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Cantidad de producción de litio en Bolivia


El ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, señaló que Bolivia produjo, en 2021,
543 toneladas de carbonato de litio y que se espera cerrar 2022 con alrededor de 900. La
planificación es llegar a alcanzar una producción anual de 40.000 toneladas hasta 2025. Se
espera que el uso de la tecnología de Extracción Directa del Litio (EDL), permita lograr ese
salto. Para ello actualmente están en carrera seis empresas internacionales, concluyendo una
fase de explotación piloto, que permita ajustar rendimientos y formular un modelo de negocio.

El precio del litio en 2022 es más de 400% superior al del año anterior. Actualmente el carbonato de litio
se cotiza en $us. 62.000 por tonelada en Estados Unidos. En china llegó a superar los $us. 72.000 por
tonelada. En 2021 promedió $us. 17.000. En los cinco años previos (2016 – 2020), la media del precio fue
$us. 10.740.

Dada la creciente demanda, no se espera que el precio vaya a bajar significativamente en los próximos
años. Por el contrario, el pronóstico para la industria es que continúe incrementándose, lo que está en
debate es la magnitud de ese incremento.

Ahora bien, en el caso de Bolivia, las 543 toneladas producidas, valuadas al precio promedio de ese año,
adquieren un valor bruto estimado de $us. 9,2 millones de dólares. De igual manera, las 900 toneladas
con que se espera concluir 2022, significan un total bruto de $us. 55,8 millones al precio actual. Por
supuesto que este es un cálculo referencial, al que hay que descontar varios elementos para llegar recién
al ingreso neto, tales como costos de producción, impuestos, logística, etcétera. Con todo, es útil para
hacerse una idea de la magnitud del negocio que el país tiene por delante.

Si en 2025 Bolivia llega a producir 40.000 toneladas anuales, al precio que se tiene en 2022, las mismas
equivaldrían a un valor de mercado de 2.480 millones de dólares. De ahí en adelante se espera que la
dinámica de los precios, producción y consumo de litio se acelere.

Según un nuevo informe de Grand View Research, publicado por la empresa de noticias financieras
Bloomberg, se espera que el tamaño del mercado de baterías de litio alcance un valor de Sus. 182.530
millones para 2030. Se estima una expansión de 18.1% anual de 2022 a 2030. La previsión es que el
mercado experimente un crecimiento significativo en este periodo debido al aumento del consumo de
baterías recargables en la electrónica de consumo y un aumento en la adopción de vehículos eléctricos.
El crecimiento de las energías renovables, el surgimiento de estaciones de carga integradas, capacidad de
generación de energía verde y la provisión de movilidad eléctrica son las tendencias que estimularán el
crecimiento del mercado en los próximos años.

Se prevé que los vehículos eléctricos e híbridos sean los principales consumidores de baterías de iones de
litio en los próximos años. Además de una creciente conciencia en la población global sobre las ventajas
del uso de energías renovables, la Agencia Internacional de Energía tiene previsto que en 2035 cese la
producción de vehículos de combustión interna para el transporte de pasajeros, en orden de cumplir la
meta de logar un cero neto en emisiones de carbono en 2050. Esto implica que el parque automotor
existente en el mundo será paulatinamente reemplazado por vehículos eléctricos.
El creciente número de dispositivos electrónicos portátiles condujo al aumento del consumo de baterías
recargables. Teléfonos inteligentes, cámaras digitales, reproductores de MP3 y laptops requieren
almacenamiento de energía. Actualmente la tecnología de las baterías tiende a acompañar a los
dispositivos a lo largo de su tiempo de vida. Sin embargo, la demanda por este tipo de aparatos continúa
creciendo, a partir de la incorporación de diversos segmentos poblaciones y etarios.

Bolivia es el país con la mayor cantidad de recursos de litio del mundo y comienza a integrarse a un
mercado de enorme valor, con gran crecimiento y que será parte sustancial del cambio energético global.
El precio del litio creció más de 400% desde 2021 y se espera que el mercado de baterías de litio alcance
un valor de $us. 182.530 millones en 2030.

Bolivia encabeza la lista de países poseedores de mayores recursos de litio, con 21 millones de toneladas,
seguida por Argentina con 19 millones, Chile con 9,8 millones y Australia con 7,3 millones, de acuerdo a
los datos del US Geological Survey (USGS).

Sin embargo, la situación es diferente cuando se observan los datos de reservas y producción. En el
primer caso, los países, según sus reservas de litio, están encabezados por los siguientes: Chile con 9,2
millones de toneladas, Australia con 5,7 millones y Argentina con 2,2 millones.

Según las definiciones del USGS, se entiende por recursos a la estimación que se hace de la cantidad de
un mineral que existe en la naturaleza. Las reservas, por otra parte, se refieren específicamente a una
parte de los recursos, cuya extracción es viable con las tecnologías existentes. Las reservas pueden ser
consideradas como el inventario de trabajo de los suministros de las empresas mineras de un producto
mineral económicamente extraíble.

En cuanto a la producción, en 2021 y siguiendo con los datos del USGS, la lista de los principales países es
la siguiente: Australia con 55.000 toneladas producidas, Chile con 26.000, China con 14.000 y Argentina
con 6.200.

La producción de litio en Bolivia es aún muy baja como para competir en el mercado mundial y
su extracción e industrialización ha sufrido retrasos y avanza con una lentitud que podría
significar que el país se pierda el boom de este elemento, advierte un artículo publicado por el
Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib).

De acuerdo a datos de la Revisión Estadística de la Energía Mundial 2021, Australia produce el


46,3 por ciento de litio en el mundo (40 mil toneladas), seguido de Chile con 24 por ciento,
China con el 16 por ciento, y Argentina con 7 por ciento. En 2021, Bolivia produjo 540
toneladas de carbonato de litio, el número más alto de su historia. 
Mondaca resalta que si bien Bolivia es primero en el mundo en cuanto a recursos identificados
de litio (27,3 por ciento del total mundial), a diferencia de otros países no tiene reservas
certificadas, que “es la parte de los recursos cuya explotación es económicamente viable en las
condiciones actuales”.
Extracción directa
En 2010, el Gobierno boliviano apostó por la tecnología evaporítica para industrializar el litio,
pasaron más de 10 años para que se decidiera por otra tecnología más eficaz: la extracción
directa de litio (EDL). Mondaca cuestiona por qué se esperó 11 años para dar un viraje,
después de invertir millones de dólares en una tecnología que no trajo los resultados
esperados. 
De acuerdo a datos oficiales analizados por el Cedib, entre 2012 y 2021 se presupuestó 1.231
millones de dólares para industrializar el litio, se ejecutó 584,9 millones de dólares y se generó
en ventas 41,3 millones, es decir el 7 por ciento del presupuesto ejecutado. 
El investigador añade que, antes de invertir millones, debió evaluarse las alternativas y que con
el viraje hacia la EDL no sólo llevará un tiempo promedio de siete años para la producción, sino
que podría generar costos extra si no existe compatibilidad con la industria evaporítica ya
desarrollada.
Los Tiempos intentó conocer la posición de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) con relación a
la publicación del Cedib, pero no se obtuvo respuesta.

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