Está en la página 1de 8

CENTRO UNIVERSITARIO DE ARTE,

ARQUITECTURA Y DISEÑO

CRITICA DEL DISEÑO INTERIOR

TRABAJO FINAL

Laura Michelle Espinoza Díaz

ARTE E INTERIORISMO

MAYO 26 2022
ARTE E INTERIORISMO
Introducción
Arte e interiorismo han estado siempre muy ligados. Por ejemplo durante la
prehistoria, se utilizaban pigmentos provenientes de hierbas y otras
combinaciones para plasmar en los muros de las cuevas sus creencias y formas
de vida, o en la época de los romanos, las obras de arte, así como las esculturas y
los cuadros estuvieron muy presentes en las casas; entonces era un signo de
distinción y de poder, respectivamente.

La evolución de la sociedad es, por sí misma, un proceso plástico en el que cada


objeto cotidiano contiene un significado estético. A cada cambio en la ideología o
los valores de la humanidad le corresponde una transformación de los gustos y
la definición de lo bello. Este fenómeno es perfectamente claro en las modas, los
estilos arquitectónicos y en general, en cualquier objeto producido por el diseño.

Aterrizando en ello, el diseño por sí solo es arte, pero no es un elemento único e


independiente, sino un conjunto de valores que atribuimos a objetos en
combinación con más elementos como colores, texturas, ambientación, luces, etc.
Por lo tanto, el arte y el diseño están ligados de manera directa gracias a que uno
no puede existir sin el otro.

Un espacio bien diseñado, es una obra de arte. Pero hablando claro, ¿qué es una
obra de arte? Hoy en día, una obra de arte se entiende como un objeto elaborado
empleando técnicas artísticas y con un propósito estético o social.
Concretamente, se refiere a los objetos que han sido producidos por un ser
humano mediante la aplicación de un conjunto de ideas, conceptos y técnicas con
fines estéticos o artísticos.

Como podemos apreciar, tanto el diseño como una obra artística tienen los
mismos principios, difiriendo en que el arte no tiene que ser estrictamente
funcional como lo debe ser el diseño. Por lo tanto, es completamente aceptable
afirmar que, el diseño de un espacio es una obra de arte gracias a su proceso, su
forma de concretar los acabados y de terminar de definir las líneas de estilo de la
vivienda.

Por otra parte, las obras de arte resultan los mejores indicadores de los procesos
estéticos en los que la belleza se acompaña del conocimiento, ingrediente
sumamente importante en el diseño, ya que ayuda al espacio a adquirir
significados mucho más complejos a los que contiene cualquier otro objeto. Las
múltiples dimensiones en la pieza de arte hacen de ésta una coordenada
definitiva en el espacio.

Asimismo, es una fuente de inspiración muy relevante en el diseño de interiores.


Como ha ocurrido siempre, todo arte se encuentra siempre en continua evolución;
no solamente pictóricamente hablando, sino que también pueden influir con fuerza
artes en otras formas, como son la escultura, el cine y la música. Si miramos en
retrospectiva, las formas de transmitir belleza se transforman constantemente y
éstos son indicadores de nuevos caminos a seguir. Así como ocurre en la moda,
los distintos artes siempre han ido de la mano a través del camino, innovándose y
evolucionando.

Desarrollo

Los griegos y los romanos fueron, seguramente, los primeros humanos del mundo
occidental que mejor aprovecharon las buenas relaciones entre el arte y el
interiorismo para obtener interiores con alma, llenos de personalidad. Fueron los
primeros mecenas y los que entendieron que una obra de arte es capaz de crear
un espacio o destruirlo. El papel del arte en interiorismo es fundacional y
fundamental.

No hay interiorismo sin una concepción artística del espacio, aunque no haya
ninguna pieza de arte concreta. El arquitecto y el interiorista, no dejan de ser
artistas.

Sus obras: los lugares que habitamos.

El arte en el diseño de interiores, es parte estructural del segundo.


La simbiosis entre arte e interiorismo supone combinar colores y formas para dotar
al proyecto de personalidad. En palabras de Willy Ramos, pintor colombiano: “El
arte ocupa un lugar en nuestros hogares que es difícil de reemplazar por otro
elemento. Una vez comienza la comunicación entre las personas y un cuadro, se
convierte en imprescindible en el espacio”.

En cualquier caso, hablando del arte como un complemento del diseño y no


como uno mismo. Cuando una obra de arte contextualiza en un domicilio o un
comercio, a diferencia de un área de exposición, como un museo, donde cada
aspecto del espacio ha sido controlado y subordinado a la presencia de la pieza,
ésta se relaciona al resto de las cosas que ahí se encuentran y  si no se 
establece algún tipo de orden lógico entre el conjunto decorativo, los resultados
pueden llegar a ser inconvenientes. Sin embargo, siempre aportando un valor
visual y atmosférico.

Tan importante es la atmósfera generada por un lugar que actualmente la


arquitectura y el interiorismo consideran como una de sus metas más altas la de
crear ambientes, como podemos apreciarlo en nuestra formación como
diseñadores de la Universidad de Guadalajara.

Para cualquier experto en la materia, el ambiente implica todo aquello que


sucede dentro del espacio. Por donde sale o y se pone el sol, como se distribuye
el calor y el frío,  como se percibe la línea del horizonte, o que relación guarda
determinado espacio con el contexto urbano, estas son apenas unas muestras
de los aspectos de los que se sirve el interiorismo para crear un ambiente.

Así, entendemos que la labor del diseñador no consiste solamente en proyectar


los espacios sino también sugerir el cómo serán habitados. Y esto incluye el
compartir el espacio con el arte.

Lo cierto es que en nuestros proyectos de interiores, la gran mayoría de veces,


reservamos espacio para las obras de arte de nuestros clientes o para las nuevas
piezas que vamos a adquirir y que darán ese toque exclusividad y personalidad
que nuestros clientes esperan, sin embargo como bien lo expresa Marc Ferruz, un
profesional del interiorismo: Necesitamos identificarnos con nuestras casas, con el
espacio donde vivimos y hacerlo nuestro.

Por lo tanto entendemos claramente desde el segundo uno en el que nos


empapamos del tema, que el interiorismo crea emociones. Nuestro objetivo es que
cada espacio transmita una historia y unas sensaciones.
Lo mismo ocurre con las obras de arte, ya que con el damos un toque de identidad
aportando mucho más que color al espacio, haciendo que el mismo cobre sentido
incluso haciéndolo respirar y expresarse por sí mismo promoviendo el diálogo y
generando emociones.

Sin embargo, obra de arte o arte es una palabra cuyo significaba puede ser
muchas cosas. Por lo tanto, me parece importante cerrar el círculo lo más que se
pueda y de esa manera, facilitar el método de selección para fines más
homogéneos.

Tipos de obras de arte más comunes para ambientar

 Cuadros: Los cuadros pueden ser pinturas, grabados o dibujos, pueden ser
surrealistas, impresionistas o expresionistas, pueden estar sobre un lienzo o
enmarcados y pueden ser de cualquier tamaño, por ello según el cuadro que
tengas podrás jugar con la decoración y con su ubicación.

 Mosaicos: Los mosaicos están conformados por pequeñas piezas de


colores que forman un dibujo, generalmente están en el piso o en las
paredes. Los mosaicos hacen ver bien a una habitación, ya que pueden
abarcar amplias extensiones y sorprenden debido a que son artesanales.

 Esculturas: Las esculturas pueden ser de diversos materiales, las de


bronce, piedra o mármol, pueden ser usadas en espacios modernos y darle
lujo a los lugares, en cambio las de madera o arcilla son más cercanas a la
naturaleza y por tanto a los espacios más rústicos o vintage.
 
 Muebles: Existen muebles que pueden ser obras de arte, ya sea porque
tienen un hermoso tallado o porque su forma es original y creativa.

 Jarrones: Los jarrones también son piezas artísticas, ya que pueden tener
una bella pintura. México se caracteriza porque ahí hacen hermosos jarrones
llenos de colores y de vida.

 Murales: Los murales son una buena idea para decorar espacio públicos y
amplios. Es una gran oportunidad parar ponerse creativo y colaborar con
artistas locales o permitir al cliente pintar lo que más le guste en su pared,
dándole su estilo.

En fin, el arte es la opción por excelencia para ambientar cualquier lugar, sin
embargo otra razón por la cual las personas adquieren piezas de arte, o en su
defecto un arquitecto o diseñador las proponen para el proyecto en específico es
por el estatus que estas les confieren. Aunque este sea un motivo menos
espiritual, el invertir en arte generalmente se considera como un gesto de buen
gusto que habla de una categoría cultural superior. Claro que esto ocurre de
manera interna y es de naturaleza subjetiva, pues cada persona percibe en las
obras de arte cosas distintas y es que las personas pueden llegar a desarrollar
tanta armonía con las piezas de arte que acaban viviéndolas de una manera muy
íntima.

No obstante, también es otra manera un poco menos palpable del llegar al


objetivo de crear un espacio bien diseñado, capaz de transmitir un ambiente.

Siempre podemos ceñirnos a la estricta funcionalidad estética. ¿Pero hasta qué


punto estamos banalizando el arte? Aunque por el otro lado, podemos glorificar y
pontificar una pieza artística por su autoría, o su precio e intentar obviar o
modificar su impacto estético y emocional y su adecuación en el conjunto.
De igual manera, es importante tomar en cuenta que, incluir obras de arte en
nuestros proyectos no es solo cuestión de gustos y estilos. También hay que tener
en cuenta que una obra de arte es algo de lo que nuestros clientes van a disfrutar
durante mucho tiempo, sino es que toda la vida, y debe transmitirles buenas
sensaciones cada vez que lo contemplen. No se trata de un simple accesorio
elegido al azar, ya que tiene la capacidad de conectar todo lo que hay en el
espacio y marcar el tono del ambiente.

Para finalizar, durante este ensayo la investigación para este ensayo, leí que el
arte no era la cereza con la cual decorar el pastel, sino el sabor del mismo.

Por lo tanto, puedo decir que el diseño de interiores sin arte, no es diseño de
interiores sino, un espacio con muebles y colores bonitos nada más. Y todo
diseñador que se abstenga de proponer arte, es simplemente alguien que sabe de
texturas y combinaciones pero no de crear personalidad por medio de paredes.

Conclusión:

El diseño de interiores es también un arte, y da pie a alternar tendencias de otras


épocas y a jugar infiltrándolo en un proyecto, buscando un bello equilibrio y
formando una heterogeneidad de etapas que ha pasado el diseño, así como las
pasaron todos los artes del mundo.

Un buen interiorista conoce el poder del arte y siempre lo incluye en sus


propuestas. Cuando hablamos de «un buen interiorista» hablamos de una persona
que conoce bien su profesión. Es alguien que es capaz de adaptarse a cualquier
presupuesto y hacer un trabajo más que digno.

En conclusión, la gente acude al arte para aportar emociones positivas. Algunos


buscan piezas con colores vibrantes que acentúen su diseño mientras que otros
prefieren tonalidades más suaves que generen un diálogo entre los distintos
elementos del espacio. En una zona de trabajo suelen preferir piezas vibrantes
que aporten dinamismo, en una zona de estar, piezas que inviten a reflexionar y a
conversar, mientras que en un dormitorio prefieren obras que ayuden a crear
ambientes relajantes y cálidos o refrescantes según el clima en el que se
encuentre la casa. El diseño de interiores no puede vivir sin arte y punto.

Incluso en un diseño minimalista, en el que los protagonistas del diseño sean


texturas y colores, siempre resalta un sillón fuera de lo común; el arte dota de
personalidad un espacio y que siempre será punto focal en cualquier habitación.

Fuentes de consulta:

 https://realestatemarket.com.mx/articulos/interiorismo-y-home-design/12083-
el-arte
 https://www.tiovivocreativo.com/blog/arte/arte-y-o-interiorismo/
 https://concepto.de/obra-de-arte/
 https://chasapanama.com/la-importancia-del-arte-en-el-diseno-interior/
 https://saishoart.com/blog/interioristas-y-arte-cosas-a-tener-en-cuenta

También podría gustarte