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Rol: 317-2019
Ministro: Aguirre Carvajal, Rosa Herminia
Ministro: Quezada Muñoz, Eliana
Ministro: Repetto García, Maria Angélica
Redactor: Repetto García, María Angélica
Tribunal: Corte de Apelaciones de Valparaíso(CVAL)
Partes: Ministerio Público con Marcelo Cárdenas González
Tipo Recurso: Recurso de Nulidad (Proceso Penal)
Tipo Resultado: Rechazado
Fecha: 14/03/2019
Cita Online: CL/JUR/1290/2019
Hechos:
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal dicta sentencia condenatoria por el delito de abuso sexual. Defensa de
condenado recurre de nulidad. La Corte de Apelaciones rechaza el recurso deducido

Sumarios:
1 . De la lectura del fallo impugnado aparece que los sentenciadores valoraron toda la prueba rendida para
determinar la participación que le cupo al acusado en los hechos materia de este juicio, conforme a los
parámetros establecidos en el artículo 297 del Código Procesal Penal, sin que se haya vulnerado esa norma, ni el
principio de la no contradicción o de la razón suficiente, al dar valor a la prueba de cargo, por cuanto haciendo
uso los sentenciadores de su facultad privativa de apreciar la prueba, les pareció tan verosímil la declaración
prestada por la afectada en torno a la ocurrencia de los hechos que denunció, relato que reiteró, en iguales
términos a su madre, a la pareja de esta última, a la policía y sicóloga en orden a sindicar que el autor de la
agresión sexual cuya existencia se probó, era el acusado, -su padre- quien reconoció haber vivido en el período
de ocurrencia de los hechos en el mismo sitio, donde habitaba la menor, lo cual fue confirmado por la prueba de
cargo sin que se adviertan contradicciones substanciales en las declaraciones prestadas, las cuales son
concordantes en sus aspectos esenciales, sin que pueda estimarse como lo pretende el recurrente que el hecho no
ocurrió, o bien que en el no tuvo participación en él, imputado (considerando 5° de la sentencia de la Corte de
Apelaciones)
2 . En relación a la contradicción que cree ver la defensa, por cuanto por una parte el tribunal, estima como no
probada la reiteración en torno a la ocurrencia de los abusos que fueron objeto de la acusación y sin embargo da
por establecido el hecho, cabe señalar que los sentenciadores indican que si bien adquirieron la convicción que
los actos de significación sexual en perjuicio de la menor fueron más de uno, decidieron sancionarlo como si
hubiera existido un solo delito, en consideración a que los términos de la acusación no permiten tener por
probado al menos 2 hechos perfectamente diferenciados el uno del otro, recordando que la acusación en cuanto
a la temporalidad se limita a señalar "en días y horas indeterminados comprendidos entre los meses de julio y
septiembre del año 2013", no permitiendo la prueba vertida en juicio diferenciar de manera clara y precisa los
hechos de la manera en que allí aparecen descritos, añadiendo que por esa razón, el tribunal se ha visto
impedido de determinar la existencia de una reiteración que supone el establecimiento de hechos específicos,
ocurridos separadamente, motivo por el cual decidir lo contrario afectaría a su juicio el principio de la
congruencia. Luego, no existe ninguna contradicción en el fallo como lo cree ver el recurrente, ya que la
circunstancia que los sentenciadores hayan estimado que no existía reiteración, ello por la falta de precisión en
la ocurrencia de cada uno de los hechos, es claro que dice relación con el criterio que asumen ellos por mayoría
para determinar en presencia de ante cuántos delitos se encuentran y, que en definitiva deben imputársele al
acusado, pero en ningún caso descartan la existencia de los hechos, los cuales fueron debidamente acreditados
en el juicio (considerandos 7° y 8° de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
Texto Completo:
Valparaíso, catorce de marzo de dos mil diecinueve.
VISTOS:
Que, en causa RIT N° 0 115 2018, se ha formulado recurso de nulidad por el Defensor señor Rodrigo
Garrido Durán, en contra de sentencia definitiva de fecha 4 de febrero de 2019 pronunciada por una sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar, integrada por los magistrados Alonso Arancibia
Rodríguez, Williams Vilches Flores, y doña Roxana Valenzuela Reyes, en virtud de la cual se condenó a
Marcelo Alejandro Cárdenas González, a la pena de 5 años y un día y a las accesorias correspondientes por el
delito de abuso sexual previsto y sancionado en el artículo 366 bis, en relación al artículo 366 ter, ambos del
Código Penal, cometido en Puchuncaví, entre julio y septiembre del año 2013, contra su hija M.E.C.A.

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Funda el recurso en la causal contemplada en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal, en
relación con el artículo 342 letra c) y 297 del mismo cuerpo legal.
Que el día fijado se realizó la audiencia para conocer del recurso, alegando los apoderados de las partes,
dejándose constancia de lo actuado en el registro de audio respectivo.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la parte recurrente pretende la invalidación del juicio oral y la sentencia dictada, por
haberse incurrido en el motivo absoluto de nulidad contemplado en el artículo 374 letra e), en relación con el
artículo 342 letra c) y 297, todos del Código Procesal Penal, impetrando que esta Corte de Apelaciones
determine el estado en que el procedimiento debe quedar, a fin que el Tribunal no inhabilitado que corresponda
disponga la realización de un nuevo juicio oral de conformidad con el artículo 386 del Código Procesal Penal.
SEGUNDO: Que la recurrente, luego de reproducir el fundamento octavo del fallo, donde los sentenciadores
establecen los hechos que fueron tipificados como de abuso sexual, señala que la prueba rendida en juicio no ha
sido valorada de conformidad a lo establecido en el artículo 297 del Código Procesal Penal, lo que se aprecia
por cuanto: 1) si bien el tribunal en el fundamento décimo cuarto concluye que habría existido más de un
episodio de significación sexual del cual habría sido objeto la víctima hija del imputado no es posible establecer
una reiteración por las razones que indica, apareciendo entonces que se dan por probados hechos con una
dinámica diversa a la contemplada en la acusación y, ocurre que si la prueba no fue suficiente para establecer
los hechos, no se explica que haya existido un fallo condenatorio; 2) Se observan en la prueba de cargo
elementos de contradicción que no pueden ser salvados, citando la declaración prestada por la perito doña
Alejandra Setien Benvenuto, en aquella parte en que se refiere a la relación que tenía la víctima con su padre,
reproduciendo párrafos de lo consignado en el informe que se evacuó, donde se señala que aquella lo veía como
una figura ausente y ocurre sin embargo que luego se señala que la menor se iba a acostar con su padre, lugar
donde ocurrían los hechos que se denunciaron, apareciendo del análisis comparativo de las afirmaciones que
efectúa esa profesional, con el resto de la prueba testimonial, específicamente con la declaración de la madre, y
de su actual conviviente, que la perito indagó una violencia sicológica de parte del padre de la menor hacia su
hija, cuestión que la madre nunca observó, y su pareja reafirmó al señalar que la menor nunca habló mal de su
padre; 3) En el informe de credibilidad, que señala que la menor habría sido objeto de intimidaciones verbales,
también se observan elementos de contradicción entre lo allí indicado y el relato prestado por ella durante el
juicio, donde señaló que realizaba juegos de pelea con su padre, sin que indicara que recibía amenazas, de su
parte, limitándose a exponer que aquel consumía alcohol y drogas, siendo relevante la declaración de doña
Bárbara Navarrete, Policía de Investigaciones de Chile, quien indica que la madre de la menor habría dicho que
el imputado le daba al parecer bebidas a la menor cuestión que ella no señaló, como tampoco que fuera
amenazada.
Por último el recurrente expresa que el fallo ha infringido abiertamente las reglas de la lógica, en particular
el principio de la razón suficiente y el de la no contradicción, al establecer una sentencia fundada en prueba no
concordante, y más aún contradictoria, sin perjuicio de resultar ella insuficiente.
TERCERO: Que en el fundamento octavo el tribunal tiene por establecidos los siguientes hechos con la
prueba rendida: "Que en días y horas indeterminados, comprendidos entre los meses de julio y septiembre del
año 2013, en la pieza que Marcelo Alejandro Cárdenas ocupaba, en el inmueble ubicado en el sector de
Ventanas; comuna de Puchuncaví, efectuó una serie de actos de clara significación sexual con su hija de
iniciales M.E.C.A, nacida el 7 de septiembre de 2000.
Las acciones cometidas por Cárdenas González consistían en obligar a la menor a mantenerse bajo o sobre
él para efectuarle frotaciones con su pene en la vagina por sobre sus ropas, dándole besos, además de efectuarle
tocaciones con sus manos en la vagina tanto por sobre como bajo sus ropas, intentando incluso desvestirla, para
luego formular amenazas de hacerle daño a su madre o entregándole dinero a la menor, para que guardara
silencio de lo que estaba ocurriendo".
CUARTO: Que en el fundamento décimo tercero los magistrados estiman que los antecedentes probatorios
fueron suficientes para establecer la existencia del hecho que fue materia de la acusación, esto es que la menor
fue objeto de una acción sexual distinta al acceso carnal, teniendo para ello en consideración, su declaración, la
cual fue ratificada por la declaración de la psicóloga doña Alejandra Setien, por la madre de la víctima y por su
pareja, últimas dos personas que señalaron haber tomado conocimiento de los abusos el 9 día de septiembre de
2013 cuando les fueron develados por la niña, quien les indicó que su padre le efectuaba tocaciones con la mano
en la vagina, en sus pechos y, que además le pasaba el pene por su cuerpo, lo que habría ocurrido en agosto de
2013, estimando los magistrados que la declaración de la niña les pareció del todo creíble, habiendo evidenciado
una total afectación en su persona, similar a la descrita por la sicóloga, quien analizó la credibilidad del relato

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descartando la existencia de alguna motivación espúrea.


Por su parte en el fundamento décimo quinto del fallo los sentenciadores dan por establecida la participación
del acusado con la prueba rendida.
QUINTO: Que como se aprecia de la lectura de los fundamentos décimo tercero y décimo quinto del fallo
cuyo contexto se ha consignado en el fundamento precedente, aparece que los sentenciadores valoraron toda la
prueba rendida para determinar la participación que le cupo al acusado en los hechos materia de este juicio,
conforme a los parámetros establecidos en el artículo 297 del Código Procesal Penal, sin que a juicio de esta
Corte se haya vulnerado esa norma, ni el principio de la no contradicción o de la razón suficiente, al dar valor a
la prueba de cargo, por cuanto haciendo uso los sentenciadores de su facultad privativa de apreciar la prueba, les
pareció tan verosímil la declaración prestada por la afectada en torno a la ocurrencia de los hechos que
denunció, relato que reiteró, en iguales términos a su madre, a la pareja de esta última, a la policía y sicóloga en
orden a sindicar que el autor de la agresión sexual cuya existencia se probó, era el acusado, su padre quien
reconoció haber vivido en el período de ocurrencia de los hechos en el mismo sitio, donde habitaba la menor, lo
cual fue confirmado por la prueba de cargo sin que se adviertan contradicciones substanciales en las
declaraciones prestadas, las cuales son concordantes en sus aspectos esenciales, sin que pueda estimarse como
lo pretende el recurrente que el hecho no ocurrió, o bien que en el no tuvo participación en él, imputado.
SEXTO: Que en efecto, en relación a las contradicciones que cree ver la defensa en la prueba de cargo y que
para demostrarlas en su recurso, extrae fragmentos de las declaraciones vertidas en juicio, por algunos testigos,
entre ellos los de la víctima, con el objeto de desvirtuar la credibilidad del relato de esta última, y por ende las
conclusiones a que arribó la perito doña Alejandra Setien y, que fundamentalmente dicen relación con el hecho
que la menor antes de la develación de los hechos, nunca habló mal de su padre, con quien incluso jugaba y de
quien era muy cercano en la época en que llegó a vivir al mismo sitio, lo cierto es que los sentenciadores, se
hacen cargo de la alegación que ya en el juicio formuló la defensa, haciendo presente que el apoderado no
precisó cuál sería la motivación o los beneficios que le habría acarreado a la menor la denuncia, apareciendo por
el contrario de las pruebas rendidas, que el descubrimiento se produjo de manera casual y en forma tardía, a raíz
de que la pareja de la víctima al encontrarla rara le pregunto que le pasaba, momento a partir de lo cual debió
reproducir las agresiones sufridas, explicando en diferentes instancias el contexto en que se produjeron, lo que
debió ocasionarle una victimización secundaria, al tener que rememorar los abusos de que fue objeto, habiendo
sufrido el distanciamiento de sus hermanos, perdiendo el vínculo paterno, distanciándose respecto de alguien
que tenía apego. Agregando los sentenciadores que las inconsistencias que cree ver la defensa en nada alteran la
convicción a que arribaron en cuanto a la existencia de los hechos abusivos.
SÉPTIMO: Que en relación a la contradicción que cree ver la defensa, por cuanto por una parte el tribunal,
estima como no probada la reiteración en torno a la ocurrencia de los abusos que fueron objeto de la acusación y
sin embargo da por establecido el hecho, cabe señalar que en el fundamento décimo cuarto del fallo, los
sentenciadores indican que si bien adquirieron la convicción que los actos de significación sexual en perjuicio
de la menor fueron más de uno, decidieron sancionarlo como si hubiera existido un solo delito, en consideración
a que los términos de la acusación no permiten tener por probado al menos 2 hechos perfectamente
diferenciados el uno del otro, recordando que la acusación en cuanto a la temporalidad se limita a señalar " en
días y horas indeterminados comprendidos entre los meses de julio y septiembre del año 2013", no permitiendo
la prueba vertida en juicio diferenciar de manera clara y precisa los hechos de la manera en que allí aparecen
descritos, añadiendo que por esa razón, el tribunal se ha visto impedido de determinar la existencia de una
reiteración que supone el establecimiento de hechos específicos, ocurridos separadamente, motivo por el cual
decidir lo contrario afectaría a su juicio el principio de la congruencia.
OCTAVO: Que como se advierte de lo asentado anteriormente, no existe ninguna contradicción en el fallo
como lo cree ver el recurrente, ya que la circunstancia que los sentenciadores hayan estimado que no existía
reiteración, ello por la falta de precisión en la ocurrencia de cada uno de los hechos, es claro que dice relación
con el criterio que asumen ellos por mayoría para determinar en presencia de ante cuántos delitos se encuentran
y, que en definitiva deben imputársele al acusado, pero en ningún caso descartan la existencia de los hechos, los
cuales fueron debidamente acreditados, en el juicio, como ya se precisó en considerandos anteriores.
NOVENO: Que en orden a las razones vertidas anteriormente el recurso no puede prosperar. Por estas
consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 372 y 384 del Código Procesal Penal,
SE RECHAZA el recurso de nulidad deducido por el Defensor Penal Rodrigo Garrido Durán, en representación
del imputado Marcelo Cárdenas González, en contra de la sentencia de fecha 4 de febrero de 2019, la cual no es
nula.
Redactada por la Ministra María Angélica Repetto García.

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Regístrese, devuélvase y dese a conocer a los intervinientes.


Pronunciada por la Quinta Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso, integrada por las Ministras
Srta. Eliana Quezada Muñoz, Sra. María Angélica Repetto García y Sra. Rosa Aguirre Carvajal.
Rol N° 317 2019.

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