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ASIGNATURA:
PRESENTA
DOCENTE
Botiquín Tipo A
Botiquín Tipo B
Botiquín Tipo C
De acuerdo a lo anterior trabajo en una empresa que presta servicios marítimos una
actividad netamente administrativa con aproximadamente 100 trabajadores la compañía
debe contar con un botiquín tipo a de acuerdo a lo expuesto en el artículo 3 ítem A “Los
Establecimientos Comerciales con una superficie menor a los 2.000 metros cuadrados,
podrán, en forma opcional, contar con el Botiquín tipo A, el cual deberá colocarse en un
lugar debidamente señalizado y protegido contra la humedad, la luz y las temperaturas
extremas”.
• Golpes
• Heridas
• Quemaduras
a) Sila persona está ardiendo, impide que corra, apaga las llamas con una manta o
hazla rodar por el suelo
b) Realiza una valoración primaria y busca signos de inhalación de humos
c) Enfría de inmediato la quemadura bajo un chorro de agua fría
d) Retira relojes anillos, pulseras para evitar que se estrangule la zona a
consecuencias del edema que se producirá
e) Retira la ropa quemada, salvo la que este adherida a la piel
f) No pinches nunca las ampollas, ya que aumentarías el riesgo de infección
g) No apliques pomadas, pasta de dientes ya que producen sensación de alivio
momentáneo y enmascaran los síntomas
h) Cubre la zona quemada con apósitos estériles no adherentes, o en su defecto con
apósitos de tela muy limpios y fija con un vendaje o pañuelo triangular
C. se encuentra preparado para atender una emergencia de este tipo, cuales cursos
tiene vigentes.
CIPA
Laura García Laura Monroy Wilson Díaz
Curso de Primer Respondiente ¡Gente
primeros que ayuda!
auxilios (SENA) Brigada clase A expedido por
Soporte vital Bomberos
básico (SENA) Capacitación permanente en
empresa primeros auxilios
control de incendios
2. Forme un puño con una mano. Coloque el puño por el lado del pulgar justo
encima del ombligo de la persona, bien por debajo del esternón.
4. Realice una compresión rápida hacia arriba y hacia adentro con el puño.
3. Use la palma de su otra mano para dar un golpe firme entre los omóplatos de
la persona.
5. Continúe con los golpes hasta que el objeto salga o la persona pierda el
conocimiento (lea a continuación).
Bájela al suelo.
No se debe
NO intervenga si la persona está tosiendo con fuerza, si puede hablar o es capaz
de inhalar y exhalar adecuadamente. Pero esté listo para actuar de inmediato si
los síntomas empeoran.
HEMORRAGIAS:
A. Retira todas las prendas o restos de la herida. No quites
objetos grandes o que estén incrustados profundamente. No
explores la herida ni intentes limpiarla aún. Tu primera tarea es
detener el sangrado. Usa guantes de protección desechables si
puedes conseguirlos.
B. Detén el sangrado. Coloca una venda estéril o un paño limpio
sobre la herida. Presiona la venda con firmeza con la palma de
la mano para controlar el sangrado. Aplica presión constante
hasta que el sangrado se detenga. Mantén la presión sujetando
bien la herida con una venda gruesa o con un trozo de paño
limpio. No ejerzas presión directa sobre una lesión ocular o un
objeto incrustado.
Asegura la venda con cinta adhesiva o continúa manteniendo la presión con
las manos. Si es posible, levanta la extremidad lesionada por encima del
nivel del corazón.
No se debe
En caso de shock:
NO le dé nada a la persona por vía oral, ni siquiera de comer o beber.
No se debe
NO deje a la persona sola, excepto para pedir ayuda de ser necesario.
Triage: El triage es un término de origen francés (del verbo trier, cribar u ordenar).
• Prestar un auxilio inmediato en los casos en los que haya compromiso directo de
la vida del lesionado.
• Hacer una estricta reclasificación al ingreso al hospital y dentro del área roja.
• Dar prioridad a los lesionados con diagnóstico claro, hemo clasificados y con
maniobras de estabilización que les permita soportar el acto anestésico.
SIGNOS VITALES:
Los signos vitales reflejan funciones esenciales del cuerpo, incluso el ritmo
cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial. Su
proveedor de atención médica puede observar, medir y vigilar sus signos vitales
para evaluar su nivel de funcionamiento físico.
Los signos vitales normales cambian con la edad, el sexo, el peso, la capacidad
para ejercitarse y la salud general.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras
está en reposo son:
Cuando se mide la presión arterial se registran dos números. El número más elevado, la
presión sistólica, es la presión dentro de la arteria cuando el corazón se contrae y bombea
sangre a través del cuerpo; mientras que el número más bajo, la presión diastólica, es la
presión dentro de la arteria cuando el corazón está en reposo y llenándose con sangre.
Pulso: 60 a 100 latidos por minuto El pulso normal de los adultos sanos oscila entre
los 60 y 100 latidos por minuto. El pulso puede fluctuar y aumentar con el ejercicio, las
enfermedades, las lesiones y las emociones. La mujeres mayores de 12 años, en general,
tienden a tener el pulso más rápido que los hombres. Los deportistas, como los
corredores, que practican mucho ejercicio cardiovascular, pueden tener frecuencias
cardíacas de hasta 40 latidos por minuto sin presentar problemas de ningún tipo.
Cómo tomarse el pulso. Cuando el corazón impulsa la sangre a través de las arterias,
notará sus latidos presionando con firmeza en las arterias, que se encuentran cerca de la
superficie de la piel en ciertos lugares del cuerpo. El pulso se puede sentir en la parte
lateral del cuello, en la parte interior del codo o en la muñeca. Para la mayoría de las
personas lo más sencillo es tomarse el pulso en la muñeca. Si utiliza la parte inferior del
cuello, asegúrese de no presionar demasiado y nunca presione sobre ambos lados del
cuello al mismo tiempo para no bloquear el flujo de sangre al cerebro. Cuando se tome el
pulso:
Con las yemas de los dedos índice y medio, presione suavemente pero con
firmeza sobre las arterias hasta que sienta el pulso;
Comience a contar las pulsaciones cuando el segundero del reloj marque las 12
Cuente el pulso durante 60 segundos (o durante 15 segundos y después
multiplíquelo por cuatro para calcular los latidos por minuto);
Al contar, no mire el reloj continuamente, más bien concéntrese en las
pulsaciones;
Si no está seguro de los resultados, pídale a otra persona que cuente por usted.
Valoración primaria:
Tiene como objetivo identificar aquellas situaciones que puedan suponer una
amenaza inmediata para la vida del accidentado.
Valorar el estado de consciencia con estímulos auditivos o táctiles.
Observar al individuo a medida que nos acercamos a él, con el fin de descubrir
algún movimiento o gesto.
Arrodillarse a la altura de su tronco, apoyar nuestras manos sobre sus hombros,
sacudirlo ligeramente y a la vez preguntaremos hablándole en voz alta y clara ¿está
usted bien? ¿Me oye? ¿Qué ha le ha ocurrido?
Abrir las vías respiratorias:
Se recomienda la maniobra de frente – mentón ya que la víctima puede tener
la lengua hacia atrás, tener cerrada la entrada de la tráquea e impedir que el
aire pueda entrar y salir.
Aflojar cualquier prenda que dificulte la respiración.
-Ver
-Oír
-Sentir la respiración.
Acercando nuestro oído a la boca y nariz de la víctima, debemos ver si
mueve el tórax y el abdomen de la víctima, debemos oír el ruido de la
respiración y sentir el aire de la víctima en nuestra mejilla.
c) Amplitud.
Débil
Normal
Observar si existen:
En el torax hay que buscar lesiones traumáticas, o dolor torácico a nivel de las costillas o
el esternón. Se observa la simetría del torax, durante la inspiración y espiración del
paciente.
9 – Exploración de la pelvis.
Para comprobar si existe una posible fractura de pelvis, se debe comprimir suavemente
hacia abajo y hacia adentro.
La atención inicial de urgencias está conformada por todas las acciones realizadas por un
equipo de salud debidamente capacitado y con los recursos materiales necesarios para
satisfacer la demanda de atención a una persona con patología de urgencia. Tiene como
objetivo estabilizar a la persona en sus signos vitales, realizar un diagnóstico de impresión
y definir su destino inmediato, tomando como base el nivel de atención y el grado de
complejidad de la entidad que realiza la atención inicial.
La atención inicial de urgencias está conformada por todas las acciones realizadas por un
equipo de salud debidamente capacitado y con los recursos materiales necesarios para
satisfacer la demanda de atención a una persona con patología de urgencia. Tiene como
objetivo estabilizar a la persona en sus signos vitales, realizar un diagnóstico de impresión
y definir su destino inmediato, tomando como base el nivel de atención y el grado de
complejidad de la entidad que realiza la atención inicial.
CADENA DE SUPERVIVENCIA
Antes de prestar la atención a las personas lesionadas, cada auxiliador comunitario debe
estar en capacidad de reconocer las características de la emergencia.
Aquí se debe contemplar una decisión de cuando y cómo se debe intervenir, de manera
que no se genere un riesgo adicional de tipo personal. La calidad de la respuesta
comunitaria depende del grado de preparación de los individuos que la conforman.
Eslabón 3: Atención Inicial. Esta atención es prestada por la misma comunidad en casi
todos los casos, mientras llega la ayuda solicitada. La calidad de la prestación de este
servicio comunitario depende también de los niveles de conocimiento ciudadano sobre las
técnicas básicas de primeros auxilios o de soporte vital básico en la primera respuesta.
Eslabón 6: Rehabilitación.
Esta rehabilitación debe contemplar no sólo el aspecto físico, sino psicológico, económico
u otros según cada caso y la severidad del daño sufrido.
Según las estadísticas revisadas, aproximadamente una cuarta parte de las muertes
ocurre como consecuencia de procesos agudos, en ausencia de enfermedad incurable y
en personas aún jóvenes o que por lo menos no han llegado a la tercera edad. El 43% de
los pacientes reanimados entre O y 4 minutos sobrevive, pero sólo el 26% si el
procedimiento tarda 4 a 8 minutos. Cuando se prolonga hasta 12 minutos las
posibilidades de vida apenas son de O a 6%. El proceso de reanimación cerebro-cardio-
pulmonar coordinado, planeado y ajustado, permite la disminución de los costos en
insumos, tiempo y recurso humano; ya que no se dejan situaciones al azar y están
previstos los recursos necesarios para desarrollarlo. Debido a la importancia de una
atención rápida y organizada en esta situación clínica y como el hospital de tercer nivel no
contaba con un protocolo establecido ni programas de educación continuada sobre el
proceso de reanimación cerebro-cardio-pulmonar en el paciente adulto, se vio la
necesidad de elaborar un protocolo que contempló desde la preparación adecuada y
manejo de los equipos hasta la asignación de las funciones de cada miembro. Además
permite capacitar y brindar educación continua al personal que participa en el proceso,
garantizando la unificación de criterios y acciones de todo el equipo.
RCP BÁSICO
Primeros auxilios
Cada segundo cuenta. Solicite ayuda inmediatamente o envíe a alguien a buscar ayuda.
Empiece la reanimación cardiopulmonar (RCP). La RCP sólo le permite ganar tiempo
mientras la ayuda llega pero no restablece la actividad del corazón. Si dispone de
un desfibrilador externo automático, utilícelo inmediatamente. Hay que recordar que la
causa más frecuente es la fibrilación ventricular, con lo que la utilización de
la desfibrilación lo más precoz posible es el tratamiento más eficaz.
Con las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) básicas, ganaremos tiempo
hasta la llegada de ayuda médica. La secuencia de masaje y respiración artificial es, para
adultos y niños fuera del hospital, 30 compresiones por 2 ventilaciones (ya sea realizada
por uno o dos reanimadores). Las compresiones se deben hacer en el centro del pecho.
Estas son recomendaciones actuales para una RCP básica, publicadas por el ERC en
diciembre de 2005. Recientemente (a final de 2010) se han actualizado las
recomendaciones del Consejo Europeo sobre Reanimación.