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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR SEDE SANTO DOMINGO

Dirección Académica – Escuela de Comunicación Social

ANÁLISIS DEL DISCURSO DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS DE ECUADOR EN


FACEBOOK DURANTE EL 8 DE MARZO 2021

Plan de Trabajo de Titulación previo a la obtención del título de Licenciada en


Comunicación.

Línea de Investigación: Educación, comunicación, culturas, sociedad y valores.

Autoras:

KATTY VIVIANA CASTILLO VÉLEZ


LISBETH ANAHI CORNEJO DÁVILA

Directora:

Dra. ADRIANA GRACIELA SEGURA MARIÑO

Santo Domingo – Ecuador

Junio, 2021
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR SEDE SANTO DOMINGO

Dirección Académica – Escuela de Comunicación Social

HOJA DE APROBACIÓN DEL PLAN DE TRABAJO DE TITULACIÓN

ANÁLISIS DEL DISCURSO DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS DE ECUADOR EN


FACEBOOK DURANTE EL 8 DE MARZO 2021

Línea de Investigación: Educación, comunicación, culturas, sociedad y valores.

Autoras:

KATTY VIVIANA CASTILLO VÉLEZ


LISBETH ANAHI CORNEJO DÁVILA

Adriana Graciela Segura Mariño, Dra.


DIRECTORA DE TRABAJO DE
TITULACIÓN
Carlos Galarza, Mg.
DIRECTOR DE GRADO

Santo Domingo – Ecuador

Junio, 2021
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DECLARACIÓN DE AUTENTICIDAD Y RESPONSABILIDAD

Nosotras, CASTILLO VÉLEZ KATTY VIVIANA portadora de la cédula de


ciudadanía No. 1723866024 y CORNEJO DÁVILA LISBETH ANAHI portadora de la
cédula de ciudadanía No. 1317441622, declaramos que los resultados obtenidos en la
investigación que presentamos como informe final, previo a la obtención del Título de
LICENCIADAS EN COMUNICACIÓN son absolutamente originales, auténticos y
personales.

En tal virtud, declaramos que el contenido, las conclusiones y los efectos legales y
académicos que se desprenden del trabajo propuesto de investigación y luego de la redacción
de este documento son y serán de nuestra sola y exclusiva responsabilidad legal y académica.

Igualmente declaramos que todo resultado académico que se desprenda de esta


investigación y que se difunda, tendrá como filiación la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador, Sede Santo Domingo, reconociendo en las autorías a la directora del Trabajo de
Titulación y demás profesores que amerita. Estas publicaciones presentarán el siguiente orden
de aparición en cuanto a los autores y coautores: en primer lugar, a las estudiantes autoras de
la investigación; en segundo lugar, a la directora del trabajo de titulación y, por último,
siempre que se justifique, otros colaboradores en la publicación y trabajo de titulación.

Katty Viviana Castillo Vélez Lisbeth Anahi Cornejo Dávila

CI. 1723866024 CI. 1317441622


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RESUMEN

Entre 200 y 250 palabras

Introducción: Entre 30 y 50 palabras. Metodología: Entre 30 y 50 palabras.


Resultados: Entre 30 y 50 palabras. Discusión: Entre 30 y 50 palabras. Conclusiones: Entre
30 y 50 palabras.

Palabras clave: (de 3 a 5 palabras separadas por punto y coma)


5

ÍNDICE DE CONTENIDOS

1. INTRODUCCIÓN 6

1.1. Antecedentes 6

1.2. Justificación 7

1.3. Planteamiento y delimitación del problema 8

1.4. Preguntas de investigación 9

1.5. Objetivos 9

1.5.1. Objetivo general 9

1.5.2. Objetivos específicos 10

2. REVISIÓN LITERARIA 11

2.1. Contexto en el que se construye el relato 13

2.2. Estilo en la construcción del discurso feminista 15

2.3. Ideologías en la elaboración del discurso feminista 18

3. METODOLOGÍA 21

3.1. Enfoque, diseño y tipo de investigación 21

3.2. Población y muestra 21

3.3. Técnicas de recogida de datos 22

3.4. Desarrollo de instrumentos 22

3.5. Técnicas de análisis de datos 23

4. REFERENCIAS 24

5. ANEXOS 30
6

1. INTRODUCCIÓN

El feminismo es considerado un sistema de pensamiento o movimiento social que


busca una simetría entre hombres y mujeres en la esfera pública y privada. Este se ha
expandido a través de los medios de comunicación, sin embargo esta relación ha sido de
visibilización e invisibilización, debido al enfoque negativo con el que la mayoría de los
medios han abordado temas de estas organizaciones (Peña-Fernández, Larrondo-Ureta &
Agirreazkuenaga-Onaindia, 2020).

Por otro lado, el feminismo se ha caracterizado por el uso de medios alternativos, los
cuales posibilitaron un mayor control de sus estrategias de comunicación. Así, el internet y
las Tecnologías de la información y comunicación (TIC) resultan ser herramientas que han
ayudado al crecimiento e influencia de los movimientos sociales (Piñeiro-Otero & Martínez-
Rolán, 2016). De esta forma, las feministas tienen el desafío de transmitir y sustentar su
discurso para lograr la reivindicación legítima de sus derechos.

La importancia que produce el feminismo y sus discursos en el contexto actual, ha


dado paso a la realización de investigaciones que atañen a este tema.  Por ello se ha ejecutado
una búsqueda bibliográfica en bases de datos como Google Académico y Scopus, mediante
las cuales se incrementaron los conocimientos que guardan relación con los movimientos
feministas. De igual manera, la sistematización de estos antecedentes sirve para
contextualizar la presente investigación, sus límites y posibilidades. 

1.1.Antecedentes

El artículo elaborado por Piñeiro-Otero & Martínez-Rolán (2016) analiza el contenido


en la web 2.0 del caso de estudio #viajosola, donde los memes fueron un formato para la
difusión y viralización. Es así que se realizó un análisis documental, crítico y semiótico,
además de una etnografía digital basada en herramientas para obtener datos sobre las
interacciones en las plataformas, durante los meses de marzo hasta septiembre del año 2016.
Entre los resultados se destaca que el meme posibilitó que la lucha feminista fuera
transnacional, ya que se evidenció la apropiación e identificación de mujeres que elaboraban
su propio producto para las redes sociales con el hashtag.
7

 Otra de las investigaciones consultadas fue la de Peña-Fernández et al. (2020), en la


cual se pretendía analizar la visibilidad y caracterización del feminismo en diez reconocidos
cibermedios iberoamericanos. Se realizó un análisis de contenido de 2712 términos que
aparecen dentro del campo de palabras claves (tags) en los metadatos de los cibermedios
seleccionados. Los resultados evidenciaron que el feminismo se asocia en mayor medida con
celebridades, y que el discurso tiene más impacto cuando se trata de una imagen victimizada
de la mujer. 

Una temática similar se abordó en la investigación de Rivera, Umpierrez & Vallejo


(2020), cuyo objetivo era explorar las movilizaciones feministas e indígenas de Ecuador y el
discurso construido por sus miembros, durante los años 2007-2019, a través de entrevistas
profundas a sus miembros y representantes. Entre los resultados, se demostró que el discurso
tenía elementos característicos del populismo, como también se verificó una perspectiva de
lucha y movilización ideológica por el bienestar social.

Una última investigación relacionada al discurso feminista lo realizaron Sacaquirin-


Rivadeneira & Peña-Contreras (2020), con el objetivo de explorar la percepción del
feminismo en hombres y mujeres de la ciudad de Cuenca-Ecuador. Para ello se realizaron
grupos focales en el que participaron 125 personas de entre 18 y 60 años. Los resultados
probaron que se reconoce el objetivo feminista de buscar la igualdad de derechos, sin
embargo también existen connotaciones negativas relacionadas con estereotipos.

1.2.Justificación

El discurso online del feminismo ecuatoriano expresado por los movimientos de


representación nacional tiene una limitada difusión y comprensión dentro del territorio. La
necesidad de aclarar estos puntos se refleja en La Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2017) en los objetivos de desarrollo
sostenible de la Agenda 2030, donde se manifiesta la importancia de: “promover sociedades
pacíficas, justas e inclusivas, libres de temor y de violencia, con instituciones inclusivas y
responsables en todos los niveles” (p. 5). 

Por otra parte, las Naciones Unidas & CEPAL (2018) mencionan que es importante
“Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de
8

liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública” (p. 32). En
este sentido el presente estudio aportará información para que profesionales de la
comunicación, movimientos feministas y entidades públicas puedan elaborar proyectos
futuros para promover la equidad de género. 

De igual manera, en el objetivo dos del SENPLADES (2017), fundamenta que es


necesario “fortalecer y construir una sociedad inclusiva, sin discriminación étnica, cultural,
por situación de movilidad humana, sexo-genérica y otras formas conexas de intolerancia;
una sociedad que consolide relaciones equitativas e interculturales entre personas, colectivos,
comunidades, pueblos y nacionalidades” (p. 61). Por lo tanto, es necesario conocer el
contexto en que se desarrolla el feminismo en Ecuador para promover una participación
democrática y de pertenencia desde los saberes oportunos.

1.3.Planteamiento y delimitación del problema

Los resultados de los antecedentes fueron obtenidos a través de técnicas de


investigación con enfoque cualitativo. Tres de los estudios indagan las percepciones,
opiniones y formas externas con las que se trata al feminismo. Por otro lado, en uno de los
artículos se analizan las causas de quienes lideran los movimientos feministas ecuatorianos,
más no su discurso como un sistema de pensamiento en canales digitales. De esta manera,
son insuficientes los estudios basados en el análisis del discurso online del feminismo
ecuatoriano.

En Ecuador, la Constitución de la República (2008) manifiesta en el Art. 18.- “Todas


las personas (...) tienen derecho a: 1. Buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir
información veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural y sin censura previa” (p. 15).
Sin embargo, la ciudadanía recibe información superficial respecto al feminismo, no sólo en
Ecuador sino en Iberoamérica, como señala una investigación realizada por Peña-Fernández
et al. (2020), en la que alrededor del 62,1% de las noticias publicadas en cibermedios
iberoamericanos abordan el feminismo en temas como la victimización de la mujer, drama y
espectáculo.

Respecto a la búsqueda de la igualdad de género, en el Art. 70 de la Constitución de la


República del Ecuador (2008) se hace mención a que “el Estado formulará y ejecutará
9

políticas para alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres (...) e incorporará el enfoque de
género en planes y programas, y brindará asistencia técnica para su obligatoria aplicación en
el sector público” (p. 35).

 Por el contrario, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el


Cariba (CEPAL) existe un 24,7% de representación de la mujer en el poder ejecutivo de
Ecuador. En el caso de Latinoamérica, se refleja un 28,5% de participación femenina; lo cual
es un indicador de desigualdad. Así también, los espacios de representación de la mujer en
los medios de comunicación se ven perjudicados por la asimetría laboral, de manera que se
limitan los derechos de las mujeres de comunicarse y desarrollarse como profesionales.

1.4.Preguntas de investigación

La información tratada en párrafos anteriores llevó a formular el siguiente problema


de investigación:

¿Cuáles son las características del discurso online difundido por los movimientos
feministas ecuatorianos? 

Pregunta que se compone de las siguientes interrogantes: 

¿Cuál es el contexto de construcción del relato feminista ecuatoriano en el discurso


online?

¿Qué estilo de discurso predomina en las publicaciones online de las organizaciones


feministas de Ecuador?  

¿Qué ideologías sobresalen en la elaboración del discurso online del feminismo


ecuatoriano?

1.5.Objetivos

1.5.1. Objetivo general


10

Analizar las características del discurso online difundido por los movimientos
feministas ecuatorianos

1.5.2. Objetivos específicos

Identificar el contexto de construcción del relato feminista ecuatoriano en el discurso


online.

Determinar el estilo que predomina en las publicaciones online de las organizaciones


feministas de Ecuador.

Reconocer las ideologías que sobresalen en la elaboración del discurso feminista


ecuatoriano difundido en medios de comunicación online.
11

2. REVISIÓN LITERARIA

El feminismo es definido como una corriente de pensamiento ideológico o


movimiento social-político, cultural y económico, cuyo desarrollo se gesta debido a diversos
niveles de opresión, inequidad, discriminación, violencia y abusos ejercidos sobre la mujer a
lo largo de los años. Siendo los primeros indicios del movimiento, las manifestaciones de
colectivos femeninos durante la Revolución Francesa (González, 2003) y el reconocimiento
de los derechos humanos en La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
que, sin embargo, discriminaba a la mujer. Como respuesta a este hecho, la escritora y
precursora del feminismo, Olimpia De Gauges, reclamó en la Declaración de los Derechos
de la Mujer y de la Ciudadana de 1789, la igualdad de género en todos los ámbitos políticos,
sociales y culturales, así como también el derecho al voto y participación femenina en la
esfera pública y privada (Puleo, 1993, citado en Duarte Cruz & García-Horta, 2016).

Otros autores como González (2017), mencionan que el surgimiento del feminismo
como movimiento social y político se manifiesta bajo la corriente de la Ilustración, de manera
que se denuncian las desigualdades sociales, individuales y colectivas de las cuales las
mujeres eran sujeto, al ser reconocidas como seres inferiores. En consecuencia, según Jaggar
(1999), las representantes y miembros de la primera ola del feminismo se destacaron por
oponerse a la dominación masculina que había sido formulada por constructos sociales
antropocentristas, cuyo discurso fue creado por y para el hombre, siendo la lucha por el voto
femenino, de las denominadas sufragistas, y su consecuente triunfo, el mayor éxito del
movimiento en esta época (Alberdi, 2020).

Posteriormente, a finales de los años sesenta y principios de los setenta, los


movimientos feministas se tornan más fuertes y representativos, dando inicio a la segunda ola
del feminismo, en la cual se pretendía reconocer las diferencias existentes entre mujeres y
hombres que, independientemente de su género, deben tener igualdad de oportunidades
(Granados, 2006, citado en Duarte Cruz & García-Horta, 2016), tanto en la esfera laboral y
pública, como también igualdad en la distribución de las responsabilidades de la esfera
privada o vida familiar (Alberdi, 2020), lo cual hace alusión al lema feminista de los setenta,
retomado por la activista y periodista estadounidense Carol Hanisch, “lo personal también es
política”,  consigna que enriquece, según Romero Pérez (2015), el análisis político de la
12

teoría feminista con términos como violencia de género, violencia conyugal, violencia
doméstica y demás. 

Entretanto, en Latinoamérica las corrientes feministas emergieron, de acuerdo con


Perea (2017), como resultado de tres tipos de procesos históricos: la colonización, las
revoluciones en contra de las dictaduras militares y gobiernos autoritarios y las ulteriores
crisis socioeconómicas. De esta manera, se distingue en América Latina el feminismo
tradicional, el feminismo social y el feminismo militante. La fase inicial tiene un desarrollo
similar a los movimientos internacionales de la primera ola feminista, cuyo objetivo principal
es la búsqueda de la igualdad de género en la esfera pública.

Posteriormente, durante los años 70, algunos grupos de mujeres formaron parte de
partidos y organizaciones militantes de la izquierda revolucionaria, participando activamente
en la revolución, para luego formar los diferentes grupos de representación feminista (Schild,
2016), que a diferencia de Estados Unidos y Europa, sugieren una reconfiguración de las
ideologías preexistente y se definen contextualmente de acuerdo con las situaciones sociales,
culturales e históricas de cada región. 

Finalmente, en la década de los noventa surge una tercera ola feminista que mantiene
el reconocimiento entre género masculino y femenino, establecido en la segunda ola, y
reafirma la búsqueda de la igualdad entre ambos sexos. Por otro lado, esta etapa del
movimiento se ve marcada por el desarrollo de las tecnologías de información y
comunicación (TIC) y el internet, lo que ha permitido la difusión mundial de la corriente
feminista. Así es que, para Biswas (citado en Duarte Cruz & García-Horta, 2016), es
sustancial reconocer el carácter multifacético, multicultural y multidimensional del
movimiento, porque el feminismo actual ha dado cabida a una gran variedad de tendencias
que van más allá del feminismo radical, liberal y social, como lo detallan Duarte Cruz &
García-Horta (2016) abarcando otros sectores de la sociedad, corrientes o problemáticas
específicas como el feminismo lésbico, el ecofeminismo, el feminismo islámico, el
feminismo indígena, entre otros. 

Por otro lado, en Ecuador, el feminismo comenzó a desarrollarse en el año 1890 con
la publicación del texto El tesoro del hogar de Zoila Ugarte, con antecedentes como Dolores
Veintimilla de Galindo y Marietta de Veintimilla. Sus textos, como lo indica Campana,
(citado en Goetschel, 2006), plantearon la idea del feminismo dentro del contexto socio
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histórico y geográfico del país andino, pese a no institucionalizar el movimiento. De esta


manera, el reconocimiento de los colectivos feminista en Ecuador llegaría tiempo después, al
tomar fuerza en los años setentas y tras la participación de activistas y miembros de los
grupos feministas e indígenas en el derrocamiento de los gobiernos de Abdalá Bucaram,
Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez (Rivera, et al., 2020), hasta el triunfo del movimiento
Alianza País en el 2007.

La cooperación de las mujeres en los procesos constituyentes característicos de la


época del 2000, en Ecuador y América Latina, supuso que se incluyeran la teoría y las
prácticas feministas en la construcción del Sumak Kawsay o Plan del Buen Vivir (Perea,
2017), así como también se logró el reconocimiento de las desigualdades de género a nivel
nacional e internacional en el contexto latinoamericano, la instauración de nuevas leyes que
buscan asegurar una vida plena y sin violencia a mujeres y niñas, la penalización del
femicidio en el código penal y, recientemente, en Ecuador la legalización del aborto por
violación. De esta forma, según Rivera et al., (2020) los grupos feministas en el país tienen
claro conocimiento de su identidad colectiva, tanto en el seno del movimiento, como
colectivos individuales, diversos y multiculturales que constituyen el espacio social.

Así mismo, en la actualidad se considera, según Cobo (2019), que las movilizaciones
y manifestaciones que han surgido en estos últimos años a nivel internacional, son reflejo de
una nueva ola feminista, es decir, una cuarta ola que se caracteriza por poseer un carácter
globalizador, en el cual mujeres y hombres de todas las edades y condiciones comprenden las
desigualdades e injusticias sociales que acarrea el género, de manera que se identifican con la
lucha actual, o como lo define Icart (2020), con el feminismo de mayorías. Igualmente, se
trata de un movimiento que reconoce la existencia de diferencias estructurales entre mujeres,
dando cabida al desarrollo de nuevos conceptos como agencia, interseccionalidad, mujeres
queer y colonialidad del poder (Cobo, 2019), además de oponerse al capitalismo y la
diferenciación sexual que “biologiza lo femenino y lo masculino como hombre y mujer”
(Icart, 2020, p.404).

2.1. Contexto en el que se construye el relato

De acuerdo con Calsamiglia & Tusón (2001), toda construcción o uso lingüístico se
da en un contexto, generando un contexto y siendo parte de un contexto, es decir, del espacio
14

físico-temporal político, social y cultural que rodea una situación, un hecho o al mismo
evento comunicativo, o como lo define la RAE, el “entorno lingüístico del que depende el
sentido de una palabra, frase o fragmento determinado” (2020). Por ello se torna importante
que una de las unidades de análisis para la creación del relato sea el contexto en el que el
relato se desarrolla, se enuncia y se convierte en hecho comunicativo. 

Por otro lado, se entiende como relato a la narración de un suceso, historia, idea o
hecho, cuyo soporte puede ser el lenguaje articulado, escrito u oral y, por tanto, está presente
en todos las sociedades, tiempos y espacios, ya que básicamente es parte constitutiva de la
historia humana (Barthes et al., 1976). De este modo, según Lyotard (citado en Van Dijk &
Mendizábal, 1999), el relato tiene una capacidad legitimante o legitimadora que puede
mostrar o precisar, clasificar o denominar las acciones del emisor o actor social, es decir, lo
que se dice en relación a la acción, al entorno y lo que se construye alrededor de él. De esta
manera, al considerarse el relato como la base del discurso, proporcional al espacio temporal
de la vida, la articulación connotativa y denotativa conforman la lógica del relato; en otras
palabras, el emisor tanto como el receptor del relato construyen o describen su propio mundo,
que es la forma de representarse en el contexto del cual son parte. 

Retomando el concepto de contexto, Goodwin y Duranti, (citado en Calsamiglia &


Tusón, 2001), reconocen la incorporación de diversas dimensiones que configuran al
contexto, las cuales son: localización, comportamiento no verbal, la lengua y el entorno
extrasituacional. De esta manera, se entiende por localización al marco de actuación
socioespacial en el que se desarrolla el relato y se determina el comportamiento comunicativo
oportuno para su presentación. Mientras que, la dimensión del comportamiento no verbal del
contexto son todos los elementos no verbales, como la proxémica, la cinésica y la
vocalización, que acompañan a la comunicación verbal. El lenguaje, por su parte, se relaciona
con el empleo lingüístico de la lengua y, finalmente, los factores extrasituacionales se
consideran como presuposiciones de lo que puede llegar a pasar, de acuerdo a una situación y
lugar específico. 

Analizadas las dimensiones del contexto, se pretende ubicar el discurso dentro de un


entorno, especificando las condiciones en que se construye el relato. Tales estados aluden a
aquellas relaciones entre los discursos y el desafío de diferentes formaciones discursivas, en
una lucha por la hegemonía en donde cada discurso tiene su punto de partida que se refiere a
sí mismo (Viscardi, 1986, citado en Van Dijk & Mendizábal, 1999). De esta manera, se han
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generado múltiples estilos de relatos en relación al contexto en el que van a ser enunciados y
los objetivos a alcanzar. Tal es el caso del relato político, que según D’Adamo & García
(2016), comprende en su estructura la edificación de una problemática y un enemigo
circunstancial, así como también, el reconocimiento de los valores para enmarcar temas
precisos en el que juega un papel fundamental el contexto en que se enuncia el discurso,
especificando el valor del enunciante o actor social para solucionar las problemáticas
planteadas en su relato. 

Es así que para el análisis discursivo del relato es necesario determinar qué
información contextual se va a considerar dentro del estudio del discurso, tanto oral como
escrito (Cicourel, 1992), para que en consecuencia se abarque todas las dimensiones y todos
los elementos necesarios para ubicar un relato específico en su contexto de creación y
recepción. Cabe recalcar que la construcción de los relatos, al estar expresamente ligados con
el contexto en que se desarrollan, van cambiando de estilo, objeto y forma; por consiguiente,
el discurso feminista, político, comercial o cristiano de antaño no son los mismos que los más
recientemente relatados e, igualmente, son los discursos actuales los que configuran nuevos
contextos (Calsamiglia & Tusón, 2001). Por esta razón, más concretamente, la ubicación del
relato trata de definir el enunciador y el contexto de la enunciación, para determinar la
construcción del mismo.

De esta manera, la creación del relato feminista está determinado por el contexto en el
que se desarrolla, y con él se da cabida a la construcción de nuevas bases e imaginarios
sociales que repercuten en la formación de un nuevo contexto, como es el caso de la
ideología Queer de la denominada cuarta ola feminista en algunos lugares del planeta. Por
tanto, como señala Garreton (citado en Santander, 2011), el análisis de los discursos
transmitidos y generados por la sociedad es sustancial para clasificar sociológicamente las
visiones sociales que repercuten a un contexto específico o general. Igualmente, para Buenfil
(1993), el contexto en el cual se manifiesta un término o enunciado establecerá “los
parámetros de su significación posible” (p.4), ya que no se construye una significación sin un
contexto; por consiguiente, los discursos o relatos de los movimientos sociales, que son los
modismos más relevantes y vivos de la época actual, construyen y deconstruyen ideales,
tradiciones y contextos de acuerdo al entorno en el que se desarrollan y son finalmente
enunciados (Kilgo & Harlow, 2019).
16

2.2.Estilo en la construcción del discurso feminista

Varios autores hablan del estilo como la estrategia con la que el narrador expresa su
discurso, entre ellos van Dijk & Mendizábal (1999), quienes en su obra hablan de un estilo
formal en la dirección y diálogo del discurso político. Así también se menciona el estilo
lexical y sintáctico. Por último, especifican que el estilo retórico es aquel en el que incluye:
verborrea, hiperbolismo, deshonestidad e inmoral. Por otro lado, Uribe (2016) expresa que, al
poner énfasis en el estilo del discurso, se refiere al registro o conjunto de palabras que se
pretenden usar dependiendo del contexto. Puesto que no es posible utilizar el mismo
vocabulario para redactar un cuento y un ensayo crítico, por ejemplo. 

El estilo en la construcción del discurso desde el punto de vista etnográfico


investigativo posee tres componentes que exponen el significado que puede tener el empleo
del registro en una lengua, entre ellos, según Grebe (1994): los actores sociales, el
investigador y el contexto en que se desarrolla un discurso. Lo cual sienta las bases para las
consideraciones culturales en la elaboración y análisis de un discurso, ya que puntualmente el
feminismo posee variantes según la zona geográfica. Por lo tanto, los estudios etnográficos
ayudan a comprender qué es lo que diferencia a más de un discurso que gira en torno al
mismo tema. 

Al estilo debe añadirse, que es lo que determina el nivel de alcance de un discurso,


mediante las consideraciones de a quiénes está dirigida dicha construcción.  Es así que, las
ideas complejas, de no ser transformadas a un lenguaje sencillo, tienen la probabilidad de no
ser compartidas y, por tanto, dicho conocimiento llega a un público limitado. Una muestra de
esta característica del estilo del discurso la manifiesta Del Puig Zalbidea Paniagua (2019), al
analizar el ensayo Todos deberíamos ser feministas, anteriormente mencionado, donde
destaca que es un texto clave para personas que realizan sus primeras búsquedas sobre el
tema, ya que posee un estilo de discurso accesible y fácil de comprender, sobre todo para el
público joven.

Así también, van Dijk & Mendizábal (1999) exponen en uno de sus epígrafes cómo el
estilo del discurso se identifica en la “Estructura conceptual del relato”. En este caso lo
denominan estrategias de enunciación, y en esta parte el analista debe identificar cual es el
subtexto del discurso, o las metacomunicaciones, ya que eso tiene una relación significativa
con el estilo empleado. Cabe destacar que el estilo es un elemento del discurso que al
17

modificarlo no cambia la temática (Cares Mardones, 2017). Es así, que es posible redactar un
texto con estilo coloquial y transformarlo a un estilo formal, sin necesariamente cambiar el
contenido de fondo. 

Desde epígrafes anteriores se ha evidenciado que el movimiento feminista se


relaciona con la ideología, la teoría política y la filosofía, por lo que se desenvuelve dentro
del ámbito político y académico. Esto se debe a que la construcción del discurso feminista
gira en torno a un sujeto político activo, o “sujeto femenino del feminismo” (Luna, 2002). Por
lo tanto, la elaboración de los temas del discurso es estratégica y se relaciona con la teoría
feminista, ya que en sus discusiones considera a la mujer y sus diversidades. Por lo tanto,
es representada en un sujeto que considera aspectos como: raza, clase, orientación sexual,
edad, creencias religiosas y pasado histórico. 

El estilo en el discurso feminista posee distintos matices. Por ejemplo, existen grupos
en los que el discurso que se utiliza tiene un estilo retórico, para no revelar información sobre
sus integrantes, lo cual ayuda a carecer de marcas de género. Sin embargo, cuando el género
es revelado en los discursos se recurre a guías para evitar el uso de un lenguaje sexista. No
obstante, existen colectivos feministas que utilizan un estilo retórico neutro, es decir, utilizan
el lenguaje inclusivo. Por otro lado, se han publicado discursos feministas con estilo
semiformal, con el objetivo de que la información sea percibida como algo legítimo y
característico de la comunicación institucional. De igual manera se utilizan discursos de estilo
retórico y carente de género, con la motivación de que sea apreciado con objetividad (Ruiz,
2017).

El lenguaje inclusivo, como estilo de construcción del discurso feminista, ha estado


inmerso en debates lingüísticos en la academia y la política. A pesar de que distinguir su
origen concreto se dificulta por los cambios que el feminismo ha logrado en la sociedad, fue a
partir de julio de 2018 que el lenguaje inclusivo se intensificó y la RAE consideró realizar
estudios respecto a este tema, ya que en aquel año la actual vicepresidenta de España,
Carmen Calvo, expuso que sería adecuado corregir la constitución de dicho país con base en
la realidad, donde habitan hombres y mujeres (Bolívar, 2019).

El nacimiento del lenguaje inclusivo está relacionado con una característica de la


lengua, entendida como idioma, que les da la posibilidad a sus hablantes de crear, ya sea de
manera intuitiva o premeditada, variaciones en el lenguaje. Esto se denomina cristalización
18

social (Saussure, 1945) y comienza con el hecho social, es decir, con las acciones
individuales que progresivamente son aceptadas y puestas en práctica por más personas. Esto
conlleva a que no sea utilizado por el cien por ciento de quienes emplean determinados
códigos, sino una parte. Como es el caso del estilo del discurso feminista, en el que el
lenguaje inclusivo puede formar parte de las ideas y propuestas que se expongan, como
también puede no estar presente.

2.3.Ideologías en la elaboración del discurso feminista 

El término ideología ha sido sujeto a diversos cambios en su significado en distintos


contextos históricos y según los pensadores. Desde la definición de Platón como idea o
visión, hasta las consideraciones de Van Dijk “como sistemas básicos de cognición social,
como elementos organizadores de actitudes y otros tipos de representaciones sociales
compartidas por miembros pertenecientes a un grupo” (2008, p. 202), en donde su influencia
en el discurso expresa, a través de recursos como la lexicalización, significados que
responden a creencias específicas de un colectivo. 

Así también, la ideología es el resultado de la interrelación de la esfera pública/política


y privada/hogar, Arendt (como se citó en Tapias, 2005), considera que estas categorías se
absorben mutuamente e influyen en los constantes resultados del accionar social. Por otro
lado, Ramonet (citado en Varela, 2008), expone que la publicidad es una de las formas más
efectivas en que las ideologías se legitiman y normalizan, debido a su alto nivel de
persuasión. Un ejemplo de esto es el caso de Chimamanda Ngozi Adichie, autora del ensayo
Todos deberíamos ser feministas, quien realizó una campaña de su obra con Christian Dior,
en la que se elaboraron camisetas que tenían el título de su escrito, y a pesar de que esto fue
criticado, dio un impulso para que sus ideas sean conocidas a nivel internacional (Del Puig
Zalbidea Paniagua, 2019).

En la elaboración del discurso, la ideología como conjunto de pensamientos o ideas se


considera modular para establecer un sistema de expresión, ya que es una herramienta de
interacción y construcción de conocimiento. Así lo expresa Van Dijk (2002) al considerar que
el discurso se relaciona e integra a las ciencias sociales y humanas. En este sentido, las
relaciones de poder en la sociedad también son expresadas por el discurso, pero de tipo
político. Y no sólo es un recurso que mantiene intactas dichas relaciones, sino también tiene
19

la facultad de establecerlas, sostenerlas y cambiarlas; ya sea en favor de colectividades o


grupos determinados. 

La semiosis tiene que ver con los elementos del proceso comunicativo, los cuales son:
“Representamen”, “interpretante” y “objeto”. En dicho proceso, el “representamen” tiene la
posibilidad de ser transformado debido a las causalidades, y tiene tres formas de relacionarse
con el objeto aludido, entre ellas: “Índices” (tienen conexión física real con el referente),
“íconos” (tienen semejanza con el referente en la forma o afecta una cualidad del objeto) y
“símbolos” (se basa en una convención) (Romanini, 2015). 

El discurso y la ideología se relacionan porque en conjunto constituyen, naturalizan,


sostienen y cambian la semiosis o el significado de los signos que conforman las
percepciones individuales y colectivas del mundo (Foucault, 1999, como se mencionó en
Moreno, 2015). Por otro lado, en un intento por analizar al discurso en su dimensión pura,
Van Dijk (2002) lo describe como una estructura dotada de sentido, interacción,
representación o construcción social, dentro de una situación comunicativa, en la que se
comporta como abstracción teórica inmaterial o construcción mental y social.  

Una vez profundizados los conceptos de ideología y discurso, cabe aclarar que
posterior a la Revolución Francesa, se hablaba de luchas por los derechos de la mujer,
contexto en el que las mujeres expresaron una ideología iluminista e igualitaria. Al tener
objetivos claros y una figura guía, como lo fue Olympe de Gouges, quien escribió la
Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana, en 1791, donde se exigía un sistema
en el que se considere por igual a hombres y mujeres (Pereira, 2017); se establecieron las
bases para la actual consideración del feminismo como un movimiento con un: “discurso
político que se basa en la justicia” (Varela, 2008, p.10). Es decir, libre de supremacías de
género, clase social o demás variedades que puedan generar una interseccionalidad. 

La ideología feminista se traduce en teoría y práctica política conformada y difundida


por mujeres, que tras la reflexión y análisis de las actividades y situaciones en las que se ven
inmersas deciden cambiar la sociedad, en especial aquello que motiva la discriminación por
el hecho de nacer mujer. Desde esta perspectiva, se considera al feminismo como una
filosofía política y movimiento social (Varela, 2008). El feminismo tiene tres siglos desde sus
primeras apariciones, y lo que le ha caracterizado es su predominante función teórica política.
20

No obstante, también se destaca su presencia como movimiento social en el que uno de sus
primeros logros fue el sufragismo. 

En palabras de Gioconda Belli (2010), la ideología de un país en donde las mujeres


ocupan un lugar significativo en la política, es el "felicismo", ya que expresa que esta es una
ideología que busca la felicidad de todos los habitantes, al trabajar por ofrecer una vida digna
donde prime la libertad, para que se puedan realizar las actividades de interés. De esta manera
desarrollar habilidades y aprovechar el potencial de cada persona, sin temor de que el Estado
se encuentre en desacuerdo con ello y lo prohíba.

En el contexto de la realidad, según Foucault (como se mencionó en Moreno, 2015),


las ideologías tienen mayor poder cuando estas se naturalizan y se practican sin
premeditación, por ejemplo, a través del sentido común. Por ello se manifiesta, que “la
transformación” es un concepto clave, pues posiciona la lucha ideológica como una
dimensión con posibilidades prácticas-discursivas, ya que los procesos de reestructuración se
dotan de herramientas para transformar los sistemas de dominación preexistentes.

A pesar de las fortalezas de la ideología y su carácter práctico para el movimiento


feminista, existen debilidades en su estructura para manifestar ideas de cambio. Ya que el
grupo considera las individualidades o diversidades (Montero, 2006). Luego, dependiendo de
los resultados, esto puede convertirse o no en un objetivo colectivo. Lo cual genera
fragmentación e inestabilidad, puesto que el grupo depende de las consideraciones
personales, y esto puede generar múltiples perspectivas y posibles direcciones para el
movimiento. Por lo tanto, no se obtiene una identidad totalmente definida.

La ideología, el discurso, la reflexión y la práctica del feminismo influyen también en


la percepción de la ética y la manera en que se está presente en el mundo. Esto se debe a que
el acercamiento al feminismo genera un cambio inevitable en la persona y la consecución de
su vida. Como indica Erazo (citado en Varela, 2008), para muchas mujeres el feminismo ha
cambiado perspectivas, a tal punto que es considerada una de las mayores contribuciones para
la humanidad y la sociedad. La practicidad del feminismo otorga a las mujeres que se
aproximan, las herramientas para remover la conciencia, alimentar la curiosidad y promover
una mirada crítica a la vida cotidiana. 
21

3. METODOLOGÍA

3.1.Enfoque, diseño y tipo de investigación

En la presente investigación se realiza un análisis del discurso sobre los relatos


feministas online de grupos de mujeres activistas del Ecuador, por ello el enfoque
implementado es cualitativo y es de tipo descriptivo. 

Se comprende por enfoque cualitativo la metodología de investigación en donde se


brindan las bases para establecer variables, interpretar y caracterizar el tema de estudio
(Chaves-Montero, 2018).  Por otro lado, la investigación de tipo descriptiva busca
compendiar datos sobre los rasgos, aspectos, características o dimensiones del fenómeno a
analizar u objeto de estudio (Esteban-Nieto, 2018). 

3.2.Población y muestra

El objeto de estudio de la presente investigación corresponde a las publicaciones


online de los grupos feministas del Ecuador. La muestra será tomada de la red social
Facebook, al ser la mayormente utilizada a nivel nacional, con un aproximado de 13,300,000
usuarios, según datos de Ecuador Estado Digital (Del Alcázar & Mentinno, 2021). Se
seleccionan los dos grupos feministas con mayor cantidad de “me gusta” en sus fanpages,
debido a que es un indicador del alcance e influencia del contenido que se publica.

En el país, según datos recolectados del Sistema Unificado de Información de


Organizaciones Sociales (SUIOS, 2019), existen 25 organizaciones feministas registradas, de
las cuales 15 cuentan con fanpages en Facebook. De esta manera, se escogieron las
organizaciones: Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos “SURKUNA” con
20,513 “me gusta”, y el Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer
“CEPAM” Guayaquil con 7,065 “me gusta” en su fanpage.

Por último, se eligen las publicaciones que corresponden al 8 de marzo del año 2021,
el Día Internacional de la Mujer. Por ello, la muestra son cuatro publicaciones de los grupos
feministas “SURKUNA” y CEPAM Guayaquil, ya que como determinan van Dijk &
22

Mendizábal (1999) no interesa el tamaño de la muestra sino más bien la calidad para el
desarrollo de un análisis profundo. 

3.3.Técnicas de recogida de datos

La técnica de investigación empleada es el análisis del discurso, un área de estudio


que abarca tanto la estructura lingüística del relato como las ideologías subyacentes del
discurso que constituyen la cultura y la sociedad (van Dijk & Mendizábal, 1999). Por ello,
según Soler (2012), los instrumentos y métodos del análisis del discurso se adaptan a las
necesidades del investigador o al objeto de estudio. 

Para analizar las publicaciones de los grupos feministas “SURKUNA” y CEPAM


Guayaquil, el instrumento a utilizar es una matriz de datos, la cual permite ordenar y plasmar
los datos y variables a estudiar en una investigación (Algañaraz, 2016). Por tanto, se
determina analizar el discurso feminista online a través del diseño de una tabla que contiene
las categorías basadas en los objetivos de esta investigación. 

3.4.Desarrollo de instrumentos

El análisis del discurso, según van Dijk & Mendizábal (1999) se desarrolla en tres
niveles: relato, contexto e ideología. Basado en esto, los autores elaboraron un esquema
versátil, cuya estructura puede ser modelada de acuerdo a las necesidades del investigador.
Por ello, en función de los objetivos del presente trabajo, para estudiar las publicaciones de
los grupos feministas seleccionados, se ha estructurado una matriz conformada por las
variables: post, estilo, contexto e ideología. 

Matriz de análisis del discurso


Categorías Dimensiones Variables
Post Identificación - Autores
- Ejes narrativos- tema
- Tipo de post
- Destinatario directo
23

Contexto Contexto espacio- temporal y - Localización


sociocultural - Elementos no verbales
- Situación sociocultural
Estilo Estrategias de enunciación - Asuntos/Enunciados
- Descripción de recursos
- Intenciones
- Acción que se propone
- Narratario
Ideología Condiciones de producción y - Contexto social
representación - Descripción de normas y
valores
- Descripción de propósitos
- Descripción de creencias
- Eficacia del discurso

3.5.Técnicas de análisis de datos

Una vez desarrollada las técnicas de investigación a través del instrumento, se


analizan los datos mediante una lectura comprensiva para elaborar una descripción y explicar
lo que connotan los discursos de las organizaciones feministas. Ya que, como mencionan van
Dijk & Mendizábal (1999), el proceso de análisis persistentemente retorna a lo descriptivo y
lo connotativo, mientras que desde una perspectiva crítica se deconstruye el mensaje en un
acto constante de “creación-recreación-creación”.

Link de instrumento:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScSJV7XiZzXii3h4o5VhY5R88K3vSib9KX6E
oU1Q6rdx_MxRQ/viewform?usp=sf_link
24

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30

5. ANEXOS

(Máximo 10 hojas)

Anexo 1. Cronograma (Esto es un ejemplo, completar en función de su planificación y


actividades de investigación)

N.- NO DI EN FE MA AB MA JU
CRONOGRAMA JUL
ACT. V C E B R R Y N

1 Desarrollo del Plan                  

2 Ejecución del Proyecto                  

3
Elaboración del marco teórico                

4 Aplicación de instrumentos                  

Elaboración de la propuesta de
5
intervención                  

6 Constatación de los resultados                  

Elaboración del informe final de


7
tesis                  

8 Disertación del grado


               
31

Anexo 2. Tabla de recursos (Ejemplo, la tabla es dinámica, se introducen los datos y ella
se actualiza. Rellenar en función de sus necesidades)

Recursos

GASTOS
Humano
Estudiantes*

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