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Nombre del catedrático:

Dra. Rusbí Toledo Aragón

Nombre de la alumna:
Angela Alegría López

Materia:
Odontología forense

Grado: 6º Grupo: B
Fecha de entrega:
09-08-2022
L a autopsia en general debe ser sistemática, por lo tanto, debe tener un
orden para no olvidar la examinación de alguna parte del cuerpo. El orden que
se sigue es raquis, cráneo, cavidad bucal, cuello, tórax, abdomen, aparato
genitourinario y extremidades. En muchos casos el cadáver se encuentra en un
estado que imposibilita revisar todas sus partes, por lo tanto, los dientes se
consideran la única estructura disponible y fiable para lograr la identificación
del cadáver. La identificación de un cadáver es de relevancia a nivel judicial, así
como determinar sus causas de muerte. La práctica de autopsia de la cavidad
oral, es recomendable con extracción de los maxilares pues es un método para
poder trabajar en la identificación de un sujeto a través de los dientes. Sin
embargo, el estado de la cabeza en el momento del examen determinará el
procedimiento a seguir
La autopsia oral tiene como finalidad la evaluación, el registro y la
documentación características morfológicas de los dientes, los tratamientos
odontológicos como obturaciones presentes y otras observaciones halladas.
Así mismo, documentar la presencia de las lesiones de violencia en la cavidad
oral y del sistema estomatognático. Esta evaluación pretende establecer los
hechos de las lesiones, es decir si ocurrieron antes o después de la muerte. La
identificación es un objetivo fundamental de este procedimiento debido a que
permite estimar la edad del individuo e identificar fehacientemente a un
individuo. Este proceso de autopsia se realiza en cadáveres no identificados,
extranjeros, presos o personas que de alguna manera generen algún impacto
social en la población
L a autopsia oral documenta el estado y características morfológicas
de las estructuras dentales, de los tejidos periodontales, los tejidos
blandos, la oclusión y, en general, de todas las estructuras que
conforman el sistema estomatognático, así como de otras evidencias
asociadas. Los objetivos de la autopsia oral son los siguientes: Registrar
y documentar la presencia (o ausencia) de lesiones o huellas de
violencia en el sistema estomatognático y establecer una secuencia
aproximada de ocurrencia de los hechos Recolectar y preservar, para
posterior análisis, muestras y/o evidencias físicas útiles para la
investigación. Documentar las características morfológicas de las
estructuras dentales, los tratamientos odontológicos presentes y otras
particularidades (carta odontológica).orientar el proceso de
identificación fehaciente, especialmente cuando no se puede lograr por
cotejo odontológico o dactiloscópico, y se requiere utilizar
procedimientos de mayor complejidad y costo (análisis de
ADN).Además de los cadáveres N.N., se recomienda realizar la
autopsia oral en cadáveres de extranjeros, personal de centros
carcelarios y personas con algún impacto social como sindicalista,
político, entre otros
L a autopsia oral o de la cavidad bucal, es de mucha importancia en
la identificación morfológica de las personas, como ser: en los
accidentes aéreos, en grandes quemados y asesinatos con
ensañamiento para destruir partes identificativas, como en el caso de
ajuste de cuentas por sicarios y en los delitos sexuales. Así pues, los
dientes se constituyen en el único medio posible de identificar y será
necesario en la práctica de la autopsia oral, la extracción del maxilar y
la mandíbula para estos estudios.
El elevado número de cadáveres y las circunstancias de muerte en los
desastres masivos, conlleva a que el rigor mortis no permita el acceso
adecuado a la cavidad bucal, por lo que estará indicada la remoción de
los maxilares, mediante la necropsia bucal.
La aplicación de esta técnica posibilita no sólo el no dañar a los dientes
y las restauraciones con manipulaciones forzadas, sino además, una
mejor visualización para el examen forense, poder observar los huesos
del maxilar superior y mandíbula después de la eliminación de los
tejidos blandos y sea más fácil el estudio radiográfico.
OBJETIVOS
• Registrar y documentar la presencia (o ausencia) de lesiones o huellas
de violencia en el sistema estomatognático y establecer una secuencia
aproximada de ocurrencia de los hechos.
• Recolectar y preservar, para posterior análisis, muestras y/o
evidencias físicas útiles para la investigación.
• Documentar las características morfológicas de las estructuras
dentales, los tratamientos odontológicos presentes y otras
particularidades (carta odontológica).
• Estimar la edad.
• Identificar fehacientemente a un individuo.
• Contribuir a orientar el proceso de identificación fehaciente,
especialmente cuando no se puede lograr por cotejo odontológico o
dactiloscópico, y se requiere utilizar procedimientos de mayor
complejidad y costo (análisis de ADN).
Técnicas de exploración radiográfica
de la cavidad oral
E l conocimiento de las estructuras anatómicas es la base de cualquier
tipo de interpretación radiográfica. Es por este motivo que parece
oportuno realizar un recuerdo de aquellas estructuras que van a ser
proyectadas sobre el receptor de la imagen, ya se una película
radiográfica o un sensor digital, así como de las formas en que estas
estructuras se observan en la imagen diagnóstica.

Las radiografías ponen de manifiesto de un modo claro aquellos tejidos


que implican una cierta absorción de los rayos X cuando estos los
atraviesan, lo que supone que en el área de trabajo odonto –
estomatológico es de total importancia conocer todos aquellos detalles
anatómicos que estén relacionados con los huesos del cráneo y de la
cara. Aunque de forma muy especial con los maxilares y las estructuras
que soportan, los dientes.

La densidad de las estructuras que son atravesadas por los rayos X


determina la apariencia de las mismas en la imagen radiográfica. De
esta forma, podemos distinguir estructuras radiopacas y radiolúcidas.
Las primeras absorben en gran medida los rayos X que las atraviesan
y proporcionan una imagen que se puede catalogar como blanca,
mientras que las segundas presentan muy poca oposición al paso de la
radiación y determinan imágenes que se pueden definir como negras.

Teniendo en cuenta que consideramos como muy densa aquella


imagen en la que predomina el ennegrecimiento, este efecto determina
un hecho que se puede considerar contradictorio, ya que estructuras de
gran densidad proporcionan imágenes de poca densidad radiográfica y
viceversa.
Los dientes o verdaderos órganos de la masticación del organismo
están formados por el esmalte, que es el tejido más denso del cuerpo
humano con un 9’% de sustancia mineral, dentina, cemento y complejo
pulpar, compuesto este último por la cámara y los conductos radiculares
que pueden ser considerados como el alojamiento vásculonervioso. En
su interior, pueden observarse en algunas ocasiones la presencia de
cálculos denominados pulpolitos. Llama la atención la diferencia de
densidades que existen en una estructura tan pequeña como es el
diente, pudiendo considerarse el esmalte y la dentina como radiopacos
y la cavidad pulpar como radiolúcida. La densidad con la que se registra
la raíz corresponde prácticamente a la dentina, ya que normalmente el
cemento, algo menos denso que la dentina, resulta imperceptible a
causa de su mínimo espesor.

Tenemos que señalar que en la zona del cuello dentario, al no estar


cubierta por hueso ni por esmalte, existe un área de menor densidad y
por lo tanto de mayor radiolucidez, con límites mal definidos que
producen en algunas ocasiones el llamado “efecto burn – out”, o
“veladura cervical”, que puede confundirse con caries de cuello.

Entre la raíz del diente y el hueso alveolar se encuentra otra estructura


radiolúcida, el ligamento periodontal, que sirve de soporte y
almohadillado al primero y que presenta una anchura diferente en sus
distintas localizaciones, así como en función de la edad del paciente.
Este dato resulta de gran interés a la hora de interpretar una radiografía.

Rodeando el ligamento periodontal a modo de línea radiopaca, se


encuentra la lámina dura, falsa estructura que no tiene representación
anatómica propiamente dicha y que corresponde al efecto que la pared
del alveolo produce al ser atravesada por los rayos X de forma
tangencial. Esta pared, a su vez, se encuentra perforada por los
conductos de Volkmann. El límite externo de la lámina dura se continúa
con el trabeculado del hueso esponjoso del maxilar. Los extremos libres
se unen en forma de pico, meseta o bisel, dependiendo de la distancia
entre los dos alveolos. Del mismo modo se forman crestas entre
diferentes raíces de un mismo diente.
1. A cceso sin obstrucción al orificio del conducto. En la
cavidad endodóntica de todos los dientes, suficiente estructura
dental debe ser eliminada para permitir que los instrumentos sean
fácilmente colocados en el orificio de entrada a cada conducto sin
interferencia de cornisas en las paredes. El clínico debe ser capaz
de ver directamente el orificio de entrada de cada conducto y
fácilmente llegar a él con la punta de los instrumentos. En algunos
dientes, precauciones extraordinarias deben ser tomadas en
cuenta en la localización de conductos adicionales. Un buen
ejemplo son los incisivos inferiores para ilustrar este caso. Es
todavía más importante la alta incidencia de un segundo conducto
en la raíz mesio vestibular de los molares superiores. Es
importante conservar tanta estructura coronaria como sea posible.
Las preparaciones cavitarias MOD reducen la resistencia dental
por más del 60% y la pérdida de las crestas marginales es la más
grave contribución para la pérdida de la resistencia del diente.
2. Acceso directo al agujero apical. Para facilitar acceso directo al
foramen apical, suficiente estructura dentaria debe ser removida
para permitir la libertad de los instrumentos endodónticos dentro
de la cavidad coronal y que puedan entrar al conducto sin ser
deformados.
3. Extensión de la cavidad para ajustarse a las técnicas de
obturación. Frecuentemente, es necesario expandir el diseño de
la cavidad para hacer ciertas técnicas de obturación más
convenientes o más prácticas. Es el caso de las técnicas que
utilizan gutapercha reblandecida donde los condensadores rígidos
son utilizados en un empuje vertical.
4. Dominio completo del instrumento empleado para el
agrandamiento. Si el instrumento se atora en el orificio de
entrada debido a que parte de la estructura dentaria debió haber
sido removida, el dentista habrá perdido el control de la dirección
de la punta del instrumento y esa estructura estorbante dictará el
control del instrumento.
Procedimientos de Cirugía Bucal
Inclusiones dentarias

Los terceros molares o muelas del juicio erupcionan normalmente entre


los 18 y los 24 años de edad. A veces, estos dientes quedan incluídos
y no alcanzan su posición final y normal en el plano masticatorio, dando
origen a procesos infecciosos, quistes asociados o impactación
alimentaria y dificultad para la limpieza.

En los casos anteriormente mencionados y tras su valoración


radiológica, podrá indicarse la extracción, a veces quirúrgica, de las
muelas del juicio, con el fin de eliminar los síntomas asociados a las
mismas.

Los caninos o colmillos son otros dientes que frecuentemente presentan


una erupción alterada. Igual que las muelas del juicio, al quedar
impactados en el interior de los maxilares, sobre todo el superior,
pueden originar patología asociada como infecciones, quistes o lesión
de las raíces dentarias vecinas.

En muchas de estas situaciones se procede a la fenestración del canino,


que consiste en la realización de una ventana o acceso quirúrgico, que
permite traccionar de él y colocarlo en la arcada mediante tratamiento
ortodóncico.

Quistes maxilares

Son lesiones no tumorales, y por tanto benignas, que pueden localizarse


en la cavidad oral. Normalmente son asintomáticos durante un largo
periodo de tiempo (no duelen) por lo que su hallazgo suele ser ocasional
en revisiones y exploraciones radiológicas rutinarias.

La quistectomía consiste en la extracción quirúrgica del quiste y el cierre


posterior de la herida, procurando la regeneración y restablecimiento de
unas condiciones anatómicas adecuadas tras su eliminación.
Eliminación de frenillos

Los frenillos son pliegues de la mucosa alveolar que bajo un desarrollo


evolutivo anormal o en caso de estar hipertrofiados, van a originar
complicaciones como diastemas o separación de los incisivos centrales,
alteraciones del lenguaje y del habla, retracciones gingivales y gingivitis.

En muchos casos, el tratamiento de elección es la frenectomía, que es


una pequeña cirugía local consistente en la liberación y eliminación de
esta banda de tejido fibroso.

Cirugía periodontal

A veces, en situaciones en las que el profesional no puede eliminar


correctamente todos los irritantes bacterianos mediante una técnica de
raspado y alisado radicular convencional, es necesario acceder
quirúrgicamente a la zona afectada (bolsas periodontales profundas)
considerando la aplicación de técnicas de Cirugía Periodontal.

Entendemos por Cirugía Periodontal un conjunto de técnicas


quirúrgicas que tienen como finalidad aliviar o detener la evolución de
la enfermedad periodontal.

Bajo anestesia local, se procede al despegamiento de la encía para


tener acceso directo “a cielo abierto” al hueso alveolar y a las raíces
dentarias. Después se raspa y alisa minuciosamente la superficie
dentaria y se regulariza el hueso procurando una anatomía más regular
y accesible a la limpieza. Finalmente se sutura la encía procurando que
quede bien adaptada al hueso y al diente.

Tratamiento de infecciones odontogénicas

Son procesos infecciosos de la cavidad oral que tienen su origen en un


diente o en cualquiera de sus estructuras de soporte. No suelen tener
serias repercusiones y normalmente están bien limitadas, aunque en
algunas ocasiones pueden diseminarse y extenderse a zonas cercanas
aumentando su peligrosidad, y produciendo un cuadro clínico que
puede incluso comprometer la vida del enfermo.

Su manejo terapéutico depende de factores como gravedad de la


misma, diseminación y zona afectada o estado médico y de salud del
enfermo. El tratamiento puede ser odontológico, destinado a eliminar la
causa que la produce, farmacológico, mediante el uso de antibióticos, o
quirúrgico.

El tratamiento quirúrgico de una infección odontogénica consiste en el


drenaje de la misma, eliminando así los microorganismos causantes
(bacterias) y facilitando la oxigenación de la zona infectada.

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