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Pero para el barrio que lo veía desde sus puertas y veredas corriendo por ahí el
era “Fleco” . Algo tenía que ver que había heredado las características
dotes de peluquería con Mingo. Aunque todo se volvía más notable porque a
suelo y por poco casi lo hizo… Siiiiiii! Todos estallaron de emoción . Quien
Pero sin duda lo que más admiraban sus compañeros y técnicos era su espíritu
peleador y su visión de juego. Un pase o una recepción de Fleco cerca del área
padre Don Pedro. Hombre … y poco tolerante con las aventuras de Mingo y
comida, el descanso, las tareas del hogar y el negocio. Como siempre ahí
sabés lo que pienso de esto. Todos comieron en silencio pero nadie podía
digerir el momento…
voz de Doña Silvia diciendo: “Pedro, déjalo al Mingo que juegue. Esto es
“Ya se que es importante pero es el hijo mayor, que ejemplo será para sus
Pero Pedro… Cómo no va a ser un ejemplo para sus hermanos… si todos los
pedirle a Dios que le permitiera jugar le pedía también ser como su ídolo:
Arsenio Erico.
Mientras volvía por el mismo camino se le ocurrió desviar para pasar por el
estadio del club… donde empezaban ese día los entrenamientos para el
entender pidiéndole permiso al mismo tiempo para venir más tarde a mirar el
entrenamiento…
embrome así.
si es cierto… y su padre le dijo… “Vos vas a ser más grande que Erico” … pero
Mingo volvió a sentir que despegaba del suelo y le pareció por momentos ver
para casi asfixiarlo con los abrazos… de la emoción apenas pudo comer unas
cucharadas de la comida que Doña Silvia con una sonrisa a flor de piel le había
iba a ser titular y en la dorsal luciría el número 11… Y en el día del partido no
frecuencia cardíaca…
El partido arrancó!!!
ganando todos estos años y esa tarde parecía que así iba a ser… pero fue
entonces que luego de una picardía … Fleco roba la pelota como un ladrón de
entrenamientos… y saca con esa zurda que parecía ser una sola con todo su
hacer… para que el número 9… uno que años más tarde usaría su cabeza
para gobernar esa ciudad… usara en ese momento para dar el testazo… que
salieron por esos bafles… La hinchada estuvo a punto de caer de las gradas
espectadores… porque esa tarde la entrada era gratis para los clorindenses…
goleador… Quedaba el último tramo del partido y los formoseños fruncían todo
hasta el seño… no iban a permitir que les cambien la historia… pero la historia
ya estaba cambiando…
lateral… Fleco miró pero no había nadie a quien pasar la pelota…solo vio al
“corré… corré…” y era lo mejor que sabía hacer y ahí todos se iban a enterar…
atrás… muy atrás… a los jugadores formoseños que solo veían el número 11…
como la matricula del coche que no pudieron alcanzar… que y parecía que ni la
sombra del propio Fleco iba a hacerlo… el arquero salió a “achicar” pero a
Fleco anotó el segundo y definitivo gol del partido… que finalizaba instantes
esta vez Mingo estaba por los aires… llevado en andas por sus compañeros…
antes de ser llevado por el público en las calles y recorrer las calles de la