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EL JARRÓN AZUL

Autores: Peter B. Kyne y Carlos Alberto Sánchez

Algo a lo que todos estamos acostumbrados escuchar, es a las duras críticas que las
personas hacen a aquellas que tienen diferentes formas de ver la vida y de expresarse,
como cuando alguien tiene una meta y sus expectativas sobrepasan a las que comúnmente
conocemos como “cosas posibles”. Estos casos regularmente se presentan en personas
que tienen grandes sueños, como lo son los grandes empresarios, o incluso los genios que
hicieron historia pero que desde un principio los juzgaron de locos o anormales.
El libro del jarrón azul redacta la historia de cómo un hombre con ciertas discapacidades,
sobrelleva las duras pruebas que la vida en determinado momento le pone en su camino.
Este hombre llamado William Peck pese a todas las circunstancias en las que llega a
encontrarse, logra mantenerse con la cara en alto y siempre con una actitud positiva,
creyendo firmemente que todo puede ser posible, siempre y cuando ponga el máximo
esfuerzo de su parte, con el compromiso de dar lo mejor de sí mismo. De esta manera
supera cada obstáculo que se le enfrenta, y que a la vista de los demás habría parecido
imposible.
Para lograr alcanzar una meta o un sueño es necesario estar conscientes y recordar
siempre que en el mundo existen de todo tipo de personas, esas que estarán ahí para ti
confiando en que puedes superar cualquier obstáculo, aquellas que solo te estarán
observando de forma incrédula esperando a que fracases pero que a final de cuentas tienen
una granito de esperanza en tí, y esas que solo critican todo lo que haces mal y que siempre
están dudando de tu potencial, diciéndote que no podrás lograr tus sueños debido a que
tus expectativas son muy elevadas como para poder ser “posibles”. Cabe decir que cuando
se lleva a cabo un plan para alcanzar un meta, la vida siempre nos dará muchas
oportunidades, debido a que el proceso estará lleno de baches y en muchas a ocaciones
caeremos tan fuerte que por un momento pensaremos en dejar todo atrás.
Al principio puede dar miedo empezar a construir un sueño, pero recordemos que “nunca
se sabe lo que pasará si no lo intentamos”, y aunque la frase pueda parecer un cliché,
recuerda que un intento es siempre mejor que ninguno y que el hecho de fallar no significa
que no nos esforzamos lo suficiente, ya que el fracaso es completamente normal.
Aunque haya personas que siempre traten de hacerte renunciar, no significa que debes
hacerles caso y resignarte a cumplir tus objetivos que tanto anhelas. Es importante
recrearnos a nosotros mismos que todo se puede y que la única persona que está
completamente conectada contigo, independientemente de las circunstancias, es uno
mismo, porque solo nosotros sabes que cosas pasan por nuestra cabeza y nuestro corazón.

Probablemente no todos tengamos sueños tan grandes, pero podemos animar a aquellos
que sí los tienen, ya sean amigos, familiares o compañeros de trabajo, demostrando que si
los demás pueden, ellos también podrán. Cuando nos involucramos en algo que nos da
placer, nos hacemos más colaboradores de los sueños y las realidades de los demás, por
lo que debemos mantener el hábito de compartir nuestra motivación.
Todo en la vida depende de la perspectiva con la que lo analizamos. Deberíamos decidir
enfrentar los retos de la mejor manera posible ya que eso dependerá mucho de los
resultado que obtengamos, por ejemplo, si pensamos de manera positiva y cada error que
comentemos y cada caída que sufrimos lo tomamos como una forma nueva de aprender,
no volveremos a cometer los mismos errores y así avanzaremos más a nuestro objetivo. El
camino hacia el éxito puede tornarse difícil, pero en el transcurso nos llenaremos de
experiencias positivas y negativas que se convertirán en aprendizaje, si es que así lo
decidimos.
A menudo, el recorrido puede ser largo y complejo, y en ocasiones nos acabamos
complicando, pues no percibimos que el éxito se está acercando, o dejamos que el
pesimismo arruine lo que ya tenemos. Cada uno tiene su propio brillo y esto es lo que
tenemos que mantener para ver que de verdad tenemos éxito y que estamos logrando lo
que ya nos propusimos. El camino hacia nuestras metas no tiene por qué ser duro todo el
tiempo, ya que considero que no nacimos para ser infelices porque nosotros somos los
editores de nuestro propio destino y somos los únicos que decidimos ser felices o no, ya
que, nuestra felicidad depende de nosotros mismos y no de los demás. Sin embargo en el
proceso de alcanzar nuestra meta podemos lograr alguno que otro pequeño éxito.
Considero necesario establecer metas y tomar ventaja de los errores como aprendizaje
como con anterioridad ya lo había mencionado. Por lo tanto deberíamos aprovechar los
pequeños éxitos que logremos y tenerlos como motivación para continuar persistiendo.
Si por un momento de nuestra vida las cosas comienzan a tornarse demasiado mal,
recordemos que siempre pueden mejorar. Y que los único que necesitamos en ese
momento es optimismo para hacer frente a los obstáculos y fracasos, y tener esa
mentalidad de: “si hoy no funcionó, mañana si”. Así que si llegamos a pensar que hemos
tocado fondo, tomemos en cuenta que con la cantidad correcta de esfuerzo y determinación
vamos a poder remontar lo que sea que desde un principio pusimos en marcha. Deberíamos
confiar en nosotros mismos y tenernos fe, pues las cosas no pueden ser horrorosas toda la
vida, ya que siempre pueden mejorar, siempre y cuando tengamos esa actitud positiva que
se necesita para poder seguir saliendo adelante, solo para alcanzar nuestros sueños y
demostrandole así al mundo y a todos los que nos rodean, de lo que somos capaces. Todo
lo que queremos no todas las veces sucede cuando queremos, por lo que es muy
importante tener paciencia, si nuestro objetivo aún no se ha materializado, deberíamos
mantener el entusiasmo y optimismo ya que eso nos brindará fuerzas para no rendirnos y
continuar siempre como los guerreros que somos.

Cuando el éxito toque nuestra puerta, no olvidemos disfrutar lo de la mejor manera posible,
después de todo nuestro esfuerzo nunca es en vano y lo merecemos porque hemos luchado
por ello.
A veces pensamos que no seremos capaces de alcanzar nuestros sueños, que se
encuentran básicamente lejos y que nunca podremos llegar a ellos porque simplemente
somos personas que nos rendimos al primer intento, y esto es lo que el jarrón azul nos hace
pensar y cambiar, porque para poder alcanzar una meta solo hay que nunca darse por
vencido y tomar siempre los ejemplos que siguieron aquellas grandes y exitosas personas.
Adentrándome un poco más al jarrón azul, el relato se basa a una vida real, una vida llena
de obstáculos, envidias, comentarios negativos y tropezones a diario, en donde aquellos
hombres y mujeres cuya persistencia, fortaleza y responsabilidad se sentirán identificados
y tomaran como un gran ejemplo lo narrado por Peter kyne, autor del libro “el jarron azul”.
Lo que quiere dar a entender y lograr esta obra, es abrirles los ojos a los lectores y hacerles
descubrir que hay una vida maravillosa detrás de todos los obstáculos que se pueden
interponer, es una obra de superación personal que se encarga de mostrarnos el caso del
protagonista William Peck quien nos enseña a que cuando alguien nos diga “esfuérzate,
lucha por tus metas, ve más allá” se debe con una linda sonrisa y entusiasmo responder.
Esto nos lleva a echar una mirada más allá de donde estamos acostumbrado a ver, debido
a que Peck más que superar una “discapacidad física”, consigue también superar los
comentarios negativos y rechazos que llegaron a él por medio de personas que no veían
sus grandes capacidades, sino que como cualquiera, solo se fijaban en su parte física.
Se puede llegar a cualquier parte, siempre y cuando se ande los suficiente.
El no darse por vencido permite encontrar nuevas alternativas, es siempre ir más allá y no
rendirse a un solo paso de conseguir lo que se desea. Saber que cuando se desea algo se
corren riesgos y que las ideas no duran mucho, entonces hay que hacer algo con ellas.
Aunque en el mundo existan personas tan grises hay otras que no para de brillar y son las
que tienen mentalidad positiva y actitud ganadora. Saber que en algún momento de la vida
se puede fracasar y verlo como una oportunidad de empezar de nuevo pero con más
inteligencia. Retomar el rumbo con astucia. El personaje de la anécdota, inició con buen
pie, puesto que su éxito consistió principalmente en evitar hacer enemigos. Siempre ante
cualquier situación hay que agotar hasta el último recurso, utilizando ingenio, iniciativa y
actitud, esa es la única manera de superar todos los obstáculos que se pueden presentar.
La constancia es el complemento indispensable en todas las demás virtudes del ser
humano. No hay que permitir que lo que no se puede hacer, interfiera con lo que sí se puede
lograr. El ingrediente básico es moverse y empezar a actuar. Es tan simple como eso,
muchas personas tienen ideas, pero pocas deciden hacer algo al respecto hoy, no mañana,
no la siguiente semana. Hoy!, el verdadero emprendedor no es un soñador, es un hacedor,
lo de hoy es la actitud, aptitud y actitud. Nunca darse por vencido y siempre mantener el
lema en alto de William Peck: “LO HARÉ”

La primera impresión es importante pero no determinante para emitir juicios en cuanto a


cómo será la persona en el puesto y la habilidad que pueda tener para realizar un buen
desempeño dentro de una organización.
en base al libro, la cuestión por contratar al candidato idóneo hay que aplicar herramientas
eficaces. Esta historia deja un gran aprendizaje que no se debe dejar pasar y aplicarlo a
nuestras vidas y así obtener el éxito en todos los aspectos a nuestra vida y ser personas
felices plenas. Queda claro que es una cuestión de actitud. Esta historia de un personaje
llamado William B. Peck, que se empeñó en trabajar para una empresa que se dedicaba a
la venta de madera. EN ese intento se encuentra con múltiples obstáculos como el ser
juzgado por su apariencia y discapacidad, razón por la cual se negaban a contratarlo.
Aún así nunca se dió por vencido, nunca acepto un No como respuesta y con su
persistencia, capacidad e inteligencia logró obtener un puesto gerencial dentro de la
empresa.
Tomar decisiones inmediatas y proceder acertadamente de acuerdo a nuestros criterios.
Demostrar empeño en el trabajo que se aceptará un NO por respuesta final. Definitivamente
la vida es el resultado de nuestra actitud, es decir me hago responsable de todo lo que y
haga, pues de acuerdo a lo que dés vas a recibir. Las estrategias eficientes siempre
permitirán tener una mejor visión de los distintos caminos que existen y se pueden seguir
para lograr los objetivos trazados. Se puede llegar a ser cualquier parte siempre y cuando
se ande lo suficiente.
Lo único que me queda decir es que de nuestro esfuerzo dependen las recompensas que
obtengamos algún día, que nunca es bueno subestimar a las personas que aparentan no
tener el suficiente potencial para realizar algo, y que jamás debemos rendirnos de luchar
por un sueño que parece inalcanzable, porque todo el esfuerzo que pongamos siempre
seguirá valiendo la pena. Y que en el momento que estemos a punto de tirar la toalla y
renunciar a todo por lo que algún día luchamos, regresemos nuestras memorias y
recordemos el motivo por el que empezamos a luchar por alcanzar ese objetivo. Siempre
con la cara en alto demostrando al mundo y a las personas lo que somos capaces de hacer,
comprometernos con nosotros mismos, cumpliendo con esa responsabilidad que nos
llevará algún día al éxito y confiando en que realmente lo lograremos, es así como uno logra
alcanzar sus sueños.
Comprometiéndose a decir: LO HARÉ

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