Está en la página 1de 16

EL ABORDAJE DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR DE GÉNERO EN LAS

FUERZAS ARMADAS ARGENTINAS: EL CASO DEL EQUIPO


INTERDISCIPLINARIO DE ATENCIÓN DE PUERTO BELGRANO

Marilina Montiel1
Natalia Escoffier2

Resumo: La Ley 26.485, “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”,
representa un hito en materia de legislación con perspectiva de género en la Argentina, dado
que consolida la concepción pública de la violencia de género, desprendida de la noción
tradicional que entendía que lo que sucedía en el hogar escapaba al alcance del Estado. En su
artículo 11vo profundiza sobre la implementación de políticas públicas y delimita qué
responsabilidad le cabe a cada organismo. En el inciso 7mo de este artículo, se detalla cuáles
son las tareas que debe llevar a cabo el Ministerio de Defensa, a cargo de operacionalizar la
conducción civil de las Fuerzas Armadas. Analizaremos el abordaje de la erradicación de
violencias, que se realiza desde la Dirección de Políticas de Género del Ministerio de
Defensa. El mismo no se agota en la contención o asesoramiento, sino que de acuerdo con las
distintas resoluciones ministeriales dictadas desde el año 2007, interviene en diferentes
situaciones de violencia intrafamiliar de género cuando las mismas involucran al personal
militar. El presente trabajo se centrará en la experiencia del Equipo Interdisciplinario de
Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar de la Armada Argentina sito en Puerto
Belgrano, Provincia de Buenos Aires.

Palabras-clave: Violencia Intrafamiliar; Género; Fuerzas Armadas; Política Pública

El contexto de implementación de políticas de género en el seno de las Fuerzas Armadas


Argentinas
Tuvieron que pasar siglos para llegar a contar con normativa que contemplara
cabalmente la posición estructural e históricamente desventajosa de las mujeres. Durante este
tiempo hubo distintos clivajes o momentos de ruptura, como por ejemplo la Declaración de
los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía. Escrita a finales del siglo XVIII por Olympe de
Gouges, se trató de un intento por repensar la incompleta universalidad esbozada dos años
antes en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano. En ese documento, de
Gouges denunciaba cómo la Revolución Francesa y sus proclamas lejos estaban de alcanzar a
la ciudadanía en su conjunto, empezando por destacar que el concepto de “hombre” no aludía

1 Prof. UBA- UNTREF.


2 Lic. UBA- FLACSO.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
a la humanidad de los seres en tanto tales, sino a la particularidad de un grupo concreto, el
masculino.
Dos siglos más tarde, la Constitución Nacional argentina incorporó como mandato en
el artículo 37 que “la igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a
cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los
partidos políticos y en el régimen electoral”. No obstante, y más allá de lo normado en la
Carta Magna, no fue sino hasta 1991 que se tomó la primera medida de acción afirmativa que
impactó indudablemente sobre la conquista de espacios públicos de toma de decisión para las
mujeres: la Ley de Cupo Femenino (24.012).
Pero, como bien señala Olaviaga (2012: 2), “para que una minoría llegue a ser una
‘masa crítica’, es necesario, además, un cambio cualitativo en las estructuras de poder”. De
este modo, el alcance de medidas de acción afirmativa como pueden ser las leyes de cupo,
garantizan inmediatamente un aumento cuantitativo de participación pero no la paridad, ni
tampoco el abandono de los estereotipos o el derribamiento de los obstáculos menos palpables
que deben enfrentar las mujeres hasta la actualidad. Así como tampoco el ocupar espacios de
toma de decisión, como pueden ser los escaños públicos, resulta una condición suficiente en
materia de la transversalización de la perspectiva de género, si bien es un paso estrictamente
necesario.
Con el objeto de continuar ejemplificando este sinuoso camino recorrido, no podemos
dejar de mencionar las conferencias internacionales organizadas por Naciones Unidas, que
fueron el puntapié inicial para el surgimiento en latinoamérica de instituciones destinadas a
formular políticas de igualdad de género y estudios específicos sobre la temática con
presupuesto destinado a tal efecto. Asimismo, muchos de estos instrumentos internacionales
pasaron luego a contar con jerarquía constitucional en este país.
Un antecedente sustantivo lo constituye la Plataforma de Acción aprobada por la
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995. Allí se determinó
que los efectos de los conflictos armados sobre la mujer constituían una esfera de especial
preocupación que requería la atención de los gobiernos y la comunidad internacional,
señalando como imperioso el promover la participación equitativa de la mujer en la resolución
de los conflictos.
Otro precedente internacional con impacto nacional ha sido la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer –conocida
como Convención de Belém do Pará-, de 1994. Este documento fue aprobado por el Estado
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
argentino mediante la Ley 24.632, e impulsaba y comprometía a los Estados firmantes a llevar
a cabo políticas activas para erradicar la violencia contra las mujeres.
Ya en 2009, la Ley 26.485, “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales”, representó un hito en materia de legislación con perspectiva de género en la
Argentina, al consolidar la concepción pública de la violencia de género, desprendida de la
noción histórica que entendía que lo que sucedía en el hogar escapaba del alcance del Estado.
En su artículo 11vo esta ley profundiza sobre la implementación de políticas públicas,
demarcando las responsabilidades de cada organismo. A su vez, el Decreto reglamentario de
la Ley 26.485 (1011/2010), enfatiza el antecedente signado por distintas mujeres que
alcanzaron cargos gubernamentales de máxima jerarquía, citando como ejemplo que
instituciones tradicional e históricamente masculinas, como el Ministerio de Defensa o el
Banco Central, hayan sido conducidas por mujeres en el último tiempo. Sin embargo, esta
norma también expresa con preocupación
Que, sin embargo, persisten las inequidades basadas en un sistema jerárquico de
relaciones sociales, políticas y económicas que, desde roles estereotipados de
género y con la excusa de la diferencia biológica, fija las características de la
masculinidad como parámetro de las concepciones humanas y así institucionaliza la
desigualdad en perjuicio de las mujeres.
En el plano específico de la defensa, ubicamos como punto de quiebre el año 2006,
dado que constituye el momento en el cual embrionariamente se comenzaron a abordar
cuestiones de género. No obstante, bien vale destacar como relevante lo sucedido en el año
2009, momento de creación de la Dirección de Políticas de Género del Ministerio de Defensa.
Esta nueva área, dependiente de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho
Internacional Humanitario, pasó a ser la instancia ministerial encargada de operacionalizar las
políticas de Estado en materia de género en el ámbito específico de la defensa, articulando
con las tres Fuerzas Armadas y el Estado Mayor Conjunto.
Al respecto, es preciso señalar que si bien en la Argentina las mujeres accedieron a las
instituciones militares formalmente en la década del 80, primero como cuerpo profesional y
en la suboficialidad y, años después, a partir de la década del 90 y hasta comienzos de los
2000 como cuerpo comando; fue en particular desde el año 2006 que comenzó a cobrar un rol
preponderante el desarrollo de políticas públicas con perspectiva de género para el sector.
En primer lugar fue necesario trabajar sobre las normas internas que debían ser
modificadas o derogadas por ser taxativamente discriminatorias. Por otro lado, se avanzó en el
diseño de nuevas políticas públicas tendientes a satisfacer las demandas identificadas por los
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
estudios de diagnóstico realizados. En este caso se registró la necesidad de adoptar medidas
concretas para poner en pie de igualdad a las mujeres, las cuales por diversas razones, entre
ellas su tardía incorporación, se encontraban en condiciones de desigualdad con respecto a sus
camaradas varones.
De este modo, entendemos con Laura Masson (2015: 34) que “las políticas de género
en el ámbito de la defensa en la Argentina se iniciaron en manifiesta articulación con sentidos
y saberes vinculados con los derechos de las mujeres y la perspectiva de género previamente
construidos, que las dotaron de inteligibilidad y legitimidad”. Sin embargo, el proceso de
incorporación de las mujeres no estuvo exento de debates y discusiones que buscaban
despuntar el ovillo respecto a qué cuestiones implicaría el ingreso de mujeres a este tipo de
instituciones verticalistas, patriarcales y tradicionalmente masculinas.
En este sentido, no puede dejar de destacarse como piedra angular del trabajo en la
materia, el rol asumido desde el año 2007 por un órgano clave; el Consejo de Políticas de
Género del Ministerio de Defensa. Este consejo está integrado por mujeres militares de las
tres fuerzas armadas, oficiales y suboficiales, representantes de la sociedad civil, de la
academia y de distintos organismos de Estado, lo cual garantiza la pluralidad de ideas y
visiones sobre cada tema que se trata. Es un órgano de asesoramiento a la conducción política
ministerial de tipo horizontal y de producción colectiva, cuyo objetivo también ha sido
asegurar que se escuche la voz de las mujeres militares dejando de lado todo en cuanto se
pueda la jerarquía o el cargo que las mismas ocupan.
Este espacio ha debatido y diseñado iniciativas para garantizar el acceso igualitario a
la carrera militar por parte de varones y mujeres, así como también políticas vinculadas con la
permanencia y ascenso profesional. Entonces, si bien la Dirección de Políticas de Género tuvo
como mandato prioritario trabajar para garantizar la incorporación en igualdad de las mujeres
a la carrera militar, se trabajó en un sentido amplio, sin asimilar las cuestiones de género
únicamente a las mujeres. Coincidiendo con la postura de Marcela Lagarde, quienes toman
esta postura “aíslan el concepto de su cuerpo teórico y lo despojan de su dimensión filosófica
y de su capacidad analítica y explicativa, la fragmentan y, finalmente, la convierten en un
término que hace referencia a las mujeres” (Lagarde, 1996: 22). Así, por ejemplo, la
Dirección también trabaja la temática de nuevas masculinidades, intentando interpelar a
varones a luchar por la igualdad y el alejamiento de estereotipos, en la búsqueda por construir
nuevos modelos de liderazgo despojados de la tradicional visión patriarcal tan anclada en los
ámbitos castrenses.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
La Dirección también tiene como uno de sus ejes de trabajo la corresponsabilidad de
cuidado. Ejemplo de ello son las reformas normativas realizadas para ampliar la licencia por
paternidad o la atención que se brinda en casos de vulneración de derechos de varones a los
cuales la superioridad les deniega días de licencia para hacerse cargo de sus hijos/as menores.
En este sentido, como se mencionaba anteriormente y más allá de las cuestiones
destacadas en el párrafo precedente, la raison d'être principal de la Dirección es trabajar una
serie de agendas que incluyen género y Operaciones de Mantenimiento de la Paz; salud sexual
y reproductiva; diversidad; jardines maternales y paternidad responsable; la coordinación del
Consejo de Políticas de Género y trabajar el abordaje de la erradicación de violencias, tanto
en el ámbito laboral como intrafamiliar. Precisamente este último tema es el que nos convoca
en el próximo apartado y sobre el cual se propone indagar este trabajo.
El abordaje de la Violencia Intrafamiliar en las FFAA
En su cuarto artículo, la Ley 26.485 define a la violencia contra las mujeres como
[…] toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto
en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de
poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan
comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera
violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción
omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer
en desventaja con respecto al varón.
Se consolida así entonces la concepción pública de la violencia de género
desprendida ya de todo vestigio de la noción que entendía que lo que sucedía al interior
de cuatro paredes era de índole privada. Desde la perspectiva clásica -que se trasladó de
forma irreflexiva al abordaje de la violencia intrafamiliar- “las tareas del Estado se
desarrollan en la esfera de lo público, mientras que la sociedad civil, estructurada a través
de la familia, pertenece al ámbito de lo privado, en el cual la igualdad no existe, el poder
no se otorga mediante un contrato y donde el Estado no puede regular ningún atropello de
un miembro de la familia sobre otro. Por estos motivos, la esfera de lo privado, al
permanecer asociada a la instancia pre política fue despolitizada, permaneciendo así en el
terreno de lo indiscutido” (Bedin, 2013: 131).
Afortunadamente con otra mirada, la legislación vigente en Argentina pudo
profundizar sobre la complejidad que adquiere la violencia contra las mujeres, detallando
expresamente cuáles son los distintos tipos y modalidades que la misma es susceptible de
asumir. Para el primer caso, la norma establece que los tipos de violencia que una mujer
puede sufrir por su mera condición, son: violencia física, violencia psicológica, violencia

Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
sexual, violencia económica y patrimonial y violencia simbólica. Respecto de las
modalidades en las cuales estos tipos de violencia pueden ocurrir, se establece la
modalidad doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y
mediática. Pero, como destacamos en el primer apartado, la norma no se queda en lo
declamativo, sino que va de lleno sobre la implementación de políticas públicas. En el
inciso séptimo del artículo 11vo, se detalla claramente cuáles son las tareas sobre las que
debe trabajar el Ministerio de Defensa, como Cartera de Estado encargada de
transversalizar la perspectiva de género desde su ámbito de competencia específica.
El abordaje de la erradicación de violencias, que constituye entonces uno de los
principales ejes de la Dirección de Políticas de Género del Ministerio de Defensa, no se agota
en la contención o asesoramiento sino que, de acuerdo con las distintas resoluciones
ministeriales dictadas desde hace más de una década a esta parte, interviene de distintas
maneras en casos de violencia intrafamiliar de género cuando los mismos involucran personal
militar.
En este sentido, y con el objeto de referenciar la aplicación de las iniciativas de
política pública es que el presente trabajo toma como base la experiencia del Equipo
Interdisciplinario de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar de la Armada Argentina
sito en Puerto Belgrano, Provincia de Buenos Aires.
En primer lugar, cabe destacar que fue en el marco del Plan de Trabajo conjunto para
promover una política integral para la detección, atención y registro de los casos de violencia
intrafamiliar que se conformaron más de una decena de equipos de atención
interdisciplinarios en los hospitales u otras instalaciones de las Fuerzas, como los Estados
Mayores Generales; con el objeto de brindar atención de la problemática y, sobre todo, para
responder al compromiso asumido por la Argentina en la materia.
Para dimensionar sólo parcialmente la gravedad que tiene esta problemática y lo
transversal de la misma, podemos mencionar que en el primer Relatório Nacional Brasileiro
para la CEDAW de 2002, se aseveró que, en todo el mundo, de cada cinco días que una mujer
faltaba al trabajo, uno de ellos era a consecuencia de la violencia sufrida en el hogar. “En
América Latina y en el Caribe, la violencia doméstica incide sobre 25% a 50% de las mujeres
y compromete el 14,6% del Producto Bruto Interno” (Segato, 2010:110).
El trabajo realizado entonces por la conducción civil de la defensa, más allá de la
atención de los casos y el diseño de políticas públicas específicas, radica en la colaboración
con los procesos judiciales que se encuentran en curso, haciendo la derivación responsable a
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
los distintos equipos interdisciplinarios y a los organismos de Estado competentes, así como
también supervisando procesos de actuaciones disciplinarias cuando el presunto hecho
cometido constituya una falta disciplinaria tipificada en el Código de Disciplina de las
Fuerzas Armadas (Ley 26.394).
A modo de ejemplo puede citarse lo normado en el año 2010, momento a partir del
cual se comenzó a garantizar que si existe personal militar denunciado por violencia
intrafamiliar y un/a juez/a dicta la exclusión del hogar de esa persona, en caso que el núcleo
familiar resida en una vivienda militar, las víctimas civiles conservan la casa mientras dure la
orden judicial o hasta un plazo de un año, sin importar que esa vivienda haya sido asignada
exclusivamente por su tarea al integrante militar.
Previamente se mencionó la importancia que ha tenido el Consejo de Políticas de
Género para poder transversalizar dicha perspectiva en las instituciones militares. Con el paso
de los años, la agenda de trabajo del Consejo fue poblándose cada vez más de casos que las
integrantes necesitaban debatir y sobre los cuales era imperioso trabajar, vinculados
fuertemente a violencia intrafamiliar. De este modo, las dos o tres horas que sesionaba el
Consejo resultaban cada vez más escasas porque la contingencia de estas situaciones de
extrema gravedad volvía necesario pensar un nuevo espacio. Fue así como en el año 2015 se
apreció fundamental disponer la creación de una Comisión de Coordinación de Equipos
Interdisciplinarios de Atención a los casos de Violencia Intrafamiliar (VIF) en las Fuerzas
Armadas. Esta comisión no solo comenzó a funcionar como un lugar para que los/as
profesionales civiles y militares de los Equipos de VIF compartieran sus experiencias o
discutieran en ateneo sus preocupaciones en torno a los casos recibidos, sino que también se
empezó a trabajar con una agenda pautada mes a mes, en el marco de la cual se incluyen
actividades de capacitación y se debaten nuevas ideas de política pública, en consonancia con
la concepción de los organismos internacionales de derechos humanos que “consideran la
violencia doméstica como un problema de salud pública mundial de primer orden” (Maria del
Carmen Fernández, 2001 en Segato, 2010:108).
Desde nuestra mirada interdisciplinaria de la antropología y la ciencia política con
fuerte anclaje en temas de políticas públicas y género, consideramos importante plantearnos
una serie de interrogantes que profundizaran y combinaran nuestro trabajo en la Dirección de
Políticas de Género del Ministerio de Defensa con el desarrollo más vinculado al mundo
académico.
Por otra parte, la elección del equipo de Puerto Belgrano como objeto de estudio de
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
este artículo, lejos está de haber sido azarosa. Estimamos que se trata de un lugar particular,
que condensa en un espacio geográficamente pequeño muchas de las características
principales que definen la cultura militar: desde nuestra perspectiva, en esta base se sintetizan
modos de interacción cotidianos y estructuras que reflejan cabalmente la organización
castrense.
Asimismo, llamó nuestra atención que, en palabras del propio entrevistado, Puerto
Belgrano fuera conocida como “la ciudad habitación”. Este concepto alude a la multiplicidad
de residentes provenientes de distintas latitudes del país que suelen estar allí “de paso”, todo
lo cual hace que se trate de un lugar geográfico complejo e interesante para ser tomado como
eje de trabajo.
A su vez, la trayectoria del entrevistado elegido es paradójica. Jorge es un trabajador
social de amplia experiencia, es decir, un profesional portador de una profesión distante de
aquellas asociadas al ser militar clásico, incluso dentro de la rama profesional3.
Otra de las razones que nos llevó a focalizarnos en la perspectiva de Jorge, es la
particular conjunción de su ser varón, militar y trabajador social. Nuestro entrevistado
proviene además del mundo castrense desde su familia de origen. En este sentido, decidió
forjar su carrera en el marco de una estructura sumamente rígida y verticalista, con el objeto
de, justamente, erosionar y desarmar estereotipos anclados históricamente; institucionalizando
con su labor los lineamientos de política pública en razón de equidad de género adoptados por
el Estado argentino.
Más allá del apoyo conseguido dentro de la fuerza que integra, Jorge logró consolidar
un equipo desde lo local y construir una relación dialógica entre el mundo civil y militar, con
el objetivo de erradicar la violencia contra las mujeres.
El caso de Puerto Belgrano. Una aproximación etnográfica
Puerto Belgrano es una de las bases navales de la Armada más grande dentro del
territorio nacional, ubicada junto a la ciudad de Punta Alta, ambas en el partido de Coronel de
Marina Leonardo Rosales, y a 24 km de la ciudad de Bahía Blanca, situada en el sur de la
provincia de Buenos Aires.
En la base viven actualmente sesenta y seis mil habitantes, todos ellos vinculados de
manera directa o indirecta a la Armada. Su fisonomía y funcionamiento puede ser retratado

3
Dentro la oficialidad, nos encontramos con militares de cuerpo comando y militares profesionales. Estos
últimos, suelen ser mayormente abogados/as, médicos/as, contadores/as públicos, bioquímicos/as,
odontólogos/as, ingenieros/as, veterinarios/as o enfermeros/as. En menor medida podemos encontrar
psicólogos/as y otras profesiones como trabajo social.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
como el de una ciudad en sí misma: hay establecimientos educativos, desde un jardín maternal
hasta el nivel inicial y secundario inclusive; un teatro, una iglesia y una comisaría. También
funciona una escuela para suboficiales. La ciudad, además cuenta con un Hospital Naval que
lleva el nombre de la base, en donde trabaja el equipo interdisciplinario de violencia
intrafamiliar, coordinado por un oficial de la Armada, licenciado en trabajo social.
En una entrevista concedida en la Ciudad de Buenos Aires, luego de terminar su
jornada de cursada en una especialización de violencia familiar, Jorge4 nos cuenta el
desarrollo del trabajo que lleva adelante el equipo que él conduce.
En una cafetería de la ciudad porteña, nos relata la experiencia que encabeza hace diez
años en el Hospital Naval de la base de Puerto Belgrano. Jorge conoce la institución castrense
desde pequeño, su padre fue militar y él decidió también seguir la carrera para ser oficial en la
Armada. Vive en la ciudad de Punta Alta junto a su mujer e hija.
Si bien por nuestro trabajo hemos viajado en otras ocasiones a Puerto Belgrano, en
esta oportunidad nos resultaba complicado trasladarnos a dicho lugar para realizar la
entrevista. De todas formas, teniendo en cuenta lo planteado por Rosana Gúber en relación
con el contexto de la entrevista, nos pareció más pertinente que fuese en un lugar lejano del
cual el entrevistado desarrolla su actividades. Cabe señalar que, tanto en la base naval como
en la ciudad de Punta Alta, en palabras de Jorge “todo el mundo se conoce”. Es por ello que
evaluamos más pertinente y cómodo para el entrevistado llevar a cabo el encuentro en la
Ciudad de Buenos Aires.
Es sábado y son las cuatro y media de la tarde de un día lluvioso, la cafetería está
repleta de personas que buscan cobijarse del frío y el agua. El bullicio no impide que Jorge se
compenetre y converse más de una hora y media con nosotras. Nos cuenta que el equipo que
él coordina está compuesto por cuatro psicólogas y un psicólogo civil, un psicólogo y una
psicóloga militar. A su vez hay, incluyéndolo a él, dos trabajadores sociales, un abogado, un
médico pediatra y una médica psiquiatra. Atienden un promedio de cuatrocientos casos al año.
Jorge destaca que, debido a su profesión, él tiene la visión del trabajo en red5 y que por ello,
desde hace varios años trabajan de forma articulada con otras instituciones estatales que
abordan la problemática en la Ciudad de Punta Alta. Esto lo realizan desde la intervención
policial o del juzgado hasta con diferentes organizaciones de la sociedad civil. Este trabajo en

4
Para preservar la confidencialidad, el nombre de nuestro informante ha sido modificado.
5
Este concepto de trabajo en red, funciona como una categoría nativa de nuestro entrevistado y por este motivo
el destacado en itálica es de las autoras.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
red, desde su perspectiva, permite visibilizar la problemática debido a las acciones que se
vienen desarrollando desde todas las instituciones, como por ejemplo charlas, talleres,
seminarios para profesionales y para la comunidad en general. Esa idea de trabajo en red que
notamos que emergió en muchas oportunidades a lo largo de la entrevista, la analizamos como
un concepto sensibilizador, es decir, como “un significado que surge naturalmente entre la
gente que estudiamos” (Berg, 1995: 24). Asimismo, en palabras de Blumer (1954), estas
conceptualizaciones le brindan a quien investiga un marco de referencia para saber hacia
dónde observar y a qué cuestiones prestar especial atención.
Para Jorge el trabajo en red es fundamental, de hecho, también es coordinador de una
de las mesas locales de promoción contra la violencia que funciona en Punta Alta. Menciona
que varias autoridades de la base y del lugar mostraron preocupación porque esta última
figura en los registros como una de las localidades con mayor índice de casos de violencia en
la Provincia de Buenos Aires. En este sentido, comenta, “a diferencia de lo que es Punta Alta
de Buenos Aires, que en Punta Alta llega una copia de esa denuncia, y también le llega una
copia, no es una copia, es un oficio desde la comisaría a los destinos de que sea persona fue
denunciada; en cambio acá, en Buenos Aires, al ser tan grande, las policías toman esa
denuncia y falta esa articulación de que la comisaría mande a algún lugar de la Armada o de
Ejército o Fuerza Aérea. Entonces qué pasa, hay un mayor registro en Puerto Belgrano y tal
vez un subregistro en esta zona o en otras zonas.” Para Jorge este flujo de la información se
debe al trabajo integral y articulado que vienen desarrollando de forma conjunta, por ejemplo,
la implementación de un protocolo común o el haber logrado conseguir botones antipánico.
La mesa local y el trabajo en red, representan para él la posibilidad de conseguir más y
mejores recursos para el abordaje de la problemática.
En reiteradas oportunidades Jorge menciona que está muy atento a las necesidades de
su equipo y hace hincapié en la importancia de no sobreexigir en la atenciones que realizan.
Nos comenta que trabajan un promedio de cuatro horas diarias y que, por lo general, las
atenciones las llevan a cabo en equipos de a dos. En su rol de coordinador les solicita que no
atiendan más de tres pacientes por día para que no se sobrecarguen. Menciona también que
hay casos muy duros, como los de abuso sexual infantil, y que en varias ocasiones luego de la
atención a ciertas víctimas ha dado días libres, porque percibe el agotamiento y la angustia
generada en los/as profesionales que brindaron la atención.
La percepción de su propio rol le resulta más complicada “tengo la libertad de
trabajar como profesional pero la obligación de trabajar como militar; ¿qué pasa? tengo que
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
ser constantemente el nexo entre lo que es la parte profesional, no solo mía sino de todo el
equipo, y aggiornar a lo que es la parte militar”. Menciona que debe estar permanentemente
atento hasta dónde debe intervenir el equipo y cuándo debe intervenir la institución, por
ejemplo, con las sanciones disciplinarias6.
En relación con el compromiso de la institución en el abordaje de la temática, Jorge
menciona varias aristas. Por un lado, marca como punto de inflexión el año 2007 - 2008,
momento en el cual desde el Ministerio de Defensa se comenzó a trabajar fuertemente en una
política de género integral; se crearon las oficinas de género en las tres fuerzas armadas, se
reformó y adecuó normativa respecto a generar políticas de equidad entre hombres y mujeres
de las fuerzas. Jorge comenta que durante el año 2008 venía a Buenos Aires a reuniones
mensuales de las que participaban integrantes de las tres fuerzas y el Ministerio para adaptar
el proyecto de atención que tenían en la Armada, a las otras dos fuerzas. En este sentido,
Jorge pondera el creciente compromiso tanto del ministerio como de la institución militar en
la temática a lo largo de estos diez años. Por otro lado, para él, el hecho que dentro de la
Armada permanezca en agenda la temática hace que, tanto sus superiores como el personal de
los diferentes destinos, soliciten asesoramiento y capacitaciones para las guarniciones que
tienen a cargo. De hecho, para Jorge, el mito de considerar la violencia intrafamiliar como una
cuestión privada está prácticamente derribado. En este sentido, parte de la tarea que lleva
adelante el equipo es alertar a los superiores sobre situaciones de violencia, remarcando la
importancia del pase por junta de reconocimientos médicos a los denunciados por violencia
intrafamiliar, de acuerdo a las disposiciones vigentes de la Armada7.
Por momentos, el entrevistado detiene el relato para tomar café y hacer una pausa
sobre lo andado. Las preguntas sirven de guía pero es una conversación distendida8. De todas
formas y, en consonancia con lo planteado por Gúber, nos limitamos a interrumpir lo mínimo
necesario, sólo para hacer del encuentro un espacio ameno y que el entrevistado no sienta una
especie de mutismo de nuestra parte .
Uno de los tópicos que resultan reiterados por el coordinador del equipo
interdisciplinario de atención de violencia, es la falta de un reaseguro económico para las

6
Desde el año 2009 el personal militar se rige por el Código de Disciplina normado en la Ley Nacional N°
26.394.
7
Cabe destacar que a partir del año 2014, la Armada dispuso un documento interno a partir del cual se establece
que todo personal de esa Fuerza que sea denunciado en la justicia por hechos de Violencia Intrafamiliar será
sometido a una junta de reconocimientos médicos ah hoc para determinar su aptitud psicofísica para el servicio.
8
Si bien la entrevista ha sido grabada, con su consentimiento, somos conscientes que en todos los casos esta
situación puede llegar a condicionar determinadas respuestas.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
víctimas que denuncian, que en su mayoría son mujeres. Jorge menciona que la falta de
refugios en la ciudad de Punta Alta es una de las falencias principales a la hora de asistir en
los casos que llegan al equipo. En este sentido, cuenta que en su momento había presentado
una iniciativa para poder utilizar algunas de las viviendas de la base que se encontraban
desocupadas y otorgárselas a las víctimas de violencia más vulnerables. Pero, debido a un
accidente ocurrido a un niño con un medidor de luz en una vivienda de esa institución,
finalmente le denegaron el proyecto por la responsabilidad legal que conllevaría destinar un
espacio a tal efecto.
Jorge aclara que si bien se encuentra vigente la resolución ministerial que le otorga por
el plazo de un año la vivienda militar a la familia cuando la justicia dictamina la exclusión del
hogar del presunto victimario castrense, hay muchas mujeres que no están encuadradas dentro
de esta situación o no cuentan con medidas cautelares como la mencionada y no tienen a
dónde ir o cómo pagar un alquiler si abandonan su casa. Considera que es una traba
importante del trabajo de atención de los equipos para lograr avanzar en el acompañamiento y
fortalecimiento de las víctimas: “Hoy por hoy la única ayuda es a través de la plata y, hoy por
hoy, la plata no está.”
En contraposición, considera que una de las fortalezas del equipo que él conduce son
las charlas de prevención, el trabajo en red y la calidad de las personas que atienden. Son
características que rescata como potenciales para profundizar la tarea. En este sentido,
considera fundamental para optimizar la atención que todos los integrantes del equipo hayan
ingresado con al menos cinco años de experiencia en el abordaje de la problemática, habiendo
trabajado en servicios locales. Jorge enfatiza, que una sus tareas como coordinador es que los
profesionales se sientan cómodos para desarrollar sus tareas.
Otro punto que valora como fortaleza es que en el seguimiento de los casos la
institución haya hecho responsables a cada uno de los jefes, para que el denunciado a su cargo
concurra al centro de atención. Jorge comenta que “son los mismos jefes los que deben
certificar la concurrencia a nuestro centro, entonces te llaman los jefes para saber si fueron o
no o para saber cuándo es el próximo turno, les están marcando el paso y eso es bueno.” En
varias oportunidades de la charla destaca que la institución, además de desandar prejuicios en
relación con el género y la violencia, ha ido involucrando de forma creciente a los jefes y
superiores para que se acerquen al equipo y puedan evacuar dudas y asesorarse de cómo
proceder cuando tienen personal a cargo denunciado.
Estamos por terminar la entrevista, Jorge debe tomar el colectivo que lo llevará a su
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
casa de regreso, y le consultamos por los desafíos que cree que todavía se encuentran
pendientes. Piensa un momento antes de responder y nos comenta que para él la falta de
tiempo muchas veces hace que no puedan avanzar como equipo en cuestiones que le parecen
importantes. Ejemplo de ello es lo vinculado a capacitaciones y charlas en los distintos barrios
de la base. Si bien el equipo capacita en las escuelas y en los diferentes destinos, no tienen el
suficiente tiempo por fuera de las atenciones de poder acercarse a los barrios.
Por otro lado, considera muy importante contar con un espacio para que la totalidad
del equipo pueda debatir sobre los casos que llevan, como una especie de ateneo, que muchas
veces, por falta de tiempo, no lo pueden realizar. Esta instancia le parece sumamente
necesaria debido a dos razones que nos enumera. En primer lugar, sostiene que una vez que el
profesional termina su carrera de grado, continúa especializándose dentro de la misma área de
conocimiento, y que esto es muy importante, pero que a la hora de brindar una atención
integral, es clave tener un conocimiento del resto de profesiones que intervienen. Jorge nos
menciona que durante estos diez años en el equipo fue aggiornándose en diferentes
disciplinas, realizó varios posgrados en abogacía y también en psicología, para poder tener
una visión más integral de la problemática. En este sentido, le parece muy importante generar
espacios de discusión que cristalicen la riqueza de cada una de las disciplinas en los casos que
atienden. En segundo lugar, y en relación con los profesionales y el abordaje cotidiano,
considera necesarios estos momentos de debate porque, por más trayectoria que tenga, ningún
profesional vive por fuera de la realidad. Por eso, tener tiempo para hacer un análisis de esos
casos que pueden generar desconcierto y/o angustia en el/la profesional, es muy importante
para él. Como ya se ha mencionado en varias oportunidades, Jorge hace hincapié en la
importancia de cuidar al equipo y de estar permanentemente observando cómo se encuentran
o si ese día deben dejar de atender porque están muy movilizados.
Asimismo, nos comenta que otra de sus tareas como coordinador es estar
permanentemente “bajando, poner los pies en la tierra”. Entonces, muchas veces se plantean
abordajes que no son sostenibles en el tiempo o que son a largo plazo, por ejemplo cuando
ocurre que la víctima que atendieron debe volver a su casa esa misma noche. Jorge enfatiza:
“¿Qué pasa cuando la mujer se vaya a la casa? Entonces es el estar bajando constantemente
los pies sobre la tierra.”
Jorge mira el reloj, hablando de tiempo, él ya no tiene mucho y debe llegar a Retiro.
De todas formas, no quiere irse sin decirnos que el hecho que el abordaje de las políticas de
género desde el Ministerio hacia las Fuerzas se haya sostenido en el tiempo le redobló las
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
energías para continuar en la tarea:
Luego del cambio de gobierno siguieron trabajando personas de la gestión anterior
y eso es bueno. Es como que lo vimos muy productivo, como que seguía el apoyo y
bueno, eso nos pareció muy interesante, (...) y ayudó muchísimo a que dentro de la
institución se haga, ósea, se avale más el decir ´bueno che´ este es el camino a
seguir, tenemos que enfilarnos todos en erradicar la violencia, entonces eso nos
ayudó muchísimo.
Nos despedimos de nuestro entrevistado y ambas creemos que ha sido un buen
encuentro y que tenemos mucho material para analizar, ya que, en palabras de Gúber, “la
entrevista es, pues, una herramienta de recolección de información, pero, como otras
técnicas antropológicas y como el trabajo de campo, también una instancia de producción de
datos” (2001:163).
A modo de reflexión final
El presente artículo constituye un acercamiento inicial a los modos de intervención
estatales en materia de políticas públicas de violencia intrafamiliar y género en el seno de las
FFAA.
En este sentido, luego de hacer un breve recorrido del proceso atravesado por la
conducción civil de la defensa en la institucionalización de los compromisos internacionales
asumidos al respecto, nos pareció interesante aproximarnos al tema en primera persona,
dándole voz a uno de los referentes que integran y han sido piedra fundante de la
consolidación de la cuestión en este ámbito.
Así, nos valimos del método etnográfico para intentar desarrollar, en un tiempo y
espacio acotados, una descripción lo más densa9 posible del objeto de estudio y el contexto. Si
bien existe un trabajo articulado y compartido con el entrevistado que data de varios años
atrás, en la entrevista concedida logramos un clima de confianza o rapport10, fundamental
para ahondar sobre la percepción subjetiva de su historia de vida.
La idea del trabajo en red y la tensión entre el deber ser militar y la intervención
profesional, emergen como categorías muy valiosas que nos convocan a realizar un análisis
más profundo del tema. Asimismo, observamos la propia figura de Jorge como mediador y
articulador entre “ambos mundos”.
El abordaje interdisciplinario de las políticas públicas resulta indudablemente
necesario para comprender integralmente una problemática como la violencia en razón de

9
Geertz, 1983.
10
“El rapport sería, pues, un estado ideal de relación entre el investigador y los informantes, basado en un
contexto de relación favorable, fundado en la confianza y la cooperación mutua que viabiliza un flujo, también
ideal, de información (esto es, un material genuino, veraz, detallado, de primera mano)” (Gúber, 2004: 163).

Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
género. Este fenómeno de enorme complejidad y multicausalidad, requiere ser
transversalizado y nutrirse tanto del saber académico como del “hacer cotidiano”, reflejado en
este caso en la labor de Jorge.
Creemos que este artículo ha sido el puntapié para continuar indagando y
preguntándonos acerca de cómo profundizar en la diversidad de aristas que se abrieron a
partir de este encuentro, y confiamos poder hacer esto en un futuro cercano.

Bibliografía
BEDIN, Paula (2013) “Críticas y dilemas feministas sobre el universalismo androcéntrico de la
ciudadanía liberal clásica” en Revista Temas y Debates 26. Ano 17. Julio-Diciembre 2013. Rosario:
Universidad Nacional de Rosario.
BERG, Bruce (1995) “Qualitative research methods for the social science”. Boston: Allyn & Bacon.
Second Ed.
BLUMER, Herbert (1940) “The problem of the concept in social psychology. American Journal of
Sociology. 45.
CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA. [Disponible en:
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm]
CONVENCIÓN INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER (conocida como "CONVENCIÓN DE BELÉM DO
PARÁ". [Disponible en:
http://www.cnm.gov.ar/LegInternacional/ConvencionInteramericanaDeBelemDoPara.pdf].
DE GOUGES, Olympe (1789) Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana.
[Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=86912384014].
“EQUIDAD DE GÉNERO Y DEFENSA: UNA POLÍTICA EN MARCHA”. Tomos I-IX. Buenos
Aires: Ministerio de Defensa de la Nación.
GEERTZ, Clifford (1983) “Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura”. La
interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa.
GUBER, Rosana (2001) “La etnografía, método, campo y reflexividad”. Bogotá: Grupo Editorial
Norma.
GUBER, Rosana (2004) “El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social del trabajo
de campo” Buenos Aires: Paidós
Ley 26.485 de PROTECCIÓN INTEGRAL PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LOS ÁMBITOS EN QUE DESARROLLEN SUS
RELACIONES INTERPERSONALES y su Decreto Reglamentario 1.011/2010. [Disponible en:
http://www.cnm.gov.ar/LegNacional/Ley_26485_decreto_1011.pdf]
LAGARDE, Marcela (1996) “Género y feminismo: desarrollo humano y democracia”. Madrid: Horas
y horas.
Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X
MASSON, Laura (2015) “Saberes académicos, experiencias y militancias. Buenas prácticas en
políticas públicas con perspectiva de género” en Equidad y Defensa: una política en marcha IX.
Buenos Aires: Ministerio de Defensa, Presidencia de la Nación.
OLAVIAGA, Sofía. et al (2012) Detrás del número. Un estudio sobre las trayectorias políticas de
mujeres y varones en las legislaturas argentinas. Buenos Aires: Equipo Latinoamericano de Justicia y
Género.
SEGATO, Rita. (2010). “Las estructuras elementales de la violencia: ensayos sobre género entre la
antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos”. 2da ed. Buenos Aires: Prometeo.

Abstract: The No. 26.485 law, "Comprehensive Protection Act to Prevent, Punish and
Eradicate Violence against Women in Areas Where They Develop Their Relationships",
represents a milestone in legislation with gender perspective in Argentina, given that it
strengthens the public conception of gender violence. Therefore, we will analyze the approach
developed by the Directorate of Gender Policy of the Ministry of Defense in terms of the
eradication of gender violence. According to several ministerial documents and resolutions,
the Directorate of Gender Policy not only provides with advice or counseling, but also
assumes a significant role when gender violence situations involve military personnel. Then,
this paper will focus on the experience of the interdisciplinary team which is in charge of
victims of domestic violence within Argentina´s Navy, in Puerto Belgrano, Buenos Aires.

Keywords: Domestic Violence; Gender; Armed Forces; Public Policy

Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th Women’s Worlds Congress (Anais Eletrônicos),
Florianópolis, 2017, ISSN 2179-510X

También podría gustarte