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División de escena: Serebriakov o Elena

Erwin Olivera Villanueva

Elena es a quien le hare sus respectivas divisiones desde el terreno del personaje
definiendo sus motivos de cambios particulares, y relacionándolos con el súper
objetivo que persigue este personaje. Para Elena Serebriakov es un ser admirable y
que ella está a su lado porque cree estar enamorada de él, pero en realidad solo es
un exceso de admiración.
Primera división: Esta escena que inicia con los dos personajes dormidos; pero de
un momento a otro Serebriakov despierta vociferando enérgicamente, Elena pasa
de un estado de reposo a uno de exaltación lo cual le da pie a ofrecer una respuesta
seca “Elena: Soy yo.” Esta frase da inicio a este suceso en la que vemos a una
señorita elegante y muy atractiva Elena, y terminaría este suceso cuando ella se
pone de pie a cerrar la ventana, en este momento el monólogo interno de ella es
primero de preocupación y luego de protección lo cual podría desencadenar en una
acción física de un desplazamiento apresurado y dirigido hacia la ventana, el cual es
truncado por la negativa de Serebriakov.
Segunda división: Da comienzo a su segundo suceso cuando Serebriakov pregunta
la hora, Elena contesta muy acomedida y servicial, pero manteniendo la
preocupación “Elena: las doce y veinte”; la actitud de ella es de seriedad.
Tercera división: Comienza con Serebriakov preguntando por un libro que tiene que
buscarlo para mañana y Elena cuestiona la pregunta ya que lo ve fatigado, este
arremete contra ella como si no quisiera obedecerle; terminaría con ella
contestando de forma imperativa, puesto que no concibe que ella se está
preocupando verdaderamente por él y a Serebriakov no parece importarle en lo
absoluto, puedo imaginar su gesto de indignación de Elena.
Cuarta división: Serebriakov hábilmente cambia de tema, y luego se expresa de él
con términos despectivos, Elena se da cuenta que ha sido muy dura con él, pero
trata de persuadirlo sutilmente, el cambio de actitud es evidente en este momento
ya que parece que va a desencadenar en un conflicto, puesto que la actitud de
Serebriakov es constante y poco amable, y Elena se muestra en una actitud
totalmente opuesta.
Quinta división: Después de muchos cambios actitudinales de Elena hacia
Serebriakov por tratar de entenderlo a continuación ella empieza a develar su
fastidio, puesto que Serebriakov ha insistido con un discurso peyorativo y
autodestructivo, siendo este el motor de la acción, y, además de menospreciar la
preocupación o quizás el afecto que ella siente, así que comienza este suceso que
yo le llamaría el clímax de la escena y que Elena da inicio con un categórico “Elena:
no puedo más… ¡por el amor de Dios, cállate!” el momento se pone tenso ya que
Serebriakov insiste en sentirse una carga, Elena entra en un estado de shock y trata
de callar a Serebriakov, entre lágrimas producto del estado catártico de Elena busca
una explicación a ese “martirio” este suceso termina en un tono suplicante, después
del desahogo de Elena “Elena: pues cállate…; te lo ruego”.
Sexta división: Al parecer Serebriakov no se ha dado cuenta que hay muchas
personas que le tienen consideración, y que tratan de ayudarle, pero él lo toma
como si le tuvieran lástima, Elena en este suceso ya algo recompuesta le responde
que nadie le ha quitado sus “derechos”.
Séptima división: El suceso comienza cuando el viento golpea la ventana, ese
acontecimiento le cambia la actitud a Elena, que ya resuelta se pone de pie, se
desplaza hacia ella y cierra la ventana, esta acción parece que la lleva a tener un
monologo interno reflexivo ya que le repite el texto anterior pero con una expresión
sesuda “Elena: (…) Nadie discute tus derechos” este suceso se ve acompañado por
una pausa; en mi entender una pausa bien larga; que da la idea de un momento
reflexivo y que termina con unas sabias palabras “Elena: espera… ten paciencia.
Dentro de cinco o seis años, yo también seré vieja”.

Como se puede apreciar cada texto de Elena maneja su propio ritmo, además que
cada uno de ellos está cargado de emociones y de sus propios conflictos
particulares.

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