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lo im¡ritlt'; su cxpansión lateral se ve seriamente limitada por la, 1.-De pie, en posición normal, sin rigidez' dejando.colgar
(ni echa-
aunquc nta)/or, sicmprc relativamente escasa movilidad de las costi- libreme nte los brazos, y .or, la cabeza en posición normal
llas; y sólo cncuentra amplia libertad en su base , que ligada en su cla atrás ni inclinada),'expúlsese bruscamente la mayor cantidad
den-
rnovilicl¿rl con el diafragma, puede scguir los amplios movimientos posible del aire contenido en los pulmones, empujando hacia
clc óstc. Por otra parte, en la espiraciínforzada, es mucho másfácil i.o l, pared anterior del abdomen' De ese modo, los órganos abdo-
controlar los movimientos del diafragma y de los músculos abdo- -l-racia ,v ayudarárl
minales, empujados, apoyarán ei movimiento de la
minalcs, que los de la demás musculatura respiratoria: el control de bóveda ¿et ¿iáfragma arriba, y ésta, a su vez' presionará
a los pulmo.,., pó, su base, logrando la espiración forzada'
Esta
la cxpulsión de aire se obtiene más seguramente en esa forma. Por
írltinro, el obligar aI aire a penerrar hasta el fondo de los pulmones iniciaiiiene do, objetos: primero' disponer los pulmones
utiliza todos los rincones del órgano pulmonar, alavez que provoca "*prtria.,
p^ru l^ aspiración, y segundo, provocar una ligera sensación de
una mejor oxigenación de la sangre, con evidentes ventajas aún en asfixia(necesidaddeaire)queayudaráarealizarelsiguientepaso.
el campo de la higiene. La respiración diafragmática cs, pues,la que
mejores garantías prcsta para su utilización como base de fonación. 2. -Hágase ahora una aspiración profunda' forzada' admi-
"por
tie nclo el aire Ia boca y nari),,t n'ranteniendo todo lo inmóviies
Por otra parte, los otros dos tipos de respiración presentan in- que sea posiblé las clavículas y las costillas, y e xpandiendo
cuanto se
convenientes dignos de tomarse en cuenta: Ia respiración clavicular, prr.da la antes deprimida pared ventral'-Ayuda a efectuar este paso
especialmente si es forzada, distrae a los músculos del cuello de su Ll imaginar que se tiene un balón en el sitio del estómago, y que
más importante función estabilizadora de la laringe, y provoca er. brlár, se infla al aspirar. Evítese cuidadosamente "desconectar"
movimientos poco agraciados de los hombros; la costal es relativa- el movimiento de la pared ventral y la corriente de aire, es decir,
mente lenta, y ofrece poco control de la espiración. Deben, pues, aspirar por una part;, y hacer por otra' independientemente' el
ser evitados estos tipos de respiración. Ponga especial cuidado el -lri-iÉrrto de la pared ventral. Esta "desconexión" puede presen-
hombre en mantener quietas sus costillas, y la mujer sus clavículas, tar dos formas, Iá pared ventral se deprime, pero el movimiento
ya que en ella, por el mayor peso que gravita sobre la cala torácica, depresivo resulta.,te en el diafragma es contrarrestado por una ele-
la tendencia a la respiración clavicular es preponderante. ,r.ión del pecho y de los hombros, con lo cuai el efecto de espira-
'produce se produce muy mermado; o también' en
ción no se o
casos extreáos, el movimilnto cie la pared ventral se hace al
revés
Inténtese Ia respiración diafragmática muy despacio, poniendo
cuidado en darse cuenta de qué mírsculos interviencn, y cómo se de 1o que debe ser, es ilecir, se contrae el vientre al aspirar y se
dcsplazan. Préstese especial arención al fenómcno (inevitable y .rparde al espirar, con total anulación de la respiración diafragmá-
característico) de la expansión de la parecl anterior dcl abdomen, tica. para una correcta ejecución del movimiento, recuérdese que el
cuyos movimientos servirán de critcrio para saber si se logra, pri- movimiento de la pared ventral es opuesto al movimiento del aire:
nl('ro, y si se domina, después, la respiración diafragmática. cuando el aire entra' el vientre sale, y viceversa'
l)ara lograrla practíquesc hasta dominarlo el siguientc ejercicio, 3 .- Expúlsese, gradualmente, todo el aire por
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CRISTIÁN CABALLERO
medio de la depresión profunda de la pared ventral: el balón se sangre más rica que la normalmente acostumbrada por el alumno,
desinfla, dejando escapar el aire que lo llenaba. si su respiración, como es probable, era deficiente'
Las pausas a pulmón lleno o a pulmón vacío son importantes nos profesores de educación física recomiendan patalarespiración,
por varios motivos: facilitan el cambio de los movimientos muscu- es dlcir, levantar lateralmcnte los brazos hasta ponerlos verticales
lares; acostumbran al diafragma y a los demás músculos a ser cons- sobre 1a cabez.a durante la aspiración, y hacerlos recobrar su posi-
cientemente controlados; proporcionan un breve descanso en la ción natural durante la espiración. Tales rnovimientos son IIXAC-
fatiga muscular; permiten aprovechar mejor el aire para la oxigena- TAMIiNTII CONTRADICTORIOS con los movimientos musculares
ción de la sangre, disminuyendo el posible problema cle sensación nccesarios, Al lcvantarse los brazos, si ciertamente los músculos
clc asfixia durante la espiración, etc. intcrcostales y los escalenos levantan las costillas y las clavículas,
también siguen su mo,",imiento los músculos torácicos y abdomina-
Para dominar real v efectir.amente la correcta respiración dia- les, los órganos dcl abdon-rcn son levantados contra el diafragma, y
fra¡,'rnática, ésta debe convertirse t:n automática 1, constante. El éste opriÁe los pulmoncs por su base, haciendo imposible una
alttnrno clcberá, pucs, conscn'ar este tipo de respiración no sólo du- aspiración profunda, y localizando la aspiración en la parte supe-
rrrn¡c las clascs v prácticrs, sino quc procurará mantcnerla siempre, rior dc los pulmoncs, lo cual, como hemos visto, es insuficiente e
t'rr str vitlrr tliaria, t' cada vcz que hable, aunque no sea "en público". inopcrantc para la producción dc la voz. til relajamiento qtle nece-
(:RISTIÁN CABALLERO 49
48 Manual para Educar la Voz Hablada y Cantaria
dorninado el cliafragma que tenderá a acele-
sariamente acompaña la bajada de los brazos, dificulta la presión rar sus movimientoi, en la aspiración por la
ventral que auxilia al diafragmapa:a'la espiración' costumbre adquirida en ias veinte respira-
ciones anterioies, )' en la espiración' por
Algunos alumnos, especialmente del sexo f'emenino' temen que acercarse al final.
la práitica de la respir¿ción diafragmática, con los movimientos
hacerse-una media
veni.ales que comporta, pueda.desfigurar su silueta. Es miedo vano' Ocasionalmente, si ei tiempo escasea' puede
uno de los otros
por ei contrario, el ejercicio de los músculos ventrales, especial- batería, con tres respiraciones 44 ,v cinco de cada
total' y con 1a
*.n,. durante la espiiación, en Ia que deben tensarse, les dará ma- tipos, pcro siempre con 1a espiración in.iciai brusca v
yor tonicidad, y ayudará a modelar esa parte del cuerpo' respiración final6-6 como quedó descrita'
par-
como gimnasia respiratoria diaria, y aún preferiblemente una Cuando estos cjercicios sc hagan en grupo' si algrno.de.ios
vez por la mañana y otra por ia tarde o noche, se recomienda prac- ticipantes "pierde pmo" por.cuzLlquier callsa' no debe intentar
ticai la siguiente batería de respiraciones, que dura poco más de
"l
in.orpo.rrre al grupo'.n cualq'ier momento' sino q"-
tt-p::ii?r.|
su esplraclon
cinco minutos y medio y debe ejecutarse sin interrupción' "ó" ie una espiración para haccr cn cse moillento t","1fi119
total v brusca, I" parrJ corrcspondientc'-r reiniciar
1.-Expulsión inicial brusca y total; p¿usa de un tiempo; .rn fát dcmás cn [a siEricnte aspiración Nunca dcbe prtnctplarsf
,r'.'n'*i.i" de respiración sin 1a expulsión brusca inicial'
2.-Cinco respiraciones 44 como "calent¿miento", con sus perfec-
pausas interrredias; Obteniclo v automatiz-ado el movimiento respiratorio'
directa para su uti-
cioncnros la cipiraciirn, preparándola en forma
3.-Diez respiraciones ó-ó, con sus pausas, para iograr pro- I ización en la fonación.
V.*-La desaparición del teatro religioso popular en el pasado X.-La cerámica primitiva es casi t'xclusivamente rnonocroma'
uti^
ohedeció a motivos de diverso caráeter: I€cordeüros las órdenes con decoración incisa o producida po[ pastillaje. En las formas
severas de lns prelados y de los reyes contra las representaciones litarias predorninan las oltas más o menos globulares' ya sean lisas'
tcatra"les que se hal¡ían tra.nsfr¡rmarl{"¡ eü espectáculos profanos y ya adoÁadas con puntos alargados o líneas de pulimento' mientras
excesivarnente Rocivos por su procacidad. q,r" las de carácter son los platos y pueos con decc¡-
"r, ".r**orrinl,
ración incisa o adornos, lo que s«¡trresale'
VI..*Lr¡s índigena^s de Arnérica, o sea el conjunto de habitantes
XI.-De vez en cuando me siento filósrrfo y digo: "Toda inicia-
¡rrehispánicos del continente distaban mucho de ser la masa más o
rrrenos uniforme fror su aspecto o por su cultura que tácitamentr s€
tiva de reconsrucción espiritual obedece a un irnperativo que pugna
suele admitir, según parece presuponer la incorrecta designación ge- por la integración p.ttot d. Existe en tüduls Í¡osotros una convic-
nérica de "indios" que les ha sido aplicada por ciertos historiadores.
,r, anÍrelo sudcorrsciente que alirnentarr il ese imperativo para
"iórr,seamos íntegramente huonárros,' illnn entendid«r u$edes rni
que
pensarniento? iYo tamP«lco!
VII.*Entre ios muchos misioneros distinguidos que vinieron a
conquistar América religiosamente, debe recordarse con especiali- Xll.-Haciendo gala de sr¡ irónico ingenio y r:áustica morclaci^
dad al virtuoso dominico fray Bartolomé de las Casas, que fue un dad, así burlábme pátronio del cnrrornpicl* Nerr¡n: " ¡oh, divino y
gran defensor de los indios" Se puede asegurar que a la sombra de césar, rnaravilloso engenfilr fie la deprav*reión, ahorro en-
'esánico de la concupiscencia, nron§truo exquisito rle la irnpuclicia!
su piedad, nacieron la paz y la civilizrción cristíanas en el nuevn r:¿nt¿dor
mundo. iltoba, pero no callrés! iVioia pero no versifiq*es! ilncerldia, pern
,,«r declarnes! iAsesíname' pero n{¡ me a'flr*§!"
IX.--Se formaría un admirable breviario humano, que fuera eco XIV.-Discúlpenme si en forma poco rertilínefi, y siguiendo a
de todas las desdichas y que respondiera a todas las angustias, con interrum¡rir sus cotidiana§ Preo-
¡rrt'siones jerárquicas, me permito
sólo recoger las plegarias diseminadas en las tragedias griegas, en , ,,¡,,,.;,rrr"*, para interpolar ante ustede§ e§te enrevesado estudic¡
que todos los sufrimientos del alma y del cuerpo, desarrollándose d" lenguaje o léxico, esperanzado en que sea de su
r:r¡n toda su grandeza, palpitan en el carácter heroico, atormentado ',,,ir..,r¡ri.rtorio
.rli'ir(l(), ya que ,rste,l"s'srl"n gustar cle l¿s exquisiteces fraseológi-
o irnpúdico de sus personajes.
, rlt' l¿rs nrás selectas locuciones.
'rs
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XV.-Nuestro huraño e intratabre paciente no puede ingerir, que la robusta corriente de aire entrante produce' Y quien qulera
bajo ningun concepto, ese asquero.o y rru,r*ubundo'menju4e
aio_ apoyar la prohibición de la respiración bucal alegando ei "dolor de
liacético-pepináceo, porque perjudicaría sus más
vitares vísceras caballo" que se presenta en los corredores cuando respiran por la
intestinales de una manera indutimbre, y er resultado
sería catas- boca, recuertle que ese dolor no es producido por la respiración
trófico, desastroso, y hasta caaclísmico. bucal, sino por el abandono de la respiración costal -y por lo tanto
deficiente- que la carrera implica' para correr necesitamos mante-
párrafos constituyen simpiemente ejemplos. pueden ser ner rígitlo el abdomen, con supresión absoluta delarespiración dia-
-_.Estos
utilizados con el mismo objeto cuaiesquie* oi.or'de
aprorimada- fragmática; al respirar por la boca, el diafragma funcionay larigidez
mente el mismo largo, o más. Cuídere sie*pre cle
no ,,comerse,, abdominal desaparece, con la consabida consecuencia dolorosa.
sílabas al decirlos. La difrcultad de este ejercicio
consiste, además Una observación más, al respirar, en ambos sentidos, evítese
del uso controlado del aliento, en la claridad de enunciación controlar el flujo del aire con los labios, en la inspiración, constitu-
de
cada sílaba, con lo cual- nos sirve ya de introducción
para er tema yen un estorbo inútil; en la espiración, si tratamos de detenerla
siguiente del programa: la Dicción. cerrando el orificio bucal, 1o únicr¡ que logparemos es que, en cuan-
to abramos la boca para hablar, ei aire se cscape sin control. Hay
I Es tradicional proscribir ia re spiración por la boca, bajo los pre- que "bombear" el aire con el diafragma en la cantidad precisa en
textos más especiosos; en la realidacl, y pese a ras tradiciones
adver- cada caso, mientras los conducttts respiratorios, inclusive la boca y
:as {
a los prejuicios médicos, la respiración bucal es en la práctica los labios, no oponen ninguna resistencia a su movimiento. La sali-
inevitable, pues las fbsas nasales rnái desarrolladas resurran
insufi- tla del aire ilebe tener más el carácter de "aliento" que de "soplo".
c-ientes cuando hay que armacenar rápidamente
grandes cantidades
de aire. Por lo demás, ningún perjuicio resurra dJla respiración
bu-
cal: la pretendida defensa .r.,t., la polució' del aire
q.r. p.rpor_
c.ionarían las pilosidades y la humeclad de las fosas
nrrá1., n., pr*
de ser teórica, pues muy grandes tenclrían que ser tm
suspendidas en el aire para detenerse en esos otstáculos,
i*fr..rm
y, ad.más,
la boca es más húmecla que ra nariz. La inocuidad ite Ia
áspiración
bucal queda plenamente demostracla con er caso cre
los naáa.1ores,
,que respiran únicamente por la. boca
y en la regióir menos lirnpia
del aire: a ras del suelo, pormás qr" án su caso?ste
sea líquido;y
sin embargo, el nadador és el depártista que aicanza
ción física general. La resequedad de garganta que -.joi
condi-
produce ra res-
piración amplia por la bocá las p.imáas veces que se
ejecuta, se
s.oluciona por sí misma con la práitica, las
grándulas salivaies apren-
tlcn a trabajar más para compensar la mayor evaporación
de sariva
Manual para Educar la l/oz flablada y Cantada CRISTIÁN CABALLERO 211
210
para asegurar la rcaii- ..l oyente pide, aunque lo haga subconscientemente, reconocer
cantante, su solfeo y aténgase a la partinrra
dad artística de su interPretación.
como una la voz que recorre la escala, 1o cual es impracticable para las
voces mencionadas, que "cambian de color" al cambiar de registro.
ENTON,/\CIÓN
A veces el fenómeno descrito es narural, producido por condi-
Es este el apartado más característico
del canto' y tanto es así' ciones adversas de la laringe o de los resonadores, y poi lo tanto,
como lo específico cle insubsanable. Pero a veces, sobre todo en las voces agudas y espe-
q.r. no falta quien lo estime -erradamente- ula
á. No ,rr,r*-o, restarlc importancia' pcro es evidcnte que
t1e cialmente en las femeninas, el defecto es producido por ,rn ,.iio
excelente entonación sin buena emisión'
sin línea de canto' stn error de impostación, por otra parte rnuy estimado por ciertas
cosa' menos scuelas de canto. Nos referimos al llamado ,,paso de lá voz,', que
.ort .io fraseo y sin aceptable dicción será cuaiquier algunos can-
e
canto artístico. Ils ciert.'' que a lo largo de la historia supone necesaria una diferente impostación para los agudos que pa-
su timbrc' cnorüle
tantes se hicieron famosos por la belleza de ra cl centro y los graves, y que afirma que hay dificuliades .ip"iir-
pero es dudoso que sl tsas. e.ran sus les para la emisión de las notas que forman el puente tonal entre
extensión y perfecta afinación, '
únices facultacles, hayan hecho i'y" t" la historia
artística del canto' ambas impostaciones, el cual se sitúa en la región que, al estudiar
los rcgistros hablados, denominamos registro céntro-agudo.
Si en la voz hablada la entonación se usa por
rcgioncs tonales' a
exige no una afina- Irstudiando el origen de la teoría del ,,paso delavoz,,, encon-
las que hemos llamado "registros",.en canto se
sino lo Áás pt"cisa posible dcntro de los cstrc- tramos su explicación en una supervivencia injustifica<Ia de la for-
"ión= "pro*imada, ma de cantar que, procedente del canto de los "castrati", los divos
choslímitesquemencionanrosalhablardelvibrato(pág.t56),La
cantante' dcl siglo xvlll, se extendió por casi todo el XIX. conforme a ese
.niárrr.ian perfecta que dentro de esos límites obtengael
voz' en primer
clependerá úári.r*.rie tlel manejo que haga de.su cstilo, las notas fáciles, llamadas "n¿turales", o sealas centrales y las
fuera de:
término dentro de su tessitura pt'opia, i' posteriormente graves, se emitían impostadamente; pero en las notas "artificiales"
quc
ella me diante el cultivo de su eitensión; pero e s indispensablc o sea en el registro agrrdo. la dificultad de tensar suficientemente
calidad tínrbrica'
en torla esa extensión, su voz conservc la misma las cuerdas vocales, que se pretendía lograr mediante movimientos
dc cx-
Podríamos citar muchos cantantes que, dotados o dotadas dc la laringe en contra de la naturaleza involuntaria de los músculos
alguna rara oca
tensiones inverosímiles (tres octavas y aún más en tiro-aritenoideos, hacía abandonar el procedirniento, y se cantaba
sión) convierten ese privilegio en clemérito con un notorio cambir¡ cn la región aguda en "falsete", es decir, en formasemejante alos
cse defccto sc
de timbre entre sus ,Égittroi agudo y grave , v a veccs "armónicos" de los insrrumentos de cuerd a a al registró agudo de
subraya con un "hueá" ,o.,i, et' tl óuat dos o trcs notas
centrrll(^s I.s clc aliento, o sea no aprovechando er sonido frrid"*.nirl, sino
,on ,án débiles que llegan a ser inexistentcs.'llalcs v,ccs, cxct'.tirr sus rcsonancias armónicas, favorecidas por determinada posición
nales afortunadamente, sólo son utilizables en obras cscritas
trsPt
,lc los resonadores vocales. Se hablaba así de ,,voz d,e p..ho', ilu
dc utl tnrz"
cialmente para ellas, ya que ia construcción habitual ('()rrcctamcnte impostada) y de ,,voz de cabeza, o de
rcJta,, (el fal-
otra l)ilrl(''
musical Lrsa constantemente el ccntro de la voz' /' por s.tc'); y, para ligar los dos timbres que inevitablemente se producían
212 Manual para Educar la Ú'oz Hablada y Cantada CRISTIAN CABALLERO 213
(la vibración del falsete es claramente distinta cn su forma qutr ll propagado errorcs basados en una tradición mal entendida. Losvic-
vibración de la voz auténtica) se buscal,a la manera, en las "not¿s ios maestros italianos, para explicar gráficamente a sus alumnos la
-l'odo scnsación provocada por la resonancia de los agudos, hablaban de
de paso", de disimular el defecto. csto fue válido (si acaso lo
"colocar lavoz en la máscara", o sea en la región naso-frontal, y en
fue alguna vez, y no un defecto cu1"a solución no se había encon-
el caso de los graves "mandarlos al pecho". Ilstas explicaciones,
tra«Jo), hasta que, hace ya más de un siglo, cantantes dotados de
que nunca trataron de ser trasunto de la realidad, han sido toma-
privilegiada uir, y sobre todo de sentido artístico considerable, *'haga
das a veces al pie de la letra, aconsejándose al alumno que
demosiraron que es posible alcanzar las regioncs agudas y aún las
resonar la voz en su frente" o "en su pecho", como si pudiera fun-
sobreagudas con la voz correctamente impostada. El gran intérpre-
cionar como resonador una cavidad totalmente llena por el cerebro,
te de Verdi, Enrico Tamberlick, parece haber sido el pirmer tenor
las meninges, etc. Ciertamente, las notas graves provocan vibración
que alcanzó, con enorme entusiasmo de los públicos, el do6 con
en la fosa clavicular del pecho, y los huesos nasales y frontal perci-
"voz de. pecho", haciendo famosa la denominación "do de pecho"
ben la vibración de los agudos, pero eso es consecuencia, no causa,
que a veces se supone, erradamente, que es una entonación cspe-
del sonido, y "man<Jar lavoz al peclio o alacabeza" no es sinouna
cial, y no, como en realidad es, la emisión natural llevada casi a sus
manera familiar dc halilar, Je cxplicar las sensaciones que sc perci-
límites. Desde entonces, el falsete en el agudo quedó relegado, y cl
ben, nunca una realidad obje til,a. Lo que sí cs real, es que la boca,
canto, en todos los registros, utilizó lavoz impostada para ser vcr-
dadero canto. En el caso de las voces femcninas y especialmente cle único resonador con suficientc flexibilidad para ser aprovechado,
los sopranos ligeros, la elirninación clel faisete no ha sido tan radi- debe favorecer las divcrsas frecuencias de vibración. Es sabido que
a mayor frecuencia corresponde un menor "largo de onda"; de esta
cal, el timbre transparente de la voz sopranii es muy semejante ai
de un falsete bien manejado y el cambio de timbre es menos noto- sencilla verdad sc desprende que el resonador boca, abierto en toda
rio; y como es mucho más fácil alcanzar regiones agudas "false- su amplitud, favoreccrá mejor los graves que los agudos, y que al
teando", todavía subsiste alguna escuela en la cual se enseña como reducirse en la proporción dcbida, ap<¡vará la menor longitud de
virtud ese defecto. Pero fuera de esos casos, afortunadamente cada onda dc los agudos, facilitando su producción, es, por lo tanto,
vez menos frecuentes, el "paso delavoz" ha dejado de tener vigcn-
crrónea la teoría de c¡ue sc clebe abrir lo más posible la boca para
ata.car los agudos; tal cosa provoca sólamente lz "voz abierta" o
cia, ya que ia voz, o mejor dicho, la impostación de ella, no "p*r",
sino "continí)a" a lo largo de la extensión.
"sguaiata", como dicen los italianos, que es próxima pariente del
falsete. A este reducir el resonador para mejor emisión del agudo,
cs lo que en otras escuelas se llama "cubrir" lavoz, con otra figura
Proscrita lateoría en cuestión, es necesario buscar la mancra de
solucionar la dificultad, muy real, de la emisión de los agudos, si
tle lcnguaje que también rcsulta peligrosa, pues es fácil confundir
para que el timbre de la voz no varíe, la impostación debe conti-
"cubrir" con "cerrar", lo cual es perjudicial. Ese "cubrir" trata de
cxpresar, sólamente, la reducción de la boca considerada como
nuar idéntica en cuanto a libertad de la laringe, en cambio debe
rcsonaclor, es decir, disminución de sus dimensiones interiores
tratarse de favorecer la frecuencia de vibración, que como sabcmos
rlricntras sc eleva cl paladar blando, sin que ello provoque un estre-
es más rápida cuanto mayor es la agudez del sonido, con un correc-
clranricnto de los labios que, además de obstaculizar la, proyección
to uso de los resonadores. Pero también a este respecto se han
CRISTIÁN CABALI-ERO 215
214 Manual para Educar la Voz Hablada y Cantada
segunda: Aunque la deficiencia popurarmente conocida con el nación de cada sonido. cuídese mucho en este ejercicio de mantcner
nombre de "mal oído" al alumno dentro de su tessitura central, determinada en la forma
-dificultad mayor o menor, o total incapa- que abajo se señala, para no agregar a los problemas de entonación
cidad de reconocer o reproducir vocalmente, o ambas cosas, el
tono que se prerende- por regla general desvía de la música y es_ difi.rttrA., de emisibn. Si con estos ejercicios se logra una buelra
tar-
pecialmente del canto_a quienes la padecen, no falta sin embargo afinación, podemos considerar resuelto el problerna;-Pero más
de, cuando se llegue a los ejercicios de extensión de lavoz' deberá
quien, dotado de una bella sonoridad de voz, quiere llegar a domi-
narla musicalmente. I-os ejercicios que a continuación se-enumeran prestarse gran atenci6n ala afinación, cuidándola muy especial-
pueden ser importantes, ya que determinarán las posibilidades de mentc a.rrt do el salto interválico sea mayor de una tercera'
que el defecto sea superado.
Mucho rnás difícil de solucionar es el caso de que' percibido
correctamente el tono, resulte imposible para el alumno reprodu-
los casos aparentemente más serios, el estudiante ni siquiera
distinguc si dos tonos sucesivos que sc lc propongan c<;rrsriiuy., cirlo fielmente: en muchos casos é1 mismo se da cuenta de que la
un movimiento ascendente o descendente; .,sto puede deberse a los nota que canta no es la que se le pide; el problema generalmente es
de solución ardua, pues tiene su origen en una defectuosa trasmi-
defectos de audición o de fonación que señalarémos después, pero
sión nerviosa de la orclen del oído a las cuerdas vocales;sin embar-
también, con cierta frecuencia, a desco,ocimiento o falia de com-
go, cuanclo cl interés del alumno es extremado, conviene insistir en
prensión de la nomenclarura tradicional de la músic a. para averi-
iás eje rci«:ios clc cntonación que, probablemente con mucha lentitud'
guarlo, habrá que comenzar, antes de intentar ningún ejercicio de
canto propiamente dicho, por "educar" el oído mediante repeti- quizás obtcnr-lrán óxito logiárldor. la reeduccién de 1a trasmisión
nerviosa inconscicnte ; pcro nunca se pase a ejercicios de vocaliza-
dos ejemplos de entonación, comenzan<io por dos notas sucesivas
ción propiamentc tlichc¡s mientras la afinación no esté asegurada,
con amplio intervalo, sea ascendente o descendente, hasta que el
prr", io único que sc lrgraría sería afirmar los defectos que se deben
movimiento sea inequívocamente reconocido; a continu¿ción sc irá
lli*irr., compromcticnclo Ia totaiidad del estudio'
estrechando el intervalo para crear claranlcnte el concepto de ,,su-
bir" o "bajar". Asegurad, cse primcr paso, sc propo,drá. ejemplos Si el alumno no sólo produce tonos distintos de los que se lt:
de tres not¿s, producidas prirnerarncnte en el mismo senticl,, y más piden, sino que ni siquiera se percata de ello aún cuando se llamc
tardc "angularmente" o sea que si el primer intervalo propucsto iu atención iobre el ., evidente, si el problema persiste tr,s
".ro.,
fue ascendcnte, el segundo será desccndente, o vicerrersa, hasta quc algunos ejercicios, que más vale abandonar la Partida pues.cl defcc-
no haya ningún error de aprcciación. Durantc estos c-jcrcicios, el tcr'orgánico no sólo está en la tras,isión de la orden, sinr'¡ en la
alumno no debe cantar ni tratar de hacerlo, sinn sól;rmentc oír e perceición auditiva misma, la cual por experiencia hemos llcgaclo
identificar e--l ntovinlie nto tonal. a consi«lerar insalvable: el intento de enseñar a cantar a una pcrso-
na afecrada por tal defecto equivaldría a enseñar a pintar a ur.l
220 Manual para Educar la Voz Hablada y Cantada 221
CRISTIÁN CABALLERO
Ampliemos después el ámbito a una cuarta: Es importante obtener con firmeza los objetivos de este prime r
grupo, ya que son Io fundamental del canto, y constituyen, por
otra parte, el cimiento firme de una buena línea de canto.
SEGUNDO GRUPO:
ejercicio que, evidentemente, sólo se podrá practicar por arrora Estos ejercicios inician ei cultivo de la extensión de la voz. Sin
en
tres alturas, ya que la última nota de la tercera de ellai alcanzará perder las cualidades logradas con el dominio del grupo anterior,
el extenderemos el ámbito de la vocalización hasta una octava entre
ámbito míximo señalado para esre grupo de ejercicios.
sus dos extremos tonales. Partamos del ejercicio # 6, con sus va-
Ypor último alcancemos en un soro ejercicio riantcs #s 7 y 8, cjecutándolos en distintas alturas siempre traspor-
er ámbito «re quinta, tadas por scmitonos, cuidando de no "golpear" la nota más aguda
dc cacl¿ cjcrcicio, la cual debe ser emitida con la mism¿ facilidad
c1r"rc las dcmas, pucs ninguna de las notas entonadas debe ser pre-
ponderantc por su timbrc ni por su volumen. La velocidad de la
Dentro de ese ámbito de quinta, variemos er ejercicio vocalización debc scr modcrada: ni alargar demasiado cada nota, ni
entrenan- apresurarla sin mcdida: aún no estamos trabajando la agilidad, que
do los grados disjuntos,
r,endrá después, cuando la ¿finación y la emisión de la voz estén
tot¿lmente aseguradas.
TI'RCER GRUPO.
::b¡
..j üü ü;'.Tfi:l l3l?fl:;l; t::ffi[:,:,ffi1x*
sobre "i".
tono más abaio. Flabrá, pr.r, Á ,tl, que comcnzar los e jerci- l,,stc' grrrpo dc cjcrcicios requierc mayor cuid¿dt¡ y perfección
cios en tonalitrades ""r,rr,
.ar^g."u.r, ;;;r"n";;. a ros límites scñal¿tlos. aún rlut'lr¡s anttrior(s: no sc apresure el paso al siguiente, mientra,s
cl límitc rkrl ii.mlritc¡ vocal propucsto en éste no haya sido domina-
do a Ia pcrfección.
(]UARTO GRUPO.
,,, elte ejercicio, la no.ta que ilebe cuitiarse
__,
pnmera del segundo compás, cs¡rccia'rrc,tc es la Asegurados los registros grave, central, y centro agudo, emprcn-
t, ,lttir* J.l ,nr..i,r. clebc se r rrarad¿ damos la árdua labor de dominar el agudo. si ciertamente cxisr(.rl
como un¿ prepración de.ra
nota imporrantr', sin crescLri,-rar, voces en las cuales este registro resulte el más fácil, no son, inclrrrlu-
bargo, su correcra afinación. sin cm-
L" gcneral tlt.l eje rcicio, sin blemente, la regla general; la conquista del agudo bien coloca<l«r y
ágil ""1;ii;d
ser exagerada, debe
que t.r, anrcriores, y las hgadu_ bello es el problema fundamental de la mayoría de los estuclianrt's.
11má1
ejecutadas. "n ot
lul,lr_.u*.nte
dc lmp,srar perfectamente la
co,i.,o J, i¿.ii r.*r., cstanros rrrrrr.lo No se desespere, pues, el alumno, con la lentitud del progrcso.
repti-, a. ia nota iniciai. -rratcmos Ahora bien, hay dos clases de desesperaciones, ambas negirtivrrs: l;r
ahor¿ dc alcanzar con pcrfecciór:;;;iéndola,la
oqava, del que abandona la partida creyéndola imposible, y lapeor aún «k.l
230 Manual para Educar la Voz Hablada y Cantada CRISTTAN CABALLERO 23j
que, para quirarse de p,robiemas, ejecura
cl agudo de cualquier Estos últimos eje rcicios, evidentelnente, sólo podrán ejeclttarsr
de salga voluminorn, sin que'impo.,. *,i.f,o f,
i,"_1i1.:"nni.,1la caridad
atrnación .que rn una o dos tonalidades, salvo por la voces definidamente ligeras,
del sonido: sc rrara i¿lo ,i. soryrcndcr
auditorio, aunque el resultado semeje al cuya extensión, como sabemos, es norrnalmente mayor; rliierrtríls
más un g.i,;
musical. ;;J';;, ,or, tal vez ias voces graves masculinas (bajo, y sobre toclo sub-llajo)
difícilmente lograrán ejecutarlas aún en una sola tessittira.
Para acceder al registro agudo, utilícense,
caclavezen afinación Conviene insistir en que un agudo no sólo por scrlo cs ya ntcli'
mas alta, los ejercicioi 10, t iy
12. Trárese, con parsimonia ylenti-
tud, de.completar las dos o.,'-r, de torio, sino que tiene que poseer todas las cualidades de cualquier
extensión a partir del límite otra nota de la voz' belleza y homogeneidad de timbre , irnpostt-
grave descubierto con los ejercicios
finales d"l:;gr;J;'r*ro. ción correcta, afinación perf'ecta, elasticidad de volumcn, ctc.
repasemos la hornogeneidarl c1e timbre, me-
l,:*t:.:t:^objetivo, que pasen por todos los registros.
Respecto de la afinación, es muy frecuente el defecto, y l-rabrá quc
:,:::.^:::T"'i'^]::rlirrcion.e¡
comencemos por una exrensión prevenirlo cuidadosamente, de " calar" o sea no alcanzar la frecuen-
á. o:;;r.;,ri;; ,.;;;, cia debida en las notas agmdas. La causa de ello es evidentemeni-r
fisiológica: las cuerdas vocales no logran fácilmente grandes ten:;io-
nes; pero ello no cs una cxcusa para el defecto, sino quesólo redun-
Y luego, octava más .¡uinta da en un mayor trabajo y rnás tesonero estudio. Menos frccur:ntc:
es el caso contrario, en el cuai el cantante desafina subiendr-¡,.1c
tono, "crcsccndo" scgún la nomenclatura italiana, pero también sc
prrscntir. Un f inr¡ clíclo, tlcbidamente entrenado, ayudará mucho a.
prcvcnir ¿nrbr¡s tro¡riczos.
Para eventualmente, y sólo cuando
e
s€ trnga asegurado el re;is_
tro agudo, intentar la doble ocrzv2: QLrrN',rO GR.UPO.