriminación, explotación,
traslado ilícito dentro o fuera del país, violencia,
abuso o maltrato físico, psíquico y sexual, trata-
miento inhumano, aterrorizador, humillante, opre-
sivo, trato cruel, atentado o negligencia, por acción
u omisión, a sus derechos y libertades. Es deber de
toda persona velar por la dignidad de la niña, niño y
adolescente, poniéndolo a salvo de cualquiera de las
situaciones anteriormente señaladas. La niña, niño y
adolescente tiene derecho a la protección de la Ley
contra esas injerencias o ataques y los que los rea-
lizaren incurrirán en responsabilidad penal y civil».
También establece un sistema de justicia penal es-
pecializado para adolescentes de quienes se alegue
que han infringido las leyes penales o a quienes
se acuse o declare culpables de haberlas infringi-
do. Establece que en caso de que se compruebe la
comisión o participación de un adolescente en un
hecho delictivo, el juez o la jueza penal de Distrito
del Adolescente puede aplicar un conjunto de me-
didas de carácter socioeducativas, de orientación
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
y supervisión y, en última instancia, privativas de
libertad. Todas estas medidas tienen una inalidad
primordialmente educativa, y pueden aplicarse,
dado el caso, con la intervención de la familia y el
apoyo de especialistas.
Ley de Promoción del Desarrollo Humano
Integral de la Juventud y su reglamento
La Ley de Juventud establece y reconoce que los y
las jóvenes representan la mayoría de la población
del país, y que es necesario el desarrollo de políti-
cas públicas para su incorporación a las actividades
productivas económicas, sociales y políticas en
condiciones que les permitan aportar al desarrollo
nacional.
Asimismo, señala que es obligación del Estado de-
inir a través de una política pública los lineamien-
tos, estrategias y programas orientados a mejorar
la calidad de vida de la población joven de Nicara-
gua. La ley establece la obligación estatal de preve-
nir la violencia que afecta a la juventud a través de
acciones interinstitucionales.
Código Procesal Penal DE LA REPÚBLICA DE
NICARAGUA
El Código Procesal Penal, Ley No. 406/01, garantiza
que las y los adolescentes no sean juzgados como
personas adultas: «Cuando existan elementos de
prueba que permitan establecer que, al momento
de los hechos, el acusado no tenía la edad estable-
cida para responder penalmente como adulto con-
forme a la ley, será puesto a la orden del compe-
51
tente Juzgado Penal de Distrito de Adolescentes»
(art. 97 CNA).
Los jóvenes son procesados según lo establece el
procedimiento para las personas adultas; sin em-
bargo, en algunos casos, la condición joven supone
atenuantes a la responsabilidad penal.
Ley de Régimen Penitenciario y Ejecución
de la Pena (2003)
La Ley No. 473 establece que el Sistema Penitencia-
rio Nacional se fundamenta en el reconocimien-
to de la dignidad de la persona y el respeto a los
derechos humanos. Asimismo, establece que «la
ejecución de la pena tiene como in primordial la
reeducación y reinserción del privado de libertad a
las actividades de la sociedad».
Dos aspectos importantes a considerar en el ejer-
cicio de las funciones del Sistema Penitenciario
Nacional con relación a las y los adolescentes, es la
consideración de estar separados de las personas
adultas (art. 97 CNA), la selección y capacitación de
los funcionarios que trabajarán y brindarán aten-
ción especializada a las y los adolescentes privados
de libertad (art. 142).
52 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Ley de la Policía Nacional
La Ley de la Policía Nacional establece que la mi-
sión de esta es «proteger la vida, la integridad, la
seguridad de las personas y el libre ejercicio de los
derechos y libertades de los ciudadanos; asimismo,
es responsable de la prevención y persecución del
delito […]».
Ley de Participación Ciudadana
La prevención social de la violencia requiere una
estrecha colaboración y constante diálogo entre el
Estado y la ciudanía. La Ley No. 475 tiene por ob-
jeto «promover el ejercicio pleno de la ciudadanía
en el ámbito político, social, económico y cultural,
mediante la creación y operación de mecanismos
institucionales que permitan una interacción luida
entre el Estado y la sociedad nicaragüense, contri-
buyendo con ello al fortalecimiento de la libertad y
la democracia participativa y representativa esta-
blecido en la Constitución Política de la República».
Ley de Igualdad de Derechos y
Oportunidades
La Ley No. 648 establece las responsabilidades del
Estado para con las mujeres. Crea las medidas
para garantizar la igualdad de oportunidades entre
hombres y mujeres en lo económico, social y sexual,
así como la incorporación de una política de género
en las políticas de Estado, gobiernos municipales y
regionales. Para los mecanismos de la aplicación de
la ley se asigna como organismo rector al Instituto
Nicaragüense de la Mujer (Inim) y la creación del
Consejo Nacional de Igualdad de Oportunidades.
Ley Integral contra la Violencia
Hacia las Mujeres
En el marco de la Convención Belém Do Pará, el Es-
tado nicaragüense incorpora en su legislación na-
cional una ley integral contra la violencia hacia las
mujeres. Esta ley, conocida como Ley No. 779, Ley
Integral contra la Violencia hacia las Mujeres y de
Reformas a la Ley No. 641, código penal que entró
en vigencia en el 22 de junio de 2012, tiene como
objetivo prevenir, atender, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer como manifestación de la
discriminación, la situación de desigualdad y las re-
laciones de poder que ejercen los hombres en cual-
quiera de sus formas y ámbitos.
Entre sus principios rectores se incluyen la no dis-
criminación, no violencia, acceso a la justicia, debi-
da diligencia del Estado, celeridad, resarcimiento,
no victimización secundaria, protección a las víc-
timas, concentración, publicidad, integralidad y el
principio de coordinación interinstitucional. Estos
principios obligan a todos los integrantes del sec-
tor de justicia penal a cumplir a cabalidad con las
disposiciones de la ley, pero, más aún, considera-
mos que es un avance sustancial en lo que respecta
al tema de los derechos humanos de las mujeres, y
obliga a las instituciones a la especialización de sus
funcionarios en este tema.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Políticas públicas3
Plan Nacional de Desarrollo Humano
(PNDH)
El Plan Nacional de Desarrollo Humano «tiene a la
persona, hombres y mujeres, como el centro y el
sujeto fundamental del Desarrollo» (inciso 39). El
PNDH establece un conjunto de disposiciones qu
buscan garantizar los derechos de los niños y las
niñas, y hace especial énfasis en los derechos a la
vida, la convivencia familiar y comunitaria, iden-
tidad, nacionalidad, salud gratuita, alimentación,
vivienda, educación gratuita, medio ambiente, de-
porte, recreación, profesionalización, cultura, dig-
nidad, respeto y libertad.
La aprobación del PNDH, al deinir pautas para la
acción, ha permitido que los órganos e instancias
del Gobierno cuenten con una guía que oriente sus
intervenciones en adolescencia y juventud.
Política de Atención y Protección Integral a
La Niñez y la Adolescencia y su Plan
de Acción
La Política Nacional de Atención Integral a la Niñez
y la Adolescencia es «el conjunto de principios, es-
trategias y recursos dirigidos a garantizar el cum-
plimiento de los derechos y deberes de los niños,
niñas y adolescentes». Esta política establece el
deber estatal de proteger a las y los adolescentes
3 Pese a que las políticas públicas agrupan niñez y ado-
lescencia u otros grupos etarios, hacemos referencia
aquí únicamente a adolescentes sin perjuicio de que las
normas pueden aplicarse a otros.
53
de todo tipo de delito, y prevenir que se involucren
en hechos que constituyan faltas y delitos.
El Plan de Acción contiene una serie de acciones
tendientes a institucionalizar y municipalizar los
derechos humanos de la niñez y la adolescencia, y
marca las pautas a seguir y el compromiso que ha-
brán de asumir todas las instituciones del Estado y
la sociedad civil, involucradas en la traducción en
hechos reales, los derechos humanos de niñas, ni-
ños y adolescentes.
Política Pública contra la Explotación
Sexual Comercial de Niños, Niñas y
Adolescentes y el Plan de Acción
La Política Pública contra la Explotación Sexual Co-
mercial de Adolescentes constituye el «marco de
referencia para las acciones que las Instituciones
del Estado y la sociedad civil realizarán para abor-
dar el fenómeno de la explotación sexual comer-
cial y diseñar estrategias para su eliminación».
Establece el deber estatal de proteger a la niñez y
la adolescencia de toda forma de abuso contra su
integridad sexual.
Plan Nacional para la Prevención de la
Violencia Intrafamiliar y Sexual
La violencia, física o psicológica, afecta negativa-
mente la salud de las personas, particularmente la
de los menores de edad. Teniendo en cuenta esta
realidad, y considerando que es necesario comba-
tir este problema social, el Estado nicaragüense
aprobó el Plan Nacional para la Prevención de la
54 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Violencia Intrafamiliar y Sexual, instrumento que
orienta las acciones que realicen las institucio-
nes gubernamentales y no gubernamentales para
abordar la violencia intrafamiliar y sexual cometi-
da en contra de mujeres, niños, niñas y adolescen-
tes en Nicaragua.
Política de Prevención de la Policía Nacional
para la Niñez y la Adolescencia
La Política de Prevención de la Policía Nacional tiene
como objetivo establecer las estrategias y linea-
mientos que debe seguir la institución encargada
de resguardar el orden público, para proteger del
delito a adolescentes, principalmente a quienes se
encuentran en situación de riesgo, y asegurar los
derechos y garantías de los y las adolescentes de
quienes se alegue hayan infringido la ley penal.
Asimismo, desarrolla lineamientos para prevenir
que los y las adolescentes se vean involucrados en
eventos delictivos. Lo hace mediante acciones so-
ciales, comunitarias y familiares.
Esta política se plantea metodologías diferencia-
das según las situaciones en que se encuentren ni-
ños, niñas y adolescentes, a saber:
• Con adolescentes en general
• Con adolescentes en situación de riesgo
personal
• Con adolescentes de quienes se presume
comisión de delito
• Con adolescentes víctimas del delito
Política Nacional para el Desarrollo Integral
de la Juventud y su Plan de Acción
Esta política tiene como objetivo «conjugar la ac-
ción del Estado y la sociedad, a in de integrar ple-
namente a las mujeres y hombres jóvenes del país a
los procesos de transformación económica, social,
política y cultural». Su principal objetivo es «crear
las oportunidades y condiciones requeridas por
los hombres y mujeres jóvenes de Nicaragua para
integrarlos como sujetos de derecho y activos par-
ticipantes en la vida económica, social, cultural y
política de la sociedad».
El Plan de Acción de ella es el instrumento que la
hace operativa y deine sus ejes, entre ellos el de
prevención y atención de la violencia juvenil. Este
tiene como objetivo «integrar socialmente a la
juventud que se encuentra en situación de riesgo,
impulsado un proceso participativo e integral de
prevención y atención de la violencia, promoviendo
oportunidades de desarrollo humano y social que
garantice el ejercicio pleno de sus derechos».
La presente propuesta busca fortalecer los aspec-
tos de esta política y su plan de acción, con líneas
estratégicas especíicamente diseñadas para pre-
venir la violencia que afecta a la juventud.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Marco institucional
de Prevención de la
Violencia que Afecta
a la Adolescencia y la
Juventud
La prevención de la violencia que afecta a la ado-
lescencia y juventud es una responsabilidad com-
partida entre diversas instituciones del Estado, las
familias y las comunidades.
Instituto Nicaragüense de la
Juventud (Injuve)
El Injuve es el órgano adscrito a la Presidencia de
la República, que tiene a su cargo la promoción y
defensa de los derechos de las personas jóvenes.
Surge como un espacio articulador de las accio-
nes desde el gobierno central y los actores sociales
e institucionales de la sociedad civil en torno a la
promoción de los derechos de las personas jóvenes.
El principal objetivo del Injuve es «propiciar la
transformación estructural de las condiciones de
la juventud nicaragüense mediante el reconoci-
miento y ejercicio pleno de su ciudadanía, logrando
el mejoramiento de la calidad de vida y su empo-
deramiento, expresado en su participación política,
económica y liderazgo social». El Injuve está llama-
do a impulsar y articular, con los órganos e instan-
cias del Estado, las iniciativas nacionales para pre-
venir la violencia que afecta a la juventud.
55
Ministerio de Gobernación
El ministro de Gobernación, en representación del
presidente de la república, dirige, coordina y super-
visa al Sistema Penitenciario Nacional y a la Policía
Nacional (a esta última a través de la Dirección Ge-
neral de la misma, de conformidad con la Ley No.
228 de la Policía Nacional, y la Ley de Reforma y Adi-
ción a la Ley No. 290, Ley de Organización, Compe-
tencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo, artículo
18, incisos 1 y 2.
Policía Nacional
La Policía Nacional es la institución del Estado en-
cargada de proteger la vida, la seguridad y la inte-
gridad de las personas. La Policía Nacional, en rela-
ción al proceso penal, es un órgano auxiliar de los
tribunales de justicia en materia de investigación
de los delitos y el cumplimiento de las resolucio-
nes judiciales en asuntos propios de sus funciones.
Esta institución del Estado desarrolla un modelo
preventivo orientado a la disminución, prevención
y tratamiento de la violencia cometida por adoles-
centes y jóvenes.
La misión de la Policía Nacional es brindar seguri-
dad ante situaciones que pongan en riesgo su in-
tegridad personal, proteger el libre ejercicio de sus
derechos y garantías, prevenir que sean víctimas
de delito y prevenir, en coordinación con las insti-
tuciones y personas responsables de su protección,
que comentan delitos.
56 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Dirección de Asuntos Juveniles de la
Policía (Dajuv)
La Dirección de Asuntos Juveniles es la instancia po-
licial, con expresión departamental y distrital, que
realiza la atención integral a la violencia que afecta
a la juventud, y garantiza que niños, niñas y adoles-
centes no sean víctimas de delitos, o los cometan.
La misión de la Dirección de Asuntos Juveniles es
deinir y promover respuestas de prevención de la
violencia y la delincuencia de adolescentes y jóve-
nes, coadyuvando con la misión de la Policía Nacio-
nal manifestada en una eiciente y eicaz respuesta a
la promoción, protección y defensa de los derechos
humanos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
En este orden de ideas, sus objetivos especíicos son:
• El establecimiento de estrategias de preven-
ción policial, social y estatal que contribuyan
a reducir y controlar la participación de ni-
ños, niñas, adolescentes y jóvenes en hechos
de violencia social e infracciones a la ley.
• La formulación de políticas de prevención
policial, social y estatal dirigidas a niños, ni-
ñas, adolescentes y jóvenes en situaciones de
riesgo e inmersos en actividades delictivas.
• La proposición de lineamientos especíicos
para reducir el involucramiento de niños,
niñas, adolescentes y jóvenes en situaciones
delictivas y de alteración del orden público.
• El establecimiento de mecanismos de aten-
ción a la violencia juvenil.
Comisaría de la Mujer, Niñez y Adolescencia
La Ley de la Policía Nacional crea la Comisaría de la
Mujer y la Niñez, a in de dar atención especializa-
da en casos de violencia física, psicológica o sexual
en contra de la mujer o la niñez, según la Ley No.
228, Ley de la Policía Nacional. El trabajo de la Co-
misaría de la Mujer y Niñez, además de la investi-
gación de delitos de violencia física, psicológica y
sexual contra la mujer y la niñez, está orientado a
la prevención de los mismos y tratamiento de las
víctimas. Casi el 40% de las personas atendidas por
las Comisarías de la Mujer y la Niñez tienen menos
de treinta años de edad.
Comités de Prevención Social del Delito
Los Comité de Prevención Social del Delito nacie-
ron como una política de la Policía Nacional, con la
Disposición 0426/2001, ya que una de las principa-
les prioridades del Gobierno actual es promover la
seguridad ciudadana. Para lograrlo se han lanzado
iniciativas de carácter legal, como el Decreto No.
110-2007, que reforma al Decreto No. 83-2004, que
en su artículo 8 le otorga al Consejo Nacional de
Convivencia y Seguridad Ciudadana la atribución
de promover la participación de la ciudadanía ni-
caragüense en los Comités de Prevención Social del
Delito que organiza la Policía Nacional, así como
en los Consejos Locales de Seguridad Ciudadana y
en otras instancias de participación comunitaria en
los distintos municipios, en coordinación con las
alcaldías respectivas, para la identiicación de los
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
problemas que ocasionan inseguridad y su corres-
pondiente solución.
Manuales policiales
La Policía Nacional cuenta con manuales de de-
tección, detención y de procedimientos internos
para el tratamiento de adolescentes y mujeres en
conlicto con la ley o bajo custodia policial. Estos
manuales establecen la forma de actuar de los y las
agentes cuando se trata de la población adolescen-
te y/o de mujeres jóvenes.
Categorización policial de las agrupacio-
nes y pandillas juveniles
Este instrumento (Disposición No. 02/04) establece
los términos policiales que identiican los diferen-
tes tipos de organizaciones de adolescentes y jóve-
nes que integran actividades propias de su edad, a
in de sistematizar, clasiicar, ordenar y categorizar
la violencia expresada por adolescentes y jóvenes y,
así, diferenciar la actividad delictiva de las distin-
tas expresiones de violencia en la dimensión que se
maniiesta dentro del seno de la sociedad. Tal como
se explica en el marco conceptual, para los ines de
esta propuesta se utiliza esta misma categoriza-
ción.
57
Sistema Penitenciario Nacional
El Sistema Penitenciario Nacional es la «institución
del Estado […] con facultades expresas para la eje-
cución de la pena privativa de libertad impuesta
por las autoridades judiciales del país y [cuyo] in
primordial es la reeducación y reinserción del pri-
vado de libertad a las actividades de la sociedad»
(artículo 3, Ley de Régimen Penitenciario y Ejecución
de la Pena).
Según el Código de la Niñez y la Adolescencia deben
existir centros especiales de detención provisional
y de internamiento para adolescentes, que depen-
dan de la Dirección General del Sistema Peniten-
ciario Nacional, del Ministerio de Gobernación,
conforme a lo establecido en el artículo 227 CNA.
Esta instancia es la encargada de salvaguardar el
cumplimiento de las sanciones penales impuestas
a adolescentes y jóvenes.
Comisión Nacional de Convivencia y
Seguridad Ciudadana
La Comisión Nacional de Convivencia y Seguridad
Ciudadana es una instancia adscrita al Ministerio
de Gobernación, como el órgano coordinador y
consultivo de la Presidencia de la República, para
el diseño, formulación, evaluación y ejecución de
programas, estrategias y políticas gubernamenta-
les que coadyuven a la promoción de la convivencia
y seguridad ciudadanas.
58 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Esta comisión funge como una instancia «con fa-
cultades de concertación y coordinación entre el
Poder Ejecutivo, los otros Poderes del Estado y las
organizaciones respectivas de la Sociedad Civil que
trabajan en la prevención social del delito y de toda
forma de violencia».
Ministerio Público de Nicaragua
El Ministerio Público de Nicaragua es la institución
con autonomía orgánica y funcional, con indepen-
dencia y que debe obediencia únicamente a la ley,
que tiene a su cargo la función de acusador y la
representación de los intereses de la sociedad y de
la víctima del delito en el proceso penal. El Minis-
terio Público de Nicaragua impulsa la acción penal
en representación de la sociedad y de la víctima, y
de esta forma garantiza el derecho a una correcta,
pronta y efectiva administración de justicia.
El Ministerio Público de Nicaragua se organiza me-
diante unidades especializadas en el ejercicio de la
función acusadora. Una de estas unidades atiende
los delitos presuntamente cometidos por adoles-
centes. Se le denomina Unidad Especializada de Ni-
ñez y Adolescencia, y fue creada según Acuerdo No.
704, para atender la justicia penal especializada.
Tiene sede en la capital y presencia en todo el país
mediante iscales enlaces.
Ministerio de Salud (Minsa)
Las funciones del Ministerio de Salud son organi-
zar, supervisar, inspeccionar, controlar, regular,
ordenar y vigilar las acciones en salud que se desa-
rrollan en el territorio nacional. El Minsa juega un
papel importante en la detección y tratamiento de
la violencia, especialmente la intrafamiliar y sexual
que afectan a la adolescencia y la juventud, espe-
cialmente a las mujeres. Para ello cuenta con ins-
trumentos como el Manual de normas y protocolos
para la prevención, detección y atención de la violen-
cia intrafamiliar y sexual.
Instituto contra el Alcoholismo y la
Drogadicción (ICAD)
El Instituto contra el Alcoholismo y la Drogadic-
ción (ICAD) es una instancia adscrita al Ministerio
de Salud (Minsa), encargado de desarrollar accio-
nes de prevención, atención e inserción social de
las y los adolescentes, jóvenes y personas adultas,
inmersos en el alcoholismo y la drogadicción.
Asimismo, el ICAD tiene como objetivo «el estudio,
prevención, tratamiento y rehabilitación de las per-
sonas adictas a las drogas, el tabaco y el alcohol,
así como la coordinación de todos los programas
públicos y privados orientados a esos mismos ob-
jetivos» (artículo 2 de la Ley No. 370, Ley Creadora
del Instituto Contra el Alcoholismo y Drogadicción).
Los objetivos del ICAD son los siguientes:
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
• Desarrollar programas y acciones de preven-
ción de mayor impacto en [la] población, a
in de lograr mayor incidencia en la disminu-
ción y expansión del consumo en las perso-
nas adictas, en sus familiares, en el entorno
donde habitan y en la población en general.
• Consolidar principios y valores en las fami-
lias nicaragüenses para incidir en el cambio
de actitud, de cara a la promoción de estilos
de vida saludables en la población.
• Contribuir a disminuir la prevalencia del con-
sumo, el incremento de la edad de inicio y el
daño que ocasiona el consumo excesivo.
• Contribuir a la rehabilitación de las perso-
nas adictas y la facilitación de su reinserción
socio-laboral.
• Desarrollar el Sistema de Vigilancia Epide-
miológica de Adicciones, que permita poten-
ciar las capacidades de los diferentes actores
sociales en la práctica de políticas preventi-
vas, en beneicio de la sociedad nicaragüense.
El trabajo que realiza el ICAD relacionado con el al-
coholismo enfoca el trabajo en tres momentos: an-
tes que se produzca la adicción, cuando la persona
bebe de forma abusiva, y cuando ya está enraizada
la dependencia.
59
Ministerio de Educación (Mined)
El Ministerio de Educación es el órgano del Esta-
do encargado de diseñar, ejecutar y administrar el
sistema educativo nacional y garantizar una edu-
cación accesible, gratuita, de calidad, integral, ei-
ciente, pertinente e intercultural.
EL Mined, a través de las Consejerías Escolares, ha
desarrollado a nivel nacional acciones de capacita-
ción sobre prevención de la violencia en el ámbito
escolar, y ha perseguido la reducción de los factores
de riesgo de la violencia social.
Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM)
Este instituto fue creado en 1987 por decreto, y su
ley orgánica fue aprobada en 1993, según Decreto
No. 293, cuyo artículo 2 reza que el objetivo del
INIM es «formular, promover, coordinar, ejecutar
y evaluar políticas, planes, programas y proyectos
gubernamentales, que garanticen la participación
de las mujeres en el proceso de desarrollo econó-
mico, social, cultural y político del país, facilitando
que en los planes nacionales la población femenina
tenga presencia activa en sus etapas de elabora-
ción, implementación y evaluación, a in de asegu-
rar a las mujeres una efectiva igualdad de oportuni-
dades en el desarrollo del país, así como al acceso y
control de los recursos y beneicios que se deriven
del mismo».
60 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Instituto Nacional Tecnológico (Inatec)
El Inatec es la instancia del Estado creada con la
inalidad de contribuir al desarrollo económico y
social del pueblo nicaragüense por medio de la for-
mación y capacitación de recursos humanos cali-
icados en todos los sectores económicos y en los
diferentes niveles ocupacionales y de empleo.
Es una prioridad para el Inatec capacitar técnica-
mente a personas con problemas de desempleo y
subempleo, y a las que viven en pobreza y pobreza
extrema a causa de una baja o ninguna caliicación
laboral-educativa. Los adolescentes y los jóvenes
son sectores priorizados dentro de los programas
de formación técnica de esta institución.
Procuraduría para la Defensa de los
Derechos Humanos
La Procuraduría para la Defensa de los Derechos
Humanos es un organismo estatal que goza de au-
tonomía orgánica y funcional, y está llamada a co-
nocer los casos individuales de violación a los dere-
chos humanos, así como situaciones colectivas que
afecten los derechos de todos los nicaragüenses.
La Procuraduría para la Defensa de los Derechos
Humanos tiene la facultad de promover, defender
y tutelar los derechos humanos de quienes se en-
cuentren en el territorio nacional, velando por que
los órganos de la administración pública los cum-
plan. También cuenta con un procurador especial
de la Niñez y la Adolescencia, cuyo trabajo es pro-
mover, defender y proteger los derechos de niñas,
niños y adolescentes.
Ministerio del Trabajo (Mitrab)
El Mitrab es la institución del Estado encargada de
formular y ejecutar políticas públicas de empleo,
y de garantizar el cumplimiento de la legislación
laboral en cuanto a la generación de empleos es-
tables, salarios dignos y respeto a las prestaciones
laborales. Además, velar por que se respeten los
derechos humanos de todos los trabajadores, sin
importar su sexo.
Poder Judicial
La Corte Suprema de Justicia es el órgano que, por
mandato constitucional, se encarga de «organizar
y dirigir la administración de justicia (artículo 164,
inciso 1, Cn.), mandato que se traduce en la facul-
tad legal de emitir las disposiciones que, dentro del
ámbito jurisdiccional, sean necesarias para el buen
funcionamiento de los tribunales de justicia.
El Poder Judicial, a través de sus órganos e instan-
cias, es actor clave en la prevención terciaria de la
violencia que afecta a la adolescencia y a la juven-
tud. A continuación se describe a los actores que
intervienen en el sistema de justicia penal especial
de adolescentes.
Juzgados de Distrito Penal del Adolescente
Los Juzgados Penales de Distrito del Adolescente
son los órganos encargados de juzgar y sancionar
a las y los adolescentes que han transgredido la ley
penal. Sus principales funciones se orientan a co-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
nocer en primera instancia las acusaciones contra
adolescentes por la comisión o participación en
delitos o faltas, y decidir bajo el criterio de culpabi-
lidad, proporcionalidad y racionalidad las medidas
socioeducativas o de privación de libertad.
Defensoría Pública
La Defensoría Pública es una institución que brinda
asistencia legal gratuita a los usuarios del Sistema
Judicial que carecen de recursos económicos para
contratar los servicios de un abogado particular
que represente sus intereses y garantice el respeto
y la defensa de sus derechos y garantías. La Defen-
soría Pública cuenta en su estructura orgánica con
una unidad encargada de asumir la defensa de ado-
lescentes en conlicto con la ley.
Oficina Técnica para el Seguimiento de
las Sanciones Penales de Adolescentes
(OTSSPA)
Es la entidad de la Corte Suprema de Justicia, con co-
bertura nacional, encargada de controlar, coordinar
y supervisar la actividad de las Oicinas de Ejecución
y Vigilancia de las Sanciones Penales a los Adoles-
centes (Oevspa) en el ámbito de seguimiento de
medidas impuestas al adolescente.
Oficina de Ejecución y Vigilancia de las
Sanciones Penales a los Adolescentes
(Oevspa)
Esta dirección está adscrita a los Juzgados de Dis-
trito Penales de Adolescentes y es coordinada y su-
pervisada por la Oicina Técnica para el Seguimiento
61
de las Sanciones Penales de Adolescentes (Otsspa),
que se encarga de todo lo siguiente:
• Controlar la ejecución de las medidas, obser-
vando que no se restrinjan derechos funda-
mentales que no se encuentren ijados en la
sentencia condenatoria.
• Elaborar el plan individual para la ejecución
y seguimiento de la medida, acorde con los
objetivos ijados en la sentencia o resolucio-
nes de los jueces y juezas penales de Distrito
del Adolescente.
• Revisar las medidas, por lo menos una vez
cada seis meses, para recomendar las mo-
diicaciones o sustituirlas por otras menos
graves, cuando no cumplan con los objeti-
vos para los que fueron impuestas, o por ser
contrarias al proceso de reinserción social
del adolescente.
• Recomendar al juez o jueza penal de Distrito
del Adolescente el otorgamiento o denega-
ción de cualquier beneicio relacionado con
las medidas impuestas en la sentencia o la
cesación de la medida.
Otros actores claves no
gubernamentales
Estos a los que nos referiremos no son parte orgá-
nica del Gobierno, pero su trabajo y experiencia en
la prevención de la violencia en general, y de la que
afecta a la adolescencia y la juventud en particular,
constituyen un referente para los esfuerzos guber-
62 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
namentales articulados en esta propuesta de polí-
tica pública. A nivel local, son actores claves en la
coordinación de acciones a favor de la convivencia
pacíica e incluyente de los jóvenes.
Organismos no gubernamentales que tra-
bajan con y para la juventud
Los organismos de la sociedad civil que trabajan en
la promoción y defensa de los derechos humanos
de la juventud, y en la prevención de la violencia
que afecta a la adolescencia y la juventud, desem-
peñan un rol fundamental en el cambio social ne-
cesario para la transformación de las condiciones
estructurales de violencia que afectan a la adoles-
cencia y la juventud.
Movimientos juveniles
En el transcurso de los últimos cuatro años se han
constituido y fortalecido más de una decena de
movimientos juveniles que han desarrollado un
amplio sentido de responsabilidad y compromiso
con el desarrollo social. Estos movimientos tienen
la capacidad de trabajar desde las comunidades en
la prevención de la violencia que afecta a la adoles-
cencia y la juventud.
Universidades
Las universidades y otras instituciones académicas
juegan un papel importante en poner a la dispo-
sición de la ciudadanía y las personas que toman
decisiones, el conocimiento cientíico actualizado
sobre las más efectivas intervenciones para la pre-
vención de la violencia. Asimismo, pueden contri-
buir al conocimiento colectivo sobre las necesida- gias para la formación e inserción laboral y promo-
des especíicas de adolescentes y jóvenes desde la ción del empleo juvenil. De igual manera, pueden
psicología, sociología, pedagogía y biología, entre desempeñar un papel de suma importancia en la
otros. Los estudiantes universitarios, hombres y inserción social de jóvenes en riesgo social o que
mujeres, pueden tener un papel importante en la han estado en conlicto con la ley, si participan en
aplicación de aprendizaje en los diferentes escena- programas que les ofrezcan a los jóvenes oportuni-
rios de intervención a favor de la prevención. dades de empleo, ya que este es pilar fundamental
de la responsabilidad social empresarial y una obli-
Medios de comunicación gación legal que establece el artículo 1 del Código
Los medios de comunicación tienen la responsabi- de la Niñez y la Adolescencia, Ley No. 287.
lidad social de informar y educar. Son agentes ge-
neradores de cambios sociales, y pueden contribuir
signiicativamente en la instauración de una cul-
tura de promoción y defensa de los derechos hu-
manos, de igualdad y equidad de género, el respeto
a la diversidad y de prevención de la violencia que
afecta a la adolescencia y la juventud.

Iglesias
Las iglesias y grupos religiosos tienen un acerca-
miento importante en la vida de las personas que
participan en ellos. Una parte principal de la fun-
ción de la mayoría de las instituciones religiosas es
la formación de valores de acuerdo con la doctrina
de la iglesia, y, por lo mismo, pueden jugar un papel
importante en la vida de los y las jóvenes en su for-
mación, así como al ofrecer una red social positiva.

Empresa privada
La empresa privada tiene un especial interés en
poder operar en condiciones de seguridad, libre de
amenaza de violencia y delincuencia. Es un sector
clave que debe participar en propuestas de estrate-

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 63

 Propuesta de líneas
estratégicas para inclusión en
la Política Nacional para
el Desarrollo Integral
de la Juventud

65
Propuesta de líneas estratégicas para
inclusión en la Política Nacional para
el Desarrollo Integral de la Juventud
Carácter, principios,
visión y objetivos
Esta propuesta para Líneas Estratégicas de Preven-
ción de la Violencia que Afecta a la Juventud Nicara-
güense, tras un proceso amplio de diálogo y arri-
bo a consensos incluyentes, constituye un insumo
base para la política pública de prevención de la
violencia que afecta a la adolescencia y la juventud.
La propuesta deine la visión integral en la materia,
así como el conjunto de principios, objetivos y ac-
ciones que el Estado, a través de sus instituciones
y con el apoyo de la sociedad nicaragüense, debe
asumir para dar solución a la problemática.
El mismo proceso de consulta y debate sobre estos
temas que constituyen la base de la propuesta aquí
presentada reconoció el valor e importancia de las
políticas, acciones y estrategias ya encaminados en
Nicaragua. La intención fundamental es contribuir
a fortalecer la capacidad del Injuve como institu-
ción rectora de las políticas a favor de la juventud
nicaragüense. Además, se ofrecen los resultados
del proceso de consulta a todas las instituciones
que juegan un papel en el desarrollo integral de
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
adolescentes, ya que los contenidos son aplicables
a diferentes niveles, intervenciones y edades, ya de-
inidas como las de adolescente y joven.
Las líneas propuestas constituyen un referente para
la articulación del actuar institucional en función
de prevenir la violencia que afecta a la adolescencia
y la juventud; y relejan el consenso y compromi-
so de quienes participaron en su construcción del
gobierno, municipios, actores sociales y comunita-
rios, para proteger a la persona adolescente y joven
de las consecuencias de la violencia.
Principios
El proceso de crear nuevas formas de relación basa-
das en la cultura de paz que buscan reparar daños
causados por los conlictos y la violencia incluye la
deinición de principios que deben guiar todo as-
pecto del proceso. La evaluación de la efectividad
del Estado también pasa por un proceso de valora-
ción del alcance de la aplicación de los principios en
la implementación de acciones.
67
Los principios orientadores que se proponen para
prevenir la violencia que afecta a la adolescencia y
la juventud son los siguientes:4
Respeto a la dignidad de la
adolescencia y la juventud
Las líneas estratégicas se apartan de las perspec-
tivas de análisis que les endilgan a jóvenes y ado-
lescentes la condición de «fuentes de problemas,
violencia e inestabilidad». Se reconoce que mu-
chos adolescentes y jóvenes nacen y crecen en un
entorno violento del que frecuentemente son víc-
timas y, en menor medida, protagonistas, condi-
cionados además por la violencia estructural en la
que viven, motivo por el cual es imperativo valorar
en el más profundo y amplio sentido su dignidad
como personas.
Se reconoce también que la estigmatización de
adolescentes y jóvenes no contribuye a la armo-
nía social, a la convivencia pacíica ni a la inclusión
social, sino produce el efecto contrario, y se reair-
man comportamientos violentos. En particular con
jóvenes acusados, o acusadas, de haber participa-
do en la violencia es imprescindible el respeto de
su dignidad y no estigmatización, ya que su reinser-
4 Es importante resaltar la relevancia de los principios
elaborados en la Política Nacional para el desarrollo in-
tegral de la juventud en todas las acciones del Estado con
relación a las personas jóvenes. Aquí se redactan unos
principios complementarios que son de especial impor-
tancia para la efectividad de las acciones de prevención
de la violencia que afecta a la juventud.
68 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
ción social depende de una autoimagen más posi-
tiva que les haga verse como parte importante de
la sociedad.
Inclusión y respeto a la diversidad
Quizás el único parámetro que se puede aplicar de
forma homogénea a la adolescencia y la juventud
sea el criterio de edad que usamos para deinirlas.
La diversidad de contextos, expresiones e identida-
des es la regla que determina la condición de ado-
lescente y joven. Dado que no hay una sola manera
de vivir la adolescencia y la juventud, es fundamen-
tal para una cultura de paz el respeto de la diversi-
dad de expresiones, contextos y culturas que viven
las y los adolescentes y jóvenes.
En consecuencia, las líneas estratégicas reconocen
esta diversidad en todas sus dimensiones, princi-
palmente en lo que se reiere a género (masculino
y femenino), etnia (mestiza, indígena y afrodescen-
diente), arraigo territorial (urbano y rural) y condi-
ciones socioeconómicas.
Equidad de género
La inequidad entre hombres y mujeres constituye
una violencia en sí, y se maniiesta en varias formas
de violencia directa, estructural y simbólica. Todas
las intervenciones e instrumentos utilizados por el
Estado para prevenir la violencia deben ser anali-
zados y modiicados de acuerdo con un enfoque de
género. Este enfoque ayuda a reconocer las causas
de las desigualdades entre hombres y mujeres, y
permite identiicar los mecanismos para superar
estas desigualdades, ya que ubica la problemática,
no en las mujeres o los hombres sino en las identi-
dades de género socialmente construidas sobre el
poder y la exclusión.
El enfoque de género permite reconocer que la
realidad es vivida de manera diferente por hom-
bres y mujeres, con amplia desventaja hacia las
mujeres, y nos compromete con la transformación
de las inequidades sociales, económicas, políticas
y culturales.
Las estrategias deben generar acciones para pre-
venir la violencia. Contemplan la identidad de gé-
nero y cómo inluye como factor protector o de
riesgo, y se adaptan de acuerdo a las condiciones
de inequidad en que se encuentra la mujer. Se pro-
moverán acciones destinadas a que adolescentes
y jóvenes interioricen y asuman una cultura de
respeto y de reconocimiento de igualdad y equi-
dad entre los sexos.
Interculturalidad
Nicaragua es un país multiétnico y multicultural.
La diversidad lingüística y étnica del país es una de
sus principales fuentes de riqueza cultural y social.
La presente propuesta debe fundamentarse en el
respeto, promoción, rescate y convivencia con las
identidades culturales de adolescentes y jóvenes
del país (mestizos, indígenas, afrodescendientes).
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
La propuesta considerará las variables culturales,
es decir, la forma en que la violencia afecta a la
adolescencia y la juventud en sus diversos contex-
tos culturales.
El protagonismo de adolescentes
y jóvenes como sujetos sociales y
de derecho
Las acciones de la propuesta parten del reconoci-
miento de adolescentes y jóvenes como sujetos
sociales y de derechos, es decir, actores con pleno
derecho y capacidad de participar de forma activa
y protagónica en los procesos sociales, políticos,
económicos y culturales.
En consecuencia, se promueve la participación pro-
tagónica de la juventud en la deinición de sus me-
tas y en la gestión de sus propios ejes de intereses.
Las acciones del Estado se implementan en coor-
dinación y con plena participación de las personas.
Integralidad
Todas las estrategias, planes, programas, proyec-
tos y acciones ejecutados en el marco de esta estra-
tegia apuntarán al desarrollo humano integral de
la juventud. Las líneas estratégicas reconocen que
las causas de la violencia son múltiples, las mani-
festaciones son muchas, las intervenciones deben
contemplar una serie de factores asociados a ella.
Las condiciones de vulnerabilidad y exclusión que
enfrenta la juventud nicaragüense deben abordar-
69
se dentro del marco más amplio e integrador posi-
ble, apuntando a atender todos los ámbitos de la
vida individual y colectiva, material y espiritual de
las personas jóvenes en función de la promoción de
una cultura de paz que abone a la construcción de
una sociedad libre de violencia.
Los niveles de intervención se sitúan antes (preven-
ción primaria), al inicio (prevención secundaria) y
después de ocurrido un hecho delictivo (prevención
terciaria). Asimismo, la prevención de la violencia
que afecta a la juventud es una responsabilidad
compartida, pero diferenciada, entre los diversos
órganos e instancias del Estado, que deben articu-
larse para ofrecer respuestas integrales, integradas
e integradoras y sostenibles.
Valores y cultura de paz
La transformación de valores a favor de una cultura
de paz es un proceso en muchos niveles: personales,
colectivos e institucionales. Las líneas estratégicas
deben privilegiar los enfoques y acciones que pro-
mueven la formación de los valores a través de la
práctica de resolución pacíica de conlicto, recono-
cimiento mutuo y libertad con responsabilidad. Por
lo tanto, el principio debe estar presente, tanto en la
formulación y manejo de las políticas públicas como
en el contenido de programas y proyectos relaciona-
dos. Para la juventud resulta indispensable para la
construcción de una sociedad justa, incluyente y sin
violencia, la coherencia entre los valores promovidos
y las prácticas de las personas adultas y autoridades.
70 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Responsabilidad compartida
y coordinada
La prevención de la violencia que afecta a la ado-
lescencia y la juventud no es una responsabilidad
exclusiva de un órgano o instancia del Estado, sino
un compromiso compartido entre actores socia-
les, institucionales, familiares y comunitarios. La
ejecución de las líneas estratégicas requiere de la
voluntad decidida de todos los actores y sectores
del Estado: gobierno central, municipalidad, regio-
nes autónomas, instancias de todos los poderes del
Estado, organismos de la sociedad civil, la empresa
privada, la comunidad, familia y adolescentes y jó-
venes de ambos sexos.
El principio de garantía de la coordinación inter-
sectorial e interinstitucional entre estas instancias
y diversos actores es fundamental para que los es-
fuerzos de implementar programas, proyectos y
acciones logren su objetivo de prevenir la violencia
que afecta a adolescentes y jóvenes.
Promoción de la familia como
núcleo fundamental de la sociedad
La familia está llamada a desempeñar un rol fun-
damental en el desarrollo de la niñez, la adoles-
cencia y la juventud. Las acciones emprendidas en
el marco de la aplicación de las líneas estratégicas
deben contribuir a fortalecer y consolidar el espa-
cio familiar, en lo que respecta a la promoción de la
paternidad responsable, el fomento de una cultura
de respeto entre sus miembros, y en relación con la
creación de las condiciones necesarias para que las
familias se posicionen como actores estratégicos
en el desarrollo integral de la niñez y la prevención
de la violencia.
Interés superior de adolescentes
y jóvenes
En toda medida que adopten las autoridades admi-
nistrativas o judiciales que afecten a la adolescen-
cia y la juventud, se deberá asumir como principio
primordial el interés superior. Se entiende por inte-
rés superior «todo aquello que favorezca su pleno
desarrollo físico, psicológico, moral, cultural, so-
cial, en consonancia con la evolución de sus facul-
tades que le beneicie en su máximo grado» (Códi-
go de la Niñez y la Adolescencia, 1998, artículo 10).
Visión y carácter de las
líneas estratégicas
La visión para un compromiso nacional integral e
integrado de prevención de la violencia que afecta
a la adolescencia y la juventud nace de la experien-
cia concreta de Nicaragua, donde los diferentes
modelos de prevención y acciones a favor de estos
sectores de la sociedad han demostrado la impor-
tancia primordial de la prevención de la violencia
para el desarrollo del país. Con la inalidad de orga-
nizar y compartir conceptos, principios y enfoques
sobre el tema entre instituciones, y al mismo tiem-
po sentar las bases y crear los mecanismos para
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
una coordinación interinstitucional e intersecto-
rial, una propuesta de líneas estratégicas resulta
una herramienta importante.
Dado que la población a la cual se dirige esta pro-
puesta es de personas de entre 13 y 29 años, es de
suma importancia contar con el liderazgo del In-
juve y la participación activa de las demás institu-
ciones de carácter social en dirigir sus acciones de
prevención a este grupo etario con una visión espe-
cializada, de acuerdo con sus intereses y necesida-
des. El sistema integral de protección bajo el cual
los derechos de las y los adolescentes se garantizan
debe articular esfuerzos dirigidos a la adolescencia
para armonizar enfoques y evitar una brecha o va-
cío prejudicial en los procesos de desarrollo de las
personas cuando cumplen la mayoría de edad.
Dado que la Policía Nacional ha desarrollado mo-
delos de trabajo en la prevención con adolescentes
y jóvenes que han mostrado resultados signiica-
tivos, se sugiere que continúen dando prioridad a
la prevención con esta población, fortaleciendo su
papel y compartiendo aprendizajes con las demás
instituciones, con la inalidad de permear el que-
hacer de cada institución que se relaciona con ado-
lescentes y jóvenes, la visión sobre prevención de la
violencia, la convivencia pacíica y la restauración
de las relaciones entre personas.
En este sentido, las líneas estratégicas propuestas
deben reunir las siguientes características:
71
Pública y consultada
La presente propuesta constituye una recopila-
ción y sistematización de los diferentes insumos
obtenidos a partir de un proceso de consulta que
incluyó la participación de jóvenes, especialistas en
prevención de la violencia asociada con juventudes,
funcionarias y funcionarios públicos, miembros de
ONG y expertos(as) de organismos internaciona-
les. Con miras a darle continuidad a ese proceso,
se recomienda que la presente propuesta sirva de
base para un proceso de diálogo horizontal en don-
de más sectores y actores claves puedan enriquecer
los planteamientos iniciales y arribar a consensos
irmes al respecto.
obedece a la necesidad de contextualizar las pro-
puestas pues, aunque el fenómeno delictivo y vio-
lento presenta patrones comunes, en cada realidad
territorial se desarrollan rasgos o necesidades par-
ticulares que son mejor identiicadas y comprendi-
das desde lo local. Por ese motivo, son las personas
que viven dichas particularidades las que están en
mejor capacidad de proponer soluciones viables y
acordes con los territorios.

Nacional

El carácter nacional implica contemplar las dife-

rentes realidades y recursos en todo el territorio
nacional, con una clara opción preferencial por la
juventud que vive en condiciones de pobreza, ya
que adolescentes y jóvenes se encuentran en zonas
rurales y urbanas, y tienen diferentes orígenes ét-
nicos y culturales. Se hallan en todos los estratos y
sectores económicos y sociales.

Descentralizada

Las líneas estratégicas propuestas a nivel nacio-

nal deben trascender el espacio municipal y las
regiones autónomas del Caribe, hasta traducirse
en políticas públicas municipales y regionales. Ello

72 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

 Líneas estratégicas y
prioridades de intervención
según nivel de prevención
73
Líneas estratégicas y prioridades de
intervención según nivel de prevención
Líneas estratégicas para
la prevención primaria
Objetivo 1: Prevenir la violencia que afecta a ado-
lescentes y jóvenes en el nivel primario, por medio
de la creación de condiciones sociales, culturales e
institucionales que favorezcan su desarrollo y fo-
menten el respeto de los derechos humanos y la
cultura de paz.
Las intervenciones en este nivel están orientadas a
contribuir a la disminución de los factores de riesgo
desencadenados a partir de las condiciones de ex-
clusión social que afectan a la adolescencia y la ju-
ventud rural y urbana. En este sentido, tienen como
prioridad la creación de oportunidades para educa-
ción, salud, empleo, la familia y participación juve-
nil, así como la cultura, la recreación y el deporte.
En este sentido es necesario reconocer, primero, el
compromiso del Estado de cumplir con lo plantea-
do en el Código de la Niñez y Adolescencia y la res-
pectiva política integral de atención, así como la Ley
de Juventud y la Política Nacional para el Desarrollo
Integral de la Juventud y su respectivo Plan de Acción
2005-2012. En el apartado siguiente se comparten
las prioridades de este momento, que fueron iden-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
tiicadas en consultas con adolescentes y jóvenes,
así como con especialistas y funcionarios(as). De-
ben ser vistas como complemento de lo estableci-
do en las políticas y planes vigentes, donde están
planteadas las líneas de acción que son fundamen-
tales para la protección integral de adolescentes y
el desarrollo integral y, por lo tanto, contribuyen a
la prevención de la violencia, especialmente en las
áreas de salud, educación, empleo, participación,
deporte, cultura y uso del tiempo libre.
Estrategia 1.1: Protagonismo y
participación juvenil en la agenda
pública
Esta estrategia busca resaltar la importancia de
priorizar a los adolescentes y jóvenes en programas
dirigidos a mejorar la calidad de vida de los nicara-
güenses, especialmente de quienes viven en extre-
ma pobreza. Se fortalece así la visión del Sistema de
Bienestar Social, con un enfoque juvenil a favor de
la cultura de paz basada en valores y derechos. Las
familias con menores de edad, niñas y niños, están
compuestas en su mayoría por padres y/o madres
jóvenes quienes necesitan, tanto el apoyo como los
espacios de participación para la toma de decisio-
75
nes que les afecten a ellos(as) y a sus hijos(as).
• Creación de campañas positivas que contri-
buyan a la participación de la ciudadanía en
promover prácticas a favor de los derechos
de los adolescentes y jóvenes, y que reduz-
can la estigmatización y discriminación que
experimentan por los adultos.
• Continuación de la ampliación de programas
sociales orientados a crear las condiciones
que permitan a las familias posicionarse
como agentes claves de su propio desarrollo,
que contemplan la participación activa de
las y los adolescentes y jóvenes en su diseño
e implementación.
• Posicionamiento en la agenda pública del
Gobierno, las municipalidades y regiones au-
tónomas del cumplimiento de los derechos
de la adolescencia y la juventud como una
prioridad nacional, para promover la crea-
ción e implementación de políticas munici-
pales juveniles.
• Fortalecimiento del protagonismo positivo
de adolescentes en los espacios comunita-
rios como promotores, agentes de cambio y
líderes, a través de la participación formal en
programas del Gobierno y organizaciones, así
como el fomento de espacios de diálogo de-
mocrático con actores claves y jóvenes en las
comunidades.
76 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Estrategia 1.2: Educación para la
paz y la convivencia
El acceso a una educación de calidad es derecho de
todos los adolescentes y jóvenes de ambos sexos, y
constituye una de las bases fundamentales para su
desarrollo. El ambiente escolar debe estar libre de
violencia y ser modelo de nuevas relaciones libres
de violencia, solidarias y equitativas, que enseñan
junto a lo académico los instrumentos para vivir los
valores de paz.
• Establecimiento dentro de las leyes naciona-
les de la obligación del Estado para que ga-
rantice la cobertura universal y gratuita de
la educación secundaria para adolescentes y
jóvenes.
• Inclusión en las políticas sectoriales y los
planes educativos de la promoción de la cul-
tura de paz basada en la igualdad, equidad y
respeto a la diversidad; la no violencia y la re-
solución pacíica de conlictos, y la inclusión
en el currículo de los diversos niveles de en-
señanza de la asignatura de cultura de paz.
• Refuerzo de la implementación de meca-
nismos para la transformación y resolución
de conlictos a través de las consejerías es-
colares y redes de maestros y maestras por
medio de capacitaciones e intercambios de
metodologías y técnicas con profesionales
de otros sectores, quienes trabajan con ado-
lescentes y jóvenes.
 • Fortalecimiento de los programas de pre-
vención de la violencia en el ámbito escolar,
tanto aquella que se genera entre estudian-
tes, como la que proviene de estudiantes y
autoridades educativas con el in de animar
la participación y protagonismo de los mis-
mos jóvenes en la creación de ambientes a
favor de la convivencia pacíica.
• Promoción de la incorporación y permanen-
cia de adolescentes y jóvenes en las distintas
modalidades de educación que ofrece el sis-
tema educativo nacional, contemplando ho-
rarios accesibles para jóvenes con responsa-
bilidades familiares y/o laborales, especial-
mente de las mujeres que tienen usualmente
mayores cargas de dichas responsabilidades
y menor inserción y permanencia en el ámbi-
to educativo.
• Readecuación de los planes y programas edu-
cativos a in de facilitar la formulación de di-
versas modalidades de estudios para jóvenes
trabajadores y residentes en áreas rurales,
con especial énfasis en la costa del Caribe.
Estrategia 1.3: Salud física y mental
En la etapa de la adolescencia y la juventud se es-
tablecen los patrones que afectan la salud para
toda la vida. Asimismo, es una etapa en que las
personas desarrollan su madurez reproductiva. En
la adolescencia y la juventud, las personas adquie-
ren un mayor nivel de capacidad de comprensión
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
de la información sobre su salud, y mejor habilidad
de traducir esta información en decisiones en su
vida. Las acciones en este nivel se dirigen, entonces,
a garantizar el derecho a la información sobre su
salud física, proveer servicios adecuados a su edad
y madurez, y promover estilos de vida saludables.
Los jóvenes promotores de salud son, a nivel comu-
nitario, actores claves para hacer llegar la informa-
ción necesaria y servir como ejemplo de estilos de
vida sanos.
Salud sexual y reproductiva
• Coordinación y evaluación, junto con el Min-
sa de programas orientados a atender las
necesidades de las y las y los adolescentes y
jóvenes en materia de educación, informa-
ción y promoción de la salud sexual y repro-
ductiva, de tal forma que puedan desarrollar
su sexualidad de manera positiva y segura.
• Coordinación con el Minsa de la implemen-
tación de un programa de promoción de la
planiicación familiar y el ejercicio de los de-
rechos sexuales y reproductivos, con el ob-
jetivo de promover una maternidad sin ries-
gos y una sexualidad responsable en las y los
adolescentes y jóvenes.
• Ampliación de los programas de prevención
y atención de las infecciones de transmisión
sexual (ITS) y VIH-sida a las comunidades
donde no se han desarrollado.
77
Prevención de abuso de tabaco, alcohol
y drogas
El consumo de drogas y alcohol es uno de los fac-
tores que aumenta las posibilidades de que adoles-
centes y jóvenes sean víctimas de hechos violentos
o participen en la comisión de hechos delictivos.
• Fortalecimiento del Modelo de Prevención
del Consumo de Bebidas Alcohólicas y Dro-
gas, impulsado por la Policía Nacional a tra-
vés de la Dirección de Asuntos Juveniles, con
insumos de otros modelos en la región que
hayan demostrado éxito en la prevención;
así como la retroalimentación continua de
jóvenes para mejorar el impacto de los men-
sajes.
• Promoción de campañas de comunicación
social sobre las consecuencias del consumo
de drogas y bebidas alcohólicas, incorporan-
do la perspectiva de jóvenes para formular la
campaña a in de que el mensaje cause más
impacto.
• Fortalecimiento del programa D.A.R.E., di-
rigido a adolescentes y orientado a contra-
rrestar los factores de riesgo en el consumo
de sustancias adictivas y conductas violen-
tas en estudiantes de primaria y secundaria,
modiicándolo de acuerdo a evaluación de
resultados.
78 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Estrategia 1.4: Familias fuertes
libres de violencia
Las familias nicaragüenses están llamadas a des-
empeñar un rol fundamental en el desarrollo de
sus hijos e hijas adolescentes y jóvenes, además de
garantizar los cuidados que su condición requiere.
Las familias son transmisoras de valores, y deter-
minan las actitudes que en la adolescencia, juven-
tud y adultez adoptarán las personas en sus rela-
ciones interpersonales con igualdad y equidad de
género. De igual manera, los padres y las madres
jóvenes que empiecen a formar familias deben es-
tar preparados para educar y cuidar de sus hijos e
hijas, en un ambiente libre de violencia y donde se
promueva el respeto y la dignidad, los derechos y la
participación responsable en la vida familiar.
Paradójicamente, la familia es también uno de los
principales espacios desde los cuales se violentan
los derechos de la niñez y la adolescencia. La vio-
lencia expresada en el castigo físico y psicológico
es una práctica que frecuentemente usan padres y
madres como método disciplinario, y que daña se-
veramente el desarrollo integral de niños y niñas,
pues afecta su autoestima y lesiona su integridad
física. Así mismo, la violencia implícita en el cas-
tigo físico en la niñez transmite el mensaje que la
violencia es un método válido para la resolución de
conlictos, lo que puede incidir en la adolescencia,
juventud y adultez de estos, y en la reproducción de
actitudes violentas que pueden llegar a constituir
delitos.

La familia es también el principal espacio en que
se desarrolla el proceso de socialización de hijos e
hijas, lo que la constituye en el principal canal para
la interiorización de valores de no violencia y con-
vivencia pacíica. Así mismo, la familia desempeña
un papel clave en la protección de los derechos de
niños, niñas y adolescentes.
• Fortalecimiento de las iniciativas sociales y
jurídicas orientadas a prevenir el maltrato
físico y psicológico y el abuso sexual hacia
los niños y las niñas en el hogar y las escue-
las, con programas especialmente diseñados
para padres y madres jóvenes.
• Fortalecimiento de los programas socioedu-
cativos dirigidos a madres y padres de familia
y tutores de adolescentes, a in de modiicar
los patrones de crianza de sus hijas e hijos,
desde la perspectiva de educar con igualdad
de género, amor y ternura, y mejorar su com-
prensión de los procesos biológicos, psicoló-
gicos y sociales de los y las adolescentes.
• Impulso de políticas, planes, acciones y ser-
vicios orientados a crear las condiciones que
permitan a las familias fortalecerse como
agentes protagónicos de su propio desarro-
llo con enfoques de prevención con adoles-
centes y jóvenes.
• Fortalecimiento de la capacidad de las fami-
lias de transmitir valores para la paz, la con-
vivencia pacíica y la no violencia, mediante
la realización de charlas y cursos de capaci-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
tación sobre el desarrollo de adolescentes,
como fomentar la autoestima, la resolución
de conlictos comunes en la adolescencia
con respeto a su crecimiento, autonomía,
etc. Esta formación podría realizarse en
coordinación con el Mined para que se for-
talezca el vínculo entre padres y madres y el
sistema educativo.
Estrategia 1.5: Formación e
inserción laboral en el trabajo
decente
La adolescencia es un periodo en que las perso-
nas empiezan a formarse de manera más directa
e intensiva para la inserción en la vida productiva.
Sus habilidades, intereses y capacidades deben ser
identiicados, valorados y fortalecidos para que
tengan la mejor oportunidad de obtener un em-
pleo sin ningún tipo de discriminación, especial-
mente en términos de segregación según los roles
tradicionales asociados con cada género. El trabajo
no debe ser prioridad sobre sus estudios, sino sus
estudios deben ser garantizados para que se pre-
pararen en la mejor forma para un futuro empleo.
Para los y las jóvenes, la mayor prioridad no es
solo la preparación sino también la oportunidad
de encontrar un trabajo decente que les permita
independizarse de su familia paterna y formar una
familia propia, si optan por hacerlo, y realizarse
como trabajadores.
79
El lugar de trabajo debe ser un ambiente respetuoso
de la dignidad del trabajador o trabajadora, toman-
do en cuenta las necesidades particulares de quie-
nes entren por primera vez en el ámbito laboral.
• Impulso de iniciativas entre Injuve y el Mi-
nisterio de Trabajo para la creación e imple-
mentación de políticas y planes de acción
actualizados para la creación de empleo
para jóvenes, en conformidad con la Ley de
Promoción del Desarrollo Integral de la Juven-
tud, y tomando en cuenta el mercado laboral
actual y las habilidades de la fuerza laboral
juvenil.
• Promoción de habilidades para el empleo
adolescente y juvenil a través del estableci-
miento de convenios entre las instituciones
educativas técnicas, y las pequeñas, media-
nas y grandes empresas del sector público y
privado.
• Desarrollo de procesos de capacitación labo-
ral para mujeres jóvenes, jefas de hogar, a in
de potenciar sus capacidades generadoras
de ingresos necesarios para el desarrollo in-
tegral de sus familias.
• Coordinación con los municipios y las regio-
nes autónomas de la costa del Caribe la for-
mulación e implementación de programas
que propicien la inserción laboral de adoles-
centes y jóvenes.
• Promoción de iniciativas de cooperativismo
como una estrategia que permita el autoem-
pleo de adolescentes y jóvenes.
80 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
• Inclusión de orientación laboral en las escue-
las para adolescentes, con el in de ayudarles
a tomar decisiones en sus estudios y conocer
los programas disponibles para su formación
laboral.
• Ampliación de la disponibilidad de opciones
de formación técnica para adolescentes y jó-
venes, mediante la realización de convenios
con instituciones que faciliten becas para
adolescentes y jóvenes de ambos sexos y de
escasos recursos.
• Promoción de programas de orientación
vocacional en los centros de educación se-
cundaria, a in de difundir las ventajas de la
educación técnica y universitaria, sembran-
do en adolescentes y jóvenes el interés por
continuar formándose.
• Continuación de la ampliación de la cober-
tura de programas de becas técnicas para la
adolescencia y la juventud.
Estrategia 1.6: Fomento del arte,
la cultura y el deporte para la paz
En la prevención de violencia hay mucha evidencia
que apunta a la importancia de la expresión artís-
tica y cultural de jóvenes y adolescentes. Música,
baile, teatro, artes plásticas y otras expresiones
culturales pueden promover la salud mental, la
creatividad, la disciplina y el compañerismo. Estas
expresiones deben ser fomentadas tanto en espa-
cios institucionales como las más espontáneas y
dirigidas desde las juventudes.
El deporte también puede canalizar la energía en
forma positiva, mejorar la salud y con él se apren-
den valores como solidaridad, respeto y compañe-
rismo. El deporte puede tomar la forma de prácti-
cas organizadas y formales, así como de activida-
des recreativas y espontáneas.

En ambos casos, cultura y deporte, es necesario el

apoyo y airmación de los buenos valores de la cul-
tura de paz que deben enfocarse en el respeto y ce-
lebración de la diversidad de habilidades, puntos de
vista y expresiones juveniles. De la misma manera,
el fomento del arte, la cultura y el deporte requiere
espacios seguros, personas adultas que sean men-
tores, y oportunidades para probar y aprender, así
como practicar y llegar hasta niveles más rigurosos
de competencia y profesionalismo.

• Ampliación de los programas deportivos

con prioridad en las comunidades con me-
nos acceso.
• Fortalecimiento de los espacios de promo-
ción cultural con jóvenes en la escuela, co-
munidad y a nivel nacional, incluyendo una
variedad de expresiones juveniles.
• Desarrollo de modelos de enseñanza en el
deporte, arte y cultura, que pueden ser so-
cializados a través del enfoque de cultura de
paz y protagonismo juvenil.

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 81

 Líneas estratégicas para
la prevención secundaria
83
Líneas estratégicas para la
prevención secundaria
Objetivo 2: Prevenir la violencia que afecta a ado-
lescentes y jóvenes a nivel secundario por medio de
atención focalizada en aquellos grupos de jóvenes
especialmente vulnerables de participar en actos
violentos o ser víctimas de la violencia.
La prevención secundaria se reiere a todas las ini-
ciativas orientadas a los adolescentes y jóvenes que
están en riesgo de ser víctimas de la violencia o de
involucrarse en actividades delictivas. Los grupos
de adolescentes y jóvenes en alto riesgo social son
aquellos que han sido excluidos de oportunidades
educativas, recreativas, sociales y que, por diver-
sos factores personales, familiares, relacionales
y comunitarios, se encuentran en riesgo de invo-
lucrarse en la comisión de hechos delictivos. Las
agrupaciones de jóvenes, según la caracterización
de la Policía Nacional, se dividen en grupos en alto
riesgo social y pandillas juveniles.
Los grupos vulnerables de ser víctimas incluyen a
aquellos(as) jóvenes quienes por su condición so-
cial o su situación familiar o comunitaria están más
expuestos a ser víctimas de la violencia. Estos gru-
pos incluyen jóvenes que viven en situación de calle,
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
jóvenes con problemas de consumo y adicciones;
jóvenes que han sido víctimas de violencia sin aten-
ción adecuada, madres y padres adolescentes, etc.
Las mismas condiciones y situaciones que contri-
buyen al riesgo social de ser victimario(a), suelen
ser las que propician una mayor vulnerabilidad o
potencialidad de ser víctima. Por lo tanto, estos(as)
jóvenes necesitan una atención focalizada y priori-
taria mediante acciones que pueden diferenciarse
pero que no excluyen, en ningún momento, la im-
plementación de aquellas estrategias propias de la
prevención primaria.
Estrategia 2.1: Inclusión social y
atención focalizada
Esta estrategia se dirige a reducir las condiciones
de exclusión y a transformar las situaciones de des-
ventaja que son factores en la participación en la
violencia y la victimización de adolescentes y jóve-
nes. Requieren acciones basadas en conocimiento
actualizado sobre los sectores, grupos y regiones
que presentan altos índices de exclusión social.
85
 • Generación de opciones de formación ocu-
pacional y la creación de modalidades de
formación e inserción laboral de acuerdo
con las habilidades, intereses y limitaciones
de los y las jóvenes con base en estudios del
mercado laboral.
• Construcción y habilitación de infraestruc-
tura deportiva para la adolescencia y la ju-
ventud en alto riesgo social, con personal
voluntario y remunerado, con formación es-
pecializada en la atención de esta población.
• Promoción de actividades recreativas, depor-
tivas y culturales con estrategias claras para
incluir y promover la participación de jóvenes
tradicionalmente excluidos(as) o que se au-
toexcluyen, con el in de promover el buen
uso del tiempo libre y una cultura de paz.
• Promoción de la participación activa de las
familias y la comunidad, de tal manera que
el núcleo familiar asuma un rol positivo y di-
námico en el proceso de transformación de
adolescentes y jóvenes en alto riesgo social.
• Promoción de iniciativas creativas y no estig-
matizadoras, orientadas al restablecimiento
de los lazos entre adolescentes y jóvenes de
ambos sexos, que integran las agrupaciones
juveniles, con sus familias y la comunidad.
86 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Estrategia 2.2: Promover la
incorporación y permanencia en el
sistema de educación
Esta estrategia es una extensión de la estrategia de
educación a nivel de prevención primaria. Las ac-
ciones están dirigidas a sectores, grupos y regiones
que presentan mayores riesgos con relación a la
permanencia en el sistema educativo.
• Priorización de la inversión en la mejora
del acceso de la juventud de las comuni-
dades étnicas de la costa del Caribe en la
educación básica, técnica y superior.
• Ampliación de las opciones de formación
técnica para adolescentes y jóvenes, me-
diante la realización de convenios con ins-
tituciones que faciliten becas a los adoles-
centes y los jóvenes de escasos recursos y
de ambos sexos.
• Implementación de programas de orienta-
ción vocacional con jóvenes en riesgo so-
cial, a in de difundir las ventajas de la edu-
cación técnica y universitaria, sembrando
en adolescentes y jóvenes el interés por
información concreta que les señale cómo
continuar formándose.
Estrategia 2.3: Fortalecimiento del
Modelo Preventivo de Dajuv con
jóvenes en riesgo social
La Policía Nacional, por conducto de la Dirección
de Asuntos Juveniles (Dajuv), tiene una amplia ex-
periencia en la aplicación de métodos y técnicas de
prevención. En ese marco, y con miras al fortale-
cimiento y la actuación de la Dajuv, se propone lo
siguiente:
• Establecimiento de un mapa de riesgo de
la violencia y delincuencia juvenil, así como
los costos de intervención y el tipo de espe-
cialización que se requieren para tratar con
jóvenes, sean mujeres u hombres, de forma
diferenciada, de acuerdo a sus interesas y
necesidades especíicas, para garantizar de
esta forma la igualdad y el enfoque de gé-
nero. Este tipo de mapas debe ser actuali-
zado sistemáticamente, de manera que se
conviertan en instrumento fundamental de
información para direccionar acciones con-
cretas por parte de la Dajuv en particular, y
de la Policía Nacional en general.
• Fortalecimiento del contenido de los progra-
mas de capacitación dirigidos a líderes co-
munitarios. Entre otros, estos espacios de-
ben ayudar a los líderes y lideresas a identi-
icar cuáles son los factores de riesgo de sus
comunidades, para luego diseñar estrategias
de prevención con base en ello.
• Ampliación del proceso de capacitación al
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
personal policial, a in de elevar los niveles
profesionales y técnicos de los recursos hu-
manos y mejorar la calidad de los servicios
policiales de prevención de violencia con
adolescentes y jóvenes.
• Fortalecimiento de los enfoques en los pro-
gramas de prevención del delito, en parti-
cular la relación policía-comunidad, con los
métodos y técnicas que han dado mejores
resultados en el trabajo de Dajuv.
• Creación de un plan de sostenibilidad para el
Centro de Atención a Jóvenes en Riesgo.
Estrategia 2.4: Protección especial
para la adolescencia y la juventud
vulnerables
Esta estrategia está dirigida a focalizar acciones en
sectores especialmente vulnerables que cumplen
con las obligaciones de protección y desarrollo
integral, contempladas en las leyes y políticas del
Estado.
• Continuación de la mejora de resultados y
alcances de la atención integral a los y las
adolescentes que se encuentren en situacio-
nes que requieran de protección especial, y
así se garantice la restitución del ejercicio
de sus derechos, incluyendo a quienes están
en procesos de vida en las calles, han sido
abandonados(as), explotado(as) o cuyo ac-
ceso a los servicios del Estado por cualquier
razón se hallen limitados.
87
 • Fortalecimiento y promoción de las coordi-
naciones interinstitucionales e intersecto-
riales, en particular la coordinación entre
la sociedad y el Estado, para garantizar la
atención integral de adolescentes que se
encuentran sin protección familiar, en con-
diciones de calle, o cuyos hogares presentan
violencia o riesgo de violencia, consumo de
alcohol y/o drogas, o están vinculados con la
delincuencia.
• Garantía de la aplicación de medidas de pro-
tección especial a adolescentes que se en-
cuentran en situación de vulnerabilidad, a in
de promover su reinserción al medio familiar
y comunitario, y procurando alternativas po-
sitivas donde no las haya.
• Fortalecimiento de las estrategias de aten-
ción psicosocial, con el in de potenciar me-
canismos protectores en las personas y en
las comunidades para disminuir o enfrentar
los riesgos y situaciones de vulnerabilidad
que enfrentan especialmente con adoles-
centes y jóvenes que sufren discriminación o
marginalización.
Estrategia 2.5: Rehabilitación
integral de adicción al alcohol y
las drogas
Reconociendo que el abuso y adicción a sustancias
como el alcohol y las drogas ejerce un impacto ne-
gativo en la salud mental y física, en las relaciones
familiares y sociales, en la educación y el empleo
88 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
de las personas jóvenes, esta estrategia reúne ac-
ciones de intervención oportuna con adolescentes
y jóvenes, que propician la posibilidad de retomar
los pasos necesarios para su desarrollo integral sin
prejuicios o estigmatización.
• Implementación con el Instituto contra el
Alcoholismo y la Drogadicción (ICAD) de un
programa de atención especializada para
adolescentes y jóvenes en alto riesgo, con
adicción al alcohol y las drogas ilegales, tan-
to en el Centro Juvenil como en las comuni-
dades.
• Fortalecimiento y ampliación de la cober-
tura de servicios de desintoxicación, orien-
tados a la rehabilitación de adolescentes y
jóvenes, hombres y mujeres, que integran las
agrupaciones juveniles y presentan situacio-
nes relacionadas al uso o abuso de consumo
de drogas legales e ilegales.
• Promoción en coordinación con el Ministerio
de Salud, el Instituto Nicaragüense de la Ju-
ventud y el Instituto Nacional contra el Al-
coholismo de un programa de rehabilitación
de las personas jóvenes con problemas de
alcoholismo y drogadicción.
• Establecimiento y socialización de protoco-
los de atención en crisis y en rehabilitación
de adolescentes y jóvenes con adicciones.
• Estudio de la factibilidad de creación de un
centro de rehabilitación para jóvenes con
adicciones, que serviría de modelo de aten-
ción para otros centros privados.
Líneas estratégicas para la
prevención terciaria

89
Líneas estratégicas para la
prevención terciaria
La prevención terciaria se activa cuando ya ha ocu-
rrido el hecho delictivo, y está orientada a poten-
ciar la vocación reeducativa del sistema penal y
penitenciario, a in de prevenir que el hecho vuelva
a suceder.
Las inalidades de la prevención terciaria son las si-
guientes:
• La búsqueda de la rehabilitación e inser-
ción social, comunitaria y familiar del ado-
lescente o joven, sin importar su sexo.
• Restauración del daño causado a la vícti-
ma y a la sociedad.
• Prevención de la comisión de futuros he-
chos delictivos.
En este nivel, las intervenciones del Estado se di-
viden por el ámbito del sistema penal donde se
aplican: de adolescentes o del sistema ordinario
en que jóvenes adultos son procesados. Sin em-
bargo, el enfoque desde la prevención social que
involucra las instituciones de bienestar social, las
organizaciones de la sociedad civil y los espacios lo-
cales intersectoriales es fundamental para garanti-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
zar la restitución plena de derechos, la inserción e
inclusión social y, inalmente, la prevención de la
reincidencia. Es decir que, a pesar de las obligacio-
nes especiales del sistema penal con relación a las
personas jóvenes en conlicto con la ley, una pre-
vención terciaria efectiva se logra por medio de la
integración y compromiso mutuo de la sociedad y
el Estado en su conjunto.
Estrategia 3.1: Promoción del
Modelo de Justicia Juvenil con
Enfoque Restaurativo
La inalidad de este modelo radica en la concilia-
ción entre la víctima, victimario(a) y comunidad, es
decir, en la aplicación de la justicia por parte de sus
operadores mediante el reconocimiento que haga
el o la adolescente de quien se alega ha infringido la
ley, amén de la comprensión del daño a la víctima
y la reintegración del primero a la sociedad en un
ambiente de convivencia pacíica.
El modelo de Justicia Restaurativa se basa en la
promoción de la reparación del daño, más que el
castigo del adolescente o el joven de quien se ale-
91
ga ha infringido la ley. Esta estrategia se reiere
especíicamente a la aplicación de un modelo. No
obstante, todas las estrategias de prevención ter-
ciaria están basadas en los principios de la justicia
restaurativa.
• Ampliación y socialización de los avances en
la aplicación de la justicia restaurativa entre
todas las entidades del sistema penal juve-
nil, articulando acciones entre las institucio-
nes y los operadores del sistema de justicia
penal especializado para que el enfoque res-
taurativo sea más efectivo y visible.
• Capacitación de operadores(as) judicia-
les, policías, equipos técnicos, iscales y
defensores(as) públicos, etc. en el modelo y
su aplicación.
• Apertura de diálogo interactivo con todos y
todas los interesados en la justicia penal ju-
venil para consensuar acciones que promue-
van el enfoque restaurativo de acuerdo con
los contextos y normativas de Nicaragua.
Estrategia 3.2: Fortalecimiento
del Sistema de Justicia Penal
Especializada para Adolescentes
• Continuación del proceso de nombramien-
to de los equipos interdisciplinarios en cada
Juzgado Penal de Distrito para Adolescen-
tes, los cuales deben estar integrados al
menos por un(a) médico(a) forense, un(a)
psicólogo(a) y un(a) trabajador social, para
92 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
el buen desempeño de sus labores.
• Fortalecimiento del proceso de nombra-
miento de iscales especializados, para la
atención de los casos de adolescentes en
conlicto con la ley, a quienes se les debe
proporcionar una capacitación permanente
en temas relacionados con derechos huma-
nos, enfoque de género, abordaje de casos
en los que las víctimas sean niñas, niños y
adolescentes, para evitar la revictimización y
brindar un acceso pronto al sistema de justi-
cia penal especializado, por delitos cometi-
dos en contra de niñas, niños y adolescentes
o delitos cometidos por adolescentes.
• Fortalecimiento de la Unidad Especializada
de Niñez y Adolescencia dentro de la estruc-
tura del Ministerio Público, destinando los
recursos humanos y inancieros necesarios
para cumplir ielmente con las disposiciones
preceptuadas en el CNA con el destino que
les asigna la ley.
• Continuación del nombramiento de defen-
sores públicos especializados por parte de la
CSJ en todos los Juzgados Especiales de Ado-
lescentes, a in de garantizar el derecho a la
defensa técnica oportuna y de calidad a los y
las adolescentes de quienes se alegue hayan
infringido la ley penal.
• Creación de centros especializados para ado-
lescentes con medidas privativas de libertad
para garantizar un modelo de rehabilitación
adecuado y de acuerdo con las leyes y tra-
 tados relativos a la privación de libertad de
adolescentes sancionados.
• Implementación de programas socioeduca-
tivos y de reinserción social en centros espe-
cializados para la detención de adolescentes,
que contribuyan al desarrollo integral y su
posterior reinserción social.
• Diseñar a través de Inatec un programa de
formación técnica ajustado a las necesida-
des académicas de adolescentes y jóvenes
privados de libertad, en el cual puedan par-
ticipar independientemente del nivel de es-
colaridad que tengan.
Estrategia 3.3: Promover la
reparación del daño y atención
integral a la víctima
• Implementación de mecanismos de segui-
miento a las medidas de reparación del daño
a la víctima que impidan la revictimización.
• Desarrollo de programas que incluyan aten-
ción física y psicológica a la víctima, medidas
de protección y seguridad establecidas en las
diferentes leyes que rigen la materia, tales
como el Código Penal, Código Procesal Penal
y Ley No. 779, entre otras.
• Promoción de la articulación de redes sociales
comunitarias para la atención integral a víc-
timas.
• Creación de un sistema referencial y un di-
rectorio de organizaciones de la sociedad
civil que presten servicios de atención a
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
víctimas, de manera que se logre atender
fuera del sistema de justicia penal, siempre
que haya una adecuada supervisión de la
calidad de los servicios prestados.
• Fortalecimiento del sistema de referencia
y contrarreferencia que permita a todas las
instituciones vinculadas a esta temática, y
llevar un mejor control del servicio prestado
a las víctimas e impedir de esta manera la re-
victimización.
Estrategia 3.4: Aplicación de
medidas no privativas de libertad
y fortalecimiento de medidas
socioeducativas
• Promoción de la aplicación de medidas no
privativas de libertad a las y los adolescentes
de quienes se alegue que han infringido las
leyes penales o a quienes se les declare res-
ponsables, y se propicie su integración social.
• Fortalecimiento del sistema de seguimiento
a la aplicación de medidas socioeducativas
para adolescentes y jóvenes declarados(as)
con responsabilidad penal, mediante la asig-
nación de personal especializado en materia
de asistencia psicosocial que pueda velar por
el cumplimiento de las medidas.
• Promoción de la articulación de redes socia-
les comunitarias que faciliten la aplicación
de medidas socioeducativas a adolescentes
a quienes les apliquen estas medidas.
93
Estrategia 3.5: Inclusión social,
comunitaria y familiar de
adolescentes y jóvenes en conflicto
con la ley penal

• Desarrollo de acciones encaminadas al res-

tablecimiento de los lazos entre adolescen-
tes y jóvenes, de ambos sexos y en conlicto
con la ley penal, con sus familias y la comu-
nidad, así como la integración de los mismos
a diferentes espacios sociales, mediante el
acceso al sistema de educación formal y no
formal, espacios deportivos, culturales, re-
creativos y al empleo.
• Implementación de programas de segui-
miento y supervisión de adolescentes y jóve-
nes que han cumplido una sanción y han sido
reintegrados(as) a la sociedad, ofreciéndoles
acompañamiento adecuado para prevenir la
reincidencia.

94 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud

Estrategias para el fortalecimiento
institucional especializado en
prevención de violencia con
adolescentes y jóvenes
95
Estrategias para el fortalecimiento
institucional especializado en prevención
de violencia con adolescentes y jóvenes
Objetivo 4: Prevenir la violencia que afecta a ado-
lescentes y jóvenes, desde las instituciones del Es-
tado, por medio del fortalecimiento institucional y
con coordinación interinstitucional en materia de
prevención en todos los niveles, dando prioridad a
las acciones que promuevan la especialización den-
tro de los mandatos institucionales para el trabajo
con adolescentes y jóvenes.
En coordinación con del Instituto Nicaragüense de
la Juventud (Injueve), las instituciones públicas y ac-
tores sociales involucrados en la aplicación, ejecu-
ción y seguimiento de la presente estrategia deben
impulsar programas de capacitación, formación y
especialización de las personas encargadas de desa-
rrollar las iniciativas de prevención de la violencia.
Estrategia 4.1: Mejora de la
capacidad, coordinación y
comunicación a nivel comunitario
El enfoque de prevención a nivel comunitario re-
quiere que funcionarios y personas que trabajan de
manera voluntaria junto con la comunidad mane-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
jen la información necesaria, compartan criterios y
conceptos sobre prevención, violencia y juventud,
y que coordinen sus acciones y mantengan una co-
municación constante entre todos, pero especial-
mente con los y las adolescentes y jóvenes y sus
familias.
• Concreción de la articulación de los planes
de prevención social, estatal y policial a nivel
comunitario entre las entidades claves: Inju-
ve, ICAD, IND, Mined, Minsa y la PN, espe-
cialmente los jefes de sector y de la Dajuv y
los Comités de Prevención Social del Delito,
a quienes se les debe brindar capacitación
especializada con enfoque en derechos hu-
manos.
• Creación de mecanismos de diálogo demo-
crático y horizontal entre las entidades esta-
tales, los y las jóvenes y sus familias, líderes y
promotores comunales, las ONG e iglesias, y
otros organismos en la comunidad, para co-
nocer las acciones ejecutadas por cada cuan
en el campo de la prevención, y para coor-
dinar intervenciones especíicas a in de en-
97
 contrar soluciones positivas a los conlictos
en la comunidad.
• Fomento de espacios de aprendizaje en co-
mún, para fortalecer la comunicación y
coordinación entre actores claves en la co-
munidad. Este puede incluir capacitación en
modelos de prevención; el marco normativo,
especialmente nuevas leyes o políticas públi-
cas, como la Ley Integral contra la Violencia
hacía la Mujer, o políticas de juventud; el en-
foque de la justicia restaurativa, la transfor-
mación de conlictos, etc.
• Creación de observatorios locales de conlic-
tos sociales, violencia, delito y soluciones a
conlictos, para vigilar la efectividad de las
acciones tomadas y planiicar en dónde se
ha de focalizar esfuerzos de mayor impac-
to. Restablecimiento de las funciones de la
Conapina, que permitan la articulación de
acciones entre las instancias que trabajan
con la niñez y la adolescencia.
Estrategia 4.2: La especialización
de funcionarios y funcionarias
del Estado que trabajan con
adolescentes y jóvenes
Todas las personas que traten con adolescentes y
jóvenes como funcionarias y funcionarios del Es-
tado deben manejar los conceptos e instrumentos
básicos para promover y participar en la prevención
de la violencia que afecta esta población, por lo que
toma relevancia el tema de la capacitación perma-
98 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
nente en las instituciones, con la inalidad de obte-
ner los más altos niveles de conocimiento de los y
las especialistas.
• Incorporación de los conceptos y enfoques
del método y técnica de prevención de la
Dajuv en todos los aspectos policiales, in-
cluyendo el pénsum de la Academia de la
Policía (Acapol), la investigación y el tra-
bajo con policías que tienen contacto con
jóvenes detenidos.
• Estudio de la factibilidad de la creación de
una unidad policial especializada en la in-
vestigación y persecución del delito come-
tido por adolescentes y jóvenes.
• Promoción de diplomados y cursos per-
manentes de especialización en pedagogía
con jóvenes en riesgo social y en conlicto
con la ley para docentes.
• Promoción, capacitación y formación pro-
fesional con enfoque en la cultura de paz,
igualdad y equidad de género y derechos
humanos, en todas las instituciones y ór-
ganos del Estado, especialmente con quie-
nes trabajan directamente con población
adolescente y juvenil.
• Los programas de capacitación deben con-
siderar los marcos generales de referencia
que respaldan las políticas de Estado y de
gobierno (central, regional y municipal),
y la protección especial, garantizando en
todo momento la actuación bajo la doctri-
na de la protección integral.
Estrategia 4.3: Atención • Promoción del enfoque de justicia restaura-
especializada para las víctimas tiva que permita la participación de las vícti-
mas en el proceso, de tal manera que sus ne-
Todas las instituciones del Estado deben asumir la cesidades sean consideradas y se contribuya
responsabilidad de analizar y orientar sus acciones a la superación del trauma.
de tal manera que las víctimas de la violencia no
encuentren obstáculos a sus procesos judiciales,
sociales, emocionales, educativos, etc., los que
signiican una revictimización. Las instituciones
que integran el sistema de justicia penal, particu-
larmente, deberán garantizar que el personal que
atiende la investigación y los procesos relativos a
violencia en que un adolescente o joven está in-
volucrado como víctima, debe ser especialmente
capacitado en la materia mediante programas de
formación inicial, continua y especializada que se
impulsarán de manera institucional e interinstitu-
cional, previendo la revictimización de las perso-
nas; esto a través de las Direcciones y Unidades de
Capacitación, junto con las instancias que atienden
la especialidad, para la elaboración de estos pro-
gramas y la efectividad de los mismos.

• Aseguramiento de que los protocolos de

atención para víctimas adolescentes y jóve-
nes para policía, iscales, operadores(as) ju-
diciales, personal de atención médica, etc.,
estén actualizados y uniicados en sus crite-
rios.
• Creación de protocolos para los y las docen-
tes de detección, y atención para adolescen-
tes y jóvenes víctimas de cualquier acto de
violencia.

Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud / 99

Recomendaciones para
la implementación de
la estrategia
101
Recomendaciones para la
implementación de la estrategia
Prevenir la violencia y hacer realidad el vivir en una
cultura de paz es responsabilidad de todos y todas:
la ciudadanía, el Estado y todas las instituciones y
organismos que formen parte del mismo. Las res-
ponsabilidades de cada cual son establecidas en
forma general dentro del marco normativo e ins-
titucional. En esta sección de recomendaciones
se proponen algunos pasos próximos para que las
líneas estratégicas sean asumidas, autorizadas y
luego implementadas. De igual forma se proponen
a manera de recordatorio las buenas prácticas en la
implementación de políticas públicas, y algunos re-
querimientos señalados en el proceso de consulta.
Finalmente, se proponen algunas recomendaciones
para el monitoreo y evaluación de las estrategias,
que son elementos muy importantes en la adminis-
tración pública y que se vuelven indispensables en
el momento de tomar decisiones y asignar recursos
limitados a aquellas acciones que demuestran ser
efectivas en la prevención social de la violencia que
afecte a la adolescencia y la juventud.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
Pasos próximos
Diálogo ampliado e interactivo
Se recomienda ampliar la consulta de los próximos
pasos, para incluir un diálogo interactivo entre
sectores, instituciones y actores claves, especial-
mente en las regiones autónomas y zonas rurales,
con el in de debatir la propuesta y llegar a consen-
sos sobre prioridades, indicadores y metas en un
plan de acción.
Incluir líneas estratégicas para
la Prevención de la Violencia
que afecta a la juventud en la
Política Nacional para el Desarrollo
Integral de la Juventud
Dada la amplitud del mandato del Injuve y la soli-
dez de la visión de la vigente Política Nacional para
el Desarrollo Integral de la Juventud, se propone la
incorporación de estas líneas estratégicas como
parte de la política y la creación de sus respectivas
líneas de acción. El Injuve, como la institución rec-
tora de la política, establecerá el papel de las demás
103
instituciones en coordinación con ella. Dado que la
prevención es una responsabilidad de todos(as) es
de suma importancia deinir mecanismos de coor-
dinación, evaluación y la rendición de cuentas mu-
tua en el cumplimiento de mandatos.
Establecer indicadores
Para que las estrategias tengan impacto y se pue-
dan medir, es necesario establecer indicadores para
cada estrategia y acción. En casos en que no exista
línea de base, la investigación y la consulta son im-
portantes elementos para poder establecer indica-
dores razonables y medibles.
Establecer metas de corto,
mediano y largo plazo
Esta propuesta ofrece insumos recabados a través
de una consulta con representantes de la mayoría,
si no todos, de los principales sectores claves invo-
lucrados en la prevención de la violencia que afec-
ta a adolescentes y jóvenes. No obstante, no todas
las recomendaciones son factibles en un corto pla-
zo. De igual manera, las propuestas de acciones a
largo plazo pueden ser desagregadas en pasos de
corto y mediano plazo para efectos de control de
los alcances.
104 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
Planes financieros y
presupuestarios
Se recomienda establecer planes presupuestarios
de acuerdo con estándares internacionales para
proyectar costos. De igual manera, es de suma im-
portancia crear planes de sostenibilidad para los
programas que serán de largo plazo o continuos.
Modificar políticas sectoriales para
concordar con la estrategia
Si bien es cierto que esta propuesta se basa en polí-
ticas públicas ya en fase de implementación en Ni-
caragua, también incluye elementos y prioridades
nuevas. Por lo tanto, una vez acordada y aprobada
esta línea estratégica de carácter integral e integra-
da, es necesario revisar y modiicar primeramente
la Política Nacional de Juventud y su plan de acción,
así como las otras políticas públicas, planes e ins-
trumentos en la administración pública, para que
estén con concordancia con ella.
Buenas prácticas en la
implementación
Alianzas interinstitucionales y
sectoriales
La articulación de acciones interinstitucionales y
sectoriales es fundamental para facilitar la imple-
mentación y efectividad de las líneas estratégicas.
Las diversas instancias gubernamentales deben
fortalecer el actuar interinstitucional, a in de im-
pedir la duplicidad o dispersión de esfuerzos. Asi-
mismo, es importante incluir a jóvenes y organiza-
ciones de la sociedad civil para que puedan trabajar
en coordinación con el Estado.
Comunicación y
movilización social
La divulgación es imprescindible para facilitar la
apropiación social e institucional de los compro-
misos implícitos en las líneas estratégicas pro-
puestas, por lo que se hace necesario determinar
mecanismos que permitan su divulgación masiva.
Es fundamental establecer alianzas con los medios
de comunicación, a in de sensibilizar a las familias,
comunidades y sociedades sobre la importancia de
la promoción, defensa y garantía de los derechos
humanos de las y los jóvenes.
Municipalización
Municipalizar las propuestas de Líneas estratégicas
de prevención de la violencia que afecta a la juventud
nicaragüense signiica que ésta debe tener arraigo y
expresión territorial, es decir, debe de descender a
todos los niveles: órganos e instancias del gobierno
central, municipios, regiones autónomas de la cos-
ta Caribe y comunidades.
Por lo que no solo se debe diseñar un plan nacional
de aplicación de la estrategia sino que también se
deben diseñar planes municipales que implemen-
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
ten en el territorio las acciones de prevención de la
violencia que afecta a la adolescencia y la juventud.
Requerimientos
Para la ejecución de estas líneas estratégicas es ne-
cesario el concurso de un conjunto de voluntades y
recursos institucionales y inancieros:
Políticos
Las propuestas de líneas estratégicas deben contar
con el respaldo del GRUN, los gobiernos municipa-
les y las regiones autónomas de la costa Caribe. El
proceso de implementación de las estrategias está
mediado por el desarrollo y fortalecimiento de me-
canismos de coordinación interinstitucionales en-
tre actores institucionales y sociales a nivel nacio-
nal, municipal y regional.
Organizativos
La propuesta de Líneas estratégicas de prevención
de la violencia que afecta a la adolescencia y a la
juventud se articula con el Sistema Nacional de
Bienestar Social (SNBS), instancia que coordina la
implementación de todas las políticas sociales del
GRUN.
Como instancia de coordinación, el SNBS prioriza
acciones que beneician a las personas que viven
en situación de extrema pobreza (mujeres, niños,
adolescentes, jóvenes, personas adultas mayores,
105
personas con discapacidades y comunidades indí-
genas y afrodescendientes), promueve conciencia
de ciudadanía, valores, prácticas de derecho y el
desarrollo de capacidades y habilidades.
En este sentido, la propuesta supone la continuidad
de las iniciativas que el GRUN ha impulsado en los
últimos años para promover el desarrollo humano
de la niñez, la adolescencia y la juventud, y el traba-
jo de prevención social del delito que la Policía Na-
cional implementa desde hace más de una década.
Esta propuesta deberá convertirse en componente
de las políticas y planes de acción para establecer
los mecanismos de funciones, comunicación, arti-
culación y organización entre las instancias esta-
tales, regionales y municipales involucradas en la
ejecución, a in de favorecer el proceso de imple-
mentación de la misma.
Se establecerán las sinergias entre el Instituto Nica-
ragüense de la Juventud (Injuve), que es la instancia
responsable de coordinar el proceso de implemen-
tación de la estrategia, y las diferentes instancias
gubernamentales, municipales y regionales, ade-
más de actores sociales, con el propósito de crear
vínculos sistémicos y orgánicos que contribuyan a
la aplicación la integral de la estrategia.
Técnicos
El proceso de implementación de esta propuesta
de estrategias en la prevención de la violencia que
106 / Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud
afecta a la adolescencia y a la juventud demanda
el fortalecimiento técnico de las instituciones del
Estado y organizaciones de la sociedad civil, que
tienen la responsabilidad de su implementación.
Económicos
Se deben realizar estudios para determinar los re-
querimientos inancieros para la implementación
de las líneas estratégicas, así como estudios sobre
posibles reformas iscales dirigidas a compensar
los costos de la violencia con la inversión en pro-
gramas de prevención, y la identiicación de otras
fuentes de inanciamiento que harán posible su
aplicación efectiva.
Las fuentes de inanciamiento para la implementa-
ción de estas líneas estratégicas serán:
• Presupuesto General de la República
• Fondos de la cooperación internacional, ya
sea por la vía de préstamos o de donaciones
• Fondos obtenidos en calidad de préstamo
ante los organismos inancieros multilatera-
les de inanciación del desarrollo
• Fondos de los gobiernos municipales
• Fondos de las empresas privadas, en el con-
texto de la responsabilidad social empresa-
rial (RSE)
• Aportes de organismos no gubernamenta-
les, a través de la ejecución de proyectos mi-
crolocalizados o establecimientos de acuer-
dos de cooperación
Sociales
La plena implementación de las Líneas Estratégi-
cas para la Prevención de la Violencia que Afecta a
la Adolescencia y la Juventud, demanda profundas
transformaciones sociales, que apunten a superar
los esquemas mentales que responsabilizan de for-
ma estigmatizada a adolescentes y jóvenes de la
violencia y sin importar su sexo.
En la sociedad se debe fomentar un sentido de res-
ponsabilidad hacia los derechos de adolescentes y
jóvenes, de forma que las familias y las comunida-
des asuman su compromiso de potenciar su desa-
rrollo integral con el liderazgo de los actores guber-
namentales.
Monitoreo y evaluación
Se debe elaborar un plan de monitoreo, seguimien-
to y evaluación de la implementación de las líneas
estratégicas, con el involucramiento del GRUN,
los gobiernos municipales y las regiones autóno-
mas como parte del Plan de Acción de la Política
Nacional para el Desarrollo Integral de la Juventud,
modiicado para responder a la inclusión de nuevos
componentes.
El monitoreo consiste en la supervisión periódica
de la ejecución de las líneas de acción, y brinda in-
formación sobre el buen uso de los recursos; ade-
más contribuye en la toma de decisiones a in de
rectiicar deiciencias detectadas.
Propuesta de líneas estratégicas para la prevención de la violencia que afecta a la juventud /
La evaluación es un proceso que procura deter-
minar, de la manera más sistemática y objetiva,
la pertinencia, eicacia, eiciencia e impacto de la
implementación de las líneas estratégicas a nivel
nacional y en coordinación con las instituciones
responsables. La evaluación debe tener un carácter
educativo y transformador; los resultados de las
evaluaciones deben convertirse en insumos para
ajustar, readecuar y readaptar permanentemente
las políticas públicas y sus planes de acción. Por
otro lado, la evidencia de efectividad recolectada
tiene mucha importancia en mantener el apoyo so-
cial a favor de la prevención y las juventudes.
El seguimiento es la veriicación periódica del cum-
plimiento de las metas y objetivos planiicados y
programados con antelación y la determinación de
avances y diicultades.
La participación de adolescentes y jóvenes, junto
con las otras personas de las comunidades, escue-
las y lugares de trabajo donde están presentes los
jóvenes, es indispensable para el monitoreo y eva-
luación de la implementación de estas estrategias.
Su participación proveerá de insumos y perspecti-
vas importantes para poder readecuar las políticas
públicas y sus planes de acción, y fomentar un es-
píritu de crítica y autocrítica en que las juventudes
asuman un papel protagónico en la formulación de
propuestas para su desarrollo integral.
107
 Referencias
bibliográficas

109
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