Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Doctrina
Título: Algunas reflexiones sobre la Ley nacional N° 26.485 de "Protección Integral para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que desarrollan sus Relaciones
Interpersonales"
Autor: Orsino, Susana
País: Argentina
Publicación: Revista de Derecho Penal y Procesal Penal de la CABA - Número 6 - Diciembre 2017
Fecha: 12-12-2017 Cita: IJ-CDLXXXIV-343
Las estrategias de las mujeres y la inteligencia para consensuar muchos proyectos, desde
una perspectiva de derechos humanos, sin duda alguna fue un gran acierto; en ese
camino, el proceso de reglamentación de la Ley nacional 26485, un año después de su
dictado, fue una continuidad de esa estrategia y manera de abordar el proceso.
El entonces Consejo Nacional de las Mujeres (hoy Instituto Nacional de las Mujeres
[INAM]) constituyó una Comisión Interinstitucional con todos los Ministerios y
Organismos del Estado citados por la Ley, para discutir un anteproyecto de Decreto;
también, un Foro Virtual para la Sociedad Civil y una Comisión de Juristas y Notables
especialistas en género.
De tal modo, se lograron los acuerdos necesarios y una sensibilización en la temática por
todas las personas que participaron; nadie permaneció de la misma manera que cuando
se inició el proceso.
En síntesis, la Ley nacional 26485 comporta una legislación útil e indispensable, aunque
su contenido último diste del ideal desde la perspectiva de los derechos de las mujeres;
pese a todo, su progresiva aplicación transforma y desmonta estereotipos de género,
arroja luz sobre prácticas violentas naturalizadas y aceptadas por la sociedad, y modifica
criterios interpretativos judiciales que evolucionan hacia una jurisprudencia que recoge
la ley con perspectiva de género, para alcanzar soluciones más justas para las mujeres y
para la sociedad en su conjunto.
Según Alicia Ruiz: “…el discurso jurídico encubre, desplaza y distorsiona el lugar del
conflicto social, se instala como legitimador del poder al que disfraza y torna
neutral.”[4].
Esta definición es parte de la doctrina denominada Teoría Crítica del Derecho, que como
su nombre indica discute todos los elementos del derecho como ordenador social, así
como las normas jurídicas.
Para entender de qué se trata, Facio afirma que para apreciarse como una Teoría Crítica
del Derecho, las críticas generadas desde los feminismos al derecho tendrían que
apuntar, como objetivo, al esclarecimiento del rol que desempeña el derecho en el
mantenimiento del patriarcado[5].
Esta mirada develó cómo, a lo largo de la historia, existieron normas que discriminaban
abiertamente a la mujer, como el caso del adulterio, que en el Código Penal Argentino
hasta el año 1995 consideró que las mujeres cometían adulterio si engañaban a su
marido una sola vez, mientras que el hombre sólo cometía adulterio si incurría en
amancebamiento (una relación continuada).
Entonces, si se entiende que el derecho no es neutral, pues puede ser tanto una
herramienta de avance como de retroceso en la lucha por la igualdad de las mujeres, es
necesario someterlo siempre a la mirada crítica sobre las desigualdades de género en
todas las normas.
Así, puede preguntarse lo siguiente: ¿qué efectos tiene esta norma para las mujeres?, ¿es
igual el efecto de esta norma para varones que para mujeres?, ¿han sido las mujeres
explícitamente excluidas? Este método se denominó en la doctrina “la pregunta por la
mujer”[6].
Los principales instrumentos internacionales de los derechos humanos, esto es, tanto la
Declaración Universal de Derechos Humanos[7] como la Convención Americana de
Derechos Humanos[8], fueron consagrados desde una visión androcéntrica, pues no
individualizaron las violaciones específicas a derechos de las mujeres, y sostuvieron una
especie de neutralidad del género.
Los documentos de finales de los años 40 del siglo pasado identificaban al hombre como
parámetro de lo humano[9], con derechos que se ejercen principalmente en la esfera
pública; no permitía visibilizar las mayores vulneraciones de los derechos de mujeres
que se dan en el ámbito de lo privado, y se deben a las desigualdades de poder que
definen las relaciones de género.
Esta situación sólo se puso en agenda a nivel internacional a raíz de las diversas
conferencias mundiales que impulsaron los movimientos de mujeres en los años 70[10]
del siglo pasado; en efecto, en un primer estadio aparece la Declaración sobre la
Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, proclamada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en 1967, que fue el antecedente de la Convención sobre la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer[11] aprobada en
1979. En 1999 se firmó el Protocolo Facultativo; y con su adhesión se faculta al Comité
de CEDAW a que reciba comunicaciones de particulares u organizaciones de víctimas
sobre una violación de cualquiera de los derechos de la Convención[12].
Desde este contexto se promulgaron instrumentos de derechos humanos que hoy definen
estándares de derechos de validez universal, cuya aplicación y principios son de carácter
progresivo, sin lugar a retrocesos debido al reconocimiento explícito de la comunidad
internacional.
En otras instancias regionales, como el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se creó
la Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer (RMAAM), que desde 1998
incorporó las directrices para abordar la inclusión de la perspectiva de género y los
derechos de las mujeres en la región[19].
Cabe señalar que la Agenda Internacional fijada por Naciones Unidas está
definitivamente atravesada por la perspectiva de género y los derechos de las mujeres, a
partir del acuerdo entre países de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), que recogen los avances de los Objetivos del Milenio (ODM); allí se
incluye el Objetivo 5 de Igualdad de Género en forma específica, aunque en sus 17
objetivos la perspectiva de género también está incluida[20].
Es importante no perder de vista que todo este andamiaje institucional y jurídico
compromete a los Estados a promover la igualdad de género y a garantizar los derechos
de las mujeres en sus propios ordenamientos jurídicos, así como las políticas públicas
que los efectivicen.
“…toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.
Una Convención implica que los países que la ratifican adquieren la obligación de
cumplir con los estándares de derechos allí fijados; en nuestro caso, también incluye a
las provincias y jurisdicciones y a todos los poderes del Estado. Según qué sistema esté
involucrado (internacional o interamericano), los países pueden ser sujetos de condenas
internacionales.
Esto implica no sólo la obligación de no violar las disposiciones allí fijadas (desde los
organismos/funcionarios estatales) sino también la obligación de tomar medidas
positivas, es decir, medidas destinadas a la población en general para evitar sus
vulneraciones. Tanto el sistema internacional (ONU) como americano (OEA)
implementan procesos de revisiones, seguimiento y relatorías que evalúan éstas acciones
de los Estados-parte[21].
Así, la Recomendación General 19 del Comité CEDAW delimita que las definiciones de
discriminación incluyen la violencia basada en el género, que es la violencia que se
dirige a la mujer porque es una mujer o que afecta a las mujeres en forma
desproporcionada. Como consecuencia, esta evolución en materia de no discriminación,
violencia y derechos de las mujeres generó un desarrollo específico de las obligaciones
de los Estados en cuanto al respeto y garantía de estos derechos.
Por otro lado, la Recomendación General 33 del mismo Comité refiere a las
obligaciones de los Estados Parte para asegurar que las mujeres accedan a la justicia.
Estas obligaciones abarcan la protección de los derechos de la mujer contra toda forma
de discriminación, con el fin de empoderarlas como personas y como titulares de
derechos.
Los informes periódicos de la Argentina que se elevan al Comité de CEDAW, y las
Recomendaciones a nuestro país que se formulan, están disponibles en el portal del
Consejo Nacional de las Mujeres [actual INAM][25].
Esta Convención define la violencia contra la mujer en su artículo 1, del siguiente modo:
- derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la ampare
contra actos que violen sus derechos
“Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen
en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente” (el cuadro
que luce debajo me pertenece).
a) abstenerse de cualquier
acción o práctica de violencia
contra la mujer y velar porque las
Cumplimiento de los Deberes del
autoridades, sus funcionarios,
Estado
personal y agentes e instituciones
se comporten de conformidad con
esta obligación
c) incluir en su legislación
interna normas penales, civiles y
administrativas, así como las de
otra naturaleza que sean
Adaptación normativa interna necesarias para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer, y adoptar las
medidas administrativas
apropiadas que sean del caso
d) adoptar medidas
jurídicas para conminar al agresor
a abstenerse de hostigar,
intimidar, amenazar, dañar o
Protección y atención
poner en peligro la vida de la
mujer de cualquier forma que
atente contra su integridad o
perjudique su propiedad
e) tomar todas las medidas
apropiadas, incluyendo medidas
de tipo legislativo, para modificar
o abolir leyes y reglamentos
Remover practicas jurídicas vigentes, o para modificar
prácticas jurídicas o
consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la
violencia contra la mujer
f) establecer
procedimientos legales justos y
eficaces para la mujer que haya
sido sometida a violencia, que
Acceso a la Justicia
incluyan, entre otros, medidas de
protección, un juicio oportuno y
el acceso efectivo a tales
procedimientos
g) establecer los
mecanismos judiciales y
administrativos necesarios para
asegurar que la mujer objeto de
Reparación de la víctima
violencia efectivamente acceda a
resarcimiento, reparación del
daño u otros medios de
compensación justos y eficaces, y
Esta legislación, si bien fue un avance en ese momento hacia la visibilización y sanción
de la violencia ocurrida entre miembros de una familia, no reconocía el tipo de violencia
especifica que soportan las mujeres. De tal modo, resultó insuficiente, e inclusive
riesgosa, su aplicación, ya que al no definirse con claridad a las mujeres como víctimas
podría perjudicárselas con interpretaciones patriarcales[32].
Ahora bien, con la nueva normativa las leyes de violencia familiar provinciales no
pierden vigencia; sin embargo, sí se amplía la definición, en el ámbito provincial, al
contemplar los casos en que la violencia es ejercida por un concubino, novio o ex pareja
de la víctima. Y no es requisito la convivencia con el agresor.
El 11/03/2009 fue sancionada la Ley 26485 de Protección Integral a las Mujeres para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que
Desarrollen sus Relaciones Interpersonales[33]. Es el instrumento rector de las políticas
públicas para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, tanto en
sus relaciones interpersonales como en el ámbito público, tanto a nivel nacional,
provincial y local.
“Toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito
público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, su
libertad, su dignidad, su integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial
y su seguridad personal. Es importante destacar que quedan comprendidas las
perpetradas desde el Estado o por sus agentes” (artículo 4).
De las definiciones de ese documento, que están en concordancia con los marcos legales
internacionales, se deduce que:
Nuestra ley actual busca la erradicación de la violencia contra las mujeres y también de
las causas que la generan.
- Consagra y reivindica de manera especial el derecho de las mujeres a vivir una vida
libre de violencia y sin discriminaciones en todos los órdenes de la vida (artículo 2).
- En la misma ley 26485 se establece que sus disposiciones son de orden público[34] y
de aplicación en todo el territorio de la República Argentina, con excepción de las
disposiciones de carácter procesal del Capítulo II del Título III, porque la forma de
aplicación depende de cada jurisdicción (artículo 1). Las provincias tienen la opción de
adherir a la parte procedimental o dictar sus propios procedimientos. Las 24
jurisdicciones de Argentina han adherido a la norma. En el año 2010 se sancionó el
Decreto Reglamentario 1011/2010 a instancia de un proceso deliberativo coordinado por
el Consejo Nacional de las Mujeres [actual INAM].
- Define los lineamientos generales de un Plan de Acción que involucra a los tres
poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y que deberá aplicarse en todo el
país, en cada provincia, y en cada municipio.
- Otorga al entonces Consejo Nacional de las Mujeres (hoy, INAM) la potestad y
responsabilidad de, en tanto organismo rector, el diseño de las políticas públicas para
efectivizar las disposiciones de la ley. En primer lugar, debe elaborar, implementar y
monitorear un Plan de Acción Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de
la violencia contra las Mujeres (artículos 8 y 9)[35].
- Además, establece que se podrá realizar una denuncia en cualquier tribunal del país. El
juez que intervenga derivará luego la causa al fuero competente.
- No es una ley sancionatoria, es decir, que no crea nuevos tipos penales[36], sino que
define los principios y derechos exigibles para el desarrollo de políticas públicas para
combatir y erradicar la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos. No obstante,
en el Capítulo II de Procedimientos se establece las medidas Preventivas urgentes que
podrá tomar el/la Juez/a (artículo 26) y las sanciones frente a su incumplimiento
(artículo 32), siempre en el fuero civil[37].
- Esta nueva norma va más allá, porque contempla la violencia de género en sus diversas
formas: física, sexual, simbólica, y agrega la violencia económica y patrimonial y la
psicológica.
- Incluye la violencia que atenta contra la libertad reproductiva, que vulnere el derecho
de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el período
de tiempo entre un nacimiento y el próximo, entre otros derechos sexuales y derechos
reproductivos.
- Determina que no se podrán adoptar mecanismos de mediación y conciliación; parece
obvio que no es conveniente propiciar estas medidas en relaciones signadas por la
violencia de género, pero en la práctica es frecuente que los Juzgados de Familia, una
vez trabado el proceso por violencia, citen a las partes conjuntamente para realizar
pericias, audiencias, mediaciones o conciliaciones. Ahora, esta práctica es ilegal, y es
posible solicitar al/la juez/a que reciba a las partes por separado.
- Otra práctica habitual contraria a la ley se da cuando lxs abogadxs que tramitan el caso
aconsejan a la mujer a no realizar la denuncia, y proponen conciliación y posterior
divorcio de mutuo acuerdo; en otras ocasiones son las propias organizaciones civiles que
aconsejan a la mujer a transitar una conciliación privada, donde el varón violento se
compromete a cesar en su violencia.
- La ley también prevé la figura del/de la asistente protectorx, que en la práctica se trata
de un/una acompañante que ayuda a la mujer que atraviesa una situación de violencia en
la presentación judicial y en el reclamo de ayuda. Esta norma abre y garantiza el espacio
de contención para la mujer en situación de violencia, y fue muy útil en las Comisarias,
pues brindó seguridad al momento de la denuncia.
- Exige al Poder Judicial que se encargue de facilitar el acceso de las mujeres a los
tribunales. A las administraciones municipales y provinciales las obliga a ofrecer grupos
de autoayuda, patrocinio jurídico gratuito y asistencia psicológica, además de refugios
transitorios para que vivan las víctimas en casos de urgencia.
TIPOS MODALIDADES
Física Doméstica
Psicológica Laboral
Sexual Institucional
Económica y Patrimonial Obstétrica
Es importante resaltar que con la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación el
divorcio por mutuo acuerdo perdió sentido; ahora, para divorciarse es innecesario
describir las causas que moralmente imposibilitan la vida en común de la pareja, o el
motivo por el que están separados, ya que es por presentación individual, sin límite de
tiempo en el vínculo, amén que después surjan las cuestiones de acuerdos patrimoniales
y se incorpore la compensación económica bajo un parámetro de solidaridad familiar.
No existe culpabilidad por infidelidad y tampoco estarán obligados a asistir a terapia
para recuperar la relación[38].
● la adopción de medidas positivas para asegurar la exención de los costos del proceso,
y
En cuanto a los derechos de las mujeres como derechos humanos, no fueron una
concesión gratuita sino el fruto de las luchas de muchas mujeres que sostuvieron en el
tiempo las reivindicaciones de igualdad y equidad, sabiendo que cada piso o estándar de
derechos conquistado puede convertirse en un techo o en un retroceso ante los embates y
disciplinamientos de los modelos patriarcales que aún dan batalla. No perder de vista la
progresividad de los derechos de las mujeres es el compromiso.
Notas [arriba]
[1] Abogada Especialista en Género y Derechos Humanos. Asesora del Área
Internacional del Instituto Nacional de la Mujeres (INAM); anteriormente, integrante del
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto Secretaría de Derechos Humanos y Mujer.
Participación de los procesos de elaboración de leyes y decretos relacionados con
derechos de las mujeres, de la confección de los Informes Internacionales ante Naciones
Unidas de CEDAW y BELÉM DO PARÁ, y a nivel regional para CEPAL y
MERCOSUR. Capacitadora de la Diplomatura de Violencia de Género de INAM e
Instituto de Capacitación de la Administración Pública Nacional (INCAP).
[2] Cfr. https://www.c sjn.g ov. ar/om /femicid ios.htm l.
[3] Cfr. Facio, Alda, Hacia otra teoría crítica del derecho, en AAVV, Género y Derecho,
Santiago de Chile, La Morada, 1999, passim.
[4] Ruiz, Alicia E. C., Cuestiones acerca de Mujeres y Derecho, publicado en http://rio
m.j usbaire s.gob.ar/ sites/d efault/ files/riom _cues tion es_acerca_ de_muj eres_y_der
echo_a_ruiz. pdf.
[5] Cfr. Facio, Alda…op. citada, passim.
[6] Cfr. Bartlett, Katharine T., Métodos feministas en el Derecho. Aproximaciones
críticas a la jurisprudencia peruana, Lima, Palestra, 2011, passim.
[7] La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento
declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución
217 A (III) el 10/12/1948 en París; en sus 30 artículos recoge los derechos humanos
considerados básicos (http://ww w. un.or g/es/ docu ments/ udhr/).
[8] La Convención Americana de Derechos Humanos (también conocida como Pacto de
San José de Costa Rica) fue suscripta tras la Conferencia Especializada Interamericana
de Derechos Humanos el 22/11/1969 en la Ciudad de San José en Costa Rica, y entró en
vigencia el 18/07/1978. Es una de las bases del sistema interamericano de promoción y
protección de los derechos humanos.
[9] El hombre puesto como parámetro de lo humano fue el hombre blanco, heterosexual,
por lo general occidental, y de preferencia con recursos económicos. Es decir, ese
modelo de lo humano también dejó de lado al hombre negro, homosexual, pobre,
analfabeto, etc.
[10] La Organización de las Naciones Unidas [ONU] organizó cuatro conferencias
mundiales sobre la mujer, que se celebraron en Ciudad de México (1975), Copenhague
(1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995). A esta última siguió una serie de exámenes
quinquenales. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en
1995, marcó el punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género. La
Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189
países, constituye un programa en favor del empoderamiento de la mujer (http://www.u
nwo men. Org /es/h ow-we- work/ inte rgove rnment al-sup port /world –conf erence s-
on-w omen #stha sh.5ff 6a 4Vx.dpuf).
[11] En adelante CEDAW.
[12] Ver el Protocolo Facultativo en http://www. Ohchr .or g/Do cuments /HRB odies/
CEDAW /OP_CE DAW_ sp .pdf.
[13] El 25/06/1993 la Conferencia Mundial de Derechos Humanos dio nuevos pasos
históricos para promover y proteger los derechos de las mujeres, los niños y los pueblos
indígenas, pues se apoyó la creación de un nuevo mecanismo, es decir, del Relator
Especial sobre la violencia contra la mujer, que finalmente se designó en 1994. En esa
misma Conferencia se recomendó la proclamación por la Asamblea General de un
decenio internacional sobre los pueblos indígenas del mundo, que dio lugar a la
proclamación de dos decenios (1995-2004 y 2005-2014), y se planteó la ratificación
universal de la Convención sobre los Derechos del Niño para el año 1995; en la
actualidad sólo restan ratificarla Somalia y Estados Unidos de América.
[14] Sobre el alcance de los derechos de la mujer como Derechos Humanos cotejar al
Alto Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas: http://www. Ohchr
.org/Do umen ts/Pu blications /HR-PU B-14 -2_SP .pdf.
[15] La Comisión de Derechos Humanos, en su resolución 1994/45 adoptada el
04/03/1994, nombró un Relator Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y
consecuencias. Desde marzo de 2006 la Relatora Especial informa al Consejo de
Derechos Humanos, en base a su decisión 1/102. El mandato de la Relatora Especial se
renovó por última vez en 2013, con la Resolución 23/25 (http://ww w.ohchr. org/SP/Issu
es/SRWome n/ Pages/SR Wome nInd ex.a spx).
[16] Ver la Conferencia Internacional del Trabajo de 2008; los Convenios y
Recomendaciones de la OIT que se destacan sobre empoderamiento económico de las
mujeres son, en particular, el Convenio 189 sobre Trabajo Decente para Trabajadoras y
Trabajadores Domésticos, el Convenio 183, y los Convenios 100, 111, 156, 159 y las
Recomendaciones 191, 202 y 204 (http://w ww.ilo.org/ gender/ Abo utus/IL OandG
enderEq uality/la ng –es /in dex.htm).
[17] Cfr. http://www . un. org/ es/abo utun/str ucture /pdf/un- system –char t-col or-
sm.pdf.
[18] La Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) es el único foro político
hemisférico para derechos de las mujeres y la igualdad de género en las Américas (
http://w ww.o as.org /es/cim/ - CEPAL: Asuntos de Género tiene un papel activo en la
incorporación de la perspectiva de género en el ámbito del desarrollo regional de
América Latina y el Caribe y ttp://www.cepa l.o rg/e s/areas -de-t raba jo/as unt os-de-
gene ro).
[19] Cfr. Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer del Mercosur
(RMAAM) en http://www .mercos ur.int/ inno vapo rtal/v /7222/2/ innova .f ro nt/reunio
n-de-ministra s-y -altas-au toridad es-d e-la-muj er-rmaam.
[20] Cfr. Asamblea General de Naciones Unidas. Transformar nuestro mundo: la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, A/RES/70/1 del 21/10/2015 [http://ww
w.un.or g/sustain able devel opme nt/es /obje tivos -de-de sarro llo-sosteni ble/].
[21] Cfr. http://w ww .oa s.o rg/es /cidh /de cisione s/cas os.asp.
[22] Las ratificaciones de Convenciones Internacionales en Argentina se tratan en el
Congreso Nacional, y son aprobadas con media sanción de cada Cámara (Senadores/as y
Diputados/as).
[23] Esto significa que todos los artículos de la norma internacional o regional tienen el
mismo peso jurídico, en el sistema legal argentino, que los artículos de la Constitución
Nacional, motivo por el cual abre numerosos espacios y argumentos de lucha para las
mujeres.
[24] Cfr. Preámbulo de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas por Resolución
48/104 del 20/12/1993. Expresión retomada en la Plataforma de Acción de Beijing,
párrafo 118 (1995).
[25] Cfr. http://www.cn m.g ob.ar /ceda w.php.
[26] Ver Protocolo Facultativo en http://ww w.oh chr.org SP/P ro fessio nalInte rest/P
ages/OP C EDAW .aspx.
[27] Sobre el particular, contrastar el procedimiento en http://w ww .oh chr. org/ Doc
ume nts/Pub licat ions/F actSh eet 7R ev2_s p.pdf.
[28] Si se quiere, recurrir para su lectura a http://www. oas.org/juri dico/spanish/ trat
ados/a- 61.html.
[29] Cfr. Mecanismo de Seguimiento de la Convención interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer (MESECVI) en http://ww w.oas .org/
es/mes ecvi /nos otros .asp.
[30] Para ver los Informes Nacionales y Recomendaciones para Argentina, ingresar a
http://w ww.o as.o rg/es/ mes ec vi/i nfor mesn acio nales. asp.
[31] Consultar el texto legal en http://serv icios.in fole g.gob .ar/inf oleg Intern et/anex
os/9 0000 -94 99 9/9 3554 /norm a.htm.
[32] La Ley nacional 24417 rige en todos aquellos casos que no regula la Ley nacional
26485; a tal fin, ver el artículo 42 de esta última.
[33] Puede consultar el texto legal en http://w ww.cnm .gov.ar/legN ac/Ley _26485 _de
cre to_ 1011.pdf.
[34] Se dice que una ley es de orden público cuando por su contenido se ubica en una
jerarquía superior del ordenamiento jurídico y adquiere carácter de imperativa.
[35] Cotejar el Plan de Acción Nacional 2017-2019 en http://www.c nm.g ov.ar/ pn
acerrv iomuj .php.
[36] Los tipos penales son la descripción exacta de las conductas (por acción u omisión)
que se consideran delito y a los que se les asigna una sanción o pena.
[37] Se creó en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación la
Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de
Violencia de Género (CONSAVIG), con el objetivo de implementar en conjunto con
organismos nacionales, provinciales y municipales, y organizaciones sociales, las tareas
vinculadas con la elaboración de sanciones a la violencia de género establecidas por la
Ley 26485 (http://w ww .jus.go b .ar/ar eas-te maticas /violenc ia-de- gener o.aspx).
[38] De acuerdo con el artículo 435 y siguientes del nuevo Código Civil y Comercial de
la Nación el divorcio por presentación conjunta (bilateral) o por pedido de uno/a de
los/as cónyuges (unilateral) son nuevas figuras aceptadas. Se debe elaborar un plan y
presentarlo ante el/la juez, y proponer cómo se organizará la vida familiar desde
entonces: los gastos, la vivienda, los/as hijos/as, las deudas, etcétera. Y la otra persona
que integra la pareja podría enterarse de esa decisión al recibir la notificación judicial.