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Universidad de San Andrés

Maestría en Gestión de la Cultura

Política y gestión en la administración pública

Profesor: Gustavo Dufour

“El caso Paloma Herrera y las dinámicas institucionales


del Estado”

Paulina Guarnieri | Paula Lombardi | María Josefina


Marino

Marzo 2022
“No me meto en nada político, lo mío es artístico”
Paloma Herrera

Introducción

Hace aproximadamente dos meses, la Directora del Ballet Estable del Teatro
Colón, Paloma Herrera, presentó su renuncia ante la Dirección General del teatro -en
ese entonces- a cargo de María Victoria Alcaraz. Dicha decisión generó un clima de
polémica en el que muchos actores se vieron involucrados y habilitó un debate acerca
de las dinámicas y condiciones del trabajo artístico en el ámbito de las instituciones
públicas. Es por eso que, a continuación, contaremos los detalles del caso e
incurriremos en un análisis sobre cómo entender las instituciones y su relación con la
política (con el aporte teórico del texto homónimo de Carlos H. Acuña y Mariana
Chudnovsky -2013-).

A propósito de la renuncia de la ex bailarina, también reflexionaremos acerca de


los conceptos de “burocracia”, “actores”, “política” y “poder” trabajados durante la
cursada. Para ello relevaremos los discursos que circularon en los medios de los/as
distintos/as involucrados/as y las posibles soluciones que se plantearon al conflicto
de intereses que evidenció la salida de Herrera de su cargo.

Por último, planteareamos algunos interrogantes que nos surgieron al analizar lo


sucedido y aportaremos nuestra mirada sobre la concepción del Estado y sobre la
filosofía con la que se administra y se gestiona “lo público” en nuestro país.
El caso

El primero de febrero de este año, Paloma Herrera, a cargo del Ballet Estable del
Colón desde 2017, publicó su decisión indeclinable de renunciar al cargo a través de
redes sociales. Algunas de sus palabras textuales fueron: “Debo aclarar que desde que
asumí el cargo de directora del Ballet Estable (en febrero de 2017) siempre hubo
problemas muy graves que me afectaron muchísimo. Nunca a lo largo de estos cinco
años estuvo en mis planes renunciar, sino todo lo contrario. Redoblé mis esfuerzos y así
pude convertir al Ballet Estable del lamentable estado en el que se encontraba cuando
llegué, en el espectáculo más taquillero de la Casa, superando con holgura a la Ópera,
históricamente espectáculo que vendía mayor cantidad de entradas. Todas las
personas que tenemos carrera en el exterior queremos la excelencia. Por algo se han
ido bailarines, ¿no? Yo quise cambiar eso, que no tuvieran que irse del país, pero hay
cosas de base que si no se modifican son insostenibles”1.

Las “cosas de base” a las que se refiere tienen que ver con que el cuerpo del
Ballet Estable del teatro tiene 100 bailarines, pero según Paloma Herrara, de ellos, solo
bailan 50. Tal como lo manifestó públicamente, la ex bailarina se vio imposibilitada de
contratar personas nuevas provenientes del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón
-según ella, estudiantes jóvenes con mucho deseo de bailar- porque hay gente que
está hace años y no puede ser removida de su cargo hasta jubilarse. La ex directora
declaró que cuando estaban en funciones se veía obligada a elegir bailarines de 45
años que estaban en sus casas, que nunca iban al Teatro y que sin bailar cobraban su
sueldo: “Viene un coreógrafo de afuera y no le puedo decir que ponga a quien quiera,
sino que tiene que elegir a tal o cual porque esa persona hizo el rol hace 20 años. Uno
quiere poner a la persona que se lo merece, que tiene el talento. El bailarín sabe que es
una carrera corta, que tiene que mantenerse, tomar clases todos los días. No puede
quedarse quieto, no moverse”, dijo al Diario LA NACIÓN.

1
https://www.infobae.com/cultura/2022/02/02/la-renuncia-de-paloma-herrera-desato-una-crisis-en-el-te
atro-colon-lucha-de-egos-interna-gremial-y-denuncias-por-maltrato/
Entre otros motivos, la saliente Directora contó que al personal estable no se le
podía exigir que concurriera a clases obligatorias ni tampoco que ensayaran ocho
horas diarias, porque esas exigencias “no pasan el filtro sindical”. Muchos dejaron de
bailar hace años y esperan en sus casas la edad para jubilarse2. Es decir que los roles
que cumplen los bailarines responden a una decisión administrativa guiada por
criterios burocráticos.

Por otro lado, en un comunicado publicado también vía redes sociales, los
bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón, realizaron las siguientes declaraciones a
modo de descargo y refutando las palabras de Herrera:

“La planta permanente actual es de 93 bailarines, de los cuales 4 están con


licencia sin goce de sueldo y 25 son los bailarines que están en condiciones de jubilarse
si comenzara a funcionar la ley con todas sus aristas correctamente aplicadas. Al día de
hoy, estos bailarines son convocados en los grandes ballets clásicos para los
personajes y danzas de carácter antes mencionados. No respondemos a ningún
gremio. No tenemos delegado, desde hace cinco años. El porcentaje de afiliados al
Sutecba es menor al 10% de la planta”3. Asimismo, comparándose con otros cuerpos
de ballet destacados a nivel internacional resaltan la importancia de que el Colón sea
una institución pública y la carrera profesional y artística que implica llegar a ser parte
del cuerpo estable: “Pertenece a una institución pública, orgullo nacional, de prestigio y
renombre internacional, como lo es el Teatro Colón. Somos los Cuerpos Estables
artísticos y esceno-técnicos quienes conformamos la columna vertebral de tan
majestuosa obra edilicia, y quienes damos vida a las creaciones artísticas. Es el modo
de cumplir con nuestra naturaleza y misión en la sociedad. Cada bailarín que llega a
ocupar un puesto en el Ballet Estable, ha iniciado a muy temprana edad una carrera de
compromiso y devoción.”

Herrera confirmó en varios medios de comunicación que su decisión se precipitó


luego de una reunión que tuvo con el director ejecutivo del Teatro Colón (Martín

2
Abordaremos la problemática específica de la jubilación de los bailarines en un apartado posterior, a
partir de la Ley 20/40 que no rige particularmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
3
https://es-la.facebook.com/BailarinesBETC/
Boschet) a finales de 20214: “Con el objeto de conversar acerca de la temporada 2022
que ya estaba presentada. Me hizo saber que para el 2022 tiene una lista de los
maestros que vendrán, que se harán audiciones para las categorías de principales y
solistas, pero solo para algunos. Los que él elija no harán audiciones y quedarán, y el
resto que tenía la categoría por méritos ganados volverían a cuerpo de baile y
audicionarían, pero sería yo quien debería hacerme cargo de esta decisión frente a los
bailarines por ser la directora. Que tengo la obligación de hacer bailar a todos los
bailarines, más allá de su edad y su condición físico/técnica”.

Como bien sostiene la periodista y dramaturga Florencia Werchowsky en una


columna de opinión de El Diario AR, “Paloma se chocó, después de una carrera
desarrollada en Estados Unidos y signada por la épica personal, con nuestro paradigma
estatal-colectivo5”. Cabe preguntarse entonces: ¿en qué consiste dicho paradigma?
¿Qué características tiene? ¿Cuáles son los actores que intervienen en este proceso
puntual? ¿Sirven las instituciones para explicar procesos políticos y sociales?

Así pues, que Paloma Herrera, figura popularmente reconocida desde hace años
por gran parte de los argentinos, decidiera no sólo renunciar a la dirección del Ballet
del Teatro Colón, sino hacer de ello una situación de denuncia mediática a través de
sus propias redes y de distintos medios -salieron más de una veintena de notas,
artículos y entrevistas al respecto- situó un tema complejo en la esfera del debate
público.

En un país sensibilizado en relación al rol del Estado, las políticas públicas y el


manejo y eficacia de sus instituciones, la situación abrió un debate que erosiona la
imagen del Estado, accionando sobre las fisuras que promueven ciertos discursos en
su contra. En este marco ¿cuáles son las problemáticas reales en relación al Estado y
las políticas públicas que esta situación devela? ¿Cuál es el modelo de Estado y de
políticas que deja traslucir Paloma Herrera a través de sus palabras? ¿Cuál es el de las
autoridades del teatro y el de los/as trabajadores/as municipales?

4
https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/motivos-paloma-herrera-precipitaron-renuncia-182435449.html
5
https://www.eldiarioar.com/opinion/renuncia-paloma-herrera-controversia-clasica_129_8714962.html
Instituciones y política

El caso que aquí nos convoca es un claro ejemplo de que el comportamiento de


los actores al interior de una institución afecta directamente la dinámica y el
funcionamiento de una organización pública. Y por más que la misma Paloma haya
dicho que no se mete en política, ya que su accionar es pura y exclusivamente
artístico, entendemos que, por el contrario, su decisión (y la forma en la que la ejecutó)
fue esencialmente política en tanto dinámica de lucha por el (acceso al, participación
en el, e influencia sobre el) poder entre diferentes actores. Ejerciendo su rol de
Directora del Ballet del Teatro Colón, Herrera representaba a dicha institución y, como
veremos a continuación, las instituciones sirven para entender la política.

Carlos H. Acuña y Mariana Chudnovsky (2013: 62) sostienen que las


instituciones importan para entender la política por cinco razones. Primero, por su
potencial de modificar comportamientos (la presencia o la ausencia de instituciones
puede resultar en conductas diversas). Y esto no necesariamente se debe a que las
instituciones los “moldeen” según establecen sus reglas (y por lo tanto permitan
prever conductas a partir de la letra de la ley). Importan porque muchas veces
modifican comportamientos, aunque lo hagan en una dirección que apunte a evitar la
regla o eludir su cumplimiento (lo que sugiere que muchas veces las instituciones
influyen sobre conductas aunque no resulten buenas variables predictivas de estas).

Segundo, porque aquellas instituciones que efectivamente logran moldear


comportamientos sobre la base de la regla establecida podrían llegar a resolver
problemas de coordinación y conflictos distributivos en una dirección de mayor
eficiencia y justicia (como se la quiera definir), lo cual es relevante para la sociedad y
los intereses y derechos que la cruzan (aunque también las instituciones, al moldear
conductas, pueden hacerlo en una dirección que empeora la coordinación de la
sociedad o resuelve los conflictos distributivos de manera injusta, de lo que se infiere
que las instituciones que importan y logran moldear comportamientos no
necesariamente producen buenos resultados).
Tercero, las instituciones no sólo pueden definir el accionar de los actores y la
dinámica política, económica e ideológico-cultural de una sociedad, sino que a su vez
pueden ser definidas por los actores y las otras variables de la matriz política, en cuyo
caso no importan para explicar lo que nos pasa, lo cual constituye una información
clave para despejar confusiones y entender mejor la política.

Cuarto, al facilitar o dificultar el alcance de objetivos y la realización de intereses


de los actores, las instituciones importan porque distribuyen poder; sin embargo, la
distribución de poder no se agota en las instituciones porque también se ve influida
por los recursos y capacidades de origen extrainstitucional con que cuentan los
actores, en cuyo caso las instituciones importan aunque no bastan para explicar lo
que nos pasa.

Quinto, las estructuras institucionales son heterogéneas, por lo que pueden


convivir en un mismo momento y lugar partes o arenas donde las instituciones no
importen para entender los procesos sociales, porque se ven determinados por otras
variables y/o actores; otras en las que importan y dentro de las que importan, unas
que mejoran la dinámica social y otras que no.

Como mencionamos anteriormente, tanto el accionar de Paloma Herrera, las


decisiones tomadas por las autoridades del Teatro (Martín Boschet y María Victoria
Alcaraz) que motivaron la renuncia, como el comunicado de los bailarines, son
comportamientos de índole política que revisten una determinada visión de mundo y
de cómo deben funcionar las instituciones públicas. El modelo que plantea Herrera
podría catalogarse eficientista, centrado en la técnica y la excelencia artística
(aparentemente incompatible con las lógicas estatales), mientras que los otros recaen
en un paradigma burocrático que se sostiene, a nuestro entender, para que exista un
equilibrio en las relaciones de fuerzas.

La socióloga alemana Renate Mayntz (1985) expone algunas críticas al modelo


burocrático que son muy útiles para analizar el caso. En primer lugar, ella habla del
problema del comportamiento y la orientación del personal. El personal de las
administraciones públicas tiene una orientación al bajo rendimiento por la seguridad
que brinda el estatuto que regula la función pública (al garantizar la estabilidad en el
empleo público y hacer difícil la exoneración de la administración). Por otro lado, en el
empleo público hay una escala fija de salarios que no permite premiar individualmente
el desempeño de los funcionarios; esto produce que el sistema de carrera
administrativa permita un grado limitado de movilidad ascendente.

Luego, Mayntz menciona otros problemas: la forma burocrática promueve un


excesivo apego a los procedimientos. En el caso de Paloma Herrera y su renuncia al
Teatro Colón podemos pensar que su principal crítica se sustenta en que como los
miembros del ballet estable del Colón son empleados públicos, “plantas
permanentes”, como se los suele llamar, hay una apego excesivo al procedimiento
burocrático de esperar a que se jubilen por más que no estén cumpliendo sus
funciones como bailarines, que entorpece la calidad y la eficiencia de los roles a
cumplir en la institución.

Otro problema que menciona la autora, y que aparece en el discurso de Paloma,


es el de la evaluación del rendimiento. Esta situación plantea tanto problemas de
índole política (resistencia a la evaluación) como de índole técnica (qué, cómo y quién
evalúa). Mayntz dice que el problema se acentúa cuando reconocemos que los
resultados, productos e impactos se ven afectados por el entorno y por el efecto de
las acciones de otros organismos y políticas públicas. En el caso de Paloma Herrera,
su rigor al evaluar fue puesto en tela de juicio cuando, en 2019, la primera bailarina del
Ballet Estable, Carla Vincelli, la denunció por maltrato. "Me ponía atrás de todo y se
burlaba de mí. Me decía '¿Carla escuchaste la corrección? ¿Carla tenés ganas de irte?
¡Carla que fea que estás! ¡Qué zapatillas horribles! ¡Sos cabezona!". En lo personal he
sufrido su maltrato, hostilidad, hostigamiento, humillación, discriminación. Hace mucho
tiempo que le he quitado el saludo, como muestra del desagrado que siento por su
persona", contó en un programa de espectáculos.
El sociólogo y politólogo francés Michel Crozier (1964) argumenta sus críticas al
modelo burocrático de la siguiente manera: por un lado, sostiene que la centralización
de las decisiones genera una excesiva rigidez y lentitud en la actuación de las
instituciones estatales. A su vez, dice que el aislamiento de cada estrato o categoría
jerárquica -en las estructuras estatales todo está “compartimentalizado” y hay un área
asignada para la ejecución de cada acción-: genera ritualismo y contribuye al
desplazamiento de los fines u objetivos de las intervenciones estatales por parte de
los propios burócratas.

Otras críticas que Crozier establece son el desarrollo de relaciones de poder


paralelas (informales) que no son coherentes con lo que establecen las reglas
formales, y la existencia y expansión de reglas impersonales y el exagerado apego a
las normas organizacionales que contribuye a promover desempeños estatales
sub-óptimos.

Como está a la vista, estas críticas al modelo burocrático cuadran con la


concepción que Paloma Herrera manifiesta en sus declaraciones.

Actores

Ya hemos mencionado que en esta historia hay muchos/as actores


involucrados. Los principales protagonistas del conflicto son: en primer lugar, la
renunciante, Paloma Herrera, las autoridades -por ese entonces- de la institución
(Boschet y Alcaraz) y los/as bailarines/as del Ballet Estable del Colón.

Acuña y Chudnovsky (2013: 36) realizan un aporte teórico acerca de qué son y
cómo analizar a los “actores”. Según ellos, entendemos por actor a todo sujeto
individual o colectivo cuya identidad le permite reconocerse como colectividad o
como parte de ella, y con capacidad de acción estratégica; esto es, con capacidad de
identificar/definir sus intereses y traducirlos en objetivos, diseñar un curso de acción
(estrategia) para alcanzarlos y relativa autonomía (recursos y capacidades) para
implementar ese curso de acción. De esta forma el actor toma decisiones de tipo
estratégico (“para decidir debo anticipar lo que harán los demás, sabiendo que a su
vez ellos deciden intentando anticipar mi decisión”, Elster, 1991a: 69).

Lo relevante aquí, sostienen los autores, son los dos elementos implícitos en la
definición. Primero, imputa relativa autonomía al accionar del actor, lo que implica
reconocer cierto grado de libertad, afirmar que el actor cuenta con opciones para
actuar. Segundo, asume metodológicamente (esto es, como presupuesto analítico y
no necesariamente como evento de necesaria constatación empírica) que aquello que
los actores deciden y hacen importa históricamente. Meltzner (1992: 375), dice que “el
término ‘actor’ es un concepto abierto que el analista debe adaptar a los
requerimientos de su estudio”.

Chudnosky y Acuña nos recuerdan que, en el análisis de los actores y su lógica


intencional al explicar comportamientos, deben contemplarse las consecuencias no
deseadas de un accionar estratégico. Los actores actúan en contextos complejos y
pueden tomar decisiones sensatas para el corto plazo, o cometer errores que luego
afectarán a las instituciones con las que interactúan. En el caso de Paloma Herrera,
ésta se retira de la institución argumentando haber sufrido mucho por las diferencias
en la concepción de cómo debe funcionar un ballet; de esta manera ubica su accionar
por fuera (relativa autonomía) de la institución cuando ella, en realidad, es también la
institución.

Retomando lo que dicen Chudnovsky y Acuña, las consecuencias del accionar de


los actores pueden no ser inmediatas ni discretas. Pueden acumularse y manifestarse
en el largo plazo. En este sentido, el hecho de que los actores sean estratégicos no los
convierte en estáticos ni en todopoderosos.Además, el hecho de que un colectivo o
grupo despliegue y se beneficie de un accionar común no implica que haya existido un
accionar estratégico. Colectivos o grupos enmarcados en lógicas sociales comunes
pueden “moverse” en una misma dirección, sin que esto implique racionalidad. En
definitiva, identificar a los no actores es tan importante como identificar a los actores
en los procesos que analizamos.
El problema de las jubilaciones de los/as bailarines/as y la ley 20/40

Una de las problemáticas a las que alude Paloma Herrera es la avanzada edad
de parte del cuerpo estable de bailarines del Teatro Colón. Si bien, como hemos
reflejado, la ex-directora menciona "son empleados públicos, entonces tienen la
jubilación a los 65. Tengo bailarines hasta los 65 años", cuando "un bailarín en cualquier
compañía del mundo está hasta los 40, 45 años, dependiendo de las lesiones"6 Y
agrega en otras declaraciones: “los problemas los tenían que arreglar los bailarines con
la Dirección del teatro. Yo tengo que tener una compañía a la altura”. El punto que no
queda evidenciado en sus declaraciones y se cuela entre líneas, es la situación
particular de las jubilaciones de los bailarines en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En 1974, se conformó un régimen especial de retiro para los bailarines de


cuerpos estables estatales, en el marco de la Ley 20/40. El mismo, establecía que los
bailarines podían jubilarse con 20 años de servicio y desde los 40 años, como mínimo,
si bien el retiro no resultaba obligatorio. El espíritu de este régimen especial era
reconocer las exigencias físicas de los bailarines, sus posibles lesiones y limitaciones,
para que puedan retirarse con una jubilación digna, en caso de resultarles necesario.
Paralelamente, se pretendía preservar la calidad artística de los cuerpos estables
estatales, asegurando que aquellas personas que no estuviesen en condiciones de
bailar al nivel necesario, pudiesen ser reemplazados por nuevos integrantes.

En el artículo primero de la Ley 20/40 menciona “Los integrantes de los cuerpos


estables estatales de bailarinas y bailarines obtendrán la jubilación ordinaria cuando
acrediten veinte años (20) continuos o discontinuos de actuación como bailarín o
bailarina, con una edad mínima de cuarenta años (40)”. Por otra parte, en el artículo 6
se menciona que los aportes previsionales los realizará “El Estado Empleador que
corresponda…” y tal como se analiza en un artículo de 2008 “...este es un detalle
fundamental: esto significa que no se circunscribe a ninguna jurisdicción en especial,
6
https://www.lapoliticaonline.com/ciudad/polemica-con-paloma-herrera-por-jubilacion-de-los-bailarines
-del-colon/
por lo que permite que una vez que sea una ley nacional, las distintas provincias y
municipalidades puedan adherirse y así quedan amparados todos los formatos de ballet
estatales existentes a lo largo y ancho del país.”7

En el caso particular de nuestra ciudad, y tal como destaca el cuerpo de


bailarines estables del Teatro Colón, este régimen jubilatorio desaparece con la
autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y aún espera ser revalidado. En palabras de
los protagonistas: “la ley creada e impulsada en su origen por los bailarines que nos
antecedieron, y que a través de la contratación de un equipo médico traído desde
Estados Unidos especialmente para la investigación de esta urgencia, desarrollaron el
proyecto, y mediante una resolución del entonces Concejo Deliberante, nació la
merecida ley 20/40. Destacamos que la mencionada ley rige con normal
funcionamiento en compañías oficiales del interior del país. Sin embargo, desde el año
1994, con la llegada de las AFJP, y posterior conformación de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, la caja de jubilación municipal desaparece pasando a pertenecer a Anses,
y nosotros a regirnos por el régimen general previsional. Desde hace 30 años,
esperamos la revalidación de nuestra ley especial, que contempla las especificidades de
una labor tan particular como singular. Es la única manera de dar solución a esta
problemática de estancamiento del engranaje, del cual dependen las nuevas
generaciones de bailarines.”8

En este marco, mientras este régimen está activo en distintas provincias, no


aplica a este destacado cuerpo artístico en CABA. ¿Se debe a su interpretación como
una jubilación de privilegio en el marco del neoliberalismo de los ‘90 como plantea
Laura Chertkoff en el artículo mencionado anteriormente? Pero, y principalmente ¿es
pertinente culpar a los bailarines por no “colgar las puntas” cuando sus posibilidades
de mantenerse económicamente son limitadas?

Tal como observó Olga Ferri -ex-directora de Danza del Teatro Colón- en el
marco de la audiencia pública que en 2008 se realizó sobre la Ley 20/40: “Queremos

7
https://revistarevol.com/principales/jubilacion-para-bailarines-un-tema-pendiente/
8
https://es-la.facebook.com/BailarinesBETC/
que la gente que esté en edad de jubilarse, a los 40 años, lo haga, pero con una
jubilación digna, porque, si no, [el dinero] no alcanza para nada. Yo tuve la suerte de
dedicarme a la enseñanza, pero otros compañeros míos, no”.9

Entonces, volviendo al debate planteado por Paloma Herrera, podemos


destacar varios puntos: ¿es responsabilidad de los bailarines resolver sus condiciones
laborales con la Dirección? ¿Son actores con el suficiente peso para hacerlo? Y, si bien
este planteo está lejos de otorgarle toda esa responsabilidad a Paloma Herrera, cabe
mencionar que sus palabras pueden sonar acusatorias y despectivas en relación a la
situación de los bailarines, fingiendo un desconocimiento de la coyuntura en la cual se
manejaba, y de la cual depende el cuerpo de baile que dirigía. En una de las entrevistas
que dio, Herrera dijo: “Desde el primer día que asumí dije que necesito que se vea el
tema de las jubilaciones, nunca se hizo y fui atando con alambres. El foco del conflicto
es que es una compañía estable en la cual son empleados públicos, entonces tienen la
jubilación a los 65. Tengo bailarines hasta los 65 años, cuando un bailarín en cualquier
compañía del mundo está hasta los 40, 45 años, dependiendo de las lesiones”. En esta
declaración entendemos que la ex Directora del Ballet estaba interesada en que los
bailarines tengan una jubilación adecuada pero que dicha gestión estaba por fuera de
sus posibilidades.

A estos efectos nos sirve retomar lo que plantea Florencia Werchowsky en el


artículo de El Diario AR que aborda la renuncia de la ex bailarina: “pocas compañías del
mundo cuentan con estas condiciones laborales, mucho menos el American Ballet
Theatre (ABT), donde los contratos son por temporada y los bailarines pasan algunos
meses al año a la deriva, sin la contención de la institución para la que trabajan (...) Los
bailarines y las bailarinas en nuestro Teatro Colón son, tal vez como en ningún otro
teatro público del mundo, miembros de la controversia política-social-cultural de la
agenda diaria. Están atravesados por el debate, organizan huelgas en el escenario, cada
tanto abrazan simbólicamente a su amada carcasa y son solidarios con los y las
bailarinas que desde fuera de la institución pelean por una ley nacional de la danza. El
Colón es, también en este sentido, un símbolo nacional.”10
9
https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/la-jubilacion-un-problema-en-danza-nid1040738/
10
https://www.eldiarioar.com/opinion/renuncia-paloma-herrera-controversia-clasica_129_8714962.html
En este sentido, podemos ver que se plantean dos modelos de Estado
diferentes: uno con todas las problemáticas de su burocracia que plantean Mayntz y
Crozier o bien, otro modelo más flexible que no brinda una seguridad a personas con
altos niveles de formación y de exigencia. Ante esta problemática, no hay una
respuesta efectiva por parte de los actores centrales de la institución, sino provisorias,
delegando las decisiones y responsabilidades en esferas más altas.

A continuación, mencionaremos a otros interlocutores/actores cuyos discursos


circularon a raíz de este conflicto (estos son ex funcionarios como Darío Lopérfido, ex
Ministro de Cultura de la Ciudad y ex Director del Teatro Colón; Maximiliano Guerra,
quien supo ser Director del Ballet Estable; Julio Bocca, reconocido bailarín argentino
que rechazó la Dirección del mentado ballet y Federico Fernández, primer bailarín de
dicho ballet, entre otros).

En un artículo del portal Infobae que reunió a varias de estas voces legitimadas,
Darío Lopérfido sostuvo: “para aplicarse -la jubilación- tendría que haber un convenio
con Anses. Es muy simple: que los bailarines aporten a la Anses hasta los 40 o 45 años,
y que al mismo tiempo la Ciudad haga un aporte en una caja local. Y que así se puedan
jubilar a esa edad, y cobren de esos dos aportes. Si eso sucediera, el bailarín se iría con
una buena jubilación y la Ciudad se ahorraría pagarle el sueldo completo hasta los 65
años11”. Según el ex Ministro y Director del Teatro, la solución que él proponía no
sucedió por la incompatibilidad política entre los gobiernos de la Ciudad y la Nación.
Frente a eso, argumenta, que durante su gestión encontró una solución “concreta”.
“Planteamos un retiro voluntario y conseguimos que 25 bailarines se retiren, contentos
además. No fue conflictivo. Entonces hicimos un llamado a concurso para incorporar
bailarines jóvenes. La solución fue esa, hubo 25 lugares libres para renovar”.

Otra de las voces críticas que perteneció a la institución es la de Maximiliano


Guerra (ex bailarín formado en la escuela del Teatro y estrella internacional), quien le

11
https://www.infobae.com/cultura/2022/02/17/la-cuestion-sindical-en-el-teatro-colon-hay-una-maquina
-de-impedir-que-limita-la-excelencia-artistica
dijo a Infobae Cultura, “en el Colón no se cumple ni el reglamento”. Guerra también
sostuvo que “Argentina tiene un problema con los sindicatos. En todos lados donde
vamos, nos encontramos con eso… Pero el problema del Teatro Colón no es sindical. En
determinadas situaciones no se puede avanzar artísticamente. Podés llamar al mejor
director que te puedas imaginar y se le va a complicar dirigir la orquesta. Puede estar
dirigiendo a unos músicos y luego entre ellos cambian de horario porque tienen otros
trabajitos afuera. Todo eso está avalado por los gremios”. Además, agregó que para él,
el problema comenzó “cuando desapareció la caja municipal, que básicamente se la
afanaron, y que recibía los aportes para que el bailarín se pueda retirar a los 40, 45
años”.

La misma nota retoma que, a fines de 2021, Julio Bocca dio a entender
similares razones: “la vez que me ofrecieron ir al Colón puse mis condiciones y me
dijeron que no. Si yo voy a una compañía de ballet, mínimo que se trabaje ocho horas,
que la clase sea obligatoria, que se pueda tener una programación a dos o tres años y
se hagan entre 80 y cien funciones por temporada. Y que los contratos sean anuales,
para que si una persona no está como tiene que ser se le pueda decir ‘gracias’ y que
otra tenga la posibilidad”. Bocca fue Director del Ballet del Servicio Oficial de Difusión,
Representaciones y Espectáculos (SODRE) de Uruguay, institución en la que los
contratos anuales eran así instrumentados por la institución uruguaya a pedido suyo.

Quien también opinó al respecto fue Federico Fernández, primer bailarín del
Ballet Estable del Teatro, y en sus declaraciones le restó importancia a la cuestión
sindical: “De los 90 y pico bailarines que somos de la planta permanente, hay 4
personas que están sindicalizadas. Nosotros trabajamos, que quede claro, de 11 a 17
hs como es histórico. Y los días de función, trabajamos de las 11 a las 13 y de 17 a 23
hs. No quiero contestarle a nadie, quiero brindar datos objetivos y concretos. Somos 93
bailarines de planta permanente, 4 están de licencia sin goce de sueldo y hay 25 en
condiciones de jubilarse si sale la ley”. Y agregó: “Lamentamos que en estos cinco
últimos años no se haya solucionado este tema que viene de varias décadas. Nadie
quiere quedarse enquistado en el ballet, solamente que la gente no se puede retirar
porque no hay una jubilación acorde. Si nos retiramos a los 40 años nos vamos con el
40% del sueldo, entonces se estira la jubilación hasta los 60 y 65 años, pero no por
decisión del ballet”.

El abogado y gestor cultural, José Miguel Onaindia, explica en la misma nota


de Infobae, que en 1994 se suspendió el régimen jubilatorio específico que tenían los
bailarines del Colón (la ya mencionada Ley 2040) porque les permitía jubilarse a los 40
años y con 20 años de ejercicio de la profesión. Ahí pasaron a un régimen previsional
general y desde ese momento, ese nunca se solucionó. Para él, el tema que planteó
Paloma necesita de la atención política del Congreso Nacional para dictar una ley que
otorgue un sistema especial”.

Preguntas y reflexiones finales

Si hay algo que podemos decir es que, en este y en tantos otros conflictos, no
se trata de una lucha de buenos contra malos. Puede sonar a una obviedad, pero
recopilando los discursos de las distintas partes involucradas notamos una
tendencia a polarizar y dejar el problema atrapado, sin aparente solución, en una
lógica binaria.

“¿Los gremios son la máquina de impedir?” se pregunta Infobae Cultura, y


encuentra variadas respuestas y análisis en todos los casos de personas
relacionadas a la vida interna del mayor coliseo lírico de América Latina. Las voces
consultadas, quienes en este artículo permanecen anónimas, contestaron: “Los
gremios tienen poder de extorsión, y lo saben”, dijo un profundo conocedor de la
dinámica interna del Teatro, “es un mundo en sí mismo, con sus reglas de
convivencia y un clima general de egolatría -pertenecer tiene sus privilegios- que se
desparrama por los pasillos del gigantesco edificio del centro porteño. Los cuerpos
estables del Estado son un problema porque el modelo de contratación de un artista
no puede ser el de un empleado. El Estado no lo entiende, los iguala y genera un
problema”, dijo un ex alto directivo de la institución.
La pregunta, desde el vamos, está enunciada con intención maliciosa.
Todos/as los/as trabajadores/as tienen derecho derecho a asociarse con otros para
promover, ejercer y proteger sus intereses laborales sin ningún condicionamiento
más que una simple inscripción en un registro especial. Estas asociaciones se
denominan gremios, sindicatos o asociaciones sindicales. La defensa de los
intereses de los trabajadores abarca todo cuanto se relacione con sus condiciones
de vida y de trabajo. Las asociaciones sindicales tienen derecho a formular su
programa de acción y realizar todas las actividades lícitas en defensa del interés de
los trabajadores12. En principio, estos son los objetivos que persiguen los/as
trabajadores/as que participan de la actividad sindical.

Pero como ya vimos anteriormente, solo 4 de los bailarines del cuerpo del
Colón se encuentran afiliados y hasta Maximiliano Guerra sostuvo que el problema
no es sindical. Entonces, ¿cuál es?

Como hemos visto en el seminario, la cultura administrativa de nuestro país


es muy distinta a la de otras naciones, como por ejemplo la de Francia, en la cual no
existen los “funcionarios de confianza” ni el “amiguismo” en los puestos de gestión
pública; allí cuentan con la Ecole Nationale d'Administration, ENA, una de las más
prestigiosas del mundo. De esta manera, los funcionarios públicos hacen una
carrera de gobierno antes de llegar a sus cargos lo que implica que cuenten con una
gran formación altamente exigente.

En Argentina, por el contrario, la conformación de nuestras burocracias está


íntimamente ligada a la coyuntura política y, hasta nos atreveremos a decir, tienen
un color partidario. Sumado a que en el Estado argentino hay un exceso de personal
que no es necesariamente idóneo ni lo suficientemente formado para tales cargos, la
disputa por la conquista del poder y las políticas públicas pensadas en función de las
campañas electorales entorpecen el funcionamiento de las instituciones y son
terreno fértil para conflictos como que el que aquí desarrollamos.

12
https://www.argentina.gob.ar/
Creemos que la búsqueda de consensos es fundamental. Es necesario que
haya decisión política para sortear los obstáculos que impiden una administración de
lo público más justa (y esto aplica a otros ámbitos, no sólo al cultural). Pero ¿cómo
se hace? ¿Existe alguna fórmula exitosa? Sin dudas, en un país como el nuestro, es
todo un desafío. Dejamos la pregunta abierta.
Bibliografía:

Carlos H. Acuña y Mariana Chudnovsky ¿Cuánto importan las instituciones?


gobierno, estado y actores en la política argentina, 2013.

Crozier, R.,The Bureaucratic Phenomenon*, Chicago, The University of Chicago


Press, 1964.

Mayntz, R., Sociología de la Administración Pública, Madrid: Alianza. Universidad,


1985.

Artículos periodísticos consultados:

https://es-us.vida-estilo.yahoo.com/motivos-paloma-herrera-precipitaron-renuncia-18243544
9.html

https://www.infobae.com/cultura/2022/02/02/la-renuncia-de-paloma-herrera-desato-una-crisi
s-en-el-teatro-colon-lucha-de-egos-interna-gremial-y-denuncias-por-maltrato/

https://diarioconvos.com/2022/02/02/paloma-herrera-renuncio-a-la-direccion-del-ballet-establ
e-del-teatro-colon-con-un-durisimo-comunicado/

https://www.ambito.com/espectaculos/teatro-colon/el-oficializo-la-salida-paloma-herrera-la-di
reccion-del-ballet-estable-n5364313

https://www.infobae.com/cultura/2022/02/03/mario-galizzi-es-el-nuevo-director-del-ballet-esta
ble-del-teatro-colon/

https://www.lanueva.com/nota/2022-2-4-7-13-0-paloma-herrera-sobre-su-salida-del-teatro-co
lon-hay-problemas-de-base-muy-complejos

https://www.eldiarioar.com/opinion/renuncia-paloma-herrera-controversia-clasica_129_87149
62.html

https://www.lanacion.com.ar/opinion/paloma-herrera-o-baradel-un-duelo-sobre-el-futuro-nid1
5022022/

https://www.infobae.com/cultura/2022/02/16/paloma-herrera-hablo-de-su-renuncia-al-teatro-c
olon-la-compania-tiene-100-bailarines-pero-bailan-50/

https://www.pagina12.com.ar/402534-por-que-los-integrantes-del-ballet-estable-del-colon-no
-se-p
https://noticiasvirales.ar/exclusivo-la-trama-politica-detras-de-la-polemica-de-paloma-herrera
-con-el-colon/

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/fue-mi-segunda-casa-tras-la-renuncia-paloma-herrera-r
evive-su-fascinante-historia-atravesada-por-el-nid18022022/

https://www.lapoliticaonline.com/ciudad/exclusivo-la-trama-politica-detras-de-la-polemica-de-
paloma-herrera-con-el-colon/

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