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¿Quién movió mi queso?

Pueda que, en alguna ocasión dentro de una organización o empresa, incluso


emprendimientos, nos encontramos en una situación donde creemos que hemos
alcanzado el éxito y esperamos que todo suceda tal y como lo encontramos la
primera vez. Sin embargo, el mundo y los procesos son cambiantes, y como tal
como “Gen y Jo” en determinado momento nos da miedo explorar, y presentamos
resistencia al cambio aferrados a la comodidad. Pero, si seguimos con “Jo”
esperando que algo suceda, y nos estancamos con lo que antes había no
alcanzaríamos el éxito. Por ello, debería y debemos ser como “Gen” aventurarnos
aún con miedo, pero motivados a seguir aún cuando no conocemos el camino.
La persistencia se hace parte de una motivación intrínseca, con poco podemos
mantenernos, pero ello debe de ser solo el sustento para seguir buscando nuevas
fuentes de oportunidades.
Una vez alcanzado el éxito, debemos de tener un control con base a la
experiencia pasada para evitar caer a cuello de botella, donde siempre es
repetitivo el mismo error. Por ello es importante una buena administración de los
recursos.
Al tener una administración efectiva, debemos se debe de mantener un estimulo
para estar atentos a nuevos cambios de procesos, no solo para ser mejores, sino
también alcanzar una mejor continua.
Sin embargo, si somos con “Jo” esperando en la misma posición y dejamos que
las actitudes de nuestro alrededor nos influyan, podríamos extinguirnos (en otras
palabras, no alcanzar el éxito).
Finalmente, es importante saber cuando buscar más oportunidades, las influencias
negativas no deben de afectarnos, el cambio continuo es parte de una mejora, la
motivación debe de ser individual y saber ejecutar un plan bajo prueba y error.

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