La ESI vínculos saludables para evitar la violencia escolar en los adolescentes
1. Piensen y describan una escena escolar, real o ficticia pero representativa, (que transcurra en una clase, en un recreo, en la sala de profesores, etc. de una escuela secundaria) en la cual les parezca que se reproducen concepciones, creencias o relatos que conllevan o favorecen condiciones de inequidad de género en la vida cotidiana de la institución. Mencionen de esa escena el lugar donde se sitúa, quienes participan, sus diálogos y si esos discursos se traducen o devienen en actos, prácticas o hechos dentro de la institución o fuera de ella. (Pueden utilizar la que fueron presentado y trabajando en las actividades de los foros) 2. Analicen la escena tomando en consideración los contenidos trabajados durante el curso. Les pedimos que incorporen en su reflexión por lo menos una cita textual de las clases y/o la bibliografía. 3. Mencionen 2 posibles puertas de entrada de la ESI (si eligen la puerta 2 especificar a cuál de sus tres dimensiones o sub-puertas se refieren) desde las cuales se podrían pensar acciones escolares que irían en sentido de problematizar, analizar y/o intervenir en la escena planteada en el punto 1 para trasformar lo que allí sucede en el sentido de la perspectiva de la ESI. 4. Elaboren una propuesta de intervención. a partir de esas dos puertas de entrada elegidas. detallando los elementos necesarios en cada caso (destinatarios/as, acuerdos, objetivos, contenidos, actividades, etc.). Por ejemplo, si definieran trabajar con sus colegas docentes punteen los temas o contenidos que abordarían con ellos/as y las características de ese espacio de reflexión conjunta. Si pensaran en una planificación curricular para los/as alumnos/as listen los lineamientos que desarrollarían y las actividades con sus respectivas consignas y recursos didácticos. (Para ello utilicen los Lineamientos Curriculares Nacionales de ESI y los Cuadernos para el Aula de ESI de Secundaria y/o la Cartilla “Educar en Igualdad”) 5. Describan brevemente aportes o temas del curso que les hayan resultado más significativos y/o de mayor utilidad para su rol en la escuela. 1- Relato: Juan de sexto grado se encontraba analizando con sus compañeros y maestra, la clase anterior donde se charló sobre estereotipos de género que establecen modelos acerca de lo femenino y de lo masculino y de cómo estos modelos, socialmente aceptados, influyen en sus conductas, en sus elecciones y formas de relacionarse. Contaba esto, - ‘Escuché por la tele, que la municipalidad de... no sé de qué pueblo, no me acuerdo, que las academias de baile de la ciudad presentaran chicas sin pancita para ser postulantes de la elección de la reina. La academia de danzas árabes le respondió que no mandaría postulantes por las condiciones que ponían” Ante lo relatado les pregunto a las niñas y niños: Y a vos… ¿qué te hizo sentir lo que escuchaste? ¿qué opinan? Ante lo cual respondieron: Ÿ que si no sos “perfecta” no vales... Ÿ y que eligen por el aspecto exterior…. Ÿ siempre son chicas, no hay un rey Ÿ ¡¡Seño, seño!!! Acá también se elige la reina y se presentan todas chicas muy lindas y sin pancita, altas, delgadas sin granos. Las preguntas seguían brotando y aquello que en algún otro instante de otra clase había sido socializado, ese dia adquiría un protagonismo inusitado. -¿Por qué se realizan estos eventos? ¿En qué momento del año se producen?, ¿qué hace la reina después de ser elegida? Preguntas que se fueron planteando con mucha curiosidad e interés porque se acercaba la fecha del cumpleaños de la ciudad en la que se eligen una reina y dos princesas y las adolescentes de entre 15 y 18 años comienzan con los preparativos para su presentación: ir al gimnasio, a la dermatóloga, probarse peinados y colores de cabello y sobre todo “dejar de comer” para “verse bien”. Sentirse bellas, seguras para competir. Los y las estudiantes llegaron a la conclusión de que esta práctica no es para nada igualitaria porque sólo participan las mujeres, perjudicando su salud, generando inseguridades, desvalorizaciones y considerando a la mujer como un objeto de observación. 2- Estas representaciones que se dan en los jóvenes y la sociedad dificultan un desarrollo socio afectivo sano con les cuerpos y conllevan estándares hegemónicos de belleza que reproducen generalmente actos de violencia discriminatorios, baja autoestima y psicológicamente tendientes a la manipulación machista en la mujer y en los hombres mandatos culturalmente aceptados que muchas veces llevan a cosificar el cuerpo de la mujer e interpretar de forma subjetiva, a través de interpretaciones microamachistas maneras de vestirse y actitudes en la mujer. Las formas de organización, las concepciones, nuestras prácticas o comportamientos y las relaciones sociales incorporan, reproducen y resignifican componentes culturales que le inscriben socialmente a los distintos ámbitos patrones de características comunes. Así por ejemplo, las actitudes sociales hacia la violencia, las creencias estereotipadas con respecto a los roles y lugares sociales del hombre y de la mujer, las expectativas de los grupos acerca de los métodos de disciplina y de toma de decisiones en el hogar y en las instituciones, y el nivel general de violencia en el país y en la propia comunidad conforman matrices sociales que sostienen y perpetuán modelos jerárquicos y abusivos de vinculación. (Cantón Duarte y Cortés Arboleda, 1997). Los valores, los sistemas de creencias e ideologías conforman matrices simbólicas que moldean los distintos contextos de la vida social hasta llegar al nivel más cercano y concreto para un niño o una niña como lo es el ámbito de su medio familiar. Es así que, mediante los procesos de socialización durante la infancia logran articularse el nivel de lo intrafamiliar con el contexto más amplio macrosistémico o sociocultural. (Misuti, Ochoa y Molpeceres, citados por Bringiotti, 1999).
Esta experiencia escolar relatada hace referencia a el eje conceptual de la ESI,
el enfoqué sobre el cuidado del cuerpo y la salud. “Las dimensiones de la propia identidad. La sociedad deposita expectativas distintas en los varones que en las mujeres. Según estas expectativas, algunas conductas y formas de ser serían esperables solo para los varones y otras serían exclusivas de las mujeres. Estas expectativas pasan a formar parte, como ya lo hemos mencionado antes, de los llamados estereotipos de género que asignan de manera diferente, para mujeres y varones, tareas y roles, valoraciones, cuidados del cuerpo, formas de expresar las emociones y construir vínculos. Estos estereotipos no solo implican diferencias de género, sino también relaciones de desigualdad entre varones y mujeres, que, generalmente, se naturalizan y, por lo tanto, se perciben como atributos “normales” e incuestionables. Para las masculinidades, el estereotipo impone que el cuerpo sea la sede del ejercicio de la fuerza, el poder, el dominio de los espacios públicos, el empleo, rasgos asociados a la masculinidad hegemónica. Y para las femineidades, el cuerpo no sólo se relaciona con características opuestas a las anteriores – debilidad, fragilidad, reproducción, pasividad, lo doméstico como espacio exclusivo–, sino que adquiere una mayor centralidad, ya que se considera que en él mismo reside su feminidad. Esto quiere decir que el cuerpo femenino se convierte en sede del ser mujer, cuerpo que debe ser bello, agradable, muchas veces cuerpo-objeto. Podríamos decir que hay un doble discurso en relación con el cuerpo femenino: por un lado, es visto desde el rol tradicionalmente atribuido a la mujer como madre, encargada de la crianza de los/as hijos/as, ocupando el ámbito doméstico. Por otro lado, el cuerpo femenino es mirado como objeto de deseo sexual y medido desde parámetros estéticos hegemónicos, tanto por los varones como por las mismas mujeres. 3-Puertas de entrada El desarrollo curricular de la violencia de género y la promoción de vínculos saludables El desarrollo curricular de la violencia de género y la promoción de vínculos saludables A. El conocimiento del contexto social, histórico y cultural, en la medida en que la comprensión de los procesos sociales, económicos y políticos tanto en nuestro país como en el mundo, que implicaron cambios en las configuraciones familiares, en la participación de varones y mujeres en distintos ámbitos de la vida social y en el reconocimiento de los derechos humanos, genera una reflexión crítica sobre las tradiciones, los estereotipos y modelos hegemónicos de masculinidad y feminidad.
B. El conocimiento y respeto por el propio cuerpo y el cuerpo de las/os
otras/os, ya que partiendo del reconocimiento de la sexualidad como elemento constitutivo de la identidad, y a su vez como un campo complejo que articula dimensiones biológicas, políticas, sociales, psicológicas, éticas, se pueden promover oportunidades para la reflexión y valoración del cuerpo como expresión de la subjetividad, y como soporte de la confianza, el crecimiento y la autonomía progresiva en igualdad de condiciones para mujeres y varones. 4- Tomaré como ejemplo una propuesta de Propuesta de intervención en para el aula Tiempo de realización; Dos clases Primera clase, Ubicados en la realidad social de la valoración de los cuerpos y su tratamiento en los medios de difusión masivos individualmente deben crear una frase eslogan o jingle publicitario de una campaña social de difusión y concienciación en torno a los estándares de belleza utilizado generalmente. La propuesta debe ser superadora entornó a deconstruir esta realidad. Una vez concluidas las ideas se realizará una puesta en común de las mismas. Segunda clase En relación a la elección de la reina de la primavera realizada cada año en los colegios secundarios y utilizando las ideas elaboradas en la clase anterior escribir una carta dirigida al concejo Deliberante de la ciudad con nuevas, colectivas e inclusivas propuestas para elegir representantes de nuestra localidad. Los mismos deben comprometerse a elaborar una resolución a aplicar.
5-A diez años de la promulgación de la Ley 26150, la sexualidad continúa
siendo un tema controversial pero que debe ser abordado por la escuela como parte de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. En este sentido este trayecto me resulto muy importante para ayudar a pensar de modo crítico las costumbres que las escuelas conservan y naturalizan, porque muchas veces vulneran derechos o se sostienen con concepciones viejas de la sexualidad, la niñez y la adolescencia. Además, acompañar en el abordaje de los episodios de que irrumpen en la escuela, que no siempre les es sencillo trabajarlos desde la perspectiva de ESI.