Cuando la Administración ha normalizado una solicitud, nos limitamos a
cumplimentarla. Pero, ¿qué sucede cuando queremos solicitar algo que la Administración Pública, o bien una empresa privada, no ha normalizado? ¿Qué modelo seguimos? ¿Cómo redactamos una solicitud no normalizada?
La ESTRUCTURA DE UNA SOLICITUD no normalizada, suele ser la siguiente:
ENCABEZAMIENTO O INICIO: incluye los datos del solicitante:
o Nombre y apellidos. o DNI, en el caso de una persona física, o CIF, en el caso de una persona jurídica. o Domicilio (donde recibir una posible respuesta). o Cualquier otro dato personal necesario cuando la solicitud lo requiera: estado civil, lugar y fecha de nacimiento, teléfono, etc. CUERPO: se compone de dos partes: o Exposición de motivos. Se introduce con la expresión: EXPONE: (si se redacta en tercera persona) o EXPONGO: (si lo redactamos en primera persona). En esta primera parte se exponen los motivos o argumentos que fundamentan la solicitud. Estos motivos se redactarán en párrafos distintos y se introducirán con la palabra “Que”. Finalizamos esta parte con alguna de estas expresiones: “De acuerdo con lo anterior”, “y como consecuencia”, “Es por ello que”. o Solicitud propiamente dicha. Se introduce con la siguiente expresión: SOLICITA: (si se redacta en tercera persona) o SOLICITO: (si lo redactamos en primera persona). Indicamos nuestra petición. Si es necesario adjuntar algún documento, lo indicamos de la siguiente forma: “A esta solicitud se le acompañan los siguientes documentos”. FINAL: o Fecha en formato largo (lugar, día, mes y año). o Firma del solicitante. o Por último, se hace constar, en mayúsculas, la autoridad y el organismo al que nos dirigimos, así como la población y provincia en la que se ubica (no se señala la dirección). En el caso que no sepamos a qué cargo en concreto debemos dirigir nuestra instancia, señalamos el cargo más alto del organismo.