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PRESENTACION

Nombre: Dolores Agustina


Apellido: Aquino Acosta
Matricula: 15-MAET-1-006
Carrera: Lic. Contabilidad
Asignatura: Derecho Comercial
Maestra: Francelly Ortega Suero
Sección: 0226
Aula: 028
Edificio: IV
TEMA I: LA GENERALIDADES

1.1 Comercio

El comercio es una actividad socioeconómica que


consiste en el intercambio más o menos libre de
bienes o servicios entre productores o proveedores y
Consumidores o solicitantes. Se basa en
consideraciones comunes en el mercado de compra y
venta.

Es una actividad inherentemente humana que lo ha


acompañado desde la antigüedad. Sin embargo, a
medida que crece la población, se vuelve más
complicado. Esto se debe a que estos grupos han
aprendido a producir diferentes bienes y servicios ya
relacionarse entre sí.

El comercio existe gracias a la división del trabajo, la especialización y a las


diferentes fuentes de los recursos. Dado que la mayoría de las personas se
centran en un pequeño aspecto de la producción, necesitan comerciar con
otros para adquirir bienes y servicios diferentes a los que producen. El
comercio existe entre diferentes regiones principalmente por las diferentes
condiciones de cada región, unas regiones pueden tener ventaja
comparativa sobre un producto, promoviendo su venta hacia otras
regiones.

Desde el surgimiento de las primeras civilizaciones, el comercio ha sido una


pieza fundamental en la vida del ser humano. El pueblo fenicio, por
ejemplo, en el siglo X a.C. sin tener ejército difundió su cultura por todo el
mediterráneo, construyendo grandes puertos y embarcaciones, incluso
inventando el alfabeto para poder realizar sus transacciones. Estas
primeras exploraciones comerciales revolucionaron las relaciones entre
territorios.
1.1.1 Sentido Económico y Jurídico

Es un conjunto de operaciones, ya sea de uso, venta o transformación, de


bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de la sociedad
en su conjunto, y de los seres humanos en particular. En sentido
económico están fuera del comercio por su propia naturaleza las cosas
que no pueden ser poseídas por algún individuo exclusivamente (el aire
atmosférico el mar los astros).

Jurídico

Esta es una actividad en la que los individuos intercambian bienes y


servicios con fines lucrativos, y los derechos y obligaciones derivados de
sus actividades son jurídicamente vinculantes. En sentido jurídico están
fuera del comercio las que expresamente señala La legislación como fuera
de la propiedad particular.

1.1.2 Distinción entre ambos

La diferencia entre sentido económico y jurídico es que el económico es un


conjunto de operaciones de uso, venta o transformación de bienes y servicios
necesarios para satisfacer las necesidades de la sociedad en su conjunto, y de
los seres humanos en particular. En un sentido económico, las cosas que no
pueden ser propiedad exclusiva de los individuos (la atmósfera, los océanos,
las estrellas) son, por su propia naturaleza, inadecuadas para los negocios.
Mientras que el sentido jurídico. Es una actividad en la que los individuos
intercambian bienes y servicios con el propósito de bienes y servicios, y los
derechos y obligaciones que surgen de sus actividades son jurídicamente
vinculantes. En el sentido legal, la legislación establece expresamente que no
pertenece a la propiedad privada y no pertenece al ámbito comercial.
1.2 Derec ho Comercial

El Derecho Mercantil, también llamado “Derecho Comercial”, es la

rama del Derecho Privado que se encarga de la regulación de las


relaciones comerciales entre personas, ya sean físicas o morales, así
como los actos, lugares y contratos emanados del comercio en sí
mismo.

Conjunto de normas jurídicas aplicables a los comerciantes en el


ejercicio de su actividad profesional, y que rigen también, aunque
más excepcionalmente, la actividad comercial, es decir, los actos de
comercio, realizados por cualquier persona.

El derecho comercial es un área amplia que lidia con los diferentes


aspectos de hacer negocios. Esta área del derecho rige cosa tales
como la constitución de sociedades y la obtención de licencias,
negociaciones, contratos, operaciones comerciales y cumplimiento
de disposiciones regulatorias y legales. También conocido como
derecho mercantil, el derecho comercial se aplica a empresas y
personas que participan en cualquier tipo de actividad comercial,
como el comercio, las compras, las franquicias, las mercaderías y las
ventas.

La ley: el Derecho Mercantil es Derecho Positivo, ergo, se regula


con disposiciones de carácter normativo (leyes, reales decretos,
reales decretos legislativos, etc.). Es una rama del Derecho Privado
Común, por lo que en el caso de ausencia de
una norma específica y siendo imposible
aplicar analógicamente una disposición del
propio Derecho Mercantil para completar una
laguna, regirá el Derecho común, que en este
caso es el civil.
1.2.1 Concepto y ubicación dentro de las demás ramas del derecho

Derecho contractual. Se refiere al tipo de derecho que regula los contratos,


es decir, las obligaciones y derechos adquiridos de manera voluntaria al
firmar un documento.

Derecho bancario. Regula el ejercicio de los bancos y otras entidades


financieras similares.

Derecho cambiario. Se vincula de manera directa con la normativa de


títulos de valores, acciones e inversiones.

Derecho concursal. Contiene normas sustantivas y procesales en todo


aquello que refiere a deudas y acreedores.

Derecho marítimo. Regula el intercambio de bienes y servicios entre países


y/o regiones, siempre y cuando intervengan acciones marítimas.

Derecho societario. También es conocido como “derecho de sociedades” o


“derecho corporativo”, y se ocupa de los sujetos empresariales, así como
las formas de asociación existentes.

Derecho Tributario. Es el conjunto de reglas, normas y principios que se


encargan de regular la relación jurídico-tributaria entre la administración y
el contribuyente.

Derecho Civil. Regula las relaciones entre particulares, ya sean personas


físicas o jurídicas, o el propio Estado, cuando no lo hace en ejercicio de su
poder como autoridad. Es la más utilizada entre las ramas del Derecho,
pues comprende las relaciones patrimoniales, personales, de vecindad, de
familia, de derecho sucesorio, entre otros.

Derecho Comercial o Mercantil. Se encarga de regular la actividad de los


comerciantes y sus relaciones comerciales, denominadas actos de
comercio.
1.2.2. Derecho Comercial como rama del Derecho Privado y como
rama especial.

Esta rama del derecho privado se encarga de regir las relaciones entre
particulares y empresarios, un marco jurídico para regular el tráfico
mercantil entre ellos.

El derecho comercial es una rama del derecho privado—el que rige las
relaciones entre particulares y personas jurídicas/empresarios, y estos
entre sí—que se encarga de dar marco jurídico a los actos de comercio:
desde su definición, hasta el estatus de los empresarios, la actividad y actos
jurídicos que realizan a través de sus empresas en el ejercicio de su
profesión. Hoy en día, la expresión más generalizada es la de “tráfico
empresarial”, para incluir todas aquellas actividades económicas que no
son estrictamente comerciales. Si bien, el Código de Comercio, sigue
refiriéndose al “comercio” como principal actividad objeto de su
regulación.

El Derecho comercial es una rama especial del Derecho privado,

mientras el Derecho civil se erige en Derecho común.

1.3 Razones que justifican la coexistencia de dos ramas del Derecho


Privado.
• El hombre, que por su naturaleza es un ser social y habitante del
planeta tierra.
• Las relaciones comerciales o económicas y sus diversos medios que
han creado una relación comercial internacional entre Estados.
• La comunidad Jurídica Internacional que se encarga de las relaciones
e intereses de los Estados.
• La existencia de múltiples medios de comunicación, que se encarga
de que las relaciones entre países distantes sean más rápidas.
• La existencia de distintos ordenamientos jurídicos que se encargan
de regular las relaciones entre particulares.
1.4 Relación y distinción con el Derecho Civil y con otras ramas
del Derecho.

Relación del derecho civil con otras ramas del derecho:

Entre las distintas ramas del derecho —civil, penal, constitucional,


administrativo, fiscal, procesal, etc..— existe una estrecha relación, ya que
todas pertenecen al mismo tronco —el derecho—; pero ésta resulta más
íntima entre el derecho mercantil y el derecho civil, que durante mucho
tiempo permanecieron confundidos.

Esta relación resulta lógica teniendo en cuenta el principio de la unidad del


derecho, que realmente es un todo integrado por diversas ramas.

Podemos definir el derecho civil como aquella rama del derecho privado
que tiene por objeto regular los atributos de las personas físicas o morales
(jurídico-colectivas) y organizar jurídicamente a la familia y al patrimonio,
determinando las relaciones de orden económico entre los particulares,
que no tengan contenido mercantil, agrario u obrero.

Tomando en consideración que dentro del seno del derecho, sea público o
privado, se han venido destacando como ramas autónomas,
respectivamente, el derecho mercantil, el derecho del trabajo y el derecho
agrario, tenemos que en el derecho civil se regulan todas las relaciones
entre particulares que no sean comerciales, agrarias u obreras, mas
conviene precisar, dentro de estas relaciones entre particulares, cuáles son
las que específicamente regula el derecho civil.

En la organización jurídica del patrimonio y de las relaciones que se


originan entre particulares en razón de los derechos reales y personales, el
derecho civil se encarga sólo de regular los vínculos que aun teniendo
contenido económico no sean de naturaleza comercial, obrera o agraria.

Al respecto cabe decir que habiéndose separado estas ramas del derecho
civil, éste ya no comprende íntegramente la reglamentación de todas las
relaciones patrimoniales entre particulares.
En primer lugar aparecen los vínculos que se establecen entre
comerciantes y que derivan de los actos mercantiles (por ejemplo, la
compraventa de un inmueble, cuando se haga con el propósito de
especulación comercial) dando origen a una estructura jurídica conocida
como derecho mercantil.
Distinción o Diferencia del derecho civil con otras ramas del derecho

Derecho de la persona. Regula los derechos intrínsecos de la persona,


desde su nacimiento hasta su fallecimiento, lo que incluye el estado civil, el
domicilio o la nacionalidad, así como los derechos de la personalidad civil y
jurídica.

Derecho de familia. Da forma a las normas jurídicas que rigen las relaciones
familiares, ya sean por parentesco o matrimonio, abarcando desde los
regímenes matrimoniales a los que pueden acogerse los cónyuges hasta la
filiación de los hijos o los términos de un divorcio.

Derecho de contratos y obligaciones. Recoge las normas que afectan al


régimen jurídico respecto a la redacción de contratos, obligaciones y
eventos vinculantes. También regula la responsabilidad derivada de los
contratos y actos extracontractuales.

Derecho real. También conocido como derecho de cosas o bienes,


establece las normas jurídicas que protegen a los ciudadanos con relación a
las cosas. Incluye el derecho de la propiedad y la tenencia.

Derecho de sucesiones. Regula los actos jurídicos determinados por el


fallecimiento de una persona física, en lo que se refiere a la transferencia
de sus bienes y/o derechos a terceros.

1.4 Historia del Derecho Comercial.

La historia del derecho comercial no debe ser


confundida con la historia del comercio, pues esta
última nace desde que se evidencia en el hombre
la necesidad de intercambiar productos con otros
semejantes, para satisfacer sus necesidades y el
surgimiento del Derecho Comercial como disciplina
autónoma se presenta en la .edad media;
razón por la cual la existencia de algunas normas
jurídicas que aparecieron, inclusive siglos antes del
surgimiento del Imperio Roma no, pueden llegar a
constituir a lo sumo sus remotos antecedentes,
pero de ninguna manera constituyen un sistema de
normas y principios que permitan inferir que se
trate de una disciplina homogénea y autónoma.

1.5.1 Antigüedad

Está debidamente comprobado que los pueblos de la antigüedad tales


como los egipcios, babilonios, asirios, fenicios y griegos, debieron adoptar
normas reguladoras en las que es posible encontrar rudimentos de
instituciones del Derecho Comercial.

En Egipto no se han encontrado vestigios de instituciones comerciales a


pesar de que su pueblo sostuvo un intenso intercambio con la India. Las
actividades primordiales de los egipcios eran el pastoreo y la agricultura.

El comercio era ejercido por extranjeros caldeos, judíos y griegos. En la


Civilización que floreció en las márgenes del Tigris y el Éufrates, no hay
duda de que con anterioridad al siglo XX antes de Cristo, había una
actividad comercial muy activa y avanzada. En el código de Hammurabi
(promulgado veinte siglos antes de Cristo, en tanto que el Decálogo de
Moisés data del siglo catorce antes de Cristo) se encuentran disposiciones
sobre préstamo a interés, el depósito, algunas formas de comisión,
arrendamiento de barcos, responsabilidad del dueño de la nave y del
barquero y el abordaje.

A partir del S.XI antes de J. C., surgieron los semitas que poblaban a Siria y
Palestina, entre los cuales se destacaron los fenicios, navegantes y
mercaderes que fundaron ciudades en las costas del Mediterráneo, pero se
desconocen sus instituciones jurídicas. En la isla de Rodas colonizada por
ellos, se promulgaron las leyes Rodias algunas de cuyas disposiciones
incorporaron los romanos en el Digesto ( Lex Rodia iactu). En ellas se han
encontrado estudios sobre averías marítimas pues el cargador y el armador
de un buque debían contribuir para reparar al promotor de una expedición
cuyas mercaderías habían sido arrojadas al mar para aligerar la nave y
salvarla (echazón).

La accidentada geografía de la Península Helénica facilitó la división política


de puertos y plazas donde se llevaba a cabo un intenso intercambio
comercial. En ellos se crearon instituciones como el nauticum foenus,
consistente en una modalidad de préstamo vinculado a la suerte que
corriera una expedición marítima, germen de lo que posteriormente vino a
llamarse préstamo a la gruesa ventura. Pero los griegos no legaron
esquemas jurídicos sino relatos de operaciones mercantiles.
1.5.2 Edad Media
El Derecho mercantil surge en la Edad Media, frente a la rigidez y
formalismo del Derecho civil, pues los comerciantes sienten la necesidad
de unas normas que se adapten mejor a los requisitos del comercio. Dejan
de aplicar entre sí la normativa rígida del derecho civil, y crean un derecho
autónomo, que no surge por imposición del Estado, sino por su aceptación
social y que se plasma en costumbres recogidas por recopilaciones hechas
por asociaciones de comerciantes.

Aunque este derecho de los comerciantes es personal (sólo se aplica a los


comerciantes - que cada grupo social tenga un ordenamiento propio es un
fenómeno típicamente medieval) y extraterritorial (se aplica al comerciante
en cualquier plaza), las costumbres son muy parecidas en todos los puertos
(el “Llibre” p.e. es adoptado por la mayoría de los puertos mediterráneos);
de esta forma parece que se llega a crear una “lex mercatoria” que cubría
los principales negocios del comercio (compraventa, comisión, navegación,
letra de cambio) internacional con carácter: consuetudinario; sin respaldo
estatal; administrada por tribunales arbitrales; y, además, impuesta por
coerción social.

Este sistema de Derecho mercantil de clase cubre desde la baja Edad


Media hasta la Revolución francesa, y en España hasta las reformas de
Fernando VII, ya en el siglo XIX. Las únicas imposiciones estatales fueron las
leyes de quiebra (como p.e. la Ley de Cortes de 1300 de Jaime I de Aragón)
y los requisitos para la creación de sociedades, para lo que se exigía
autorización real (fue típico el privilegio concedido a la Compañía de las
Indias). Fuera de esto, la intervención del poder estatal se limitaba a la
promulgación de Ordenanzas, recopilaciones de normas consuetudinarias
con aprobación real, como la de Bilbao de 1737. Estas Ordenanzas de
Bilbao, inspiradas en las Ordenanzas francesas de Luis XIV, llegan a
aplicarse en un ámbito nacional vía consuetudinaria, y más tarde en 1792
Carlos IV termina por imponer su vigencia al declararlas “universalmente
recibidas en sus Reinos para los asuntos mercantiles”.
En su esencia, el Derecho mercantil medieval pervive - aunque parezca
increíble - hasta la transformación radical de finales del XVIII, cuya
expresión más violenta es la Revolución Francesa, y cuyas bases ideológicas
son los principios de igualdad y libertad - libre iniciativa y libre competencia
en lo económico
1.5.3 Edad Moderna
En la Edad Moderna aparece el Estado que se va constituyendo
progresivamente en la fuente de todo el Derecho. Ello significa que van
desapareciendo la pluralidad de los ordenamientos medievales, vinculados
a la pluralidad de fuentes legislativas como consecuencia de la dispersión
del poder político.

Por ejemplo, tanto las ciudades como las corporaciones o los distintos
grupos sociales van perdiendo su capacidad de dictar sus propias normas
legales o consuetudinarias. Este fenómeno afecta al Derecho mercantil de
origen medieval, que pasa a integrarse también en el ordenamiento
jurídico estatal.

Durante la Edad Moderna la evolución más importante del Derecho


mercantil tiene lugar en Francia, fundamentalmente a través de la
Ordenanza de Colbert de 1673. Su importancia: es la primera recopilación
sistemática del Derecho especial de los mercaderes, aplicable a todo un
territorio nacional; y constituye el antecedente inmediato del CCom
francés de 1807, pieza absolutamente esencial para explicar la evolución
del Derecho mercantil hasta nuestros días en los países de Derecho
codificado.

La Ordenanza sigue la tradición medieval en cuanto establece una


regulación de carácter fundamentalmente profesional aplicable a los
aprendices, negociantes y mercaderes tanto al por mayor como al por
menor, y en la medida también en que establece la jurisdicción especial de
los Cónsules para resolver las controversias entre comerciantes y artesanos
por actos realizados en el ejercicio de su profesión. Pero también se
manifiesta la tendencia medieval a extender la aplicación de la jurisdicción
mercantil a personas que no son comerciantes, cuando realizan actos de
comercio. Así, se establece que la jurisdicción consular será competente
"entre cualesquiera personas, por letras de cambio o envío de dinero,
hechas de plaza a plaza". Puede decirse, por tanto, que en la Ordenanza
aparece "acto objetivo de comercio", esto es, un acto sometido a la
jurisdicción mercantil aunque quien lo realice no sea comerciante. La
objetivación del ámbito de aplicación de la jurisdicción mercantil se basa en
la naturaleza misma del acto realizado (criterio objetivo).

1.5.4 El Código de Comercio Francés de 1807

Un código de comercio es un conjunto de elementos unitarios, ordenado y


sistematizando de normas de Derecho mercantil, es decir, un cuerpo legal que
tiene por objetivo regular las relaciones mercantiles y comerciales. Es un
reglamento donde las empresas puedan realizar sus actividades conforme a la ley.
Una de las obras más importantes de Napoleón fue la
Codificación de Derecho. Luego de sistematizar el
Derecho Civil, se dedicó a la parte comercial, que
reunió en cuatro libros y 648 artículos, con su
participación personal. El primer libro se
denominaba: “Del Comercio en General”, el segundo
libro: “Leyes Particulares del Comercio Marítimo”, el libro tercero: “Quiebra”,
y el libro cuarto: “Juicios y Procedimientos a seguir en el Comercio”.

Luego de ser preparado desde el 1 de abril del año 1801, por una comisión
de siete integrantes, cuya presidencia la ostentó el Ministro del Interior,
Gorneau, el 27 de julio de 1807, a su vuelta triunfal de las campañas contra
Rusia, Inglaterra, y Prusia, Napoleón se dedicó, desde el día 28, a dirigir los
trabajos que dieran forma final al Código de Comercio, en la Comisión del
Consejo de Estado, donde estaba el proyecto detenido desde 1806. Fue
promulgado, luego de ser aprobado por partes por la Cámara Legislativa, el
15 de septiembre de 1807, y su vigencia se prorrogó al 1 de enero de 1808.

El Código de Comercio de 1807, no fue el primer intento francés por poner


orden a las normas que regían las obligaciones de los comerciantes y los
actos de comercio.

Una Ordenanza de 1627, intentó unificar a las normas comerciales, dentro


de una variedad de temas. Colbert, ministro de Luis XIV, dictó cinco
ordenanzas, entre las cuales figuraba el “Código Savary” en homenaje a su
autor, divido en 12 títulos con 122 artículos, cuyo nombre oficial era
“Edicto del rey para servir de reglamento al comercio de negociantes y
mercaderes al por mayor y al por menor “ sobre legislación de comercio
terrestre en 1673,. Se establecieron tarifas impositivas únicas en todo el
territorio nacional y normas sobre concursos y balances para evitar el
fraude, reglamentando las costumbres comerciales medievales.

Este Código fue perfeccionado en 1774 a través del proyecto de Hue


Miromesnil, que pretendió aunar criterios jurisprudenciales, y prácticas
comerciales más recientes. En 1681 se dictaron normas para el comercio
marítimo Estos proyectos y reglamentos fueron los antecedentes de
Código de Comercio de 1807, que reunió las reglas del comercio marítimo
y terrestre.

El Código de Napoleón fue un valioso antecedente de los Códigos


modernos, europeos (el español de 1885 y el italiano de 1882) y
americanos (el brasileño de 1850, el
argentino de 1862, el chileno tres años más tarde, y en 1873, el de
Venezuela) pues fue concebido con una visión de universalidad. Trataba de
la quiebra y su carácter fraudulento, de la objetividad de los actos de
comercio, caracterizado por su ánimo de ganancia o lucro, a los que
independizó del carácter de comerciante de sus ejecutores, pero la
cambiante realidad comercial, obligó a cambiar muchas de sus
disposiciones, a fin de adaptarlo a la realidad de un tiempo muy
revolucionaria en materia comercial.

La aparición de la Banca en Francia, el 13 de febrero de 1800, cada vez más


influyente, las nuevas formas de sociedades comerciales, el desarrollo del
comercio internacional y una industria cada vez más pujante, hicieron que
se mantuvieran solo 150 de sus disposiciones

1.5.5 Historia cronológica del Derecho Comercial


Dominicano, desde 1822, hasta nuestro días

El Derecho comercial nace, como rama separada del Derecho Civil, en la


segunda mitad de la Edad Media (baja Edad Media) - como un Derecho
separado, elaborado por los comerciantes y para los comerciantes. Los
comerciantes fueron formando su propio Derecho, basado en las prácticas
y costumbres.En las corporaciones se crearon tribunales especiales para
dirimir las controversias que se suscitaban entre sus agremiados. La justicia
era aplicada por los cónsules, con recursos ante supercónsules y, en
algunos casos, ante la asamblea. Desde luego, todos eran comerciantes, no
versados en Derecho pero, como para resolver las controversias se
aplicaban los usos y costumbres formados en la práctica del comercio,
estos jueces comerciantes estaban en condiciones de fallar.

En los años de la colonia la República Dominicana regía la legislación de las


indias y la metrópolis española.

Nuestra isla en los años 1605 y 1606 empieza a cambiar la política fiscal
que imperaba debido a varias razones: a las devastaciones, el
empobrecimiento del reino de España y la fuerza que el reino de Francia
mostraba. Se declaran varios Puertos Libres en la isla.
Los Puertos Libres, declarados en la isla, que ya en las primeras décadas
del siglo XVI presentaba signos de decadencia total, eran puertos donde
solo se podía comerciar productos básicos, como el cuero y las maderas
preciosas, a cambio de productos elaborados, lo que implicaba un no
desarrollo de la actividad artesanal, ni mucho menos la industrial, y por
consiguiente de la elaboración de productos.

La actividad comercial se vio teniendo el privilegio casi exclusivo de la casa


de contratación de Sevilla, a la par con esta el consulado de mercaderes de
Sevilla, encargado de supervisar y vigilar los seguros marítimos para las
naves que realizaban las travesías transatlánticas entre las metrópolis y sus
colonias.
La ordenanza de Luis XIV, se trata de una compilación de usos y estatutos
locales que tienden a regular la actividad comercial de manera particular y
al margen del derecho común. En esta se encuentra el germen de todas
las nuevas instituciones que habrán de ser reguladas por el Código De
Comercio, como la letra de cambio. Esta ordenanza ha de redundar en
beneficio de la actividad comercial, y con ella el impulso para el desarrollo
industrial y comercial que experimentaba el reino francés, el cual ante la
posibilidad de beneficiarse directamente de los territorios americanos,
encontró por medio del derecho internacional lo que estaba vedado con
las colonias españolas de ultramar, la forma de enriquecerse mediante la
satisfacción de deseos banales de los españoles, tales como perfumes, la
producción de telas y modas, zapatos y pelucas, y otros bienes ostentosos
que la España medieval no estaba en condiciones de producir .

Las sucesivas guerras en las que se vio España y posteriormente su derrota,


al igual que la corriente liberal de la colonia francesa en el ámbito
comercial, propiciaron que se modificara el esquema comercial
colonialista español, y así y en las primeras décadas del siglo XVIII, se pone
fin al régimen monopólico imperante hasta ese momento. Por el tratado
de Utrecht, en 1713, España se vio obligada a conceder a la corona inglesa,
el derecho del tráfico limitado de mercancías y de esclavos negros, para los
barcos matriculados en España, con sus colonias americanas. En 1756,
producto de una asociación entre la corona española y comerciantes
barceloneses, se crea la sociedad comercial (Real Compañía de Cataluña),
autorizada a realizar comercio entre España y la islas de Santo Domingo
Puerto Rico y Margarita, resquebrajando con ello el monopolio de la Casa
de Contratación de Sevilla.

Se debe destacar el aporte que indirectamente hicieran las denominadas


cofradías al desarrollo de la institución del derecho comercial. En estas los
hombres se agrupaban según la actividad económica que ejercían que al
tener un patrón común, se daban leyes internas que pautaban una
asociación, a manera de sindicatos modernos, y con ellas la regulación de
su actividad. .

En 1756, y por Real Cédula, se abrieron al comercio internacional los


pueblos de Santo Domingo, Cuba, trinidad e Islas Margarita, permitiéndose
por demás, que las colonias pudieses comerciar libremente entre sí.

Para 1845 luego de la separación de Haití entró a regir otra vez el código
francés hasta que en 1861 producto de la anexión a España entró en
vigencia el código Español

En 1878, cambia nuevamente al Código Francés y en 1884 se introduce el


código dominicano el cual es traducción de código Francés con casi todas
las reformas realizadas en Francia que las cámaras legislativas consideraron
que podrían ser aplicados en el país.

Dicho Código entraría en nuestro territorio, a la oportunidad gobernado


por Francia, sin que fuera puesto en vigencia en nuestro país en ese
momento, pero será extrañado, producto de la guerra de reconquista y a la
vuelta a España en 1809 y reintroducido a partir del 1822 después de la
invasión haitiana, formando parte del derecho positivo aplicado en toda la
isla.
Proclamada la República en 1844, y ante la urgencia de preservar la recién
formada nación, que se encontraba en guerra con su vecino Haití, y la
necesidad inmediata de contar con una legislación que regulara la vida
cotidiana del naciente Estado, se decidió mantener en vigencia los códigos
haitianos que no eran otros que los franceses, en su idioma original, hasta
tanto los tiempos fueran más propicios para embarcarse en la tarea de
darnos una legislación propia, y acorde con nuestra idiosincrasia.

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