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Rol: 6293-2019
Ministro: Andrade Díaz, Rafael
Ministro: Kittsteiner Gentile, María Rosa
Redactor: Ruz L., Gonzalo
Abogado integrante: Ruz L., Gonzalo
Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago(CSAN)
Partes: Ministerio Público con Carlos Patricio Bravo Piña
Tipo Recurso: Recurso de Nulidad (Proceso Penal)
Tipo Resultado: Acogido
Fecha: 24/01/2020
Cita Online: CL/JUR/8656/2020
Hechos:
Ministerio Público interpone recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva, que absolvió al acusado
del cargo de ser autor de un delito de abuso sexual de menor de 14 acoge el recurso de nulidad deducido

Sumarios:
1 . El principio de razón suficiente lo que se expresa es la idea lógica de que ninguna enunciación puede ser
verdadera sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo. Si, entonces, puede explicarse
por otra razón igualmente lógica el mismo resultado, la conclusión es que el razonamiento puede estar revestido
de razones válidas, pero no suficientes para llegar sólo a esa conclusión y no razonablemente también a otra
(considerando 8° de la sentencia de la Corte de Apelaciones)En el caso de autos la cuestión que corresponde
analizar es si la razón esgrimida por el tribunal para sustentar su decisión de absolución, sustentado en la
insuficiencia de prueba para ubicar temporalmente los actos de connotación sexual, la dinámica de éstos y el
lugar en que habrían tenido lugar constituye una razón suficiente para concluir en absolver y no, en cambio,
para decidir condenar al acusado por los hechos investigados. En la especie, el fallo acepta en su Considerando
11° lo central de la acusación, esto es, que el acusado tuvo participación en los hechos descritos en la acusación,
situándolo en el lugar señalado por el ente persecutor, pero por no poder situar temporalmente con exactitud
esos hechos por presentar contradicciones las declaraciones de la víctima y de los testigos de cargo, así como en
los aspectos periféricos o accesorios de carácter espacial (los lugares específicos en que se producían los actos)
y de la dinámica de los juegos que precedían a éstos (si era jugando a las escondidas, haciéndole cosquillas o
tirándose cojines) y si el acusado tenía efectivamente acceso al dormitorio de Macarena, atendido lo expuesto
por los testigos de descargos, considera que no puede condenarlo por no resultar esta prueba suficiente para
formar convicción de estos aspectos accesorios. Sin embargo, esas razones no aparecen, en el análisis que hace
esta Corte, como razones suficientes para concluir que sólo cabía absolver al acusado y no decidir de otro modo,
puesto que la ausencia de estos elementos periféricos finalmente no resultaban determinantes, ni bastaban, ni
constituían razones suficientes para descartar la ocurrencia de los hechos de connotación sexual denunciados
por la víctima como sufridos desde sus 9 años de edad, ni la dinámica lúdica general que los precedían ni el
lugar en el cual se desarrollaban. Fluye así que el razonamiento del tribunal a quo a pesar de estar revestido de
razones válidas, estas no son sin embargo las suficientes para arribar como única conclusión a la absolución del
acusado, vulnerándose así en dicho razonamiento el principio de la lógica de razón suficiente, razón que llevará
a esta Corte a acoger el recurso de nulidad en esta parte (considerandos 9° y 10° de la sentencia de la Corte de
Apelaciones)
Texto Completo:
Santiago, veinticuatro de enero de dos mil veinte.
Vistos:
Doña Laura Camila Cruz Urbina, abogada, Fiscal Adjunto del Ministerio Público, Fiscalía Regional
Metropolitana Centro Norte, en causa RIT N° 246 2019, RUC N° 1600037252 1, interpone recurso de nulidad
en contra de la sentencia definitiva de 19 de noviembre de 2019, en virtud de la cual se absolvió al acusado
Carlos Patricio Bravo Piña de los cargos formulados por el Ministerio Público de ser autor de un delito de abuso
sexual de menor de 14 años, previsto y sancionado en el artículo 366 bis en relación 366 ter y 351 todos del
Código Penal, supuestamente cometido en días y horas indeterminados desde el año 2013 al 2015, en la comuna
de Cerro Navia.
El recurso se basó en una única causal, la del artículo 374 letra e), con relación al artículo 342 letra c) y
ambas normas con relación a su vez con lo preceptuado en el artículo 297, todas disposiciones del Código
Procesal Penal, reprochándosele a la sentencia que en su pronunciamiento omite una exposición clara, lógica y
completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieron por probados, fueren ellos favorables o
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desfavorables al acusado, denunciando, asimismo, una valoración de los medios de prueba en manifiesta
contradicción a los principios de la lógica, y a las máximas de la experiencia. Se pidió concretamente declarar la
nulidad de la audiencia de juicio oral y de la sentencia dictada en ella, determinando el estado en que debe
quedar el procedimiento, ordenando la remisión de los autos al tribunal no inhabilitado que correspondiere, para
que éste disponga la realización de un nuevo juicio.
Declarado admisible el recurso por esta Corte, mediante resolución de 13 de diciembre de 2019,
intervinieron y fueron oídos ante esta Corte, en la audiencia respectiva del 7 de enero del presente, el abogado
defensor y el Ministerio Público, fijándose la audiencia del día de hoy para la lectura del fallo. Considerando:
Primero: Que, esta Corte partirá señalando, como lo hace reiteradamente, que de conformidad a la causal de
nulidad invocada lo que corresponde determinar es si en la dictación de la sentencia se respetaron las normas
que regulan esta actividad, a saber si ella contiene una exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado y si se ha
realizado una valoración de los medios de pruebas que fundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con el
artículo 297 del Código Procesal Penal. Conforme a lo anterior, supone la causal, que en el proceso de
establecimiento de los hechos del juicio se demuestre que el sentenciador, en el contexto de su libertad de
apreciación de la prueba rendida, no explique lógica y racionalmente la relación que obtiene de tales elementos
de convicción para concluir en dar por acreditada la existencia del hecho punible y, en particular, la
participación que le cupo al acusado a fin de sustentar la decisión de condena; o, por el contrario, en dar por
acreditado que el hecho no existió o que ninguna participación le cupo al acusado, para sustentar la absolución
de éste. Segundo: Que, conforme a la sentencia, la decisión de absolver se vincula a la insuficiencia de la prueba
de cargo para acreditar todos los extremos fácticos de la acusación, particularmente por cuanto no se logró
establecer con cierto grado de certeza, por un lado, las fechas aproximadas en que los hechos descritos en la
acusación se habría producido; y, por otro lado, la dinámica de las acciones abusivas atribuidas al acusado,
atendido lo difuso de la información incorporada por los testigos de cargo.
Los hechos de la acusación fueron los siguiente: "Desde el año 2013 al año 2015, en días y horas no
determinados, en el domicilio ubicado en Pasaje Terceira N° 7574, en la comuna de Cerro Navia, el acusado
Carlos Patricio Bravo Piña, realizó en forma reiterada actos de relevancia y significación sexual, en contra de la
víctima de iniciales J.B.R.R., nacida el 14 de julio de 2004, de 9 años a la fecha de los hechos, consistentes en
tocar con sus manos la zona genital de la víctima, por encima y debajo de sus ropas, aprovechando que aquella
concurría a dicho domicilio a jugar con la hija del imputado, de la cual eran vecinos".
Tercero: Que el recurso, como se señaló, se basó, en una sola causal, pero sustentada en tres series de
reproches, por el primero denunciando manifiestas contradicciones en la sentencia; por el segundo, la infracción
a los principios de la lógica, particularmente el de razón suficiente; y, finalmente, por el tercero, la
contravención a las máximas de la experiencia. Cuarto: Que, el primer reproche se relaciona con la infracción
del principio de la no contradicción, en dos aspectos, por un lado, en lo que se refiere al valor que se da al relato
de la víctima de iniciales J.B.R.R. que quedaría de manifiesto de la lectura de los considerandos 9° y 7° de la
sentencia de autos; y, por otro lado, en la valoración que se hace de la prueba pericial rendida al efecto. La
primera contradicción que advierte el recurrente se produce al otorgar fiabilidad al relato de la ofendida en
cuanto al lugar donde habrían ocurrido los hechos y las circunstancias bajo las cuales ocurrió, pero restándole
credibilidad en cuanto al tiempo en que ocurrieron y a la dinámica de las conductas, aunque sostiene que el
hecho de estas supuestas inconsistencias no le resta credibilidad a su testimonio, ni tampoco importa sostener
que se trata de una denuncia en falso.
En efecto, por el considerando 7° al consignar los relatos de la menor, sostiene el fallo "(...) que iba a la casa
de una amiga de al frente Macarena, siempre jugaban ahí y estaba el tío de la Maca que se llama Patricio.
Siempre jugaban con él, siempre se metía a jugar con ellas, en esos juegos cuando la Maca no venía él la
empezaba a tocar, algunas veces ellos dos estaban solos porque la Maca iba al baño y ahí le empezaba a tocar la
vagina, y una cosa que no contó cuando vino a declarar, es que él también le chupaba la vagina. Que esto que
está contando pasó en la casa de la Macarena, tenía como 9 años por ahí, pero fecha no. Pasó hartas veces, no es
que las haya contado, pero fueron hartas veces."Por el Considerando 9° la sentencia consignó, respecto de este
relato, según expone el recurrente, que "(...) En la práctica, su relato presentó diferencias al momento de dar
cuenta de temporalidad de los hechos denunciados, tanto, al momento de realizar la develación, al entregar
información en la anamnesis al perito sexológico del Servicio Médico Legal, luego al momento de ser peritada
por la perito del CAVAS y, finalmente, al tiempo de presentarse en estrado.", agregando que "(...) Sin perjuicio
de lo expuesto, cabe señalar, que tal circunstancia no le resta credibilidad a su testimonio, ni tampoco importa
sostener que se trata de una denuncia en falso, pues en todo caso, el Tribunal no vislumbró en la joven alguna
actitud de rechazo al hacer referencia al acusado, ni al momento de aportar información general del mismo, ni al

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tiempo de relatar los hechos abusivos; circunstancia que también fue ratificada por los dichos de la perito
psicóloga María Fernanda Pérez Tejo, quien manifestó en estrado que la menor menciona elementos positivos
del acusado, cuando refiere que él es simpático. Animadversión que, atendida su calidad de víctima en el juicio,
habría resultado a lo menos esperable y justificada; sin embargo, tal emoción no se presentó, evidenciando con
ello la ausencia de un sentimiento que podría haber restado a la deponente objetividad sobre la base de una
manifiesta y comprensible animadversión, razones todas por las cuales estas sentenciadoras consideró que su
testimonio será utilizado en el análisis posterior del injusto."Quinto: Que, vale la pena señalar que, en términos
generales y simples, no hay una forma en que puede presentarse una contradicción sino varias, ya sea como un
atentado al buen sentido (paradoja), sea como un conflicto entre dos proposiciones igualmente demostrables
(antinomia), sea como un enfrentamiento de dos soluciones incompatibles la una con la otra (aporía), ya sea,
más generalmente aún, como la convivencia de dos proposiciones que se excluyen la una a la otra, es, en
síntesis, la oposición en términos absolutos de una afirmación a una negación. Ninguna contradicción en alguno
de estos términos puede configurarse del análisis de la sentencia de autos, en la forma como lo denuncia el
recurrente, ya que lo que se revela del razonamiento que se hace por el tribunal desde el párrafo 2° al 8° del
Considerando 11° del fallo, no es propiamente la oposición de dos conclusiones o proposiciones donde se
afirma una que luego se niega, sino más bien la incapacidad de tienen para el tribunal, en sí mismas, algunas de
estas conclusiones para excluir otras. Así, a diferencia de lo que sostiene el recurrente no hay contradicción
cuando se valida el relato de la víctima y los testigos de cargo para determinar, por ejemplo, el lugar donde
habrían ocurrido los hechos, pero no para fijar el tiempo en que ellos acaecieron. Sin restar verosimilitud al
relato de la víctima y los testigos, lo que el tribunal hace, sin contradecirse en sus conclusiones, es señalar que
son suficientes para lograr el convencimiento en un determinado orden de hechos, pero no en otros. Sexto: Que,
similar es la situación respecto a la segunda contradicción que denuncia el recurrente, la que se produciría al
momento de valorar la prueba pericial, en el mismo Considerando 9°, ofrecida por la acusadora, conformada por
las ilustraciones ofrecidas por Jorge Eduardo Ceballos Vergara, médico legista, y de la sicóloga del CAVAS,
María Fernanda Pérez Tejo, donde se elogia la calidad de la pericia, la coherencia de sus conclusiones y el rigor
técnico que ellas contienen, calificando a los peritos como informados y objetivos respecto de los antecedentes
que dieron cuenta, para luego, en el Considerando 11° al realizar un "análisis de las probanzas tenidas en cuenta
para establecer el presupuesto fáctico de la acusación fiscal y Motivos de Absolución, concluir que: "(...) Al
examinar los asertos de los peritos, también es posible advertir que la información que entregaron durante el
desarrollo de la audiencia de juicio es diversa a lo sostenido por la víctima. En efecto, Jorge Ceballos Vergara al
consultarle a la menor el motivo de su concurrencia al Servicio Médico Legal, ésta le refiere que desde hacía un
año, era la última vez que un conocido la tocaba en la vagina¿, pues bien, teniendo presente que esta diligencia
se efectúo el 11 de enero de 2016, tendríamos que concluir forzosamente que, la menor situó estas agresiones
entre el mes de enero de 2015 a enero de 2016. Por su parte, la perito psicóloga María Fernanda Pérez Tejo que
evaluó a Javiera, informó que la menor circunscribió tales eventos abusivos cuando tenía 10 u 11 años de edad,
que se trataron de hechos reiterados, indicándole como cinco¿, así las cosas, de acuerdo a lo expuesto, la menor
a esta profesional situó los hechos entre los años 2014 a 2015".
Como se advierte, no hay tampoco contradicciones entre estas dos conclusiones, precisamente por la
objetividad que le reconoce a los peritos y sus informes respecto de los antecedentes que dieron cuenta, al
reproducirlos, concluye que las diferencias temporales que ellos contienen generan dudas razonables acerca de
la época más o menos precisa en que los hechos denunciados se habrían producido, pero la primera de las
conclusiones no es contradictoria con la segunda. Séptimo: Que, el segundo argumento sobre el cual sustenta su
causal el Ministerio Público se relaciona con la infracción del principio de la lógica de la razón suficiente, el que
ubica en el considerando 9° del fallo, al referirse a la prueba testimonial de cargo del Ministerio Público,
referida a los dichos de Sussy Viviana Ruiz Mora y Sussy Vivian Ramírez Ruíz, madre y hermana
respectivamente de la víctima, señalando la sentencia que sus dichos fueron una narración clara y ordenada,
dieron razón suficiente de la forma en que tomaron conocimiento de todos estos antecedentes y, aun cuando se
trata de testigos de oídas que no lograron aportar del todo elementos que pudieran ser considerados relevantes
respecto de los hechos denunciados, las sentenciadoras igualmente las consideraron como testigos pertinentes
que aportaron antecedentes atingentes para el examen posterior del caso. Sin embargo, por el Considerando 11°
del fallo, expone el recurrente, se sostiene que: "(...) si bien, el mérito de los antecedentes de cargo y descargo
permitió colegir que la víctima coincidió en algunas oportunidades con el acusado en el domicilio ubicado en
Pasaje Terceira N° 7574 de la comuna de Cerro Navia; no es menos cierto, que no resultó posible establecer con
cierto grado de certeza, las fechas aproximadas en que los hechos descritos en la acusación habrían ocurrido; así
como la dinámica de las acciones abusivas atribuidas al acusado y que permitan otorgar algún carácter de acto
de significación sexual como lo exige el artículo 366 bis del Código Penal, atendido lo difuso de la información
incorporada por los testigos de cargo...", sin embargo, la sentencia reconoce que "(...) únicamente la testigo Pilar

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González Lozano, psicóloga de la Policía de Investigaciones, corroboró los dichos de la ofendida en relación a
este punto, pues al reproducir en estrado el relato que la menor le entregó al día siguiente de que se denunciaran
los hechos, Javiera le manifestó que estas agresiones habrían comenzado cuando tenía 9 años, es decir, pudieron
comenzar desde el día 14 de julio de 2013 al día 13 de julio de 2014", como si el hecho de que el testimonio
sólo fuere refrendado por una testigo le hiciere perder validez a lo declarado por la víctima.
Denuncia el Ministerio Público que la ausencia de una razón suficiente se refleja, también, en el mismo
Considerando 11° al analizar la prueba, al concluir que "(...) Pues bien, luego de realizar un cotejo y contraste
de la información proporcionada por cada uno de los testigos de cargo con el objeto de determinar la
temporalidad de los eventos abusivos, se advierten imprecisiones y equívocos entre los asertos de la víctima y
los demás testigos de cargo que por cierto, son testigos de oídas de la ofendida , sin embargo, el Tribunal
también tiene presente, que en general, en los casos de develaciones tardías no es posible exigirles a las víctimas
menores de edad que precisen con claridad las fechas de ocurrencia de los eventos denunciados; así, la estación
del año, la edad y el año que cursaban, es un antecedente que los menores pueden percibir y recordar y, en este
caso, parece bastante razonable que una menor de 11 años al momento en que devela los hechos pudiera
recordar. Pero en este caso, no debemos olvidar que el testimonio prestado en estrado por la menor en este
punto, sólo fue refrendado por una testigo de cargo, mientras que los restantes, nada dicen al respecto o
simplemente difieren de la fecha o época que estos eventos tuvieron lugar."Finalmente, igual falta de razón
suficiente denuncia al expresar por el Considerando 9° que "(...) Si bien, las testigos antes referidas son
familiares del enjuiciado, ofrecieron un relato que permitió contextualizar la dinámica familiar relativa a las
visitas que regularmente realizaba el acusado al domicilio de su ex esposa, el tiempo que habitualmente
permanecía en el domicilio y la circunstancia que pudo coincidir en dicho lugar con la ofendida. Asimismo,
permitió comprender en términos generales la dinámica familiar cuando el encartado concurría a dicho
inmueble", por el Considerando 11° concluye que "(...) Así las cosas, la prueba rendida por el Ministerio
Público resultó insuficiente para formar convicción en estas sentenciadoras que el acusado tenía efectivamente
acceso al dormitorio de Macarena atendido lo expuesto por los testigos de descargos; pero además, porque es de
conocimiento general, que dada la distribución de las casashabitaciones, comúnmente los dormitorios
corresponden a espacios privados de los inmuebles, no así, la cocina y living comedor que son más bien
espacios públicos y de más fácil acceso."Octavo: Que, como se ha dicho en numerosas ocasiones, por el
principio de razón suficiente lo que se expresa es la idea lógica de que ninguna enunciación puede ser verdadera
sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo. Si, entonces, puede explicarse por otra
razón igualmente lógica el mismo resultado, la conclusión es que el razonamiento puede estar revestido de
razones válidas, pero no suficientes para llegar sólo a esa conclusión y no razonablemente también a otra.
En el caso de autos la cuestión que corresponde analizar es si la razón esgrimida por el tribunal para
sustentar su decisión de absolución, sustentado en la insuficiencia de prueba para ubicar temporalmente los
actos de connotación sexual, la dinámica de éstos y el lugar en que habrían tenido lugar constituye una razón
suficiente para concluir en absolver y no, en cambio, para decidir condenar al acusado por los hechos
investigados. Noveno: Que, como quedó consignado en el Considerando 2° de esta sentencia, la acusación
atribuyó participación al acusado en el delito de abuso sexual de menor de 14 años, fijando temporalmente la
ocurrencia de los hechos "desde el año 2013 al año 2015, en días y horas no determinados", en un lugar preciso
"en el domicilio ubicado en Pasaje Terceira N° 7574, en la comuna de Cerro Navia", atribuyendo al acusado en
forma reiterada actos de relevancia y significación sexual, en contra de la víctima de iniciales J.B.R.R., nacida
el 14 de julio de 2004, de 9 años a la fecha de los hechos, detallando que ellos consistieron en "tocar con sus
manos la zona genital de la víctima, por encima y debajo de sus ropas, aprovechando que aquella concurría a
dicho domicilio a jugar con la hija del imputado, de la cual eran vecinos".
La sentencia por su parte, en el considerando 11° dio por establecido que "tales eventos abusivos tenían
lugar en el domicilio de su amiga Macarena, ubicado en pasaje Terceira N° 7574, de la comuna de Cerro
Navia..." (párrafo 7), específicamente "en el dormitorio de Macarena y también en el comedor del domicilio de
su amiga" (párrafo 14), y "que tales transgresiones en la esfera de la sexualidad de Javiera se producían cuando
el acusado intervenía en los juegos en que estaba participando ella y Macarena..." (párrafo 12), es decir, el fallo
acepta en su Considerando 11° lo central de la acusación, esto es, que el acusado tuvo participación en los
hechos descritos en la acusación, situándolo en el lugar señalado por el ente persecutor, pero por no poder situar
temporalmente con exactitud esos hechos por presentar contradicciones las declaraciones de la víctima y de los
testigos de cargo, así como en los aspectos periféricos o accesorios de carácter espacial (los lugares específicos
en que se producían los actos) y de la dinámica de los juegos que precedían a éstos (si era jugando a las
escondidas, haciéndole cosquillas o tirándose cojines) y si el acusado tenía efectivamente acceso al dormitorio
de Macarena, atendido lo expuesto por los testigos de descargos, considera que no puede condenarlo por no
resultar esta prueba suficiente para formar convicción de estos aspectos accesorios. Décimo: Que, sin embargo,
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esas razones no aparecen, en el análisis que hace esta Corte, como razones suficientes para concluir que sólo
cabía absolver al acusado y no decidir de otro modo, puesto que la ausencia de estos elementos periféricos
finalmente no resultaban determinantes, ni bastaban, ni constituían razones suficientes para descartar la
ocurrencia de los hechos de connotación sexual denunciados por la víctima como sufridos desde sus 9 años de
edad, ni la dinámica lúdica general que los precedían ni el lugar en el cual se desarrollaban. Fluye así que el
razonamiento del tribunal a quo a pesar de estar revestido de razones válidas, estas no son sin embargo las
suficientes para arribar como única conclusión a la absolución del acusado, vulnerándose así en dicho
razonamiento el principio de la lógica de razón suficiente, razón que llevará a esta Corte a acoger el recurso de
nulidad en esta parte.
Undécimo: Que, finalmente, el tercer argumento sobre el cual sustenta su causal el Ministerio Público se
relaciona con la infracción de las máximas de la experiencia en las que habría incurrido la sentencia, en aspectos
específicos. En primero se sitúa, también en el Considerando 9°, cuando se señala que "la psicología no es una
ciencia exacta y que se trata de una metodología propia de la institución que la perito representa, de ahí que, las
conclusiones a las que arribó esta profesional no resultan del todo vinculante para estas sentenciadoras
principalmente (...)"; y, por otra parte, "(...) b) porque llama poderosamente la atención de estas jueces lo
expresado por la perito en el contra examen, quien refirió "que la peritada y la madre refieren que después de la
evaluación se amortiguaron los indicadores de daños de la niña y que señaló previamente, por lo cual, la
evaluación que cursó pudo haber sido reparadora en cierta medida para la niña". El reproche en este aspecto
reside en que el Tribunal no entiende cómo la perito pudo obtener esta retroalimentación de parte de la víctima
y su madre, si sólo dio cuenta al Tribunal que el peritaje se llevó a cabo durante una mañana desde las 09.00 a
14.00 horas. Este mismo hecho también llevó a dudar a las juezas del rigor técnico de la profesional, la que en
lo pertinente dio cuenta de los tipos de daños que presentaba la examinada, para luego referirse a que con su
intervención los amortiguó, lo que les parece un poco incompresible considerando que, si su peritaje sólo tenía
por objeto determinar la credibilidad del relato de la víctima y el daño asociado al hecho denunciado, también
sirviera de cierta medida como terapia reparadora. Sin embargo, estima el recurrente ese fue un tiempo
suficiente para que la menor lograra sentirse en confianza y desahogarse, sirviendo ese desahogo sin lugar a
dudas como reparatorio ante el proceso judicial que enfrentaba.
El segundo aspecto, se relaciona con el establecimiento de la dinámica de los hechos de connotación sexual
que habría sufrido la víctima, particularmente cuando el tribunal advierte ciertas inconsistencias en los dichos de
las testigos que le impiden corroborar los de la víctima, particularmente con relación al tipo de juegos o a la
dinámica previa a la realización de actos sexuales explícitos, en unos casos con ocasión de estar jugando a la
escondida, en otros cuando le hacía cosquillas o cuando jugaban a tirarse cojines, sin embargo, habiendo
denunciado la menor actos de significación sexual y de relevancia en su perjuicio, los que fueron reiterados en
el tiempo, y habiendo explicado la dinámica en la cual estos se producían "(...) que iba a la casa de una amiga de
al frente Macarena, siempre jugaban ahí y estaba el tío de la Maca que se llama Patricio. Siempre jugaban con
él, siempre se metía a jugar con ellas, en esos juegos cuando la Maca no venía él la empezaba a tocar", es del
todo posible y nada inconsistente que los hechos hayan ocurrido mientras jugaba a la escondida, al hacerse
cosquillas y/o al tirarse cojines.
Duodécimo: Que, bastará para rechazar ambos aspectos en que se hace descansar la denuncia de infracción a
las máximas de la experiencia, el sólo hecho de constatar que no se señalan por el Ministerio Público cuáles
habrían sido las reglas, máximas o postulados de la experiencia que se habrían vulnerado por los sentenciadores
del grado. Aunque advierte esta Corte que los razonamientos de la sentencia son débiles a la hora de descartar
las conclusiones de la pericia en orden a que la evaluación que se hizo de la víctima pudo tener efectos
reparadores, lo cierto es que la exigencia de un recurso de esta naturaleza imponía al recurrente la carga de
señalar circunstanciadamente cuáles habían sido estas reglas lógicas que la regularidad o normalidad de la
praxis permitían al juez construir una determinada regla empírica que descartase las conclusiones profesionales
contenidas en la pericia.
Con todo, tampoco advierte el juez la real incidencia en lo dispositivo de la decisión que pudo haber tenido,
de haber sido detalladas, la correcta aplicación de determinadas máximas de la experiencia en estas
conclusiones del sentenciador. Lo que se advierte, en definitiva, es un reproche que hace el recurrente al
razonamiento empleado por el juez para descartar, en el primer caso, las fuerzas de una terapia limitada en el
tiempo para obtener los resultados que señala la pericia; y, en el segundo caso, la importancia de determinar la
relevancia del tipo de juegos que precedían a las conductas de connotación sexual para establecer la dinámica de
éstas, pero esos reproches no calzan con la denunciada infracción a las máximas de la experiencia que se le
reprochan al fallo, lo que llevará a desestimar el recurso en esta parte. Por estas consideraciones y lo dispuesto
en los artículos 384 y 386 del Código Procesal Penal, se acoge el recurso de nulidad deducido por el Ministerio

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Público y en consecuencia se invalida la sentencia dictada el diecinueve de noviembre de dos mil diecinueve
por el Primer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago en la causa RIT N° 246 2019, RUC N°
1600037252 1, así como el juicio oral correspondiente, debiendo procederse a la realización de un nuevo juicio
oral ante jueces no inhabilitados.
Redacción del Abogado integrante Gonzalo Ruz Lártiga. Pronunciado por la Novena Sala de la C.A. de
Santiago integrada por Ministro Suplente Rafael Andrade D. y Abogado Integrante Gonzalo Ruz L. Santiago,
veinticuatro de enero de dos mil veinte.

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