La cintura pélvica consta de las vértebras sacras fusionadas, dos huesos
pélvicos y las primeras tres vértebras coccígeas. Cada hueso pélvico (coxal) se compone de tres huesos fusionados: el íleon, el pubis y el isquion, los cuales forman el acetábulo, en donde se ensambla la cabeza del fémur, formando la articulación de la cadera. Es una articulación profunda en el tercio posterior del caballo y con un amplio rango de movimiento.
La articulación de la cadera actúa protegiendo los órganos internos, sirve de
soporte de unión muscular y resulta ser un eficaz transmisor de la energía hacia la región toracolumbar. Los grupos musculares del miembro pelviano se pueden dividir en tres: músculos pélvicos, agrupados alrededor del hueso coxal; músculos del muslo, agrupados alrededor del fémur, y músculos de la pierna, localizados sobre diferentes aspectos de la tibia.
Estos músculos se encargan de la movilización de los segmentos óseos
asociados. Los músculos pélvicos se insertan en diferentes puntos del fémur y movilizan la articulación coxofemoral (cadera).