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EJEMPLO INTRODUCCIÓN TESIS DE MARÍA JOSÉ DÍAZ (2020)

I. INTRODUCCIÓN

La educación es un proceso en constante cambio, innovación y, por lo mismo, también de investigación. La educación tradicional ha
quedado atrás con un gran número de nuevas propuestas de métodos, técnicas y estrategias que ayudan a los educadores a comprender el
proceso de enseñanza-aprendizaje de mejor manera.

Los estudiantes frecuentemente se enfrentan a dificultades en el aprendizaje de diferentes materias o contenidos, sin contar con las
herramientas necesarias para salir adelante. Muchas veces, estos problemas empiezan a evidenciarse desde que son muy pequeños, en el
preescolar, y es que los primeros años de vida son vitales para el resto de la vida escolar de los alumnos.

Es durante estos primeros años de vida que los alumnos aprenden, desde el ambiente que se vive en casa y el acompañamiento que le
proveen los adultos a cargo en todos los ámbitos en los que se desenvuelve, a relacionarse con su entorno de manera adecuada. Al tener
un ambiente estable desde muy pequeño, tanto en su desarrollo físico, emocional y social, el niño adquiere un bagaje de herramientas
para su vida con un sinfín de beneficios, desde unas relaciones sociales adecuadas hasta habilidades para autorregularse y lograr alcanzar
sus metas académicas y profesionales, cuando ya es adulto.

Sin embargo, con el incremento en el uso y disponibilidad de las nuevas tecnologías, los docentes se han enfrentado a retos que hace
algunos años atrás no tenían. Los niños están expuestos a dispositivos electrónicos, obteniendo respuesta inmediata a todo lo que realizan.
Por lo que, ha sido necesario modificar las actividades que se llevan a cabo en el salón de clases, intentando desarrollar habilidades para
promover el desarrollo de la autorregulación, que en niños de edad preescolar es cada vez más necesaria y menos desarrollada. La falta de
formación de los padres respecto a las consecuencias del uso de esta tecnología de manera regular, así como la falta de formación de los
docentes ante estas nuevas necesidades provoca que los niños crezcan sin herramientas para enfrentar los distractores en su vida diaria.

Ante esta realidad, el presente estudio tiene como objetivo fundamental evaluar si los docentes de alumnos de 4 a 6 años desarrollan
técnicas o estrategias de autorregulación en sus aulas, con la intención de elaborar una guía de estrategias educativas que promuevan el
desarrollo de la autorregulación que beneficiará tanto a los estudiantes, como a los docentes de la institución educativa.

Dada la trascendencia del desarrollo de la autorregulación en niños desde edades tempranas, ya que de esto puede depender el
desarrollo integral del niño y su éxito o fracaso escolar, se han escrito una gran variedad de estudios y artículos respecto al tema, tanto en
Guatemala como en el extranjero. Entre los publicados en Guatemala, se pueden mencionar:

Roldán (2020) realizó una investigación con el propósito de establecer los niveles de autorregulación en la educación diferenciada, para
lo cual trabajó con 47 hombres y 47 mujeres, estudiantes de colegios de educación diferenciada ubicados en la zona 16 de la Ciudad de
Guatemala. Para esto, utilizó el Cuestionario sobre autorregulación para el aprendizaje académico de Torre (2007), concluyendo que no
es significativa la correlación entre la autorregulación y el sexo y que las mujeres son más autorreguladas en su proceso de formación.

Robles (2018) realizó una investigación con el objetivo de descubrir o determinar el grado de incidencia que la autorregulación tiene en el
proceso de comprensión lectora de 81 estudiantes de bachillerato inscritos en la Escuela Nacional de Ciencias Comerciales, Sección
Nocturna Alberto Cárdenas Rodas. Para esto, utilizó el Cuestionario sobre autorregulación para el aprendizaje académico de torres,
además de lecturas reflexivas diagnósticas. Después de la ejecución, aplicación del instrumento, recolección y procesamiento de los
datos, el análisis de la información y discusión de los resultados obtenidos, recomendó implementar cursos motivacionales sobre
autorregulación con alumnos de edades tempranas para prever problemas académicos en años posteriores. Concluyó que es necesario que
los estudiantes conozcan y practiquen procesos de autorregulación para mejorar el nivel de comprensión lectora y los procesos de
aprendizaje en general.

Orozco (2012) en su artículo “El teatro como estrategia didáctica para mejorar la autorregulación de la conducta en niños con TDAH”
explica que el objetivo de su investigación fue diseñar e implementar una estrategia didáctica de autorregulación en niños con TDAH
haciendo uso del teatro como recurso. Para esta investigación, se tuvo la participación de 20 estudiantes con TDAH y 56 docentes de una
escuela colombiana. La muestra fue de 7 niños diagnosticados con TDAH y 20 maestros que serían los responsables para llevar a cabo el
proceso. Al final de la investigación se concluyó que los niños con TDAH que realizaron las clases con inclusión del teatro lograron
centrar su atención en las clases académicas, mientras que muy pocos mostraron distraerse.

Del mismo modo, Altamirano (2008) realizó una investigación con el objetivo de implementar un proyecto de innovación de acción
docente para mejorar la práctica enfocándose en la necesidad de carácter social de los alumnos a través de actividades didácticas
específicas en 18 alumnos de ambos sexos, con edades de 3 años 9 meses a 4 años 11 meses del Jardín de Niños “Dayalta”, de la Ciudad
de México. Para ello utilizó un programa de actividades didácticas para favorecer el desarrollo emocional de niños, en el cual incluyó
talleres de educación emocional para trabajar sentimientos y emociones de los alumnos, tanto con los alumnos como con los padres de
familia. Así mismo, se implementó un programa de actividades semanales. Concluyó que los padres de familia son los principales
responsables de la formación intelectual, emocional y social de sus hijos. Los docentes, por su parte, deben propiciar un ambiente
armónico en clase y proporcionar el andamiaje para facilitar oportunidades de aprendizaje de construcción de conocimientos y
herramientas de autorregulación.

López (1992) en su artículo “Autorregulación y desarrollo de capacidades que incrementan la coherencia entre juicio y acción”, explica
que al hablar sobre educación moral en los niños, se debe tener en cuenta que esto incluye la coherencia entre lo que el niño piensa y hace
para que luego, tenga la capacidad para reflexionar sobre sus acciones y saber qué hacer en futuras ocasiones para obtener mejores
resultados. Esto implica que el niño debe contar con los medios que necesita para controlar su conducta, sabiendo actuar a pesar de su
entorno y de sí mismo. Propone algunas estrategias para desarrollar el autocontrol y autorregulación en la escuela, las cuales incluye el
apoyo para que el niño logre equilibrar sus fallos de conducta, así como a mantener una conducta que sea guiada por sus criterios,
previamente acordados y seleccionados. Así mismo, expone que las estrategias para llevar a cabo en clase, con la presencia del maestro
deben incluir actividades para que los niños sean capaces de establecer sus propios objetivos, de observar su propia conducta y de auto
refuerzo. Por otro lado, explica que las actividades que deben realizarse por parte del alumno deben incluir actividades en las que el
alumno tenga el protagonismo de su propio aprendizaje, para que pueda ejercitarse en las estrategias de autorregulación, no únicamente
frente a sus compañeros. Estas estrategias pueden incluir actividades para que ajusten su conducta, se ejerciten en la responsabilidad y
autocontrol, que sean capaces de autorregular el estrés que pueda ser ocasionado por problemas sociales o escolares, entre otras.

Los autores de los artículos e investigaciones presentadas proponen diferentes y valiosas recomendaciones, actividades, manuales y
programas, que son de utilidad para el personal docente, pero, sobre todo, para padres de familia que, como primeros y principales
educadores, deben tomar en cuenta para asegurar el desarrollo integral de sus hijos desde sus primeros años de vida.

A continuación, se presentan aspectos teóricos importantes para la comprensión del tema:

1.1. Autorregulación

1.1.1. Definición

De acuerdo a UNED (2019), la autorregulación es un proceso que inicia desde el momento del nacimiento de la persona, el
cual, con el tiempo, se va asentando, refinando y evolucionando. Por esta razón, la presencia del adulto es vital en la vida del niño, que en
los primeros años de vida generalmente es la madre; ya que es ella quien, en los primeros meses de vida, juega un papel de reguladora
psicobiológica al gestionar e inhibir la estimulación de su hijo. A medida que los circuitos maduran, también se van desarrollando las
competencias de autorregulación. Durante los 3-6 años, por ejemplo, se espera que los niños hayan logrado la capacidad de verbalizar
coherentemente estrategias de control emocional, además de utilizar un amplio rango de auto instrucciones o mensajes para animarse a sí
mismos.

Rojas-Barahona (2017) define la autorregulación o autocontrol como el grupo de habilidades que ayudan a la persona a
controlar sus emociones y su cognición. Estas habilidades también contribuyen a la capacidad para posponer recompensas para un bien
mayor. A pesar de que se desarrolla desde que el niño es muy pequeño, a los 3 años de edad, la autorregulación inicia su funcionamiento
de manera más evidente para el adulto. De acuerdo con diferentes encuestas con padres de familia, se ha determinado que existe “una
relación directa entre la habilidad de resolución de tareas de conflicto cognitivo y control conductual o control esforzado” (pág. 79); es
decir, la capacidad de llevar a cabo actividades que implican un esfuerzo cognitivo por su importancia en la dificultad intrínseca o por la
falta de gratificación que conlleva y que esta implica; así como la voluntad y autodisciplina para alcanzar metas con esfuerzo. Esta
capacidad -la del esfuerzo cognitivo-, que además es crucial para el proceso de socialización, más adelante se traduce en un mayor éxito
académico, así como a un número menor de conductas antisociales y mayor desarrollo moral, como mentir o engañar a otras personas.
Por lo que, un niño con una autorregulación desarrollada de manera apropiada será un alumno con un comportamiento adecuado en
diferentes situaciones y contextos, con capacidad para adaptarse socialmente, con habilidades y competencias importantes para que el
aprendizaje en el aula sean los esperados.

De acuerdo con Tébar (2014), la autorregulación se refiere a la capacidad para controlar nuestro estado e impulsos. Al
desarrollarlos desde edades tempranas, esta ayudará a que los alumnos sean personas íntegras, responsables y flexibles para manejar
diferentes situaciones que se presenten y que están fuera del propio control.
Conte (2011) cita a Markus y Wurf afirmando que la autorregulación incluye el que el alumno se formule metas, además de
planificar, observar, evaluar y reaccionar en base a estas. Además, cita a Kuhl, quien propone tres subsistemas que interactúan en la
autorregulación: las preferencias cognitivas, emocionales y procedimentales. Así mismo, cita a Bandura sobre los aspectos que
condicionan la autorregulación de la conducta, como la observación, los procesos evaluativos y la autorreacción.

Por su parte, Torre (2007) al profundizar se refiere a las diferentes perspectivas de la autorregulación:

 Operante: esta es una perspectiva propuesta por Skinner que propone que la persona debe tener la capacidad de
elegir entre diferentes opciones, de acuerdo con las consecuencias de estas elecciones. Desde la perspectiva
conductista, la autorregulación se divide en pequeños procesos: la auto-observación, la auto-instrucción, la auto-
evaluación y el auto-refuerzo.
 Fenomenológica: esta perspectiva centra su estudio en el desarrollo de la conciencia y la autopercepción, por lo
que el autoconcepto y la motivación juegan un papel vital en el aprendizaje del alumno. De esta manera, si el
alumno obtiene una percepción negativa, pueden obtener emociones como la indefensión o el abandono. Si lo que
el alumno obtiene es una percepción positiva, esto hará que su confianza aumente, así como la motivación
intrínseca y el nivel de la persistencia en la tarea.
 Vygotskiana: la perspectiva vygotskiana se centra en la dimensión social de la persona, incluyendo conceptos
como la autoinstrucción, el andamiaje, la zona de desarrollo próximo y la enseñanza recíproca en el proceso de
enseñanza. Al hablar sobre el aprendizaje autorregulado, los teóricos prestan especial atención al diálogo interno
para que el alumno logre autorregularse y autocontrolarse, utilizando el lenguaje interno para mantenerse
motivado para completar la tarea. Otro aspecto que tiene vital importancia es el contexto sociocultural en el que la
persona se desarrolla y que es un factor primordial ya que debe aprender a controlar su entorno y adaptarse a él.
 Cognitivo-constructivista: basada en los estudios de Piaget, esta perspectiva se enfoca en los procesos para crear
esquemas por medio de la asimilación y acomodación de información nueva a esquemas ya formados, para lograr
el equilibrio cognitivo. La autorregulación, según los autores, consta de diferentes etapas o fases que colabora en
regular cuatro partes del aprendizaje: autocompetencia, agencia, control y estrategias.
 Social-cognitiva: esta perspectiva está basada en la tesis de Albert Bandura, quien se centró en el estudio del
comportamiento de la persona. Menciona que la persona actúa para obtener beneficios en el futuro o para evitar
problemas. Define a la persona autorregulada como alguien que “presta atención a lo que hace, que lo evalúa y
que se recompensa o no en función de los resultados, es decir, alguien que cultiva la auto-observación, la auto-
evaluación y el auto-refuerzo.” (p.123)

(Al final del Marco teórico se hace una síntesis)

En síntesis, la autorregulación, además de asegurar un adecuado control de emociones en el niño y hacia las personas que lo rodean,
aseguran también el éxito académico y social, respetando su proceso de maduración física y cognitiva. El papel de los padres de familia,
tal y como se ha establecido por expertos, es de vital importancia en el desarrollo integral del niño, ya que son ellos quienes deben
propiciar situaciones en las que el hijo practique habilidades sociales adecuadas, proveyendo, además, un ejemplo coherente que el niño
pueda replicar cuando ellos no se encuentren cerca. Por otro lado, los docentes en el centro escolar deben también proveer herramientas
por medio de andamiajes, para que los niños tengan un sentimiento de logro y esto ayude a su automotivación para lograr sus metas
académicas y personales.

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