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This book was made in a sabbatical year as a research founded by Social Work and Social Services Deparment of Social Work Faculty from Universidad Complutense de
Madrid. View project
All content following this page was uploaded by Fernando De Lucas y Murillo de la Cueva on 22 July 2015.
1. Introducción.
pretendemos entrar de nuevo sobre esta materia, pero desde una perspectiva
capítulo, así como por las dimensiones del campo que pretende recoger, los
las que la política social (incluso en sus rasgos más incipientes) transmite
y derechos debe vernir orientada por una serie de valores, principios que, sin
Azcárate).
españolas, sino también de las ciencias sociales (menos conocida esta faceta)
igual que haremos con la Constitución de 1978 con Tierno Galván, para
anacrónico en la época del desarrollismo y a doce años vista del fin del
dictador.
políticos, pero también sociales, emanados del pueblo y que son orientados por
Cabe decir que, por el carácter de este capítulo, dar hilazón a los textos
Aún así, tendremos que introducir un hilo argumental que enlace autores,
menos en este capítulo, los textos son tan protagonistas como expresión de la
historia (más aún cuando se recogen referencias legales), como los autores,
sobre todo cuando alguno de ellos no cabría quizás dentro de los clásicos de la
política social (caso de Girón y Ansúa, por ejemplo). Advertimos, pues, que
capítulo, como luego al final, como en la mayoría de las secciones de este libro.
Inevitablemente esta solucion nos sirve para poder ilustrar, de mejor manera,
del texto aquí presente, que somos de la idea que la política social no es
inconcluso.
Esta política social no puede olvidar que si transmite sentido, estará también
tocando algún extremo de las mismas pero, sobre todo, no podemos caer en la
esfuerzos que transmitan una serie de valores que orienten al Derecho, para
sean expresión de una política social unitaria y que, por el mero hecho de
hablar de política social, sea buena. En primer lugar sería necesario regresar a
son realmente política social y en segundo lugar, que la misma, por el mero
Magna, aún a falta de desarrollo pleno, vienen inspirados por una axiología
agolpan.
hacer un cierto esfuerzo, pues tendremos que concentrar en pocas líneas una
serie de sucesos (sin poder citar todos ellos) que perfilaron, no pocas veces a
golpes, el fin del siglo romántico y el comienzo del siglo XX, en el que nació la
Historia.
De esta forma, recorremos un lapso de tiempo que parte del las aportaciones
consenso que expresa el contrato que los españoles decidieron establecer para
convivir.
décadas del siglo XX puede ser definido como una de las etapas de mayores
continuo crecimiento.
1
La oligarquía estaba compuesta por ministros, senadores, diputados, gobernadores civiles y
propietarios de periódicos estrechamente conectados con terratenientes, nobleza, burguesía
mercantil, etc; El caciquismo, especie de supervivencia señorial en los medios rurales mediante
la cuál, algunas personas poderosas del pueblo (por su papel administrativo o por su cercanía
a la oligarquía) controlaban de manera directa a los vecinos en la cotidianeidad y en las
elecciones.
7
La clase obrera (no tan importante como en Francia o Alemania, pero real) es
buscar otro nuevo Rey, algo a lo que incluso se resignaron los propios
poco duró, más intelectual que real, no caló en el pueblo y no acordó dentro de
Tal desequilibrio fue aprovechado una vez más por el ejército, liquidando el
General Pavía, a comienzos de 1874, las Cortes republicanas. Aún así, sería
injusto hacer recaer sobre Pavía toda la responsabilidad, pues su interés más
parecía ser el de la conservación del orden público. Verdad es, también, que
régimen sin definición política alguna que se mantenía, a duras penas, por los
partidos de Sagasta y Cánovas, con el General Serrano como jefe del Estado.
La necesidad de acabar con la guerra civil (carlismo) y los temores por los
paralelismos con la situación francesa (en esos mismos años París vio
2
Debida, entre otras cuestiones, al fraccionamiento de los partidos que apoyaron La Gloriosa,
progresistas, unionistas y demócratas.
3
Reunidos por el mismo general golpista los políticos más notables, ninguno aceptó el poder.
4
Tras las elecciones de febrero, favorables a los conservadores partidarios de la paz –Thiers- y
la entrada de los alemanes en París (1 de marzo de 1871), se tomaron una serie de medidas
antipopulares que acabaron por provocar la insurrección proletario-socialista en París. El
gobierno de Thiers huyó a Versalles el 28 de marzo y, en abril, se hizo público el manifiesto de
la Comuna, en el que se anunciaba un Estado separado de la Iglesia y formado por una
federación de comunas libres y autónomas. En el mayo siguente, los desmanes de los
8
conveniencia). Por otro lado, las leyes de 1858 y 1865 daban el derecho de
voto sólo a quienes pagasen de 200 a 400 reales de contribución directa. Esto
derecho a voto.
país antes del 68. Para ello se dotaron de una nueva Constitución, afín a sus
comunards precipitan una fortísima represión (la “semana sangrienta”, en la que se ejecutaron
a unas 20.000 pesonas) que finiquitó el proyecto revolucionario.
9
de subsistencia.
También Sanz del Río y Fernando de Castro, que sufrieron, junto con
católica (la ILE, si se caracterizaba por algo, era por ser ajena a la ortodoxia de
5
Cosa que ocurrió de nuevo tras la I República, siendo esta vez desterrados (Sanz del Río y
Castro ya habían muerto) a Lugo, Cádiz y Cáceres, Giner de los Ríos, Azcárate y Salmerón
respectivamente.
10
denominación.
Por lo tanto, en Azcárate late el interés por reformar, sí, pero ordenando un
lógico, racional y feliz. Estas cuestiones podemos verlas en el texto que más
siglo XX y, ya iniciado el mismo, el papel del Estado varía. Pero no será sin
Von Bismark.
No pocos fueron los detractores en nuestro país a tales medidas, pero se podía
argüir sobre las diferencias y lejanías con el país germano. Mas no podían
hacer oídos sordos a la encíclica papal de León XIII, Rerum Novarum (De las
cosas nuevas)6.
6
Tales hechos, chocaban frontalmente con los intereses de los terratenientes y la burguesía,
pero la encíclica papal, sin ser el elemento de cambio que han querido ver algunos en la forma
de tratar la acción social, tuvo una importante repercusión dentro de la comunidad cristiana,
influyendo positivamente en el sindicalismo cristiano, aunque no así en los sectores más
conservadores, llegándose al caso extremo de que en algunos conventos se llegó a rezar por
la conversión del papa.
12
expresión del pragmatismo hijo del miedo ante las masas que, en 1871, tuvo a
Hubo que esperar que la vía reformista hicese pie, a través del gabinete liberal
de coalición que presidía Posada Herrera, para que cristalizasen las primeras
7
Es interesante su libro titulado El derecho a la pereza, donde elabora, entre otras cuestiones,
una reflexión, desde diversos mitos (Prometeo, caja de Pandora) de la aparación de lo que él
llamaba familia nuclear burguesa.
8
No olvidemos que la resistencia de ciertos grupos sociales a estos cambios no fue
anecdótica. El Derecho del trabajo era una cuestión no asumida por los grupos católicos más
conservadores, caso de Concepción Arenal en sus Cartas a un obrero de 1871, defendiendo el
más puro Estado liberal no intervencionista. La respuesta tendrá que ser la limosna privada (en
trabajo o dinero). La caridad privada, rescatada del pasado medieval, contribuye para Arenal a
la salvación de los ricos a ejercer esa virtud y mantener sumisos y agradecidos a los pobres.
Todo lo demás será un atentado contra la propiedad. Quedan así fundidos de forma ecléctica y
paradójica, los postulados secularizadores del Estado liberal y la más pura ética cristiana.
13
1883 (dos años después del primer seguro de retiro obrero en Alemania); abrió
Dicha comisión fue creada "...con objeto de estudiar todas las cuestiones que
trabajo":
El problema fue que esta Comisión no fue creada en el mejor de los ambientes,
9
De hecho, si observamos la composición del IRS, comprobamos cómo se había tomado nota
de los problemas previos. Así rezaba el artículo segundo del Real Decreto por el que se creaba
el Instituto: “El Instituto se compondrá de 30 individuos, 18 de libre elección del Gobierno; de
los 12 restantes serán elegidos, en la forma que preceptúe el Reglamento, seis por el elemento
patronal y seis por la clase obrera, ambos en la proporción de dos representantes de la gran
industria, dos de la pequeña industria y dos de la clase agrícola”.
15
obreros entre los años 1909 y 192210, pero también se disfrutó de una cierta
intervencionismo. Baste citar las tres leyes que sorprendieron al país en 1909:
El colapso del régimen liberal, explícito por su incapacidad para solventar las
10
De modo telegráfico recordemos: en 1909, la semana trágica, sobre todo en Barcelona.
Desencadenada por la guerra de África (la hecatombe del Barranco del Lobo). Sindicatos,
socialistas y anarquistas se unieron en una huelga general de carácter anticlerical y con tintes
sangrientos. En los años 1916 y 1917, UGT y CNT establecen una alianza que cristalizó en una
“huelga general revolucionaria”, sofocada por el Gobierno tras declarar el estado de guerra. Y,
ya entre los años 1919 y 1921, se produjo la huelga de "La Canadiense", rompiéndose
posteriormente la alianza CNT-UGT e iniciándose el terrorismo del "sindicato libre" fuertemente
reprimido por el General Martínez Anido.
11
Unidos a los hechos anteriores, cabe recordar, como otros tantos problemas importantes del
momento, el desastre de la derrota en Annual de 1921, la emergencia de los nacionalismos, la
presión de republicanos y socialistas, las reivindicaciones obreras y los atentados y sabotajes
continuos.
16
dictadura militar que tuvo dos períodos, uno denominado directorio militar de
Primo de Rivera reprimió con fuerza todas las alteraciones del orden y procuró
regenerar la vida política. Es cierto que fue época de grandes obras públicas y
pasó a ser nombrado consejero nacional en 1937, al abrazo del futuro Estado
Real Decreto Ley que estableció tal organización). No es menester indicar que
mucho menos su nivel intelectual, como tampoco alcanza al de Ayala, los dos
autores entre los que se ubica en el tiempo, pero es interesante comprobar las
idea que, atajar los problemas de la pobreza no era tan importante como evitar
mimetizarse con buena parte de los aspectos del fascismo triunfante en Italia.
que no pudo resolver el proceso que llevaría casi siete años depués a la
Guerra Civil.
pesar del intento de última hora por desligarse de quien antes había apoyado.
La lentitud del retorno a la senda constitucional reclamado por el país, abrió las
Establecemos este epígrafe por una razón bien clara, esta Constitución es la
la Constitución de 1931.
19
bajo el amparo de un Estado de derecho (cfr. art. 2). Para ello, se intentó
poder judicial.
12
O de Weimar, de la que fueron testigos varios autores españoles estudiantes en Alemania,
trasladando así su influencia a nuestro país.
13
En efecto, no sólo es así, sino que también reconocía la propiedad de los medios de
producción pero sujeta a ciertos límites, como la subordinación a los intereses de la economía
nacional, posibilidad de nacionalización y socialización, etc. Defintivamente, quedaba la puerta
abierta a la intervención del Estado en la explotación y coordinación de industrias cuando así lo
exigiese la racionalización de la producción.
20
doctrinal de Herman Heller (que poco después se exilió a España) del término
la ley.
misma.
intelectual, pero no militante. Realmente, sus trabajos tienen más que ver con
15
Dice así sobre la obra de Schmitt: “En cuanto al fondo ideológico subyacente, pertenece,
como queda dicho, a la esfera de la convicción política, anterior a toda operación mental y, por
lo tanto, a toda articulación cientítica; habría que discutirlo en otro terreno. A mi entender –o si
se prefiere en mi sentir-, induce hacia una vía muerta”. En Schmitt, C. (s.f.): Teoría de la
Constitución. Madrid: Revista de Derecho privado.
16
Que se dividió, ya en nuestros días, en dos áreas diferentes: derecho constitucional y ciencia
política.
22
el Derecho penal, siendo director del Instituto de Estudios Penales y uno de los
Pero regresando a Ayala, genio aún vivo y del que poco podemos decir que no
puede faltar), vemos cómo retoma las cuestiones antes planteadas, incidiendo
17
Conferencia leída en el Centro Germano-Español de Madrid. 10 de marzo de 1932. Madrid:
Sobrinos de Suc. De M. Minuesa de los Ríos, 1932.
23
-Constitución de 1931.
(Recogemos el artículo primero, segundo y tercero, además, de los artículos
44, 46, 47 y 48 del Capítulo II del Título I: Familia, economía y cultura).
Artículo 1.
“España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se
organiza en régimen de Libertad y de Justici. Los poderes e todos sus
órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral,
compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de
la República española es roja, amarilla y morada.
Artículo 2.
Todos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 3.
El Estado español no tiene religión oficial18.
18
Entre la diversidad de motivos que provocaron la caída de la República, este no dejó de ser
importante. Al igual que el régimen liberal de 1820, el enfrentamiento con la Iglesia
(recordemos que la República expulsó a la Compañía de Jesús) supuso un serio obstáculo que
no sólo no pudo ser arrostrado, sino que se volvió en su propia contra.
25
Artículo 44.
Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los
intereses de la economía nacional y afecta al sostenimiento de las cargas
públicas, con arreglo a la Constitución y a las leyes.
La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación
forzosa por causa de utilidad social mediante adecuada indemnización, a
menos que disponga otra cosa una ley aprobada por los votos de la mayoría
absoluta de las Cortes.
Con los mismos requisitos la propiedad podrá ser socializada.
Los servicios públicos y las explotaciones que afecten al interés común
pueden ser nacionalizados en los casos en que la necesidad social así lo
exija.
El Estado podrá intervenir por ley la explotación y coordinación de industrias
y empresas cuando así lo exigieran la racionalización de la producción y los
intereses de la economía nacional.
En ningún caso se impondrá la pena de confiscación de bienes.
Artículo 46.
El trabajo, en sus diversas formas, es una obligación social, y gozará de la
protección de las leyes.
La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una
existencia digna. Su legislación social regulará: los casos de seguro de
enfermedad, accidentes, paro forzoso, vejez, invalidez y muerte; el trabajo
de las mujeres y de los jóvenes y especialmente la protección a la
maternidad; la jornada de trabajo y el salario mínimo y familiar; las
vacaciones anuales remuneradas: las condiciones del obrero español en el
extranjero; las instituciones de cooperación, la relación económico-jurídica
de los factores que integran la producción; la participación de los obreros en
la dirección, la administración y los beneficios de las empresas, y todo
cuanto afecte a la defensa de los trabajadores.
Artículo 47.
La República protegerá al campesino y a este fin legislará, entre otras
materias, sobre el patrimonio familiar inembargable y exento de toda clase
de impuestos, crédito agrícola, indemnización por pérdida de las cosechas,
cooperativas de producción y consumo, cajas de previsión, escuelas
prácticas de agricultura y granjas de experimentación agropecuarias, obras
para riego y vías rurales de comunicación. La República protegerá en
términos equivalentes a los pescadores.
Artículo 48.
El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará
mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela
unificada.
La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria.
26
que, tras el conflicto armado, amanece una España como país roto,
Tal opción no hizo más que empeorar la situación, si esto era posible: cartillas
sociales, más nominales que reales, y que podían verse en el Fuero de los
y demás riesgos.
Relación con estas materias tenía José Antonio Girón (1911-1995), falangista
deben las leyes relativas a los seguros de enfermedad, higiene y seguridad del
19
Discurso de apertura del I Congreso Iberoamericano de Seguridad Social en Madrid, 22 de
mayo de 1951. Madrid: Ediciones O.I.D.
28
caso de España (como fue el reinado de Fernando VII) acababa por imponerse,
30
aunque con lentitud. Así, pues, en la década de los 50, la autarquía cae por su
y el franquismo tuvo que preocuparse en la política interior, sin tener que apelar
cosa que ocurrió con la Ley para la Reforma Administrativa de 1957, es decir,
Aún así, el panorama no pasó a ser idílico pero, al menos, a través de una
del carácter paternalista del autoritarismo franquista. Hasta ese momento, los
económicos y urbanos (el pluralismo político recordemos que era ilegal aunque
seguridad social de 1963 . Cierto que sufrió una buena cantidad de problemas
texto siguiente con las proclamas fascistas del discurso de Girón, podemos
Los cambios llegaron, era inevitable, incluso antes de la muerte del general. Y
esto fue así porque la España de 1975 nada tenía que ver con la del 36.
El flujo de divisas que entraban a través del turismo y las aportaciones de los
régimen, hicieron que la base social del mismo, la sociedad española, distase
33
Período muy breve de tiempo en el que España transita de una sociedad rural,
educación y consumo.
Más aún cuando los años de “vacas gordas” acabaron para todos. Con la crisis
era mucho mayor que la de los países de la entonces CEE, y lo que es más
los Gobiernos democráticos posteriores (más del 20% de paro en 1987. Más de
Una vez cambiadas las personas, ahora debería sustituirse el régimen. Para
eran las anteriores Leyes Fundamentales del Régimen y, esta última, nacida en
la legalidad franquista, acababa con todas ellas y, por lo tanto, con la dictadura.
Esta Ley, aprobada por las Cortes franquistas (en lo que fue el seppuku del
que conocían los españoles desde hacía más de cuarenta años (15 de junio de
1977), en la que participaba toda una clase política novel en estas lides y que
pasado autoritario.
Leyes Fundamentales.
20
77,7% de participación y 94,16% de votos afirmativos.
36
debemos olvidar que para entonces la crisis económica heredada del régimen
aunque pueden hacérsele reproches. ¿Por qué?, porque si bien es cierto que
es decir, éstas que serán realidad cuando el legislador las haga efectivas
ocho meses frente a los veinte días en los que la Segunda República redactó el
21
Tampoco el terrorismo de la ETA, el GRAPO y la violencia de la extrema derecha colaboraron
para evitar el miedo continuo a la involución.
37
suyo. Por otro lado, la Comisión estuvo compuesta por miembros de la UCD
actual PP), pero ningún diputado del PNV. De hecho, los vascos nacionalistas
porcentaje de los que votaron “sí” llegó al 87,87% frente al 7,83% de negativos.
Y uno de sus padres fue Enrique Tierno Galván (1918-1986), que ya siendo
aún joven, era llamado “el viejo profesor”. Este intelectual, profesor y político
cerrar heridas mediante un olvido consciente de los daños infringidos los unos
a los otros. De hecho, Tierno no era persona que amase el desorden, fruto no
Pero más aún, su labor se describe también a través del compromiso con sus
Popular, del que salió elegido como diputado por Madrid en las primeras
Poco después, al PSP se sumó al partido socialista obrero español, y con él, el
22
La anédocta de aquél encarcelamiento de varios días tiene que ver con que Tierno estaba
muy preocupado porque formaba parte del tribunal de oposición a cátedra de su entonces
adjunto, Pablo Lucas Verdú. El mismo día que salió de la cárcel, pudo acudir a la oposición y
comer con el nuevo catedrático de Derecho político.
23
Anteriormente del Catedrático de Filosofía del Derecho, Elías de Tejada y también de los
catedráticos del Colegio Español en Bolonia, Ferrucio Pergolesi (de constitucional) y Felice
Battaglia (de Filosofía del Derecho).
39
Será pues menester explicar cómo se formó tal Preámbulo sin menoscabo,
cómo no, del trabajo de los profesores Morodo y Lucas Murillo (1996), que
Lucas Verdú, junto con Raúl Morodo (en quien había delegado Tierno Galván),
pero no es menos cierto que otras sí, sobre todo cuando aparecieron tras
régimen anterior, sin que esto fuese una simple cuestión pedagógica.
sino más bien prescindible, redundando en la idea de que, en todo caso, sería
Preámbulo, desde la idea que no era una cuestión retórica y carente de valor
(axiología) que inspiran todo el articulado (como puede verse en el art. 1.1.).
40
Raúl Morodo, que apoyaba las tesis de Lucas Verdú, optó por la vía
diplomática y dijo que sería interesante incluirla, pues esto permitiría a Tierno
simplemente asistir, sino ser garante de derechos, es decir, de valores que son
útltimo texto de Lucas Verdú trata sobre este asunto), que es la de convertir las
bellas palabras, de las cuáles hemos leído algunas en este capítulo, en hechos.
• Gumersindo de Azcárate:
Dejamos dos textos de este autor, sobre todo porque nos sirven para
el nuevo socialismo con el antiguo, resulta que aquél deja al individuo una
esfera de acción más amplia que la que éste le reconocía.
En suma: podría decirse que, atendiendo al conjunto de lo que pasa, así en la
realidad como en la esfera del pensamiento, resulta menos atomismo
inorgánico, menos liberalismo abstracto, menos individualismo exclusivo,
menos socialismo extremado, y como una tendencia general a reorganizar la
sociedad sin mengua de la libertad, para que “el individuo encuentre en su
seno nuevas razones de dignidad y nuevos motivos para el incremento de la
propia espontaneidad, no el sepulcro de su nativa autonomía” (Sbarbaro); a
hacer efectivos aquellos deberes que los moralistas ingleses incluyen bajo la
denominación de piedad social y a reclamar del Estado todo aquello sin lo cual
no es posible el cumplimiento de los fines individuales y sociales, pero dejando
que el individuo y la sociedad rijan su propia vida y sean dueños de su destino.
X.
En conclusión: el problema todo de la vida moderna, el problema social y el
problema obrero se reflejan, quizá con más claridad que en ninguna otra
esfera, en la del Derecho.
Origínase el primero en la lucha entre la tradición y el progreso, en cuanto
pugna aquélla por mantener su imperio en el mundo, y éste por arrebatárselo.
Pues en el orden jurídico se hace patente la crisis en el hecho de coexistir un
derecho privado o sustantivo, informado por el elemento histórico, y un derecho
público o adjetivo, que es fruto del espíritu reformista, obra de la civilización
moderna.
Origínase el problema social en el atomismo hoy predominante, en la falta de
núcleos de reorganización social. Pues en nuestros Códigos civiles, por lo
general, falta el Derecho corporativo y por eso se ha dicho que son los Códigos
del individuo, y, según Renán, del individuo que es expósito al nacer y célibe al
morir.
Origínase la cuestión obrera en la sustitución de la pequeña industria por la
industria en grande, en el extraordinario desarrollo de la propiedad mobiliaria,
en las nuevas circunstancias del mundo económico. Pues nuestros Códigos
civiles son los Códigos del antiguo régimen, los códigos de la propiedad
inmueble.
Las leyes llamadas obreras o sociales son expresión, más o menos afortunada,
de la aspiración, del deseo de resolver la antítesis existente entre el derecho
privado y el público; de concertar las manifestaciones d de estos dos elementos
esenciales de nuestra naturaleza: el individual o autónomo, y el social o de
subordinación; de restablecer la armonía entre el derecho sustantivo y las
condiciones de la vida económica moderna; de emprender, en fin, el lento
camino de las reformas para evitar el violento de las revoluciones”.
Trabajo", idea apoyada con fuerza por los krausistas, pues se enmarcaba
Decreto, haciendo real la idea que Canalejas no pudo llevar a cabo (un IRS
y forma, reclamando una especie de consenso entre las partes que generaría
26
Gaceta de Madrid, núm. 331, 27 de noviembre de 1926.
47
27
Diario de sesiones, nº 28 (27 de agosto de 1931), pp. 642-648.
50
la estrecha relación de éste con el resto del articulado. Y para ello, valga, para
reforzar la idea de la necesidad del mismo, apoyarnos en el art. 1.1. que reza
así:
por la justicia, que supondrá la garantía de que esta libertad sea para todos.
Así pues, la igualdad, ubicada a continuación y enlazada con los dos valores
se daban, libremente y por vez primera, en casi cuarenta años y que, hoy día
perdura.
nacional.
-Enmienda número 452, firmada por dos miembros del grupo mixto, Sres.
Tierno Galván y Morodo.
“El pueblo español, después de un largo período sin régimen constitucional, de
negación de las libertades públicas y de desconocimiento de los derechos de
las nacionalidades y regiones que configuran la unidad de España, proclama,
en uso de su soberanía, la voluntad de,
52
Mi opinión personal es; que es necesario que este preámbulo quede claro
como preámbulo de unas Cortes que son algo mas que constituyentes de un
texto jurídico; que son Cortes constituyentes de. un nuevo modo de
convivencia, de una nueva posición psicológica y de una nueva actitud mental.
Por consiguiente, hay que subrayar la diferencia mere el pasado y el presente,
y no hay que subrayarla por diferencias, sino por connotaciones de superación,
y la fórmula de superarlo es admitir que la reconciliación es un hecho”28.
social que así quiera llamarse, por valores que expresan una racionalidad de la
El título de este texto puede llevar a engaño, pero no habla de hacer una
-La “religión” de los derechos humanos (Lucas Verdú: 1997; pp. 291-292):
“La cultura político-constitucional occidental, aparte del esfuerzo imaginativo de
sus creadores (pensadores, juristas y políticos), es, en alguna medida, una
secularización de principios cristianos (iusnaturalismo cristiano, católico y
protestante; secularización acentuada por el iusnaturalismo racionalista y, aún
más, por la Ilustración). La ética cristiana inspira, a través de movimientos
políticos de raíz cristiana, a determinados preceptos constitucionales: dignidad
de la persona, matrimonio, familia, etc.
28
Extraído de, Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, Comisión de Asuntos
Constitucionales y Libertades Públicas, nº 93, sesión del 20 de junio de 1978, pp. 3480 y ss.
55
Aquí nos interesa decir algo sobre la “religión” de los derechos humanos.
Veamos. Como es sabido, J. J. Rousseau dedicó el capítulo VIII, libro IV, al
final, de su Du contrat social, a la religión civil, donde expuso su concepto de la
profesión de fe permanentemente civil, cuyos artículos fija el soberano no como
dogmas religiosos, sino como sociabilidad, sin los cuales es imposible ser buen
ciudadano y súbdito fiel. Distinguió entre la religión del hombre y la del
ciudadano al examinar la religión cristiana desde un enfoque crítico en cuanto
inconveniente para la convivencia civil y política. Ahora bien, en sus Lettres
écrites de la montgane sostuvo que, lejos de ser el Evangelio puro pernicioso
para la sociedad, lo encuentra, en algun medida, demasiado sociable, abraza
demasiado a todo el género humano, contrasta con una legislación que debe
ser exclusiva, inspira a la humanidad más que al patriotismo y tiende a formar
hombres más que ciudadanos. No voy a insistir en los precedentes de
Rousseau (Hobbes, por ejemplo). Prefiero recordar la dimensión religadora y
universalizante de los derechos humanos, que cumplirá un papel significativo
en el ámbito extra-estatal.
Aquí, la función religiosa-civil no se supedita al Estado como en el ginebrino,
sino que rebasa sus límites y se expande en un ámbito universal; tal es el
alcance simbólico de la famosa Declaración de 1789, que se expresa,
declamatoriamente, en su Preámbulo. Aquí, los derechos humanos parecen
convertirse en los artículos de una profesión de fe cívica universal, que recoge,
a través de la Ilustración, postulados cristianos secularizados.
Lo mismo ocurre en el Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (París, 10 de diciembre de 1948): “Considerando que la libertad, la
justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana”, etc.
La consideración de los derechos humanos como religión civil no sólo se infiere
de su potencial y efectiva universalización, además estriba en su propia
sustancia. Quiero decir que estos derechos expresan, significativamente, lo que
los anglosajones denominan desde Austin (aunque éste le dio sentido
diferente) moral constitutionality, o sea, unos contenidos éticos que se imponen
a las normas e instituciones fundamentales como algo previo y digno de
respetarse. Sea en la tradición judeo-cristiana: el hombre creado a imagen y
semejanza de su Creador; sea en la secularización operada por la Ilustración,
dimensión humana de la civilización, o en la afirmación kantiana, que exige
considerar al hombre como autofin y prohibiendo su instrumentalización como
medio; en la corriente hegeliana de izquierda, que deifica, con Feuerbach, al
hombre (homo, homini deus), o en el humanismo marxista, que arranca de sus
manuscritos filosóficos juveniles, el carácter religante del hombre y sus
derechos parece claro” (Lucas Verdú: 1997, pp.291-292).
En este segundo caso, nos permitimos recoger otro estracto que, para el lector
aunque la misma puede ser entendida de varias formas y también cobra sus
peajes:
4. Preguntas.
• ¿Cuál es la postura de Azcárate respecto a las reivindicaciones sociales
Azcártate y Aunós?.
Sociales.
Girón?.
Asúa.
Galván.
falta?
58
• Enlace las reflexiones del último texto de Pablo Lucas Verdú con las
5. Bibliografía.
esta razón, para facilitar su acceso, indicamos los enlaces web donde se
hallan:
-Azcárate, G:
Y también:
http://www.ateneodemadrid.com/biblioteca_digital/folletos/Folletos-0182.pdf
-Jiménez de Asúa, L:
-Girón, J. A. (1951): Quince años de política social dirigida por Franco. Madrid:
Ediciones O.I.D.
• Los textos del Real Decreto por el que se crea la Comisión de Reformas
Sociales, así como el Proyecto de Ley para establecer un Instituto del Trabajo
pensamiento español desde el siglo XIX. El libro que citamos es una buena
Solé Tura (uno de los padres de la Constitución del 78) y Eliseo Aja combina
-VV. AA. (1990). Historia de la Acción Social Pública en España. Cuatro siglos
43 a 77.
• También será menester recoger los libros citados del profesor Lucas
Verdú, en los que explica que la Constitución, es algo más que una sucesión
de artículos, sino que contiene un sentido, una serie de valores y, por lo tanto,
Madrid: Dikinson.
Madrid: Tecnos.